Liturgico
Liturgico
Liturgico
Liturgia es el conjunto de signos y símbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica.
Todas las acciones litúrgicas: oración, sacramentos están dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios
Padre, por medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo, y a la santificación de cada uno de los fieles
que forman esta Iglesia de Cristo.
Una bella definición nos la ha dado San Juan Pablo II es: “¿Qué es la liturgia sino la voz unísona del
Espíritu Santo y la Esposa, la santa Iglesia, que claman al Señor Jesús: `Ven’? ¿Qué es la liturgia sino
la fuente pura y perenne de ‘agua viva’ a la que todos los que tienen sed pueden acudir para
recibir gratis el don de Dios. “La liturgia es el lugar principal del encuentro entre Dios y los
hombres, de Cristo con su Iglesia” (n. 7)
La liturgia es la manera de celebrar nuestra fe. No solo tenemos fe y vivimos de acuerdo con ella,
sino que la celebramos con acciones de culto en las que manifestamos, comunitaria y
públicamente, nuestra adoración a Jesucristo, presente con nosotros en la Iglesia. Al vivir la
liturgia, nos enriquecemos de los dones que proceden de la acción redentora de Dios.
Dentro de la liturgia encontramos, los distintos tiempos litúrgicos o celebraciones litúrgicas las
cuales conforman el año liturgico y que podemos identificar dentro del Calendario Litúrgico.
Calendario litúrgico
El Año litúrgico está formado por distintos tiempos litúrgicos. Estos son tiempos en los que la
Iglesia nos invita a reflexionar y a vivir de acuerdo con alguno de los misterios de la vida de Cristo.
Adviento
Navidad
El tiempo litúrgico de Navidad comienza la noche del 24 de diciembre, con las vísperas, y finaliza el
domingo después de la Epifanía. Por tanto, dura de catorce a veinte días.
La Navidad es una época de gran alegría, porque celebra la primera venida de Jesús, que se hizo
hombre por amor a todos nosotros.
Tiempo Ordinario
desde el lunes después del domingo del Bautismo de Jesús, es decir el domingo después
de la Epifanía, al comienzo de la Cuaresma (Miércoles de Ceniza);
Cuaresma
Por lo tanto, hay cinco domingos de Cuaresma: el sexto comienza la Semana Santa y toma el
nombre de Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor.
Este tiempo litúrgico recuerda los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto.
Es, por tanto, un período de penitencia, oración y preparación para la Pascua, durante el cual se
lucha contra el pecado para ser dignos de Jesús y de su sacrificio.
La Semana Santa es la semana anterior a la Pascua y es la más importante del año. En ella
seguimos a Jesús desde su entrada en Jerusalén (Domingo de Ramos), hasta su arresto, la Pasión,
la muerte y el entierro.
El Jueves Santo conmemora la Última Cena y abre el solemne Triduo Pascual, tiempo central del
año litúrgico, porque en esos tres días Jesús instituyó la Eucaristía, el sacerdocio ministerial,
pronunció el mandamiento del amor fraterno.
El Sábado Santo se suspende toda celebración litúrgica, para conmemorar el descenso de Jesús a
los infiernos, mientras nos preparamos para la Vigilia Pascual (la noche entre el sábado y el
domingo).
El color litúrgico de la Cuaresma es el morado.
El 4to domingo de cuaresma el sacerdote puede utilizar el color Rosa, que significa alegría por
estar a las puertas de la Pascua.
En resumen:
Triduo Pascual: incluye:
Tiempo de Pascua
Cuarenta días después de Pascua se celebra la Ascensión de Jesús, que con Pascua y Pentecostés
es una de las fiestas más importantes del Calendario Eclesiástico. Es el momento en que Jesús,
muerto y sepultado, asciende al cielo.
Después de Pentecostés sigue el Segundo tiempo ordinario del año litúrgico que termina con la
fiesta de Cristo Rey.
Tiempo Ordinario 2
El eje del Año litúrgico es la Pascua. Los tiempos fuertes son el Adviento y la Cuaresma.
El Año litúrgico se fija a partir del ciclo lunar, es decir, no se ciñe estrictamente al año calendario. La
fiesta más importante de los católicos, la Semana Santa, misma que se realiza cuando hay luna
llena. Se cree que la noche que el pueblo judío huyó de Egipto, había luna llena lo que les permitió
prescindir de las lámparas para que no les descubrieran los soldados del faraón.
La Iglesia fija su Año litúrgico a partir de la luna llena que se presenta entre el mes de marzo o de
abril. Por lo tanto, cuando Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, respetando la tradición
judía de celebrar la pascua - el paso del pueblo escogido a través del Mar Rojo hacia la tierra
prometida - debía de haber sido una noche de luna llena. Hecho que se repite cada Jueves Santo.