La Sangre de Cristo No Es Un Amuleto Por

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La sangre de Cristo no es un amuleto

Pepo Toledo 6SP2020

www.pepotoledo.com //toledopepo.academia.edu

© Copyright. A menos que se indique lo contrario, todos los versículos usados en este estudio son de la Biblia versión
Reina-Valera Antigua (RVA) escrita en español de la época. No le sorprenda al lector encontrar palabras que sin cambiar su
significado ahora se escriben con variantes, así como diferencias en el uso de acentos. Todo ello en favor de usar la
versión más antigua y fiel posible, libre de derechos de autor. Este texto puede ser compartido libremente citando la fuente.

Escultura “Cristo glorificado” de Pepo Toledo. Proyecto para escultura urbana.

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Tabla de contenido

La sangre de Cristo no es un amuleto .....................................................................................1


Argumentos para invocar protección de la sangre de Cristo ............................................2
Desde Abel la sangre cubre o cae sobre las personas para maldición ...........................3
La sangre de Cristo habla mejores cosas que la de Abel ...................................................3
La sangre de Cristo limpia ..........................................................................................................4
Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos ........................................................4
Elementos bíblicos para protección .........................................................................................5

Es costumbre difundida entre cristianos de diferentes denominaciones “cubrirse


con la sangre de Cristo” para protección. La práctica de invocar la sangre de Jesús
e incluso adorarla aparece en numerosas oraciones. Hay libros completos
dedicados a difundir esta práctica que no tiene sustento bíblico.

Argumentos para invocar protección de la sangre de Cristo

Algunos justifican invocar la sangre de Cristo para protección basándose en el


pasaje de la festividad de la Pascua, cuando se celebra por primera vez (Éxodo 12).
Dios instruye a Moisés para que su pueblo sacrifique corderos y unte con su sangre
el dintel de la puerta de sus casas. De esa forma al pasar Dios hiriendo a los
primogénitos de los egipcios librará o pasará por alto las casas de los hijos de Israel.
Éxodo 12:27: “Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual
pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró
nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

El significado bíblico de la palabra librar es rescatar, liberar de cautividad física,


librar por el pago de rescate, comprar de nuevo propiedades de los esclavos. i La
Pascua conmemora la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. Para los
cristianos esta fecha es tipo de la obra redentora de Cristo, “el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo”. Otro significado de la palabra librar es redimir del
pecado y la esclavitud espiritual, que es precisamente lo que hace Jesucristo y lo
podemos corroborar en el siguiente versículo: Limpiad pues la vieja levadura, para
que seáis nueva masa, como sois sin levadura: porque nuestra pascua, que es
Cristo, fue sacrificada por nosotros (1 Corintios 5:7).

Como podemos ver, la Pascua es tipo de Jesucristo con el significado de redimir


a su pueblo de la esclavitud física y espiritual limpiando sus pecados. No tiene
connotación de protección.

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Otros justifican en cubrirse con la sangre de Cristo con el siguiente versículo. 1
Pedro 1:2: Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu,
para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo. Haber sido rociado con
la sangre de Cristo, te limpia y te hace ser obediente para una herencia incorruptible
(sin mancha). Te permite ver la luz y te santifica. En ningún lugar dice este verso
que es para protección. La sangre de Cristo no es un amuleto. En todos los versos
en donde se especifica el propósito de la sangre de Cristo es para limpieza de
nuestros pecados, como veremos más adelante.

Desde Abel la sangre cubre o cae sobre las personas para maldición

La sangre siempre tiene voz, y cuando es escuchada en el cielo contra una


persona trae sobre ella maldición. Dios reclama a Caín por la muerte de Abel:
Génesis 4:10. Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano
clama a mí desde la tierra. La tierra, que había bebido la sangre de Abel, se volvió
maldita para Caín. Sus cosechas eran escasas y tuvo que llevar el resto de sus días
el sello del oprobio en su frente.

Todas las veces en la Biblia que la sangre cubre o cae sobre una persona, es
para maldición. Leamos unos pocos ejemplos:

Levítico 20:9. Porque varón que maldijere a su padre o a su madre, de cierto


morirá: a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él.

Levítico 20:11. Y cualquiera que se echare con la mujer de su padre, la desnudez


de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.

2 Samuel 3:28-29. 28 Cuando David supo después esto, dijo: Limpio estoy yo y
mi reino, por Jehová, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner. 29 Caiga
sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la
casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien
muera á cuchillo, ni quien tenga falta de pan.

La sangre de Cristo habla mejores cosas que la de Abel

La sangre de Abel tenía poder para maldecir a los hombres y la sangre de Cristo
tiene poder para bendecirlos. La sangre de Abel condena y la de Cristo limpia.
Ninguna de ellas protege.

Jesús sufre por los mismos que lo ofenden y que incluso se burlan de su agonía.
¿Qué piensas que siente Dios al ver a su hijo colgado en un madero? Su sangre la
sorbe la tierra y su voz clama hacia el cielo. También la sangre de Jesús tiene voz,
pero habla a Dios mejores cosas que la sangre de Abel. ii Hay una verdad que
defender, una ley que rehabilitar, una humanidad que redimir. En un gesto de
bondad y amor eterno, Dios quita la maldición de la tierra por su causa. Perdona

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nuestros pecados y nos acepta, pecadores como somos, en su hijo. La sangre de
Jesucristo limpia nuestros pecados.

Dios pone una marca de bendición sobre nuestra frente: 1 Juan 5:18. Sabemos
que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios,
se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.

Antes de que el pecador se arrepienta y clame por misericordia, aunque no


pueda, aunque esté inhabilitado en su desesperación, la sangre de Jesús clama por
él. Antes de que escuche la voz da la sangre de Cristo, Dios la escucha, le perdona
y le limpia. La voz de la sangre de Jesús habla por nosotros. Romanos 8:34. ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó,
quien además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Intercede continuamente hasta su segunda venida.

La sangre de Cristo limpia

Leamos 1 Juan 1:7: Mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos
comunión entre nosotros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado. Lo que dice aquí es que la sangre de Jesús nos limpia, no que nos
protege. Comencemos por aceptar que todos somos pecadores, según 1 Juan 1:8.
En el Antiguo Testamento el pueblo de Israel hacía sacrificio de animales para pedir
perdón por los pecados (limpiarlos), según podemos ver en Levítico 14:13.

Jesús se ofreció en sacrificio vivo y derramó su sangre para limpiar nuestros


pecados (Hebreos 7:26-28). Este sacrificio lo hizo una vez y para siempre y nos da
la victoria sobre el diablo y sus huestes (Apocalipsis 12:10-11). La sangre del
Cordero es la clave para derrotar al acusador y limpiarnos del pecado.

Prácticamente todos los versículos de la Biblia donde se menciona la sangre de


Cristo son con esta connotación. Compruébalo tú mismo: Mateo 26:27-28, Romanos
3:25, 5:9, Efesios 1:7, Hebreos 9:11-15, 9:12-14, 10:3-14, 13:11-12, 1 Juan 1:6-9 y
Apocalipsis 1:5-6, 7:14. En ningún de estos versos de la palabra se asocia la sangre
de Cristo como protección como si fuese un amuleto.

Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos

Jesús previene a los judíos del castigo que vendrá sobre ellos por toda la sangre
que han derramado desde Abel hasta Zacarías. Mateo 23:33-36. 33 Serpientes,
generación de víboras! ¿cómo evitaréis el juicio del infierno? 34 Por tanto, he aquí,
yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas: y de ellos, a unos mataréis y
crucificaréis, y a otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de
ciudad en ciudad: 35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha
derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de

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Zacarías, hijo de Barachîas, al cual matasteis entre el templo y el altar. De cierto
os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Mas adelante, ya en la última cena, Jesús anuncia a sus discípulos que su sangre
será derramada para limpiar los pecados. Mateo 26:28. Porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, la cual es derramada por muchos para remisión de los pecados.

Jesús es capturado y llevado a Caifás el pontífice y al Sanedrín o consejo de


ancianos del pueblo de Israel. El Sanedrín era el equivalente a la Corte Suprema de
la ley judía. Después de llevar dos testigos falsos, lo condenan a muerte (Mateo
26.57-68). En este momento el pueblo judío rechaza oficialmente a Cristo.

En todos los versos de la Biblia en que se invoca la sangre es para que caiga
como castigo sobre un tercero, sobre otra persona. La excepción es cuando el
pueblo judío pide la crucifixión de Cristo y Pilatos se lava las manos diciendo ser
inocente de su sangre. El pueblo responde: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre
nuestros hijos (Mateo 27:25). En este caso los mismos que hacen crucificar a Cristo
invocan su sangre para que caiga sobre ellos mismos. Este clamor subió al cielo. A
quienes estaban participando de este acto no les importó asumir la responsabilidad
porque no podían soportar la verdad. Querían silenciar a quien les llamaba
hipócritas, serpientes, generación de víboras.

Jesús, en su misericordia, los perdonó y murió por el perdón de esos pecados y


los de toda la humanidad. Lucas 23:34. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque
no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes. Para obtener
este perdón los judíos tenían que arrepentirse y reconocer que Jesús era el Mesías.
Juan 14:6. Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al
Padre, sino por mí. Pero no lo hicieron.

En resumen, el pueblo judío en la figura del Sanedrín, rechaza y condena


oficialmente a Cristo. Luego invocan su sangre para que caiga sobre ellos y sobre
sus hijos. No aceptan el perdón ofrecido al no reconocerlo como el Mesías. En el
año 70 d.C. Jerusalén es destruida y comienza la diáspora. ¿Aún quieres invocar la
sangre de Cristo sobre ti?

Más adelante, Jesús se le aparece a Pablo y lo levanta como apóstol (Hechos 9-


19). La buena noticia de que el Evangelio es también para los gentiles aparece en
Hechos 10:34-43 y en Hechos 11:9-21. Pablo lo dice a los gentiles y también los
exhorta a no envanecerse, porque el alejamiento de Dios de Israel es temporal.
Romanos 11:11. Digo pues: ¿Han tropezado para que cayesen? En ninguna
manera; mas por el tropiezo de ellos vino la salud (salvación) a los Gentiles, para
que fuesen provocados a celos.

Elementos bíblicos para protección

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Para pedir protección, deja de cubrirte con la sangre de Cristo. Sugiero consultes
las siguientes opciones en la Biblia:

1. Pídele directamente a Dios que te libre del mal, tal y como lo dice la oración que
nos enseñó Jesús. Mateo 6:13: Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
Acá estamos pidiendo a Dios padre fuerzas para vencer al pecado y protección
sobre los ataques del enemigo.
2. Puedes pedirle a Dios que en el nombre de Jesucristo te envíe ángeles para
protegerte. Salmos 34:7: El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le
temen, Y los defiende. Salmos 91:11-12. 11 Pues que a sus ángeles mandará acerca
de ti, Que te guarden en todos tus caminos. 12 En las manos te llevarán, Porque tu
pie no tropiece en piedra. No invoques a los ángeles directamente, pídeselos a Dios
en el nombre de Jesucristo.
3. Vístete cada día con la armadura espiritual; esto te toca a ti: Efesios 6:13-18. 13
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo,
y estar firmes, habiendo acabado todo. 14 Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos
de verdad, y vestidos de la cota de justicia. 15 Y calzados los pies con el apresto del
evangelio de paz; 16 Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar
todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de salud, y la espada
del Espíritu; que es la palabra de Dios; 18 Orando en todo tiempo con toda
deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y
suplicación por todos los santos. En el v.14 la expresión “Estad pues firmes” tiene
un sentido de estabilidad en el tiempo.

Concluyendo. Al cubrirse con la sangre de Cristo le estás dando categoría de


amuleto. Es invocar maldición sobre ti. Es algo que no hicieron los apóstoles ni
ningún otro personaje en la Biblia. Cristo derramó su sangre para derrotar a
Satanás en la cruz, limpiar nuestros pecados y confirmar el Nuevo Pacto. La
buena noticia es que estamos bajo el Evangelio de la gracia. Cualquier
equivocación, pecado, ignorancia en la forma de orar o hablar pueden ser
perdonados. Hemos dicho o hecho cosas que creemos que son buenas por
costumbre, pero el conocimiento de la palabra nos va cambiando. Aprópiate de
esa victoria reconociendo a Cristo como tu señor y salvador, recibe la limpieza por
tus faltas y guarda sus preceptos para alcanzar la vida eterna.

i
https://www.biblia.work/diccionarios/redimir/
ii
La Sangre de Abel y la Sangre de Jesús por Charles Haddon Spurgeon, 2 de septiembre, 1866

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