La Maternidad Subrogada.
La Maternidad Subrogada.
La Maternidad Subrogada.
LA MATERNIDAD SUBROGADA.
AUTORES:
FERNANDEZ GARCIA, Isidro.
LOPEZ BRIONES, Gilmer.
RAMIREZ MANTILLA, Juan Carlos
TELLO CORTEGANA, Alex Ivan.
SUMARIO:
I. Introducción. II. Etimología y concepto de maternidad. III. Etimología y concepto de
subrogación. IV. Etimología Y Concepto De Maternidad Subrogada. V. Problemática
Relativa a la Madre Portadora. V.I) de la solidaridad gestacional al contrato de
subrogación. V.II) posible instrumentalización de la madre uterina. V.III) el
respeto a la dignidad del nuevo ser. V.IV) el hijo como objeto de litigio. V.V)
alteraciones en el desarrollo de la identidad del hijo. V.VI) el derecho del hijo a
conocer sus orígenes biológicos. VI. Marco legal. VII. Conclusiones. VIII.
Bibliografía.
I.- INTROCUCCION.
En el presente trabajo hablaremos sobre las causas y consecuencias del llamado
“alquiler de vientres”, o conocido también como la “maternidad subrogada”
Este tema es de suma importancia para nosotros porque ha causado una
problemática social debido a los constantes fraudes ocasionados por la ausencia de
una ley que regule esta práctica, es necesario tomar una posición ante este fenómeno,
tomando en cuenta los hechos legales ya que mucha gente solo toma en cuenta su
“percepción” externa ante la situación sin tomar en cuenta la serie de leyes que
intervienen en el contrato del “alquiler del vientre” y tomar de esta manera una postura
crítica ya sea a favor o en contra de la legalización de este pero con información
sustentable del porqué de su decisión.1
Habrá que pensar en que si se legaliza la práctica de “alquiler de vientres” se debería
regular para que esta no se convierta en un nuevo negocio libertino en el que su único
fin sea obtener dinero de una forma “fácil”, y que por otro lado, es decir, si se prohíbe
puede caer en manos del mercado negro y convertirlo de esta manera en un negocio
lucrativo con los cuerpos de mujeres y que hasta podría convertirse en un tipo de
prostitución en el que se hicieren fraudes debido a la cantidad de dinero que se cobra
por practicar la maternidad subrogada.
1
DIAHNA, maternidad subrogada, argentina, marzo 2010.
1
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
2
LOPEZ FAUGIER, Irene, La Prueba Científica de la Filiación, Porrúa, México, 2005, Pág. 285.
3
KEANE, N,Y,D. Breo, The surroqate mother, Everest House, Publisheers, New York, 1981, Pag, 12
4
Real Academia Española, Diccionario de la Lenqua Española, 1992, pág. 1337. Citado en: Ídem
5
KEANE, N,Y,D. Breo, The surroqate mother, Everest House, Publisheers, New York, 1981, Pag, 12
2
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
6
ARAMBULA REYES, Alma. Maternidad subrogada – Servicio de Investigación y Análisis –Subdirección
de política exterior – Agosto 2008 Pág. 24
3
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
7
HURTADO OLIVER, Xavier. “El Derecho a la vida ¿Y a la muerte?”, 2da ed., Porrúa, México, 2000.
ISBN 970-07-1908-1, pag.68
8
MORÁN DE VICENZI, Claudia. “El Concepto de filiación en la fecundación artificial”, Universidad de
Piura y Ara Editores, Colección Jurídica, Perú, 2005. ISBN 9972-626-59-8, pag 161
9
http://www.bioedge.org/index.php / bioethics/bioethics_article/9577/ (Consulta: 15/11/2014)
4
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Por otro lado, en la actualidad, este tipo de maternidad ha dejado de ser una
opción excepcional, a la que recurrían parejas con imposibilidad de llevar a cabo una
gestación. Se trata de una posibilidad que se ofrece a cualquier persona que
desee un hijo y no pueda gestarlo, como es el caso, por ejemplo, de los
homosexuales. A pesar de tratarse de una técnica sumamente costosa, ha adquirido
un especial protagonismo por ser una opción adoptada por numerosos personajes
famosos. La publicidad generada por estos procesos ha dotado a la maternidad
subrogada de un aura de normalidad que tiende a privar al hecho en sí de su
relevancia antropológica.10
Desde ciertos sectores se sostiene que, a pesar de los problemas que se suscitan, es
preferible regular la maternidad por subrogación que prohibirla, ya que siempre va a
haber países que la permitan y, de esta forma, se evitaría la especulación y el turismo
procreativo. Tampoco faltan los que consideran que la subrogación no plantea ningún
problema ético. Un ejemplo de esta visión la encontramos en el siguiente texto de
Camacho:11 «la maternidad sustituta es una práctica basada en la decisión libre de
adultos que ejercen sus derechos y prerrogativas, sin perjudicarse ni perjudicar a
terceros, razón por la cual no puede señalarse ni objetarse a las personas que la
10
Como ejemplo, se puede recordar la expli- cación del proceso que aportaba Elizabeth Banks,
acudiendo a una metáfora culinaria: «Hicimos un ‘pastel de bebé’ y lo cocinamos en el horno de otra
mujer» (http://www.decine21.com/especial/ Elizabeth-Banks-tiene-un-hijo-con-una-madre-de- alquiler-
2664 (Consulta: 10/06/2011).
11
Martín Camacho J. Maternidad subrogada: una práctica moralmente aceptable. 2009.
5
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
Consideramos que esta postura representa, por un lado, una visión teórica, formal, e
«idílica» de la maternidad por subrogación, ya que no da cuenta de la compleja
problemática que se plantea en la realidad –como intentaremos mostrar más adelante-.
Por otro lado, presupone una concepción dualista de la persona, que la disgrega en
dos: por un lado, su razón y su autonomía y, por otra, su dimensión corporal12. Es más,
según este planteamiento, típico de la modernidad, la persona en realidad es pura
autonomía: el sujeto humano se reduce a un ser pensante y autónomo, mientras
que su cuerpo es «algo», una cosa de la que puede disponer a discreción y que no le
constituye esencialmente como persona. En consecuencia, el dualismo considera que
la dimensión corporal, al igual que el resto de la naturaleza, puede ser tratada como un
objeto disponible y susceptible de cualquier transacción. Ello, como se puede advertir,
desemboca en un liberalismo extremo, que no establece límites a la libertad
contractual. Todo puede ser objeto de un contrato, también el cuerpo humano y sus
funciones más esenciales.
12
Il problema della umanizzazione nell´era della globalozzazione tecnologica», en The humanization of
care in the age of the avanced technology, Universidad Campus Biomédico, Roma, 2000, 65).
13
Montero, E., «La summa divisio iuris entre las personas y las cosas a prueba de la maternidad de
alquiler» (inédito)
6
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en su seno. En más de un 10% de los casos necesitan terapia intensa para poder
superarlo.14
Por otro lado, la realidad demuestra que las mujeres más pobres o vulnerables son las
que se encuentran más expuestas a ese tipo de explotación. De manera especial, en
aquellos contextos culturales en los que existe una mayor subordinación de la mujer al
varón, y rigen estrictos sistemas patriarcales, las mujeres están especialmente
desprotegidas ante la posible instrumentalización de su cuerpo y consiguiente
utilización para fines ajenos. Como señala Palazzani, muchas feministas están en
contra de la subrogación de vientre como práctica lucrativa «ya que, además de
convertir a la mujer en un objeto, conduce a una clara discriminación entre mujeres
ricas y pobres, ejercitando una especie de coerción económica sobre la mujer más
necesitada»15. A su vez, la subrogación altruista también es criticada, al convertir el
papel femenino materno en una «trampa compasiva»
también desde una perspectiva feminista, Donchin.17 Señala que la subrogación suele
ser más una preferencia adaptativa que una decisión autónoma plenamente libre.
14
Wilkinson, S., «The explotation argument against commercial surrogacy», Bioethics 17 (2), (2003), 180
15
Palazzani, L., «Los valores femeninos en bioética», en Aparisi, A., Ballesteros, B., Por un
feminismo de la complementariedad, op. cit., 68.
16
Cambrón, A., «Fecundación in vitro y agresiones al cuerpo de la mujer: una aproximación desde la
perspectiva de los derechos». Cambrón, A., (Coordinadora), Reproducción asistida: promesas, normas y
realidad, Trotta, Madrid, 2001, 210.
17
Donchin, A., «Reproductive tourism and the quest for global gender justice», Bioethics, 24 (7), (2010),
323-32.
18
Damelio, J.; Sorensen, K., «Enhancing autonom y in paid surrogacy», Bioethics, 22 (5), (2008), 270.
19
El artículo 1271 del Código civil español establece que «Pueden ser objeto de contrato todas las
cosas que no están fuera del comercio de los hombres, aun las futuras».
7
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20
Wilkinson, S., «The explotation argument against commercial surrogacy», Bioethics, 17 (2), (2003),
169.
21
Hanna, J.K., «Revisiting child-based objec- tions to commercial surrogacy», Bioethics, 24 (7), (2010),
342.
8
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que trafican con sus hijos son objeto de sanciones legales Por otro lado, la maternidad
por subrogación tolera la posibilidad de una filiación fragmentada. De hecho, en la
hipótesis extrema, el niño podría tener hasta cinco progenitores: una madre biológica,
un padre biológico, una madre uterina o gestante, una madre legal y un padre legal22.
son: si la madre portadora cumple con las condiciones impuestas en el contrato por
la parte contratante, especialmente en lo referente a estilo de vida, salud (por ejemplo,
si se cuida lo suficiente, fuma, bebe, trasnocha,…); situaciones en que la madre
portadora se niega u obstaculiza la entrega del niño; casos en los que los padres
contratantes imponen el aborto a la madre portadora; situaciones en las que, por
diversas causas (divorcio, mal- formaciones en el hijo, cambio de opinión, no querer
hacerse cargo del niño…) los padres contratantes pretenden rescindir el contrato, etc.
En este sentido podemos mencionar el caso conocido como Baby M., que generó un
vivo debate en 1986 en Estados Unidos. La mujer gestante, tras dar a luz a su hija,
decidió no entregarla al matrimonio contratante. Los problemas suscitados, además de
los derivados del incumplimiento del contrato, estuvieron determinados por las
circunstancias del caso: la madre sustituta había sido inseminada con semen del
varón de la pareja contratante. Los tribunales, tras un largo proceso con varias
22
Landes, E.; Posner, R., «The economics of the baby shortage», The Journal of Legal Studies, 7 (2),
(1978), 323-48.
23
Otros ejemplos de contratos de subrogación, y sobre la problemática legal y ética que suscitan se
pueden consultar en: Brophy, K.M., «A surrogate mother contract to bear a child», Journal of Family Law,
20, (1981), 263-91.
9
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Otro caso significativo tuvo lugar en Vancouver en el año 201024. Una pareja contrató
a una madre de alquiler para gestar un embrión obtenido de sus gametos. Antes de
cumplirse el primer trimestre, los donantes fueron informados de que el feto padecía
el síndrome de Down, por lo que decidieron que se abortara. Sin embargo, la madre
subrogada se negó a que se le practicase el aborto. Esta situación generó un conflicto
relativo a la interpretación del contrato. Las alegaciones de una y otra parte (sobre el
necesario control de calidad del producto y resultado final, objeto contratado,
derechos adquiridos, etc.) pusieron en evidencia la triste realidad del proceso de
cosificación del hijo.
Por último, podemos mencionar la situación de Manji, niña nacida en la India tras un
contrato de subrogación. Una pareja japonesa, Ikufumi y Yuki Yamada, contrataron
una madre de alquiler, a través de una empresa india especializada en la gestión de
este tipo de transacciones. Con anterioridad a la fecha del nacimiento, los Yamada se
divorciaron y Yuki decidió retractarse con respecto a la aceptación de Manji. Dicha
negativa generó problemas de índole legal25, fundamentalmente el relativo a quien
debía ser considerado progenitor de la niña y si era jurídicamente admisible el repudio
de la misma por los padres contratantes.26
En definitiva, estos casos, entre muchos otros, ponen de relieve que la maternidad
por subrogación no es, como algunos entienden, una práctica acordada entre adultos
que no perjudica a terceros y que, necesariamente, produce beneficios para todos los
sujetos implicados. Por el contrario, tiene consecuencias negativas para las partes
más vulnerables y, especialmente, cosifica al hijo, subordinándolo a los deseos de los
adultos.
26
La situación puede asemejarse a un contrato de adquisición de un artículo por encargo que admite la
posibilidad de renuncia al mismo con posterioridad.
27
Los expertos del Comité Nacional de Ética de Francia señalaron, en 2010, que nadie puede prever las
consecuencias de un proyecto no habitual y complejo sobre la psique de un niño, que conocerá en su día
10
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psicológicos van a estar asociados a la información facilitada. Así, por ejemplo, Siegel
y col28. mantienen que es conveniente que los padres comuniquen pronto a sus hijos
que han nacido por subrogación, así como las características de este proceso
(donación de gametos, procedencia, etc.). Si se hace de esa forma, el conocimiento
de su origen biológico puede tener menos impacto en su psicología. En cualquier
caso, en estas situaciones existe una alteración relativa a la identidad más profunda
de la persona, por lo que los riesgos de patología y sufrimiento siempre están
presentes Una situación especialmente compleja puede plantearse en los supuestos de
maternidad subrogada entre familiares. En países, como EE.UU o Canadá, en los que
está legalmente admitida la práctica de la reproducción artificial intrafamiliar, se
pueden generar situaciones imposibles en el orden natural: por ejemplo, que una
madre de edad avanzada, ante la imposibilidad de que su hija pueda hacerlo, dé a
luz a su nieto, que una mujer sea, al mismo tiempo, madre y tía de su hijo, en el
caso de donación de ovocitos entre hermanas, etc.
(ESHRE) han elaborado una serie de recomendaciones30 para que los especialistas
puedan informar y aconsejar, tanto a los familiares donantes, como a los padres. De
esta forma, se intenta reducir el riesgo de posibles futuros problemas psicosociales. No
obstante, como ya se ha indicado, en estos casos la alteración de los roles y patrones
familiares es tan incisiva (por ejemplo, cuando una madre es, al mismo tiempo, abuela)
que, aunque se puedan reducir los riesgos de patologías, estos no se pueden evitar
completamente. Muchos países prohíben legalmente esta práctica al entender que
existe una clara primacía de los deseos de los adultos sobre los derechos e intereses
legítimos de los hijos. Tal es el caso, por ejemplo, de España.
que fue objeto de un contrato, o la de los otros hijos de la madre biológica o de sus padres jurídicos
28
Siegel , S., Dittrich , R., Vollmann , J., « las opiniones éticas y actitudes personales de los adultos
jóvenes.
29
http://www.reproduccionasistida.org/ reproduccion-asistida/donacion-de-ovulos-y
spermatozoides/embarazada/reproduccion-asistida- familiares/ (Consulta: 30/11/2014).
30
Se pueden consultar en la revista HumanReproduction, volumen enero, (2011).
11
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Otro aspecto a considerar en este apartado es el del derecho del hijo a conocer
quiénes son sus progenitores31. Con respecto a la adopción, es bien conocido que,
frente a otros momentos históricos, en la actualidad se tiende a reconocer legalmente
el derecho de los hijos a conocer sus orígenes biológicos. En España, la Constitución
establece, en su artículo 39 que «La ley posibilitará la investigación de la
paternidad». Sin embargo, la situación legal es distinta, en general, en relación a
la fecundación in vitro con donantes de gametos y, en particular, en el supuesto
de la maternidad por subrogación. Es evidente que, tras esta diferencia de trato
subyace una discriminación legal, sólo explicable por los motivos económicos que
pueden impulsar a donar gametos o a gestar un embrión. No se entiende bien esta
diferencia de criterio, si no es por razones económicas y puramente contractuales: los
donantes de gametos y las madres portadoras lo hacen, fundamentalmente, por lucro
y, desde esta perspectiva, su intención es desvincularse totalmente del destino de los
futuros hijos. Por su parte, los padres legales o de acogida no desean posibles
interferencias en sus futuras relaciones familiares. En el caso de la subrogación, las
cláusulas establecidas en el contrato de gestación asegurarán este extremo y, por ello,
cerrarán completamente las puertas a que el hijo pueda ejercer el derecho a conocer
a su madre uterina.
31
Smajdor, A. , « ¿Quién es tu papi ? » , British Medical Journal, 342, (2011 ) , d 3619.
32
Arteta Acosta Cindy, revista de ciencias Biomedicas, Universidad de Buenos Aires, Publicada, Pg. 87 ,
2011
12
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13
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Brasil si bien no tiene una legislación específica al respecto, posee una resolución
sobre gestación de sustitución. La misma considera que las clínicas, centros o
servicios de reproducción humana pueden realizar una gestación de sustitución,
cuando exista un problema médico que impida o contraindique la gestación por
parte de la dadora genética. En estos casos, la madre sustituta debe
pertenecer a la familia de la madre biológica, en una relación de parentesco hasta
segundo grado. Se prohíbe expresamente el carácter lucrativo de esta práctica.
14
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En el año 2010 la Corte Constitucional decidió a favor de una mujer que subrogó
su vientre, para que pudiera tener derecho a visitar a sus gemelos nacidos en el
2006. De igual forma, el proyecto de ley 029 de 2003 que actualmente se tramita en
el Congreso ha definido que a través de diferentes asociaciones científicas, se
considere ética la subrogación de vientres, cuando existe una justificación médica,
por ejemplo, mujeres jóvenes a las que se le practicó histerectomía, mujeres
sometidas a cirugías mutilantes por cáncer que conserven sus ovarios.34
33
Krimmel H. La posición en contra de la maternidad sustituta. Luna F y Salles. Decisiones de vida y
muerte, Sudamericana, Buenos Aire, 1995.
34
Page E. Maternidad subrogada y racionalidad. Editado por Brenda Almond y Donald Hill. London/ New
York: Routledge 1991; 1-11.
15
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CASACIÓN Nº 563-2011-LIMA.
Resumen
La decisión recoge el caso de un matrimonio (doña D.F.P.Q y don G.S) que encargó a
una mujer (I.Z.C.M) la gestación de un niño, que debía ser entregado a los esposos
tras su nacimiento. A cambio del niño, la pareja comitente pagó una alta suma de
dinero a la gestante ($18 900 dólares americanos).
La fecundación del bebé se realizó con el gameto del esposo (G.S), por lo que,
biológicamente, la niña alumbrada era hija del comitente y de la madre de alquiler.
Tras el nacimiento de la menor, la filiación materna se inscribió a favor de la gestante
y, la paterna, a favor de su conviviente (P.F.P.C), quien realizó un reconocimiento de
complacencia. Por lo tanto, el padre de sangre (G.S) no figuraba como padre formal o
legal. Para complicar más la situación, el esposo comitente no sólo era el padre
biológico de la niña, sino que, además, por el parentesco que le unía a la mujer que
alquiló su vientre, resultaba ser, al mismo tiempo, el tío abuelo de la menor por
afinidad.
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La Corte Suprema determinó que todas las causales carecían de sustento. Entendió
que síi procedía la adopción porque la paternidad que figuraba en la partida de
nacimiento era la de P.F.P.C. Por tanto, éste era el padre legal de la niña y, en
consecuencia, la comitente demandante, la tía de la menor. Asimismo, estableció que
existía un conflicto entre el interés superior de la niña a tener una familia y el derecho
de los padres recurrentes a ejercer la patria potestad. Ante este dilema, y basado en el
comportamiento de las gestante y su pareja, dispuestos en un principio a renunciar a
su hija a cambio de dinero, resolvió que había de primar el interés superior de la niña a
que continúe viviendo con los demandantes, quienes, sostuvo el Tribunal, le
proporcionaban un ambiente adecuado. Por lo que, concluyó, “arrancarla de su seno
familiar a su corta edad resultaría gravemente perjudicial”. Por estos motivos, declaró
infundado el recurso de casación.
A todas luces esta sentencia plantea temas de interesante actualidad que este artículo
pretende abordar: las técnicas de fecundación artificial, incidiendo principalmente en la
gestación por sustitución, y los problemas que dichos métodos generan, en especial,
en la determinación de la filiación del menor y en el interés superior de éste. 35
VII. CONCLUSIONES.
35
casación nº 563-2011-lima, (LOS ACUERDOS DE LA MATERNIDAD SUBROGADA EN EL PERU)
dictada el 6 de diciembre de 2011
17
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
Pero al mirar esta posibilidad con un carácter comercial y económico, deja de lado el
objetivo que tenía, para ajustarse a una realidad donde lo que prevalece es el sentido
monetario sobre el sentido humano, es en esta situación donde aparece el desacuerdo
con el desarrollo científico, y con la vulnerabilidad de la persona. Es por eso, que se
hace necesario que el Estado legisle y controle la maternidad subrogada para evitar
que se convierta en un negocio lucrativo, además se evitarían abusos y problemas que
pudieran surgir en el proceso. Porque ante los avances científicos, deben actuar los
valores y principios éticos y morales que defiendan ante todo la dignidad y el respeto
por el ser humano.
VIII. BIBLIOGRAFIA.
3. KEANE, N,Y,D. Breo, The surroqate mother, Everest House, Publisheers, New
York, 1981, Pag, 12
4. Real Academia Española, Diccionario de la Lenqua Española, 1992, pág.
1337. Citado en: Ídem
5. ARAMBULA REYES, Alma. Maternidad subrogada – Servicio de Investigación
y Análisis –Subdirección de política exterior – Agosto 2008 Pág. 24.
18
UNIVERSIDAD SAN PEDRO.
8. http://www.bioedge.org/index.php / bioethics/bioethics_article/9577/
(Consulta: 15/11/2014)
9. Como ejemplo, se puede recordar la expli- cación del proceso que aportaba
Elizabeth Banks, acudiendo a una metáfora culinaria: «Hicimos un ‘pastel
de bebé’ y lo cocinamos en el horno de otra mujer»
(http://www.decine21.com/especial/ Elizabeth-Banks-tiene-un-hijo-con-una-
madre-de- alquiler-2664 (Consulta: 10/06/2011).
10. Martín Camacho J. Maternidad subrogada: una práctica moralmente aceptable.
2009.
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