Fases Comentario Lengua y Literatura
Fases Comentario Lengua y Literatura
Fases Comentario Lengua y Literatura
LITERATURA.
En cualquiera de las pruebas seguiremos el siguiente procedimiento para responder adecuadamente a lo que nos
piden:
1. Lectura: para elaborar un comentario de un texto o redactar cualquier tipo de análisis en los exámenes, es
necesario leer el texto dado tantas veces como sea necesario para su total comprensión. Es preciso diferenciar
tres tipos de lectura. Con las dos primeras se averiguará el contenido del texto y con la tercera se analizará su
forma. Son estas:
2. Comprensión del enunciado: En cualquiera de las pruebas es fundamental que entendamos que nos piden en
el enunciado (hacer uso del glosario si ayuda a entender la pregunta) y que planeemos que vamos a hablar en
nuestra redacción. Una vez se haya decidido cómo vamos a responder a la pregunta, podemos empezar a
escribir.
Una vez realizada la fase de lectura, deberemos empezar a redactar, ¿Estoy respondiendo
tratando siempre de demostrar nuestros conocimientos y nuestra
cultura literaria (especialmente en la prueba 2), pero sin olvidarnos de
a lo que me piden?
responder a lo que nos piden. Esto significa evitar al máximo “irnos
por las ramas”. Por eso desde el principio debemos plantearnos cuál es la
mejor manera de expresar lo que queremos para responder al
enunciado y hacer precisamente lo que nos han pedido. Así, a lo largo de la redacción del examen podemos
recurrir a preguntarnos “¿Estoy respondiendo a lo que me piden?” o “¿Lo que estoy diciendo cumple el objetivo
que me he propuesto?”.
Empleemos un lenguaje formal y preciso, pues escribirás un texto académico dirigido a un lector culto,
lo que conlleva el uso de algunos tecnicismos (modalidad enunciativa, léxico denotativo, oración
subordinada…)
En la redacción es necesario seguir un orden. Este será el que nos hayamos preparado para este tipo de
preguntas, o, uno distinto que planifiquemos en el momento para la pregunta concreta que han hecho en
nuestro examen.
No debemos olvidar que las partes de nuestra respuesta deben estar conectadas entre sí mediante el uso de
marcadores o conectores textuales para indicar la relación lógica entre ellas (de ahí que, por consiguiente,
en consecuencia, no obstante…) y el orden de exposición (en primer lugar, por otro lado, finalmente…)
Recordemos citar ejemplos que justifiquen tus respuestas (por ejemplo, que sirvan para mostrar las
características que te llevan a clasificar el texto en una determinada tipología)
Cuidemos la limpieza y la corrección gramatical y ortográfica en la redacción de nuestra respuesta.
4. Revisión
Es imprescindible volver a leer nuestro texto detenidamente al terminar para detectar y corregir posibles errores
(incoherencias, faltas de ortografía, expresiones gramaticalmente incorrectas…).
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ANÁLISIS
A continuación, se ofrecen herramientas que pueden ser de utilidad para el análisis de los textos (no están
pensados explícitamente para ninguna pregunta concreta de este examen, sino para comentarios de texto
genéricos), pero te lo dejo por si te sirve para completar lo que ya tenías y adaptarlo a ti de forma que te sientas
cómoda. Es muy importante que te acostumbres a seguir un orden coherente a la hora de analizar para que no se
te olvide nada en el examen.
Las marcas textuales son aquellos rasgos o señales que permiten clasificar el texto en una tipología concreta.
Para identificar estar marcas, debes fijarte en cuatro aspectos: el enfoque del emisor, las funciones lingüísticas,
la modalidad textual y los rasgos lingüísticos.
Enfoque.
Se trata del punto de vista que adopta el emisor respecto al tema que trata en el texto y depende de su intención
comunicativa. Debe adecuarse al contenido que quiere transmitir, al receptor al que se dirige y a la situación en
sí.
El enfoque puede ser objetivo, si informa o explica un contenido, o subjetivo, si el emisor intenta convencer al
lector mediante opiniones y valoraciones personales. Par identificar el enfoque, tienes que fijarte en lo
siguiente:
Funciones lingüísticas.
Según cuál sea la intención comunicativa, el texto pondrá el énfasis en uno de estos elementos de la
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comunicación y, por tanto, predominará una función lingüística distinta.
Representativa; la intención es transmitir información sobre el referente, que puede ser una
realidad concreta o abstracta. El enfoque es objetivo y predomina la 3ª persona gramatical.
Expresiva; la intención es manifestar sentimientos y emociones del emisor. El enfoque es subjetivo y
son frecuentes los verbos en 1ª persona.
Apelativa; la intención es llamar la atención del receptor o influir en su conducta. El enfoque es
subjetivo y prevalece la 2ª persona.
Poética; la intención es crear belleza y llamar la atención sobre la forma del propio mensaje, a menudo
rompiendo sus reglas. El enfoque es subjetivo. Pueden aparecer distintas personas gramaticales.
Metalingüística; la intención es hablar del propio lenguaje como código. El enfoque suele ser objetivo
y predomina la 3ª persona.
Fática; la intención es verificar que el receptor recibe el mensaje, así como iniciar, interrumpir finalizar
la comunicación. Predomina el enfoque objetivo y se suele emplear la 2ª persona.
Modalidades textuales
Dependiendo de lo que el emisor quiera expresar, es decir, de su intención comunicativa, elegirá una u otra
forma de expresión. Estas formas de construir el discurso se denominan modalidades textuales. Las más
frecuentes son; narración, descripción, diálogo, exposición y argumentación.
Para identificar las modalidades textuales de un texto debes fijarte en estas características:
Narración: se relatan hechos reales o imaginarios que les suceden a unos personajes en un tiempo y en
un espacio. Predominan las funciones referencial, expresiva y poética, la modalidad oracional
enunciativa y los verbos en presente o pretérito perfecto.
Descripción: se presentan los rasgos objetivos, de la naturaleza, de vegetales, de animales y de
personas. Predomina la adjetivación y el léxico valorativo y las formas verbales en presente y pretérito
imperfecto.
Diálogo: se reproduce una conversación entre dos o más interlocutores. Predomina la función
fática a través de frases hechas, interjecciones y muletillas.
Exposición: se explican ideas para informar al receptor. Predominan las funciones representativa y
metalingüística, las oraciones enunciativas con un léxico preciso y denotativo y las formas verbales del
presente y del pretérito perfecto.
Argumentación: se defiende razonadamente una idea denominada tesis, que en ocasiones coincide con
el tema. Predominan las funciones referencial, apelativa y metalingüística y las oraciones enunciativas.
Rasgos lingüísticos
Durante la lectura analítica se debe analizar también los rasgos lingüísticos que emplea el emisor, es decir, el
tipo de palabras, las categorías gramaticales, las clases de oraciones y los mecanismos que utiliza para conectar
las distintas partes del texto.
Los rasgos se pueden agrupar en: léxicos y semánticos, morfológicos, sintácticos y textuales. Además se
pueden incluir los rasgos estilísticos, que son aquellos recursos expresivos denominados figuras literarias.
Rasgos léxicos y semánticos. Se trata de comprobar qué tipo de palabras elige el emisor tanto por
su forma como por su significado. Ayudará a identificar estos rasgos el que te plantees algunas
preguntas acerca del texto que debes comentar:
o Tipo de léxico: tecnicismos, extranjerismos, siglas, eufemismos
o Registro: empleo de palabras cultas y coloquiales.
o Uso según la intención del emisor: términos con valor denotativo o evocadores con valor
connotativo.
Rasgos morfológicos. Se debe comprobar las categorías gramaticales que predominan (adjetivos,
sustantivos…) y el uso que se hace de las formas verbales.
o Categorías gramaticales: predominio de grupos gramaticales, si la adjetivación es
especificativa o explicativa, si abundan los verbos…
o Formas verbales: Si los verbos están en pasado o en presente. Si se prefiere la primera o la
tercera persona, si predomina el modo indicativo o subjuntivo, formas impersonales.
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Rasgos sintácticos. Para analizarlos se debe atender a las modalidades oracionales así como a las
clases de oraciones empleadas por el emisor:
o Modalidades oracionales: si se usan
oraciones interrogativas, exclamativas, enunciativas…
o Clases de oraciones: si son frecuentes oraciones copulativas, impersonales, simples o
compuestas. De qué tipo de compuestas…
Rasgos textuales. Se trata de los mecanismos de enlace utilizados por el emisor para relacionar
todas las partes del texto para que sea coherente y tenga un sentido unitario.
o Repeticiones: aparecen palabras repetidas, empleo de sinónimos y antónimos, repetición
de construcciones sintácticas (paralelismo).
o Deíxis: Se sustituyen palabras o parte del texto por otras formas como pronombre o
adverbios.
o Elipsis: hay elementos que se omiten.
o Marcadores o conectores textuales: abundan nexos que unen elementos en el texto,
indican causa, consecuencia, ordenan, enfatizan…
Rasgos estilísticos. Son rasgos que, además de aportar coherencia y cohesión al texto, se emplean con
un fin estético. Se trata de las figuras literarias. Estas se clasifiquen según jueguen con los sonidos
(figuras fónicas), con los significados de las palabras (figuras semánticas), con su forma (figuras
morfológicas) o con la estructura de los enunciados (figuras sintácticas).
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Jurídico-administrativo. (instancias, leyes, decretos…)
Emite leyes y escritos relacionados con la Administración.
La función lingüística característica es la representativa.
Predomina la modalidad textual expositiva.
Usa un lenguaje preciso y monosémico.
Ejemplo: un texto de carácter expositivo, de tono enunciativo y enfoque objetivo que trata sobre el ballet como
espectáculo artístico. Es, por tanto, un texto humanístico.
RESUMEN DE UN TEXTO
Hacer un resumen consiste en exponer de manera ordenada, objetiva y breve la información esencial de un
texto. Para elaborar un buen resumen, atiende a las siguientes recomendaciones:
Utiliza tu propio estilo. Debes reflejar el contenido del texto expresándolo con tus propias palabras,
sin repetir literalmente fragmentos del texto. Para esto, parte del esquema y no del propio texto. Utiliza,
en la medida de lo posible, el presente de indicativo.
Sé breve. La extensión de un buen resumen equivale como máximo a un tercio del texto del que partes.
Así, el resumen de un texto de treinta líneas no tendrá más de diez.
Sé objetivo. Evita las opiniones personales y ofrece sólo datos que aparezcan en el texto original, sin
añadir información complementaria.