13 El Angel de Jehova 16 07 30
13 El Angel de Jehova 16 07 30
13 El Angel de Jehova 16 07 30
0. Contenido ................................................................................................................................... 2
1. Introducción General ................................................................................................................... 3
2. Estructura del Tratado Teológico ................................................................................................. 3
3. Mapa General de Tratados .......................................................................................................... 5
4. Mapa del Tratado ........................................................................................................................ 6
5. Propósito del Tratado .................................................................................................................. 7
6. Desarrollo del tema ..................................................................................................................... 7
6.1. Introducción...................................................................................................................... 7
6.2. El Dios Invisible ................................................................................................................ 7
6.3. Múltiples teofanías ............................................................................................................ 8
6.4. El Ángel del Pacto o de la Presencia ................................................................................13
6.5. El Arcángel Miguel ...........................................................................................................15
La búsqueda del conocimiento de Dios y su propósito para el hombre constituye la más apasionante de las
aventuras que la mente humana pueda proponerse. El reto de encontrar en el libro sagrado aquel hilo de oro del
plan de salvación recompensará al estudioso, que podrá comprender la majestuosidad del esfuerzo de Aquél que
“no escatimó ni a su propio hijo” (Romanos 8: 32).
El conjunto de tratados sobre temas bíblicos, del que usted tiene en sus manos uno de los estudios, ha sido
preparado para proveer al miembro laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día del conocimiento requerido para
enseñar a otros acerca de cómo crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2
Pedro 3: 18) así como para “presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón
de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3: 15).
El autor es miembro regular de la Iglesia Adventista del Séptimo Día desde 1977, anciano de iglesia desde
1979, esposo, padre y abuelo, con el gozo de tener a toda su familia en “la fe que ha sido una vez dada a los
santos” (Judas 1: 3) y que además suscribe totalmente las 28 doctrinas oficiales de la misma.
Al inicio de cada tratado le presentaremos la estructura general del conjunto de estos utilizando un diagrama
de bloques numerado, llamado Mapa General de Tratados. Este gráfico (que aparece en la subsiguiente página)
le permitirá ver dónde encaja el tratado que tiene en sus manos en relación con los otros temas. Para facilitar su
ubicación además de la numeración, este estará marcado en color diferente de los demás. Coleccione los temas,
actualícelos y ordénelos en esta secuencia si le parece útil a su propio desarrollo del conocimiento.
Los números en cada bloque establecen simultáneamente el orden de creación de estos tratados y la
dependencia lógica también entre ellos. Los bloques del número 70 en adelante representan, a su vez, un conjunto
de tratados especiales. Los he agrupado en 6 grandes temas:
La lectura de estos temas le dará el marco referencial para entender los tratados más temáticos. Estos otros
temas tienen su propia estructura que guardará relación con la aquí mencionada.
Luego del diagrama del conjunto, encontrará usted un diagrama de bloques del estudio propiamente dicho,
llamado Mapa del Tratado, donde podrá notar lo siguiente:
a. Cada bloque del diagrama indica el versículo o versículos de referencia en la parte inferior y una
breve frase que corresponde con la lógica de su inclusión en el tema.
Al finalizar esta fase gráfica usted encontrará el estudio en detalle, que seguirá hasta donde sea posible, la
estructura del diagrama de bloques. Algunos materiales complementarios al estudio se incluirán al final. Le
recomiendo que los lea con anticipación para encontrar el momento exacto para incluirlos en su exposición.
Hasta donde me ha sido posible he presentado la fuente de algunos de estos temas para que pueda
extender su comprensión revisándolos. No pretendo conocer todo lo que estas fuentes tratan sobre el tema, por lo
que lo aliento a profundizar y comentarme cómo mejorar este contenido. He incluido algunas imágenes halladas
en Internet para hacer más amena su lectura, espero le agraden.
Cuando no se indique lo contrario las citas de la Santa Biblia corresponden a la versión Reina-Valera 1960,
mi favorita. Alguna vez incluiré otras versiones para comparar o ampliar la comprensión de un texto.
Cuando usted desarrolle un estudio bíblico sobre este tema con personas que no pertenecen a la Iglesia le
recomiendo que use la sección correspondiente al estudio (con los versos incluidos en el diagrama de bloques) sin
presentar las declaraciones del Espíritu de Profecía. Comente los materiales complementarios conforme surjan en
la exposición, así como en la fase de preguntas y respuestas.
He preparado también un archivo que incluye todos los diagramas de bloques de los tratados de manera
que le sirvan de ayuda memoria cuando presente el tema. También he creado un archivo con una copia de todos
los contenidos de los tratados de manera que pueda revisarlos sin abrir cada uno de los documentos, en caso esté
buscando un subtema específico.
Permítame, como hasta ahora, que durante el estudio me dirija a usted en forma personal. Creo que así es
como nuestro Salvador hablaba con aquellos a quienes amaba y deseaba salvar. Seguramente usted hará lo
propio con aquellos que le escuchen con este propósito.
Este es un material gratuito que seguramente ha llegado hasta usted por alguien que lo aprecia y desea
que conozca aún más a Jesús y su maravilloso plan de salvación. Difúndalo de la misma manera, ya que “de gracia
recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10: 8).
05 30 31
50 51 52
El Espíritu Los dones El don de
Las 7 iglesias Los 7 sellos Las 7 trompetas
Santo espirituales lenguas
32 47 49 53
48 55
El Don de La estatua de El carnero y el El cuerno
Las 4 Bestias El Anticristo
Profecía Nabucodonosor macho cabrío pequeño
33 56
54
Profecías Las 70
Los 1260 años
mesiánicas semanas
57 60 61
59 62
El juicio La Apostasía El Tiempo
El sellamiento El milenio
investigador final de Angustia
16 18 58 40
02 04 15 17
Muerte La Segunda Los libros La Gran
La Divinidad El Hijo La Encarnación La Resurrección
Vicaria Venida del cielo Comisión
13 19 41
El Ángel Señales de la Historia
de Jehová Segunda Venida de la IASD
42
03 14 34 35
Organización
El Padre El Amor La Redención La Conversión
Eclesiástica
29 36 43
09 37 38 39
Los libros Justificación Disciplina
El Pecado Santificación El Bautismo La Iglesia
apócrifos por la fe Eclesiástica
06 08 44
01 10
La Ley El origen Diezmo &
La Santa Biblia La Muerte
de Dios del pecado Ofrendas
28
26 27 45
Posesión
Los Ángeles Espiritismo El matrimonio
demoníaca
25 46
07 24
La Cena Estilo Cristiano
El Sábado La Adoración
del Señor de Vida
12
La Oración
63
11 20
La tierra
La creación El diluvio
nueva
21 22 23
El Santuario Nuestro Sumo La ley
Celestial Sacerdote ceremonial
70 80 90
75 85 95
Religiones Armonía de los Biografías
Cronología Genealogía Historia
Comparadas Evangelios Bíblicas
Poder para
Los 3 Risa de En presencia
Con Agar hacer una
visitantes Sara de Dios
gran nación
Gén 18: 1 Gén 18: 13 Gén 18: 22, 23 Gén 16: 9-13 Gén 21: 17, 18
Capitán de
Con Luchando Llamado
los Ejércitos
Jacob con Dios también ángel
De Dios
Gén 31: 11-13 Gén 32: 27-30 Ose 12: 4 Jos 5: 13-15
Mal 3: 1 Isa 63: 9 Exo 33: 14 Exo 23: 20, 21 Exo 13: 21 Exo 14: 19, 24
Voz de Contendiendo
Dios por Moisés
6.1. Introducción
Durante el estudio de la Divinidad, en especial cuando tratamos de Dios el Hijo (que también tiene
una importante relación con el tema de Dios el Padre) dejamos para un estudio posterior analizar algunos
personajes que aparecen asociados con las teofanías como el Arcángel Miguel, el Angel del Pacto y sobre
todo el Ángel de Jehová.
Tratar este punto es de suma importancia para entender la forma en que las Tres Personas de la
Deidad participan en el plan de salvación, así como para identificar con mayor precisión quién de Ellos es
Jehová, el Dios que se manifiesta visiblemente en el Antiguo Testamento.
Analizar estos conceptos permitirá eliminar algunos errores teológicos que nos han llegado desde
fuera, a muchos de nosotros por nuestra extracción inicial católica, y en otros casos por las múltiples
asociaciones indebidas que se hace cuando se analiza al Dios del Antiguo Testamento.
Expondremos también con la mayor claridad posible el concepto de qué es un arcángel y también
su relación con una mayor comprensión del rol de la Segunda Persona de la Divinidad.
Normalmente las personas al leer el Antiguo Testamento de la Biblia suelen atribuir estas teofanías
a apariciones de Dios el Padre, cuando esto no es técnicamente correcto. Es más, al entrar en el Nuevo
Testamento el estudioso encuentra declaraciones como que a “Dios nadie le vio jamás”, que terminan por
confundir a quien ha leído sobre estas múltiples oportunidades en que hombres y mujeres han visto a Dios.
Intentaremos explicar esto a la luz de la Palabra de Dios. Como siempre al tratar este tema tan relacionado
con la Divinidad lo haremos reverentemente pues estamos en territorio sagrado, muy, muy sagrado, si cabe
el término.
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer.
Juan 1: 18
Primero tomaré un poco de tiempo en explicar el versículo anterior. Jesús sostiene que nadie ha
visto a Dios, usa la palabra jamás. Dice además Pablo (ver la cita más delante) que a Dios “ninguno de los
hombres ha visto ni puede ver”.
Es decir, sostiene que no solamente no le han visto, sino que no pueden verle, no les está permitido.
Pero a continuación Jesús aclara que cuando se refiere a Dios es a Dios el Padre, ya que dice que el Hijo
(Dios el Hijo) es quien “le ha dado a conocer”. Es decir, Dios el Hijo que es uno con Dios el Padre ha podido
revelarlo pues Él sí lo ha visto.
Por lo tanto, entendemos que Jesús sostiene que al Padre no se le puede ver, por lo tanto todas las
teofanías del Antiguo Testamento no son de Dios el Padre. En su carta a Timoteo, Pablo es aún más
enfático al señalar que Dios “habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede
El único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres
ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
1 Timoteo 6: 16
No voy a repetir lo dicho en el tratado sobre Dios el Hijo, cuando estudiamos el tema de la Divinidad
de Jesús. Permítame referirme solamente a dos momentos de la vida de Jesús: en el primero Él anuncia
su divinidad al asumir el nombre de Dios: “Yo soy”, al mismo tiempo que deja sentada su eternidad.
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
Juan 8: 58
En el segundo, cuando está a punto de ser capturado en Getsemaní, vuelve a pronunciar su nombre
y los que le iban a capturar caen en tierra.
Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas,
el que le entregaba. Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
Juan 18: 5, 6
El testimonio de Juan es que el Hijo revela al Padre, y esto es lo que ocurrió en las teofanías del
Antiguo Testamento, Dios el Hijo es Jehová. Lo veremos en detalle. Acompáñeme, por favor.
Permítame primero definir algunos términos. La palabra en el griego traducida como “ángel” significa
“mensajero” (hebreo: mal'‘âk, “mensajero”; griego: ánguelos, “mensajero”). De manera que usted y yo
cuando llevamos el mensaje del Señor a otros somos “ángeles”. La palabra arcángel (arjánguelos en griego)
incorpora un prefijo que implica “jefe, principal, más grande, más alto” por lo que arcángel significaría un
más alto o más grande mensajero. Veremos la aplicación de este asunto un poco más adelante.
Y se le apareció el Angel de
Jehová en una llama de fuego en
medio de una zarza; y él miró, y vio
que la zarza ardía en fuego, y la
zarza no se consumía.
Éxodo 3: 2
Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés!
Y él respondió: Heme aquí.
Éxodo 3: 4
Además, por si faltara más detalle al hablar el Ángel dice: “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de
Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob” identificándose plenamente con el Jehová del libro de Génesis,
donde se relata la vida de estos personajes mencionados por Dios. Por un lado es indudable que es el
mismo Dios que aparece desde el relato de la creación y por otro lado que Moisés comprendió
perfectamente en presencia de quien se encontraba.
También es sintomático que Moisés decidiera cubrirse el rostro “porque tuvo miedo de mirar a Dios”.
En adelante el Ángel actúa claramente como Dios al enviar a Moisés a su tarea de liberar a Israel de la
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces
Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Éxodo 3: 6
Este gran propósito había sido anunciado por medio de figuras y símbolos. La zarza ardiente,
en la cual Cristo apareció a Moisés, revelaba a Dios... El Dios que es todo misericordia velaba su
gloria en una figura muy humilde, a fin de que Moisés pudiese mirarla y sobrevivir. Así también en
la columna de nube de día y la columna de fuego de noche, Dios se comunicaba con Israel, les
revelaba su voluntad a los hombres, y les impartía su gracia. La gloria de Dios estaba suavizada, y
velada su majestad, a fin de que la débil visión de los hombres finitos pudiese contemplarla. Así
Cristo había de venir en “el cuerpo de la humillación nuestra” (Filipenses 3: 21), “hecho semejante
a los hombres”... Su gloria estaba velada, su grandeza y majestad ocultas, a fin de que pudiese
acercarse a los hombres entristecidos y tentados.
Ellen G. White, Dios nos cuida, 225
Entonces el ángel de
Jehová le dio voces desde el cielo,
y dijo: Abraham, Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. Y dijo: No
extiendas tu mano sobre el
muchacho, ni le hagas nada;
porque ya conozco que temes a
Dios, por cuanto no me rehusaste
tu hijo, tu único.
Génesis 22: 11, 12
Y llamó el ángel de Jehová a Abraham por segunda vez desde el cielo, y dijo: Por mí mismo
he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único hijo;
Génesis 22: 15, 16
Antes de esta ocasión Dios había tenido otro encuentro con Abraham. El relato bíblico dice que
Jehová se le apareció “en el encinar de Mamre”, donde Abraham había ubicado su campamento. La
narración indica que 3 varones (uno de ellos debería ser Jehová) se aproximaron al campamento y fueron
atendidos por Abraham. Cuando uno lee el pasaje completo queda claro que Abraham identificó a quien
dirigía este pequeño grupo y se dirigió a Él para rogarle que no pasara sin permitirle atenderlo.
El relato dice que este líder, uno de los varones, era Jehová. Esto es evidente en el relato de la risa
de Sara al saber que tendría un hijo a pesar de su avanzada edad. Jehová le dice que volverá según el
Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he
de dar a luz siendo ya vieja??
Génesis 18: 13
Aunque está demás que lo diga, Abraham está viendo a Jehová, de seguro también lo tocó cuando
lavó sus pies, conforme a la costumbre oriental con los viajeros. No correspondería esto con la declaración
de Juan de que a Dios “nadie le vio jamás” a menos que en un caso se tratara de Dios el Padre y en la otra
de Dios el Hijo, como en realidad ocurre. Una vez más, cuando Jesús sostiene que a Dios “nadie le vio
jamás” se refiere a Dios el Padre.
Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante
de Jehová. Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Génesis 18: 22, 23
Estoy seguro que para usted también es evidente que Abraham sabía en presencia de quien estaba,
pues trata de convencer a Dios de no destruir las ciudades de la llanura, y le llama “Juez de toda la Tierra”.
También en dos episodios de la vida de Agar, la madre de Ismael y de la nación árabe, se puede
percibir la misma situación. En la primera, cuando Agar huye de Sara, su señora, se encuentra con el Ángel
de Jehová, que luego habla como Dios y al que ella llama Dios.
Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano. Le dijo
también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa
de la multitud. Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo,
y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano
será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. Entonces
llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto
también aquí al que me ve?
Génesis 16: 9-13
El sueño de Jacob mientras estaba viviendo y trabajando con Labán tiene la misma secuencia. Es
un “ángel de Dios” quien le habla pero le dice que es el “Dios de Betel” al que hizo el juramento en el sueño
de la escalera, donde vio a Dios en el extremo superior. Evidentemente, igual que en los otros casos, un
ángel no podría atribuirse a sí mismo la condición divina, por lo que se trata de Dios el Hijo, en su condición
de Mensajero Divino.
Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. Y él dijo: Alza ahora tus
ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados;
En el episodio de la lucha de Jacob a orillas del río Jaboc, el personaje no se identifica como un
ángel, pero lucha con Jacob durante la madrugada. Cuando finalmente Jacob no puede con él, le pide que
lo bendiga a lo que el varón accede. Luego se niega a decir su nombre, pero cuando Jacob nombra el lugar
del encuentro le llama Peniel, “porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”. No tenía ninguna
duda el patriarca que había luchado aquella noche con Dios. Tampoco el Espíritu de Profecía tenía duda
de con quien había peleado Jacob aquella oscura noche.
Una cita del profeta Oseas permite aclarar que Jacob luchó con el ángel no en base a sus fuerzas
sino a que “lloró, y le rogó”. Esta cita también aclara que el varón con el que luchó era también el Ángel de
Jehová. Sin duda debemos imitar a Jacob y luchar con Dios, asirnos a él a través de la oración y pedirle
que nos bendiga, no soltarnos de sus brazos hasta que nos bendiga.
Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Betel le halló, y allí habló con nosotros.
Oseas 12: 4
Se asirán al poder de Dios, como Jacob se asió del Ángel, y el lenguaje de su alma será: “No
te dejaré, si no me bendices” (Génesis 32: 26)…
La historia de Jacob es una promesa de que Dios no desechará a los que fueron arrastrados
al pecado, pero que se han vuelto al Señor con verdadero arrepentimiento, Por la entrega de sí
mismo y por su confiada fe, Jacob alcanzó lo que no había podido alcanzar con su propia fuerza.
Así el Señor enseñó a su siervo que sólo el poder y la gracia de Dios podían darle las bendiciones
que anhelaría. Así ocurrirá con los que vivan en los últimos días. Cuando los peligros los rodean, y
la desesperación se apodere de su alma, deberán depender únicamente de los méritos de la
expiación. Nada podemos hacer por nosotros mismos. En toda nuestra desamparada indignidad,
debemos confiar en los méritos del Salvador crucificado y resucitado. Nadie perecerá jamás mientras
haga esto.
Ellen G. White, La maravillosa gracia, 279
Otro personaje con un encuentro singular con Dios, es Josué. Este encuentro es fantástico. Josué
caminando en las cercanías de Jericó, antes de la batalla por tomar dicha ciudad, se encuentra con un
Mostraré un par de teofanías más, a riesgo de aburrirlo... pero es que considero importante que este
concepto quede plenamente seguro en su mente.
La primera ocurre con el esforzado Gedeón. Este se encuentra zarandeando el trigo en el lagar de
su padre, si leyó bien, el trigo en el lagar (donde normalmente se pisaba la uva) para confundir a sus
enemigos los madianitas, que dominaban a Israel. Era el tiempo de los jueces, luego de la muerte de Josué,
donde los altibajos espirituales de la nación de Israel se sucedían unos a otros. Había en aquél entonces
pocos hombres fieles entre el pueblo de Dios… Se le aparece el Ángel de Jehová el que rápidamente habla
como Jehová, al mencionar que es Él quien envía a Gedeón.
Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.
Jueces 6: 12
Si continua leyendo el relato en su Biblia, notará que Gedeón teme morir por haber visto al Ángel de
Jehová cara a cara, el mismo temor que tendría cualquier hombre de ver a Dios. Por lo tanto, para él la
asociación Ángel de Jehová igual a Dios es evidente.
Es interesante que la declaración de quién es el que habla con Gedeón parte de este mismo al
comprender lo que ha visto y el mensaje autoritativo que se le había dado; pues le llama simultáneamente
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los
madianitas. ¿No te envío yo?
Jueces 6: 14
Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al
ángel de Jehová cara a cara. Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.
Jueces 6: 22, 23
Otra forma en la que se presenta Dios en el Antiguo Testamento es como el Ángel del Pacto o de la
Presencia (faz). Una referencia importante está en Malaquías donde Dios anuncia que vendría a su templo
En Isaías se habla del Ángel de la Presencia (faz) hablando que este mensajero “los salvó” y “los redimió”,
ambas cosas potestades divinas. Además menciona que en “toda angustia de ellos él fue angustiado” indicando
que comparte todos nuestros pesares, cosa que solamente es posible con la omnisciencia y omnipresencia de
Dios.
En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en
su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad.
Isaías 63: 9
Cuando Moisés tenía que conducir al pueblo, le pide a Dios que vaya con ellos, que los acompañe.
Y él dijo: Mi presencia
irá contigo, y te daré descanso.
Éxodo 33: 14
Pero quien iba siempre en la nube o la columna de fuego que acompañaba a Israel, era Jehová, dice
el pasaje siguiente. Pero en los versos citados a continuación se menciona que era el Ángel de Dios y luego
que era Jehová otra vez. La lectura comparada de estos versos permite hallar la equivalencia de Ángel de
Dios, Ángel del Pacto y Jehová,
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y
de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
Éxodo 13: 21
Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos;
y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,
Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde
la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios,
Éxodo 14: 19, 24
No existe la menor duda que el Dios que se presenta visiblemente en el Antiguo Testamento, llamado
Jehová, Yo Soy, así como otras múltiples formas es Dios el Hijo y no el Padre, quien siempre ha estado
El nombre Miguel proviene del hebreo Mîkâ''êl, “¿quién es como (semejante a) Dios?”; griego: Mijael.
También puede expresarse en hebreo sin el tono de pregunta con lo que afirmaría “quien es como Dios”.
Hemos indicado ya que un arcángel es un más alto grado de los mensajeros, por lo que otra vez esta
definición bíblica (Arcángel Miguel) apunta a Dios el Hijo.
El nombre aparece por primera vez en los textos cuneiformes de Ebla del período
prepatriarcal, más tarde en un trozo de tiesto con inscripciones hallado en Nimrûd, y en los Rollos
del Mar Muerto.
El arcángel Miguel, como un ser celestial, aparece sólo en los pasajes apocalípticos (Daniel
10: 13, 21; 12: 1; Judas 1: 9; Apocalipsis 12: 7). En Daniel 10: 13 se lo describe como “uno de los
principales príncipes” que había venido para ayudar al ángel en su lucha con “el príncipe del reino
de Persia”. En el versículo 21 se lo describe como “vuestro príncipe”, y en Daniel 12: 1 como “el
gran príncipe” que protege y libera al pueblo de Daniel. En Apocalipsis 12: 7 se lo menciona
después de haber librado una batalla con el dragón, es decir, Satanás (versículo 9), y con los
ángeles del dragón, que terminó con la victoria de Miguel y la
expulsión de Satanás del cielo; Judas 1: 9 habla de una contienda
entre Miguel y el diablo por el cuerpo de Moisés. Los judíos del
tiempo de Cristo pudieron haber tenido alguna información, ya que
se dice que dicha disputa se describe en el libro seudoepigráfico
judío “La asunción de Moisés”, aunque no aparece en las porciones
que nos han llegado del libro. El Tárgum de Jonatán sobre
Deuteronomio 34: 6 atribuye a Miguel y sus ángeles la sepultura
de Moisés. La literatura judía describe a Miguel como el más
elevado de los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo
identifica con el “ángel de Yahweh”, al cual se menciona con
frecuencia en el Antiguo Testamento como un ser divino. También
se afirma que Miguel era el ángel que vindicó a Israel contra las
acusaciones de Satanás en el tribunal celestial... Muchos eruditos
bíblicos identifican a Miguel con Cristo.
Diccionario Bíblico Adventista, Miguel
Daniel además enfatiza en el capítulo 12 que se “levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte
de los hijos de tu pueblo”. Le otorga la calidad de “el gran príncipe” (no uno entre varios) por lo que es
evidente, como hasta ahora, su divinidad y su correlación como Dios el Hijo.
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu
pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en
aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.
Daniel 12: 1
Quisiera colocar una cita del famoso comentario de Matthew Henry (18 Octubre 1662 - 22 Junio
1714), un ministro presbiteriano galés con respecto a Miguel.
Henry es citado por numerosos estudiosos por la profundidad de sus estudios, que se reflejan en
sus obras. Aunque respetuosamente disentimos en algunos aspectos de su comentario (no marcadamente
en esta porción) lo cito para mostrar que los más preclaros predicadores consideran a Miguel como Jesús.
Miguel significa “Él que es como Dios” y su nombre, con el título de “El gran príncipe” apunta
al divino Salvador. Cristo se puso como sacrificio en lugar de los hijos de nuestro pueblo, llevó la
maldición por ellos y la sacó de ellos. Él está a favor de ellos rogando por ellos ante el trono de
gracia… el Señor Jesús volverá a la tierra en el último día; y Él se manifestará para la redención
completa de su pueblo. Cuando Dios obra en favor de ellos la liberación de la persecución, es como
la vida de entre los muertos. Cuando su evangelio se predica, muchos de los que duermen en el
polvo, judíos y gentiles, serán despertados de su paganismo o judaísmo. Y al final, despertará la
multitud que duerme en el polvo; muchos serán levantados para vida eterna y muchos para
vergüenza.
Hay gloria reservada para todos los santos en el estado futuro, para todos los que son sabios,
sabios para sus almas y para la eternidad.
Matthew Henry, Mathew Henry Bible Commentary, Daniel 12: 1-4
Vuelve a aparecer Miguel comandado a los ángeles leales en la lucha cósmica contra Satanás y sus
ángeles. La gran mayoría de los estudiosos y comentaristas de diversas denominaciones concuerdan en
que se trata de Jesús, cosa que evidentemente constituye también la conclusión de la teología adventista
sobre la Divinidad, un tema que hemos tratado con anterioridad el estudio sobre “El origen del pecado”...
Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón;
y luchaban el dragón y sus ángeles;
Apocalipsis 12: 7
Las partes eran Cristo, el gran Ángel del pacto, y sus fieles seguidores; y Satanás y sus
instrumentos. La fuerza de la iglesia está en tener al Señor Jesús como Capitán de la salvación de
ellos.
Matthew Henry, Mathew Henry Bible Commentary, Apocalipsis 12: 7-11
Es interesante notar que cuando Pablo habla de la resurrección de los santos, en ocasión de la
segunda venida de Cristo, dice que “el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel” ordenará a
los santos que vuelvan a la vida. Ya dijimos que arcángel significa el más grande los ángeles o mensajeros.
Jesús viene por segunda vez y en nombre de toda la Divinidad llama, con voz atronadora, a la vida a los
que durmieron en Él.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
1 Tesalonicenses 4: 16
Cuando Jesús habla de este acontecimiento dice que quien llama a los santos que descansan en
los sepulcros es el Hijo del Hombre, es decir Cristo. Por lo tanto, si comparamos las declaraciones de Jesús
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí
mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis
de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que
hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación.
Juan 5: 26-29
La segunda vez que se menciona al arcángel es para referirse a Miguel cuando disputa con el diablo
en ocasión de la resurrección de Moisés. Un análisis comparativo de los versículos que hemos citado en
este acápite deja claro que Miguel, llamado Arcángel, y Jesús que viene con “voz de arcángel” para llamar
a los suyos a la vida es la misma persona, la Segunda Persona de la Deidad, Dios el Hijo.
Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de
Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
Judas 1: 9
Moisés pasó por la muerte, pero Miguel bajó y le dio vida antes que su cuerpo viese la
corrupción. Satanás trató de retener ese cuerpo, reclamándolo como suyo; pero Miguel resucitó a
Moisés y lo llevó al cielo, Satanás protestó acerbamente contra Dios, llamándolo injusto por permitir
que se le arrancase su presa; pero Cristo no reprendió a su
adversario, aunque era por la tentación de éste como el siervo de
Dios había caído. Le remitió a su Padre diciendo: “Jehová te
reprenda”.
Ellen G. White, Primeros Escritos, 164
De paso mencionar, que de acuerdo a esto el arcángel es una categoría de ángel (en el sentido de
los seres espirituales creados por Dios) que correspondería a una más elevada posición, como un jefe o
comandante de los ángeles, categoría que menciona el Espíritu de Profecía. No significa esto, como
algunas teologías suponen, entre ellas la católica que nos habla también del Arcángel Gabriel, al que brinda
(contrariamente a lo que señala la Palabra de Dios) adoración.
Los ángeles y los arcángeles se maravillan de este gran plan de redención; admiran y aman
al Padre y al Hijo cuando contemplan la misericordia y el amor de Dios; no hay ninguna manifestación
de envidia cuando se presenta este nuevo templo, renovado a la imagen de Cristo, y en toda su
belleza, para permanecer alrededor del trono de Dios.
Ellen G. White, Hijos e hijas de Dios, 297
Aquella multitud triunfante, con cantos de victoria, coronas y arpas, ha pasado por el horno
ígneo de la aflicción terrena cuando aquél estaba caldeado y ardía intensamente. Vienen de la
miseria, del hambre y la tortura, de la abnegación profunda y los amargos desengaños. Miradlos
ahora como vencedores, no ya pobres, ni apenados, ni afligidos y odiados de todos por causa de
Escuchad sus voces cuando cantan potentes hosannas mientras agitan las palmas de la
victoria. Una música hermosa llena el cielo cuando sus voces entonan estas palabras: “Digno, digno
es el Cordero que fue inmolado y resucitó para siempre. Salvación a nuestro Dios que está sentado
en el trono, y al Cordero”. Y la hueste angélica, ángeles y arcángeles, querubines cubridores y
gloriosos serafines repiten el estribillo de aquel canto gozoso y triunfal diciendo: “Amén. La bendición
y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro
Dios por los siglos de los siglos”.
Ellen G. White, En los lugares celestiales, 373
Espero el tema le haya ayudado a tener claros los conceptos claves mencionados, en especial en
cuanto a las manifestaciones gloriosas de Dios el Hijo, en la historia de nuestra salvación.
Dios le bendiga.