SESIÓN 2 - CUARESMA 3° y 4°
SESIÓN 2 - CUARESMA 3° y 4°
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I. DATOS INFORMATIVOS:
V. EVALUACIÓN
Ítems de evaluación
ASPECTOS OBSERVABLES C B A AD
1. Los estudiantes muestran actitudes de respeto durante la clase.
2. La actividad se relaciona con el tema.
3. Orden en la redacción.
4. Participación durante la clase.
Mateo 4, 1-11
4 Entonces Jesú s fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el
diablo. 2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo
hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan. 4 É l respondió y dijo: Escrito está : No solo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa
ciudad, y le puso sobre el piná culo del templo, 6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate
abajo; porque escrito está :
A sus ángeles mandará acerca de ti,y,
En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra.
Jesú s le dijo: Escrito está también: No tentará s al Señ or tu Dios. 8 Otra vez le llevó el
7
diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de
ellos, 9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. 10 Entonces Jesú s le dijo:
Vete, Sataná s, porque escrito está : Al Señ or tu Dios adorará s, y a él só lo servirá s. 11 El
diablo entonces le dejó ; y he aquí vinieron á ngeles y le servían.
Salmo 103:8
Misericordioso y clemente es Dios;
Lento para la ira, y grande en misericordia.
Mt 25, 35-40
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis;
36 estuve desnudo, y me cubristeis; aenfermo, y me bvisitaron; estuve en la cá rcel, y
vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderá n, diciendo: Señ or, ¿cuá ndo te vimos hambriento
y te sustentamos?, ¿o sediento y te dimos de beber?
38 ¿Y cuá ndo te vimos forastero y te recogimos?, ¿o desnudo y te cubrimos?
39 ¿O cuá ndo te vimos enfermo o en la cá rcel, y fuimos a verte?
40 Y respondiendo el Rey, les dirá : De cierto os digo que en cuanto lo ahicieron a uno
de estos, mis hermanos má s pequeñ os, a mí lo hicisteis.
Marcos 11:25-26
25
Y cuando estén orando, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque
si vosotros no perdoná is, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará
vuestras ofensas.
1 Juan 1:9
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexió n, de
penitencia, de conversió n espiritual; tiempo de preparació n al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia
Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el pró jimo y haciendo obras buenas. Nos
invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos má s a Jesucristo, ya que, por acció n de
nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdó n y de la reconciliació n fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos
de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los
hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesú s. Con esto aprendemos también a tomar
nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrecció n.
40 días: La duració n de la Cuaresma está basada en el símbolo del nú mero cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla
de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta añ os de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta
días de Moisés y de Elías en la montañ a, de los cuarenta días que pasó Jesú s en el desierto antes de comenzar su
vida pú blica, de los 400 añ os que duró la estancia de los judíos en Egipto. En la Biblia, el nú mero cuatro simboliza
el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y
dificultades.
La prá ctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia
y de renovació n para toda la Iglesia, con la prá ctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al
menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez má s
aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversió n.
La Cuaresma puede vivirse a través del sacramento de la Confesió n, la oració n y las actitudes positivas.
Nos preparamos para los eventos claves de la Semana Santa a través de los pilares de la oració n, el ayuno y la
limosna. Estos, nos guían en la reflexió n diaria sobre nuestra propia vida mientras nos esforzamos por profundizar
nuestra relació n con Dios y con el pró jimo, sin importar en qué parte del mundo viva el pró jimo. La Cuaresma es
un tiempo de crecimiento personal y espiritual, un tiempo para mirar hacia afuera y hacia adentro. Son jornadas
de misericordia. El arrepentimiento y la confesió n
Como tiempo de penitencia, la Cuaresma es un buen momento para confesarse.