Meditaciones Sobre La Gestación Espiritual en El Vientre de María
Meditaciones Sobre La Gestación Espiritual en El Vientre de María
Meditaciones Sobre La Gestación Espiritual en El Vientre de María
Vientre de María
En las siguientes secciones, meditaremos y reflexionaremos a la luz de los aspectos
más relevantes que se recogen en las 23 meditaciones del Material.
La Inmaculada Concepción
Los días 26 y 27 Febrero de 2014 la Virgen María explica cómo era necesario que
fuera preservada del Pecado Original para ser el Primer Sagrario:
« El seno de mi Madre Ana, al formarme según la carne, fue colmado
del Divino Espíritu Santo, actuó desde que yo estaba en el Vientre de mi Madre Ana y
así poder liberarme de la esclavitud del pecado original, para que mi Alma no fuera
manchada y así poder librar al Hijo de Dios de los pecados porque ¿Cómo iba a ser
posible que Dios Nuestro Señor se manchara y contaminara? »
« Por eso yo fui preservada de toda mancha desde mi Primer Instante natural, desde
mi ser primero, el Espíritu Santo actuó allí para limpiar mis cadenas genéticas y mis
líneas ancestrales para que yo no quedara manchada. Por eso el Espíritu Santo actuó
en el Misterio de mi Concepción, de mi Inmaculada Concepción, el Espíritu Santo me
colmó, me llenó, me santificó. "Ave Llena de Gracia fue el Saludo de la Santísima
Trinidad", Ave Llena de Gracia, no por mí, sino por la Misericordia de mi Padre, no por
mis méritos, sino por la Misericordia de mi Padre; así que yo soy la Llena de Gracia
porque me abrí a la Acción del Espíritu Santo. »
Para entender el porqué en la época actual, cada día el pecado se hace más y más
grande, hay que tener en cuenta dos factores:
« El pecado es un movimiento, es un acto que arrastra a otros pecados de tal forma
que ¡toda la humanidad está contaminada! porque un pecado da origen a otro
pecado. »
« Nuestro Amor Trinitario así como fue a buscar a Abraham, así busca ahora al
hombre, y acercándose al hombre busca a la familia, núcleo de toda raza y nación; y
si esta base que es la familia está bendecida y consagrada a Mi, toda raza y pueblo
será santo y vivirá en Mi Presencia; pero, si esta base está en adulterio, fornicación, y
pecado, todo vuestro pueblo vivirá esclavizado en pecado y contaminará muchas
generaciones, ocasionando que las nuevas generaciones cometan pecados más
graves. Por eso, pequeño Elías, llamo a este pueblo para que con decisión y firmeza
corten toda cadena de pecado con la Sagrada Sangre de Mi Hijo Sacrificado. De una
familia santa nacerá un pueblo santo; pero de una familia en pecado nacerá un
pueblo en pecado y ésta es la desgracia de esta generación. Familia es hombre,
mujer, e hijos bendecidos por la Iglesia y los Sacramentos; todo lo demás fuera de
ése Orden es una alteración a la Creación y una rebelión a Mis Preceptos. Satanás
lucha hoy, en tu tiempo, fuertemente, en contra de la familia y de la Iglesia; reconoce,
pueblo Mío, las señales de este Fin de vuestro Tiempo. »
« Yo soy el Primer Sagrario, sólo en mi Vientre y formándose en él, entrando hijitos
míos en mi Vientre Materno, Puro e Inmaculado ustedes pueden asemejarse a Jesús.
En mi Vientre, mi pequeño, está la Moldura para hacer nuevos Cristos. »
« Ustedes hijos míos tienen que dejarse formar por mí, en mi Vientre ingresen en Fe,
en mi Corazón, en mis cuidados Maternos, que desde la Cruz los llevaré hasta mi Hijo
Jesús, mi Inmaculado Vientre les espera. Yo los llevaré hasta Jesús que está en el
Calvario. »
Al pie de la Cruz, y por las palabras de Jesús "Mujer he ahí a tu hijo", el Vientre de
María se abrió a partir de entonces para todos sus hijos, la humanidad entera.
« Soy humilde porque le di mi Vientre para dar a luz a su Hijo. Soy humilde para
acogerlos a todos ustedes en mi Vientre desde la Cruz. Cuando mi Hijo dijo en la
Cruz: "Mujer he ahí a tu hijo", desde ese momento mi Vientre se abrió y
continuamente se abre, para ustedes (El Vientre de la Santísima Virgen se abrió para
los hombres solamente con permiso y orden de Jesús). »
« Mi madre y Yo, hemos sido el Auxilio de la humanidad pecadora. Mi Madre por
dignificar nuevamente al hombre con su aventura al Proyecto del Padre, y Yo por
redimir al mundo entero en Mi Sacrificio de la Cruz. Por eso, hijo, la Nueva Eva y
Nuevo Adán, Nuestros Dos Corazones Unidos iniciaron el Proyecto de la Salvación.
La Madre y el Hijo aplastando el mal. La Madre y el Hijo que reinarán y triunfarán. »
La carne y la sangre del Nuevo Adán y la Nueva Eva, Padres de la nueva humanidad
que surgirá tras la Gran Tribulación y el Triunfo del Corazón Doloroso e Inmaculado
de María, será el germen que nos libere de nuestra carne impura contaminada con el
pecado.
« Déjense formar por mí, acérquense a la luz dejen que la carne Inmaculada del Hijo
que es mi carne, dejen que la Preciosísima Sangre de Cristo que es mi Sangre se
funda en ustedes, los llene y los libere de esta carne impura que han dejado
contaminar con el pecado. Dejad que yo os forme, que yo os lleve, que yo os dé a luz
para el cielo, para Cristo, para el Padre, fórmense, edúquense y crezcan con esta
Madre, Madre de dolor, Madre de amor, pero más Madre de todos vosotros
pecadores, yo os guiare, yo gestare en ustedes una nueva humanidad, para la Gloria
de Cristo. »
« Solo mi Vientre fue colmado para dar vida en abundancia que es Cristo y Mi Hijo se
las quiere dar a todos ustedes, desde su Trono que soy yo, solo así ustedes mis
pequeños deben asemejarse a Él.
« Yo la humilde como creatura reconocí al Creador. Yo como hija obediente, fui fiel a
la Cruz. Yo como vosotros fui humana, ignorante, pero Dios mi Padre me apartó, me
guío, me formó, me moldeó y yo quiero sacarlos de esa ignorancia que viven.
El Padre Pio en su Llamado de Amor y Conversión del 4 de Abril del 2014, explica
las fases por las que tiene que pasar un Apóstol en esta etapa de Gestación en el
Vientre de María y como estamos llamados a entregarnos como almas víctimas:
« La Santa Madre nunca quiso ser servida, aún más la Santa Madre fue la siempre
Esclava del Señor que con su amor y su dolor agradó al Padre. Así ustedes mis
hermanos y hermanas deben agradar al Padre, con su vida de oblación, con su
entrega como alma víctima.
Los que quieren ingresar a esta etapa espiritual deben asumir hijo mío el dolor y el
sufrimiento, la humillación, la negación, el quebrantar su espíritu para existir nada
más que en Jesús, que nos ama. Así hijo mío podrán acercarse a esta escuela de
enseñanza el vientre de la Santa Madre, donde todo corazón es moldeado y formado
a la Voluntad y Decisión del Padre; solo así seremos gratos al Padre. »
Y por su parte en otro Llamado de Amor y Conversión del mismo día, Josefina Bakita
explica lo doloroso del proceso:
« En este Vientre nos formamos con dolor y amor para renacer a la nueva vida en
Cristo. Hermanos, el proceso es doloroso y difícil, yo también pase por él porque es
nuestra imperfección lo que el Señor en este Purísimo Vientre destruye, solo así se
alcanzará la santidad, por el camino del dolor y del amor porque María es el camino,
ejemplo, imagen viva del dolor y del amor. Acojan al Purísimo Vientre y pidan, deseen
ser moldeados por Él. »
Por tanto es en este Vientre de María, en este Vaso de la Gracia, donde se encuentra
la Sangre y el Agua de Jesucristo donde debemos purificarnos y después de la
purificación el alma será capaz de servir, de amar y de orar.
La Divina Voluntad
Dice la Virgen María: « Mis hijos formados en mi Santísimo Vientre cumplen la Divina
Voluntad de la Santísima Trinidad. »
Y ¿cuál es la voluntad de Dios para mí? Amar a Dios sobre todas las cosas y al
hermano como a uno mismo.
« La voluntad del Padre sobre sus Hijos es el Amor, amor sacrificado,
amor entregado, amor anonadado, amor en oblación. Mis hijos, mis verdaderos hijos,
los que realmente nacen del Santísimo Vientre, son aquellos que se complacen en
cumplir la Voluntad del Padre, aquellos que sin entender se sumergen en su
Misericordia. »
« El alma de cada hijo mío se sumerge en mi Vientre cuando se anonada en la buena
práctica de la Santísima Voluntad, los Diez Mandamientos, las Bienaventuranzas, el
Mandamiento Mayor, amor a Dios y al prójimo, así el alma se va limpiando y sanando.
Conforme vaya creciendo y profundizando en la experiencia del amor de Dios,
manifestado en mi Hijo Jesús, mi Vientre os llama a todos a una profunda oración,
sincera conversión y llama a las almas a cumplir la Santísima Voluntad manifestada
en las Sagradas Escrituras y la enseñanza apostólica. »
« Cuando un hijo mío ingresa en mi Vientre Santo y Purísimo, ora, ora, ora
incesantemente y todo ofrece en la oración ya sea suplicante, de alabanza o
contemplativa, la oración mi muy amado, debe transformarte de tal manera que no
seas tú quien vivas, sino Cristo en ti (Gálatas 2, 20). Así Cristo, el Rey y Señor del
universo, Esposo de la Iglesia, Cordero degollado y sentado en el Trono (Apocalipsis
5, 1-14) vivirá en ti, se dirigirá al Padre en ti, se compadecerá por el mundo en ti, y así
serás instrumento de paz y amor, que transforme de tal manera tu ser carnal, en la
vida interior, vida de comunión entre el alma y su Creador, que tendrá el objetivo nada
mas de alabar, bendecir y servir a su Señor.»
« Hijo tienes en Mi mano el cordón de la vida. Este es el cordón umbilical que te une a
Mi Vientre y a través de éste cordón te alimento, te formo, te ayudo. Querido hijo,
vengo a decirte que aquellos que yo forme en Mi Vientre son hijos míos que con amor
se abren a Mis Gracias. »
La santidad no se consigue con vuestros esfuerzos, sino con la Gracia que proviene
del Padre, que os ama sin medida.
La santidad es una lucha ardua, pero feliz. El alma que emprende ese caminar de
rosas con espinas, que os han de purificar en el dolor de rosas, que los guiarán al
camino hacia la Gracia más grande del Padre, es decir, a mi Hijo Jesús. Así el alma
venciendo su Voluntad para aceptar la Divina Voluntad del Padre, renunciando a su
ego, luchando por amor a Dios y a sus hermanos irá consiguiendo y trabajando en su
santificación y luchará y se esforzará para alcanzarla en el Santo Temor a Dios y con
mi Divina Protección. »
Hijos míos una virtud tan amada por mí es la Humildad, la Humildad les hace
reconocer su pequeñez y así obedecerán, serán mis hijos obedientes queridos.
Busquen la pureza, pureza no solo de cuerpo, sino de alma, de espíritu. Quiero
pureza interior para que así no os convirtáis en sepulcros blanqueados. Mis niños
sean puros, ser puros consiste en ver en todo Dios y hacerlo todo con amor a Dios,
pues el amor a Dios, no le va a engañar, sino que mi Padre les dará el Santo Don del
temor a Dios.
Hijos otra gran virtud es el Amor. Amor es entregarse sin reserva alguna, sin egoísmo
aparente, sin condición soberbia e hipócrita.
Yo sé que todos son pecadores, y sé que todos están bajo la Ley que se estableció
desde la desobediencia de sus primeros padres. Y es por eso, que el Padre del Cielo
me mandó a Mí, su único Hijo, a entregarme como Cordero Pascual para la remisión
de todos los pecados de los hombres; pasados, presentes y futuros.
Cada hijo mío Sacerdote, cada una de sus almas son preciosas al Padre. Cada
Sacerdote es señal verídica de que mi Hijo Vive. Hijo mío, místico de mi corazón,
sabes que yo no puedo hacer lo que ellos hacen. Yo anduve a mi Hijo nueve meses
en mi regazo. Lo di a luz para el mundo en Belén y se los entregué en la Cruz. Hijo
ahora hoy cada Sacerdote lo trae diariamente al mundo a vuestros corazones. Si
supieran que mi Corazón no solo es Inmaculado sino también es Sacerdotal. Yo soy
María Madre Sacerdotal, que hoy te llama para que oremos por los Sacerdotes,
sacrifíquense por ellos y alégrense con ellos, sufran con ellos, luchen por ellos. »
La Virgen pide a los sacerdotes que regresen a la Madre y estén llenos de piedad, fe y
devoción:
« Cada Sacerdote debe abrirse a mis Gracias, Gracias que brotan de mi Corazón
Doloroso e Inmaculado y Sacerdotal, especialmente para ellos, cuanto deseo
Sacerdotes Santos, llenos de piedad, fe y devoción cargando diariamente la Cruz.
Dios Padre, nos habla de cómo tienen que ser los sacerdotes nacidos del Vientre
Purísimo de la Virgen María.
« Como me duele mi Enamorado Corazón ver Sacerdotes tan tibios, sin tomar
consciencia de que su misión no es explicar el mundo, es salvar almas y cuantas
almas están condenándose con sus vidas y enseñanzas.
Del Vientre Purísimo de mi Hija están formados Sacerdotes santos, espirituales más
no carnales, sino inocentes, más no sabios en las cosas del mundo sino en mi
Ciencia Divina. Su única enseñanza es hacer conocer a las almas que yo os amo.
Necesito Sacerdotes Piadosos, Marianos y Eucarísticos. Salvad con vuestras
oraciones a las almas sacerdotales. »
« Hijos míos, si oran mi Corazón Triunfa; Triunfa en la oración; Triunfa con la oración,
mis hijos, yo deseo Triunfar en sus vidas y ¿cómo hacen esto, cómo cooperan con mi
triunfo? Siendo obedientes al amor que les doy en cada mensaje. Quiero soldados de
mi Reino que pregonen el Señorío y Reinado de Jesucristo, soldados de mi Santo
Rosario. Hijo, yo Triunfo en ti cuando renuncias a ti por otros, por Dios. Yo triunfo en ti
cuando vives en la pureza, creces en virtud.
Solo viviendo en comunión con mi santa Iglesia, que sin duda alguna, conmigo
Vuestra Madre que os ama, triunfará. »
El Capítulo 12 del Libro de Apocalipsis nos habla de una mujer que va a dar a luz y
grita con dolores de parto:
« Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la
luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y
grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz. » Ap 12
Nuestra Madre María es esa Mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies. Así lo
asegura Dios Padre en el Llamado de Amor y Conversión del 3 de Noviembre de
2016
« Es el momento de que todos los ejércitos del Cordero de Dios formados por la Mujer
vestida del Sol, la Inmaculada, la Dolorosa, Mi Hija y Madre Vuestra, se alcen y
proclamen el Triunfo de Su Corazón Inmaculado, y venga el Reinado Eucarístico del
Cordero del Sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza. »
Ella la Inmaculada dio a luz a nuestro Señor Jesucristo sin dolor, porque era el Hijo de
Dios, porque era Dios, pero al pie de la cruz, Ella tuvo otro parto. Al abrirse el costado
de nuestro Señor Jesucristo en la cruz donde brotó agua y sangre, es donde nació del
costado del Señor, la Iglesia, pero la iglesia fue acogida en María. María tuvo dolores
de parto al pie de la cruz al darnos a luz en la Iglesia.
Dice Nuestra Señora: « A Jesús lo di a Luz sin dolor en Belén. A ustedes los di a luz
con dolor en la Cruz. »
¿Quiénes son los que Ella, la Madre da a luz? También en el mismo capítulo se nos
dice:
« Y se llenó de ira el dragón contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su
descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio
de Jesús »
Los que guardan los mandamientos de Dios, los hijos de la Mujer, son
aquellos que lavadas sus vestiduras con la Sangre del Cordero, vienen de la Gran
Tribulación y cantan triunfales la Gloria de Dios y el Triunfo del Cordero. Son los
Apóstoles de los Últimos Tiempos, tal y como indicó San José el 27 de Diciembre
del 2017:
« Dios Padre dijo: Pondré enemistad entre ti y la Mujer, entre Su Linaje y tu linaje,
pero Ella con Su Talón aplastará tu cabeza. Fueron las Palabras del Padre a la
serpiente antigua.
El Linaje de esa Mujer, son los hijos que consagrándose a Ella, a María, sirven a
Jesús. Los Apóstoles, los discípulos, los primeros cristianos, siempre la vieron, la
reconocieron como Madre.
Pero hubo una Gran Batalla y la Mujer vestida del Sol dio a Luz, pero Dios protegió a
la Mujer y a Su Hijo. Y en la tierra quedaron los hijos de la Mujer, los Apóstoles de los
Últimos Tiempos, los Apóstoles de los Tres Corazones. »
« Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete
cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la
tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se puso
en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz. Y
dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro,
y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto,
donde tiene un lugar preparado por Dios para ser alimentada mil doscientos sesenta
días. »
La Mujer Vestida del Sol huye al desierto durante mil doscientos sesenta días. Ese
desierto como nos explica San José es el despojamiento, el abandono del mundo
para refugiarse del dragón y los poderes del maligno, a donde los Apóstoles de los
Últimos Tiempos, tienen que refugiarse también durante 1260 días, junto a la Mujer.
« He aquí una gran señal, una Mujer vestida de sol, con un manto azul profundo y una
corona de doce estrellas, la mujer abrigaba a la Iglesia con su Santísimo Manto. »
En esta batalla espiritual que está teniendo ya lugar, solo habrá dos bandos, aquellos
que se refugien en el desierto con la Mujer, es decir en la vida escondida, en la
oración, lejos de las vanaglorias del mundo y el resto, todos los que se han quedado
al margen de Dios. Los tibios serán vomitados de su boca tal y como habla el
Apocalipsis al referirse a la Iglesia de Laodicea.
« Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Pero
porque eres tibio, ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca. » Ap 3, 15-
16
La Mujer, dirige el Ejército del Cielo: Los Ángeles, los Santos, las almas del Purgatorio
y la Iglesia militante.
El Demonio (el Gran Dragón del Apocalipsis), « arrastra con su cola a un tercio de las
estrellas del cielo » a todos los que han quedado al margen de Dios, por voluntad
propia. Todos los que no se fueron "con la Mujer al Desierto": los que viven al margen
de Dios o manifiestamente en contra, los cristianos tibios o neutrales que viven su fe
mezclada con los pensamientos del mundo y que cogen del Evangelio solo lo que les
interesa, los cristianos que basan su fe únicamente en una costumbre, en una
tradición exterior que aparenta “ortodoxia” pero vacía de contenido y de amor y los
cristianos que confiaron en sus propias fuerzas, en sus propios juicios y criterios y
subestimaron el poder creciente del Diablo en nuestros días y que alcanzará su cenit
en el periodo de la Gran Tribulación.
« El Padre me envía con el Título del Corazón Doloroso e Inmaculado de María para
ser el Arca que salve a sus hijos en esta tempestad que el dragón ha causado:
pecado, libertinaje, ateísmo y el odio.
Hijos comprendan soy la Mujer Vestida del sol. Con mis Venidas a este Lugar Santo
se realiza el cumplimiento de la Gran Señal.
He venido a reunir a mi ejército de Apóstoles y he venido a ayudarles a discernir
porque también el adversario se ha vestido de Ángel de luz para dividir mi Rebaño de
los Últimos Tiempos.
Hijos míos, este Apostolado es el ejército Remanente que anunció el Apóstol Juan. »
« Los jefes, los guías del pueblo de Dios han desdeñado la oración y la penitencia, y
el demonio les ha ofuscado la inteligencia; se han transformado en estrellas errantes
que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la
vieja serpiente sembrar la división entre los reinantes, en todas las sociedades y en
todas las familias, donde se padecerán males físicos y morales. » La Salette, 1946
Ahora la elección es: o María, o sin-María. O los dirigidos por María, o los condenados
por Satanás. O los hijos de la Mujer vestida del sol, o los hijos de las tinieblas. En esta
elección consistirá la Salvación en estos Últimos Tiempos.
La Consagración
Para explicar lo que es una consagración podemos empezar por un caso más banal
que dé a entender lo que acontece en una consagración. Imaginaros que se va a
construir un altar que va a servir de lugar inmediato para la celebración de la
Eucaristía. La Eucaristía es una cosa Divina, es el Verbo Encarnado
Transubstanciado y necesita un altar para que se celebre la Misa. Entonces para
labrar un altar se escoge una piedra, se extrae de una cantera, se labra la piedra, pero
esa piedra es profana, esa piedra es apta para todos los usos. Cuando se le ha dado
la adecuada forma interviene el sacerdote o el obispo y por medio del aceite
consagrado, realiza un acto que vincula eso que ha sido hasta ahora un trozo de roca
aunque está modelado y desde entonces esa materia que era completamente
profana, acta para todos los usos, es algo dedicado únicamente a la Divinidad. Es un
caso extremo, un caso de mineral que es elevado al servicio de la Divinidad pero de la
divinidad en una forma muy concreta, la Divinidad en la Eucaristía.
El Bautismo
"Aquí estoy yo, Tú me has creado, yo soy para Ti, ahora me entregó."
La Consagración más grande es la del Bautismo. Todo el ser, alma, cuerpo, potencias
inferiores, todo cuanto es, todo queda consagrado. Desde esa Consagración
Bautismal nace todo. La Confirmación no le ayudará a ninguna consagración esencial,
el Orden Sagrado, que es también un Sacramento, que imprime carácter, no le
añadirá nada esencial, le adaptarán para que pueda celebrar los misterios Sagrados
en utilidad de la comunidad. Los otros Sacramentos, nada substancial añaden a la
Consagración Bautismal. Esto hay que tenerlo muy en cuenta cuando se habla de las
Consagraciones, ya estamos consagrados y antes de hacer ninguna otra
Consagración, que será una Consagración accidental hay que tomar conciencia de lo
que es la primera Consagración.
¿Quién Consagra?
Luego vienen los objetos o realidades divinas que tienen conexión con lo Divino. En
primer lugar la humanidad de Jesús. La humanidad de Jesús por la unión hipostática
es digna de culto de latría y en la Consagración al Corazón de Jesús se consagra a
Jesús Dios y hombre, no solamente a Dios, Dios y hombre y todas las consagraciones
que tengan como objeto la persona de Jesús son posibles, por que Jesús es Dios: a
Cristo Rey, al Corazón de Jesús, las diversas formas de devoción, los misterios de
Jesús.
No es un nuevo carisma o una nueva misión. Son aquellos que toman muy a pecho
las Palabras de mi Hijo: Id y anunciad. Ellos estarán encendidos con el Fuego del
Amor Divino, el celo de la Casa de Mi Padre les consume, predican a tiempo y a
destiempo, llevan la Palabra de Mi Hijo como su regla de oro y su único tesoro,
ayudan a los sacerdotes, ayudan a los Pastores de las almas, salen en busca de la
oveja perdida, aman a Dios, aman al prójimo. Hijos conságrense a Mi Corazón, tomen
a pecho los compromisos y pedidos de la Iglesia, vivan en plenitud su Bautismo y
Confirmación. Por eso no importa del carisma espiritual que proceda el alma que
quiera consagrarse. Lo importante es ser sal y luz del mundo donde Mi Hijo los ha
puesto siendo testimonio de que por Mi Corazón se llega al Corazón de Mi Hijo. Son
ustedes que traerán Mi Triunfo final, almas humildes y generosas.
Esta Gracia especialísima solamente la puede dar la Santísima Virgen, como hizo con
San Juan y Santa María Magdalena. Por esa razón, ellos son precursores e
intercesores del Apostolado, tal y como afirmaba el Sagrado Corazón de Jesús el 27
de Octubre de 2017:
« Al pie de la Cruz, no sólo estaba mi Madre, estaba mi amado Juan y María
Magdalena, ellos fueron testigos de la apertura de mi Corazón, ya no sólo en Espíritu,
sino también en Verdad, porque se abrió para recibirlos a todos. Juan y María, al pie
de la cruz, por intercesión de mi Madre, se hicieron los Nuevos Apóstoles de Nuestros
Sagrados Corazones, siguiendo el ejemplo de mi padre San José. Y ellos se
entregaron para consolar, amar y reparar Nuestros Sagrados Corazones, y, por eso
mismo, San Juan y Santa María Magdalena son intercesores de esta Obra de los
Últimos Tiempos. Es un ejemplo a seguir para ustedes. Los dos cambiaron de vida,
los dos se arrepintieron, los dos se dejaron amar y también amaron. Sigan también el
ejemplo de éstos Dos Apóstoles de Nuestros Dos Corazones y dediquen su vida a
consolarnos, a obedecernos y a cambiar cada día. »
El Corazón de María es refugio, es consuelo. No nos está diciendo que nos vaya a
quitar cruces, sino que en su Corazón vamos a encontrar el consuelo, la fuerza, la
alegría, la paz, la paciencia para poder sobrellevarlas.
Toda persona del apostolado, sí verdaderamente lo es, está llamada a ser alma
reparadora y las almas reparadoras son almas víctimas. A menudo pensamos que un
alma víctima como fueron San Juan y Santa María Magdalena en su día o como el
Padre Pio o San Juan Pablo II, es alguien triste, pesaroso, lleno de atroces
sufrimientos pero ¿Acaso no son los santos las personas más felices, aun cuando son
también los más crucificados? San Francisco de Asís, cuando fue estigmatizado decía
que nunca sufrió tanto y nunca gozó tanto. Es un misterio, pero gozan de amor y de
dolor. Son los más felices. Y San Juan y María Magdalena al pie de la cruz
experimentan esto, por eso muy posiblemente también ellos, visible o invisiblemente
fueron estigmatizados, ahí, dentro del Corazón Doloroso e Inmaculado de María.
María no nos quita la cruz, pero nos ayuda a sobrellevarla si nos acogemos a su
Corazón y nos ayuda a asociar nuestros sufrimientos, penalidades, vicisitudes, a la
Pasión del Redentor. Por eso cualquier tribulación, tropiezo, sufrimiento, todo
debemos ofrecerlo con amor, y si por nuestra condición pecadora no lo hacemos, nos
quejamos, queremos huir de la cruz, inmediatamente pedir perdón y volver al camino.
Ser Introducidos en el Corazón de María
¿Y cómo puedo ser yo introducido en el Corazón de María? La respuesta es más
sencilla de lo que parece. Lo dice Teresa de Jesús, porque esto no es cuestión de
hacer grandes cosas, es cuestión de desearlo. Dice ella:
« Me acuerdo que cuando murió mi madre tenía yo doce años de edad o poco menos,
cuando yo comencé a entender lo que había perdido afligida. Me fui a una imagen de
Nuestra Señora y le supliqué con muchas lágrimas que fuese mi Madre. Me parece
que aunque se hizo con simpleza me ha valido, porque he hallado a esta Virgen
soberana muy claramente, en cuanto me he encomendado y al fin me ha
reconquistado. »
Además de San Juan y Santa María Magdalena, el primero que la acogió en su casa
fue San José. Todos los tesoros están en el Corazón de la Madre y como San José
fue introducido en el Corazón de la Madre, ¿Que se le dio? El Corazón de Jesús,
Protector de los dos Corazones, Custodio de los dos Tesoros, Protector de la Iglesia,
terror de los demonios y numerosos tesoros que se van descubriendo poco a poco y
que él recibió en el Corazón Doloroso e Inmaculado de su Esposa.
Santa Isabel también recibió en su casa a la Santísima Virgen y nada más hacerlo
recibe la alegría, la profecía (Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre) y la santidad de su hijo en el mismo seno materno.