El documento discute diferentes perspectivas sobre la restauración y reconstrucción de monumentos arquitectónicos históricos. Argumenta que la restauración busca conservar el patrimonio cultural y mantener sitios históricos, pero que la reconstrucción plantea problemas como falsificar la historia o no contar con expertos capacitados. También reconoce la necesidad de un equilibrio entre principios de conservación y satisfacer necesidades actuales.
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El documento discute diferentes perspectivas sobre la restauración y reconstrucción de monumentos arquitectónicos históricos. Argumenta que la restauración busca conservar el patrimonio cultural y mantener sitios históricos, pero que la reconstrucción plantea problemas como falsificar la historia o no contar con expertos capacitados. También reconoce la necesidad de un equilibrio entre principios de conservación y satisfacer necesidades actuales.
El documento discute diferentes perspectivas sobre la restauración y reconstrucción de monumentos arquitectónicos históricos. Argumenta que la restauración busca conservar el patrimonio cultural y mantener sitios históricos, pero que la reconstrucción plantea problemas como falsificar la historia o no contar con expertos capacitados. También reconoce la necesidad de un equilibrio entre principios de conservación y satisfacer necesidades actuales.
El documento discute diferentes perspectivas sobre la restauración y reconstrucción de monumentos arquitectónicos históricos. Argumenta que la restauración busca conservar el patrimonio cultural y mantener sitios históricos, pero que la reconstrucción plantea problemas como falsificar la historia o no contar con expertos capacitados. También reconoce la necesidad de un equilibrio entre principios de conservación y satisfacer necesidades actuales.
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El TAPIZ DE PENELOPE
Joel Santiago Garzon Rocha
Al tratar de relacionar la separación originada por los modernos de la producción
arquitectónica, se busca salvaguardar la arquitectura y la historia por medio de operaciones cuyo fin son conservar un bien cultural arquitectónico y mantener sitios históricos en servicio. Antón Capitel en cuanto al pensamiento arquitectónico y a la reflexión sobre los problemas de conservación y actuación en monumentos y conjuntos, una mejor comprensión y, consecuentemente, una mayor estima de la arquitectura histórica ha generado criterios o puntos de vista valiosos para el mantenimiento y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y urbano. Se acepta que la restauración de los monumentos es una actividad moderna considerando superado el punto de vista de Viollet, acoplándolos a nuevas exigencias de usos e instalaciones, buscando la perfección de cada obra al margen de su verdadera historia rescatando el edificio ideal. Reconstruyo una gran cantidad de edificios mezclando sus ideas con las propias del eclecticismo que a medida del tiempo los monumentos y la arquitectura de nueva planta se confundía en una sola cosa. La reconstrucción de monumentos alimentaba una utopía social que para Ruskin una simple falsificación material de lo antiguo era sobre todo una falsificación moral animando los oficios de los artesanos crenado obras verdaderas llenas de vida y belleza. Las ideas de Ruskin han jugado un papel esencialmente positivo ya que fueron un freno considerable para las reconstrucciones y restauraciones excesivas, siendo muy importante en ello el arquitecto Camilo Boito atacando la reconstrucción, pero defendiendo la restauración. En estos momentos las contradicciones de la cultura se mezclan paradójicamente confundiendo los partidarios de las reconstituciones. Viollet considero al monumento bajo el prisma ideal perfecto llegando a valorarlo como un objeto convirtiendo en exentos y aislados los monumentos para lograr alcanzar su perfección. Dos problemas saltan a la vista al pensar en la importancia de la reconstitución. En primer lugar, dónde acabar con la misma, pues tal vez fuera la ocasión de derribar el monumento a Víctor Manuel, igual que el palacio de Venecia falso de Assicurazioni Generalli, pues todo es posterior a lo romano. En segundo lugar, el parque arqueológico como opción posible a la vía, ¿quién hará las reconstituciones y cómo? Es de esperar que exista profesores romanos, pero, si no, ¿quién de nuestros arquitectos contemporáneos que, todo lo más, hace poco que desempolvaron el viejo Vignola que tenían de estudiantes? En definitiva, lo que es seguro es un signo de los tiempos, tiempos que tal vez duren sólo una temporada, dando testimonio de cómo la moda historicista llega a instancias oficiales e ilumina verdades incontestables y asuntos muy atractivos. La mentalidad postmoderna más inmediata se filtra así en los problemas de monumentos, pero a la mayoría de quienes quieren disfrazarse de Viollet le Duc les queda ancho el traje. Se reconoce un equilibrio entre los principios considerándolos y satisfaciéndolos, pues la mayoría de las obras de arquitectura en las que interviene el restaurador son producto de repetitivas acciones, exigiendo la propia vitalidad del monumento, bien sea, por fortuna, sólo de conservación, o bien sean mayores, por abandono o necesidad de cambio.
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