Ser para La Carne
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Comité Asesor: Massimo Cacciari (Università di Venezia, Italia), Juan Luis Vermal (Universitat
de les Illes Ballears, España), Enrique Lynch (Universidad de Barcelona, España), Andrés
Sánchez Pascual (Universidad de Barcelona, España), José Jara (Universidad de Valparaíso,
Chile), Manuel Barrios Casares (Universidad de Sevilla, España), Luis de Santiago Guervós
(Universidad de Málaga, España), Rosa Coll (Universidad Pedagógica Nacional, México), Lucía
Piossek (Universidad Nacional de Tucumán, Argentina), Esther Díaz, Cristina Ambrosini
(Universidad Nacional de Lanús, Argentina), Jorge E. Dotti (Universidad de Buenos Aires,
Argentina), Gregorio Kaminsky (Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Río
Negro, Argentina), Marta López Gil (Universidad de Buenos Aires, Argentina), Ricardo Maliandi
(Universidad Nacional de Mar del Plata, Argentina) y María Josefina Regnasco (Universidad
Abierta Interamericana, Argentina).
Comité de Redacción: Noelia Billi, Mariano Dorr, Evelyn Galiazo, María Teresa García Bravo,
Paula Fleisner y Juan Pablo Sabino.
EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
COLABORADORES DE ESTE NÚMERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
ARTÍCULOS
DOSSIER . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
LA CUESTION DE LOS ANIMALES EN EL PENSAR CONTEMPORANEO
2. Animales literarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
La forma animal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Jean-Christophe Bailly
Reseñas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
EDITORIAL
––––––––––
1. H. Melville, Moby-Dick o la ballena, trad. J. M. Valverde, Almería, Ediciones Perdidas, 2010, p. 421.
7
tos o propiedades al servicio de lo humano. De algún modo, el modo de ser
humano se constituye desde el dominio sobre lo viviente, y desde la conside-
ración del otro viviente sintiente no humano como una propiedad disponible
para ser utilizada (en la alimentación, la vestimenta, la experimentación, el
espectáculo). Pero, como lo destaca el trabajo de Mondher Kilani, la “crisis de
la vaca loca” dejó al desnudo el carácter “caníbal” de la cultura, el aspecto
antropofágico de ésta (porque, aún si no se comen hombres, se come lo más
semejante al hombre). Por ello, la crisis que provocó la enfermedad de la “vaca
loca” permite visualizar una autofagia generalizada en la sociedad capitalista.
Algo que desarrolla muy bien el trabajo de Greg Pollock, desde las cuestiones
que plantean Marx y Melville y mostrando de qué modo el canibalismo y “el
animal” se vinculan con categorías económicas de producción y consumo.
La sección “Animales literarios” incluye el artículo de Jean-Christophe
Bailly, que propone pensar a los animales desde formas menos rígidas, y
entonces animales en devenir, fluyendo, viviendo en el instante. Formas flui-
das o evanescentes también ve Marta Segarra en una obra de teatro inédita
de Hélène Cixous, de 2004 y puesta en escena por Daniel Mesguich en 2011.
Allí, desde la figura del topo, Segarra lee la diferencia sexual como presencia
espectral. El topo, doble del espectro, también asedia la obra de Kafka, y es
encarnación de la escritura.
La sección “Animales y cine” se inicia con el trabajo de Akira Mizuta Lippit,
que plantea la cuestión de la muerte del animal (no aceptada por la filosofía
occidental) en el ámbito del cine, y lo hace desarrollando las ideas presentes
en la leyenda que aparece con los créditos de un film, en relación a que nin-
gún animal fue herido para realizar la película. Esta leyenda le permite dar
cuenta de los presupuestos presentes en los límites humano-animal. El artícu-
lo de Mónica Cragnolini, por su parte, analiza el lugar de los animales en el
film de Safaa Fathy, D’ailleurs Derrida, intentando responder a la pregunta de
por qué una auto-biografía es siempre una zoo-grafía, y apunta, hacia el final,
a plantear un trato con los animales, que les permita “pasar”, algo que en cier-
to modo se desarrollará en el apartado sobre “Comunidades animales”.
En este apartado, Ana Sorin se pregunta por la posibilidad de una hospita-
lidad con el animal desde el pensamiento de Lévinas y desde la filosofía
derridiana, analizando si la noción de huella puede albergar esa hospitalidad
con el más diferente de los diferentes, el animal.
Por su parte, Cecilia Cozzarin piensa esta hospitalidad con el animal desde
la cuestión del otro, y el modo en qué pensar la responsabilidad con el animal.
Cozzarin considera que tanto la filosofía de Derrida como la de Nancy “tocan”
al animal para dar cuenta de la zoopolítica que este “toque” permite pensar.
Vanessa Lemm también se pregunta por la hospitalidad con el animal,
desde la cuestión comunitarista y la deriva hacia la problemática de la vida
en el pensamiento actual. En este sentido, considera que dicha deriva, desde
8
las ideas de don, ausencia de sustancia y otras, permiten pensar una comu-
nidad con lo viviente interespecies, que deconstruya el modo habitual de
considerar a los animales.
Y Paula Fleisner plantea la extraña comunidad que se da entre humanos y
animales conviviendo en los modos de la “domesticidad”. Siguiendo en la
línea planteada por Lemm, Fleisner se pregunta por esos otros animales que
son las así llamadas “mascotas”, sobre todo los así llamados “perros”, y su
convivencia con los animales humanos.
Los animales pasan por este número de Instantes y azares mostrando que
tal vez una de las mayores fuerzas del pensamiento postnietzscheano la
constituye este tipo de problemáticas que muestran de qué manera ya “no
podemos seguir siendo hombres” según el modo soberano de serlo, y que
estamos en tránsito hacia otros modos de comunidad con lo viviente.
MBC
9
COLABORADORES DE ESTE NÚMERO
11
Vida, muerte, sobrevida, 2012, Extraños modos de vida: la presencia de
Nietzsche en el debate biopolítico, 2014.
12
Greg Pollock es graduado en Literatura en la Universidad de California,
Santa Cruz, y autor de On the animal question: Marx, Derrida, and ecocriti-
cism, James Madison University, Virginia, 2006. Estudia las formas de vida no
paradigmáticas: zombies, animales, caníbales, monstruos, etc.
13
DOSSIER
LA CUESTIÓN DE LOS ANIMALES
EN EL PENSAR CONTEMPORÁNEO
15
1. DEL ANIMAL, DE LA CARNE
Y DEL CANIBALISMO
17
19
Matthew Calarco
California State University, Fullerton
[email protected]
Resumen: El objetivo del presente ensayo es explorar con mayor profundidad lo que
considero una de las más promisorias rutas para rastrear un pensamiento y una prác-
tica en relación con los animales de los cuales surja un completo cuestionamiento al
antropocentrismo que abra nuevas posibilidades para el pensamiento y la vida. Usaré
el término indistinción como el nombre para esta aproximación general a repensar
la animalidad y las distinciones humano-animal; ofrezco aquí un breve resumen de
este acercamiento a través de la lectura de partes de la obra de Friedrich Nietzsche
y de Val Plumwood. Lo que los críticos del antropocentrismo pueden aprender del
análisis de Nietzsche, entonces, es que el desplazamiento del antropocentrismo abre
posibilidades afirmativas para otras formas de vida, frente a lo que tradicionalmente
se ha acordado en llamar “humano” tanto como a lo “no-humano”. Se explorará
cómo parte de estos mismos temas son desplegados en la obra de Val Plumwood y lle-
van a desarrollar una práctica del veganismo como un modo de ser-para-la-carne.
Palabras clave: antropocentrismo / humanismo / veganismo / indistinción / animal
Abstract: The aim of the present essay is to explore in more depth what I take to be
one of the more promising avenues for pursuing a thought and practice relating to ani-
mals that issues a thoroughgoing challenge to anthropocentrism and that opens up
new possibilities for thought and for life. I shall use the term indistinction as the name
for this general approach to rethinking animality and the human-animal distinctions,
and I provide here a brief overview of that approach through a reading of portions of
the work of Friedrich Nietzsche and Val Plumwood. What critics of anthropocentrism
can learn from Nietzsche’s analysis, then, is that the displacement of anthropocen-
trism opens up affirmative possibilities for other ways of life, both for what has tradi-
tionally been deemed “human” as well as “non-human”. It will be explored how some
of the same themes are played out in the work of Val Plumwood and lead to develop a
practice of veganism as a kind of being-toward-meat.
Keywords: Anthropocentrism / Humanism / Veganism / Indistinction / Animal
Gran parte del trabajo realizado en los estudios críticos animales/de la anima-
lidad giran en torno al desafío de pensar con respecto a los animales en térmi-
nos otros-que-antropocéntricos. Las dificultades asociadas con esta tarea son
Recibido 02-03-2012 – Instantes y Azares. Escrituras nietzscheanas, 13 (2013), ISSN: 1666-2849, ISSN
(en línea): 1853-2144, pp. 19-36 – Aceptado: 2-05-2013
Matthew Calarco
***
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Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
21
Matthew Calarco
los no humanos). Tal y como Jacques Derrida lo señala, “en una oposición filo-
sófica clásica, no tenemos que vérnosla con la coexistencia pacífica de un vis-
à-vis, sino con una jerarquía violenta. Uno de los dos términos se impone al
otro (axiológicamente, lógicamente, etc.), se encumbra”1. Este tipo de jerar-
quías también se caracterizan por una especie de “premisa faltante”, que lleva,
sin justificación o necesidad lógica, desde el planteamiento de una distinción
ontológica binaria hacia una jerarquía particular de valores. En otras palabras,
mientras se dice que los animales carecen de algún rasgo supuestamente
humano, comunmente no hay una razón dada de por qué esa falta deba impli-
car el tener menor valor ético, menor consideración ética o menor rango ético.
––––––––––
1. J. Derrida, Posiciones, trad. M. Arranz ,Valencia, Pre-textos, 1977, p. 55.
2. Agamben, Lo abierto, El hombre y el animal, trad. F. Costa, E. Castro, Buenos Aires, Adriana
Hidalgo, 2002.
22
Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
te) la gran mayoría de seres humanos, la gran mayoría de animales y del mundo
natural “no humano”, de lo que es propio de la humanidad. Es por esta razón
que el término especismo (que es de uso común en los estudios animales y de la
animalidad) es un concepto equívoco, en tanto que falla en denotar la lógica que
más frecuentemente opera en la cultura dominante según la cual son trazadas
las distinciones entre humanos y animales, entre humanidad y animalidad. En
su mayoría, la cultura occidental nunca ha sido especista, si por especismo
entendemos una forma de prejuicio irracional que garantiza por sí mismo un
estatus ético a la especie humana en sus aspectos biológicos. Nuestra atención y
privilegio de lo humano nunca ha trazado de forma simple líneas inclusivas de
especies, tampoco puede esta tendencia recurrente ser explicada principalmen-
te en términos de falla ética o de prejuicio irracional.
23
Matthew Calarco
Y eso sin mencionar que las variaciones en los efectos de esta forma antropocén-
trica de vida pueden ser dadas para todos los seres que en nuestras sociedades
han sido caracterizados como no humanos.
Dada la amplia y profunda naturaleza antropocéntrica del orden establecido,
la tarea de enfrentar el antropocentrismo parece ciertamente formidable. La
explotación animal está en todo lugar de nuestra cultura, establecida como la
producción misma de la cultura, en la infraestructura material e inmaterial de
la cultura. No hay, por supuesto, posibilidad de delinear una estrategia com-
pleta o un grupo de tácticas para tratar con el antropocentrismo en un artícu-
lo tan breve como este. Sin embargo, es posible identificar ciertas vías para
comenzar a desafiar este antropocentrismo en formas que pueden ser más
promisorias que otras. Además, es posible mostrar que hay ciertos ejes que
unen estas diferentes ramas del antropocentrismo, que hay ciertos modos de
pensar y prácticas que ofrecen posibilidades prometedoras para ayudar al
menos parcialmente a desatar la amplia lógica y las principales prácticas del
antropocentrismo. Tal y como espero mostrar en las dos partes siguientes, el
pensamiento de Friedrich Nietzsche y el de Val Plumwood nos ayudan a trazar
algunos de estos caminos del pensamiento y de la práctica.
***
A pesar de que Nietzsche no es inmune a la tradicional inclinación por repre-
sentar a los humanos como excepcionales en relación con otras entidades, aun
así constantemente coloca a los seres humanos de modo amplio y fundamental
en el mundo natural y entre animales no humanos. Este tipo de naturalismo
inequívoco sitúa directamente el trabajo de Nietzsche al lado de la aproxima-
ción evolucionista darwiniana (a pesar de sus diferencias en otros puntos en
cuanto a la ciencia y a la ontología). Por consiguiente, encontramos que en
algunos puntos de sus primeros escritos Nietzsche suena evolucionista y natu-
ralista al indicar que la humanidad tiene un origen completamente natural:
––––––––––
3. F. Nietzsche, “Homer’s Wettkamp”, Nachgelassene Schriften 1870-1873, KSA 1, p. 783 (las
obras de F. Nietzsche se citan como KSA a partir de las Sämtliche Werke. Kritische
Studienausgabe in 15 Bänden, Hrsg. von G. Colli und M. Montinari, Berlín-New York, Walter
de Gruyter, 1980); trad.: “El certamen de Homero” en: Obras Completas. Volumen I, trad. J. B.
Llinares, D. Sánchez Meca, L. de Santiago, Madrid, Tecnos, 2011, p. 562.
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Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
––––––––––
4. Der Antichrist (en adelante, AC), § 14, KSA 6, p. 180; trad.: El anticristo, trad. A. Sanchez
Pascual, Madrid, Alianza, 2007, p. 43.
5. Die fröhliche Wissenschaft (en adelante, FW), § 115, KSA 3, p. 474; trad.: La ciencia jovial,
trad. J. Jara, Caracas, Monte Avila, 1989, p. 11.
6. Jenseits von Gut und Böse, §202, KSA 5, p. 124; trad.: Más allá del bien y del mal, trad. A.
Sánchez Pascual, Madrid, Alianza, 2012, p. 202.
7. AC, § 14, KSA 6, p. 180; trad. cit., p. 43.
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Matthew Calarco
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8. Über Wahrheit und Lüge im außermoralischen Sinne, KSA 1, p. 875; trad.: “Sobre verdad y
mentira en sentido extramoral”, Obras Completas. Volumen I, trad. J. B. Llinares, D. Sánchez
Meca, L. de Santiago, Madrid, Tecnos, 2011, p. 609.
9. FW, § 354, KSA 3, p. 592; trad. cit. p. 218.
10. FW, § 354, KSA 3, p. 593; trad. cit., p. 219.
26
Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
27
Matthew Calarco
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11. FW, § 382, KSA 3, p. 636; trad. cit., p. 253.
12. M. Calarco, “Identity, Difference, Indistinction,” The New Centennial Review, vol. 11, no. 2,
2011, pp. 41-60.
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Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
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13. V. Plumwood, “Being Prey” Utne Reader, nº 100, 2000, pp. 56-61.
29
Matthew Calarco
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14. V. Plumwood, “Being Prey”, art. cit., p. 57.
15. Idem.
16. Idem.
17. Se traduce por “giros de la muerte” la expresión “death rolls” con la cual se denominan los
movimientos que los cocodrilos realizan para desgarrar sus presas [N. del T.]
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Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
que la liberara de otro “giro de la muerte”. Mal herida, puede sin embargo nave-
gar a zona segura y afortunadamente es rescatada por un equipo de búsqueda.
La sensacional historia de Plumwood sobre el ataque y la supervivencia fue
inmediatamente tomada por los medios masivos en Australia y sometida a las
narrativas falocéntricas y antropocéntricas dominantes. Ella indicó cómo los
reportes de noticias buscaron exagerar el tamaño del cocodrilo (no era un
cocodrilo grande en particular, por eso fue que inicialmente no se preocupó
por un ataque); cómo las historias de las noticias sugerirían que la selva aus-
traliana no era lugar para una mujer (a pesar de su significante experiencia
en los pantanos y su fiera resistencia al ataque); cómo los reportes buscaron
sexualizar el ataque al modo de la violación sádica de una mujer indefensa
por un cocodrilo depravado. De hecho, durante el transporte al hospital, sus
rescatistas hombres buscaron enmarcar los ataques en este tipo de “mito
machista del monstruo”18 sugiriendo que deberían volver al río al día
siguiente y dispararle a cualquier cocodrilo en un acto de venganza.
Le tomó a Plumwood diez años encontrar el espacio para contar la historia
en sus propios términos. Ella deseaba contar una historia muy diferente de la
que habían desarrollado a partir de la narrativa masculinista del monstruo.
Quería contar la historia de la “reducción perturbadora” que ella sufrió al
pasar de ser un sujeto humano unificado a ser una pieza de carne, una expe-
riencia que las historias dominantes en las noticias simplemente no podían
comunicar. Quería relatar cómo esta reducción a ser un pieza de carne le per-
mitió entenderse a ella misma y su lugar entre y en medio de los animales y de
la naturaleza de otra forma. Este tipo de cambio ético y ontológico simplemen-
te no podría ser explicado en los confines de la vertiginosa velocidad de los
medios masivos o en los confines del marco del mito machista del monstruo.
En lo que queda de este ensayo, quiero seguir la ruta del pensamiento de
Plumwood para rastrear estos temas con más detalle. En particular, quiero
subrayar como el pensamiento de Plumwood habita el mismo espacio de
pensamiento que he delineado más arriba en mi lectura de Nietzsche, tam-
bién mostrar que su pensamiento lleva a una comprensión diferente de lo
que significa ser vegano.
En primer lugar, al leer el propio relato de Plumwood sobre los hechos, uno
no puede evitar sentirse conmovido por su valiente insistencia en pensar las
más radicales implicaciones de su “reducción perturbadora” desde verse ella
misma como un ser humano no comestible, a convertirse en presa para otro
animal. Reconocer y aceptar ese tipo de reducción y desplazamiento del
excepcionalismo humano como una posibilidad permanente y virtual es sin
––––––––––
18. V. Plumwood, “Being Prey”, art. cit, p. 59.
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Matthew Calarco
duda uno de los más difíciles hechos que pueden soportarse y experimentar-
se por el pensamiento. Para este reconocimiento se requiere un debilitamien-
to radical de la distinción humano-animal (una de las clásicas comprensiones
de lo humano es, por supuesto, la de aquel que consume en vez de aquel que
es consumido), al igual que aceptar que los seres humanos pertenecen -como
todo ser corpóreo- a un espacio de profunda debilidad y vulnerabilidad.
Plumwood misma describe el ataque como un momento en el que una pro-
funda división ocurre en su subjetividad. Antes del ataque, ella tendía a habitar
de forma no critica el espacio de la subjetividad desde “el interior”, esto es, desde
el interior de la perspectiva fenomenológica excesivamente-humana de un sí
mismo que mantiene cierto dominio sobre sí mismo y su lugar en el mundo, un
yo que mantiene una consistencia sustancial, propia e idéntica a través del tiem-
po. Mientras está siendo atacada y a un paso de la muerte, ella se da cuenta de
que este yo excesivamente-humano trata desesperadamente de mantener su
consistencia e identidad a través de protestas ilusorias e impotentes: “Esto no
está realmente ocurriendo esto es una pesadilla de la que pronto me desperta-
ré”19. Atrapada entre las mandíbulas de un cocodrilo y sometida a repetidos
“giros de la muerte”, este sí mismo humano no tiene otra opción que dejar de
engañarse y dar vía a otro sí mismo, uno que se conecte y se abra al mundo desde
otra dirección, esto es “desde el afuera”. Tan pronto como el cocodrilo la atrapó
y la lanzó al agua, la perspectiva de Plumwood se desliza del interior y termina
en un mundo de indistinción en el que se le revela que ella es en realidad carne:
––––––––––
19. Ibid., p. 58.
20. Ibid., p. 56.
21. Ibid., p. 61.
32
Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
––––––––––
22. FW, § 382, KSA 3, p. 636; trad. cit., p. 253.
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Matthew Calarco
––––––––––
23. V. Plumwood, “Being Prey” art. cit, p. 59.
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Ser para la carne: antropocentrismo, indistinción y veganismo
hemos estado siguiendo aquí nos llevará a evitar esta forma de pensar sobre
el veganismo y otras prácticas similares que buscan desarrollar relaciones
más justas con los animales. En vez de tratar de pensar el veganismo desde
el lado del sujeto humano y tratando de extender a los animales cierto tipo
de subjetividad análoga, ¿es posible adoptar la noción de que humanos y ani-
males son criaturas fundamental y ontológicamente comestibles y aun así
llegar a un veganismo ético?
Esta es precisamente la ruta planteada por Plumwood al final de su ensayo,
después de describir su supervivencia al ataque del cocodrilo, el consecuente
cambio que ocurrió en su visión del mundo y de la subjetividad. Para
Plumwood, superar la “reducción perturbadora” a ser presa para otro animal no
la llevó a abandonar el vegetarianismo; en cambio, le sirvió para reafirmarlo y
profundizarlo. Ser reducida a presa le permitió ver la pregunta sobre el comer
animales desde una perspectiva distinta, desde un lugar en el que los cuerpos
humanos y animales están en una zona indistinta de vulnerabilidad y poten-
cialidad. Ser reducida a alimento para otro animal fue la simple e inevitable
consecuencia de estar atrapada en las mandíbulas del cocodrilo; los seres
humanos son, en principio y según una permanente posibilidad virtual, carne
para otros seres (tanto humanos y animales). Pero, en el momento de ser presa
para otro animal, Plumwood entendió que ese no era su único modo de exis-
tencia; durante el ataque, ella también hizo una reivindicación de ser más que
carne: a través de la resistencia, al ver la belleza de los ojos del cocodrilo inclu-
so mientras estaba siendo atacada, a través de su deseo de supervivencia.
Aquí es donde la aproximación de Plumwood a pensar acerca del comer
animales ayuda a movernos más allá del rechazo común del veganismo (¡los
animales se comen entre ellos y los animales humanos deben hacer lo
mismo!), tanto como de la común razón dada en favor del veganismo (¡tanto
animales como humanos no deben ser nunca comidos!). Un veganismo que
tome en serio la indistinción, que tome el desplazamiento del antropocentris-
mo seriamente, debe partir de la idea de que los humanos y los animales son
simultáneamente carne y más que carne. La cultura dominante nos alienta a
comer animales sin una segunda reflexión para este “más qué”, para este otro
rango de potencialidades que caracteriza la vida animal; simultáneamente
busca quitar de vista la posibilidad de que los seres humanos podrían termi-
nar siendo carne en algún momento. Como Plumwood indica:
Los animales pueden ser nuestra comida, pero nosotros nunca pode-
mos ser su comida… A diario debemos consumir otros animales por
billones, pero nosotros no podemos ser comida para gusanos y defini-
tivamente no podemos ser carne para los cocodrilos. Esta es una razón
por la cual ahora tratamos tan inhumanamente a los animales que
convertimos en nuestro alimento, por no poder imaginarnos similar-
mente posicionados como comida, mientras otros animales habitan un
35
Matthew Calarco
mundo diferente en el cual son solo comida y entonces sus vidas pue-
den ser totalmente distorsionadas al servicio de ese fin24.
––––––––––
24. Ibid., p. 61.
25. Idem.
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