Taller #1 - Principios Procedimiento Laboral 24-05-2022
Taller #1 - Principios Procedimiento Laboral 24-05-2022
Taller #1 - Principios Procedimiento Laboral 24-05-2022
Programa de derecho
Sexto semestre
Docente:
Estudiantes:
24/05/2022
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL PROCEDIMIENTO LABORAL
A) ORALIDAD:
Sentencia C-583/16
Situación fáctica:
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales:
B) PUBLICIDAD:
1) Sentencia T-1012 de 1999
Conceptos jurisprudenciales:
El artículo 29 de la constitución habla del debido proceso como un derecho
fundamental en cada uno de los procesos donde se establece el derecho a la
contradicción como uno de los principios del debido proceso; el derecho de
contradicción y el principio de publicidad van estrechamente relacionados,
según lo establecido en la sentencia de tutela T-1012, de 1999, esta “ impide que
existan en el proceso actuaciones ocultas para las partes o para quienes
intervienen en él por ministerio de la ley como sujetos procesales, además, tal
publicidad, resulta indispensable para la formación válida de la relación jurídico-
procesal, pues, de no ser así, el demandado quedaría expuesto a que contra él se
profiriera una sentencia adversa sin haber sido siquiera debidamente anoticiado
de la existencia de la demanda promovida en su contra. Es decir, presupuesto
necesario para que pueda existir la contradicción a lo largo del proceso, es el de la
publicidad de las actuaciones que en él se surtan, por quienes se encuentran
legitimados para el efecto. Sólo de esta manera puede tener cabal realización la
garantía democrática de que nadie puede ser condenado sin haber sido oído y
vencido en juicio. Para la publicidad se deben tener en cuenta varios factores,
estos son: el domicilio de aquel contra el cual se adelanta un proceso, fijación
digital de la comunicación y, además, ha de publicarse tanto en un periódico de
circulación en la localidad como en la gaceta oficial.
Situación fáctica:
La señora Jacqueline Orrego Toro, presentó acción de tutela en contra del
Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, Sala Civil, donde solicita la
protección de los siguientes derechos fundamentales: debido proceso, acceso a la
administración de justicia, buena fe y propiedad.
En los antecedentes se precisa que se llevó a cabo un contrato de muto entre el
Banco Ganadero –sucursal La Ceja- y las señoras María Mercedes Toro de
Orrego (madre de las siguientes), Claudia Elena y Jacqueline Orrego Toro; por el
valor de $250.000.000, que debía pagarse en tres años, con abonos trimestrales,
obligación garantizada con el pagaré No. 496 del 2 de octubre de 1995 y, con
hipoteca contenida en la Escritura Pública No. 90 de marzo 2 de 1995 de la
Notaría Única de El Retiro.
Como punto de inflexión encontramos que a la señora María mercedes toro y sus
hijas Elena y Jaqueline fueron secuestradas, por lo que incumplieron con el pago
de las cuotas y por consiguiente, el banco inicio un proceso de cobro judicial, a lo
que Jaqueline en representación de su madre y hermanas, interpone unas
causales de excepción, exponiendo lo que estaba pasando, a lo que el fallo de
primera instancia reconoció que al estar en condición de secuestradas, estas no
podían responder ante el proceso, y teniendo en cuenta los bienes, se les debía
de asignar un curador.
El banco a través de apoderado presento medios de impugnación, basado en que:
la sentencia que decidió el proceso ejecutivo configura una vía de hecho, pues se
fundó en normas que no existen o que son inaplicables y, además, por desconocer
el apoyo probatorio, en especial el testimonio del gerente de la época.
En el fallo de segunda instancia se decide, revocar la sentencia del juez
constitucional de primera instancia en lo referente a la anulación del proceso
respecto de María Mercedes Toro de Orrego y Claudia Elena Orrego Toro y,
confirma la decisión adoptada en cuanto denegó el amparo solicitado por
Jacqueline Orrego Toro. En cuanto se alega que la señora maría mercedes y la
señora Claudia Elena actuaron en el proceso mediante apoderado.
Consideraciones constitucionales, la corte constitucional afirma que se viola el
debido proceso en cuanto la publicidad y notificación del acto, en relación al
derecho de contradicción son partes esenciales del debido proceso, por lo tanto,
resuelve revocar la sentencia proferida por la Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Civil y Agraria, el 14 de septiembre de 1999, y confirmar la proferida por
el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Medellín, el 4 de agosto de 1999.
Marco normativo:
- Constitución Política
- Decreto 2591 de 1991.
- Código de Procedimiento Civil (Decreto 1400 de 1970)
- Decreto 2591 de 1991
Conceptos jurisprudenciales:
Se centra en el principio de publicidad, explicando como este es limitado
controlado por la ley:
“La publicidad del proceso surge entonces como un derecho constitucional del
acusado y una garantía jurídica, puesto que las actuaciones judiciales son
públicas con las excepciones que señale la ley, además de constituirse en una
manifestación del derecho a obtener información y del derecho a acceder a los
documentos públicos. El propósito fundamental de la publicidad de los procesos
es evitar las arbitrariedades en que puedan incurrir las autoridades judiciales, y
proporcionar al acusado un juicio justo e imparcial. Sin embargo, dicha publicidad
puede ser restringida o limitada por la ley, siempre y cuando sea proporcionada
con la finalidad protectora que se quiera cumplir, como es el caso de la reserva del
sumario, que busca proteger la recolección de datos que ayudan a determinar
responsabilidades. Tales restricciones, sin embargo, no pueden ser de tal
magnitud que hagan nugatorio dicho derecho constitucional”.
Situación fáctica:
La ciudadana María Eugenia Castellanos Cuervo en ejercicio de la acción pública
de inconstitucionalidad, solicita a la Corte que declare inexequibles los artículos 44
(en sus numerales 3 y 4), 62 y 63 del decreto 196 de 1971, por infringir distintos
preceptos de la Constitución Política, ya que la accionante alega que estos
artículos violentan el derecho a la intimidad y al buen nombre de los abogados al
someterlos a una exposición que resulta vergonzosa para ellos.
El concepto del fiscal del caso establece que: La publicación de la lista de
abogados sancionados a que aluden los artículos 44-4 y 62 del mencionado
decreto "tiene como fin informar a la comunidad" y "lograr la eficacia social de la
sanción impuesta"; por tanto no se infringe el artículo 15 de la Constitución, pues
"es precisamente aquella conducta indebida del abogado la que ha dado mérito a
que su nombre y reputación se vean malogrados y no la publicación de la sanción,
que por demás es decisión de la autoridad competente".
Y basado en el concepto de la misma corte constitucional, esta resuelve:
Declarar Exequibles Los numerales 3 y 4 del artículo 44, y los artículos 62 y 63,
excepto su literal d), del Decreto 196 DE 1971, ya que este ha sido resuelto en
sentencia C-540 del 24 de noviembre de 1993, declarándolo exequible.
Marco normativo:
- Decreto 196 de 1971
- Constitución Política
Conceptos jurisprudenciales:
“A través del error de hecho no cabe sino la aplicación indebida de las normas
legales, ya que la infracción directa y la interpretación errónea no se configuran
por errores probatorios” (casación del 6 de abril de 1956, volumen XXIII, números
136 a 138, página 152).
Jurisprudencia laboral, cuando la acusación no se funda en la valoración
probatoria, sino en la violación de normas procesales, lo pertinente es enderezar
el ataque por la vía directa toda vez que, en realidad, antes de incurrir en yerro por
apreciación u omisión del medio o medios de convicción, que es lo que
estrictamente puede conducir al error de hecho manifiesto, lo que en realidad
infringe es la ley instrumental que gobierna la producción, aducción o validez de
los elementos de juicio probatorios legalmente admisibles.
Rad. No. 15748 del 22 de mayo de 2001. La violación de la ley sustancial por la
llamada vía directa impone a quien formula una demanda de casación el deber de
respetar las conclusiones fácticas determinantes del fallo recurrido, de modo que
no puede apartarse de los asertos de hecho que, con razón o sin ella, acogió el
sentenciador con base en las pruebas del proceso. Desde luego, si el recurrente
además de disentir del sustento jurídico de la resolución judicial, discrepa de algún
soporte probatorio, tiene oportunidad de controvertirlo, pero por la vía indirecta, y
en un cargo separado.
Situación fáctica:
Marco normativo:
- Código de procedimiento civil. (Decreto 1400 de 1970)
- Decreto 2651 de 1991
- Código de Procedimiento laboral (Decreto-ley 2158 de 1948)
- Decreto 2651 de 1991
- Ley 153 de 1887
C) INMEDIACIÓN:
Conceptos jurisprudenciales:
Situación fáctica:
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales:
“La inmediación, como es sabido, versa sobre la constatación personal del juez y
las partes del material probatorio y las acciones procedimentales en sí mismas
consideradas, dirigida a la formación de un criterio íntimo y directo sobre los
argumentos fácticos y jurídicos relacionados con el caso. Sin duda alguna, la
inmediación tiene profundos efectos en la debida administración judicial, puesto
que permite la consecución de más y mejores decisiones, lo que redunda en la
satisfacción del valor justicia, nodal para el Estado constitucional.
Situación fáctica:
Marco normativo:
- Constitución Política
- Código de Procedimiento Civil
- Ley 1395 de 2010
Situación fáctica:
Marco normativo:
- Decreto 797 de 1949.
- Código Procesal Del Trabajo.
- Código Sustantivo Del Trabajo
- Código Civil.
- Ley 6ª De 1945.
- Decreto 2127 De 1945.
- Decreto 1042 De 1978.
- Decreto 797 De 1949.
- 2164 De 1959.
- Ley 171 De 1961.
- Decreto 2351 De 1965.
- Decreto 1373 De 1966.
- Ley 48 De 1968
- Acuerdo 029 De 1985 Aprobado Por El Decreto 2879 Del Mismo Año
- Acuerdo 49 De 1990 Del Instituto De Seguros Sociales Aprobado Por El
Decreto 758 De 1949.
- Código De Procedimiento Civil.
D) CONCENTRACIÓN:
Rad. No. 7023 del 20 de octubre de 1994 (Corte Suprema de Justicia, Sala
de Casación Laboral).
Situación fáctica:
El señor Isidro Martínez Martínez demando a la compañía EDIS para que fuera
condenada a reintegrarlo a su trabajo en las mismas circunstancias en que se
encontraba al momento del despido, además del consiguiente pago de los
salarios que dejo de recibir durante el tiempo que dure cesante, con los
incrementos legales correspondientes. Y subsidiariamente demanda reajuste
de cesantías y sus intereses incluyendo todos los factores salariales que no se
tuvieron en cuenta tales como: recargos por trabajo dominical y en días
festivos, primas etc.
Este presto sus servicios mediante contrato de trabajo, del 16 de marzo de
1976 al 18 de noviembre de 1991, cuando la empleadora decidió
unilateralmente y sin justa causa el despido. El salario promedio fue de
$450.000,00.
La primera instancia culminó con:
1, condenar a la empresa EDIS a pagar al señor isidro
A, $28. 400. oo por prima alimenticia
B, $8.841,81 diarios a partir del 27 de marzo de 1992 y hasta cuando se
cancele el total de la obligación.
En segunda instancia se le desconocen todas las pretensiones al demandante
y se falla a favor de la demandada empresa EDIS.
En la sentencia del recurso de casación el tribunal falla a favor del señor isidro
Martínez y declara casada la sentencia, por lo que le reconoce las
pretensiones principales.
Marco normativo:
-Código sustantivo del trabajo
-Código de procedimiento laboral (Decreto-ley 2158 de 1948)
-Código de procedimiento civil (Decreto-ley 1400 de 1970)
Conceptos jurisprudenciales:
E) IMPULSIÓN OFICIOSA:
Situación fáctica:
Emana la Corte Suprema de Justicia en su Sala de Casación Laboral,
mediante sentencia inhibitoria por indebida acumulación de pretensiones, en
un procedimiento laboral.
Marco normativo:
-Código de Procedimiento Laboral
-Constitución Política
Concepto jurisprudencial:
Los cargos se encuentran formulados por la vía directa, por lo que la Corte
debe resolverlos sobre la misma base probatoria que el tribunal encontró
demostrada, esto es, que efectivamente las pretensiones principales de la
demanda inicial (el reintegro, la cesantía y la indemnización moratoria) son
excluyentes entre ellas. Esta observación es pertinente, pues, aunque la
recurrente de manera expresa dice compartir ese supuesto fáctico de la
sentencia, lo cuestiona al decir que las pretensiones principales sólo en
apariencia son excluyentes, y sin que, por lo demás, haya explicado, así fuera
con argumentos jurídicos o fácticos, el porqué de esa apariencia o cuál la
verdad que estaba en el fondo. La cuestión entonces debe centrarse en definir
si el juez laboral debe hacer un pronunciamiento de fondo a pesar de que
existan pretensiones que lógicamente se excluyan entre ellas, y si debe
hacerlo por existir un mandato constitucional que le imponga ese deber, o si
debe hacerlo porque los mandatos procesales propios del juicio laboral, que no
los del juicio civil, así lo ordenan. De manera clara y expresa que el artículo
228 de la Constitución Política consagra la prevalencia del derecho sustancial
sobre el formal o procesal; pero cabe determinar y resaltar que prevalencia no
significa exclusión del extremo de menor categoría, sino su preponderancia. El
derecho sustancial debe estar por encima de las formas del juicio, que no por
ello desaparecen, pues de ser así otros principios que les dan contenido, como
el debido proceso, desaparecerían, con grave perjuicio para la cumplida
administración de justicia.
De esta manera, no le corresponde al juez laboral iniciar el proceso ni hacer la
demanda. Estas actividades son de la exclusiva iniciativa del actor, y por ello
son manifestación del principio dispositivo que en forma muy atenuada sigue
presente en los juicios. En la fase inicial del proceso el juez tiene la posibilidad
de control sobre la forma de la demanda, según el artículo 28 del Código de
Procedimiento Laboral que se manifiesta en la facultad de devolverla,
inadmitirla o rechazarla; y el demandado puede formular reparos, igualmente
formales, mediante el mecanismo de las excepciones previas. Pero si la
inadvertencia del juez lo lleva a admitir la demanda y a adelantar el juicio hasta
su fase juzgadora sin corregir oportunamente los defectos que pudieran darse
para la normal conformación de la relación jurídico procesal, esto con sus
presupuestos de competencia, demanda en forma, capacidad para ser parte y
capacidad procesal, las consecuencias desfavorables de la inobservancia de la
carga procesal que incumbe al actor, en lo que debe ser actividad suya para la
conformación de la relación procesal.
F) LEALTAD PROCESAL:
Marco Normativo:
Concepto jurisprudencial:
G) GRATUIDAD:
Situación fáctica:
La sala segunda de Revisión de la Corte Constitucional, revisa el proceso de una
acción de tutela instaurada por el abogado Marino Aguilar Baldrich, representante
de Tomasa Centeno de Alcázar, contra una actuación del Juez Sexto Laboral del
Circuito de Cartagena y la secretaria de dicho juzgado, Luz Marina Yunez
Jiménez. La tutela interpuesta se basa en la omisión del Juzgado de no enviar al
superior las piezas procesales necesarias, previa compulsación gratuita y oficiosa
por la secretaría, para que surtiera el recurso de apelación que fue interpuesto de
manera oportuna, dentro del proceso ordinario que era adelantado contra “Avianca
S.A”. Por lo tanto, se considera que hay una conducta negligente y omisiva por
parte del Juez Sexto laboral del Circuito de Cartagena y de su secretaria, en no
darle cumplimiento al artículo 65 del Código de procedimiento laboral (nombre
vigente al momento en que se desarrollaron los hechos), vulnerándose el derecho
fundamental al debido proceso y al acceso de justicia.
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales:
No existe una norma constitucional que expresamente mencione el principio de
gratuidad del servicio de justicia prestado por el Estado, sin embargo, por medio
de la vía legislativa, dicho principio es reconocido, aun cuando hay limitaciones en
los Códigos de procedimiento civil y laboral.
Se puede inferir de la Constitución Política el principio de gratuidad ya que la
justicia es considerada como uno de los fundamentos esenciales para lograr la
paz, convivencia y orden justo que fomente la igualdad jurídica y material, dentro
del realismo de un Estado Social de Derecho. El principio de gratuidad se debe
considerar como una de las principales condiciones para hacer realidad la
igualdad en el acceso a la justicia, debido a que la situación económica de las
partes no se puede prestar para colocar a una parte en situación de privilegio
frente a otra.
La gratuidad de la justicia en el ámbito laboral, tiene un valor constitucional más
preciso, ya que en ésta se considera al trabajo como un derecho fundamental y
valor, ligado al Estado Social del Derecho, estableciéndolo en el preámbulo,
artículo 1, 25 y 53; teniendo como principal objeto afirmar la dignidad humana y el
bienestar del individuo, ofreciendo el carácter de ser común en la esfera social, por
lo cual pasa de su círculo individual hacia un ámbito social. La Corte a su vez
menciona: “La doctrina y la jurisprudencia laboral han interpretado las diferentes
disposiciones relativas a la gratuidad en las actuaciones de los procesos laborales,
en el sentido de que el principio no opera de manera absoluta sino relativa. Es así
como la gratuidad no exonera a las partes de la obligación de cubrir determinados
gastos, como son: los necesarios para el desplazamiento de los funcionarios que
deban realizar notificaciones. (…)”
Por otro lado, el ciudadano Manuel Antonio Suárez Martínez interpuso una acción
pública en contra de los artículos 4, 5, 6, 7, 8 y 13 de la Ley considerando que
éstos desconocen los artículos 4, 13 29, 95 (numeral 9), 229 y 363 de la
Constitución política; fundamentándolo en que la expresión “en todos los procesos
judiciales con pretensiones dinerarias” que se encuentra en el artículo 4 de la ley,
desconoce el 4, 29, 95, 229 y 363 de la Carta magna, ampliando el espectro del
hecho generador. Adicionalmente se da el desconocimiento del principio de
igualdad, debido proceso, equidad y justicia en el ámbito fiscal, ya que el artículo 5
de la Ley 1653 de 2013 establece que no se podrá cobrar el arancel sino a
determinadas personas jurídicas de derecho público, introduciendo una distinción.
Pedro Felipe Gutiérrez Sierra promovió una acción pública contra el artículo 6 de
la Ley 1653 de 2003 ya que según él desconocen los artículos 13, 152 y 229 de la
Constitución Política, en medida que la exigencia de pago del arancel judicial
antes de la presentación de la demanda desconoce el principio de igualdad
material, restringe el derecho de acceso a la justicia y debe ser regulado mediante
una ley estatutaria.
Duvier Alfonso López Ortiz interpuso una acción pública contra los artículos 6, 8 y
9 de la ley 1653 de 2013 ya que la imposición de un arancel judicial a personas
que se encuentran en incapacidad de pagarlo, resulta como una restricción a su
derecho de acceso a la justicia, y a su vez el incumplimiento del deber del Estado
de proteger la tutela judicial efectiva, por lo tanto, considera que se desconocen
los artículos 1, 2, 4, 5, 13, 22, 29, 95, 228, 229, 338 y 363 de la Constitución.
Los ciudadanos Carlos Eduardo Paz Gómez, Ramiro Bejarano Guzmán y Juan
David Gómez Pérez interponen una acción pública contra los artículos 5, 6 y 8 de
la Ley 1653 de 2013 considerando que se desconocen los artículos 2, 13, 228 y
229 de la Carta Magna ya que, si bien el arbitraje es considerado un mecanismo
alternativo para la solución de conflicto, no debe ser tomado para la exceptuación
del pago del arancel. Adicionalmente argumentan que la cancelación de un
arancel como requisito de la admisibilidad de la demandan, conforme al artículo 6
de la Ley mencionada anteriormente, va contra los artículos 2, 13 y 229 de la
Constitución.
Nicolás Lobo Pinzón y Carlos Iván Moreno Machado interpusieron una acción
pública contra la Ley 1653 de 2013 ya que consideran que se desconocen los
artículos 2, 13, 28, 29, 152, 153 y 229 de la Constitución, aludiendo a que la
introducción del cobro del arancel judicial como un requisito para la admisibilidad
de la demanda no constituye una regulación del arancel judicial sino un cambio a
la estructura orgánica de la administración de justicia.
Marco normativo:
- Constitución Política
- Ley 1653 de 2013 (base de la demanda)
- Ley 1394 de 2010
- Ley 1448 de 2011
- Código de Procedimiento Civil.
Conceptos jurisprudenciales:
La Corte Constitucional, respecto al principio de gratuidad, señala que la ley 1653
tiene como principal objetivo redefinir algunos elementos del arancel judicial el
cual se contempla en la ley 1394 de 2010.
El artículo 1 de la Ley 1653 de 2013 menciona que es responsabilidad del Estado
la administración de justicia, así como asegura que el principio de gratuidad, sin
perjuicio de las agencias de derecho, costas y “aranceles judiciales que se fijen de
conformidad con la ley”, por lo que la ley mencionada anteriormente define el
arancel como un tributo o contribución parafiscal. El arancel judicial genera un
desproporcionado sacrificio en cuanto a los principios de equidad, justicia y
progresividad tributarias, lo que da paso a la violación del derecho de acceso a la
justicia y al debido proceso.
Los artículos 4, 5, 6, 7, 8 y 9 de la Ley 1653 de 2013 definen elementos
estructurales del arancel judicial, todo lo referente al hecho generador,
excepciones, sujeto pasivo, tarifa, base gravable y pago. Se da la necesidad de
modificar los elementos mencionados anteriormente, especialmente el hecho
generador, el cual motivó la reforma integral del arancel judicial y que
posteriormente se alega la inconstitucionalidad de los artículos 4, 5, 6, 7, 8 y 9,
teniendo implicaciones para la validez total de la Ley 1653 de 2013.
Los preceptos de la Ley 1653 de 2013 fueron adoptados en base a los aspectos
estructurales mencionados anteriormente, solo en función suya, por ende la
declaratoria de inexequibilidad de las normas que establecen los elementos
definitorios del nuevo arancel, deja a los aspectos accesorios de la reforma
desprovistos de la cusa por medio de la cual fueron instaurados, al declarar
inexequibles los artículos 4, 5, 6, 7, 8 y 9 de la Ley previamente mencionada, la
corporación se ve en la obligación de decretar la inexequibilidad de la totalidad de
la Ley, coincidiendo con la jurisprudencia constitucional que ha sido adoptada en
casos semejantes, donde al encontrar inexequibilidad de los ejes estructurales de
un sistema normativo, ha procedido a declarar la inexequibilidad total de la
reforma.
H) CONCILIACIÓN:
Situación fáctica:
Carmen Elisa Salazar Velásquez presentó una demanda contra el artículo 38 de la
Ley 1122 de 2007 por medio del cual “se hacen algunas modificaciones en el
Sistema General de Seguridad Social en Salud y se dictan otras disposiciones”. La
ciudadana considera que la expresión empleada en la ley “De oficio o” vulnera los
artículos 116, 228 y 229 de la Constitución. La demandante hace claridad en que
su demanda no pretende generar una taque a las facultades de conciliación
utilizadas por la Superintendencia Nacional de Salud, sin embargo ésta facultad
hace parte de las jurisdiccionales de las que puede ser investida una autoridad
administrativa, tornando constitucional o no cuando a la Superintendencia
Nacional de salud se le es permitido convocar de oficio a una audiencia de
conciliación, para así solucionar conflictos que surjan entre sus vigilados y los
usuarios, generando impedimentos para atender sus obligaciones dentro del
sistema, y a su vez afectando el acceso efectivo a dicho servicio. Adicionalmente,
insiste en que la frase señala anteriormente es violatoria del artículo 116 superior,
ya que no es la calidad del sujeto la que da el carácter voluntario a la conciliación,
este es un mecanismo alternativo para la solución de conflictos, siendo las partes
las que libre y voluntariamente decidan resolver sus problemas por medio de este
mecanismo, por ende, debe ser entendido como de naturaleza eminentemente
voluntaria. Alude la violación del artículo 229 de la Constitución, señalando que al
establecer que la Superintendencia Nacional de Salud tenga la facultad de decidir
unilateralmente de invocar de manera oficiosa una audiencia de conciliación
extrajudicial, suple y desconoce la voluntad de las partes y su derecho a decidir si
desean o no acceder a la administración de justicia.
Marco normativo:
- Constitución Política.
- Ley 640 de 2001
- Ley 100 de 1993
- Decreto 1018 de 2007
Conceptos jurisprudenciales:
Situación fáctica:
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales:
Situación fáctica:
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales:
Situación fáctica:
Se decide recurso de Casación interpuesto por el señor Julio Hernán Uribe, contra
la sentencia dictada el 25 de septiembre de 1992 por el Tribunal Superior de
Bogotá en el proceso que le sigue a Acalis de Colombia Ltda.
El señor Uribe Dimate, promovió el proceso a fin de obtener el reintegro al cargo
que venía desempeñando en las mismas o mejores condiciones de trabajo de
remuneración y el pago de los salarios prestaciones y demás beneficios que dejó
de recibir desde el 18 de octubre de 1989 hasta que se produzca efectivamente
reintegro. Virtud de un contrato de trabajo a término indefinido desde el 28 de
septiembre de 1976 hasta el 12 de octubre de 1989, cuando sin justa causa fue
despedido de su empleo como operario de sistemas.
Argumenta en contra de la sentencia anteriormente referida, que hubo un
desconocimiento o ignorancia por el Tribunal del artículo 53 de la constitución
política de la que dice da un enorme salto en materia derecho laboral al
consagrarse en dicho artículo los principios mínimos fundamentales, en virtud de
la cual debe adoptarse la situación más favorable al trabajador.
Sostiene, entonces que el Tribunal, violó el principio IN DUBIO PRO OPERARIO,
acogido en el artículo 53 de la C.P.C, porqué ante dos interpretaciones propuestas
antes de proferir el fallo atacado, no eligió la más favorable al trabajador.
Es así que, la Corte entre sus consideraciones menciona lo siguiente: 1. El
impugnante fue informado sobre su despido a razón de la restructuración
administrativa. Se cuenta con los documentos (folios) que lo prueban. 2. De
acuerdo al art.-119° convención colectiva del trabajo, el sindicato fue puesto en
conocimiento en los términos establecidos, el plazo convencional (mínimo 24
horas). 3. No encuentra la corte error alguno en el documento referente a la
liquidación que se le asignó al impugnante, 4. En relación al aumento salarial
posterior al reintegro, se absolvió a la demandada y no tendría sentido al ser
denegada esa pretensión. 5. Se cumplieron con los requisitos referentes a la
petición de reingreso, resultando evidente que no se llegó a un acuerdo. 6. Las
normas analizadas son de amplia interpretación, los razonamientos señalados por
el demandante son válidos, pero al carecer de un sustento probatorio, la sala de
casación conserva la ya emitida. En ese sentido del precepto constitucional, debe
entenderse el principio que obligar al juez a escoger entre dos o más
interpretaciones de la fuente formal de derecho de qué se trata la más favorable al
trabajador, pero siempre que la disparidad de interpretaciones resulta de la
comprensión que el mismo fallador considere posible al aplicar las reglas
generales de hermenéutica jurídica y los específicas o propias del derecho laboral.
De tal forma la Corte decide no casar esta sentencia, puesto que el señor Uribe
señala que al ser el trabajador si el propone una norma se debe elegir esa, la
Corte aclara que esto no es así y que el principio anteriormente mencionado aplica
en caso en que el juez tenga dos posibilidades de interpretación de una misma
norma, en ese caso si debe escoger la más favorable al trabajador, dejando así de
lado la idea de que este está obligado a fallar conforme a la ley que el trabajador
proponga, ya sea este demandado o demandante.
Marco normativo:
- Constitución Política
Conceptos jurisprudenciales:
Situación fáctica:
Se pronuncia la Corte, sobre el recurso de apelación interpuesto por los
Trabajadores de VICPAR S.A., tienen como propósito que se revoque el fallo de
primera instancia por falta de legitimación en la causa por activa de la sociedad
VICPAR S.A., y porque la comunidad agotó la etapa de arreglo directo, antes de
producirse el cese de actividades.
El problema jurídico planteado inicialmente en la demanda por la sociedad
VICPAR S.A., fue el atinente a la calificación de la ilegalidad del cese de
actividades promovido y materializado por ciento once (111) trabajadores, desde
el 30 de noviembre de 2011, con fundamento en la causal contemplada en el
literal c) del artículo 65 de la Ley 50 de 1990, que modificó el artículo 450 del CST.
Ahora bien, el problema jurídico a resolver en el recurso de apelación, se centra
en determinar si la parte demandante estaba o no legitimada para iniciar la
presente acción, y además, si en forma previa al cese de actividades realizado por
los demandados, se cumplió o no el procedimiento de arreglo directo.
Por lo anterior, la Corte difiere concluye que en el presente caso la sociedad
VICPAR S.A. no actuó como simple intermediaria, sino como empleadora de los
demandados. Es decir, que estaba legitimada para iniciar la presente acción.
Por otra parte, indicó el A quo que en el presente asunto la etapa de arreglo
directo no se surtió antes del cese de actividades, como tampoco su término de 20
días prorrogables, puesto que la invitación a la discusión data del 23 de noviembre
de 2011, y la decisión de la suspensión, y la suspensión misma, sucedieron el 30
de noviembre del mismo año.
En mérito de lo expuesto la Corte Suprema de Justicia, resolvió modificar el
numeral segundo de la parte resolutiva de la sentencia de primera instancia
proferida y confirmar en todo lo demás la sentencia recurrida.
Marco normativo:
Conceptos jurisprudenciales: