ENSAYO

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Transformación del tejido social colombiano luego de una guerra aparentemente

incesable

Para nadie es un secreto que Colombia ha sido un país que ha atravesado un extenso

periodo de violencia tanto a nivel social como política y económica, principalmente a raíz del

conflicto armado, el cual tuvo lugar aproximadamente en el año 1960 con el surgimiento de

las guerrillas colombianas y todo lo que esto trajo consigo. Sin embargo, a pesar de las

consecuencias negativas que ha dejado el conflicto armado en el país, Colombia es una

nación con una historia amplia, caracterizada por la valentía de sus ciudadanos quienes de

alguna manera siempre salen adelante, por lo tanto se puede decir que sí es posible que

Colombia logre una transformación total de su tejido social, el cual ha sido violentado por la

guerra. De igual forma, es necesario resaltar que dicha transformación es un proceso que

requiere tiempo, responsabilidad y sobre todo personas, entes y demás en plena disposición

para lograr una verdadera reestructuración en las víctimas.

De esta manera, la validación social que se les puede brindar a aquellos grupos

poblacionales vulnerados en su totalidad por el conflicto armado colombiano, les ayudaría

poniendo en el centro la defensa de sus derechos humanos, tal como lo hacen ya diferentes

movimientos sociales, los cuales luchan y enfrentan dicha situación, llevando a cabo

diferentes movilizaciones y acciones colectivas en pro de las víctimas que nunca han sido

escuchadas; un claro ejemplo de esto es el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de

Estado (MOVICE), el cual fue creado hace 14 años junto con más de 200 organizaciones que

trabajan con víctimas de desaparición forzada, asesinatos selectivos, desplazados, y

defensoras de derechos humanos. Por lo tanto consideramos que, llevar acabo o apoyar

movimientos sociales como el ya mencionado, ayuda en gran manera a las víctimas puesto
que, estas pueden plantear libremente sus demandas; así como también se puede decir que

por medio de estos, las víctimas lograrían reintegrarse a la sociedad poco a poco a través de

espacios sociales donde se realicen diálogos exigiendo el esclarecimiento de la verdad y la no

repetición, el cual mitiga en cierta manera el dolor ocasionado por el conflicto ya que el

hecho de “reconocer” nunca se ha tomado en serio como un espacio significativo para que las

víctimas depositen su dolor fuera de sí mismas y para que de alguna forma estas puedan salir

del miedo que las consume ya sea a hablar de lo sucedido, a sufrir más violencia, a denunciar

o a que sean señalados. Igualmente, con estos movimientos sociales se busca de alguna

manera la paz y el fin del ciclo de violencia en el país, actuando así como agentes de cambio

social, por la naturaleza de sus objetivos de lucha los cuales incluyen indemnizar

económicamente a algunas víctimas; y su orientación a transformar la realidad (Tarrow,

1997, 21-25 y Verdaguer 1993, 67).

Por otra parte, en la sociedad colombiana se ha visto que desde muchos años atrás sus

valores colectivos se han venido debilitando como consecuencia directa de la ola de violencia

persistente que ha lastimado profundamente la dignidad y la humanidad de los ciudadanos,

así como también su funcionamiento en la sociedad. Es por esto que, el reconocimiento de las

víctimas así como también el reconocimiento de los responsables de sus afectaciones, son

pasos cruciales para poder avanzar en el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y sobre

todo la no repetición. Sin embargo, estos procesos no se pueden llevar a cabo sin ayuda

profesional especializada, y es aquí donde entra en juego la actuación de los entes

psicosociales los cuales dentro de sus funciones, aclararán que parte de las emociones que las

víctimas sienten llamadas “normales” luego de lo vivido, han quedado marcadas en sus vidas

y que no desaparecen en el instante sino que estas pueden volver a manifestarse en su

cotidianidad con detonantes indirectos ya sea al escuchar ruidos fuertes o ante situaciones
estresantes que de una u otra forma les recuerde lo que vivieron; cabe resaltar que muchas de

las víctimas reexperimentan estas emociones aun después de muchos años, donde la angustia,

la ansiedad y el miedo son las principales. Por lo tanto, es de suma importancia que las

víctimas del conflicto armado colombiano cuenten con un acompañamiento psicológico

continuo que incluya seguimiento permanente, un reconocimiento de los hechos lo cual

ayuda a la comprensión y asimilación de los mismos, ya que la dilatación de la guerra durante

años ha hecho que las personas acumulen cantidades de hechos severos así como nuevas

desapariciones y muertes en sus familias, por lo tanto no han podido de ninguna manera vivir

el proceso de duelo en su plenitud por falta de tiempo y verdad en los hechos. Así mismo,

desde lo psicosocial, se lograría avanzar en lo ya mencionado anteriormente, el duelo tanto

individual como colectivo, afianzando así la escucha y reconociendo las injusticias vividas, y

promoviendo su derecho a la verdad, justicia y reparación; de igual forma, un aspecto clave

de la mano de el área psicosocial, es empoderar de cierta forma a los líderes sociales,

mostrándole tanto a ellos como a la sociedad en general su valiosa labor en pro de la

reconstrucción del tejido social de Colombia (Hay futuro si hay verdad, Informe Final,

2022).

Ahora bien, teniendo en cuenta todo lo mencionado con anterioridad, muchas de las

víctimas del conflicto armado han logrado salir adelante, transformando sus vidas y

reintegrandose en la sociedad ya sea por sí mismas o con herramientas y ayuda profesional;

sin embargo, no todas las personas logran asimilar y/o aceptar lo que vivieron y siguen

viviendo a raíz del conflicto en el país, puesto que nada de lo que les brinde ya sea el estado o

cualquier ente, les podrá devolver la vida de sus familiares y seres cercanos, generando en

estas personas sentimientos de apatía, indiferencia y total desinterés en las ayudas brindadas

para salir adelante a pesar de lo ocurrido.


Finalmente, luego de haber realizado un análisis de cómo se podría lograr una

transformación total en la sociedad colombiana, que implique sanar la herida dejada por el

conflicto armado, se llegó a la conclusión que Colombia es un país con total valentía y

resiliencia que a pesar de su historia tan marcada por la violencia, ha logrado sobrellevar las

diferentes situaciones traumantes que se han evidenciado con el tiempo, por lo cual se puede

decir que por medio de los diferentes mecanismos tanto individuales como colectivos,

Colombia sí puede llegar a transformar su realidad y de alguna manera disminuir las secuelas

negativas en la vida de las víctimas. Así mismo, cabe resaltar que llevar a cabo procesos de

transformación en una sociedad tan vulnerada y afectada no es tan sencillo, esto requiere de

esfuerzos, tiempo y de mucha disposición tanto en las personas que brindan la ayuda como en

las víctimas del conflicto,


Referencias

Movice - Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado.

Movimientodevíctimas.org. Recuperado de https://movimientodevictimas.org/

Si hay futuro, hay verdad. Informe final de la comisión para el esclarecimiento de la

verdad, la convivencia y la no repetición. (2022). Bogotá

Tarrow, S. (1997). El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción


colectiva y la política. Madrid, Editorial Alianza.

Verdaguer, C. (1993). Los movimientos sociales, de la esperanza al desconcierto.


Documentación social, N° 90 (P.p. 65-81)

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