Via Crucis Romero DNM 2014
Via Crucis Romero DNM 2014
Via Crucis Romero DNM 2014
Vía
Crucis
con
citas
del
Monseñor
Romero
1.
Primera
estación:
Jesús
es
condenado
a
muerte
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
La presencia de Jesús se hace ya insoportable para los poderos de su
época. La figura de Jesús, pobre e indefenso ante el tribunal que lo
condena, se hace presente en estos días en las vidas de tantas
hermanas y hermanos, victimas de la injusticia y la falta de solidaridad,
sin vivienda ni salarios dignos, muchas veces despojados de sus
derechos. Son los condenados a muerte de nuestro mundo de hoy, los
mismos que Jesús amó hasta la muerte de cruz.
Lectura
del
evangelio
según
san
Marcos
(15,
12-‐15)
Pilato
les
dijo:
‘¿Qué
voy
a
hacer
con
el
que
ustedes
llaman
rey
de
los
judíos?’
La
gente
gritó:´¡Crucifícalo!’
Pilato
les
preguntó:
‘Pero
¿qué
mal
ha
hecho?’
Y
gritaron
con
más
fuerza:
‘¡Crucifícalo!’
Pilato
quiso
dar
satisfacción
al
pueblo:
dejó,
pues,
en
libertad
a
Barrabás
y
sentenció
a
muerte
a
Jesús.
Lo
hizo
azotar,
y
después
lo
entregó
para
que
fuera
crucificado.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Jesús
realizó
su
misión
y
su
servicio
a
los
hombres,
en
un
mundo
y
en
una
sociedad
concreta.
Ese
es
el
más
profundo
significado
de
lo
que
los
cristianos
afirmamos,
al
hablar
de
la
encarnación
del
Hijo
de
Dios:
tomó
carne
en
la
historia
real
de
su
tiempo.
Aquella
historia,
como
tantas
otras
historias
de
la
humanidad,
estaba
dominada
por
el
pecado;
y
por
ello
Jesús,
al
positivo
anuncio
del
Reino
de
Dios,
añade
la
clara
denuncia
del
pecado
de
su
tiempo.
Si
lo
que
Jesús
anuncia
es
el
Reino
de
Dios,
pecado
es
para
Jesús
todo
aquello
que
impida,
imposibilite
o
destruya
el
Reino
de
Dios.
…
Estas
denuncias
le
ocasionaron
a
Jesús
frecuentes
polémicas
ya
desde
los
comienzos
de
su
vida
riesgos
personales
e
incluso
la
persecución.
Esta
persecución
lo
acompañó
a
lo
largo
de
toda
su
vida,
hasta
que,
al
final,
fue
acusado
de
blasfemo
y
de
agitador
de
las
masas
y
por
ello
fue
condenado
y
ajusticiado.
Súplicas:
Por
los
condenados
a
la
muerte
por
hambre
y
enfermedad,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
privados
de
libertad,
especialmente
los
que
esperan
un
juicio
justo,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
autoridades
públicas,
para
que,
rechazando
toda
corrupción
y
partidismo,
busquen
siempre
el
bien
común,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
2.
Segunda
estación:
Jesús
carga
con
la
cruz
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
– porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
El camino a la vida pasa por la cruz. Una condición del seguimiento de
Jesús es la aceptación de la cruz. El discípulo cara con la cruz no con
resignación y fatalismo, sino con la alegría del que se da hasta el
extremo. Nadie tiene más amor que la persona que da la vida para sus
amigos.
La cruz representa también un instrumento de condenación y muerte.
Era un castigo reservado solo para pocos. La agonía era lente y la
muerte humillante.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Juan
(19,
16
–
17)
Se
lo
llevaron;
y
Jesús
salió
cargando
él
mismo
con
la
cruz,
hacia
un
lugar
llamado
La
Calavera,
en
hebreo
Gólgota.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Sentimos
en
el
Cristo
de
la
Semana
Santa
con
su
cruz
a
cuestas,
que
es
el
pueblo
que
va
cargando
también
su
cruz.
Sentimos
en
el
Cristo
de
los
brazos
abiertos
y
crucificados,
al
pueblo
crucificado
pero
que
desde
Cristo,
un
pueblo
que
crucificado
y
humillado,
encuentra
su
esperanza.
Súplicas:
Por
los
que
cargan
trabajos
duros
y
reciben
salarios
bajos,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
cargan
la
cruz
de
cáncer
y
otras
enfermedades,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
agentes
de
pastoral
de
la
parroquia,
para
que
asumen
sus
cargos
con
amor
y
compromiso,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
3.
Tercera
estación:
Jesús
cae
por
primera
vez
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Para llegar a Él, Dios os propone un camino: dar la vida para los
demás, ofreciendo nuestras fuerzas y comprometiendo nuestra lucha
en la lucha por la vida de todas y todos.
Jesús lo asume así y se mantiene fiel a pesar del cansancio, la
humillación y la frustración. Jesús nos pide la fidelidad para seguirlo
y hacer la voluntad de Dios: construir su Reino, anunciar su
liberación, hacer realidad la esperanza de la justicia y la paz. La
tarea no es sencilla y los obstáculos abundan. Pero Jesús nos
enseño que la fuerza del amor puede más que la debilidad de una
caída. Se puede continuar adelante.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Juan
(12,
24)
Les
aseguro
que,
si
el
grano
de
trigo
caído
en
tierra
no
muere,
queda
solo;
pero
si
muere,
da
mucho
fruto.
2
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Acaban
de
escuchar
en
el
evangelio
de
Cristo
que
es
necesario
no
amarse
tanto
a
sí
mismo,
que
se
cuide
uno
para
no
meterse
en
los
riesgos
de
la
vida
que
la
historia
nos
exige,
y,
que
el
quiera
apartar
de
sí
el
peligro,
perderá
su
vida.
En
cambio,
al
que
se
entrega
por
amor
a
Cristo
al
servicio
de
los
demás,
éste
vivirá
como
el
granito
de
trigo
que
muere,
pero
aparentemente
muere.
Si
no
muriera
se
quedaría
solo.
Si
la
cosecha
es,
porque
muere,
se
deja
inmolar
esa
tierra,
deshacerse
y
sólo
deshaciéndose,
produce
la
cosecha.
Súplicas:
Por
las
ancianas
y
los
ancianos,
para
que
les
ayudemos
con
amor
y
cariño,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
jóvenes
que
se
sienten
marginados,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
campesinas
y
los
campesinos
que
sufren
discriminación
por
ser
pobres,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
4.
Cuarta
estación:
Jesús
se
encuentra
con
su
madre
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
En el camino al Calvario, Jesús se encuentra con su madre. Ella,
también, abandonada, sola, silenciosa entre la gente que murmura.
María se hace presente entre su pueblo sufriente acompañándolo y
compartiendo sus angustias come hace tiempo con Jesús. Su presencia
contemplativa inspira y alienta a seguir a Cristo, a cambiar las cosas, a
vencer la muerte instalada entre nosotros.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Juan
(19,
25
–
27)
Junto
a
la
cruz
de
Jesús
estaban
su
madre,
la
hermana
de
su
madre,
María
de
Cleofás
y
María
Magdalena.
Jesús,
viendo
a
su
madre
y
al
lado
al
discípulo
amado,
dice
a
su
madre:
“Mujer,
ahí
tienes
a
tu
hijo”.
Después
dice
al
discípulo:
“Ahí
tienes
a
tu
madre”.
Y
desde
aquel
momento
el
discípulo
se
la
llevó
a
su
casa
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
La
liberación
de
Cristo,
hermanos,
es
ternura,
es
amor,
es
la
presencia
de
una
madre
bondadosa:
María.
Y
María
es
el
modelo
de
quienes
colaboran
con
Cristo
para
la
liberación
de
la
tierra
y
la
adquisición
del
cielo.
María
en
su
cántico
de
acción
de
gracias
proclama
las
grandezas
de
Dios
y
también
proclama
que
Dios
desecha
el
orgullo
de
los
poderosos
y
enaltece
a
los
humildes,
nos
enseña
que
el
camino
de
la
liberación
verdadera,
de
la
redención
cristiana,
es
el
camino
de
la
humildad,
el
camino
del
amor,
el
camino
de
una
entrega
como
la
de
María
que
será
también
para
amamos
y
encontrar
en
ella
el
camino
blanco
que
nos
lleva
a
Jesús.
Súplicas:
Por
las
madres
que
sufren
la
muerte
de
sus
niños
por
enfermedad
o
hambre,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
mujeres,
las
niñas
y
los
niños
que
sufren
la
violencia
domestica,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
3
Por
la
madre
tierra
que
sufre
de
las
tallas,
del
abuso
por
químicas
y
de
la
explotación,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
5.
Quinta
estación:
Simón
de
Cirene
ayuda
a
Jesús
a
llevar
la
cruz
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Al regresar de su trabajo, Simón de Cirene es obligado a ayudar a
Jesús. No es su voluntad, pero poco importa. Lo importante es que
alivia a Jesús, se compromete con Él. Lo libera del peso de la cruz y
comparte con él su dolor.
Como Simón estamos llamados a colaborar con los que sufren; a
diferencia de él, la decisión es nuestra, libre, personal. En ella se juega
el aceptar al Reino.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Marcos
(15,
20-‐21)
Los
soldados
sacaron
a
Jesús
fuera
para
crucificarlo.
En
ese
momento,
un
tal
Simón
de
Cirene,
que
es
el
padre
de
Alejandro
y
de
Rufo,
volvía
del
campo;
los
soldados
le
obligaron
a
que
llevara
la
cruz
de
Jesús.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Este
es
el
compromiso
de
ser
cristiano:
seguir
a
Cristo
en
su
encarnación
y
si
Cristo
es
Dios
majestuoso
que
se
hace
hombre
humilde
hasta
la
muerte
de
los
esclavos
en
una
cruz
y
vive
con
los
pobres,
así
debe
ser
nuestra
fe
cristiana.
El
cristiano
que
no
quiere
vivir
este
compromiso
de
solidaridad
con
el
pobre,
no
es
digno
de
llamarse
cristiano...
Súplicas:
Por
los
que
están
solidarios
con
los
pobres
y
marginados
en
sus
aldeas,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
luchan
para
alimentar
a
la
familia,
frente
a
la
pobreza,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
se
esfuerzan
de
trabajar
en
comunidad
y
cooperativas,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
6.
Sexta
estación:
Verónica
limpia
el
rostro
de
Jesús
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Una mujer se abre paso entre la multitud y seca el rostro de Jesús.
Compadecida por el dolor se acerca y lo alivia. Hoy Cristo sufriente se
revela en el rostro de los abandonados, de los que viven oprimidos
bajo la miseria y el sufrimiento. Desde allí espera de nosotros nuestra
conversión. Nos llama a vivir, como la Verónica, la compasión
evangélica en gestos concretos de amor al otro.
4
Lectura
del
libro
del
profeta
Isaías
(52,
13;
53,
3
–
5)
Miren,
mi
siervo
tendrá
éxito,
subirá
y
crecerá
mucho.
Despreciado
y
evitado
de
la
gente,
un
hombre
habituado
a
sufrir,
curtido
en
el
dolor;
al
verlo
se
tapaban
la
cara;
despreciado,
lo
tuvimos
por
nada;
a
él,
que
soportó
nuestros
sufrimientos
y
cargó
con
nuestros
dolores,
lo
tuvimos
por
un
contagiado,
herido
de
Dios
y
afligido.
Él,
en
cambio,
fue
traspasado
por
nuestras
rebeliones,
triturado
por
nuestros
crímenes.
Sobre
él
descargó
el
castigo
que
nos
sana
y
con
sus
cicatrices
nos
hemos
sanado.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Arnulfo
Romero:
Si
viéramos
que
es
Cristo
el
hombre
necesitado—el
hombre
torturado,
el
hombre
prisionero,
el
asesinado—y
en
cada
figura
de
hombre,
botadas
tan
indignamente
por
nuestros
caminos,
descubriéramos
a
ese
Cristo
botado,
medalla
de
oro
que
recogeríamos
con
ternura
y
la
besaríamos
y
no
nos
avergonzaríamos
de
él.
Súplicas:
Por
las
enfermeras
y
médicos
que
atienden
a
los
enfermos,
para
que
trabajen
con
la
compasión
de
Verónica
y
reciban
sueldos
justos,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
familiares
de
los
enfermos,
para
que
les
asisten
con
coraje
y
compasión,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
ofrecen
la
solidaridad
a
los
pobres
y
marginados
del
mundo,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
7.
Séptima
estación:
Jesús
cae
por
segunda
vez
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
El camino se hace largo y pesado, las fuerzas escasean y Jesús cae
por tierra nuevamente. El amor es inmenso y todo lo soporta. De Dio,
tambaleante, sigue el camino que nos traerá la paz. El camino del
cristiano, de seguidor de Jesús, no está libre de sacrificios. Jesús nos
muestra que el amor al Padre es mayor que cualquier sufrimiento. En
las dificultades, no abandona el camino, recurre al Padre y se
abandona en Él. ¿Cómo actuamos nosotros?
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Lucas
(9:
22
–
24)
Jesús
les
decía
a
sus
discípulos:
‘El
Hijo
del
Hombre
tiene
que
sufrir
mucho
y
ser
rechazado
por
las
autoridades
judías,
por
los
jefes
de
los
sacerdotes
y
por
los
maestros
de
la
Ley.
Lo
condenarán
a
muerte,
pero
tres
días
después
resucitará’.
También
Jesús
decía
a
toda
la
gente:
‘Si
alguno
quiere
seguirme,
que
se
niegue
a
sí
mismo,
que
cargue
con
su
cruz
de
cada
día
y
que
me
siga.
Les
digo:
el
que
quiera
salvarse
a
sí
mismo
se
perderá,
y
el
que
pierda
su
vida
por
causa
mía,
se
salvará.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Me
cuesta
aceptar
una
muerte
violenta
que
en
estas
circunstancias
es
muy
posible…
…mi
disposición
debe
ser
dar
mi
vida
por
Dios
cualquiera
que
sea
el
fin
de
mi
vida.
Las
circunstancias
desconocidas
se
vivirán
con
la
gracia
de
Dios.
El
asistió
a
los
mártires
y
si
es
necesario
lo
sentiré
muy
cerca
al
entregarle
mi
último
suspiro.
Pero
que
más
valioso
que
el
momento
de
morir
es
entregarle
toda
la
vida
y
vivir
para
él.
5
Súplicas:
Por
los
migrantes
que
busquen
una
vida
mejor,
para
que
mantengan
su
reto
de
ayudar
a
la
familia
y
no
caigan
en
vicios,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
se
sienten
agobiados
y
cansados,
para
que
recubren
el
animo,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
caen
en
el
pecado,
para
que
Cristo
les
de
la
valentía
de
convertirse,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
– y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
8.
Octava
estación;
Jesús
consuela
a
las
mujeres
de
Jerusalén
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Las mujeres de Jerusalén, mirándole a Jesús, tienen compasión de
Él, sangrente, débil, caminando hasta el lugar de su muerte. Tal vez
han visto la crucifixión de otras personas. Lloran por Él. Jesús,
sabiendo lo que va a pasar, tiene compasión de ellas. Piensa de
ellas – no de sus propios sufrimientos.
El sufrimiento puede abrirnos al sufrimiento de lo demás, como hace
Jesús. El sufrimiento puede ayudarnos de solidarizarnos con todos
los sufrimientos, especialmente de la mujeres.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Lucas
(23,
27-‐28)
Lo
seguía
[a
Jesús]
muchísima
gente,
especialmente
mujeres
que
se
golpeaban
el
pecho
y
se
lamentaban
por
él.
Jesús,
volviéndose
hacia
ellas,
les
dijo:
“Hijas
de
Jerusalén,
no
lloren
por
mí.
Lloren
más
bien
por
ustedes
mismas
y
por
sus
hijos”.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
…mientras
haya
madres
que
lloran
la
desaparición
de
sus
hijos,
mientras
haya
torturas
en
nuestros
centros
de
seguridad,
mientras
haya
abuso
de
sibaritas
en
la
propiedad
privada,
mientras
haya
este
desorden
espantoso,
hermanos,
no
puede
haber
paz
y
se
seguirán
sucediendo
los
hechos
de
violencia
y
de
sangre.
con
represión
no
se
acaba
nada.
Es
necesario
hacerse
racional
y
atender
la
voz
de
Dios
y
organizar
una
sociedad
más
justa,
más
según
el
corazón
de
Dios.
Todo
lo
demás
son
parches.
Todo
lo
demás
son
represiones
de
momento.
Los
nombres
de
los
asesinados
irán
cambiando,
pero
siempre
habrá
asesinados.
Las
violencias
seguirán
cambiando
de
nombre,
pero
habrá
siempre
violencia,
mientras
no
se
cambie
la
raíz
de
donde
están
brotando,
como
de
una
fuente
fecunda,
todas
estas
cosas
tan
horrorosas
de
nuestro
ambiente
Súplicas:
Por
las
mujeres
que
lloran
para
sus
niños
o
esposos
que
han
estado
asesinado,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
mujeres
que
sufren
abajo
del
machismo
de
la
sociedad
y
de
su
hogar,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
jóvenes
que
sufren
violaciones,
para
que
podamos
acompañarlas
y
darles
consuelo
y
valor,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
6
9.
Novena
estación:
Jesús
cae
por
tercera
vez
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
El peso de la cruz se acrecienta a cada paso. Jesús cae. Sus fuerzas son
a l límite de lo humano, pero su fidelidad es mayor que el dolor. Jesús se
reincorpora y prosigue. Se mantiene fiel a sus palabras: “el buen pastor
da la vida por sus ovejas. Mantiene viva la esperanza.
Nosotros también, si queremos vivir para los demás, v amos a encontrar
incomprensión y soledad, y a veces hasta tortura y muerte.
Vivir para los demás, hacer el bien, practicar la justicia exige dejar todo,
darlo todo de uno, hasta la vida, si es necesario.
Lectura
del
libro
de
salmos
(41
[40],
9
–
12)
Ha
contraído
una
enfermedad
mortal;
el
que
se
acostó
no
se
levantará.
Incluso
mi
amigo,
en
quien
confiaba,
y
que
compartía
mi
pan
me
pone
zancadillas.
Mas
tú,
Señor,
ten
piedad,
ponme
en
pie
y
les
daré
su
merecido.
En
esto
conozco
que
me
quieres:
que
mi
enemigo
no
cantará
victoria
a
mi
costa.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
¡Qué
bien
se
identifica
Cristo
con
el
sufrimiento
de
nuestro
pueblo!
Así
parecen
clamar
muchas
cosas,
muchos
tugurios,
muchos
en
las
cárceles
y
en
el
sufrimiento,
muchos
hambrientos
de
justicia
y
de
paz.
"¿Dios
mío,
Dios
mío,
por
qué
me
has
abandonado?"
No
nos
ha
abandonado.
Es
la
hora
en
que
el
Hijo
de
Dios
va
pasando
con
toda
su
carga
de
pecado
por
la
obediencia
que
Dios
le
pide
para
poder
perdonar
esos
pecados
de
la
humanidad
de
donde
derivan
todas
las
injusticias,
todos
los
egoísmos...
Súplicas:
Por
los
que
sufren
la
falta
de
escuelas
y
centros
básicos
de
educación,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
les
falta
tierra
para
sembrar
y
cosechar
para
alimentar
a
la
familia,
para
que
los
gobernantes
hagan
leyes
que
les
ayuden
a
conseguir
terreno
para
sembrar,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
no
se
sienten
la
ayuda
de
sus
familias
y
amigos,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
10.
Décima
estación:
Jesús
es
despojado
de
sus
vestiduras
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Llegamos al Calvario. Jesús, agotado, es desnudado delante de la
multitud. Ni el mínimo derecho a la intimidad es respetado. Jesús,
desnudo, herido, desolado al pie de la cruz, se hace solidario de
tantas mujeres y hombres despojados de sus derechos a lo largo
de la historia. La persona humana no importa; lo que vale es el
poder de los que tienen la riqueza. Hay un dramático paralele con
nuestro tiempo: millones de personas sufren por a ambición
descontrolada de unos pocos y la escandalosa injusticia
institucionalizada del sistema económico nacional y internacional.
7
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Juan
(19,
23-‐24)
Después
que
los
soldados
crucificaron
a
Jesús,
tomaron
su
ropa
y
la
dividieron
en
cuatro
partes,
una
para
cada
soldado;
tomaron
también
la
túnica.
Era
una
túnica
sin
costuras,
tejida
de
arriba
abajo,
de
una
pieza.
Así
que
se
dijeron:
“No
la
rasguemos;
vamos
a
sortearla,
para
ver
a
quien
le
toca”.
Así
se
cumplió
lo
escrito:
Se
repartieron
mi
ropa
y
se
sortearon
mi
túnica.
Es
lo
que
hicieron
los
soldados.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Este
es
el
compromiso
de
ser
cristiano:
seguir
a
Cristo
en
su
encarnación
y
si
Cristo
es
Dios
majestuoso
que
se
hace
hombre
humilde
hasta
la
muerte
de
los
esclavos
en
una
cruz
y
vive
con
los
pobres,
así
debe
ser
nuestra
fe
cristiana.
El
cristiano
que
no
quiere
vivir
este
compromiso
de
solidaridad
con
el
pobre,
no
es
digno
de
llamarse
cristiano...
Cristo
nos
invita
a
no
tenerle
miedo
a
la
persecución
porque,
créanlo
hermanos,
el
que
se
compromete
con
los
pobres
tiene
que
correr
el
mismo
destino
de
los
pobres:
ser
desaparecido,
ser
torturados,
ser
capturados,
aparecer
cadáveres...
Súplicas:
Por
las
mujeres,
niñas
y
niños
que
son
victimas
de
la
trata
de
personas,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
y
los
jóvenes
que
están
tentados
por
la
pornografía
y
el
machismo,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
las
mujeres
que
están
tratados
como
cosas
y
no
como
personas
humanas
con
su
propia
dignidad,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
11.
Undécima
estación:
Jesús
es
clavado
en
la
cruz
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Clavado en la cruz, Jesús espera pacientemente el momento de dar la
vida. Su compasión no tiene limites. Abandonado y humillado pide
perdón por quienes lo están matando. Es el punto máximo del amor:
perdón. Desinteresado, despreocupado y descentrado de si mismo, su
pensamiento gira en torno a quienes lo rodean: Padre, perdónales.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Lucas
(12,
32-‐33)
Junto
con
Jesús
llevaban
también
a
dos
malhechores
para
ejecutarlos.
Al
llegar
al
lugar
llamado
de
la
Calavera,
lo
crucificaron
allí,
y
con
él
a
los
malhechores,
uno
a
su
derecha
y
el
otro
a
su
izquierda
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
…aquí
en
la
profundidad
de
esta
humillación,
mientras
miramos
a
Cristo
clavado
en
la
cruz
nos
invita
la
Sagrada
Palabra
a
descifrar
un
misterio
de
actualidad.
Si
Cristo
es
el
representante
de
todo
el
pueblo
en
sus
dolores,
en
su
humillación,
en
sus
miembros
acribillados
con
unos
clavos
en
una
cruz,
tenemos
que
descubrir
el
sufrimiento
de
nuestro
pueblo.
Es
nuestro
pueblo
torturado,
es
nuestro
pueblo
crucificado,
escupido,
humillado
al
que
representa
Jesucristo
Nuestro
Señor
para
darle
a
nuestra
situación
tan
difícil
un
sentido
de
redención.
8
Súplicas:
Por
los
que
están
llenos
de
rencor,
para
que
Dios
les
libere
del
deseo
de
vengarse,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
se
sienten
adictos
al
alcohol
o
drogas,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
que
venden
armas,
para
que
quiten
este
camino
de
sembrar
violencia,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
12.
Duodécima
estación:
Jesús
muere
en
la
cruz
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
En el escándalo de la cruz comprendemos en profundidad a
Jesús. Su existencia toda es servicio, total disponibilidad,
anticipo de su entrega máxima: su propia vida. Muere por
nuestros pecados y los pecados de todo el mundo para que
exista una esperanza.
Jesús sigue muriendo en nuestros días en los rostros de los
niños que sufren, los ancianos olvidados, los desempleados,
los obreros mal pagados, los indígena, los marginados, los
jóvenes sin futuro. Nuestro compromiso con Cristo debe
llevarnos a entregar, como Él, nuestras vidas por amor a
todas y todos, empezando por los más pobres y marginados,
para construir su Reino de justicia, amor y paz.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Marcos
(15,
33-‐37.
39)
Llegado
el
mediodía,
la
oscuridad
cubrió
todo
el
país
hasta
las
tres
de
la
tarde,
y
a
esa
hora
Jesús
gritó
con
voz
potente:
‘Eloí,
Eloí,
lammá
sabactani’,
que
quiere
decir:
‘Dios
mío,
Dios
mío,
¿por
qué
me
has
abandonado?’
Al
oírlo,
algunos
de
los
que
estaban
allí
dijeron:
‘Está
llamando
a
Elías’.
Uno
de
ellos
corrió
a
mojar
una
esponja
en
vinagre,
la
puso
en
la
punta
de
una
caña
y
le
ofreció
de
beber,
diciendo:
‘Veamos
si
viene
Elías
a
bajarlo’.
Pero
Jesús,
dando
un
fuerte
grito,
expiró….
Al
mismo
tiempo
el
capitán
romano
que
estaba
frente
a
Jesús,
al
ver
cómo
había
expirado,
dijo:
‘Verdaderamente
este
hombre
era
hijo
de
Dios’.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
…
la
Iglesia
predica
la
conversión
hacia
Dios,
porque
es
necesario
también,
queridos
hermanos,
discernir
entre
lo
que
Dios
quiere
y
lo
que
Dios
no
quiere.
Hay
sufrimientos
que
Dios
no
los
quiere
y
los
hombres
los
están
causando.
En
este
caso,
el
hombre
que
peca,
que
abusa,
que
atropella,
que
tortura,
que
mata,
no
está
haciendo
la
voluntad
de
Dios,
está
contradiciendo
al
Señor.
Pero
la
víctima,
el
oprimido,
el
que
sufre,
el
torturado,
no
puede
hacer
otra
cosa
que
aguantar.
Entonces,
desde
el
fondo
de
su
corazón
víctima
de
la
injusticia,
ofrece
a
Dios
por
la
redención
de
su
pueblo
ese
sufrimiento.
Y,
gracias
a
Dios,
que
hay
este
sentido
de
solidaridad
con
el
pueblo
tantas
veces
víctimas
del
sufrimiento
injusto.
Pero
como
Cristo,
que
también
fue
sentenciado
a
muerte,
muere;
justamente,
desde
el
punto
de
vista
humano.
Y
convierte
toda
esa
injusticia,
toda
esa
opresión,
en
salvación
al
Señor.
Así
tendría
que
ser,
también,
todo
el
sufrimiento
que
nuestra
patria,
que
nuestras
familias,
que
nuestros
hermanos
-‐
sobre
todo
la
clase
pobre,
sufrida-‐
le
dieran
su
dolor.
No
el
sentido
de
una
rebeldía,
sino
el
sentido
ante
Dios
-‐me
9
refiero-‐
de
una
aceptación.
Hay
que
luchar
por
las
justas
reivindicaciones
pero,
mientras
no
llega
ese
mundo
mejor,
saber
que
ya
se
es
redentor
si
se
ofrece
desde
el
fondo
del
corazón
por
la
conversión
de
las
injusticias,
por
la
construcción
de
un
mundo
como
el
que
Cristo
soñó.
Qué
cara
esta
alianza
a
la
que
Cristo
se
ha
metido
como
Redentor.
En
el
Evangelio
que
se
acaba
de
leer,
hemos
seguido
paso
a
paso,
el
desenlace
trágico
de
ese
precio
que
Cristo
pagó
con
tanto
gusto
porque
nos
amaba.
Súplicas:
Por
todas
y
todos
los
víctimas
de
la
violencia,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
asesinados
en
nuestra
parroquia,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
*Invita
a
los
participantes
a
decir
en
voz
alta
los
nombres
de
personas
asesinadas
–
al
fin,
diga:
Por
todos
estos
fallecidos,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
13.
Decimotercera
estación:
Jesús
es
bajado
de
la
cruz
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Junto a la cruz, en silencio, traspasada por el dolor, es María. Le
acompañan algunas mujeres y el discípulo amado. María, presente en
la cruz, es presente junto a cada una y uno de nosotros. José de
Arimatea y Nicodemo les ayuda a bajar el cadáver de Jesús de la cruz.
¡Que dolor! – ver a su hijo único muerto, como muchas madres hasta
ahora.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Juan
(19,
31-‐34.
38)
Era
la
víspera
del
sábado,
el
más
solemne
de
todos;
los
judíos
pidieron
a
Pilato
que
hiciera
quebrar
las
piernas
de
los
crucificados
y
mandara
retirar
sus
cuerpos
para
que
no
quedaran
en
la
cruz
durante
el
sábado.
Fueron
los
soldados
y
quebraron
las
piernas
a
los
dos
crucificados
con
él.
Al
llegar
a
Jesús,
viendo
que
estaba
muerto,
no
le
quebraron
las
piernas;
sino
que
un
soldado
le
abrió
el
costado
con
una
lanza.
En
seguida
brotó
sangre
y
agua.
Después
de
esto,
José
de
Arimatea,
que
era
discípulo
clandestino
de
Jesús,
por
miedo
a
los
judíos,
pidió
permiso
a
Pilato
para
llevarse
el
cadáver
de
Jesús.
Pilato
se
lo
concedió.
Él
fue
y
se
llevó
el
cadáver.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
Aun
cuando
todos
desesperaban
en
la
hora
en
que
Cristo
moría
en
la
cruz,
María,
serena,
espera
la
hora
de
la
resurrección.
María
…
es
el
símbolo
del
pueblo
que
sufre
opresión,
injusticia,
porque
es
el
dolor
sereno
que
espera
la
hora
de
la
resurrección;
es
el
dolor
cristiano,
el
de
la
Iglesia,
que
no
está
de
acuerdo
con
las
injusticias
actuales,
pero
sin
resentimientos
esperando
la
hora
en
que
el
Resucitado
volverá
para
darnos
la
redención
que
esperamos.
Súplicas:
Por
los
madres
que
no
pueden
encontrar
con
sus
hijas
e
hijos,
para
que
reciben
consuelo
de
nosotros,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
10
Por
los
narcotraficantes,
los
sicarios
y
los
miembros
de
maras
que
matan
a
la
gente,
para
que
se
conviertan
y
no
sigan
matando
a
sus
hermanas
y
hermanas,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
14.
Decimocuarto
estación:
Jesús
es
sepultado
Te
adoramos,
oh
Cristo,
y
te
bendecimos
–
porque
por
tu
santa
cruz
redimiste
al
mundo
Jesús es enterrado. Ha muerto. Todo aparece un fracaso. Pero el plan de
salvación triunfará: Cristo resucitará el tercer día. De la muerte nace la
vida, del sufrimiento y dolor surge la esperanza. Donde el mundo ve
frustración y sin sentido, Dios hace estallar la vida. Donde los poderes del
mundo ve su victoria, podemos esperar la victoria del Dios de la vida.
Lectura
del
santo
evangelio
según
san
Lucas
(23,
50
–
56)
Intervino
entonces
un
hombre
bueno
y
justo
llamado
José,
que
era
miembro
del
Consejo
Supremo,
pero
que
no
había
estado
de
acuerdo
con
los
planes
ni
actos
de
los
otros.
Era
de
Arimatea,
una
ciudad
de
Judea,
y
esperaba
el
Reino
de
Dios.
Se
presentó,
pues,
ante
Pilato
y
le
pidió
el
cuerpo
de
Jesús.
Después
de
bajarlo
de
la
cruz,
lo
envolvió
en
una
sábana
y
lo
depositó
en
un
sepulcro
nuevo
cavado
en
la
roca,
donde
nadie
había
sido
enterrado
aún.
Era
el
día
de
la
Preparación
de
la
Pascua
y
ya
estaba
para
comenzar
el
día
sábado.
Las
mujeres
que
habían
venido
desde
Galilea
con
Jesús
no
se
habían
alejado;
vieron
de
cerca
el
sepulcro
y
cómo
colocaban
su
cuerpo.
Después
que
volvieron
a
sus
casas,
prepararon
perfumes
y
mirra,
y
el
sábado
descansaron,
según
manda
la
Ley.
Reflexión
de
Monseñor
Oscar
Romero:
El
cristiano,
la
comunidad
cristiana,
no
debe
estar
desesperada.
Si
se
muere
alguien
en
la
familia,
no
debemos
llorar
como
hombres
sin
esperanza.
Si
en
la
historia
de
nuestra
patria
se
han
entenebrecido
los
cielos,
no
desesperemos.
Somos
una
comunidad
de
esperanza
y
…
esperemos
la
hora
de
la
liberación:
¡llegará!
“Llegará
porque
Dios
es
fiel,
dice
San
Pablo”.
Y
esta
alegría
tiene
que
ser
como
una
oración:
“El
que
les
ha
llamado
es
fiel
y
cumplirá
sus
promesas”.
Súplicas:
Por
los
que
no
experimentan
un
sentido
de
vida
y
están
tentado
a
suicidarse,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
los
sin
esperanza,
para
que
la
resurrección
de
Jesús
les
de
animo
de
vivir,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Por
nosotros,
para
que
esperemos
a
Jesús
resucitada,
viviendo
como
personas
con
esperanza
y
compromiso
al
Reino
de
Dios,
por
tu
santa
cruz,
ten
piedad,
Señor.
Cristo
fue
obediente
hasta
la
muerte
–
y
una
muerte
de
cruz
por
salvarnos
11
Las
citas
del
Monseñor
Romero
1.
Monseñor
Oscar
Romero,
Segunda
carta
pastoral,
6
de
agosto
2.
Monseñor
Oscar
Romero,
19
de
marzo
de
1978
3.
Monseñor
Oscar
Romero,
24
de
marzo
de
1980
4.
Monseñor
Oscar
Romero,
24
de
marzo
de
1978
5.
Monseñor
Oscar
Romero,
17
de
febrero
de
1980
6.
Monseñor
Oscar
Romero,
16
de
marzo
de
1980
7.
Monseñor
Oscar
Romero,
Ejercicios
espirituales,
25
de
febrero
de
1980
8.
Monseñor
Oscar
Romero,
25
de
septiembre
de
1977
9.
Monseñor
Oscar
Romero,
8
de
abril
de
1979
10.
Monseñor
Oscar
Romero,
17
de
Febrero
de
1980
11.
Monseñor
Oscar
Romero,
24
de
marzo
de
1978
12.
Monseñor
Oscar
Romero,
Viernes
Santo,
13
de
Abril
de
1979
13.
Monseñor
Oscar
Romero,
1
de
diciembre
de
1977
14.
Monseñor
Oscar
Romero,
17
de
diciembre
de
1978
12