Actos Jurídicos
Actos Jurídicos
Actos Jurídicos
Se define al acto jurídico como “la manifestación de voluntad hecha con el propósito de crear, modificar o
extinguir derechos, y que produce los efectos queridos por su autor o por las partes porque la ley sanciona
dicha manifestación de voluntad”.
2. Estructura del acto jurídico: Se distinguen los elementos de la esencia, de la naturaleza y accidentales.
El art. 1444 dice “Son de la esencia de un contrato aquellas cosas sin las cuales o no produce efecto
alguno, o degenera en otro contrato diferente”.
De aquí se desprende:
a) Si se omite un elemento esencial común o general no se produce ningún efecto; es la nada o
inexistencia jurídica.
Ejemplo: si en un acto jurídico falta la voluntad, el acto es jurídicamente inexistente y no produce
efecto alguno.
b) Si se omite un elemento esencial especial o específico, si bien impide que se produzcan los efectos de
éste, no se cierra la posibilidad de que se produzcan los efectos de otro acto jurídico, para cuya
existencia fue idónea la manifestación de voluntad.
Ejemplo: en el contrato de compraventa, un elemento de la esencia especial es que el precio se pacte
en dinero. Si las partes estipulan por concepto de precio cualquier otra cosa que no sea dinero, el
contrato deriva o degenera en una permuta, y se producirán los efectos propios de este contrato.
El art. 1445, enumera los requisitos necesarios para que una persona se obligue a otra por un acto o
declaración de voluntad, sin mencionar cuáles son o no esenciales. Teniendo presente que la omisión de un
elemento esencial impide que el acto produzca efecto alguno, se concluye que tienen calidad de
esenciales la voluntad (aunque esté viciada), el objeto y la causa (aunque sean ilícitos).
En verdad no existen elementos naturales del acto jurídico, lo que sí existen son efectos naturales, es decir,
aquellos que la ley subentiende y que no requieren, por lo mismo, de una declaración de voluntad para existir;
pero que las partes, si quieren, pueden eliminar sin alterar con ello la esencia del acto jurídico.
En definitiva, sólo son elementos del acto jurídico (en el sentido de partes constitutivas de la esencia de una
cosa) los esenciales, que son los que no pueden faltar.
C) Elementos accidentales
Elementos o mejor dicho “cosas” accidentales de un acto jurídico son aquellas que las partes pueden en
virtud de la autonomía privada, incorporar a éste, sin alterar su naturaleza.
El art. 1444 señala que “son cosas accidentales a un contrato aquellas que ni esencial ni naturalmente le
pertenecen, y que se le agregan por medio de cláusulas especiales”.
A) Requisitos de existencia: Son indispensables para que el acto nazca a la vida del derecho, para que
exista como tal y produzca efectos. Si faltan, el acto es jurídicamente inexistente, por lo que no produce
efecto alguno; Estos requisitos son:
a) Voluntad.
b) Objeto.
c) Causa.
d) Solemnidades requeridas para la existencia del acto.
Existe una estrecha relación entre los elementos esenciales de los actos jurídicos y los requisitos de
existencia. Lo que constituye un elemento de la esencia es, al mismo tiempo, un requisito de existencia del
acto jurídico.
B) Requisitos de validez: Son necesarios para que el acto jurídico tenga una vida o existencia sana y
produzca sus efectos en forma estable. La omisión de un requisito de validez no impide que el acto
nazca; que produzca efectos. Pero nace enfermo, con un vicio que lo expone a morir invalidado.
Estos requisitos son:
a) Voluntad exenta de vicios.
b) Objeto lícito.
c) Causa lícita.
d) Capacidad.
1) Atendiendo al número de partes cuya voluntad es necesaria para que el acto jurídico se forme.
a) Actos jurídicos unilaterales: aquellos que para nacer a la vida jurídica requieren la manifestación de
voluntad de una sola parte.
Ejemplo: testamento, oferta, aceptación, renuncia de un derecho, confirmación de un acto nulo, etc.
b) Actos jurídicos bilaterales: aquellos que para nacer a la vida jurídica, requieren la manifestación de
voluntad de dos partes.
Ejemplo: contratos, novación, pago efectivo o solución, matrimonio.
Sin embargo, existe entre ellos una relación de género a especie. La convención es el género en tanto
que el contrato es la especie del género convención.
Los efectos de la convención pueden consistir en la creación, modificación o extinción de un derecho
(ejemplo: tradición) En cambio, los efectos del contrato son más reducidos, que consisten en
los derechos y obligaciones que el contrato crea. Por eso se dice que el contrato es una
convención generadora de derechos y obligaciones.
c) Actos jurídicos plurilaterales : aquellos que para nacer requieren la manifestación voluntad de dos o más
partes.
Ejemplo: la delegación, especie de novación por cambio de deudor, requiere la manifestación de 3
partes que tienen intereses diversos: acreedor, delegante (deudor primitivo) y delegado (nuevo deudor).
2) Atendiendo a si el acto jurídico para producir sus efectos requiere o no la muerte del autor o de una de
las partes.
a) Actos jurídicos entre vivos: aquellos que para producir los efectos que les son propios no requieren
naturalmente de la muerte del autor o de una de las partes (regla general). Ejemplo: compraventa,
hipoteca.
b) Actos jurídicos por causa de muerte o mortis causa : aquellos que, para producir la plenitud de sus
efectos, requieren la muerte del autor o de una de las partes, como supuesto necesario e indispensable.
Ejemplo: testamento, mandato destinado a ejecutarse después de muerto el mandante.
3) Atendiendo a la utilidad o beneficio que reporta el acto jurídico para quienes lo ejecutan.
a) Actos jurídicos a título gratuito: aquellos que se celebran en beneficio exclusivo de una persona o
de una parte.
Ejemplo: contrato de donación.
b) Actos jurídicos a título oneroso: aquellos que se celebran teniendo en consideración la utilidad o
beneficio de ambas partes.
Ejemplo: contrato de compraventa.
b) Actos jurídicos accesorios: aquellos que para poder subsistir necesitan de un acto principal que les
sirva de sustento o apoyo, al cual acceden.
Se clasifican en:
- Actos jurídicos de garantía o cauciones : se constituyen para asegurar el cumplimiento de una
obligación principal, de tal manera que no pueden subsistir si ella.
Ejemplo: prenda, hipoteca, fianza, cláusula penal.
- Actos jurídicos dependientes: aquellos que si bien no pueden subsistir sin un acto principal
no tienen por finalidad asegurar el cumplimiento de una obligación principal. Ejemplo: capitulaciones
matrimoniales.
Normalmente, los actos accesorios se constituyen con posterioridad o coetáneamente con el acto jurídico
principal. Pero es posible que se constituyan antes del acto al cual acceden.
Ejemplo: hipotecas para garantizar obligaciones futuras, capitulación matrimonial celebrada antes del
matrimonio. En consecuencia, es posible que el acto accesorio exista antes que el acto principal, pero es
imposible que subsista sin éste. Faltando, en definitiva, el acto principal, el accesorio caduco, muere.
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales: El acto jurídico se caracteriza por ser un hecho voluntario del hombre, lo que
lo diferencia de los hechos jurídicos naturales o propiamente tales.
La voluntad, que es la aptitud del alma para querer algo, es el primer requisito de existencia del acto jurídico
y, para que produzca efectos jurídicos, debe cumplir con 2 requisitos copulativos:
a) Debe manifestarse, de modo que se pueda conocer.
b) Debe ser seria, en el sentido de perseguir efectivamente un fin reconocido o tutelado por el
derecho.
No es seria la voluntad que se manifiesta por mera cortesía, complacencia o en broma; y, en general, la que
se manifiesta en cualquier forma de la cual pueda desprenderse, inequívocamente, la falta de seriedad; hecho
que, en definitiva, apreciará el juez.
Ejemplo: ocupación, ya que el ocupante, concurriendo los requisitos legales, por el solo hecho de aprehender
la cosa con ánimo de hacerla suya (conducta concluyente) adquiere el dominio, aunque este hecho no sea
conocido por otras personas
3.La manifestación de voluntad en el Código Civil chileno: Para nuestro Código, por regla general, la
manifestación expresa y la tácita tienen el mismo valor. Ejemplo: aceptación expresa o tácita de la herencia
(art. 1241), aceptación expresa o tácita del mandato (art. 2124).
Por excepción, en ciertas circunstancias previstas por (i) el legislador (testamento, novación por cambio de
deudor en que el acreedor debe consentir expresamente en liberar al deudor primitivo) o (ii) por las partes, no
basta la manifestación de voluntad tácita.
4.El silencio o reticencia como manifestación de voluntad: Puede ocurrir que una persona, enfrentada a un
hecho determinado, no formule una declaración ni ejecute una conducta concluyente limitándose a guardar
silencio.
1. El consentimiento:
La voluntad en los actos jurídicos bilaterales toma el nombre de consentimiento y es un requisito esencial
para la existencia del acto jurídico.
Consentimiento: “es el acuerdo de voluntades de las partes, necesario para dar nacimiento al acto jurídico
bilateral”.
El Código Civil no reglamenta la formación del consentimiento, de ello se encarga el Código de Comercio,
viniendo de este modo, como se expresa en el Mensaje, a llenar “un sensible vacío de nuestra legislación
comercial y civil”.
Las normas del C. de Comercio relativas a la formación del consentimiento (arts. 97 a 108) se aplican a los
actos mercantiles y a las convenciones reglamentadas por el C. Civil, pues regulan una materia de aplicación
general.
Para la formación del consentimiento en los actos jurídicos bilaterales se requiere la concurrencia de dos actos
sucesivos: la oferta y la aceptación.
Conceptos generales
El primer requisito de existencia de los actos jurídicos es la voluntad, pero la voluntad apta y eficaz para
desplegar consecuencias jurídicas es aquella que no se encuentra viciada.
No es lo mismo ausencia de voluntad, que la voluntad viciada. El acto en que falta voluntad no existe, es
la nada. En cambio, el acto en que incide un vicio de la voluntad existe, pero expuesto a ser invalidado.
Esta distinción está implícita en el art. 1445 cuando requiere que el consentimiento no adolezca de vicio.
El art. 1451 establece que los vicios de que puede adolecer el consentimiento, son, ERROR, FUERZA Y
DOLO.
EL ERROR (arts. 1452 al 1455)
1. Conceptos generales: Lo que determina a una persona a manifestar su voluntad para la celebración de
un acto jurídico es el conocimiento que tenga de la realidad de manera que la manifestación surge como
consecuencia de eses conocimiento.
Error: “es una falsa representación de la realidad, ya sea por ignorancia, es decir, por no haber tenido la parte
conocimiento de todas las circunstancias que influyen en el acto concertado, o por la equivocación, es decir,
por no haber valorado exactamente la influencia de dichas circunstancias”.
A) Error de Derecho
“Es la falsa o inexacta representación de la realidad jurídica por la ignorancia de una norma o bien por la
equivocada interpretación o inexacta aplicación de la misma a un caso concreto.”
En el Código Civil chileno, el error de derecho no vicia el consentimiento, lo que significa que no puede
alegarse para impedir las consecuencias jurídicas de los actos lícitos, ni para exonerarse de responsabilidad
por los actos ilícitos, salvo en los casos expresamente exceptuados por la ley.
Regla general: el art. 1452 establece que “el error sobre un punto de derecho no vicia el consentimiento”.
Esta norma surge como lógica consecuencia de la ficción de la ley que supone que las normas jurídicas
son conocidas por todos, sin que nadie pueda alegar su ignorancia después que hayan entrado en vigencia
(art. 8 CC).
Asimismo, el art. 706 inciso final presume la mala fe de quien alega error sobre un punto de derecho;
presunción que no admite prueba en contrario.
B) Error de hecho
“Es la falsa representación que se tiene, por ignorancia o equivocación, de una cosa, de un hecho o
de una persona.”
El Código Civil chileno describe y reglamenta las hipótesis de error de hecho que estima relevantes en 3
artículos (1453, 1454 y 1455).
Art. 1453: “El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie de acto o contrato que se
ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese empréstito y la otra donación; o sobre la identidad de
la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender cierta cosa
determinada, y el comprador entendiese comprar otra”.
El art. 1453 reglamenta 2 supuestos de error:
a) El error recae sobre la especie del acto o contrato que se ejecuta o celebra.
Ej.: una parte entiende entregar a título de mutuo y la otra recibir a título de donación.
En Chile se prefiere hablar de “error esencial” en vez de “error obstativo, obstáculo o impediente” y lo
considera como un vicio del consentimiento, aunque doctrinariamente son cosas distintas.
2) Error sustancial
Art. 1454 inciso 1°: “El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o calidad esencial
del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree; como si por una alguna de las
partes se supone que el objeto es una barra de plata, y realmente es una masa de algún otro metal
semejante.”
La víctima del error sustancial atribuye a la cosa objeto del acto o contrato una sustancia o calidad esencial
que en realidad no tiene.
Para comprender sobre qué recae exactamente el error, es necesario determinar qué quiso decir el legislador
con las expresiones “sustancia” y “calidad esencial”.
a) Sustancia: es la matera concreta que constituye la cosa.
b) Calidad esencial: dice relación con la intención de las partes, con los motivos que tuvieron para
contratar. Lo que determina a las personas a celebrar un contrato que tiene por objeto una cosa es la
creencia de que ésta tiene determinadas cualidades o condiciones. En otras palabras, si se supiera
que la cosa carece de dichas cualidades no se celebraría el contrato.
Jurídicamente, sustancia y calidad esencial son lo mismo (expresión “o” art. 1454), sin embargo, el término
fundamental es el de calidad esencial, ya que amplía el ámbito de aplicación del art. 1454.
Sanción del error sustancial: El error sustancial vicia el consentimiento. El acto en que incide dicho error se
sanciona con nulidad relativa.
3. Error sobre las cualidades accidentales: Art. 1454 inciso 2°: “El error acerca de cualquiera otra calidad de la cosa
no vicia el consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas
para contratar, y ese motivo ha sido conocido de la otra parte.”
Para determinar qué son calidades accidentales de una cosa, es preciso determinar cuáles son las calidades
esenciales de la misma (cuestión que determinará el juez analizando las circunstancias del caso concreto
sometido a su conocimiento). Todas las calidades que no son esenciales son accidentales.
La regla general es que error en las calidades accidentales no vicia el consentimiento. Para que el error en las
calidades accidentales vicie el consentimiento, es necesario que tal calidad sea el motivo determinante que
tuvo una de las partes al contratar, y que esto haya sido conocido de la otra parte de cualquier forma. La
víctima deberá probar que la calidad no esencial fue el principal motivo que tuvo para contratar y que la otra
conocía el motivo.
Sanción del error sobre las calidades accidentales: Cuando el error accidental vicia el consentimiento, el acto
en que él incide se sanciona con la nulidad relativa (art. 1682).
4. Error en la persona
Art. 1455 inciso 1°: “El error acerca de la persona con quien se tiene intención de contratar no vicia el
consentimiento, salvo que la consideración de esa persona sea la causa principal del contrato.”
En la hipótesis de error in persona, quien lo sufre yerra en la identidad de una persona o de alguna de
sus cualidades personales, por desconocimiento o conocimiento defectuoso de dicha persona.
Sanción o efectos del error en la persona: La regla general es que el error en la persona es irrelevante. Sin
embargo, en los contratos en que la consideración de la persona con quien se tiene intención de contratar es
la causa principal, el error en la persona vicia el consentimiento, sancionándose el acto en que incide con la
nulidad relativa (art. 1682).
Declarada la nulidad del contrato, la persona con quien erradamente éste se celebró tiene derecho a
demandar indemnización de perjuicios, siempre que haya contratado de buena fe (art. 1455 inciso final).
La fuerza es un vicio de voluntad porque se opone a la libertad. De este modo, la voluntad supone una
manifestación consciente del sujeto (libre de error) y una manifestación libre, sin coacciones.
2. Clasificación de la fuerza
A) Fuerza física o absoluta: está caracterizada por una constricción directa y material.
En la fuerza física se pretende obtener una apariencia de consentimiento de la víctima a través de
procedimientos violentos o brutales.
Ejemplo: a una personase le agarra la mano y se le obliga a firmar un contrato.
B) Fuerza moral o psíquica: el apremio se ejerce sobre la psiquis de la víctima con el fin de intimidarla.
En el acto en que incide la fuerza moral existe una manifestación de voluntad del sujeto, pero éste
no ha sido libre. La manifestación le fue impuesta por una amenaza actual de un mal futuro.
Este precepto contiene los requisitos que debe tener la fuerza para que vicie el consentimiento:
A) Grave o importante.
B) Injusta o ilícita.
C) Determinante
La sanción para la fuerza moral es la nulidad relativa (art. 1682 inciso final).
EL DOLO
1. Conceptos generales
La voluntad, para desplegar los efectos jurídicos que le son propios, supone necesariamente un
conocimiento de la realidad.
En el dolo, al igual que en el error, se produce una falsa representación de la realidad, pero a
diferencia del error, ésta no surge en forma espontánea, sino que es consecuencia de las maquinaciones
fraudulentas fraguadas por otras personas para inducir a error al sujeto, es, decir, hay engaño.
Dolo: “El dolo es un vicio del consentimiento constituido por la maquinación fraudulenta destinada a
que una persona preste su consentimiento para la celebración de una acto o contrato.”
Se debe tener presente que el dolo constituye un vicio del consentimiento distinto del error y, por lo
mismo, una causa por sí relevante para anular un acto.
La exigencia de que el dolo debe ser obra de una de las partes revela que el legislador en el art.
1458 se refiere sólo a los actos jurídicos bilaterales.
EL OBJETO
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales
Todo acto jurídico debe tener un objeto, pues éste es un requisito de existencia esencial, sea cual fuere la
especie de acto jurídico de que se trate y, a su vez, un requisito de validez del acto jurídico es la concurrencia
de objeto lícito.
Art. 1445: “Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es necesario que
dicho acto o declaración recaiga sobre un objeto lícito.”
Es cosa que se trata de dar, o los hechos o abstenciones a que debe ceñirse el deudor si la
obligación es de hacer o no hacer.
Ejemplo: el objeto de la prestación del vendedor está constituido por el inmueble vendido; el objeto de
la prestación del comprador es el dinero que constituye el precio.
Art. 1461: “No sólo las cosas que existan pueden ser objetos de una declaración de voluntad, sino las que se
espera que existan.”
Según el art. 1813, la venta de una cosa que no existe, pero que se espera que exista, se entiende hecha bajo
la condición de que la cosa llegue a existir, a menos que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del
contrato aparezca que se compró la suerte.
El art. 1461 inciso 2° permite que la cantidad sea incierta, con tal que el acto o contrato fije reglas o
contenga datos que sirvan para determinarla. En este caso, la cantidad es determinable.
B) Requisitos que debe reunir el hecho objeto de la declaración de voluntad (art. 1461)
El hecho objeto de la declaración de voluntad debe estar determinado, en el sentido de que la persona
que se obliga tiene que saber qué hecho debe ejecutar o de qué debe abstenerse. Del mismo modo, el
acreedor debe saber qué es lo que le puede exigir al deudor.
b) El hecho ha de ser físicamente posible
Es físicamente imposible el hecho que es contrario a la naturaleza (art. 1461 inciso final). Ejemplo:
beberse el agua del océano, el abstenerse de los latidos del corazón.
c) El hecho ha de ser moralmente posible
La imposibilidad moral se da cuando el hecho es prohibido por las leyes, contrario a las buenas costumbres
o al orden público (art. 1461 inciso final).
Buenas costumbres: “los hábitos que se conforman con las reglas morales en un estado social
determinado”.
Orden público: “organización considerada como necesaria para el buen funcionamiento general de la
sociedad”.
1. Conceptos generales
Para la validez del acto jurídico se requiere que el objeto sea lícito. Si el acto jurídico tiene objeto, pero éste es
ilícito, el acto existe, sin embargo, nace con un vicio que lo hace susceptible de ser invalidado.
El art. 1445 exige que el objeto sea lícito, sin definir lo que debe entenderse por objeto lícito o ilícito, sino
que simplemente señala algunos casos de ilicitud del objeto.
Por lo tanto, hay objeto ilícito en todo acto o contrato que recaiga sobre un hecho ilícito. El hecho ilícito es el
que contraviene la ley, y dicho concepto coincide con el de hecho moralmente imposible (art. 1461 inciso final).
A este concepto de objeto ilícito cabría agregar la regla que consagra el art. 1466: hay objeto ilícito en todo
contrato prohibido por las leyes.
LA CAUSA
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales
La doctrina tradicional causalista considera que el acto jurídico, además de la voluntad y el objeto, requiere,
como supuesto esencial para su existencia, que tenga una causa.
Los anti-causalistas consideran que, para la existencia del acto jurídico, bastan la manifestación de
voluntad y el objeto sobre el cual ésta recae, constituyendo la causa un requisito falso e inútil.
La principal dificultad que presenta la teoría de la causa radica en que el término “causa” admite diversas
acepciones:
a) Causa eficiente: elemento generador del efecto, da vida a lo que antes no existía. Así, las fuentes de las
obligaciones son su causa eficiente.
b) Causa final: fin inmediato o invariable de un acto, o sea, el fin próximo que determina la voluntad a obrar
y que siempre es posible encontrar en la estructura misma del contrato y que es siempre idéntica para
todos los actos de la misma especie.
c) Causa ocasional: fin lejano y variable de un acto y es de carácter estrictamente personal y psicológico.
Es diferente para cada individuo.
LAS FORMALIDADES
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales
Las formalidades “son ciertos requisitos que dicen relación con la forma o aspecto externo del acto jurídico,
requeridos por la ley con objetivos diversos y cuya omisión se sanciona en la forma prevista por el legislador.”
Estas solemnidades constituyen un requisito esencial para la existencia del acto jurídico, al igual que lo
es la voluntad, el objeto y la causa. Sin embargo, para algunos autores, no constituyen un requisito de
existencia independiente de la voluntad, ya que la solemnidad no es más que la manera de manifestar la
voluntad en ciertos actos.
Casos en que la ley requiere, para la existencia misma del acto, una determinada solemnidad:
a) En el contrato de promesa, que debe necesariamente debe constar por escrito (art. 1554 N°1).
b) En el contrato de compraventa de bienes raíces, servidumbres, censos y de una sucesión hereditaria,
que no se repta perfecta ante la ley mientras no se haya otorgado escritura pública (art. 1801 inciso 2°).
c) En el contrato de hipoteca, que deberá otorgarse por escritura pública (art.2409)
d) En el usufructo que haya de recaer sobre inmuebles por acto entre vivos, que no valdrá si no se
otorgare por instrumento público inscrito (art. 767).
e) En el matrimonio la ley exige como solemnidad el empleo de palabras precisas.
En este caso, las solemnidades no constituyen el único medio a través del cual el autor o las partes deban
manifestar la voluntad.
Ejemplos:
a) Testamento solemne abierto o cerrado requiere, entre otras formalidades, su otorgamiento en
presencia del número de testigos que señala la ley (arts. 1014 y 1021).
b) Insinuación en las donaciones entre vivos que excedan de dos centavos (art. 1401).
2) Formalidades habilitantes
“Requisitos exigidos por la ley para completar la voluntad de un incapaz, o para protegerlo.” Ejemplos:
a) Los incapaces relativos requieren de autorización de su representante legal para actuar por sí mismos
en la vida jurídica. Esta autorización es una formalidad que la ley exige para completar la voluntad del
incapaz relativo.
b) Formalidad habilitante de protección para los incapaces:
- Autorización judicial con conocimiento de causa para enajenar o hipotecar los bienes raíces del hijo
de familia (art. 255).
- Autorización judicial previa para enajenar los bienes raíces o muebles preciosos del pupilo (art.
393).
Ejemplo:
a) Art. 1709: deberán constar por escrito los actos o contratos que contienen la entrega o promesa de
entrega de una cosa que valga más de 2 unidades tributarias. Si no consta por escrito, el acto no podrá
probarse por testigos.
b) Art. 1710 inciso 1°: al que demanda una cosa de más de 2 unidades tributarias de valor no se le
admitirá la prueba de testigos, aunque limite a ese valor la demanda.
“Son aquellas que tienen por objeto proteger a los terceros que pueden verse alcanzados por los efectos de un
acto jurídico. Con este propósito, la ley exige la inscripción del acto en un registro público, su publicación en un
periódico, etc.”
b. Sustanciales: tienen por objeto precaver a los terceros interesados (que son aquellos que están o
estarán en relaciones jurídicas con las partes) de los actos que éstas celebren. Ejemplo: notificación que
debe hacerse al deudor de la cesión de un crédito (art. 1902).
B. Si la solemnidad omitida se requiere para la validez del acto : el acto existe, pero con un vicio que hace
posible la declaración de nulidad absoluta, pues se ha omitido una formalidad que las leyes prescriben
para el valor de los actos jurídicos en consideración a su naturaleza o especie.
Ejemplo: si se omite la insinuación de la donación en los casos en que debió recabarse.
3. Efectos que produce la omisión de una formalidad exigida por vía de prueba
No afecta ni a la existencia ni a la validez del acto jurídico. Simplemente no se podrá probar el acto por
testigos, lo que no obsta a que dicha prueba se produzca por los otros medios legales, por ejemplo, la
confesión.
LA CAPACIDAD
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales
La capacidad es un requisito de validez de los actos jurídicos. Esto se desprende del art. 1445 N°1 que señala
que “para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es necesario que sea
legalmente capaz.”
Definición de capacidad: “es la aptitud legal de una persona para adquirir derechos y para ejercerlos por sí
misma, sin el ministerio ni la autorización de otra” (art. 1445 inciso 2°)
Clasificación de la capacidad:
A) Capacidad de goce:
“Es la aptitud legal de una persona para adquirir derechos”.
La capacidad de goce es un atributo de la personalidad, es decir, todo ser humano, por el hecho de
ser persona, es capaz de goce.
El capaz de goce puede adquirir derechos y también puede ejercerlos, pero no puede ejercerlos
por sí mismo si es incapaz de hacerlo.
B) Capacidad de ejercicio:
“Es la aptitud legal de una persona para ejercer por sí mismo los derechos civiles, sin que se requiera el
ministerio o la autorización de otra persona.”
La regla general es que toda persona sea capaz (art. 1446), sin embargo, la ley establece ciertas
excepciones que constituyen las “incapacidades de ejercicio”.
2. Incapacidades de ejercicio
Estas pueden ser:
a) Incapacidades Absolutas
b) Incapacidades Relativas
a) Incapacidades Absolutas
Art. 1447: “Son absolutamente incapaces los dementes, los impúberes y los sordomudos que no pueden
darse a entender por escrito.”
1) Los impúberes. Hombres menores de 14 años y mujeres menores de 12 años.
2) Los dementes
3) Sordomudos que no puede darse a entender por escrito
b) Incapacidades Relativas
1) Menores adultos
2) Pródigo o disipador interdicto
B) Incapaces relativos
Pueden actuar de 3 maneras:
- Representados.
- Autorizados por su representante legal.
- Hay ciertos actos particulares para los cuales pueden actuar por sí mismos, sin representación ni
autorización. Estos son los actos personalísimos (testamento).
Sanción en el caso que los incapaces relativos actúen por sí mismos, sin representación o autorización
El acto va a adolecer de nulidad relativa, que a diferencia de la absoluta, puede ser ratificada.
I. GENERALIDADES
1. Conceptos generales
La reacción del ordenamiento jurídico contra el acto que no cumple los requisitos que aquél establece,
puede consistir en una sanción, que afecte a los sujetos que celebraron el acto que no se conforma con la ley,
o que afecte al acto en sí mismo.
No existe, pues, el principio general de que toda disconformidad del acto con el ordenamiento jurídico
se sanciona con la ineficacia de aquél.
Cuando el ordenamiento jurídico reacciona en contra del acto disconforme y no en contra de la persona
o las personas que lo celebraron, lo sanciona con la ineficacia.
El acto jurídico es ineficaz cuando no produce efecto alguno, o cuando sus efectos se producen de
modo efímero o caduco.
Ineficacia (en sentido amplio): “comprende todos los casos en que la reacción del ordenamiento jurídico incide
sobre la producción de los efectos del acto disconforme; efectos que se eliminan, se reducen o se perturban.”
b) Ineficacia por la omisión de un requisito esencial para la validez de un acto jurídico Esta
ineficacia se llama nulidad.
El acto en el cual se ha omitido un requisito esencial para su validez jurídica, produce todos los efectos
que le son propios hasta que se declare judicialmente la nulidad.
La nulidad elimina la producción de los efectos del acto.
1. Conceptos generales
En la doctrina nacional se ha discutido si nuestro Código Civil sanciona o no con la inexistencia los actos o
contratos en que se ha omitido un requisito de existencia.
Hay 2 posiciones antagónicas al respecto:
a) Luis Claro Solar: sostiene que la inexistencia tiene aplicación en el Código Civil.
b) Arturo Alessandri Rodríguez: sostiene que la inexistencia sería aceptable sólo en doctrina, ya que el
Código no la reconoce como sanción.
La doctrina y la jurisprudencia y la jurisprudencia actual se encuentran divididas.
1. Conceptos generales
La nulidad es “una sanción para todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe
para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad y estado de las partes.” (Art. 1681 inciso
1°)
2. Clases de nulidad
La nulidad puede ser absoluta o relativa, no obstante, existen varios principios comunes para ambas clases de
nulidad:
1) La nulidad es una sanción de derecho estricto, lo que implica que no puede ser aplicada por analogía.
No hay otros casos de nulidad que los expresamente establecidos por el legislador.
Regla general: art. 1681
- Nulidad absoluta: si se omite un requisito establecido por la ley para que el acto tenga valor, según su
especie.
- Nulidad relativa: si se omite un requisito establecido por la ley para que el acto tenga valor, según la
calidad o estado de las partes.
A) NULIDAD ABSOLUTA
Art. 1681: “La nulidad absoluta es la sanción a todo acto o contrato a que falte alguno de los requisitos que la
ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie.”
f) La falta de objeto.
g) La falta de causa.
h) El error esencial (sin perjuicio de que algunos lo sancionen con nulidad relativa)
i) La falta de solemnidades requeridas para la existencia de los actos jurídicos.
j) La fuerza física.
Para que un acto sea nulo y para que se produzcan los efectos de la nulidad, es necesario que una sentencia
judicial haya declarado la nulidad. Antes de la declaración de nulidad el acto es anulable.
Art. 1683: “La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte, cuando
aparece de manifiesto en el acto o contrato; puede alegarse por todo el que tenga interés en ello, excepto el
que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede
asimismo pedirse su declaración por el ministerio público en el interés de la moral o de la ley; y no puede
sanearse por la ratificación de las partes, ni por un lapso de tiempo que no pase de diez años.”
El art. 1683 termina diciendo que la nulidad absoluta “no puede sanearse por la ratificación de las
partes; ni por el lapso de tiempo que no pase de diez años.”
La ley impide que la voluntad de las partes valide un acto que adolece de un vicio de nulidad absoluta,
pues ella está establecida en el interés general; hay un interés moral y social que prima sobre la voluntad de
las partes.
La nulidad absoluta sólo puede sanearse por el transcurso del tiempo. El lapso requerido por la ley es
de 10 años contados desde la fecha de la celebración del acto o contrato (en el caso de los actos mortis
causa, el plazo se cuenta desde la muerte del causante).
Transcurrido este plazo de 10 años, sin que se hubiera declarado solicitado o declarado de oficio la
nulidad absoluta, el vicio desaparece.
Concepto
Art. 1681: “La nulidad relativa es la sanción a todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la
ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según la calidad o estado de las partes.”
El art. 1682, luego de mencionar las causales de nulidad absoluta, dice que “cualquiera otra especie de
vicio produce nulidad relativa y da derecho a la rescisión del acto o contrato.”
En consecuencia, si se quiere saber qué clase de nulidad es la que afecta a un acto, debe, primero,
establecerse si el vicio configura una causal de nulidad absoluta.
Saneamiento de la nulidad relativa: La nulidad relativa puede sanearse por el transcurso del tiempo o por la
ratificación de las partes (art. 1684).
Ratificación o confirmación: “acto jurídico unilateral por el cual la parte que tiene derecho a demandar la
nulidad relativa renuncia a esta facultad, saneando el vicio de que adolecía el acto o contrato.”
Fundamento de la confirmación o ratificación: art. 12 que permite renunciar los derechos conferidos por
las leyes siempre que miren al interés individual del renunciante y que no esté prohibida su renuncia.