Unidad Nº2 - Atención Prehospitalaria y Manejo de Urgencias.

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TÉCNICO NIVEL SUPERIOR EN ENFERMERIA

ENFERMERIA DE URGENCIAS

UNIDAD N°2

Atención

Prehospitalaria y

Manejo de Urgencias en APS

Maximiliano Morgado Muñoz


Enfermero
EVALUACION PRIMARIA ABC DEL TRAUMA

Los modernos medios de transporte han elevado realmente


nuestra calidad de vida. Sin embargo el rápido aumento en el
número de vehículos y su mayor velocidad implican que también
aumenten los riesgos de accidente, y sobre todo la gravedad de
los mismos.
El trauma, definido como la aplicación de energía que supera la
capacidad de defensa de nuestro organismo es la primera causa de
muerte en el mundo y en nuestro país de personas menores de 40 años,
además de producir pérdidas laborales importantes e incapacidades
permanentes.
Para evitar esto, es importante la oportuna y eficaz intervención de los
Equipos de Emergencias, orientada a cumplir el objetivo principal del
rescate:

“PERMITIR EL SEGURO Y RAPIDO TRASLADO DE LA PERSONA


ACCIDENTADA A UN CENTRO HOSPITALARIO DONDE SE LE PUEDA
DAR LA ATENCIÓN MÉDICA QUE NECESITA”.
Para cumplir este objetivo debemos enfrentarnos con tres dificultades:

1. La muerte de las personas en el lugar del accidente o durante el


traslado, por causas que pueden ser evitadas con procedimientos
básicos.
2. El agravamiento de la lesiones, como consecuencia de la inadecuada
realización de las maniobras necesarias para trasladar a las personas
hasta el lugar en que se les pueda dar atención médica.
3. La demora en el rescate, derivada de que la persona quedó atrapada
dentro del vehículo accidentado.
La hora de oro, o también denominada hora dorada, comprende el
intervalo de tiempo que abarca desde que tiene lugar un accidente
hasta los 60 minutos posteriores. Esos 60 minutos son claves, ya
que una intervención rápida y eficiente puede suponer la
diferencia entre la vida y la muerte.
Evaluación Inicial (Primaria).

El paciente con trauma severo debe recibir tratamiento dentro de la


primera hora, ya que las posibilidades de recuperación disminuyen en
forma drástica en la medida que aumenta el intervalo entre el accidente
y la atención definitiva.
Idealmente, el paciente debiera recibir atención en el lugar de la
emergencia dentro de los 10 minutos, y luego ser derivado a un centro
especializado.
Una correcta evaluación es fundamental para el éxito de la atención
prehospitalaria. El objetivo de la evaluación primaria es determinar, en
30 segundos, el estado ventilatorio (respira o no respira),
hemodinámico (tiene pulso o no tiene pulso) y neurológico (consciente
o inconsciente).
Simultáneamente, se constatan o descartan puntos sangrantes,
deformidades y/o inestabilidades óseas.
Evaluaciones más complejas se deben dejar para una segunda etapa o
si ha llegado salud, dar espacio para que ellos continúen con el
paciente.
Las lesiones que ponen en peligro la vida del paciente más frecuentes
son: problemas de permeabilidad de la vía aérea, inestabilidad de la
columna cervical, mala ventilación y trastornos circulatorios.
Evaluación de la Escena.

Al aproximarse al lugar del evento, y antes de intervenir directamente sobre el


paciente, se debe realizar una Evaluación de la escena.

Esta evaluación contempla dos aspectos:

1. La seguridad en la escena.
2. La cinemática del trauma.
Antes de acercarse, se debe descartar cualquier situación que ponga en
riesgo al rescatador, por ej., energía eléctrica no interrumpida,
materiales peligrosos, riesgo de agresión física, tráfico vehicular, etc…

“Recordar siempre que no debemos convertirnos en otro paciente”.


Respecto de la cinemática del trauma, es importante considerar la
energía y los mecanismos involucrados en la escena para prever y
sospechar el tipo y severidad de las lesiones.
Evaluación Inmediata (simultánea).

El examen primario comienza con una mirada simultánea o "global" de la


respiración, circulación y estado neurológico del paciente e identificar
cualquier problema con la oxigenación, circulación, hemorragia o grandes
deformidades.
Mientras el rescatador se aproxima al paciente, se puede ver tanto
si el paciente esta movilizando aire efectivamente, como si el
paciente está despierto o no responde, como si el paciente se está
sosteniendo por si mismo, y si se mueve espontáneamente.
Una vez al lado del paciente, fije su columna cervical y háblele, "oiga,
¿qué le paso?, Esto permite chequear rápidamente nivel de conciencia,
ventilación y pulso, permitiendo evaluar la presencia, calidad y
frecuencia de la actividad respiratoria y circulatoria. Simultáneamente
puede sentir la temperatura y humedad de la piel. La respuesta verbal del
paciente indica el estado global de la vía aérea, tanto si la ventilación es
normal o laboriosa.
"¿Dónde le duele?" Es la pregunta que continúa, mientras está chequeando
el color de la piel y el rango del llene capilar. La respuesta del paciente va a
indicar la localización del dolor y también puede ayudar a identificar los
puntos más cercanos a la lesión. Durante éste tiempo, ha realizado
rápidamente una mirada general, tomando los primeros escasos segundos
para una evaluación global del paciente de su condición y una evaluación
de sus posibilidades de peligro para la vida.
Los pasos del A B C D E, se harán con el paciente de forma simultanea
y paralela, resolviendo los problemas vitales en el momento de su
detección, y solo entonces podremos pasar al siguiente paso.
Los cinco pasos involucrados en la evaluación primaria y que sigue un
orden prioritario son:

A Manejo Vía Aérea con Control Columna Cervical.


B Respiración (Ventilación).
C Circulación y control de hemorragias.
D Déficit neurológicos.
E Exposición y proteger del entorno.
A: VIA AEREA CON CONTROL COLUMNA CERVICAL.

Vía Aérea.

La vía aérea, es la prioridad, por excelencia, en el manejo del


politraumatizado. Ello exige establecimiento y/o mantenimiento de
la permeabilidad de esta, control cervical y administración de
oxigeno a alto flujo (según necesidad) y dependiendo de los
recursos disponibles.
Escenarios Posibles:

• En pacientes conscientes, (con respuesta verbal espontánea), la vía


aérea está permeable, la ventilación intacta y su cerebro perfundido.

• La obstrucción de la vía aérea es una de las principales complicaciones


del paciente inconsciente o con disminución del nivel de consciencia:
la caída de la lengua, producto de la relajación de la musculatura del
piso de la boca, sumado a la relajación de la lengua, con lo que
aumenta su tamaño, determina la obstrucción de la vía aérea.
La manera de mantener la permeabilidad de la vía aérea en la atención
primaria y la atención prehospitalaria básica, es mediante el uso de la
cánula orofaríngea (esta utilizada sólo en pacientes inconscientes).
Esta no es una solución definitiva y no protege la vía aérea solo la
permeabiliza.
• Mantenimiento alineado del eje cabeza-cuello-tronco, con
inmovilización manual, más collarín cervical.

Todas las maniobras sobre la vía aérea han de efectuarse con control
cervical. Se debe tener presente, que todo gran traumatizado, tiene lesión
de columna cervical, mientras no se demuestre lo contrario, de manera,
que hay que evitar hiperextender, hiperflexionar o rotar la cabeza y cuello
del paciente.
B: RESPIRACION (VENTILACION).

La Hipoxia resulta de una inadecuada ventilación de los pulmones y falta


de oxigenación a los tejidos del paciente. Una vez abierta la vía aérea, la
calidad y cantidad de la ventilación del paciente debe ser evaluada.
Chequee si el paciente está respirando. Si la respiración no estuviese
presente, la evaluación se detiene y se administra ventilación
inmediatamente (RCP). Si el paciente está respirando, estime la eficacia
de la frecuencia y profundidad de la respiración para determinar si el
paciente está movilizando aire suficiente. Observe rápidamente la
expansión o elevación torácica y escuche si el paciente habla, si está
consciente.
C: CIRCULACION Y SANGRAMIENTO.

En la evaluación inicial del paciente traumático, una adecuada estimación


global del gasto cardíaco y estado cardiovascular se puede obtener
simplemente del chequeo del pulso, tiempo de llene capilar, color, y
temperatura de la piel.
Pulso.

Evaluar el pulso por presencia, calidad, y regularidad. La presencia de


pulso periférico palpable también nos proporciona un cálculo aproximado
de la presión sanguínea. Si el pulso radial no está palpable, el paciente ha
entrado probablemente en la etapa de descompensación del shock, un
signo tardío de las condiciones críticas del paciente.
En la examen primario, la determinación exacta del pulso no es necesaria.
Piel.

Un rápido chequeo del tiempo de llenado capilar es mediante la presión


sobre el lecho ungueal de las uñas. Un tiempo de llenado capilar mayor de
2 segundos indica que estos no están recibiendo una adecuada perfusión.
De cualquier modo, el llene capilar es un indicador pobre del estado
circulatorio por si sólo, porque están influyendo otros factores. Por ej.
Edad avanzada, temperaturas frías, el uso de algunos medicamentos
pueden sesgar el resultado.
Color.

Una adecuada perfusión produce en la piel un matiz rosado. Pieles de


color oscura pueden hacer más difícil esta determinación. Examinar el
color de los lechos ungueales y la membrana de las mucosas puede ser
útil para vencer éste desafío. Coloración azulada indica oxigenación
incompleta, mientras que la coloración pálida es asociada con pobre
perfusión.
Temperatura.

Como con la evaluación de otras partes de la piel, la temperatura está


influida por las condiciones del medio ambiente. Sin embargo, piel fría
indica perfusión disminuida, prescindiendo de la causa.
Humedad.

Piel seca indica una buena perfusión. Piel húmeda es asociada a shock y
perfusión disminuida.
Hemorragias.

En caso de hemorragia externa, la aplicación de presión directa va


a controlar en mayor medida o en su totalidad la hemorragia, hasta
que el accidentado sea trasladado a un centro asistencias para el
manejo de sus lesiones.
• Si se sospecha de una hemorragia interna, se debe rápidamente
descubrir el abdomen, mirar y palpar en busca de esta.
• La pelvis también debe ser palpada porque una fractura pélvica es la
causa principal de sangramiento intra-abdominal.
• En el caso de los niños las hemorragias de cuero cabelludo son
potencialmente graves, por lo que deben ser controladas rápidamente.
• Control rápido de la pérdida de sangre es uno de los objetivos más
importantes en el cuidado del paciente con trauma.
Muchas causas de hemorragia no son fáciles de controlar fuera del
hospital. El tratamiento prehospitalario consiste en el traslado rápido
del paciente a un hospital para el manejo de la hemorragia.
D: Estado neurológico.

El nivel de conciencia y neurológico del paciente puede ser evaluado


correctamente mediante la aplicación de un estímulo (pellizco, apretón, o
sonido) y describiendo la respuesta del paciente mediante el uso del
acrónico AVDI, que quiere decir:

A Alerta.
V Responde a estímulos Verbales.
D Responde a estímulos Dolorosos.
I Inconsciente.
Una disminución del nivel de conciencia debe alertar a cuatro
posibilidades:
• Disminución de la oxigenación cerebral (ocasionado por hipoxia y/
hipoperfusión).
• Lesión del Sistema Nervioso Central (SNC).
• Sobredosis de alcohol o drogas.
• Desorden metabólico (diabetes, ataque, trastorno cardiaco).
E: EXPOSICION Y PROTEGER DEL MEDIO AMBIENTE.

Es imposible ver a través de la ropa mientras se está evaluando a un


paciente politraumatizado. Por ésta razón, un paso temprano en el
proceso de evaluación es sacarle la ropa al paciente.
La exposición en el paciente traumático es decisiva para encontrar
todas las lesiones.

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