Infección Urinaria
Infección Urinaria
Infección Urinaria
CONCEPTO
Condición en la que las bacterias se establecen y multiplican en cualquier sector del tracto urinario, desde la fascia perirrenal
hasta el meato uretral.
Para su confirmación se requiere la demostración de bacteriuria.
o Para que sea significativa, la bacteriuria debe ser de 10 5 unidades formadoras de colonias (UFC) por mililitro.
Todo crecimiento bacteriano que se asocie con leucocituria (más de 5 leucocitos por campo de 400x) en orina recién emitida,
asegura la presencia de IU.
En mujeres con síntomas urinarios bajos (disuria, polaquiuria, tenesmo vesical) el desarrollo de 102 UFC (en el hombre 103)
por mL de orina con leucocituria es suficiente para el diagnóstico, esto también se considera así en presencia de estafilococo
saprofítico.
En el período neonatal, la IU es más frecuente en los varones, mientras que en la infancia y adultez predomina en
las mujeres.
ETIOPATOGENIA Y FISIOPATOLOGÍA
Los principales factores determinantes de la IU son:
o Virulencia del microorganismo: presencia de fimbrias y cepas virulentas resistentes a manosa.
o Magnitud del inóculo.
o Alteraciones de la defensa del huésped.
En dos situaciones puede haber IU crónicas: reflujo vesicoureteral y obstrucción urinaria a cualquier nivel.
En mujeres jóvenes los factores patogénicos predisponentes son:
o Uretra corta;
o Relaciones sexuales;
o Uso de espermicidas y diafragma;
o Vaciado incompleto de la vejiga;
o Deficiencia de estrógenos en la menopausia.
VÍAS DE INFECCIÓN
La mayoría se adquieren vía ascendente, después de que las bacterias colonizaron ano, uretra distal o vagina e invaden uretra
proximal y vejiga. Pueden alcanzar el parénquima renal y colonizarlos (pielonefritis).
La vía hematógena se da en bacteriemias por gérmenes como Staphyloccocus aureus o en fungemia por Candida.
MICROORGANISMOS CAUSALES
El 90% se deben a enterobacterias, entre las cuales la principal es la Escherichia coli.
o Un 5-10% están causadas por Proteus mirabilis (es el germén comúnmente más hallado en hombres jóvenes con
patologías condicionantes).
o Otros gérmenes responsables son Klebsiella, Enterobacter y Pseudomonas.
La colonización del introito vaginal y del área periuretral por Staphyloccocus epidermidis, Lactobacillus spp, Corynebacterium
y Streptoccocus viridans puede predisponer a IU en la mujer adolescente y adulta joven.
En mujeres posmenopáusicas, el germen predominante es Bacteroides sp.
En pacientes hospitalizados o inmunocomprometidos Citrobacter, Serratia, Providencia y Gardenella vaginalis,
Haemophylus, Acinetobacter y Branhamella.
CLASIFICACIÓN
Según su localización
1. INFECCIÓN URINARIA BAJA (CISTITIS Y/O URETRITIS)
o disuria (ardor al emitir el chorro),
o polaquiuria (aumento de la frecuencia del número de micciones y todas ellas con escasa cantidad de diuresis),
o tenesmo vesical (necesidad de continuar orinando una vez terminada la micción),
o molestia o dolor suprapúbico, urgencia miccional, incontinencia y hematuria.
Según su recurrencia
La infección recurrente es problemática para el tratamiento y debe ser considerada prácticamente como una enfermedad
crónica. Existen dos tipos:
Recaída:
- es la IU con el mismo microorganismo que aparece hasta tres semanas después de completar el tratamiento y
significa falla para erradicar la infección.
- Se asocia con patología renal cicatrizal, litiasis, quistes, prostatitis, nefritis intersticial crónica e inmunocompromiso.
Reinfección:
- es el 80% de los casos. Es la IU por otro germen después de 7 o 10 días de haber sido erradicado el anterior.
DIAGNÓSTICO
Es básicamente clínico.
El análisis de orina con sedimento urinario inflamatorio expresado por leucocituria (>5 por campo), piocituria y bacteriuria (1
a 10 bacterias por campo de 400X) y presencia de cilindros leucocitarios certifica el diagnóstico de IU alta.
El urocultivo permite la confirmación diagnóstica, y en este se recomienda utilizar el chorro medio de la primera orina de la
mañana.
En IU complicadas o recurrentes se requiere la realización de estudios por imágenes, como ecografía renal, para descartar
factores predisponentes. En los niños es obligatoria la realización de cistouretrografía para evaluar la presencia de reflujo
vesicoureteral.
PREVENCIÓN
En mujeres principalmente, estimular la micción inmediata poscoito, la ingestión abundante de líquidos, evitar la retención
urinaria por períodos prolongados y desaconsejar el uso de diafragma y espermicidas. En mujeres menopáusicas están
indicados los estrógenos.