Diferencias Entre Las Semillas y Cultivos Transgénicos y Orgánicos

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Diferencias entre las semillas y cultivos transgénicos y orgánicos

Los cultivos necesitan semillas, nutrientes, agua, luz y ser protegidos de plagas, malezas y enfermedades,
para poder crecer lo más sanos y fuertes posible. Según los insumos utilizados, los sistemas de
producción se pueden agrupar en dos grandes categorías: orgánico y transgénicos
ORGÁNICO TRANSGÉNICO
Se obtienen a partir de un sistema agropecuario  Son modificadas genéticamente introduciendo
cuyo objetivo es el de producir alimentos sanos al menos un gen proveniente de otra especie
y abundantes, respetando el ambiente y
preservando los recursos naturales.
En su producción se evita el uso de  productos Se centra en la concentración de nutrientes
sintéticos como pesticidas, herbicidas y conocida y estandarizada) y pesticidas
fertilizantes  artificiales insecticidas, herbicidas y fungicidas
No permite la utilización de organismos Permiten la utilización de semillas orgánicas,
genéticamente modificados (cultivos ya que de ahí nacen los mismos
transgénicos) ni de productos derivados de
éstos
Los rendimientos de este tipo de cultivo son Es una manera de mejorar los cultivos,
menores que los de la agricultura convencional haciéndolos más fuertes ante el ataque de
pudiendo llegar a la mitad por lo que para plagas, más nutritivos o tolerantes a
producir la misma cantidad de comida sería condiciones climáticas
necesario una mayor cantidad de espacios
naturales

Buscan el cultivo seguro, y aporte los  Estas tecnologías de plantas modificadas


nutrientes necesarios para una alimentación genéticamente son uno de una serie de
balanceada diferentes enfoques que se están desarrollando
para combatir problemas como la desnutrición,
sequía y plagas, modificando genéticamente las
plantas para aumentar el rendimiento de los
cultivos, o para mejorar directamente el
contenido nutricional
Los alimentos orgánicos son promocionados por ciertos sectores que consideran este tipo de producción más
“sana”. Sin embargo, la mayoría de los estudios realizados sobre las diferencias entre alimentos orgánicos y
convencionales concluyen que no existen diferencias nutricionales o de salud significativas entre alimentos
“bio” y alimentos clásicos. Las dosis de pesticidas o plaguicidas presentes en los productos “no orgánicos”
son ínfimas y las repercusiones sobre el organismo difíciles de evaluar. En lo que respecta al sabor la
evidencia también es insuficiente para realizar afirmaciones científicas de que los alimentos orgánicos tienen
mejor sabor.

Los alimentos transgénicos son acusados de «antinaturales», pero la realidad es que esto mismo  podría
decirse en realidad de toda nuestra comida, que se ha producido durante milenios por la cría artificial. Muy
pocos cultivos comercializados serían capaces de sobrevivir sin ayuda en la naturaleza. Al considerar la
producción de alimentos «naturales», se debe reconocer que la tecnología siempre ha jugado un papel
importante en la industria alimentaria. Por ejemplo, los antibióticos son ampliamente utilizados en la
alimentación en la industria de las aves de corral, y las variedades modernas de trigo fueron producidas con
la ayuda de la mutación inducida por radiación.

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