Problematica Mundial Segunda Parte

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Contaminación del aire: causas, consecuencias y soluciones

¿Qué es la contaminación del aire?


La contaminación atmosférica consiste en la presencia de materias o formas de energía
en el aire que pueden suponer un riesgo, daño o molestia de diferente gravedad para
los seres vivos. Entre las consecuencias directas de la contaminación atmosférica, se
podría destacar el desarrollo de enfermedades y afecciones en los seres humanos y la
biodiversidad, así como la pérdida de visibilidad en zonas de grandes concentraciones o
la aparición de olores desagradables.

La producción, el desarrollo del transporte y el uso de a partir de la Revolución


Industrial ha disparado los niveles de dióxido de carbono y otros gases contaminantes
en la atmósfera. Esto ha provocado que la contaminación en el aire sea ya un problema
ambiental global.
La niebla gris que engloba las grandes ciudades es la forma más común en la que se
muestra que la contaminación del aire es un problema real siendo ya visible ante
nuestros ojos. El aumento de gases de efecto invernadero está provocando un
calentamiento generalizado de nuestro planeta y el deterioro de la capa de ozono.
Ambos efectos suponen un peligro tanto para la salud de los seres humanos como para
la vida de los ecosistemas que ven alterado su equilibrio ecológico.

La acción humana es la principal culpable de la contaminación atmosférica. La quema


de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, es una de las principales causas
de este problema ambiental que pone en peligro no solo a nuestra naturaleza sino a
nuestra propia salud.

¿Qué tipos de sustancias producen la contaminación del aire?


La contaminación atmosférica se presenta en diferentes sustancias que se derivan
fundamentalmente de cinco focos de actividades humanas: la industria, la agricultura,
los residuos, los hogares y el transporte. Una concentración elevada de gases de efecto
invernadero es altamente nocivo para la salud del planeta y sus habitantes. Estas son
los principales gases contaminantes:

El monóxido de carbono
El dióxido de carbono
El dióxido de nitrógeno
El óxido de nitrógeno
El ozono a nivel del suelo
El material particulado
El dióxido de azufre
Los hidrocarburos

El plomo

¿Dónde se produce la contaminación del aire?


Estas emisiones tienen cinco focos básicos producidos por el ser humano:

Industrias
En muchos países, la producción de energía es la fuente principal de la contaminación
del aire, aunque no la única. La quema de carbón por parte de centrales eléctricas o
aquellas plantas basadas en diésel, son dos de las fuentes de emisión más frecuentes y
nocivas. De la misma manera, aunque en menor medida en comparación con las
anteriores, los procesos industriales y el uso de solventes en industrias químicas
contribuyen a la contaminación del aire y el calentamiento global.

Frente a esta problemática, se incentiva globalmente a las industrias por medio de


políticas y programas a nivel internacional para que realicen un uso eficiente de
energía e inviertan en fuentes renovables de energía. Con ello, se contribuye a que las
actividades industriales logren una producción de energía más limpia, una mayor
eficiencia energética y una reducción de los efectos de la contaminación atmosférica.

Transporte
Cerca de 25% de todas las emisiones de CO2 (dióxido de carbón) relacionadas con la
energía provienen del transporte. Estas emisiones producen aproximadamente cerca
de 400.000 muertes prematuras al año por la mala calidad del aire. La mitad de ellas
son consecuencia de la emisión de diésel debido a la emisión de óxidos de nitrógeno.
No cabe duda que el transporte actual es ineficiente, caro e insostenible al no poderse
mantener al mismo ritmo sin comprometer a las generaciones futuras.

Solo en España la contaminación ha provocado la muerte de cerca de 100.000


personas en la última década. Y es que, según datos de Naciones Unidas, el coche
causa el 13% de la contaminación del aire en los países miembros de la Unión Europea.
La soberanía del coche frente a otros medios más sostenibles es una tarea pendiente
para todos.

En las áreas urbanas con grandes concentraciones de población resulta imprescindible


trabajar en políticas de que contribuyan a la reducción de la contaminación del aire
mediante. Por ejemplo, mediante el uso de combustibles más limpios o la
implementación de medios de transporte movidos por medio de energías renovables
que no sean nocivas para las personas.

Agricultura
En este sector hay dos fuentes principales que producen el 24% de todos los gases de
efecto invernadero. Por un lado, la quema de residuos agrícolas y, por otro, el metano y
amoníaco que genera la ganadería. Las emisiones de metano son especialmente
destacables, puesto que afectan al ozono a ras de suelo. Esta contaminación del aire es
causante de enfermedades respiratorias y aumenta el asma. El metano, es además un
gas de efecto invernadero (aunque no siempre se refuerce esta idea) que tiene un
impacto mayor que el CO2 a largo plazo (por ejemplo, en períodos de 100 años).

Para reducir esta contaminación desde el sector agrícola, las personas que trabajan en
él pueden llevar a cabo una reducción del metano optimizando la digestibilidad de los
alimentos, mejorando el pastoreo y con una gestión más adecuada y sostenible de los
pastizales. Pero el consumidor también es parte importante para reducir estas
emisiones. Por ejemplo, disminuyendo el consumo de carne o minimizando el
desperdicio de alimentos, evitando de este modo una sobreproducción basada en una
amplia demanda de comida.

Residuos
Se calcula que el 40% de los residuos generados en el mundo y los desechos orgánicos
se queman al aire libre, lo que genera emisiones a la atmósfera de dioxinas nocivas,
furanos, metano y carbono negro. Una problemática que afecta especialmente a
aquellas regiones o zonas que están en proceso de urbanización o a países en vías de
desarrollo.

La quema de residuos es una de las principales causas de la contaminación atmosférica


Entre las estrategias para evitar los efectos de este tipo de contaminación atmosférica
se encuentra la mejora en la recolección, separación y eliminación de desechos sólidos.
Con ello podría reducirse la cantidad de materiales depositados en vertederos y
posteriormente quemados al aire libre.

Al igual que en el sector agrícola, un menor desperdicio de alimentos ayudaría a


reducir la cantidad de desechos orgánicos que hay que gestionar. Del mismo modo, una
separación de estos y su conversión en compost o bioenergía ayudaría a la mejora de la
fertilidad y la calidad del suelo, generando además una manera de crear una fuente de
energía alternativa, más limpia y sostenible para el aire.

Hogares
La contaminación del aire desde el ámbito doméstico es nociva en dos maneras. Por un
lado, porque es el aire que las personas respiran en sus hogares de manera directa,
produciendo a medio y largo plazo enfermedades respiratorias; por otro lado, porque
repercute en el aire exterior. La fuente de esta contaminación proviene de la quema de
madera y combustibles fósiles para actividades como cocinar, calentar o iluminar los
hogares.
Aunque en términos generales, el 85% de los hogares tienen acceso a fuentes de
energía más limpias, al menos en 97 países del mundo, lo cierto es que se estima que
aproximadamente 3.000 millones de personas continúan usando combustibles sólidos,
lo cual es una cifra muy elevada que produce una gran cantidad de emisiones
contaminantes al aire.

Mantener la calidad en el aire es fundamental para la supervivencia de las personas y


las especias que viven en la Tierra. Los efectos de la contaminación atmosférica pueden
ser fatídicas para las especies, puesto que la polución afecta de manera negativa en su
salud, propiciando el desarrollo de enfermedades y afecciones de diferentes tipos,
como la respiratoria. Como siempre, existen una serie de consejos que podemos seguir
y que pueden tener un gran impacto en la protección de la calidad del aire que
respiramos.

Consejos para frenar la contaminación atmosférica


Revertir esta situación es una tarea de todos.

Sustituye el coche por el transporte público u otros medios más sostenibles

Reduce el consumo de plástico

Apuesta por la regla de las 3 R’s: recicla, reutiliza y reduce.

Vigila los productos que consumes y opta por aquellos cuyo impacto en el medio ambiente sea
mínimo.

Opta por la eficiencia energética y minimiza el consumo de energía.

Contaminación del suelo: causas, consecuencias y soluciones

Qué es la contaminación del suelo y sus tipos


La contaminación del suelo se puede definir como los cambios que alteran la
composición de la superficie terrestre o suelo de forma que se ve perjudicado. Así, la
contaminación de la tierra la empobrece, incluso provoca que pierda toda su fertilidad y
que sea imposible que crezca vegetación en él y lo habiten distintos tipos de seres vivos.
Por tanto, la contaminación de la tierra comporta que haya resultados perjudiciales que
ponen en peligro a los ecosistemas y la salud de quienes los habitan. Además, existen
diversos tipos y ejemplos de contaminación del suelo. Estos son los principales tipos de
contaminación del suelo:

Contaminación endógena o natural


Se trata del tipo de contaminación del suelo que se da de forma natural, ya que se trata
de la que ocurre cuando hay fenómenos naturales que arrastran y filtran en la tierra
elementos químicos naturales, pero en concentraciones muy elevadas para que ese suelo
siga saludable y fértil.
Por ejemplo, encontramos lluvias ácidas o que arrastran materiales pesados, como los
metales pesados, y las erupciones volcánicas o los incendios, que emiten altas
concentraciones de gases perjudiciales y de azufres.

Contaminación antrópica, exógena o por el ser humano


Es el tipo de contaminación que producimos los humanos, es decir que se da cuando a
través de las actividades humanas introducimos agentes contaminantes en la naturaleza.
Se da en el caso de la contaminación vehicular o producida por los coches, en el caso de
las fábricas e industrias, el uso de aire acondicionado y calefacción, la explotación
indebida de los recursos naturales, etcétera.

Contaminación por sustancias químicas


Forma parte de la contaminación antrópica, ya que esta se presenta cuando productos
químicos sintéticos son introducidos en el medio ambiente. Es el caso de los pesticidas
y plaguicidas, los hidrocarburos y los solventes. Estas sustancias afectan negativamente
a todo el medio ambiente, por lo que contaminan el suelo, pero también el aire y el agua
y favorecen el desequilibrio ecológico del área.

Contaminación del suelo por infiltración


Que el agua que hay en la superficie se infiltra entre la tierra el suelo es un proceso
natural, pero resulta perjudicial en ciertas zonas (por el exceso de agua que suelta
demasiado la tierra) y siempre que esta está contaminada, pues se deposita toda la
contaminación del agua en el suelo.

Contaminación de la tierra por residuos


La acumulación de nuestros residuos, ya sean del hogar o de negocios o grandes
industrias, en un lugar concreto genera un nivel elevado de contaminación directa del
suelo, pues se da el proceso de degradación de los residuos por la exposición al
ambiente y su lixiviación. Es el caso de los vertederos de basuras.

Contaminación por escorrentía


La contaminación por escorrentía se da debido al arrastre por la tierra de ciertos agentes
contaminantes, como fertilizantes, plaguicidas, petróleo, etc. Esto se debe al agua de la
nieve y las lluvias que se filtra en el suelo y lo erosiona y contamina con dichos agentes.

Contaminación por edificaciones abandonadas


El abandono de edificios e instalaciones que eran de alguna industria o, incluso,
poblaciones, también produce contaminación ambiental, sobre todo en el suelo. Los
terrenos baldíos quedan inútiles para los animales y plantas durante un tiempo largo y
en este periodo, además, no dejan de contaminar a través de los elementos, entre los
cuales incluso pueden encontrarse residuos peligrosos.

Causas de la contaminación del suelo


El contacto con el área polucionada no siempre es directo. Es lo que ocurre cuando
se entierran sustancias tóxicas bajo el suelo y estas acaban contaminando aguas
subterráneas que luego se utilizan para regar, para beber o acaban intoxicándonos a
través de la cadena alimentaria o trófica, al comer pescado, aves o cualquier otro animal
contaminado. El almacenamiento incorrecto de residuos, su vertido intencionado o
accidental, la acumulación de basuras en su superficie o el enterramiento de los mismos,
así como fugas en tanques superficiales o subterráneos por averías o infraestructuras
deficientes son algunas de sus principales causas.
Sin embargo, la lista es mucho más larga. Podemos citar otras causas no menos
importantes, como las fugas radiactivas, el uso intensivo de pesticidas o abonos
químicos, la minería, las actividades de la industria química, los metales pesados que
salen del tubo de escape del tráfico rodado y las chimeneas de la industria, los
materiales de construcción, sobre todo por la escorrentía del agua que disemina los
productos nocivos, el alcantarillado antiguo en mal estado o, sin ir más lejos, la
misma lluvia ácida.

Habida cuenta de la variedad de los focos de contaminación, las causas a menudo son
difíciles de identificar, ya que los contaminantes pueden llegar hasta el suelo, las
plantas, los animales o el agua por muy diferentes razones que no siempre resultan
obvias. En todo caso, lo que sí que podemos decir es casi todas ellas tienen que ver con
la acción del hombre y la actividad industrial. Resumiendo, y de modo esquemático,
las causas de la contaminación del suelo son:
 Vertido de residuos y basura.
 Uso intensivo de químicos.
 Fugas radioactivas.
 Humo de coches e industria.
 Alcantarillado viejo.
Tipos de contaminantes del suelo
Las fuentes de contaminación del suelo son muchas y muy diversas. A modo de
resumen, podemos destacar que los principales agentes contaminantes del suelo son:
 Residuos urbanos que contaminan el agua y el suelo.
 Plaguicidas (insecticidas, herbicidas, fungicidas).
 Minería.
 Gran acumulación de basuras, tanto en zonas públicas o naturales como en
vertederos y zonas industriales.
En este otro post de Ecología Verde hablamos ampliamente sobre Cuáles son los
agentes contaminantes del suelo y, por ello, te lo recomendamos en caso de que quieras
ampliar esta información sobre la contaminación de la tierra.
Efectos y consecuencias de la contaminación del suelo
La pérdida de calidad del terreno supone una serie de consecuencias negativas que van
desde su desvalorización hasta la imposibilidad de uso para construir, cultivar o, simple
y llanamente, para albergar un ecosistema sano.
Las consecuencias pueden sufrirse de forma silenciosa, provocando un constante goteo
de víctimas, ya sean humanas o de especies animales y vegetales, como manifiesta. En
este segundo caso, se trata de una contaminación abrupta que causa
auténticas catástrofes ambientales y muchas víctimas.
La fuga radioactiva de la central japonesa de Fukushima es un claro ejemplo, pues la
contaminación de la tierra o del suelo ha afectado a la agricultura, la ganadería y la
pesca. Incluso se ha encontrado cesio radiactivo frente a la costa de Fukushima,
concretamente en el fondo marino terroso procedente de esos mismos vertidos, según un
reciente estudio del Instituto de Ciencias Industriales de la Universidad de Tokio, la
Universidad de Kanazawa y el Instituto Nacional de Investigación.
Por otro lado, junto a un lógico deterioro del paisaje por el empobrecimiento del
ecosistema, a menudo una pérdida irreversible, la contaminación de la tierra supone
pérdidas millonarias al impedir la explotación de ese entorno natural por parte de la
población autóctona o de inversores industriales.
Así pues, entre las consecuencias de la contaminación del suelo encontramos:
 Pérdida de la flora y su variedad.
 Dificultades para la agricultura y el conreo.
 Contaminación y pérdida de la fauna.
 Deterioro del paisaje.
 Empobrecimiento global del ecosistema, ya sea marino o terrestre.
Cómo evitar la contaminación del suelo
La prevención es la mejor solución, de eso no cabe duda, pero también es cierto que no
siempre se puede evitar este tipo de contaminación. En ocasiones se producen
accidentes o lo ocasiona la lluvia ácida, con lo que es difícilmente controlable, cuando
no imposible.
Yendo directamente a las raíces del problema, sería necesario un drástico cambio del
modelo productivo o una prohibición de determinadas prácticas como la extracción
minera, la actividad industrial que produce desechos tóxicos o, por ejemplo, el uso de
fertilizantes y abonos artificiales.
Así las cosas, esas premisas no son sino pura utopía. Por lo tanto, ante hechos
consumados, se buscan soluciones que van desde la limpieza de la zona hasta la simple
delimitación de la zona dañada y la prohibición de su uso para determinadas
actividades. En casos graves, como el de Fukushima, uno de los lugares más
contaminados del planeta, las áreas afectadas no son aptas para la vida.
Y, puesto que la contaminación ha aumentado en las últimas décadas a consecuencia de
la industrialización y del desarrollo urbano, las soluciones provienen precisamente del
control de estos focos. Habitualmente, las actuaciones se centran en la mejora de
las plantas de reciclaje para reducir la contaminación de la tierra o del suelo y, al mismo
tiempo, del agua, pues aquella acaba polucionándola.
La bioremediación de los suelos es una estrategia que busca restaurar ecosistemas
contaminados utilizando seres vivos, como bacterias, plantas, hongos... Dependiendo
del tipo de contaminación que se quiera combatir se utilizará uno u otro agente
bioremediador. Su aplicación es amplia, con resultados interesantes en suelos
contaminados por radiactividad o, por ejemplo, por actividades mineras.
Como buenas prácticas, un adecuado reciclaje de basuras y depuración de desechos, la
promoción de las energías renovables y desechos a nivel industrial y doméstico o el
fomento de la agricultura ecológica ayudaría a mantener los suelos libres de polución.
Mantener las redes de alcantarillado en buen estado y mejorar la depuración de las
aguas grises o residuales, así como el tratamiento de los vertidos industriales que se
devuelven a la naturaleza.
Así las cosas, las soluciones de la contaminación del suelo pasan por:
 La prevención y concienciación.
 La prohibición de prácticas dañinas.
 Mejora en los procesos de reciclaje.
 Mejora en los procesos de depuración de aguas.
 Uso energías renovables.
 Renovar el alcantarillado.

Jairo Núñez
Contaminación acústica y visual.
La contaminación acústica se refiere al exceso de ruido en el ambiente que puede ser
perjudicial para la salud humana y el medio ambiente. Esto puede ser causado por el
tráfico, la construcción, la música alta y otras fuentes de sonido. La exposición
prolongada a altos niveles de ruido puede provocar problemas de salud como la pérdida
de audición, la ansiedad y el estrés.

Por otro lado, la contaminación visual se refiere a la presencia de elementos no


deseados en el ambiente visual, como la publicidad excesiva, la construcción de
edificios poco estéticos y la falta de mantenimiento de los espacios públicos. Esto puede
afectar negativamente la calidad de vida de las personas, generando estrés y afectando
su bienestar psicológico.
Ambas formas de contaminación tienen un impacto negativo en el bienestar humano y
el medio ambiente, y es importante tomar medidas para reducir su impacto y fomentar
un ambiente más saludable y sostenible.

Desechos sólidos.

Los desechos sólidos, también conocidos como residuos sólidos, son materiales que se
consideran no deseados y que han sido descartados. Estos pueden ser orgánicos, como
restos de alimentos, o inorgánicos, como plásticos, metales, vidrios y papel.
La generación de desechos sólidos es un problema ambiental importante en todo el
mundo debido a la gran cantidad de basura que se produce diariamente. Los desechos
sólidos pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, afectando negativamente la salud
de las personas y los ecosistemas.
Es importante implementar medidas adecuadas para la gestión de residuos sólidos,
como la recolección, el transporte, el tratamiento y la disposición final. Esto puede
incluir métodos de reducción de residuos, reciclaje, compostaje y la eliminación segura
de los residuos restantes.
Una gestión adecuada de los desechos sólidos es esencial para mantener un ambiente
saludable y sostenible para las generaciones presentes y futuras.

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