El Suelo
El Suelo
El Suelo
Suelo (desambiguación).
Índice
1Tipos de suelos
o 1.1Por estructura
o 1.2Por características físicas
o 1.3Clasificación de los suelos
2El suelo como sistema ecológico
3Fertilidad del suelo
4Suelo orgánico
5Formación del suelo
6Destrucción de los suelos
7La tala de bosques y la erosión
8Conservación
9Composición
o 9.1Sólidos
o 9.2Líquidos
o 9.3Gases
10Estructura del suelo
o 10.1Horizontes
11Textura del suelo
12Color
13Clasificación de los suelos
14Suelo vegetal
15Importancia del suelo
16Año Internacional de los Suelos
17Véase también
18Referencias
19Bibliografía
o 19.1En inglés
o 19.2En francés
o 19.3En italiano
o 19.4En portugués
20Enlaces externos
Tipos de suelos[editar]
Existen dos clasificaciones , una según su estructura y otra de acuerdo a sus formas
físicas.
Por estructura[editar]
Suelos arenosos: No retienen el agua, tienen muy poca materia orgánica y no son
aptos para la agricultura.
Suelos calizos: Tienen abundancia de sales calcáreas, son de color blanco o pardo y,
en lugares secos y áridos, no son buenos para la agricultura.
Suelos humíferos (tierra negra): Tienen abundante materia orgánica en
descomposición, de color oscuro, retienen bien el agua y son excelentes para el
cultivo.
Suelos arcillosos: Están formados por granos finos de color amarillento o rojizo y
retienen el agua formando charcos. Si se mezclan con el humus, que es la sustancia
compuesta por ciertos productos orgánicos, pueden ser buenos para cultivar.
Suelos pedregosos: Formados por rocas de todos los tamaños, no retienen el agua y
no son buenos para el cultivo.
Suelos mixtos: Tiene características intermedias entre los suelos arenosos y los suelos
arcillosos mezclados.
Por características físicas[editar]
Litosoles: Se consideran un tipo de suelo que aparece en escarpas y afloramientos
rocosos, su espesor es menor a 10 cm y sostienen una vegetación baja. Se conocen
también como leptosoles, palabra que viene del griego leptos, que significa "delgado".
Cambisoles: Son suelos jóvenes con proceso inicial de acumulación de arcilla. Se
divide en vértigos, gleycos, eutrícos y crómicos.
Luvisoles: Presentan un horizonte de acumulación de arcilla con saturación superior al
50%.
Acrisoles: Presentan un marcado horizonte de acumulación de arcilla y bajo saturación
de bases al 50%.
Gleysoles: Presentan agua en forma permanente o semipermanente con fluctuaciones
de nivel freático en los primeros 50 cm.
Fluvisoles: Son suelos jóvenes formados por depósitos fluviales, la mayoría son ricos
en calcio.
Rendzina: Presenta un horizonte de aproximadamente 50 cm de profundidad. Es un
suelo rico en materia orgánica sobre roca caliza.
Vertisoles: Son suelos arcillosos de color negro, presentan procesos de contracción y
expansión, se localizan en superficies de poca pendiente y cercanos escurrimientos
superficiales.
Clasificación de los suelos[editar]
Los suelos ránker son más o menos ácidos, como los suelos de tundra y los alpinos.
Los suelos rendzina se forman sobre una roca madre carbonatada, como la caliza,
suelen ser fruto de la erosión y son suelos básicos.
Los suelos de estepa se desarrollan en climas continentales y mediterráneo subárido.
El aporte de materia orgánica es muy alto. Según sea la aridez del clima pueden ser
de colores desde castaños hasta rojos.
En los suelos evolucionados encontramos todo tipo de humus, y cierta independencia de la
roca madre. Hay una gran variedad y entre ellos se incluyen los suelos de los bosques
templados, los de regiones con gran abundancia de precipitaciones, los de climas
templados y el suelo rojo mediterráneo. En general, si el clima es propicio y el lugar
accesible, la mayoría de estos suelos están hoy ocupados por explotaciones agrícolas.
Suelo orgánico[editar]
Liquen sobre una roca. Tienen gran importancia en la formación del suelo.
El estudio de la dinámica del suelo muestra que sigue un proceso evolutivo al que son
aplicables por completo los conceptos de la sucesión ecológica. La formación de un suelo
profundo y complejo requiere, en condiciones naturales, largos períodos de tiempo y el
mínimo de perturbaciones. Donde las circunstancias ambientales son más favorables, el
desarrollo de un suelo a partir de un sustrato geológico bruto requiere cientos de años, que
pueden ser millares en climas, topografías y litologías menos favorables.
Los procesos que forman el suelo arrancan con la meteorización física y química de la
roca bruta. Continúa con el primer establecimiento de una biota, en la que frecuentemente
ocupan un lugar prominente los líquenes, y el desarrollo de una primera vegetación. El
aporte de materia orgánica pone en marcha la constitución del edafon. Este está formado
por una comunidad de descomponedores, bacterias y hongos sobre todo y detritívoros,
como los colémbolos o los diplópodos, e incluye también a las raíces de las plantas, con
sus micorrizas. El sistema así formado recicla los nutrientes que circulan por la cadena
trófica. Los suelos evolucionados, profundos, húmedos y permeables suelen contar con
las lombrices de tierra, anélidos oligoguetos comedores de suelo, en su edafón, lo que a
su vez favorece una mejor mezcla de las fracciones orgánica, mineral y la fertilidad del
suelo.
Conservación[editar]
Composición[editar]
Los componentes del suelo se pueden dividir en sólidos, líquidos y gaseosos.
Sólidos[editar]
Este conjunto de componentes representa lo que podría denominarse el esqueleto mineral
del suelo. Entre estos componentes sólidos del suelo destacan:
La primera, está constituida por una partícula muy delgada, en la que la fuerza
dominante que une el agua a la partícula sólida es de carácter molecular, y tan sólida
que esta agua solamente puede eliminarse del suelo en hornos de alta temperatura.
Esta parte del agua no es aprovechable por el sistema radicular de las plantas.
La segunda es retenida entre las partículas por las fuerzas capilares, las cuales, en
función de la textura pueden ser mayores que la fuerza de la gravedad. Esta porción
del agua no percola, pero puede ser utilizada por las plantas.
Finalmente, el agua que excede al agua capilar, que en ocasiones puede llenar todos
los espacios intersticiales en las capas superiores del suelo, con el tiempo percola y
alimenta los acuíferos más profundos. Cuando todos los espacios intersticiales están
llenos de agua, el suelo se dice saturado.
Gases[editar]
La fracción de gases está constituida fundamentalmente por los gases atmosféricos y tiene
gran variabilidad en su composición, por el consumo de O2, y la producción de CO2. El
primero siempre menos abundante que en el aire libre y el segundo más, como
consecuencia del metabolismo respiratorio de los seres vivos del suelo, incluidas las raíces
y los hongos. Otros gases comunes en suelos con mal drenaje son el metano (CH4) y
el óxido nitroso (N2O).
Horizontes[editar]
Se llaman horizontes del suelo a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el
interior del mismo y que presentan diferentes caracteres de composición, textura,
adherencia, etc. El perfil del suelo es la organización vertical de todos estos horizontes.
Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes
fundamentales que desde la superficie hacia abajo son:
Horizonte O: Capa superficial del horizonte A" está conformado por hojarasca y ramas
que caen de los árboles.
Horizonte A o zona de lavado vertical: Es el más superficial y en él enraíza la
vegetación herbácea. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de materia
orgánica descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del agua
arrastrándola hacia abajo, de fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.
Presenta mayor actividad de microorganismos.2
Horizonte B o zona de precipitado: También llamado zona de acumulación.2 Este
horizonte carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro (pardo o
rojo), en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente,
materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc., situándose en este nivel los
encostramientos calcáreos áridos y las corazas lateríticas tropicales.
Horizonte C o subsuelo: Está constituido por la parte más alta del material rocoso in
situ, sobre el que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración
mecánica y la química (la alteración química es casi inexistente ya que en las primeras
etapas d