Esquemas de Financiamiento
Esquemas de Financiamiento
Esquemas de Financiamiento
El crédito es un acto a través del cual una persona (acreedor) confía dinero a otra persona (llamada deudor)
por un periodo determinado. Una vez trascurrido el plazo, la persona que recibió el dinero se lo devuelve al
acreedor. Usualmente los créditos no son gratuitos, por lo que el deudor, al momento de devolverle el dinero
al acreedor o antes, debe agregar un pago adicional o premio al cual se le denomina “interés” y se expresa o
se da a conocer a través de la tasa de interés.
Una de las principales actividades de los bancos es proporcionar créditos a sus clientes, principalmente
personas y empresas. Los créditos también se conocen como “préstamos” o “financiamientos” en el lenguaje
bancario.
Las personas (deudores) pueden utilizar el dinero obtenido a través de los créditos según sus necesidades, ya
sea para la adquisición de bienes de consumo o para invertirlo. También existen los créditos que se otorgan a
las empresas, para que éstas inviertan en bienes intermedios o de capital a fin de mejorar sus procesos de
producción y aumentar su producción.
Los bancos ofrecen distintos tipos de crédito para ajustarse a las necesidades de los clientes. Estos créditos
se orientan al consumo y a las actividades productivas. Los bancos ofrecen crédito a los hogares a través
de tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, créditos para la adquisición de bienes de consumo duradero
y créditos automotrices. En tanto, las empresas solicitan créditos pyme, microcréditos, de habilitación y
avío, refaccionarios, quirografarios, prendarios, e interbancarios y refaccionarios, entre otros.
El deudor puede pagar el crédito a plazos previamente establecidos o bien puede hacer un solo pago al final
del periodo por el total del crédito, adicionando el interés que se haya pactado entre el deudor y el acreedor.
Por lo general, una vez que se utiliza el crédito no se puede volver a disponer del dinero aunque el deudor ya
lo haya pagado. La excepción a esta regla son los créditos revolventes o renovables, como los que se otorgan
mediante tarjetas de crédito, en los que el tarjetahabiente puede volver a hacer uso de la parte de la línea de
crédito utilizada una vez que la haya liquidado. En algunos casos los bancos piden a los deudores que
otorguen garantías por el dinero que están recibiendo en préstamo. Estas garantías pueden constituirse a
través de hipotecas, prendas o fideicomisos.
Si un deudor no paga el dinero que se le prestó en el plazo establecido vulnera la confianza que el banco le
otorgó y posiblemente éste dejará de prestarle dinero. Existen empresas cuyo propósito es llevar un historial
del pago de los créditos, a través del cual se sabe qué personas han cumplido con sus obligaciones de pagar
y quiénes han dejado de hacerlo. A estas empresas se les denomina Burós de Crédito.
Los bancos deben ser muy cuidadosos al momento de otorgar créditos porque al hacerlo utilizan el dinero que
las personas han depositado en sus cuentas bancarias. Es por ello que deben realizar un buen análisis de la
calidad crediticia de los deudores utilizando los datos de los historiales de crédito de las personas,
proporcionados por los Burós de Crédito. En caso de que un banco tenga problemas de liquidez o solvencia
por incumplimiento de pago de los créditos por parte de los deudores, la ley establece mecanismos para
prevenir la insolvencia y eventual quiebra de los bancos a través del Instituto para la Protección al Ahorro
Bancario (IPAB).
4.2.2. Recomendaciones al contratar un crédito
i. Entender que quien firma un contrato de crédito asume en ese instante obligaciones de pago.
ii. Leer y entender el contrato de crédito antes de fírmalo. Preguntar si no entiende el significado de algún
término legal o financiero.
iii. Firmar cada hoja del contrato para así evitar que las puedan cambiar. Una vez firmado el contrato exigir
una copia de éste ya que es obligación legal del acreedor entregarla.
iv. Evaluar el plazo del crédito más adecuado. Un crédito a corto plazo normalmente implica pagos más
elevados y uno a largo plazo implica pagos más pequeños pero por un tiempo mayor.
v. Comparar entre las diversas opciones de crédito que ofrece un banco y también comparar los créditos que
ofrecen distintos bancos, para verificar cuál de ellos ofrece los términos más baratos y más convenientes para
las necesidades de cada persona.
vi. Verificar cuidadosamente la tasa de interés que se va a contratar, así como las comisiones que se tengan
que pagar. En particular, comparar el Costo Anual Total (CAT) que deben proporcionar las distintas
instituciones que otorgan créditos.
vii. Verificar las fechas límite de pago para no incurrir en falta de pago o mora.
viii. Revisar los estados de cuenta para verificar que se hayan contabilizado en forma correcta todos los pagos
y que no se está realizando algún cargo que no corresponda. En caso de notar alguna anomalía, reportarla de
inmediato a la institución que otorgó el crédito. Conservar todos los comprobantes de pago del crédito.
4.2.3. Conceptos relacionados con el crédito que hay que tomar en cuenta
4.2.3.1. Tasa de interés
Conocida también como costo del dinero. Cualquier persona puede preguntarse: “¿Cuánto me cuesta pedir
prestado dinero?”, “¿Cuánto ingreso puedo obtener al prestar mi dinero?” Una buena guía es la tasa de
interés. La tasa de interés es lo que se paga al pedir prestado dinero y es lo que se cobra al prestar dinero.
Para una persona que pide prestado dinero a un banco, la tasa de interés será el costo principal de ese
préstamo.
La tasa de interés se expresa como porcentaje en un periodo determinado. Si el banco ofrece una tasa del
10% anual por otorgar dinero en préstamo, querrá decir que la persona que recibió ese préstamo deberá
pagar la suma de dinero que el banco le prestó más el equivalente a un 10% del dinero prestado por cada año
transcurrido del préstamo. En otras palabras, si la persona recibió 1,000 pesos en préstamo por un año,
entonces tendrá que pagar esos 1,000 pesos más 100 pesos de intereses, ya que la tasa de interés es del
10% anual.
Continuando con el ejemplo anterior, si los 1,000 pesos que le prestaron a la persona fueron a un plazo de
dos años, entonces el primer año la persona tendrá que pagar 100 pesos de intereses y el segundo año
tendrá que pagar otros 100 pesos de intereses. Al final del periodo de dos años, esa persona habrá pagado
los 1,000 pesos que le prestaron más 200 pesos de intereses por los dos años que duró el préstamo. De
manera similar, si el préstamo fue por seis meses, entonces la persona tendrá que devolver al vencimiento de
dicho plazo los 1,000 pesos que recibió en préstamo más la cantidad de 50 pesos por los intereses que ese
préstamo generó, a la tasa anual del 10%, durante los seis meses que duró el préstamo.
Aunque el ejemplo señalado en el párrafo anterior es muy sencillo, el cálculo de intereses no lo es tanto.
Cualquier persona que pida un préstamo tiene que tener mucho cuidado con los intereses que le vayan a
cobrar. Por ejemplo, la tasa de interés puede no estar expresada en términos anuales sino mensuales o
semanales o hasta diarios. Por ejemplo, si una persona recibe 1,000 pesos a una tasa de interés mensual del
10%, entonces esa persona tendrá que pagar por el préstamo la cantidad de $100 pesos ¡cada mes! Si la
tasa de interés es diaria entonces tendrá que pagar $100 pesos en forma diaria, o sea, ¡cada día! Por eso, se
deberá poner mucha atención a la tasa de interés que se cobra y a su periodicidad (es decir si es una tasa
anual, mensual, semanal o diaria).
Adicionalmente, puede haber préstamos en los que la tasa de interés no pagada puede irse capitalizando. Es
decir, lo intereses no pagados pueden pasar a formar parte del capital. Cuando los intereses se capitalizan el
saldo deudor crece geométricamente con el paso del tiempo si el deudor no los liquida por completo antes de
que concluya el plazo para hacerlo.
Un préstamo puede tener distintos tipos de tasas de interés. Por ejemplo, el préstamo tiene la tasa de interés
ordinaria, la cual es la que se cobra por el solo hecho de que se está prestando dinero. El crédito puede
también tener una tasa de interés moratoria que es la tasa de interés que el banco cobra en caso de que no
se pague una mensualidad o el crédito a tiempo.
Puede darse el caso de que los intereses se cobren por anticipado; es decir, que se cobren al inicio de cada
periodo de pago y no al final del plazo. En México, la regulación prohíbe el cobro de intereses por anticipado,
ya que la Ley establece que sólo se puede cobrar intereses por periodos de tiempo que ya hayan transcurrido.
4.2.3.1.1. Ventajas y desventajas entre tasas fijas y variables
Quien solicita un crédito tiene la opción de contratarlo con una tasa de interés fija o una tasa de interés
variable o bien una combinación de ambas. Por ejemplo, al inicio del crédito puede cargarse una tasa fija y
después de unos años la tasa puede convertirse en variable. ¿Cuál es la mejor opción? La decisión
dependerá de las necesidades de financiamiento, del monto del crédito, del plazo del crédito y de los ingresos
presentes y futuros del solicitante del crédito. Entre las ventajas y desventajas de una tasa y otra están las
siguientes:
i. La principal ventaja de la tasa de interés fija es conocerla de antemano y tener la certeza de que se
mantendrá constante a lo largo de la vida del crédito, por lo que lo más probable es que los pagos también
sean por una cantidad fija. Es decir, los pagos no se incrementarán durante el plazo del crédito. Por el otro
lado, una tasa de interés variable puede estar sujeta a que si las tasas de interés en el mercado suben,
también suba la tasa de interés del crédito, por lo que lo más probable es que los pagos mensuales o
periódicos también suban.
ii. La principal ventaja de la tasa de interés variable es que si las tasas de interés en el mercado bajan, a tasa
de interés del crédito también lo hará, por lo que los pagos mensuales o periódicos podrían bajar. Por otro
lado, contratar un crédito a una tasa fija que sea alta podría ocasionar que en algún momento durante la vida
del crédito el deudor pague una tasa de interés elevada en comparación con la que podría obtener si
obtuviera un nuevo crédito; aunque en este caso tendría la opción de contratar ese nuevo crédito a una tasa
de interés menor y con ese dinero pagar y cancelar el primer crédito.
4.2.3.2. Monto del crédito
El monto se refiere a la cantidad de dinero a prestar. Tener en cuenta que la cantidad a pagar es mayor que el
monto del crédito principalmente por el pago de los intereses. En las tarjetas de crédito, el monto se denomina
línea de crédito, es decir, el monto máximo de dinero que el banco está dispuesto a prestar al tarjetahabiente
a través del uso de la tarjeta.
4.2.3.3. Denominación del crédito
Los créditos que se otorgan en México, por lo general, se denominan en pesos ya que esa es la moneda de
curso legal en el país. Sin embargo, puede haber ocasiones en que se otorguen créditos en una moneda
diferente, como el dólar estadounidense. Estos últimos créditos se otorgan a empresas que por sus
actividades reciben ingresos en dicha moneda, por ejemplo, empresas exportadoras de bienes o servicios.
Normalmente, un crédito que se otorga en dólares debe ser pagado en esa misma moneda, aunque existen
excepciones.
4.2.3.4. Comisiones
Las comisiones son cobros distintos a las tasas de interés que carga el banco por el crédito que está
otorgando las cuales tienen el propósito de cubrir los costos directos y los gastos administrativos relacionados
con el crédito. Estas comisiones pueden generarse por la apertura del crédito, la disposición del crédito,
los pagos anticipados o los realizados fuera de tiempo, entre otros conceptos. Para evitar abusos, el Banco de
México ha emitido diversas circulares mediante las cuales obliga a los bancos y demás entidades financieras
a informar a los clientes sobre el monto y las comisiones que cobran por los créditos, así como sobre los
demás servicios que ofrecen al público antes de que se contrate el crédito o el servicio.
4.2.3.5. Vencimiento anticipado
Algunos contratos de crédito tienen contemplado que en caso de existir incumplimiento de algún pago o que
éste se haya hecho fuera de tiempo, el crédito otorgado vencerá en forma anticipada. Esto quiere decir que si
un crédito tiene un determinado plazo de vida (por ejemplo 24 meses) puede terminar antes de que venza ese
plazo en caso de que el deudor deje de realizar un pago o lo haya hecho fuera de tiempo. En estos casos, el
banco podrá cobrar lo que falta de pagar del crédito antes de lo previsto.
4.2.3.6. Pagos anticipados
Los pagos anticipados son los pagos que realiza el deudor en adición a los pagos mensuales periódicos
previstos. Es decir, además de los pagos que el deudor realiza en forma periódica, éste puede hacer otros
pagos que no está obligado a realizar y que, por lo general, se abonan al capital que todavía falta por pagar.
Estos pagos anticipados pueden tener dos efectos distintos sobre los pagos restantes del crédito. Uno es que
disminuya el monto de los pagos mensuales, si se mantiene el plazo del crédito; el otro es que disminuya el
plazo del crédito, si los pagos mensuales se mantienen iguales. Se debe tener cuidado con los pagos
anticipados porque algunas veces los bancos cobran comisiones por efectuar dichos pagos. Para mayor
información sobre pagos anticipados véase la Circular 16/2007 del Banco de México.
4.2.3.7. Diferencias entre crédito revolvente y a plazo
i. En el crédito a plazo el deudor no puede volver a usar el monto del crédito una vez que se haya pagado o
vencido el plazo. Para volver a utilizarlo tendría que nuevamente solicitar el crédito. En los créditos
revolventes, el deudor puede volver a disponer de la parte de la línea de crédito utilizada después de que la
haya liquidado.
ii. En el crédito a plazo los pagos periódicos por lo general son por una cantidad fija que incluye capital e
intereses. Los pagos periódicos de los créditos revolventes no son por la misma cantidad cada periodo ya que
el monto de pago cambia según los abonos y cargos que se hayan hecho a la línea de crédito.
iii. En los créditos a plazo, éste es fijo y, por lo general, no se puede cambiar a menos de que el crédito se
reestructure para cambiar dicho plazo. Los créditos revolventes no tienen un plazo fijado.
iv. En los créditos a plazo por lo general se cobra una comisión por los pagos anticipados adicionales a los
pagos periódicos que el deudor esté obligado a realizar. En los créditos revolventes no se realiza dicho cargo
y, además, se recomienda pagar el total del monto del crédito utilizado para no generar intereses en el
siguiente periodo.
4.2.3.8. Tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito son tarjetas de plástico que sirven como medio de disposición de una línea de crédito
reutilizable o “revolvente” otorgada por un banco para la adquisición de bienes y servicios.
Las tarjetas se expiden al amparo de un contrato celebrado entre el titular de la tarjeta, llamado
tarjetahabiente, y la institución emisora de la tarjeta. Por medio de este contrato, la institución emisora de la
tarjeta otorga una línea de crédito al tarjetahabiente por un monto determinado que se conoce como límite de
crédito.
Al utilizar la tarjeta para pagar a proveedores de bienes o servicios el cliente firma un pagaré (voucher) en
donde se establece la cantidad total de la compra que realiza el tarjetahabiente. Una vez realizado el cargo a
la tarjeta por el monto de la compra, el proveedor le entrega copia de este pagaré al cliente. Posteriormente,
el proveedor le entrega el pagaré original al banco emisor de la tarjeta para que este último le pague al
proveedor los bienes y servicios que el tarjetahabiente adquirió con la tarjeta.
También pueden realizarse retiros de efectivo en cajeros automáticos con la tarjeta de crédito, los cuales
equivalen a una forma de disposición de la línea de crédito, a cambio del pago de una comisión. Se dice que
el crédito de las tarjetas es reutilizable o “revolvente” porque la parte utilizada de la línea de crédito puede
renovarse automáticamente en cuanto el tarjetahabiente la liquide.
Al final de cada periodo de pago, el tarjetahabiente cumplido tiene tres opciones: pagar el mínimo establecido
en el estado de cuenta de la tarjeta; pagar una cantidad superior a dicho mínimo, pero inferior al total de su
deuda; y pagar el total de su deuda. En caso de que pague el total de la deuda antes o en la fecha límite de
pago, el tarjetahabiente no pagará interés alguno por el uso de la tarjeta. Esta situación no ocurre en los dos
primeros casos ya que el cliente debe pagar intereses por el monto del crédito utilizado no pagado.
Los créditos de las tarjetas son muy flexibles ya que pueden utilizarse cuando el tarjetahabiente lo desee. Sin
embargo, generalmente son más caros debido en parte a que los tarjetahabientes no cuentan con garantías
que respalden los créditos otorgados.
Entre los distintos tipos de tarjetas de crédito que existen están las de uso internacional o las que solamente
pueden utilizarse en territorio mexicano, así como las que son de uso general o las que únicamente pueden
utilizarse en determinados establecimientos, como las tiendas departamentales. A menudo, a las tarjetas del
titular pueden agregarse tarjetas adicionales para ser utilizadas por terceras personas que éste autorice. Los
cargos que se hagan a estas tarjetas aparecen en el estado de cuenta del titular.
Las instituciones de banca múltiple y las sociedades financieras de objeto limitado, así como las sociedades
financieras de objeto múltiple reguladas son las únicas entidades que pueden emitir tarjetas de crédito. Las
tarjetas de crédito están reguladas por las Reglas de Tarjetas de Crédito publicadas por el Banco de México.
4.2.3.8.1. Conceptos relacionados con tarjeta de crédito
4.2.3.8.1.1. Fecha de corte
Es el día del mes que se “cierra” la cuenta de la tarjeta, es decir, el día en que se suman todas las compras
hechas por el cliente con cargo a la tarjeta, así como las comisiones e intereses cargados durante el periodo y
se restan todos los pagos que el cliente haya hecho para pagar parte o todo el crédito utilizado en ese
periodo. El resultado de esta suma y resta de conceptos da el saldo total de la tarjeta del mes o del periodo
que corresponda. Con base en este saldo total el banco emisor de la tarjeta establece el pago total, el pago
mínimo y el pago para no generar intereses.
4.2.3.8.1.2. Fecha límite de pago
Es la fecha o día del mes en que el tarjetahabiente debe realizar el pago mínimo, el pago total o el pago para
no generar intereses. Los pagos realizados a la tarjeta de crédito en ocasiones no se contabilizan el mismo
día en que se realizan según el medio de pago utilizado. Algunos de los pagos realizados podrían tardar hasta
dos días hábiles en hacerse efectivos. Puede darse el caso de que el banco cargue intereses moratorios por
un pago que se hizo efectivo fuera de tiempo, aunque el pago se haya realizado antes de la fecha límite de
pago. Por eso se recomienda pagar siempre las tarjetas de crédito antes de la fecha límite de pago. Para más
información, ver la Circular 22/2008 en materia de acreditación de pagos que emitió Banco de México.
4.2.3.8.1.3. Pago mínimo
Es la cantidad que se establece en el estado de cuenta de la tarjeta de crédito y que corresponde a la
cantidad mínima que el tarjetahabiente debe pagar, cada mes o cada periodo de pago, para que se considere
el pago hecho a tiempo y el crédito quede al corriente.
El tarjetahabiente debe tener en cuenta que al abonar sólo el pago mínimo tendrá que pagar intereses en el
próximo periodo por la parte del crédito no liquidada. Por eso se recomienda que, en la medida en que cuente
con recursos, pague una cantidad mayor al pago mínimo para ahorrarse intereses y liquidar la totalidad del
crédito en un plazo menor.
4.2.3.8.1.5. Pago para no generar intereses
Es la cantidad de dinero señalada en el estado de cuenta que tiene que pagar el tarjetahabiente en una
mensualidad o periodo de pago para evitar generar intereses en el siguiente mes o periodo de pago. Esta
cantidad es igual o menor a la deuda total de la tarjeta de crédito dependiendo de sus términos y condiciones
de uso. Por ejemplo, el pago para no generar intereses normalmente sería igual a la deuda total si el
tarjetahabiente no ha realizado compras a plazos sin intereses. Si por el contrario, el cliente ha realizado
compras a plazos sin intereses el pago para no generar intereses sería menor a la deuda total.
4.2.3.8.1.6. Domiciliación
Es un servicio de pago periódico a un proveedor de bienes o servicios que realiza el banco a nombre de su
cuentahabiente. A través de este servicio, el banco carga de manera automática a la cuenta del individuo los
pagos de servicios como la luz, el teléfono, la colegiatura de la escuela, amortizaciones de créditos, etc. Así,
el cliente no tiene que preocuparse cada mes por pagar estos servicios, ya que el banco lo hace por él, y sólo
debe garantizar que haya recursos suficientes en su cuenta.
De particular interés de los usuarios de tarjeta de crédito es que las emisoras deben permitir la domiciliación
del pago de tarjetas de crédito a una cuenta de depósito de otros bancos.
4.2.3.8.1.7. Intento de sobregiro
Ocurre cuando el tarjetahabiente al hacer una compra o pretender disponer de recursos con su tarjeta, se
encuentra que la transacción es por un monto superior al que tiene disponible en su línea de crédito o en su
cuenta de depósito. Anteriormente algunos bancos cobraban una comisión cuando rechazaban operaciones
por exceder el límite de los recursos disponibles. Con el propósito de fomentar el uso de las tarjetas, y
considerando que el cobro de comisiones por este concepto no tiene justificación, Banco de México prohibió
que los bancos cobren alguna comisión en caso de que sus tarjetahabientes se encuentren en este supuesto.
Para mayor información se recomienda ver la disposición que establece prohibiciones y límites al cobro de
comisiones, Circular 22/2010 emitida por Banco de México.
4.2.3.8.2. ¿Qué significa el logotipo de una marca global que aparece en una tarjeta crédito?
Las operaciones que se realizan con cualquier tarjeta de crédito se llevan a cabo a través de una red
(network) de pagos electrónicos operada por empresas globales. Las tarjetas de crédito incluyen el logotipo
de dicha empresa. Cada vez que se utiliza una tarjeta de crédito, la compra que se está realizando pasa por
un sistema de pagos electrónico que maneja esta empresa y que conecta a los consumidores, negocios y
bancos en más de 200 países. Lo anterior permite que se realice una compra en forma electrónica en lugar de
utilizar efectivo o cheques. Las redes operadas por las empresas globales más grandes son capaces de llevar
a cabo hasta 20,000 transacciones electrónicas por segundo alrededor del mundo. El uso de estas redes
incluye protección contra fraude y la garantía de pago a los establecimientos mercantiles, lo cual da
seguridad, conveniencia y confiabilidad.
4.2.3.9. Tarjeta de crédito básica
Los bancos que otorgan tarjetas de crédito están obligados por ley a ofrecer un producto denominado tarjeta
de crédito básica. Esta tarjeta puede utilizarse para la adquisición de bienes o servicios pero no para retirar
dinero en efectivo en los cajeros automáticos. Estas tarjetas están exentas de comisiones por anualidad o
cualquier otro concepto. Su límite de crédito es de hasta doscientos días de salario mínimo vigente en el
Distrito Federal y las instituciones no están obligadas a incorporar atributos adicionales a esta tarjeta.
Todos los bancos que ofrecen tarjetas de crédito, sin excepción, deben ofrecer la tarjeta básica.
Las tarjetas de crédito básicas están reguladas por el artículo 48 Bis 2 de la Ley de Instituciones de Crédito y
por las Reglas de Tarjetas de Crédito publicadas por Banco de México.
4.2.3.10. Crédito ABCD
Los créditos ABCD son créditos para la adquisición de bienes de consumo duradero, de ahí sus siglas. Estos
créditos se otorgan para que las personas adquieran bienes muebles que normalmente se consumen por
varios años, como los enseres domésticos, los aparatos electrodomésticos (refrigeradores, hornos de
microondas, etc.) y las computadoras, entre muchos otros. Los bienes muebles son aquellos que pueden
desplazarse por sí mismos o por la acción de cualquier persona, y se diferencian de los bienes inmuebles,
que no son susceptibles de desplazarse.
4.2.3.11. Crédito hipotecario
Son préstamos de dinero otorgados para la adquisición de bienes inmuebles, los cuales se dejan en garantía
a favor de la institución que otorgó el préstamo. Los bienes inmuebles son aquellos que no pueden
desplazarse por sí mismos ni por la acción de alguna persona, como es el caso de los terrenos, las casas, los
departamentos, etc. Por lo general los créditos hipotecarios tienen un plazo entre 10 y 30 años, periodo en el
cual el cliente tiene que realizar pagos mensuales. Estos créditos pueden tener una tasa de interés fija o
variable. En los pagos mensuales que el cliente (deudor) realiza se cubre parte del capital prestado así como
los intereses del periodo.
Las garantías que el deudor otorga se establecen en forma de hipoteca. Este gravamen o hipoteca es un
derecho de la institución que otorgó el crédito (acreedor) y que le da el poder de disponer del bien dejado en
garantía en caso de que el cliente no pague el crédito. La hipoteca está regulada por los artículos 2893 al
2943 del Código Civil para el Distrito Federal.
Los créditos hipotecarios más comunes son para la adquisición de vivienda. Entre ellos se encuentran los que
se otorgan a personas de bajos recursos para la adquisición de viviendas de interés social.
4.2.3.12. Crédito automotriz
Son préstamos a través de los cuales los bancos entregan a los clientes una cantidad de dinero para la
adquisición de automóviles. Este es un tipo de crédito prendario. Por lo general, el bien que se deja en prenda
es el automóvil que se adquiere con el crédito. El deudor está obligado a adquirir el vehículo con el crédito, a
devolver la cantidad (principal) que se le prestó, así como a pagar los intereses que se hayan pactado.
En algunas ocasiones los bancos otorgan estos préstamos directamente a las empresas distribuidoras de
automóviles para que éstas sean las que otorguen a su vez el crédito a los clientes para la compra de los
vehículos.
4.2.3.13. Crédito prendario
En estos créditos el deudor deja un bien mueble (denominado prenda) para garantizar el pago del crédito.
4.2.3.14. Crédito pyme
Son préstamos de dinero que los bancos otorgan a las pequeñas y medianas empresas (pymes) para que
éstas puedan invertir en sus instalaciones o procesos de producción, como la adquisición de bienes
intermedios o de capital. Estos créditos pueden garantizarse con el bien inmueble donde esté ubicada la
empresa, la maquinaria y demás bienes muebles de la pyme, o bien, con los bienes que se produzcan. La
empresa tiene la obligación de devolver la cantidad (principal) de dinero que se le prestó, así como pagar los
intereses, comisiones y, en su caso, gastos de administración a que se haya obligado.
4.2.3.15. Microcrédito
Son préstamos de pequeñas sumas de dinero que los bancos otorgan a productores de bajos recursos o a
empresas pequeñas.
4.2.3.16. Crédito de nómina
Los créditos de nómina son créditos que el banco otorga a los trabajadores cuyo salario es abonado por su
empleador a una cuenta de nómina en el mismo banco a nombre del trabajador. El banco ofrece estos
créditos ante la certeza de que el trabajador va a tener el dinero suficiente para pagar el crédito, ya que recibe
periódicamente el salario del trabajador para ser abonado a la cuenta de este último. Cada vez que es
necesario hacer un pago el mismo banco hace el cargo respectivo a la cuenta del trabajador, sin la necesidad
de que el trabajador acuda a la ventanilla del banco a realizarlo.
4.2.3.17. Crédito de habilitación o avío
Son créditos otorgados para la industria y utilizados para la adquisición de materiales necesarios para la
fabricación de los bienes que produce la empresa, como materias primas. También son utilizados para el
pago de salarios o para cubrir los gastos directos que tenga que realizar la empresa. Estos créditos quedan
garantizados con las materias primas y los materiales adquiridos con el crédito o con los frutos o bienes
producidos, aun aquellos bienes que se vayan a producir en el futuro.
4.2.3.18. Créditos refaccionarios
Son créditos destinados a la producción agrícola y sirven para la adquisición de instrumentos para labrar la
tierra, la compra de abono para el campo o para la adquisición de ganado, animales de cría, o bien para la
plantación de cultivos, en la apertura de tierras para el cultivo o en la compra o instalación de maquinaria para
el campo, etc. Estos créditos quedan garantizados con la maquinaria o instrumentos adquiridos con el crédito,
así como con los frutos o productos agrícolas que en el futuro se generen en la producción agrícola.
4.2.3.19. Créditos quirografarios
Son aquellos créditos que no tienen una garantía específica, es decir, el deudor no ha dejado algún bien
mueble o inmueble que garantice el crédito ni tampoco existe una tercera persona (fiador o aval) que se
comprometa a pagar el crédito en caso de que el deudor no lo haga. Esto no quiere decir que en caso de
incumplimiento en el pago del crédito, el banco se quede con los brazos cruzados. En tal situación, el banco
acreedor puede reclamar una parte o la totalidad del patrimonio el deudor según el monto que le debe. Esto
es, aunque no haya un bien en garantía, el acreedor puede tratar de recuperar la cantidad dada en préstamo
por la vía judicial, es decir, el banco demanda al deudor ante un juez para que éste embargue los bienes del
deudor y declare su venta a fin de que, con los recursos que se obtengan de dicha venta, el banco acreedor
pueda recuperar el dinero que prestó.
Estos créditos quirografarios, por lo general, son a plazos cortos, menores a tres años. Dichos créditos sirven
para que el deudor tenga dinero para cubrir sus necesidades de liquidez. Se acostumbra que el deudor firme
una serie de pagarés según el número de pagos que tiene que realizar y donde se compromete a realizar
pagos parciales para que vayan cubriendo el total del crédito más los intereses. Estos pagarés era lo que
anteriormente se conocía como “letras”.
4.2.3.20. Garantías
Por un lado, las garantías sirven para asegurar a los bancos el pago de los créditos. Estas garantías protegen
a los bancos contra el riesgo de que los deudores no paguen, ya que le dan mecanismos a los bancos que les
aseguran que van a recuperar el dinero prestado. Las garantías igualmente sirven para que los bancos
confíen en las personas que solicitan créditos ya que, por lo general, son los deudores quienes otorgan las
garantías.
Las garantías pueden otorgarse de diversas maneras. Una de las más comunes es que el deudor dé ciertos
bienes o mercancías de su propiedad en garantía. De esta manera, si el deudor no paga el crédito, el banco
puede vender esos bienes o mercancías dados en garantía por el deudor. Con el producto de la venta de
esos bienes o garantías, el banco puede recuperar el crédito que le otorgó al deudor y que este no le pagó.
Las formas más comunes de garantías son la prenda y la hipoteca. La prenda ocurre cuando el deudor deja
bienes muebles como garantía, es decir, bienes que pueden desplazarse fácilmente ya sea por sí mismos o
por una persona, como serían las joyas o los metales preciosos (oro, plata, bronce, platino, etc.). La hipoteca
se lleva a cabo cuando el deudor deja en garantía bienes inmuebles, es decir, objetos que no se pueden
desplazar del lugar dónde están, como serían terrenos, casas, departamentos, etc.
Otra forma de dejar garantía es cuando un tercero se compromete a pagar la deuda en caso de que el deudor
no pague. Ese tercero puede ser una persona cercana al deudor (padre, madre, hermanos, etc.), una
compañía afianzadora o el Gobierno. Dentro de este tipo de contratos de garantía está la que se denomina
fianza la cual se lleva a cabo cuando una persona distinta del deudor se compromete a pagarle al banco en
caso de que el deudor incumpla con su compromiso de pago.
Existen otras formas de garantía. Una de las formas utilizadas por los bancos son los fideicomisos de garantía
a través de los cuales el deudor transfiere la propiedad de un bien o mercancía a un fideicomiso el cual sirve
como garantía de pago. En caso de que durante la vida del crédito el deudor no cumpla con sus obligaciones
de pago, el banco vende ese bien o mercancía que está en el fideicomiso a un tercero y, con el precio de la
venta, se cubre el monto del crédito que no ha sido pagado por el deudor. En caso de haberse cubierto el
monto de la deuda y de haber un remanente de la venta del bien, éste se le da al deudor. A diferencia de la
hipoteca, en el fideicomiso de garantía no es necesario un juicio ante tribunales para poder ejecutar la
garantía. Es decir, no es necesario seguir un juicio para quitarle al deudor la propiedad del inmueble, ya que
en el fideicomiso el banco tiene la propiedad y, en caso de incumplimiento del deudor, sigue las instrucciones
que se hayan previsto en el contrato de fideicomiso para llevar a cabo el procedimiento de valuación y
ejecución de garantías y la designación de acreedores para posteriormente transmitir la propiedad al acreedor
o a un tercero de los bienes otorgados en garantía. El fideicomiso de garantía está regulado por los artículos
395 al 407 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
http://www.banxico.org.mx/divulgacion/sistema-financiero/sistema-
financiero.html#ElcreditoenMexico
Programa de Financiamiento
para Pequeños Productores
Programa diseñado para fortalecer la economía de los
pequeños productores rurales y contribuir al
mejoramiento del bienestar y la reducción de la
pobreza en la que se encuentra la mayoría de éstos.
Dirigido
Personas Monto
Personas Físicas
¿Tipo de operaciones?
Garantía
Tipo de
Garantías
Operación
Primer Piso
No se cobra comisión.
Solicitud:
Requisitos
https://www.gob.mx/fnd/acciones-y-programas/programa-de-financiamiento-para-pequenos-
productores-79302
Programa de Financiamiento
para Empresas de
Intermediación Financiera
Está dirigido a Empresas de Intermediación Financiera
(EIF) que dispersen créditos a personas físicas o
morales, con actividades agropecuarias, forestales,
pesqueras y demás actividades vinculadas al medio
rural.
Habilitación o Avío a
más de un ciclo o
Línea de período productivo y/o
Cuenta Crédito en Refaccionario y/o Simple
Corriente Cuenta y/o Cuenta Corriente y/o
Corriente Prendario y/o
Microcrédito, y/o
Factoraje.
Monto de Financiamiento
El monto máximo de las líneas de crédito que la FND otorgará a las EIF
es en función del análisis realizado a la solicitud de crédito.
Plazo
Tasa de interés
Comisiones
Garantías
Mitigantes de Riesgo
https://www.gob.mx/fnd/acciones-y-programas/programa-de-financiamiento-para-empresas-de-
intermediacion-financiera-27733
https://es.wikihow.com/crear-un-presupuesto-para-negocios
1.
Familiarízate con los presupuestos. Un presupuesto puede percibirse como una guía
para tu negocio ya que brinda una visión general de lo que gastarás y lo que ganarás
durante un periodo de tiempo futuro. Un presupuesto apropiado incluirá unas
estimaciones instruidas de lo que ganarás (el ingreso) y un plan preciso para lo que
gastarás. Seguirlo satisfactoriamente puede asegurar que tu negocio sea lucrativo y logre
sus objetivos.[1]
Por ejemplo, digamos que tu negocio se planifica para el próximo año. Un presupuesto
esquematizará tus ingresos estimados y luego incluirá un plan para los gastos que son
menores que los ingresos de modo que puedas conseguir una ganancia.
Un presupuesto equilibrado simboliza un ingreso que iguala a los gastos, un superávit se
produce cuando los ingresos exceden a los gastos y un déficit es cuando los gastos
exceden a los ingresos. Al tener un negocio, tu presupuesto siempre debe aspirar a tener
un estado de superávit.
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2
Aprende por qué hacer un presupuesto es esencial. Un presupuesto bien formado es
esencial para el éxito de tu negocio, ya que te permite igualar lo que gastaste con lo que
ganaste. Sin un plan claro de tus gastos, es muy fácil gastar de más los ingresos con el
tiempo, lo que puede conducir a unas pérdidas, unos incrementos en la deuda y el cierre
potencial de tu negocio.
Un presupuesto debe guiar los gastos del negocio. Por ejemplo, si notas a mitad del año
que tu negocio necesita desesperadamente unas mejores computadoras, puedes
consultar tu presupuesto para ver cuánto superávit estimado se generará para el resto del
año. Luego, puedes investigar los costos para estas computadoras y ver si eso recae en
la cifra del superávit y te permite generar una ganancia, o si tienes un ingreso adicional
que permita pedir un préstamo para dichas computadoras.
Un presupuesto también te ayuda a ver si gastas mucho y si necesitas hacer algunas
reducciones a mitad del año.
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Familiarízate con cada componente del presupuesto. Existen tres componentes
básicos en un presupuesto para un negocio según la Administración de Pequeñas
Empresas. Estos son las ventas (también conocidas como ingresos), los costos o gastos
totales y las ganancias.[2]
Ventas: se refiere a la cantidad total de dinero que hace el negocio por medio de todos
servicios o productos que ofrece. Un presupuesto implicará una estimación o un
pronóstico de las ventas futuras.
Costos totales: se refiere a lo que le cuesta generar las ventas a tu negocio. Estos
incluyen los costos fijos (como la renta), los costos variables (como los materiales que se
utilizan para hacer los productos) y los costos semivariables (como los salarios).
Ganancias: se refiere a la cantidad que se obtiene al restar los costos totales a los
ingresos. Debido a que las ganancias son el objetivo del negocio, tu presupuesto debe
incluir los gastos que son tan bajos como para permitirte conseguir una ganancia
adecuada por tu inversión.
Parte 2
Pronosticar la ganancia
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Considera tu posición actual. Si tienes un negocio con algunos años de operación, el
proceso para pronosticar los ingresos implicará examinar los ingresos de los años
anteriores y hacer unos ajustes para el año próximo. Sin embargo, si tienes un negocio
que recién empieza y no cuentas con experiencia, tendrás que estimar las ventas totales,
el precio de los productos y hacer una investigación de mercado para examinar qué
puede esperar ganar un negocio como el tuyo.
Recuerda que los pronósticos del ingreso rara vez son precisos. La intención es brindar la
mejor estimación posible al utilizar el conocimiento que tienes.[3]
Sé siempre conservador. Esto significa asumir que recibirás unos volúmenes de ventas y
una oferta del menor precio del rango posible.
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Realiza una investigación de mercado para determinar el precio de los productos o
servicios. Esto es muy importante para los negocios nuevos. Examina los negocios en tu
región que brinden unos bienes o servicios similares a los de tu negocio. Anota los precios
de los productos o servicios.
Por ejemplo, digamos que abrirás un negocio de terapias. Los terapeutas en tu región
podrían cobrar de $10 a $200 por hora. Compara tus aptitudes, experiencia y ofertas de
servicio con los de tu competencia y estima tu precio. Podrías decidir que $100 es lo
prudente.
Si ofreces varios productos y servicios, asegúrate de investigar también los precios para
estos.
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Estima los volúmenes de ventas. Estos son la cantidad de productos que venderás. Tus
ingresos son iguales al precio de cada bien o servicio multiplicado por la cantidad de
bienes o servicios que des. Por ello, tendrás que estimar cuántos de estos venderás en el
año.[4]
¿Cuentas con algunos clientes o contratos? De ser así, inclúyelos. De esta forma, puedes
asumir que unos referidos de los clientes y la publicidad se sumarán a los volúmenes
durante el año.
Compara tu negocio con los negocios que ya existen. Si tienes unos colegas que tienen
unos negocios, pregúntales cómo eran sus volúmenes al principio. En el caso de un
negocio de terapias, tus colegas podrían decirte que durante su primer año solían atender
a sus clientes por 10 horas a la semana.
Fíjate en lo que impulsará los volúmenes de ventas. Si abrirás un negocio de terapias, tu
reputación, tus referencias y la publicidad atraerán a las personas. Podrías decidir que,
según estos recursos, un nuevo cliente cada dos semanas será lo razonable. Luego,
podrías ahondar y hacer una estimación de que cada cliente pagará por una hora a la
semana y lo hará por un promedio de seis meses.
Recuerda que los pronósticos de ingresos son meramente unas estimaciones.
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Utiliza una información pasada. Esto es esencial si tienes un negocio bien establecido.
Una estrategia efectiva para pronosticar es tomar el ingreso del año anterior y luego
examinar los cambios que sucederán el próximo año.
Fíjate en los precios. ¿Tienes alguna razón para creer que los precios incrementarán o
disminuirán?
Fíjate en el volumen. ¿Muchas más personas comprarán el producto que vendes o el
servicio que brindas? Si tu negocio ha crecido en 2 % al año, puedes asumir que lo mismo
sucederá el siguiente año si no sucede algún cambio significativo. Si planeas hacer una
mayor publicidad, podrías incrementar el crecimiento en 3 %.
Fíjate en el mercado. ¿Tu mercado crece? Por ejemplo, imagínate que administras una
cafetería en un vecindario céntrico. Podrías saber que dicho vecindario crece rápidamente
debido a la mudanza de nuevas personas. Esto podría ser una razón para aumentar el
pronóstico de tu crecimiento.
Parte 3
Crear un presupuesto
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Consigue una plantilla en línea. La mejor manera para comenzar a crear un
presupuesto es consiguiendo una plantilla en línea. Esta contará con toda la información
disponible, y tu trabajo solo constará de llenar los espacios con las estimaciones que has
hecho. Esto evita que tengas que invertir tu tiempo en construir unas hojas de cálculos
complejos.[5]
Busca en línea o pregúntale a un asesor financiero cuál debería ser el margen típico para
un negocio como el que tienes.
Si 10 % es lo típico para tu negocio, los gastos no deberían ser mayores a $90 000 si
sabes que pronosticas $100 000 de ingresos.
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Determina los costos fijos. Estos son los que generalmente siguen siendo los mismos
durante el año e incluyen a la renta, el seguro y los impuestos sobre la renta.
Suma todos estos costos para tener una idea de los costos fijos para el próximo año.
Si tienes una información financiera pasada, utiliza los costos fijos de esta y ajústalos
según los incrementos en la renta, en las cuentas, o los costos nuevos.
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Estima los costos variables. El costo de los materiales en bruto y las existencias para
hacer las ventas es la pieza clave para el costo variable. Por ejemplo, si tienes una
concesión de automóviles, este podría incluir las existencias que compras y vendes cada
año.[6]
Esto podría variar según cuánto vendas, por lo que se le conoce como un costo variable.
Puedes utilizar el pronóstico de ingresos para determinarlo. Por ejemplo, si estimas que
venderás 12 automóviles en el primer año, los costos de las existencias serán el costo de
comprar estos 12 automóviles.
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Estima los costos semivariables. Estos son los gastos que suelen tener un componente
fijo, pero también varían según la actividad. Por ejemplo, los paquetes de telefonía o de
Internet tienen un costo fijo, además de un precio por el uso adicional de estos servicios.
Los salarios también son un ejemplo de este tipo de costos. Podrías haber pronosticado
un salario para un empleado, pero las horas adicionales debidas al trabajo adicional
podrían incrementar este costo.[7]
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Suma los tres tipos de costos y haz unos ajustes. Cuando tengas un total para cada
costo, súmalos. Esto será la base del costo total para el año. Luego, podrás hacerte
algunas preguntas fundamentales.
Referencias
1. ↑ http://www.investopedia.com/terms/b/budget.asp
2. ↑ http://www.inc.com/encyclopedia/businessbudget.html
3. ↑ http://www.entrepreneur.com/article/76418
https://es.wikihow.com/crear-un-presupuesto-para-negocios