EXPOSICIÓN 2 TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
La pregunta de TdC que he escogido es: ¿Hay algún conocimiento que no deba buscarse por motivos éticos?
A priori puede parecer una pregunta difícil de responder, sin embargo, puedes darte cuenta de lo fácil que es
dar con respuestas a ella si la piensas por un momento. Es fácil porque al momento de entender que se trata
de algo fuera de los valores morales, tenemos un ejemplo que vivimos en nuestro día a día que nos da un gran
empujón; las comidas en familia o amigos. Propongo la pregunta de una manera parecida a la típica de “¿cuáles
son lo temas prohibidos durante una cena en compañía?”, pero debemos llevar esta pregunta a unas
magnitudes más serias para plantear nuestra pregunta inicial.
Esta pregunta tiene muchas interpretaciones distintas, pero la que resolveremos a lo largo de este documento
es algo así como “¿hay algún descubrimiento que no deba salir a la luz por el bien de la humanidad?”.
Comenzaré con la que probablemente pueda ser pensada con más claridad: la medicina.
Hablo de aquellos fármacos que pretender
alargar la vida, de aquellos científicos que
buscan la solución a la mortalidad.
Las consecuencias que estos tendrían son
innumerables y catastróficas para la
humanidad. Afectaría tanto en los factores
psicológicos como en los que viviríamos
físicamente, como la sobrepoblación y la
falta de alimento que esta desencadenaría
entre muchas otras situaciones de alto
riesgo.
Actualmente se dice que hay dos métodos
que algún día llegarán a ser capaces de
lograr la inmortalidad. El primero trata
sobre el rejuvenecimiento, que es algo
parecido a lo que ya estamos viviendo al tomar medicamentos que mejoran nuestro organismo interno y
externo. El segundo está un poco más lejos de darse que el primero, hablo de una copia digital de toda la
información implantada en nuestro cerebro para transferirla a un medio físico más nuevo.
Hablando de moralidad, el primer método es el que menos problemas ticos daría comparando ambos, puesto
que, como ya ha sido enunciado por varios filósofos, el desarrollo del segundo método abriría camino a
problemas morales nunca antes planteados. No podríamos ser capaces de captar las capacidades cognitivas de
aquellos que nos rodean al mismo tiempo que deberíamos equilibrar las interacciones entre humanos
biológicos y mentes mejoradas digitalmente.
Como segundo ejemplo de conocimiento he elegido otra rama de la ciencia sensible: las armas biológicas.
Estas armas están hechas a base de
bacterias, virus y, en general compuestos
tóxicos por los que la ciencia lucha por
exterminar. El único objetivo que estas
tienen es matar u/y ocasionar grandes daños
a aquello contra lo que se utilice. Los valores
éticos en esta práctica de la química y la
biología son imposibles de encontrar.
No solo el uso o el desarrollo de estas armas,
sino también el simple hecho de que existan
naciones que todavía las produzcan, o se
planteen producirlas demuestran el poco
interés que tienen por la conservación de
nuestra especie.
Las armas biológicas tuvieron que permanecer en la historia, sin embargo, siguen presentes en pleno siglo XXI,
abriendo problemas éticos más graves que lo que nos planteamos. La posesión de estas crea poder y temor
frente a potencias que no las tienen, potencias que luchan por su desaparición y que tendrá que acabar
consumidas por la hipocresía, viéndose obligadas a fabricar armas biológicas más peligrosas, para sentirse más
poderoso que aquella a la que temían. Esto abre un debate en forma de ciclo por la posesión de poder y
liderazgo sobre otras naciones que no podemos soportar, ni éticamente, ni económicamente.
Por último, presento el último conocimiento que responde a nuestra pregunta: los robots
La tecnología artificial últimamente se
está dando mucho a conocer gracias a
sus avances con los robots. Pero sin
engañarnos, estamos intentado replicar
las acciones, palabras, acentos,
pensamientos e incluso sentimientos de
un humano.
Según los valores que la ética nos
presenta, a largo plazo y masivamente,
la producción de copias humanas
tecnológicas pondrá en desventaja a la
especie humana.
Muchos de los avances tecnológicos creados por la tecnología artificial han conseguido grandes logros para
nuestra especie sin los que muchas de las acciones que realizamos día a día no serían posibles, facilitan nuestra
rutina. Lo que ocasiona la tensión que queremos estudiar es el querer reemplazar a un humano biológico por
una máquina que puede hacer nuestro trabajo. Una pequeña parte de la población de nuestra sociedad está
asombrada por este hecho, mientras que la gran mayoría restante se siente aterrada por las consecuencias que
esto atrae, empezando por el aumento exponencial de personas en paro, llevando de la mano una gran
diferenciación entre ricos y pobres. Nuestra sociedad no puede permitirse el debate ético y moral que esto
conllevaría, ya que derivaría en el fin de la sociedad tal y como la conocemos, a una sociedad que solo hemos
visto en ciencia ficción.
Los tres ejemplos que he mencionado pertenecen a campos similares de conocimiento, datos que nos lleva a
pensar que es la ciencia (campo que relaciona a los 3 ejemplos) es un de las fuentes de conocimiento más
peligrosa, debido a su pensamiento de desarrollo que no siempre vela por la seguridad y la prosperidad lógica y
a largo plazo de nuestra especie. Los ejemplos que yo he mencionado son solo algunos de los muchos existen
cuya consecuencia más oculta es la alteración del conocimiento cognitivo con el que estamos más
familiarizados. Un cambio en el conocimiento cognitivo en una pequeña parte de población conlleva el cambio
del de el resto de población, abriendo un debate que destruiría lo que etiquetamos como ético y la misma
definición de moralidad de nuestro siglo.
REFERENCIAS:
https://humanitas.uanl.mx/index.php/ah/article/view/778
https://dle.rae.es/%C3%A9tico
https://sinapticas.com/2019/01/04/cuales-son-las-consecuencias-eticas-de-la-tecnologia-de-la-inmortalidad/
https://www.wma.net/es/policies-post/declaracion-de-la-amm-sobre-las-armas-biologicas/