SEPSUR Nº 43 JUVENTUDES y SINODALIDAD

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Secretariado de Pastoral

de Cono Sur
Índice de abreviaturas
CV: Papa Francisco. Exhortación Apostólica
postsinodal Christus Vivit (2019
EG: Papa Francisco. Exhortación Apostólica
Evangelii Gaudium (2013)
MJS: Movimiento Juvenil Salesiano
SEPSUR: Secretariado Pastoral del Sur

Responsable de la edición: Equipo Sepsur (2017 -


2020)
Imprenta: La Piedad - Bahía Blanca, Bueno Aires.
Año: 2021
Diseño de tapa e interior: Juan Carlos Ojeda (Arg)
DE LOS Y LAS JÓVENES

“Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya es-


tá todo contenido en la palabra 'Sínodo'”
(Francisco)

Las palabras del Papa Francisco son claras: lo que Dios nos pide es cami-
nar juntos. El proceso que en estas páginas está plasmado habla mucho
de esta propuesta sinodal, que nos acompañó desde nuestro primer en-
cuentro (que realizamos en el año 2017 en Ramos Mejía, Buenos Aires),
hasta esta instancia de redacción y publicación final de nuestras propues-
tas.

Juventudes y sinodalidad se presentan aquí como un binomio indivisible y


como el motor interno que posibilitó nuestro camino. Y esto no se dio úni-
camente porque ambas dimensiones se presentaron como el eje central
de nuestras preguntas y consecuentes propuestas, sino (y sobre todo),
porque fueron la condición de posibilidad, el centro de nuestro recorrido.
Todo cuanto se discutió, debatió, preguntó y escribió fue hecho con y des-
de nosotros/as, los/as jóvenes de las diversas inspectorías que compo-
nen el Secretariado de Pastoral Juvenil del Sur.

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Por eso, presentamos con mucha alegría y esperanza estos aportes de
nuestra propuesta. Es, sin duda, el punto de llegada de numerosos sueños
compartidos durante estos tres años; y es, al mismo tiempo, un nuevo
punto de partida: de nuevas miradas, nuevas preguntas y nuevos para-
digmas, que desafían -y nos desafían- profundamente a la Pastoral Juvenil
de nuestras inspectorías.

Debemos referir que esta tarea la hemos hecho con verdaderos compa-
ñeros/as de camino, los Salesianos de Don Bosco y las Hijas de María Auxi-
liadora. Queremos aprovechar este espacio para agradecer por la vida
compartida y por la comunidad que hemos formado, comunidad que ca-
minó desde la convicción de sabernos inmersos en una misión común. So-
bre todo, queremos agradecer a Iván Ariel Fresia sdb, quien aconsejó,
guió y acompañó desde una profunda cercanía en cada paso del proceso.

Anhelamos una Pastoral Juvenil que nos encuentre caminando juntos/as


con los/as jóvenes, que acoja sus necesidades y brinde respuestas a sus
búsquedas más profundas; que encarne a Jesús en su sencillez, humildad
y testimonio comprometido. Esperamos que estas páginas iluminen el ca-
mino que nos queda por recorrer y que nos haga recordar siempre que
sin los y las jóvenes, no hay misión salesiana posible.

Que Jesús, Buen Pastor y amigo de los jóvenes, nos bendiga, y María Auxi-
liadora, nuestra Madre y Maestra, nos acompañe.

Jóvenes del SEPSUR

2
INTRODUCCIÓN

“Somos una especie, en viaje, no tenemos pertenencias, sino equipaje”.


“Somos de todos lados y de ningún lado del todo”
(Jorge Drexler)

El viento (ruah) nos empuja en el viaje. Estamos en movimiento, somos


movimiento, impulsados hacia horizontes nuevos. Nunca estamos quie-
tos. Somos trashumantes, buscadores de sentidos, errantes en la histo-
ria, soñadores de utopías. El viento nos impulsa a andar juntos, atesoran-
do las búsquedas y acariciando la existencia. Abrazados a la vida, creamos
una humanidad inédita en la que los y las jóvenes son sus protagonistas.

En este último trienio 2017-2020, y en continuidad con los procesos ante-


riores del SEPSUR, nos sentimos interpelados por el Sínodo sobre los Jóve-
nes, Fe y Discernimiento vocacional, a acercarnos a los sujetos de la pasto-
ral: “las juventudes”.
A partir de esta decisión, definimos los siguientes objetivos que tiñeron el
proceso de discernimiento y realización de todo el proceso:
- Asumir la mirada de los y las jóvenes (lugar teológico) en el releva-
miento de los problemas sociales, culturales, políticos y eclesia-
les; y de sus necesidades y expectativas respecto de la Pastoral.
- Descubrir claves interpretativas (lugar hermenéutico) desde

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dónde abordar las juventudes, culturalmente situadas en el
contexto de los países de la región, con una mirada global del
fenómeno juvenil.
- Articular propuestas reales y posibles (praxis pastoral) con ellos y
desde ellos a diversos niveles de decisión (Región Cono sur,
inspectorial-ámbitos y equipos, inspectorial-local) y escalas de
impacto (local, inspectorial, nacional, regional) en función de una
Pastoral Juvenil transformada y transformadora de la realidad de
los jóvenes y las jóvenes, de los agentes pastorales y de las institu-
ciones eclesiales.
- Ofrecer criterios teológico-pastorales, que permitan volver a
Jesús como motor de nuestras vidas y testimonio entre los y las
jóvenes, especialmente entre los más necesitados.

Durante todo el proceso nos animó la certeza de que el trabajo debía ser
con y desde ellos y ellas. Este camino reclamaba un verdadero signo de
conversión a la corresponsabilidad. Francisco nos dice claramente: “no
podemos decir sólo que los jóvenes son el futuro del mundo. Son el presente, lo
están enriqueciendo con su aporte” (CV 64). El cambio operó en el proceso.
Si bien al comienzo fueron convocados sólo aquellos y aquellas jóvenes
de la Inspectoría donde se realizaba el encuentro, muy pronto se decidió
que dos jóvenes de cada inspectoría integraran el equipo y participen en
todo el proceso de profundización del tema. Este desafío operó una
profunda conversión: los y las jóvenes se iban a ubicar en el centro del
proceso, siendo copartícipes y responsables del mismo.

Esta opción de verdadera sinodalidad, caminar con y estar juntos en la


asamblea, configuró profundamente el camino a recorrer. Desde el
comienzo, vimos que el proceso era tan importante como los resultados
que queríamos alcanzar. Es por esto, que le dimos fuerza a la consolida-
ción del equipo de trabajo y fuimos cuidando cada encuentro desde la
escucha y la participación, tanto de las juventudes como de las figuras
adultas. “Esa es la reacción de una Iglesia que se mantiene joven y que se deja
cuestionar e impulsar por la sensibilidad de los jóvenes” (CV 64).

Invitamos a vivir y enriquecer esta experiencia compartida entre jóvenes,


Salesianos e Hijas María Auxiliadora, con la certeza de que el Espíritu
(ruah) nos acompaña en el viaje.
4
PROBLEMAS DE LA
capítulo
01
ACCIÓN PASTORAL

PROBLEMA SISTEMATIZADO 1

Lo que nos pasa es que no somos corresponsables en los procesos de


resignificación de la misión salesiana y en el acompañamiento de jó-
venes.

Esto lo vemos

à En que no logramos destituir la relación asimétrica entre adultos


y jóvenes.
à En que la figura del acompañante siempre está asociada al con-
sagrado o consagrada.
à En que no propiciamos espacios donde los jóvenes se puedan for-
mar y hacer experiencia de acompañamiento.
à En que no estamos abiertos al diálogo, a la comunión y a la reali-
dad juvenil.
à En que los procesos quedan trabados ya que predomina una
construcción verticalista e individualista.
à En que los y las jóvenes sienten distancia y tabú respecto de la vi-
da religiosa y en que Dios parece ajeno al mundo juvenil.

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à En que existe mutua sobrecarga y activismo.
à En que faltan espacios de discernimiento y construcción colecti-
va.
à En que falta comunicación e implicación en los procesos de toma
de decisiones comunitarias.
à En que falta reciprocidad en los vínculos.

De persistir estas situaciones se nos dificulta

à Caminar desde la realidad, el protagonismo y la participación ju-


venil.
à Hacer experiencias de acompañamiento, donde nos involucra-
mos todos, sintiendo que crecemos en compañía, sin verticali-
dad en los nuevos espacios, en búsqueda de mayor coherencia a
los valores del evangelio.

PROBLEMA SISTEMATIZADO 2
Lo que nos pasa es que, por falta de comprensión de las y los jóvenes
y por no dejarnos interpelar por sus necesidades, nos cuesta gene-
rar propuestas pastorales significativas.

Esto lo vemos

à En que generamos propuestas personalistas e individualistas


que no responden a sus necesidades.
à En que las propuestas religiosas no son atrayentes.
à En que hay menos jóvenes que se involucran en las propuestas
educativo pastorales.
à En que continuamos acentuando la utilización de medios analó-
gicos.
à En que las figuras adultas no confían en la responsabilidad de las
juventudes.
à En el temor adulto a no controlar el uso de las tecnologías.
à En las dificultades de la adecuación a los patios digitales.

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à En la coexistencia de las diversas concepciones respecto del uso
de las redes.
à En individualismos y posturas intransigentes ante lo diverso.
à En que hay diversos lenguajes que alteran la relación entre la pas-
toral y las juventudes.
à En que algunos y algunas jóvenes no se sienten escuchados ni
protagonistas de la propuesta.
à En que no se hacen propuestas innovadoras y audaces.
à En que no se asume el riesgo de salir de las costumbres y seguri-
dades.
à En que reproducimos propuestas elaboradas para otra realidad.
à En que repetimos instancias calendarizadas, cumplimos con el iti-
nerario.

De persistir estas situaciones se nos dificulta

à Hacer experiencias de acompañamiento donde nos involucra-


mos, sintiendo que crecemos en compañía, sin verticalidad en
los nuevos espacios, en búsqueda de mayor coherencia a los va-
lores del evangelio.
à La resignificación de las propuestas pastorales, caminando junto
a las juventudes, sus lenguajes y su cultura.
à La búsqueda de caminos de corresponsabilidad y protagonismo
juvenil, abiertos a la realidad y al diálogo.
à La experiencia de acompañamiento recíproco, la aceptación y
aprovechamiento de los nuevos patios digitales.

PROBLEMA SISTEMATIZADO 3

Lo que nos pasa es que nos falta explicitar la opción por Jesús en los
valores evangélicos y la construcción del Reino en las propuestas
educativo pastorales.

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Esto lo vemos

à En que evaluamos las propuestas educativo pastorales en fun-


ción del número y no de la calidad de las experiencias.
à En que en los diseños de las propuestas pastorales no están sufi-
cientemente claros respecto de los valores evangélicos.
à En que nuestra participación se define en función de la actividad
y no de los objetivos y finalidades de la propuesta.
à En que se dan situaciones de resistencia a modelos tradicionales
de oración y meditación, así como a la participación en los sacra-
mentos.
à En que atendemos o hacemos hincapié mucho más en que las
formas sean atractivas.

De persistir estas situaciones se nos dificulta

à Hacer experiencias de acompañamiento donde nos involucra-


mos, sintiendo que crecemos en compañía, sin verticalidad en
los nuevos espacios, en búsqueda de mayor coherencia a los valo-
res del evangelio.
à Caminar desde la realidad, el protagonismo y la participación ju-
venil.
à Vivir con coherencia la vida cristiana.
à Crecer en el sentido de pertenencia eclesial.

PROBLEMA SISTEMATIZADO 4

Lo que nos pasa es que no favorecemos el protagonismo juvenil en


nuestra acción pastoral

Esto lo vemos

à En que muchas de las propuestas carecen de sentido para el mun-


do juvenil y/o se continúa haciendo lo que siempre se hizo.

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à En que los itinerarios formativos son muy lineales y parten de las
propias experiencias de las figuras adultas.
à En que las juventudes son meras ejecutoras y no son parte en la
generación de propuestas.
à En que los emergentes sociales juveniles (género, adicciones,
aborto, etc.) no tienen eco en las propuestas de la Pastoral Juve-
nil.

De persistir estas situaciones se nos dificulta

à La resignificación de las propuestas pastorales, que tengan como


punto de partida los lenguajes y las culturas juveniles.
à La búsqueda de caminos de corresponsabilidad y protagonismo
juvenil, abiertos a la realidad y al diálogo.
à La búsqueda de trayectos y/o itinerarios que ayuden a profundi-
zar la identidad y la felicidad de las y los jóvenes.

PROBLEMA SISTEMATIZADO 5

Lo que nos pasa es que no logramos asumir un estilo de animación


corresponsable y descentralizado (niveles inspectorial, zonal y lo-
cal).

Esto lo vemos en

à Las posturas verticalistas y autoritarias y la toma de decisiones


unilaterales en las casas.
à Los eventos aislados e improvisados, escasamente articulados
y planificados.
à La gestión poco participativa en los diversos niveles.
à La dificultad para llegar a criterios consensuados.
à Que en algunas casas se percibe resistencia a la propuesta de
la inspectoría para sumarse a una animación participativa.
à La ausencia de la voz de las y los jóvenes en los procesos de to-
ma de decisiones.

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à La falta de conocimiento y comunicación entre las casas.
à Que las propuestas de formación y encuentro sólo surgen des-
de la comisión inspectorial y se observa pasividad en las comu-
nidades al no autogestionar su propia formación.

De persistir estas situaciones se nos dificulta

à La misión compartida en la animación, gestión y acompañamien-


to de los procesos pastorales.
à La búsqueda de caminos de corresponsabilidad y protagonismo
juvenil, abiertos a la realidad y al diálogo.
à El crecimiento y profundización en la experiencia de comunión.
à La valoración de experiencias formativas en cada contexto consi-
derando la diversidad, la riqueza y la autonomía de cada zona.

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MARCOS TEÓRICOS
capítulo
02
SITUACIÓN LÍMITE, TENDENCIAS Y FUERZAS

TEMA 1: CRISIS DE LA INSTITUCIÓN ECLESIAL

Situación límite

Este último tiempo se ha visto cómo las crisis institucionales se han trans-
formado en el centro de las conversaciones, jornadas, seminarios. Esta
crisis se presenta por la paradoja existente entre lo que representa la ins-
titución con las personas que llevan adelante las mismas. Como conse-
cuencia se percibe un declive y descreimiento de la institución eclesial.
Además la Iglesia no puede entrar en diálogo con las simbólicas y culturas
juveniles.

Tendencias

Ó Campaña de desprestigio por parte de los medios.


Ó Ya no se comparte lo que dice la Iglesia en temas de moral.
Ó Falso respeto por la otra persona: por no herirla no nos pronun-
ciamos, no decimos lo que pensamos.
Ó La lógica de inclusión llevó a un relativismo o a propuestas livia-

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nas que produjo un debilitamiento de lo trascendente.
Ó Muchas búsquedas personales se transforman en propuestas
pastorales.
Ó Generalización del problema que impacta a todas las comunida-
des eclesiales.
Ó Cuestionamiento y distanciamiento de la fe.
Ó Sentido de pertenencia a la Iglesia Católica debilitado.

Fuerzas

Ó El trabajo de religiosos y religiosas en zonas de mayor vulnerabili-


dad social.
Ó La figura de Francisco con su discurso de la Iglesia desde la perife-
ria.
Ó Muchos grupos del MJS que celebran la Eucaristía en su sentido
profundo.
Ó Lo simbólico en las juventudes es muy fuerte y esto se aprovecha
en las catequesis sacramentales.
Ó Los y las jóvenes como protagonistas de una nueva manera de vi-
vir y testimoniar la Iglesia generando un cambio.
Ó Quiebre del estilo de animación y gobierno jerárquico de la Insti-
tución Iglesia y nueva conciencia y protagonismo de ser igle-
sia/pueblo.

TEMA 2: DIVERSIDAD DE GÉNERO Y VIOLENCIA CON LA QUE


A VECES SE INTERACTÚA ENTRE PERSPECTIVAS

Situación límite

Se constata la reiteración de las agresiones físicas y bullying a formas de


discriminación sutiles, como el uso de lenguaje sexista y homofóbico.

Según algunos estudios, se demuestra que las y los estudiantes cuentan


con lógicas de comprensión distintas a las lógicas de las generaciones pre-
cedentes. Los niños, niñas y jóvenes comprenden que la diversidad en las
identidades de género y orientaciones sexuales es parte de la realidad so-
cial y natural.
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Existen preguntas explícitas y subyacentes que tensan el ambiente social
particularmente en las juventudes: ¿por qué la diferencia sexual ha impli-
cado desigualdad social, de poder, de status para unas y no para otros?

Tendencias

Ó Las instituciones educativas reproducen una única visión sobre


el sexo y género y se transforman en espacios importantes de
vigilancia de que esa reproducción sea efectiva. De esa manera,
estos espacios pueden llegar a ser un espacio violento, que
produce violencia de género, múltiple y diversa; pero que a su
vez, origina formas de resistencia y disidencia a la norma de la
heterosexualidad compulsiva.
Ó Este proceso de “inclusión” de estos sujetos que anteriormente
la misma sociedad producía como excluidas, se intenta ahora visi-
bilizar con las diversas tensiones que produce al interior de las
instituciones sociales, particularmente educativas (escolar,
universitarias) donde se produce comúnmente el acoso sexual,
la violencia homofóbica.
Ó Se da una tendencia cultural dentro del proceso de regulación
social y de género que esperan como resultados sujetos escolari-
zados heterosexuales como los únicos sujetos legítimos en el
espacio escolar u otros espacios sociales.

Fuerzas

Ó La legislación de los distintos países, empujadas por influencias


políticas del movimiento LGBTTTIQA+ (Lesbiana, Gay, Bisexual,
Travestis, Trasnsexual, Transgénero, Intersexual, Queer,
Asexual) ha logrado el reconocimiento civil de estos grupos y la
exigencia de un respeto al interior del espacio escolar y social.
Ó La escucha a las voces de muchas y muchos jóvenes que claman
por respeto por la diversidad y la equidad de género en un espa-
cio que usualmente ha sido dominado por hombres y para
hombres.
Ó “La adopción crítica de la categoría de género por parte de la

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reflexión teológica permite visibilizar y desmantelar la ideología
androcéntrica y patriarcal que subyace en muchos discursos y
prácticas cristianas” (Azcuy, Virginia, Teología y estudios de géne-
ro. Un discernimiento al servicio de una vida más digna, 2016.)

TEMA 3: MOVIMIENTO FEMINISTA Y REIVINDICACIÓN DE


LOS DERECHOS

Situación límite

Se sabe que con el paso de los años, la mujer ha conquistado mayor “voz y
voto” en todo lo relacionado a su participación integral en la vida de cada
uno de los países de América Latina, llegando incluso a ocupar cargos
presidenciales en países como Chile, Brasil y Argentina.

Sin embargo, esta mayor participación activa de la mujer en la sociedad


se contrapone a la realidad vivida en cuanto a respeto por su dignidad
personal, lo que se ha evidenciado con las constantes demandas en
contra de lo denominado “acoso callejero” que, por momentos, sobrepa-
sa lo “galante”, e incluso el respeto mismo de su propia vida, cuando los
medios de comunicación dejan ver, por momentos con lujo de detalles y
rayando el morbo, situaciones de violencia física y sexual y hasta cómo se
ha asesinado a alguna de ellas.

Grandes manifestaciones se realizan en distintos países contra dichos


maltratos, utilizando slogans como “#NIUNAMENOS” o campañas publi-
citarias vía televisión y redes sociales, creación de algunas coordinadoras
(como en Chile la Cofeu- Coordinadora feminista universitaria-), apoyan-
do el citado movimiento social.

Tendencias

Ó Polarización entre quienes apoyan el movimiento feminista y


quienes no lo aprueban.
Ó Poca claridad sobre el feminismo.

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Ó Percepción de la mujer como el “sexo débil”.
Ó Empoderamiento de la mujer, a veces mal entendido o mal
representado.
Ó Reproducir esquemas patriarcales en nuestras prácticas.
Ó Favorecer el machismo y la asimetría en los vínculos.
Ó Violencia de género.

Fuerzas

Ó El movimiento social femenino ha logrado visibilizar la situación


de la vulnerabilidad de la mujer, logrando que se crearan orga-
nismos que velen por su protección.
Ó La capacidad de las y los jóvenes de instalar en el congreso discu-
siones que les preocupan.
Ó Creación de ministerio de la Mujer.
Ó Aumento de la sororidad.
Ó Fundaciones que acompañan a la mujer y brindan protección.
Ó Denuncia de injusticias y de todo lo que va en contra de la perso-
na.
Ó Compromiso con cuestiones sociales.
Ó Empoderamiento de la mujer en sus diferentes roles (sociales y
eclesiales).
Ó Visualización de una cultura patriarcal, a veces oculta.

TEMA 4: DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO

Situación límite

En torno a la despenalización del aborto se han tomado distintos posicio-


namientos para argumentar a favor o en contra desde distintos puntos
de vista: político, la gestión pública, religioso, social, científico, etc.

La Iglesia institucional se ha posicionado en el debate en contra de la des-


penalización del aborto desde un punto de vista radical atacando argu-
mentos contrarios en vez de defender el propio, dejando en evidencia así
su incapacidad de diálogo y aceptación de la diversidad. Esta actitud es la

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que condenan muchas y muchos jóvenes generando repudio y apostasía
colectiva.

Entre las distintas generaciones que participan de nuestras propuestas


educativas formales y no formales este tema también ha generado con-
troversias y más allá del valor de la vida que se pone en juego, ha sacado a
la luz que en nuestras comunidades educativas que quizás no exista tan
fuerte formación en valores y convicciones irrenunciables como creía-
mos.

Asimismo, se constata que la manipulación de los medios es más fuerte


que dichas convicciones y que la falta de una educación sexual integral en
las escuelas permite la adhesión a corrientes que defienden el derecho al
propio cuerpo y a disponer del cuerpo del otro.

Tendencias

Ó Aprovechamiento del debate del aborto para cuestionar a la igle-


sia institucional, reprochando su rigidez o su falta de actualiza-
ción a los tiempos.
Ó Posicionamiento radical de la Iglesia institucional.
Ó Fundamentalismo entre la extrema derecha y la anarquía.
Ó Fragmentación que viven las juventudes con respecto a lo religio-
so reduciéndolo a las tradiciones de participación eclesial; dejan-
do, por otro lado, las opciones personales que no adhieren a valo-
res y tradiciones cristianas.
Ó Otros temas que permanecían latentes: separación Iglesia- Esta-
do; ley de adopción y apostasía.
Ó Posicionamientos extremos que generan violencia y enfrenta-
mientos que afectan las relaciones en la vida institucional.

Fuerzas

Ó Autonomía y desarrollo de pensamiento crítico por parte de las y


los jóvenes.
Ó Respeto y diálogo con lo diferente.

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Ó Manifestación a nivel social de adhesión a favor de las dos vidas
impulsadas por las Iglesias cristianas.
Ó Oportunidad para tomar conciencia de la propia libertad.

TEMA 5: PARTICIPACIÓN, DESENCANTO, NUEVAS FORMAS


DE HACER POLÍTICA

Situación límite

El tiempo histórico que vivimos favorece la globalización de las moviliza-


ciones sociales que muchas veces se realizan en solidaridad entre los
pueblos, generando una mayor conciencia en la ciudadanía para el
reclamo de sus derechos. Esa comunicación de la realidad a través de los
medios y las redes sociales, espacios de fácil acceso para las juventudes,
permite gestar una mayor conciencia en ellas, las convoca a la participa-
ción y a sumarse al compromiso por la realización de causas justas. A
partir de este deseo, en algunos de nuestros países crece la filiación en
partidos políticos como una búsqueda de fortalecer su compromiso
junto a quienes tienen las mismas ideas. En estos espacios buscan
referentes que los y las representan y animan en su participación.

Sin embargo, muchas veces en la cuestión participativa hay manipula-


ción de los partidos y, en algunos casos, los medios de comunicación
social y las redes sociales “colaboran” en forma deshonesta con
campañas sin contenidos que movilizan las multitudes con “verdades”
que no son tales y producen tanto una polarización de las partes como un
desentendimiento y apatía de la cuestión política, o también porque
nunca se sintieron involucrados. Al mismo tiempo, hay jóvenes de
contextos empobrecidos que quedan por fuera de espacios de compro-
miso y participación desconociendo esta realidad.

Si no tomamos conciencia y estamos a la escucha, haciendo juntamente


propuestas educativas, perderemos la oportunidad de acompañar a los y
las jóvenes en este momento histórico que da rienda suelta a la
deshumanización creciente, tanto en la oposición extrema y violenta
como en la indiferencia sobre la cuestión social.

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Tendencias

Ó Influencia de los gremios en los trabajadores.


Ó Paralelismo entre la “conciencia” y la participación.
Ó Acción manipuladora sobre los ideales de las y los jóvenes.
Ó Mesianismo político (“o estás conmigo o estás contra mí”).
Ó Falta de diálogo (“estás en favor o en contra”).
Ó Falta de consensos sociales.
Ó Declive de las instituciones y desorientación general.

Fuerzas

Ó Surgen grupos y organizaciones ciudadanas, marchas, expresio-


nes populares, festivales en defensa del ambiente, derechos y
territorios.
Ó Crece la conciencia sobre el cuidado y compromiso con el medio
ambiente.
Ó Compromiso juvenil solidario ante hechos puntuales que
suceden en la realidad.
Ó Educación liberadora que ofrece herramientas para la participa-
ción.

TEMA 6: DESIGUALDAD EN LAS CONDICIONES SOCIALES Y


SUS CONSECUENCIAS

Descripción

La macroeconomía se encuentra disociada de la microeconomía, motivo


por el cual los recursos obtenidos no son suficientes para las necesidades
de nuestros países; lo que genera una desigual distribución de las
riquezas y se traduce en cifras alarmantes del aumento de la pobreza y
extrema pobreza con una clara polarización entre clases.

También la sociedad de consumo genera un “capitalismo salvaje” y una


difusión mayor de la cultura del descarte entre seres humanos. Esto, a su

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vez, genera la tendencia en alza de la xenofobia y etnocentrismo de
acuerdo a la movilidad humana tan difundida.

Además se avizoran dificultades socio/políticas que condicionan los


sistemas – procesos educativos que no facilitan a que las juventudes sean
protagonistas de sus aprendizajes, originándose situaciones límites de
violencia (familiar y social) e incluso criminalizando el pensamiento crítico
y la libertad de expresión. Se verifica también un alto porcentaje de
deserción escolar; incluso los planes sociales son reducidos a meras
acciones político – eleccionarias, que desvirtúan la búsqueda del bien
común.

Cabe destacar que, al margen de esta situación, existen espacios de


búsqueda del bienestar y la promoción de la dignidad humana con
acciones puntuales como la lucha por los derechos humanos (educación,
salud y trabajo), la formación de comunidades solidarias, etc.

Asimismo, hay gran cantidad de jóvenes que buscan vivir un estilo de vida
diferenciado del consumismo queriendo hacer un aporte a la sociedad
luchando por la igualdad de oportunidades, cuidado del medio ambien-
te, etc. En algunos países de la región existen políticas públicas que
favorecen el acceso a la educación en todos sus niveles, la formación
ciudadana y la formación para el trabajo.

Tendencias

Ó Prejuicio y estigma social frente a jóvenes que se educaron con


subsidios del Estado.
Ó No se prioriza la capacitación para el mundo laboral.
Ó Mayor interés en la promoción que por el aprendizaje significati-
vo.
Ó Aparición de nuevos modelos de familia que no cuentan con
redes de contención.
Ó Las familias delegan a las escuelas su rol de primeros educadores
y de contención a las diversas dificultades.
Ó Paso de la figura del educador/a al trabajador/a de la educación.

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Ó Jóvenes con temor de ser independientes de las familias.
Fuerzas

Ó Educación para el mundo del trabajo en los Centros de


Formación Profesional.
Ó Hay valor y cuidado por el trabajo.
Ó Cuando comienzan a trabajar los y las jóvenes van teniendo
mayor estabilidad social y emocional.
Ó Empoderamiento desde los logros en el campo educativo y
profesional.
Ó Escuelas que proponen políticas educativas alternativas.
Ó En algunas propuestas se busca elevar la autoestima, generan
ambiente de contención.
Ó Espacios de reflexión para el acompañamiento juvenil.
Ó Aprendizaje en servicios sociales.

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SISTEMATIZACIÓN MARCO TEÓRICO

1. CORRESPONSABILIDAD, ACOMPAÑAMIENTO Y RESIGNIFICACIÓN


DE LA MISIÓN SALESIANA

En nuestras presencias, en cuanto a los procesos de resignificación de la


misión, necesitamos ofrecer a las juventudes lugares propios de partici-
pación. Para ello, apostamos a crear espacios de inclusión donde poda-
mos entrar en diálogo con las simbólicas y culturas juveniles.
Las y los jóvenes están demandando coherencia entre lo que propone-
mos y lo que vivimos, para que los procesos de acompañamiento puedan
ser corresponsables, saliendo de las teorizaciones y abriéndose a las
experiencias compartidas. En este camino de acompañamiento mutuo,
buscamos que puedan reconocer el propio trayecto vital, poniendo en
marcha interpelaciones que aborden la necesidad de pertenencia y la
construcción de la propia identidad.
La Pastoral Juvenil Salesiana, por el don de su carisma, busca abordar las
dificultades a través de las incidencias formativas significativas, y se
traducen en la gestión de los espacios juveniles, educativos y técnico-
profesionales insertos en el medio popular. Su objetivo es atravesar
todos los escenarios, reflejando el compromiso con la sociedad, corres-
ponsables de los procesos, en una “Iglesia en salida”.
Sabemos que esta forma de “estar” pone en crisis la normatividad y la
asimetría intergeneracional, porque a lo largo del tiempo nos hemos
mantenido en la zona de confort sin generar propuestas significativas
que llamen la atención de quienes están más alejados y alejadas de nues-
tras propuestas. Nos preguntamos, ¿cómo comprender la evangelización
de las juventudes en un contexto cultural diverso?

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Este desafío permite explicitar críticamente la conciencia implícita con la
que ha actuado la pastoral. Ha prevalecido la errónea convicción de que
la acción pastoral consiste en que solamente los agentes pastorales que
conocen a Jesús y su Evangelio, son capaces de anunciarlo a las juventu-
des que no lo conocen. Generalmente, la pastoral se ha abocado hacia
quienes tienen coincidencia en su mirada del mundo y de la fe. Sin
embargo, tradicionalmente pertenecientes a la Iglesia, hoy levantan
demandas que la institución está en búsqueda de responder. Algunas y
algunos jóvenes sin mayor referencia a las instituciones, y otros y otras
que se mueven en cercanía a la experiencia eclesial, empiezan a desarro-
llar nuevos caminos.
Esta situación nos lleva a darnos cuenta que no estamos llegando, según
el sueño de Don Bosco y María Mazzarello, al ancho mundo de los más
empobrecidos y las más empobrecidas.

2. LAS JUVENTUDES NOS INTERPELAN

La propuesta de la Pastoral Juvenil Salesiana es integral y procesual ya


que atiende e integra todas las dimensiones de lo humano, e intenta, a
través de sus propuestas educativas, dialogar con la mirada del mundo y
de la fe de la juventud de hoy.
Tradicionalmente participativos, los jóvenes y las jóvenes levantan en el
presente demandas que la Iglesia institucional está en búsqueda de
responder. Expresan no encontrar espacios dentro de sus propuestas y
buscan alternativas en otros lugares.
Esto podría manifestar la ausencia de una propuesta pastoral suficiente-
mente abierta a la escucha del Espíritu presente en el mundo de hoy. Sin
embargo, sabemos bien que la propuesta educativo pastoral salesiana se
hace carne, atravesada por el Misterio Pascual.
Algunos jóvenes y algunas jóvenes se ven afectados por experiencias
familiares que dejan vacíos afectivos, relacionales y valóricos. En algunos
casos, su “escuela” ha sido la calle o la experiencia de la supervivencia a

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cualquier costo. Otros, pueden haber tenido la vivencia de una familia
donde la experiencia del amor, la acogida y la protección en etapas de
infancia hayan sido vitales para su forma de ser y un soporte que les ha
permitido alejarse de la delincuencia y/o la anomia.
Se constata que el tipo de educación que ellos y ellas reciben determina el
desarrollo humano y la capacidad de trascender, como también su
conciencia en la proyección social.
A su vez, existen también jóvenes que no encuentran interés por la
propuesta educativo pastoral salesiana, debido a que muchas veces
responde a la realidad de unos pocos a quienes sí les llega e inspira; sin
embargo, son generalmente las y los más empobrecidos quienes no siem-
pre pueden acceder a esas u otras oportunidades (cfr. CV 231). Ellos y
ellas son llamados por el Papa Francisco “descartables de la sociedad”.

3. NUEVOS ESPACIOS DE ENCUENTRO

La juventud configura una red de significados autónomos y diferentes,


conformada por prácticas culturales diversas y con su propia dinámica,
las cuales debieran ser incorporadas a la Pastoral Juvenil (cfr. CV 68).
Justamente, para dialogar con los y las jóvenes necesitamos partir de la
lógica de lo afectivo, de las sensaciones y emociones, porque ese es el
código con el que se mueven, piensan y actúan.
Hay quienes se alejan dejando atrás lugares, vivencias o experiencias de
vida dolorosos o poco felices, abriéndose con esperanza y alegría al cono-
cimiento de nuevos lugares donde ser sí mismos en autenticidad. Nues-
tra presencia educativa implica creer en ellos y ellas, lograr una conexión
vital con sus anhelos y escuchar profundamente sus necesidades.
Esta constatación puede llevar a preguntarnos, ¿cuál es el lugar del acom-
pañante? Será una invitación a la autocrítica respecto de los lugares de
nuestra presencia, de la concepción de “lo equivocado” y del señalamien-
to de “la dirección correcta”, porque como dice el canto ...Aún en dirección
equivocada, lo mío es ir contigo compañero” (Eduardo Meana. Canción: Si
quieres te acompaño en el camino).

23
Es necesario revisar las implicancias que conlleva recibir la vida “como
viene”; para lo cual, es necesaria la reformulación de las preguntas sin
respuestas pre confeccionadas y estar abiertos a la novedad de la historia
que mueven las juventudes.

4. EXPRESIONES JUVENILES

Salir con jóvenes en una selfi o posar junto a ellas y ellos en un marco de
foto grupal es un ejemplo que nos habla de la valoración del uso de las
nuevas tecnologías y las redes sociales. Es así como paulatinamente
crece nuestra convicción de que, para el mundo juvenil hoy se constitu-
yen en modos de vinculación auténticos y no meramente en canales de
comunicación.
Afirmamos que alentamos una pastoral juvenil vocacional porque cree-
mos en la bondad de Dios que habita en cada joven, porque confiamos en
sus sueños y optamos por acompañarlas y acompañarlos mientras
crecen y dan pasos de autonomía, conocimiento y libertad, y mientras
maduran en la búsqueda del sentido de sus vidas.
En nuestras propuestas favorecemos la cultura del encuentro en el
compartir la vida y la fe. En estos gestos se percibe la dimensión trinitaria
y una espiritualidad en camino.
Vemos también los signos de la presencia de María y de la religiosidad
popular en las diversas expresiones de nuestros pueblos. Experimentan-
do así los pasos cercanos de la Madre que acompaña con la certeza de
que cualquiera sea el proyecto, puesto en sus manos, ella estará. Su
presencia materna, es más clara que la de su ser Maestra y Discípula.
Las realidades juveniles nos conmueven, queremos respetar la diversi-
dad y acompañar la pluralidad de experiencias transitadas por las adoles-
cencias y las juventudes, por lo que nos abrimos a sus estéticas y lengua-
jes, aunque no siempre sepamos interpretar y descifrarlos. Algunas expe-
riencias que viven, como por ejemplo en relación a la afectividad, la
noche, el consumo, las posturas en torno a las cuestiones relacionadas

24
con la vida y de género, nos interpelan; pero no siempre encontramos los
modos adecuados para acompañarlas y acompañarlos sin tomar distan-
cia. Creemos que el camino para acercarnos a las y los jóvenes es desde la
Encarnación.
Las y los jóvenes que participan de nuestras propuestas son más bien
adolescentes y hacia esa franja etaria van dirigida la mayoría de nuestras
actividades pastorales. La movilidad y el recambio constante de quienes
animan no siempre favorecen la continuidad de procesos, ya que gran
cantidad, al finalizar su educación secundaria, emigra a otras realidades.
Tendemos también a abarcar realidades juveniles de centros urbanos y
los formatos ofrecidos conservan ese estilo, por lo que deberíamos recu-
perar la opción preferencial por las vidas en contextos de mayor vulnera-
bilidad y pobreza, así como hicieron Don Bosco y Madre Mazzarello.

5. PROTAGONISMO JUVENIL EN LAS PROPUESTAS EDUCATIVO-


PASTORALES

Percibimos un creciente protagonismo de las juventudes en los procesos


sociales: están comprometidas en la reivindicación de derechos, en
ayudar a otras personas por medio de diversas propuestas solidarias,
sintiéndose parte responsable del desarrollo de esos procesos en una
sociedad compleja. Sin embargo, la pastoral no va en la misma línea y la
participación juvenil no es valorada en muchos espacios de nuestra Igle-
sia. Es necesario, cuestionarnos acerca de qué lugar les damos y quere-
mos darles a las juventudes, porque son parte fundamental de la misión
educativo-pastoral. Asumimos, así, las palabras de Francisco: los y las
jóvenes: “Por favor, no dejen que otros sean los protagonistas del
cambio. Ustedes son los que tienen el futuro. Por ustedes entra el futuro
en el mundo. A ustedes les pido que también sean protagonistas de este
cambio. Sigan superando la apatía y ofreciendo una respuesta cristiana a
las inquietudes sociales y políticas que se van planteando en diversas
partes del mundo. Les pido que sean constructores del futuro, que se

25
metan en el trabajo por un mundo mejor. Queridos jóvenes, por favor, no
balconeen la vida, métanse en ella. Jesús no se quedó en el balcón, se
metió; no balconeen la vida, (...) métanse en ella como hizo Jesús». Pero
sobre todo, de una manera o de otra, sean luchadores por el bien común,
sean servidores de los pobres, sean protagonistas de la revolución de la
caridad y del servicio, capaces de resistir las patologías del individualismo
consumista y superficial”. (CV 174)

Optamos por construir una Pastoral Juvenil valorando los distintos ámbi-
tos, creando espacios de diálogo, de participación y de intercambio, que
favorezcan el protagonismo y el acompañamiento juvenil. Como dijo el
Papa Francisco: Significa encontrar espacios en el que puedan con sus
manos, con su corazón y con su cabeza sentirse parte de una comunidad
más grande que los necesita y que también ustedes jóvenes necesitan
(Discurso del Papa Francisco en la Vigilia con los jóvenes de la JMJ Pana-
má, 26/01/2019).

La pastoral juvenil salesiana tiene su centro en la participación activa de


los jóvenes, es decir que no basta hacer acciones pastorales “para” ellos,
sino y sobre todo “con” ellos. Desde nuestro origen vemos esta opción
por el protagonismo juvenil en Don Bosco y Maín que hicieron de la expe-
riencia comunitaria vivida con los niños y jóvenes de Valdocco y Mornese,
la base de su espiritualidad expresada en el Sistema Preventivo. En esto
radica la creatividad de nuestro carisma.

Creemos en la bondad de Dios que habita en cada joven, confiamos en


sus sueños y los acompañamos mientras crecen y dan pasos de autono-
mía, de conocimiento de sí y en verdad y libertad, maduran en la búsque-
da del sentido de sus vidas. Por eso, buscamos crear espacios donde
resuene la voz de los jóvenes: “la escucha hace posible un intercambio de
dones en un contexto de empatía” (CV 34). A través de estos procesos, se
podrá favorecer el sentido de pertenencia donde cada joven pueda
crecer en una participación activa tanto en los procesos pastorales como
en la sociedad.

En este sentido el Papa Francisco afirma: “Quiero destacar que los


mismos jóvenes son agentes de la pastoral juvenil, acompañados y guia-

26
dos, pero libres para encontrar caminos siempre nuevos con creatividad
y audacia”(CV 203), “ya que los jóvenes son capaces de guiar a otros jóve-
nes y de vivir un verdadero apostolado entre sus pares” (CV 219).

6. OPCIÓN CRISTOCÉNTRICA DE LAS PROPUESTAS EDUCATIVO


PASTORALES.

Estamos llamados como Iglesia viva a generar propuestas educativo


pastorales atractivas para los y las jóvenes de hoy, que respondan a sus
necesidades, y estén centradas en Jesús y la propuesta del Reino. Estas
deben generarse a partir de la construcción de referencias “generaciona-
les” actuales, y así emprender nuevos caminos.
El Papa Francisco nos invita a los agentes pastorales a generar espacios
donde nos sintamos partícipes, superando modelos rígidos y excluyentes
que generan discriminación porque “La alegría del Evangelio es para todo
el pueblo, y no puede excluir a nadie” (EG 23) de la vida cristiana.
Es necesario que las juventudes se sumerjan en el micro-relato del Reino
asumiendo la dinámica samaritana de: miro, me conmuevo, me convier-
to y me comprometo. Y así favorecer un discernimiento cristiano en clave
de transformación de la micro-realidad que habitamos.
Al analizar críticamente nuestra acción pastoral percibimos que hay
aspectos ausentes o ciertas lagunas que la empobrecen. Ya que, al refle-
xionar sobre esta, reparamos en que los momentos de espiritualidad
están integrados a las propuestas de formación o de encuentro; pero
evidentemente, no ocupan un lugar de exclusividad o centralidad en
Jesús, ya que abundan más bien momentos con contenido doctrinal y
dinámicas. “En el Sínodo se exhortó a construir una pastoral juvenil capaz
de crear espacios inclusivos, donde haya lugar para todo tipo de jóvenes y
donde se manifieste realmente que somos una Iglesia de puertas abier-
tas” (CV 234). Sentimos que debemos ponernos a la escucha de “aquellos
que viven al margen de la sociedad o en el mundo rural y sufren los efec-
tos de formas de exclusión y descarte” (CV 69), como los colectivos que

27
reclaman derechos sociales, culturales y sexuales, las denuncias de
pueblos originarios por usurpación de tierras y despojo de sus culturas, la
situación de migrantes, entre otros grupos minoritarios.
Asociamos esta tendencia con una pastoral fuertemente inclinada a un
dinamismo de la acción más que de la contemplación, del servicio solida-
rio y en salida. Se vislumbra que formamos buenos animadores, capaci-
tados en recreación, comunicación, el servicio solidario, etc., pero nos
interpela percibir que quizá no siempre se garantiza el espacio para recu-
perar la reflexión, la oración, la celebración de los sacramentos y forma-
ción crítica. Podemos afirmar que nuestra formación tiende a una identi-
dad y compromiso socio-político identificada con los más pobres, pero
que no siempre reflexiona respecto de las causas estructurales de la
pobreza, injusticia y deshumanización crecientes, etc. y las posibles solu-
ciones a las mismas.

7. PROPUESTAS EDUCATIVO PASTORALES SIGNIFICATIVAS

“La pastoral juvenil ha sufrido el embate de los cambios sociales y cultura-


les” (CV 202) esto lo vemos reflejados en que las juventudes no son las
mismas de antes y nuestra praxis está dirigida a esos y a esas “jóvenes”
que ya no están.
Hoy existe una pluralidad de mundos juveniles en nuestras inspectorías
puesto que los y las jóvenes traen consigo improntas formativas, educati-
vas, culturales y religiosas que les hacen sentir, pensar y vivir el presente
de un modo diverso. Muchas veces estas diferentes maneras de transitar
la juventud, se nos transforman en una amenaza y no una oportunidad
para promover el verdadero protagonismo juvenil.
Nos interpelan los gritos de las juventudes en torno a sus preocupacio-
nes: la falta de trabajo, la precarización laboral, la deserción escolar, ines-
tabilidad económica, etc. y nos preguntamos si nuestras propuestas
responden a sus necesidades.
En el trabajo pastoral, necesitamos comprender e interpretar las postu-

28
ras, miradas, silencios, presencias-ausencias, e involucramientos de las
juventudes en lo que acontece en las propuestas educativo pastorales.
Nos cuestiona que no estén a la altura de lo que necesitan, viven y
sueñan. Las juventudes nos invitan a abrirnos a los nuevos temas y
dramas que viven, a tener una palabra al respecto y comprometernos
con sus realidades. Nuestra acción pastoral, en ocasiones, solo busca
sostener estructuras rígidas y preestablecidas impidiendo así la flexibili-
dad e inclusión de nuevas propuestas y espacios de participación juvenil.
Esto nos exige cambiar nuestra perspectiva de mirada para renovarnos
constantemente y gestar nuevas y significativas propuestas pastorales:
“En esta búsqueda se debe privilegiar el idioma de la proximidad, el
lenguaje del amor desinteresado, relacional y existencial que toca el cora-
zón, llega a la vida, despierta esperanza y deseos. Es necesario acercarse
a los jóvenes con la gramática del amor, no con el proselitismo. El lengua-
je que la gente joven entiende es el de aquellos que dan la vida, el de
quien está allí por ellos y para ellos, y el de quienes, a pesar de sus límites
y debilidades, tratan de vivir su fe con coherencia. Al mismo tiempo, toda-
vía tenemos que buscar con mayor sensibilidad cómo encarnar el kery-
gma en el lenguaje que hablan los jóvenes de hoy” (CV 211).
Sentimos que se nos van adelantando en los procesos y lo que nos vamos
preguntando y pronunciando aún no se ha instalado completamente en
nuestros planteos pastorales. Creemos que las propuestas deben abrir-
se para caminar hacia ese encuentro. En los espacios que buscamos el
encuentro con Dios, no siempre favorecemos que los y las jóvenes
puedan expresar su interioridad con libertad y espontaneidad. Entre
otras cosas, necesitamos introducir signos o símbolos sencillos que
despierten la espiritualidad.
Las juventudes nos imponen la necesidad de ver y asumir nuevos estilos y
estrategias: “La pastoral juvenil necesita adquirir otra flexibilidad, y
convocar a los jóvenes a eventos, a acontecimientos que cada tanto les
ofrezcan un lugar donde no sólo reciban una formación, sino que
también les permitan compartir la vida, celebrar, cantar, escuchar testi-
monios reales y experimentar el encuentro comunitario con el Dios vivo”.
(CV 204)

29
En síntesis, el desafío está en el tipo y calidad de las propuestas pastora-
les que valoran y confían en la capacidad de las y los jóvenes.

8. CORRESPONSABILIDAD Y DESCENTRALIZACIÓN EN EL ESTILO DE


ANIMACIÓN

Las dinámicas en nuestros estilos de animación, muchas veces están


sostenidas por el “siempre se ha hecho así”, donde los religiosos y las reli-
giosas tienen un lugar central en la toma de decisiones y en la que
muchas veces depende de ellos y ellas si hay colegialidad y continuidad
en los procesos pastorales. Esto se vislumbra sobre todo en contextos
donde la cultura clericalista está arraigada, se piensa que se tienen todas
las respuestas y no se necesita escuchar a nadie ni aprender nada (cfr.
Discurso del Papa Francisco a la primera Congregación General de la XV
asamblea general ordinaria del sínodo de los Obispos). Hace muchos
años nuestras Congregaciones vienen insistiendo en hacer opciones
proféticas, en sintonía con el Concilio Vaticano II, en una real misión comu-
nitaria y circular donde todos, religiosos, religiosas, laicos, laicas y jóvenes
seamos protagonistas.
Nos alegramos por la vida de los y las jóvenes y su crecimiento integral,
siendo protagonistas, motivadores y motivadoras entre sus pares. Desde
una animación compartida, pasan a ser parte activa de los procesos
transformadores de la realidad. Traen consigo improntas formativas,
educativas, culturales y religiosas que les hacen sentir, pensar y vivir el
presente de un modo diverso. Muchas veces estas diferentes maneras de
transitar la juventud, se nos transforman en una amenaza y no una opor-
tunidad para promover el verdadero protagonismo juvenil.
Constatamos que existe un compromiso en la misión compartida en
muchos laicos, laicas y jóvenes que despliegan su pasión educativa, se
comprometen en el ministerio de acompañamiento, servicio a los y las
jóvenes y exige a los consagrados y consagradas un mayor trabajo cola-
borativo ya que todos y todas somos garantes del carisma salesiano.

30
Apostamos por este estilo de animación salesiana entre religiosos y reli-
giosas, laicos y laicas y jóvenes que nos reafirma en una identidad caris-
mática donde la comunidad siempre está en diálogo, intercambio y movi-
miento.
La dimensión sinodal de la Iglesia se debe expresar mediante la realiza-
ción y el gobierno de procesos de participación y de discernimiento capa-
ces de manifestar el dinamismo de comunión que inspira todas las deci-
siones eclesiales. La vida sinodal se expresa en estructuras instituciona-
les. En este sentido el Papa advierte la necesidad de proceder a una salu-
dable descentralización. (La iglesia del tercer milenio, “sinodal”, escucha,
colegiada y con una “conversión del papado”. (Comisión Teológica Inter-
nacional, La sinodalidad en la vida y en la misiòn de la Iglesia, 2018)
En una nueva pastoral juvenil abierta y en salida, se nos convoca a realizar
un cambio y a flexibilizar las estructuras, ofreciendo un acompañamiento
de sus procesos personales a partir de su coherencia entre el decir y
hacer. “La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo
puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan
más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea
más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en cons-
tante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aque-
llos a quienes Jesús convoca a su amistad”. (EG 27) Confiar en las juventu-
des, en sus capacidades, en sus dones y riquezas personales, nos anima a
asumir corresponsablemente el compromiso y la pasión por la vida,
dándonos la oportunidad de crecer y equivocarnos en este camino
conjunto de acompañamiento recíproco.
En este sentido, nuestra Pastoral Juvenil necesita dar pasos en ser verda-
deramente sinodal, es decir, velando por la comunión y articulación
fraterna que permita llevar adelante los objetivos propuestos (cfr. 1 Cor
12). La misma, nos exige una fuerte eclesialidad de comunión y responsa-
bilidad entre todos los corresponsables de la misión pastoral, recono-
ciendo la riqueza y el aporte de cada uno de sus miembros, e integrando
todos los niveles de participación posibles en nuestras Inspectorías.

31
CUADRO DE PRINCIPIOS Y CRITERIOS DE LA
ACCIÓN PASTORAL

PRINCIPIOS CRITERIOS
1. En la Pastoral Juve- La acción pastoral ofrece a las juventudes
nil Salesiana es de lugares propios de participación dialogando
vital importancia el con sus simbólicas y culturas.
acompañamiento, la
La acción pastoral se abre a la experiencia
corresponsabilidad y
compartida y acompaña, dejando de lado las
la resignificación.
teorizaciones.
La acción pastoral escucha las necesidades de
las juventudes, pone en crisis lo establecido y
resignifica las prácticas educativo pastorales.
La acción pastoral es animada
corresponsablemente en el espíritu de familia.

2. La Pastoral Juvenil La acción pastoral busca integrar a las


Salesiana se deja juventudes en todas sus propuestas.
interpelar por las
La acción pastoral promueve instancias de
juventudes.
formación permanente que dialogan con las
nuevas formas de ser joven.
La acción pastoral está en permanente tensión
hacia las juventudes más empobrecidas y
vulneradas.

32
3. La Pastoral Juvenil La acción pastoral asume los nuevos espacios
Salesiana reconoce los juveniles como territorios donde Dios se
nuevos espacios manifiesta.
juveniles.
La acción pastoral se construye a partir del
encuentro con las experiencias juveniles.
La acción pastoral promueve espacios donde
se problematizan aquellas concepciones que
están legitimadas socioculturalmente.

4. La Pastoral Juvenil La acción pastoral cree, confía y acompaña las


Salesiana prioriza la diversas expresiones juveniles.
cultura vocacional y
La acción pastoral acompaña las trayectorias
valora las expresiones
vitales donde los y las jóvenes maduran el
juveniles.
sentido de sus vidas.
La acción pastoral favorece la cultura del
encuentro, el compartir la vida y la fe,
siguiendo a Jesús Buen Pastor.

5. La Pastoral Juvenil La acción pastoral sale al encuentro de los y las


Salesiana construye jóvenes para crear con ellos y ellas espacios
una Iglesia joven, en eclesiales acordes a sus necesidades.
salida y sinodal.
La acción pastoral discierne nuevos caminos
de encuentro y de trabajo compartido con las
Iglesias locales y los nuevos movimientos
juveniles.
La acción pastoral trabaja en la formación de
agentes pastorales en la perspectiva de la
sinodalidad.
La acción pastoral concretiza sus opciones a
través de la construcción comunitaria de los
proyectos educativo-pastorales.

33
6. La Pastoral Juvenil La acción pastoral genera propuestas
Salesiana opta por la educativo-pastorales atractivas que parten de
centralidad en las necesidades de los y las jóvenes.
Jesucristo y la
La acción pastoral centra su propuesta en el
propuesta del Reino.
encuentro personal y comunitario con Jesús.
La acción pastoral suscita espacios de
participación e inclusión.
La acción pastoral asume la dinámica
samaritana que favorece el discernimiento
cristiano: mirar, conmoverse, convertirse y
comprometerse.

7. La Pastoral Juvenil La acción pastoral promueve una formación


Salesiana asume el identificada con los más empobrecidos y
principio de la vulnerados que tiende a un compromiso socio-
Encarnación. político.
La acción pastoral reflexiona sobre las causas
estructurales de la pobreza e injusticia, y de la
deshumanización creciente.
La acción pastoral brota de la compasión y
comprensión de la realidad juvenil.
La acción pastoral es interpelada por la
conmoción de las búsquedas y los sueños de
las juventudes.
La acción pastoral encarna el kerygma en el
lenguaje de los y las jóvenes de hoy.

34
8. La Pastoral Juvenil La acción pastoral se construye desde distintos
Salesiana considera a ámbitos, creando espacios de diálogo, de
los y las jóvenes como participación y de intercambio.
protagonistas de la
La acción pastoral valora y promueve la
historia, la sociedad y
participación de los y las jóvenes en distintos
de la iglesia.
espacios eclesiales.
La acción pastoral anima a que los y las
jóvenes luchen por el bien común, sirvan a los
y las pobres y sean protagonistas de la
revolución de la caridad y del servicio.
La acción pastoral prioriza la animación de los
y las jóvenes con ellos y ellas.

9. La Pastoral Juvenil La acción pastoral privilegia la proximidad y


Salesiana apuesta por habla el lenguaje del amor desinteresado,
la significatividad de relacional y existencial que toca el corazón.
su acción.
La acción pastoral llega a la vida de los y las
jóvenes, despierta esperanza y deseos de vivir
la fe con coherencia.
La acción pastoral comprende e interpreta las
posturas, miradas, silencios, presencias-
ausencias y las formas de implicarse de los y
las jóvenes.

10. La sinodalidad es La acción pastoral asume, participa y es


constitutiva de la corresponsable en el compromiso y la pasión
Pastoral Juvenil por la vida.
Salesiana
La acción pastoral asume un estilo de
animación descentralizado y en sinergia.
La acción pastoral fomenta una identidad
carismática donde la comunidad siempre está

35
en diálogo, intercambio y movimiento.
La acción pastoral confía en los y las
jóvenes, en sus capacidades, sus dones
y riquezas personales.
La acción pastoral brinda la oportunidad
de crecer y equivocarse en el camino de
acompañamiento recíproco.

36
LÍNEAS DE ACCIÓN
03
capítulo

PROBLEMA SISTEMATIZADO 1

Lo que nos pasa es que no somos corresponsables en los procesos de re-


significación de la misión salesiana y en el acompañamiento de jóvenes.

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Dificultad para su- Favorecer procesos Ofreciendo a las ju-
mir la corresponsa- de resignificación de ventudes lugares pro-
bilidad en la misión pios de participación.
la misión salesiana y
salesiana y el acom- el acompañamiento Dialogando con sus
simbólicas y culturas
pañamiento juvenil. juvenil. juveniles.
Abriendo la misión a
4.Finalidad 5.Utopía la experiencia com-
partida dejando de la-
Para que el acom- Favorecer procesos do teorizaciones e
pañamiento, la co- de resignificación de idealizaciones.
rresponsabilidad y la la misión salesiana y Escuchando las nece-
resignificación sea el acompañamiento sidades actuales de
de vital importancia juvenil. las juventudes
en la Pastoral Juvenil Poniendo en cues-
Salesiana. tión lo establecido.
Resignificando las
prácticas educativo
pastorales.
Animando corres-
ponsablemente por
religiosos/as, lai-
cos/as y jóvenes en el
espíritu de familia.

37
PROBLEMA SISTEMATIZADO 2

Lo que nos pasa es que, por falta de comprensión de las y los jóvenes y
por no dejarnos interpelar por sus necesidades, nos cuesta generar pro-
puestas pastorales significativas.

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Falta generar pro- Generar experien- Partiendo de lo coti-
puestas de espiri- cias de celebración diano como lugar de
tualidad atrayentes de la fe que incorpo- encuentro con el
para los jóvenes. ren miradas, lengua- Dios de la vida.
jes y códigos de las Celebrando el en-
nuevas culturas juve- cuentro festivo en
Cristo que convoca a
niles.
todos.
Creando espacios
4.Finalidad 5.Utopía
junto a las y los jóve-
Para acoger con em- Celebramos la litur- nes, especialmente
patía la sensibilidad gia de la vida comu- quienes más sufren
juvenil, sus anhelos nitariamente y espe- la pobreza,
de justicia y de vida cialmente en cada jo- Escuchando su voz y
digna. ven. su cultura.
Valorando desde lo
vincular y lo afectivo.
Compartiendo el
mundo juvenil, esen-
cial de nuestro espí-
ritu salesiano.

38
1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque
Ausencia de escu- Favorecer el diálogo Propiciando la escu-
cha y diálogo a las y constante y perma- cha atenta y activa a
los jóvenes para de- nente con las juven- las juventudes de
jarnos interpelar tudes. hoy, sus necesidades
por sus necesida- y escuchando sus an-
des. helos profundos.
Favoreciendo el de-
4.Finalidad 5.Utopía sarrollo de su prota-
Para empoderarlos y Deseamos una pas- gonismo, que permi-
empoderarlas, acom- toral juvenil capaz de ta enriquecer a la
pañar su protagonis- escuchar y dar res- iglesia y ser una pro-
mo y generar junta- puesta a las profun- puesta que ayude a
mente propuestas das necesidades de descubrir el sentido
audaces y creativas. las juventudes. de sus vidas.*

*Evidenciando en la con y para las juven- las actividades.


programación, las tudes. Convocando instan-
metas y los sueños, Planificando corres- cias de encuentro pa-
sus búsquedas y el ponsablemente la ra conocernos y escu-
proceso realizado realización misma de charnos.

39
PROBLEMA SISTEMATIZADO 3

Lo que nos pasa es que nos falta explicitar la opción por Jesús en los valo-
res evangélicos y la construcción del Reino en las propuestas educativo
pastorales.

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Dificultad para ex- Impulsar una opción Generando procesos
plicitar la opción por cristocéntrica en los atractivos que partan
Jesús en los valores procesos y propues- de las necesidades de
evangélicos y la tas educativo pasto- los y las jóvenes.
construcción del rales. Ofreciendo propues-
Reino. tas de encuentro per-
sonal y comunitario
4.Finalidad 5.Utopía con Jesús.
Suscitando espacios
Para que encuentren Ansiamos, como dis- de participación e in-
en Jesús el sentido cípulos y discípulas clusión.
de su vida. misioneras, transfor- Favoreciendo la diná-
mar la humanidad mica samaritana en el
partiendo desde la discernimiento cris-
realidad para cons- tiano: mirar, conmo-
truir el Reino. verse, convertirse y
comprometerse.

PROBLEMA SISTEMATIZADO 4

Lo que nos pasa es que no favorecemos el protagonismo juvenil en nues-


tra acción pastoral.

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Necesidad de reno- Recrear con las y Compartiendo expe-
var, con las juventu- los jóvenes la dimen- riencias celebrativas,
des, la dimensión sa- sión sacramental en catequísticas desde
cramental. nuestras comunida- la sensibilidad juvenil
des. y popular.

40
4.Finalidad 5.Utopía Acompañando sus
Para que nos sinta- Ansiamos que la vi- búsquedas vitales y
mos interpelados da sea un aconteci- sus anhelos.
por el Dios de la vida miento de encuentro
en el encuentro per- con Jesús y su Reino.
sonal y comunitario.

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Falta generar tra- Favorecer el prota- Propiciando el pro-
yectos y/o itinera- gonismo juvenil en la tagonismo juvenil
rios que ayuden a vi- acción pastoral. siendo partícipes en
sibilizar las juventu- la creación, imple-
mentación y evalua-
des y su búsqueda
ción de las acciones
de felicidad.
pastorales.
Favoreciendo el lide-
4.Finalidad 5.Utopía
razgo juvenil en las
Para que se sientan Vivimos junto a las y diversas experien-
valorados y valora- los jóvenes la expe- cias de nuestra ac-
das, responsables y riencia de Don Bosco ción pastoral.
corresponsables en y Madre Mazzarello Priorizando espa-
la misión educativo cios de formación pa-
de oratorianizar la di-
pastoral. ra quienes animan
mensión personal,
Para que puedan dis- las comunidades.
comunitaria y social,
cernir, madurar y de- Propiciando el pro-
siendo quienes evan-
sarrollar su vocación tagonismo juvenil
gelicen otras juven-
personal y en comu- real en la estructura
tudes. orgánica de la
nidad.
Pastoral Juvenil lo-
cal, diocesana y na-
cional.
Evidenciando a tra-
vés de la planifica-
ción pastoral las dis-
tintas responsabili-
dades e intervencio-
nes juveniles.

41
PROBLEMA SISTEMATIZADO 5

Lo que nos pasa es que no logramos asumir un estilo de animación co-


rresponsable y descentralizado (niveles inspectorial, zonal y local).

1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque


Falta sumar jóvenes Favorecer la partici- Privilegiando la par-
en los equipos ins- pación de los jóve- ticipación, el prota-
pectoriales y sumar nes en las estructu- gonismo y la anima-
a los adultos a los ras de animación lo- ción juvenil.
equipos de grupos y cal, zonal e inspecto- Promoviendo los es-
movimientos juveni- rial. pacios de encuentro,
les. diálogo y escucha de
la realidad, de las ne-
4.Finalidad 5.Utopía cesidades y urgen-
cias juveniles.
Para renovar las es- Soñamos con comu-
Haciendo posible el
tructuras de anima- nidades educativo
intercambio de do-
ción con el aporte ju- pastorales sinodales,
nes en un contexto
venil y sus búsque- donde jóvenes, adul-
de escucha y empa-
das que nos motivan tas y adultos discier- tía.
a actualizar las res- nen, maduren y ani- Confiando en las ju-
puestas pastorales men el proyecto pas- ventudes, en sus sue-
ya sabidas. toral. ños, en la búsqueda*

*del sentido de sus comunidades testi- gonizan la revolu-


vidas y en la autono- gos del resucitado. ción.
mía de sus decisio- Reconociendo que Facilitando la con-
nes. los y las jóvenes son creción de un pro-
Asumiendo un estilo agentes de la pasto- yecto pastoral signifi-
de animación corres- ral juvenil que luchan cativo que impulse la
ponsable, descentra- por el bien común, conversión y trans-
lizado y sinodal nos sirven a los y las em- formación de la reali-
enriquecemos como pobrecidas y y prota- dad juvenil.

42
1. Desafío 2.Corriente 3.Enfoque
Carencia de estilo Favorecer la forma- Potenciando instan-
de animación co- ción y el acompaña- cias de formación de
rresponsable (reli- miento en un estilo cada miembro de la
giosos/as, laicos/as de animación corres- comunidad.
y jóvenes). ponsable. Evidenciando proce-
sos de acompaña-
4.Finalidad 5.Utopía miento sistemático
en los momentos for-
Para lograr que cada Anhelamos vivir la mativos.
miembro de la comu- comunión sinodal en
Asumiendo un estilo
nidad aporte en con- nuestras inspecto-
de animación corres-
junto desde su pers- rías, donde caminar,
ponsable, descentra-
pectiva. animar y formarnos
lizado y sinodal co-
juntos y juntas sea
una fortaleza y un en- mo comunidades tes-
riquecimiento con el tigos del Resucitado.
aporte intergenera-
cional de cada uno y
cada una, dando lu-
gar a una nueva hu-
manidad y apostan-
do por una nueva so-
ciedad.

43
PARA SEGUIR EN CAMINO

A lo largo de estos años, nos sentimos “una especie en viaje”, dedicando


tiempo a la escucha y a la palabra. Nos pusimos en movimiento, fuimos
creando un nuevo intercambio de experiencias y saberes. Se fue confor-
mando una verdadera comunidad de aprendizaje que puso de manifies-
to el protagonismo de los y las jóvenes en todo el proceso y, al mismo tiem-
po, el llamado a revisar las políticas y modelos de nuestra animación pas-
toral.

Sentimos hoy que esta experiencia es un signo vivo del Espíritu, porque
compartimos juntos: jóvenes, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, la
belleza de nuestro ser salesiano en el tiempo presente, compartiendo la
vida, la oración y la misión. Confirmamos una opción carismática que no
tiene vuelta atrás y en la cual queremos seguir caminando con y desde los
y las jóvenes.

Proponemos dos caminos de trabajo. Por un lado para las inspectorías; y,


por otro lado, para los equipos nacionales e internacionales. Cada uno de
estos ámbitos, buscará las modalidades más convenientes para concreti-
zar las líneas de acción que nos aporta este recorrido.

Estamos convencidos de que los y las jóvenes corren más rápido que los
adultos. Hacemos nuestras las palabras del Papa Francisco: “Queridos jó-
venes, seré feliz viéndolos correr más rápido que los lentos y temerosos.
Corran «atraídos por ese Rostro tan amado, que adoramos en la Sagrada
Eucaristía y reconocemos en la carne del hermano sufriente. El Espíritu
Santo los empuje en esta carrera hacia adelante. La Iglesia necesita su en-
tusiasmo, sus intuiciones, su fe. ¡Nos hacen falta! Y cuando lleguen donde
nosotros todavía no hemos llegado, tengan paciencia para esperarnos»
(CV 299).

44
Al finalizar el proceso, recogemos los frutos de nuestro viaje en este apor-
te que compartimos, rico en experiencias, aprendizajes y en sinodalidad
entre jóvenes, Salesianos e Hijas de María Auxiliadora.

ANEXO

En función de este trabajo del trienio, que tiene un nivel de generalización


importante, sugerimos construir programas de acción en el nivel inspec-
torial de la animación pastoral, para que en el ámbito local puedan opera-
cionalizarlos a través de proyectos específico. No resta que las inspecto-
ría también puedan pensar proyectos. Ello dependería de las formas que
adquiera la animación pastoral en las inspectorías. Pero dado el nivel de
generalidad (para todas las casas o algunas de ellas) hacen más pertinen-
te que los proyectos aparezcan como más propios de las comunidades lo-
cales.

Las líneas de acción se transformarán en programas (nivel inspectorial) y


para cada programa se plantean proyectos que concretan la planificación
a nivel local.

Los Programas “operacionalizan” el Proceso global y se construyen a par-


tir de las líneas de acción que se asumen los desafíos de la acción pasto-
ral. A partir de esos desafíos se elaboran los proyectos. Puede ser que un
programa sea desarrollado mediante varios proyectos

Los Proyectos “ejecutan” los Programas. Los proyectos son construidos a


partir de los desafíos. Puede darse que varios proyectos estén en el mar-
co de un programa. (Esto no forma parte de la propuesta porque implica
un conocimiento de la metodología de planificación pastoral o el uso de
alguna metodología que responde a las elecciones de las inspectorías)
Los Programas operacionalizan el proceso Global mediante dos elemen-
tos esenciales:

45
1º La PROPOSICIÓN que concretiza las Líneas de Acción.
2º Los OBJETIVOS OPERACIONALES, se formulan a partir de los desa-
fíos de la acción pastoral en conexión con las líneas de acción. Se
redactan como hechos finales cumplidos (ejemplos: “Programa-
mos una pastoral que atiende a las necesidades de los jóvenes” y
“Somos una presencia carismáticamente significativa”). Son he-
chos finales cumplidos, concretos, temporales, medibles y eva-
luables.

Para elaborar los objetivos operacionales como hechos finales cumpli-


dos debemos tener en cuenta:

1. Hecho concreto: No ideas o buenos propósitos. Son Hechos Cum-


plidos con resultados concretos, al finalizar las acciones del Pro-
grama.

2. Temporal: Realizable en un tiempo determinado.

3. Operacionalizante: Pone en operación las Líneas de Acción del


Plan Global.

4. Medible: Garantiza que, mediante un instrumento de medida,


(encuesta, prueba) se determine su grado de realización.

5. Evaluable: Se revisa y constata gradualmente cómo se fueron lo-


grando los Hechos Cumplidos del Programa.

6. Pretendido: El que formula un objetivo tiene dentro de sí un ideal,


que motiva su acción. El ideal como realidad está fuera de la per-
sona que lo formula, pero hacia ese ideal se dirige. Se va convir-
tiendo, poco a poco en realidades concretas, temporales. Pero
nunca se abarca totalmente. El ideal es siempre pretendido, pero
nunca alcanzado.

Al plantear así los Objetivos Operacionales del Programa, estamos ya rea-


lizando un cambio de mentalidad.

46
Ejemplo: CAPÍTULO 1: Misión Salesiana y Acompañamiento de
jóvenes (se toma del problema sistematizado)

Programa 1, 2, 3 etc.

Resignificación de la misión y acompañamiento


Título
juvenil (se toma de la corriente de acción)

Este programa consiste en acompañar (se toma


Descripción del problema sistematizado: “de persistir estas
situaciones…”)

Agentes Equipo Inspectorial.

Directores/as generales/Equipos de
Destinatarios Animación/Directivos escolares/Animadores del
MJS, etc (nivel de gestión- animación).

Tiempo y lugar Ciclo/Año… Inspectoría/Zona/Territorio

Se toma del marco teórico referido al problema


Justificación de la acción pastoral (“esto lo vemos en…”
Reelaborado)

Objetivos Se toman del enfoque y se reformulan con verbo


opracionales en infinitivo. De los objetivos operacionales
(hechos finales surgen los proyectos para concretar en el nivel
cumplidos) local.

47

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