Este largo documento describe varios reglamentos y estatutos clave en la historia constitucional de Argentina después de su independencia de España, incluyendo el Reglamento Orgánico de 1811, el primer intento de establecer un sistema de gobierno dividido en poderes ejecutivo, legislativo y judicial. También describe el Estatuto Provisional de 1811 y el Reglamento Provisorio de 1817, que sentaron las bases para los derechos y libertades individuales que luego se plasmarían en la constitución nacional de 1853.
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Este largo documento describe varios reglamentos y estatutos clave en la historia constitucional de Argentina después de su independencia de España, incluyendo el Reglamento Orgánico de 1811, el primer intento de establecer un sistema de gobierno dividido en poderes ejecutivo, legislativo y judicial. También describe el Estatuto Provisional de 1811 y el Reglamento Provisorio de 1817, que sentaron las bases para los derechos y libertades individuales que luego se plasmarían en la constitución nacional de 1853.
Este largo documento describe varios reglamentos y estatutos clave en la historia constitucional de Argentina después de su independencia de España, incluyendo el Reglamento Orgánico de 1811, el primer intento de establecer un sistema de gobierno dividido en poderes ejecutivo, legislativo y judicial. También describe el Estatuto Provisional de 1811 y el Reglamento Provisorio de 1817, que sentaron las bases para los derechos y libertades individuales que luego se plasmarían en la constitución nacional de 1853.
Este largo documento describe varios reglamentos y estatutos clave en la historia constitucional de Argentina después de su independencia de España, incluyendo el Reglamento Orgánico de 1811, el primer intento de establecer un sistema de gobierno dividido en poderes ejecutivo, legislativo y judicial. También describe el Estatuto Provisional de 1811 y el Reglamento Provisorio de 1817, que sentaron las bases para los derechos y libertades individuales que luego se plasmarían en la constitución nacional de 1853.
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REGLAMENTO ORGÁNICO DE LA JUNTA CONSERVADORA (22/11/1811).
PODER LEGISLATIVO:
ART. 1. Definió el nombre de la Nación: “Provincias Unidas”.
La Junta Conservadora se iba a regir por la leyes nacionales (basta de normas españolas), siempre que no se opongan al derecho supremo de la libertad civil de los pueblos americanos (principios de la “Magna Charta” del pueblo inglés).
ART. 4. La declaración de guerra, paz, tregua, tratados de
límites, de comercio, nuevos impuestos, creación de tribunales y el nombramiento de los individuos del Poder Ejecutivo, en caso de muerte o renuncia de los que los componen, eran atribución de la Junta. Este artículo fue el que más atacó el Triunvirato, sin embargo son las mismas atribuciones con las que hoy goza el Congreso, así como todos los gobiernos parlamentarios. Además, al finalizar este artículo en cuestión, se prescribía necesario un informe y consulta previa al Poder Ejecutivo.
PODER EJECUTIVO.
ART. 2. Tenía como función la defensa del Estado, la
organización de los ejércitos, la libertad civil, la recaudación e inversión de los fondos del Estado, el cumplimiento de las leyes y la seguridad real y personal de todos los ciudadanos.
ART. 6. Los parientes hasta tercer grado inclusivo no podrán
ser secretarios ni empleados del gobierno, sin previa consulta y aprobación de la Junta Conservadora. ART. 7. Independencia absoluta del Poder Judicial. Según las leyes del Virreinato, el Virrey era el presidente de la Real Audiencia y, por lo tanto, intervenía como juez en todas las causas.
ART. 8. El Poder Ejecutivo era competente en las causas de
contrabando y referente a las aduanas.
ART. 9. Antecedente del Habeas Corpus ya que el Poder
Ejecutivo no podía mantener arrestado a ningún individuo más de 48 horas, dentro de cuyo término debía ser remitido al juez competente.
PODER JUDICIAL.
ART. 1. El Poder Judicial era independiente y se suprimía las
comisiones especiales y tribunales ad-hoc (como el Reglamento Orgánico nunca entró en vigor, permitió al Triunvirato, después de la revolución fracasada de Álzaga en junio de 1812, constituir una comisión especial de justicia que juzgó en juicio sumarísimo sin las garantías para los juicios criminales).
Si bien el Reglamento Orgánico no entró en vigor, fue la
primera constitución escrita de las Provincias Unidas, en el que se encuentran los fundamentos de un pueblo libre, institucional y republicano, y con el sistema federalista (diputados de todas las provincias). ESTATUTO PROVISIONAL (22/11/1811).
ART. 1. Para evitar las arbitrariedades y las tiranías, los
vocales del gobierno se debían renovar alternativamente cada 6 meses. No así los secretarios. Para elegir al vocal se creaba una Asamblea compuesta por el Ayuntamiento, los representantes de los pueblos (uno por provincia y dos por la Banda Oriental) y un número considerado de ciudadanos de la Capital (primero fueron 100, luego se bajó a 33). Como se observa, esta Asamblea era una monstruosidad, en la que los diputados del interior siempre iban a estar en inferioridad versus el Cabildo y los 33 porteños –propósito centralista-. Además en las ausencias temporales de los vocales los suplirían los secretarios.
ART. 2. El Gobierno no podía resolver los grandes asuntos del
Estado sin el acuerdo expreso de la Asamblea. Pero esta forma de ver las cosas era una suerte de trampa. El 9/2/1812 se dictó un decreto en el que se estableció que la Asamblea era convocada sólo por el Poder Ejecutivo, una vez cada 6 meses (o sea no era permanente). En dicha ocasión sólo se trataban los negocios por la cual era convocada, sin poder permanecer en sesión por más de 8 días. O sea, desaparecían todas las esperanzas para que dicha Asamblea pudiera ser un verdadero Poder Legislativo. En sí, se buscaba formar un cuerpo dócil con el sólo objeto de hacer los nombramientos semestrales de los vocales, y compartir con él las responsabilidades en los casos difíciles.
ART. 4. Libertad de imprenta y seguridad individual. Se
incorporaron al Estatuto los decretos especiales.
LIBERTAD DE IMPRENTA. El decreto se había sido firmado por la
Junta Grande el 20/4/1811. En su preámbulo establecía el derecho a los ciudadanos para publicar sus pensamientos e ideas políticas, base de las libertades políticas porque por sus medio se convierte a cada ciudadano en el vigilante de los actos del poder público. A los 5 meses, el 26/10/1811 salió otro decreto por el cual se condenaba el abuso de la libertad de imprenta. El instituto quedaba reglado de forma en la cual el derecho del escritor debía ser amplio, sin censuras ni límites, mientras no hiera el derecho de otro habitante. El régimen dispuso una “Junta Protectora de la libertad de imprenta”, la cual funcionaba a través de una lista de 50 ciudadanos honrados, de los cuales 9 de ellos eran electos para formar dicha Junta. Los jurados debían reunirse y estudiar el escrito acusado. Su decisión era definitiva. Sólo se absolvía si una tercera parte de los miembros no la condenaban, y así ninguna autoridad podía perseguir al autor ante los tribunales ordinarios. En cambio, si el jurado se pronunciaba en contra del artículo, su autor era sometido a la justicia para juzgar la gravedad del acto. El autor previamente podía apelar y la Junta Protectora sorteaba a otros 9 individuos de los 40 restantes de la lista, y se reveía el asunto en los mismo términos.
SEGURIDAD INDIVIDUAL. En el preámbulo se estableció que todo
ciudadano tenía un derecho sagrado a la protección de su vida, honor, libertad y de sus propiedades. Al reglamentar estos principios se realizó de forma tan precisa que los constituyentes de 1853 casi los tomaron literalmente en el art. 18. Sólo en el remoto y extraordinario caso de comprometerse la tranquilidad pública o la seguridad de la patria, el Gobierno podía suspender las garantías individuales (ahora “en caso de conmoción interior o ataque exterior, que ponga en peligro el ejercicio de la constitución” –estado de sitio-).
ART. 5. Se creó un Tribunal de Alzada, compuesto por el
Gobernador y dos ciudadanos de probidad y luces, desnaturalizando de tal modo el Poder Judicial, ya que así se creaban tribunales especiales con los inconvenientes que tenía la designación de esos conjueces. REGLAMENTO PROVISORIO DE 1817.
Se tomó como base el Estatuto de 1815 y fue previamente
sometido a estudio del Director Pueyrredón. Se sancionó el 7/11/1817. Era unitario, aumentando las facultados del Poder Ejecutivo. Dentro de sus preceptos hay varios que figuran literalmente en la Constitución Nacional de hoy en día.
ART. I. Las acciones privadas de los hombres, que de ningún
modo ofenden el orden público ni perjudican a terceros, están sólo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados (art. 19 CN).
ART. II. Ningún habitante del estado estará obligado a hacer
lo que no manda la ley clara y expresamente, ni privado de lo que ella del mismo no prohíbe (art. 19 CN).
ART. IV. Ningún habitante puede ser penado ni confinado sin
que proceda forma de proceso y sentencia legal (art. 18 CN).
Los extranjeros con más de 4 años de residencia y mayores de
25 años podían votar en las asambleas, pero no podían ser elegidos para puestos políticos y de gobierno.
Se aplicaba la ley del talión a los magistrados que priven a
un ciudadano de sus derechos cívicos, esto es, que a aquellos también se los privaba.
Los diputados para el Congreso era uno cada 15 mil habitantes
o fracción mayor de la mitad de esa cifra.
Se cambió el nombre del Poder Ejecutivo, ahora era Director
de Estado. Tenía que ser mayor de 35 años y con residencia dentro del país, el menos 5 años antes a su elección, para ser candidato. El Poder Ejecutivo tenía una especia de bill de indemnidad (derecho) ya que tenía libre disponibilidad del uso de las arcas del estado para sostener la guerra de la independencia.
Si bien el Reglamento del 17 era eminentemente unitario,
había una cláusula sostenedora del federalismo, en el sentido que el Poder Ejecutivo no podía enviar expediciones armadas – intervenciones- a las provincias, sin previo acuerdo del Congreso.
Otra de las buenas disposiciones era la referida al
nombramiento de los parientes del Director del Estado para los puesto públicos, los cuales tenían que ser aprobados por el Congreso.
En el Poder Judicial se conservaba la organización existente
en cuanto a la primera y segunda instancia, creándose una Cámara de Apelaciones en segunda suplicación o tercera instancia. Los miembros del Poder Judicial conservaban sus puestos mientras durase su buena conducta (inmovilidad, como hoy en día). En cuanto a la legislación aplicable, se consagró como propia la antigua ley española que se venía aplicando, hasta tanto los Congresos dictaran los códigos nacionales. El nombramiento de todos los funcionarios judiciales se hacía por el Director de Estado, a propuesta de los mismos tribunales que presentaban de 3 a 4 candidatos.
Los gobernadores de provincia revestían un carácter mixto de
federalismo y unidad. Se les otorgaba a los cabildos la facultad de formar listas de candidatos, que no podían ser más de 8 ni menos de 4, siendo el Director de Estado quien elegía a los gobernadores intendentes y demás delegados. Esta disposición, en la Constitución de 1819, da lugar a la anarquía del año XX. CONSTITUCIÓN DE 1819.
SECCIÓN PRIMERA. La religión del estado era católica,
apostólica y romana. Por ende, no podía ser un príncipe de Inglaterra o Alemania, si aceptaban venir como una monarquía parlamentaria.
PODER LEGISLATIVO. Sistema bicamarista. Cámara de
Representantes y el Senado, copiando a Inglaterra y EEUU. La Cámara de Diputados con las mismas atribuciones actuales en cuanto a la creación de impuestos. En cuanto a la Cámara del Senado, se presentó la originalidad de componerse por: 3 militares, 1 obispo, 3 eclesiásticos, 1 por cada universidad, el Director del Estado. Debían tener más de 30 años y 9 de residencia. El mandato por 12 años, renovables por terceras partes cada 4 años.
PODER EJECUTIVO. Elegido por ambas Cámaras en Asamblea. No se
lo podía acusar por la Cámara de Representantes (garantía para convencer a algún monarca para que venga).
ALTA CORTE DE JUSTICIA. Por 7 jueces y 2 fiscales. Con las
mismas facultades que la CSJN pero sin las facultades de control de legalidad al Poder Ejecutivo (garantía monárquica). Los hombres de gobierno consideraban que sin las facultades extraordinarias el Poder Ejecutivo no podía continuar con la guerra de la independencia.
ÚLTIMA SECCIÓN. “Declaración de Derechos”. Todos sus
artículos están consignados en la CN. Pero hay uno que no figura, el 128: “siendo el indio igual en dignidad y derecho a los demás ciudadanos, gozarán de las mismas preeminencias y serán regidos por las mismas leyes”. De acuerdo a las prescripciones del Estatuto Provisorio de 1817, el Director elegía a los gobernadores de la terna que presentasen los Ayuntamientos. A esta constitución no la firmaron la Banda Oriental, Entre Ríos, Corrientes ni Santa