Pedagogía Hospitalaria: Rescatando El Derecho Fundamental a la Educación

La pedagogía hospitalaria garantiza el bienestar y calidad de vida de personas que se encuentran

hospitalizadas y/o padecen una enfermedad, permitiendo a niños y adolescentes en edad escolar

que, debido a condiciones médicas específicas deben retirarse durante un tiempo de su centro de

estudios, seguir vinculados a los procesos educativos y no detener la adquisición de

conocimientos académicos y formales por su condición médica que puede ser temporal o

permanente. (Duran Coton, 2017). Apoyado en el marco de la búsqueda de la anhelada calidad

educativa en Colombia donde la educación es un derecho fundamental y un servicio público, el

cual debe ser garantizado a todos los miembros de la sociedad, sin importar condiciones

socioculturales y socioeconómicas, de acuerdo al Decreto 1421 de 2017 el cual reglamenta la

inclusión en la educación a personas con discapacidades (Ministerio de Educación Nacional,

1994) al Decreto 1470 de 2013 por medio del cual se reglamenta el Apoyo Académico Especial

regulado para la población menor de 18 años (Ministerio de Educación Nacional, 2013) y

partiendo del principio "si los niños no pueden asistir a la institución educativa, la institución

debe ir a donde están los niños", se inicia la instauración de aulas hospitalarias, espacios creados

para dar oportunidad a niños y jóvenes hospitalizados de continuar con sus procesos académicos

de manera flexible y acondicionada, teniendo en cuenta las diversas condiciones de salud.

¿Qué es la Pedagogía Hospitalaria?

La pedagogía hospitalaria surge a partir de la Segunda Guerra Mundial a mediados del

año 1939 hasta 1945, donde pediatras que asistían a los niños en los hospitales, evidenciaron que

las consecuencias de la guerra, el desarraigo de sus familias, su escuela, su vida cotidiana, el

rompimiento de lazos maternos y su vida social, originaban nuevas enfermedades de tipo

psicológico y socioafectivo. Debido a estas situaciones, se vieron en la necesidad de plantear

soluciones y dar una mirada al proceso salud-enfermedad desde otro punto de vista, que

posibilitara una oportunidad de enseñanza - aprendizaje.

En este punto inició para pediatras, psicólogos, pedagogos y docentes, el reto de

implementar estrategias que permitan la inclusión de personas hospitalizadas, continuar su

desarrollo personal, intelectual, así como mejorar sus relaciones socioafectivas. (Martínez

Gaitan, 2020)

La pedagogía hospitalaria enfoca su atención en educación de niños y jóvenes que se

encuentran hospitalizados, brindan la oportunidad de continuar con los procesos académicos; son

aulas flexibles y acondicionadas de acuerdo a las diversas condiciones que presentan al

encontrarse hospitalizados, de acuerdo a Olga Liza Lizasoáin Rumeu, en la entrevista sobre

pedagogía hospitalaria (Ocampo González, 2019), se puede decir que es una parte de la

pedagogía que se dedica a la educación de personas en edad escolar en situación de enfermedad.

Su objetivo, es contribuir al desarrollo personal, aprendizaje y a suplir necesidades afectivas y

sociales por encontrarse aislados en un hospital o en su domicilio a causa de las patologías que

presentan (Salgado Bocanegra, 2020). Teniendo en cuenta que estancias de hospitalización

prolongada implican una afectación física, psicológica y familiar para los niños y jóvenes que las
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experimentan acarreando cambios en sus dinámicas familiares, sociales y personales (Cruz

Puerto, 2021).

La Pedagogía Hospitalaria rescata el Derecho Fundamental a la Educación

Con la pedagogía hospitalaria se busca que la estadía de los niños y jóvenes sea más

llevadera, ya que, debido a su situación de salud por enfermedad se ven obligados a ausentarse

temporal o definitivamente de sus centros educativos, ocasionando un cambio drástico en su vida

cotidiana. Sin embargo, esto no es motivo para que dejen de expresar sus intereses y

motivaciones por descubrir el mundo, conocer temas nuevos y retomar sus procesos educativos,

es aquí donde la pedagogía hospitalaria juega un papel prioritario para rescatar el derecho

fundamental a la educación, eliminando las dificultades que se presentan como la inconsistencia

y falta de continuidad en la permanencia de los educandos hospitalarios (Ocampo González,

2019), razón por la cual se crean aulas hospitalarias en algunas instituciones prestadoras de salud

(IPS) o en domicilios teniendo en cuenta el diagnóstico médico por enfermedad.

Las aulas hospitalarias son definidas en la mayoría de los documentos como un espacio

físico dentro del hospital que se asemeja a un salón de clase dentro de una institución regular,

también se describe como un ambiente simbólico dinámico que puede convertirse en un lugar

enriquecido, donde el educando y el docente interactúan en un proceso de enseñanza y

aprendizaje. Allí pueden asistir los niños a quienes sus condiciones médicas, físicas y

emocionales les permitan desplazarse.

Sin embargo, existen casos con las condiciones anteriores, en donde las aulas

hospitalarias se convierten en un aula fluctuante, es decir que esta se traslada a las habitaciones u
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otros espacios del hospital, como salas de urgencias, para prestar los mismos servicios, de este

modo favorecer a todos los niños y jóvenes. (Martínez Gaitan, 2020)

Es importante volver a mencionar que no se deja de lado los contenidos específicos de la

enseñanza regular, va más allá de éstos; en lugar de mantenerse en el hermetismo de un modelo

sistemático y formal, a través del cual el niño deberá adaptarse al currículum que se ha diseñado

previamente, intenta flexibilizar y agilizar los contenidos, sin ningún tipo de forzamiento, estos

se acomodan al estado biopsicosocial en el que se encuentra el niño (Duran Coton, 2017).

La Pedagogía hospitalaria se centra en el aspecto sano y recuperación de la persona. Es

una estrategia que añade interés, proporcionando seguridad y confianza, favoreciendo así la

readaptación del niño o adolescente, tras la enfermedad y hospitalización, facilitando el camino

para el regreso al colegio según lo menciona Lizasoáin (Ocampo González, 2019) . De esta

forma, no se vulnera el derecho a la educación, al contrario se rescata este derecho fundamental.

Es importante mencionar que en Colombia, a pesar de existir importantes avances

respecto a las aulas hospitalarias, es innegable la falta de mayor reconocimiento legal, en cuanto

a las políticas públicas para abordar este campo.

Desde el año 2015, la Secretaria de Educación Distrital, adelanta la construcción de los

lineamientos pedagógicos para la atención de esta población, con el propósito de seguir

mejorando la calidad del servicio que prestan los docentes vinculados al programa, en la

actualidad aún no aparecen registros de la culminación de la propuesta.

Conclusión

La pedagogía hospitalaria brinda aulas donde se vivencia una diversidad de situaciones

en cada niño/ joven, las cuales se comparten al interactuar entre ellos, tratando de resolver y

sobrellevar las situaciones, aprendiendo de su nueva cotidianidad, de sus observaciones y

experiencias, siendo estás, un lugar donde aprenden, crecen y experimentan la enfermedad y su

momento.

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