Morfo 2 Estudiar
Morfo 2 Estudiar
Morfo 2 Estudiar
Cerebelo
Junto al bulbo raquídeo y la protuberancia, el cerebelo es la tercera gran estructura que
evoluciona a partir del rombencéfalo. Además, el cerebelo y la protuberancia forman parte
de una región llamada metencéfalo.
El cerebelo es una de las partes del cerebro con una mayor concentración de neuronas y
entre sus muchas funciones la más estudiada es la regulación y monitorización de
movimientos complejos que requieren una cierta coordinación. También tiene un papel en
el mantenimiento del equilibrio al estar de pie y caminar.
Si te interesa saber más acerca del cerebelo, puedes visitar este artículo
Otras estructuras del sistema nervioso relacionadas
Las distintas partes del cerebro no solo trabajan coordinándose entre sí, sino que necesitan
de la participación de otros ciruitos del sistema neuroendorino.
Estas estructuras y sistemas, que no pertenecen en sí al encéfalo, son los nervios cerebrales
(o pares craneales) y el Sistema Nervioso Autónomo (SNA).
el cerebelo está en la fosa craneal posterior, dorsalmente al tronco encefálico,
apoyado sobre las fosas cerebolosas del occipital, y separado de los lóbulos
occipitales del cerebro por la tienda del cerebelo.
Está constituido por el vermis cereboloso (línea media), y 2 hemisferios
cerebelosos (laterales). La superficie está recorrida por fisuras del cerebelo que
lo dividen en lóbulos, lobulillos y láminas o folias. Circunvalando el cerebelo el cerebelo,
entre las caras superior (central) e inferior, está la fisura horizontal →
En la cara superior está el vermis superior, y al lado del vermis está la cara
superior de los hemisferios cerebelosos. En la cara inferior, en la parte media
está la vallécula del cerebelo. En la parte medial de los hemisferios, se
encuentran las amígdalas cerebelosas. En la cara anterior (para verla, es preciso
seccionar los pedúnculos cerebelosos), está el fastigio (prolongación central del cuarto
ventrículo.
Cerebelo
- Se origina de una vesícula común con el puente (Metencéfalo, Placa Alar), en la cual, por
dorsal, se levantan
dos labios, llamados labios rómbicos, los que corresponderán a los primeros esbozos de
cerebelo.
El cerebelo se localiza inmediatamente detrás del IV ventrículo, constituyendo parte de él
junto al bulbo y
puente. Está rodeado por líquido cerebroespinal, donde se forma una gran cisterna en la
parte inferior (Cisterna
Magna).
Se conecta con el tronco encefálico mediante 6 pedúnculos cerebelosos:
- 2 superiores: que conectan al mesencéfalo (a los pedúnculos cerebrales).
- 2 medios: que conectan al puente.
- 2 inferiores: que conectan al bulbo.
El cerebelo está alojado en la fosa craneana posterior, quedando por lo tanto localizado
inmediatamente por
detrás del IV ventrículo y debajo de los lóbulos occipitales o región posterior del cerebro
(de los que queda
separado por un repliegue de Duramadre llamado Tienda del Cerebelo).
La Tienda del Cerebelo permite que el acceso quirúrgico al cerebelo sea totalmente
diferente al del cerebro.
Pedúnculo Cerebelar Superior: Conecta al cerebelo con el mesencéfalo.
En este pedúnculo encontraremos los siguientes tractos:
- Tracto espinocerebeloso ventral.
- Tracto trigémino cerebeloso.
- Tracto cerulo cerebeloso.
- Tracto tecto cerebeloso.
Pedúnculo Cerebelar Medio: Conecta al cerebelo con el puente.
Es el de mayor tamaño, ya que en él se encuentra el mayor grupo de FIBRAS (pero no el
mayor número de
fascículos). Las fibras que vienen desde la corteza hacen sinapsis en el puente, a través de
los núcleos pontinos,
y de ellos se dirigen sus fibras hacia los hemisferios cerebelares.
En este pedúnculo encontraremos principalmente los siguientes tractos:
- Tracto pontocerebeloso.
- Fibras serotoninérgicas del núcleo del rafe.
Pedúnculo Cerebelar Inferior o Cuerpo Restiforme: conecta al cerebelo con el bulbo. Posee
gran cantidad de
fascículos aferentes y eferentes.
En este pedúnculo encontraremos principalmente los siguientes tractos:
- Tracto Espinocerebeloso Dorsal.
- Tracto Cúneocerebeloso.
- Tracto Olivocerebeloso.
- Tracto Retículocerebeloso.
- Tracto Vestíbulocerebeloso.
- Tracto Arqueadocerebeloso.
- Tracto Trigéminocerebeloso.
El diencéfalo es la región anatómica del cerebro que se encuentra entre el tronco encefálico
y los
hemisferios cerebrales.
Está limitado lateralmente por la cápsula interna.
En la línea media se encuentra el III ventrículo, el cual lo separa en dos regiones simétricas.
El diencéfalo se divide en cuatro zonas bien definidas.
III VENTRÍCULO
Es una estructura impar, que se conecta a los ventrículos laterales por el Foramen
interventricular.
Es atravesado por el Adhesio Intertalámico.
Posee diferentes márgenes:
Pared medial: Tálamo
Techo: Cuerpo Calloso
Margen Antero-inferior: esta delimitado por las columnas del Fórnix, comisura anterior,
lámina Terminal,
quiasma óptico y túber cinereum.
Margen Postero–inferior: está delimitado por la comisura posterior y el Cuerpo Pineal.
Se observan 4 recesos:
Por Posterior: Suprapineal y Pineal
Por Anterior: Óptico e Infundibular
TÁLAMO
Es la región más grande del diencéfalo, comprende una zona ovoide de sustancia gris
ubicada a ambos
lados del tercer ventrículo, del cual forma las paredes laterales, en la región más dorsal y
posterior.
Las dos zonas ovoides que constituyen el tálamo no son paralelas entre sí, sino que sus
extremos anteriores
están más cercanos que sus extremos posteriores. Por lo tanto, el eje mayor de los tálamos
es oblicuo.
Su tamaño se asemeja al de huevo de una perdiz.
Su extremo anterior forma parte del agujero interventricular, mientras que el extremo
posterior forma el
pulvinar.
El Tálamo tiene 4 caras principalmente:
Cara lateral:
Está totalmente cubierta por fibras, porque por allí está pasando el brazo posterior de la
cápsula interna.
Cara medial:
Conforma la pared lateral del III ventrículo, por lo tanto, esta cara es libre.
En su interior encuentra la lámina medular interna, en forma de “Y”, quien separa las tres
regiones que se
describen del tálamo, con sus respectivos núcleos. Estas son las regiones anterior, medial y
lateral
.
Núcleo Propio: Núcleo Subtalámico.
Núcleos Prestados: Núcleo Rojo y el Núcleo Negro, que son núcleos que pertenecen al
pedúnculo cerebral.
También tenemos la Zona Incerta, que es el Núcleo Reticular que está lateral al tálamo.
La Zona Incerta es una banda de sustancia gris ubicada entre el tálamo y el fascículo
Lenticular. Esta
estructura, se sabe que recibe conexiones de la corteza cerebral motora primaria, sin
embargo, sus eferencias
son aún desconocidas.
Sus principales Sus principales aferencias provienen del segmento lateral del globus pallidus
(fibras Gabaérgicas), vía fascículo
subtalámico.
Por otro lado, sus principales eferencias son numerosas fibras excitadoras, que liberan
glutamato al segmento
medial del globo pálido.
Lesiones en el núcleo subtalámico producen alteraciones motoras consistentes en
movimientos involuntarios
violentos y mantenidos de extremidades, y a veces de cuello y cara.
La enfermedad llamada Hemibalismo se relaciona con este núcleo.
HIPOTÁLAMO
Esta estructura se encuentra en la zona más anterior e inferior del diencéfalo, está formada
por más de 90 núcleos. Pesa alrededor de 4 grs.
El extremo anterior, limita con la lámina terminalis. Hacia dorsal y de delante hacia atrás, se
relaciona con la
comisura blanca anterior y con el surco hipotalámico. Caudalmente delimita con el
mesencéfalo. Medialmente,
forma las paredes laterales del III ventrículo y por último, lateralmente, está en contacto
con el subtalámo. El
límite inferior está dado, de adelante atrás, por el quiasma óptico, infundíbulo y cuerpos
mamilares.
Se divide en dos partes: Hipotálamo Medial y Lateral.
Hipotálamo Medial: Concentra la mayor cantidad de núcleos.
Esta zona es la que tiene mayor cantidad de somas y menor de fibras.
Hipotálamo Lateral: Es pobre en somas neuronales y rico en fibras.
Los elementos que separan al hipotálamo medial del lateral son las Columnas del Fórnix y
un fascículo que nace
desde el cuerpo mamilar y que asciende de nuevo hacia el tálamo: el Fascículo
Mamilotalámico.
ConexionesConexiones aferentes de hipotálamo
El hipotálamo recibe múltiples conexiones aferentes relacionadas con funciones viscerales,
olfativas y del
sistema límbico. Entre éstas tenemos:
Las aferencias viscerales y somáticas que llegan al hipotálamo como colaterales de los
sistemas lemniscales, vía
formación reticular.
Las aferencias corticales que llegan al hipotálamo directamente desde la corteza frontal.
Las aferencias provenientes del hipocampo, vía Fórnix-núcleos mamilares.
Las aferencias del núcleo amigdaloide vía estría terminalis.
Las aferencias del tálamo, provenientes de los núcleos dorsomediano y de la línea media.
Las aferencias provenientes del tegmento mesencefálico.
Conexiones eferentes del hipotálamo
Estas son también muy numerosas y complejas. Entre ellas tenemos:
Eferencias mamilotalámicas hacia el núcleo anterior del tálamo, para luego proyectarse a la
corteza cingulada.
Eferencias mamilo-tegmentales que permiten conexiones con la formación reticular del
tegmento mesencefálico.
Eferencias descendentes al tronco encefálico y médula espinal.
Estas permiten que el hipotálamo pueda influir en los centros segmentarios simpáticos y
parasimpáticos tales
como: núcleo accesorio del oculomotor, núcleos salivatorios superior e inferior, núcleo
dorsal del vago, núcleos
simpáticos del asta lateral, núcleos parasimpáticos de la región intermedio lateral de la
médula sacra.
El hipotálamo también establece conexiones con la hipófisis de dos maneras diferentes.
Una de ellas es a
través del tracto hipotálamo-hipofisiario, y la otra es a través de un sistema porta de
capilares sanguíneos.
Tracto Hipotálamo-Hipofisiario
Permite que las hormonas vasopresina y oxitocina, que son sintetizadas por neuronas de
los núcleos supraóptico
y paraventricular, respectivamente, sean liberadas en los terminales axónicos que
contactan con la neurohipófisis. Estas hormonas actúan produciendo vasoconstricción y
antidiuresis (vasopresina) o contracción
de la musculatura uterina y de las células mioepiteliales que rodean los alvéolos de la
glándula mamaria
(oxitocina), en la mujer
FUNCIONES DEL HIPOTÁLAMO
Una de las funciones vitales que tiene el hipotálamo es el manejo de nuestro sistema
interno, de la
homeostasis o equilibrio interno. Este control lo hace a través de dos vías: Vía endocrina y
Vía de S.N.A .
Vía Nerviosa
El Hipotálamo además controla el sistema nervioso autónomo. Distintos centros del
hipotálamo ajustan y
coordinan actividades de centros visceromotores del tronco encefálico y de médula espinal,
para regular el
funcionamiento del corazón (frecuencia), presión arterial, respiración, actividad digestiva,
etc.
Por ejemplo, si estimulamos al hipotálamo anterior es como si estimuláramos al Sistema
Parasimpático y si
estimulamos al hipotálamo posterior es como estimular al Sistema Simpático.
Por lo tanto, el hipotálamo se relaciona con la coordinación entre funciones voluntarias y
autonómicas. Cuando
un individuo enfrenta situaciones estresantes, el corazón late a un ritmo más acelerado, la
frecuencia
respiratoria se altera, se puede producir sudoración, redistribución de flujo sanguíneo, etc.
También tiene función reguladora de temperatura, sueño y vigilia, es decir, ritmo
circadiano.
Una lesión del hipotálamo posterior produce sueño.
El Núcleo Ventromedial es el de la Saciedad.
Vía Endocrina:
Por esta vía, el hipotálamo genera sus propias hormonas a través del Núcleo
Paraventricular y Supraóptico, las
cuales van a ir a almacenarse en la Hipófisis. Así también, va a generar Neurosecreción
(factores liberadores)
que van a estimular la Neurohipófisis.
Van a existir Factores Liberadores para cada una de las Hormonas Trofinas que hay en la
Adenohipófisis.
Estos factores liberadores drenan a través del Sistema Porta Hipofisiario y van a estimular a
las células que
forman hormonas como: Tirotropinas, Gonadotropinas, Prolactina y todas aquéllas
hormonas que son
estimulantes de otras glándulas.
En cambio, la Neurohipófisis tiene sus propias hormonas que son la: ADH (hormona
antidiurética) y la
Oxitocina (participa en la contracción de la musculatura lisa uterina).
Por otro, es la zona que une el tronco del encéfalo al diencéfalo y partes de la corteza
cerebral. Sin el mesencéfalo no podríamos sobrevivir.
A continuación veremos cuáles son las características de esta región del cerebro,
repasaremos sus funciones principales y sus distintos componentes anatómicos, y veremos
qué ocurre cuando ciertas lesiones u enfermedades alteran su funcionamiento.
La frontera entre el mesencéfalo y el diencéfalo está marcada por las cintillas ópticas (la
continuación de las fibras nerviosas de los nervios ópticos), mientras que su límite inferior,
que lo separa del puente de Varolio, es señalado por el surco pontomesencefálico.
Además, en su cara anterior (cercana al rostro) se puede distinguir una hendidura vertical
llamada fosa interpeduncular, que divide dos cuerpos de fibras nerviosas que suben hasta
el cerebro, llamadas pedúnculos cerebrales.
Téctum
Está situado en la zona dorsal del mesencéfalo, orientado hacia la nuca, y etimológicamente
significa “techo”. Sus funciones están relacionadas con las reacciones automáticas ante
estímulos auditivos y sonoros.
Está formado por dos pares de bultos, uno situado encima del otro. Estos bultos son
llamados colículos, o tubérculos cuadrigéminos, y los superiores juegan un papel en la
visión y en la orientación de los ojos hacia los estímulos visuales, mientras que los de abajo
se involucran en las reacciones involuntarias ante sonidos.
Tegmentum
En la zona ventral del mesencéfalo se encuentra el tegmentum. Contiene tres regiones
principales, cada una asociada a un color: la sustancia negra, la sustancia gris
periacueductal y el núcleo rojo.
La sustancia negra
La sustancia negra está ubicada en la zona superior del mesencéfalo, y está repartida a
ambos lados de esta estructura, siguiendo la división de los hemisferios cerebrales. Tiene
muchas funciones asociadas, vinculadas especialmente a los movimientos y al tono
muscular.
Quizás te interese: "Sustancia negra: qué es, funciones y trastornos relacionados"
Núcleo rojo
Es otro de los importantes elementos del sistema motriz. Su función está relacionada con la
coordinación de movimientos.
Por otro lado, ciertas regiones del mesencéfalo están asociadas a procesos de regulación de
la consciencia y del sueño, al estar atravesadas por la formación reticular. El mesencéfalo
también interviene en funciones homeostáticas orientadas a mantener el organismo en un
buen equilibrio, y por eso, por ejemplo, tiene un papel en la regulación de la temperatura
corporal.
Así pues, el mesencéfalo se encarga de realizar procesos de importancia vital para que el
orgganismo siga funcionando, hasta el punto de que la actividad en esta estructura del
sistema nervioso es lo que señala de un modo más claro si hay muerte cerebral o no la hay.
Enfermedades y lesiones asociadas
Cualquier lesión que afecte a las zonas más bajas del encéfalo puede llegar a alcanzar el
mesencéfalo. Las consecuencias de esta clase de accidentes casi siempre son muy graves,
produciendo el coma o la muerte.
El motivo está en que el mesencéfalo es una sección del sistema nervioso cuya importancia
es crucial para lograr coordinar funciones fisiológicas básicas del organismo, y además sirve
para que varios tipos de impulsos nerviosos alcancen los grupos de neuronas superiores.
Como el mesencéfalo actúa como nexo de unión entre muchas áreas, la presencia de
anomalías en esta zona afecta a muchas otras.
Por lo que respecta a las enfermedades que afectan a estas estructura del cerebro, las más
comunes son la enfermedad del Alzheimer y la del Parkinson. Ambos son desórdenes
neurológicos que interfieren en el funcionamiento de amplias zonas del sistema nervioso,
mesencéfalo incluido, y pueden llegar a producir problemas de movilidad y de cognición.
El tálamo es una de las partes del cerebro más importantes. No solo es una de las
estructuras encefálicas más grandes, sino que además está situado en pleno centro del
encéfalo, tal y como refleja su nombre, que viene de la palabra griega thalamos (o "cámara
interna").
Al ocupar tanto y estar tan bien comunicado con el resto de partes del cerebro, el tálamo
interviene en una gran cantidad de procesos mentales que dan forma a nuestra manera de
percibir las cosas y de actuar sobre el entorno que nos rodea... incluso aunque no nos
demos cuenta de ello.
IV VENTRÍCULO
- El tronco encefálico presenta detrás del puente, el cerebelo. El cerebelo, además de
ubicarse en la región
posterior del puente, se ubica también, gran parte detrás del bulbo e incluso una parte
asciende y va a
quedar limitando por detrás la zona del mesencéfalo.
- Entre el cerebelo y la cara posterior de esta zona del tronco encefálico, queda un espacio
que se denomina
IV Ventrículo, el cual tiene un piso y un techo.
PISO DEL IV VENTRÍCULO
Presenta una mitad superior y una inferior:
Mitad superior
¿Qué es el tálamo?
El tálamo es, básicamente, un conjunto de sustancia gris (cuerpos de neuronas) formado
por dos estructuras encefálicas con forma de huevo que se encuentran por debajo de la
corteza cerebral. Estas estructuras están situadas la una junto a la otra, y además de tener
la misma forma y tamaño guardan una disposición simétrica, al igual que los dos
hemisferios cerebrales que las cubren. Se comunican entre ellas a través de una especie de
puente que las mantiene unidas y que es llamado conexión intertalámica.
El tálamo forma parte de una zona llamada diencéfalo. El diencéfalo está situado entre la
corteza cerebral (y todos los lóbulos del cerebro) y la parte superior del tronco del encéfalo.
A su vez, el diencéfalo está compuesto, por el tálamo, el hipotálamo (situado justo debajo
del primero) y algunas otras estructuras más pequeñas.
Además, el tálamo tiene una forma simétrica y al estar situado justo debajo del espacio que
separa los dos hemisferios cerebrales, tiene salida a los dos lados del encéfalo. Para ver el
modo en el que se interconecta con estas partes, podemos echar un vistazo a las
estructuras del tálamo y a los tipos de neuronas que hay en este.
Desde el punto de vista funcional, las clases de neuronas del tálamo son las siguientes:
Interneuronas locales. Estas células nerviosas se encargan básicamente de hacer que la
información que llegue desde otras partes del sistema nervioso se procese en el tálamo,
transformándola en una nueva serie de datos. Por lo tanto, su función principal es enviar
impulsos nerviosos a otras interneuronas del tálamo. Suponen aproximadamente el 25% de
las neuronas del tálamo.
Neuronas de proyección. Estas células nerviosas se encargan de mandar información fuera
del tálamo, hacia la corteza cerebral. Son el 75% de las neuronas talámicas.
Las funciones del tálamo
Hemos visto que el tálamo está muy bien comunicado, pero su papel no es el de ser un
simple puente de comunicación entre partes del cerebro relevantes. El tálamo en sí mismo
es una estructura que juega un papel activo en el procesamiento de la información que le
llega desde otras áreas. Pero... ¿cuáles son las funciones que desempeña esta estructura
encefálica?
El tálamo procesa esta información sensorial, descarta las partes que no sean demasiado
importantes y manda el resultado final hacia la corteza del cerebro, donde esta información
seguirá siendo procesada.
Así pues, facilita la integración de la información sensorial para pasar de los datos crudos a
las unidades de información relativamente complejas y capaces de sostener un significado
para nosotros. De todas formas, hay que tener claro que este proceso no solo tiene lugar en
el tálamo, sino que en él participan varias redes de neuronas distribuidas por prácticamente
todo el cerebro.
2. El ciclo sueño-vigilia
El tálamo, al igual que su hermano menor el hipotálamo, interviene a la hora de regular el
ritmo con el que la sensación de sueño va y viene. Esta función, además de ser fundamental
para regular toda la actividad nerviosa en general, también está relacionada con la
siguiente.
3. La atención y la consciencia
Recientes investigaciones indican que el tálamo podría tener un papel muy importante en
la aparición de la consciencia y todo lo que está relacionado con ella; desde la capacidad de
pensar en los propios pensamientos, hasta el uso del lenguaje, pasando por la capacidad de
centrar la atención en informaciones concretas según los objetivos que se tengan en cada
momento.
Sin embargo, es importante señalar que esos procesos relacionados a los estados
conscientes no son la consciencia en sí misma, aunque aparecen en paralelo. No podemos
centrar nuestra atención en nada cuando no nos damos cuenta de que existimos, y
tampoco podemos hablar ni reflexionar; pero cuando estamos conscientes, hay aspectos de
la atención y del lenguaje que están más allá de la consciencia.
Además, todos estos procesos mentales tan complejos y relacionados con el pensamiento
abstracto requieren de la participación de muchas áreas del cerebro, no solo del tálamo;
esta parte del diencéfalo es un componente necesario pero insuficiente a la hora de hacer
que el pensamiento, la atención y el lenguaje tengan lugar (algo que se puede decir de
prácticamente todas las partes del cerebro, porque todas trabajan de manera
interconectada).
Como el tálamo está tan bien conectado con muchas áreas de la corteza a la vez, podría ser
capaz de intervenir en la sincronización de la actividad neuronal necesaria para que se
mantenga el nivel de consciencia. Sin él, el resto de partes del cerebro se vuelven no
funcionales, al menos en la gran mayoría de los casos. Siempre pueden aparecer
excepciones de personas nacidas sin tálamo o con uno muy poco desarrollado y que a pesar
de ello puedan vivir muchos años; en casos así, el resto del encéfalo habría aprendido a
reconfigurarse para llevar a cabo las tareas de esta estructura ausente usando para ello
otras redes de neuronas.
Conclusión
El tálamo es una de las partes del cerebro más grandes y, además, parece tener un rol en
multitud de funciones que ni se parecen demasiado ni tienen que ver mucho entre sí en un
primer vistazo.
Sin embargo, esto es un reflejo del propio funcionamiento del sistema nervioso, en el que
todo el rato, con independencia de si dormimos o estamos despiertos, multitud de
procesos se están llevando a cabo en paralelo y a la vez de manera coordinada.
Por supuesto, el hecho de que el hipotálamo sea pequeño y bastante más discreto que
otras partes del cerebro no nos da una idea acerca de su importancia. El rol que el
hipotálamo juega en nuestra supervivencia es de suma importancia, porque, entre otras
cosas, se encarga de coordinar y comunicar dos mundos aparentemente independientes: el
de las neuronas y el de las hormonas que navegan por nuestra sangre.
¿Qué es el hipotálamo?
El hipotálamo es, junto con el tálamo, una de las partes de una estructura cerebral llamada
diencéfalo, que se encuentra en el centro del encéfalo de los seres humanos, por debajo de
la corteza cerebral y por encima del tronco del encéfalo.
Por ejemplo, si vemos algo que puede ser potencialmente peligroso, el hipotálamo se
encargará de que todo lo que pasa en el organismo funcione coherentemente con la
preparación para reaccionar de manera rápida. No dejará que el corazón empiece a latir
rápidamente sin que muchos otros órganos actúen en consecuencia: los músculos se
tensarán, la cantidad de energía disponible en sangre aumentará, etc.
Del mismo modo, si hace mucho que no comemos el hipotálamo hará que las neuronas del
sistema límbico generen dinámicas que hagan aparecer la sensación de hambre, a la vez
que intervendrá en el modo en el que se queman grasas y azúcares disponibles en el
cuerpo. Todo ello a la vez, para que haya siempre un equilibrio y se mantenga la propiedad
de la homeostasis, es decir, la capacidad de mantener una estabilidad en el funcionamiento
de las cosas.
¿Cómo lo hace el hipotálamo para ser capaz de abarcar todo este abanico de
responsabilidades? Pues actuando como bisagra entre el sistema nervioso y el sistema
endocrino. Como el hipotálamo está insertado en un lugar muy bien comunicado del
encéfalo (está muy cerca de su centro), su conexión con el resto del sistema nervioso
resulta muy fácil, pero además conecta con el sistema endocrino a través de una pequeña
estructura llamada hipófisis, o glándula pituitaria.
La hipófisis está ubicada justo debajo del hipotálamo, y está muy bien conectada a este, con
lo cual se dedica a ejecutar las órdenes que este le pasa: básicamente, hace que se liberen
hormonas. El hipotálamo cruza datos provenientes del sistema nervioso con los que le
llegan acerca de la cantidad y tipo de las hormonas que se encuentran circulando por la
sangre.
Cuando detecta algún desequilibrio, hace que la hipófisis segregue ciertas hormonas que
serán introducidas en el torrente sanguíneo y o bien alterarán el funcionamiento de ciertos
órganos o bien harán que otras partes del cuerpo segreguen a su vez otras hormonas. De
este modo, se ajustarán los procesos biológicos necesarios para mejorar las posibilidades
de supervivencia.
Como el hipotálamo tiene efectos tanto en el cerebro como en muchas otras partes del
cuerpo que reaccionan a la presencia de las hormonas que hay en la sangre, sus efectos se
hacen notar tanto en cuestión de milisegundos como de minutos.
Liquido cefalorraquídeo,
Es conocimiento popular que el cerebro se encuentra situado dentro del cráneo, siendo
protegido entre otras cosas por éste y por diferentes membranas, como las meninges.
El correcto funcionamiento y protección de este órgano es fundamental para la
supervivencia, de manera que es necesario nutrirlo y evitar posibles daños, como los
producidos por los golpes o la presión intracraneal. Además, en su necesariamente
continuo funcionamiento se generan residuos, los cuales pueden resultar nocivos y que por
lo tanto deben ser retirados del sistema.
En todo ello participa un líquido de gran importancia que circula por el sistema nervioso, el
conocido como líquido cefalorraquídeo.
Una idea general del líquido cefalorraquídeo
El líquido cefalorraquídeo o cerebroespinal es una sustancia presente en el sistema
nervioso, tanto a nivel de encéfalo como de médula espinal, que realiza diversas funciones
como la protección, el mantenimiento de la presión intracraneal y estado de salud del
órgano pensante.
Su presencia en el sistema nervioso se da especialmente en el espacio subaracnoideo (entre
la aracnoides y la piamadre, dos de las meninges que protegen el encéfalo) y los ventrículos
cerebrales. Se trata de un líquido transparente de una importancia fundamental en la
conservación y buena salud del cerebro, con una composición similar a la del plasma
sanguíneo, del cual se deriva. A pesar de ser incoloro, diferentes alteraciones e infecciones
pueden dotarlo de diferentes tonalidades, siendo su coloración signo de la presencia de un
problema.
Ciclo vital del líquido cefalorraquídeo
El líquido cefalorraquídeo es sintetizado en los plexos coroideos, unas pequeñas estructuras
presente en los ventrículos laterales, siendo la principal función de dichos plexos la
producción de esta sustancia. Esta producción se da de manera continúa, renovándose para
mantener una cantidad constante de dicha sustancia.
Una vez emitido fluye de los ventrículos laterales al tercer ventrículo y posteriormente
hacia cuarto a través del acueducto de Silvio. Desde allí termina proyectándose al espacio
subaracnoideo a través de un orificio conocido como orificio de Magendie y los orificios de
Luschka, aberturas situada en el cuarto ventrículo cerebral que ponen en contacto el
sistema ventricular y el meníngeo al comunicar con la cisterna magna del espacio
subaracnoideo (situado entre las meninges aracnoides y piamadre). A partir de ese punto
circula a través de las meninges a lo largo de todo el sistema nervioso, ejerciendo diversas
funciones en el proceso.
Para culminar con su ciclo vital, finalmente es reabsorbido a través de las granulaciones
aracnoideas, que conectan con las venas presentan en la duramadre, con lo que el líquido
termina llegando al torrente sanguíneo.
El ciclo de vida medio de esta sustancia es de alrededor de tres horas, entre su secreción,
circulación, recolección y renovación.
Composición
Tal y como se acaba de mencionar, la composición del líquido cefalorraquídeo es muy
similar a la del plasma sanguíneo, siendo las variaciones principales la comparativamente
mucho menor presencia de proteínas (se calcula que en el plasma sanguíneo la presencia
de proteínas es doscientas veces mayor) y el tipo de electrolitos que forman parte de él.
Funciones principales
Hemos visualizado una óptica de qué es el líquido cefalorraquídeo, por donde circula y de
que se compone. Sin embargo cabe preguntarse por qué esta sustancia resulta tan
importante para el correcto funcionamiento del conjunto del sistema nervioso. Para
responder a esta pregunta es necesario ver qué funciones tiene.
Asimismo, el líquido cefalorraquídeo tiene que ver en gran medida con el mantenimiento
de la la presión intracraneal, haciendo que no sea ni demasiado grande ni demasiado
pequeña, manteniendo un equilibrio constante que permite el correcto funcionamiento.
Por último, participa también al actuar como sistema inmunitario, protegiendo al sistema
nervioso de agentes nocivos. También contribuye como medio de transporte de hormonas.
Trastornos derivados
Así pues, el sistema nervioso tiene en el líquido cefalorraquídeo una herramienta
imprescindible para funcionar con corrección.
Sin embargo, es posible que se presenten alteraciones en la síntesis, circulación o
reabsorción de esta sustancia, que pueden provocar diferentes problemáticas, siendo dos
de ellas las siguientes.
1. Hidrocefalia
Este concepto hace referencia a la presencia excesiva de líquido cefalorraquídeo, habiendo
tal acumulación que se provoca una presión del cerebro contra el cráneo. Algunos de los
elementos que la pueden causar son tumores, infecciones o traumatismos, pero también es
frecuente encontrar hidrocefalias congénitas, es decir presentes desde el nacimiento.
2. Hipertensión/Hipotensión intracraneal
Un exceso o déficit de líquido cefalorraquídeo puede causar que la presión que sufre el
cerebro dentro del cráneo sea excesiva o demasiado baja como para permitir el buen
funcionamiento. Mientras que la hipotensión se produciría a la pérdida o poca producción
de líquido cefalorraquídeo, la hipertensión se produciría por un exceso de esta, lo cual
puede ser grave porque presiona zonas del sistema nervioso y evita que funcionen bien (o
incluso mata áreas de tejido celular).
Como la formación reticular es una red de neuronas, sus límites y fronteras son difusos, y
no es nada fácil saber dónde empieza y dónde acaba. Por ejemplo, a simple vista es
prácticamente imposible localizarla, y en todo caso es posible ver de un modo aproximado
las estructuras por las que está repartida.
Se considera que el “punto de partida” de la formación reticular es una parte del tronco del
encéfalo llamada protuberancia anular, entre el bulbo raquídeo y el mesencéfalo, y que de
ahí sube hasta llegar al tálamo abriéndose cada vez más, como un abanico. Esta formación
está constituida por un centenar de grupos de neuronas esparcidos de manera irregular por
el tejido nervioso de estas zonas.
Funciones
La formación reticular tiene un papel fundamental a la hora de regular el nivel de
consciencia que se tiene, un proceso en el que también interviene especialmente el tálamo.
Esto significa que su trabajo tiene que ver con el ritmo circadiano y la aparición y
desaparición del sueño, entre otras cosas.
Por otro lado, otra de las funciones de esta red de neuronas es la regulación del estado de
excitación, o estado de alerta, un proceso paralelo al de la regulación del estado
consciente.
Como la formación reticular está en la puerta de entrada al encéfalo a través de sus zonas
más cercanas a la médula espinal, también actúa filtrando la información que va llegando
desde los sentidos, seleccionando piezas de datos y descartando partes irrelevantes, que no
llegan a la consciencia. Del mismo modo, su relación con los procesos atencionales y de
consciencia hace que intervenga en la percepción del dolor físico y en los procesos de
habituación a estímulos repetitivos.
Sus partes
La formación reticular puede ser dividida en las siguientes partes.
1. Grupo central de núcleos
Una región de la formación reticular que a su vez se divide en núcleos posterolaterales y
núcleos mediales.
Por ejemplo, la enfermedad del Parkinson en estado avanzado puede deteriorar esta red de
neuronas, ya que se expande por todo el sistema nervioso. Del mismo modo, la narcolepsia,
directamente implicada en los estados de consciencia alterados, produce efectos dañinos
en la formación reticular.
Otra de las enfermedades relacionadas con esta red neuronal es la cataplejía, cuyo principal
síntoma es la pérdida de tono muscular; de algún modo, en estado de vigilia el cuerpo
empieza a comportarse como si estuviese en una fase REM del sueño, lo cual significa que
el cerebro queda desconectado de los músculos.
Esta es una de las zonas más vulnerables del sistema nervioso, no solo porque interviene
directamente en el estado de consciencia, sino porque participa en el mantenimiento de
funciones vitales básicas sin las cuales se produce una muerte súbita a causa de la hipoxia
en el encéfalo. Es por eso que el funcionamiento de esta región se considera un indicador
de la presencia de vida más fiable incluso que el registro de actividad eléctrica por medio de
técnicas como la EEG en zonas más superficiales de la corteza cerebral.
Estructuras del cerebro
El encéfalo humano ha sido descrito como el sistema más complejo del universo conocido,
y no sin razón.
Está compuesto por un entramado de glía, neuronas y vías nerviosas y es la parte más
importante del Sistema Nervioso Central, pero su intrincada estructura y funcionamiento
no significa que no podamos hacer una clasificación de las principales partes del cerebro.
1.1. Rombencéfalo
Se trata de la parte superior de la médula espinal y a lo largo del desarrollo del feto se irá
transformando en las estructuras encargadas de realizar tareas indispensables para la
supervivencia, como el control del ritmo cardíaco y de la respiración. Se terminará
transformando en el cerebelo, el puente troncoencefálico y el bulbo raquídeo, tal y como
veremos.
1.2. Mesencéfalo
En los embriones humanos aparece justo encima del rombencéfalo, y se irá transformando
en la parte medial del encéfalo, encargada también de realizar buena parte de las funciones
básicas de supervivencia pero que también actúa de puente entre las otras dos estructuras.
1.3. Prosencéfalo
Situado en el extremo más alejado de la médula espinal y en el lado más cercano al rostro
del embrión, el prosencéfalo es la formación que se irá transformando en las partes del
cerebro que han aparecido más recientemente en nuestra línea evolutiva y que, por tanto,
tienen que ver con el uso del lenguaje, la planificación y la búsqueda de soluciones creativas
a problemas nuevos. Como veremos, las dos principales estructuras a las que da paso el
desarrollo del rombencéfalo son el diencéfalo y el telencéfalo.
Aquí veremos, en primer lugar, las partes del cerebro que se generan a partir del
prosencéfalo, para luego pasar a la zona del mesencéfalo y al rombencéfalo, en ese orden.
2.1. Telencéfalo
El telencéfalo es la parte del cerebro que es más fácil de ver a simple vista, ya que ocupa la
mayor parte de la superficie del encéfalo. Sus componentes son la corteza cerebral, los
ganglios basales y el sistema límbico.
Además, cada hemisferio está compuesto por varios lóbulos del cerebro, cada uno de los
cuales está más involucrado en ciertos procesos mentales. Los lóbulos del cerebro son
estos:
Lóbulo frontal
Lóbulo parietal
Lóbulo occipital
Lóbulo temporal
Ínsula
Puedes leer más acerca de ello en este artículo sobre los lóbulos cerebrales.
2.1.2. Ganglios basales
El segundo componente del telencéfalo es el conjunto formado por los ganglios basales.
Estos son un grupo de estructuras situadas por debajo de la corteza cerebral y distribuidos
de forma simétrica bajo cada uno de los hemisferios. Los ganglios basales son el globo
pálido, el putamen y el núcleo caudado, que se ven complementados por una región a la
que se conoce como sustancia negra.
Los ganglios basales son las partes del cerebro que nos permiten realizar movimientos
relativamente complejos y precisos de manera fácil y casi automática: escribir, hablar,
modificar nuestras expresiones faciales de manera voluntaria, etc. Por lo tanto, monitorizan
de manera semiautomática el modo en el que realizamos cadenas de movimientos que ya
hemos practicado antes muchas veces hasta llegar a dominarlos, y a la vez nos permiten
aprenderlos bien, entre otras funciones.
Para leer más acerca de este conjunto de estructuras del cerebro, puedes visitar el artículo
dedicado a los ganglios basales.
2.1.3. Sistema límbico
El sistema límbico es un conjunto de estructuras encefálicas cuyos límites son bastante
difusos, ya que se mezcla con muchas partes del cerebro diferentes. Sus funciones están
relacionadas con la aparición y regulación de las emociones y de las respuestas corporales
más allá de la cabeza que las acompañan. Es por eso que a veces se le considera "el cerebro
emocional" en contraposición al "cerebro racional" que correspondería a las zonas
ocupadas por la corteza cerebral (y especialmente el lóbulo frontal).
Si te interesa saber más acerca de esta parte del cerebro, puedes acceder a este artículo
sobre el sistema límbico.
2.1.4. Hipocampo
El hipocampo es una estructura alargada situada en la parte interna de los lóbulos
temporales, una de las regiones de la corteza cerebral más antiguas, presentes en las
formas de mamíferos más antiguas. Su función está relacionada con el almacenamiento y la
recuperación de recuerdos, el aprendizaje y la navegación espacial.
Puedes leer más acerca de esta parte del cerebro en este artículo dedicado al hipocampo.
2.1.5. Amígdala
La amígdala cerebral es un conjunto de neuronas que se agrupan en la cara interna del
lóbulo temporal de cada uno de los hemisferios. Es decir, que al igual de lo que ocurre con
el hipocampo, es una de esas partes del cerebro que se encuentran por duplicado en cada
cerebro humano, habiendo una en cada mitad (izquierda y derecha) del encéfalo.
La amígdala cerebral forma parte del sistema límbico, y es una de las estructuras cerebrales
que tienen más importancia a la hora de relacionar estados emocionales con situaciones
que vivimos; es por eso que juega un papel clave en los procesos mentales relacionados con
la memoria emocional y los aprendizajes vinculados a esta, que son muy importantes. A fin
de cuentas, saber con qué emociones están emparejada cada tipo de estímulo o
experiencia hace que adoptemos una actitud ante ellas y nos decantemos por unas posibles
reacciones y no otras.
Puedes leer más acerca de la amígdala cerebral en este artículo.
2.2. Diencéfalo
El diencéfalo es la segunda gran estructura que forma el prosencéfalo, y está situado justo
debajo del telencéfalo, en las profundidades del Sistema Nervioso Central. Las partes del
cerebro que componen el diencéfalo son básicamente el tálamo y el hipotálamo.
2.2.1. Tálamo
Es la parte más grande del diencéfalo, y es el núcleo en el que se integra por primera vez
toda la información que nos llega a través de los sentidos (a excepción del olfato, que llega
al cerebro directamente a través del bulbo olfatorio de cada hemisferio cerebral). El tálamo
manda esta información a áreas del cerebro más altas, para que allí se siga procesando la
información que ha empezado a sintetizarse en él, y además es capaz de hacer posible que
el Sistema Nervioso Autónomo reaccione rápidamente ante estímulos que pueden significar
la presencia de un peligro.
Para leer más sobre esta parte del encéfalo puedes leer este artículo sobre el tálamo
2.2.2. Hipotálamo
El hipotálamo está situado justo debajo del tálamo, y se encarga principalmente de hacer
que todo el organismo se encuentre constantemente en un estado de homeostasis, es
decir, en equilibrio en todos los sentidos: temperatura corporal, niveles de hormonas en
sangre, ritmo de la respiración, etc.
Además, gracias a su capacidad para hacer que diferentes glándulas del cuerpo segreguen
hormonas, nos induce a estados más o menos altos de estrés y activación general
dependiendo de lo que esté ocurriendo en otras partes del cerebro. También es la
estructura responsable de la aparición del estado de sed y hambre.
2.3.1. Mesencéfalo
El mesencéfalo es la parte del tronco del encéfalo que queda justo debajo del diencéfalo. Se
encarga de comunicar el tallo cerebral con las estructuras superiores y viceversa, y también
interviene en el mantenimiento de procesos automáticos que nos permiten sobrevivir. Se
divide en el tectum y el tegmentum.
2.3.2. Protuberancia
También se conoce a esta estructura como puente de Varolio o puente troncoencefálico.
Está situada justo debajo del mesencéfalo.
Si te interesa leer más acerca del tronco del encéfalo, puedes leer este artículo
Pares craneales
Los pares craneales son haces de axones que salen de diferentes puntos de la zona baja del
encéfalo y van a parar a otras partes del cuerpo sin pasar por la médula espinal. Esto es lo
que los distingue del resto de nervios, que no salen de las diferentes partes del encéfalo
sino desde varios tramos de la médula.
Ejemplos de los pares craneales son el nervio trigémino, el nervio vago o el olfatorio; todos
ellos son de gran importancia, y en el caso del trigémino, su incorrecto funcionamiento
puede llegar a generar mucho dolor.
Puedes leer más sobre estos nervios del cerebro en este artículo.
Esta red de neuronas interactúa especialmente con la partes del cerebro que son más bajas
(las del tronco del encéfalo) , y se divide en sistema simpático, sistema parasimpático y
sistema entérico.
A través de estas vías de comunicación, se controla partes del cuerpo que al estar en la
base de la supervivencia de los tejidos y células que forman el cuerpo no pueden depender
de decisiones voluntarias ni de la gestión de la atención, lo cual significa que además de ser
procesos automatizados, aunque una persona quiera no se puede intervenir sobre ellos o
hacer que se detengan, dado que esto podría llevar a una muerte inmediata. Puedes leer
más acerca de él en este artículo.
Piamadre
Cuando hablamos acerca del sistema nervioso del ser humano, en el que se incluye el
cerebro, a menudo olvidamos que este conjunto de estructuras anatómicas no podría
funcionar bien sin muchas otras partes del cuerpo asociadas a ella. En concreto, tanto
nuestro encéfalo como la médula espinal dependen de la protección de una serie de capas
protectoras conocidas como meninges.
En este artículo veremos cómo es una de estas capas de las meninges, la llamada piamadre,
y qué funciones cumple en nuestro organismo. Pero, en primer lugar, repasamos
brevemente qué son exactamente las meninges.
Además, como veremos, las meninges también sirven para producir líquido
cefalorraquídeo, que llena varios espacios del sistema nervioso central y también cumple
una función de protección y apoyo a esta parte del organismo (por ejemplo, dejando un
espacio entre el cerebro y partes duras con las que puede chocar).
Por otro lado, las meninges no son una estructura homogénea, sino que se dividen en
varias capas, cada una con sus propiedades y con distinta consistencia. Están formadas por
tres membranas, colocadas una encima de la otra. Se trata, de arriba hacia abajo, de la
duramadre, la aracnoides y la piamadre.
Por otro lado, la piamadre es muy fina y tiene la consistencia de una malla flexible, lo cual
hace, por ejemplo, que en su superficie queden insinuados los surcos y las cisuras de la
corteza cerebral que recubre.
Esto es así porque crea un medio adecuado para que pasen por ella los conductos que
transportarán la sangre a las células del encéfalo y la médula espinal. Además, al ser tan
fina se puede adherir bien al contorno del encéfalo.
Piamadre espinal
La piamadre espinal se encarga de envolver toda la médula espinal de arriba abajo.
Piamadre craneal
Aunque su composición es casi idéntica a la anterior, sus funciones sea daptan mejor a las
características morfológicas del encéfalo.
Funciones
Entre las principales funciones de la piamadre se encuentran las siguientes.
4. Crea un filtro
De un modo similar al de la barrera hematoencefálica, la piamadre también sirve para
intentar evitar que ciertas partículas y sustancias indeseadas pasen a estar en contacto con
las neuronas y las células gliales del sistema nervioso central. Pero esta protección es más
cuantitativa que cualitativa, ya que por sí misma la piamadre no bloquea de forma perfecta
el paso de elementos concretos, sino que limita la difusión de estos.
Trastornos asociados
Las principales enfermedades que afectan a la piamadre son aquellas que terminan
resultando en una inflamación, que en este caso recibe el nombre de meningitis. Este
problema de salud asociado a la piamadre y a la aracnoides puede ser causado por ciertas
bacterias, virus y hongos, a veces tras haber sufrido una lesión en la zona.
Por otro lado tanto la aracnoides como la piamadre y la duramadre pueden ser el lugar en
el que ocurra un bloqueo de los vasos sanguíneos, ocasionando accidentes isquémicos y
aneurismas de diferente gravedad.
Artículo relacionado: "Meningitis: causas, síntomas, tratamiento y pronóstico"
Sistema ventricular
Nuestro encéfalo es un órgano complejo, formado por una gran cantidad de diferentes
estructuras que permiten la realización de muy diversas funciones.
Uno de los diversos sistemas que forman parte del encéfalo y que permiten su
estructuración y mantenimiento es el sistema ventricular cerebral, es decir, los la red de
ventrículos cerebrales.
Dentro del sistema ventricular se origina la mayor parte del líquido cefalorraquídeo (se
calcula que algo más del 60%), concretamente en las estructuras y células ependimarias
propias de los plexos coroideos.
El cuarto ventrículo se conecta con la médula espinal a través del canal ependimario, el cual
recorre la totalidad de la médula y permite que el líquido cefalorraquídeo fluya a través de
ella hasta su fin en el conocido como ventrículo terminal.
El cuarto ventrículo también se conecta a través de los orificios de Luschka y Magendie con
la aracnoides, permitiendo de este modo que el líquido cefalorraquídeo se distribuya a lo
largo del encéfalo.
Funciones de los ventrículos cerebrales
Los ventrículos cerebrales y el sistema ventricular en general pueden parecer un residuo del
desarrollo que no tiene demasiadas funciones, pero en realidad se trata de elementos de
gran importancia en el mantenimiento de la salud y el estado del cerebro.
Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer produce a lo largo de su desarrollo un deterioro y muerte de
una gran cantidad de neuronas, disminuyendo la densidad neuronal según el trastorno va
avanzando. El espacio desocupado es rellenado por los ventrículos, los cuales se expanden
para ocupar el lugar.
Hidrocefalia
La hidrocefalia en un trastorno caracterizado por una producción excesiva de líquido
cefalorraquídeo, un desequilibrio entre producción y reabsorción o por una mala
circulación de este a través de los ventrículos o sus interconexiones. Se trata de un
problema muy grave que puede causar secuelas severas o incluso producir la muerte del
sujeto debido a la compresión de las estructuras cerebrales.
Artículo relacionado: "Hidrocefalia: causas, tipos y tratamientos"
Ventriculitis
Se trata de un trastorno que se basa en la inflamación de los ventrículos cerebrales. Tal y
como ocurre con la meningitis, esta inflamación puede ser peligrosa debido a la presión
ejercida por los ventrículos contra el resto del sistema nervioso. Además, la infección de los
ventrículos puede generar alteraciones en el líquido cefalorraquídeo o en el sistema
vascular, que puede terminar causando una encefalitis.
Dónde están los ventrículos cerebrales?
Son 4 estructuras que se localizan en diferentes espacios de la cavidad craneal, siendo los
hemisferios del cerebro, el tálamo, el acueducto de Silvio, el cerebelo y el tallo cerebral los
lugares característicos por donde se ubica cada ventrículo. Sin embargos, estos espacios
poseen unos canales que permiten la conexión de un espacio con otro, para así permitir el
correcto transito del líquido cefalorraquídeo por el tercer, cuarto y cada ventrículo lateral.
"Entre las funciones de los ventrículos se encuentra el paso del líquido a través de sus
canales"
Dentro de los ventrículos se encuentran los plexos coroideos que son los que producen el
líquido cefalorraquídeo, que rodea el cerebro, la médula espinal y llena el sistema
ventricular. Este líquido sigue un ciclo constante de producción y reabsorción, nutriendo las
estructuras cerebrales.
Los ventrículos cerebrales poseen alrededor de una 1/5 parte del volumen del líquido
cefalorraquídeo adulto, es decir, entre 20 y 25 mililitros.
Anatomía
Los ventrículos laterales tienen forma de C. Cada uno de ellos se divide en una parte
central, compuesta del cuerpo y el trígono o atrio, y tres extensiones laterales o “cuernos”.
La parte central está situada en el lóbulo parietal. Mientras que el techo está compuesto
por el cuerpo calloso. En la zona inferolateral encontramos el tálamo dorsal y la cola del
núcleo caudado, y en el suelo está la parte anterior del fórnix, el plexo coroideo, la
superficie dorsolateral del tálamo, la estría terminal y parte del núcleo caudado.
Los ventrículos laterales se conectan con el tercer ventrículo a través de dos agujeros
interventriculares, también denominados agujeros de Monro. Estos agujeros se sitúan
entre el tálamo y la parte anterior del fórnix.
Los ventrículos laterales poseen cuernos que se proyectan en los lóbulos occipitales,
frontales y temporales. El volumen de estos ventrículos aumenta con la edad.
Tercer ventrículo
El tercer ventrículo consiste en una ranura estrecha que encuentra en el diencéfalo del
cerebro, entre el tálamo derecho y el izquierdo. Se conecta con el cuarto ventrículo a través
del acueducto cerebral o también llamado acueducto de Silvio, que desciende a través del
cerebro medio.
Cuarto ventrículo
Este ventrículo es el más inferior del sistema ventricular. Se encuentra en el tronco del
encéfalo, en la zona donde se unen el puente de Varolio y la médula oblonga. Su piso está
constituido por una parte del romboencéfalo, llamada fosa romboidal.
– Canal espinal central, que permite al líquido cefalorraquídeo llegar a la médula espinal.
– Cisternas subaracnoideas, que permite que el líquido cefalorraquídeo llegue a las
meninges cerebrales a un lugar llamado espacio subaracnoideo. El espacio subaracnoideo
cubre todo el encéfalo permitiendo que este líquido rodee toda la estructura.
El cuarto ventrículo se comunica con espacio subaracnoideo a través del foramen lateral de
Luschka y mediante el agujero mediano de Magendie, que se encuentra en el techo del
ventrículo.
Los ventrículos cerebrales están llenos de líquido cefalorraquídeo. Este líquido se forma, en
gran parte, en los plexos coroideos, que son estructuras vasculares muy pequeñas, que
filtran el plasma sanguíneo para crearlo. Este ejerce importantes funciones en nuestro
sistema nervioso central, por eso hay tantos espacios en el cerebro que lo contienen.
La flotabilidad permite disminuir el peso de unos 1400 gramos hasta unos 50 gramos. Las
principales funciones de los ventrículos cerebrales son:
– Permitir que el líquido cefalorraquídeo circule por las estructuras del sistema nervioso
central, con ellos se consigue mantener una adecuada homeostasis interna, permitiendo la
circulación de sustancias importantes para regular las funciones de nuestro cuerpo.
También permite defendernos de agentes externos que pueden ser peligrosos para el
cerebro, es decir, aporta una protección inmunológica. Asimismo, mantiene a las
estructuras nerviosas nutridas, eliminando sus desechos.
– Mantiene una presión intracraneal adecuada. Gracias a los ventrículos craneales se puede
compensar los cambios de volumen sanguíneo dentro del cerebro para que no aumente ni
disminuya la presión intracraneal.
– Actúa como amortiguador al estar llenos de líquido, así evitan daños cerebrales debidos a
golpes u otras lesiones en el cráneo.
En definitiva, los ventrículos cerebrales sirven para que el líquido cefalorraquídeo llegue a
las estructuras más internas de nuestro cerebro, aumentando la protección de éste frente a
los traumas y manteniendo los tejidos nutridos, libres de desechos y de sustancias
amenazadoras.
Al final del primer mes de gestación, aproximadamente, se forman las tres vesículas
cerebrales. Estas son el prosencéfalo, el mesencéfalo y el romboencéfalo.
El tubo neural se dilata dentro del prosencéfalo, de forma que el espacio existente dentro
de ese tubo se ensancha formado los ventrículos laterales y el tercer ventrículo.
Hidrocefalia
La hidrocefalia es la acumulación de líquido cefalorraquídeo en los ventrículos cerebrales al
no absorberse éste como debería. Si no se trata, provoca presión intracraneal elevada y
atrofia cerebral.
En los escáneres cerebrales se observan los ventrículos muy dilatados. Hay dos tipos de
hidrocefalia según sus causas:
Si este proceso se produce antes de que se hayan fusionado las fontanelas, es decir, antes
de unirse las distintas regiones del cráneo, se puede observar macrocefalia. En ésta, el
tamaño del cráneo crece anormalmente.
Mientras que, si las fontanelas se han fusionado, es más probable que se comprima y se
lesionen los tejidos adyacentes.
Atrofia cerebral
atrofia cerebral
También se ha observado que los ventrículos se expanden en enfermedades
neurodegenerativas, paralelamente a la atrofia cerebral. Esto es lo que ocurre, por ejemplo,
en la enfermedad de Alzheimer.
Meningitis
La meningitis es una enfermedad en la que se inflaman las meninges del cerebro y la
médula espinal, es decir, las capas que lo cubren y que contienen el líquido
cefalorraquídeo. Suele originarse por virus, hongos o bacterias, produciéndose un aumento
de la presión intracraneal y dificultades para la circulación del líquido cefalorraquídeo.
Ventriculitis
La ventriculitis, como su nombre indica, es la inflamación de los ventrículos cerebrales, que
abarca a las cuatro cavidades.
Esquizofrenia
Algunos científicos han encontrado vínculos entre la esquizofrenia y la extensión de los
ventrículos cerebrales. En concreto, parecer ser que los esquizofrénicos tienen unos
ventrículos más grandes que las personas sanas.
No obstante, no está claro si son los trastornos mentales los que dan lugar al
agrandamiento de los ventrículos o si es la dilatación ventricular la que es responsable de
los trastornos mentales.
Por otra parte, también pueden producirse obstrucciones en el sistema ventricular debidas
a tumores, quistes, traumatismos, anomalías en el desarrollo, malformaciones vasculares
(aneurismas), etc.
Por otro lado, es frecuente observar una asimetría en los ventrículos laterales en escáneres
cerebrales. En un artículo en el que se estudió la asimetría de los ventrículos del cerebro
fetal humano, se encontró que esta suponía una variante normal que no implicaba ninguna
patología.
Según Orellana (2003), lo que ayuda a determinar que la asimetría es una variante
anatómica y no una patología, es que, normalmente, en la variante, lo cuernos temporales
son del mismo tamaño e incluso, a veces, el contralateral está más dilatado.
TERCER VENTRÍCULO
INTRODUCCIÓN
El III ventrículo es una cavidad media e impar situado en el centro del cerebro. Pertenece al
diencéfalo y esta ubicado entre ambos tálamos, por debajo del fórnix o trígono cerebral y
por encima de la región del hipotálamo.
DESARROLLO
Se comunica hacia arriba y adelante con los ventrículos laterales mediante los forámenes
interventriculares (agujeros de Monroe) y hacia atrás con el IV ventrículo a través del
acueducto mesencefálico (Silvio).
Consta de 6 paredes: una anterior, una posterior, una superior, una inferior y dos hacia los
laterales:
Pared Anterior: Ubicada entre la separación de las dos columnas del fórnix.
Está formada por una lámina de sustancia gris (la lámina terminal), a través de la cual corre
la comisura anterior (fibras nerviosas que conectan ambos lóbulos temporales).
Pared Posterior: Está formada por el orificio del acueducto cerebral, por encima de este la
comisura posterior (fibra que une el tálamo con el mesencéfalo), y a su vez por encima, la
base de la glándula pineal.
Pared Superior (techo): Es una capa de epéndimo que se continúa con el revestimiento del
ventrículo, por arriba existe la tela coroidea.
Pared Inferior (piso): Corresponde al piso del cerebro. Está relacionado con el quiasma
óptico, el tuber cinereum que es una masa de sustancia gris que se continua con el
infundíbulo en el cual esta fijada la hipófisis, los cuerpos mamilares (que corresponden al
hipotálamo), y la calota mesencefálica.
Pared Lateral: Formada por la superficial medial del tálamo hacia arriba y el hipotálamo
hacia abajo, ambas separadas por el surco hipotalámico. Esta pared se encuentra limitada
arriba por las estrías medulares del tálamo; y ambas paredes se encuentran conectadas por
la adhesión intertalámica.
Los plexos coroideos de los ventrículos aparecen en los lugares donde la piamadre y la
membrana del epéndimo están en contacto, formando la tela coroidea.
Estos plexos juntos con los de los ventrículos laterales, y el 4to se encargan de la formación
de LCR que tiene un volumen total de aproximadamente 130 ml. Y tiene como función:
El líquido pasa desde los plexos coroideos de los ventrículos laterales hacia el III mediante
los agujeros interventriculares, luego hacia el IV mediante el acueducto del mesencéfalo
[las aperturas medias y laterales del IV lo comunican con el espacio subaracnoideo.]
CONCLUSIÓN
El III ventrículo se encuentra en el centro del encéfalo entre ambos tálamos e interviene en
la circulación de LCR. Su conocimiento es de importancia ya que si se obstruye los
“estrechos de paso” de los ventrículos se produce hidrocefalia que es cuando el volumen de
LCR aumenta dentro de la cabeza y se produce aumento del tamaño de los ventrículos, se
puede evaluar por medio de TC y RM, [con estos puede demostrarse el contorno de los
ventrículos para ver si hay distensión, distorsión y también si hay tumor cerebral que
produce el trastorno.]
El tercer ventrículo es una cavidad estrecha situada entre los dos hemisferios del diencéfalo
del prosencéfalo . El tercer ventrículo es parte de una red de cavidades interconectadas
(ventrículos cerebrales) en el cerebro que se extienden para formar el canal central de la
médula espinal . Los ventrículos cerebrales están formados por los ventrículos laterales, el
tercer ventrículo y el cuarto ventrículo.
Conclusiones clave
El tercer ventrículo es uno de los cuatro ventrículos cerebrales. Es una cavidad llena de
líquido cefalorraquídeo ubicada entre los dos hemisferios del diencéfalo del cerebro
anterior.
El tercer ventrículo ayuda a proteger el cerebro de traumatismos y lesiones.
El tercer ventrículo también participa en el transporte de nutrientes y desechos del sistema
nervioso central del cuerpo.
También interviene en la circulación del líquido cefalorraquídeo.
Los ventrículos contienen líquido cefalorraquídeo, que es producido por un epitelio
especializado ubicado dentro de los ventrículos llamado plexo coroideo . El tercer
ventrículo está conectado con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral, que se
extiende a través del mesencéfalo .
Más información
Para obtener información adicional sobre el tercer ventrículo, consulte:
El tercer ventrículo
Anatomía del cerebro
El cerebro es el centro de control del cuerpo. Recibe, interpreta y dirige la información
sensorial en el cuerpo. Obtenga más información sobre la anatomía del cerebro .
IV ventrículo
El ventrículo cuarto del cerebro o cuarto ventrículo (ventriculus quartus cerebri) es una
cavidad de forma irregular, situada en el romboencéfalo, entre el bulbo raquídeo, la
protuberancia y el istmo por delante y el cerebelo por detrás.
Se continúa con el conducto central de la médula espinal por abajo, con el acueducto de
Silvio por arriba, y por sus aberturas lateral y media agujero de Luschka y Magendie con el
espacio subaracnoideo.
Receso lateral del cuarto ventrículo, constituido por la parte peduncular del velo medular
inferior, tela coroidea y labio rómbico.
A lo largo del desarrollo embrionario, esta parte del cerebro se prolonga hasta convertirse
en la médula oblongata, también conocida como bulbo raquídeo, además de formar parte
del canal central. A pesar de disponer de un tamaño reducido, el mielencéfalo se convierte
en una parte que contribuye con varios sistemas y funciones.
Al igual que sucede con otras estructuras formadas a partir del rombencéfalo, el
mielencéfalo y, concretamente, su estructura madurada, el bulbo raquídeo, juega un rol
muy importante en el control de los impulsos humanos más básicos, como estar alerta, la
atención y el ciclo del sueño y la vigilia, además de estar detrás de varios reflejos
fundamentales para la supervivencia.
Desarrollo embriológico
Como hemos comentado, el mielencéfalo es una vesícula secundaria del tubo embrionario,
a medio camino entre las vesículas primarias del mismo tubo y las estructuras más o menos
desarrolladas posteriores durante el desarrollo embriológico. Es decir, no es una parte del
cerebro adulto, pero sí que una parte del cerebro adulto está formadaa partir de esta
estructura, siendo concretamente el bulbo raquídeo.
Sin embargo, antes de que el tubo neural se convierta en el sistema nervioso postnatal tal y
como lo conocemos, éste se tiene que segmentar en diferentes partes:
Las tres primeras partes son las conocidas como vesículas primarias, que se forman más o
menos a las tres semanas de la concepción: el prosencéfalo, el mesencéfalo y el
rombencéfalo.
Quizás te interese: "Tubo neural: qué es, cómo se forma, y enfermedades asociadas"
2. Segunda fase: del mielencéfalo a la médula
Como hemos comentado, el mielencéfalo es una estructura que se podría situar a medio
camino entre el cerebro propiamente dicho y la médula espinal. Esta se va desarrollando
hasta convertirse en el bulbo raquídeo, bien diferenciable del resto del cerebro y de la
médula espinal a partir de la semana número 20 de gestación.
Una vez la médula oblongada detecta que está ocurriendo esto, envía señales nerviosas a
los tejidos musculares intercostales, es decir, los músculos que se encuentran entre las
costillas, activándolos para efectuar los movimientos respiratorios.
De esta manera estos músculos pueden aumentar su ritmo de contracción, haciendo que
entre más oxígeno en la sangre y que esta adquiera los niveles de pH adecuados para que
no se dé daños en el organismo.
2. Control cardiovascular
Además de la función respiratoria, el bulbo raquídeo se encarga de regular varios
componentes de la actividad cardíaca y, consecuentemente, del sistema circulatorio. Si bien
no es la única estructura que se encarga de regular la actividad del corazón, sí que se trata
de una de las más importantes.
El bulbo raquídeo se encarga de excitar al sistema nervioso simpático para que, así,
aumente el ritmo de los latidos del corazón. Esto es especialmente importante para
aquellas situaciones en las que se requiere un mayor esfuerzo físico, como cuando hacemos
deporte o estamos ante una situación amenazante, para facilitar la activación de respuestas
de lucha o huida.
Pero, además, se encarga de producir el efecto contrario, esto es, disminuir la frecuencia
cardíaca mediante la activación del sistema nervioso parasimpático. Como cabe esperar,
esta función será necesaria en situaciones opuestas, como lo son la relajación o estados de
baja alerta.
Además de incrementar y reducir el latido cardíaco, el bulbo raquídeo regular la presión
sanguínea por medio de mecanismos de vasodilatación y vasoconstricción.
Por último, la estructura adulta del mesencéfalo está relacionada directamente con la
realización de varios reflejos e instintos fundamentales para la supervivencia, que se
producen, de forma automática e inconsciente, ante la presencia de varios estímulos. En
base a las investigaciones, se sabe que el bulbo raquídeo es el componente cerebral
principal detrás de comportamientos parcialmente involuntarios, como toser, estornudar,
el reflejo de deglución, vomitar y tener náuseas o el reflejo maseterino.
ROMBENCÉFALO
El encéfalo es la parte rostral del sistema nervioso central. Está formado por tres grandes
compartimentos que de caudal a rostral son: rombencéfalo o cerebro posterior,
mesencéfalo o cerebro medio y prosencéfalo o cerebro anterior. Al conjunto formado por
el rombencéfalo y el mesencéfalo también se conoce como tronco encefálico.
Rombencéfalo
Figura 1. Principales compartimentos del rombencéfalo.
Actualmente se considera que hay 11 rombómeros (rh; Figura 2), siendo rh11 el más caudal
y rh1 el más rostral, seguido de un segmento ístmico o rh0. La región que abarca desde el
rh11 hasta el rombómero rh4 se denomina bulbo raquídeo o mielencecéfalo (Figuras1, 2 y
3). En la región que va desde el rh3 hasta el rh1 se encuentra ventralmente la parte del
rombencéfalo denominada puente, protuberancia, o zona pontina y dorsalmente en el rh1
se localiza el cerebelo, formando todo ello lo que se denomina metencéfalo. Al rh0 se le
denomina istmo o istmo rombencefálico, que es el límite con el mesencéfalo o cerebro
medio.
Rombencéfalo
Figura 2. Organización del rombencéfalo en rombómeros. Arriba un cerebro en desarrollo.
Abajo un cerebro de rata.
En el encéfalo de vertebrados hay 12 pares de nervios craneales (12 nervios a cada lado)
que se nombran con números romanos y en orden de rostral a caudal (Figura 3). En el
rombencéfalo se encuentran aquellos que van desde el IV al XII, ambos incluidos. Cada uno
de ellos está especializado en inervar determinadas estructuras corporales.
Rombencéfalo
IV, troclear o patético (motor): se encuentra en la región del istmo e inerva el músculo
extraocular oblicuo superior.
VI, nervio abducens o motor ocular externo (motor): se encuentra en la parte alta del bulbo
raquídeo e inerva musculatura extraocular (músculo recto externo).
VII o nervio facial (mixto): se encuentra en la parte alta del bulbo raquídeo y trae
información gustativa de los dos tercios anteriores de la lengua y somática de la zona
posterior del conducto auditivo interno y del pabellón auricular. Este par craneal inerva los
músculo que controlan la expresión facial y aquellos que controlan a las glándulas nasales,
palatinas, faríngeas, salivales (sublingual y submaxilar) y la glándula lacrimal.
X o nervio vago (mixto): se encuentra en la zona posterior del bulbo raquídeo. Recoge
información gustativa de la epiglotis y visceral general de las vísceras torácicas y
abdominales. Inerva la mayoría de los músculos de la laringe y todos los de la faringe.
Controla los músculos de la voz. También inerva la musculatura lisa de las vísceras torácicas
y abdominales.
XI o nervio accesorio (motor): está formado por varias raíces que se encuentran en la zona
más caudal del bulbo raquídeo y a ellas se unen algunas raíces procedentes de las raíces
ventrales más rostrales de la médula espinal. El componente bulbar inerva músculos
laríngeos, mientras que el componente espinal inerva los músculos del cuello
(esternocleidomastoideo y trapecio).
XII o nervio hipogloso (motor): posee varias raíces y se encuentran en la zona posterior del
bulbo raquídeo. Aporta inervación a los músculos intrínsecos de la lengua, lo cual es
importante para comer y hablar.
El cerebelo es una estructura prominente del rombencéfalo localizada en la zona dorsal del
rombómero 1 (rh1). Externamente presenta surcos transversales dispuestos de forma más
o menos paralela. Posee dos hemisferios divididos en lóbulos, que de rostral a caudal se
denominan anterior, posterior y floculonodular. En una sección de cerebelo se puede
observar una parte interna donde predomina el neuropilo sobre los cuerpos celulares
denominada sustancia blanca. Externamente a la sustancia blanca las células se disponen
formando una lámina, denominada corteza cerebelosa (Figura 4). En esta corteza plegada
se encuentran las células de Purkinje y las células granulares. En la zona profunda del
cerebelo las neuronas se disponen formando los núcleos cerebelosos profundos, los cuales
son las principales vías de salida de la información procesada por el cerebelo. Otra vía de
salida de información cerebelosa es a través del núcleo vestibular lateral. Como dijimos, el
cerebelo está implicado en coordinación del movimiento, pero también en procesos de
atención, y en humanos también está relacionado con el lenguaje.
Cerebelo
Figura 4. La imagen de la izquierda es un esquema de un cerebelo humano cortado por la
línea media donde se señalan la sustancia blanca y la corteza cerebelosa (en rojo). La
imagen de la derecha es un esquema de la corteza cerebelosa y sus capas.
Se considera al rombencéfalo como una parte primitiva del sistema nervioso central, es
decir, es la región del encéfalo que más se parece cuando se comparan especies muy
separadas filogenéticamente, como peces o anfibios con mamíferos. Podríamos decir que
se originó hace mucho tiempo en el ancestro de todos los vertebrados, funcionó, y ya no
sufrió modificaciones sustanciales a lo largo de la evolución.
Este conservadurismo evolutivo quizá tenga que ver con su importante papel en el
mantenimiento de funciones vitales para la supervivencia de cualquier vertebrado como la
respiración, la presión sanguínea o el ritmo cardiaco. También es una estación de relevo
para los sentidos del tacto, gusto, oído, y equilibrio. Además, controla la masticación, los
movimientos oculares, y las expresiones faciales. Funciones que si no se llevan a cabo el
organismo moriría. Los diferentes compartimentos del rombencéfalo están especializados
en diferentes funciones.
Médula oblonga o bulbo raquídeo: respiración, acción de tragar (deglución), tono muscular,
digestión, ritmo cardiaco.
Puente o protuberancia: nivel de atención, control motor, control del movimiento ocular,
consciencia y sueño.
Cerebro
Diferenciación del rombencéfalo
Para comenzar, hay que comprender el origen del rombencéfalo. Y para ello, es importante
aclarar qué es la diferenciación. Según Bears Connors y Paradiso, autores del libro
Neurociencia. La exploración del cerebro se trata de un proceso en el que las estructuras se
hacen más complejas y se especializan funcionalmente.
Por otra parte, en la diferenciación de la mitad caudal del cerebro posterior en el bulbo
raquídeo, se dan cambios, pero menos acentuados. Por un lado, las paredes se dilatan y
dejan solamente el techo cubierto por células ependimales no neuronales. Y por otro, a lo
largo de la superficie ventral de cada lado de la médula oblongada o bulbo raquídeo están
presentes sistemas de sustancia blanca.
Rombencéfalo
Posibles afecciones asociadas al rombencéfalo
Si el desarrollo cerebral no es adecuado, el rombencéfalo podría verse afectado, igual que
sus funciones, que son vitales para nuestra supervivencia. Veamos otras de sus afecciones:
En esta porción tan pequeña del tronco encefálico se pueden apreciar tres tipos de
neuronas motoras diferentes. Como será el inicio de diversos nervios es normal que cuente
con diferentes tipos de neuronas especializadas para cada uno de ellos. La placa basal
contiene los cuerpos celulares de 3 tipos de neuronas. Neuronas eferentes somáticas que
darán origen al nervio abducens (VI par craneal), el grupo eferente visceral especial del que
saldrán los axones de los nervios trigémino y facil y el grupo eferente visceral general que
enervarán la mandíbula y la lengua. El borde de la placa basal será donde estarán los
cuerpos neuronales del que saldrán los axones que formarán el puente que conectará la
corteza del cerebelo con la corteza del cerebro.
La placa alar por su lado contiene otros tres tipos de neuronas, o al menos sus cuerpos
celulares. El grupo aferente somático lateral que conformara el nervio trigémino y dos
grupos mas denominados aferentes el especial y el visceral general. Los nervios eferentes
son los que llevarán los impulsos hacia los órganos de destino y los aferentes los que
traerán haste el cerebro la información sensitiva.
Las vías motoras somáticas se inician en las áreas motoras de la corteza cerebral.
Neuronas de
proyección en esa corteza, emiten axones que descienden por el tronco
cerebral hasta
alcanzar la médula espinal.
En esa trayectoria se produce el cruce de los axones descendentes al lado
opuesto
(contralateral). En la médula van inervando, a diferentes niveles, a las motoneuronas-a
cuyos
axones inervan, a su vez, a los músculos esqueléticos.
Históricamente se han descrito dos vías motoras somáticas, la piramidal y la
extrapiramidal.
Sistema piramidal, conocido también como vía corticoespinal es un conjunto de
axones
motores que viajan desde la corteza cerebral (donde se encuentra la motoneurona
superior)
hasta las astas anteriores de la médula espinal (donde hace contacto con la
motoneurona
inferior). La vía corticoespinal contiene exclusivamente axones motores. Cerca del 90%
de los
axones se decusan (se cruzan) en el bulbo raquídeo (en el punto conocido como
decusación
de las pirámides). Esto explica por qué los movimientos de un lado del cuerpo son
controlados
por el lado opuesto del cerebro.
Sistema formado por las vías del Sistema Nervioso Central encargadas de llevar los
impulsos
nerviosos desde la corteza cerebral motora hasta las motoneuronas alfa de las astas
ventrales
de la médula espinal.
DEFINICIÓN:
El haz (o fascículo) piramidal es un conjunto de fibras nerviosas. Parte del cerebro
hasta la
médula espinal, por el interior de la columna vertebral. Sus fibras nerviosas permiten
transferir
las órdenes del cerebro hasta las células nerviosas contenidas en la médula espinal. El
[haz
piramidal transmite esencialmente las órdenes que conciernen lo qu e denominamos
"los
movimientos motores voluntarios". Se trata de todos los movimientos que hacemos
de forma
voluntaria, como abrir una botella, por ejemplo.
FUNCIÓN: Controlar las motoneuronas del Sistema Segmentario (Centros motores
subcorticales) estimulándolas o inhibiéndolas. • Corresponde filogenéticamente a la
más nueva y específica, la actividad voluntaria o neocinética. • Los axones del Haz
Corticoespinal y Corticobulbar, terminan indirecta o directamente en la motoneuronas
alfa segmentarías, que inervan los músculos de la cara, lengua y laringe y los músculos
de la parte distal de las extremidades superiores. • Esto explica la destreza de la mano
y de la perfección de la voz en el hombre. • Los axones del Haz Corticoespinal, hacen
sinapsis con las motoneuronas gamma de los músculos anteriores, por lo tanto el
Sistema Piramidal, interviene también en la regulación de la actividad fusimotora,
interviniendo en el control del tono muscular. • Algunas fibras del Haz Piramidal,
terminan en centros subcorticales, como el neoestriado, formación reticular, núcleo
rojo y oliva bulbar, por lo cual el Sistema Piramidal, contribuiría indirectamente a la
regulación postural
El Sistema Piramidal, además de la función motora, tiene la función de
integración sensoriomotora. • La lesión de la corteza o vía Piramidal, no solo
produce pérdida de habilidad de los movimientos, sino también debilidad de los
músculos, con sensación de esfuerzo aumentado, por parte del paciente.
VÍA MOTORA: La vía corticoespinal se origina en la neuronas piramidales gigantes
(células de Betz) de la corteza motora. Los cuerpos neuronales en la corteza motora
envían sus axones a los núcleos motores de los nervios craneales principalmente del
lado contralateral de los pedúnculos cerebrale(tracto córtico-peduncular),
protuberancia o puente de Varolio (tracto córtico-pontino), el bulbo raquídeo (tracto
córtico-bulbar); sin embargo, la mayor parte de esas fibras se extienden hacia abajo hasta la
médula espinal (tracto córtico-espinales). La mayoría de las fibras córtico-espinales (cerca
del 90%) se cruzan hacia el lado contralateral en el bulbo raquídeo (decusación
piramidal), mientras que algunas de ellas (10%) se cruzan a su nivel en la médula espinal.
Existe una representación somatotópica precisa de las diferentes partes del cuerpo en la
corteza motora primaria, con el área del miembro inferior localizada en la corteza medial
(cerca de la línea media), y el área de la extremidad cefálica localizada en la corteza lateral,
en la convexidad del hemisferio cerebral (homúnculo motor). El área motora del brazo y la
mano es la mayor y ocupa la parte precentral del gyrus, localizada entre el área del
miembro inferior y de la cara. Los axones motores se mueven juntos y viajan a través de la
sustancia blanca cerebral, y forman parte de la pierna posterior de la cápsula interna. Las
fibras motoras continúan hacia abajo dentro del tronco cerebral. El haz de axones
corticoespinales es visible como dos estructuras en forma de columnas ("pirámides") en la
cara ventral de la médula espinal -de aquí viene el nombre de vía piramidal.
CARACTERÍSTICAS: • Es filogenéticamente más nuevo que el extrapiramidal, con una
estructura anatómica y funcional mucho más simple. Se origina en las siguientes áreas de
Brodman: Área 4 y 6 (giro precentral); 1, 2 y 3 (giro poscentral); 40 (área somestésica
secundaria). • Desde el Giro Precentral se van a originar las fibras descendentes, siguiendo
la somatotopía (Homúnculo Motor). Las fibras que tienen como destino la región de la cara
nacen de la porción más inferior del giro precentral, en cambio, las que tienen como
destino el tronco y el inicio del miembro inferior, nacen de la porción más alta del giro
precentral. • Alrededor de 2/3 de las fibras proviene del lóbulo Frontal y 1/3 del lóbulo
Parietal. • Sólo el 60% de sus fibras que vienen del córtex cerebral son mielinizadas,
y un 40% son amielínicas. • Las fibras mielinizadas o axones de las células gigantes sólo
corresponden al 2 ó 3 % del total de fibras mielinizadas. • Los movimientos automáticos
están bajo control de los centros motores subcorticales, los cuales pueden ser modificados
por acción del Sistema Piramidal. • Esta constituido por los Fascículos: Corticoespinal y
Corticonuclear.
VÍAS DEL SISTEMA PIRAMIDAL: Las fibras pasan a través de la Cápsula Interna, Pedúnculo
Cerebral, Porción Basilar del Puente, Pirámide Bulbar. En la cápsula Interna pasan a nivel
del brazo posterior. Estas fibras, una vez que han pasado la cápsula interna pueden sufrir
alguna patología como es, por ejemplo, la presencia de un coágulo producto de una rotura
de algunas de las arteriolas que se originan de la arteria cerebral media, el cual produce un
bloqueo de la conducción nerviosa a través de la cápsula interna, lo que se manifiesta en
una hemiplejia o parálisis contralateral. Junto a las Fibras Corticopontinas, el Sistema
Piramidal forma los Pedúnculos Cerebrales.
El Tracto Piramidal se ubica en la parte media de los Pedúnculos Cerebrales. A nivel de los
Pedúnculos Cerebrales, las fibras del Tracto Corticonuclear son las más mediales, seguidas
por las del Tracto Corticoespinal (fibras para el miembro superior, tronco, miembro inferior)
y Parietopontinas. Al pasar al puente las fibras rotan, quedando: el Tracto
Corticonuclear Dorsalmente y ventralmente las fibras del tracto Corticoespinal (cervicales,
torácicas, lumbares y sacras). El 70-90% de las Fibras del Tracto Corticoespina cruzan la
línea media a nivel de la decusación de las pirámides. Las fibras para el miembro superior
cruzan dorsales a las destinadas al control del miembro inferior.
La mayoría de las Fibras del Tracto Corticoespinalterminan en las interneuronas entre
el cuerno ventral y dorsal.
Tracto Corticoespinal La mayoría se origina en las áreas motoras y premotoras; y terminan
en las interneuronas, entre el cuerno ventral y dorsal (alfa motoneuronas). Funciones: Es
esencial para la habilidad y precisión de movimientos; la ejecución de movimientos finos de
los dedos. (Sin embargo, no puede iniciar estos movimientos por sí mismos, lo hacen las
fibras corticofugales). Además, regula los relevos sensitivos y la selección de la modalidad
sensorial que alcanza el córtex cerebral.
El tracto corticoespinal fundamentalmente estimula las neuronas flexoras e inhibe las
extensoras. A nivel de la sustancia gris medular existen las neuronas inhibitorias de
Renshaw que inhiben a las neuronas extensoras
Clasificación: Las fibras del Tracto Corticoespinal se disponen más o menos dispersas, se van
concentrando y se van ubicando dentro de las pirámides bulbares para llegar a nivel del
límite inferior del bulbo donde un 70-90% de las fibras cruzan la línea media
constituyendo el Tracto Corticoespinal Lateral que se ubica en el cordón lateral de la
médula, en el lado opuesto. El resto de las fibras va a descender directamente en dirección
a la médula constituyendo el Tracto Corticoespinal Anterior, el cual también decusa, pero
a nivel de la comisura blanca medular. Tracto Corticoespinal Lateral Es producto de la
Decusación Piramidal, por lo tanto, representa el 70 a 90% de las fibras. Sus fibras terminan
en las neuronas motoras, en la parte lateral del cuerno ventral. Se ubica a lo largo de todo
el cordón lateral de la médula.
Presenta las fibras para el miembro superior mediales a las fibras para el miembro
inferior. Inerva la musculatura distal de las extremidades.
Tracto Corticoespinal Ventral Corresponde al 8% de las fibras que no decusa a nivel bulbar.
El 98% de este tracto, decusa en forma segmentaria en los niveles medulares a través de la
comisura blanca. El 2% se mantiene ipsolateralmente (Tracto Barnes). Sus fibras terminan
en las neuronas motoras de la parte medial del cuerno ventral, que inerva la
musculatura del cuello, tronco y porción proximal de las extremidades. Lesiones:
• Su lesión provoca Parálisis.
• Si la lesión es por encima del nivel de la decusación motora será una Parálisis
Contralateral al sitio de la lesión.
• Si la lesión es por debajo del nivel de la decusación motora será una Parálisis Ipsolateral al
sitio de la lesión. Además de la parálisis, las lesiones producen un conjunto de signos
neurológicos, que incluye:
• Espasticidad
• Reflejos Miotáticos Hiperactivos (Hiperreflexia
Signo Babinsky positivo Clonus En conjunto, este conglomerado de datos clínicos se conoce
como: - Signos de Motoneurona Superior. Podemos concluir señalando que el sistema
piramidal realiza el control de todos los movimientos voluntarios a través de un proceso
de inhibición de motoneuronas, o a través de un proceso de estimulación de
motoneuronas. Podría esto explicar por qué cuando hay una lesión de motoneurona
superior en una primera etapa tenemos una parálisis espástica, debido a que se libera la
motoneurona inferior del control de la motoneurona superior, haciendo que la persona se
ponga rígida y aumenten sus reflejos tendinosos. Entonces el sistema piramidal actúa
inhibiendo o facilitando la acción de la motoneurona que se encuentra en el cuerno ventral
de la médula. (Tanto el tracto corticoespinal lateral como el anterior participan en el
control de la motoneurona inferior). Tracto Corticonuclear o Corticobulbar Se origina en las
áreas de la cara, en la corteza cerebral. En la cápsula interna, se ubica a nivel de la rodilla.
No alcanza la médula, se proyecta sobre los Núcleos de los Nervios Craneales. Algunas de
sus fibras se proyectan directamente sobre los siguientes núcleos: Motor del V par, del VII
par y Núcleo del XII par (Inervación bilateral) La mayoría de sus fibras termina en núcleos
reticulares (Tracto Corticorreticulonuclear), antes de alcanzar los núcleos de los
nervios craneales. Es importante tener en cuenta que la mayoría de los núcleos de
los Nervios Craneales reciben fibras Corticonucleares Bilaterales.
Trayecto: Cápsula Interna (rodilla) —> Pedúnculo Cerebral —> Porción Basilar del
Puente (aquí se entrecruzan sus fibras con las del tracto corticoespinal) Lesiones: Su lesión
provoca Paresia, de los músculos inervados por el núcleo del Nervio craneal
correspondiente (Parálisis Pseudobulbar). Curiosamente, se dice que el tracto
corticonuclear trae fibras homolaterales para el núcleo del troclear. Por lo anterior, en la
parálisis central se paralizan todos los músculos de la órbita hacia abajo, en cambio, hacia
arriba se puede realizar movimiento
El sistema Extrapiramidal, se distingue del piramidal por su constitución, desarrollo y
funciones. Constituye el aparato motor tónico más antiguo filogenéticamente, en el que
evolutivamente el sistema Piramidal está ausente,
el Extrapiramidal resulta ser la parte superior del encéfalo, que percibe la excitación de los
órganos de recepción y manda los impulsos a la musculatura mediante mecanismos
automáticos de la médula espinal, en consecuencia aparecen los movimientos
automatizados.
En los mamíferos con el desarrollo del procencéfalo y de su corteza, surge el sistema
piramidal, que corresponde a la nueva forma de actos motores, en relación con la
especialización cada vez mayor de pequeños grupos de músculos. Específicamente en
el hombre están presentes ambos sistemas y a pesar de la búsqueda y las contribuciones
actuales sobre el sistema extrapiramidal todavía existen aspectos no esclarecidos
totalmente, lo que nos motivó para la realización del presente trabajo. Dentro de la
denominación de “movimiento involuntario” se ocupan en Neurología una serie de
manifestaciones hipercinéticas que a veces solo tienen en común el hecho de ser
movimientos anormales o exagerados que no dependen de la voluntad, ya que los mismos
reconocen mecanismos de producción y factores causantes diferentes.
Algunos de estos trastornos son originados por afecciones de carácter orgánico (lesiones
anatómicas) en tanto que otros son debidos a factores psicopatológicos. Los movimientos
involuntarios de origen orgánico, tienen en muchos casos relación con alteraciones del
Sistema Extrapiramidal (S. E). En condiciones normales existe una integración funcional
completa entre el Sistema Piramidal (P) y
el Sistema Extrapiramidal (S. E), el cual se relaciona con los movimientos automáticos y
asociados, los cuales no dependen de la voluntad, rige el mantenimiento del tono muscular
y la regulación de su trabajo , así como se ha sugerido que está implicado en la generación
interna del movimiento y en la retención y adquisición de los problemas motores.
El Sistema Extrapiramidal se distingue del piramidal por su constitución, su desarrollo
y sus funciones. Este sistema es el aparato motor tónico más antiguo
filogenéticamente, que se encuentra en los peces donde solo existe globo pálido; en los
anfibios ya aparece el putamen.
En este estadío del desarrollo, en que el Sistema Piramidal aún está ausente, el S.E resulta
ser la parte superior del encéfalo, que percibe la exitación de los órganos de
recepción y que manda los impulsos a la musculatura mediante mecanismos automáticos
de la médula espinal. En consecuencia aparecen los movimientos comparativamente
simples (automatizados)
En los mamíferos, con el desarrollo del procencéfalo y de su corteza, se forma el nuevo
sistema, el piramidal, que corresponde a la nueva forma de actos motores, en
relación con la especialización cada vez mayor de pequeños grupos de músculos.
Como resultado en el hombre se desarrollan dos sistemas: Piramidal y Extrapiramidal,
este último juega un papel subordinado, por su ancestro premamífero recibe el
nombre de sistema antiguo y en una terminología afortunada, aunque un tanto vaga el
nombre de Sistema Motor Extrapiramidal. A pesar de que las recientes contribuciones
ofrecidas por la neurocirugía esteroatáxica en el hombre, han producido un notable
adelanto acerca de los conocimientos sobre estructuras importantes de este sistema,
todavía existen aspectos relacionados con la misma no esclarecidos totalmente, lo que
nos ha motivado a realizar el presente trabajo, para el cual se revisaron los trabajos que
hacen referencia a esta vía que estuvieron a nuestro alcance como: libros y folletos de
Anatomía, Fisiología, Revista de Neurología y Propedéutica Clínica entre otras.
DESARROLLO Este sistema está compuesto por una serie muy compleja de estructuras
suprasegmentarias, estrechamente relacionadas entre sí por abundantes conexiones que
forman junto con los tractos descendientes un intrincado sistema de integración motora
entre la corteza cerebral, el cerebelo y la médula espinal. Las agrupaciones celulares que
componen este sistema en el hombre son muy variados y en el encéfalo adulto ocupan
posiciones en el telencéfalo, diencéfalo, mesencéfalo que agrupa zonas de la corteza
cerebral, el estrío pálido, substancia negra, núcleo subtalámico, núcleo rojo, formación
reticular y techo mesencefalico, entre otros.
Corteza cerebral: Este sistema se inicia en la corteza del lóbulo frontal (corteza pre-
motora), corteza pre y post-central (corteza sensorimotora), corteza motora suplementaria
(cara medial del giro frontal superior por delante del área motora primaria. Desde
todas estas áreas parten fibras de proyección que terminan en el núcleo caudado y
putamen, substancia negra y formación reticular a dieferentes niveles. Por otra parte la
neocorteza recibe fibras de proyección desde el estriado y probablemente desde la
Substancia Negra. Es la corteza promotora, la que recibe el mayor número de conexiones
que proceden desde el globo pálido por la vía intercalada de los núcleos ventral y
ventral anterior del tálamo. Como vemos además de establecerse
conexiones importantes (circuitos de retroalimentación) entre las diferentes estructuras
descritas anteriormente , desde el tronco encefálico se extienden fibras hasta los
núcleos motores de los cuernos anteriores de la médula espinal, que parten del techo
mesencefálico, núcleo rojo, formación reticular, núcleo olivar inferior y núcleos
vestibulares formando los tractos: tectoespinal, rubroespinal, reticuloespinal, y
vestibuloespinal.
Tracto tectoespinal: se origina en los núcleos de los colículos superiores, sus fibras
se decusan en el miniencéfalo y decienden por el funículo anterior de la médula espinal.
Actúa sobre las neuronas motoras encefálicas y espinales mediante células
intercaladas. Es una importante vía refleja relacionada con la visión.
• Tracto ruboespinal: procede del núcleo rojo, sus fibras cruzan al lado opuesto en el
mesencéfalo (decusación ventral del tegmento), transcurren por el funículo lateral de la
médula espinal, terminando a distintas alturas haciendo sinapsis con neuronas de la
sustancia gris del hasta anterior de la médula espinal. Participa en la exitación de las
neuronas motoras de los músculos flexores así como en la inhibición de los extensores. Es
una vía cruzada.
• Tracto reticuloespinal: se inicia en los núcleos de la formación reticular donde establece
enlaces con los núcleos de los nervios craneales. En su trayecto por la médula espinal se
divide en dos haces: uno directo (homolateral) que desciende por el funículo lateral y otro
cruzado que desciende por el funículo anterior, ambos establecen contacto con las células
de los núcleos motores de la médula espinal. Los enlaces de la Formación Reticular con los
núcleos de los nervios craneales y de la médula espinal permiten su participación en todos
los actos reflejados en que intervienen muchos músculos en variadas combinaciones,
tales como en la fonación, deglución, respiración etc.
• Tracto olivoespinal: toma inicio en el núcleo olivar inferior de la médula oblongada y
desciende por el funículo lateral de la médula espinal. Está relacionado con el
mantenimiento del equilibrio.
• Tracto vestibuloespinal: Se origina en los núcleos vestibulares, desciende por el funículo
anterior estableciendo sinapsis con neuronas motoras distintas a la de los tractos
piramidal y rubrospinal. Actúa aumentando el tono muscular del mismo lado. Hay
autores que describen un tracto lateral más voluminoso y otro menos medial. El cerebelo
es un eslabón importante en este sistema, la vía corticopontocerebelosa, y las vías
eferentes del cerebelo también constituyen vías extrapiramidales, aunque a veces se
describen de forma independiente. El cerebelo ayuda a escalonar las actividades
motoras y también supervisa y hace ajustes correctos de las actividades motoras que
surgen en otras partes del encéfalo (9), la vía corticopontocerebelosa y las vías motoras
cerebelosas permiten que la corteza del cerebro influya y controle la actividad del cerebelo,
y a este último coordinar y regular las actividades involuntarias.
CONSIDERACIONES CLÍNICAS La enfermedad de Parkinson es una de las entidades que con
mayor frecuencia se presenta y es un representante importante de los síndromes
extrapiramidales, aunque no es la única, pues existen otros cuadros de menos incidencia
como la corea, atetosis, hemibalismo, mioclonías, espasmos de torción, entre otro
Simpático y parasimpatico
Parasimpático:
Corazón, pulmones, tracto gastrointestinal: en condición de reposo predomina el
parasimpático.
En ejercicio y en estrés predomina a actividad simpática.
Sistema nervioso simpático
Los nervios simpáticos tienen origen en la médula espinal entre los segmentos T-1 y L-2 y
desde aquí
se dirigen a la cadena simpática paravertebral y finalmente a los tejidos y órganos
periféricos.
El cuerpo celular de las fibras preganglionares se localizan en el cuerno intermedio-lateral
de la
médula espinal, que abandonan a través de la raíz anterior junto con las fibras motoras; las
fibras
simpáticas preganglionares abandonan el nervio espinal inmediatamente después de que
éste salga por
el agujero de conjunción y constituyen las ramas comunicantes blancas, mielinizadas, que
se dirigen
hacia la cadena simpática paravertebral.
Sistema nervioso parasimpático
Las fibras nerviosas parasimpáticas tienen origen en el tronco encefálico, en los núcleos de
los pares
craneales III (oculomotor), VII (facial), IX (glosofaríngeo) y X (vago) y en la médula sacra:
segundo y
tercero nervios sacros, y a veces también del primero y cuarto. El nervio vago tiene la
distribución más
amplia de todo el SNP, siendo responsable de más del 75% de la actividad parasimpática;
inerva al
corazón, pulmones, esófago, estómago, intestino delgado, mitad proximal del colon,
hígado, vesícula
biliar, páncreas y parte alta de los uréteres. En la pared de estos órganos se localiza la
neurona
postganglionar.
NEUROTRANSMISIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
Neurotransmisores
La transmisión del estímulo excitatorio a través de la hendidura sináptica ocurre mediante
liberación
de neurotransmisores; los neurotransmisores del sistema nervioso simpático y
parasimpático son
fundamentalmente la noradrenalina (NA) y la acetilcolina (AC). Las fibras secretoras de NA
se
denominan adrenérgicas y las que secretan AC, colinérgicas. Todas las neuronas
preganglionares
tanto las del sistema nervioso simpático como las del parasimpático, son colinérgicas. Las
neuronas
postganglionares del sistema nervioso parasimpático también son colinérgicas. En cambio,
las
neuronas postganglionares simpáticas son adrenérgicas y secretan NA, excepto las que van
a las
glándulas sudoríparas y a una minoría de vasos sanguíneos que son colinérgicas. Las
neuronas
postganglionares de la médula suprarrenal secretan sobretodo adrenalina y muy poca
cantidad de NA.
La dopamina también se considera un neurotransmisor adrenérgico, ya que es un precursor
en la
síntesis de NA y adrenalina (A), aunque actúa sobre receptores diferentes.
Los neurotransmisores postganglionares interaccionan con los receptores de los diferentes
órganos
terminales donde provocan una respuesta biológica.
A parte de la NA y AC existe un gran número de diferentes neurotransmisores relacionados
con la
transmisión nerviosa en el sistema nervioso autónomo.
Noradrenalina y adrenalina
La síntesis de NA se inicia en el axoplasma de las fibras adrenérgicas y acaba en las vesículas
de las
terminaciones nerviosas. En el axoplasma se sintetiza la dopamina y a continuación ésta es
transportada hasta el interior de las vesículas donde se formará la noradrenalina. En la
médula
suprarrenal se lleva a cabo una última etapa para la formación de adrenalina.
El paso limitante en la síntesis de NA es el paso de tirosina a Dopa y aquí se controla la
producción
mediante un mecanismo de “feed-back” negativo
Una vez secretada, el 50-80% de la NA es recuperada hacia el interior de las terminaciones
adrenérgicas presinápticas por transporte activo para ser reutilizada, siendo este el
principal
mecanismo de finalización de la acción de la NA. Este proceso de recaptación se realiza por
proteínas
transportadoras específicas localizadas en la membrana presináptica. Estos
transportadores, una
familia de más de 20 proteínas, han sido objeto de estudio en los últimos años. Existen
transportadores
específicos para la NA, dopamina, serotonina y GABA. Una gran variedad de factores puede
influenciar y alterar la actividad del transportador como la exposición al etanol, ciertos
fármacos,
activación o inhibición de receptores presinápticos, etc.
La NA restante difunde hacia los fluidos corporales vecinos y de aquí a la sangre sufriendo
metabolización hepática y renal; esta última es la principal vía metabólica de las
catecolaminas
administradas exógenamente. Una pequeña cantidad de NA es metabolizada, por la
monoaminoxidasa
en las propias terminaciones nerviosas o por la catecol-o-metil transferasa presente en el
resto de los
tejidos, formándose ácido vanil-mandélico que se eliminará por la orina. Menos de un 5%
de la NA se
elimina de forma inalterada por la orina.
Receptores del sistema nervioso autónomo
Receptores colinérgicos
La AC es el primer mensajero en la transmisión de impulsos en el sistema nervioso
parasimpático,
ganglios del sistema nervioso simpático y en la unión neuromuscular estriada y los
receptores sobre
los que actúa se conocen como colinérgicos. Se diferencian dos tipos de receptores
colinérgicos,
muscarínicos y nicotínicos, según su afinidad selectiva para la muscarina o la nicotina.
Los receptores muscarínicos se encuentran en las neuronas postganglionares del sistema
nervioso
parasimpático del corazón y del músculo liso de todo el organismo y su estimulación
produce
bradicardia, disminución del inotropismo, broncoconstricción, miosis, salivación,
hipermotilidad
gastrointestinal y aumento de la secreción de ácido gástrico. Estos receptores pueden
bloquearse con
atropina sin que se produzcan efectos sobre los receptores nicotínicos. Se han identificado
cinco tipos
de receptores muscarínicos (M1 a M5), aunque sólo tres de ellos están bien caracterizados.
Los M1 se
localizan fundamentalmente en el sistema nervioso y median efectos excitatorios. Los M2
predominan
en el miocardio, aunque también se encuentran en neuronas presinápticas donde son
responsables del
“feed-back” negativo. Los M3 y M4 están localizados en las glándulas secretoras y en el
músculo liso y
son responsables de todos los demás efectos de la estimulación parasimpática.
En la membrana presináptica de terminaciones nerviosas simpáticas del miocardio,
coronarias y vasos
periféricos también encontramos receptores muscarínicos que se conocen como receptores
muscarínicos adrenérgicos por su localización, pero que se estimulan por acción de la AC;
inhiben la
liberación de NA de manera similar a la estimulación de los receptores α2− adrenérgicos
presinápticos.
En estas localizaciones existen plexos del sistema nervioso autónomo donde las
terminaciones
simpáticas y parasimpáticas están estrechamente asociadas de tal manera que aquí, la AC
liberada por
el parasimpático, puede inhibir también la liberación de NA. El bloqueo muscarínico
eliminará este
efecto inhibitorio sobre la liberación de NA, aumentando la actividad simpática; así, la
atropina,
además del bloqueo vagal puede aumentar la actividad simpaticomimética. La taquicardia
provocada
por algunos relajantes musculares podría explicarse por este mismo mecanismo. Los
receptores
nicotínicos se localizan en las uniones sinápticas de las neuronas pre y postganglionares
tanto del
simpático (ganglios simpáticos) como del parasimpático; así el estímulo nicotínico produce
efectos
excitatorios en ambos sistemas, pero el efecto final es predominantemente simpático con
hipertensión
y taquicardia a través de la liberación de adrenalina y NA de la médula suprarrenal. Los
receptores de
la unión neuromuscular estriada son también nicotínicos, pero de un tipo diferente a los
autonómicos.
Los fármacos agonistas muscarínicos directos son: 1/ ésteres de colina: acetilcolina,
metacolina,
betanecol, carbamilcolina y 2/ alcaloides: muscarina, pilocarpina, arecolina.
Los fármacos agonistas muscarínicos indirectos son anticolinesterásicos que producen un
aumento de
la AC en la hendidura sináptica al inhibir el metabolismo de la misma por la
acetilcolinesterasa y son
la fisostigmina, neostigmina, piridostigmina, edrofonio y ecotiopato.
Los fármacos antagonistas muscarínicos son la atropina, escopolamina, glicopirrolato e
ipatropio.
Activación del sistema nervioso simpático
El sistema nervioso simpático puede activarse de forma masiva; ésto ocurre cuando el
hipotálamo es
activado por un determinado evento, como un estímulo doloroso o emocional muy
intensos y en
consecuencia se produce una reacción generalizada en todo el organismo, conocida como
reacción de
alarma o de estrés, también denominada reacción de lucha o huída (“fight or flight”).
Con la descarga simpática masiva el organismo se pone en marcha para llevar a cabo una
actividad
muscular enérgica; aumenta la presión arterial, aumenta el flujo sanguíneo en los músculos
activos y
lo disminuye en los órganos innecesarios para una actividad rápida, aumenta de forma
generalizada el
metabolismo celular, la glucólisis muscular, la fuerza muscular, y la actividad mental. Todo
ello
permite realizar una actividad física agotadora.
Otras veces, la activación del sistema nervioso simpático se produce de forma selectiva. Ello
ocurre
por ejemplo en el proceso de regulación térmica donde se controla el sudor y el volumen
de sangre que
pasa por la piel sin que se vean afectados otros órganos. Muchos reflejos locales que
afectan a la
médula espinal, pero no a centros más superiores del SNC, afectan sólo a zonas muy
concretas, como
por ejemplo la vasodilatación cutánea local originada por el calentamiento de una zona de
la piel.
Activación del sistema nervioso parasimpático
Al contrario de lo que ocurre con el sistema nervioso simpático, el sistema nervioso
parasimpático se
relaciona con procesos de descanso (“rest and digest”), y su activación esta orientada al
ahorro de
energía. Así, la activación parasimpática produce una disminución de la frecuencia cardiaca,
de la
velocidad de conducción seno-auricular y aurículo-ventricular, constricción del músculo liso
bronquial, miosis, etc. Los signos de descarga parasimpática son las náuseas, vómitos,
aumento del
peristaltismo intestinal, enuresis y defecación. También origina un aumento de las
secreciones. Sin
embargo, la mayor parte de los reflejos parasimpáticos son relativamente específicos; así
por ejemplo,
es posible una bradicardia por estímulo vagal, sin otras alteraciones concomitantes ya que
los reflejos
parasimpáticos cardiovasculares suelen actuar sólo sobre el corazón; otro ejemplo es el
reflejo de
vaciamiento rectal, sin afectación del resto del intestino. A veces los reflejos parasimpáticos
pueden
asociarse, como en el caso del vaciamiento vesical y rectal.
FARMACOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO
Catecolaminas
Se considera catecolamina cualquier compuesto constituido por un núcleo catecol (un
anillo benceno
con dos grupos hidroxilo adyacentes) y una cadena lateral que contenga una amina.
Muchas veces se
habla de las catecolaminas como sustancias adrenérgicas porque actúan sobre estos
receptores del
sistema nervioso simpático. Las catecolaminas endógenas humanas son la dopamina, la
noradrenalina
y la adrenalina.
Fármacos simpaticomiméticos
Son fármacos que producen efectos similares a los producidos por la estimulación del
sistema nervioso
simpático, pero que no tienen la estructura básica de las catecolaminas. Sus efectos sobre
los
receptores pueden ser directos o indirectos. Los fármacos indirectos tienen poca actividad
intrínseca
sobre el receptor y producen su efecto provocando la liberación del neurotransmisor y por
tanto su
efecto depende de la cantidad de neurotransmisor almacenado, mientras que los fármacos
de acción
directa estimulan directamente al receptor y su efecto va es independiente de que cantidad
de
neurotransmisor almacenado. Existen también fármacos de acción mixta directa e indirecta
(Tabla III).
Fármacos que interfieren con la neurotransimisión del sistema nervioso autónomo
Existen múltiples fármacos que pueden interferir en la transmisión nerviosa en las sinapsis
del sistema
nervioso autónomo, bien aumentando o bien disminuyendo la neurotransmisión; esto
puede ocurrir por
distintos mecanismos:
A/ Fármacos que interfieren con la recaptación de NA por las vesículas sinápticas, a nivel de
la
terminación nerviosa de la neurona presináptica como la reserpina.
B/ Fármacos que aumentan la liberación de NA a partir de las vesículas presinápticas; el
fármaco más
importante de este grupo es la efedrina. La efedrina actúa como un falso neurotransmisor,
por dos
mecanismos: por un lado entra en la neurona presináptica y desplaza a la NA de las
vesículas
presinápticas que a su vez pasa a la sinapsis actuando en los receptores postsinápticos y por
otro lado,
compite con la NA para la recaptación presináptica por lo que prolonga la vida media de la
NA en la
sinapsis.
La tiramina (presente en muchos alimentos) entra en las vesículas presinápticas
desplazando a la NA
hacia la sinapsis y por otro lado compite con la NA para la degradación por la MAO,
funcionado
también como un falso neurotransmisor. El efecto final es el aumento de la concentración
de NA en la
sinapsis. La tiramina es metabolizada a nivel intestinal por las MAO y en presencia de un
fármaco
inhibidor de la MAO, la ingesta de tiramina puede producir un efecto adrenérgico intenso
con
hipertensión grave.
Fármacos como la guanetidina y el metaraminol tienen una estructura química similar a la
del
neurotransmisor y pueden entrar en las vesículas desplazandolo.
C/ Fármacos inhibidores de la recaptación de NA
El principal grupo de fármacos que inhiben la recaptación de la NA por la terminación
presináptica
con el consecuente aumento de NA en la sinapsis, son los antidepresivos.
Los antidepresivos tricíclicos (desipramina, imipramina, nortriptilina, amitriptilina,
doxepina) a parte
de inhibir la recaptación de la NA en diferentes grados, tienen otros efectos en el sistema
nervioso
autónomo como son el bloqueo α1 (hipotensión ortostática) y el bloqueo de los receptores
muscarínicos con efectos secundarios similares a los de la atropina. Otros antidepresivos,
no tricíclicos
tienen efectos similares de inhibición de la recaptación de NA (venlafaxina, trazodona,
amoxapina,
clomipramina).
Existen también fármacos antidepresivos que aumentan la NA sináptica pero por otros
mecanismos; la
mirtazepina bloquea los receptores α2 presinápticos lo que resulta en un aumento de
liberación de NA
de las terminaciones adrenérgicas; el bupoprion también aumenta la liberación de NA; los
inhibidores
de la MAO como la fenelzina y la tranilcipromina bloquean de forma irreversible y no
competitiva la
MAO, y la clorgilina y moclobemide la bloquean de forma reversible y competitiva; el efecto
final es
el aumento de los niveles de NA en la sinapsis.
La cocaína es un potente inhibidor de la recaptación de la NA.
Otros fármacos como la fenoxibenzamina, guanetidina y anfetaminas, tienen efectos
complejos a nivel
del sistema nervioso autónomo, actuando no sólo a través de la inhibición de la recaptación
de la NA
sino que tienen también otros mecanismos de acción. Las anfetaminas por ejemplo, a parte
de la
inhibición de la recaptación de la NA, aumentan la liberación de NA, producen una cierta
inhibición
de la MAO y tienen también un efecto estimulador α directo.
Agonistas α1 α2 β1 β2 DA1 DA2
Noradrenalina
Adrenalina
Dopamina
Isoproterenol
Clonidina
Fenilefrina
Metoxamina
Efedrina
Dobutamina
Fenoldopam
Inhibición noradrenérgica
Fármacos
Síncope neurocardiogénico
Neuropatía autonómica diabética
Alcohol
Enfermedad de Parkinson
Atrofia multisistémica
Mieloma múltiple
Quadriplegia
Amiloidosis
Insuficiencia autonómica pura
Enfermedad de Chagas
Disautonomía familiar
Déficit de dopamina β-hidroxilasa