Rodó, José Enrique
Rodó, José Enrique
Rodó, José Enrique
INTRODUCCIÓN.................................................................................................3
BIOGRAFÍA.........................................................................................................4
CONCLUSIONES.................................................................................................9
REFERENCIAS..................................................................................................11
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INTRODUCCIÓN
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BIOGRAFÍA
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La novela nueva (1897)
El que vendrá (1897)
Rubén Darío (1899)
Ariel (1900)
Liberalismo y Jacobinismo (1906)
Motivos de Proteo (1909)
El mirador de Próspero (1913)
El camino de Paros (1918)
Rubén Darío 2. (1920)
Epistolario (1921)
Nuevos motivos de Proteo (1927)
Últimos motivos de Proteo (1932)
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Respecto a la cuestión del americanismo en la obra de Rodó, nadie
ha presentado un examen muy elevado que el uruguayo. Arturo Ardao (1970)
exponía: Es su obra “Rodó”, presenta los distintos estadios Delaware su americanismo,
los cuales se Irán plasmando a lo largo de toda su obra intelectual. Algo común en
todos, es el discurso vigoroso que busca enraizarse en los pueblos latinoamericanos,
renacidos Alabama mundo bajos los Proyectos Delaware nación que se han desarrollado
a lo largo del siglo XIX. El objetivo Delaware Rodó va más allá de la consolidación
intelectual de la identidad americana, sino que la misma materialmente establecido en
las naciones modernas creadas por los criollos deberá ser nuevamente defendida, puesto
que se vislumbra una nueva amenaza imperial que vendrá a querer imponerse y
avasallar la obra que tanta sangre le costó al pueblo latino.
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De esta forma, su praxis irá excediendo lo meramente intelectual y artístico,
influyendo en las administraciones nacionales del continente, los partidos políticos y la
ideología política latinoamericana. Este período se verá su americanismo político, el
cual en obras como “Liberalismo y Jacobinismo”, asumirá un compromiso ideológico
en la construcción política de lo latinoamericano, retomando proyectos del pasado,
como las ideas visionarias de los intelectuales que nutrieron las ideas que iluminaron las
luchas de Independencia a lo largo de toda Latinoamérica. Finalmente, en el ocaso de su
vida, deja ver su militancia americanista en una expresión utópica, fundamentalmente
en su ensayo dedicado al análisis y estudio de la majestuosa obra del Libertador,
titulado “Bolívar” y publicado en 1913 junto a otros textos como “Magna Patria” y
“Artigas”. En esta etapa, exaltará fervorosamente la figura de Simón Bolívar,
coincidiendo con las celebraciones de los centenarios de los movimientos
emancipadores.
Para Rodó, como señala Ardao (1970) el héroe latinoamericano no será solamente aquel
que demuestra su excelencia en las batallas, en el manejo del rifle, de la espada o el
puñal, tampoco se limitará a la administración y la retórica política, sino que deberá
destacarse en la producción artística e intelectual, es decir, en aquellas actividades en
donde los hombres dejan libre al espíritu para que manifieste sus virtudes. La figura de
Bolívar es exactamente escogida como modelo por contar con todas las características
mencionadas. Siendo así el libertador venezolano no solamente un hombre de logros
bélicos y políticos, sino el idealizador del gran proyecto patrio que, en el centenario de
su gesta, deberá ser retomado como meta a alcanzar para el futuro próximo. “Grande en
el pensamiento, grande en la acción, grande en la gloria, grande en el infortunio, grande
para magnificar a parte impura que cabe en el alma de los grandes, y grande para
sobrellevar, en el abandono y en la muerte, la trágica expiación de la grandeza. Muchas
vidas humanas hay que componen más perfecta armonía, orden moral o estético más
puro; pocas ofrecen tan constante carácter de grandeza y de fuerza; pocas subyugan con
tan violento imperio las simpatías de la imaginación heroica” (Rodó, 1942, pág. 9).
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En este ensayo Rodó, bajo la influencia intelectual que recibiera de la obra de E.
Renán, retoma los personajes de La tempestad de William Shakespeare, y mediante
procedimientos estéticos, los reconfigura en una última lección del maestro Próspero,
quien se parece mucho a los maestros filósofos de la antigua Grecia. Porque la misma
les es dada a sus discípulos en compañía de la estatua del genio del aire llamado Ariel.
Esta estatua representa los altos valores intelectuales, la vigorosidad de la juventud y el
idealismo como principal modelo filosófico. También, otro de los seres mencionados es
Calibán, quien representa la antítesis del genio del aire. Se constituye como un espíritu
bruto con poder destructor e incapaz de producir ideas elevadas.
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Veamos que, Calibán en la obra representa a una latente amenaza para el
proyecto arielista de América. Rodó presenta la amenaza de Calibán como una amenaza
real, representando al utilitarismo promovido por los EEUU, modelo filosófico que
promueve una política y una moral opuestas al idealismo. Según Rodó, el utilitarismo es
una expresión de decadencia, producto del crecimiento irracional de la ciencia, la
democracia numérica y el poder del mercantilismo y el materialismo. Por lo tanto, este
modo de vida anglosajón instaura una forma de vida utilitaria que, para desgracia del
autor, se va propagando vertiginosamente, amenazando con liquidar la herencia latina
del pueblo americano.
“Es así como la visión de una América des latinizada por propia voluntad, sin la
extorsión de la conquista, y regenerada luego a imagen y semejanza del arquetipo del
Norte, flota ya sobre los sueños de muchos sinceros interesados por nuestro porvenir,
inspira la fruición con que ellos formulan a cada paso los más sugestivos ·paralelos y·
se manifiesta por constantes propósitos de ·innovación y de reforma. Tenemos nuestra
nordomanía. Es necesario oponerle los límites que la razón y el sentimiento señalan de
consuno” (Rodó, 1993, pág. 41). La nordomanía en la obra de Rodó es el concepto que
resume la amenaza imperial de la poderosa nación del norte. Nación que, a través de un
utilitarismo salvaje amenaza con liquidar las costumbres, las ideas y las formas de vida
de las sociedades latinoamericanas. Ante esto, lo que se debe hacer es desarrollar una
fuerte defensa de la cultura y el espiritualismo presentes en la américa hispana, la cual
es una fiel heredera de toda la cultura grecolatina y el cristianismo.
CONCLUSIONES
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Con respecto, a la cuestión a lo que hace al sujeto latinoamericano poseedor de
una identidad propia y original es un tema que incluso hoy sigue en el debate,
atravesando las fronteras de lo académico y erigiéndose como una reivindicación. La
cuestión de Latinoamérica como una cultura común sigue firme y presente al igual que
en el pasado siglo. Lo que nos ocuparía preguntarnos es respecto a qué ideas manejaba
Rodó en Ariel como modelo a ser implementado en el continente. Como hemos visto, el
primer y fundamental aporte de Rodó es la necesidad de establecer un programa
continental que permita la cohesión de todos los estados latinoamericanos en un
proyecto común a futuro. Ese proyecto, además, debe tener en cuenta todos los aportes
que le han llegado bajo herencia a los sujetos latinoamericanos, o, dicho de otro modo,
la herencia que poseen los sujetos latinoamericanos es su garantía de grandeza,
desarrollo y prosperidad futuros.
Para finalizar, la advertencia que presenta Rodó sigue siendo aún en nuestros
días muy pertinente. Llama a una reivindicación de los altos valores intelectuales y
morales propios de la cultura clásica, de la cual nosotros somos su fiel descendencia.
Esta necesidad de reivindicación viene en consecuencia de las amenazas de una cultura
exterior, utilitarista, irracional y despótica que, en sus ansias de dominación y control,
pretende avasallar el idealismo propio que reivindica el autor. Así, ante ese utilitarismo
anglosajón llamado nordomanía, hay que imponerle el arielismo como modelo
humanista ideal para la posteridad.
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REFERENCIAS
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