EUTANASIA

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EUTANASIA

La eutanasia (buena muerte) es uno de los procedimientos más utilizados en la


sociedad actual para causar la muerte a un paciente en estado terminal con el fin de
evitarle dolores infructuosos; de esta manera se le impiden molestias físicas y
psicológicas producidas por su enfermedad. No obstante, diferentes Estados se han
negado a incluir este procedimiento dentro de sus legislaciones, dado que va en contra
de los objetivos constitucionales, es decir, con este método se vulneraría su principal
función que consiste en velar por la vida y la dignidad huma na de cada persona.

1. El tema no es cómo ser compasivos, sino cómo proteger a los vulnerables

Tanto los pro-eutanasia como los anti-eutanasia dicen que están contra el
sufrimiento extremo, todos se declaran “compasivos”. Todos están de acuerdo en
combatir el sufrimiento. Pero una ley de eutanasia consiste en matar personas (o
ayudar a que se maten ellas en el suicidio asistido). ¿De verdad esta ley de
eutanasia protege a los vulnerables e impide que se los dañe y mate? También
hay que ser compasivo con ellos, con los que casi nadie protege. Es un tema que
afecta a toda la sociedad. No hay que mirar sólo el efecto en uno o dos años, sino
el efecto a largo plazo contra multitud de vulnerables.

2. Con la eutanasia legal, el Estado dice que hay vidas eliminables… y que
matándose nos ayudan a todos

La eutanasia legal dice a la sociedad (y a los enfermos y vulnerables) que hay


vidas que valen menos, las de los eutanasiables, que hay vidas, en general, que
no valen. Más aún: mantenerlos vivos cuesta dinero y esfuerzo y atención. Si se
eutanasian, ahorran costes al Estado y a sus familias. Muertos son mejores para
todos, quieren que entendamos. Así, el “derecho a morir” se convierte enseguida
en “el deber de morir”. No hay ningún tipo de ley de eutanasia que pueda evitar
este deber (“es mejor que me mate, para ayudar a mi familia y la sociedad”), no
hay control que lo evite… excepto la total prohibición de esta práctica.

3. Muchos piden morir por dolor y soledad: ¡pero eso se arregla con cuidados paliativos,
no matando!
En Nueva Zelanda la Asociación Médica NZ, la Asociación de Médicos de
Cuidados Paliativos y la Asociación de Enfermeras de Cuidados Paliativos se han
declarado contra la eutanasia. La Asociación Médica Mundial dijo en 2019 que “no
es ética” y “y debe ser condenada por la profesión médica”.

La Asociación Médica de EEUU se reafirmó en 2019 en que “es incompatible con


el papel del médico como persona que cura” y que la eutanasia legal es “difícil o
imposible de controlar”. Todos dicen que casi siempre se pide la eutanasia por
miedo al sufrimiento, por dolor mal atendido, por soledad y dolor psíquico… todo
eso se puede tratar con eficacia con la medicina actual.
4. La eutanasia legal dificulta invertir en cuidados paliativos y contra el dolor

Aunque el arsenal médico contra el dolor, la angustia emocional y el miedo es


increíblemente grande, aún debe crecer y mejorar, y, sobre todo, debe llegar a
más personas. Con la eutanasia legalizada, no se invertirá dinero ni recursos en
cuidados paliativos ni en otros muchos campos que afectan al final de la vida. En
cambio, mientras está ilegalizada, la sociedad se ve forzada a invertir y esforzarse
en estos campos, haciendo avanzar la ciencia y la cobertura médica. Un ejemplo
está en la eutanasia en Canadá (informe oficial del Gobierno): sólo un 28% de los
técnicos de eutanasia consultó a un experto en paliativos respecto a un caso, sólo
un 6% se molestó en hablar con un psicólogo. Con eutanasia legal, hay prisas por
matar, no por cuidar o explorar mejores cuidados y tratamientos.

5. La eutanasia daña al oficio médico

Los médicos son personas que decidieron dedicar su vida a cuidar y sanar y
acompañar… o al menos era así antes de la eutanasia legal. Con la eutanasia
legalizada, ¿seguiremos llamando médicos o medicina al siniestro “arte” de matar
enfermos o ayudarles a suicidarse? ¿Qué pensarán los nuevos médicos de sí
mismos? ¿Cuántos pensarán que tienen no sólo la capacidad técnica de matar,
sino la capacidad de decidir, sugerir, impulsar, animar, conducir a sus pacientes,
hacia la eutanasia? ¿Cuántos lo harán si reciben primas de aseguradoras o de
empresas sanitarias que buscan siempre una gestión más eficaz, ahorrando
costes? Ningún control evitará eso, sólo la total ilegalización.

6. Lo hemos visto en todos los países: la eutanasia nunca se queda en casos


extremos, enseguida se amplía

En Canadá, en apenas 3 años de eutanasia legal, se ha doblado el número de


víctimas a la que se aplica. En Holanda, donde empezó siendo para casos
“extremos”, ahora se quiere aplicar a cualquiera que considere “acabado su ciclo
vital”, o quien, simplemente, declare estar triste y que ya no quiere la vida. Una
reciente propuesta holandesa quiere poder matar a mayores de 75 años sanos
(que “lo pidan”, se supone) y a menores de 12 años “terminales” (aunque no lo
pidan, basta que lo pida un adulto “responsable”).  

En Bélgica casi se ha triplicado en 10 años (de 954 eutanasias en 2010 a 2.655 en


2019, y creciendo). En Bélgica se sabe que en 2019 al menos unos 450
eliminados (un 17%) no eran personas en estado terminal, es decir, no tenían
enfermedades que les estuvieran acercando rápidamente a la muerte.

En Canadá se aprobó para pacientes terminales, pero en apenas 2 años el


Tribunal Supremo de Quebec dijo que, para no “discriminar”, debía aplicarse
también a enfermos no terminales, como discapacitados. A veces se aprueba
insistiendo en que la pida el enfermo, pero pronto se amplía a que la pida un
pariente, o un juez que considera que es “el mejor interés del enfermo” (caso
Charlie Evans) o alguien que dice que el enfermo hace años le comentó que
estaba a favor de la eutanasia. Y si la pide tu compañero de habitación en el
hospital, ¿por qué no tú? El Nathaniel Center resume: “una vez legalizado, no es
posible ni racional limitarlo a grupos de personas con condiciones específicas”. Si
es un derecho, cualquiera puede pedirlo.

7. La eutanasia legalizada favorece el suicidio

Si no podemos enfadarnos porque nuestra abuela pidió la eutanasia, mis padres


(o mis hijos) tampoco tienen por qué enfadarse o sentirse dañados si yo me
suicido pese a estar sano. Simplemente, entenderé que “algunos suicidios están
bien”. Tan bien, que hasta los médicos lo apoyan y los políticos lo alaban. Ese es
el mensaje que transmite la eutanasia, especialmente a muchos jóvenes y
personas que piensan en el suicidio.

En muchos casos, quizá la mayoría, quien pide la eutanasia en realidad está pidiendo ayuda
contra su depresión, a menudo ligada al miedo o la soledad; las tendencias suicidas se
pueden y deben tratar desde la ciencia médica y psíquica
8. La eutanasia no es una opción “libre”, casi siempre va ligada a depresión…
y la depresión puede tratarse

La eutanasia se basa en el deseo de morir, un deseo suicida, y a menudo -quizá


casi siempre- va ligado a la depresión, que causa pensamientos suicidas. La
solución no es matar al enfermo -aunque lo pida- sino tratar la depresión. Hay
numerosos estudios que muestran que cuando se trata la depresión de los que
piden eutanasia en países donde es legal, la inmensa mayoría cambia de opinión
y deja de pedirla… suponiendo que no le hayan matado antes, porque como
vemos no hay ninguna obligación de que un psiquiatra examine el caso.

9. En un país donde ya se abusa de los ancianos ¿quién los protegerá si hay


eutanasia legal?

En Nueva Zelanda calculan que 1 de cada 10 ancianos sufre abusos físicos o


psíquicos, son maltratados. Muchos más sufren soledad. A esta población tan
frágil y vulnerable, ¿quién les protege de ser conducidos a la muerte por
eutanasia? Y cuanto más cueste mantener a los ancianos, mayores serán las
presiones.

Con la eutanasia ilegal, estas presiones al suicidio, simplemente, no existen o son


tan burdas que enseguida se detectan y castigan. Con la eutanasia legal, serían
cotidianas y extendidas. En Bélgica y Holanda, después de 15 años de práctica
eutanásica y decenas de miles de casos, apenas 2 personas han sido llevadas a
juicio por eutanasia mal aplicada y al final nadie ha sido condenado: eso
demuestra que el control es escaso, un paripé.
10. ¿Y si se mata con eutanasia a alguien que no quería, aunque sea sólo a uno?
Muchos países, como Nueva Zelanda, abolieron la pena de muerte para evitar que
se matase a nadie por crímenes que no cometió, por errores de distinto tipo
(identificaciones, burocracia, etc…) La muerte es tan grave e irreversible que el
mero riesgo de matar a un inocente se vio suficiente para abolir este castigo. Por
el mismo principio, para estar seguro que no haya ni una eutanasia injusta y no
pedida, sólo hay un método: prohibir toda eutanasia.

11. La eutanasia da demasiado poder al Estado… ¡poder para matar más


personas!

Los abusos con la eutanasia legal casi no se pueden controlar si los cometen
particulares, pero serán aún más incontrolables si los comete el Estado, una
máquina ciega al dolor individual y muy difícil de parar. Cuando das poder al
Estado para matar enfermos vulnerables, es muy difícil controlar cuántos y cómo
los elimina, limitar su aplicación… e impedir que quiera ampliarlo a más y más
personas molestas y eliminables.

12. La eutanasia hace más contagioso el suicidio y más difícil la superación

En una sociedad sin eutanasia local, donde el suicidio se ve como algo difícil, casi
impensable, todo orienta a la persona a apostar por la vida y superar sus
dificultades. Pero cuando se legaliza la eutanasia, cuando se abre la opción de
matarse, que se vende como “salida fácil”, muchas personas que con
perseverancia y coraje habrían muerto de muerte natural dando ejemplo a sus
semejantes serán más bien tentadas de matarse, como hacen otros a su
alrededor.

Al final, esta cultura de la muerte hace barato y fácil el matar y el matarse.

Tráiler del nuevo documental de Goya Producciones sobre “morir en paz”, la


alternativa buena, ética y humana a la eutanasia

 Pros:
 Cada persona tiene el derecho de tomar decisiones con aspectos relacionados a su
vida, incluyendo su muerte.
 Pacientes terminales pueden tener sentimientos de inutilidad.
 El costo de mantener un paciente en estado terminal.
 La eutanasia es un acto compasivo de ayudar a morir con dignidad. El ayudar a
morir a una persona que está sufriendo es mejor, que mantenerla con vida cuando
se sabe que la muerte ya no se puede evitar.
 

 Contras:
 La eutanasia es un fenómeno que empieza siendo excepción y termina
convirtiéndose en una alternativa normal, cometiéndose así abusos, como en los
casos que por depresión se recurre a la eutanasia. (Ver casos Tine Nys y Nathal
Verhelst en Bélgica.)
 La medicina cuenta con un sinnúmero de fármacos para controlar el dolor. De esta
manera se puede tratar de manejar el dolor sin quitarle la vida a una persona
(cuidados paliativos)
 Se atenta contra la sacra mentalidad de la vida.
 Se considera un suicidio u homicidio.

Videojuegos

A favor de los videojuegos


Por un lado, los portavoces de AEVI apuestan por el uso de
videojuegos, ya que mejoran las capacidades y habilidades de
los niños e, incluso, son útiles para regenerar los métodos
educativos . Los portavoces de esta asociación están convencidos
de que la combinación del juego con la educación favorece la
adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias. «Se
ha demostrado que el cerebro está predispuesto para un
aprendizaje más rápido con juegos que con libros », aseguran
los expertos.
— Los videojuegos mejoran las habilidades cognitivas de los
menores; desarrollan su inventiva, creatividad y la capacidad
intelectual y de análisis.
— Les motivan para superar retos, lo que incrementa
su motivación y compromiso .
— El uso frecuente de los mismos enriquece la capacidad de
lógica, de deducción y el razonamiento , aumenta su orientación
espacial y, además, se observan mejores resultados en
matemáticas de los adolescentes que los utilizan.
— Se puede aprovechar su parte educativa y su parte lúdica para
estimular a los niños, por lo que son herramientas óptimas por
su inmersión en cualquier tipo de actividad .
— Son útiles de cara a acelerar y mejorar el proceso
de adquisición de contenidos .
— Potencian la agilidad mental , la toma de decisiones y la
capacidad para resolver conflictos . Además, permiten comparar
diferentes estrategias y consecuencias de las decisiones tomadas.
— Ayudan a incrementar los reflejos , la coordinación y
la confianza .

En contra de los videojuegos


Por otro lado, Sonsoles Vidal afirma que los videojuegos son uno
de los agentes que separan a los niños de la familia, en una etapa
tan determinante para su educación. Además, «los videojuegos,
como cualquier otro tipo de juego, crean adicción . No se trata
únicamente del juego en sí o de los contenidos, sino del tiempo
dedicado, que se deja de invertir en otras cosas . Esto tiene
consecuencias negativas, sobre todo en personas que están aún en
desarrollo», explica Sonsoles. Aun así, la experta indica que el
principal problema radica en la falta de control parental y que
muchos de estos juegos pueden aumentar diferentes capacidades y
habilidades en los niños.
— Los videojuegos van en detrimento de los deberes escolares y,
en muchos casos, influyen en el fracaso escolar, ya que se produce
un rechazo al colegio por parte del adolescente.
— Son adictivos y pueden provocar evasión en el niño e, incluso,
favorecer la irritabilidad, la ansiedad y reacciones agresivas por
la dependencia que estos juegos generan.
— Inciden en que los niños salgan menos de sus habitaciones o
que, directamente, se encierren . Pueden acabar perdiendo el
interés por otro tipo de actividades , lo que implica una
descompensación en sus prioridades, costumbres y relaciones.
— Generan una mala comunicación con los padres y hacen que
el menor se acostumbre a no dar explicaciones y a no expresar sus
emociones en familia.
— Pueden provocar un ambiente hostil y subidas del tono de voz
en casa.
— También, afectan a las amistades , que pueden quedar
descuidadas o deterioradas.
— El menor puede sufrir cansancio diurno y somnolencia .
Durante el día, es posible que no pueda afrontar tareas productivas
por la falta de concentración y atención.
— Además, se acentúan las inhibiciones y los rasgos de
personalidades inseguras, y se generan dificultades en
competencia social .
— Los videojuegos crean problemas para acatar las normas y
límites establecidos por los padres, precisamente por la inmersión
en el juego y la adicción que generan.
— Actualmente, estos juegos se presentan en formato online .
Cada vez, los padres tienen menos información sobre cómo se
entretienen sus hijos porque ya no son ellos los que los compran.

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