Recurso de Nulidad Corregido

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 38

Ciudadana

JUEZA SUPERIOR CUARTO AGRARIO DE LA CIRCUNSCRIPCION JUDICIAL DEL


ESTADO BARINAS.

Su Despacho.-

Quien suscribe, CARMEN ALEJANDRA OVIEDO BRICEÑO, venezolana, mayor


de edad, titular de la cédula de identidad N° V- 12.206.532, en mi carácter de
propietaria de acuerdo a documento de Compra-Venta debidamente protocolizado por
ante el Registro público del Municipio Barinas en fecha 09/05/2018, inscrito bajo el N°
2018.1153, Asiento Registral 1 del Inmueble matriculado con el Nº 288.5.2.4.50300,
correspondiente al Folio Real del año 2018 anexo y adjudicataria legítima de dicho
predio, de acuerdo al Título de Adjudicación Socialista Agrario y Carta de Registro
Agrario N° 63331319RAT0017272, hoja 20180071357, otorgado por el Instituto
Nacional de Tierras en fecha 13/11/2019, Sesión N° ORD-1200-19, anotado en los
libros de la Unidad de Memoria documental bajo el N° 83, Folio 166, 167, Tomo 5016
de fecha 19/11/2019, sobre predio denominado “Agropecuaria Las Vegas” ubicado en
el sector “El Aceituno”, Parroquia Torunos, Municipio Barinas del Estado Barinas,
constante de una superficie de TRESCIENTAS QUINCE HECTÁREAS CON NUEVE
MIL CINCUENTA Y CINCO METROS CUADRADOS (315 has con 9055 m 2),
alinderada de la siguiente manera: Norte: Finca Corocito y Caño Guabina; Sur:
Terrenos ocupados por Carlos Oviedo; Este: Terrenos ocupados por Carlos Oviedo y
Caño Guabina y Oeste: Finca Corocito y Carretera Barinas-Santa Lucia.

Ante su competente autoridad ocurro debidamente asistida por el profesional del


derecho abogado MANUEL GUILLERMO MORALES ARANA, venezolano, mayor de
edad, titular de la cedula de identidad N° V- 5.361.891, inscrito en el Inpreabogado bajo
el N° 255.238; en tiempo hábil para ello, de conformidad con lo establecido en el
artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos
156 y siguientes de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario publicada en la Gaceta oficial
Extraordinaria N°5.991 del 29 de Julio de 2010 a los fines de interponer RECURSO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA NULIDAD DE ACTO ADMINISTRATIVO
CONJUNTAMENTE CON MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSION DE LOS EFECTOS
DEL ACTO, contra el PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DEL INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS, mediante el cual INICIO EL PROCEDIMIENTO DE
DECLARATORIO DE TIERRAS OCIOSAS sobre las tierras pertenecientes al predio
“AGROPECUARIA LAS VEGAS”, todo con fundamento en las razones de hecho y de
derecho que explano a continuación:
I

DEL ACTO ADMINISTRATIVO CUYA NULIDAD SE DEMANDA

A todo evento y sin convalidar ningún vicio absoluto, ni relativo en que haya incurrido la
Administración Agraria en el procedimiento de declaratoria de tierras ociosas contra el
Fundo AGROPECUARIA LAS VEGAS y en virtud del auto de Participación de fecha
13 de octubre del 2021 sobre el procedimiento de Tierras ociosa o de Uso No
Conforme cuya nulidad se demanda, de fecha, que no cumple con las exigencias
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos al efecto, ya que la
transcripción en él contenida es parcial, omitiendo los datos de quien funge como dueña
poseedora del referido predio, de igual forma no señala que, quien o por medio de qué
razón efectúan el procedimiento de Tierras Ociosas, vulnerando con ello las garantías
constitucionales dispuestas en el artículo 49, por cuanto posee todo el derecho de
saber, conocer por qué se apertura una investigación de índole administrativa sobre mi
predio. La cual anexo marcado con la letra (“A”), según el cual:

“A (el) (la) ciudadano (a): PRESUNTO


OCUPANTE Y/O PRESUNTO PROPIETARIO,
sin demás datos de identificación, de un lote de
terreno denominado “LAS VEGAS”, ubicado en
el sector EL ACEITUNO, Parroquia SANTA
INES, Municipio BARINAS, estado Barinas,
constante de una superficie aproximada de
TRESCIENTOS CUATRO HECTÁREAS
APROXIMADAMENTE (306 Has); en virtud de lo
antes expuesto esta oficina regional de tierras
del estado Barinas, ordena la práctica de la
INSPECCIÓN TÉCNICA DE VERIFICACIÓN DE
PRODUCTIVIDAD Y OCUPACIÓN, a los fines
de verificar el estado ocioso o de uso no
conforme, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 36 de la Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario…”

Dicho PROCEDIMIENTO EFECTUADO POR EL INSTITUTO NACIONAL DE


TIERRAS, antes transcrita conforme a la notificación efectuada mediante cartel de
prensa publicado en fecha 13 de enero de 2015, afecta de forma inmediata, directa y
grosera mis derechos personales, legítimos y directos pues sobre dicho predio tengo
derechos posesorios y de permanencia agrarios ya que tengo justo título de propiedad
y he venido poseyendo y produciendo de forma pacífica, e ininterrumpida por más de
15 años, con ánimos de dueña y cumpliendo con la función social establecida en
nuestra Constitución Nacional desprendida de la constante y continúa producción
dentro de los parámetros establecidos por la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, así
como dentro de los lineamientos establecidos por el plan nacional de producción
dictado por el ejecutivo nacional a través del Ministerio del Poder Popular para la
Agricultura y Tierras, lo cual se evidencia en documentos debidamente protocolizados:
1) Copia simple de documento Protocolizado de Cesión de derechos y acciones Sobre
unos terrenos proindiviso denominados "El Aceituno", a favor de la Señora Rosa
Silvestre Pineda, por derechos sucesorales de Francisco Concha Jiménez (Padre),
mediante transacción efectuada ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil del Estado Barinas, siendo los Cedentes: Rubén Díaz y José Rafael Díaz, de
fecha 11/09/1985; la cual anexo marcado con la letra (“E”) 2) Copia simple de
documento Protocolizado de Cesión de derechos y acciones sobre unos terrenos
proindiviso denominados "EI Aceituno', a favor de la Señora Rosa Silvestre Pineda, por
derechos sucesorales de Francisco Concha Jiménez, mediante transacción efectuada
ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del Estado Barinas, siendo
los Cedentes: Víctor Heredia Concha, actuando en representación de Manuel Cipriano
Heredia, y de Elena Concha de Heredia, de fecha 30/09/1985 cual anexo marcado con
la letra (“F”) ; 3) Copia simple de documento Protocolizado de Cesión de derechos y
acciones sobre unos terrenos proindiviso denominados "El Aceituno", a favor de la
Señora Rosa Silvestre Pineda, por derechos sucesorales de Francisco Concha
Jiménez, mediante transacción efectuada ante el Tribunal de Primera Instancia en lo
Civil y Mercantil del Estado Barinas, siendo los Cedentes: Manuel Felipe Concha
Contreras y Enrique Carmona Concha, actuando como apoderado de Carmen Concha
de Carmona, de fecha 30/12/1985 cual anexo marcado con la letra (“G”) ; 4) Copia
simple de documento Protocolizado de Cesión de derechos y acciones sobre unos
terrenos proindiviso denominados "EI Aceituno", a favor de la Señora Rosa Silvestre
Pineda, por derechos sucesorales de Francisco Concha Jiménez, mediante transacción
efectuada ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del Estado
Barinas, siendo el Cedente: Fermín Castillo Laya, de fecha 03/11/1986 cual anexo
marcado con la letra (“H”); 5) Copia simple del Certificado de Solvencia de
Sucesiones, signado con el número 0064, de fecha 25/05/1999 y de la Planilla
Sucesoral número 07/98/497, de fecha 02/07/1998, emanada del Ministerio de
Hacienda Gerencia Regional de Tributos Internos Región los Andes, de la causante
Rosa Silvestre Pineda cual anexo marcado con la letra (“I”); 6) Copia simple de
documento Protocolizado de Partición de los herederos de Rosa .Pineda y adjudicación
de terrenos proindiviso del Aceituno, a Pablo José Peña, de fecha 04/01/2000 cual
anexo marcado con la letra (“J”); 7) Copia simple de documento Protocolizado de
Cesión de derechos y acciones sobre unos terrenos proindiviso denominados "El
Aceituno", a favor de los ciudadanos: Carlos Miguel Rodrigo Oviedo Pineda; Justo
Ramón Oviedo Pineda; Francisco Antonio Oviedo Pineda; Mercedes Peña de Cesar y
José Laurencio Oviedo Pineda, por derechos sucesorales de Francisco Concha
Jiménez, por la condición de ser hijos e hija de Rosa Silvestre Pineda, mediante
transacción efectuada ante el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del
Estado Barinas, siendo el Cedente: Fermín Castillo Laya, de fecha 28/01/2000 cual
anexo marcado con la letra (“K”); 8) Copia simple de Documento Protocolizado de
partición y reconocimiento de Derechos proindiviso entre los comuneros: Carlos Miguel
Rodrigo Oviedo Pineda; Francisco Antonio Oviedo Pineda; Mercedes Peña de Cesar y
José Laurencio Oviedo Pineda, y los herederos de Justo Ramón Oviedo Pineda, de
fecha 26/08//2002 cual anexo marcado con la letra (“L”); 9) Copia simple de
Documento Protocolizado, donde Carlos Miguel Rodrigo Oviedo Pineda, debidamente
autorizado por su Esposa Zulay Briceño Parra, le vende 315 hectáreas a Carmen
Alejandra Oviedo Briceño, de fecha 09/05/2018; Los cuales anexamos como
instrumentos fundamentales del presente recurso. Todo a tenor de la reglamentaria y
legítima documentación presentada por el anterior dueño por más de 40 años del
Fundo Agropecuaria LAS VEGAS, fomentando y el mantenimiento a la continuidad
productiva de dicho predio lo que viene a ser una expresión de posesión y propiedad
del predio por parte nuestra, caracterizadas por ser una de las fincas más productivas
de la región y del Estado Barinas contribuyendo desde siempre con la seguridad
agroalimentaria del Estado y del país ya que siempre hemos sido uno de los mayores
productores de ganado (carne y leche) de todo el centro occidente de Venezuela.

Sin embargo, en fraude a la ley y en clara violación de nuestros derechos y


garantías constitucionales, ha sido acordado el PROCEDIMIENTO DE TIERRAS
OCIOSAS sobre las tierras pertenecientes a la “AGROPECUARIA LAS VEGAS”,
conforme el acto antes transcrito íntegramente, por el INSTITUTO NACIONAL DE
TIERRAS, mediante írrito acto administrativo, del cual hoy se demanda su nulidad.

PUNTO PREVIO

RESPECTO A LA VERACIDAD DEL ACTO IMPUGNADO

El Acto Administrativo que hoy se recurre, es conforme la notificación mediante


auto de participación, una RESOLUCIÓN DEL DIRECTORIO DEL INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS de fecha 13 de octubre del 2021 donde señala
PROCEDIMIENTO DE TIERRAS OCIOSAS sobre las tierras pertenecientes a la
“Agropecuaria Las Vegas” ubicado en el sector “El Aceituno”, Parroquia Torunos,
Municipio Barinas del Estado Barinas, constante de una superficie de TRESCIENTAS
QUINCE HECTÁREAS CON NUEVE MIL CINCUENTA Y CINCO METROS
CUADRADOS (315 has con 9055 m 2), alinderada de la siguiente manera: Norte: Finca
Corocito y Caño Guabina; Sur: Terrenos ocupados por Carlos Oviedo; Este: Terrenos
ocupados por Carlos Oviedo y Caño Guabina y Oeste: Finca Corocito y Carretera
Barinas-Santa Lucia.

Asimismo, del auto de participación no se desprende que ordenara mi


notificación para el inicio del procedimiento, más aun cuando señala “…A (el) (la)
ciudadano (a): PRESUNTO OCUPANTE Y/O PRESUNTO PROPIETARIO, sin demás
datos de identificación,…”; situación totalmente falsas por cuanto en tres (03)
oportunidades han intentado afectar mi unidad de producción con denuncias infundadas
ante el Instituto Nacional de Tierras, por ende la referida Institución a través de la
Oficina Regional de Tierras tienen pleno conocimiento de la identificación de la persona
que hace vida en la unidad de producción Agropecuaria Las Vegas, por ende no fui
debidamente Notificada, es decir, no se agotó la notificación personal lo cual se
evidencia en los Autos de Participación de fecha 13 de octubre del 2021 la cual
anexo marcado con la letra (“B”) ,de fecha 28 de abril del 2022 a cual anexo
marcado con la letra (“B”), en fecha 5 de mayo del 2022 a cual anexo marcado con la
letra (“C”) y en fecha 18 de mayo del 2022 a cual anexo marcado con la letra (“D”)
es decir, que el Instituto Nacional de Tierras en flagrante violación a mi derecho de ser
notificada personalmente del procedimiento irrito iniciado sino que, a través de un
nefasto auto de participación dirigido a cualquier persona. Documento éste contentivo
del Acto Administrativo que se impugna en forma expresa en este recurso, pues dicho
Acto Administrativo contenido en ese documento tiene menciones que no constan o se
omiten en la Notificación efectuada mediante el auto de participación antes identificado
y transcrito.

Dicho documento lo denunciamos como FALSO pues consideramos que


estamos en presencia de un acto administrativo simulado por cuanto cabe denotar
que en el exiguo auto de participación se lee en uno de sus términos que el
Procedimiento fue sustanciado por la Oficina Regional de Tierras del Estado Falcón,
posteriormente señala en el numeral cuarto que ordena a la Oficina Regional de tierras
del Estado Barinas, conservar y proteger los recursos naturales existentes en el lote de
terreno ut supra.

Igualmente se observa, la inocua notificación que pareciese la existencia de


procedimientos distintos a los que hace mención, por un lado declaratoria de tierras
ociosas y simultáneamente rescate y peor aún medida cautelar de aseguramiento de la
tierra, lo que conlleva a colocarnos en una indefensión absoluta, ya que no sabemos
con claridad en qué fecha fue dictado el acto administrativo impugnado ni en qué
sesión, ni siquiera en que ciudad, incluso sobre qué tipo de procedimiento se trata, si es
respecto a un procedimiento de rescate posterior a las resultas de un procedimiento de
tierras ociosas o si se trata de un procedimiento de Rescate autónomo como se
menciona en forma ambivalente pudiendo hacernos caer en su mala fe y sorprender a
este digno Tribunal Superior en cuanto a la precisión del acto administrativo recurrido,
al momento de constatar los presupuestos de admisibilidad del recurso, violentando con
ello el contenido normativo del artículo 18 numeral 3 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos referido a los requisitos indispensables que debe
contener todo acto administrativo dictado por la administración pública para que tenga
plena validez, razón por lo cual nos hemos visto en la necesidad de señalar ab initio tal
violación diáfana de nuestro derecho constitucional a la defensa el cual denunciamos y
explicaremos con detalle en el capítulo estimado para ello.
“Artículo 18: Todo acto administrativo deberá contener:

3. Lugar y fecha donde el acto fue dictado”.

II

DE LA COMPETENCIA DE ESTE TRIBUNAL PARA

CONOCER DEL RECURSO PRESENTADO

Siendo que los actos recurridos, antes identificados, constituyen Actos


Administrativos Agrarios, emanados del Instituto Nacional de Tierras, instituto autónomo
que actuando dentro del marco legal, tiene competencia para la administración,
redistribución y regularización de la posesión de las tierras con vocación de uso
agrícola, afectadas por la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, y que el inmueble
afectado por el acto administrativo impugnado se encuentra ubicado en el Municipio
Barinas del Estado Barinas, tal como consta de los documentos que acreditan mi
propiedad y posesión del Fundo denominado Agropecuaria LAS VEGAS, y del
Procedimiento Administrativo impugnado conforme documento emitido por el Instituto
Nacional de Tierras, el cual ya hemos anexado, es competente este Tribunal para
conocer de la presente acción o RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE
NULIDAD DE ACTO ADMINISTRATIVO CONJUNTAMENTE CON MEDIDA
CAUTELAR DE SUSPENSION DE LOS EFECTOS que deriva de dicho acto,
competencia ésta que se encuentra establecida en el numeral 1 del artículo 156 de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N°
5.991 del 29 de Julio de 2010, según el cual:

Artículo 156.- Son competentes para conocer de los recursos


que se intenten contra cualquiera de los actos administrativos
agrarios:
1. Los Tribunales Superiores Regionales Agrarios competentes
por la ubicación del inmueble, como Tribunales de Primera
Instancia.
2. La Sala Especial Agraria de la Sala de Casación Social del
Tribunal Supremo de Justicia como Tribunal de Segunda
Instancia.
III

DE LA CUALIDAD E INTERES DEL RECURRENTE PARA

INTENTAR EL PRESENTE RECURSO

En el presente caso, tengo una relación directa con el interés jurídico


controvertido, toda vez que el acto administrativo cuya anulación se persigue fue
dictado en perjuicio directo de mi persona, violentando derechos fundamentales
contemplados en nuestra carta magna, entre otros, nuestros derechos posesorios, de
permanencia y propiedad, ya que írritamente el INSTITUTO NACIONAL DE TIERRAS
ha iniciado un procedimiento de Tierras Ociosas, sobre nuestro fundo denominado
Agropecuario LAS VEGAS, bien inmueble de absoluta propiedad privada, para ello se
articuló un procedimiento administrativo paralelo, alterando la unidad del expediente,
plagado de irregularidades mediante las que insistentemente se violó de forma directa y
grosera el debido proceso, y la cosa juzgada administrativa subvirtiendo las
consecuencias de la constatación de productividad constantes en el informe técnico
levantado mediante inspección de funcionarios señalados competentes para ello, por
haberse expresamente reconocido las condiciones de productividad exhibidas por el
Predio por nosotros trabajado, lo cual obviamente nos generó derechos particulares que
no pueden ser desconocidos mediante actos que pretendan resolver asuntos ya
resueltos con carácter de definitivo, logrando con tan ilícito actuar de la administración
perturbar y afectar en forma ostensiblemente negativa el normal desarrollo de las
actividades agro-productivas del fundo denominado Agropecuaria LAS VEGAS y
además de que específicamente se sustenta el actuar de la Administración Pública
Agraria, en FALSOS SUPUESTOS, pues se invocan dentro del Acto administrativo
impugnado, hechos inexistentes dentro del expediente, en franca y grosera violación del
Derecho a la Defensa, por ausencia absoluta de actos fundamentales dentro del
procedimiento, siendo nuestro Derecho a la Defensa núcleo central del debido proceso
irrespetado.

Así mismo el derecho de continuar ejerciendo las actividades inherentes a la


garantía de seguridad agroalimentaria por nosotros desempeñados, como productores
agrarios del Estado Barinas, llamados a ser sujetos de protección de la Garantía de
permanencia, por la ardua labor y el esfuerzo desempeñado en forma constante y
sostenida empeñados en producir cada vez más y mejor comida en el campo
Venezolano, poseyendo y produciendo en el Fundo denominado Agropecuaria LAS
VEGAS el cual cumple con todos los requisitos de Ley, resulta claramente violentado
por el Procedimiento iniciado por el Instituto Nacional de Tierras Oficina Regional de
Tierras, quien al margen de los procedimientos establecidos por la Ley, y en clara
violación de derechos y garantías fundamentales de orden constitucional, desarrolladas
en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, desconoce los derechos posesorios, de
permanencia, y de producción dentro de unas tierras que además son de mi exclusiva
propiedad privada, violentados todos por el procedimiento administrativo del que hoy se
recurre, causándonos además perjuicios patrimoniales, todo lo cual constituye el interés
jurídico actual y directo requerido por el dispositivo de artículo 29 de la Ley Orgánica de
la Jurisdicción Contencioso Administrativa, al estar nosotros afectados en nuestros
derechos e intereses personales y directos por la actuación administrativa
manifestándose de este modo la cualidad y legitimidad nuestra para solicitar su nulidad
ante este Tribunal.
“Artículo 29:

Están legitimadas para actuar en la Jurisdicción Contenciosa


Administrativa todas las personas que tengan un interés jurídico actual.”

IV

DE LA ADMISIBILIDAD DEL RECURSO

Bajo el amparo del artículo 162 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, el


presente recurso no resulta inadmisible por cuanto:

PRIMERO: No existe disposición legal que determine la inadmisibilidad o prohíba


la interposición del presente RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE
NULIDAD DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO CONJUNTAMENTE CON
MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSION DE LOS EFECTOS DEL ACTO, contra la
PROCEDIMIENTO DE TIERRAS OCIOSAS INICIADO POR EL INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS, sin fecha y demás determinación por cuanto así se
desprende del auto de participación librado por la Oficina Regional de Tierras, sobre las
tierras pertenecientes al predio denominado Agropecuaria Las Vegas, ubicado en el
sector “El Aceituno”, Parroquia Torunos, Municipio Barinas del Estado Barinas,
constante de una superficie de TRESCIENTAS QUINCE HECTÁREAS CON NUEVE
MIL CINCUENTA Y CINCO METROS CUADRADOS (315 has con 9055 m 2),
alinderada de la siguiente manera: Norte: Finca Corocito y Caño Guabina; Sur:
Terrenos ocupados por Carlos Oviedo; Este: Terrenos ocupados por Carlos Oviedo y
Caño Guabina y Oeste: Finca Corocito y Carretera Barinas-Santa Lucia, agotando
dicho acto la vía administrativa; y siendo que hemos cumplido con los requisitos del
artículo 160 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.

SEGUNDO: Conforme al artículo 156 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario


resulta ser este Tribunal competente para conocer del presente recurso conforme lo
expusiéramos en el Capítulo II de este escrito recursivo.

TERCERO: Aun cuando se advierte que el presente Recurso Contencioso


Administrativo Agrario de Anulación se ejerce conjuntamente con Pretensión de Amparo
Cautelar, es decir, que operaría lo establecido por Sala Especial Agraria del Tribunal
Supremo de Justicia en Sentencia Nº 2099, de fecha catorce (14) de diciembre de
(2008), caso Conceicao Vieira Da Conceicao, en representación de la sociedad Civil
Sucesores de Oliveira Mario “SUDOLIMAR” contra Instituto Nacional de Tierras con
ponencia del Magistrado Dr. Omar Alfredo Mora Díaz, en cuanto. -...Cuando se ejerza
la acción de amparo contra actos administrativos conjuntamente con el recurso
contencioso-administrativo que se fundamente en la violación de un derecho
constitucional, el ejercicio del recurso procederá en cualquier tiempo aún después
de transcurridos los lapsos da caducidad..." (destacado y subrayado nuestro), es el
caso, que del acto administrativo impugnado a tenor del cartel de notificación publicado
en el diario de Frente en fecha 13 de enero de 2015 dirigido a cualquier interesado, no
han transcurrido desde la misma los 60 días a que refiere el numeral 3 del artículo 162
de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, por tanto el lapso de tiempo transcurrido no es
obstáculo para impugnar la PROCEDIMIENTO DE TIERRAS OCIOSAS INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS contenido en el auto de participación constante en la
notificación que se nos hiciera llegar tal y como lo hemos señalado, es decir,
ocurrimos dentro de los SESENTA (60) DÍAS que exige nuestra normativa agraria
patria, por ello, podemos cabalmente afirmar que la acción se ejerce en forma
tempestiva. Y así pedimos se decida.

CUARTO: Tenemos efectivamente una relación directa con el interés jurídico


controvertido, toda vez que el acto administrativo cuya anulación se persigue fue
dictado en perjuicio directo de nosotros tal como fue expuesto en el Capítulo III que
antecede; máxime cuando el Instituto Nacional de Tierras acordó el PROCEDIMIENTO
DE DECLARATORIO DE TIERRAS OCIOSAS y teniendo siempre el Fundo
Agropecuario LAS VEGAS en plena producción se producen de inmediato efectos
directos en contra nuestra, lo que reafirma la cualidad con la que actuamos en este
proceso.

QUINTO: Porque no hay acumulación de pretensiones, sino que se demanda la


nulidad del PROCEDIMIENTO DE DECLARATORIO DE TIERRAS OCIOSAS, sobre
las tierras pertenecientes al predio denominado Agropecuaria LAS VEGAS, ubicado en
el sector “El Aceituno”, Parroquia Torunos, Municipio Barinas del Estado Barinas,
constante de una superficie de TRESCIENTAS QUINCE HECTÁREAS CON NUEVE
MIL CINCUENTA Y CINCO METROS CUADRADOS (315 has con 9055 m 2),
alinderada de la siguiente manera: Norte: Finca Corocito y Caño Guabina; Sur:
Terrenos ocupados por Carlos Oviedo; Este: Terrenos ocupados por Carlos Oviedo y
Caño Guabina y Oeste: Finca Corocito y Carretera Barinas-Santa Lucia, como
expresión formal de la decisión adoptada por el Instituto Nacional de Tierras, siendo
que con la nulidad de la Resolución citada, queda sin efecto los actos que pudieren
afectar la continuidad tanto de la producción que siempre ha tenido el Fundo
Agropecuario LAS VEGAS y la posesión legítima que siempre hemos tenido por más de
quince años, más sin embargo se ejerce conjuntamente con una pretensión de amparo
en forma cautelar por la índole de las violaciones de las garantías fundamentales
presentes para dictar el acto, y subsidiariamente se solicita cautelarmente la
suspensión de los efectos generados por el irrito acto administrativo.

SEXTO: Que se cumple con lo referido a consignar LAS PRUEBAS Y LOS


ANEXOS del presente recurso.
SEPTIMO: No existe ningún otro recurso para enervar los efectos del acto
impugnado.

OCTAVO: El presente escrito no contiene en ninguna de sus partes conceptos


ofensivos e irrespetuosos; así como hemos procurado que su contenido sea
perfectamente inteligible y exento de contradicciones para hacer perfectamente posible
su tramitación, toda vez que la tramitación deducida es perfectamente clara y sus
fundamentos, además de ser absolutamente válidos, son totalmente comprensibles y
carecen de contradicción alguna.

NOVENO: el ejercicio de la presente acción la efectúa directamente el interesado


en su propio nombre, conforme poder debidamente registrado que se anexó marcado
“A” y mediante asistencia de abogado.

DECIMO: Porque no existe recurso administrativo alguno en trámite de lo


contenido en el artículo 129 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, siendo que el
acto administrativo impugnado fue dictado por el Directorio del Instituto Nacional de
Tierras.

DECIMO PRIMERO: No aplica al presente caso el antejuicio administrativo, por


cuanto la demanda no es de contenido patrimonial en contra del Instituto Nacional de
Tierras.

DECIMO SEGUNDO: Tampoco aplica de forma previa y obligatoria en el


presente caso, alguna fase de negociación o conciliación que es exclusiva de los
procedimientos expropiatorios, que no es el caso.

DECIMO TERCERO: Nuestra pretensión no es contraria al objeto de la Ley de


Tierras y Desarrollo Agrario, ni a las líneas constitucionales que rigen la materia
contenidas en sus artículos 305, 306 y 307.

DE LOS HECHOS

El Fundo denominado Agropecuaria LAS VEGAS, ubicado en el sector “El


Aceituno”, Parroquia Torunos, Municipio Barinas del Estado Barinas, constante de una
superficie de TRESCIENTAS QUINCE HECTÁREAS CON NUEVE MIL CINCUENTA Y
CINCO METROS CUADRADOS (315 has con 9055 m 2), alinderada de la siguiente
manera: Norte: Finca Corocito y Caño Guabina; Sur: Terrenos ocupados por Carlos
Oviedo; Este: Terrenos ocupados por Carlos Oviedo y Caño Guabina y Oeste: Finca
Corocito y Carretera Barinas-Santa Lucia, es de mi exclusiva propiedad, según consta
en documentos de la propiedad inmobiliaria registrados y de conformidad al tracto
sucesivo que se sucede al desprendimiento formal de la Nación mediante acto traslativo
de la propiedad de conformidad a la Venta realizada por la República constante en el
legajo documental que reiteradamente se ha consignado por ante los Organismos
respectivos, especial y específicamente por ante la ORT INTI Barinas. (Documentos
de propiedad de los actuales dueños y el de desprendimiento de la nación en
legajo anexo marcado “G”)

Dicha unidad de Producción presenta niveles significativos de integración cultivo-


ganadería, ya que se encuentra en plena Producción Pecuaria, y sus dueños tienen el
firme propósito de seguir trabajando e invirtiendo en el campo como lo han hecho
durante más de veinte años, en pos de tener la posibilidad de incrementar la producción
y optimizar al máximo la totalidad de la superficie de la finca, objeto con el cual están
comprometidos y para el cual trabajan diariamente a los fines de lograrlo, a los fines de
obtener en consecuencia un desarrollo pleno y un crecimiento sostenido de este
potencial, optimizándolo para poder continuar haciendo eficientemente su trabajo,
coadyuvando en el autoabastecimiento y la seguridad agroalimentaria del País.

Ahora bien, se desprende de las actuaciones Administrativas del Procedimiento


de Declaratoria de Tierras Ociosas o de uso no conforme, que ha sido instruido por la
oficina Regional de Tierras del Estado Barinas, del cual se desconocen demás datos
identificatorios por cuanto la Oficina Regional de Tierras no cumplio con su obligación
de señalarlos en la referida notificación al que se contrae el procedimiento aquí
recurrido, sobre el fundo propiedad nuestra, denominado fundo Agropecuario LAS
VEGAS, los hechos que a continuación se describen, así:

SINTESIS CRONOLOGICA DEL ASUNTO:

 en el mes de DICIEMBRE DE 2018, la Oficina Regional de Tierras, inicia


procedimiento d Declaratoria e Tierras Ociosas, sobre el fundo Agropecuario
LAS VEGAS a los fines de realizar las respectivas verificaciones de los
indicativos de producción acompañados por sus respectivas inspecciones
técnicas de acuerdo a lo indicado por el procedimiento del artículo 35 de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario, siendo determinado por la respectiva Oficina
Regional de Tierras la no ociosidad de la Agropecuaria LAS VEGAS.

 En fecha 04 de SEPTIEMBRE DE 2.019, se realizó la Inspección Técnica


ordenada, mediante la cual se constató conforme los datos recabados in situ, y
conforme los recaudos consignados por los propietarios, que dicho fundo se
encuentra plenamente productivo, según, de manera sorprendente en menos de
Nueve (09) meses la Oficina Regional de Tierras vuelva a iniciar dicho
procedimiento de Tierras Ociosas.

 En fecha 09 DE SEPTIEMBRE DE 2019 la representante legal de la Unidad de


Producción Familiar Agropecuaria LAS VEGAS, presento escrito de descargo por
ante la Oficina Regional de Tierras del Estado Barinas, en relación al
procedimiento de Declaratoria de Tierras Ociosas, consignando en dicha
oportunidad todos los recaudos y documentación que acredita la actividad
productiva que se desarrolla como la respectiva documentación que data desde
los años 1800. .

 En fecha 05 de MAYO DE 2022, nuevamente la Oficina Regional de Tierras,


inicia procedimiento d Declaratoria de Tierras Ociosas, sobre el fundo
Agropecuario LAS VEGAS a los fines de realizar las respectivas verificaciones
de los indicativos de producción acompañados por sus respectivas inspecciones
técnicas de acuerdo a lo indicado por el procedimiento del artículo 36 de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario, siendo determinado por la respectiva Oficina
Regional de Tierras la no ociosidad de la Agropecuaria LAS VEGAS.

 JAMÁS se recibió Notificación alguna como consecuencia de dicho informe.

 JAMÁS se recibió o se conoció EMPLAZAMIENTO alguno sobre decisión al


respecto.

 NUNCA se ha tenido conocimiento de que dicho informe arrojase condición de


improductividad o inadecuación. Todo lo contrario, siendo como era que dicho
informe estaba destinado a constatar la productividad y la extensión de la Finca,
en efecto, una vez que se tuvo control nuevamente del predio pero en
condiciones deplorables se reiniciaron las labores de acondicionamiento,
mejoras y adecuación para reactivar el aparato productivo como es la función
principal la actividad agrícola animal, por cuanto ser un predio que en más del
75% es bajío por ende inundables con películas de agua de hasta 70 cm, en
época de invierno.

DE LAS CONDICIONES DE PRODUCTIVIDAD EXHIBIDAS POR EL FUNDO


AGROPECUARIA LAS VEGAS

Las condiciones de productividad del Fundo Agropecuaria LAS VEGAS figuran


fehacientemente es una actividad sujeta y determinada por un conjunto muy variado y
complejo de factores de toda índole y la evaluación de lo que verdaderamente en un
momento dado en el tiempo constituye productividad, ociosidad o adecuación no puede
despacharse a la ligera, pues se corre el riesgo nefasto (más aun en los actuales
momentos de la Republica) de cometer injusticias ante esfuerzos e inversiones de años
tratando de producir alimentos bajo condiciones francamente muy difíciles. En ese
respecto y concretamente refiriéndose al fundo: puede justamente y técnicamente
calificarse de ociosa una finca con aproximadamente 300 hectáreas de pastos
sembrados y cultivados (tanner grass)?; acaso no debe tomarse en cuenta un hecho
de causa mayor, se exima, para que en un muy específico espacio temporal quizás no
se disponga de la carga animal correspondiente?.
Es Falso que la Finca Agropecuaria LAS VEGAS se encuentre improductiva o
exhiba una producción no acorde a los planes y proyectos a los fines de la seguridad
Agroalimentaria de la Nación.

Es Falso que la Finca Agropecuaria LAS VEGAS sea susceptible de RESCATE


por parte del INTI, pues su condición de propiedad privada consta de títulos de
propiedad válidamente registrados, y dicha condición de propiedad privada se le ha
opuesto válidamente al INTI con la consignación reiterada de los títulos de propiedad
debidamente registrados y la tradición jurídico documental que así lo prueba.

VI

DE LOS VICIOS QUE AFECTAN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


IMPUGNADO

Ciudadano Juez, del análisis del sediciente procedimiento administrativo de


Tierras Ociosas, se desprende que el mismo, se encuentra afectado por vicios de
inconstitucionalidad e ilegalidad, que acarrean su nulidad absoluta, en los términos que
a continuación se expresan:

VIOLACION AL DEBIDO PROCESO Y AL DERECHO A LA DEFENSA:

Respecto al alcance y contenido del Derecho al Debido Proceso y a la Defensa,


la jurisprudencia en forma reiterada y pacífica, ha sostenido:

“Esta Sala en otras oportunidades (vid. sentencia del 30 de octubre de 2001, número
02425), ha dejado sentado que el debido proceso -dentro del cual se encuentra
contenido el derecho a la defensa- es un derecho aplicable a todas las actuaciones
judiciales y administrativas, teniendo su fundamento en el principio de igualdad ante la
Ley, toda vez que el debido proceso significa que las partes, en el procedimiento
administrativo como en el proceso judicial, deben tener igualdad de
oportunidades, tanto en la defensa de sus respectivos derechos como en la
producción de las pruebas destinadas a acreditarlos. (Negrillas Añadidas)

En este orden de ideas, ha profundizado la Sala (vid. sentencia del 20 de mayo de


2004, número 00514) con fundamento en la doctrina comparada, en que el debido
proceso comprende un derecho complejo que encierra dentro de sí, un conjunto de
garantías que se traducen en una diversidad de derechos para el procesado, entre
los que se encuentran, el derecho a acceder a la justicia, el derecho a ser oído, el
derecho a la articulación de un proceso debido, el derecho de acceso a los
recursos legalmente establecidos, el derecho a un tribunal competente,
independiente e imparcial, el derecho a obtener una resolución de fondo fundada
en derecho, el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas, el derecho a la
ejecución de las sentencias, entre otros, que se vienen configurando a través de
la jurisprudencia, y que se desprenden de la interpretación hermenéutica del
artículo 49 de la Carta Magna. (Negrillas Añadidas)

En tal sentido, se complementa que el derecho al debido proceso constituye una


expresión del derecho a la defensa, donde este último, comprende tanto la
posibilidad de acceder al expediente, impugnar la decisión, el derecho a ser oído
(audiencia del interesado), el derecho a hacerse parte, el derecho a ser notificado
y a obtener una decisión motivada, así como a ser informado de los recursos
pertinentes para el ejercicio de la defensa. (…)” (Sala Político Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia, la Sentencia N° 2005-0057, del diez (10) de marzo de
(2005), caso Hyundai Consorcio y otros contra el Ministerio de Interior y Justicia)”

De la Violación al Debido Proceso:

Tanto de la sustanciación del procedimiento administrativo, como del acto


administrativo impugnado se evidencia la violación al debido proceso, en los siguientes
términos:

PRIMERO: Es el caso que el Instituto Nacional de Tierras, ORT. Barinas, inicio


un procediendo de Tierras Ociosas o de uso no conforme e Incultas por denuncia según
el art. 35 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, conforme a la sustanciación del
mismo, se realiza una inspección técnica en fecha de 18 de mayo del 2022, sin que se
me permita conocer quiénes son los denunciantes, bajo que condición denuncian la
supuesta ociosidad del predio Agropecuaria LAS VEGAS, más aun no me señalan, ni
describen que nomenclatura del procedimiento he se conocer.

SEGUNDO: El Procedimiento de tierras ociosas o de uso no conforme se


sustenta en una violación flagrante y absoluta del debido proceso, especial y
específicamente en el núcleo del Derecho a la Defensa. Pues, consecutivamente,
sin tener en consideración los alegatos efectuados por los representantes del Fundo
Agropecuaria LAS VEGAS, tal como se ha explicada fehacientemente que daba cuenta
de la productividad del predio Agropecuaria LAS VEGAS, NUNCA fuimos notificados
que arrojase conclusiones de estar frente a condición alguna de improductividad,
o de uso no conforme o no adecuación, todo lo contrario las conclusiones de esta
Inspección Técnica señalan: que en el predio existe PRODUCTIVIDAD ACEPTABLE,
razón por la cual el equipo técnico, considera no continuar con el procedimiento y/o
otorgar el beneficio establecido en el Capítulo III, artículo 44 de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario”.

Es absolutamente falso que se nos haya ordenado y mucho menos


practicado Notificación alguna.

Consignamos formalmente por ante la Coordinación de la Oficina Regional


de Tierras en fecha 09/09/2019, todos los recaudos solicitados y necesarios para
demostrar nuestros derechos sobre el predio y las actividades agro productivas
desarrollándose y a iniciarse una vez recuperado el predio.

Como consecuencia de ello por lo tanto, se nos violó flagrantemente el derecho


al debido proceso y nuestro derecho a la defensa al imposibilitar por ausencia
absoluta del emplazamiento, que concurriéramos, a hacer uso del derecho a la
defensa contenido en el artículo 38 de la ley de Tierras y Desarrollo Agrario.

Es absolutamente falso que respecto a ello se haya verificado y agotado el


emplazamiento y la notificación personal de los presuntos ocupantes, su ausencia
determina la nulidad absoluta del acto impugnado, pues es prueba absoluta e irrefutable
de la violación grosera del derecho a la defensa y del debido proceso prescrito en el
artículo 49 Constitucional del cual hemos sido objeto.

De tamaña omisión no puede producirse Acto Licito alguno, y así formalmente se


solicita sea declarado.

Las anteriores consideraciones determinan la violación absoluta del DEBIDO


PROCESO y específicamente DEL DERECHO A LA DEFENSA, que en el presente
caso se encuentran presentes, teniendo en consideración que la Oficina Regional de
Tierras conoce de primera mano, quienes son los propietarios y poseedores del predio
denominado Agropecuaria LAS VEGAS, por cuanto tal como se ha señalado
precedentemente en tres (03) ocasiones la referida oficina ha intentado efectuar tal
declaratoria de ociosidad sobre el Predio Agropecuaria LAS VEGAS, SIN SABER SU
CAUSA, en tal sentido, el referido procedimiento aquí impugnado se sustenta en falsos
supuestos de hecho que arteramente simulan que se respetó el debido proceso y el
derecho a la defensa, y así formalmente se denuncia.

TERCERO: De otros Vicios dentro de las formalidades procedimentales seguidas


para la formación del Acto impugnado, que constituyen violación patética del Debido
Proceso: contrariando principios fundamentales contenidos en el debido proceso
administrativo, como derechos de los administrados, tales como el derecho a la
estabilidad de las decisiones, el derecho a la unidad del expediente, el derecho al
formalismo entendiendo por tal la obligatoria sujeción a la ley específicamente mediante
tramites, lapsos, y requisitos, en el caso que nos ocupa nos encontramos en una
flagrante violación al derecho a la defensa por cuanto nunca hemos ido notificado como
ordenan las leyes y bajo la premisa señalada en el artículo 49 de la Constitución, en
este orden de ideas, conforme al escrito de descargo consignado por ante la Oficina
Regional de Tierras del Estado Barinas, y los contenidos de las actas conjuntas de
Gobernación – INTI Barinas antes señaladas y reseñadas, donde expresamente se
hace constar que se trata de una inspección dentro de un supuesto procedimiento por
denuncia de tierras ociosas, por lo tanto, ello constituye una violación flagrante al
debido proceso y así formalmente se denuncia.
En todo caso, no existió nunca la notificación expresa que era de obligatorio
cumplimiento como lo establece el artículo 48 de la Ley Orgánica de Procedimiento
Administrativo y el artículo 49 Constitucional, en concordancia con el artículo 85 de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, es contrario a derecho y vulnera absolutamente las
garantías del debido proceso, negando el derecho a la defensa.

CUARTO: Al declarar indebidamente al fundo propiedad nuestra, como de


DOMINIO PUBLICO, en el procedimiento de Rescate de Tierras, siendo que tal
pronunciamiento procede única u exclusivamente, en el marco de un procedimiento
judicial, que fuera iniciado, sustanciado y decidido por ante los Tribunales de la
República, a través del procedimiento ordinario previsto en el Código de Procedimiento
Civil, en la acción de reivindicatoria, a que hace referencia el artículo 11 de la Ley de
Tierras Baldías y Ejidos, queda palmariamente evidenciada la violación al debido
proceso a que hace referencia el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.

Nos encontramos pues, que el pronunciamiento que hizo el Instituto Nacional de


Tierras al declarar de Dominio Público, el fundo propiedad nuestra, no solo fue emitido
por un ente que carece de la competencia para ello, es decir, en usurpación de las
funciones propias y exclusivas del Poder Judicial, de igual forma, fue emitido fuera del
marco de un procedimiento legalmente establecido, como lo es el procedimiento
ordinario previsto en el Código de Procedimiento Civil, en la acción de reivindicatoria.

QUINTO: Así mismo, la notificación personal establecida en el artículo 85 de la


Ley de Tierras y Desarrollo Agrario en concordancia con el artículo 75 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos nunca fue realizada lo cual incide
definitivamente en nuestro derecho a defendernos ya que mal podríamos defendernos
de una situación que no conocemos.

En relación a esta solicitud ignorada es claro que con ello se violó el derecho al
debido proceso y a la defensa consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en el sentido que de acuerdo a la situación
planteada tenemos el derecho que la administración pública nos tramite nuestras
solicitudes y que nos lo coordine por medio del proceso establecido por la Ley Adjetiva
en este caso la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos en su artículo 48 y
siguientes o específicamente en la normativa establecida en el artículo 42 y siguientes
de la Ley Especial que no es otra que la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario
ahogándonos bajo el viejo principio ya desaparecido del famoso “Silencio
Administrativo” que no es otra cosa que la forma de ignorar al pueblo venezolano
principio éste que no comulga con los nuevos paradigmas de nuestro ordenamiento
constitucional específicamente el derecho a ser oído consagrado en el numeral 3 del
artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,.
No contento con esta ignorancia a nuestra solicitud, y como una flagrante
violación al derecho a la defensa y al debido proceso nuestro, el Instituto Nacional de
Tierras procedió a aperturar el procedimiento de inicio de rescate de tierras, y lo que es
más grave aún, decretar una medida de aseguramiento para el ingreso de grupos
campesinos, sin que se hubiese constatado el cumplimiento del supuesto de
procedencia consagrado en el artículo 47 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, que
prevé “si el propietario u ocupante no hiciere la solicitud en el plazo indicado, las
tierras podrán ser objeto de expropiación o rescate”.

SEXTO: La determinación por parte del Instituto Nacional de Tierras, al declarar el


carácter de DOMINIO PÚBLICO del fundo propiedad nuestra, y no por un Tribunal
competente en el seno de un procedimiento sustanciado y decidido, en el marco de una
acción reivindicatoria por parte de la República, de conformidad con los artículos 10 y
11 de la Ley de Tierras Baldías y Ejidos, sino de manera unilateral y arbitraria por parte
del ente agrario autor del acto, con el fin de sostener, con su declaratoria, no solo la
improcedencia de la certificación de finca productiva, sino también justificar, el inicio de
un procedimiento de rescate y acordar una medida cautelar de aseguramiento con la
finalidad de la redistribución del fundo de nuestra propiedad, a través del ingreso de
grupos campesinos. Quedando en evidencia, la violación del derecho que tiene nuestra
representada a ser juzgada por sus jueces naturales, de conformidad el numeral 4° del
artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Por las consideraciones antes expuestas, resulta incuestionable que el acto


administrativo impugnado al haber sido dictado en violación del derecho al debido
proceso, consagrado en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, es por lo que, resulta nulo de nulidad absoluta de conformidad con los
artículos 25 ejusdem, y los numerales 1°, 2° y 4° del artículo 19 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos.

De la Violación al Derecho a la Defensa, Incursión en Falso Supuesto por parte


del Instituto Nacional de Tierras.

Ciudadano Juez, el procedimiento administrativo impugnado se evidencia que el


Instituto Nacional de Tierras, no tomó en cuenta válidamente las resultas de los
informes técnicos existentes, (septiembre 2019) ni ningún otro ya que, de este mismo
informe pretende establecer (en ejercicio de un evidente falso supuesto de hechos) la
conclusión que el Fundo Agropecuaria LAS VEGAS no cumple con los requisitos de
productividad exigidos por el Ejecutivo Nacional, ignorando arteramente y
displicentemente las conclusiones técnicas contenidas en ellos, que dan cuenta de su
productividad, ya que el predio tiene una productividad acorde con el clase de suelo
existente, y que llevó a la conclusión a la Coordinación Jurídica que no había mérito
para ordenar el emplazamiento en el procedimiento de tierra ociosa, y si el fundo se
encuentra con 93% d productividad quiere decir que su rendimiento idóneo es óptimo,
lo que significa que el procedimiento de Rescate de Tierras no procede por mandato
del artículo 84 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario;

Artículo 84. —El procedimiento previsto en el presente capítulo no se aplicará


a las tierras que se encuentren en condiciones de óptima producción con fines
agrícolas, en total adecuación a los planes y lineamientos establecidos por el
Ejecutivo Nacional, y que no exceda de dos unidades del promedio de
ocupación establecido en la zona por el Instituto Nacional de Tierras (INTI). No
obstante, el Instituto Nacional de Tierras (INTI), podrá rescatar aquellas tierras
que se encuentren dentro del área de influencia de proyectos agroproductivos
o agroecológicos de carácter estratégico desarrollados por el Ejecutivo
Nacional y cuando circunstancias excepcionales de interés social o utilidad
pública así lo requieran.
Sin embargo aplicaron el procedimiento que hoy impugnamos sobre unas bases
técnicas que NO EXISTEN, y en efecto, se sustenta en falsos supuestos para
determinar la vocación de uso de los suelos según la clasificación del artículo 113 de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, y al caracterizar el sistema de producción empleado
en el predio, no toma en consideración, las circunstancias de hecho que significa que el
(98%) noventa y ocho por ciento de productores en la zona realizan una actividad
pecuaria, ya que los suelos son netamente pecuarios, además de inundadizos en
épocas de invierno, lo que evidencian que decidieron iniciar un procedimiento
Administrativo bajo un falso supuesto lo que acarrea que el Acto es Nulo de Nulidad
Absoluta de acuerdo al principio establecido en el contenido normativo del artículo 19.3
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, y al respecto la Jurisprudencia
patria estableció, en sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia con ponencia del Magistrado Levis Ignacio Zerpa, signada con el Nº 02264,
Exp 2006.0855, de fecha 18/10/2006 la cual refiere:

“El VICIO DEL FALSO SUPUESTO, afecta la causa del acto


administrativo y determina su invalidez absoluta en tres
modalidades básicas a saber: a) En la ausencia total y absoluta de
los hechos, al respecto el ente emisor fundamentó su decisión en
hechos que nunca ocurrieron, en el análisis del presente acto
administrativo se produjo el vicio de falso supuesto al suspender un
supuesto despido masivo, cuando lo que se trataba era de la
reducción de personal por razones económicas y financieras. b)
Error en la apreciación y calificación de los hechos en este aspecto
los hechos invocados por el ente emisor, no se corresponden con
los previstos en el supuesto de la norma que consagra el poder
jurídico de actuación. Lo que existe en el expediente administrativo
es la afirmación de (sic) y pruebas de Reducción de Personal por
razones económicas y financieras; pero el ente emisor incurre en
una errada apreciación y calificación de los mismos, un falso
supuesto en strictu sensu. c) La tercera modalidad del vicio de falso
supuesto, se encuentra en la tergiversación en la interpretación de
los hechos, este error en la apreciación y calificación de los hechos
tienen una modalidad extrema, que puede implicar un uso desviado
de la potestad conferida por Ley. Se trata de la tergiversación y
calificación de los hechos ocurridos para forzar la aplicación de la
norma. En la presente situación fáctica se observa que el ente
emisor tergiversa los hechos al afirmar que se está frente a un
despido masivo, cuando la realidad es una reducción de personal.

DEL FALSO SUPUESTO QUE EVIDENCIA EL ACTO ADMINISTRATIVO EN


CUANTO A LAS SUPUESTAS CONDICIONES DE IMPRODUCTIVIDAD Y/O NO
ADECUACIÓN DEL FUNDO AGROPECUARIA LAS VEGAS

El Fundo Agropecuaria LAS VEGAS, es una Unidad de Producción eficiente e


integrada entre cultivos y ganadería, a través del arduo trabajo sostenido, honesto,
responsable, con sentido de pertenencia y sensibilidad social y comunitaria por más de
veinte años.

Es Falso que la Finca Agropecuaria en comento se encuentre improductiva o


exhiba una producción no acorde a los planes y proyectos a los fines de la seguridad
Agroalimentaria de la Nación.

Primero: El Predio Agropecuaria LAS VEGAS, posee para la fecha un


inventario de aproximadamente CIENTO TREINTA (130), animales, tomando
en consideración las áreas de reservas que por mandato de Ley no pueden,
ni deben ser intervenidas por el ser humano.

Segundo: se ejecuta un programa sanitario, donde se contempla el control de


enfermedades tales como: la fiebre aftosa, rabia, carbón sintomático, encefalitis
equina entre otras, tal como se evidencia los certificados nacionales de
vacunación.

Tercero: existe un sistema de pastoreo rotacional adecuado para la cantidad de


animales, además de un programa de inseminación artificial y un plan de
alimentación adicional basado en sales y minerales para mejorar la calidad del
rebaño.

Cuarto: posee una nómina de cuatro (04) empleados y obreros fijos para realizar
las labores propias de la actividad agropecuaria del predio mencionado.

Quinto: Los trabajadores gozan de todos los beneficios establecidos en la ley del
trabajo tales como: Salarios ajustados, prestaciones sociales, Bono Vacacional,
días feriados, Seguro Social y Fondo de Ahorro para la Vivienda.
Sexto: posee una serie de maquinarias y equipos para la realización de
actividades del predio.

Séptima: El Predio Agropecuaria LAS VEGAS, es una finca que preserva el


medio ambiente, por lo que jamás ha sido sancionada por violación de las
normas que rigen la materia.

Octava: El Predio Agropecuaria LAS VEGAS, es una finca que realiza la


explotación de los suelos con los más altos rendimientos de productividad
adecuados.

Novena: La infraestructura de apoyo a la producción y las asignadas al personal


obrero, presenta buenas condiciones de higiene, cuentan con equipos de
seguridad, ante cualquier emergencia o siniestro tales como: (Extintores y cajetín
de primeros auxilios), las condiciones ambientales de trabajo presentan buenas
condiciones de salubridad, comodidad y seguridad. Con respecto a la
alimentación, la finca provee de alimentación al personal que labora dentro del
predio.

Decima: En el predio denominado Agropecuaria LAS VEGAS, la actividad


Forestal está representada por la siembra de Caoba (Swietenia macrophylla), y
Cedro (Cedrela odorata) la cual ocupa una superficie de 05 has, distribuidas en
tres lotes en el predio, Las cuales fueron sembradas

Décima Primera: El predio Agropecuaria LAS VEGAS posee un sistema semi-


intensivo de producción animal, donde existen los sistemas de producción de
cría, levante, ceba y doble propósito, los animales son alimentados a base de
pasto, bajo un sistema de rotación de potreros y adicionalmente se suplementan
con sal y minerales.

Decima Segunda: La carga animal del predio en estudio, aproximada es de 0,94


UA/ha, esta cifra, toma en consideración las 130 U/A (Unidad Animal) y la
superficie total bajo pastoreo de 150 has, si comparamos con el valor promedio
registrado por el Ministerio Del Poder Popular Para La Agricultura y Tierras, cuyo
valor actual para el estado Barinas es de 1 U.A. /ha, se puede considerar que el
valor de la carga animal del predio como Buena.

Décima Tercera: En el predio Agropecuaria LAS VEGAS, existe un ordeño


semi intensivo con un rebaño de 30 vacas, las cuales producen un promedio de
5,87 lts/día/vaca, para un total de 152.22 lts/leche diario, la leche es vendida a
Industrias Lácteas.

Décima Cuarta: El área total bajo pastoreo representa un 50,08 % de la


superficie global del predio, las especies forrajeras de pasto introducido están
compuestos por las especies Tanner (Brachiaria radicans), Barrera (Brachiaria
decumbens), Aguja (Brachiaria humidicola), Brizantha Toledo (Brizantha toledo)
el cual representa un 94,35 % del área total de pastoreo y el porcentaje de
pastos naturales es de 5,35 %, los cuales comprenden los pastos de las
especies, Paja de agua (Hymenachne amplexicaulis), lambedora (leersia
hexandra). Las condiciones de los potreros en cuanto a la presencia de malezas
es baja, en cuanto al mantenimiento de las cercas perimetrales, internas y de las
instalaciones presentes en el predio, presentan buenas condiciones de manejo.

Decima Quinta: En la Finca Agropecuaria LAS VEGAS, se cuenta con un total


de 20 potreros de diferentes áreas, el rebaño es clasificado por grupos etarios y
en cantidades acordes a los tamaños de los potreros.

Decima Sexta: El tiempo de pastoreo va a ser de 3 a 4 días aproximadamente,


dependiendo del tamaño del potrero y el tiempo de descanso de los mismos es
de 30 a 35 días aproximadamente.

Décima Séptima: El área no aprovechable constante de 150 Has, equivalente al


55 % de la superficie, está conformada por el área de reserva de medios silvestres, no
susceptible de intervención conforme las normas respectivas. De conformidad al
artículo 113 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, esas áreas de reserva se
clasifican como suelo categoría IX.

Lo que evidencia ciudadana Jueza Superior que estadísticamente el


rendimiento idóneo del Fundo GAVILAN LA CHAQUETA está por encima del 80%
exigido por la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.

Denunciamos ante su competente autoridad, el vicio de falso supuesto de hecho


y derecho en que ha incurrido la Administración Agraria, en el sentido, de que
fundamenta su decisión en hechos o acontecimientos apreciados de manera diferente a
la realidad, que distorsionan la real ocurrencia de los hechos en subvención de las
disposiciones legales en la aplicación del derecho positivo que regula tales hechos o
acontecimientos, para tratar de lograr determinados efectos sobre realidades distintas a
las existentes o a las acreditadas en el respectivo expediente administrativo.

El mencionado Fundo Agropecuaria LAS VEGAS, ha mantenido continua e


ininterrumpidamente una producción agroalimentaria, siendo poseído y explotado
agrícola y pecuariamente de forma continua, no interrumpida, pacifica, publica,
no equivoca y con la intención de verdaderos propietarios, tal y como lo
establece el Código Civil vigente en su artículo 772, durante más de veinte años,
productos de muchos años de esfuerzos, sacrificios y de mucho trabajo honrado y licito,
gracias a ello se encuentra en condiciones de productividad y así formalmente
reiteradamente se ha solicito formalmente sea declarado, consignando todos los
recaudos y pruebas atinentes al caso, y ello no ha sido nunca objeto de formal
pronunciamiento.

Es así, como el derecho a ser oído, consagrado en el numeral 3 del artículo 49


de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se encuentra vinculado
con la obligación que tiene el juzgador de analizar y valorar debidamente los alegatos,
hechos, condiciones y pruebas que fueren presentados por el administrado en el marco
de un procedimiento administrativo, que no es más, que el principio de exhaustividad
consagrado en el artículo 62 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos,
rector de toda la actividad administrativa, y manifestación del derecho a la defensa.

Siendo que el referido acto administrativo, violó el Principio de Exhaustividad, y


con ello, el derecho a la defensa consagrado el numeral 3 del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es por lo que, se encuentra
viciado de nulidad absoluta, de conformidad con el artículo 25 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con el numeral 1 del artículo 19
de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

DE LA USURPACIÓN DE FUNCIONES:

Uno de los vicios del acto impugnado viene dado por haber incurrido el ente
agrario al dicta el acto, en una usurpación de funciones exclusivas y excluyentes del
Poder Judicial, toda vez que del contenido del acto, se desprende que el Instituto
Nacional de Tierras, procedió a declarar el Fundo denominado Agropecuaria LAS
VEGAS propiedad nuestra, DE DOMINIO PUBLICO propiedad de la República,
competencia está reservada por la constitución y la ley, al Poder Judicial.

La doctrina como la jurisprudencia han interpretado que la usurpación de


funciones es una de las modalidades de la incompetencia manifiesta, derivada de una
violación directa o indirecta del orden constitucional, por lo que cualquier dictado por un
funcionario que usurpa una función que se encuentra atribuida a otra rama del Poder
Público (Poder Judicial, Legislativo, Electoral o Ciudadano), acarrea la incompetencia
del funcionario para dictar el acto, y con ello queda viciado el acto de nulidad absoluta
de conformidad con el artículo 19.4 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos.

Respecto al vicio de usurpación de funciones, la jurisprudencia ha sostenido:

“Al respecto, es preciso acotar que se constata la usurpación de funciones,


cuando una autoridad legítima dicta un acto invadiendo la esfera de competencia
de un órgano perteneciente a otra rama del Poder Público, violando de ese modo
las disposiciones contenidas en los artículos 136 y 137 de la Constitución de la
República, en virtud de los cuales se consagra, por una parte, el principio de la
separación de poderes según el cual cada rama del Poder Público tiene sus
funciones propias, y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la Ley
definen las atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su
ejercicio.

De manera que al invadirse la esfera de atribuciones que es propia de otro órgano


del Poder Público, se estaría incurriendo en una incompetencia manifiesta, lo cual
se traduciría necesariamente en la nulidad absoluta del acto impugnado”.
(Tribunal Supremo de Justicia Sala Político Administrativa, sentencia Nº 1448 del
12 de julio del 2001).

Visto así, resulta evidente que el Instituto Nacional de Tierras usurpó funciones
propias del Poder Judicial, toda vez que cualquier declaración sobre la propiedad de
inmuebles, a los fines de determinar su carácter de propiedad privada, baldíos, o de
Dominio Público es competencia exclusiva de los Tribunales de la República, siendo
pues ante estas instancias que el Instituto Nacional de Tierras debió haber acudido,
para que se determinara el supuesto carácter baldío del fundo, todo ello de conformidad
con el artículo 136, 137, 253 y único aparte del artículo 261, de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, concordante con el artículo 4 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial.

Y es precisamente, la Ley de Tierras Baldías y Ejidos en sus artículos 10 y 11, la


que ratifica la competencia que tiene el Poder Judicial, y no el ente agrario, para emitir
un pronunciamiento acerca del carácter baldío o no de un predio, lo cual determina la
ausencia absoluta de una norma que habilite al Ente Agrario para pronunciarse al
respecto.

Es el caso Ciudadana Jueza, que del procedimiento administrativo impugnado se


desprende que el Instituto Nacional de Tierras usurpó funciones que son propias del
Poder Judicial, invadiendo sin habilitación legal expresa el ámbito propio de las
competencias del Poder Judicial, lo cual constituye una incompetencia manifiesta, y por
tanto la nulidad absoluta del mismo, de conformidad con lo previsto en el artículo 136 y
137 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, concordante con lo
preceptuado en los numerales 1 y 4 del artículo 19 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos.

DE LA INCOMPETENCIA MANIFIESTA:

Este vicio tiene lugar, ya que existe una ausencia absoluta de base legal que
habilite al Instituto Nacional de Tierras, para poder pronunciarse sobre una declaratoria
de baldíos respecto del fundo propiedad de nuestra representada, como se desprende
del acto administrativo impugnado, al expresar: “Es ineludible indicar que corre
inserto al expediente administrativo Informe Registral, el cual determinó: La
condición jurídica del predio in comento determina que el lote de terreno forma
parte de mayor extensión denominado Baldíos 706 según decreto Nº. 706 de
fecha 14 de enero de 1975, publicado en la Gaceta Oficial No. 30.602 de fecha 20
de enero de 1975, hoy transferidos al Instituto Nacional de Tierras, en virtud de lo
establecido en la disposición Transitoria Segunda de la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario.”

Visto el anterior señalamiento, resulta evidente que el acto administrativo


impugnado está viciado de nulidad absoluta, de conformidad con los artículos 136, 137
y 138 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con los numerales 1 y 4 del artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos.

DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES DE CARÁCTER

SUSTANTIVO CUYA VIOLACIÓN SE DENUNCIA-

a. VIOLACIÓN DEL DERECHO A LA PROPIEDAD PREVISTO EN EL ARTÍCULO


115 DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL.

Establece el artículo 115 de la Constitución, lo siguiente:

"Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso, goce,
disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a las contribuciones,
restricciones y obligaciones que establezca la Ley con fines de utilidad pública o interés
general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y
pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier
clase de bienes.

Por otra parte, el artículo 545 del Código Civil dice:

"La propiedad es el derecho de usar, gozar y disponer de una cosa de manera


exclusiva, con las restricciones y obligaciones establecidas por la Ley".

Ahora bien, Ciudadana Jueza, de acuerdo con las normas transcritas, la propiedad es
un derecho constitucional inviolable; solamente restringible por la Ley. Es manifiesto,
entonces, que el acto administrativo cuya nulidad se solicita y la ocupación realizada
por los complacidos sedicentes del terreno de nuestra propiedad, objeto del acto en
cuestión, violan el derecho a la propiedad, ya que:

 El Acto impone por vía extralegal una carga o gravamen, cual lo es la afectación
inmotivada de nuestro predio.

 Las actuaciones arbitrarias y abusivas de los ocupantes Ilegales cercenan el


derecho de nuestra representada al uso y goce de sus bienes con exclusión de
terceros, el cual es inherente al derecho de propiedad, sujeto únicamente, como
expresan las normas cuya violación se denuncia, a las restricciones y
obligaciones que puedan establecerse por Ley, no por un simple acto
administrativo, máxime cuando este se produjo con prescindencia absoluta del
debido proceso. En este sentido, siendo mi persona y mis representados los
únicos propietarios del terreno, cualquier actuación invasora de los ocupantes
ilegales, constituye una clara violación a la legalidad y al derecho de propiedad
que nos asiste. Así solicitamos sea declarado por este Tribunal.

Al respecto es pertinente citar lo que la Sala Constitucional señaló sobre el


derecho de propiedad, en el caso FEDENAGA (Sentencia de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, de fecha veinte (20) de noviembre del
2002), en la cual declaró la inconstitucionalidad de varios artículos de la derogada Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario e interpretó otros artículos de esa misma ley, que
sustancialmente corresponden a sus homólogos en la Ley vigente. Allí se expresó, para
declarar la inconstitucionalidad del artículo 89 de la derogada Ley de Tierras, que la
figura de la "intervención previa", sobre la cual el INTI derivaba su competencia para
asegurarse momentáneamente un bien (extensiones de tierras), mientras se
decidía la titularidad del mismo, si eran tierras ociosas o incultas, transgrede
totalmente el derecho constitucional de propiedad ya que era una medida de
"ocupación ilegal" (Negrillas del recurrente).

Además de lo antes mencionado, al declarar inconstitucionalidad del artículo 90


de la Ley de Tierras, la Sala Constitucional también resaltó que si bien el derecho de
propiedad, dada su utilidad social, es un derecho que puede ser sujeto de limitaciones
establecidas por Ley, dicha limitación no puede suponer un desconocimiento del
derecho en sí, "...una absorción de las facultades del propietario al extremo que llegue a
eliminarlo, pues de ese modo no se estaría garantizando esa protección que la
Constitución le otorga..." En tal sentido, citamos extractos de la sentencia en referencia
a lo aquí señalado:

"Sin embargo, también es de indicar que los procedimientos


administrativos ablatorios, aquellos que tienen por objeto disminuir la
esfera jurídica de los administrados mediante la restricción de un
derecho, deben estar dotados de mayores garantías para aquéllos, de
forma tal que la potestad administrativa sea ejercida de manera
congruente y adecuada a los fines propuestos por el ordenamiento,
garantizándose así el apego a la ley de la actuación administrativa.

Es así como el test de constitucionalidad de una norma que disponga la


posibilidad de que la Administración instaure un procedimiento ablatorio
es más estricto, pues con ella se están restringiendo, de manera directa,
derechos subjetivos afectándose enormemente la situación jurídica del
administrado. En tal sentido, se observa que si bien el título al cual
pertenece la norma en referencia trata del rescate de las tierras
propiedad del Instituto Nacional de Tierras, el artículo 89 trata de la
intervención de esas tierras, rubricadas como ociosas o incultas, de
manera preventiva, para hacer cesar esa situación, esto es, el carácter
ocioso o inculto.

Como puede desprenderse, la finalidad de la intervención previa no


guarda correspondencia con la instauración del procedimiento ablatorio,
esto es, la necesidad de recuperación de las tierras propiedad del
Instituto Nacional' de Tierras ocupadas ilegal o ilícitamente, inexistiendo
la debida adecuación a los hechos de esa potestad otorgada a la
Administración, va que, en todo caso, esa será una medida que
corresponde con la necesidad de solventar el carácter ocioso o inculto
de la tierra y no con la ocupación ilegal o ilícita de la misma, por lo cual,
ante esa situación, u no existiendo tampoco una proporcionalidad entre
la intervención instituida por el artículo u el carácter ocioso o inculto de la
tierra, pues una vez analizado el procedimiento administrativo
correspondiente, la Administración, por el principio de ejecutividad u
ejecutoriedad de los actos administrativos, podrá entrar en posesión
directa del bien, lo cual no iustifica una intervención momentánea, esta
Sala declara la inconstitucionalidad de la norma en referencia porque
transgrede el derecho constitucional a la propiedad, dado que no es
posible una interpretación que la adecué al ordenamiento constitucional.
Así se decide." (Subrayado nuestro)

Con tales premisas, la sentencia indicada precisa muy claramente que la función
social de la propiedad no es incompatible con el reconocimiento de los derechos que al
beneficiario puedan corresponder por bienechurías o frutos, pues el desiderátum del
Decreto legislativo es "(...) profundizar y dar operatividad concreta a los valores
constitucionales de desarrollo social a través del decreto orgánico" (cf. Exposición de
Motivos del Decreto con Fuerza de Ley de Tierras y Desarrollo Agrario). A lo cual añade
que, el artículo 90, en definitiva, no se corresponde con la idea sustancial de la
Constitución y de la ley misma, pues pretende desconocer la existencia de la propiedad
y la utilidad social que dentro del ámbito agrario cumple, con lo cual, de admitirse la
tesis que propugna el indicado artículo, se estaría atentando no sólo contra el derecho a
la propiedad estatuido en el artículo 115 de la Constitución, sino contra todo aquello
que ha inspirado durante décadas el Estado Social y de Derecho recogido tanto en el
texto constitucional vigente como en la Constitución de 1961.

Finaliza la sentencia declarando, enfáticamente, que no reconocer la propiedad


de los bienes que existan sobre las tierras del indicado Instituto Nacional de Tierras
(INTI), atenta contra el derecho a la propiedad, y hace que el Instituto incurra en un
enriquecimiento sin causa, pues se subvierte la idea de accesión inmobiliaria en sentido
vertical, que acarrea la inconstitucionalidad de la norma. En efecto, dice la referida
sentencia:

“El derecho a la propiedad es un derecho esencialmente limitable, dado


su utilidad social, pero dicha limitación no puede suponer un
desconocimiento del derecho, por su rango constitucional, una absorción
de las facultades del propietario al extremo que llegue a eliminarlo, pues
de ese modo no se estaría garantizando esa protección que la
Constitución le otorga. De tal manera que, siendo que con la norma en
referencia se desconoce de manera absoluta el derecho de propiedad
sobre las bienhechurías realizadas por los ocupantes de las tierras del
Instituto Nacional de Tierras, esta Sala declara la nulidad del artículo 90
del Decreto con Fuerza de Ley de Tierras y Desarrollo Agrario. Así se
decide."

Es claro entonces, Honorable Magistrada, que con arreglo a las normas


anteriormente invocadas contempladas en la Constitución, se observa que si bien la
propiedad es un derecho sujeto a determinadas limitaciones que deben encontrarse
acorde con ciertos fines, tales como la función social, la utilidad pública y el interés
general, tales limitaciones deben ser establecidas con fundamento en un texto legal,
siempre y cuando las referidas restricciones no constituyan un menoscabo absoluto o
irracional del aludido derecho de propiedad. Esto es, que imposibilite de tal forma la
capacidad patrimonial de los particulares que termine, de hecho, extinguiéndola
(Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del seis (6) de
marzo de 2001. Caso: Cervecería Polar del centro, C.A. y otras empresas.

b. VIOLACIÓN DEL DERECHO A LA LIBERTAD ECONÓMICA PREVISTO EN EL


ARTÍCULO 112 DE LA CONSTITUCIÓN BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

Establece el artículo 112 de la Constitución Bolivariana de Venezuela:

"Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica de su


preferencia, sin más limitaciones que las previstas en esta Constitución y las que
establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad,
protección del ambiente u otras de interés social."

Como se desprende de la norma transcrita, las limitaciones a la garantía


constitucional de libertad económica prevista en el artículo 112 de la Constitución
Nacional sólo pueden ser establecidas mediante una Ley Nacional, por estrictas
razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del ambiente u otras de
interés social.

No puede en consecuencia, la autoridad administrativa, en este caso el


Instituto Nacional de Tierras (INTI), so pretexto de ejercer la potestad agraria que
le ha sido otorgada, imponer limitaciones al ejercicio de las actividades
económicas que lícitamente son ejercidas por la compañía.

En tal sentido, debemos señalar que, en el presente caso, al hacerse mal uso,
por parte del Instituto Nacional de Tierras (INTI) de la medida cautelar de
aseguramiento que, inmotivadamente, se dictó sobre el terreno de nuestra
absoluta propiedad privada, se nos impide el ejercicio de nuestras actividades
económicas y, en consecuencia, se viola nuestro derecho de libertad económica,
es decir, el derecho a dedicarnos a la actividad económica de nuestra preferencia.
En efecto, la actividad realizada por nuestra representada no puede ser limitada
ni truncada por la ocupación ilegal y complaciente de algunas personas, pues se afecta
el libre desarrollo de su actividad. En este sentido, mal puede un particular, que
según la Constitución tiene derecho a dedicarse a la actividad económica de su
preferencia, verse restringido de su ejercicio por causa de terceros que se han
dado a la tarea de invadir extensiones de tierra.

VII

DEL DERECHO

El artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


impone al Estado asumir la garantía de una agricultura sustentable, como base
estratégica del desarrollo rural integral, para garantizar la seguridad alimentaria de la
población, entendida como la disponibilidad suficiente de alimentos en el ámbito
nacional y el acceso oportuno del público consumidor; garantizando en su artículo 306
el fomento de la actividad agrícola, y la promoción de las condiciones para el desarrollo
rural integral.

Estos principios constitucionales, complementados por Decretos Leyes dictados


como la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria, imponen la
necesidad de alcanzar la seguridad alimentaria según el mandato constitucional,
privilegiando las labores internas en el campo. Con tales bases los agricultores y
criadores adquirieron el derecho de permanecer en los terrenos que ocupan. Conforme
al ordinal 2° del artículo 17 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, esa es una
garantía que corresponde a los medianos productores en las tierras que han venido
ocupando pacíficamente, para el momento de promulgación de la Ley, y si bien es
cierto la potestad de declararlo corresponde al Instituto Nacional de Tierras, conforme al
parágrafo primero del mismo dispositivo, está dentro de las competencias de los
Tribunales Agrarios de Primera Instancia reconocerlo previamente conforme al ordinal 5
del artículo 197 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, porque es una institución que
permite a su titular ejecutar los actos necesarios para hacerlas más productiva,
cumpliendo así con la obligación constitucional de contribuir con la seguridad
alimentaria venezolana.

El artículo 259 constitucional fija las bases de la Jurisdicción Contencioso


Administrativa y el artículo 156 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, establece la
competencia de los Juzgados Superiores Agrarios competentes por la ubicación del
inmueble, como tribunales de primera instancia, para conocer los recursos que se
intente contra cualquiera de los actos administrativos agrarios; previendo en los
artículos subsiguientes los procedimientos contenciosos administrativos agrarios.
El artículo 25 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
contempla la nulidad de los actos dictados en ejercicio del Poder Público que viole o
menoscabe los derechos garantizados por ella; siendo que el debido proceso y el
derecho a la defensa están contemplados en su artículo 49.

El artículo 141 constitucional prevé que la Administración Pública está al servicio


de los ciudadanos y ciudadanas, y los principios en que se fundamenta, con
sometimiento pleno a la ley y al derecho.

El artículo 18 y 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos


establece los supuestos de nulidad absoluta de los actos administrativos; de la misma
ley se desprenden los requisitos de los actos administrativos y los principios bajo los
cuales la actividad administrativa debe desarrollarse.

El derecho de permanencia, los requisitos y procedimientos para la adjudicación


y rescate de tierras del estado venezolano, así como el procedimiento expropiatorio
están contemplados en los artículos 12, 13, 14, 17, 59, 64, 66, 68 y siguientes de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario.

Los anteriores dispositivos legales, sin que los limitemos a ellos fundamentan
nuestra acción.

VIII

PETITORIO

En ese orden de preceptos constitucionales y legales, y con vista a los hechos


narrados es por lo que acudo en nombre de mi asistada, ante su competente autoridad
a fin de interponer RECURSO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE NULIDAD Y
MEDIDA CAUTELAR DE SUSPENSIÓN DE SUS EFECTOS, contra el Procedimiento
administrativo emanado del Instituto Nacional de Tierras (I.N.T.I.) consistente en la
Procedimiento de Declaratoria de Tierras Ociosas o de Uso No Conforme, y por tanto
pedimos que sobre dicho acto Administrativo sea DECLARADO SU NULIDAD
ABSOLUTA.

A tal fin y de conformidad a los artículos 159 y 163 de la Ley de Tierras y


Desarrollo Agrario, solicito que el Tribunal ordene la notificación del INSTITUTO
NACIONAL DE TIERRAS (I.N.T.I.) por intermedio de su presidente actual, o de quien
haga sus veces al momento de la notificación; del PROCURADOR O PROCURADORA
GENERAL DE LA REPÚBLICA; a lA FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA, y de
cualquier tercero llamado a intervenir en la presente causa. Con igual base legal solicito
al tribunal requiera al ente administrativo recurrido la remisión de los antecedentes
administrativos los cuales su llegada al Tribunal en este caso no obsta para el inicio y la
prosecución del presente juicio de acuerdo a la sentencia dictada en fecha 11 de julio
de 2.007 por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, con
ponencia del Magistrado Dr. HADEL MOSTAFÁ PAOLINI, publicada en fecha 12 de
julio de 2.007, bajo el Nº 01257, expediente 2006-0694, al formular en el caso un obiter
dictum en los siguientes términos sobre el valor probatorio de las copias certificadas de
los antecedentes administrativos y el tiempo y modo para su control como medio de
prueba:

“….Como punto previo, dada la importancia que reviste la remisión del


expediente administrativo dentro del proceso contencioso administrativo de
anulación, considera prudente esta Sala realizar ciertas precisiones sobre el valor
probatorio del expediente administrativo consignado por la Administración en
juicio, la forma legal de impugnación de éste y las oportunidades procesales
idóneas para su impugnación.

a) Del expediente administrativo en general.

En este sentido, aprecia la Sala que de conformidad con la acepción común


contenida en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, por
“expediente” debe entenderse el “Conjunto de todos los papeles
correspondientes a un asunto o negocio. Se usa señaladamente hablando de la
serie ordenada de actuaciones administrativas, y también de las judiciales…”. De
igual forma, en la séptima acepción permitida por dicha Academia, “expediente”
es un “Procedimiento administrativo en que se enjuicia la actuación de alguien”.

En España, según el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen


Jurídico de las Entidades Locales, aprobado por el Real Decreto 2568/1986 del 28
de noviembre de 1986, se define al expediente administrativo como “el conjunto
ordenado de documentos y actuaciones que sirven de antecedentes y
fundamento a la resolución administrativa, así como las diligencias encaminadas
a ejecutarla”, disponiendo también que “los expedientes se formarán mediante la
agregación sucesiva de cuantos documentos, pruebas, dictámenes, decretos,
acuerdos, notificaciones y demás diligencias deban integrarlos, y sus hojas útiles
serán rubricadas y foliadas por los funcionarios encargados de su tramitación.

En nuestro país, si bien la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos no


establece definición alguna de “expediente administrativo”, si regula esta figura,
pudiendo resaltarse entre esa regulación, las disposiciones siguientes:

“Artículo 31: De cada asunto se formará expediente y se mantendrá la unidad de


éste y de la decisión respectiva, aunque deban intervenir en el procedimiento
oficinas de distintos ministerios o institutos autónomos.

Artículo 32: Los documentos y expedientes administrativos deberán ser


uniformes de modo que cada serie o tipo de ellos obedezca a iguales
características. El administrado podrá adjuntar, en todo caso, al expediente, los
escritos que estime necesarios para la aclaración del asunto.

Artículo 34: En el despacho de todos los asuntos se respetará rigurosamente el


orden en que estos fueron presentados. Sólo por razones de interés público y
mediante providencia motivada, el jefe de la oficina podrá modificar dicho orden,
dejando constancia en el expediente.
La administración racionalizará sus sistemas y métodos de trabajo y vigilara su
cumplimiento. A tales fines, adoptará las medidas y procedimientos más idóneos.

Artículo 51: Iniciado el procedimiento se procederá a abrir expediente en el cual


se recogerá toda la tramitación a que de lugar el asunto.

De las comunicaciones entre las distintas autoridades, así como de las


publicaciones y notificaciones que se realicen, se anexara copia al expediente”.
(Negrillas de la Sala)

De conformidad con las normas anteriormente transcritas, observa la Sala que el


expediente administrativo puede definirse como el conjunto ordenado de todas
las actuaciones realizadas en el decurso del procedimiento administrativo que le
sirven de sustento a éste; es decir, el expediente es la materialización formal del
procedimiento.

En atención a que el expediente conforma la materialización del procedimiento


administrativo, es preciso que a fin de garantizar el derecho al debido proceso en
sede administrativa, como lo preceptúa el artículo 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela y de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 141 eiusdem, el cual establece que “La Administración Pública está al
servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de
honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición
de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con
sometimiento pleno a la ley y al derecho” (subrayado de la Sala), los órganos
administrativos al sustanciar los expedientes deben observar las normas
previstas en la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, que disponen la
unidad, orden y secuencia en la cual se deben llevar dichos expedientes.

Ahora bien el criterio en el fallo parcialmente trascrito, implica que el expediente


administrativo sólo puede ser producido por la Administración hasta el lapso de
evacuación de pruebas, siempre y cuando lo haya anunciado en el lapso de
promoción, ya que después de esa oportunidad no tendría que ha ser valorada
por el juez contencioso administrativo.

No puede compartir esta Sala tal interpretación, puesto que tal y como se
advirtiera, el expediente administrativo por el carácter central y fundamental que
tiene dentro del proceso para el juez en la búsqueda de la verdad material, no
puede concebirse dentro del binomio clásico del proceso civil como una prueba
que sustenta el ataque o defensa de las partes en conflicto, ya que, precisamente,
al tratarse la labor del juez contencioso administrativo de la determinación de la
conformidad a derecho o no del acto administrativo que se pretende anular, dicho
expediente puede consignarse en cualquier tiempo –antes de la sentencia claro
está no aplicándosele las restricciones para su producción en juicio relativas a
los instrumentos públicos y privados, previstas en el Código de Procedimiento
Civil para este tipo de instrumentos (subrayado del tribunal). Así se declara.

No obstante lo expuesto, observa esta Sala que el hecho de que el expediente


administrativo puede ser consignado en cualquier tiempo, no implica una
autorización para que la Administración pueda retardar el cumplimiento de su
obligación de consignar el referido expediente en autos, en la primera
oportunidad en la que se le solicita, esto es, antes de la admisión del recurso
contencioso administrativo y dentro del plazo previsto para ello. (Subrayado del
tribunal)
En atención a que el expediente administrativo puede ser consignado en
cualquier tiempo (subrayado del tribunal), lo que implica una matización del
principio de concentración procesal, esta Sala a los fines de resguardar el
derecho a la defensa y al debido proceso de los particulares interesados,
considera necesario crear una oportunidad mediante la cual el recurrente pueda
ejercer su derecho al control y contradicción de la prueba.

En este sentido, siempre y cuando el expediente llegue en una etapa posterior a


la promoción de pruebas y hasta el acto de informes, por encontrarse las partes a
derecho, quien desee impugnar el expediente administrativo lo deberá realizar
dentro de los cinco (5) días siguientes a que conste en autos la remisión del
expediente administrativo, para lo cual podrá abrirse si a juicio de la Sala la
situación así lo amerita, una articulación probatoria de la prevista en el artículo
607 del Código de Procedimiento Civil.

En caso que el expediente administrativo fuese remitido después del acto de


informes, el cual constituye el último acto procesal de las partes, como no puede
ponerse en cabeza del particular la carga de revisar el expediente todos los días
por una falta imputable al órgano administrativo, cuando la ley no dispone
ninguna otra actuación, el lapso de cinco (5) días para la impugnación del
expediente comenzará a computarse en el día inmediatamente siguiente a aquel
en que conste en autos que el recurrente realizó alguna actuación, como por
ejemplo, una diligencia solicitando sentencia.

En consecuencia, esta Sala a fin de resumir los criterios expuestos en este fallo,
establece lo siguiente:

a) El expediente administrativo debe ser llevado correcta y ordenadamente


foliado por el órgano administrativo que sustancie el expediente, en la forma
prevista en el artículo 25 del Código de Procedimiento Civil.

b) Las nociones de “expediente administrativo” y “documentos administrativos”


son distintas, en los términos expuestos en el presente fallo.

c) Dada la importancia del expediente administrativo dentro del proceso


contencioso administrativo de anulación, esta Sala ratifica su criterio en el
sentido que su producción en juicio no está sometida a las reglas previstas en el
Código de Procedimiento Civil, por lo que podrá ser valorado como prueba por el
juez, aún si su consignación en autos se realiza después del acto de informes.

d) La forma de impugnar las copias certificadas del expediente administrativo, se


rigen por el régimen dispuesto para la impugnación de las copias simples,
previstas en el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil.

e) Las oportunidades de impugnación serán las siguientes: i) si el expediente


llega antes del inicio del lapso de promoción o durante el mismo, la oportunidad
de impugnación será dentro de los cinco días siguientes al vencimiento del lapso
de promoción; ii) si llegase con posterioridad a la oportunidad anteriormente
indicada y hasta el acto de informes, será dentro de los cinco días siguientes a su
consignación en el expediente, en el entendido de que las partes estén a derecho
y no esté paralizada la causa por cualquier motivo y; iii) si el expediente fuese
consignado después de vista la causa, el lapso de los cinco días para la
impugnación comenzará a computarse desde el día inmediatamente siguiente a
que conste en autos cualquier actuación del recurrente. En los dos últimos casos,
de ser necesario, se abrirá la articulación probatoria prevista en el artículo 607 del
Código de Procedimiento Civil”.

Aunado a lo anterior, la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos


contempla los requisitos formales exigidos para todo acto administrativo, a saber:

Artículo 18. Todo acto administrativo deberá contener:

….omissis…
4. Nombre de la persona u órgano a quien va dirigido.

5. Expresión sucinta de los hechos, de las razones que hubieren sido alegadas y
de los fundamentos legales pertinentes.

(Fin de la cita)

Por su parte el artículo 73 ejusdem señala:

“Artículo 73. Se notificará a los interesados todo acto administrativo de carácter


particular que afecte sus derechos subjetivos o sus intereses legítimos,
personales y directos, debiendo contener la notificación el texto integro del acto,
e indicar si fuere el caso, los recursos que proceden con expresión de los
términos para ejercerlos y de los órganos o tribunales ante los cuales deban
interponerse. (Subrayado del tribunal).

De las normas precedentemente expuestas, se desprende con claridad meridiana


que la Administración Publica Nacional y en el caso sub iudice -la Administración
Agraria- le corresponde la carga de notificar a todo interesado del contenido del
acto administrativo dictado, inclusive a aquellos sujetos calificados por el aludido
artículo 73 como interesados.

El Diccionario de la Real Academia Española, (edición electrónica) afirma sin


lugar a vacilaciones, que se entiende por interesado 3. adj. Der. Dicho de una
persona: Que ostenta un interés legítimo en un procedimiento administrativo y,
por ello, está legitimada para intervenir en él. Acepción que aplicada al caso en
concreto, hace que indefectiblemente recaiga sobre los hombros de la
administración agraria el deber de indicar en el acto administrativo a todos los
terceros –interesados- que fueron notificados o participaron en sede
administrativa.

Una vez impugnado el acto administrativo éste debe valerse por si mismo, en el
entendido que debe contener la identificación de aquellos terceros que fueron
notificados o participaron en sede administrativa, en el entendido que son los
interesados en las resultas del procedimiento administrativo que le dio origen, lo
contrario implicaría que el órgano jurisdiccional supla el deber de la
administración en la formación de los actos administrativos

Por su parte el artículo 155 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario contempla


los principios que rigen sus procedimientos, a saber: inmediación, concentración
y brevedad, entre otros, razón por la cual en materia contenciosa administrativa
agraria, la admisión de la demanda supone el cumplimiento de las formalidades
previstas en los artículos 160 y 162 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario,
claro está, complementado con lo dispuesto en el artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil, en cuanto a que no sea contrario al orden público, a las
buenas costumbres o alguna disposición expresa en la ley.
Si bien los antecedentes administrativos han resultado piedra angular en dos
esferas, a saber, la primera en cuanto a la notificación de la admisión del recurso
de los terceros que participaron o fueron notificados en sede administrativa, y
segundo; en cuanto a sus consecuencias probatorias una vez incorporados al
proceso como presunto aval de la legalidad en la formación del acto impugnado,
no es menos cierto que ante la apatía del ente emisor del acto, en remitir los
antecedentes administrativos hace que la copia del acto administrativo
impugnado, el cual si es una carga del recurrente en cuanto al deber de
acompañarlo al recurso o la indicación por parte de éste de la oficina donde se
encuentre, conforme al numeral 2 del artículo 160 de la aludida Ley, resulta
suficiente para el juez agrario a los fines de la admisión del recurso, sin que ello
implique el deber del ente administrativo de remitir los mismos a los fines que el
tribunal revise el iter procedimental correspondiente a la formación del acto hoy
recurrido.

Por otra parte, si bien la normativa no dispuso expresamente de un lapso para la


remisión de los antecedentes, es potestativo para el tribunal fijarlo,
concediéndole al ente administrativo agrario emisor del acto impugnado un lapso
para ello…”

IX

DE LA MEDIDA PREVENTIVA DE SUSPENSIÓN DE LOS EFECTOS

Con el objeto de garantizar el interés general y colectivo de la seguridad y


soberanía agroalimentaria, y en protección de la propiedad, la posesión agraria y los
derechos que de ellas derivan a favor de mi representado, de los bienes y factores
dispuestos en el Fundo Agropecuaria LAS VEGAS, de conformidad con los preceptos y
amplias facultades que le otorga al Juez Agrario los artículos 85, 167, 168 y 196 de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario, solicito a la Ciudadana Jueza Superior acuerde la
suspensión de los efectos del procedimiento administrativo recurrido, por cuanto su
inmediata ejecución comporta perjuicios y gravámenes de difícil reparación por la
sentencia definitiva, ofreciendo esta representación, el otorgamiento de las garantías
suficientes que disponga el despacho para que proceda a la suspensión solicitada,
aunque es criterio de instancia de los jueces superiores agrarios entre ellos este digno
despacho no acordar la consignación de la garantía prevista en el artículo 167 eiusdem,
en virtud que esta superioridad al igual que todos los jueces agrarios, deben velar por el
mantenimiento de la Seguridad Agroalimentaria de la Nación y la Continuidad de la
Producción Agroalimentaria acogiéndose a lo establecido en la sentencia Nº 0995, del
18-06-2009, de la Sala Especial Agraria, de la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia, en la cual señala que de conformidad con lo establecido en el
artículo antes mencionado no se hace necesario la consignación de alguna garantía
para declarar una medida cautelar con lugar.

Además se encuentran cumplidos los requisitos establecidos en los artículos 585


y 588 del código de Procedimiento Civil, para la procedencia de las medidas cautelares
innominadas, como lo son el periculum in mora, que consiste en el riesgo inminente
de que quede ilusoria la ejecución del fallo, o de la imposible reparación, en cuanto a
que la sentencia definitiva que recaiga en este procedimiento de nulidad, no será
suficiente ni oportuna para evitar que se produzcan daños a la infraestructura dispuesta
por nosotros en el predio a que se refiere el Acto Administrativo aquí impugnado, ni
para evitar que se interrumpa la continuidad de los procesos productivos del predio
Agropecuaria LAS VEGAS, amenazando de esa forma el proceso agroalimentario, los
intereses sociales y colectivos, ante la imposibilidad de realizar labores de pastoreo del
ganado bovino y sus derivados en el lote de terreno sometido a la tutela judicial
efectiva; el segundo requisito, referido al periculum in damni, que es, el fundado temor
de daño inminente a las instalaciones fomentadas por nosotros sus dueños y a las
actividades agro productivas del predio de no protegerse su continuidad; y por último, el
tercer requisito que es el fumus boni iuris o presunción del buen derecho, que deriva
de la posesión agraria ejercida en el fundo por nosotros representado, donde se
desarrollan actividades agroproductivas de tipo animal, manejando un sistema de
ganadería bovina ya que el Fundo Agropecuaria LAS VEGAS no se encuentra Ociosa,
todo en procura del restablecimiento de la normalidad en las operaciones
agroproductivas del predio, con el objeto de garantizar la continuidad de la seguridad
agroalimentaria y agroproductiva del país, la conservación de los recursos naturales y el
medio ambiente, el mantenimiento de la biodiversidad, y la conservación de la
infraestructura productiva del Estado.

Quiero llamar la atención del Instituto Nacional de Tierras, respecto a que las
Medidas Cautelares son para asegurar las resultas del juicio, pero aquí las resultas del
juicio están prejuzgadas por el acto mismo dictado por el INTI lo cual trasgrede el
contenido del Artículo 78 de la Ley Orgánica de Procedimiento Administrativos lo que
implica una nulidad absoluta del Acto dictado por la administración.

Articulo 78 L.O.P.A: Ningún órgano de la administración pública podrá


realizar actos materiales que menoscaben o perturben el ejercicio de
los derechos de los particulares, sin que previamente haya sido dictada
la decisión que sirva de fundamento a tales actos.”

El Aseguramiento, en ninguna forma puede traducirse en la ocupación anticipada


de la tierra objeto del rescate, ya que esto anteriormente fue declarado inconstitucional
por la Sala Constitucional del TSJ del 20 de Noviembre de 2002 basado en el artículo
arriba copiado 78 LOPA debido a que antes de darle la oportunidad a la posibilidad de
un juicio de nulidad del acto administrativo ya el Instituto dispuso del bien objeto del
litigio y así yo gane el procedimiento de nulidad ante el Tribunal Superior Agrario ya el
INTI dispuso de mi Fundo y cuando lo venga a poseer con la sentencia en mis manos,
tampoco podré porque ya las personas que el INTI metió antes de la decisión judicial
han hecho vida y han modificado mi predio, lo cual hace inoperante el sistema de
justicia de nuestro país lo cual hace peligrar los postulados constitucionales de paz
social, de Estado social de Derecho y unos cuantos principio más que componen el
sistema jurídico-social venezolano, es decir , no servirá de nada los actos
jurisdiccionales lo cual es peligroso para nuestra estabilidad jurídica.

Aquí necesariamente hay que dilucidar el alcance del derecho a la propiedad


privada y a su disfrute establecida por la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela que a su tenor resulta que:

Establece el artículo 115 de la Constitución, lo siguiente:

"Se garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso,


goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a
las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la Ley con
fines de utilidad pública o interés general. Sólo por causa de utilidad pública
o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa
indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de
bienes.”

Por otra parte, el artículo 545 del Código Civil establece:

"La propiedad es el derecho de usar, gozar y disponer de una cosa de


manera exclusiva, con las restricciones y obligaciones establecidas por la
Ley".

Ahora bien, de acuerdo con las normas transcritas, la propiedad es un derecho


constitucional inviolable solamente restringible por la Ley.

-El Acto impone por vía extralegal una carga o gravamen, cual lo es la afectación
inmotivada de nuestro predio.

Al respecto es pertinente citar lo que la Sala Constitucional señaló sobre el


derecho de propiedad, en el caso FEDENAGA en sentencia del Tribunal Supremo de
Justicia, de fecha veinte (20) de noviembre del 2002), en la cual declaró la
inconstitucionalidad de varios artículos de la derogada Ley de Tierras y Desarrollo
Agrario e interpretó otros artículos de esa misma ley, que sustancialmente
corresponden a sus homólogos en la Ley vigente. Allí se expresó, para declarar la
inconstitucionalidad del artículo 89 de la derogada Ley de Tierras, que la figura de la
"intervención previa", sobre la cual el INTI derivaba su competencia para
asegurarse momentáneamente un bien (extensiones de tierras), mientras se
decidía la titularidad del mismo, si eran tierras ociosas o incultas, transgrede
totalmente el derecho constitucional de propiedad ya que era una medida de
"ocupación ilegal" (Negrillas del recurrente).

Además de lo antes mencionado, al declarar inconstitucionalidad del artículo 90


de la Ley de Tierras, la Sala Constitucional también resaltó que si bien el derecho de
propiedad, dada su utilidad social, es un derecho que puede ser sujeto de limitaciones
establecidas por Ley, dicha limitación no puede suponer un desconocimiento del
derecho en sí, "...una absorción de las facultades del propietario al extremo que llegue a
eliminarlo, pues de ese modo no se estaría garantizando esa protección que la
Constitución le otorga..." En tal sentido, citamos extractos de la sentencia en referencia
a lo aquí señalado:

"Sin embargo, también es de indicar que los procedimientos administrativos


ablatorios, aquellos que tienen por objeto disminuir la esfera jurídica de los
administrados mediante la restricción de un derecho, deben estar dotados de
mayores garantías para aquéllos, de forma tal que la potestad administrativa sea
ejercida de manera congruente y adecuada a los fines propuestos por el
ordenamiento, garantizándose así el apego a la ley de la actuación administrativa.

Es así como el test de constitucionalidad de una norma que disponga la


posibilidad de que la Administración instaure un procedimiento ablatorio es más
estricto, pues con ella se están restringiendo, de manera directa, derechos
subjetivos afectándose enormemente la situación jurídica del administrado. En tal
sentido, se observa que si bien el título al cual pertenece la norma en referencia
trata del rescate de las tierras propiedad del Instituto Nacional de Tierras, el
artículo 89 trata de la intervención de esas tierras, rubricadas como ociosas o
incultas, de manera preventiva, para hacer cesar esa situación, esto es, el
carácter ocioso o inculto.

Como puede desprenderse, la finalidad de la intervención previa no guarda


correspondencia con la instauración del procedimiento ablatorio, esto es, la
necesidad de recuperación de las tierras propiedad del Instituto Nacional' de
Tierras ocupadas ilegal o ilícitamente, inexistiendo la debida adecuación a los
hechos de esa potestad otorgada a la Administración, va que, en todo caso, esa
será una medida que corresponde con la necesidad de solventar el carácter
ocioso o inculto de la tierra y no con la ocupación ilegal o ilícita de la misma, por lo
cual, ante esa situación, u no existiendo tampoco una proporcionalidad entre la
intervención instituida por el artículo u el carácter ocioso o inculto de la tierra,
pues una vez analizado el procedimiento administrativo correspondiente, la
Administración, por el principio de ejecutividad u ejecutoriedad de los actos
administrativos, podrá entrar en posesión directa del bien, lo cual no justifica una
intervención momentánea, esta Sala declara la inconstitucionalidad de la norma
en referencia porque transgrede el derecho constitucional a la propiedad, dado
que no es posible una interpretación que la adecué al ordenamiento
constitucional. Así se decide." (Subrayado nuestro).

Con tales premisas, la sentencia indicada precisa muy claramente que la función
social de la propiedad no es incompatible con el reconocimiento de los derechos que al
beneficiario puedan corresponder por bienhechurías o frutos, pues el desiderátum del
Decreto legislativo es "(...) profundizar y dar operatividad concreta a los valores
constitucionales de desarrollo social a través del decreto orgánico" (cf. Exposición de
Motivos del Decreto con Fuerza de Ley de Tierras y Desarrollo Agrario). A lo cual añade
que, en definitiva, no se corresponde con la idea sustancial de la Constitución y de la
ley misma, pues pretende desconocer la existencia de la propiedad y la utilidad social
que dentro del ámbito agrario cumple, con lo cual, de admitirse la tesis que propugna el
indicado artículo, se estaría atentando no sólo contra el derecho a la propiedad
estatuido en el artículo 115 de la Constitución, sino contra todo aquello que ha inspirado
durante décadas el Estado Social y de Derecho recogido tanto en el texto constitucional
vigente.

Finaliza la sentencia declarando, enfáticamente, que no reconocer la propiedad


de los bienes que existan sobre las tierras del indicado Instituto Nacional de Tierras
(INTI), atenta contra el derecho a la propiedad, y hace que el Instituto incurra en un
enriquecimiento sin causa, pues se subvierte la idea de accesión inmobiliaria en sentido
vertical, que acarrea la inconstitucionalidad de la norma. En efecto, dice la referida
sentencia:

El derecho a la propiedad es un derecho esencialmente limitable, dado su


utilidad social, pero dicha limitación no puede suponer un desconocimiento del derecho,
por su rango constitucional, una absorción de las facultades del propietario al extremo
que llegue a eliminarlo, pues de ese modo no se estaría garantizando esa protección
que la Constitución le otorga.

A los fines de la práctica de la citación personal de la demandada, señalo al


tribunal la Sede central del Instituto Nacional de Tierras ubicado la Avenida San Carlos,
Quinta Barrancas, Urbanización Vista Alegre, en la ciudad de Caracas 1020.

Establecemos como domicilio procesal la sede del Bufete Morales y Asociados


ubicado en la avenida industrial, edificio centro de emprendedores espinitos loca N° 2
sector caja de agua, parroquia Barinas , Municipio Barinas Estado Barinas, de la
ciudad de Barinas, estado Barinas.

Finalmente solicitamos que el presente Recurso de Nulidad y accesoria Solicitud


Medida Cautelar de Suspensión de Efectos del Acto Administrativo impugnado, sea
admitido y sustanciado conforme a derecho y declarado con lugar en la definitiva, así
como acordada la medida cautelar de suspensión de los efectos de los actos
administrativos impugnados. Barinas, a la fecha de su presentación.

La Recurrente Abogado Asistente

También podría gustarte