Gairin J 1999
Gairin J 1999
Gairin J 1999
A modo de introducción
Ordenar y clasificar las diferentes situaciones organizativas que se dan puede tener
sentido, siempre y cuando se considere desde la perspectiva descriptiva y no desde la
normativa. No se trata tanto de decir cómo deben ser las instituciones educativas,
sino de conocer, a través del análisis de las diferentes propuestas, vías, que podrían o
no adoptarse, para el desarrollo organizacional.
Bajo estos supuestos, la presente aportación sugiere un modelo con varios estadios
organizativos relacionándolos con otros aspectos de la intervención educativa, como
puedan ser el modelo de educación, de enseñanza, estructuras organizativas o
modelos de formación del profesorado. Las relaciones son sutiles y no siempre
evidentes ni evidenciables. Por ello, cabe considerar la propuesta como una segunda
aproximación2 para la reflexión, el análisis y, por supuesto, la profundización.
1
III Jornadas Andaluzas sobre Organización y Dirección de Instituciones Educativas. Granada, 14-17 de diciembre de
1998.
2
Análisis anteriores pueden verse en Gairín (1997b, 1998). Sobre ellos incorporamos ahora nuevas reflexiones.
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Implicaciones organizativas de las Nuevas Tecnologías
Así por tanto, consideramos la propuesta como un sistema diferenciador que, además
de explicar, permite estructurar, administrar y dirigir las instituciones educativas
sobre la base de una propuesta que tiene en cuenta el comportamiento y situación de
las organizaciones.
1. Niveles de desarrollo
El primer estadio se podría identificar con la situación que asigna un papel secundario
a la organización. Lo importante es el Programa de intervención y la organización
resulta ser el continente, que, según como se adecue, podrá facilitar o no el desarrollo
del Programa. El papel asignado a la organización resulta ser así subsidiario y
fácilmente substituible; de hecho, el Programa podría darse en otro marco de
actuación, si así se decidiera, y la formación pretendida no tendría necesariamente
porque resentirse.
El segundo estadio implica una posición activa por parte de las organizaciones. Existen
explicitados planteamientos institucionales, llámense Proyecto Institucional, Proyecto
Educativo, Programa de intervención u otros, que definen las metas de la organización
que se tratan de conseguir. Este compromiso exige una toma de conciencia colectiva
que obliga a reflejar compromisos más allá del espacio aula o de la acción individual
del profesor.
Si una institución asume como compromiso estar abierta a todos los ciudadanos e
intenta hacerlo efectivo, deberá reflejarlo en sus planteamientos institucionales y
cumplirlo a través de prácticas educativas efectivas que concretan tanto las políticas
generales como las que se aplican día a día. Se imponen actuaciones que van más allá
del trabajo del aula y que implican la modificación de las estructuras de
funcionamiento, el cambio de actitudes y prácticas del personal, el trabajo colectivo o
el desarrollo de programas paralelos y complementarios a aquél. En estas condiciones,
la ordenación que se realiza del contexto organizativo, de acuerdo a las exigencias
internas y externas, ayuda a conformar la formación que a nivel de aula se pretende
impulsar.
No sólo se trata, por tanto, de tener proyectos. Muchas veces se tienen y elaboran a
la luz de convocatorias o de la iniciativa de un profesor concreto. Se trata de que esos
proyectos hayan sido asumidos por todos y en su realización se sientan implicados.
Los pilares en los que se apoya una organización que educa son para Santos (1995):
“Las incapacidades para el aprendizaje son trágicas para los niños, pero fatales para
las organizaciones. Por causa de ellas, pocas empresas alcanzan la mitad de la
esperanza de vida de una persona y, en su mayoría, perecen antes de cumplir los
cuarenta.”
“Un centro escolar no es fuerte tanto por los éxitos que ha alcanzado sino por la
capacidad que pueda tener de lograr nuevos logros cuando sea necesario. Por todo
ello, conseguir una organización que aprende es un propósito cada vez más valioso en
los períodos de grandes cambios en el entorno escolar como los que estamos viviendo
en los últimos años.”
(Antúnez, 1994)
3
Preferimos esta denominación a la Organización autocalificante dada por Sthal y otros (1993), por considerar que
encaja más en el sentido propio que tienen las organizaciones de formación.
4
Bob Garret definía una Learning Organization como “aquella donde existe un clima y los procesos que permiten a
todos sus miembros aprender conscientemente de su trabajo, que es capaz de trasladar este aprendizaje e
información que se necesita y que tiene a sus directivos posicionados de tal forma que pueden asegurar que el
aprendizaje desde dentro y fuera es utilizado por la organización para transformarse y cambiar constantemente”
(entrevista en Formación y Empresa nº 33, 1992:6-7).
2. Algunas implicaciones
• Reuniones.
Define, Gestiona acuerdos Resuelve conflictos.
• DIRECCIÓN Normativiza. comunes.
• ....
Cuadro 1: Algunas implicaciones de los diferentes niveles organizativos
LA ORGANIZACIÓN
1 2 3
COMO MARCO COMO CONTEXTO APRENDE
- Niveles de creatividad +
- Contextualización interna +
- Contextualización externa +
- Apertura a la comunidad +
- Flexibilidad curricular +
- Implicación personal +
- Implicación de la Ad. educativa +
- Participación social +
- Horizontalidad en la toma de decisiones +
- Calidad de los recursos humanos +
Autoevaluación institucional
Exigencias de formación permanente
contextualizadas
.......................................
Gráfico 2: Orientaciones que adoptan las organizaciones
A los aspectos considerados en el gráfico 2 pueden añadirse otros como pudieran ser
los relativos a aspectos externos (tipología de la formación permanente, papel
Presentado el modelo en sus características generales, cabe señalar para una mejor
conceptualización algunas cuestiones complementarias a las ya apuntadas. Al
respecto, realizamos consideraciones referidas al modelo, a su realidad práctica y a su
operativa.
El modelo se ha presentado de una forma escalar para representar que cada estadio
implica el anterior; también, podría haberse hecho a partir de círculos concéntricos o
de otra figura geométrica. Lo importante es entender que una organización que no ha
ordenado su funcionamiento interno es difícil que llegue a tener capacidad formativa
y, asimismo, a consensuar y realizar proyectos institucionales.
• Aunque parezca lo contrario, no podemos decir que los estadios superiores sean
mejores que los inferiores; dependerá del contexto en el que nos situemos y del
grado de ordenación y desarrollo que haya alcanzado la organización. Si el
contexto socio-cultural no valora el trabajo cooperativo y funciona de una manera
vertical y con alto grado de individualidad, será difícil mantener una institución que
defienda valores contrarios o distintos. Asimismo, mientras no se cambien
actitudes individuales y protagonismos egoístas será difícil avanzar en un modelo
cooperativo de funcionamiento. De hecho, podríamos decir que el nivel más
adecuado para cada institución es aquel que le resulta útil en su situación actual y
aspiraciones; esto es, aspirar a lo que se requiera con los recursos que se tengan.
• El avanzar a estadios más comprometedores para los usuarios de la organización
se justifica bajo la perspectiva de que estos nos hacen más solidarios como
personas y permiten que las organizaciones sean más eficaces al hacerse capaces
de aprender de sus propios errores. Pero, dadas las posibles dificultades, ¿merece
la pena avanzar?. La respuesta no puede ser más que afirmativa si pensamos lo
que perdemos en caso contrario. La falta de iniciativa para potenciar un modelo de
desarrollo previsible puede hacer que la organización sea obsoleta cuando los
cambios necesarios se impongan desde el contexto externo. Prever los cambios y
tomar iniciativas al respecto nos hace competitivos como organización.
Aunque sea desde una visión externa a las organizaciones educativas, nos sirve para
lo que mencionamos la siguiente cita que recogemos como conclusión.
“Una razón complementaria de que el lugar de trabajo sea el punto estratégico del
aprendizaje es que el aprendizaje así realizado genera unos bucles de realimentación
directos que conducen a la innovación de las estructuras de trabajo. La ruta ideal de
la innovación en la Organización Autocualificante es la reestructuración creativa
autónoma realizada por los trabajadores en sus respectivos lugares de trabajo,
concepto que ya se ha implantado en muchas empresas mediante los círculos de
calidad. Esta modalidad de aprendizaje en el lugar de trabajo significa igualmente la
aplicación innovadora de las nuevas competencias con objeto de mejorar la eficacia en
el lugar de trabajo, el departamento y la empresa en su conjunto.”
(Stahl y otros, 1993:71-72)
Se deduce de lo dicho que el requisito más importante es que exista formación y que
se aplique al funcionamiento institucional. Sin embargo, esto no nos parece suficiente
Los resultados del proceso de reflexión y análisis deben llevar a cambios que sean
estables y efectivos. Supone esto considerar que junto a la formación ha de darse la
revisión de las prácticas, la difusión del cambio en la organización y la integración de
las nuevas modalidades organizativas en una nueva cultura.
Pero también puede pensarse en otros requisitos a partir del análisis de los elementos
que configuran la organización. Las organizaciones tienen finalidades que actúan como
metas tendencia; los objetivos deben ser conseguibles pero también variables en
función de las necesidades institucionales. Las estructuras deben ser flexibles y
también se necesita un cambio en las estructuras de poder. Se precisa disminuir
drásticamente las jerarquías, creando equipos autónomos que faciliten la flexibilidad y
la rapidez ante los cambios. El problema residirá ahora en lograr la coherencia entre
los equipos y el no disminuir la prestancia de algunas variables organizativas (rapidez
en la toma de decisiones, participación, etc.). Por último, el sistema relacional es el
más afectado por el nuevo enfoque. Los cambios de concepciones, conocimientos y
destrezas deben acompañarse de actitudes abiertas a la innovación.
Las funciones organizativas cambian en este hacer pues ya no se rigen por un proceso
normativo sobre como deben ser las cosas, sino más bien como posiblemente serán.
Este cambio de matiz hace que la planificación normativa, que pone énfasis en los
procedimientos que de manera eficiente permiten conseguir determinados objetivos,
se convierte en algo más flexible en la línea de la planificación situacional
(Aguerrondo, 1993:170) o contingente (Gairín, 1992).
5
Quizás convenga aquí recordar el texto de Gómez-Llera y Pin (1994) de título tan expresivo: Dirigir es educar.
Esta racionalidad está definida por los distintos pasos de su metodología: saber qué se
quiere hacer (fijación de objetivos concretos), conocer la realidad y sus problemas
(diagnóstico), poner en marcha las tareas (ejecución) y saber qué pasó con lo que se
proponía (evaluación).
Como vemos, son muchas las cuestiones que enlazan el tema que analizamos con las
posibilidades reales de transformar la práctica.
NIVELES DE ENFOQUE
VISIÓN DE LA
DESARROLLO ORGANIZATIVO
ORGANIZACIÓN
ORGANIZACIONAL COHERENTE
• Estructura de
La organización como soporte. Científico – racional.
marco
• Marco limitado.
• La organización
educa.
La organización como • La organización Interpretativo – simbólico.
contexto puede ordenarse a
partir de un proyecto
común.
• La organización es
capaz de aprender.
La organización aprende • La organización Socio – crítico.
contribuye a
transformar la
realidad.
Cuadro 2: Enfoques y estadios de desarrollo organizativo
quiera ordenarse como contexto que también educa. Asumir este estadio supone,
asimismo, entender que el cambio es eminentemente cultural.
Y es que la realidad suele ser más compleja que los modelos que la intentan explicar.
El hecho de hablar de orientaciones diferentes no debe llevarnos necesariamente a
considerarlas enfrentadas. Se trata más bien de distintos niveles de análisis que la
perspectiva histórica ha ido evidenciando. Es más, podríamos aventurar la hipótesis
de que son abarcadoras y complementarias.
Cada nivel de análisis supone una conceptualización más amplia que permite una
mayor profundidad en el estudio de la organización. Si los planteamientos calificados
de racionales se plantean la organización en sus manifestaciones, los simbólicos lo
hacen en su realidad y los críticos profundizan en las razones de esa realidad.
Por otra parte, es difícil pensar que pueda plantearse una perspectiva crítica sobre
una realidad aún no conocida. Los paradigmas científico-racional e interpretativo-
simbólico aportan, en tal sentido, la materia prima para la elaboración del paradigma
crítico. De igual modo, los simbolismos de una organización no son totalmente
abstracciones puras sino que se fundamentan en estructuras conocidas y en
propósitos manifestados por las organizaciones.
Bajo este análisis, podemos entender que en una realidad organizativa pueden
convivir los tres estadios de desarrollo considerados. Puede suceder que no haya una
orientación clara al estadio 2 (organización como contexto) o 3 (organización que
aprende) y, sin embargo, haya áreas de la organización (académica, administrativa...)
u órganos (departamentos, equipos de ciclo...) que se hayan situado a esos niveles.
Queda así patente que la realidad escolar no sólo es un sistema complejo y distinto
respecto a otras organizaciones, también lo es multifacético y multidimensional.
Hablamos de multifacético en la medida en que puede ser analizado desde diferentes
ámbitos (sistema de objetivos, sistema estructural y sistema relacional), pero también
caben múltiples perspectivas en cada uno de ellos, como evidencian, los enfoques
analizados y sus múltiples implicaciones.
PARADIGMAS TIPOLOGÍA
NIVELES DE DESARROLLO PARADIGMAS MODELO DE
DE ENSEÑANZA PROFESION
ORGANIZATIVO EDUCATIVOS FORMACIÓN
APRENDIZAJE AL
LA ORGANIZACIÓN COMO Tecnológico Técnico. Cultural
MARCO
• Presagio –
Competencial.
producto.
• Proceso –
producto.
LA ORGANIZACIÓN COMO Cultural Técnico Humanista.
CONTEXTO
• Mediacional
colaborativo. Personalista.
centrado en
el profesor.
• Mediacional
centrado en
el alumno.
• Mediacional
mixto.
LA ORGANIZACIÓN Socio-crítico Transformad Ideológico.
APRENDE
• Ecológico.
or social. Técnico –
• Crítico – crítico.
contextual.
Cuadro 3: Educación, enseñanza, formación y niveles de desarrollo organizativo
Por último, la idea subyacente a la organización que aprende enlaza, por lo menos en
su filosofía, con una concepción educativa y de la enseñanza que tiene en cuenta el
carácter multidimensional y multifacético de la realidad. Se parte de las concepciones
anteriores pero se integran en el marco de los intercambios sociales que se dan
dentro y fuera de la institución. Hay una preocupación por variables situacionales y
por el dinamismo de la realidad que no se da en los anteriores enfoques.
crítico que le sitúa en una posición de intelectual ante el fenómeno educativo y sus
implicaciones sociales.
Concluyendo, podemos decir que un modelo mixto que considera los diferentes
aspectos de la enseñanza puede ser aceptable como propuesta pero no logra evitar el
debate sobre el equilibrio interno que debe existir entre los diferentes aspectos; en
definitiva, no se elimina la opción ideológica.
LA LA LA
ASPECTOS DE
ORGANIZACIÓN ORGANIZACIÓN ORGANIZACIÓN
ENSEÑANZA
COMO MARCO COMO CONTEXTO APRENDE
CONTEXTO
INTERNO
(Institución, aula,
etc.)
PROGRAMA
(Objetivos,
contenidos,
metodología, etc.)
RELACIONES
INTERPERSONALES
(Alumnos,
profesores, padres,
etc.)
CONTEXTO
EXTERNO
(Demandas
sociales,
expectativas, etc.)
Todo ello nos debería llevar a considerar con detalle las consecuencias que para
diferentes aspectos de la organización puede tener el situarse en uno u otro estadio.
Los cuadros 4 y 5 nos aproximan, como ejemplo, a dos realidades concretas.
CONSECUENCIAS ESTRUCTURAS DE
NIVELES ORGANIZATIVOS
ESTRUCTURALES FUNCIONAMIENTO
LA ORGANIZACIÓN COMO MARCO. Importancia de las Por disposiciones dictadas.
estructuras verticales.
LA ORGANIZACIÓN COMO Aparición de las Por consensos previos.
CONTEXTO. estructuras de apoyo
(equipos de profesores).
LA ORGANIZACIÓN APRENDE. Integración de las A partir de disfunciones detectadas
estructuras verticales y de mediante la evaluación.
apoyo (círculos de
calidad).
Cuadro 4: Niveles de desarrollo y consecuencias organizativas
LA ORGANIZACIÓN
• Objetivos cambiantes según las • La dirección permite la
exigencias del contexto. participación
COMO CONTEXTO.
• La estructura es adaptativa y se • Se enfatiza en los procesos de
orienta al usuario. coordinación y especialización.
• La formación se considera como un • Preocupación por las demandas
soporte puntual. de los usuarios.
LA ORGANIZACIÓN
APRENDE.
• Existen ideas básicas compartidas. • La dirección promueve la
colaboración.
• Hay autonomía de gestión.
• Se crean equipos de trabajo.
• La formación forma parte de la
• Normativa.
• Sistema Relacional.
Formalizada pero poco vital. Coparticipación
• Participación de profesores.
Poco organizada. Estructurada, con canales y
responsables definidos
• familias y alumnado.
Informativas. De discusión y toma de decisiones.
• Comunicación.
• Reuniones.
Arbitraria. Realiza planes de trabajo.
• Dirección Participación informal. La participación es reglada.
Gestión diaria, no hay previsiones Hay planes de actuación.
• Funciones Organizativas. No existen sistemas de control. Se evalúan resultados.
• Hacer que todos puedan aprovechar los métodos, los descubrimientos científicos,
las nuevas actitudes y los nuevos puntos de vista desarrollados en los últimos años
o que se prevean fundamentales los próximos años.
• A las asignaciones realizadas podemos añadir algunas otras como:
• Mejorar las actitudes y las actuaciones del profesorado de cara a una renovación.
• Potenciar la promoción profesional, abriendo vías que la posibiliten.
• Mejorar los sistemas y los métodos de organización.
• Hacer posible un rendimiento más alto de los recursos humanos, materiales y
funcionales del centro.
Objeto de Estudio
(Instrucción . Formación)
Investigación Operativa
Consideramos a los equipos de ciclo, por tanto, como estructuras de transición que
tendrán que evolucionar progresivamente y adquirir las funciones de los equipos
educativos, facilitando así la formación de los departamentos didácticos en el caso de
enseñanza primaria. La enseñanza secundaria que ya tiene establecidos los
departamentos didácticos deberá potenciar, por el contrario, los equipos de ciclo y de
nivel que faciliten la coordinación de los profesores que incidan en un mismo grupo de
alumnos.
“Un centro con cultura participativa es aquel donde las normas y valores democráticos
son ampliamente compartidos, se expresan en sus documentos y guían la conducta,
se refuerzan regularmente mediante recompensas y desde la dirección. En este caso
se cumplirían algunos requisitos como mejorar la implicación de los padres; no
descuidar la imagen del centro; una buena comunicación y coordinación entre las
unidades de la organización; un liderazgo que apoya los procesos participativos,
democrático y pedagógico; ayudar y apoyar los grupos de trabajo en el centro; agotar
las posibilidades de consenso en los procesos decisionales.”
Es, por tanto, un cambio promovido desde dentro a partir de las propias inquietudes y
necesidades lo que se pretende, sin que ello elimine la posibilidad de contar con
ayudas externas. Es también un cambio que debe partir del análisis de la cultura
existente, del estudio de las razones que llevan a su instalación y a su cambio y de la
selección de las estrategias más adecuadas a un determinado contexto.
“Es tal el nivel de consenso sobre cuáles son los factores principales de la eficacia de
la escuela que la cuestión sobre qué es importante para esa eficacia quizás sea ahora
menos significativa que la cuestión sobre qué puede cambiarse a un menor precio y
con los mejores resultados.”
(cit. López, 1994:104)
Hay que enfatizar, por tanto, en las estrategias y junto a ellas en las actitudes que
mantienen los implicados en los procesos de intervención. Actitudes positivas respecto
a la participación y al trabajo en equipo, así como actitudes abiertas a la reflexión, al
análisis de la realidad y a la investigación son especificaciones de una actitud
permanente de cambio que debe acompañar al conjunto de personas que conviven en
una misma realidad y, especialmente, a los directivos que quedan implicados en ella.
Las estrategias que podemos utilizar desde una perspectiva cultural y bajo un enfoque
cooperativo suponen un conjunto de decisiones y acciones fundamentadas relativas a
la elección de medios y a la articulación de recursos con miras a lograr un objetivo.
Salvando las acciones que el sistema educativo pueda impulsar desde una perspectiva
externa (normativas de obligado cumplimiento, facilitación de recursos humanos,
materiales o funcionales, presión social - demográfica, cultural- etc.), el cuadro 7
recoge un conjunto de estrategias, ampliamente desarrolladas en Gairín (1996) y
Gairín y Armengol (1996), que pueden posibilitar y hacer realidad el trabajo colectivo.
° Propio centro.
Rapidez en generar productos
° Otros centros.
° Administración.
° Otros: ICEs, CEPs, Editoriales, etc.
Motivación para el grupo
Grado de generalización
• Realizar evaluaciones.
Nivel de formalización
° General sobre el centro y sus órganos.
Nivel de implicación
• Diarios.
• Análisis de la acción.
° Observadores.
° Microteaching.
° Triangulación.
• Simulación.
• Memorandos clínicos.
• Árboles de decisión.
• Autoanálisis.
° Colectivo.
° Individual.
• Historia institucional.
• Análisis de situaciones reales.
° Anecdóticas.
° Conflictivas.
° Experiencias de campo.
• Análisis de situaciones figuradas.
° Estudio de casos.
° Lecturas en común.
° Situaciones clave.
• Debates selectivos.
• Elaboración de mapas conceptuales.
+
+ + - + + -
Cuadro 7: Estrategias de intervención con grupos de profesores (Gairín, 1996a:X)
Los equipos de profesores suelen identificarse como estructuras a las que se reconoce
un elevado potencial de mejora y capacidad de cambio. Sin embargo, la práctica
docente muchas veces se ha caracterizado de individualista y celular, donde hay
‘zonas acotadas’ con pocas posibilidades de compartir recursos e ideas y de
intercambiar experiencias. Pero, además de ser ineficaz la organización para los
estudiantes, al proporcionar una formación fragmentaria y contradictoria, también lo
es para los profesores, al dificultar un trabajo colaborativo que facilite el aprendizaje
mutuo. Como señala Bolivar (1994), la estructura ‘celular’ del trabajo escolar es un
handicap para una colaboración mutua, que suele generar incertidumbre y ansiedad.
Esta vía a desarrollar no puede aislarse de los intereses de los centros y del papel
clave de la formación. Desde nuestro punto de vista, queda claramente justificada la
potenciación de proyectos de centros como vías de desarrollo profesional.
Aunque es difícil conocer con exactitud cómo son (o deben ser) las organizaciones que
aprenden, si que podemos hablar de los principios de aprendizaje que subyacen en
este tipo de organizaciones. Tales principios hablan de un aprendizaje orientado a la
resolución de problemas, de aprendizaje cíclico (hacer, reflexionar, pensar, decidir,
hacer, etc.) y de aprendizaje por medio de la acción y que se desenvuelve en un
contexto (‘organización que aprende’) caracterizado por Swieringa y Wierdsma
(1995:79) como:
El cuadro 8 nos presenta una serie de atributos que los profesores identifican en las
escuelas que aprenden. La visión y misión de la escuela está asociada con el
aprendizaje organizativo cuando es clara, accesible y compartida. También se asocia a
la cultura escolar, las estructuras, estrategias, políticas y recursos adquieren ciertas
características.
• Apoyo en las decisiones arriesgadas. • Periodos comunes de tiempo para que los
profesores trabajen juntos.
• Estímulos para la discusión abierta de
dificultades. • Adscripción de los profesores a diversos
departamentos.
• Compartir los éxitos.
Estrategias de la escuela
• Todos los alumnos son valorados según sus
necesidades.
• Emplear una estrategia sistemática para
implicar en los fines del centro a los alumnos,
• Compromiso por ayudar a los alumnos. padres y profesores.
Política y recursos • Contar con planes para el desarrollo
• Recursos suficientes para apoyar el necesario institucional.
desarrollo profesional • Contar con planes para el desarrollo individual,
• Observación por colegas de las propias clases que reflejen el desarrollo institucional.
como recurso para el desarrollo profesional. • Establecer un número restringido y manejable
• Disponibilidad de una biblioteca profesional, de prioridades para la acción
con intercambio entre los profesores. • Autorevisión periódica de las metas y
• Disponibilidad de recursos curriculares y de prioridades de la escuela.
ordenadores. • Fomento de la observación mutua de las
Acceso a la asistencia técnica para implementar clases.
nuevas prácticas.
• Procesos bien diseñados para poner en
práctica iniciativas de programas específicos,
así como para asegurar su seguimiento y
evaluación.
Partiendo de las consideraciones anteriores, desde nuestro punto de vista, para que
una organización aprenda se deberían dar los siguientes aspectos:
1. Aprendizaje individual
Las organizaciones sólo aprenden a través de las personas, pero por sí mismo el
aprendizaje individual no garantiza el aprendizaje institucional. Este no es ni puede
ser reducido a una acumulación de aprendizajes individuales; supone la
institucionalización en la práctica de nuevas formas de hacer, resultado de procesos
colaborativos nuevos.
“Los individuos aprenden como parte de sus actividades diarias, especialmente cuando
interaccionan con otros y con el medio exterior. Los grupos aprenden cuando sus
miembros cooperan para conseguir propósitos comunes. El sistema en su totalidad
aprende al obtener retroalimentación del ambiente y anticipa cambios posteriores.”
“La dimensión estratégica tiene que ver con los mecanismos y métodos para gestionar
y cambiar la escuela, para tomar decisiones, para renovar e incentivar su estructura,
estilos de liderazgo y procedimientos para conjugar valores, relaciones y estructuras.”
(1983:46)
Las estrategias de carácter global son propias de este estadio y se identifican como
tales por incidir en toda la organización y afectar a todos sus componentes. Suponen
o conllevan una modificación de los objetivos institucionales, un cambio en las
estructuras y una alteración de los procesos organizativos, al mismo tiempo que una
modificación de las dinámicas relacionales. Subyace a todas ellas la idea del centro
educativo como un lugar de cambio y de formación, como una institución que aprende
y que genera cambios en su cultura.
Entendidas desde esta perspectiva amplia, cabe pensar en una cierta sistematización
que permita planificar y orientar la intervención. Esta ordenación no debe
interpretarse como una limitación a la acción sino, más bien, como una orientación de
la misma. Como señala Bolívar:
• El Desarrollo Colaborativo.
• La Investigación-acción.
Bolívar (1999:82-83) recoge de Van Velzen y otros (1985) la propuesta realizada por
Hameyer y Loucks-Horsley sobre los cinco grandes enfoques de las estrategias de
acuerdo a los objetivos que pretendan:
que a menudo se convierten en fines. Ocurre ello cuando los objetivos son difusos o
se piensa en lo instrumental como única vía factible en la resolución de problemas.
Se olvida en este contexto que las organizaciones son meras ficciones sociales que se
materializan a través de sus componentes pero no por sus componentes, que cambian
con el tiempo y ayudan a configurar una identidad que les supera.
• Libertad de asociación.
• Respeto a las decisiones de cada institución.
• Igualdad de trato o ruptura de los niveles de dependencia.
• Lealtad y compromiso con los términos de la colaboración.
• Participación en políticas, procesos y resultados.
• Respeto a la diferencia o asunción de que pueden existir situaciones
específicas que justifican diferentes respuestas a las esperadas.
• Complementariedad, o concurrencia de actuaciones desde la especialidad de
cada uno.
Pero, también, nos permite estudiar diferentes situaciones, como las recogidas en los
gráficos 10 y 11:
Cada una de las anteriores gráficas puede ayudarnos a hacer el diagnóstico y plantear
situaciones de mejora, independientemente de que puede haber algunas oscilaciones
en el comportamiento de las organizaciones en función del tiempo. Hemos de
considerar que los estadios 2 y 3 tienen una mayor estabilidad que el primero y que
entre ellos también puede hablarse de mayor estabilidad, en cuanto a sistemas y
formas de funcionar, que el que pueda darse en el nivel II.
Otra posibilidad de intervención sería la que evalúa las situaciones a partir de los
indicadores establecidos por el propio centro, de acuerdo al posible esquema
representado en el cuadro 10.
PROPUESTAS DE
ESTADIOS INDICADORES SE DAN Ó NO
MEJORA
1. I.- Organización • ……..….…….
como soporte.
• ………..……..
2. Organización.
3. …. • ………………
• ………………
• ………………
Cuadro 10: Parrilla para el análisis organizacional
Analizar las disfunciones es una primera fase para planificar procesos de cambio pero
no garantiza, por si misma, la mejora. Muchas veces, por desgracia, no conseguimos
las innovaciones pretendidas, no tanto por falta de planificación como por errores en
la aplicación de estrategias y procedimientos o por causas imprevistas.
Hemos de considerar, también, que el proceso de cambio debe cumplir para que sea
exitoso un mínimo de dos condiciones (Fullan, 1991): la innovación representa una
necesidad real y se presta un fuerte apoyo en la puesta en práctica.
“Si concebimos los cambios como un viaje en el que se conoce la dirección, pero
cuyas etapas y destino están en continua redefinición, podemos concluir también que
todo cambio es, en última instancia, aprendizaje. El cambio es esencialmente el
aprendizaje de nuevos modos de pensar y actuar. Si se acepta esta idea, hemos
abierto una línea de investigación provechosa. Sugiere que a la hora de intentar
entender cómo hay que promover innovaciones, solos o en compañía de colegas,
podemos utilizar las ideas contrastadas de lo que sabemos acerca del aprendizaje.
Cualesquiera que sean las circunstancias y condiciones que facilitan los aprendizajes
serán de utilidad para los profesores que están intentando mejorar su práctica.
Aceptar que el cambio es n esencia aprendizaje, tiene otra implicación importante.
Significa que los centros son lugares de aprendizaje para los profesores, partiendo de
su experiencia cotidiana, a través de las actividades y tareas que ejecutan. Se podría
inferir que los profesores que se consideran aprendices en sus clases, serán más
competentes a la hora de facilitar el aprendizaje de los alumnos. La sensibilidad que
se desarrolla en los intentos de aprender nuevas ideas y nuevos modos de trabajar,
repercute en el modo en el que se enfrentan a sus alumnos y a su clase.” (1999:16)
A modo de conclusión
• Abrirse al entorno.
• Asumir la diversidad de enfoques.
• Progresividad en la aplicación de las diferentes estrategias y coordinación de
ritmos de cambio.
• Reforzar los éxitos, mediante su reconocimiento.
• Utilizar el ejemplo de otras situaciones o de personas con credibilidad.
La capacidad de adaptación rápida, esto es, de asimilar en poco tiempo nuevas ideas
y de transformarlas en beneficio de la organización y de sus fines, es consecuencia de
la capacidad de aprender, pero también del deseo de progresar y crecer.
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Facultad de Educación. Santiago, págs 57-88.