2 Conceptos Fundamentales Sobre Igualdad de Género
2 Conceptos Fundamentales Sobre Igualdad de Género
2 Conceptos Fundamentales Sobre Igualdad de Género
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Género es un término derivado del inglés gender, que entre las personas
hispanohablantes puede generar confusión. En castellano, género es un
término útil para clasificar a qué especie, tipo o clase pertenece alguien o algo;
como conjunto de personas con un sexo común se habla de las mujeres y los
hombres como género femenino y género masculino. También se usa para
referirse al modo de hacer algo, de ejecutar una acción; igualmente se aplica
en el comercio, para referirse a cualquier mercancía y, en especial, de
cualquier clase de tela (Moliner). En cambio, la significación anglosajona de
gender está únicamente referida a la diferencia de sexos. En inglés, género es
de al sexo de los seres vivos ya que los objetos no
tienen gender, son neutros. En otras lenguas como el castellano, el género es
masculinos.
Todavía hay mucho por investigar respecto a la diferencia entre los sexos, al
género y a la diferencia sexual. Aunque para estudiar a seres humanos cuya
sexuación produce una simbolización específica en una cultura determinada,
resulta especialmente útil la comprensión de cuestiones básicas de la t eoría
psicoanalítica, para no confundir los abordajes teóricos. Cuando no se
distingue el ámbito de lo psíquico del ámbito de lo social surgen dificultades y
errores; de allí que afinar la distinción epistemológica entre diferencias de sexo,
género y diferencia sexual resulte una tarea necesaria.
Acción afirmativa
2.2 EL PATRIARCADO
Es por esto que en las sociedades patriarcales, con la finalidad de que los
hombres mantengan su poder y se preserven las situaciones de dependencia
de las mujeres respecto de los hombres, se atribuye, a unos y a otras, distintos
papeles sociales en función de su sexo. Y se pretende naturalizar hechos y
y culturales.
2.3 ANDROCENTRISMO
Y como resultado de este proceso, aún sin darnos cuenta en la mayoría de los
casos, según seamos hombres o mujeres ponemos en práctica una serie de
comportamientos aceptados como femeninos y/o masculinos, que van a ser
considerados como apropiados o no, favoreciendo nuestra inserción como
miembros de la sociedad a la que pertenecemos o provocando reacciones
adversas. Con demasiada frecuencia romper un estereotipo significa recibir una
penalización social, por muy sutil que ésta sea.
cultural.
Por el contrario, a los hombres se les han asignado roles relacionados con el
ámbito público: el empleo remunerado y la participación en los órganos de
toma de decisiones que afectan al conjunto de la sociedad.
Por último, cabe señalar que los estereotipos y roles de género dañan el
desarrollo personal tanto de las mujeres como de los hombres. Y así lo
constatan también los nuevos estudios sobre masculinidades y algunas
asociaciones de hombres que trabajan por la igualdad, que manifiestan su
incomodidad con tener que cumplir ciertas expectativas sociales que dañan su
individualidad.
Aun así, no hay que olvidar que, dentro del sistema social patriarcal, son las
mujeres las que tienen menos oportunidades y sufren una desigualdad
estructural.
En resumen, cada cual ha nacido con su sexo, pero se aprende a ser niña,
niño, mujer y hombre a través de la socialización diferenciada. Esta serie de
construcciones sociales y culturales que se atribuyen a las personas por el
hecho de ser biológicamente diferentes (mujeres u hombres), definen las
identidades de género que son la base donde se asienta la desigualdad de
género.
Estos son los rasgos que determinan los estereotipos masculinos y femeninos:
HOMBRES MUJERES
Estabilidad emocional Falta de control
Dinamismo Pasividad
Agresividad Ternura
Tendencia al dominio Sumisión
Afirmación del yo Dependencia
las mujeres.
En las sociedades modernas, uno de los cambios sociales con mayor inf luencia
en la organización doméstica ha sido la entrada masiva de las mujeres al
mercado laboral.
Las estrategias adoptadas por las mujeres para poder afrontar dicha jornada,
van desde la contratación de otras mujeres, en la actualidad en su mayoría
inmigrantes, para la realización de los trabajos del hogar (trasvase de la
desigualdad de género), la ayuda de las abuelas en la atención a los niet os y/o
nietas (el síndrome de la abuela esclava), la búsqueda de empleos a tiempo
parcial, la solución de reducción de la jornada laboral o el rechazo de puestos
de trabajo incompatibles con sus responsabilidades familiares.
Cuando los resultados muestran que existe una clara diferencia entre la
presencia de mujeres y hombres en un espacio determinado cabe sospechar la
existencia de una discriminación directa o indirecta.
Contar cuántas horas dedican las mujeres y los hombres a las tareas de
la casa y el cuidado de la familia.
Contar la diferencia salarial que perciben mujeres y hombres.
Contar cuántas mujeres y hombres están en puestos de dirección.
Contar cuántas mujeres hay en el consejo de redacción de una revista.
Contar cuántas mujeres y hombres están en los niveles más bajos de la
administración.
Si nuestras sumas nos desvelan que hay una diferencia importante entre los
sexos, a pesar de que aparentemente no encontremos obstáculos, tendremos
que preguntarnos qué está ocurriendo y cuáles son las causas que están
actuando para que mujeres y hombres no disfruten de los mismos derechos y
oportunidades.
La discriminación directa
Es la situación en la que se encuentra una persona que haya sido o pudiera ser
tratada en atención a su sexo de manera menos favorable que otra en la
misma situación.
La discriminación indirecta
Es mucho más compleja de probar. Ocurre cuando una persona sufre una
situación de desventaja por la aplicación de una práctica, criterio o tratamiento
que aparentemente es neutro. Es una discriminación camuflada que no se
puede comprobar directamente.
La discriminación múltiple
Para responder a estas preguntas lo mejor es que las cifras hablen. Los
estudios estadísticos rompen falsas apariencias y nos ayudan a visibilizar la
situación de las mujeres y a comprender la realidad de forma objetiva.
Por ejemplo:
INTERESES ESTRATÉGICOS DE
NECESIDADES PRÁCTICAS
GÉNERO
Relacionadas con grupos sociales Son comunes a todas las mujeres y todos
particulares. los hombres.
2.9 COEDUCACIÓN
preconcebidas sobre las características que deben tener las niñas y los niños,
los chicos y las chicas, las mujeres y los hombres. Cada niño o cada niña
tienen derecho a ser diferentes, por lo que es necesario educar valorando las
diferencias individuales y las cualidades personales. Coeducar tiene como
objetivo hacer personas dialogantes e implica respeto y tolerancia, por lo que
es una garantía para la prevención de la violencia.
La coeducación se ha ido abriendo paso durante los últimos años dentro del
sistema educativo español a partir de diversas experiencias que han ido
cuestionando los planteamientos tradicionales de un modelo educativo que
confundía la igualdad de acceso a la educación con la educación para la
igualdad de oportunidades.