Propuesta de Contenido Violencia de Genero

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UNIDAD 3

VIOLENCIA DE GÉNERO Y SUS CONSECUENCIAS


Antes de abordar en su conjunto la violencia de género, se hace necesario definir el

concepto de violencia, pues resulta importante, para tener una mejor comprensión de este

fenómeno social.

Etimológicamente la palabra violencia se origina de latín violentus, esta viene de vis que

hace referencia a “fuerza” y “olentus) hace referencia a abundancia, en este sentido

violencia es “el que actúa con mucha fuerza”. La real academia española define la violencia

como:

“Cualidad de violento”“Acción y efecto de violentar o violentarse”“Acción violenta o contr

a el natural modo de proceder”. Así mismo la (OMS 2002) la define como “el uso deliberado de

la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona

o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades, de causar lesiones, muerte,

daños psicológicos, trastorno del desarrollo o privaciones”

VIOLENCIA DE GÉNERO

En base a lo anterior, se hace necesario definir que es la violencia de género, para lo cual se

tiene como punto de referencia a la Resolución de la Asamblea General de Naciones

Unidas, aprobada el 20 de diciembre de 1993, y que fue promulgada en 1994, en la que se

entiende la violencia de género como “todo acto de violencia basado en la pertenencia al

sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual

o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la

privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida

privada”.
Es importante tener en cuenta la definición que realizan diversos autores sobre lo que es

violencia de género. En este sentido, Mirat y Armendáriz (2006) la definen como

“cualquier acto de violencia sufrido por una mujer por su pertenencia al género femenino,

que tenga o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico y que abarca

el homicidio, las lesiones, las amenazas, las coacciones, la privación arbitraria de la

libertad, la libertad sexual y los tratos degradantes, tanto en la vida pública como en la

privada” (p.12). Mientras tanto, Moreno (2008) la identifica como “la violencia que los

hombres ejercen contra las mujeres basándose en la ideología del patriarcado o del

machismo” (p. 49).

Se puede apreciar que en la conceptualización anterior realizada, se identifican que la

violencia va dirigida hacia la mujer por su pertenencia al género femenino y quienes la

ejercen basan dicha violencia en ideología del patriarcado, afectándolas en la vida pública

y privada.

Formas o tipos (opciones de encabezado de subtitulo) (revisar y ajustar titulo si es

necesario)

Comúnmente, se ha asociado la violencia contra las mujeres con el uso de la violencia de

carácter físico grave, pero se debe precisar que en esta se despliegan diversas formas de

violencia, que en muchos casos no se identifican con facilidad, entre las cuales se

encuentran las siguientes: violencia psicológica, violencia física, violencia patrimonial,

violencia económica, violencia sexual, violencia familiar, violencia laboral, violencia en la

comunidad, violencia institucional, violencia femenicida, violencia digital.


 Violencia psicológica: este tipo de violencia se caracteriza por aquellos actos u

omisiones que afecten la estabilidad psicológica, los cuales pueden ser: negligencia,

abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación,

marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo,

restricción a la autodeterminación y amenazas.

 Violencia física: este tipo de violencia hace referencia a todo acto que ocasiona un

daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda

provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas.

 Violencia patrimonial: este tipo de violencia hace referencia al acto u omisión que

puede afectar la supervivencia de la víctima que se manifiesta en la transformación,

sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales,

bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a

satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios

de la víctima.

 Violencia económica: Acción u omisión por parte del agresor que afecta la

supervivencia económica de la víctima. Por ejemplo: limitaciones orientadas al

control del ingreso de sus percepciones económicas, la percepción de un salario

menor por igual trabajo, dentro de un mismo escenario laboral.

 Violencia sexual: son actos que degradan o dañan el cuerpo y/o la esfera de la

sexualidad de la Víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e

integridad física.

 Violencia familiar: Este tipo de violencia hace referencia a cualquier acto abusivo

de poder u omisión intencional, con el propósito de dominar, someter, controlar, o


agredir de forma física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a las

mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo Agresor tenga o haya tenido

relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o

mantengan o hayan mantenido una relación de hecho.

 Violencia laboral: este tipo de violencia, es ejercido por aquellas personas que

tienen un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de

la relación jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que

afecta la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide

su desarrollo y atenta contra la igualdad. Puede consistir en un solo evento dañino o

en una serie de eventos cuya suma produce el daño. También incluye el acoso o el

hostigamiento sexual.

 Violencia en la comunidad: consiste en actos de carácter individual o colectivo que

vulneran derechos fundamentales de las mujeres y motivan su denigración,

discriminación, marginación o exclusión en el escenario público.

 Violencia institucional: Son actos u omisiones de las y los funcionarios públicos de

cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar, obstaculizar

o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres así como su

acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar,

sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia

 Violencia femenicida: consiste en la forma más extrema de violencia de género

contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los

escenarios público y privado, constituidas por un conjunto de conductas misóginas


que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio

y otras formas de muerte violenta de mujeres.

MODELOS EXPLICATIVOS
Existen diferentes enfoques que explican la violencia de género, cada uno tiene premisas

distintas, pero que en definitiva nos brindan un panorama amplio de como comprender este

fenómeno bastante complejo. Para esta comprensión aunque haya más modelos

explicativos, solo se retoman el modelo ecológico de Bronfenbrenner, la teoría del

aprendizaje social de Bandura, la teoría Feminista de Dobash y Dobash.

Modelo ecológico de Bronfenbrenner

Este modelo “Comprende el estudio científico de la progresiva acomodación mutua entre

un ser humano activo, en desarrollo, y las propiedades cambiantes de los entornos

inmediatos en los que vive una persona en desarrollo, en cuanto este proceso se ve

afectado por las relaciones que se establecen entre estos entornos y los contextos más

grandes” (Bronfenbrenner, 2002).

El modelo ofrece un marco explicativo bastante amplio para la comprensión de la violencia

de género, como el origen y todos aquellos elementos del contexto en el que se

desenvuelven las personas y que pueden propiciar la violencia.

En síntesis, el modelo ecológico plantea los siguientes niveles, en los cuales se identifican

algunos factores de riesgo:

Microsistema: Es el nivel más cercano al sujeto, e incluye los comportamientos, roles y

relaciones característicos de los contextos cotidianos en los que éste pasa sus días, es el
lugar en el que la persona puede interactuar cara a cara fácilmente, como en el hogar, el

trabajo, sus amigos (Bronfenbrenner (2002).

Mesosistema: señala que este sistema “comprende las interrelaciones de dos o más entornos

en los que la persona en desarrollo participa activamente (familia, trabajo y vida social). Es

por tanto un sistema de microsistemas. se forma o amplia cuando la persona entra en un

nuevo entorno”.

Exosistema: “Se refiere a uno o más entornos que no incluyen a la persona en desarrollo

como participante activo, pero en los cuales se producen hechos que afectan a lo que ocurre

en el entorno que comprende a la persona en desarrollo, o que se ven afectados por lo que

ocurre en ese entorno (lugar de trabajo de la pareja, grupos de amigos de la pareja, etc.)”

(Bronfenbrenner, 1979, pp 44).

Macrosistema: “En una sociedad o grupo social en particular, la estructura y la sustancia

del micro-, el meso y el exosistema tienden a ser similares, como si estuvieran construidos

a partir del mismo modelo maestro, y los sistemas funcionan de manera similar. Por el

contrario, entre grupos sociales diferentes, los sistemas constitutivos pueden presentar

notables diferencias. Por lo tanto, analizando y comparando los micro-, meso- y los

exosistemas que caracterizan a distintas clases sociales, grupos étnicos y religiosos o

sociedades enteras, es posible describir sistemáticamente y distinguir las propiedades

ecológicas de estos contextos sociales” (Bronfenbrener, 1979, pp 27-28).

Teniendo en cuenta la estructura ecológica de Bronfenbrener detallada, veamos en el

siguiente cuadro, lo que Olivares y Inchaustegui, (2011) explican en relación a los

determinantes y factores de riesgo, partiendo de algunos niveles del modelo ecológico.


Estructura ecológica Determinantes Factores de riesgo

Individual Carga histórica. Violencia familiar en la infancia.

Autoestima baja. Padres ausentes.

Dependencia. Abuso infantil.

Indiferencia. Consumo de alcohol y drogas.

Comunicación pobre.

Falta de afecto

Microsistema Conflictos conyugales. Ambientes vecinales violentos.

Ambientes familiares violentos.

Socialización.

Mesosistema Problemáticas sociales identificables en Asociación con compañeros

escuelas, barrios, sectores o grupos delincuentes.

sociales. Aislamiento de mujeres y

Situaciones de pobreza. familias.

Falta de oportunidades. Prácticas de violencia en ámbitos

Desempleo. barriales y sectoriales.

Deterioro urbano Violencia escolar

Macrosistema Representaciones sociales, relaciones y Desarraigo y anomia.

usos de poder, violencia estructural e Aceptación de la violencia como

institucional, desigualdades sociales e una forma de resolución de

impunidad. conflictos.

Idea de la masculinidad vinculada

con la dominación, el honor y la

agresión.
Papeles rígidos para cada sexo.

Teoría del aprendizaje social de Bandura

Según Doménech e Iñiguez, (2002) esta teoría postula que los comportamientos de

aprenden por imitación, porque ha visto como resulta recompensada en otra persona,

aunque puede o no que se ejecute dicho comportamiento. Por otra parte, (Akers, 2006

citado por Montolío, Moreno y Robles, 2012), expone la forma cómo se aprende, se

mantiene y se modifica la conducta, que de alguna manera podemos observar y modelar en

distintos contextos de aprendizaje: familia, grupo de pares, medios de comunicación. Para

ello señala varios requisitos que hacen más probable que una persona sea violenta y cometa

actos delictivos:

En primer lugar, se encuentra el hecho de relacionarse con personas que de alguna forma

realicen, modelen, apoyen actitudes y conductas que propicien la violación de normas

sociales y jurídicas.

En segundo lugar, que la conducta desviada aprendida haya sido reforzada, es decir que

haya sido recompensada.

En tercer lugar, cuando un sujeto se encuentre más expuesto a modelos de conductas

desviados, que a los adaptados (imitación), y centre su atención más en los primeros que los

segundos.
En cuarto lugar, cuando su propio sistema de valores, actitudes y conductas aprendidas sean

más favorables (deseables o justificadas) para la comisión que renunciar a los actos

desviados o antisociales.

Y por último, que la probabilidad de una conducta adaptada disminuya y la probabilidad de

una conducta desviada aumenta.

Teoría feminista de Dobash y Dobash: (Dobash y Dobash, 1979 citado por Cuervo,

Granados y Jiménez, 2019) señalan que esta teoría apunta al análisis de asuntos culturales y

sociales, entendiendo a la violencia de los hombres hacia las mujeres como abuso de poder

en una configuración social que fomenta la agresión a las mujeres. En donde el patriarcado

mira a la mujer como elemento de control y dominio, por parte de una estructura social

masculina dominante.

MALTRATO HACIA LA MUJER Y CICLO DE VIOLENCIA


Se hace necesario identificar las fases del ciclo de la violencia de género, para lo cual se

tendrá en cuenta la propuesta cíclica que hace Walker (1979), una psicóloga

norteamericana, la cual relaciona 3 fases consecutivas dentro de este ciclo y detalla algunas

características en cada una de las fases.


Fase 1. Acumulación de tensión: presencia frecuente de conflictos entre los miembros de la

pareja, con incremento de la tensión entre las partes, quien agrede quiere obtener el control

de la víctima. Se presentan manifestaciones verbales, como insultos, humillaciones, entre

otras formas de violencia psicológica. La víctima se muestra sumisa, tratando de minimizar

lo que está sucediendo en el momento, por el miedo o por considerar que la situación puede

mejorar.

Fase 2. Explosión: episodios de violencia: se despliegan diversas formas de violencia

(abuso sexual, golpes, amenazas, entre otras). La victima trata de justificar el

comportamiento del agresor y minimizar la situación problemática.

Fase 3. Arrepentimiento: cuando la víctima contempla la posible terminación de la

relación, en el agresor se despierta el arrepentimiento e intenta compensar la situación,

queriendo demostrar que tal situación no volverá a ocurrir. La victima experimenta


confusión e incertidumbre, por el momento de tranquilidad y contempla los aspectos

positivos en la relación marital.

Hay que señalar que de acuerdo a López, (2013) este ciclo de violencia tiende a repetirse

nuevamente, con más intensidad, pues cada repetición aumenta el riesgo de que la conducta

violenta se aumente.

FEMINICIDIO Y FEMICIDIO
Feminicidio
El diccionario de la real academia española define al feminicidio como “Asesinato de una

mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia”. Para Rodríguez (2011), aun no

existe un consenso sobre lo que es feminicidio y femicidio en la doctrina, pero reconoce el

avance en su afianzamiento en la noción política. Por otra parte, para Lagarde (2019), el

feminicidio tiene como común denominador, al género, y es una minúscula parte de la

violencia ejercida contra niñas y mujeres, solo por el hecho de ser mujeres y solo en

algunos casos son asesinadas en la cumbre de la violencia pública o privada.

Para esta misma autora, los crímenes contra niñas y mujeres, de diferentes edades, se

cometen en contextos donde el patriarcado y la violación de los derechos humanos se

consolidan de forma crítica, y donde confluyen las condiciones socioeconómicas con una

excesiva exclusión de carácter político, social y jurídico.

Finalmente el Modelo de Protocolo latinoamericano de Investigación de las muertes

violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio), señala que “El

concepto abarca el conjunto de hechos que caracterizan los crímenes y las desapariciones

de niñas y mujeres en casos en que la respuesta de las autoridades sea la omisión, la inercia,

el silencio o la inactivad para prevenir y erradicar esos delitos”


Femicidio

Albarran (2015) señala que este término aparece en 1976, cuando Diana Russel lo

incorpora en una ponencia realizada ante el Primer Tribunal Internacional de Crímenes

contra Mujeres, celebrado en Bruselas; definiéndolo como “el asesinato de mujeres

realizado por hombres motivado por el odio, el desprecio, el placer o por un sentido de

propiedad sobre las mujeres”; agregando a lo anterior, El Modelo de Protocolo

latinoamericano de Investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género

(femicidio/feminicidio), entiende al femicidio, como la “muerte violenta de mujeres por

razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en

cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de cualquier persona, o

que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”.

PERFIL DEL AGRESOR


Conocer el perfil de un agresor es importante para que las victimas puedan recibir mayor

protección y hacer prevención, de ahí que Lorente (2007) señala que la normalidad es lo

que caracteriza al agresor, pues estos desarrollan habilidades en las relaciones

interpersonales con las personas fuera de su hogar, afables, brindan un trato cortés a la

mujer cuando se encuentra en espacios públicos. Otros aspectos relevantes que destaca este

autor, es el hecho de como el hombre va de forma gradual, imponiendo el control y la

violencia a la mujer; así, el agresor es aquel que ha tenido o mantiene una relación afectiva

de pareja con la víctima.

Otra característica que resulta importante mencionar en la descripción del perfil del agresor,

la brinda (Hamberger y Hastings, 1986, citado por Lorente, 2007), los cuales llegan a la

conclusión, en relación a psicopatología, que entre los agresores había tres tipos (no

trastornos) mayores de personalidad:


Narcisista-Antisocial

Esquizoide-Borderline

Pasivo/dependiente-Compulsivo.

Continuando con lo aportado por Lorente, encontramos que existe en el hombre la

necesidad de control a la mujer, con sentimientos de poder, y que en la mayoría de los

casos culpan a las parejas las agresiones, por no asumir adecuadamente sus

responsabilidades en el hogar. De forma general se enuncian algunas características

globales de los agresores en la violencia de género, que comparte este autor, sobre el cual

se hecho referencia en líneas anteriores. A saber son los siguientes:

 Agresor patológico

 Agresores normales

 Agresores con trastornos de personalidad o psicopatias

Para Chamorro (2008) existen dos tipos de maltratadores: el dominante y el dependiente. El

dominante posee una personalidad antisocial y muestra una conducta agresiva en el hogar y

por fuera de éste; por lo regular no escuchan al resto de las personas y se perciben como

personas provocadoras. Por otro lado, los dependientes usualmente no se muestran

violentos fuera del hogar. Ante el público se comportan de forma amable; sin embargo en el

espacio privado se comportan de manera distinta. Estos acostumbran a mostrarse agresivos

en el espacio doméstico, aunque no tienen problemas en el entorno laboral y social.

DAÑO PSICOLÓGICO
Antes de detallar cuales son los daños psicológicos que se presentan en la víctimas de la

violencia de género, se hace necesario definir que es daño psicológico, y en este sentido se

tendrá como referencia a Echeburúa, Corral, y Amor (2002), los cuales plantean que este
hace referencia a las lesiones psíquicas agudas derivadas de un delito violento y también a

las secuelas emocionales que se mantienen de forma crónica en la persona, como producto

del evento sufrido y que afectan negativamente en su vida diaria.

Veamos a continuación una breve explicación de esos dos aspectos que nos ilustran los

autores.

Lesiones psíquicas: alteración clínica aguda que sufre una persona víctima de un hecho

violento y que le incapacita a nivel personal, laboral, familiar o social. Entre estas lesiones

se encuentran las siguientes: trastornos adaptativos, trastorno estrés postraumático.

Secuelas emocionales: son la estabilización del daño psíquico, una alteración definitiva del

adecuado funcionamiento a nivel psicológico habitual. Las secuelas más comunes son:

dependencia emocional, suspicacia, hostilidad, las cuales se sostienen por lo menos dos

años.

En este orden ideas, se puede relacionar otras sintomatologías experimentadas por las

víctimas en la violencia de género, como lo es: baja autoestima, sentimientos de culpa,

dificultad en la gestión adecuada de emociones, trastornos de apego, dificultades para la

elaboración de un proyecto de vida.

TEORIA DEL SÍNDROME DE LA MUJER MALTRATADA


(Walker, 1984 citado por Navarro y Alban, 2014) indica que una mujer que ha sufrido la

violencia, queda con una incapacidad para dirigir su voluntad a medida que pasa el tiempo,

por lo cual fomenta la condición de la impotencia aprendida, lo que conlleva a que no

pueda proceder cuando exista la posibilidad de huir de la violencia. Este síndrome lo

explica teniendo como base a la teoría de Impotencia aprendida y la teoría del ciclo de la
violencia. Esta autora, expone algunas características que están presentes en la impotencia

aprendida, las cuales se relacionan a continuación:

 Reducción de la capacidad para responder, sumisión y la personalidad pasiva de la

mujer.

 La habilidad cognoscitiva para percibir el éxito cambia en la mujer, ella no cree que

su respuesta le traerá resultados favorables, así lo sean o no.

 La mujer maltratada creerá que nada de lo que ella haga alterará el futuro o su

destino.

 El sentido de bienestar emocional pasa a ser precario y se vuelve más propensa a la

depresión y a la ansiedad.

En definitiva, el síndrome de la mujer maltratada, es “una adaptación a la situación

aversiva, caracterizada por el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los

estímulos adversos, y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas,

como la minimización, negación o disociación, y por el cambio en la percepción de sí

misma, de los demás y del mundo que le rodea” (Walker, 2012 citado en Hernández, 2016)

SÍNDROME DE ADAPTACIÓN PARADÓJICA

(Montero, 2001 citado por Villanueva, 2012) lo define como el “conjunto de procesos

psicológicos que por medio de la respuesta cognitiva, conductual y fisiológico-emocional

culmina en el desarrollo de un vínculo interpersonal de protección entre la víctima y el

agresor”, es decir, cuando una mujer víctima establece un vínculo afectivo con el agresor,

que le imposibilita interponer alguna denuncia o irse de su lado.


A continuación se plasma la descripción que realiza Villanueva de las 4 fases síndrome

planteados por Montero, lo que va a permitir una mejor comprensión.

 Fase desencadenante: Inicia con una primera agresión de tipo físico por parte de su

pareja sentimental. En este punto, el vínculo sentimental ya no es un espacio seguro

y de confianza.

Consecuencias: ansiedad, accesos ocasionales de ira, estado permanente de alerta,

miedo a que se repita el incidente. Luego, la mujer sufrirá depresión, ante su

incapacidad de poder cambiar el contexto, el sentimiento de pérdida y la

acumulación de emociones negativas.

 Fase de reorientación: Se experimenta una sensación de inseguridad en el hogar, así

mismo la sensación permanente de miedo e incertidumbre, pues el hecho de que la

amenaza la genere alguien, a quien ella eligió para compartir su vida, provoca

desorientación e incertidumbre en la víctima.


Consecuencias en la autoestima y en su propia identidad. Deterioro psicofísico de la

víctima; estado crónico de ansiedad y estrés, sentimientos de culpa y vergüenza.

 Fase de afrontamiento: La víctima intenta afrontar la situación, lo que dependerá de

cómo comprenda sus propios recursos, del apoyo social disponible y de su estado

psicofisiológico en general. Al producirse las agresiones sin ningún orden prefijado,

la víctima no puede desarrollar estrategias de control, aumentando la sensación de

incertidumbre y confusión.

Consecuencias: estrés crónico, aumento del estado depresivo, de los sentimientos de

culpa y vergüenza, embotamiento emocional y aumento de las conductas de

pasividad e indefensión.

 Fase de adaptación: En esta fase, la víctima se adapta (paradójicamente) a la

violencia de su agresor. Ante esa incapacidad utilizar sus propios recursos o

solicitar ayuda, aprende la situación hostil seguirá haga lo que haga (indefensión

aprendida), lo que conducirá a la adaptación a la situación, creando un vínculo

paradójico con el agresor, a través de un proceso de identificación traumática, en el

cual sólo aceptará sus aspectos positivos como el arrepentimiento, las disculpas,

entre otras, desestimando los aspectos negativos y atribuyendo la culpa hacia

componente externos al maltratador.

Consecuencias: a partir de este momento, toda la información que llegue a la mujer

pasará por el filtro del nuevo modelo mental que ha asumido (Montero, 2001), lo

que dificultará que ponga fin a su situación


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