Ecualizadores 2

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ECUALIZADORE

S
PROCESAMIENTO DE LA SEÑAL

El Ecualizador
EL propósito y la razón de los ecualizadores en los diferentes sistemas
de audio que existen, hemos visto que en una consola, conforme
aumenta el tamaño de la misma, el tamaño y los parámetros disponibles
del EQ también aumentan. Una consola sencilla, ofrecerá unas 2 bandas
de EQ, altos y bajos, donde regularmente los altos están fijados entre
10kHz y 15kHz (usualmente 12kHz) y los bajos entre 60Hz y 100 Hz
(Usualmente 80 Hz).
Conforme aumenta el tamaño y funciones de la consola, podemos pasar
de 2 bandas fijas a 3 bandas fijas.
La banda de en medio se suele fijar alrededor de 2.5kHz.
Al mejorar el tipo de EQ disponible, comenzaremos a ver ecualizadores
paramétricos. Se les llama paramétrico, pues tiene parámetros a
modificar, como por ejemplo la frecuencia. En estos EQ ́ s entonces
vemos que no solo podemos subir y bajar el nivel de ciertas frecuencias
fijadas por el fabricante, sino que también podemos en alguna(s) banda
escoger que frecuencia es la que vamos a modular.
Un ecualizador mucho más completo entonces sería aquel que permita
tener 4 o 5 bandas y todas ellas paramétricas. Esto es visible casi
únicamente en consolas digitales y virtuales, o en algunos racks de
procesos específicos:
Low Shelf y High Shelf
Muchos de las bandas en los EQs paramétricos funcionan como “Shelf”.
La palabra shelf se puede traducir como estantería. Si nosotros al
ecualizar y modular movemos por ejemplo 1kHz, lo podemos mover
como forma de una campana:

Pero también lo podríamos mover como una estantería: Esto nos daría un
aumento de 3dB en todas las frecuencias de 1 kHz para arriba. Y
también para abajo, lo que implicaría una disminución de 3dB en todas
las frecuencias de 1 kHz para arriba.

Igualmente se puede llevar a cabo esto en las frecuencias bajas. A modo


que si deseo no solo subirle a 100 Hz, sino a todas las frecuencias desde
100Hz para abajo, lo puedo hacer con un Low Shelf:
E igualmente, una disminución:
Factor Q
El factor de calidad (Q factor) de los filtros determina la exactitud con la
que modulamos una u otra frecuencia. Es decir, si deseamos subirle 6 dB
a 1Khz, lo podemos hacer subiéndole casi únicamente a 1Khz, sin
afectar otras frecuencias cercanas con un filtro de alta calidad o alta
precisión.
Un filtro de calidad más baja, o de menor precisión afectaría mucho más
a las frecuencias cercanas a la que estamos modulando:
La “calidad” de un filtro de un ecualizador no tiene vínculo con la
calidad sonora del EQ. De hecho, en la mayoría de casos resulta ser de
mayor utilidad los filtros de un Q bajo que los de un Q alto, puesto que
los cambios en la ecualización se vuelven más audibles con un factor de
calidad bajo en el filtro.
Las consolas más grandes, y los ecualizadores más completos nos dan la
opción de alterar el factor Q de cada banda en un ecualizador.
Un factor Q alto, resulta ser útil en el caso que deseamos eliminar un
problema de retroalimentación en un sistema de amplificación, a modo
que disminuimos la frecuencia en la que está ocurriendo la
retroalimentación, sin afectar las frecuencias aledañas, y así
conservamos mejor la integridad del sonido.
Los eliminadores de feedback automáticos, utilizan ecualizadores con
filtros muy estrechos (un factor Q alto) de hasta 1/60 de octava.
Filtros Pasa Altos (HPF)

Durante el proceso de ecualizar, eliminarle las frecuencias bajas a


aquellos instrumentos o voces que no lo necesiten resulta ser una muy
buena práctica, pues ello ayuda a eliminar la información no deseada en
baja frecuencia (información no deseada= ruido). A modo que canales
que contengan por ejemplo: voces, guitarras acústicas, guitarras
eléctricas, trompetas, redoblantes, platillos, tambores pequeños, shakers,
timbales, algunos sonidos de teclado, cuerdas, flautas, vientos, y
Cualquier otro sonido que no contenga “información” en graves, será de
mucha utilidad removerle las frecuencias graves. Los pocos
instrumentos que no necesitarían corte de bajos serán quizás, el bombo,
un bajo eléctrico, un tambor grande, timbales grandes, algunos sonidos
de teclados, etc.
En ecualizadores más grandes y más completos, podremos escoger la
frecuencia a la que hacemos el corte, a modo que en instrumentos muy
brillantes, como lo son los shakers, los platillos, ponchines, etc, el corte
de bajos lo podemos hacer a una más alta frecuencia, y en caso de
sonidos de teclado, pianos y tambores, el corte lo podemos hacer en
donde ya no existe información útil de este instrumento, el cual
generalmente es a una frecuencia más baja que la de los instrumentos
mencionados anteriormente.
Por la naturaleza en la que son construidos los filtros pasa altos, ellos
ofrecen en el primer orden, una reducción de 6dB por octava,
entendiéndose así que cada vez que dividimos la frecuencia de corte en
la mitad, tendremos una atenuación de 6dB. Según el tipo de filtro que
hayamos aplicado, al aplicar un corte de bajos en por ejemplo, 100 Hz,
estamos asignando una disminución de 3 dB en esa misma frecuencia, y
de ahí para abajo, 6 dB de reducción cada vez que se divide la frecuencia
en 2.
Es importante saber que al aplicar entonces este tipo de filtros, no
estamos eliminando completamente las frecuencias que están abajo de la
frecuencia escogida, sino gradualmente las estamos disminuyendo con
una pendiente medida en dB/octava. Un filtro entonces de segundo
orden, ofrecerá una pendiente mayor, de 12 dB/octava.

Note como al pasar de 120Hz a 60 Hz, tenemos una disminución de 12


dB. Los filtros que realizan cortes de bajos y de altos, tienen la
consecuencia de alterar la fase de la señal, causando que unas
frecuencias se escuchen a diferentes tiempos de otras. Varios principios
matemáticos pueden crear diferentes tipos de filtros, entre los más
nombrados tenemos a filtros de:

Butterworth
ChevySheb
Bessel
Linkwitz-Riley
Gaussian
Elliptic.
Todos ellos difieren en la forma en que alteran la señal al aplicar el
filtro.
El orden del filtro, varía regularmente entonces desde primer orden,
hasta 6 orden, en términos de 6dB/octava por cada orden, a modo que el
segundo orden es de 12 dB/oct, el tercer de 18dB/oct, el cuarto de 24dB/
oct, etc.
Filtros Pasa Bajos (LPF)
Un filtro corta altos (lo mismo que un filtro pasa bajos) es entonces un
filtro que al igual que un filtro corta bajos, elimina progresivamente
mediante una pendiente, las frecuencias altas de una señal. En la
mayoría de instrumentos, realizar un corte de altos no es útil, pues la
mayoría contiene información útil en las frecuencias altas. Un ejemplo
de un instrumento que podría beneficiarse de un filtro como este, sería
quizás un bajo eléctrico. Cualquier ruido de hiss, se eliminaría
eficientemente de esta forma.
Los filtros pasa bajos son entonces más utilizados con fines de crossover
para distribuir los diferentes rangos de frecuencias en los componentes
de bocinas de múltiples vías. Así, un filtro pasa bajos sería una
herramienta útil para filtrar las frecuencias que se necesitan enviar
únicamente a los graves o a los subwoofers de un sistema.
Filtros Pasa Banda
Si combinamos un filtro pasa bajos con un filtro pasa altos, tenemos un
filtro pasa banda, que permite pasar un rango de frecuencias intermedio,
filtrando las más altas y más bajas de este rango. Este tipo de filtros son
útiles para definir el rango medio de un sistema de amplificación que
tenga 3 o más vías. Al igual que un corte de altos, este no es el tipo de
filtro que encontraríamos para procesar la señal en una consola, pues es
requerido masa para una aplicación técnica que artística.
Los filtros entonces que encontramos más frecuentemente en las
consolas son los filtros HPF (por sus siglas en inglés High Pass Filter, o
filtro pasa altos).
Los ecualizadores paramétricos aumentan en cuanto a número de bandas
paramétricas disponibles conforme crecen las consolas en funciones.

Donde y cuando utilizar Ecualizadores:


En general, se deben utilizar ecualizadores para corregir diferencias en
cuanto a una respuesta de frecuencia deseada, versus la que se está
escuchando. Si una persona al hablar en determinado micrófono,
conectado a un set determinado de bocinas, su voz suena poco natural,
con exceso de bajos por ejemplo, entonces un ecualizador y una persona
debidamente entrenada podrá corregir este problema eliminando la
cantidad de bajos necesaria en las frecuencias donde esté ocurriendo el
problema. Para llevar a cabo esta operación correctamente, es necesario
tener claro el concepto de lo que se desea. El criterio debe de estar
debidamente desarrollado para poder ajustar un EQ y lograr buenos
resultados. Además del criterio, se deben conocer a plenitud el sonido de
cada rango de frecuencias, para poder modular las frecuencias correctas.
Si no se conocen bien el sonido correspondiente de cada frecuencia, las
probabilidades de empeorar el sonido se vuelven mayores que las de
mejorarlo.
En el momento que se busca ajustar apropiadamente el sonido en un
sistema de bocinas, como el de un sistema de amplificación o el de un
estudio de grabación, emisora de radio, o sistema de sonido ambiental, la
ecualización correcta puede ajustarse usando analizadores de espectro.
Estos analizadores, como el PAA3 y el PAA6 de Phonic que se venden
en Casa Instrumental, pueden mediante un proceso matemático de
transformadas de Fourier, llevar a cabo una rápida de Fourier y descifrar
en un sonido complejo, compuesto de muchas frecuencias sonando
simultáneamente, la intensidad propia de un numero finito de
frecuencias, a modo que un ingeniero pueda conocer sin necesidad de
tener un oído extremadamente entrenado, la intensidad sonora de cada
frecuencia. El analizador mostrará una gráfica como la siguiente:

La mayoría de músicos, sonidistas, y personas que estén familiarizados


con el proceso de ecualización pueden manejar términos que describen
el sonido que escuchan y/o el sonido que desean de un determinado
instrumento o sistema de sonido. Estas palabras se han vuelto casi
universales a lo largo de varios países e inclusive de diferentes
lenguajes. A continuación verá una tabla que describe según el rango de
frecuencia, la ausencia, el nivel ideal y el exceso de la misma.
Nótese entonces que la ausencia de altos da una sensación similar a la de
exceso de bajos, puesto que al final, estas tienen un grado alto de
equivalencia.

Que hacer y no hacer con el EQ

Al momento de subirle o bajarle una frecuencia a un instrumento o voz,


debe de hacerse en una frecuencia que este contenida dentro del espectro
del instrumento, y no fuera de él, así por ejemplo si tenemos un sonido
como un redoblante, y decidimos subirle bajos para que se escuche más
grande, si le subimos a 60 Hz, no estaríamos abarcando una frecuencia
que el redoblante naturalmente reproduzca, por lo tanto este movimiento
en el ecualizador solo le inyectaría ruido a la señal, puesto que en 60 Hz
probablemente si se escuche el ruido del movimiento del micrófono, o
cualquier sonido de baja frecuencia que se esté infiltrando en ese
instrumento. Es por el contrario una buena práctica entonces disminuir o
cortar estas frecuencias graves que no produce el redoblante. Igualmente
se debe de considerar la respuesta en frecuencia de lo que estamos
modulando en todo momento para mover lo que si pertenece a ese
instrumento.
Otro error recurrente al utilizar ecualizadores, es el hecho de que si
decidimos subirle a los bajos, para darle cuerpo, y también a los medios
para darle presencia, y a los altos para darle brillo, entonces no estamos
ecualizando para nada, pues resulta esto equivalente a simplemente
subirle volumen a la señal, ya que un aumento de nivel conlleva un
aumento de bajos, de medios y de altos simultáneamente. Esto aplica por
lo tanto para disminuciones también.

Uno de los objetivos que persiguen las personas al mezclar una canción
con respecto al uso de la ecualización, es buscar darle a cada
instrumento un espacio propio en el espectro de audición humana. Es
decir de 20Hz a 20kHz, cada instrumento debe tomar una parte de
protagonismo en diferentes rangos de frecuencias.

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