MARIAN ITURBURU. Pluralidad de Familias en El Codigo Civil 2014 MRI

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“El reconocimiento de los diversos tipos de familias en la reciente actualización y

unificación del Código Civil y Comercial de la Nación”

Mariana Rodríguez Iturburu*

“Vivimos en un mundo en el que, por fuerza, hay que hacerles sitio a todos.
No se puede huir de los otros; no existe otro lugar”1.

Tarda en llegar pero al final hay recompensa2

Los cambios que introduce el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación3, en el


ámbito de las familias y en relación a las identidades, roles y dinámicas de los integrantes que
las conforman, no hacen más que reflejar y visibilizar la realidad en la que vivimos,
armonizándolacon el derecho.
Si bien esta transformación en el derecho de familia argentino, se había consolidado con
la incorporación al texto constitucional de los principios y normas del derecho internacional de
los derechos humanos4, como así también con el paulatino reconocimiento de derechos que
garantizan y resguardan la diversidad y las nuevas relaciones de familia a través del camino
trazado por la jurisprudencia y la doctrina de nuestro país, es recién con la sanción del Código
Civil y Comercial, que se plasma verdaderamente la “constitucionalización del derecho
privado”, en la que se reconoce y protege todas y cada una de las realidades familiares
existentes.
En lo concerniente al Libro Segundo dedicado a las “Relaciones de familia”, parecería
que el debate entre Alberdi y Vélez Sarsfield sobre la codificación y la manera en que los
Códigos podrían frustrar los derechos constitucionales y constituirse en un obstáculo a la

* Abogada (UBA) Especialista en Derecho de Familia (UBA), Maestría en Derecho de Familia, Infancia y Adolescencia
(UBA) -concluida, tesina en elaboración-. Ayudante de 2ª en la materia “Derecho de Familia y Sucesiones”, cátedra
del Dr. Bossert [titular] y la Dra. Herrera [adjunta], Facultad de Derecho, UBA. Resolución N°681/10, Integrante del
Proyecto de Investigación UBACYT 2013- 2016. "Hacia una ley especial sobre técnicas de reproducción humana
asistida. Bioética, derechos humanos y familias". Resolución (CS), N° 6932/13. Proyecto N°: 20020120200106 Facultad
de Derecho, UBA Integrante del proyecto de investigación “La unión de hecho en América Latina” conjuntamente con la
Facultad de Derecho de la Universidad Antonio Nariño Sede Bogotá. Colombia Directoras: Marisa Herrera y Jinyola
Blanco Rodríguez, en el marco de la presentación Interna I-II de Conciencias Colombia. Miembro de la Comisión de
Bioética CPACF (Colegio Público de Abogados de Capital Federal) periodo 2009-2011
1René Jean Dupuy “La emergencia de la humanidad”, en VV.AA, El derecho internacional en un mundo en

transformación: Liber Amicorum en homenaje al profesor Eduardo Jiménez de Aréchaga, vol. 1, (traducción Manuel
Rama-MontaldoEd. Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 1994), p. 216.
2 Parafraseando la canción “Zona de Promesas” de la banda Soda Stereo. En homenaje a Gustavo Cerati y alusión al

tiempo en que se demoro la sanción del referido Código.


3 Mediante la Ley 26994 Código Civil y Comercial de la Nación. – Aprobación –sancionada el 01/10/2014,

promulgada el 07/10/2014 y publicada en el Boletín Oficial el pasado 08/10/2014 bajo el número: 32985Fe de
Erratas: (B.O. 2014/10/10) - AR/LEGI/80Y3
4 En el que el hombre va a ser considerado “sujeto del derecho internacional”, teniendo incluso “la posibilidad de
reclamar per se ante los órganos metanacionales”. HITTERS, JUAN CARLOS y FAPPIANO, OSCAR L.,Derecho Internacional de
los Derechos Humanos, 2a ed., T. I, vol. I, Buenos Aires, Ediar, 2007, p. 404.
evolución del derecho común5ha quedado zanjado, con la reciente modificación y unificación
del citado Código.
A lo largo de este comentario analizaremos brevemente cuales fueron los motivos que
generaron estos cambios en materia de familia y como, en la realidad practica y cotidiana,se
implementan y articulan distintas soluciones que se incorporan para resguardar los derechos de
estos diversos tipos de familias incorporadas en la legislación.
En primer término, es insoslayable que hagamos brevemente una mención ala evolución
del concepto de familia. Desde hace un tiempo ya la noción de familia no se circunscribe al
tradicional concepto de familia nuclear patriarcal (matrimonial sobre la cual giraba hasta hace
muy poco el Código Civil de Velez Sarfield) donde la división del trabajo por género se
encontraba enraizada en una estructura de poder con fuertes componentes ideológicos y
afectivos basados en el rol de padre-marido-proveedor del hombre, complementado por el rol de
la esposa-madre-ama de casa de la mujer, anclada en necesidades humanas universales de base
biológica: la sexualidad, la reproducción y la subsistencia cotidiana, sino que este concepto se
ha ampliado a la par de los profundos cambios y transformaciones socio – culturales.
Claramente, la familia en el contexto de Código Civil de Vélez Sarfield (cuya vigencia
data de 1871)no es la misma que entendemos nosotros en la actualidad, dado que nunca fue una
institución aislada, sino que ha acompañado y ha sido parte orgánica de distintos procesos
coyunturales de producción, reproducción, sociales y políticos e históricos, no ha permanecido
ajena a los valores culturales, creencias religiosas y a los modos de vidae idiosincrasia de cada
época.

5Dicha polémica surge con Vélez Sarsfield a raíz del proyecto de Código Civil. En respuesta a los primeros dos libros
del proyecto de Vélez,Alberdi redactó en noviembre de 1867 “El Proyecto de Código Civil para la República
Argentina y las conquistas sociales del Brasil, carta dirigida a sus compatriotas y amigos”.Si bien señaló que no
buscaba analizar cada artículo del proyecto sino su espíritu en él, analiza las fuentes y los modelos que en que se
había inspirado el autor, aunque tambiénanalizó algunas normas en detalle. Criticó concretamente algunas
disposiciones concretas del proyecto por ejemplo en materia de familia, podemos citar brevemente algunas de
ellas: que el Código proyectado no daba a las mujeres derechos suficientes, convirtiéndolas en pupilas del marido
como ocurría en Brasil. Asimismo, había omitido estatuir sobre registro de estado civil de las personas y
particularmente no había secularizado el matrimonio medida indispensable para fomentar la inmigración, ya que
algunos de los pueblos que vendrían a la Argentina eran protestantes. Fue el primero que señaló la importancia que
la legislacióncivil esté de acuerdo con la Constitución, en cuanto los derechos y garantías que contiene y también
cuanto al control de los jueces hacen de la constitucionalidad de todas las normas inferiores a ella. Al respecto
refería que de ninguna manera el Código civil está por encima de la Constitución. Vislumbraba ya en ese entonces,
que el conflicto se plantearía por mucho tiempo entre las normas civiles y las normas constitucionales y de qué
manera muchas instituciones autoritarias sobrevivieron dentro del código civil y de la práctica judicial a que éste dio
lugar.Señaló que el Código Civil lo ponía“ante la obra destinada a convertirse en la Constitución civil demi
país.”…“Una obra que puede abrazar la reforma entera de lasociedad argentina y los destinos de sus habitantes.”
Advirtió también elconflicto entre las declaraciones, derecho y garantías y el código civil y rescatando la opinión de
Savigny señalo que el código cristalizaba la legislación y dificultaba los cambios legales en el tiempo. De esta
manera, muchos de las dificultades existentes en el Código civil, por ejemplo la desigualdad entre el hombre y la
mujer, el tratamiento discriminatorio de los hijos, entre muchos otros, tardaron muchos años en repararse. Para
profundización del tema ver en extenso “El Proyecto de Código Civil para la República Argentina y las conquistas
sociales del Brasil, carta dirigida a sus compatriotas y amigos.” publicado en las “Obras Completas”, Buenos Aires,
1887, T. VII página 80. Alberdi preparó una respuesta a la contestación de Vélez Sarfield titulada El Folleto del Dr.
Alberdi, que no fue publicada hasta después de su muerte y que puede encontrarse en “Escritos Póstumos de
Alberdi”, T. VII, p. 280.
Es por ello que el concepto de familiatiene una re significación ya que es a la vez
cultural y dinámico,no existe un modelo universal e inmutable sino que coexisten muy diversos
tipos de familia6, tal como se han regulado en la unificación del Código Civil y Comercial de la
Nación.
En este sentido, incluso, la misma Corte Interamericana de Derechos Humanos,
entiende que en la Convención Americana de Derechos Humanos,“no se encuentra
determinado un concepto cerrado de familia, ni mucho menos se protege sólo un modelo
tradicional. El concepto de vida familiar no está reducido únicamente al matrimonio y debe
abarcar otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en común por fuera del
matrimonio". "Todas las formas de familia tienen ventajas y desventajas y cada familia tiene
que analizarse en lo particular, no desde el punto de vista estadístico".
Es por ello que en la actualidad nos referimos a diferentes tipos de familias: la nuclear,
la monoparental, las uniones de hecho, familias heterosexuales y homosexuales, las familias
ensambladas, familias transexuales, todas ellas reconocidas no solo desde el obligado bloque
constitucional federal, que se asienta con total armonía y concordancia sobre el principio de
pluralidad y se manifiesta en el reconocimiento de una multiciplicidad de tipos de organización
familiar, como nos hemos referido al inicio, que garantizan el derecho de toda persona a vivir en
familia conforme su propio plan de vida7, sino que junto a este y por efecto derivado, otros
principios se funden a él,como el de igualdad, no discriminación, realidad y solidaridad familiar
que se traducen en la idea de que el Código sea para “una sociedad multicultural” que no solo
focalice las grandes transformaciones en el campo de la familia -que varias de estas
modificaciones no son otra cosas que reales “actualizaciones”-sino que también brinde marco
regulatorio a una serie de conductas sociales que no se pueden ignorar. A todas luces, de lo que
se trata es de regular una serie de opciones de vidas propias de una sociedad pluralista, en la que
conviven diferentes visiones que el legislador no puede desatender8.
Al hablar de familias, necesariamente hacemos referencia a familias en plural,
comprendiendo ésta diferentes tipos de vínculos, redes y relaciones familiares, plenos de

6En este sentido, es dable citar algunos de los indicadores que acompañaron estos cambios y que nos obliga a
analizar la dinámica de estos vínculos desde otra perspectiva, por ejemplo: la mejor y mayor calidad y expectativa
de vida, inserción en el mercado de trabajo de la mujer, las bajas tasas en la nupcialidad, altas tasas de divorcio que
reflejan la mayor libertad para abandonar relaciones insatisfactorias, una parentalidad más reducida, más selectiva
y asumida con mayor responsabilidad, nuevas uniones, migraciones, los avances de las biociencias, de la medicina y
en especial de las tecnologías reproductivas que permiten disociar la reproducción biológica de la genética y el
elemento volitivo.
7 Para una lectura más acabada y profunda del tema: ver GIL DOMÍNGUEZ, A., FAMÁ, M. V. Y HERRERA, M., Derecho

Constitucional de Familia, Ediar, Buenos Aires, 2006, capítulos I y II; LLOVERAS, N. Y SALOMÓN, M., La familia desde la
Constitución Nacional, Editorial Universidad, Buenos Aires, 2009, capítulo I; JELIN, E., “La familia en Argentina:
trayectorias históricas y realidades contemporáneas”, en La familia en el nuevo derecho. Libro homenaje a la
Profesora Dra. Cecilia P. Grosman, directora KEMELMAJER DE CARLUCCI, A., coordinadora HERRERA, M., Rubinzal- Culzoni,
Tomo I, Santa Fe, 2009, T. I, p. 135 y ss.
8 Léase para mejor abundamiento Lorenzetti, Ricardo L., “Aspectos valorativos y principios preliminares del

Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación”, La Ley 2012–C, 581.


historicidad, llegando incluso hoy a referirnos, en muchos casos a las “trayectorias
familiares”toda vez que uno a lo largo de la vida puede pasar por más de una forma de familia.
Es por ello que la regulación era una materia pendiente para nuestro derecho toda vez
que las relaciones y vínculos familiares, han tenido y tienen consecuencias que impactan de
lleno en todo el derecho familia,máxime teniendo en cuenta que en los últimos 4 años nuestro
ordenamiento nacional había sufrido modificaciones sustanciales, en virtud de la sanción de la
ley de matrimonio igualitario 26.6189, como así también de la ley 26.74310, de Identidad de
Género, que extiende el reconocimiento a otra minoría social como lo son los transexuales –
ambas normativas, auspiciadas por varios precedentes jurisprudenciales, doctrina prestigiosa y
ciertas resoluciones y decretos como el 773 y 1006 del 2012.
Por estas razones, una de las premisas fundamentales sobre las que se asienta el Libro
Segundo del C.C.y Co., para proteger y respetar todas las formas de vivir en familia, de
intimidad e identidad familiar es la que emana del art. 402, que en alusión a la interpretación y
aplicación de las normas, entiende que ninguna norma puede ser interpretada ni aplicada en el
sentido de limitar, restringir, excluir o suprimir la igualdad de derechos y obligaciones de los
integrantes del matrimonio, y los efectos que éste produce, sea constituido por dos personas de
distinto o igual sexo. De esta manera se veda toda discriminación en razón de la orientación
sexual de sus integrantes (como surge de la citada ley 26.618) y del género (como lo dispone la
Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, art. 75,
inc. 22).
Otra de las premisas sobre las que se asientan los cambios incorporados, es la
prevalencia de la autonomía de la voluntad por sobre el orden público. Va de suyo que las
diferentes y múltiples formas familiares que existen en nuestra sociedad y que se regulan en el
Código,si bien son el resultado de años de formación, también son el resultadodel
reconocimiento de la autonomía de la voluntad de los individuos, nosólo sobre su propia vida,
sino sobre su vida familiar. Cada individuo, másallá del derecho positivo del lugar en el que
vive, decide formar su familia delmodo en que lo considera apropiado.
Así, la autonomía se identifica con la libertad. Al respecto, la Corte Interamericana de
Derechos Humanos ha señalado que: “El concepto de libertad y la posibilidad de todo ser
humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan
sentido a su existencia, conforme a sus propias opciones y convicciones, es un derecho humano
básico, propio de los atributos de la persona, que se proyecta en toda la Convención
Americana”.11

9 Ley 26.618. Matrimonio Civil. Código Civil. Modificación. B.O. 22/07/10 Sancionada: Julio 15 de 2010 y
Promulgada: Julio 21 de 2010.
10 Ley 26.743 De Identidad de Género. Sancionada el 09/05/2013 Publicada en el Boletín Oficial del 24-may-2012

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11Corte IDH, “Artavia Murillo vs. Costa Rica”, 28/11/2012.
En materia de derecho de familias, la autonomía implica igualdad, flexibilidad,
adaptabilidad. La vieja tensión entre autonomía y orden público es resignificada en términos de
libertad con responsabilidad y solidaridad familiar fundada en la democratización y
humanización de las relaciones familiares. Es por eso que en los fundamentos del proyecto se
señala que “La mirada rígida sobre las relaciones humanas familiares, bajo la excusa de
considerar todo de orden público, contraría la noción de pluralismo que pregona la doctrina
internacional de los Derechos Humanos. En efecto, existe un derecho a la vida familiar y,
consecuentemente, la injerencia estatal tiene límites”.
Los principios de autonomía y libertad se ven reflejados por ejemplo en materia de
régimen patrimonial del matrimonio. Aquí, se modifican los principios y ejes que lucen en el
derecho vigente. La igualdad de los cónyuges preside de un modo especial la regulación del
régimen patrimonial, entendiéndose que están en consonancia y paridad para ejercer los
principios antes mencionados, en un sistema acorde al matrimonio que celebran o transcurren.
El Título II del Libro Segundo del Código Civil y Comercial —“Régimen Patrimonial del
matrimonio”, los arts. 446 a 508 recogen las soluciones de la doctrina y la jurisprudencia que
atienden a las posibilidades de abordar con el máximo criterio de equidad los conflictos
económicos de los cónyuges. Se innova rotundamente en cuanto al régimen ordinario,
implantando como opción el régimen de separación de bienes, como elección que depende de
la iniciativa de los contrayentes o cónyuges. A modo de ejemplo, el artículo 446 dispone que
antes de la celebración del matrimonio los futuros cónyuges pueden hacer las convenciones que
tengan únicamente los objetos siguientes: un inventario de los bienes que llevan cada uno al
matrimonio y así también de las deudas; las donaciones que se hagan entre ellos, y en especial el
convenio en el que se haga opción a uno de los regímenes previstos.
En igual sentido, y tal como se plantea la autonomía y la libertad para elegir y constituir
un determinado tipo de familia o contraer matrimonio de acuerdo a su orientación sexual,
también esa autonomía y libertad se corresponde con la libre elección de cuándo y cómo poner
fin a las referidas uniones. En ese sentido, se elimina la separación personal, se incorpora el
divorcio incausado, en el cual se simplifican los trámites para solicitarlo: puede ser pedido en
forma individual o conjunta, sin requisitos temporales de duración, no es necesario invocar una
causal, los cónyuges pueden hacer propuestas y acordar sobre los efectos que tendrá la
disolución. Se incorpora la figura de “compensación económica” bajo un parámetro de
solidaridad familiar e igualdad.

Un análisis profundo y pormenorizado de las disposiciones, modificaciones que han


sido incorporadas en resguardo de todas los tipos de familias, excederían el marco de este
comentario, sin embargo enunciaremos algunas de las más importantes.
En primer lugar, al abordar el matrimonio de personas del mismo sexo completa el
régimen igualitario existente en la Argentina y sus efectos en materia de filiación al regular la
reproducción humana asistida como tercer tipo de filiación. Se consagra la llamada "voluntad
procreacional". Los hijos nacidos por el uso de dichas técnicas serán hijos de quienes hayan
prestado su consentimiento previo, informado y libre e inscripto en el Registro Civil, con
independencia de quien haya aportado los gametos.
Como novedad, se incorpora a la regulación las uniones convivenciales, con los
alcances previstos en los arts. 509 a 528. Es interesante señalar algunos de los argumentos que
fueron tenidos en cuenta a la hora de legislar, como por ejemplo la verificación del incremento
considerable del número de parejas que tienen vida familiar en una relación previa o alternativa
al matrimonio y las consecuencias que la falta de regulación y la carencia de todo efecto
generaban situaciones de notoria injusticia y arbitrariedad, aun cuando algunos de los aspectos
de estas uniones ya habían sido legislados en otros ámbitos, como por ejemplo el de la
seguridad social (pensiones) y en el de locaciones (continuadores de la locación). Claramente, el
derecho a vivir en pareja sin contraer matrimonio no implica que esas uniones no configuren
"vida familiar" y no tengan efecto jurídico alguno. Esta regulación prevista, por el legislador de
ningún modo implica que se le otorgue a la unión convivencial todos los efectos del
matrimonio, porque esa solución implica eliminar la opción, la autonomía, la elección de no
casarse, sino que consideró que para respetar la autonomía - libertad y también la solidaridad y
responsabilidad familiares. Independientemente de los pactos que los integrantes puedan
celebrar, se debe regular el deber de asistencia, la protección de la vivienda familiar y el
régimen de las compensaciones económicas.
En cuanto a las relaciones entre progenitores e hijos, deja de utilizarse el termino “patria
potestad” para denominarse “responsabilidad parental”, de conformidad con el status jurídico
del niño, niña y adolescente como sujeto de derecho Se modifica totalmente el concepto y se
asume el de responsabilidad parental, que traduce la esencia de función y de acompañamiento
que significa la relación de padres e hijos. Se permite visualizar este instituto como una
colaboración, orientación, contención que ejercen los padres en beneficio de los hijos.
Los principios generales quelo rigen son, entre otros: el interés superior del niño y la
autonomíaprogresiva del hijo conforme a sus característica psicofísicas, aptitudesy desarrollo y
la regla de que a mayor autonomía disminuye la representaciónde los progenitores en el
ejercicio de los derechos de los hijos. Otro cambio fundamental desde el contenido y el lenguaje
es la sustituciónde la palabra “tenencia” que, como se sabe, se refiere a posesión actualy
corporal de una cosa, se reemplaza por "cuidado personal del hijo", “convivencia con el hijo”
y/o "residencia habitual del hijo"12.

12Desdehace tiempo se cuestiona en la doctrina las palabras empleadas en el Código Civil. De hecho, en los
Fundamentos del anteproyecto se pone el énfasis en que “…el lenguaje tiene un fuerte valor pedagógico y
Se privilegia el cuidado personal compartido, que puede ser alternadoo indistinto. En el
caso del cuidado compartido indistinto, el hijo reside demanera principal con uno de sus
progenitores, pero ambos comparten lasdecisiones y se distribuyen de forma equitativa las
labores atinentes a sucuidado.Se prevé que las tareas de cuidado personal que realiza el
progenitor que ha asumido el cuidado personal del hijo tienen un valor económico y constituyen
un aporte a su manutención. Se establece el derecho de alimentos provisorios para el hijo
extramatrimonial no reconocido.
Asimismo, regulan algunos aspectos de la denominadafamilia ensamblada (también
llamada reconstituida, reconstruida, recompuesta o socialmente conocida como los tuyos, los
míos y los nuestros). Este tipo de familias son aquellas que se constituyen después de una
separación, divorcio o viudez, cuando uno o ambos integrantes de la pareja tienen hijos de una
unión anterior.El Código da entrada a la familia ensamblada, fundamentalmente, a través de la
figura del progenitor afín (conf. arts. 672/676). Un capítulo particular se dedica a las funciones,
derechos y deberes de los llamados "progenitores afines", denominación ésta que sigue la más
calificada doctrina nacional sobre el tema, y por la que se designa con este término a los nuevos
cónyuges o parejas de los progenitores.13
En este sentido, se reconoce el deber del cónyuge o conviviente de un progenitor a
cooperar en la crianza y educación de los hijos del otro, así como la facultad de realizar actos de
la vida cotidiana de estos niños, como por ej., firmar boletines, autorización para salidas
extracurriculares, anotarlo en torneos recreativos, etc. destacándose que esta colaboración no
afecta los derechos de los titulares de la responsabilidad parental que continúa en cabeza de los
progenitores. Básicamente se reconoce el vínculo afectivo que se genera entre el progenitor y
los hijos de su pareja cuando conviven, otorgando ciertos derechos a los primeros sin excluir los
derechos y deberes de los progenitores como principales responsables de los hijos. También se
prevé la posibilidad de delegar el ejercicio de la responsabilidad parental a favor del progenitor
afín cuando el o los progenitores no se encuentren en condiciones de cumplir plenamente con
sus funciones a su cargo por diversas razones como ser viajes, enfermedad, etc.
Podemos decir que la familia monoparental, también se encuentra incorporada en la
unificación del Código Civil y Comercial.
Entendemos por familia monoparental es aquella formada por una persona que vive con
uno o más hijos a su exclusivo cargo, es decir, aquella en la que una persona sola (que para
algunos puede ser el progenitor biológico, el adoptante, el guardador e incluso el tutor) es

simbólico; por esta razón, se considera necesario reemplazar la expresión ‘patria potestad’ por la de
‘responsabilidad parental’, denominación que da cuenta de los cambios que se han producido en la relación entre
padres e hijos…”. En igual sentido, el derecho de visitas, resulta conveniente encuadrarlo para denotar su mayor
alcance como “derecho-deber de comunicación”.
13Se recurre a un vocablo ya existente en nuestro Código Civil, como es el parentesco por afinidad, que establece

lazos de parentesco derivados del matrimonio y con los parientes consanguíneos del cónyuge, y se lo extiende a las
uniones convivenciales
responsable de personas menores de edad, o con capacidad restringida. Pero dada la diversidad
de causas14, las características de la familia monoparental no siempre son comunes a todas las
familias así denominadas. En realidad, la única nota unificadora es que el padre o la madre han
asumido el cuidado unilateral de los hijos.
El reconocimiento expreso a este tipo de familias, surge por ejemplo cuando se acepta,
como en el régimen vigente, la adopción unilateral de una mujer o de un hombre solo, sin
considerarla una adopción de segunda, ni el mal menor, ni ubicarla en la penumbra, como
parece surgir de algunas decisiones judiciales o bien se permite la reproducción humana asistida
de una mujer sola, entre otros.
Por último, otra de las innovaciones fundamentales a destacar es la de la responsabilidad
parental de los padres adolescentes.Hasta no hace mucho tiempo, se tomaba como lógico que si
los progenitores son personas menores de edad, la responsabilidad sobre el niño recae sobre los
abuelos, a quienes se les otorgaba la tutela. Esta es la solución del art. 264 bis todas luces
vulnera el principio de la autonomía progresiva de los niños y adolescentes reconocida por la
Convención Internacional de los Derechos del Niño. Ante ello, se regula un régimen de ejercicio
de la responsabilidad parental limitada por los progenitores adolescentes, con independencia de
que éstos hayan o no contraído matrimonio. Se funda en el principio de autonomía progresiva y
reconoce que los progenitores adolescentes pueden llevar adelante los actos de la vida cotidiana
de los hijos, siendo ellos los protagonistas y principales responsables de dicha crianza con
ciertas limitaciones referidas a los actos de gravedad o envergadura, para los cuales se requiere
el asentimiento de cualquiera de los progenitores de los padres adolescentes, sin la necesidad de
que uno de ellos deba ser designado previamente tutor de su nieto.
A modo de cierre Para finalizar, la tan esperada reforma, actualización y unificación del
Código Civil y Comercial de la Nación, traduce fielmente el paradigma constitucional familiar15
mediante el reconocimiento de todos los tipos de familias.
Es dable traer a colación las palabras de Alberdi, cuando preveía que “el Código Civil
para serfiel a un instituto, debe ser la codificación de la revolución deAmérica en lo relativo a

14Va de suyo, que las causas por las cuales se accede a la monoparentalidad son muy diversas y pueden ser
clasificadas del siguiente modo: a) Causas vinculadas a la natalidad:mujeres solteras, especialmente adolescentes,
con hijos nacidos de uniones sin convivencia; a veces, ni siquiera existe reconocimiento paterno;mujer sola que
recurre a técnicas de reproducción humana asistida; con menor frecuencia, mujer que accede a la fecundación post
mortem. B) Causas ligadas a una previa relación matrimonial o convivencial:Muerte de uno de los progenitores,
separación de hecho, divorcio, y con menos frecuencia, nulidad del matrimonio; disolución de la unión convivencial.
C) Causas vinculadas al sistema legal:Adopción unilateral; guarda o acogimiento unilateral. d) Causas vinculadas a
situaciones sociales: Hospitalización prolongada, emigración, trabajo de uno en localidades distanciadas, privación
de libertad por tiempos muy prolongados, etc.

15 Lloveras, Nora; Salomón, Marcelo “El paradigma constitucional familiar: análisis a una década de su
reformulación” JA, 20-4-2005. Este paradigma postula la unidad y solidaridad familiar, igualdad de los cónyuges,
democratización de las relaciones, corresponsabilidad de ambos progenitores, autonomía de niños y adolescentes,
libertad, tutela especial a las personas vulnerables, autonomía en las relaciones familiares, etc.
la familia y a la sociedad civil”. Porque“En el nuevo mundo, la sociedad civil tiene mayor
importanciaque la sociedad política (…) Ello incluye la igualdad del hombre y la mujer enla
familia”, “el gobierno del hogar tendrá dos cabezas, como elconsulado de una república.” “La
democracia nace y se formaen la familia.”De este modo, la ley 26994 de aprobación del Código
Civil y Comercial de la Nación, protege las relaciones familiares y construye un derecho de
familias más humano, con vocación de igualdad real.

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