Dogma de La Asuncion - Mariologia

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 14

FACULTAD DE TEOLOGÍA “SAN PABLO”

DOGMA DE LA ASUNCIÓN DE MARIA


Trabajo escrito de Mariología

ESTUDIANTES: Torrico Arancibia Maria Teresa


Laime Miranda Lesbert Naciv
Ortube Marín Walter Guillermo
Goytia Rios Juan José
Ortiz Arévalo Pedro
DOCENTE: Dra. Sonia Vargas Andrade

Cochabamba-Bolivia
Octubre del 2022
Introducción

J.M. Bover menciona que no se puede dar ningún testimonio fehaciente en favor de
la asunción de María anterior al siglo IV.

Hecha esta apreciación, se expondrá los distintos argumentos que se dieron a lo largo
del tiempo de teólogos, quienes dan testimonio de que es posible encontrar acerca de
la muerte y glorificación de María; como es el caso del testimonio del presbítero
Timoteo de Jerusalén, quien habla de la asunción en el sermón V sobre el profeta
Simeón; o el caso de San Epifanio en su obra Panarión, quien refuta dos herejías
diversas acerca de la persona de María, una por defecto y la otra por exceso.

También la sagrada escritura ha dejado el tema de la asunción de María en la


incertidumbre por reverencia hacia esta virgen incomparable, para eliminar cualquier
pensamiento bajo o carnal; sin embargo, existe una obra de particular importancia, la
cual es el Pseudo – Melitán, en donde nos habla del tránsito de María, de los
acontecimientos de su muerte, su entierro, su resurrección y de su asunción al cielo.

En la actualidad los libros apócrifos que tratan el tema de la asunción de la virgen


María pueden ser considerados como jalones de la tradición, por tratarse de relatos
fantasiosos, esto se puede leer en los escritos de Gregorio, quien toma como
elementos narrativos a los libros apócrifos, mencionando que María fue llevada a los
cielos en una nube, y estando allí ella gozaría de los bienes eternos sin términos ni
ocaso.
1. Contexto histórico.

El dogma de la Asunción de María se promulgó en el año 1950 por el papa Pio XII.
Antes de definirse como dogma, fue una creencia que está documentada, por lo
menos desde el siglo V. Ya en los primeros años del siglo V, se encuentra el
testimonio del presbítero Timoteo de Jerusalén que habla de la Asunción diciendo en
un sermón: “Por lo cual, la Virgen hasta ahora es inmortal, como quiera que el que la
había inhabilitado (Cristo) la llevó al lugar de la Asunción” 1. Que esta afirmación sea
recogida de una predicación da a entender que hablar de la asunción de María no era
una novedad en Jerusalén (lugar donde predicaba), supone pues, una creencia
general.

Hay que señalar también que la Asunción de María o conocida también como la
dormición de María se celebra en Jerusalén ya en el siglo VI, y hacia el año 600 en
Constantinopla. A finales del siglo VII, la fiesta se introduce en Roma, donde en
seguida se llama “Asunción de Santa María”. Durante los siglos VII y IX, la fiesta se
extiende por todo Occidente. Con ella la aceptación de la opinión piadosa se hace
común en el pueblo cristiano bajo la guía de los pastores.2

El año 1950 puede ser considerado el vértice y punto culminante del pontificado de
Pío XII. Era año jubilar y los peregrinos afluían a Roma en muchedumbres,
seguramente porque veían en la capital del Papado el único lugar seguro después de
una terrible guerra. El mundo acababa de vivir dos guerras mundiales y la Iglesia
presentaba un mensaje de profesión de fe en la humanidad.3

Es importante también reconocer la conexión del dogma de La Inmaculada


Concepción con el dogma de la Asunción. Esto, porque el primero representa el
estadio inicial de la existencia terrena de María, y su gloriosa Asunción representa su
estadio

1
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 242.
2
Cfr. C. POZO “María en la escritura de la fe de la Iglesia”. 1977, 146.
3
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945.
final, el culmen lógico del desarrollo progresivo de su plenitud de gracia y de su
santidad.

Fue precisamente alrededor de 1854, año de la definición inmaculista, cuando se


manifestó con fuerza el movimiento asuncionista, el cual fue iniciado, por una parte,
fray Jorge Sánchez, obispo del Burgo de Osma, en 1849 y, por otra, san Antonio
María Claret, confesor de doña Isabel II, en 1863. Esta reina de España solicitó
oficialmente al Papa la definición del dogma de la Asunción (petición que sería
renovada, tras la restauración de la monarquía, por la reina regente doña María
Cristina y más tarde por el propio rey don Alfonso XIII). 4

En general la cuestión no se planteaba en términos de si hubo o no Asunción


psicosomática de María a los cielos (los autores estaban de acuerdo en afirmarla); el
verdadero meollo consistía en hallar el nexo con la tradición apostólica de una
creencia cuyas fuentes testimoniales más antiguas databan sólo del siglo V y a través
de los libros apócrifos. La definibilidad del dogma, en efecto, dependía de que se
considerase a este misterio como parte del depósito revelado.
Con cierta frecuencia se ha atacado la firmeza de la Tradición sobre la asunción de
María, señalando que sus orígenes hay que descubrirlos en conexión con narraciones
apócrifas. Los apócrifos, en razón de ser relatos plagados de elementos fantasiosos y
hasta inverosímiles, no podían ser tenidos como testimonio fiable de una tradición
anterior que, sin duda, existió en forma oral en un círculo restringido en torno al
apóstol San Juan.5 Dado, pues, que no se podía hallar el vínculo directo con la
Sagrada Escritura y la Tradición en apoyo de la Asunción, proponía que se
procediese con ella como con una canonización, la cual goza de certeza dogmática y
toca el campo de lo infalible sin que se recurra al argumento de la Revelación. En
cuanto a la cuestión de la inmortalidad de la Virgen, antes de la aparición de los
apócrifos no se tenía por cierto el hecho de que la Virgen hubiera muerto. Los dos
únicos padres que abordaron
directamente el tema fueron los palestinenses san Epifanio de Salamina (para ponerlo
en duda) y Timoteo de Jerusalén (para negarlo). Además, la Iglesia, al establecer la
primitiva fiesta de la Memoria de Santa María el 15 de agosto no hizo mención

4
https://ec.aciprensa.com/wiki/Breve_historia_del_dogmna_de_la_Asunci%C3%B3n (fecha de
consulta: 25.10.22)
5
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 248.
alguna de él. Que después se haya llegado a afirmarla y creerla generalmente al
punto que en Oriente se celebra la Dormición de la Virgen es resultado de la difusión
de los apócrifos, que suponían que el modo más natural de abandonar el mundo era
la muerte.
2. Apócrifos asuncionistas.

Ofrecen a la iglesia el como del tránsito de María, respondiendo a su modo de una


legítima curiosidad popular como quiera que los creyentes. En la actualidad se
conocen siete relatos apócrifos, principales sobre el tema de la Asunción,
extendiendo numerosas variantes sobre los mismos relatos del tránsito los apócrifos
del tránsito comienzan a despuntar hacia el final del siglo v, pero florecen con toda
su pureza pujante en el siglo VI como florecimiento que se da en el oriente hasta el
siglo IX y también en occidente circulan diverso relato del tránsito.

Sobre los antecedentes sobre la muerte como la inminencia de la muerte de María, el


reencuentro con los apóstoles y sobre la vela de los apóstoles con maría antes de
morir. Sobre la muerte de maría tres comentos la venida de Jesucristo, la muerte tal y
sepultura. Y La asunción propiamente dicha entre se realiza la venida del señor, la
resurrección de María y su traslación al cielo y cuerpo y alma.

Los apócrifos asuncionistas, se puede hoy afirmar que hoy sirven de clave para
descifrar un enigma en la historia de la tradición, patrística y cobro notable
importancia no solo en el campo bíblico, sino también en el histórico, en el litúrgico
y en el mismo campo.

3. La fiesta de la Asunción

Comenzó a celebrarse en la iglesia una fiesta en conmemoración de María a


semejanza de las fiestas que se celebraban para recordar a la memoria de los
mártires, esa fiesta de María que en primer lugar tuvo momento de una estrecha
relación con la fiesta de la natividad del señor y poco a poco fue abarcando toda la
vida de María, hasta centrarse en deis natalis es decir el día de su nacimiento al cielo.

El 15 de agosto hay que observar que en un momento existía una clara seguridad que
se podía a cerca del objeto de la fiesta, de sí misma se pone en relieve en triple
designación dormición (koimesis) , paso o tránsito (metástasis) asunción (analepsis) .
El cambio de la memoria de la madre de Dios, orientada según una soteriología
encarnacioncita al recuerdo de deis natalis, este cambio en el objeto de la fiesta, pudo
ser percibida por parte de los fieles solamente, si a este su tránsito iba unido algo
especial y puesto que esta memoria fue entendida por todos los que participaban en
las fiestas, no solo como la celebración de un privilegio especial de gracia de la
madre de Dios sino el mismo tiempo como un prodigioso acontecimiento.

4. Los textos litúrgicos

Son los textos litúrgicos para poner el misterio del valor celebrado en las iglesias
tanto en Oriente como en el Occidente, la riqueza de textos litúrgicos asuncionistas
es algo realmente sorprendente.

Las principales liturgias orientales rememoran todas con expresión entusiasta y


encendidas, el trasmito feliz de María en su Asunción, de forma paralela las liturgias
Occidentales se refieren al misterio de la asunción, con palabras y expresiones
igualmente elogiosas dentro de la sobriedad dele estilo occidental.

5. Desde el siglo IX al siglo XVIII

En el Oriente el sermón de Teodoro estudia un testimonio claro en favor de la


Asunción habiéndose salido del cuerpo, su espíritu esta nosotros y conducida al
cielo. el emperador León IV el sabio dejo cuatro sermones sobre María sobre la
dormición de María que presenta a María, como potencia que intercede y media al
cielo, XIV Gregorio Palanas en su sermón sobre la dormición de María, igualmente
Nicolás cabasitas (1371) en su sermón sobre la dormición expresa bellamente su
testimonio.

En el oriente no se dio cerca de la Asunción fue una ausencia polémica en efecto la


doctrina de la Asunción no tenía vasos de ir contra principios doctrinales como el
caos de la Inmaculada Concepción, aparee un personaje Pseudo Jerónimo responde a
una pregunta que preciaba a todo Occidente diciendo porque dudan de si fue asunta
junto con el cuerpo o por sí o, por el contrario. Pseudo Agustín dice de Assumptione
Beatae Marie virginis fue el Primero que puso en occidente el fundamento de la
teología de la Asunción.

6. Desde la escolástica hasta el siglo XVIII


El tema de la Asunción experimento el giro que dio el universo doctrinal en el
occidente con la aparición de la escolástica.

San Antonio de Padua (1231) comentando en la fiesta de la Asunción el texto de


Isaías 60,13

Santo Tomas de Aquino (1264) se refiere a la asunción en la exposición del símbolo,


en la expresión sobre la salutación angélica y en dos puntos

San Buenaventura tanto en el breviloquium como en el sermón acerca de la natividad


de María y el sermón de la Asunción de María.

7. En los siglos XIX –XX

En el movimiento asuncionista recibió un nuevo impulso con la convicción de este


concilio el 28 de junio de 1868 en el concilio de vaticano I, pero no se ocupó
oficialmente, pero el concilio de vaticano II se ha referido a la verdad de la Asunción
como un hecho eclesial adquirido en íntima relación con la concepción inmaculada.

Las declaraciones de los Romanos Pontífices sobre la Asunción corporal de la virgen


no son muy numerosas: Teodoro (I 642) a mediados del siglo VII la instituyo en
Roma, Sergio I siglo VIII normas suélenme procesión Pascual, (I 817) el tránsito de
la virgen León IV (847) la vigilia, Urbano VIII la puso en (1642) entre la fiesta de
precepto Pio XI la Asunción como patrona de Francia.

Alejandro III (1181) síntesis de fe.


PIO IX SE deduce a la concepción inmaculada de la forma en que es creída por parte
de la comunidad de los fieles.
León XIII (1903) En sus dos Encíclicas marianas se refiere de haber sido elevada
María a la gloria del cielo.
PIO XII se refiero más antes de la definición dogmática de 1950. María brilla en el
cielo por la gloria de su cuerpo.
8. Declaración del Dogma

La Asunción fue declarado como Dogma por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de
1950, esto se da raíz, de la constitución apostólica Munificentissimus Deus. Ahora
bien, antes de su proclamación, el Papa, “hizo en 1946 una consulta a todo el
episcopado católico rogando insistentemente que diera a conocer con que devoción,
conforme a su fe y piedad, el clero y pueblo confiado a su gobierno pastoral
veneraban la Asunción de la beatísima Virgen María” 6 con esto estamos observando,
la participación de los demás para la proclamación del dogma ya que se dio una
respuesta positiva.
a. La constitución sobre el Dogma

Con bien vemos la constitución apostólica sobre la Asunción nos dirá que “el objeto
de la fiesta no era solamente la incorrupción del cuerpo de la bienaventurada Virgen
María, sino también si triunfo sobre la muerte y su celestial glorificación a semejanza
de su Unigénito.”(MD 20). Antes de estas palabras el Papa muestra las peticiones
para la definición, lo cual ya mencionamos anteriormente, así mismo, da cuenta
sobre el testimonio que tenía los Padres de la Iglesia y Doctores, y así poder
fundamentar, si en caso es así, lo que las Sagradas Escrituras, puedan decir sobre el
Dogma.

En este aspecto, EL Papa nos hará recuerdo lo que san Juan Damasceno menciono
respecto a este tema, él decía que “era necesario que aquella que en el parto había
conservado ilesa su virginidad conservase también sin ninguna corrupción su cuerpo
después de la muerte” (MD 21) es decir que le da un lugar privilegiado a María, por
ser su Madre, por ser Esposa del Padre, por tener en su Vientre al Hijo y por su
fidelidad al Hijo.

6
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 263.
Por otra parte, la Constitución nos mostrara los argumentos teológicos sobre la
Asunción de María, que concuerda de alguna manera con las verdades reveladas. En
este aspecto mencionaremos algunos de cada época. En cuanto a los doctores
escolásticos, Amadeo, obispo de Lausana nos dice que “la carne de María Virgen
permaneció incorrupta («no se puede creer, en efecto, que su cuerpo viese la
corrupción»), porque realmente se reunió a su alma, y junto con ella fue envuelta en
altísima gloria en la corte celeste”(MD 28). Esto mencionar porque a María lo ven
como la llena de gracia, aquella mujer que, al decir, si al Señor, es colmada de
privilegios. Así mismo, San Alberto Magno, nos dirá que “la beatísima Madre de

Dios fue asunta en cuerpo y alma por encima del coro de los ángeles”. (MD 30). De
la misma manera Santo Tomas de Aquino, respalda que María fue llevada al cielo en
cuerpo – alma. Finalmente, otro gran doctor, que es San Buenaventura, también
apoyara este dogma de fe, pues, “del mismo modo que Dios preservo a María
Santísima de la violación del pudor y de la Integridad virginal en la concepción y en
el parto, así no permitió que su cuerpo se deshiciese en podredumbre y ceniza.” (MD
30).

b. Observación respecto al Dogma

Antonio Calero, en su texto nos mencionara siete aspectos esenciales sobre el dogma
de acuerdo a la Constitución que la Asunción es:

 Es un dogma de fe y no una opinión piadosa


 Es una verdad revelada, algo que es incomprensible para la razón
humana, es una verdad revelada que se basa en el juicio de la
Constitución, y que todo esto es revelado por el Espíritu Santo.
 Se trata de una revelación implícita, conectándola con otras verdades
de fe tanto Cristológicas como Marianas.

 Existe relación con la maternidad divina, inmaculada concepción, la


virginidad sin mancha, con su insigne santidad superior a otros seres.
 Que el dogma es una verdad fundada en las Escrituras, arraigada al
alma de los fieles, un culto divino desde la época patrística, tiene
relación con otras verdades, y es ilustrada y explicada por los teólogos.
 Que el dogma está más allá de que si María murió, del cómo y donde
murió. Es decir, lo más importante es que María fue asunta en cuerpo y
alma.
 Cuando se habla de la Asunción no se habla de un lugar puramente
cosmológico, sobre el cuerpo glorificado. Y que en su realidad
existencia ha sido glorificada.7
c. Repercusiones sobre la definición dogmática

La proclamación tuvo algunas posturas negativas, afirmando que no hay argumentos,


que respalden tal afirmación, y, por otra parte, también causo una esperanza,
especialmente dentro de la Iglesia Católica.

d. Dentro de la Iglesia se vio una notable aceptación, además gracias a


la proclamación del dogma se fue viviendo con más intensidad la fe
en María, y así mismo, tener una esperanza en la resurrección
e. En las iglesias no católicas, respecto al dogma fue vista de manera
negativa, en cuanto a los ortodoxos, admiten el dogma como una
piadosa creencia, pero se oponen a su definición dogmática, así
mismo, dirán que “un dogma es, según lo entiende la Iglesia ortodoxa,
un estado de causa revelado, formulado por los Concilios y aceptado
por la Iglesia, cosas que no se encuentran, sin embargo, en la
Asunción de la Santísima Virgen que ni se apoya en un estado de
causa revelado”8. En cambio, los luteranos dirán que "la Asunción
corporal de María a la gloria celestial no tiene fundamento alguno en
la Sagrada Escritura”9.

7
Cfr. A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 264-266.
8
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 267.
9
Ibit., 268
Por otra parte, el Sínodo Valdense nos recalcara que, “esa doctrina es
totalmente ajena al Evangelio, de que ella conduce a una glorificación
indebida de la naturaleza humana, contribuyendo con esto aminorar la
fe en Jesucristo como verdadero Dios y verdadero Hombre.
Finalmente, los obispos anglicanos de igual manera rechazan la
Asunción de María dando a conocer que no hay nada que respalde
esta definición dogmática.

9. La múltiple significación del misterio de la asunción de María

Este misterio, como los que hemos estado viendo en la clase, no es un simple objeto
de contemplación o asombro para todo creyente, más al contrario “es una realidad
dinámica”10 porque su presencia se siente no solo impacta, repercute; no solo está, es
y de muchas maneras: como mujer, como madre, como discípula, etc. Y porque es,
nos invita que aquello dado a conocer por ella, a la luz de Cristo y como designio de
Dios, para toda la iglesia.
Siendo ella un modelo de respuesta al designio de Dios, este misterio de la asunción
presenta cuatro significados:

9.1 Significado antropológico


En primera instancia la proclamación del dogma aparece en un sentido de esperanza,
pues el mundo en ese entonces había vivido y sentido el conflicto de guerra, es así
que la humanidad, aun teniendo fe (hablando de los que no perdieron la fe)
mantienen la mirada y la fortalecen en aquella que es su más digna representante y la
ven victoriosa, junto a Dios, con el fin de promover la esperanza.
Lo que se pretende con este significado es “llevar a su plenitud toda la realidad
humana de María, su persona”11destacando cualidades más sobresalientes: mediación
intersubjetiva, potencia en obediencia y su entrega.

10
CALERO A., “María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia”, Madrid, 1990, 276.
11
Ibid., 277
9.2 Significado teológico
“El misterio de la asunción aparece estrechamente unido y en dependencia del
conjunto de verdades que conforman el misterio de María”12. En la tradición de la
iglesia esto se ha ido dando en la relación con: su divina maternidad, con su
virginidad perpetua, con su santidad total, en todo cuanto ilustre la plena unión con
Cristo y la realeza de María es la participación en la glorificación con Él, su hijo.

9.3 Significado eclesiológico


Encarna en la persona de María una personalidad colectiva, es la personificación de
lo que la iglesia está llamada, es nuestra madre el primer ser que participa plena y
definitivamente de la victoria de Cristo.
En las sagradas escrituras 1Cor 15,20 se hace realidad la afirmación paulina de que
Cristo resucita como primicias de los que durmieron

9.4 Significado escatológico


Su relación personal y única con la iglesia gloriosa es como personificación de ésta,
María Asunta por lo tanto es junto con la iglesia gloriosa el modelo que ante sí tiene
la iglesia peregrinante.
Es la personificación del estado presente de la Iglesia gloriosa, expresa pues el futuro
estado de la iglesia peregrinante, el estado presente de la iglesia celeste.

12
Ibid., 279
Conclusión

La Asunción de la Virgen María es la última verdad enseñada por la iglesia al ser


definida por el papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950.

Esta es una creencia universal de la Iglesia católica desde los primeros siglos hasta
nuestros días. El elemento esencial de este dogma enseña que la Virgen María, al
término de su vida en este mundo, fue llevada al cielo en cuerpo y alma.

La magnitud de su ascensión se resume en este Discurso 15-VIII 1963 del papa


Pablo VI: “Nuestra aspiración a la vida eterna parece cobrar alas y remontarse a
cimas maravillosas, al reflexionar que nuestra Madre Celeste está allá arriba. Ella nos
ve y nos contempla con su mirada llena de ternura”.
Bibliografía

CALERO Antonio, “María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia”, Madrid,


1990.
POZO Cándido, “María en la Escritura de la fe de la Iglesia”, BAC, Madrid,
OTERO Aurelio de Santos, “Los evangelios Apócrifos, BAC, Madrid, 1975.
https://ec.aciprensa.com/wiki/Breve_historia_del_dogmna_de_la_Asunci
%C3%B3n
Pio XII, “Constitución Apostólica sobre la definición del dogma de la
Asunción Munificentissimus Deus”, en
https://www.mercaba.org/PIO%20XII/asuncion.htm, (Fecha de consulta,
23.10.2022).

También podría gustarte