Dogma de La Asuncion - Mariologia
Dogma de La Asuncion - Mariologia
Dogma de La Asuncion - Mariologia
Cochabamba-Bolivia
Octubre del 2022
Introducción
J.M. Bover menciona que no se puede dar ningún testimonio fehaciente en favor de
la asunción de María anterior al siglo IV.
Hecha esta apreciación, se expondrá los distintos argumentos que se dieron a lo largo
del tiempo de teólogos, quienes dan testimonio de que es posible encontrar acerca de
la muerte y glorificación de María; como es el caso del testimonio del presbítero
Timoteo de Jerusalén, quien habla de la asunción en el sermón V sobre el profeta
Simeón; o el caso de San Epifanio en su obra Panarión, quien refuta dos herejías
diversas acerca de la persona de María, una por defecto y la otra por exceso.
El dogma de la Asunción de María se promulgó en el año 1950 por el papa Pio XII.
Antes de definirse como dogma, fue una creencia que está documentada, por lo
menos desde el siglo V. Ya en los primeros años del siglo V, se encuentra el
testimonio del presbítero Timoteo de Jerusalén que habla de la Asunción diciendo en
un sermón: “Por lo cual, la Virgen hasta ahora es inmortal, como quiera que el que la
había inhabilitado (Cristo) la llevó al lugar de la Asunción” 1. Que esta afirmación sea
recogida de una predicación da a entender que hablar de la asunción de María no era
una novedad en Jerusalén (lugar donde predicaba), supone pues, una creencia
general.
Hay que señalar también que la Asunción de María o conocida también como la
dormición de María se celebra en Jerusalén ya en el siglo VI, y hacia el año 600 en
Constantinopla. A finales del siglo VII, la fiesta se introduce en Roma, donde en
seguida se llama “Asunción de Santa María”. Durante los siglos VII y IX, la fiesta se
extiende por todo Occidente. Con ella la aceptación de la opinión piadosa se hace
común en el pueblo cristiano bajo la guía de los pastores.2
El año 1950 puede ser considerado el vértice y punto culminante del pontificado de
Pío XII. Era año jubilar y los peregrinos afluían a Roma en muchedumbres,
seguramente porque veían en la capital del Papado el único lugar seguro después de
una terrible guerra. El mundo acababa de vivir dos guerras mundiales y la Iglesia
presentaba un mensaje de profesión de fe en la humanidad.3
1
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 242.
2
Cfr. C. POZO “María en la escritura de la fe de la Iglesia”. 1977, 146.
3
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945.
final, el culmen lógico del desarrollo progresivo de su plenitud de gracia y de su
santidad.
4
https://ec.aciprensa.com/wiki/Breve_historia_del_dogmna_de_la_Asunci%C3%B3n (fecha de
consulta: 25.10.22)
5
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 248.
alguna de él. Que después se haya llegado a afirmarla y creerla generalmente al
punto que en Oriente se celebra la Dormición de la Virgen es resultado de la difusión
de los apócrifos, que suponían que el modo más natural de abandonar el mundo era
la muerte.
2. Apócrifos asuncionistas.
Los apócrifos asuncionistas, se puede hoy afirmar que hoy sirven de clave para
descifrar un enigma en la historia de la tradición, patrística y cobro notable
importancia no solo en el campo bíblico, sino también en el histórico, en el litúrgico
y en el mismo campo.
3. La fiesta de la Asunción
El 15 de agosto hay que observar que en un momento existía una clara seguridad que
se podía a cerca del objeto de la fiesta, de sí misma se pone en relieve en triple
designación dormición (koimesis) , paso o tránsito (metástasis) asunción (analepsis) .
El cambio de la memoria de la madre de Dios, orientada según una soteriología
encarnacioncita al recuerdo de deis natalis, este cambio en el objeto de la fiesta, pudo
ser percibida por parte de los fieles solamente, si a este su tránsito iba unido algo
especial y puesto que esta memoria fue entendida por todos los que participaban en
las fiestas, no solo como la celebración de un privilegio especial de gracia de la
madre de Dios sino el mismo tiempo como un prodigioso acontecimiento.
Son los textos litúrgicos para poner el misterio del valor celebrado en las iglesias
tanto en Oriente como en el Occidente, la riqueza de textos litúrgicos asuncionistas
es algo realmente sorprendente.
La Asunción fue declarado como Dogma por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de
1950, esto se da raíz, de la constitución apostólica Munificentissimus Deus. Ahora
bien, antes de su proclamación, el Papa, “hizo en 1946 una consulta a todo el
episcopado católico rogando insistentemente que diera a conocer con que devoción,
conforme a su fe y piedad, el clero y pueblo confiado a su gobierno pastoral
veneraban la Asunción de la beatísima Virgen María” 6 con esto estamos observando,
la participación de los demás para la proclamación del dogma ya que se dio una
respuesta positiva.
a. La constitución sobre el Dogma
Con bien vemos la constitución apostólica sobre la Asunción nos dirá que “el objeto
de la fiesta no era solamente la incorrupción del cuerpo de la bienaventurada Virgen
María, sino también si triunfo sobre la muerte y su celestial glorificación a semejanza
de su Unigénito.”(MD 20). Antes de estas palabras el Papa muestra las peticiones
para la definición, lo cual ya mencionamos anteriormente, así mismo, da cuenta
sobre el testimonio que tenía los Padres de la Iglesia y Doctores, y así poder
fundamentar, si en caso es así, lo que las Sagradas Escrituras, puedan decir sobre el
Dogma.
En este aspecto, EL Papa nos hará recuerdo lo que san Juan Damasceno menciono
respecto a este tema, él decía que “era necesario que aquella que en el parto había
conservado ilesa su virginidad conservase también sin ninguna corrupción su cuerpo
después de la muerte” (MD 21) es decir que le da un lugar privilegiado a María, por
ser su Madre, por ser Esposa del Padre, por tener en su Vientre al Hijo y por su
fidelidad al Hijo.
6
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 263.
Por otra parte, la Constitución nos mostrara los argumentos teológicos sobre la
Asunción de María, que concuerda de alguna manera con las verdades reveladas. En
este aspecto mencionaremos algunos de cada época. En cuanto a los doctores
escolásticos, Amadeo, obispo de Lausana nos dice que “la carne de María Virgen
permaneció incorrupta («no se puede creer, en efecto, que su cuerpo viese la
corrupción»), porque realmente se reunió a su alma, y junto con ella fue envuelta en
altísima gloria en la corte celeste”(MD 28). Esto mencionar porque a María lo ven
como la llena de gracia, aquella mujer que, al decir, si al Señor, es colmada de
privilegios. Así mismo, San Alberto Magno, nos dirá que “la beatísima Madre de
Dios fue asunta en cuerpo y alma por encima del coro de los ángeles”. (MD 30). De
la misma manera Santo Tomas de Aquino, respalda que María fue llevada al cielo en
cuerpo – alma. Finalmente, otro gran doctor, que es San Buenaventura, también
apoyara este dogma de fe, pues, “del mismo modo que Dios preservo a María
Santísima de la violación del pudor y de la Integridad virginal en la concepción y en
el parto, así no permitió que su cuerpo se deshiciese en podredumbre y ceniza.” (MD
30).
Antonio Calero, en su texto nos mencionara siete aspectos esenciales sobre el dogma
de acuerdo a la Constitución que la Asunción es:
7
Cfr. A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 264-266.
8
A.CALERO, María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia, Madrid 1990, 267.
9
Ibit., 268
Por otra parte, el Sínodo Valdense nos recalcara que, “esa doctrina es
totalmente ajena al Evangelio, de que ella conduce a una glorificación
indebida de la naturaleza humana, contribuyendo con esto aminorar la
fe en Jesucristo como verdadero Dios y verdadero Hombre.
Finalmente, los obispos anglicanos de igual manera rechazan la
Asunción de María dando a conocer que no hay nada que respalde
esta definición dogmática.
Este misterio, como los que hemos estado viendo en la clase, no es un simple objeto
de contemplación o asombro para todo creyente, más al contrario “es una realidad
dinámica”10 porque su presencia se siente no solo impacta, repercute; no solo está, es
y de muchas maneras: como mujer, como madre, como discípula, etc. Y porque es,
nos invita que aquello dado a conocer por ella, a la luz de Cristo y como designio de
Dios, para toda la iglesia.
Siendo ella un modelo de respuesta al designio de Dios, este misterio de la asunción
presenta cuatro significados:
10
CALERO A., “María en el Misterio de Cristo y de la Iglesia”, Madrid, 1990, 276.
11
Ibid., 277
9.2 Significado teológico
“El misterio de la asunción aparece estrechamente unido y en dependencia del
conjunto de verdades que conforman el misterio de María”12. En la tradición de la
iglesia esto se ha ido dando en la relación con: su divina maternidad, con su
virginidad perpetua, con su santidad total, en todo cuanto ilustre la plena unión con
Cristo y la realeza de María es la participación en la glorificación con Él, su hijo.
12
Ibid., 279
Conclusión
Esta es una creencia universal de la Iglesia católica desde los primeros siglos hasta
nuestros días. El elemento esencial de este dogma enseña que la Virgen María, al
término de su vida en este mundo, fue llevada al cielo en cuerpo y alma.