No Me Lo Creo 55
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La reina Isabel murió el 26 de noviembre de 1504, con lo que Fernando quedó viudo y
sin derechos claros al trono castellano. Firmada la Concordia de Salamanca, en
1505, el gobierno fue conjunto entre su hija Juana, su esposo Felipe y el propio
Fernando. Pero ante discordancias entre Felipe con Fernando y por la Concordia de
Villafáfila, de 1506, este último se retiró del poder de Castilla y regresó a
Aragón. Así quedó reinando el matrimonio en Castilla. Sin embargo, esta situación
no duró mucho, pues Felipe murió en 1506.1213
Los restos de los Reyes Católicos reposan en la Capilla Real de Granada, lugar
escogido por ellos mismos y creado mediante Real Cédula de fecha 13 de septiembre
de 1504.
Símbolos
Título de «Reyes Católicos»
El papa Inocencio VIII.
La tumba del papa Inocencio VIII (muerto en 1492), ubicada en la basílica de San
Pedro y realizada por el escultor Antonio Pollaiuolo, tiene una inscripción en
latín, en mármol, en donde aparece, junto a otras sentencias, la siguiente:[cita
requerida]
La concesión del título generó protestas del embajador francés, que veía
incompatible el nuevo título con el de Cristianísimo que ostentaba el rey de
Francia desde 1464; y del embajador de Portugal, que se quejaba de que el término
«las Españas» incluía a su país, que había formado parte de la Hispania romana.14
El título fue después heredado y conservado por sus sucesores, teóricamente hasta
el actual rey Felipe VI de España. La actual Constitución Española reconoce al rey
de España el uso de los títulos «que correspondan a la Corona»,16 por lo que según
algunos también podría ser llamado Rey Católico o Su Católica Majestad o Catholicus
Rex[cita requerida]. Sin embargo Felipe VI nunca ha utilizado dicho título.
Título de «Reyes de las Españas»
La bula papal Si convenit, de 1496, también nombró a los reyes, “rey y reina de las
Españas”.
Heráldica
Artículos principales: Escudo de los Reyes Católicos y Yugo y flechas.
En la Concordia de Segovia de 1475 quedaron acordados los títulos y la heráldica
que pertenecieron por igual a ambos esposos Isabel I de Castilla y Fernando II de
Aragón, un caso inaudito en la historia de la emblemática de Europa.17 En la
imagen, un sello policromo con el escudo de 1491. Es un cuartelado; 1º y 4º,
contracuartelado de Castilla y Reino de León; en el 2º y 3º, partido de Aragón y
Sicilia. El conjunto es sostenido por un águila como soporte, nimbada y pasmada,
también llamada de "San Juan".
Vista de la sala del Trono del Alcázar de Segovia, con el lema de los Reyes
Católicos "tanto monta" en el frontal del dosel.
Fernando tuvo como emblema personal un yugo, con una cuerda suelta y el mote
heráldico «tanto monta», en referencia al nudo gordiano que estaba en una cuerda
atada a un yugo. Según la leyenda, quien deshiciera el nudo gordiano podría
conquistar Oriente. Alejandro Magno cortó el nudo con la espada y dijo: «Tanto
monta cortar como desatar», frase que tomó Fernando como divisa, abreviada en el
mote heráldico «tanto monta».
Isabel tomó como emblema el haz de flechas, que se representaba a veces atado, a
veces suelto o con unas flechas paralelas en número variable. Cada una de estas
divisas homenajeaba con su inicial al consorte: «F» de Fernando en las flechas de
Isabel, e «Y» de la reina —Ysabel, con la grafía de la época— en el yugo
fernandino.18
Por lo que respecta al soporte del águila de San Juan, fue utilizado primeramente
por Isabel siendo aún princesa en 1473. En un escudo de ese año el águila que
simboliza a Juan el Evangelista aparece nimbada y no coronada, sin duda debido a
que aún no había sido coronada como reina de Castilla, suceso que tendría lugar en
Segovia a fines de 1474. Posteriormente fue incorporada a las armas combinadas de
ambos.1920
Corona de Aragón
Junto al afán de los Reyes Católicos de extender su dominio a todos los reinos de
la península ibérica, su reinado se caracterizó por la unificación religiosa en
torno al catolicismo.
El papa Inocencio VIII concedió a los Reyes Católicos el derecho de Patronato sobre
Granada y Canarias, lo que suponía el control del estado en los asuntos religiosos.
Una bula del papa Sixto IV, en 1478, creó la Inquisición en Castilla para un
control de la pureza de la fe. Ya que en Aragón existía desde 1248, de este modo la
Inquisición española fue la única institución común para los dos reinos. Fue muy
dura la etapa de fray Tomás de Torquemada como Inquisidor General.
Asesinato del inquisidor Pedro de Arbués (1664), por Murillo (Originalmente en la
Capilla de la Inquisición, Sevilla. Actualmente en el Museo del Hermitage, San
Petersburgo). Arbués fue asesinado en 1485 en la Catedral de Zaragoza (España) por
un grupo de judeoconversos para detener la implantación de la Inquisición en el
Reino de Aragón.
La exitosa política exterior expansionista llevada a cabo por Fernando e Isabel fue
posible gracias a una serie de factores:
Política matrimonial
Contrato matrimonial entre Juana la Loca y Felipe el Hermoso (1495). Archivo
General de Simancas.
La política matrimonial de los Reyes Católicos, consistente en casar a sus hijos
con los de otros monarcas europeos, fue la que aplicaban comúnmente los gobernantes
de finales de la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna. En su caso se
orientaron principalmente a la alianza con Portugal y a la creación de una
coalición contra Francia.
Los casamientos de los hijos de los Reyes Católicos fueron los siguientes:
La conquista de Granada
La rendición de Granada, por Francisco Pradilla, uno de los especialistas en la
pintura de historia propia de la segunda mitad del siglo XIX.
Artículo principal: Guerra de Granada
1484 a 1487: La parte occidental del reino de Granada es conquistada por los
castellano-aragoneses. Boabdil firmó un tratado con los Reyes, según el cual la
entrega de Granada se canjearía a cambio que los Reyes le dieran un señorío en la
zona oriental del reino.
1488 a 1490: Empezó la conquista del oriente del reino nazarí. Se trasladó la
base de operaciones a Murcia. Durante esta etapa se rindió "el Zagal".
1490 a 1492: Se exigió a Boabdil la entrega de Granada. Al enterarse el pueblo
granadino de lo pactado, opuso resistencia, que fue respondida por los ejércitos de
los Reyes. Al final Boabdil entregó Granada tras unas negociaciones secretas.
El Reino de Navarra estaba dividido a principios del siglo XVI en dos bandos:
agramonteses y beamonteses, cada uno partidario de un rey distinto. En este
enfrentamiento, los reyes de Navarra firmaron un tratado con el rey de Francia que
puso en peligro a España. Debido a que los reyes de Navarra se aliaron con el rey
de Francia, quien había sido declarado cismático y contra quien se iba a reunir el
Concilio de Letrán, se dictó una bula de excomunión contra ellos.
En 1512 Fernando el Católico pidió permiso a Navarra —aliada natural de Francia (en
el ambiente de continua rivalidad entre Aragón y Francia)— para que las tropas
españolas pasaran por Navarra para atacar a Francia. La respuesta negativa por
parte del rey navarro fue motivo suficiente para que Fernando el Católico ordenara
a Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, II duque de Alba de Tormes, la ocupación
de Navarra, mandando así ayuda a sus partidarios —los beamonteses— y, en menos de
un año, la parte del Reino de Navarra situada al sur de los Pirineos fue anexionada
a la Corona de Aragón. Solo se produjo cierta resistencia armada en algunos puntos
del sur; Pamplona, la capital, cayó en tres días.
La expansión por el Mediterráneo: Italia
Artículo principal: Guerras italianas (1494-1559)
Una vez finalizada la conquista de Granada, el rey Carlos VIII de Francia firmó con
el rey Fernando, en 1493, el tratado de Barcelona, mediante el cual la Corona de
Aragón recuperó el Rosellón y la Cerdaña a cambio de su postura neutral ante un
inminente ataque francés al reino de Nápoles, ubicado en el sur de Italia.
La conquista comenzó con la toma de Melilla por Pedro de Estopiñán en 1497 y siguió
en 1505 con la toma de Mazalquivir. Posteriormente las tropas españolas ocuparon el
Peñón de Vélez, Orán, Bugía, Argel, Túnez, La Goleta y Trípoli; con destacada
participación militar del cardenal Cisneros, confesor de la reina Isabel y
Arzobispo de Toledo, probablemente la tercera persona más poderosa en la España de
su época. La conquista del norte de África se interrumpió en 1510 debido a la
reanudación de las guerras en Italia y a que empezaba a revelarse más rentable
dirigir los esfuerzos a la colonización de las Indias.
La expansión por América
Artículo principal: Descubrimiento de América
Los cuatro viajes transatlánticos de Cristóbal Colón.
Los reyes consiguieron del papa el Patronato de Indias, que les permitió controlar
la Iglesia americana. Se instauraron además las encomiendas para evangelizar a los
indios.
Matrimonio
La guerra de sucesión castellana fue el conflicto bélico que se extendió entre 1475
a 1479 en la que se disputaron la sucesión de la Corona de Castilla la hija del
fallecido rey Enrique IV de Castilla, llamada Juana la Beltraneja o Juana de
Trastámara y la hermanastra del monarca, Isabel.
La guerra fue un conflicto internacional ya que Isabel estaba casada con Fernando,
heredero de la Corona de Aragón, mientras que Juana se había casado con su tío el
rey Alfonso V de Portugal. Por su parte Francia también intervino en el
enfrentamiento, apoyando a Portugal para evitar que Aragón, su rival en Italia, se
uniera a Castilla.
La batalla de Toro librada el 1 de marzo de 1476 fue, más que una victoria militar,
un triunfo para el matrimonio de Isabel y Fernando que fue reconocido en las Cortes
de Castilla de Madrigal de las Altas Torres llevadas a cabo entre abril y octubre
de 1476 y su hija, la infanta Isabel de Aragón jurada heredera de la corona de
Castilla.8
Sin embargo, fue decisiva para los portugueses la batalla naval de Guinea de 1478,
librada en el Océano Atlántico, y donde los lusitanos se impusieron a la flota
castellana en la lucha por el acceso a las riquezas de Guinea que significaban los
mercados de oro y de esclavos.
La guerra concluyó en 1479 con la firma del Tratado de Alcáçovas, por la que Isabel
y Fernando fueron reconocidos como reyes de Castilla, perdiendo Juana todo derecho
al trono y Portugal obtenía la hegemonía en el Atlántico, con la excepción de las
islas Canarias.
Equilibrio de poder
En los reinos de Castilla y de León, desde el siglo XIII, con Alfonso X, se había
comenzado un proceso de concentración de poder en la Corona, en detrimento de la
nobleza, con la creación de instituciones que otorgaban un mayor control sobre el
territorio y un aumento de los ingresos fiscales. Esta transformación culminó con
el reinado de Isabel y Fernando y la creación del Estado Moderno.
Zeus
Hera
Poseidón
Afrodita
Ares
Atenea
Hermes
Apolo
Artemisa
Hefesto
Deméter
Hestia
Pronto hará entrada en escena el Sacro Imperio Romano Germánico; el Papado cambiará
su servidumbre desde los poderes locales al poder del emperador de Alemania.
Otón impuso su pleno dominio en Italia y los Estados Pontificios y obligó a los
romanos a prestarle juramento de fidelidad en el sentido de que no elegirían a
ningún papa sin su consentimiento. Comenzaba el cesaropapismo medieval.
Los papas, a partir de Otón I, tuvieron que prestar juramento de fidelidad a los
emperadores de Alemania, transformándose la institución en un verdadero feudo de
los soberanos germánicos. Esto trajo graves consecuencias para el Papado y la
Iglesia, cuyos líderes fueron hechura de los emperadores que los designaban; no
obstante que los emperadores designaron papas más dignos que los del "Siglo de
Hierro", la moral eclesiástica en Italia, Alemania y otros lugares decayó
notablemente al contaminarse la Iglesia con el espíritu feudal.
Pronto hará entrada en escena el Sacro Imperio Romano Germánico; el Papado cambiará
su servidumbre desde los poderes locales al poder del emperador de Alemania.
Otón impuso su pleno dominio en Italia y los Estados Pontificios y obligó a los
romanos a prestarle juramento de fidelidad en el sentido de que no elegirían a
ningún papa sin su consentimiento. Comenzaba el cesaropapismo medieval.
Los papas, a partir de Otón I, tuvieron que prestar juramento de fidelidad a los
emperadores de Alemania, transformándose la institución en un verdadero feudo de
los soberanos germánicos. Esto trajo graves consecuencias para el Papado y la
Iglesia, cuyos líderes fueron hechura de los emperadores que los designaban; no
obstante que los emperadores designaron papas más dignos que los del "Siglo de
Hierro", la moral eclesiástica en Italia, Alemania y otros lugares decayó
notablemente al contaminarse la Iglesia con el espíritu feudal.
El rey lombardo Liutprando restituyó al Papado, mediante una donación, una serie de
territorios que serían la base jurídica de los Estados Pontificios, lo que se
formalizó con las donaciones territoriales (Exarcado de Rávena, la Pentápolis,
etc.) del rey franco Pipino el Breve (754); esto aseguró al Papado su independencia
política frente a los lombardos y los bizantinos. De esta forma, Roma se convirtió,
nuevamente, en capital política; esta vez, de los Estados Pontificios, los que se
fueron acrecentando con el tiempo mediante sucesivas donaciones y conquistas, y que
se mantuvieron como tales hasta el año 1870, en que el Reino de Italia ocupó por la
fuerza Roma, declarándola capital de la Italia unida.
Hay que decir que la elección de los pontífices correspondió durante la Alta Edad
Media al pueblo romano, al clero y los obispos vecinos, aunque durante el período
interfirieron, en mayor o menor medida las autoridades bizantinas, las facciones
nobiliarias de Roma y los reyes francos y alemanes después. Esta forma de elegir al
papa cambió a partir del siglo XI, cuando Nicolás II reformó el sistema de
elección, asignando este acto a un colegio de cardenales. El pueblo romano quedó
limitado a su aprobación y proclamación.
En el año 800 llegó el momento culmen de la relación de Roma y los reyes francos,
cuando el papa León III, en premio por el apoyo prestado por Carlomagno en su
conflicto con la nobleza romana, lo coronó por “sorpresa” “Emperador de los
romanos” en la catedral de San Pedro, en medio de la aclamación del pueblo. Renacía
así, de acuerdo a la tradición jurídica romana, a los deseos de la iglesia y los
del pueblo, el Imperio Romano Cristiano en su versión Occidental, título que no
sería admitido por Bizancio hasta más de una década después. Demás está decir que
este nuevo “Imperio Romano Occidental”, si bien era cristiano, distaba mucho del
extinguido en el año 476. Roma no era la capital, sino Aquisgrán, el pueblo romano
no era su base nacional, sino la nación franca, las leyes romanas no eran la base
jurídica del Imperio, sino las leyes consuetudinarias germánicas, la estructura
administrativa era muy distinta a la creada por Roma en la Antigüedad, pues carecía
de su burocracia, los ejércitos imperiales estaban constituidos a la usanza
germánica y no por las antiguas legiones; ni siquiera sus dirigentes habían
asimilado la idea romana de “estado”, sino que seguían apegados a sus tradiciones
germánicas de considerar al reino como propiedad personal de los reyes. En
síntesis, este nuevo Imperio Romano Occidental era “romano” de título más que de
esencia, jugando Roma más un papel simbólico que efectivo.
Pronto hará entrada en escena el Sacro Imperio Romano Germánico; el Papado cambiará
su servidumbre desde los poderes locales al poder del emperador de Alemania.
Otón impuso su pleno dominio en Italia y los Estados Pontificios y obligó a los
romanos a prestarle juramento de fidelidad en el sentido de que no elegirían a
ningún papa sin su consentimiento. Comenzaba el cesaropapismo medieval.
Los papas, a partir de Otón I, tuvieron que prestar juramento de fidelidad a los
emperadores de Alemania, transformándose la institución en un verdadero feudo de
los soberanos germánicos. Esto trajo graves consecuencias para el Papado y la
Iglesia, cuyos líderes fueron hechura de los emperadores que los designaban; no
obstante que los emperadores designaron papas más dignos que los del "Siglo de
Hierro", la moral eclesiástica en Italia, Alemania y otros lugares decayó
notablemente al contaminarse la Iglesia con el espíritu feudal.