EL Suelo Info
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DEFINICIÓN.
La geología, su amplio conocimiento y entendimiento sobre la naturaleza y
comportamiento de los suelos, aporta valiosos datos que sirven de base y
punto de partida a la ingeniería civil. Conocer sobre que suelo se realizará una
edificación o construcción es vital.
• Suelos finos. El sistema unificado considera los suelos finos divididos entre
grupos: limos inorgánicos (M), arcillas inorgánicas (C) y limos y arcillas
orgánicas (0). Cada uno de estos suelos se subdivide a su vez según su límite
líquido, en dos grupos cuya frontera es Ll = 50%. Si el límite líquido del suelo es
menor de 50 se añade al símbolo general la letra L (low compresibility). Si es
mayor de 50 se añade la letra H (hight compresibility). Obteniéndose de este
modo los siguientes tipos de suelos:
Introducción
Las variaciones del suelo en la naturaleza son graduales, excepto las
derivadas de desastres naturales. Sin embargo, el cultivo de la tierra priva
al suelo de su cubierta vegetal y de mucha de su protección contra la
erosión del agua y del viento, por lo que estos cambios pueden ser más
rápidos. Los agricultores han tenido que desarrollar métodos para
prevenir la alteración perjudicial del suelo debida al cultivo excesivo y para
reconstruir suelos que ya han sido alterados con graves daños.
La parte orgánica del suelo está formada por restos vegetales y restos
animales, junto a cantidades variables de materia orgánica amorfa
llamada humus. La fracción orgánica representa entre el 2 y el 5% del
suelo superficial en las regiones húmedas, pero puede ser menos del 0.5%
en suelos áridos o más del 95% en suelos de turba.
Los suelos compuestos por partículas finas suelen tener una porosidad
total superior, por tanto, retienen cantidades de agua mayores que los
suelos de textura gruesa. El agua se mueve y queda retenida por un
sistema de poros. Sólo están disponibles para las plantas dos tercios del
agua almacenada después de que se haya drenado el exceso. Las
partículas del suelo absorben el agua restante con fuerza suficiente como
para impedir su uso por las plantas.
Las fuerzas que actúan sobre el agua, llamadas succión del suelo, pueden
clasificarse así: las causadas por las partículas (fuerzas mátricas), por los
solutos disueltos en el agua (fuerzas osmóticas) y por la gravedad (fuerzas
gravitatorias). Las fuerzas mátricas surgen de la acción capilar y de las
interacciones electrostáticas entre el agua y las partículas del suelo. Las
fuerzas osmóticas dependen de la cantidad de sales disueltas en el agua
y que influyen de forma indirecta en su movimiento por el suelo. La suma
de las fuerzas mátricas y osmóticas se llama potencial total del agua.
El agua que interactúa con las superficies de los minerales del suelo tiene
propiedades distintas de las del agua libre. Por tanto, se llama agua ligada.
Ésta, comparada con el agua libre, tiene volumen específico, viscosidad y
calor específico mayores, constante dieléctrica menor y una mayor
resistencia a los reordenamientos. Estos efectos se extienden a distancias
muy cortas, del orden de tres a diez capas de moléculas de agua. El enlace
de hidrógeno y las fuerzas de Van der Waals (atracción intermolecular) se
mencionan como razones por las que el agua queda ligada a las
superficies de suelo.
Las necesidades de agua de las plantas se satisfacen con el agua del suelo.
El límite máximo de embalse depende de la capacidad del terreno, y el
mínimo depende del porcentaje de secado permanente y también de la
ocupación efectiva de las raíces de la cosecha. La capacidad del terreno
es la cantidad de agua en un suelo dos o tres días después de una
inundación completa de su perfil, expresada como peso seco del suelo. El
coeficiente de marchitamiento se define como el valor de la humedad del
suelo bajo el cual un vegetal se marchitaría y moriría, aun cuando se
encuentre en una atmósfera húmeda. Se expresa como porcentaje de
masa de suelo seco.
Bajo condiciones naturales, así como en zonas que no han sido nunca
perturbadas por cultivo o deforestación, hay un equilibrio entre la
cantidad de humus destruido por descomposición total y la materia
añadida por la putrefacción de plantas y de cuerpos animales. Donde se
practica la agricultura o donde se altera el equilibrio de los procesos
naturales, bien por los humanos, bien por accidentes naturales como el
fuego, se pierde la estabilidad y se reduce el contenido orgánico del suelo
hasta que se alcanza un nuevo equilibrio.