ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS Sesion 12
ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS Sesion 12
ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS Sesion 12
PSICÓTICOS
INTRODUCCIÓN
• El término psicótico, en sentido restrictivo, se refiere a las ideas delirantes o las alucinaciones
manifiestas, en ausencia de conciencia de su naturaleza patológica. Sin embargo, en una definición más
amplia incluiría las alucinaciones que el sujeto reconoce como irreales.
• Independientemente de los sistemas clasificatorios y las etiquetas diagnósticas, las principales psicosis
que se presentan en la clínica psiquiátrica y psicológica son la esquizofrenia, las psicosis afectivas y
esquizoafectivas, las psicosis breves y los trastornos delirantes o paranoicos (Godoy, Godoy-Izquierdo y
Vázquez, 2011).
HISTORIA DE LA ESQUIZOFRENIA
• El médico belga Morel (1869) describe una enfermedad que comienza en la adolescencia y lleva al
paciente a aislarse socialmente. a raros amaneramientos, a negligencia de su persona y a veces al
deterioro psíquico; a esta enfermedad la denominó «demencia precoz». Kraepelin (1893) describe esta
entidad nosológica de una forma más completa, y centra la atención en el curso de los síntomas, que se
agravan poco a poco hasta llegar al progresivo deterioro de la mente (sin embargo, él refirió que el 13 %
de sus casos se recuperaban totalmente).
• A principios del siglo xx, Bleuler propuso el nombre de esquizofrenia, pues pensó que la esencia de este
trastorno estaba en la partición de las funciones mentales, que impediría o debilitaría su interconexión,
y dividió los síntomas en accesorios y fundamentales. Este concepto de la enfermedad era más amplio
que el kraepeliano, lo que explica el mejor pronóstico de sus casos y su visión más optimista de la
evolución de la enfermedad.
• Schneider (1975) intentó precisar más el diagnóstico y hacerlo más fiable al proponer los síntomas de
primer orden, que serían característicos de la esquizofrenia y raramente estarían en otras
enfermedades. La presencia clara de uno de estos síntomas, sin que se pueda encontrar una causa
somática, nos llevaría al diagnóstico de esquizofrenia.
DEFINICIÓN
• Se considera que la esquizofrenia es un trastorno mental grave y complejo, que está caracterizado en la
mayoría de los casos por la pérdida del contacto con la realidad, acompañada por la presencia de
alteraciones cognitivas, emocionales, de la percepción del pensamiento y de la conducta (Sadock y
Sadock. 2011). El deterioro cognitivo de la persona puede alcanzar un nivel tan elevado que interfiera
en su capacidad para afrontar algunas de las demandas más cotidianas de la vida.
El inicio y el curso de este trastorno pueden ser variables. La edad de
comienzo suele situarse al final de la adolescencia o principios de la
etapa adulta, siendo poco probable que la enfermedad aparezca antes
de los 16 años o después de los 50.
Los síntomas negativos serían aquellos que reflejan una disminución o pérdida de las funciones
normales; estos síntomas están relacionados con las funciones que se van deteriorando en el
paciente, tienen una peor respuesta al tratamiento farmacológico y su mayor predominio en el
cuadro clínico del paciente está relacionado con un peor pronóstico.
Los síntomas que se incluyen bajo el epígrafe «desorganización» han concluido que
representaría una dimensión diferente a la que se ha llamado también «factor de
desorganización» o «factor del trastorno del pensamiento» (Lindenmayer y Khan, 2008).
SÍNTOMAS
• Ideas delirantes (delusiones) o creencias fijas y erróneas que no pueden
entenderse dentro del contexto del grupo cultural o religioso del
individuo. Las convicciones son inamovibles ante las pruebas
convincentes de su inverosimilitud, y la persona está totalmente
convencida de su veracidad. Una idea delirante implica un deterioro de la
capacidad para hacer inferencias lógicas, es decir, para llegar a
conclusiones a partir de la observación del entorno de la persona o de sí
misma. Este tipo de creencias puede afectar emocionalmente al paciente
y, además, éste puede dedicar mucho tiempo a pensar en ellas.
Residual
Catatónica.
• En estos sujetos destacan las ideas delirantes de persecución o de grandeza y las alucinaciones que
generalmente se relacionan con ellas. Síntomas como incoherencia, afecto aplanado y conducta
catatónica o desorganizada quedan en un segundo plano. En ellos la aptitud intelectiva y la afectividad
apenas se alteran. Los pacientes suelen mostrarse tensos, suspicaces, cautelosos, reservados y, a veces,
hostiles o agresivos. La edad de comienzo es más tardía que en los otros tipos, el cuadro clínico menos
variable y el pronóstico suele ser más favorable, al conservar menos alterada la capacidad laboral y las
relaciones interpersonales.
DESORGANIZADA (LA ANTIGUA HEBEFRENIA).
• En esta variedad sobresale la desorganización del pensamiento observado a través del lenguaje. La
conducta es desinhibida y caótica, y el afecto aparece aplanado o incongruente. El inicio es temprano
generalmente antes de los 25 años, y la evolución se muestra sin recuperaciones substanciales.
CATATÓNICA.
• El rasgo principal es un trastorno marcado de la función motora, conocido como flexibilidad cérea. En
este tipo de esquizofrenia predominan los signos psicomotores , manerismos, estereotipias,
negativismo; los pacientes pueden adoptar posturas incómodas durante mucho tiempo. También
pueden aparecer trastornos del habla, como ecolalia o mutismo.
RESIDUAL
• Después de una sintomatología aguda, síntomas como delirios, alucinaciones o alteraciones graves de
la conducta desaparecen o pierden actividad; süi embargo, están presentes signos continuos de
alteración de dos o más síntomas residuales (por ejemplo, embotamiento emocional o retraimiento
social).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Trastornos médicos y neurológicos. Muchos trastornos neurológicos y médicos pueden dar
lugar a síntomas idénticos a los de la esquizofrenia, como la intoxicación por sustancias (por
ejemplo, cocaína, fenciclidina) y el trastorno psicótico inducido por sustancias; las infecciones
del sistema nervioso central (SNC) (por ejemplo-encefalitis herpética); los trastornos
vasculares (por ejemplo, lupus eritema toso generalizado); las crisis parciales complejas (por
ejemplo-epilepsia del lóbulo central) y las enfermedades degenerativas (por ejemplo,
enfermedad de Huntington).
Trastornos de! estado de ánimo. Los episodios maníacos y también los episodios depresivos
mayores pueden cursar con síntomas psicóticos. El diagnóstico diferencial reviste especial
importancia, dada la disponibilidad de tratamientos específicos y eficaces de estos trastornos.
Además, si existen alucinaciones y delirios en un trastorno del estado de ánimo, normalmente
surgen dentro del contexto de ese trastorno y no persisten. Otros elementos que ayudan a
separar los trastornos del estado de ánimo de la esquizofrenia son los antecedentes familiares
y personales, la evolución (por ejemplo, edad de comienzo), el pronóstico (por ejemplo,
ausencia de deterioro residual después del episodio psicótico) y la respuesta al tratamiento.
Trastorno esquizoafectivo. Los síntomas del estado de ánimo aparecen al
mismo tiempo que los de la esquizofrenia, pero los delirios o alucinaciones
deben estar presentes durante dos semanas, sin que haya ningún síntoma
afectivo destacado en alguna fase de la enfermedad. El pronóstico de este
trastorno es mejor que el de la esquizofrenia y peor que el de los
trastornos del estado de ánimo.
• Trastorno esquizofreniforme
• Se caracteriza fundamentalmente por una sintomatología similar a la esquizofrenia-
pero con duración inferior a los seis meses y no necesariamente con existencia de
deterioro funcional. El comienzo suele ser rápido, con alucinaciones y/o delirios.
• Trastorno esquizoafectivo
• Está caracterizado fundamentalmente por el solapamiento de un episodio afectivo
(depresivo mayor, maníaco o mixto) y dos o más de los síntomas clínicos de la
esquizofrenia, sin que se puedan diagnosticar uno u otro por separado. El período
mínimo de aparición será de un mes, precedido o seguido de al menos dos semanas de
ideas delirantes o alucinaciones, y en ausencia de síntomas afectivos acusados.
• Trastorno delirante
• La única o principal manifestación es un delirio fijo, inquebrantable pero no
extraño, que dura al menos un mes y sin deterioro grave de la actividad
psicosocial ni comportamiento raro o excéntrico. La edad media de inicio es de
40 años. Existe una ligera preponderancia femenina. Los hombres suelen
presentar delirios paranoides y las mujeres erotomaníacos. Muchos pacientes
están casados y tienen un empleo remunerado. Se observa cierta asociación
entre la inmigración, el nivel socioeconómico bajo y este trastorno.
• CAPITULO 9