Pregunta
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EL PROBLEMA
Por lo general, los métodos varían puesto que no existen pautas únicas y
concretas para el tratamiento del trastorno de identidad disociativo. Es el
profesional de la salud mental el que se encarga de valorar la situación y decidir la
práctica más efectiva para cada paciente. Uno de los procesos más empleados para
los trastornos disociativos es la psicoterapia, llevada a cabo siempre por un
profesional especializado en la salud mental. En las diferentes sesiones de
psicoterapia, el profesional busca ayudar al paciente a entender se su situación, así
como a aceptar los factores desencadenantes de los cambios de personalidad.
La identidad personal aun esta en desarrollo durante la infancia. Por eso, un niño
tiene una capacidad mayor que un adulto de despegarse de sí mismo y observar el
trauma como si le estuviera pasando a otra persona. Un niño que aprende a disociar
para superar una experiencia traumática puede usar ese mecanismo de superación
como respuesta a situaciones estresantes en su vida, al convertirse en adulto. Puede
que este trastorno desarrolle en el paciente la despersonalización, una situación
clínica que se presenta cuando la persona extraña su propio cuerpo, y se siente
como un espectador de su propia personalidad, que en pocas palabras lo hace sentir
robado de sí mismo.
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2. Objetivos de la Investigación
Las personas que la padecen sufren mucho desde el silencio puesto que se
sienten vacios mentalmente, al no poder comprender el porqué de muchos
síntomas o no poder controlar sus propios pensamientos, debemos ser empáticos
ya que muchas veces lo que nosotros interpretamos como una “exageración” para
quien sufre este trastorno es una desesperación constante por querer sentirse bien
o solamente normal como las demás personas. El apoyo de amigos y familiares
impulsa a los pacientes a sentirse más seguros con respecto a las psicopatologías.