PFC Pedro Muñoz Martinez
PFC Pedro Muñoz Martinez
PFC Pedro Muñoz Martinez
CONSERVACION DE FACHADAS EN
PROYECTOS DE DERRIBO
1.- Introducción
3.2.- Parámetros
Alumno: de cálculo.
Pedro Muñoz Martínez
5.1.3.- Conocimiento del suelo y subsuelo, base sobre el que asienta el apeo.
6.3.- Señalización
Bibliografía y Normativa
1. Introducción..
Los apeos son construcciones auxiliares y se emplean para detener movimientos de elementos
constructivos, lesiones o edificaciones que amenazan ruina, que van a sufrir una reforma o que
aún no han conseguido la resistencia adecuada.
El apeo como elemento auxiliar tiene una importancia vital a la hora de proteger la construcción o
la seguridad de las personas, ya sean usuarios del inmueble, operarios o simplemente
transeúntes.
El planteamiento del apeo depende en gran parte del tiempo durante el que tenga que ejercer su
acción y de la importancia o riesgo de la misma, no será por lo tanto igual el apeo de un edificio
en el que se va a excavar una planta bajo rasante o el de un elemento que se va a demoler o a
consolidar en un espacio breve de tiempo.
El apeo objeto de estudio en el desarrollo de este proyecto final de carrera es aquel utilizado
para la estabilización de fachadas, utilizando sistemas y materiales que han ido evolucionando
de un elemento más sencillo como puede ser un puntal o un sistema tubular, hasta los perfiles
aligerados de los sistema Soldier con grandes capacidades mecánicas y posibilidades de montaje y
desmontaje tan sencillas como atornillar varios elementos entre sí para conformar un entramado de gran
resistencia.
1
2.-
2.- Análisis de la edificación inicial. Actuaciones previas y criterios de
actuación.
Al partir de una edificación ya ejecutada, el técnico parte con la ventaja de poder evaluar los
niveles de seguridad de ésta basándose en los materiales empleados en su construcción y las
técnicas constructivas aplicadas. Pero en este tipo de actuaciones es raro el caso en el que la
edificación no presenta daños, y estos daños modifican los niveles de seguridad. Por tanto, en cada
caso los niveles de seguridad dependerán también del tipo de daño, la extensión de éstos y su
incidencia en el sistema estructural y constructivo.
2
2.1 Estudio del entorno y de la estructura inicial.
Una de las causas más habituales de alteraciones del subsuelo es el mal estado de la red
horizontal de saneamiento, que discurre por él, y que puede llegar a ocasionar graves daños en
el edificio. Cuando se den casos de humedades en planta baja o de grietas que apuntan daños en la
cimentación o a la formación de socavones bajo soleras o muros, se debe efectuar un chequeo de las
redes de saneamiento y abastecimiento de agua, recurriendo a poceros especializados si la complejidad
de la red lo requiriera.
Estado y sistema
constructivo de Estado de redes
cimentación de muro de fontanería y
de fachada. saneamiento.
3
El uso de tuberías de PVC, ligeras y de rápido montaje, posibilitan la ejecución de redes
provisionales de saneamiento y fontanería durante los trabajos de reparación de redes
deterioradas y durante la ejecución de un sistema de apeos, evitando así la condena de acometidas
durante nuestra actuación.
También debemos plantearnos la incógnita del estado de la cimentación del muro de fachada
objeto de nuestra intervención, para lo que se examinará mediante catas o prospecciones la
composición del estrato en el que se apoya, así como el sistema constructivo del muro de fachada.
El técnico debe reconocer y entender el sistema estructural empleado con el objeto de poder
prever el desarrollo de la obra e introducir un sistema estabilizador en caso necesario.
En edificios antiguos la deformación por flecha o deterioro de forjados está contrarrestada por la
continuidad vertical en la distribución de tabiquerías. Por este motivo, en algunas reformas
interiores de viviendas o locales, aparentemente sin influencia en el sistema estructural, se termina
provocando el cedimiento de fábricas, soportes o forjados al desaparecer alguna tabiquería que estaba
actuando de apeo.
4
Cubierta
Tabiquerías
Forjados
Muro de carga de
fachada
Por lo tanto, debemos efectuar un estudio de los elementos horizontales sin olvidarnos de la
continuidad vertical de las distribuciones interiores y de cómo estas repercuten en la estabilidad del
edificio.
Debemos también identificar la tipología y los materiales empleados en los muros de carga, así
como su estado constructivo.
Y por último analizaremos el sistema estructural de cubierta para prever el apeo y refuerzo
idóneo. Teniendo en cuenta que los trabajos realizados en esta podrían afectar a la estanqueidad
y habitabilidad en la planta superior, se estudiarán éstos así como la instalación de cubriciones
provisionales.
5
2.2 Estudio de patologías.
Como regla general podemos seguir el siguiente patrón para identificar patologías.
Lectura de sintomatología
Elaboración de hipótesis
Durante el desarrollo de estas primeras fases es probable que los daños detectados en el edificio
o la incertidumbre sobre el estado de daños sometidos a estudio requieran un primer paquete de
medidas de seguridad.
Se han de tener en cuenta todos los factores para establecer el sistema de medios y materiales
idóneo para los objetivos que se persiguen a corto, medio y largo plazo a fin de evitar que una
buena concepción del sistema quede invalidada por un conjunto de imprevisiones.
Cuando hablamos de los criterios generales sobre medidas de seguridad, hablamos del
conjunto de actuaciones provisionales, destinadas a preservar o restituir las condiciones de estabilidad y
utilización que resuelven el problema inicial. En algunos casos estas medidas pueden tener un carácter
permanente.
6
Para evaluar el grado de seguridad de un edificio disponemos de ensayos de capacidad
resistente de los materiales de su estructura. Actualmente los métodos de cálculo son suficientemente
aproximados a la realidad del comportamiento de las estructuras físicas y nos permiten realizar
peritaciones para sacar conclusiones de la suficiencia o insuficiencia de las medidas de seguridad a
utilizar.
Podremos así establecer tres tipos de edificaciones según la época y las normativas que pudiesen
aplicarse en cada caso.
Edificaciones construidas conforme a normativas derogadas, entre las que caben destacar
las Normas Básicas de la Edificación (NBE), de uso hasta la entrada en vigor del CTE.
7
Edificaciones construidas conforme a la normativa vigente, basadas en consideraciones
probabilísticas. El Código Técnico de la Edificación (CTE), dónde podemos encontrar normas de
consulta para realizar hipótesis y comprobar la validez de un elemento constructivo ante
diferentes solicitaciones. Las Normas Tecnológicas de la Edificación (NTE), de carácter no
obligatorio y sustituidas por los DB actuales, son de gran utilidad en casos concretos.
El sistema constructivo de los edificios se ve afectado tanto por los procesos naturales de
metamorfosis que se producen en sus materiales como por el uso a que se destinan. Inciden en su
periodo de vida el nivel de calidad de los materiales, las técnicas de puesta en obra, los propios
sistemas constructivos adoptados y la intensidad de ocupación y de uso. La vida efectiva de la
edificación resulta un factor más determinante en su nivel de seguridad que el de su fecha de ejecución.
La aparición de deficiencias en el sistema constructivo constituye la más clara manifestación del
fenómeno natural de agotamiento de su vida útil.
8
2.4 Actuaciones previas a la demolición del edificio.
Deberemos de tener en cuenta que las técnicas de demolición que se usen estarán
condicionadas por el estado del edificio y su ubicación urbana. Desde la demolición por voladura hasta
las más simples demoliciones manuales requieren de una serie de medidas de seguridad que afectan a
diferentes periodos de la obra.
9
2.4.2. Medidas de seguridad durante la demolición.
El terreno del solar resultante deberá contar con drenaje suficiente para poder absorber o
evacuar las aguas pluviales, protegiendo las bases de los cerramientos colindantes ante posibles
filtraciones, restituyendo, en su caso, la acometida a la red de saneamiento.
10
3. Análisis del Muro. Características y parámetros de cálculo.
Es importante conocer los materiales de los que está compuesto el muro y cómo éstos
actúan de manera individual o colectiva en la función estructural del mismo. Así pues, podremos
encontrar muros de un sólo material o por varios en un aparejo de tradición constructiva. El estudio de
dicha homogeneidad nos facilita gran información de los materiales con los que estamos trabajando
para poder posteriormente tomar ciertas consideraciones de cálculo. Hablamos de tapiales, adobes,
muros de sillería, mampostería o de fábrica de ladrillos, en definitiva, fábricas no armadas, que se rigen
fundamentalmente por su capacidad resistente a compresión, si bien se acepta la intervención de la
capacidad resistente a tracción de determinadas fábricas que la normativa reconoce y cuantifica.
Quedan, por tanto, excluidas de este estudio las fábricas armadas compuestas con determinadas piezas
específicamente instaladas para soportar esfuerzos a tracción.
Analizaremos la estabilidad del muro y sus sistemas de refuerzo considerando dos tipos
de fuerzas recurrentes,
− Fuerzas verticales y
11
Por todo ello, los estudios sobre la estabilidad que podamos realizar sobre la sección
vertical de un muro deberán tener en cuenta también las alteraciones que en su longitud se presenten.
De ahí que el sistema de refuerzo que calculemos para estabilizar el muro debe tener en cuenta la
longitud del muro a la que se aplica, el comportamiento estructural del muro en sus secciones
horizontales y las alteraciones que en ese tramo presente el muro.
12
3.2.1. Antecedentes históricos.
h
L= e
- Euler, establece que la esbeltez de un elemento es inversa a la carga que tiene que
soportar. Si sometemos a un sólido de sección S y altura h0 a una carga axial P; generamos
tensiones de compresión cuyo valor es:
P
σ= S
∆h
ε= h
∆h = h0- h
13
∗
La relación entre tensiones y esbeltez se deduce de la siguiente expresión:
∆
∆
∆ ∆∗
∗∆
λ== ∗
∗
La ley de la gravedad a las que están sometidas las masas constituyentes del muro son
las responsables de las fuerzas verticales que aparecen sobre él. Cuando las cargas axiales se
apartan del eje central someten al elemento a esfuerzos de flexo-compresión. En este caso el
muro ha de soportar tensiones de compresión, tracción y esfuerzo cortante en el eje vertical. Si
a estas fuerzas se le añaden otras inclinadas transmitidas por otros elementos constructivos,
por la acción del viento, o por vicios del elemento a estudiar, estas tensiones se pueden
generar en más de uno de los ejes del muro.
14
a. Resistencia a compresión:
∗
∗
Siendo:
Para una carga uniforme Qm1 a lo largo de un muro, la tensión máxima se obtiene de la siguiente
manera:
∗
El CTE no contempla las fábricas de piedra natural cuando se habla de resistencia característica
a compresión y se aleja bastante de las técnicas constructivas de antaño. En esta norma sólo será de
nuestro interés las fábricas de ladrillo macizo.
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Se define resistencia característica a la compresión de la fábrica, fk, la que puede determinarse
mediante ensayos sobre probetas de fábrica según los criterios que se indican en las normas UNE EN
1052, partes 1 a 4 (1999, 2000, 2003 y 2001 respectivamente).
1 La resistencia característica a la compresión, fk, en N/mm², de una fábrica realizada con mortero
ordinario con juntas extendidas a todo el grueso, puede calcularse con la ecuación:
Donde
K es una constante, de valor:
a) en muros de una hoja, cuando el grueso de la fábrica sea igual al tizón o a la soga de
las piezas K= 0,60 para piezas macizas, K=0,55 para piezas perforadas, K=0,50 para las
aligeradas y K=0,40 para las huecas.
b) en muros de dos hojas o con suturas continuas, K=0,50 para piezas macizas, K=0,45
para las perforadas y K=0,40 para las aligeradas
fb es la resistencia normalizada a la compresión de las piezas de fábrica, en la dirección del
esfuerzo, en N/mm²
fm es la resistencia a la compresión especificada del mortero ordinario en N/mm², no mayor que
20 N/mm², ni que fb
16
2 Resistencia característica a compresión de una fábrica con mortero de junta delgada.
a) La resistencia característica a compresión, fk, de una fábrica de piezas macizas,
silicocalcáreas o de hormigón celular de autoclave, con mortero de junta delgada, puede
calcularse con la ecuación C.2:
siempre que las piezas de fábrica tengan tolerancias dimensionales idóneas para su empleo con
juntas delgadas; la resistencia normalizada a compresión de las piezas de fábrica, fb, no se tome
mayor que 5 N/mm2; la resistencia a compresión del mortero sea igual o mayor que 5 N/mm2; el
espesor del muro sea igual a la soga o tizón de las piezas y no haya discontinuidades contenidas
en el grueso.
b) La resistencia característica a compresión de una fábrica con mortero de junta delgada y
piezas distintas a las anteriores (moldeadas o rectificadas para aceptar este tamaño de junta),
puede calcularse con la ecuación C.1, siempre que se cumplan los requisitos indicados en el caso
a), siendo K=0,70 para piezas macizas, K=0,60 para las perforadas y K=0,50 para las aligeradas.
3 La resistencia característica, fk, en N/mm2 a compresión de una fábrica con mortero ligero, si las
piezas son macizas, perforadas o huecas y las juntas son llenas, puede tomarse igual a:
fk = K · fb 0,65 (C.3)
siempre que fb no se tome mayor que 15 N/mm², que el espesor del muro sea igual a la soga o al
tizón de las piezas y no existan discontinuidades verticales en toda o parte de la longitud del muro
siendo
- K = 0,80 con mortero ligero de densidad de 600 a 1 500 kg/m³ y piezas de hormigón de árido
ligero, según la norma EN 771-3, o piezas de hormigón celular de autoclave, según la norma UNE
EN 771-4:2000
- K=0,55 con mortero ligero de densidad de 600 a 700 kg/m³ y piezas de arcilla según la norma
EN 771-1, piezas silicocalcáreas según la norma UNE EN 771-2:2000 o piezas de hormigón de
árido ordinario según la norma EN 771-3
- NOTA. El valor de K incluye la influencia de la resistencia del mortero sobre la resistencia
característica a compresión de la fábrica
4 La resistencia característica a compresión de una fábrica con llagas a hueso se puede obtener con
las formulas C.1; C.2 y C.3, siempre que la resistencia a cortante se deduzca de la aplicación de la
ecuación 4.2 y se consideren la totalidad de las acciones horizontales que puedan aplicarse a la fábrica.
K = 1,1 – bs / t
donde:
bs es la distancia entre ejes de las bandas de mortero
t es el grueso del muro
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c) La resistencia característica a compresión de fábricas con tendeles huecos, con piezas
perforadas o aligeradas, se obtendrá mediante la ecuación C.1, a partir de la resistencia
normalizada a compresión fb de la pieza, obtenida en ensayos según la norma EN 772-1,
realizados sobre piezas preparadas con bandas de mortero no más anchas que las que se
emplearán en la fábrica. La resistencia de la pieza se referirá al área bruta, no al área de las
bandas.
La NBE-FL-90, sobre estructura de fábrica de ladrillo establece los siguientes parámetros para el
cálculo de la resistencia característica de los muros de fábrica sometidos a esfuerzos de
compresión,
∗
Siendo,
γm = Coeficiente de minoración.
La NBE-EFB sobre estructuras de fábricas de bloques establece, mediante tablas, los espesores
mínimos de los muros resistentes en función de las cargas transmitidas por los forjados concurrentes.
La NTE- EFP, sobre estructuras de fábrica de piedra y la NTE-EFL, sobre fábrica de ladrillo,
establecen los espesores mínimos de los muros de carga resistentes en función de las cargas
transmitidas por los forjados concurrentes, del tipo de piedra o ladrillo utilizados en cada caso y de la
ubicación del muro en el sistema estructural.
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b. Resistencia a Cortante:
Una fábrica puede oponer cierta resistencia al esfuerzo cortante generado por los
momentos flectores o fuerzas actuantes.
Siendo:
Como resistencia característica a cortante, fvk, de una fábrica con mortero ordinario y juntas
llenas se puede tomar:
Mortero ordinario y tendel hueco fvk = fvk0 g/t + 0,36 * σkd ≤ 0,050 fb
fvk0 es la resistencia a corte puro, con tensión de compresión nula, que puede determinarse de la
tabla 4.5 para morteros ordinarios.
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fb es la resistencia normalizada a compresión de las piezas de fábrica, con el esfuerzo
actuando en perpendicular a la tabla,
g/t en fábrica de tendeles huecos, la relación de ancho total de las dos bandas de mortero, cada
una de ancho no menor a 30 mm, en los bordes exteriores de la pieza, maciza, a ancho
total de muro.
La NBE FL-90 sobre estructura de fábrica de ladrillo establece la capacidad resistente a esfuerzo
0,1 ∗ ∗
20
c. Resistencia a tracción por Flexocompresión:
'∗( ∗(
$% ∗ ´ *
) )
)
´ ∗
+
$% % ∗
)
De donde,
+∗,'∗( - .∗(/
%
- ∗0
Siendo:
21
• Según Código Técnico de la Edificación (NTE):
4) La resistencia a flexión por tendeles se empleará solamente con combinaciones de carga que
incluyan acciones variables normales a la superficie de la fábrica, como por ejemplo el viento.
No se considerará dicha resistencia cuando la rotura de la fábrica por flexión origine el
colapso o la pérdida de estabilidad del edificio o alguna de sus partes, o en caso de acción
sísmica.
22
• Según NBE FL-90:
La NBE FL-90 sobre estructura de fábrica de ladrillo establece la capacidad resistente a esfuerzo
σ´ 0,1* σ*
No obstante ha de tenerse en cuenta que el cálculo desarrollado por esta norma está referido
solamente a las tensiones generadas por fuerzas normales a un aparejo de fábrica.
d. Deformabilidad:
La máxima tensión que puede soportar el material se corresponde con su límite elástico.
Su valor puede obtenerse mediante ensayo de laboratorio.
E=σ/ε
ε = ∆h / h
h´= h – ∆h
Siendo,
E = Módulo de deformación
ε = Coeficiente de deformabilidad
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Cuando las deformaciones son irreversibles y no provocan tensiones de reacción se produce la
plasticidad del material. Una vez que el material supera su límite elástico ante la aplicación de una carga
se inicia su deformación. Esta deformación será proporcional a un determinado incremento de cargas a
partir del cual el material iniciará una progresiva deformación no proporcional, incluso en caso de fijar
una carga constante, hasta colapsarse. La máxima tensión que puede soportar el material antes de
iniciar esta progresión se corresponde con su límite plástico.
2) Como módulo de elasticidad secante instantáneo, E, de una fábrica puede tomarse igual a
1000 fk. Para cálculo de estados límites de servicio, se puede multiplicar el valor E por el
factor 0,6. Para determinar deformaciones diferidas, el módulo a utilizar puede ser deducido
del módulo de elasticidad para deformaciones instantáneas multiplicado por el coeficiente de
fluencia que se deduce de la tabla 4.7.
3) Como módulo de elasticidad transversal, G, puede tomarse el 40% del módulo de elasticidad
E
24
4) Como parámetros de deformación reológica y térmica de las fábricas se pueden emplear
valores de cálculo dados en la tabla 4.7.
e. Esbeltez:
3 4 ∗ 5 4 ∗ ∗ ∗
Siendo:
H=σ/ρ
25
Las alturas obtenidas para diversos materiales serían por ejemplo,
TENSION LIMITE
PESO ALTURA
MATERIAL A COMPRESION
(kg / cm³) (m)
(kg / cm²)
6
7
26
• Según Código Técnico de la Edificación (NTE):
7
6
7%
La NBE FL-90 introduce los conceptos de altura virtual hv y espesor virtual dv para determinar la
esbeltez de un elemento de fábrica de ladrillo
8
6
78
Siendo:
hv = h * α
dv = d * 9
Las Normas Tecnológicas de la Edificación NTE: EFL de fábrica de ladrillo, EFB de fábrica de
bloques y EFP de fábrica de piedra, regulan los espesores e de fábricas cuando constituyen la
estructura de edificaciones cerradas en función de la carga que soportan y de su longitud.
27
f. Excentricidad:
F=N M=F*e
<
: 6∗
=
Siendo:
m = Coeficiente de excentricidad
e = Excentricidad
Tipos de excentricidad:
1) Las originadas por las cargas de los elementos estructurales que se apoyan en él y las
sobrecargas correspondientes.
2) Las del peso de los sucesivos tramos de un muro de perfil vertical discontinuo o escalonado.
3) Las derivadas de su esbeltez por efecto de la deformación elástica y plástica de los materiales
que componen la fábrica (excentricidad por pandeo).
28
• Según Código Técnico de la Edificación (NTE):
En los nudos superiores se podrá suponer que la carga de los forjados acomete a los muros con
una excentricidad (fig. 5.3), igual a:
Siendo:
t = el grueso del muro en los que acometen forjados por los dos lados, descontando los
rehundidos en los bordes si los hubiere a la profundidad con que se remete la tabica del forjado a
la cara exterior.
29
A los efectos del cálculo, el arranque inferior del muro en la solera, forjado sanitario o zanja,
puede considerarse como empotramiento perfecto.
Si la excentricidad obtenida a partir de los momentos de puntos anteriores es mayor que 0,4 del
espesor, o la tensión vertical de cálculo media es inferior a 0,25 N/mm2 (suele presentarse en los
nudos superiores) la reacción de los muros puede obtenerse directamente por capacidad como la que
corresponde a la amplitud del bloque comprimido que equilibra el esfuerzo normal de cálculo mediante
una tensión no superior a la resistencia de cálculo del material (Fig. 5.4). Este procedimiento de
garantizar la capacidad portante no permite descartar que los giros producidos provoquen fisuras en el
lado opuesto al de aplicación de la carga. En el caso de que, sin acudir a este recurso, no se verifique
(Fig. 5.1), podrían reconsiderarse los detalles constructivos, en particular variando la entrega del
forjado o, lo que suele ser más eficaz, aumentando su canto.
Las condiciones de vinculación de los nudos del modelo utilizado para el análisis deben
corresponderse con la posibilidad de movimientos que se deriven del detalle constructivo. En el
modelo de análisis se considerarán todos los elementos que puedan suponer una alteración del
comportamiento estructural, especialmente aquellos que impidan la deformación supuesta de los
forjados (cerramientos, muros de arriostramiento o tabiquería retacados superiormente)
30
g. Pandeo:
Entre dos superficies de contacto labradas pueden detectarse resaltos o cavidades que
impiden un reparto perfectamente homogéneo de las tensiones transmitidas. El efecto combinado de
deformaciones elásticas y plásticas genera ajustes parciales entre los componentes del material. La
heterogeneidad de los materiales y sus parámetros de deformación en todo el volumen dan lugar a
que este ajuste no sea homogéneo en un eje vertical.
Si, además del peso propio de los materiales integrantes del muro, las cargas excéntricas
introducen a su vez tensiones diferenciales en las secciones, éstas pueden llegar a invertirse y
provocar tracciones en la fábrica ante las que los materiales utilizados responden con diferentes
capacidades de reacción. La consecuencia final será el pandeo progresivo de la fábrica que puede
provocar su colapso por una sección del muro si alguna de éstas no pudiera absorber el incremento
de tensiones diferenciales aplicadas.
31
4. Apeos industrializados. El sistema Soldier.
Conjuntos de elementos metálicos cuya combinación o ensamblaje permite configurar
una estructura útil como apeo. El sistema que podemos considerar más tradicional es el de tubos
concéntricos de acero unidos mediante bridas o abrazaderas. Recientemente han ido apareciendo otros
sistemas con mayores ventajas, normalmente de uso común debido a su capacidad de afrontar
elevadas cargas y dimensiones, y su rapidez de montaje. Este último será el objeto de nuestro estudio.
Este sistema presenta unas características que permiten emplearlo de forma muy diversa
en apeos gracias a la gran variedad de sus piezas. Este sistema está constituido por vigas formadas por
des U de chapa plegada como base del sistema disponiendo de piezas complementarias tales como
conectadores, bases regulables, tensores de varillas, mariposas, etc., que permiten una gran diversidad
de formación de apeos.
A continuación haremos un recorrido por todas las piezas del mecano que hace posible la
construcción del sistema Soldier.
- El Fuste
Están compuestas por dos perfiles en U de chapa plegada, con perforaciones en toda su
longitud para aligerar su peso y placas extremas taladradas. Solas o unidas forman el cuerpo de las
principales piezas del sistema de apeo. Según su posición de trabajo podemos denominarlas como sus
análogas en madera.
Inclinadas: Tornapuntas.
La combinación de varias piezas de fuste permite formar elementos de cualquier longitud que
sea múltiplo de 90 mm. Como podemos apreciar en el siguiente esquema.
Dependiendo del fabricante que elijamos podemos encontrar diferente tipo de fustes que
mantienen grandes similitudes.
32
33
El sistema ST-200R de Rehasa utiliza elementos tipo MEGA, de longitud entre 250 y
2500mm, formados por perfiles de chapa plegada de 6 mm realizado en acero de calidad S235 (límite
elástico 235 MPa).
Este tipo de elementos se atornillan directamente a otras vigas o correas (ST-200 y ST-
200R) mediante tornillos de calidad 8.8 (Tracción máxima admisible 88kN) y permiten sistemas de
estabilización de gran altura sin necesidad de ocupar demasiado espacio.
34
- Base ajustable Slim.
- Gato ajustable.
35
- Conectores de seis vías.
Elemento que sirve de unión entre fustes que pueden acometerle por sus seis
caras. En forma tal que sirve como elemento de enlace entre un soporte vertical y dos
elementos horizontales perpendiculares. Su capacidad de carga es de 100Kn a compresión
y de 80Kn a tracción para esfuerzos normales a las caras más grandes.
36
- Espada de enlace y Tubo pivote.
37
- Angulo de esquina y ángulo bisagra.
El ángulo de esquina puede usarse tanto para la unión de dos piezas fuste
perpendiculares como para la articulación de un gato ajustable (como pieza extrema de un
fuste inclinado) a cualquier cara del conector o placa extrema de fuste. El ángulo bisagra
permite la unión de dos piezas longitudinales formando cualquier ángulo entre ellas.
38
- Abrazaderas a madera corta y larga.
- Elementos de arriostramiento.
39
El arriostramiento así formado tiene la ventaja de configurarse en el plano de
simetría de las piezas fuste, evitando tensiones transversales y soportando esfuerzos de
tracción de 65Kn. Con el plato arandela, la varilla, el soporte de agujero y una de las tuercas
se puede proceder a la conexión de piezas fuste para conformar sistemas de vigas y
soportes.
40
- Sistema de arriostramiento mediante tubos.
41
4.2 Cálculo de las estructuras que conforman el sistema Soldier.
- Abaco para el cálculo de esfuerzos axiles admisibles, transmitidos a las piezas de fuste, en
función de su longitud libre de pandeo.
- Abaco para el cálculo de momentos flectores admisibles, transmitidos a las piezas de fuste,
en el eje x-x, atendiendo a la luz entre apoyos.
- Criterio restrictivo para el caso de combinación de esfuerzos axiles y momentos.
- Criterios restrictivos impuestos por la intervención de determinadas piezas del sistema.
Para la utilización del ábaco deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:
- La capacidad del soporte ante cargas axiles, considerando el pandeo, deberá comprobarse
atendiendo a las dos direcciones principales de su sección y a la longitud efectiva para cada
una de ellas.
- La longitud efectiva deberá garantizarse haciendo que su construcción y engarce a la zona
apeada, o con el resto de la estructura de apeo, permita sustentar la hipótesis anterior.
- Se juzga necesario estimar una excentricidad mínima ficticia (e) de una pulgada y media (25-
38mm) siendo aconsejable utilizar este último. Estableciéndose los valores límite en el ábaco
en función de esas excentricidades para cada una de las dos direcciones principales de
pandeo, según ejes x-x e y-y. Dado lo crítico que puede resultar las excentricidades reales,
cuando existan dudas sobre su aplicación deberá consultarse a los servicios técnicos del
suministrador.
- La composición de un elemento sometido a cargas axiles, interviniendo alguna de las piezas
citadas, impondrá las limitaciones de carga comentadas en dicho apartado.
42
A continuación podemos observar tablas proporcionadas por el fabricante RMD:
43
Abaco para vigas horizontales a compresión en eje X-X´ (Fabricante RMD)
Las piezas de fuste sometidas a un momento flector en la dirección del eje X-X,
experimentan una pérdida de capacidad frente a ese momento a medida que aumenta la distancia
entre sus apoyos, como consecuencia de incrementarse la posibilidad de deformación lateral de
las U de chapa plegada que conforman su sección en la zona de los bordes comprimidos. Por ello,
el ábaco de la figura limita el momento máximo admisible en función de la longitud efectiva entre
los apoyos.
La utilización del ábaco de flexión deberá de realizarse teniendo en cuenta los siguientes
condicionantes:
- El momento flector admisible, cuando existe una junta de unión entre dos piezas
de fuste, se limita a 12 kNm, salvo que se use la junta Tensora Super Slim, consistente en
unas pletinas taladradas que, atornilladas a las placas de unión, refuerzan la junta, en cuyo
caso el momento admisible aumenta a 20kNm.
- La composición de un elemento conteniendo piezas citadas impondrá las
limitaciones de carga comentadas en dicho apartado.
44
4.2.3. Cálculo de piezas de fuste sometidas a compresión y flexión.
Considerando que un fuste esté sometido a un esfuerzo axil (N) y a un momento flector (M) en
la dirección del eje x-x de su sección, deberá cumplir la condición
> >
* 1
>?@ ABC
En la que:
Nmax = Esfuerzo axil máximo obtenido de los ábacos para la longitud efectiva del fuste
Mmax = Momento flector máximo en la dirección del eje x-x obtenida en el ábaco a flexión para la
longitud efectiva del fuste considerado.
Así un fuste horizontal, solicitado exclusivamente a flexión en el plano x-x, es decir con N=0, el
momento máximo admisible será, según la tabla, Mmax = 30Nm, si su luz es de 2,50m. Si este
mismo fuste soporta una compresión de 50Kn, como su Nmax sería de unos 114Kn para una e
=38mm según el ábaco correspondiente el momento capaz de soportar sería:
> HI
D 1 E F> G D 1 E FJG 30 16,8 MN:
?@
45
4.2.4. Restricción de la capacidad de carga por la intervención de elementos específicos en
el sistema.
- Gato ajustable o base ajustable Slimshor. La utilización de cualquiera de estas piezas como
parte del elemento sometido a compresión axial limita la capacidad de carga a 100kN
- Tubo pivote. Su uso reduce la capacidad de carga axial transmitida por él a 65kN
46
- Conector de seis vías y conector doble de seis vías,
M xx ≤ 4.4 kNm
M xx ≤ 7.6 kNm
47
- Angulo de esquina. La carga máxima transmisible por el gato regulable que puede articularse
en el ángulo de esquina coincide con la admisible por éste, 100kN. Respecto al momento
máximo admisible en la unión de una de sus caras al extremo de una pieza de fuste en el eje
xx´ se reduce a 9,5kNm.
48
4.3 Elementos de apeo compuestos con piezas aligeradas.
Soportes
La regulación del husillo, por medio de la llave incorporada a la base ajustada, posibilita
tanto la regulación en altura del soporte como actuar con entradas en carga no medibles. El uso de la
base ajustable, como sabemos, limita la capacidad de carga del soporte a 100kN.
La colocación de conectores de seis caras en los extremos del fuste nos permite unir
lateralmente el soporte a otros elementos de la estructura de apeo en dos direcciones perpendiculares.
Su introducción limita también la capacidad de carga a 100kN.
49
50
Para realizar soportes capaces de admitir mayores cargas que los sencillos, podemos
acudir al empleo de conectores dobles de seis vías, que posibilitan formar soportes de doble fuste. Esta
configuración también es útil para resolver el problema de excesiva esbeltez que puede darse en
soportes de altura considerable, para lo que podemos usar los soportes dobles con conectores
intermedios dobles de seis vías. La capacidad se limita, en ambos casos, a 200kN.
51
El Durmiente.
El durmiente debe de ser capaz de resistir la carga que recibe del soporte y transmitirla
adecuadamente al elemento de la construcción o al terreno en que apoya, en forma tal que éste
pueda soportar, a su vez, los esfuerzos recibidos.
1.- El tablón de madera. Uno de los durmientes más socorridos es el tablón de madera de
7x20cm de sección. El tablón de madera, utilizado directamente como durmiente, tiene como límite
de capacidad de carga la de su resistencia a compresión transversal a la fibra, teniendo en cuenta,
además, las consideraciones al respecto realizadas.
Así, sabiendo que la placa de apoyo de la base ajustable tiene unas dimensiones de
18x15cm, la capacidad de carga del tablón será
Q = 18 x 15 fc,90,d
Como se observa, el uso del durmiente de madera directamente bajo la base ajustable,
impide aprovechar la capacidad de carga del soporte, al rebajar los 100kN admisibles de dicha base
a los 36,45kN máximos del durmiente. En consecuencia, si precisamos aprovechar la capacidad de
carga tendríamos que interponer entre la placa y la madera un elemento rígido que reparta la carga
sobre ésta última.
52
El durmiente de madera podemos considerar que repartirá sobre su lecho la carga que
recibe del soporte, con arreglo a la distribución señalada en la figura, lo que se traduce en una
superficie mínima de 20x29 cm2, que implica una carga admisible en suelo Qs de valor
Qs = 20 x 29 σs = 580 σs
Cuando lo que necesitamos sea aumentar la capacidad de carga del durmiente, podemos
interponer una pieza de fuste como en la siguiente figura, con lo que el durmiente pasará a admitir
una Q de valor mayor, en proporción al incremento de superficie del elemento metálico. Con ello la Q,
admisible en el durmiente llegaría a alcanzar valores muy cercanos a los 100kN que es capaz de
resistir el husillo de la pieza base. Esta disposición no debe usarse con piezas de fuste de longitud
superior a la representada, ya que peligra su alma por pandeo al carecer de la rigidización que, en
este caso, le prestan las cartelas extremas. Recordemos el problema planteado de la torsión lateral
que motiva el ábaco de la figura.
Cuando precisemos aún mayor superficie de reparto podemos realizar una pirámide de
piezas de fuste sobre una base de tablones, y si no es suficiente acudir a su ejecución en perfiles
metálicos.
53
3. Ayudándonos de placas de anclaje.
Este tipo de elemento es ideal para transmitir sobre la cimentación del apeo toda la carga
que estos elementos pueden soportar. Se fija al hormigón mediante patillas embutidas en éste y a su
vez atornilladas al fuste.
Tornapuntas
Se compone de gatos ajustables, uno con rosca a derechas y otro con rosca a izquierdas,
colocados en los extremos del cuerpo central constituido por una o varias piezas de fuste. Al
elemento resistente construido podemos conectarle a cada extremo aquella o aquellas piezas que
sean más adecuadas para acoplar la tornapunta final a elementos de la construcción a apear o bien a
otras piezas del sistema que forme parte de la estructura de apeo, como son el ángulo de esquina, la
placa pivote, o la espada de enlace, que permite la unión a otras piezas de fuste mediante la
utilización del tubo pivote. La longitud necesaria se regularía por medio de husillos, hasta alcanzar la
precisa para ajustarse al acoplamiento.
Siempre que se pueda, las descargas verticales de muros, jácenas o forjados, que se
confíen a tornapuntas se realizarán con tornapuntas simétricas, a fin de contrarrestar mutuamente los
empujes de sus cabezas. Igualmente, en las bases de tornapuntas, el problema estriba en absorber
los empujes horizontales que se transmiten. La forma más simple es cuando disponemos de un
elemento pesado de hormigón capaz de admitirlo, anclando directamente algunas de sus piezas
articuladas del sistema acoplables a la tornapunta.
Jabalcones
54
Detalle a mano alzada de tornapunta
55
1. Base de hormigón.
2. Viga Soldier.
3. Caja de conexión.
4. Base regulable roscada.
5. Varilla tipo Dywidag.
6. Correa de atado.
56
5. Estabilización y fijación de fachadas para vaciado de edificios.
Los criterios de protección del patrimonio edificado de las ciudades han ido variando en
las diversas formas de concretarse, atendiendo no sólo al valor integral de la pieza arquitectónica
individualizada, sino también a los valores del espacio público delimitado por esas piezas, al que
imprime carácter la cara externa de sus muros. Las normativas de protección al uso contemplan la
posibilidad, en buen número de casos, de permitir el vaciado del edificio conservando la fachada, lo
que ha hecho enfrentar la necesidad de realizar apeos que permitan mantener los muros de tales
fachadas en condiciones de seguridad suficientes como para permitir su subsistencia exenta
mientras se demuele y reconstruye el resto del edificio. La proliferación de este tipo de actuación en
las últimas décadas ha generado una creciente sensibilidad hacia la importancia de garantizar la
eficacia del apeo, asumiéndose progresivamente por el colectivo de técnicos, que el carácter efímero
de esta estructura no elimina ningún aspecto de la necesidad de diseñarla, calcularla y ejecutarla
con las garantías de cualquier estructura definitiva, con el añadido de especial interés que hay que
poner al tener que sustentar un elemento tan importante, en condiciones para las que no ha sido
previsto y que, con frecuencia, está afectado por alteraciones o daños de consideración que hay que
estudiar y atender expresamente.
El apeo del muro requiere un proceso que podemos considerar dividido en las siguientes
fases:
- Características constructivas del muro y sus relaciones con el resto del edificio.
- Estado de conservación y posibles lesiones
- Conocimiento del suelo y subsuelo sobre el que ha de asentarse el apeo.
57
3. Ejecución de las obras, comprendiendo:
- Medidas previas, tales como el calado de forjados, tabiquerías, etc. para el paso de
elementos de apoyo y adopción de apuntalamientos y consolidaciones concretas que precise
el estado intrínseco del muro.
- Demolición interior del edificio y construcción de uno nuevo, atándolo al muro existente,
trataremos de desarrollar los aspectos contenidos en las dos primeras fases.
58
• Datos precisos sobre la estructura del edificio existente y su relación con la fachada. Cómo
actúan y cómo se interrelacionan, se analizarán en concreto los vínculos existentes entre los
elementos constructivos del muro y el resto de la estructura o elementos constructivos del
edificio, especialmente aquellos que es preciso eliminar o alterar y que repercuten en las
acciones recibidas por el muro tanto antes como después de la demolición atendiendo a:
En este proceso, hay que poner especial cuidado en el conocimiento de todos aquellos
aspectos que repercutan o puedan repercutir en la estabilidad del muro, como son los relativos a
las excentricidades de carga que se deban a la composición heterogénea del muro y que puedan
agravarse por la existencia de patologías.
59
5.1.2 Estado de conservación y posibles patologías.
• Otra sintomatología. Presencia de humedades, con especial atención a planta baja, zonas
cercanas a instalaciones de agua o acusadamente expuestas a la acción de la lluvia, analizando
las repercusiones de esta humedad tanto en el estado de la fábrica como en el de su
cimentación o en el terreno en que asienta.
60
5.1.3. Conocimiento del suelo y subsuelo, base sobre el que asienta al apeo.
La instalación del apeo estabilizador de muro exige, en algunas de las soluciones más
frecuentes, la colocación de contrapesos capaces de transmitir al terreno una carga importante
debida tanto a su propio peso como a las acciones recibidas por el apeo. Esto hace necesario el
reconocimiento de la zona donde se va a anclar el apeo a fin de establecer:
61
5.2 El sistema de estabilización.
• Las zonas previsibles de encuentro del nuevo edificio con la fachada, atendiendo
a las alteraciones en el nivel de plantas o por cambios espaciales respecto al viejo
edificio.
• Conexión de la fachada a la nueva estructura y momentos previstos en los que
han de realizarse.
Todo ello requiere además de tener resueltos los problemas arquitectónicos del nuevo edificio,
decidir las funciones que han de cubrir el muro en el plano resistente.
62
A la hora de definir la nueva estructura en su conexión con la fachada y el sistema de
sustentación provisional más adecuado, los problemas técnicos principales a resolver son:
La división más fundamental que podemos establecer entre los sistemas de sustentación de
fachadas a la hora de su elección es la de sistemas internos y externos. El externo presenta la
ventaja de no interferir en la demolición y reconstrucción del edificio y la desventaja de ocupar el
suelo público en la longitud de la fachada, con las obstrucciones consiguientes en el tráfico rodado y
peatonal. El sistema interno debe proyectarse teniendo en cuenta los problemas que plantea la
demolición del edificio una vez instalado.
63
sus lesiones. No obstante, alguna de éstas, como puede ser el desplome global del muro entendido
como lesión, cabe tratarlo como efecto comprendido dentro de los problemas a resolver con la
estructura estabilizadora, como veremos más adelante.
Otras lesiones, como horadaciones en la fábrica por diversas causas, roturas de dinteles
por insuficiencia de cargaderos, asientos diferenciales en muros que van a mantener su base de
sustentación en el nuevo edificio, etc., será en general, más rentable y seguro plantearnos su
reparación, consolidando el cimiento y reparando las lesiones del muro antes de apearlo, que
proceder a adoptar medidas de seguridad deberá garantizar la estabilidad de la parte afectada.
64
5.3 Definición y cálculo de la estructura estabilizadora de fachada.
• Acciones de viento.
• Acciones sísmicas.
• Excentricidades de carga y desplomes del muro.
65
Al definir las superficies sobre las que actúa el viento podemos descontar los huecos de
fachada, pero considerando las obstrucciones que suponen los recercados con cruces, dispuestos
como rigidizadores del muro. Igualmente tendremos que considerar la posibilidad de incremento por
la acción sobre las superficies generadas por la propia estructura sustentante, así como por cualquier
elemento dispuesto sobre la fachada o sobre dicha estructura, tales como lonas de protección,
paneles publicitarios, etc. teniendo en cuenta las exenciones y reducciones previas en la propia
norma, en función de las situaciones de resguardo que pueden considerarse.
Acciones sísmicas.
Para el cálculo de este tipo de estructuras estabilizadoras nos regiremos por coeficientes
de seguridad, facilitados por el fabricante, que utilizaremos a la hora de calcular las solicitaciones a
los que dicha estructura pueda verse afectada ante la acción de sismos.
Excentricidades y desplomes.
66
La ausencia de normativa al respecto en España, hace que nos decantemos por el uso
de la norma británica que establece la consideración de cargas horizontales equivalentes al 1,5% de
las cargas verticales del muro. Como alternativa a los casos en los que la excentricidad o desplomes
reales ofrezcan valores inferiores.
La elección del sistema estabilizador debe atender tanto a los materiales a usar como al sistema
de organización de la estructura.
• La escala de la obra.
• La necesidad de espacios disponibles
• La duración de los trabajos
• La disponibilidad local de los materiales a utilizar.
67
El sistema que vamos a estudiar es el más utilizado hoy en día y está compuesto por una
estructura continua en la fachada con elementos prefabricados modulares verticales y horizontales
que admiten la diagonalización de las retículas que pueden formarse con ellos para garantizar su
indeformabilidad, especialmente en los planos perpendiculares a fachada.
68
6. Seguridad y salud.
Clasificaremos los riesgos que podemos encontrarnos y analizaremos los motivos por los
que estos riesgos se puedan suceder, considerando así evitarlos:
69
- Arriostramientos incompletos de la propia estructura
- Acción de las inclemencias atmosféricas, en especial el viento.
• Contactos eléctricos.
Si no se puede desviar la línea se deben colocar vainas aislantes sobre los conductores
y caperuzas aislantes sobre los aisladores.
70
• Otras normas.
Cuando por problemas de espacio deban pasar personas propias o ajenas a la obra entre
la estructura estabilizadora se deber5án instalar bajo el mismo cualquier sistema de recogida de
objetos o materiales de suficiente resistencia.
- Casco de seguridad clase N y botas de seguridad con puntera reforzada clase I para
todos los trabajos.
- Guantes de cuero y lona en los trabajos de manipulación de elementos estructurales del
andamio.
- Cinturón de seguridad Clase A Tipo I con anclaje móvil. Su utilización correcta requiere la
instalación previa de cables de vida situados estratégicamente en función del tipo de
obra o edificio.
Cualquier otro EPI a utilizar dependerá de las condiciones de trabajo de la zona donde
esté instalado el andamio.
71
6.3 Señalización.
Seguridad laboral.
Los andamios deben tener señalizaciones de seguridad que indiquen la carga máxima
admisible que puede soportar el andamio.
Se deben utilizar las siguientes señales según los casos: obligación, protección
obligatoria de la cabeza, protección obligatoria de las manos, protección obligatoria de los pies,
protección individual obligatoria contra caídas, advertencia, caídas a distinto nivel, riesgo de
tropezar, riesgo eléctrico, peligro en general, prohibición, prohibido pasar a los peatones, entrada
prohibida a personas no autorizadas.
Seguridad vial.
Se deben utilizar las siguientes señales según los distintos casos en el que el andamio
invada más o menos la calzada: viarias (peligro obras, limitación de velocidad y estrechamiento
de calzada), balizamiento mediante guirnaldas luminosas fijas e intermitentes.
Seguridad peatonal.
La seguridad de los peatones que puedan circular por debajo o en las proximidades de
los andamios se asegurará señalizando los distintos elementos estructurales situados a nivel de
calle mediante pintura reflectante a barras blancas y rojas impidiendo, siempre que sea posible,
el paso por debajo de zonas donde se puedan golpear con alguna parte de la estructura. Para
ello se pondrá la señal complementaria de prohibido pasar a los peatones.
En el caso de que por motivos de seguridad los peatones no puedan pasar por debajo del
andamio, se facilitará un paso alternativo debidamente protegido mediante vallas, señalizado y
balizado sobre todo si se invade la calzada de circulación de vehículos.
Por otro lado, los accesos a locales públicos o portales se deben proteger especialmente
mediante pórticos con protecciones horizontales y verticales.
72
6.4 Legislación básica.
73
7. Aplicaciones reales de apeos industrializados.
Este tipo de sistemas estructurales aligerados son ejecutados por empresas específicas
que normalmente están especializadas en el sector de los sistemas de elevación, como elevadores
de cremallera, andamios tubulares, sistemas de cimbra, etc. Es el ejemplo de Sermaco, cuya sede en
Murcia (C/ del Cabezo de Torres), ha sido un buen punto de información sobre el desarrollo de este
PFC. Esta empresa trabaja con una variedad del sistema tipo Soldier llamada ST-200 y ST-200R,
fabricada por Rehasa Estructuras.
74
Conjunto de vigas ST apiladas en el recinto (Fotografía 2)
75
Placas anclaje
Mega-420
Correas ST
76
Placa de anclaje de cimentación (Fotografía 6)
77
7.2 Sistema estabilizador de fachada en C/ San Francisco, 47 en Alicante.
Una vez terminada la demolición y limpieza del interior, se comienza a levantar el sistema
interior, para posteriormente comenzar el desmontaje del exterior.
Los únicos elementos que se mantienen son las vigas de atado a la fachada.
Jabalcones
Viga de
Atado
Correas
STR
Base de
Hormigón
78
Redes verticales
de seguridad
Piezas
Mega
Vallado
Mega-420
79
Cruces de San Andrés (Fotografía 11)
Redes
verticales
Cruces de
San Andrés
Vista completa del sistema Soldier con apeos industrializados (Fotografía 12)
80
Segunda Fase: Sistema interior.
Piezas
STR
Correas ST
Tornapunta
81
Jabalcones
Varilla
Dywidag
Taco de
madera
Vigas de
atado
Refuerzo
de hueco
Desmontaje
Mega-420
Vista exterior de la fachada una vez desmontado el apeo exterior (Fotografía 16)
82
7.3 Estabilización de la Plaza de Toros de Cartagena.
Base
soporte
Pieza STR
Correa ST
Viga de atado
Jabalcones
83
Zona de estructura a base de vigas STR (Fotografía 19)
84
Pieza
Mega-420
Jabalcones
Correa STR
con cruces de
San Andrés
Placa de
Anclaje
Aunque en esta obra no se van a realizar actuaciones de demolición, es útil para poner de
ejemplo ante las diferentes posibilidades de utilización de estos elementos de estabilización
utilizando apeos industrializados.
85
Jabalcones
Refuerzo
Viga de
de esquina
atado
Esquina de Plaza de toros resuelta con vigas de atado y jabalcones (Fotografía 21)
86
Anexo I. Ejemplo de cálculo.
La construcción del muro de fachada elegida para el desarrollo de este ejemplo está
ejecutada en fábrica de ladrillo macizo, de dos pies de espesor en las dos plantas inferiores y de
un pie en las superiores.
Comprobamos que la fábrica presenta resistencia suficiente como para permitir aceptar la
hipótesis de que podrá resistir el peso propio del muro, una vez liberado de las vinculaciones con
el resto del edificio existente.
87
Los balcones presentan sus bandejas ancladas a la fábrica del muro mediante pletinas de
hierro forjado, sin ningún vínculo con forjados de piso u otros elementos constructivos a demoler,
por lo que su mantenimiento no requiere realizar su apeo específico.
Consideraremos que el nuevo edificio tendrá los niveles de forjados de piso coincidentes
con los actuales, sin alteraciones espaciales que comprometan el diseño de la estructura de
sustentación.
Las grietas existentes en el muro significan roturas que han de ser reparadas al tratarse
de un elemento a mantener. Retrasar su reparación hasta la fase de ejecución del nuevo edificio
carece de sentido, puesto que nos obligará a adoptar medidas de seguridad complementarias al
apeo estabilizador, de cara a garantizar el buen comportamiento del muro al independizarlo.
88
• Aunque el muro ha quedado reparado de sus lesiones, procederemos a dotarle de una
mayor rigidez mediante el recercado de sus huecos y la triangulación con cruces de San
Andrés.
Culminadas estos trabajos, será el momento en que podamos comenzar a preparar el edificio
para recibir las piezas de la estructura sustentadora, como calado de los tabiques para el uso de
las vigas de atado de la fachada para lo que precisamos ya conocer el diseño general de esa
estructura.
Emplearemos las piezas del sistema aligerado Soldier, calculadas sobre la base de
criterios tomadas en las tablas y ábacos facilitados por el fabricante. Las barras de la estructura,
se compondrán con piezas de fuste atadas entre sí para poder obtener las longitudes requeridas,
utilizando conectores de seis u ocho vías en los nudos de unión de las barras perpendiculares,
así como ángulos de esquina o ángulos bisagra en algunas ocasiones para las barras inclinadas
de coronación de la estructura. Arriostraremos convenientemente la estructura mediante
elementos paralelos a la fachada y horizontales, así como triangularemos los planos
perpendiculares a ella con tornapuntas formados por piezas de fuste y gatos ajustables en sus
extremos, dispuestos con espadas de enlace para unir a las barras ortogonales de la estructura
mediante pivotes. Finalmente anclaremos las piezas base de la estructura en el hormigón de los
diafragmas de lastre mediante barrad Dywidag engarzados a platos ligeros embutidos en el
hormigón. Emplearemos tablones, tabloncillos y cuñas de madera para los puntos de contacto
entre la estructura Soldier y los paramentos de la fachada.
89
4.1 Elementos del Apeo.
Estructura de atado.
Ataremos la fachada en cada planta mediante líneas de fustes Super Slim colocados
horizontalmente y paralelos a sus paramentos interior y exterior, colocadas en alturas
coincidentes con los huecos de fachada, de manera que la barra interior de cada fila pueda
atarse a la exterior, por varillas Dywidag perpendiculares a ellas y entre los paramentos se
interpondrán trozos de tablón, tabloncillos, retacados con cuñas cuando no sea suficiente para
complementar irregularidades de los planos del muro. Mediante el apriete de las tuercas de
mariposa de las varillas Dywidag conseguiremos formar un cuerpo entre las barras horizontales y
el muro, garantizando la deformabilidad de las piezas intermedias de madera.
90
Cuando los paramentos ciegos de la fachada sean excesivamente anchos para las
cargas que han de soportar las barras horizontales Soldier, tendremos que perforar el muro para
proporcionar puntos intermedios de atado entre viga interior y exterior. Con esta disposición, el
muro queda envuelto en una malla regular de barras que ataremos a la estructura estabilizadora
de diversas formas, bien directamente o interponiendo calzos o fustes.
91
Estructura estabilizadora.
Estará formada por celosías perpendiculares a fachada, atadas y arriostradas entre sí, la
mayor rigidez de las barras de este tipo de estructuras respecto a las tubulares, permite
independizar el diseño de la estructura estabilizadora respecto a la de atado, no siendo precisa la
fijación de nudos de encuentro, ya que la capacidad de trabajo a flexión de las barras permite
limitar la unión entre ambas a puntos de tangencia entre barras horizontales de la estructura de
atado y verticales de la estabilizadora. No obstante, trataremos de formar celosías
perpendiculares a la fachada, formadas por dos rectángulos con tornaputas de diagonalización,
coronados por un triángulo cuya hipotenusa es otra tornapunta. Esta conformación confiere
mucha rigidez para evitar el problema de limitación de flecha establecido en la normativa
británica a la que ya hicimos referencia. Los atados de estas celosías en los planos paralelos a la
fachada los realizaremos mediante barras de fustes Super Slim, efectuando arriostramiento
diagonalizadores mediante varillas Dywidag y soportes de agujero Slimshor.
Lastre.
92
4.2 Cálculo de las solicitaciones que soporta la estructura.
El viento.
q e = qb ⋅ ce ⋅ c p
Siendo:
qb La presión dinámica del viento. De forma simplificada, como valor en cualquier punto del
territorio español, puede adoptarse 0,5 kN/m2. Pueden obtenerse valores más precisos mediante
el anejo D, en función del emplazamiento geográfico de la obra (CTE, DB SE-AE, Acciones en la
edificación).
ce El coeficiente de exposición, variable con la altura del punto considerado, en función del
grado de aspereza del entorno donde se encuentra ubicada la construcción. En edificios urbanos
de hasta 8 plantas puede tomarse un valor constante, independientemente de la altura, de 2,0.
93
Consideraremos que el viento puede actuar en cualquiera de los dos sentidos de la
dirección perpendicular a la fachada.
94
Acciones sísmicas.
95
Acciones producidas por la excentricidad de carga.
Mef = Fhs . hgs + Fhi . hgi = 3,67 · 10 + 8,76 · 3,5 = 67,36 kNm
96
- Momento total de vuelco:
Como sabemos, los conectores de los fustes Super Slim tienen una capacidad de
carga de compresión de 100 kN y de 80 kg a tracción. Las celosías planas perpendiculares a
fachada han de contrarrestar el momento total de vuelco en la conexión de sus bases de
hormigón. Por conveniencias constructivas podemos fijar la separación de patas en dirección
perpendicular a la fachada con la longitud de una o 2 piezas de fuste Super Slim que sumadas al
ancho de un conector nos aproxime a la distancia de unos 2,50 m que nos permita no salirnos
del ancho de 3,5m de la acera (teniendo en cuenta los diafragmas de hormigón). Así como un
fuste de 1,80m y otro de 0,54m mas los 0,36 del conector obtenemos una distancia entre ejes de
patas de 2,7m. El esfuerzo
A%P%
O
Q
F = 957,9 / 80 = 355kn
Luego el número de celosías precisas para que las patas traccionadas no superen los 80 kN
serían
N = 355 / 80 = 5
Con lo cual podemos disponer una celosía por machón de fachada. En caso de
precisar mayores distancias o cargas podemos recurrir a soportes dobles, cuyos conectores
resisten 160kN.
Se precisa un buen anclaje de las patas de las celosías a los diafragmas de hormigón,
ya que cada una de ellas ha de resistir una tracción de 390 / 5 = 78kN. Para ello podemos
disponer piezas de fuste Super Slim de 540mm a cada lado de la pata, montadas
transversalmente a sus fustes de atado paralelos a fachada, anclando cada uno de ellos al
hormigón mediante 2 varillas Dywidag de diámetro 15 que recorran toda la altura del contrapeso,
colocando en su extremo inferior un plato ligero para garantizar que el anclaje tire de todo el
peso del hormigón y colocando un plato de carga CP en el extremo superior.
Otra opción consiste en soldar una pieza de fuste de 90mm a una gruesa plancha de
acero provista de cuatro taladros, a la que anclar las varillas Dywidag con los platos ligeros como
el caso anterior.
97
Detalle del sistema estabilizador (Figura A.7)
98
Cálculo del contrapeso.
Csv = 1,5
• Momento estabilizador
Me = Mvt x Csv = 957,9 x 1,5 = 1436 kN
99
• Altura del diafragma preciso
H = V / b x L = 24,1 / 1 x 11,5 = 2,1 m
Podemos considerar que las vigas de la estructura de atado reciben las acciones
horizontales actuantes sobre el muro, trabajando como vigas apoyadas en la estructura
estabilizadora. Cada viga recibirá una carga por metro lineal equivalente a la mitad de la altura
del muro comprendida entre sus dos vigas adyacentes. Para el caso que nos ocupa, la viga más
cargada sería la más cercana al suelo, cuya carga (q) por metro lineal corresponde a la altura del
muro, desde su arranque hasta los 7 metros.
S8 .STU JW.)
R ∗ ∗ 7 6.74 MN/:
V XH
)∗'∗(- X,WJ∗+-
D ]
]
7,58 MN:
100
Detalle A2
Detalle A3
101
Sección del sistema estabilizador (Figura A.9)
102
Detalle de estructura de atado de fachada (Figura A.2)
103
104
Bibliografía y Normativa.
Bibliografía.
Restauración y rehabilitación
Abásolo, Andrés
Heyman, Jacques
Madrid 1995
Restauración y rehabilitación
105
Normativa:
CTE DB-SE
- NBE FL-90
- NBE AE-80
- NTE B Cimentaciones
- NTE ADD Demoliciones
- NTE ADV Vaciados
- NTE EFL Fábrica de Ladrillos
- NTE FFP Fábrica de Piedra
106