Actividad Física
Actividad Física
Actividad Física
El cuerpo del ser humano está preparado para moverse, más aún, tiene la necesidad de hacerlo. No obstante, a pesar de
esta necesidad, la práctica de actividad física en la población es cada vez menos frecuente, muy especialmente en niños.
Estos bajos niveles de práctica de actividad física conllevan el sedentarismo de buena parte de la población, lo que unido
a unos hábitos alimentarios nada idóneos han provocado el aumento alarmante de diferentes patologías (obesidad,
enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico…) que, en algunos casos, se han convertido en un auténtico
problema de Salud Pública. Uno de los trabajos que se publican en este número2 concluye que existen valores elevados
de prevalencia de la hipertensión en la población adulta de la Comunidad Madrid (29% en total, 35% en hombres y 24%
en mujeres). Para luchar contra el aumento de la prevalencia de estas patologías, Instituciones Internacionales,
Gobiernos y Comunidades Autónomas han articulado diferentes estrategias. Una de las más recurrentes es
Apoyar, promocionar y perseguir el aumento de la práctica de la actividad física . En su definición clásica, la actividad
física es “cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que produzca un gasto energético
mayor al existente en reposo”4 . Con esta definición en mente, se puede constatar que las recomendaciones de práctica
de actividad física semanal han ido variando en las últimas décadas, hasta llegar a3 : - Los niños de entre 5 y 17 años
deberían acumular un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física, mayoritariamente aeróbica, de intensidad
moderada o vigorosa. Asimismo, sería conveniente un mínimo de tres veces semanales de práctica de actividades que
fortalezcan el aparato locomotor. - Las personas adultas de entre 18 y 64 años deberían acumular un mínimo de 150
minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos semanales de actividad física aeróbica
vigorosa (o la combinación equivalente de ambas). Para obtener mayores beneficios sobre la salud se debería llegar a
300 y 150 minutos de actividad aeróbica moderada o vigorosa respectivamente. Asimismo, sería conveniente un mínimo
de dos o tres veces semanales de práctica de actividades que fortalezcan el aparato locomotor. - Las personas adultas
mayores de 65 años deberían añadir tres veces semana de práctica de actividades para mejorar el equilibrio y prevenir
caídas a las recomendaciones indicadas a los adultos de entre 18 y 64 años.
Está el ejercicio físico, que se define como “la actividad física planificada, estructurada y repetida, cuyo objetivo es
adquirir, mantener o mejorar la condición física”. Así, un programa de ejercicio físico requiere la planificación y
estructuración de la intensidad, volumen y tipo de actividad física que se desarrolla. Por otro lado, la condición física
relacionada con la salud fue definida en el Modelo de Toronto de Condición Física, Actividad Física y Salud20 como “un
estado dinámico de energía y vitalidad que permite a las personas llevar a cabo las tareas habituales de la vida diaria,
disfrutar del tiempo de ocio activo y afrontar las posibles emergencias imprevistas sin una fatiga excesiva, a la vez que
ayuda a evitar enfermedades y a desarrollar el máximo de capacidad intelectual experimentando plenamente la alegría
de vivir”. La práctica de actividad física influye en la mejora de la condición física relacionada con la salud, y en mayor
medida lo hace el ejercicio físico. No obstante, algunos trabajos reflejan la relevancia de tener niveles óptimos de
condición física relacionada con la salud frente a la práctica regular de actividad física de forma aislada21,22. A este
respecto, la práctica de programas de ejercicio físico parece ser la forma óptima de mejorar la condición física
relacionada con la salud.