Abreviaciones
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Abreviaciones
Introducción
Abreviaturas
Las abreviaturas son la representación de una palabra o palabras, es decir un sintagma con
alguna de sus letras, la primera de las cuales ha de ser la inicial. Cada palabra abreviada termina con un
punto situado en la posición de una vocal. Por ejemplo, "Serv. Neurol." es la abreviatura de
"Servicio de Neurología", "Pap. Med." lo es de "Papeles Médicos" y etc de etcétera (del latín
et, y cetera, plural de ceterum, lo demás, lo que falta, expresión latina que se emplea para
sustituir el resto de una exposición o enumeración que se sobreentiende o que no interesa expresar)4.
Las abreviaturas pueden ser simples cuando se refieren a una sola palabra y compuestas cuando
se refieren a varias palabras. Según el procedimiento que se haya usado para el abreviamiento
se distinguen en abreviaturas por suspensión cuando se suprime la parte final de la palabra y
abreviaturas por contracción cuando se suprime el interior de la palabra, es decir se suprimen
algunas o todas las letras del interior de la palabra.
Las abreviaturas mantiene el acento de la palabra entera.
Las abreviaturas obtenidas por contracción admiten el plural añadiéndose una s o es.
Cuando no están establecidas, se forman con un punto situado delante de la primera vocal de la
silaba a partir de la cual se corta la palabra.
La tendencia a la utilización de abreviaturas no es actual, sino que ya estaba presente en los
textos griegos y romanos. Su uso se generalizó en la Edad Media hasta tal punto que hubo que
regularizarlas e incluso prohibirlas.
La abreviatura es una codificación de la escritura que debe ser descifrada en el lenguaje oral. Por
lo tanto, cuando se pronuncian, debe utilizarse la denominación completa, es decir debe
desarrollarse la palabra y no la abreviada y no es correcto leer, por ejemplo, de erre por Dr.
sino doctor o etecé por etc. sino etcétera. Con respecto a esta última abreviatura, debe advertirse que
no debe utilizarse cuando es un sustantivo; por lo tanto, diremos "y un etcétera de cosas".
Además, en los textos científicos, no es correcto repetir el etc. dos o tres veces (etc., etc., etc.) para
dar mayor énfasis al discurso, si bien podría admitirse en una exposición oral.
Actualmente se suelen utilizar las revistas en su forma abreviada, sobre todo en las referencias
bibliográficas, de acuerdo con unas normas de abreviación. El organismo internacional
encargado de asignar estas abreviaturas es el International Serial Data System (ISDS), red
internacional con sede en París responsable de la asignación, registro y control del Intemational
Standard Serial Number (ISSN), así como de la creación y mantenimiento de un registro de
publicaciones periódicas mundiales. Una de sus publicaciones, el International List of Periodicals
Title Word Abreviations contiene los términos procesados por el ISDS y sus abreviaturas. La lista
incluye palabras en más de 50 idiomas y se abrevian de acuerdo con la norma ISO 4, de la que el ISDS es
responsable. En la actualidad existen más de 42.000 palabras con sus abreviaturas'•$. En la Tabla 1 se
presenta una lista de las abreviaturas bibliográficas más usuales. Como todas las
abreviaturas, se escriben en redondo y con espacio intermedio si son compuestas.
Siglas y acrónimos
Símbolos
Los símbolos son la letra o conjunto de letras u otros signos que en la ciencia o la técnica
representan convencionalmente una palabra o sintagma. Se encuentran regulados por
AENOR e ISO. Están sujetos a las siguientes normas sintácticas adoptadas por consenso: a)
a diferencia de las abreviaturas, se escriben siempre sin punto final abreviativo (por ejemplo, el
símbolo del gramo es "g" y no "g.") y no llevan espacios; b) no tienen variación de
número, es decir no tienen plural (es incorrecto escribir "25 gs" (veinticinco gramos); c)
se escriben siempre en redondo, incluso si el texto está en cursiva, y en mayúscula o
minúscula, según esté establecido por las normas AENOR o ISO, aunque el texto esté todo
en mayúscula; d) el símbolo se sitúa a continuación de su valor (expresado en números
arábigos) y separado por un espacio (por ejemplo, 5 g, 35 mi), excepto el grado, el minuto y el
segundo angulares (por ejemplo, 3°25'45"), el porcentaje (por ejemplo, 25%) y los grados
Celsius (por ejemplo, 23,5°C); e) No siempre hay coincidencia entre las letras o signos del
símbolo y la palabra representada: es el caso de algunos elementos químicos como sodio
(Na), potasio (K), etc…
En ciencias de la salud se utilizan muchos símbolos de forma incorrecta, fenómeno
descrito, entre otros, por Suñé Arbussá en varios artículos publicados en la prensa médica
Falta de unanimidad
La falta de un criterio uniforme y universal en la adopción de las siglas hace que una misma
enfermedad pueda ser designada por siglas diferentes, de acuerdo con las modas y tendencias como,
por ejemplo BC, BCO, BOCI, BNCO, BCNO, EPOC, OCFA, OFCA, LCFA, que se utilizan todas para
denominar a la bronquitis crónica 14.
Siglas particulares e inventadas
La confusión que acompaña al intento de interpretación de las abreviaciones se acentúa cuando éstas
se combinan con números (arábigos o romanos), guiones y signos matemáticos como, por ejemplo,
escribir ACxFA para designar la "arritmia completa por fibrilación auricular", o M+Am para
referirse a miopía acompañada de astigmatismo. Algunas expresiones son muy complejas y difíciles
de interpretar, como L-X-V (lunesmiércoles-viernes), D-C-C (desayuno-comida-cena), "acudirá a CCEE-
MI" (acudirá a consultas externas de medicina interna), AINES contraindicados, Haloperidol X-X-X (10
gotas en el desayuno, 10 en la comida y 10 en la cena), "x3" (tres veces al día), "x2d" (durante dos días).
También resulta curioso el resumen de la historia clínica obstétrica expresado en los siguientes
términos: "G3 P2 Al CO" , que quiere decir que la paciente ha tenido 3 gestaciones, 2 partos, 1 aborto y
ninguna cesárea 14.
Problemas derivativos
Al lexical izarse, la formación de adjetivos y otros derivados resulta conflictiva (el paciente que padece
el sida, ¿es un sídico o un sidoso?). De la formación de adjetivos médicos se ha ocupado Tapia Granados23-
24
, que indica que el adjetivo más lógico para referirse a "perteneciente o relativo al sida" es "sídico",
ya que el sufijo -ico es el más habitual en la formación de términos cultos. Opina que "sidoso" tiene
connotaciones peyorativas y que "sidal" no es eufónico y no es frecuente en castellano como sufijo de
términos técnicos. En el mismo contexto, Navarro25 polemiza con el autor anterior y plantea que
además de los sufijos -oso, -al e -ico ("sidoso", "sida) "o "sídico"), existen otros muy utilizados, como
-ario ("embrionario"), -ar ("alveolar"), -eo ("cutáneo") y -ano ("bacteriano"). Defiende la postura de
que "sídico" es lo perteneciente o relativo al sida, mientras que "sidoso" se refiere al paciente
afectado por sida.
En resumen, las abreviaciones ahorran espacio y, si se emplean con discreción, simplifican las
expresiones complejas (es preferible fluoresceina a 3',6'-dihidroxispiro(isobenzofuran1(3H),9'-
[9H]xanteno)-3-ona). Pero si se abusa de ellas o si se emplean aquellas que tienen más de un significado
producen confusión y pueden volver ininteligible un texto. Recordemos que son muy dinámicas ya
que continuamente se crean nuevas abreviaciones, dejan de utilizarse otras, cambian de significado o
se añaden nuevos significados a las ya existentes. Por lo tanto deben usarse sólo las muy divulgadas y las
ampliamente reconocidas. Las demás deben rechazarse, pues posiblemente su significado no llegue
más allá de un grupo reducido de personas, o bien produzca confusión conceptual, ya que los destina-
tarios del mensaje no deben verse obligados a adivinar o descifrar el significado de unas siglas
producto muchas veces de la pereza mental tan proclive siempre a la simplificación26-31 Con ello,
además de mejorar la comunicación medicocientífica, evitaremos perder un tiempo precioso
buscando su significado. Existen diccionarios de siglas que pueden ser útiles en la compresión de
textos médicos, así como listas de abreviaciones cientificomédicas en algunos manuales de
terminología médica y de estilo. En la Tabla 4 se presentan las referencias bibliográficas de algunas de
estas obras, así como dos recursos de interés disponibles en Intemet.