Secretos Del Dormitorio - Jose Luis y Silvia Cinalli PDF

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AUTORES

José Luis y Silvia Cinalli

CORRECCIÓN
Esperanza Robeff de Sabadini

DISEÑO DE TAPA
Cintia Slobodiuk & Bibiana Parra

COMPAGINACIÓN
Denis López – www.solvisualprint.com.ar

EDICIÓN Y PUBLICACIÓN
PLACERES PERFECTOS

Av. Castelli 314 – Resistencia


CP: 3500 – Chaco – Argentina
Tel/fax: (0054) 0362 - 4438000
E-mail: [email protected]
Sitio Web: www.placeresperfectos.com.ar
ÍNDICE
Introducción

CAPÍTULO I

EL DESEO

EL DESEO

¿Cómo nace el deseo?

Secretos del dormitorio: Fiesta de Aromas.

Las hormonas del amor.

Secretos del dormitorio: Jugando a los detectives.

El deseo y la edad. ¿Cómo es la sexualidad en la vejez?

Secretos del dormitorio: Un baño erótico.

Test: Conozca cómo está su deseo sexual.

Intensidad del deseo. ¿Adicto al sexo?

FALTA DE DESEO Y POSIBLES SOLUCIONES

Causas. Incidencia en los enfermos cardíacos.

Infidelidad y muerte coital.

Otros factores que afectan el deseo sexual.

Cómo solucionar la falta de deseo sexual.


Las mujeres y sus complejos.

Secretos del dormitorio: Llaves para disfrutar del amor.

El alcohol y el deseo.

Alimentos afrodisíacos, ¿existen?

Secretos del dormitorio: Cena afrodisíaca.

Pasos para aumentar el deseo sexual.

Secretos del dormitorio: Erotizar la habitación.

CAPÍTULO II

LA EXCITACIÓN

EXCITACIÓN

Excitación en la mujer. Etapas.

Secretos del dormitorio: Erotizar la pareja.

Excitación en el hombre. Etapas.

Secretos del dormitorio: Travesura de a dos.

IMPOTENCIA

Causas.

Cuando él no puede.

Cómo superar la impotencia.

Viagra: ¿cómo funciona?


Secretos del dormitorio: Cinco consejos no sexuales para seguir activo.

Frigidez. Causas y soluciones. ¿Viagra femenino?

Secretos del dormitorio: Sorpresas eróticas.

Cuando duele hacer el amor.

Secretos del dormitorio: Juegos inocentes.

CAPÍTULO III

EL ORGASMO

ORGASMO

¿Qué es el orgasmo? ¿Orgasmo por penetración?

Orgasmo simultáneo: ¿máximo placer?

Eyaculación femenina.

Orgasmo en la mujer.

Orgasmo en el hombre.

Test de orgasmo: ¿lo experimentó un hombre o una mujer?

Despertar los sentidos.

Secretos del dormitorio: Cambiar la posición.

CUANDO LA MUJER NO ALCANZA EL ORGASMO

Ausencia de orgasmo en la mujer.

Cómo superar la anorgasmia.


Secretos del dormitorio: Ejercitar los músculos del amor.

EYACULACIÓN PRECOZ

¿Una enfermedad?

Auto Test: ¿Seré eyaculador precoz?

Eyaculación precoz y masturbación.

Secretos del dormitorio: Masajes relajantes.

Cómo solucionar la eyaculación precoz.

Eyaculación retardada. Soluciones.

Secretos del dormitorio: Intentar algo nuevo.

CAPÍTULO IV

LA ANATOMÍA Y LAS POSICIONES DEL AMOR

EL HOMBRE Y SU MAQUINARIA

Aparato reproductor masculino.

El pene y sus complejos.

Las mujeres y el tamaño del pene.

Secretos del dormitorio: Preliminares jugosos.

LA MUJER Y SU INTIMIDAD

Genitales externos: relacionados con el placer.


Genitales internos: relacionados con la capacidad de reproducción.

Secretos del dormitorio: El sexo es cuestión de actitud.

El ciclo menstrual.

Fecundación y embarazo.

Secretos del dormitorio: A mejorar las marcas.

El embarazo y las posiciones sexuales.

POSICIONES SEXUALES PREFERIDAS

Posiciones básicas.

El punto G.

Sexo oral.

Secretos del dormitorio: Besos: un afrodisíaco olvidado.

Bibliografía.

Referencias bibliográficas.
INTRODUCCIÓN
Escribimos este libro desde el corazón y la experiencia y lo dedicamos a todas
aquellas parejas que se animen a descubrir una dimensión nueva en el vínculo
del compromiso y la fidelidad.

No hubiese sido posible escribirlo antes. Fue enriquecido por anécdotas y


preguntas, así como por las vivencias de muchos que nos compartieron su
intimidad y, convencidos de que la dimensión sexual del matrimonio es un área
delicada y secreta pero que debe ser cuidada y nutrida por la entrega de los dos
esposos y amantes, es que nos dimos a esta tarea.

Parte del deleite de la relación está en la oportunidad única que brinda la


intimidad del dormitorio para ser todo lo que podemos ser y, sin embargo, nunca
demostrarlo al resto del mundo. “Gracias a Dios”, dijo Robert Browning, “¡la
más hu-milde de sus criaturas se jacta de tener un alma de dos caras; una para
enfrentarse al mundo, y la otra para mostrársela a la persona amada!”. Cada uno
de nosotros puede ser hacia los demás de alguna manera, pero ser todo en el
sentido más absoluto, junto a su cónyuge. El dormitorio es para amar y reír, para
ser apasionados o tiernos, protectores o dependientes, galantes o seducidos,
según como estemos cada día.

¿Qué mujer no soñó con ese amante romántico y dulce que la llevara por
caminos de placer y gratificación en una entrega absoluta? ¿Qué varón no deseó
que su mujer fuera ardiente y desinhibida en la intimidad, tan capaz y segura de
ella misma como del amor de su esposo?

Este libro les enseñará a enriquecer la intimidad matrimonial de una manera


creativa. Les ofrecerá recetas contra la monotonía y algunos juegos inocentes
para avivar el fuego de la pasión. Les guiará a través de nuevos repertorios para
amar. Les desafiará a encender la llama del deseo y les dará ideas pícaras y
divertidas para soltar la imaginación…

Después de leer este libro, nada en el dormitorio volverá a ser igual, pero deben
guardar el secreto…

José Luis y Silvia


CAPÍTULO I

El DESEO
“¡Tan fuerte es el amor…!
¡Tan cierta es la pasión…!
¡El fuego del amor es una llama
que Dios mismo ha encendido!
¡No hay mares que puedan apagarlo,
ni ríos que puedan extinguirlo!
Si alguien se atreviera
a ofrecer todas sus riquezas
a cambio del amor,
no recibiría más que desprecio.”

Cantar de los Cantares 8:6 -7

EL DESEO
El deseo es difícil de explicar. Es ese cosquilleo en el cuerpo al sólo pensar en la
persona amada. Es el anhelo por una intimidad compartida. Es la etapa del
interés sexual, previa al encuentro íntimo.
Para que el deseo aparezca a veces se requiere mucho esfuerzo, otras poco y
algunas nada, ¡simplemente surge!
En un matrimonio de años, con innumerables experiencias de vida y cambios, se
hace necesario, de tanto en tanto, darle “una ayudita al deseo” para que el fuego
de la pasión siga ardiendo.
Para sentir deseo se necesita la libertad interior (emocional y mental) para
experimentar el placer. Los mandatos sociales, religiosos y familiares contrarios
a la sexualidad apagan el deseo. El sexo es imaginación y su poder reside en el
cerebro.
Se requiere, además, una estimulación adecuada. Es un factor esencial en la
calidad de la relación sexual. La confianza en la pareja para hablar de las
preferencias sexuales de cada uno es determinante en el grado de satisfacción.
Si el deseo no se presenta, el resto de la respuesta sexual queda inhibida.
Y... ¿CÓMO NACE EL DESEO?
Nace en el cerebro. El mismo circuito (hipotálamo y sistema límbico) que
regula el hambre, la sed, entre otros apetitos, es el que interviene en la génesis
del deseo sexual. Para entender cómo funcionan estos centros neurológicos,
pensemos en una persona en estado de inanición a la que se le abre el centro del
apetito y presenta sensación de hambre, que la obliga a buscar comida. Una vez
que se ha ingerido suficiente alimento, este centro se cierra y se activa el centro
de la saciedad; y ya no despierta interés ni la más rica comida.
Algo parecido ocurre con el deseo sexual. Cuando no se tienen relaciones
sexuales durante algún tiempo, posiblemente se sienta más deseo, pues el centro
neurológico “se enciende”. Después de un encuentro sexual, la mayoría de los
hombres se sienten “saciados”. Las mujeres, en cambio, presentan un punto de
saciedad más variable: algunas se sienten plenas después de un orgasmo; otras
desean más.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Fiesta de aromas

Desde la antigüedad, el sentido del olfato ha servido para intensificar las


sensaciones de la vida sexual de las parejas. Las fragancias y los bellos aromas
son uno de los temas más recurrentes en Cantar de los Cantares (hay más de 30
referencias); entre ellas podemos citar: “… ¡son más fragantes tus perfumes que
todas las especias!... Hay en tus vestidos la dulce fragancia de los bosques del
Líbano” (4:10-11). “El paraíso de tus pechos es un huerto de manzanos, nardos y
azahares…” (4:13). Las preocupaciones, el estrés y la rutina diaria embotan los
sentidos hasta niveles elementales, pero el amor los expande. Se ha demostrado
que los olores inciden sobre nuestro cerebro. En ello se basa la aromaterapia.
Los aromas agradables alivian la mente y el cuerpo, mejoran el humor, estimulan
la creatividad y aumentan el deseo.
El jazmín tiene propiedades antidepresivas. La rosa, el romero, el cedro, el
pachulí, la albahaca y otros, poseen efectos afrodisíacos. El sándalo, el geranio y
el enebro relajan. El toronjil restablece el equilibrio en las emociones. La
lavanda, la naranja y la manzanilla alivian las tensiones.
Los aceites son útiles para friccionar, nutrir y perfumar la piel. También se usan
en el agua de baño o en el quemador de aromaterapia. Para atraer al amante ideal
recomendamos aplicar en el cuerpo una mezcla formada por un aceite base de
jojoba (10ml) con 6 gotas de aceites esenciales del aroma preferido. Para
perfumar una habitación se utilizarán en un quemador 5 gotas de una
combinación de los siguientes aceites: cedro, sándalo, albahaca y geranio.
El dulce perfume de un ambiente nos vinculará más intensamente en el éxtasis
del amor conyugal.

LAS HORMONAS DEL AMOR


La hormona responsable del deseo es, para ambos sexos, la testosterona. Se la
llama la “hormona de la libido”. Su disminución o ausencia afecta el deseo
sexual.
En el varón, la falta de testosterona durante la pubertad impide la
masculinización y determina un eunuco que carece de deseo sexual. Los reyes
conocían este principio y, por ello, castraban antes de la pubertad a los esclavos
varones encargados de cuidar a sus mujeres. Sabían que, hasta con la más
seductora y atractiva, seguirían fríos como un témpano.
Los hombres adultos que tienen déficit de testosterona mantienen sus
características masculinas, pero carecen de interés o deseo sexual. Entonces
deberíamos decir: “¡hurra, viva la testosterona!”, pero cuidado: el exceso no
aumenta el deseo sexual sino que produce crecimiento de la próstata y,
eventualmente, puede despertar un cáncer dependiente de esta hormona. Por
ello, el uso de testosterona sólo se recomienda si hay una disminución en los
niveles sanguíneos, detectados por análisis específicos. Los riesgos asociados al
uso indiscriminado son muy serios.
En la mujer, la testosterona es también la hormona responsable del deseo,
aunque los niveles que se requieren son mucho más bajos (aproximadamente el
10% respecto del sexo masculino). Las fuentes productoras son los ovarios
(50%) y las glándulas suprarrenales (50%). En las púberes, las suprarrenales
comienzan a producir testosterona antes que en los varones, lo que explica el
desarrollo más temprano de las mujeres en relación con aquellos.
Algunos estudios indican que a partir de los 40 años se comienza a producir un
descenso en los niveles de testosterona, agravándose en la post-menopausia. Sin
embargo, habrá que esperar mayores resultados ya que los datos actuales no son
nada concluyentes.
Repasemos las características de una persona con déficit de testosterona:
- Disminución de la energía vital y de la sensación de placer.
- Disminución del tono muscular.
- Ausencia o disminución del deseo.
- Disminución de la sensibilidad peneana, pérdida de la erección y menor
volumen eyaculatorio en el varón.
- Disminución de la sensibilidad clitoridea y de la capacidad orgásmica en
la mujer.

Hace tres años me sometí a una ligadura de trompas. Desde entonces, no


tengo los mismos deseos sexuales que antes. Mi esposo es el que toma la
iniciativa siempre y yo accedo sólo para complacerlo. Ambos estamos
preocupados. ¿Qué podemos hacer?
Ana, 43 años.

La salpingotomía o ligadura de trompas es la cirugía en la que se cortan o se atan


las trompas de Falopio en el curso de una cesárea o de una laparoscopia. Es un
método de esterilización definitiva que implica anestesia general, a diferencia de
la esterilización masculina, llamada vasectomía, que se realiza con anestesia
local.
El fin de la ligadura de trompas es impedir que los óvulos que se desprenden de
los ovarios se unan con los espermatozoides y se produzca un embarazo.
Después de esta operación, no se modifica el funcionamiento sexual de la mujer,
salvo que ya no podrá concebir.
Concluimos, entonces, en que la ligadura tubaria no disminuye el deseo sexual
en la mayoría de los casos. Cuando se produce una pérdida del deseo (como en
el caso que nos comentan) responde a otras causas, entre las que se destaca la
asociación del sexo a la capacidad para engendrar. De ahí que algunas mujeres
después de la operación experimentan como un duelo el no poder tener más
hijos, lo cual mitiga inconscientemente su apetito sexual.

Mi esposo es un hombre joven. Recientemente ha sido operado de uno de sus


testículos. El médico dijo que po-dría disminuir su apetito sexual. ¿Es verdad?
Estela, 38 años.

Es verdad. Una cirugía en los testículos o una enfermedad que interfiera con la
producción de testosterona puede originar una pérdida del deseo. Otras causas
incluyen lesión física de los testículos por accidente, castración quirúrgica,
radiación, enfermedades que destruyen el tejido testicular (paperas), la falta de
descenso bilateral de los testículos, la quimioterapia con citotóxicos y otras
drogas con efectos antiandrogénicos.
Del mismo modo en la mujer, cuando se extirpan los ovarios, se provoca una
modificación en la producción de hormonas y el deseo sexual suele verse
afectado.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Jugando a los detectives

No permitan que el sexo se transforme en una aburrida rutina. Hay muchos


ingredientes para innovar en la vieja receta de los siglos.
Les proponemos un atrevido y sensual juego detectivesco. La próxima vez que
tengan sexo, uno de los dos acariciará a su pareja dejando que fluya la
espontaneidad. Imaginemos que empieza el hombre; probablemente, lo que
toque sea lo que prefiere recibir, eso es lo que hacemos todos instintivamente:
mostramos nuestras preferencias como un modo no verbal de comunicación.
El trabajo detectivesco consistirá en que el esposo estimulará nuevas zonas,
midiendo la excitación de su pareja por los suspiros, gemidos o la tensión de su
abdomen.
Así como el detective recuerda los detalles, la mujer recordará cada lugar y
forma en la que fue acariciada. Esa “memorización mental” le permitirá
sorprender a su esposo dándole placer justo donde y como él deseaba, desde
quizás hacía tiempo. ¡Qué buena oportunidad para complacerse mutuamente!

EL DESEO Y LA EDAD
No sólo la edad, sino el sexo de la persona influyen sobre el deseo. El pico del
deseo sexual en el hombre está alrededor de los 20 años; mientras que, en la
mujer, a final de los 30 y comienzo de los 40. El deseo es más alterable en la
mujer que en el varón.

¿EL DESEO CAMBIA CON LA EDAD?


La edad avanzada, por sí sola, no afecta el deseo sexual.
La disminución en la frecuencia con que se mantienen relaciones sexuales
durante la vejez no es el resultado ni de la falta de deseo ni de problemas en el
funcionamiento sexual, sino, a menudo, de la falta de una pareja dispuesta (la
sexualidad es una de las últimas funciones biológicas que decaen en el proceso
de envejecimiento).
En la mujer, suele producirse un descenso abrupto en la frecuencia de las
relaciones sexuales en la menopausia, pero la pérdida de interés suele deberse
más a la exteriorización de actitudes negativas hacia la sexualidad que a un
problema físico o a un cambio hormonal de esta etapa de la vida. En todo caso,
el deseo sexual de la mujer se relaciona con el clima afectivo de la pareja y con
el erotismo desarrollado a través de los años.
Nuestra sociedad cree que la sexualidad de los ancianos es inapropiada, por lo
que cotidianamente les niega el derecho a ella, y lo hace de múltiples maneras: al
obligarlos a vivir en la casa de sus hijos adultos o en instituciones en las que
carecen de privacidad o desalentando el re-casamiento, ya que constituye una
amenaza para los hijos adultos por las nuevas relaciones afectivas y sexuales de
su progenitor y por el temor a que se altere la distribución de la herencia. Los
estudios de McKain sobre matrimonios en el período de jubilación indican que
ge-neralmente son satisfactorios.

Consejo útil

Realicen ejercicio. La actividad física disminuye los síntomas del


envejecimiento. Puede comenzarse con media hora, día por medio, de caminata
o gimnasia suave.
Con el ejercicio los huesos se fortifican, mejora la irrigación cerebral, aumenta la
lucidez mental, disminuye la grasa corporal, mejoran los niveles de colesterol
sano y se favorece la inmunidad general, entre otros tantos beneficios.

¿CÓMO ES LA SEXUALIDAD DEL HOMBRE EN LA


VEJEZ?
Ventajas:
- La frecuencia con que mantienen relaciones sexuales es mayor que la de las
mujeres a igual edad.
- No se afecta el deseo sexual.
- Decrece la urgencia para eyacular, lo que permite más tiempo en una relación
sexual.
- No disminuye la capacidad reproductiva, ni siquiera a los 80 o 90 años.

Desventajas:
- Las erecciones son más lentas y no tan rígidas.
- La producción de semen disminuye.
- Los orgasmos son más suaves.
- El período refractario se alarga. Pasando los 70 años se mide más en días que
en horas.
- Disminuye la producción de testosterona.

Nota: Aunque la madurez produce una declinación natural del vigor, no tienen
por qué terminarse los tiempos felices de intimidad sexual. Si un varón no sufre
enfermedad física y no ingiere ningún medicamento que inhiba el reflejo
erectivo, debería mantener intacta siempre la capacidad de erección.

Mi esposa y yo llevamos 30 años de casados. Hemos tenido un buen


matrimonio sin problemas “en la cama”. Hoy día disfrutamos de nuestra
sexualidad tanto o más que cuando nos casamos. El problema es que no nos
creen.
Ernesto, 67 años.
Nosotros sí. El asesoramiento a cientos de matrimonios nos ha permitido
observar que aquellos que se aman, se respetan y se mantienen enamorados,
asumen sin conflictos los cambios físicos producidos por el envejecimiento,
desarrollando una buena intimidad. La clave para una sexualidad activa hasta la
ancianidad es el tipo de matrimonio que han llevado. Las pa-rejas que han
logrado “encajar”, que se sienten emocionalmente cerca y que se comunican
bien son las que a la postre disfru-tarán de una buena sexualidad. Los trastornos
sexuales y la pérdida del deseo que surgen en medio de la hostilidad matrimonial
magnifican los deterioros físicos producidos por el envejecimiento. Helen
Kaplan nos da un ejemplo: “Una esposa que se ha sentido desvalorizada,
controlada y dominada durante muchos años por su marido, aprovecha la
oportunidad que ahora le ofrece su vulnerabilidad sexual para expresarle su
enojo. Lo “castrará” permaneciendo pasivamente agresiva y no se mostrará
disponible sexualmente ni lo estimulará…”.
¿CÓMO ES LA SEXUALIDAD DE LA MUJER EN LA
VEJEZ?
Ventajas:
- El clítoris no se afecta ni pierde su sensibilidad.
- Se conserva la capacidad orgásmica.
- Desaparece el temor a un embarazo no deseado.
- Disminuyen los síntomas de la menopausia al permanecer activa sexualmente.

Desventajas:
- La atrofia gana terreno sobre la tonicidad de todos los órganos, incluidos los
genitales.
- Disminuye la lubricación vaginal y tarda más en aparecer.
- La vagina se hace menos elástica y sus paredes se afinan provocando en
ocasiones dolor, irritación o infección.
- Decrecen las contracciones musculares durante el orgasmo por pérdida del tono
muscular.

La disminución de estrógenos no suele producir pérdida del deseo sexual. Se ha


demostrado que es responsable de los cambios genitales mencionados más
arriba, los que ocasionan incomodidad y dolor durante la penetración,
persistiendo incluso días después de la relación (ardor, dolor al orinar, etc.),
razón por la que la mujer trata de evitar todo contacto sexual. Es el dolor el que
produce la pérdida del deseo sexual, no la disminución de estrógeno. Masters y
Johnson demostraron que las mujeres sexualmente activas durante su edad
madura detienen el proceso de envejecimiento; poseen mejor lubricación,
trofismo, pH vaginal y disminución de los síntomas menopáusicos, en
comparación con las sexualmente inactivas.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Un baño erótico. Una charla amiga.

¡Qué bueno resulta relajarse y disfrutar del amor de pareja! Les proponemos:
Un baño erótico. Cualquiera de los dos puede colocar algunas flores frescas
cerca de la bañera y preparar un baño de inmersión con espuma, sales o aceites
esenciales. Llenar la bañera de agua caliente ayuda a relajarse y mejora la erec-
ción. La idea es estimular todos los sentidos. Jueguen con el jabón que, suave y
escurridizo, los invita a perseguirlo por la bañera; esa es la excusa perfecta para
tocar y dejar. Disfruten de que las pieles se rocen, se deslicen una sobre la otra.
Incluso pueden sentarse enfrentados y usar los pies para acariciar las zonas más
sensibles. Esos toques suaves y atrevidos, más las palabras tiernas hacen
maravillas en un matrimonio de años ¡Sólo es cuestión de darse tiempo para
experimentarlo!

Una charla amiga. Muchas mujeres encuentran irresistible al hombre que sabe
escuchar y que tiene ganas de indagar en la intimidad de su alma. Este es un
ejercicio erótico que se rela-ciona con lo emocional. Es un tiempo de renovar la
mirada y desatar la pasión suavemente. El esposo no debe descubrir sus
intenciones de seducción. Se mostrará disponible, obser-vando detenidamente, y
seguirá cada movimiento de ella con su mirada, hasta cautivarla. La escuchará
con atención (como si fuera lo más importante del mundo) y, poco a poco, casi
con picardía, pero con una sinceridad absoluta, le dirá que lo sigue volviendo
loco como un adolescente, que es la mujer de sus sueños y que la ama más que
cuando se casaron. Si ella sabe que hoy la ama y la desea, también lo deseará.
¡Ojo! Si alguno de los dos está enojado o discutieron recientemente, ¡cuidado!,
esta actividad podría desatar nuevas discusiones.

TEST: CONOZCA CÓMO ESTÁ SU DESEO1


A cada afirmación coloquen el número que mejor describa la situación particular
de cada uno. Si el enunciado es aplicable en su totalidad, coloquen 9; si es
moderadamente aplicable, 5 y, si no es aplicable, 1.

1. No pienso en el sexo muy a menudo.

2. Por lo general, el sexo me resulta poco satisfactorio.

3. Nunca tomo la iniciativa en el sexo.

4. Con frecuencia rechazo las insinuaciones de mi pareja para hacer el amor.


5. Me resulta difícil estar de humor para el sexo.

6. En general me siento no deseable.

7. Cuando estoy haciendo el amor, habitualmente me distraigo.

8. No soy una persona muy apasionada.

9. Nunca me masturbo.

10. El impulso sexual de mi pareja es muchísimo más fuerte que el mío.

11. Sería feliz si dejara el sexo fuera de nuestra relación, si ello no fuera a causar
problemas.

12. Nunca tengo fantasías sexuales.

13. Los desacuerdos por la frecuencia de las relaciones sexuales son corrientes
en nuestra relación.

14. Es común que yo invente excusas para evitar tener relaciones sexuales.

15. A veces, durante la noche, finjo dormir para que mi pareja no intente
hacerme el amor.

Resultado:
Primer paso: Sumar todos los puntos de las respuestas 1 a 10 y anotar el total en
la línea A.
Segundo paso: Sumar los puntos obtenidos desde la 11 a la 15 y anotar el total
en la línea B.
Tercer paso: Multiplicar por dos el resultado de la línea B y anotarlo en la línea
C.
Cuarto paso: Sumar la línea A y C. Ese resultado es el puntaje final.

Interpretación de los resultados:


Si el puntaje final es inferior a 90, no existen problemas con el deseo sexual. Si
está en el rango de 121 a 140, es probable una disminución del deseo, pero no
constituye un diagnóstico. Las cifras mayores a 140 indican un problema
importante de inhibición del deseo. Se sugiere la consulta con un profesional.

INTENSIDAD DEL DESEO


Existe una escala para medir el deseo que va en un continuo desde la adicción al
sexo a la aversión al mismo.

• Deseo sexual hiperactivo (adicción sexual).


Los pensamientos y sentimientos sexuales son tan intensos que interfieren con
las actividades cotidianas. Él o ella, res-ponden a una amplia variedad de
estímulos; se sienten excitados la mayor parte del tiempo y encuentran el sexo
sumamente placentero. Habitualmente no controlan su deseo y, por mantener
relaciones sexuales, arriesgan la familia, el trabajo o lo que sea. Suelen presionar
a su pareja por más sexo. A me-nudo se tornan insaciables; después de una
relación quieren otra o manifiestan sólo una calma momentánea.
La hipersexualidad femenina se denomina ninfomanía y resulta más una fantasía
de los hombres que una realidad médica. Se presenta muy aisladamente y
siempre asociada a enfermedades psiquiátricas graves. No tienen un deseo
aumentado sino una obsesión por el coito.

¿Adicto al sexo?

Mi marido tiene treinta años y llevamos tres de casados. El problema es que


todo lo que parece interesarle en la vida es el sexo. Siempre está pensando en
“eso”. Quiere hacer el amor todos los días, mientras que a mí me gustaría
hacerlo cada dos o tres días. Dice que no quisiera importunarme pero que lo
necesita, mientras que yo, a pesar de que me gusta, no siento la misma
necesidad. ¿Es posible que mi marido sea un adicto al sexo?
Cristina, 30 años.

Absolutamente no. Este es el típico caso de desajuste sexual. No es nada raro


que un hombre de la edad de su esposo quiera sexo todos los días, tal vez incluso
varias veces al día si esto le hace sentirse bien, si está sano y su pareja le excita.
Y es también perfectamente razonable su inquietud.
En la película “Annie Hall”, Woody Allen está en consulta con su psicoanalista;
mientras que su pareja de pantalla (Diane Keaton) está con el suyo. A cada uno
le preguntan acerca de la frecuencia sexual. “Casi nunca”, contesta Woody Allen
y agrega con tristeza: “por ahí, tres veces por semana”. Ella responde:
“constantemente, tres veces a la semana”. Este film muestra la realidad de
muchas parejas en la actualidad. Cuando existe una discrepancia entre las
necesidades e intereses sexuales de los miembros de una pareja, si no se
solucionan, pueden aparecer problemas más graves. Si bien es cierto que la
cantidad de relaciones que tendrán dependerá, en última instancia, de un acuerdo
mutuo, quizás una solución sería organizar encuentros de mayor calidad.
Sustituir los tiempos íntimos monótonos y mecánicos por sesiones más
excitantes y creativas en las que ambos se sientan unidos en una intimidad
compartida, mostrando flexibilidad en cuanto a las solicitudes amorosas del otro.
Otras sugerencias para mejorar la comunicación sexual:
- Hablar con claridad acerca de los deseos.
- Distinguir entre invitación y demanda.
- No apurar al otro.
- Ampliar el repertorio amatorio.
- Compartir las fantasías para vivirlas entre ambos.
- Programar los tiempos de intimidad a fin de evitar las interrupciones. “La
mayoría de los autores que han investigado los problemas conyugales
coinciden en marcar la necesidad de realimentación del vínculo de manera
regular. Para preservar la intimidad, los miembros de la pareja deben
disponer de momentos especiales para estar juntos, sin relegarlos al “tiempo
sobrante” de otras tareas que no les dejan energía disponible”.2

• Deseo sexual elevado – normal.


Se excitan por variados estímulos y viven “oleadas de deseo”.
Son proactivos (buscan iniciar un encuentro). Tienen alta frecuencia coital
aunque saben controlar el impulso sexual. No padecen de angustia ni ellos ni sus
parejas por ese intenso deseo, sino que lo vehiculizan hacia una sensualidad
romántica.

• Deseo sexual bajo – normal.


De manera espontánea no experimentan deseo ni tienen fantasías. No sufren si
deben permanecer en abstinencia. No buscan activamente un encuentro, pero
mantienen el interés frente a parejas adecuadas y atractivas (son reactivos).

• Deseo sexual calmo hipoactivo leve.


No manifiestan deseo alguno ni responden a la estimulación. Se los conoce
como “anoréxicos sexuales” porque han perdido su apetito. No encuentran
placer en la actividad sexual.
A menos que sus parejas insistan, pueden prescindir de las relaciones por meses
o años.

• Deseo sexual hipoactivo grave.


Les resulta imposible excitarse. No disfrutan, no se estimulan, no experimentan
placer y pueden vivir sin frustración como célibes.

• Aversión, evitación fóbica.


Experimentan un miedo intenso e irracional al sexo, asociado al impulso
incontrolable de evitar todo lo sexual. Presentan angustia, repulsión y malestar
frente a sensaciones, situaciones o pensamientos sexuales. Les repele el contacto
con su pareja. Esta aversión puede ser total, es decir, a todas las situaciones, o
puede ser parcial, es decir, a determinadas actividades, por ejemplo la
penetración; responderán con pánico sólo frente a esa posibilidad, pero en otro
tipo de actividades participarán sin problemas.
Otras fobias sexuales podrían ser al beso profundo, a la saliva, a la vagina, al
pene erecto, a exhibirse desnudo/a, etc.
Todos los fóbicos tienden a evitar el sexo. Se muestran muy ansiosos y tratan de
escapar de las situaciones en las que se verían involucrados sexualmente, aunque
sea con su pareja. Se “desconectan” de todo lo sexual. A toda propuesta de su
cónyuge que tienda a la intimidad (una cena romántica, una velada placentera,
etc.) tratan de evitarla. No se niegan abiertamente al sexo, pero son muy
ingeniosos para eludir el contacto. No sería nada raro que se ocupen en cocinar,
tejer, mirar TV, arreglar el auto o algún artefacto, etc.; o sostener largas
conversaciones con amigos por teléfono a fin de no tener que responder en la
cama. Tratan siempre de estar en actividades sociales y en compañía de muchas
personas para no quedarse a solas con su pareja. “Algunos han aprendido a
desconectar a su compañera/o mostrándose poco atractivos: excepto si tienen
que salir; no se afeitan, no se bañan ni se lavan los dientes. Pueden desarrollar
síntomas somáticos y realmente se enferman para escapar de la temida angustia
sexual. La famosa frase: “esta noche no, querido/a, me duele la cabeza, no es una
broma en estos matrimonios”.3

Cuando ella rechaza el sexo


Un caso que ilustra
Al final de una charla introductoria de sexualidad, se acercó una mujer. Olía a
vómito; con sus ojos desencajados, expresó enojo y dijo que no soportaba que se
mencionara el sexo en su presencia y que, había acudido a la charla porque no
sabía que se iba a tocar este tema; de otra forma jamás hubiera asistido porque
– según ella – el sexo le daba asco, al punto de provocarle náuseas y vómitos;
explicó que en el transcurso de la charla se había retirado al baño varias veces
a vomitar.
Nos extrañó su reacción, básicamente por dos motivos: primero, porque todos
los presentes (más de cincuenta parejas) habían disfrutado de la charla, la que
terminó con un cálido y sostenido aplauso y, segundo, porque no habíamos
abordado el tema en sí, sino sólo las diferentes cosmovisiones y creencias, con
algunos chistes que matizaron el encuentro.
Al indagar en la historia personal, esta mujer refirió una dolorosa vida de abuso
sexual (en la infancia por su padrastro; durante el matrimonio por su pareja).
Relató que era obligada con amenazas, y hasta golpes, a mantener relaciones.
Ella, con el tiempo, aprendió a someterse para evitar peleas y palizas, aunque
sigue sintiendo el mismo asco y en lo único que piensa es en soportar para que
el marido no la abandone…

FALTA DE DESEO
La ausencia del deseo implica, para algunas personas, el no promover actividad
sexual alguna; en cambio, para otras, es no responder cuando la pareja la sugiere.
Evita o prohíbe al cónyuge la estimulación, o bien, no se “permite” el disfrutar o
abandonarse a la experiencia sexual.
La ausencia de deseo se conoce como “falta de ganas”.
Los hombres pueden perder el interés por el sexo y conservar, sin embargo, la
erección y la eyaculación.
En las mujeres, el grado de afectación va desde una ausencia total, denominada
frigidez (la más grave de las inhibiciones sexuales), hasta un deseo disminuido o
hipoactivo.
Las mujeres frígidas no experimentan sensaciones eróticas ni placer sexual;
están vacías de sentimientos sexuales con ausencia total de respuesta sexual.
Las personas con deseo sexual disminuido se caracterizan por la evitación del
contacto, pero una vez iniciada la relación, responden a la estimulación.
Quienes tienen más problemas con el deseo sexual son las mujeres. Un 30%
de la población femenina presenta deseo sexual inhibido. Representa el motivo
más frecuente de consulta (60% del total).4

CAUSAS
La mayoría de las enfermedades provocan una baja del deseo, ya sea por dejar al
paciente sin fuerzas o porque destruyen el sentimiento de bienestar haciendo que
se sienta menos atractivo.
Las enfermedades como causa de desajuste sexual adquieren mayor importancia
a medida que aumenta la edad.
Podemos mencionar, asociadas a la falta de deseo:

• Enfermedades sistémicas: insuficiencia renal crónica, cirrosis, atrofia


testicular, síndrome de Cushing, castración, hidrocele, varicocele, cáncer, entre
otras. Los tratamientos de quimioterapia ejercen efectos devastadores en la
libido, pues afectan la capacidad de producir hormonas sexuales

• Enfermedades cardíacas.

• Enfermedades cerebrales neurológicas: Parkinson, tumores cerebrales,


epilepsia temporal.

• Depresión: con frecuencia está asociada a la disminución del deseo sexual.


Puede ser que la depresión preceda al problema del deseo, o que la falta de deseo
sea causante de la depresión.

• Enfermedades metabólicas.

• Enfermedades endocrinas: diabetes (el deseo generalmente se conserva, el


problema se relaciona con la disfunción eréctil en el hombre, y las alteraciones
orgásmicas tanto en el hombre como en la mujer), hiperprolactinemia, tumores
endocrinos.

• Uso excesivo de narcóticos: el consumo a largo plazo de marihuana inhibe el


deseo y disminuye la producción de esperma, con aumento de los
espermatozoides anómalos, en el varón. En la mujer, suprime la ovulación y
provoca irregularidades menstruales. La cocaína provoca disfunciones sexuales
en ambos sexos, ya que es un potente anestésico y depresor.
• Alteraciones posparto: durante el amamantamiento se produce aumento de la
oxitocina y la prolactina y disminución de la testosterona, lo que implica una
franca disminución del deseo sexual.

• Cuadros clínicos dolorosos locales: vulvovaginitis, algias pelvianas crónicas


(dolores), lesiones de la musculatura del periné (por ejemplo, después de un
parto con episiotomía o desgarros).

• Enfermedades genitales: provocan dolor y suprimen todo deseo de un


encuentro sexual. Durante el tratamiento de la esterilidad femenina, a causa de
los interminables estudios, se suele perder el deseo sexual.

• Medicamentos: hipnóticos, benzodiacepinas; antihipertensivos, sulpirida,


ansiolíticos, y otros. Ante cualquier medicación que se ingiera, y falta de deseo
concomitante, será necesario consultar al médico.

EL CORAZÓN Y EL SEXO
Existe en los pacientes cardíacos un gran temor a morir durante la actividad
sexual; sin embargo, el gasto energético implicado en una relación sexual es
equivalente a subir dos pisos por escalera. El Dr. E. Chapunoff dijo: “El sexo es
menos peligroso de lo que comúnmente se cree. Un altercado de palabras
(discusión) es tan perjudicial, y más aún, que el acto sexual. Además no se puede
comparar el grado de satisfacción que generan estas dos situaciones”.
Una manera segura de evaluar el estado del corazón es por medio de la
ergometría o prueba de esfuerzo. Si los estudios ergométricos informan la
ausencia de síntomas cardíacos al superar 140 latidos por minuto, se pueden
permitir las relaciones sexuales al paciente.
Las recomendaciones para un paciente cardíaco, a la hora de mantener actividad
sexual, son las siguientes:

• Evitar la exposición a temperaturas extremas; las sábanas muy frías, las


bebidas con hielo y las temperaturas bajas contraen las arterias coronarias. El
excesivo calor provoca sudoración, mareos y debilidad.

• Evitar las “proezas sexuales”, como las posiciones fatigosas y exigentes. No


hay nada que demostrar. La sexualidad debe ser gratificante y relajada.
• Evitar la actividad sexual después de las comidas; fundamentalmente dentro
de las tres horas siguientes a una comida copiosa.

• Evitar los estados que provoquen ansiedad, como correr contra el reloj o
tener relaciones sexuales en situaciones peligrosas.

Nota: Si la capacidad cardiaca es baja, la realización de la actividad sexual


debería orientarse durante la mañana, luego de un período de descanso.

Infidelidad y muerte coital


El patólogo japonés Ueno analizó la autopsia de 34 víctimas fallecidas
súbitamente durante el coito; 25 de esos decesos ocurrieron en las habitaciones
de hoteles, otros 5 en el hogar, y en la mayor parte de los casos eran aventuras
extramatrimoniales. Todos los individuos tenían niveles sanguíneos de alcohol
dentro del grado de intoxicación, o muy cerca de él. Las mujeres habían sido un
promedio de 18 años más jóvenes que las víctimas…
En conclusión: ¡Para vivir más hay que permanecer fieles!

OTROS FACTORES QUE AFECTAN EL DESEO


SEXUAL
• Estrés y cansancio. El exceso de trabajo es un asesino del deseo. La
liberación femenina hizo que la mujer trabaje fuera del hogar y, después de una
jornada completa, regrese a cocinar, limpiar, planchar y mil cosas más. Es
comprensible que diga: “hoy estoy cansada, querido” o “me duele la cabeza”.

• Errores en la técnica amatoria. La estimulación adecuada consiste en el


descubrimiento de las necesidades del cónyuge. La falta de comunicación y la
ignorancia en materia sexual son responsables de las relaciones rutinarias y
monótonas en las que se pierde, poco a poco, el deseo por un nuevo encuentro. A
medida que transcurren los años, sobre todo cuando se envejece, se hace
necesario si no una mayor excitación, al menos algo diferente.

• Alteraciones de la imagen corporal. La disminución de la autoestima, la


desvalorización personal y los sentimientos negativos hacia uno mismo, pueden
traducirse en pérdida del deseo. La aceptación es, desde todo punto de vista, la
clave.

• Secuelas psíquicas. Las malas experiencias sexuales durante la niñez, como


abusos físicos y sexuales, o las que se desarrollan a partir de intervenciones
quirúrgicas (mastectomía, histerectomía, prostactetomía...) influyen
negativamente sobre la líbido.

• El miedo a la intimidad. Es imposible sentir miedo y placer al mismo


tiempo. El temor es una emoción que produce cambios corporales que lo
preparan para enfrentar un peligro. Se eliminan los reflejos sexuales, la sangre
fluye hacia los músculos, disminuyendo en los genitales. El miedo a perder el
control, a recibir críticas por parte de la pareja, a experimentar dolores en la
relación, al ser oídos por terceras personas y al embarazo son los temores más
recurrentes.

• El enojo y los problemas afectivos en el seno de la pareja. El enojo afecta


más a las mujeres que a los hombres. Las interacciones negativas con el cónyuge
son incompatibles con la pasión y el deseo.

• Pensamientos negativos. ¡Es increíble el poder que ejerce la mente sobre el


deseo! Si la mente decide desconectarse, por más que se intente, no habrá
respuesta positiva. Los sentimientos contrarios a la sexualidad, el hábito de
evocar imágenes mentales negativas, la vergüenza, la culpa y el miedo; así como
una auto-imagen corporal pobre que genera complejos, conflictos y
retraimientos, inhiben los circuitos cerebrales del deseo y bloquean la respuesta
sexual normal.

De igual manera, los sentimientos negativos hacia ese encuentro en particular


inhiben la relajación corporal y mental que son requisitos necesarios para
responder a la estimulación y para abandonarse a la experiencia del momento.
La falta de privacidad, el estar pendiente de una situación (esperar un llamado
telefónico, escuchar si el bebé llora o si los niños escuchan) impiden el normal
funcionamiento sexual.

La falta de deseo puede ser una situación:

• Transitoria, desencadenada por enfermedades agudas (gripe, anginas y otras),


estrés, medicamentos, etc. Todo estado de dolor físico o emocional provoca el
cese del deseo, sin importar la calidad del estímulo.

• Permanente, provocada por enfermedades crónicas (diabetes, cáncer,


depresión severa, etc.) o por problemas de pareja (falta de perdón, desinterés,
hostilidad hacia el cónyuge, etc.).

Mi esposa “no tiene ganas”. Últimamente hemos tenido peleas por esta causa;
no quiere estar conmigo y me acusa de perseguirla sexualmente. ¿Existe
alguna manera de aumentar su deseo sexual?
Hernán, 48 años.

Sí, terminando con las peleas. El enojo sin resolver es una de las causas más
comunes y graves de pérdida del deseo. Muchos consejeros fracasan al no darse
cuenta de que las parejas con serios problemas de comunicación son malos
candidatos para una terapia sexual. Esos pacientes deberían realizar terapia de
pareja para, luego, recibir ayuda en el plano sexual. Como dice la Dra. Hilda
Tozzi: “es necesario hacer las paces antes de poder hacer el amor”.
Helen Kaplan comenta: “Si bien hombres y mujeres pueden apagarse si están
enojados con su pareja, eso sucede con mayor frecuencia en las mujeres. La
mayoría de ellas pierden el deseo por un compañero hacia quien sienten
hostilidad. Nuestro cerebro tiene la posibilidad de desconectar el deseo cuando,
por los mensajes que recibe, decide que la acción sexual no favorece al
individuo”.5
La doctora Olga Marega expresa: “no es cierto que el deseo existe en la gente
como una cosa global. Hay que ver si están dadas las condiciones para que uno
desee. Muchas personas ante la primera aparición del deseo sexual votan por un
“no” (“mejor no, porque hoy me ofendió”, “mejor no, porque puedo quedar
embarazada”, “mejor no, porque mañana tengo que levantarme temprano”,
“mejor no, porque los chicos pueden escuchar”, etc.).
La palabra de Dios dice: “...que el enojo no les dure todo el día” (Efesios 4:26).
¡Este es un consejo infalible!

CÓMO SOLUCIONAR LA FALTA DE DESEO


Lo primero es descartar causas orgánicas (patrimonio exclusivo del médico). De
constatarse alguna, deberá tratarse apropiadamente y luego reevaluarse desde el
punto de vista sexológico.

Si la pérdida del deseo se relaciona con:

• Medicamentos: se debe discontinuar el tratamiento, de ser posible, o cambiar


la medicación. Cuando ambas posibilidades resulten irrealizables, se
administrará un antídoto.

• Déficit de testosterona: se procede al reemplazo hormonal en dosis apropiadas


para cada sexo.

• Cáncer u otra enfermedad crónica: se intenta mejorar el estado general del


paciente (física y emocionalmente).

• Dolor coital (dispareunia) y sequedad vaginal posmenopáusica: reemplazo


hormonal; en caso de no ser posible, se prescribirá un lubricante no hormonal.

• Depresión: se impone la psicoterapia junto a medicación antidepresiva que no


sea sexotóxica (que no inhiba el deseo ni la respuesta sexual).

• Impotencia: tratamiento de la causa (ver más adelante).

• Otros problemas genitales: se impone consultar al ginecólogo o urólogo.

LAS MUJERES Y SUS COMPLEJOS6


Complejo de abandono: cree que nadie la quiere y que las demostraciones de
amor que recibe son siempre insuficientes.

Complejo de Antígona: se desvive por su padre y sus hermanos, aun a costa de


sacrificar la propia vida.

Complejo de Brunilda: exige que el hombre sea un héroe, capaz de grandes


hazañas.

Complejo de castración: se siente sexualmente incompleta, no deseable.

Complejo de Cleopatra: actúa en el terreno sexual para dominar y manejar al


hombre.
Complejo de Dafne: experimenta fobia al sexo, especialmente a la introducción
del pene.

Complejo de Marilyn Monroe: se sabe bella y excitante, pero “se agota”


sexualmente con las miradas que la “desnudan y poseen” hasta sentirse asqueada
de tanta libidinosidad.

Complejo maternal: se limita a dar sólo ternura maternal.

Complejo de prostitución: necesita regalos u otras compensaciones materiales


para actuar positivamente en el sexo.

Complejo de Tiestes: le perturba la culpa por un recuerdo incestuoso de la


infancia.

Ante un problema de falta de deseo – aun cuando sea or-gánica – las emociones
negativas que surgen o los problemas de pareja, potencian la disfunción sexual,
por lo que se aconseja:
- Tratar ambas dimensiones (orgánica y psicológica).
- Incentivar a la cooperación de los cónyuges. Ningún trata-miento es eficaz
si sólo es intentado por una de las partes.
- Determinar el tipo de relación de pareja para predecir los resultados del
tratamiento. Si las dificultades diádicas son muy importantes, se impone su
resolución, antes que las sexuales.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Llaves para disfrutar del amor

Evoquen experiencias gratificantes. Revivir las imágenes mentales de


momentos románticos y apasionados actúa como la chispa que enciende el
deseo.
“¡Hazme del todo tuya! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba!
Regocijémonos y deleitémonos juntos, Celebraremos tus caricias más que el
vino. ¡Sobran las razones para amarte!”. Cantares 1:4.

Demuestren ternura. El trato amoroso, las palabras dulces y las caricias suaves
en situaciones no sexuales llevan a una intimidad gratificante, relajada y
placentera, por un deseo compartido. La buena relación de pareja “fuera del
dormitorio” contribuye de manera decisiva a enriquecer los secretos del
dormitorio.
“Hay dulzura en sus labios; ¡es un hombre encantador! ¡Así es mi amado!”.
Cantares 5:16.

Eviten el aburrimiento. La repetición mecánica del acto sexual conduce al


hastío, embota los sentidos y adormece las sensaciones. Cuando una pareja
busca nuevas maneras de expresar el amor, la novedad se convierte en el
disparador del deseo. “...Iremos a los viñedos y veremos sus retoños, los
capullos abiertos, y los granados en flor. ¡Allí te entregaré mi amor!”. Cantares
7:12.

Preparen el ambiente. El desempeño y el placer dependerán – y mucho – del


ambiente en que se desarrolle el encuentro íntimo. En otras palabras, un
ambiente limpio, arreglado, perfumado, privado y sin interrupciones, de acuerdo
con las preferencias personales, son factores que impactan en el resultado final
de la experiencia, sobre todo en las mujeres.
“Ven conmigo, amado mío, acompáñame a los campos. Pasaremos la noche
entre flores de azahar”. Cantares 7:11.

EL ALCOHOL Y EL DESEO
Shakespeare escribió: “La bebida, señor, estimula y menoscaba; excita el deseo,
pero disminuye la capacidad”, dando a entender que los efectos anestésicos del
alcohol llevan al fracaso sexual por impotencia temporal que no puede ser
superada ni por el deseo creciente ni por una gran determinación, lo cual es
verdad.

ALIMENTOS AFRODISÍACOS: ¿EXISTEN?


Un afrodisíaco es todo lo que, en teoría, aumenta el apetito y el rendimiento
sexuales.
Incontables alimentos dicen aumentar “las ganas”, pero la gran mayoría no tiene
esa facultad, excepto por el cambio en la perspectiva mental de la persona. Las
ensaladas de apio y nueces, por ejemplo, suelen ser afrodisíacos poderosos para
aquellos que piensan así. Otros alimentos muy populares son: papas, bananas,
tomates, ostras, trufas, chocolate, jalea real, miel, guaraná y salvia.
Pero científicamente no hay ningún alimento específico para aumentar el deseo.
No obstante, es bien sabido que una dieta variada mejora la salud,
incluyendo la sexual.
La medicina tradicional china usa hierbas como la raíz de ginseng para aumentar
el vigor sexual y disminuir la fatiga. Un estudio publicado en el periódico
“British Pharmacology”, de mayo de l995, concluyó que el ginseng funciona de
una manera similar al sildenafil (Viagra), al intensificar los efectos del óxido
nítrico, ayudando a relajar las arterias y permitiendo un mayor fluido sanguíneo
hacia los genitales. En la herboristería se la puede encontrar en polvo o en
saquitos para infusión.
En la Biblia existe la idea de los alimentos afrodisíacos cuando dice en Cantar de
los Cantares 4:11: “Son tus labios un panal, amada mía; de tu lengua brotan
leche y miel...”.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Cena afrodisíaca

Uno de los placeres más importantes de la vida consiste en deleitarse con un


buen plato gastronómico. Combinar sabores, realzar gustos, mezclar texturas y
colores son estímulos potentes que nos invitan a un disfrute suave con los
sentidos. Le proponemos:

Espaguetis picantes

Se necesitan 200 gr. de fideos frescos, 2 chiles o ajíes picantes, 4 dientes de ajo,
una cucharada de aceite de oliva y queso rallado a gusto. Se fríen en el aceite los
chiles picados muy finitos junto con los ajos, sin dejar que se doren. Una vez
cocidos los fideos al dente, se le agrega la fritura que preparamos al principio.
Añadir queso rallado y servir acompañados de una pequeña copa de vino tinto.
De postre, una tarta de frutas, que puede servirse tibia o fría.

PASOS PARA AUMENTAR EL DESEO


Esta terapia de pareja se recomienda en los casos en que se perciba ansiedad por
el rendimiento, miedo a la intimidad, imágenes negativas recurrentes que
impiden vivenciar el placer, frigidez o ausencia de la respuesta sexual
generalizada y pérdida del deseo sin causa orgánica. La pareja debe estar en
armonía y con un anhelo compartido de superar el problema sexual.

Objetivos

1.Librar a la pareja de los efectos negativos de:


-sobre enfatizar la iniciativa masculina;
- aceptar el coito como única forma de relación sexual (a expensas de
otras);
- concebir al orgasmo como meta (en vez de experimentar un placer sensual
más lento).

2. Incrementar las expresiones de afecto y la comunicación verbal – no


verbal. Será una exigencia el charlar y expresar los sentimientos acerca de
gustos o preferencias en los diversos contextos, ajenos al dormitorio. Sexualidad
es más que genitalidad.

3. Practicar caricias en todo el cuerpo, incluyendo los genitales. Dar y recibir


placer mediante el acto de acariciar, tocar suavemente, mimar, etc. El estímulo
táctil suave y mutuo acrecienta el vínculo afectuoso entre las personas.
“Tendemos a responder con amor a una persona que nos acaricia. El contacto
táctil tierno aumenta la intimidad y el compromiso mutuo”. 7

4. Eliminar la ansiedad y toda fuente generadora de sentimientos negativos y


contrarios a la sexualidad que causan disminución o pérdida del deseo.

Nota: deberán comprometerse a no tener relaciones sexuales durante el tiempo


pactado para los ejercicios.

Instrucciones

• Primera etapa. Encuentro sexual sin penetración.


Solos, en el lugar elegido con anterioridad (uno nuevo estimula los sentidos;
incluso, pueden programar una luna de miel con el propósito de realizar la
terapia) o en la propia casa (siempre que esté limpia, confortable y vacía), se
darán una ducha o un baño de inmersión. Muy bien perfumados, se recostarán
tranquilamente. Por turnos, cada uno de ustedes dará masajes suaves (con
cremas o aceites) en todo el cuerpo de su cónyuge, por espacio de diez minutos.
Céntrense en las sensaciones que surgen con total naturalidad. Recuerden que el
órgano sexual más importante es la mente, por ello creen en su pareja imágenes
mentales agradables por medio de palabras, besos, caricias, suspiros o como
mejor quieran. Atrévanse a expresar el amor de maneras distintas. Al principio
se sentirán “ridículos”, pero es gratificante para el cónyuge. Recuerden que el
cuerpo responde con toda su fuerza al placer si le damos permiso para hacerlo.8
No se concentren en los genitales, a fin de que adquieran sensibilidad otras zonas
erógenas. La obsesión por los genitales hace que ellos tengan toda la
responsabilidad de la satisfacción sexual; mientras que el resto del cuerpo no
participa.
El éxito de esta etapa dependerá del compromiso de la pareja a no estropearla
apresurando los tiempos para una penetración o un orgasmo. Él no necesita
tener una erección; ella no debe hacer que él la logre. A ninguno se le
permite siquiera que alcance el orgasmo.9
Nota: deberá repetirse dos o tres veces este encuentro para relajarse
paulatinamente. Con el tiempo podrán incorporarlo al repertorio amoroso o
no, dependiendo de los gustos personales.

Motivos por los que puede fracasar esta etapa

Algunas parejas suelen reaccionar negativamente. Las causas incluyen un


conjunto de emociones que van desde el disgusto hasta la indiferencia.
Suelen escucharse frases como: “fue muy mecánico”, “no tuvimos tiempo para
practicarlo más que una vez”, “no pude concentrarme, ¡tengo tantas cosas en qué
pensar!”, “no pude dejar que me toque, estoy tan gorda que me da vergüenza...”,
“me da cosquillas”, etc. Para entender, es necesario observar la historia de cada
uno de los cónyuges y de la vida compartida como pareja. Una persona que ha
sido herida o engañada, puede responder evitando la intimidad como una manera
de protegerse contra episodios similares. La crianza represiva hace que se
despierte culpa por sentir placer (muchas mujeres asocian el placer con el ser
una “mala mujer”). El enojo o el rencor hacen que no se quiera dar placer como
venganza, o que no se desee sentir placer para frustrar al otro. El temor al
rechazo de la pareja o a fracasar en estimular al otro hacen que se sabotee esta
etapa.
En el caso de las mujeres que padecen frigidez, se recomienda practicar los
ejercicios con la ropa puesta, lo que resulta menos amenazador y más excitante
para ellas, ya que sistemáticamente se niegan a las caricias, las soportan a
disgusto o las impiden de algún modo.
Nota: Se prescindirá de esta primera etapa cuando uno o ambos miembros
de la pareja muestren ansiedad y temor a la intimidad de tal magnitud que
se resistan enfáticamente a repetir los ejercicios. En estos casos, se centrará
la atención en la relación sexual en sí (segunda etapa).

• Segunda etapa. Encuentro sexual con estimulación genital.


El propósito es estimular los genitales sin buscar el orgasmo. Implica un tiempo
de masajes que se van alternando entre el cuerpo en general y los genitales en
particular. La idea es usar una “candencia perturbadora”, con el fin de aumentar
y disminuir la estimulación para mejorar la relajación y acrecentar la sensación
de placer. No deben preocuparse por la erección que, como respuesta
normal, se presentará y se perderá varias veces a lo largo de esta etapa. Es
natural. Traten de ser lo más tiernos y cariñosos que puedan. La mujer
comunicará a su esposo “en qué punto se encuentra”, ya que ella no presenta
signos exteriores de excitación. Para realizar los ejercicios se sugiere buscar las
posiciones que resulten más cómodas.
Muchas parejas obtienen grandes ventajas realizando esta terapia. Esto no es
sorprendente, pues se eliminan las fuentes de temor y tensión provocadas por la
relación sexual. No se impone ningún “deber” a los cónyuges. No están
rindiendo ningún examen ni corriendo una carrera. “Cuando la finalidad humana
del placer sustituye a la finalidad compulsiva del desempeño, la situación sexual
suele tornarse lo bastante relajada para que las reacciones eróticas se desarrollen
libremente”.10

Motivos por los que puede fracasar esta etapa

Si bien para muchas parejas representa una novedad el estar relajados y disfrutar
de un intercambio amoroso sin la presión de una relación sexual, en algunos
casos, aparece la ansiedad por las caricias genitales, la culpa por la actividad en
sí o por el placer sexual.
Algunas emociones negativas se irán aplacando con la repetición de estos
ejercicios, pero cuando son muy intensas, perturban e impiden avanzar hacia la
tercera y última etapa.
Uno de esos sentimientos negativos que obstaculizan el avance, se asocia con la
apariencia, los olores o las secreciones de los genitales propios y del cónyuge.
Debe ser hablado francamente. Por la proximidad con los lugares de evacuación,
suele asociarse la idea mental de suciedad. Una higiene escrupulosa evita
muchas reacciones desagradables.
Finalmente, cuando uno de los dos se niega a ser acariciado, se aconseja que el
que no quiere recibir dé a su pareja todo lo indicado. El que se niega podrá
apreciar el placer y la comunicación que se establece a punto tal de ser
“desafiado” a vencer sus resistencias y acoplarse a un tiempo de relajación y
caricias. Ésta suele ser una manera muy efectiva de proseguir.

• Tercera etapa. Encuentro sexual con penetración, pero sin orgasmo.


En este tiempo la pareja se estimulará mutuamente buscando una buena erección
en el hombre, y cierto grado de lubricación en la mujer. Cualquiera de los dos
puede tomar la iniciativa y jugar y experimentar posiciones a modo de diversión,
sin presiones. No se preocupen por llegar al orgasmo.
El objetivo principal es abandonarse al placer erótico y a las sensaciones
sexuales reprimidas durante tanto tiempo. Se busca que ambos puedan responder
a los estímulos sexuales estando relajados, en un clima afectivo y cariñoso.

Recomendaciones

La primera etapa se debe repetir varias veces en el lapso de una a dos semanas.
El encuentro entre los esposos, de ser posible, quedará limitado a esas caricias
sin mantener relaciones sexuales.
La segunda etapa se agregará a la primera luego de esa semana inicial,
concluyendo allí, o continuando con la tercera etapa (de la relación sexual en sí),
siempre y cuando las inhibiciones o la ansiedad no hayan ganado terreno.
Se evitará el comportamiento coercitivo o apresurado para llegar al orgasmo,
como si fuera una meta por conquistar.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Erotizar la habitación

Preparar el escenario aumenta la expectación y potencia el deseo. El ambiente es


tan importante como la pasión y la creatividad que se pone en cada caricia o
susurro. Pueden intentar:
Una nueva decoración: las flores estimulan la vista y el olfato. Vale todo, desde
esparcir pétalos sobre las almohadas o perfumarlas con esencia de rosa y jazmín
hasta transformar todo en un ambiente natural y salvaje, con plantas y helechos
¡Debemos disfrutar de la belleza de la creación!
Cambiar las cosas de lugar: no piensen sólo en muebles, podrían cambiar la
ubicación de las luces, cuadros, adornos. Agregar espejos, alfombras, velas, etc.

Vestir la cama: existen muchos lugares para hacer el amor, pero las
comodidades que ofrece una buena cama no admiten comparación. ¿Por qué no
darle algunos toques especiales? Sábanas limpias, suaves y bien perfumadas
invitan al placer. Corregir cualquier ruido o crujido que aparezca ante los
movimientos, es esencial. Parece trivial, pero una cama estruendosa, si no
arruina, al menos acorta los tiempos de placer. ¡Quizás sea hora de renovar la
cama!

Una buena iluminación: no hablamos de luces brillantes o potentes que


deslumbren, sino de la suficiente que les permita observar los movimientos y el
cuerpo del amante. Las luces tenues o de colores y las velas perfumadas y
distribuidas por el cuarto crean un efecto visual único, capaz de transformar un
ambiente en cálido e íntimo, además de favorecer la visualización de las distintas
texturas y tonos de la piel.

Poner música: la buena música relaja, a la vez que añade pasión al encuentro.
Pueden moverse juguetonamente a su ritmo o ponerla tan suave que no llame la
atención.

Dar lo mejor: amar encarna una entrega e implica permitir que el otro nos
conozca, el otorgar la llave para que penetre en lo más íntimo del ser y de las
emociones, el atreverse a mostrar la propia vulnerabilidad; en definitiva,
envolvernos juntos en el deleite de ser uno solo.
CAPÍTULO II

LA EXCITACIÓN
“¡El fuego del amor es una llama
que Dios mismo ha encendido!
¡No hay mares que puedan apagarlo,
ni ríos que puedan extinguirlo!”

Cantar de los Cantares 8:6b-7a.

EXCITACIÓN
Tanto el hombre como la mujer pueden ser excitados en cualquier momento y de
maneras muy diversas (a través de la vista, del oído, de la mente o por la
asociación con situaciones agradables) pero el estímulo más fuerte es el tacto,
debido a la presencia de terminaciones nerviosas en la piel y tejidos más
profundos (cuanto más terminaciones nerviosas tenga una zona, mayor es la
sensibilidad).
Las llamadas áreas erógenas o productoras de amor son las que tienen gran
cantidad de terminaciones nerviosas, a saber: el glande del pene, el clítoris y los
labios menores de la mujer, la zona alrededor del ano, el ano mismo, la parte
interna de los muslos, los pechos, especialmente los pezones; el cuello, la boca y
las orejas. Estos son sitios que, estimulados convenientemente, provocan
excitación.

A mi esposo le gusta que lo acaricie cerca del ano ¿tiene algo de homosexual?
Mariela, 25 años.
La estimulación anal del varón no tiene nada que ver con desear penetrar o ser
penetrado por otro varón.
El ano participa de las zonas erógenas, tanto del hombre como de la mujer, por
ello es que la estimulación suave suele desencadenar placer y, en algunos, hasta
la intensificación del orgasmo.
EXCITACIÓN EN LA MUJER
La lubricación vaginal es el primer signo de excitación. Comienza de 10 a 30
segundos de iniciada la estimulación.

• La vagina se ensancha en sus dos tercios internos, creando un efecto


denominado “de carpa o globo”.

• El útero se eleva dentro del abdomen, ayudando al efecto del globo vaginal.

• La vulva (labios mayores, menores y clítoris) junto con el útero y la vagina,


intensifican su color rojizo como consecuen-cia de la afluencia de sangre.

• El clítoris aumenta de tamaño y se endurece, fenómeno perceptible sólo al


tacto.

• El tono muscular y la presión sanguínea aumentan, con aceleración del pulso


y de la respiración. Aparece el rubor sexual en la zona abdominal y se extiende
hacia los pechos y la nuca.

• Los senos aumentan su tamaño (hasta un 50%) y los pezones se erectan.

Dato importante

La sangre requerida en la excitación femenina es 10 veces más que la


necesaria para la erección peneana, de ahí que la mujer necesite mayor
tiempo de estimulación.

La respuesta sexual femenina es más variable que la masculina, quizás porque la


excitación de la mujer requiere la integración de estímulos provenientes de
distintas partes, ya que las zonas erógenas están diseminadas en todo el cuerpo.
En cambio en el hombre, la zona erógena por excelencia es la genital, la cual
facilita la respuesta sexual.
Aunque el clítoris suele ser epicentro del placer, con todo, no se trata de un
botón mágico. La excitación depende de que los muchos lugares entren en
funcionamiento. De ahí la importancia de los juegos previos a la penetración. La
pareja suele no valorar esta etapa, cuyos beneficios son altamente gratificantes.
Nota: ¡Cuidado! Muchos varones juzgan el grado de excitación de su
pareja por lo que ellos sienten; y llegan al orgasmo cuando ellas ni siquiera
están estimuladas. De ese modo las obligan a fingir o a vivir una sexualidad
vacía de placeres. Las mujeres, en lugar de quejarse de sus esposos,
deberían ser las encargadas de enseñarles cómo necesitan ser estimuladas.
¡Hablen, instruyan al amor de su vida para ser satisfechas!

¡La mujer no es un lavarropa!


No fue diseñada con “respuesta automática”, es decir, no tiene un determinado
lugar que, como el timbre, abre la puerta; o un sistema que permita programar el
resultado. El cuerpo humano no es una máquina. Las experiencias anteriores y
actuales condicionan la respuesta sexual.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Erotizar la pareja

Para lograr este cometido se requiere audacia, absoluta libertad y confianza para
compartir las fantasías y animarse a vivirlas. Fantasear con la pareja es una parte
importante de los preliminares eróticos que no debe ser desestimada. Por
ejemplo, una fantasía casi universal y compartida tanto por hombres como por
mujeres, es observar al cónyuge como se quita la ropa de manera seductora. Les
proponemos:

Una sesión de strip tease. Después de haber atenuado la luz y perfumado la


habitación, uno de ustedes aparecerá en el umbral de la puerta con ropa
provocadora. Podría acompañar la actuación narrando una historia cargada de
contenido eróti-co que hayan vivido o fantaseado juntos. Es muy excitante no
sólo para el que habla, sino también para el que escucha. Se irán quitando las
prendas despacio y suavemente y en el orden que más prefieran. ¡Hasta la
manera de desabrochar un botón puede ser sensual!

Un juego sexy. Armar una cajita o cofre lleno de papelitos que contengan cada
uno una acción atrevida e íntima que incluya besar, tocar o lo que ustedes
prefieran. A lo largo de una semana o mes, de tanto en tanto, uno puede regalarle
al otro la oportunidad de sacar un papelito y entregarlo a la pareja para obtener
su premio.

El uso de ropa no convencional. Puede ser Tarzán y Jane, piratas, vaqueros,


etc. ¡Adán y Eva es el más económico!

EXCITACIÓN EN EL HOMBRE
El pene erecto es el primer signo de excitación. Aparece como respuesta a un
estímulo sexual mental (fantasías, visua-lización actual, etc.) o físico (caricias,
manipulación genital, etc.), que desencadena el fenómeno sanguíneo de la
erección.

Los testículos se elevan hacia el abdomen por la contracción de los cordones


espermáticos y de los músculos del escroto que se tensan.

La uretra se ensancha.

Aumentan el pulso y la presión arterial. Aparece el rubor sexual en el


abdomen, los hombros, el cuello y la cara. Algunos varones experimentan la
erección de los pezones.

Es absolutamente normal que la erección del pene desaparezca y se recupere


varias veces durante un juego sexual prolongado.

CUADRO COMPARATIVO DE EXCITACIÓN EN


AMBOS SEXOS
Hombre
• Se excita con mucha facilidad.
• Se estimula a través de fantasías, imágenes, caricias genita-les, etc.
• Presenta una zona erógena por excelencia: la genital.
• La excitación no depende demasiado de la calidad de la relación con su pareja.

Mujer
• Suele ser más difícil de excitar.
• Responde a las palabras suaves y a las caricias en un am-biente que le permita
sentirse tranquila.
• Presenta zonas erógenas diseminadas por todo el cuerpo: pecho, cuello,
genitales, etc.
• La excitación guarda relación estrecha con el estado de ánimo y la calidad de la
relación sentimental.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Travesura de a dos

Hacer el amor dura tanto como 24 horas.


Preparar el ambiente y tener la disposición adecuada exceden los límites del
dormitorio. De ahí que el bombardeo sutil y sugestivo de mensajes románticos a
lo largo del día desencadene un torrente contenido de deseo creciente.
Algunas ideas:
1. Díganle algo sugestivo y sensual al cónyuge en el oído, justo un momento
antes de separarse.
2. Tóquenlo/la “en ciertas zonas”, justo cuando están por entrar en un lugar
público y no pueda devolver el toque.
3. Coloquen una nota entre sus papeles o déjenle un mensaje telefónico
insinuante como: “te invito a una cena especial. Menú: yo”.
Estas picardías entre esposos son un condimento muy sabroso para una
intimidad renovada.

IMPOTENCIA
“Cuando quiero no puedo” es la frase que resume la frustración asociada a los
problemas de erección o disfunción eréctil, conocidos como impotencia,
trastornos de la fase de excitación o excitación sexual inhibida. Es el terror de
los hombres. Abarca desde una ausencia total de erección hasta una insuficiente,
con poca rigidez e incapaz de penetrar. Algunos no logran obtener una erección
desde el inicio de la relación sexual; otros, en cambio, refieren una erección
normal pero que desaparece al intentar la penetración. Hay quienes obtienen una
erección suficiente para la penetración, pero la pierden durante los movimientos
coitales.
Según las encuestas, del 5 al 10% de los hombres sexualmente activos padecen
disfunción eréctil. Las causas son muchas; sin embargo, los avances científicos
permiten dar solución a gran cantidad de casos.
Los problemas erectivos son poco frecuentes en hombres jóvenes, pero
aumentan conforme progresa en edad el sujeto. Un 10% de los hombres de 50
años padecen impotencia; aumenta a un 27% a los sesenta y a un 58% a los
setenta y cinco años.
En los varones jóvenes, los casos de impotencia se deben a problemas
psicológicos asociados al miedo y a la ansiedad. Helen Kaplan dice que el 85%
de los casos de impotencia en Estados Unidos son estrictamente psicógenos.

¿QUÉ SE NECESITA PARA UNA ERECCIÓN?


La erección se produce cuando un estímulo cualquiera viaja a través de los
nervios autonómicos parasimpáticos, desencadenando un fenómeno sanguíneo
que es responsable de la rigidez del pene. Ese sistema debe estar indemne, caso
contrario habrá una falla en la erección. Las causas pueden ser:

• Una escasa cantidad de sangre que llegue al pene.

• Una abundante cantidad que salga del pene. Se produce un fenómeno


similar al del neumático pinchado: cuanta más sangre (aire) se agrega en el
pene (neumático), más rápidamente tiende a irse. Son los casos típicos de
erección inestable; la erección aparece, se pierde, vuelve a aparecer con
mayor o menor intensidad y se pierde aun estando el pene dentro de la
vagina.

• Excesiva ansiedad que libera una respuesta refleja del sistema nervioso,
como preparándose para la huida.

Llevamos dos años de casados. Él no puede mantener su pene erecto durante


los juegos previos a la relación sexual. ¿Será impotente?
Vanesa, 34 años.

Con toda probabilidad, no. Es normal que, durante el juego amoroso prolongado,
el varón pierda la erección y vuelva a recuperarla varias veces, dependiendo del
nivel de excitación. También es normal que luego de una eyaculación se
produzca la pérdida de la erección, la que no podrá recuperarse hasta pasado un
tiempo (algunos minutos en los más jóvenes, hasta días en los más ancianos) y
que se conoce como período refractario. Para hablar de impotencia o dificultad
en la erección debe haber un porcentaje de fallas que superen el 25% del total de
los intentos por mantener una relación sexual. Este dato es fundamental, porque
es muy común que todo hombre sano experimente alguna falla erectiva
ocasionalmente.

CAUSAS

1. Psicológicas.

Responsable de al menos un 50% del total de los casos. La impotencia psicógena


o funcional es, sin duda, la más frecuente. Helen Kaplan afirma que en el 85%
de los pacientes con disfunción erectiva, ésta es de origen funcional. En el resto,
se asocia a una causa orgánica y la refuerza.
Durante mucho tiempo se creyó que el hombre impotente estaba gravemente
enfermo o tenía perturbaciones muy profundas de la mente. En la actualidad se
sabe que en todo hombre sano, la ansiedad por la realización del acto sexual y el
miedo a fallar son las causas más frecuentes de impotencia.

Entre otras, se mencionan:

• El cansancio. Un día agotador en el trabajo, una situación estresante en la


oficina o muchas horas de concentración en los estudios, pueden producir
tal fatiga física o emocional que disminuya la energía suficiente para lograr
y/o mante-ner una buena erección.

• La obesidad. Para las personas excedidas de peso “hacer el amor” resulta,


en ocasiones, muy cansador ya que no pue-den realizar movimientos ligeros
y placenteros.

• La depresión. Puede causar impotencia o ésta llevar a la depresión.

• Los pensamientos antisexuales o no sexuales. La mente es el motor del


deseo. La excitación y la erección dependen de la concentración en
estímulos excitantes. Pensamientos ajenos a la sexualidad (problemas de
negocios, presiones laborales, etc.) bloquean los mecanismos de la
erección.
• La mala disposición hacia el sexo o hacia la esposa. Algunos hombres
encuentran poco atractivas a sus esposas, con lo cual terminan perdiendo el
deseo y la excitación.

• La eyaculación precoz. En algunos casos puede desencadenar una


impotencia secundaria producida por los altos niveles de ansiedad.

• El luto por la pérdida de seres queridos.

• Las crisis importantes. Divorcio, separaciones, mudanzas, pérdida del


trabajo, etc.

2. Físicas u orgánicas.

Ocupa el segundo lugar en frecuencia, aunque cada vez que existe un problema
sexual debe descartarse toda enfermedad antes de afirmar que el problema es
psicógeno. Entre las enfermedades que ocasionan problemas erectivos, se
encuentran:

• Diabetes mellitus. Es la primera en la lista. Produce lesiones neurológicas


(afecta los nervios que llevan y traen in-formación desde y hacia los
genitales). Provoca, además, lesiones vasculares que van cerrando
lentamente las arterias e impiden la llegada de sangre al pene.

• Enfermedades cardíacas. Hipertensión (presión arterial elevada).


Colesterol elevado u otra dislipemia. Generan disturbios sexuales por la
enfermedad en sí, por los temores a sufrir un ataque en plena actividad
sexual, así como por los medicamentos que se ingieren. A modo preventivo
se aconseja evitar las relaciones sexuales prolongadas, en posiciones
fatigosas o los juegos sexuales demasiado extensos, ya que provocan
aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Tomando estos
recaudos, la gran mayoría de los pacientes cardíacos pueden seguir activos
sexualmente. Se impone siempre preguntar al cardiólogo tratante.
Nota: muchos pacientes esperan que el médico les diga algo respecto de su
vida sexual futura y la casi totalidad de los profesionales de la salud ni
siquiera mencionan el tema por la creencia de que eso significa
extralimitarse en sus funciones médicas. Ese vacío en la comunicación
médico – paciente lleva a la renuncia prematura de la vida sexual de los
gerontes, que en la gran mayoría de los casos lo único que necesitaban era
el permiso y la reorientación de la actividad sexual.

• Disminución de testosterona, aumento de prolactina u otra alteración


hormonal. Estas causas son poco frecuentes, pero deben ser investigadas.

• Esclerosis múltiple, Parkinson, accidentes cerebro-vasculares y otras


enfermedades neurológicas. Provocan alteraciones que vehiculizan
información desde y hasta los genitales.

• Alcoholismo. Origina impotencia de origen neurológico. Un poco de


alcohol reduce la inhibición y ayuda a relajarse pero, en exceso, se
transforma en un poderoso anestésico que retarda los reflejos y dilata los
vasos arteriales, dificultando la erección.

• Tabaquismo. Los fumadores crónicos tienen menor oxigenación


sanguínea y menor flujo de sangre hacia el pene porque el fumar afecta las
arterias, haciéndolas más duras y disminuyendo su luz interior. Como
resultado se produce una falla erectiva. Los hombres que fumaron o fuman
durante años están propensos a sufrir fallas erectivas.

• Dieta no saludable. A la larga provocará enfermedades. Es importante


recalcar que luego de una comida copiosa y con exceso de grasas, es
frecuente experimentar una falla erectiva debido a que la sangre se
encuentra en el aparato digestivo contribuyendo a la digestión y suele no
quedar excedente para darse esos “lujos”.

Aparte de las enfermedades generales, hay otras que son genitales y que
provocan impotencia, a saber:

• Fimosis, parafimosis (estrechamiento del prepucio). En ocasiones es


tan estrecho que en el momento de la erección el glande queda apretado, lo
que genera dolor con la consecuente pérdida de la erección.

• Pene corvo congénito.

• Enfermedad de La Peyronie. Se forman placas fibrosas en el pene.


Aparece dolor durante la erección, curvatura del pene hacia un lado y a
veces puede palparse una zona indurada en el cuerpo del pene. Evoluciona
por brotes. No existe ningún tratamiento específico para este mal.
Nota. Los problemas prostáticos no suelen producir dificultades erectivas.
Sólo cuando se opera por el abdomen y se dañan los nervios erectivos o si
se indica terapia hormonal antiandrogénica, puede aparecer disfunción
eréctil. Aun en las prostatectomías (extirpación de la próstata) no se pierden
las sensaciones del orgasmo.

Cuando él no puede

Llevo casado dos meses. Mi esposa es muy atractiva y nos llevamos bien; sólo
que a la hora de hacer el amor muchas veces “no funciono”. Cada vez estoy
más nervioso y siento que esto me juega una mala pasada. ¿Qué puedo hacer?
Carlos.

Hay que descartar un problema orgánico. Usted no especificó su edad, pero


estimamos que es un hombre joven. Para orientarlo en su problema, por favor,
conteste a esta primera pregunta: ¿ha tenido erecciones con rigidez durante la
noche o al despertar en los últimos meses? Si la respuesta es sí, con toda
probabilidad, su disfunción eréctil es de origen psicológico. Por otra parte, sólo
podríamos hablar de disfunción eréctil si usted ha fallado más del 25% de las
veces que ha intentado mantener una relación sexual. La ansiedad por el
rendimiento y el miedo a fallar van a jugarle siempre en contra ya que hacen que
el cerebro libere neurotransmisores que contraen los músculos lisos del pene y
sus arterias. Se reduce así el flujo sanguíneo y, el que existe, rápidamente se
escapa provocando la flacidez del pene. Pensamientos tales como: “no voy a
poder”, “voy a volver a fallar”, “voy a hacer el ridículo” son sumamente
destructivos y agravan el cuadro. Le sugerimos consultar con un especialista
porque usted podría beneficiarse con el sildenafil (conocido como viagra).

3. Farmacológicas.

Los medicamentos, la mayoría de las veces, son autores insospechados de


impotencia:

• Antihipertensivos, fundamentalmente los bloqueantes beta y los


diuréticos. Suelen tener un efecto negativo sobre el deseo sexual y la
excitación, originando disfunción eréctil.

• Antiulcerosos.
• Quimioterápicos, empleados en el tratamiento del cáncer.

• Antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos; los sedantes en grandes


dosis son sexualmente destructivos.

• Antiandrógenos, bloquean el efecto de la testosterona y reducen la


respuesta sexual normal.

Numerosos autores afirman que casi todos los medicamentos pueden causar
impotencia temporal, por lo cual es recomendable que, en caso de presentar
trastornos erectivos junto al consumo de cualquier medicamento, se solicite al
médico cambiar la medicación, ya que con frecuencia es posible.

Mi marido tuvo un infarto hace dos años. Está medicado y aunque se siente
bien, desde entonces sufre de impotencia. Me cela mucho y se muestra muy
ansioso. ¿Hay algo que podamos hacer? ¿Tiene solución su problema?
Maria, 58 años.

Ante todo, deben consultar con el cardiólogo ya que la impotencia podría estar
generada por los medicamentos que ingiere o por el miedo a morir en plena
actividad sexual. Se enseña como parámetro de referencia que si puede subir dos
pisos por escaleras, puede mantener relaciones sexuales.
Si la causa fuera medicamentosa, se debería optar por otros fármacos con menor
efecto sexual negativo o combinar drogas a baja dosis, intentando potenciar los
efectos positivos y disminuir los negativos.
Un último consejo: quizás llegó el momento de ampliar el repertorio amoroso
sexual. La vida íntima matrimonial no tiene por qué reducirse a la penetración;
hay múltiples formas de mantener activa la vida sexual.

4. Diádicas.

Es aquella impotencia generada por un problema con la pareja:

• La mala relación entre los cónyuges puede determinar una impotencia.


Por ejemplo: las luchas por el poder o la hostilidad verbal y gestual de la
esposa suele disminuir no sólo el deseo de su esposo, sino también su
capacidad de erección.
• El aspecto femenino descuidado podría ocasionar pérdida de la erección
por falta de atracción física.

• Una esposa poco dispuesta a mantener relaciones sexuales. El clásico


ejemplo es el de la mujer que hace sentir culpable al esposo que solicita
intimidad sexual y, poco a poco, lo va “castrando” con su actitud.

• La comunicación escasa acerca de deseos y fantasías. El esposo que


desea alguna novedad (un cambio de lugar o una nueva posición) puede
sufrir una impotencia por miedo a la reacción de su esposa o a ser
malinterpretado.

Nota: el hombre con disfunción eréctil no acude rápidamente a la consulta


profesional, sino que oculta su problema. Se acuesta tarde o lee hasta que la
esposa se duerme. Finge cansancio para no tener relaciones o simula
orgasmos cuando la erección comienza a decrecer; se vuelve irritable o
depresivo. Por el miedo a fallar, huye de los encuentros íntimos.

Tengo 45 años y llevo 15 de casado. Últimamente he tenido problemas para


lograr una buena erección. Un compañero de trabajo me alcanzó un recorte
del diario del domingo que aconseja comprar una pomada para restaurar el
vigor perdido. ¿Qué hay de cierto en este anuncio?

No crea a esa propaganda. Las soluciones mágicas no existen. En el caso de las


pomadas milagrosas, la realidad ha demostrado que se trata de un producto
cosmético como los que borran las arrugas que nunca se van. Lo cierto es que,
en ocasiones, algunos varones manifiestan mejoría, sin reparar en el hecho de
que por escrito tienen indicaciones de cómo aplicársela: con masajes suaves en
el pene por espacio de 10 a 15 minutos, o sea autoestimularse y “funciona” en
los casos psicó-genos. La mejoría se relaciona con la estimulación, no con la
propiedad terapéutica de la “medicación”.

CÓMO SUPERAR LA IMPOTENCIA


Después que se han descartado problemas de tipo orgánico (enfermedades) que
pudieran explicar la disfunción erectiva, intentaremos una terapia de pareja
cuyos objetivos serán:
1. Disminuir las fuentes de ansiedad que bloquean el mecanismo de la
erección.
2. Disfrutar sin culpas de la relación sexual.
3. Adquirir confianza creciente en la capacidad erectiva que se recupera.

Requisitos previos

1. Tareas sexuales con la esposa.


El pronóstico de resolución del problema depende, y mucho, de la compañera
del paciente. Una esposa paciente, colaboradora, sensible y condescendiente
ayudará a que el esposo recupere la confianza en su respuesta sexual. Los
progresos del esposo, para una esposa insegura, que se sienta poco atractiva o
con una pobre autoestima, resultarán una amenaza personal que se expresará de
múltiples maneras, e incluso puede llegar a pensar que podría perder a su marido
ahora que es potente y viril. Como resultado de estos temores, la terapia puede
fracasar.

2. Tareas sexuales sin exigencias.


Nuestra sociedad demandante y exitista suele asociar la masculinidad con un
pene erecto, símbolo de virilidad. El hombre aparece como responsable de la
propia satisfacción, pero también de dar placer a la mujer. Cuando “no puede”
porque la erección falla, siente que no es más hombre, como si su hombría
dependiera de lo que lleva entre las piernas. Además, nuestra sociedad
hipersexualizada presenta imágenes de una sexualidad explosiva en parejas que
alcanzan intensísimos orgasmos.
Esto actúa con un efecto rebote sobre nuestras propias vivencias y transforma el
encuentro sexual en una tarea ansiógena (“debemos lograr lo mismo que vimos”)
en lugar de ser una actividad relajada y placentera, en la que se mezclan el
descanso y la risa.
Muchos disturbios de la erección obedecen a problemas emocionales simples:
ansiedad por el rendimiento; temor a ser rechazado por la pareja; excesiva
preocupación por dar satisfacción, culpa por el propio goce sexual. Para una
buena erección es necesario relajarse y disfrutar del amor íntimo.

Instrucciones

La secuencia básica será la siguiente:


• Primera semana: placer sin erección.

Durante la primera semana no habrá penetración ni or-gasmo. Con ropas o


sin ellas, iniciarán encuentros con besos, caricias y masajes corporales, sin
tocar las zonas genitales. La idea es “abandonarse” al placer. Exige el
sosiego no sólo del cuerpo sino de la mente. El hombre no debe intentar una
erección. Ni siquiera debe pensar en tenerla. El objetivo es disfrutar y
explorar nuevas formas para comunicar el amor y el deseo hacia el
cónyuge.

• Segunda semana: placer con erección, sin orgasmo.


En la segunda semana se incluye a los genitales como sitio de caricias y
contacto buscando la excitación, es decir, la erección, pero sin llegar al
orgasmo. El varón puede dejar su imaginación en libertad mientras recibe la
estimulación (viejas experiencias gratificantes con la esposa se convierten
en escudo contra la ansiedad, facilitando la erección). El hombre no debe
pensar en una relación sexual, ni siquiera en la penetración. No está
rindiendo un examen. El placer debe sustituir la ansiedad por el desempeño.
Debe sentir libertad para gozar sin el mandato de “cumplir”.

• Tercera semana: placer, erección y orgasmo.


Los ejercicios anteriores son muy importantes porque refuerzan y
acrecientan la confianza del varón en su propia capacidad de erección. En
esta tercera semana, a todo lo anterior se agregará la penetración, y orgasmo
si se desea, buscando la posición o técnica que resulte más excitante para él.

VIAGRA
El uso del Viagra ha revolucionado la sexología. Aunque el nombre comercial
cambia según el laboratorio, la droga básica es el sildenafil.
Este medicamento tiene una acción bastante específica sobre el mecanismo de la
erección. Es eficaz, independientemente de la edad del varón, así como de la
causa de la disfunción eréctil (se usa en casos orgánicos, psicógenos o mixtos).
Se emplea en los varones con diabetes, hipertensos, que toman medicación
antidepresiva, etc.
El sildenafil no actúa sobre el deseo, es decir que no es un afrodisíaco, sino una
droga erectógena (provoca la erección, aumenta la capacidad de mantenerla,
mejora la satisfacción sexual). Es una droga segura.
En caso de padecer alguna enfermedad general o tomar medicamentos, a la hora
de hacer la consulta médica, recuérdele al facultativo qué fármacos está
tomando, para evitar interacciones.
La aparición de esta droga ha cambiado el curso de la intimidad sexual de
muchas parejas. Antes, incontables adultos mayores renunciaban al placer
sexual. Hoy, muchos más han sido incorporados a una sexualidad activa con la
ayuda extra del viagra.

Recomendaciones generales
- Se debe tomar antes de comer, con el estómago vacío y bastante agua.

- Su efecto comenzará una hora después de la ingesta y se mantiene hasta por


cuatro o seis horas. Si se ha tomado junto con una comida copiosa y rica en
grasas, el efecto se verá hacia las dos horas.

- No produce efectos por sí mismo, es decir, luego de haberlo ingerido deben


mediar las caricias y estimulación adecuada para que se produzca la erección
esperada. Algunos lo grafican con la frase: “el viagra es como la pólvora, para
explotar necesita fuego”.

- La dosis recomendada es de 50 mg. En los varones mayores a 65 años debe


comenzarse con 25 mg.

- Una vez que se llega al orgasmo y eyaculación, se pierde la erección, como


pasa habitualmente.

- Una hora después (a veces un poco más) se puede mantener otra relación
sexual porque se reduce el período refractario.

- Para algunos varones, el efecto positivo se mostrará luego de dos o tres tomas
de sildenafil, para otros, luego de corregir la dosis.

- Los efectos secundarios más comunes después de la ingesta son: rubor fácil,
dolor de cabeza y cierto malestar estomacal. En algunos hombres puede aparecer
visión borrosa, azulina o sensibilidad a la luz.

- Algunos urólogos indicarán el sildenafil varias veces por semana, luego de una
cirugía prostática, aun cuando no se tengan relaciones sexuales.
- Uno de los temores comunes es que nunca podrá dejarlo. Si el paciente quiere
dejar de tomar sildenafil se sugiere que tome una vez y, al próximo encuentro
sexual, lo omita. El dis-continuar de manera progresiva la toma es para que ese
hombre en particular aumente su confianza en la intimidad y no descanse en la
medicación como una muleta frente a su temor de “no poder”.

- No genera adicción. Esta pregunta es muy frecuente entre los consumidores. El


tomar de manera habitual mejora la circulación, por eso puede decirse que tiene
un efecto benéfico acumulativo. Se lo define como el “círculo virtuoso”. No se
requiere dosis mayores para mejorar el efecto.

- Similares efectos se producen con el tadalafilo y el vardenafil, con el adyuvante


de que sostienen el efecto más horas. Incluso en aquellos pacientes que no
responden al sildenafil, sí lo hacen a las otras drogas.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Cinco consejos no sexuales para seguir activo

1. Practicar ejercicio en forma regular: desde caminar hasta nadar. La


actividad elegida dependerá del tiempo que dis-ponga y de las preferencias
personales. Lo aconsejable es que, por lo menos dos veces a la semana, practique
algún deporte a fin de mejorar la irrigación y la oxigenación de todos los
órganos: cerebro, corazón y también del pene. Además, se vigorizan los
músculos, aumenta la tonicidad y disminuyen las grasas.

2. Evitar el sobrepeso: fundamentalmente por las enfermedades que se asocian


a la obesidad, como la hipertensión, la diabetes y la aterosclerosis, que influyen
sobre la circulación y provocan impotencia.

3. Disminuir las exigencias: la vida es muy importante. Debemos aprender a


disfrutarla cultivando actitudes saludables.

4. Reducir el estrés: ya que actúa negativamente sobre la función sexual.

5. No automedicarse: apenas se percate de una disfunción eréctil acuda a un


urólogo o sexólogo y no intente “curas alternativas” que, lejos de solucionar el
problema, agregarán otros.

FRIGIDEZ
Para hablar de frigidez, la mujer debe presentar las siguientes características:

a) No experimentar excitación ni placer. Está vacía de sensaciones y


sentimientos sexuales, con una carencia absoluta de respuesta sexual. Puede
mantenerse el deseo, pero no existe placer por el contacto y el coito resulta
doloroso.

b) No mostrar señales de vasocongestión genital en respuesta a la


estimulación, es decir, no presenta lubricación a pesar de una estimulación
adecuada.

c) Expresar actitudes diversas frente a la sexualidad. Desde aborrecer toda


actividad sexual y ser totalmente indiferente, hasta gozar del contacto físico no
sexual.

Algunas soportan estoicamente las relaciones y se distraen con imágenes no


sexuales, usando sus cuerpos mecánicamente de manera que sus compañeros
puedan eyacular rápidamente y terminar la relación.
Afortunadamente, son pocas las mujeres que presentan este problema, ya que
cuando no existe ningún tipo de respuesta sexual y nunca la hubo, es difícil
encontrar una salida rápida. Es mucho más sencillo tratar a una mujer que en
algún momento de su historia tuvo respuesta, pero carece de la misma en la
actualidad.
Cualquiera sea el cuadro clínico, el tratamiento consiste en aprender a
sensibilizarse a los estímulos, estar relajada, sentirse amada y libre de
ansiedades.

CAUSAS

1. Hombre activo y mujer pasiva. Este estereotipo sexual resulta frustrante


para muchas mujeres y puede desencadenar grandes desajustes en ambos. Para
un hombre que se espera que siempre tome la iniciativa y orqueste el acto sexual
nunca podrá “esperar acostado”. Él está exigido por la perfomance y no podrá
darse el lujo de fallar. Él debe estar siempre listo. Esto origina una gran carga de
ansiedad que se traduce en problemas erectivos. Mientras que en una mujer, que
ha sido enseñada a no tomar la iniciativa, se sentirá frustrada por esa pasividad
artificial haciendo que la relación sexual sea displa-centera.
2. Rechazo del cónyuge. Cuando la mujer está enojada o se siente explotada,
engañada o maltratada por su marido, no responderá sexualmente. A diferencia
del hombre, la calidad de la relación influye directamente en el desempeño
sexual de la mujer. El hombre puede centrarse en las cualidades sensoriales y
físicas de su compañera durante el acto sexual, ignorando cualquier aspecto
negativo de su personalidad y de la calidad de la relación. En cambio, para que
un mujer “funcione en la cama”, necesita tener sentimientos positivos y
amorosos hacia su esposo y una buena imagen mental de él. “Si la mujer piensa
que su compañero es estúpido, grosero o desleal, o si se siente repelida
físicamente por él, podría tener dificultades en su rendimiento sexual, por muy
bello que sea el cuerpo de él o grande su maestría como amante”.

¿Viagra femenino?
Si bien el viagra femenino todavía no ha sido descubierto, algunos
medicamentos tienen un efecto positivo sobre la excitación femenina, a saber:

a) Terapia de reemplazo hormonal. La reposición de estrógenos en las mujeres


menopáusicas disminuye la atrofia y mejora la lubricación, lo cual beneficia la
sexualidad de la mujer. El resto de los efectos, es discutido por diversos círculos
científicos.

b) Tibolona. Es uno de los fármacos usados en la terapia de reemplazo. Se lo ha


considerado el viagra femenino por el efecto sobre la libido y la lubricación.

c) Terapia con andrógenos. Se utiliza de manera experimental. Representa una


novedad para los casos de atrofia severa.

d) Sildenafil. Parecería que mejora las cuatro fases de la respuesta sexual.


Todavía los datos no son concluyentes.

TERAPIA PARA LA FRIGIDEZ

Se emplea la misma técnica que para la ausencia de deseo (ver “pasos para
aumentar el deseo sexual”).

SECRETOS DEL DORMITORIO


Sorpresas eróticas

Dar rienda suelta a la imaginación y a la creatividad favorece el desempeño


sexual. Una de las técnicas de seducción más antigua ha sido incorporar juegos
con cierta carga de picardía. Les proponemos:

Cambiar la posición, el lugar y el horario para hacer el amor (suele


transformarse en más atractivo y excitante).

Sorprender al cónyuge con una bata sin ropa interior. La mujer puede
presentarse en el dormitorio con tacos altos y totalmente desnuda. El varón
puede hacer algo similar: por ejemplo, aparecer con las medias y los botines de
fútbol sin nada más.

Armar esquelitas amorosas y dejarlas a la pareja en lugares en que pueda


encontrarlas (mesita de luz, billetera, cartera, portafolios, etc.).

Desvestirse y arrojar las prendas de manera juguetona sobre el cuerpo del


cónyuge. ¡Ojo con los botones!

Distribuir bombones y trocitos de frutas sobre el cuerpo del otro. Vendarle los
ojos y proceder a degustarlos con suavi-dad.

CUANDO DUELE HACER EL AMOR

Dispareunia
El dolor asociado a la relación sexual se denomina dispareunia. De manera
recurrente, la mujer acusa dolor antes, durante o después del coito.
La dispareunia puede ser primaria (desde el inicio de la vida sexual) o
secundaria (adquirida años después del primer coito).
Vaginismo
Se denomina así a la contracción involuntaria de los músculos que rodean la
vagina, tan intensa que impide la penetración del pene, lo cual imposibilita el
coito.
Generalmente se observa en mujeres jóvenes, al inicio de su vida sexual, con
actitudes negativas hacia el sexo, crianza estricta, rígida o con historia de abusos
o traumas. Característicamente conservan el deseo y el placer sexual, pero la
penetración resulta imposible. Aunque deseen con todas sus fuerzas estar con su
pareja, no pueden por una respuesta corporal contraria. Es un fenómeno
involuntario. No debe forzarse a una relación pensando que es un capricho o un
indicador de rechazo.
Se investigaron las causas de 1.000 parejas cuyos matrimonios no fueron
consumados, es decir, parejas que no pudieron mantener ni una relación sexual
desde que se casaron. Se examinó a las 1.000 mujeres, cuya edad promedio era
de 29 años y se comprobó que estaban físicamente capacitadas para realizar el
coito. Las razones esgrimidas por ellas para su abstinencia sexual pertenecían a
las siguientes categorías:
• Temor al dolor en el coito inicial: 203 (20.3%)
• Opinión de que el coito es sucio o perverso: 178 (17.8%)
• Marido impotente: 117 (11.7%)
• Temor al embarazo: 102 (10.2%)
• Tamaño pequeño de la vagina: 82 (8.2%). Los exámenes físicos revelaron
que los genitales de ella y los de su esposo tenían medidas normales.
• Ignorancia de la pareja en cuanto a la localización exacta de los órganos
sexuales de la mujer: 52 (5.2%)
• Desagrado en extremo, respecto del pene: 46 (4.6%)
• Objeción intensa hacia el coito, a menos que se busque el embarazo: 39
(3.9 %)
• Rechazo hacia los anticonceptivos: 33 (3.3%)
• Creencia en que la sumisión de la mujer al hombre implica inferioridad:
31 (3.1%)
• Desagrado general hacia los hombres: 30 (3.0%)
• Deseo de sólo mimar maternalmente a su esposo: 14 (1.4%)
• Temor de dañar el pene del esposo: 12 (1.2%)
Si a estas mujeres se les hubiese proporcionado una educación sexual adecuada
en una edad temprana, cuando menos los problemas sexuales del 80 al 85% de
ellas no hubiesen existido nunca o no hubieran persistido, en caso de presentarse.
10

Causas generales
• Educación sexofóbica. Los principios religiosos y familiares muy rígidos y
contrarios a una sexualidad placentera pueden llevar a la mujer a generar
vaginismo o dispareunia por sentimientos de intensa culpa ante el placer que
podrían sentir.

• Experiencias sexuales negativas en la infancia. Los intentos de violación,


antecedentes de abuso sexual o incesto impiden el “abandonarse” al encuentro
sexual.

• Temor al embarazo. La contracción espasmódica de los músculos


pubococcígeos se produce ante la más mínima posibilidad de coito fecundante.

• Desinformación sexual. El miedo a desgarrarse o “romperse” internamente a


consecuencia de la penetración, debido a un desconocimiento de los genitales
propios y los del cónyuge, suele ser una causal frecuente.

• Estimulación inadecuada. Tanto la inexperiencia como la rudeza del marido


en las primeras experiencias sexuales pueden ocasionar vaginismo o dispareunia.

• Hostilidad y rechazo a la pareja. El rencor y los desacuerdos pueden


expresarse a través de cualquiera de los dos cuadros que venimos tratando.

• Respuesta secundaria al dolor. El vaginismo puede aparecer como


consecuencia de la dispareunia.

Causas locales
• Infecciones que produzcan inflamación intensa y dolor a nivel genital o
urinario.
• Anomalía en el desarrollo de los genitales (causa muy rara).

• Atrofia genital posmenopáusica.

• Cicatrices dolorosas, traumatismos locales o cirugías.

• Reacciones alérgicas.

Cómo superar este problema


1. Reconocer la causa: generalmente obedece a una combinación de factores
físicos y psicológicos. Es importante una consulta ginecológica previa para
descartar posibles problemas orgánicos y prescribir anticonceptivos en caso de
que la pareja no cuente con un método. El varón debería consultar con el urólogo
para evaluar la función eréctil. Una vez realizados estos pasos iniciales, es muy
importante que la pareja lea acerca de la sexualidad y se informe de la
genitalidad femenina y masculina a fin de que los temores por la desinformación
se disipen definitivamente.

2. Compartir el problema: se insiste en la buena comunicación de los


cónyuges, elemento esencial en el éxito de la terapia. Si se registran graves
discordias entre los esposos, la terapia tenderá al fracaso.

3. Iniciar el tratamiento: el proceso se inicia a partir de un grupo


interdisciplinario de trabajo. Ya hemos mencionado la consulta con el
ginecólogo y el urólogo. Una vez finalizado este requisito previo, se procederá a
practicar una de las técnicas más difundidas para estos casos (siempre que no
exista causa orgánica, la que debería ser tratada antes de hacer la terapia), que se
basa en desensibilizar la entrada vaginal de manera progresiva.
Comenzará la esposa por examinarse físicamente con un espejo y reconocer ella
misma el fenómeno de contracción muscular cuando intenta introducir un dedo.
Compartirá con su esposo los hallazgos.
Luego, disfrutarán juntos de un tiempo de caricias, abrazos y besos que permita
la estimulación sexual de la esposa. De acuerdo con la preferencia personal (ella
misma o su esposo) y con ayuda de una jalea anestésica, intentarán introducir
lenta y muy suavemente un dedo en la vagina. Si la mujer tolera un dedo,
acabarán allí.
En la próxima sesión intentarán llegar al mismo punto, a fin de que ella se
acostumbre a esa sensación. Poco a poco, avanzarán en cada encuentro hasta
colocar dos dedos, sin prisa, teniendo en cuenta la respuesta de la esposa. Es
fundamental no forzar ni apresurar las etapas, a fin de que las sensaciones
eróticas se desarrollen y logren expresarse sin inhibiciones. El tiempo que
llevará cumplir esta primera etapa dependerá de cada pareja (por lo general, de
una a varias semanas), con varios encuentros durante ese tiempo. El momento de
intentar la penetración es cuando se ha logrado introducir dos dedos sin que se
presenten espasmos. Es imprescindible una buena lubricación tanto del pene
como de la entrada vaginal. El esposo lo introducirá con lentitud, descansando
dentro de ella todo lo que la esposa tolere (se recomienda sólo algunos minutos);
luego saldrá con lentitud, para permanecer abrazados, compartiendo el resultado
de la experiencia y comunicándose mutuamente amor y ternura. Suele ser
aconsejable que la mujer esté arriba para dirigir la penetración. El esposo no
llegará al orgasmo por coito sino después que la esposa se acostumbre y disfrute
de la penetración, lo cual llevará un tiempo. Este proceso de desensibilización es
bastante fácil para algunas; pero para la mayoría genera ansiedad aguda que
normalmente es anticipatoria a la penetración; una vez introducido el pene se
observa un fuerte descenso de la ansiedad.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Juegos inocentes

El buen humor, el espíritu sosegado y los momentos divertidos tienden a


distender y relajar a las personas haciendo que las relaciones sexuales se
disfruten más.
En nuestro diario vivir, estamos tan acostumbrados a que todo se hace con prisa,
fechas topes y una seriedad total (aun nuestras relaciones sexuales) que vivimos
opacamente, lo cual es una verdadera lástima, ya que la vida debería ser
placentera en su mayor parte.
El dormitorio es uno de esos lugares, lleno de momentos dulces.
Les proponemos:
1. Cosquillas. “Hacer el sexo más divertido no significa trivializarlo ni
convertirlo en un chiste. Se puede jugar y reír manteniendo el respeto, la
confianza y el cariño”.11 ¡Sorprender al otro con una persecución para
hacerle cosquillas suele ser muy divertido!
2. Caricias juguetonas, con plumas o algo perfumado y suave. Puede ser
una manera de despertar al amante para decirle lo lindo que es vivir juntos o
para seducirlo a mitad del sueño.

3. Actos pícaros. Una vez que han comenzado a jugar, pueden ir más allá y
hacer el amor con la ropa puesta, como si fuera parte del mismo juego.
CAPÍTULO III

EL ORGASMO
“Si quieres disfrutar del amor
disfrútalo con tu esposa.
¡Guarda tu amor sólo para ella!
¡No se lo des a ninguna otra!
No compartas con nadie
el gozo de tu matrimonio”.

Proverbios 5:15-17

EL ORGASMO

Llevo varios años de casada y no puedo definir con exactitud si he tenido


orgasmos o no, ¿pueden decirme cómo se siente? Agradecería una respuesta
específica.
Carmen, 32 años.

El orgasmo es difícil de explicar con palabras. Es como intentar explicar el


bostezo o el estornudo. Sin embargo se define como la liberación repentina de la
tensión muscular y nerviosa en una experiencia de placer físico intenso
vivenciado por cada persona de una manera particular y única. También puede
definirse como un reflejo, por lo cual debemos considerar que cada persona tiene
un umbral distinto para experimentarlo.
Siempre me he preguntado por qué los hombres llegan fácilmente al orgasmo
por penetración; mientras a nosotras las mujeres, nos cuesta tanto.
Jorgelina, 27 años.
La razón es muy sencilla. Durante el coito, el glande del pene, la zona más
sensible del varón, es estimulada directamente por las paredes vaginales. La
fricción y el roce permiten la excitación y el orgasmo. La mujer, en cambio,
recibe la estimulación del clítoris de manera indirecta, por lo que se le hace más
dificultoso llegar a un orgasmo. Por eso, la anorgasmia es la disfunción sexual
más frecuente en la mujer.
La realidad estadística demuestra que algunas mujeres nunca tienen orgasmos
(del 30 al 35%); otras sólo lo alcanzan a solas mediante la autoestimulación (del
20 al 25%); hay quienes lo alcanzan con el coito más una estimulación clitorídea
adicional (del 25 al 30%); existen además las que lo logran mediante el coito sin
estimulación adicional (del 20 al 25%), y por fin, existen las que son capaces de
lograr un orgasmo sólo con fantasías eróticas o mediante la estimulación de los
pechos o del beso (1 al 2%). Entre un 33 a un 55% del total de las mujeres
experimentan orgasmos sólo en algunas oportunidades y no están satisfechas con
esa frecuencia.

¿ORGASMO POR PENETRACIÓN?

En la primera relación con mi esposo experimenté un orgasmo por


penetración, fue hermoso. El problema es que nunca más lo sentí. Sólo lo
alcanzo cuando él me acaricia el clítoris, ¿existe algún consejo para lograr el
orgasmo por penetración?

Popularmente se cree que el orgasmo se produce exclusivamente por la


penetración. Cuando esto no ocurre – que ciertamente sucede en la mayoría de
los casos – surgen preocupaciones acerca del tamaño de la vagina, del pene (muy
pequeño, demasiado grande), dudas como amante o de la capacidad sexual del
cónyuge.
En realidad, sólo 2 de cada 10 mujeres pueden alcanzar el orgasmo durante el
coito. La gran mayoría sólo llegan por estimulación del clítoris. Lo que para la
gente es “normal”, es decir, el orgasmo por penetración, en realidad, las
investigaciones demuestran que constituye la excepción.
El clítoris sirve únicamente para el placer sexual, por esta razón tiene tantas
terminaciones nerviosas y es tan exquisitamente sensible; mientras la vagina
sirve para ensancharse y parir, por eso tiene pocas terminaciones nerviosas y,
por ende, poca sensibilidad. Tal vez, a esta altura, podríamos preguntarnos: ¿de
dónde surgió la idea de que la mujer tiene que experimentar orgasmo por la
penetración?
Concluimos, pues, en que si una mujer no llega al clímax mediante la
penetración no quiere decir que sea neurótica o sexualmente inadecuada;
tampoco es que su esposo sea un mal amante. Significa simplemente que es
normal. “A menudo nos parece atractivo lo que no experimentamos. Si no
tenemos orgasmos múltiples u orgasmos con la penetración, pensamos que esas
experiencias deben ser superiores a las nuestras. Por lo tanto, nos empeñamos en
ellas, como en alcanzar la hierba más verde que crece al otro lado de la valla”.12
Sin embargo, si desea experimentar el orgasmo por penetración deberá buscar
las posiciones sexuales que le permitan moverse con facilidad y orquestar el acto
sexual, a fin de lograr el roce con la zona clitoridea; preferentemente aquéllas en
que la mujer está arriba.

¿DIFERENTES ORGASMOS?

Freud creía que la mujer tenía dos tipos de orgasmos: uno inmaduro clitorídeo, y
otro vaginal o maduro. Al clitorídeo lo denominaba infantil y al vaginal maduro,
porque lo asociaba al “placer” de la penetración. Sin embargo, la sexología ha
demostrado que existe un solo tipo de orgasmo y ocurre no por la penetración,
sino por estimulación de la zona clitorídea. El clítoris es el centro y el disparador
del orgasmo femenino, pero ¡cuidado!, no es un “botón automático”, es
necesario estimularlo de una manera gratificante, y eso depende de cada mujer;
es tan personal, que algunos estudiosos hablan de la “huella dactilar del
orgasmo” indicando lo individualmente único de esa experiencia.

¿ORGASMO SIMULTÁNEO?

Algunas décadas atrás se enseñaba que el orgasmo simultáneo significaba


máximo placer y el fin último de la experiencia sexual. De esa manera, muchos
esposos se daban al esfuerzo de tratar de armonizar sus orgasmos, lo que
usualmente producía una pérdida de la espontaneidad.
Habrá ocasiones cuando pueda ocurrir que ambos experimenten un orgasmo al
mismo tiempo, pero no es la generalidad y debe considerarse como una simple
coincidencia, eliminando la creencia popular de verlo como “el ideal de unión”.
El objetivo se cumple cuando en amor y comprensión, sin prisas, ambos quedan
plenamente satisfechos en cada encuentro sexual.

¿EYACULACIÓN FEMENINA?
Las mujeres que tienen un desarrollo especial de las glándulas de Skene son las
que eyaculan durante el orgasmo. Producen un líquido que no es orina y que es
eliminado durante la actividad sexual cerca de la uretra femenina (en algunas
muje-res, este líquido ha llegado a mojar parte de la cama). No se la debe
confundir con la lubricación vaginal ya que ésta se produce al comienzo de la
excitación sexual.
El Kama-Sutra se refiere a la eyaculación femenina en estos términos: “el semen
de las mujeres se continúa escurriendo desde el inicio hasta la finalización de la
relación sexual, lo mismo que el semen masculino”. Los griegos creían que si la
eyaculación masculina se juntaba con la femenina, la mujer quedaba
embarazada.

¿POR QUÉ LAS MUJERES FINGEN ORGASMOS?


Es más fácil para las mujeres fingir placer que para los hombres. Caldiz y
Resnicoff afirman: “a veces las mujeres fingen un gozo no sentido... Las causas
pueden ser varias: vergüenza de mostrarse fría, miedo al enojo del compañero,
ganas de sentirse y mostrarse super–femenina, gratificación económica, falta de
confianza en sí misma y cien buenas razones más...”.

ORGASMO EN LA MUJER
Como respuesta a la estimulación sexual se producen una serie de cambios
genitales que tienden a propiciar el orgasmo:

• La lubricación vaginal comienza de 10 a 30 segundos después de iniciada


la estimulación.

• Los labios mayores, menores y el resto de la vulva se agrandan.

• La vagina se alarga, aumenta su tamaño y se pone de un rojo rutilante.

• El útero modifica su posición y se eleva para permitir que la vagina se


ensanche.

• El tercio externo de la vagina se estrecha por la congestión vulvar, lo que


facilita el orgasmo.

• El clítoris comienza a contraerse, lo cual significa aumento en la


excitación y cercanía al orgasmo. Este es el momento para la penetración,
ya que los niveles altos de excitación impiden el dolor y las molestias que
suelen ocurrir cuando hay poca estimulación.

• En el resto del cuerpo se observa la llamada miotonía, que es el aumento


en la tensión de todos los músculos del cuerpo. Los pezones se ponen
turgentes y las mamas aumentan hasta un 50% de su tamaño. Aumentan la
frecuencia cardiaca, la respiración y la presión arterial.

El orgasmo propiamente dicho comienza con contracciones rítmicas que se


producen cada 0,8 segundos, son de 3 a 15 en total y ocurren en la plataforma
orgásmica (tercio externo de la vagina, músculos del periné, útero y ano),
presentándose las primeras más fuertes para, luego, ser más débiles y espaciadas.
El útero se contrae en forma irregular. Ese espacio de tiempo (medido en
segundos) puede prolongarse por más de un minuto debido a las sensaciones
musculares que acompañan al orgasmo.
El orgasmo provoca la expulsión de la sangre acumulada en las zonas genitales.
Cuando no se producen estas contracciones orgásmicas, es probable que la mujer
tenga por algunas horas, una sensación de pesadez o dolor en el bajo vientre.

ORGASMO EN EL HOMBRE
Al inicio de la erección, se cierra el paso entre la vejiga y la uretra, haciendo
imposible la salida de orina.
El pene, una vez erecto, no muestra grandes cambios, excepto que puede
observarse por la punta del pene alguna que otra gota de líquido claro llamado
“la gotita fisiológica”, cuya función es alcalinizar el conducto por el que pasarán
los espermatozoides. Durante esta fase, al igual que en la anterior, la erección
puede perderse y recuperarse varias veces en un juego amatorio prolongado sin
que signifique problema. Es una reacción normal del organismo.
Esta etapa corresponde al coito en sí, es decir, al tiempo de la penetración. Como
consecuencia de la relación sexual, se intensifican todos los fenómenos
mencionados durante la excitación, es decir, aumento de la frecuencia cardiaca y
respiratoria y de la presión arterial. La corona del glande se pone más turgente,
los testículos se elevan más y aumentan su tamaño (hasta un 50% de su
volumen). Aparece el rubor sexual o se intensifica si apareció antes. Puede
producirse la erección de los pezones. Todo el cuerpo aumenta su tonismo y esa
tensión acumulada sirve como preparación para el orgasmo.
El orgasmo en sí comienza con espasmos, contracciones o “palpitaciones”
rítmicas del pene, los músculos de su base, la uretra, la próstata, las vesículas
seminales y los vasos deferentes, implicando luego a todo el cuerpo. Por medio
de estas contracciones se expele el semen en forma de varios chorros rápidos que
pueden fluir a corta distancia o a distancia considerable; pero este hecho no
guarda relación con la fuerza o virilidad del hombre. La cantidad de semen que
se eyacula varía entre 1 y 5 ml, lo que depende del tiempo transcurrido entre una
relación sexual y otra. Si se producen varias eyaculaciones en un lapso corto, es
probable que la cantidad sea más escasa.
Después de la experiencia del orgasmo, los órganos sexuales y el cuerpo entero
requieren de cierto tiempo para relajarse y recuperar el estado anterior de reposo,
previo a la estimulación sexual. El signo visible más importante en el hombre es
la pérdida de la erección (a mayor duración del estímulo sexual, mayor es el
tiempo que necesita para perder enteramente la erección).
Nota: El hombre no puede responder a un nuevo estímulo sexual hasta pasado
algún tiempo (desde algunos minutos hasta varios días); en otras palabras, no
puede volver a tener erección y orgasmo hasta pasar por ese período llamado
“refractario”, cuya duración es variable según el hombre y la edad (más corto en
los hombres jóvenes y más prolongado en los de mayor edad). Por este hecho, el
hombre no puede ser multiorgásmico.

CUADRO COMPARATIVO DEL ORGASMO

MUJER

• Es el punto máximo de placer sexual y dura pocos segundos.


• Comienza en la región genital pero involucra el cuerpo entero.
• Se percibe como contracciones rítmicas rápidas, 3 a 4 en menos de un segundo,
para después ser más débiles, hasta pasar a una relajación completa.
• No hay eyaculación con el orgasmo.
• Puede ser multiorgásmica, es decir, experimentar varios orgasmos en una sola
relación.
• La ausencia del orgasmo es el problema sexual femenino más frecuente.
• No es necesario el orgasmo para quedar embarazada.
• Generalmente el orgasmo se experimenta por estimulación clitorídea y no por
penetración.
HOMBRE

• Es el punto máximo de placer sexual y dura pocos segundos.


• Comienza en la región genital y luego involucra todo el cuerpo.
• Se percibe como contracciones rítmicas rápidas del pene, los músculos de la
base, la próstata, las vesículas seminales y los vasos deferentes, etc.
• Se acompaña de la eyaculación. Aunque son dos fenómenos distintos, van
juntos.
• Presenta un solo orgasmo por cada relación sexual. Después, entra en el
“período refractario”, tiempo en el que no podrá tener una nueva erección u
orgasmo.
• Es muy raro que un hombre no tenga orgasmo.

DESPUÉS DEL ORGASMO


Después del orgasmo se invierten los cambios acaecidos durante la relación
sexual.
Todo fue una explosión de fuerza, pasión y ternura, como una tormenta recia de
verano. Ahora, los cuerpos retornan a la normalidad quedando una sensación de
sosiego y suave calma que invita al descanso.
Si no se experimentó el orgasmo, suele sentirse insatisfacción y molestia en la
zona genital provocada por la gran cantidad de sangre acumulada durante la
excitación.

En el siguiente cuadro es posible apreciar las diferencias por sexo:

MUJER

• Después de un orgasmo, es posible lograr otros sucesivos (dependiendo de la


estimulación). A esto se denomina capacidad multiorgásmica.
• Los pechos, el útero, la vagina y el clítoris retornan a su tamaño y posición
normal.
• Desaparece el rubor sexual.
• La tensión muscular disminuye.
• La presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la respiración se normalizan.
• El cuello del útero permanece abierto para recibir los espermatozoides.
VARÓN

• No posee capacidad multiorgásmica. Una vez finalizado el orgasmo entra en el


período refractario, durante el cual es imposible tener erección, orgasmo o
eyaculación.
• Después del orgasmo se pierde la erección, en dos tiempos: primero, una
pérdida rápida y parcial. Luego, en una etapa más lenta, la pérdida total.
• Los testículos se empequeñecen y vuelven al escroto.
• Desaparece el rubor sexual.
• La presión sanguínea, el ritmo cardíaco y la respiración se normalizan.

TEST DEL ORGASMO: ¿LO EXPERIMENTÓ UN


HOMBRE O UNA MUJER?13
Estudiosos de la sexualidad no fueron capaces de diferenciar con claridad si
quienes relataban estas historias acerca del orgasmo eran hombres o
mujeres.
Lean cada descripción y adjudíquenla al género que les parezca.
Las respuestas figuran al final.

1. Fue como una explosión moderada que me reconfortó y distendió, después de


un ardor cauterizante que empezó en los genitales y se extendió en un instante
desde los pies a la cabeza.

2. Mis orgasmos son como palpitantes estallidos de energía que empiezan en la


zona pélvica y luego me inundan todo el cuer-po. A veces me parece que me
precipito al vacío en caída libre y otras tengo la impresión de que mi cuerpo es
una gran orquesta que interpreta un gran crescendo.

3. A veces los orgasmos son de un ardor y vehemencia inaudi-tos,


estremecedores, pero en ocasiones producen la sensación de momentos fugaces,
densos y estancos.

4. Noto un torrente de calor que me va de los pies a la cabeza, acompañado de


un fuerte ritmo palpitante. Después todo se calma, como en un crepúsculo
rosado.
5. Me siento como el tapón de una botella de champán en el momento de
descorcharla.

6. De repente, después de una enorme tensión acumulada, me sentí como si me


proyectaran al firmamento, y continué su-biendo y subiendo, recibiendo el aire
fresco que rompía en mis costados. Me cosquilleaban las entrañas y tenía la piel
fría. El corazón me palpitaba con fuerza y me costaba respirar.

1 (Hombre). 2 (Mujer). 3 (Hombre). 4 (Hombre). 5 (Mujer). 6 (Mujer).

DESPERTAR LOS SENTIDOS


Tanto el hombre como la mujer son fuertemente excitables a través de los
sentidos. Cantar de los Cantares es un libro vívido de emociones, lleno de
comparaciones que nos llevan a través del tacto, el gusto, el olfato, el oído y la
vista a un universo de exquisitas sensaciones. Sabores agradables, fragancias
dulces, caricias suaves, besos tiernos y palabras amables forman un torrente de
belleza sensorial, marco especial para el romance conyugal.

1. La vista. “A los ojos de mi amado, yo no podría ser más bella” (8:10). No


dice que ella es perfecta, sino que ante los ojos de su esposo sí lo es. La belleza
es subjetiva y está sujeta a cánones culturales, pero qué liberador es apreciar
nuestra identidad como única y bella. La aceptación saludable del cuerpo es
esencial para sentir placer, así como para saber darlo. En general, el hombre se
excita más por la vista que por cualquiera de los otros sentidos. Mirar la cara y
los gestos, los cuerpos y sus movimientos es un privilegio tanto del hombre
como de su esposa, y forma parte de la comunicación íntima no verbal. ¿Por qué
desaprovecharla? Podemos apelar a recursos visuales clásicos, desde una simple
mirada provocadora: “amada mía, desde que me miraste mi corazón te
pertenece” (4:9), hasta el uso de lencería fina, tacos altos, bijuterie, etc. en el
caso de la mujer, o diversos colores de ropa interior en el varón.

2. El oído. Es un punto muy sensible. Normalmente, las mujeres se excitan por


medio de palabras dulces y cariñosas. Cantar de los Cantares es abundante en
palabras de afirmación, en halagos y en la valoración del otro: “eres bella,
amada mía; bella como la ciudad de Tirsá, hermosa como Jerusalén,
majestuosa como las estrellas” (6:4). Es que el amor nos impulsa a pensar lo
mejor, a decir lo más bello, a dar lo más tierno.

3. El olfato. “El paraíso de tus pechos es un huerto de manzanos. Hay en él


nardos y azahares, los más variados aromas, y las más finas especias” (4:13-
14). Nuestra nariz puede discriminar 10.000 olores diferentes. Si Dios quisiera
que fuera insignificante, ¿para qué nos creó tan exquisitos? Los aromas
agradables provenientes de perfumes, flores y aceites esenciales estimulan a
ambos sexos por igual. No es patrimonio de las mujeres. Un hombre con olores
desagradables es el repelente más fuerte para una mujer apasionada. Acicalarse y
perfumarse debe ser una tarea para el hogar y no sólo para ocasiones especiales.

4. El gusto. Por medio del paladar es posible ingresar al universo de los sabores.
“Son tus labios un panal, amada mía; de tu lengua brotan leche y miel” (4:11).
“Tus pechos se volverán dos racimos de uvas, y tu aliento tendrá fragancia de
manzanas” (7:8). Las frutas son un excelente aperitivo erótico. No es por el
poder nutritivo en sí, sino por la manera en que se degustan que pueden provocar
excitación en la pareja.

5. El tacto. La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y un mar


inmenso de posibilidades. Cuidarla es fundamental, ya que es el primer sitio de
contacto físico, el sentido de mayor efecto sensual y que incide directamente en
la intimidad. “Prefiero tus caricias, más que el vino” (1:2). Las caricias, los
toques suaves y la ternura expresada en el tacto son probablemente habilidades
no del todo explotadas, pero ¡cuánto ayudan!

EL ORGASMO Y EL PLACER
Una amiga me comentó que disfruta mucho de su intimidad. Habló de
cosquilleos profundos y de sensaciones fantásticas cuando llega al orgasmo.
Me gustaría sentir lo mismo. ¿Se puede mejorar el placer del orgasmo?
Pamela, 38 años.

La respuesta es un rotundo sí.


Implica animarse a descubrir sensaciones nuevas, a la vez que quitar todo
prejuicio que impida el placer.
Cuando el esposo busca la satisfacción de su esposa y no la suya propia,
destinará un tiempo para expresar con caricias, abrazos, besos y palabras, su
interés.
Al observar la respuesta positiva en ella, él mismo disfrutará y, si la estimulación
y el período de excitación ocurren por un lapso tal que permita una erección
mayor a 20 minutos, el orgasmo probablemente será más intenso en el hombre.
Un período de estimulación equivalente en la mujer le asegura altas
posibilidades de un orgasmo, ya que está demostrado que la estimulación
continuada es el factor decisivo en la respuesta sexual femenina. Muchas
mujeres señalaron que la estimulación erótica previa al acto sexual era el
aspecto más importante del encuentro sexual.

Sin embargo, no queremos decir que un acto sexual sea mejor por el simple
hecho de durar más. Eso es un mito; la mayoría de los matrimonios han referido
un acto sexual o coito de 12 a 15 minutos contado a partir del momento de la
penetración, como muy gratificante para ambos, sin considerar el tiempo previo
de estimulación. La mujer está mejor equipada biológicamente para
experimentar más de un orgasmo durante una misma relación sexual. Por ello,
apenas el esposo haya eyaculado, puede seguir estimulando la zona clitorídea
para que su esposa experimente otro orgasmo si ella lo desea, aunque muchas
mujeres expresan completa satisfacción con uno solo.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Cambiar la posición

En muchas librerías se exhibe una agenda con 365 posiciones para hacer el
amor; una para cada día del año. Pero no se obsesionen con esto: “el acto sexual
no debe convertirse en una proeza deportiva o una experimentación de
laboratorio. Es la expresión del amor, y comprende manifestaciones físicas y
emocionales muy íntimas. Las diversas posturas y juegos sexuales deben
realizarse en función del placer mutuo y compartido, con la mayor libertad e
intensidad posible”.14
Algunas posiciones producen mayor roce con el clítoris, otras dan mayor
profundidad en la penetración. Deben probar. Cada uno de ustedes proponga una
nueva posición o invente una que nunca hayan intentado.
CUANDO LA MUJER NO ALCANZA EL ORGASMO
Debemos distinguir:
1. Las que nunca experimentaron orgasmo.
2. Las que lo experimentaron en alguna etapa, pero no en la actualidad.
3. Las que no siempre tienen orgasmo.

1. Las que nunca experimentaron orgasmo: suelen ser mujeres mayores o de


mediana edad. Las causas pueden ser:

a) Mitos y prejuicios. Por ejemplo, que la mujer “decente” no goza. Asocian el


acto sexual con el pecado o el goce con las prostitutas. De niñas les enseñaron
que el sexo era malo y sucio. Fueron criadas para ser “decentes”, “agradables” y
“buenas”. La mujer así educada estará dispuesta siempre a dar, pero nunca a
recibir placer. No se relajará para disfrutar de la intimidad con su esposo.

Alejandra se había casado a los 35 años. Desde el inicio de su matrimonio no


pudo sentir placer de ninguna manera. Había recibido el mensaje de que el sexo
era perteneciente a la naturaleza carnal y que la alejaba de una vida santa.
Aunque intelectualmente sabía que esto era erróneo y amaba a su esposo, no
podía evitarlo, era mayor el desagrado que el placer, a pesar de los esfuerzos
amorosos de su esposo, quien últimamente había desistido de tener relaciones
para evitar que se sintiera mal.

b) Desconocimiento de la anatomía y su funcionamiento. Muchos hombres y


mujeres no han visto con detalle los genita-les y carecen de la información
anatómica básica.

c) Comunicación sexual escasa. Generalmente da vergüenza hablar de los


deseos sexuales. Reprimir, no comunicar lo que se siente, pensar que “él conoce
o debería conocer” es la excusa perfecta para evitar el hablar de “eso” que da
vergüenza. ¡Pero nadie puede leer la mente del otro, de ahí la necesidad de la
comunicación por medio de palabras, gestos que se entiendan y mensajes
claros!

Marta, de 45 años, manifestó en la entrevista personal que nunca habló


abiertamente de sus necesidades sexuales con su esposo. El sexo era para ella
un deber matrimonial tedioso y desagradable.
En la sesión de terapia le sugerimos la necesidad de comunicar sus necesidades
sexuales a su esposo, a lo que se negó rotundamente porque estaba convencida
de que él tenía que saber lo que ella necesitaba.

2. Las que lo experimentaron en alguna etapa, pero no en la actualidad. Las


causas son:

a) Experiencias traumáticas.
Sandra disfrutaba plenamente de las relaciones sexuales con su esposo. Sin
embargo, hubo una experiencia emocional muy fuerte que hizo que jamás
volviera a tener orgasmo: la aventura amorosa de su esposo con una compañera
de trabajo.

Otras veces, la enfermedad o muerte de un ser querido genera estrés y angustia


que se pueden traducir en ausencia, no sólo de orgasmos, sino también de deseo
sexual.

b) Temor o miedo al rechazo.


Laura sufrió el abandono repetido de su marido. La primera vez, a pocos meses
de la boda porque – según él – “ella no era lo que esperaba” y volvió a la casa
de su madre. Al tiempo, se arrepintió y regresó con ella, pero con una actitud
fría y distante. Siempre reprochaba por la comida, la limpieza, el trato, etc.
Coincidentemente con esas circunstancias, ella dejó de disfrutar del sexo.

c) Tediosa rutina. La exigencia de horarios lleva a que la mujer se involucre en


relaciones breves y con pocos juegos preliminares que no le permiten alcanzar la
excitación necesaria para el orgasmo.

3. Las que no siempre tienen orgasmo. Es el grupo más numeroso. Las causas
más frecuentes son:

a) Cansancio. Los roles sociales que desempeña una mujer: profesional o


laboral, madre, hermana, amiga, ama de casa y amante, muchas veces la dejan
sin ganas de embarcarse en la búsqueda del placer. Los expertos empiezan a
hacer hincapié en que la mayor amenaza para la satisfacción sexual femenina
podría ser social.
b) Estrés, mal humor, discusión acalorada con alguna persona y mil razones
más. Limitar nuestra sexualidad y olvidar el orgasmo no es bueno, natural ni
saludable, ya que la excitación sexual provoca aumento del flujo sanguíneo en la
zona genital y puede provocar congestión pélvica y dolores crónicos. El orgasmo
representa la liberación de la tensión sexual, con la posterior relajación.

CÓMO SUPERAR LA ANORGASMIA


La buena calidad en la relación matrimonial es fundamental para superar este
problema sexual. Que ella no tenga orgasmo es un problema de los dos porque
es en la relación donde falta el placer; de ahí que se trate a la pareja.

Algunos consejos:

- Suspendan durante dos semanas las relaciones sexuales para aprender


nuevas maneras de comunicarse el amor que sienten.

- Reaviven el romanticismo. Inviertan tiempo en ustedes como pareja.


Esos instantes son el regalo más íntimo que pueden dar. Planifiquen un fin
de semana solos, sin hijos y en un lugar confortable. Es el momento ideal
para aprender cosas nuevas, sacar a pasear la curiosidad, redescubrir el
encanto de los primeros encuentros, volver a enamorarse con ojos
renovados.
No se limiten a “cumplir” con la pareja repitiendo siempre la misma
actuación. Echen a volar la imaginación, estimulen la creatividad y
mantengan la mente abierta a nuevas experiencias.

- Agreguen estimulación genital sin penetración. Si reconocen problemas


añadidos, por ejemplo que les hayan dicho que el sexo es algo malo y no les
enseñaran a vivirlo con libertad, quizá se sientan culpables, inseguros o con
vergüenza frente a la sexualidad y el placer. Sin embargo, el sexo en el
matrimonio es uno de los mejores placeres, agradable a los ojos de Dios.
Les proponemos que, casi jugando, descubran cada parte de los genitales
(pueden leer el capítulo siguiente para orientarse). Sería bueno que lograran
reconocer y tocar suavemente cada estructura, sobre todo el clítoris (dónde
está y cómo se siente cuando está fláccido o erecto). Entre las posiciones
corporales que facilitan la estimulación, es aconsejable que el hombre se
coloque detrás de la mujer, la espalda de ella sobre el pecho de él, con sus
piernas dentro de las de él. Eso permite al esposo tener las manos libres
para acariciar los pechos y la zona genital de su esposa, a la vez que
proveerle de seguridad, intimidad y cuidado por la proximidad física. Otra
manera es de costado, con un brazo rodeando su cuello y atrayendo su
cabeza hacia el pecho del esposo, y con la otra mano acariciar suavemente
la zona genital. Suele ser muy excitante que ella coloque la mano suya
sobre la mano de su esposo y dirija cada movimiento. Si la mujer expresa
que no siente nada o que es muy sensible al tacto, se puede agregar
lubricantes acuosos o aceite para bebés. Una vez comenzado el masaje
sobre los genitales, mantener la proximidad y el contacto físico son la clave
de una buena estimulación. Lo mismo que comenzar en zonas próximas
(muslos, rodillas, bajo vientre, etc.) y, poco a poco, llegar hasta los
genitales. Se pueden usar uno, dos y hasta tres dedos para estimular el
clítoris. Comenzar deslizando los dedos hacia adelante y atrás. Si es muy
pequeño, comenzar en círculos. A medida que aumente la excitación en la
mujer, incrementar lentamente la presión. Si la mujer lograra el orgasmo en
esta etapa, apenas lo alcance, las caricias y los masajes deben ser muy
suaves porque el clítoris en ese momento es extremadamente sensible.
Cuando logren disfrutar de la estimulación genital; entonces pasarán a la
siguiente etapa.

- Practiquen el coito con estimulación clitoridea adicional. La mayoría


de las mujeres llegan al orgasmo al ser estimuladas en el clítoris. En la
posición lateral o de costado, el hombre tiene sus manos libres para
acariciar y estimular la zona clitoridea hasta el momento inmediatamente
anterior al orgasmo y permitir, luego, que los movimientos propios del
coito pongan en acción el reflejo orgásmico. Existen varias posiciones
cómodas que permiten simultáneamente el estímulo clitorideo y la
penetración, a saber: lado a lado; la mujer encima o el hombre arrodillado
sobre la cama y la mujer con sus piernas abiertas.
En algunos casos, durante esta etapa, puede manifestarse que la entrada
vaginal esté floja y la pareja no pueda determinar las sensaciones porque no
hay fricción entre el pene y las paredes vaginales. Si esto ocurre, habría que
ejercitar los músculos del amor, ya que ayudan a fortalecer la zona que
rodea a la vagina logrando excelentes resultados.
SECRETOS DEL DORMITORIO
Ejercitar los músculos del amor

El tono muscular disminuye con los años. De ahí que muchas parejas desde la
edad media en adelante, sobre todo si son sedentarios, perciban como que el
pene “baila” en la vagina porque no hay suficiente fricción o roce entre el pene y
las paredes vaginales.
La manera de prevenir o corregir este inconveniente es con la ejercitación de un
grupo muscular pelviano que tiene forma de ocho en la mujer y se ubica
alrededor de los orificios vaginal y anal; mientras que en el varón está en la raíz
del pene y alrededor del ano.
El entrenamiento y el ejercicio para fortalecer “los músculos del amor” han
reportado múltiples beneficios.
Lo primero será reconocer y familiarizarse con los músculos del fondo pélvico.
Para ello es necesario ir al baño, comenzar a orinar y detener abruptamente el
chorro. Los músculos que se contraen para permitir este acto serán los que
trabajarán en adelante.
Cada uno de ustedes, en el tiempo que disponga hará estos ejercicios que, como
nadie los nota, puede practicarlos mientras trabaja, mira TV, etc.
El ejercicio básico consiste en contraerlo y relajarlo 15 veces al inicio, hasta
alcanzar 100 repeticiones, 3 veces al día. Para realizarlos no deben estar en el
baño u orinar, sino que con la vejiga vacía, en momentos distintos del día,
contraerán y relajarán el grupo muscular que identificaron al orinar.
Después de 6 semanas comenzarán a notarse los resultados.
Ejercitar los músculos del amor ha demostrado que previene en la mujer los
prolapsos de bajo grado, fortalece la vagina después del parto, mejora la
lubricación en las posmenopáusicas, permite un mayor placer para ambos
miembros de la pareja porque se percibe la vagina más ajustada al pene e
intensifica el orgasmo, además de que permite acceder más fácil a él. Se
sabe de mujeres que tras meses de entrenamiento, han comenzado a
experimentar por primera vez orgasmos múltiples. En el varón, mejora el
control eyaculatorio, incrementa el orgasmo, y algunos, logran tal grado de
control que pueden mover el pene a voluntad.

EYACULACIÓN PRECOZ
Martín mira su reloj. Terminó la jornada de trabajo. Ya es hora de regresar a
casa.
Otra vez lo invaden esos sentimientos encontrados. Quiere y no quiere volver.
“Que no vuelva a repetirse nuevamente – piensa para sus adentros – veré como
me las arreglo para evitarlo”.
Once de la noche. Las niñas finalmente se durmieron. Ella intenta acercarse.
Siente sus brazos tibios y el roce de su piel, y se pone tenso, muy nervioso. “No
podré – piensa. Será un nuevo desastre”. Rechaza las caricias.
Desea ese calor, ese contacto, esos pechos tibios que tan-to le gusta tocar, pero
siente que esa ola de calor lo invade y no quiere volver a saborear el fracaso de
“acabar” antes de empezar.
Analía interpreta el rechazo como un “ya no te quiero”. Es que con los
embarazos había aumentado de peso, perdiendo las curvas que tanto le
agradaban a él. Su redondez le daba rabia. Esa noche, después de tantas
similares, habló por vez primera de separación.
Martín se sentía un fracasado, un inútil como hombre. Ella se merece alguien
mejor – musitó despacio – y con un suspiro de resignación le dijo que quizás era
lo mejor.
Allí los conocimos.

AUTO-TEST
Lean cada enunciado y contesten.
Momentos antes del acto sexual es común que al esposo le transpiren las manos,
tenga taquicardia, sensación de ahogo, nerviosismo y ansiedad. (Si presenta al
menos dos de estas manifestaciones marquen sí). Si ..... No .....

¿La penetración dura menos de 5 minutos?

¿Los juegos previos duran menos de 5 minutos?

¿Intentan una segunda relación para compensar el poco tiempo de la primera?

Solo para el esposo

¿Puede decidir el momento en el cual eyacular?


¿Eyacula con pocos movimientos (menos de 30)?

¿Es más importante dar placer a su esposa que su propio placer?

¿Antes o durante la relación busca distraerse para evitar “acabar”?

¿Usó condones, pomadas u otra cosa para “disminuir la sensibilidad”?

¿Evade las caricias genitales por miedo a “acabar”?

Resultados

Cuanto más “si” aparezcan, más certero es el diagnóstico de eyaculación precoz.


Si hay un ligero predominio de los “sí”, es muy probable que exista un problema
leve del control eyacula-torio. Si predominan los “no”, quédense tranquilos, la
eyaculación precoz no es problema.

DEFINICIONES INICIALES
Eyaculación ultraprecoz. La sola fantasía provoca orgasmo, sin necesidad de
ningún estímulo físico sobre los genitales.

Eyaculación “ante portas” (del latín, antes de la puerta). El hombre eyacula


en el momento de introducir el pene en la vagina, entre las piernas de su esposa.

Eyaculación precoz. La eyaculación ocurre a poco de introducir el pene en


vagina, sin poder decidir el momento. Es la disfunción sexual masculina más
común y a la vez, la de más fácil resolución terapéutica.
En la casi totalidad de los casos reconoce como causas una gran ansiedad por el
acto sexual sumada a experiencias iniciales vividas como frustrantes.
La creencia común es que son más sensibles, que están muy excitados, que no
pueden contenerse por “calientes”. Sin embargo es todo lo contrario, ya que
presentan un tipo de anestesia que les impide reconocer las “señales” que indican
la inminencia de la eyaculación. Todo hombre sabe qué sensaciones aparecen
antes de la eyaculación, porque es un acto que se decide a voluntad.
El eyaculador precoz no puede decidir cuándo eyacular; en otras palabras,
lo sorprende sin que pueda evitarlo.
Al principio del matrimonio, puede aceptarse como normal por
desconocimiento. Otras, la ternura y la comprensión de la mujer hacen que calle
su insatisfacción esperando que se solucione el problema por sí solo. Pero está
comprobado que tiende a agravarse a medida que pasa el tiempo. Algunos se
jactan de “meter varios goles en un mismo partido” porque en un solo
encuentro sexual pueden tener dos erecciones y eyaculaciones; una muy rápida y
luego otra que “dura más”, a fin de satisfacer a su esposa. Esto ocurre en los
primeros tiempos, pero luego se dan cuenta de que no siempre pueden tener una
segunda relación; entonces toman conciencia de su problemática, lo que era de
“súper” fue siempre anormal. En ese momento se instala el temor que aumenta
con cada nuevo encuentro sexual y determina un ciclo repetitivo de frustración y
fracaso.
El placer sexual es notablemente menor; tanto, que los pacientes que acuden a la
consulta lo hacen por la falta de placer que sienten en sus experiencias sexuales.
Los sentimientos asociados son de profunda frustración y autoestima muy baja,
lo que influye sobre todas las áreas de su vida. Sienten que no “sirven” como
hombres; a veces tienen la imagen mental de un minusválido. Es frecuente la
asociación de cuadros depresivos con este problema y los intentos fallidos de
solucionarlo. Cuando acuden a la consulta están desesperanzados.
Nuestras relaciones amorosas duran escasos minutos. Ambos queremos
disfrutar un poco más. Compenso esta situación volviendo a hacer el amor
rápidamente, pero no todas las veces puedo. ¿Seré eyaculador precoz?
Mario, 25 años.

El hecho de que dure pocos minutos no significa que sea eyaculador precoz,
siempre y cuando pueda decidir el momento de “acabar”. Hay un mito muy
difundido que consiste en creer que si los hombres prolongan el tiempo de
penetración, se cumple el requisito necesario para que la mujer alcance el
orgasmo y quede atisfecha. Sin embargo, no es la duración de la penetración la
que determina el grado de satisfacción sino la calidad de la relación matrimonial
enriquecida por los juegos y caricias antes y durante el coito en sí.

UN PROBLEMA DE ESTOS TIEMPOS


La eyaculación precoz es un problema de este siglo. Durante mucho tiempo
eyacular rápido fue una señal de virilidad, de “bien macho”o
“superhombre”. En 1952 el Dr. Abraham Stone, dijo que estimaba, sobre la
base de sus propias observaciones, que la duración del acto sexual era de uno a
dos minutos. Es que el sexo se relacionaba con la capacidad de reproducción. Si
un hombre llegaba rápidamente al orgasmo se suponía que cumplía muy bien
con el deber de embarazar. Además, para la sexualidad reproductiva (la
destinada a tener hijos) no es necesario prolongar el tiempo antes de eyacular.
Por otra parte, a las mujeres se les negaba el derecho al placer. Con el
movimiento de liberación femenina del siglo XX, los paradigmas cambiaron.
Ellas comenzaron a reclamar mayor duración del encuentro íntimo, a fin de
excitarse y experimentar orgasmo. Fue entonces cuando el “super-macho” se
transformó en eyaculador precoz.

CAUSAS

Dos son las principales causas de la eyaculación precoz que se refuerzan e


interactúan entre sí:

- Mal aprendizaje: las primeras experiencias sexuales son determinantes.

- Ansiedad: de la misma manera que la ansiedad puede generar diarrea, manos


temblorosas o sudorosas, palpita-ciones y otras cosas más, en el funcionamiento
sexual puede originar la eyaculación precoz.

IMPORTANCIA DE LAS PRIMERAS EXPERIENCIAS


SEXUALES
Mario tuvo su primera experiencia a los 16 años con una prostituta. Recuerda la
vergüenza que sentía, lo impersonal de la relación; por poco pierde la erección.
Las manos le transpiraban y el corazón le latía tan fuerte que se le nublaban los
sentidos. Apenas penetró en la vagina, eyaculó. Después de experiencias
sexuales aisladas con otras mujeres, conoció a su esposa. Desde el inicio del
matrimonio sufrió eyaculación precoz. Conoció al Señor en la edad media de la
vida, pero su conversión no mejoró la sexualidad de la pareja. Desde hace un
año se agregó una impotencia secundaria.
En la terapia de pareja descubrimos mucho resentimiento en la esposa, quien le
recriminaba que su mal desempeño era consecuencia del pecado de su juventud.
Esa actitud de hostilidad había aumentado la culpa en él, agravando el
problema.

La primera experiencia sexual en el varón es determinante en la conducta sexual


futura. Con la primera experiencia se forma un programa cerebral básico de
funcionamiento. Así, cuanto más corta haya sido la experiencia, o más cargada
de connotaciones negativas (por ejemplo, miedo a ser descubierto, culpa,
incomodidad, burla de la compañera sexual u otro gesto que hiriera los
sentimientos del hombre), mayor la probabilidad de que la eyaculación precoz
aparezca.
Aquí vemos una gran diferencia entre aquellos que tienen su primera experiencia
de manera distendida y placentera, como ocurre en la luna de miel, con la
bendición de Dios, y aquellos que la tienen “para probar” con una prostituta o
con su novia en una situación de riesgo, incomodidad, miedo o culpa. Según
como se vivencie la primera experiencia, será el desempeño posterior.

UN SIMPLE CONSEJO
Proverbios 23:7 dice: “porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”.
Si usted piensa que la eyaculación precoz es imposible de solucionar, para usted
lo será. Su mente trabaja de acuerdo con sus pensamientos.
La eyaculación precoz no es una enfermedad, es un problema y se soluciona.
Como cristiano, pida a Dios que quite todo pensamiento de fracaso y de
negativismo. Dios quiere bendecir su vida sexual. Solemos pensar que lo sexual
es carnal, pero la Biblia hace mucha referencia a la sexualidad y ¡dedica todo un
libro al encuentro matrimonial, como es Cantar de los Cantares! Per-mita que
Dios lo fortalezca para cambiar de actitud y de conducta. De hecho, al seguir
este único consejo, la sexualidad matrimonial será más íntima y gratificante para
ambos.

CARACTERÍSTICAS DE EYACULADOR PRECOZ


- Evita los juegos previos, los que están afectados tanto en cantidad como en
calidad.

- Rechaza las caricias por temor a que esto provoque la eyaculación.


- Se apresura a penetrar para evitar el “desastre”.

- Se muestra ansioso, aunque puede vestirse con otros ropajes: enojo,


impaciencia, brusquedad, angustia, etc. En situaciones en las que la ansiedad
tiende a ser menor, por ejemplo en las vacaciones, las relaciones sexuales suelen
mejorar espontáneamente.

- Elude las relaciones sexuales, para evitar así las frustraciones.

EYACULACIÓN PRECOZ Y MASTURBACIÓN15


Gastón de 29 años, médico, concurrió a la primera entrevista hecho un manojo
de nervios. Se sentía el más desdichado de los mortales. Recordó que desde el
primer día en que comenzó a tener relaciones sexuales no pudo controlar su
eyaculación. Con el paso del tiempo la situación había empeorado: a veces se
producía la eyaculación antes de penetrar en la vagina.
Investigando en su historia se pudo reconstruir que, siendo un niño, su padre
había entrado de improviso en el cuarto mientras él se estaba masturbando; lo
castigó duramente y lo amenazó si lo sorprendía nuevamente. Agregó que su
familia era muy religiosa, razón por la cual no pudo compartir con nadie las
angustias y miedos que le ocasionaba desobedecer cada vez que se masturbaba.
Dijo que lo hacía muy seguido, pues su deseo sexual era intenso, y que cada vez
lo hacía más rápido, para evitar ser descubierto.
Cuando empezó a tener relaciones sexuales, se repitió el patrón de rapidez de su
respuesta masturbatoria.
Ya no había nadie para castigarlo por sus actos sexuales, pero él seguía
sintiendo miedo a ser descubierto y, de cierta forma, se castigaba solo.
De nada sirve echarle la culpa a los padres o la familia, pero es posible trabajar
sobre los efectos negativos de la crianza si vemos la sexualidad desde un
aspecto positivo.

Los miedos y la culpa generaron la eyaculación precoz, no la masturbación.

SOLUCIONES POPULARES ¡DESCONFÍE!


Muchos hombres con eyaculación precoz son engañados y compran en algún
comercio de artículos eróticos o de ayudas sexuales una pomada “mágica” o un
anestésico en cuyo envase se lee: “prolongue su vigor”. Al creer falsamente que
el problema del eyaculador precoz es un exceso de sensibilidad en el pene, tratan
de resolverlo anestesiándolo. Pero es una mentira. Tales productos no
resuelven el problema, hacen negocio con la ingenuidad del hombre angustiado,
ya que la eyaculación precoz se debe justamente a lo contrario: es una especie de
anestesia. Por ello tampoco sirven:
- Las técnicas de distracción. Creen que podrán “aguantar” si piensan en algo
totalmente ajeno a la relación sexual (por ejemplo, el último partido de fútbol, un
problema del trabajo, evocando algo desagradable, repitiendo el abecedario o
provocándose dolor con un pellizco).

- El consumo de alcohol. El alcohol aumenta el erotismo y desinhibe a la


persona. De ahí la creencia popular de que es un afrodisíaco, pero en realidad
tiene efectos anestésicos. Puede generar incluso, una impotencia transitoria.

- El cambio de pareja. Tanto el hombre como la mujer pueden pensar que el


problema no existiría de ser otra la persona con la cual estuvieran casados. Este
juicio de valor entraña el peligro de la infidelidad para “probar” que no estamos
mal nosotros, sino entre nosotros. Ello no sólo es un pecado sino que agrega
dolor y frustración en la mayoría de los casos estudiados.

- El uso de condones. No son eficaces porque el problema, como señalamos


antes, no se debe a una mayor sensibilidad del pene o a una “gran excitación”,
sino a la liberación del sistema nervioso autonómico por ansiedad y mal
aprendizaje.

- La masturbación. Algunos hombres refieren masturbarse dos o tres horas


antes de tener relaciones sexuales para poder tener un coito más prolongado, lo
cual no siempre logran.

- Teniendo una nueva relación sexual. Hay hombres que creen que la primera
relación es para ellos y la segunda para su compañera. Lo que no saben es que
con los años no habrá una segunda relación.

- La circuncisión. La eyaculación precoz ocurre en incircuncisos como en


circuncidados por igual, dejando en claro que la circuncisión no cura este
problema, como antes se creía.
EVOLUCIÓN NATURAL DE LA EYACULACIÓN
PRECOZ 16
La eyaculación precoz puede seguir distintos caminos:

- Mantenerse a lo largo de toda la vida. El acto sexual se reducirá a algo


rápido y sin placer, tanto para el hombre como para la mujer.

- Generar una crisis matrimonial. Los reproches continuos de la mujer que


reclama placer producen el desgaste de la relación marital.

- Provocar otras disfunciones. La ansiedad puede llevar a una impotencia


secundaria.

- Evitar las relaciones sexuales. Comienzan a eludir los encuentros íntimos


frente a la reiteración de fracasos.

- Buscar otra pareja para resolver el conflicto. No es raro que uno o ambos
cónyuges crean que el problema podría ser resuelto con un nuevo amante.
Obviamente, el varón repite con otras parejas su problema.

Antes de empezar...

Los problemas sexuales siempre coexisten con problemas de comunicación,


que es lo más fácil de observar y lo más difícil de asumir por parte de la
pareja. Insistimos en mejorarla, que sea abierta, sincera y que toque todos los
aspectos que les preocupen. Deben asumir que ambos son responsables del
problema, de nada sirve echarse la culpa mutuamente. Si hubiera conflictos
importantes entre ustedes, necesitarán resolverlos antes de iniciar la terapia
sexual.
Finalmente, de mutuo acuerdo, pacten no mantener relaciones sexuales por el
tiempo requerido en los ejercicios. Este mandato aparentemente negativo es, en
realidad, altamente positivo porque los libera de las ansiedades e infortunios tan
conocidos por aquellas parejas que padecen el problema de la eyaculación
precoz. Los ejercicios indicados reemplazan, y de manera más gratificante, las
relaciones frustrantes del pasado.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Masajes relajantes

La actividad sexual no debería ser rutinaria ni monótona.


Un buen encuentro íntimo es algo tan sencillo como echar a volar la
imaginación, estimular la curiosidad, sentirse a gusto con el propio cuerpo y
estar dispuestos a compartir nuevas experiencias. Una manera de innovar
consiste en descubrir qué toques o caricias despiertan mayor placer y cuáles los
elevan en una sensación inigualable de experiencias gratificantes. La buena
calidad de un encuentro erótico necesita de amantes receptivos, observadores y
capaces de descifrar los gustos de la pareja. Por tanto, les proponemos una
sesión de masajes.
Dedicarán tiempo a crear un ambiente cálido y envolvente en medio de una
tenue y oscilante luz romántica. Flores distribuidas en el cuarto deleitarán los
ojos. Para complacer los órganos olfativos con un exquisito perfume, nada mejor
que la combinación de aromas cítricos y florales de aceites esenciales. Por
último, una cama con sábanas suaves y una música de fondo prepararán el
escenario. Así, con los sentidos excitados y anhelantes sería el momento
apropiado para entregarse al placer sensual de recibir un masaje erótico por todo
el cuerpo.
Quien da los masajes debe explorar, a través de distintos tipos de presión, ritmo
y velocidad, las emociones que se despiertan. Las delicadas caricias serán
intensificadas por las beneficiosas propiedades de los aceites naturales. Éste es
un tiempo para relajarse en los brazos del otro y sentirse tiernamente amado. Si
el masaje es completo, el éxtasis será total. Sorprender a la pareja haciendo
realidad esta fantasía, agregará espontaneidad y una estimulante sobredosis de
pasión.

CÓMO SOLUCIONAR LA EYACULACIÓN PRE-COZ


El objetivo principal es que el varón aprenda a tener un razonable control sobre
la eyaculación, que será posible luego de realizar los ejercicios indicados.
Como objetivos adicionales, el varón logrará mantener niveles altos de
excitación sin la urgencia eyaculatoria y, poco a poco, recuperará su confianza
sexual sin que la ansiedad gane terreno en cada encuentro sexual.
Una vez finalizada esta etapa de ejercicios y con la resolución del problema, verá
que lo suyo era una sumatoria de actitudes, inhabilidades, temores, ansiedades,
mitos y mal aprendizaje.

Primer paso, es estrictamente necesario:

Disponer de un lugar tranquilo y privado para realizar la terapia sexual.

- Cultivar una actitud positiva hacia el placer sexual en el matrimonio.

- Fomentar una comunicación franca, haciendo un énfasis en lo positivo de


la pareja.

Como matrimonio, apartarán tiempo, de una hora y media al día, tres veces
por semana, para cada uno de los pasos indicados. Se sugiere evitar las
últimas horas de la jornada para que el cansancio no robe la frescura necesaria
para estas experiencias.

En un lugar absolutamente privado, sin interrupciones de teléfono o niños


jugando y sin presión por la hora, comenzarán charlando acerca de la alta
probabilidad de superar el problema, si trabajan juntos. Hablarán de cómo se
sienten. La eyaculación precoz ocasiona angustia en el varón, a veces en los dos,
sensación de fracaso, inutilidad y autoestima pobre. La intervención de una
esposa con actitudes comprensivas y optimistas, ayudará decisivamente.

Segundo paso, un tiempo de descubrimiento:

- Masajes y caricias en el cuerpo, excluida el área genital.

- Prohibición del orgasmo.

En este segundo paso, cada uno tratará de “descubrir” las zonas de su propio
cuerpo que responden satisfactoriamente a las caricias, sin la ansiedad de una
relación sexual o del orgasmo propio o del cónyuge (recuerden que pactaron de
mutuo acuerdo no mantener relaciones).
En un lugar confortable e íntimo (elegido con anterioridad), los dos desnudos,
aseados, tranquilos y sin apuro, se acariciarán por turnos, sin concentrarse en el
área genital, por espacio de 15 minutos cada uno. Repetirán la experiencia de dar
y recibir masajes y caricias, al menos 2 veces en el mismo encuentro.

Tercer paso, aumentar los niveles de excitación:

- Automasajes para lograr niveles muy altos de excitación sin eyacular,


recurriendo para ello a la técnica de parada y arranque.

En condiciones normales, el cuerpo de todo hombre envía “señales” al cerebro


acerca de la inminencia de la eyaculación. La ansiedad es la que bloquea esta
información e impide al varón reconocer las sensaciones previas a dicho
fenómeno.
En algunos casos, es posible que nunca haya reconocido esas señales o en el
caso de que las registre, no sepa cómo responder ante ellas.
Este tercer paso está dirigido al esposo, a fin de que logre identificar esas señales
y que se familiarice con ellas.
El actor principal es el hombre, quien comenzará con su propia mano a estimular
su pene lentamente e irá reconociendo cómo responde. La esposa estará atenta a
los gestos o palabras de su esposo para descubrir su nivel de excitación. Cuando
aparezca la urgencia por eyacular, el varón interrumpirá la estimulación hasta
que haya desaparecido esa sensación; e incluso la erección debe perderse
parcialmente. Luego de esta pausa, reanudará los automasajes genitales hasta
que regrese la sensación de eyacular, interrumpiéndola nuevamente. Se repetirán
una vez más los mismos pasos, para finalmente eyacular.

Repasemos esta etapa paso a paso:

- Alcanzar niveles altos de excitación, pero sin eyacular.

- Reconocer las señales previas a la eyaculación y detener la


autoestimulación.

- Esperar a que pase dicha sensación.

- Reanudar el estímulo.
Cuarto paso, asociar las experiencias:

- Auto-estimulación manual con cremas o aceites perfumados para simular una


vagina húmeda y tibia.

El objetivo de esta etapa es que el esposo pueda percibir las sensaciones de calor
y humedad que otorgan la lubricación, a semejanza de la vagina, y que siempre
fueron el disparador de su eyaculación.
Con los avances obtenidos en los pasos previos, ya está en condiciones de
enfrentar este nuevo desafío.
Esta semana, los ejercicios serán similares a los anteriores con la única variante
de que se repetirán menos veces (tres como máximo) para evitar vivenciarlos
como una sobre exigencia.

Quinto paso, intervención de la esposa:

- Estimulación genital efectuada por la esposa hasta lograr similar grado de


excitación que en el paso anterior.

Cada paso o etapa es de sumo valor, porque es la repetición la que permite al


cerebro captar las señales que se emiten desde los genitales. ¡Aprendan a esperar
los resultados trabajando sobre las técnicas!
Después de practicar varias veces el cuarto punto, intentarán la estimulación
manual pero hecha por la esposa. Ella estimulará genitalmente al esposo,
hasta que aparezca la sensación de eyacular. El esposo indicará el ritmo de la
estimulación. En esta etapa, el hombre debe “olvidarse” de su compañera, en el
sentido de que no debe intentar satisfacerla, sino centrar toda la atención en las
sensaciones de su propio cuerpo. Repetirán el procedimiento tres veces como
mínimo, cinco como máximo, para luego llegar libremente al orgasmo.
Dificultades potenciales: algunas mujeres manifiestan que se les cansa la mano o
el brazo en la estimulación y, en muchos casos es real, porque los varones que
han logrado “tolerar” niveles de excitación muy elevados sin la urgencia de
eyacular, toman demasiado tiempo en los ejercicios, con el ulterior cansancio de
sus compañeras.

Sexto paso, reiniciar la vida sexual:

- Masajes, caricias y besos previos a la relación sexual con posterior penetración


vaginal en la posición con la mujer arriba.

El esposo, al lograr el control eyaculatorio a voluntad por medio de la


estimulación manual, intentará la penetración vaginal con la mujer arriba. El
hombre pondrá sus manos en las caderas de ella, después que ella tenga colocado
el pene en su vagina y la guiará hacia arriba y hacia abajo hasta que se sienta
próximo al orgasmo. Entonces detendrá el movimiento del cuerpo de su esposa.
Segundos más tarde, una vez que la urgencia eyaculatoria haya desaparecido, la
relación sexual continuará con los mismos movimientos de ascenso y descenso
que señalamos antes. Durante esta etapa el hombre no deberá hacer movimientos
activos; sólo la mujer es la que realizará el ascenso y descenso. Tres veces se
repetirá lo indicado y sólo la cuarta vez tendrán libertad para moverse hasta
alcanzar el orgasmo.
Deberá repetirse la relación sexual de esta forma en tres o cuatro ocasiones más,
antes de seguir adelante.
Dificultades potenciales: algunas mujeres manifiestan fatiga al permanecer en
horcajadas por lo que se sugiere que cuando aparezca la urgencia de eyacular, la
mujer salga de arriba y descanse a su lado. Si se pierde la erección, lo estimulará
manualmente, antes de intentar la penetración.

Séptimo paso, agregar pequeños cambios:

Después de la repetición del coito en varias oportunidades, la pareja pasará a


agregar el movimiento activo de la pelvis del varón, siempre estando acostado de
espalda y ella arriba. Esto le permitirá al esposo controlar los movimientos de
pene-tración, tanto en intensidad como en profundidad.
Ya falta muy poco para terminar la terapia.

Octavo paso, variar las posiciones:

Los avances obtenidos hasta el momento permiten practicar el coito en posición


lateral y, finalmente, con el hombre arriba. Estas posiciones deberán practicarse
en días distintos y como etapas sucesivas. La gran mayoría de los hombres
manifiesta que a esta altura pueden “durar” aproximadamente diez minutos en
vagina, sin eyacular.
Se recomienda practicar los últimos dos pasos por varias semanas para
consolidar el aprendizaje.
Llegamos al final de nuestro recorrido. Se considera resuelto el problema una
vez que el varón puede controlar a voluntad el momento de su eyaculación, por
reconocer las sensaciones de su propio cuerpo.
Dificultades potenciales: no siempre coinciden las semanas con los avances.
Algunos terminan antes, otros después. Cada persona tiene un ritmo de
aprendizaje y debemos respetarlo.

EYACULACIÓN RETARDADA
Este trastorno produce una inhibición del orgasmo. Quien la padece presenta
excitación y erección, pero falla a la hora de “acabar” después de un coito
vaginal de más de 30 minutos. Finalmente, perderá la erección y se dormirá sin
alcanzar el orgasmo.
La situación más habitual es que alcanzan el orgasmo, es decir, “acaban”, por
medio de la estimulación manual u oral, pero no por penetración vaginal. Las
formas más leves son situacionales, se presenta sólo a veces y la mayoría se
subsana con un coito largo y vigoroso en situaciones que no produzcan ansiedad.
En las formas un poco más graves, el varón sólo puede eyacular cuando se
masturba a solas. Es excepcional-mente raro ver a un hombre que nunca eyaculó.
Las causas que determinan la eyaculación retardada son muchas, tanto orgánicas
como psicológicas.
Entre las orgánicas (que tienen una incidencia muy baja en comparación con las
psicológicas) se reconocen algunos medicamentos que inhiben la eyaculación,
las intervenciones quirúrgicas en el abdomen inferior o en los genitales, próstata
y recto, así como las enfermedades que afectan los nervios (es-clerosis en
placas) y traumatismos de la médula (paraplejías). La diabetes suele alterar
también la erección. Los trastornos endocrinos suelen alterar además, el deseo.
Entre las causas psicológicas, el espectro de posibilidades es mayor porque
involucra desde factores educativos (falta de conocimiento en sexualidad) hasta
la aversión sexual que se expresa con esta inhibición.
Su origen es semejante a la eyaculación precoz, sólo que en ella la ansiedad
controla al individuo y libera una res-puesta que él no desea; mientras que
en la eyaculación retardada, el varón controla tanto su ansiedad que inhibe
sus reflejos.

Características habituales:
- Puede eyacular en ciertas condiciones, pero no en otras.
- Controla tanto su ansiedad al punto de inhibir sus reflejos.

- Suele coexistir con problemas de pareja.

Lo primero que se recomienda es identificar las situaciones en las que puede


eyacular y en las que no. Si sólo puede alcanzar el orgasmo cuando la esposa
está fuera de casa, se hace necesario involucrar a la pareja. Ella será la encargada
de estimularlo hasta el orgasmo. A partir del momento en que esto se concreta,
se prohíbe la masturbación solitaria.
Días después, se intentará el coito, pero alternando la penetración con tiempos de
estimulación manual, para evitar los mismos pensamientos y el mismo
comportamiento que ha generado esta situación.
El propósito fundamental de la terapia sexual radica en trabajar sobre la ansiedad
y se basa en enseñar al varón a distraerse para que el reflejo eyaculatorio se
libere. Se emplean técnicas variadas que intentan centrar la mente en otra cosa
que no sea el acto sexual, y que éste a la vez resulte placentero, a fin de que se
distienda y relaje, permitiendo la vivencia del momento.
Finalmente debemos observar la relación de pareja. Esta disfunción sexual suele
presentarse en asociación con problemas maritales. Ejemplos de ello son el
hombre que presenta eyaculación retardada luego de que descubre una
infidelidad en su esposa o después que él es descubierto en una situación sexual,
ya sea de masturbación a solas o de infidelidad, con lo que se bloquea la
eyaculación como respuesta a esa situación dolorosa.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Intentar algo nuevo...

Cada persona tiene una manera particular de sentir placer y de alcanzar el


orgasmo. El problema es que se suele caer en la misma rutina. Es como
ducharse. Siempre se empieza igual, por el mismo lugar cada vez y se ejecutan
los mismos movimientos, todas las veces. ¡Quizá la primera idea sea cambiar el
ritual de baño! Los hábitos y las rutinas son las razones por las que se aborta el
intentar algo nuevo. Aparecen sentimientos de confusión al salir del ritmo
habitual y generalmente se tropieza en no saber qué hacer o cómo llevar a cabo
una novedad.
Una de las maneras de aprender técnicas nuevas es descubrir zonas erógenas y
gatillos para el placer: sitios hasta ahora desconocidos del cuerpo que produzcan
estallidos de satisfacción; además de experimentar nuevas posiciones o juegos
sexuales.
Se necesita disponer de tiempo, cierta quietud mental (no significa medio
zombis, sino relajados) y una cuota de ganas. La curiosidad y el deseo de
investigar, harán el resto.
Usar la imaginación, estimular zonas distintas de las habituales, probar
diferentes caricias (más suaves, con un poco de más presión, en sentido
ascendente, etc.) y vivenciar intensamente ese momento único e irrepetible. ¡Ése
es un buen secreto del dormitorio!
En relación con las posiciones, a veces, un cambio determina que una mujer pase
de no sentir nada a ser orgásmica. El ángulo y la profundidad de la penetración
influyen en el goce de ambos. De ahí que las posiciones preferidas por las
mujeres suelen ser las que logran cierto roce con el clítoris (la mujer arriba o con
el esposo atrás o de costado, siempre que acaricie adicionalmente el clítoris),
mientras que el hombre prefiere las posiciones en que la penetración sea más
profun-da y que le permita moverse con facilidad (hombre arriba o de atrás).
La posición más usada por las parejas occidentales es la clásica del misionero (la
mujer está acostada con la espalda sobre la cama, el hombre encima con los
brazos apoyados sobre la cama). La razón de su amplia aceptación es que resulta
muy cómoda y además, permite besar, abrazar y mirar al cónyuge. El único
problema con esta posición es cuando sólo se emplea ésta y nada más.

Aquí van algunas variantes:

a) Que ambos mantengan las piernas cerradas para intensificar la fricción.

b) Que el esposo se coloque un poco más arriba de lo normal y apoye los codos
a los lados de la cabeza de su esposa. Aquí se pierde el contacto con los labios,
pero se intensifica el placer de la mujer por el mayor roce a nivel clitorídeo.

c) Rodillas al pecho: consiste en flexionar las rodillas, levantar las piernas y


abrazar con ellas los hombros del marido. Cuanto más altas estén las piernas,
mayor será la profundidad de la penetración.
CAPÍTULO IV

LA ANATOMÍA Y LAS
POSICIONES DEL AMOR
¡Bendita sea tu propia fuente!
¡Goza con la compañera de tu juventud,
delicada y amorosa cervatilla!
¡Que nunca te falten sus caricias!
¡Que siempre te envuelva con su amor!”

Proverbios 5:18-19

EL HOMBRE Y SU MAQUINARIA
El aparato reproductor del varón está compuesto por:

- Pene. Formado por dos cuerpos cavernosos, que corren paralelos, y un cuerpo
esponjoso que va por debajo y contiene la uretra.
Es un órgano de tejido eréctil, que al ser estimulado provoca la erección por un
fenómeno sanguíneo (grandes arterias lo llenan de sangre y el pene aumenta de
tamaño y se pone duro, es decir, se erecta).
La longitud del pene varía según el sujeto, sin que guarde relación el tamaño con
la gratificación para el hombre o para su pareja. Contrario a la creencia popular,
hay más posibilidad de incomodidad y falta de satisfacción por causa de un pene
grande que por uno pequeño. En conclusión, la satisfacción no está determinada
por el tamaño.

- Glande. Es la cabeza del pene, muy sensible al tacto y cu-bierto por piel que se
denomina prepucio. Debe mantenerse limpio para evitar infecciones
(balanopostitis, uretritis, etc.). Si el prepucio es estrecho, es decir, no puede ser
rebatido por detrás del glande, puede provocar dolor en la erección y durante la
relación sexual. Allí se hace necesario practicar la circuncisión, que consiste en
quitar la piel del prepucio para dejar el glande expuesto. Se calcula que la mitad
de los varones del mundo están circuncidados. Es muy común en Oriente y
África, entre musulmanes y judíos. Éstos y otros pueblos utilizan esta práctica
por razones religiosas.
No hay ninguna evidencia de que la circuncisión produzca algún trastorno sexual
ni de que cure alguna disfunción.

- Testículos. Los testículos están fuera del abdomen, en el escroto o bolsa que
tiene dos compartimentos, uno para cada testículo y actúa como un termostato
debido a que la producción de espermatozoides depende de la temperatura, que
tiene que ser un poco menor a la del cuerpo.
Los testículos tienen dos funciones: la producción de espermatozoides y la
producción de hormonas, estas últimas responsables de los rasgos masculinos.
En la pubertad, se inicia la producción de espermatozoides que no cesa durante
toda la vida del sujeto. Su tamaño varía de una raza a otra y en cada hombre. En
la raza oriental suelen ser más pequeños. No obstante, el tamaño promedio en un
adulto es de 4 cm de longitud y 2 cm de diámetro.
El testículo izquierdo suele colgar más abajo y ser un tanto más pequeño que el
derecho. Si los dos estuvieran al mismo nivel, sería muy fácil golpearse o que se
tocaran entre sí, provocando dolor.

¡Está en la Biblia!

Cuando en Génesis se relata el pedido de Abraham a su criado para que buscara


esposa para su hijo Isaac, se cuenta que el anciano Abraham hizo jurar a su
siervo que cumpliría lo acordado. Para ello, el siervo debía poner las manos
debajo del muslo del anciano, o lo que es igual para muchos comentaristas, entre
los testículos. Era la forma de sellar todo pacto entre los patriarcas (Génesis 24).

Conductos genitales:

- Epidídimo: es un tubito arrollado sobre cada testículo, en el que terminan de


madurar los espermatozoides. Tiene alrededor de 6 metros de longitud.

- Conducto deferente: continúa al anterior, es delgado y largo, describe una


curva hacia arriba y atrás, alrededor de la vejiga; cuando llega cerca de ésta, se
hace más amplio (como una pequeña bolsita). Allí se almacenan los
espermatozoides hasta su eyaculación.
- Uretra: lleva hacia el exterior la orina, desde la vejiga, y el semen, desde los
testículos, al exterior. Atraviesa la próstata y el pene.

- El semen: es el líquido formado por los espermatozoides y las secreciones de


las vesículas seminales, el epidídimo, la próstata y las glándulas de Cowper. Es
una sustancia semitranslúcida parecida a un gel. Cuando un hombre eyacula
varias veces en un breve período de tiempo, el semen cambia de espeso y
gelatinoso, a ser más claro y menos consistente. Cada eyaculación tiene de 1,5 a
5 ml de semen, aproximadamente. Sólo el 5% de un eyaculado normal está
compuesto por espermatozoides; el 60% se origina en las vesículas seminales; el
30% proviene de la próstata y el 5% de las glándulas bulbouretrales. Posee un
valor calórico de alrededor de 40 calorías (similar a un caramelo). De esto se
deduce que una eyaculación es incapaz de debilitar a un hombre, como sostienen
ciertos entrenadores.

Una anécdota

Durante el siglo XIX se creía que el semen era una “sustancia vital” y que
cuando se derramaba, se perdía la salud. De ahí que los hombres procuraran no
mantener relaciones sexuales a fin de no morir más jóvenes. Las mujeres debían
cuidar a sus esposos y no provocarlos sexualmente, por eso dormían totalmente
vestidas, de pies a cabeza.

Órganos accesorios:

- Vesículas seminales: son dos sacos pequeños que desembocan en la vejiga y


producen un líquido que garantiza el movimiento de los espermatozoides
después de la eyaculación.

- Glándulas de Cowper: producen durante la excitación una gotita transparente


que aparece en la punta del pene y se llama “gotita fisiológica”. Se encarga de
neutralizar el efecto ácido de la orina, ya que ésta y el semen pasan por el mismo
conducto y si quedan gotas de orina, los espermatozoides mueren. Aunque esa
gotita no es semen, puede contener algunos espermatozoides.

- Próstata: es redonda, parece una castaña debajo de la vejiga. Está atravesada


por la uretra y los dos conductos eyaculadores. Puede tocarse a través de un
examen rectal. Es hormonalmente sensible. La próstata está continuamente en
actividad produciendo una secreción alcalina que sirve de vehículo a los
espermatozoides en el medio ácido de la vagina.

En períodos de abstinencia sexual suele aumentar de tamaño y ponerse tensa, lo


cual cede con una frecuencia mayor de relaciones sexuales.

Cuando el varón llega a los cincuenta años, la próstata comienza a aumentar de


tamaño, con lo que puede llegar a bloquear el paso de la orina y requerir una
intervención quirúrgica, después de la cual es habitual la eyaculación retrógrada
(el semen, en este caso, en lugar de salir hacia el exterior, va hacia la vejiga).

EL PENE Y SUS COMPLEJOS


Los hombres se preocupan por el tamaño pues están expuestos permanentemente
a la comparación. “Esta idea se instala inocentemente cuando un niño, después
de burlarse de la falta de pene de su hermana, un día alcanza a ver el su pare. La
mirada a su penecito desnudo hace el resto. Es reforzado luego en la pubertad,
con modelos que se presentan a través de diversos medios y la mirada a otros
chicos en el club. De resultas, cotejando estos modelos masculinos con sus penes
impresionantes, lo que pudo haber sido un pene, se convierte de nuevo en un
mosquito”.17
Existen muchos mitos en relación con el tamaño; por ejemplo, que los hombres
de piel negra tienen penes más grandes, lo cual no es verdad. Lo cierto es que a
muchos hombres les preocupa profundamente este tema y hasta los limita en el
desempeño sexual, por adoptar como verdaderas algunas creencias falsas.

Veamos la verdad:

- El tamaño del pene no se relaciona con el placer o goce sexual; en otras


palabras, un hombre con pene pequeño puede tener más orgasmos o placer
sexual que un hombre con pene más grande.

- El tamaño del pene no se relaciona con el tamaño o la contextura física del


hombre (robusto o menudo).

- El tamaño del pene no se relaciona con el color de su piel (blanco o negro).

- El tamaño del pene no se relaciona con la satisfacción o goce sexual de la


pareja. La vagina siempre se adapta y ajusta al pene y la sensación que percibe
la esposa no depende tanto del tamaño del pene, como del tonismo muscular que
rodea la vagina y de la predisposición psicológica a mantener una relación
sexual; en otras palabras: pene más grande no significa mayor satisfacción.

- El tamaño del pene fláccido no permite predecir cómo será durante la


erección.
Puede existir gran diferencia de tamaño entre un pene y otro en estado de reposo
(6-10 cm) pero ser casi idénticos durante la erección (12-18 cm). Kinsey
demostró que un 5% tiene una erección de menos de 9 cm, y sólo el 1% una
erección que supera los 23 cm.

¿Será verdad?

Muchos especialistas dicen que los hombres no hablan francamente de su


sexualidad, no expresan sus dudas, no admiten sus temores y fingen en mayor
grado que las mujeres, excepto en las erecciones. ¿Quién escuchó dudas
masculinas sobre la propia sexualidad? ¿Cuál será la razón por la que las
“pomadas mágicas y las pastillitas para la potencia” se venden como pan
caliente?
¡Todos anhelan una mejor vida sexual, más gratificante y menos exigente, pero
nadie se atreve a pedir ayuda!

LAS MUJERES Y EL TAMAÑO DEL PENE


Muchas mujeres afirman que para disfrutar mejor del sexo es necesario e
importante que el pene tenga un “buen tamaño”. Ya hemos dicho que tamaño
más grande no significa mayor satisfacción, ni para el hombre, ni para la mujer;
lo que sucede es que estas mujeres están influidas, al igual que los hombres, por
el mismo mito: “a mayor tamaño, mayor placer”. La sensibilidad femenina
está en el tercio externo de la vagina. Concluimos en que el tamaño del pene no
tiene importancia para lograr placer u orgasmo en la mujer.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Preliminares jugosos
El tiempo previo al acto sexual puede ser más intenso de que lo que imaginan. El
jugueteo sexual y los preámbulos son experiencias maravillosas para aquellos
que se animan a incursionar en nuevas sensaciones. Si tienen paciencia, poco a
poco, irán descubriendo placer y aprenderán a complacerse mutuamente con
extensas sesiones de ternura y pasión.

A fin de evadir la monotonía, les proponemos:

1. Una larga relación sexual. Con esto no queremos decir una larga
penetración. Los juegos preliminares, como los besos en el cuello, el cuerpo y
las zonas erógenas forman parte de la relación sexual. No dejen que la
genitalidad sea el centro del encuentro. Estimulen todos los sentidos.
Propónganse jugar, acariciar, besar y masajear más de media hora, antes de
cualquier intento de penetración.

2. Masajes y besos en los pechos. Las glándulas mamarias son zonas erógenas
en la mayoría de las mujeres. La sensación placentera que una mujer siente en
sus pechos se distribuye por todo el cuerpo; por lo cual ella estará encantada de
que él permanezca masajeándolos o besándolos por bastante tiempo. Aquí van
algunos consejos:
- Acariciar el pecho entero, no sólo el pezón.
- Emplear aceites y cremas para dar los masajes.
- Descubrir qué tipo de presión es la que más satisface (algunas gustan de
más fuerza; otras en cambio, se complacen de caricias suaves y
envolventes). Acaricien, besen o succionen de la misma manera que a
ustedes les gustaría que se lo hicieran. Pueden estirar suavemente los
pezones con sus labios, dientes o dedos y soltarlos; o bien recorrerlos
circularmente con la punta de la lengua. Podrían usar otras partes del
cuerpo para darse placer en esta zona como sus propios pezones, sus
vientres, pubis y/o genitales. ¡Sean creativos!

LA MUJER Y SU INTIMIDAD

Genitales externos
Relacionados con el placer.
- Monte de Venus: zona sobre el pubis cubierta de vello pubiano. Visible en la
mujer desnuda o cuando usa ropa ajustada. Muy rica en terminaciones nerviosas,
por lo que la mujer puede disfrutar al ser acariciada en esta área.

- Labios mayores: dos pliegues laterales en la vulva, que se cubren de vello en


la pubertad. Durante la excitación, los labios mayores se hinchan.

- Labios menores: se encuentran en la parte interna de los labios mayores, son


más pequeños, sin glándulas ni vellos. Están constituidos por tejido eréctil.
Tocarlos suavemente produce una sensación placentera.

- Clítoris: situado debajo del monte de Venus. Pequeño, de 2 cm de largo por 1


cm de diámetro. Es el sitio más sensible a nivel genital (entre 6.000 y 8.000
terminaciones nerviosas sensoriales). La única función que ostenta es la del
placer. Está compuesto por tejido eréctil y al ser acariciado suave y lentamente
aumenta de tamaño y proporciona satisfacción. La presión brusca origina dolor.

- Vestíbulo: es la entrada a los genitales internos. Está compuesto por la uretra y


el introito vaginal que presenta como límite el himen. La uretra es muy corta, de
3 o 4 cm, y une la vejiga con el exterior, por medio del meato urinario.

- Himen: es una membrana fina que cierra parcialmente la entrada vaginal. Es


muy diferente de una mujer a otra, incluso algunas nacen sin himen. El himen no
tiene ninguna utilidad, aunque en el pasado se le rendía culto asociándolo a la
virginidad. La Biblia afirma que esta creencia es absolutamente falsa en
Proverbios 30:18-19: “Hay tres, y hasta cuatro cosas que me parecen increíbles
y no alcanzo a comprender: cómo saber que un águila ha pasado por el cielo;
cómo saber que una serpiente ha pasado por una roca; cómo saber que un
barco ha pasado por el mar; cómo saber que un hombre se ha acostado con
una mujer”. Su rotura puede coincidir con la primera relación sexual y ser
dolorosa o no; o puede rasgarse por ejercicios deportivos u otra actividad. En
otras mujeres, puede permanecer intacto aún teniendo relaciones sexuales; de ahí
que la presencia o ausencia del himen no pruebe ni la inocencia ni las
experiencias sexuales previas de una mujer.

Genitales internos
Relacionados con la capacidad de reproducción.

- Vagina: Tubo muscular que une el útero con la vulva. Posee gran elasticidad,
lo que le permite adaptarse al pene y ser parte del canal del parto. Tiene de 8 a
12 cm de largo. La zona sensible es la más externa; en cambio, la interna o
profunda no tiene sensibilidad. Como respuesta a la excitación produce un
trasudado que, como pequeñas gotitas, se van juntando (simi-lar al vapor que se
condensa en un vidrio). Esa lubricación comienza a los pocos segundos del
inicio de la estimulación.

- Útero: tiene la forma de una pera invertida (tamaño similar a un puño cerrado).
Posee una estructura muscular que se contrae durante el orgasmo. Es el lugar de
asiento del embarazo. En la parte más inferior se encuentra el cerviz o cuello del
útero (consistente y carnoso, parece la punta de la nariz), que se comunica con la
parte más profunda de la vagina y se puede tocar con los dedos. De aquí se toma
la muestra para el Papanicolau que sirve para hacer el diagnóstico temprano de
cáncer de cuello de útero. En la parte superior del útero y hacia ambos lados se
encuentran dos pequeños orificios que comunican con las trompas de Falopio.

- Trompas de Falopio u oviductos: son dos, una a cada lado del útero que se
corresponden con cada ovario. Son conductos de 10 cm de largo por 1 cm de
ancho. En la porción más próxima al ovario poseen un flequillo con el que
barren el óvulo del ovario, cuando se produce la ovulación. Luego, las
contracciones musculares en forma de onda, lo transportan hacia el útero. Las
infecciones en las trompas provocan alteraciones en este sistema de conducción,
generando infertilidad.

- Ovarios: son dos pequeñas formaciones del tamaño de una almendra, cuya
función es doble: la producción de óvulos y de hormonas.

- Mamas: La función esencial es el amamantamiento de los hijos. Sin embargo,


las mamas y especialmente los pezones, son parte de los órganos sexuales
porque estimulan al varón (por la visualización de los pechos de su esposa) y
otorgan placer a la mujer (por la gran cantidad de terminaciones nerviosas y, por
ende, la gran sensibilidad).

Prohibido estudiar

A finales del siglo XIX, los científicos insistían en que el útero competía con el
cerebro por sangre y energía, por lo que el Dr. Edward Clarke, profesor de la
Universidad de Harvard, afirmaba que la educación causaba atrofia del útero.

SECRETOS DEL DORMITORIO


El sexo es cuestión de actitud

El sexo es uno de los más exquisitos placeres que Dios nos ha regalado. Para
gozar de relaciones sexuales realmente excitantes y placenteras es necesario
abandonarse y relajarse en el goce erótico. Por tal motivo, un despreocupado
acercamiento al acto sexual es esencial, ya que un profundo senti-miento de
culpabilidad por el placer podría erosionar la intimidad del matrimonio.
La relación sexual es la mejor recreación, la más tranquilizante, una de las más
renovadoras experiencias que el hombre conoce. Y Dios también la planificó.
No es raro que se la llame “juego de amor”. Es una diversión, no una obligación;
es suma excitación, no aburrimiento; es algo que se espera con ansia, no una
horrible experiencia que hay que evitar si es posible. ¡Es irónico que las parejas
busquen toda clase de recreación en otras partes, sin haber descubierto nunca la
plenitud de placer que tienen a disposición en su propio dormitorio! 18
Confíen en que pueden hacer realidad las fantasías eróticas de su compañero o
compañera y eso... ¡los hará felices! Cultiven una actitud positiva hacia el sexo;
mantengan un sentimiento de bienestar y confianza y canalicen el amor a fin de
hacer vibrar y brillar la fuerza sexual creativa. ¡Ustedes pueden!

EL CICLO MENSTRUAL
Es la repetición de un ciclo mensual, que ocurre desde la pubertad hasta la
menopausia, y que implica la capacidad para concebir una nueva vida.
El ciclo completo se cuenta desde el primer día rojo (cuando comienza la
menstruación) hasta el primer día rojo del siguiente mes. La ovulación ocurre a
mitad del ciclo menstrual, o sea alrededor del día 14 para un ciclo de 28 días y
no puede conocerse por signos exteriores y visibles; por ello se dice que es
silenciosa. Entre el 30 y el 40% de las mujeres experimentan algunos días antes
de la menstruación una sensación de hinchazón, dolor y/o mayor sensibilidad en
las mamas y en el abdomen inferior. Se dice que existen hasta 150 síntomas del
síndrome premenstrual, relacionado con un desequilibrio hormonal. Hay que
entender que la mujer sufre más alteraciones hormonales en un mes que las que
tiene un hombre en toda la vida. Durante el ciclo menstrual el estado de ánimo
puede pasar del decaimiento a la euforia o de la inapetencia sexual a un aumento
en la libido. Para reducir estos síntomas sugerimos:

- Reducir el consumo de alcohol y cafeína.

- Comer poco, aunque conviene ingerir alimentos ricos en almidón para


prevenir la falta de azúcar en la sangre.

- Hacer ejercicios.

- Ingerir suplementos vitamínicos y minerales.

El período en que la mujer es fértil, es decir, cuando puede quedar embarazada,


dura un día o, a lo sumo, dos, en coincidencia con el día de la liberación del
óvulo a partir del ovario.
Todo el ciclo está regulado por hormonas, coincidiendo el máximo nivel en
sangre con el tiempo de la ovulación y el descenso con la menstruación.
La menstruación es el derrame de sangre que ocurre una vez al mes (cada 28 a
34 días en promedio), en el que se produce la caída del revestimiento del útero
(endometrio funcional). Es el único caso en la naturaleza en el que la pérdida de
sangre no significa daño.

Puede distinguirse:
1. Preparación para la ovulación. El endometrio comienza a crecer después de
la menstruación. En un inicio es fino, pero se engrosa paulatinamente. En el
ovario, bajo la influencia de los estrógenos, se estimula el crecimiento de
algunos folículos que contienen óvulos inmaduros. Al cabo de dos semanas, el
folículo estalla y suelta el óvulo, lo que se conoce como ovulación. En ese
momento, el revestimiento uterino ya está preparado para una posible
implantación. La ovulación ocurre 14 días antes del inicio de la menstruación
siguiente. El lapso entre la ovulación y la siguiente menstruación es estable,
pero puede variar el que hay entre la menstruación y la ovulación siguiente.
Si el óvulo no es fertilizado, el revestimiento uterino será expulsado dos semanas
más tarde.

2. Preparación para la implantación. El óvulo liberado, entra en la trompa de


Falopio más cercana. El folículo roto se trans-forma en “cuerpo amarillo”.
Después de la ovulación, el revestimiento del útero alcanza su mayor grosor y
receptividad para la implantación. Luego de la fertilización, el óvulo se convierte
en un racimo de células que continúa su viaje hacia el útero, a donde llega en
aproximadamente tres días. Finalmente, después de otros dos o tres días más, se
implanta, comenzando el embarazo, en cuyo caso no se produce una nueva
ovulación y el revestimiento uterino no se deteriora, por lo tanto, tampoco hay
menstruación.

3. Menstruación. Si no ocurre la implantación, el endometrio se desprende y es


expulsado por medio de la menstruación. Una fertilización sólo es posible dentro
de las primeras 24 horas después de la ovulación. Si el óvulo no encuentra
ningún espermatozoide durante este tiempo, simplemente muere y se desintegra.
Como no hay implantación, el recubrimiento grueso del útero ya no es necesario,
así que pronto comienza su desprendimiento y expulsión. El material expulsado
consiste de moco, tejido del recubrimiento y cantidades variables de sangre, lo
que es descargado a través de la vagina.

FECUNDACIÓN Y EMBARAZO
El embarazo es el resultado de la unión del óvulo femenino con el
espermatozoide masculino, en alguna de las dos trompas de Falopio. Allí
comienza la vida.

El óvulo:
- Es la célula humana más grande.
- No tiene movimiento y es pesado.
- Se produce en el ovario una vez al mes.
- Se produce uno solo por mes, a mitad del ciclo.
- Tiene una vida media de 24 a 48 horas. Si en ese tiempo no es fertilizado por
un espermatozoide, entonces muere.
- Posee parte de las características (genes) de esa mujer en particular.

El espermatozoide:
- Es muchísimo más pequeño que el óvulo.
- Es impulsado a través del pene en el momento de la eyaculación. Un hombre
puede embarazar cada vez que eyacula en la vagina.
- Hay millones en una eyaculación. Sólo uno logrará fecundar al óvulo, dejando
excluidos a todos los demás.
- Puede sobrevivir en los genitales de la mujer hasta tres días, aproximadamente.
- Se traslada a gran velocidad. En media hora puede recorrer 10 centímetros.
Para llegar hasta el óvulo necesitan recorrer unos 40 centímetros como máximo.
- Tiene parte de las características (genes) de ese hombre en particular.

He aquí la secuencia de un embarazo:

1. Después de una relación sexual, el eyaculado queda en el fondo la vagina.

2. Los espermatozoides allí contenidos se movilizan a gran velocidad a través


del cuello uterino, ascienden hacia las trompas de Falopio y permanecen vivos
tres o más días.

3. Una vez en las trompas de Falopio, en su porción media, habrán de fecundar


al óvulo, si se produjo la ovulación. Para poder penetrarlo, los espermatozides
segregan una sustancia que disuelve la membrana que rodea al óvulo (zona
pelúcida).

4. Cuando finalmente un espermatozoide logra penetrar al óvulo, se genera un


bloqueo por medio de una capa de proteí-nas a fin de evitar que otros entren.

5. Se unen los núcleos del óvulo y del espermatozoide. La fusión entre la carga
genética de uno y otro se denomina con-cepción o fecundación y es el comienzo
de la existencia humana. Esa nueva célula llamada cigoto contiene 46
cromosomas, característica de los humanos.

6. Comienza la multiplicación celular. Primero se separa en dos, luego en cuatro


y así sucesivamente.

7. A medida que se multiplican las células, el embrión va progresando desde la


trompa hacia el útero, en el que se implanta una semana después de la
fertilización, o sea, 7 días después del momento de la unión entre el óvulo y el
espermatozoide.

8. En el momento de la implantación, la mujer puede presentar un escaso


sangrado, a consecuencia de algunas venas chiquitas que se rompen cuando el
embrión “se agarra” del útero. La mujer no sabe que está embarazada. Recién
una semana después de este momento le faltará la menstruación por vez primera.

9. El embrioncito ya está creciendo. Para cuando la futura mamá se da cuenta de


su estado, el corazoncito del bebé ya está latiendo (alrededor de la 5ª semana).
Al final de la 8ª semana, la cabeza es mayor que el tronco, se observan los ojos y
las orejas. Aparecen los dedos de manos y pies. Pesa de 1 a 3 gramos y mide 2,5
cm. Se escuchan los latidos sin dificultad. Todo el proceso de formación de
órganos y aparatos, como el circulatorio, el respiratorio, el digestivo y otros,
ocurrirán du-rante los primeros tres meses de embarazo.

SECRETOS DEL DORMITORIO


¡A mejorar las marcas!

No se trata de establecer un nuevo récord olímpico de frecuencia coital, pero si


se busca un embarazo, necesariamente habrá que aumentar la cantidad de
encuentros. Se recomienda que la frecuencia de las relaciones sexuales sea día
por medio, asegurándose así la mayor probabilidad de fecundación.
El soñar con un hijo propio, fruto del amor de pareja, es incentivo suficiente para
hacer el amor más seguido. Pero, a pesar del deseo de ser padres, algunas parejas
encuentran agotador un ritmo casi diario (¡a otras les encanta!).
Ésta puede convertirse en la etapa más divertida y romántica que hayan vivido.
Incluso mejor que la luna de miel. Dejen que el deseo se encienda, imaginen
hacer el amor en distintos lugares, a distintas horas, con cierta picardía y mucha
diversión. ¡Qué esa nueva vida sea el fruto más dulce del amor entre ustedes!

Repasemos algunos datos que nos orientan:

1. Probabilidad de embarazo: cada mujer nace con dos ovarios. Cada uno tiene
unos 200.000 óvulos inmaduros. Con la pubertad, comienza el proceso de
maduración de los óvulos, denominado ovulación.
La descarga de un óvulo maduro se produce a mitad del tiempo que media entre
el primer día de una menstruación y el primer día de la menstruación siguiente.
La capacidad del óvulo de ser fecundado es muy breve; según los especialistas,
de 6 y 24 horas. Esto significa que, en cada ciclo menstrual, hay un óvulo
disponible para la fecundación durante un día solamente.
2. Sobrevida de los espermatozoides: si bien el óvulo tiene una sobrevida muy
corta, en comparación, los espermatozoides la tienen muy larga. Se han hallado
espermatozoides vivos doscientas cinco horas después de una eyaculación (ocho
días y medio). Esto explica el por qué de las “fallas” de los métodos naturales.

3. Fertilidad de la pareja: la fertilidad de la mujer es óptima entre los 18 y los


30 años. Antes de esa edad, no todos los ciclos menstruales suelen generar un
óvulo; después de los 30, lentamente, declina la capacidad de ovular. Sin
embargo, la mujer debe usar algún método anticonceptivo hasta la menopausia.
El hombre siempre es fértil, es decir que mantiene su capacidad reproductiva
todos los días del año y la conserva durante la vejez. Las causas de infertilidad
masculina son:
- Bajo número de espermatozoides: para un embarazo se necesita que al menos
un espermatozoide de los 200 millones que existen en un eyaculado común
alcance al óvulo. Aunque hay millones, no todos tienen la movilidad para llegar
a fertilizar el óvulo. Muchos espermatozoides mueren en el camino. Por lo tanto,
cuando la pareja quiere tener un hijo se recomienda que la frecuencia coital, es
decir, de las relaciones sexuales, sea de por lo menos 48 horas entre una y otra,
aseguándose así la mayor cantidad de espermatozoides en el eyaculado.
- Baja movilidad de los espermatozoides: la exposición al calor es causa de
esterilidad masculina. Las duchas calientes son menos perjudiciales que los
baños de inmersión calientes, en los que se aplica calor directa y continuamente
en los testículos.
- Enfermedades que pueden causar esterilidad: paperas, enfermedades de
transmisión sexual, hepatitis, trastornos del sistema nervioso y problemas
renales. El alcohol, el tabaco y las drogas pueden causar esterilidad temporal.

4. Mitos de la fertilidad de la mujer:

- No existe riesgo de embarazo en la primera relación sexual: falso. Basta


una sola relación sexual en los días fértiles de la mujer, para que resulte un
embarazo.

- No hay peligro de embarazo si la relación sexual se hace de pie: falso.


Algunas posiciones favorecen la fecundación, pero no hay ninguna que sea
anticonceptiva.

- No habrá embarazo si el hombre no eyacula: falso. Por la sola introducción


del pene en la vagina, sin protección, puede ocurrir un embarazo a causa de la
“gotita fisiológica” que no es semen, pero que puede contener espermatozoides.

- No ocurrirá embarazo si el hombre eyacula fuera de la vagina: falso. Los


fluidos preorgásmicos pueden contener espermatozoides que son la razón de
estos embarazos.

- No existe posibilidad de embarazo en las relaciones sexuales durante la


menstruación: falso. Si bien la probabilidad es baja, sigue siendo posible.
Supongamos que el acto sexual ocurrió el día 6 del ciclo (había escaso flujo). A
ello, agreguemos que algún espermatozoide logró vivir varios días. Y por último,
imaginemos que ese ciclo fue de 26 días. Una simple ecuación permite entender
el porqué de esta posibilidad.

5. El embarazo y el sexo.
Se puede mantener relaciones sexuales durante todo el embarazo. No existe
límite en el tiempo. Algunos obstetras recomiendan la abstinencia en las últimas
semanas, otros no.
Las relaciones sexuales durante el embarazo no afectan al bebé, siempre y
cuando el embarazo curse normalmente.
El embarazo puede ser una de las etapas más eróticas de la vida de una pareja.
La mujer se siente libre de la preocupación por la anticoncepción y deseable por
su capacidad fecundante.
Las hormonas generan un aumento de la sensibilidad tanto en los pechos como
en los genitales haciendo que el disfrute de la intimidad sea mayor. Por otra
parte, los hombres suelen sentir una especie de orgullo por ser padres,
favoreciendo así los encuentros íntimos.

6. El embarazo y el deseo sexual.

- En la mujer frecuentemente disminuye el deseo sexual en los tres primeros


meses debido a los síntomas propios del embarazo (náuseas, vómitos, mareos,
sueño, etc.).

En el segundo trimestre suele producirse un aumento del deseo sexual,


relacionado con la mayor cantidad de sangre presente en la zona pélvica.
Durante el tercer trimestre no se producen modificaciones del deseo, excepto las
que impone un abdomen pesado y globuloso.
- En el hombre, no hay mayores modificaciones en el deseo. La esposa debe
percatarse de que él no está embarazado. Necesita cuidado y atención en los
casos en que se prohíban las relaciones sexuales por complicaciones durante el
embarazo, así como en el tiempo posterior al nacimiento del bebé.

7. El embarazo y las posiciones sexuales.

En los primeros meses de embarazo no existen problemas por las posiciones.


Después del quinto mes, la mujer se suele beneficiar con las siguientes
posiciones:
- De costado, cara a cara: la penetración es más superficial e incomoda
menos.

- De atrás: ya sea en “cucharita” o con la esposa apoyada sobre sus codos y


rodillas.

- Cara a cara, la mujer arriba: puede realizarse sobre una silla sin soporte
para brazos, en la que el esposo permanece sentado y la mujer se sienta
encima de él. Aquí la mujer se beneficia porque no tiene que doblar
excesivamente las rodillas como en la posición de horcajadas, clásica en el
coito con la mujer arriba.

8. El parto y la reanudación de la vida sexual.

No hay tiempos definidos para reiniciar la actividad sexual. En los primeros


15 días después del parto, existe un flujo denominado “loquios”, con
característico olor a lavandina; es un tiempo de restauración. A los 25 días
termina la cicatrización del endometrio. Si hubo episiotomía (pequeño corte
para que salga el bebé sin que se desgarre la mamá) u otra sutura, debe
preguntarse al médico cuándo reanudar las relaciones.
En las primeras relaciones sexuales después del parto, el esposo debe ser
paciente y tierno, como si fuera la primera vez; incluso se hace necesario utilizar
lubricantes artificiales.
Aun cuando la vida sexual de la pareja haya sido buena an-tes, el nacimiento de
un hijo, en especial si se trata del primero, altera la sexualidad del matrimonio.
“Con la maternidad he perdido el deseo” es la expresión de la mayoría de las
mujeres en el posparto. El 70% afirma que preferirían establecer una pausa en su
vida sexual durante este período por la merma sustancial del deseo sexual,
debido a múltiples razones: niveles hormonales alterados por la lactancia, pocas
horas de descanso, excesiva exigencia del bebé que demanda tiempo y atención,
etc. Otras causales que desaniman a la mujer a la hora de la intimidad guardan
relación con una episiotomía todavía sensible, una barriga blanda, una vagina
dilatada, etc. Algunas mujeres a quienes el sexo no les agrada demasiado, se
sirven de la maternidad para evitar el contacto sexual.
En el seno de la pareja, el problema se hace visible cuando el varón, que acusa
un aumento del deseo sexual en asociación al orgullo de ser padre, demanda más
encuentros.

9. El embarazo y la edad.

Los riesgos que corre una madre durante el embarazo y el puerperio aumentan
notablemente con la edad. Mientras más tardía sea la gestación, mayor es el
riesgo. Por otro lado, la incidencia de malformaciones congénitas en los niños
también es mayor en embarazos tardíos. Desde el punto de vista médico es
recomendable que la pareja complete la familia antes de los 35 años de edad de
la mujer.

POSICIONES SEXUALES PREFERIDAS


Este tema despierta curiosidad y alimenta las fantasías, tanto en hombres como
en mujeres.
La relación sexual es una forma de comunicar amor. Es un proceso de
aprendizaje que no surge espontáneamente. Los esposos deben descubrir
progresivamente cómo proveerse placer mutuo. La vida matrimonial seguirá
siendo incompleta e insatisfecha si no saben complacerse el uno al otro en la
intimidad de su relación física. El cambio de posiciones al hacer el amor
puede avivar el interés, aumentar la pasión y estimular la excitación. Los
experimentos y las variaciones podrían ayudar a lograr la plenitud sexual de cada
cónyuge.
Sin embargo, no existe una posición ideal, natural, sana o aconsejable para hacer
el amor. Hay posturas que resultan maravillosas para algunas personas, mientras
que para otras resultan una tortura. Concluimos pues, en que cualquiera y todas
las posiciones que ambos miembros de la pareja encuentren agradables y
produzcan satisfacción mutua, deberían ser gozadas con total libertad.
Algunos osados describen docenas y, otros, centenares de variantes para hacer el
amor. De hecho, hay quienes afirman que existen 14.888.400 de posiciones para
el cunnilingus solamente.19 Sin embargo, esto es más imaginería que realidad.
Además, cada pequeña variación de quizás cómo apoya el brazo uno de los
cónyuges, es suficiente para decretar un cambio de posición y otras “requieren
de verdaderos acróbatas, pues son un desafío a las posibilidades del cuerpo
humano”.20
Podemos distinguir 4 posiciones básicas. El encontrar otras posturas depende de
la imaginación.

• De frente, o sea cara a cara, con el hombre arriba. En la Polinesia, los


misioneros cristianos reprendían a los convertidos aborígenes cuando éstos
hacían el amor en otras posiciones que no fueran cara a cara con el hombre
arriba por considerarlas “posiciones animales”. Por tal motivo, esta forma se ha
popularizado como la “posición del misionero” por ser “la única unión natural y
adecuada”, según ellos, aunque no hay evidencia bíblica al respecto.
Es la postura más usada, lo que no quiere decir que sea la más gratificante.
Facilita que ambos esposos puedan besarse y acariciarse. Es desventajosa para la
mujer embarazada, para el esposo obeso o de cuerpo muy grande y pesado y
para el eyaculador precoz. Dificulta, además, el contacto con el capuchón del
clítoris, con lo cual disminuye la probabilidad de orgasmo femenino.
Se aconseja esta posición cuando se desea un embarazo. Se puede colocar una
almohada debajo de los glúteos de la esposa para que la pelvis (zona genital)
quede más alta que el resto del cuerpo. Después de que finaliza el acto sexual
debe permanecer acostada una hora, para mejorar la vehiculización del semen y
la fecundación.

• De frente, cara a cara, con la mujer arriba. El marido se acuesta boca arriba,
en tanto que la esposa se sienta a horcajadas sobre su cuerpo y se inclina hacia
adelante. Esta posición permite una mayor actividad femenina, ya que ella
controla la profundidad de la penetración, el ritmo de los movimientos y el
momento del orgasmo, y le concede al marido el acceso a los pechos femeninos
y el libre uso de sus manos para estimular el clítoris, mientras están unidos en la
relación sexual. No se aconseja cuando se busca un embarazo, porque el semen
rápidamente se escurre, dada la posición femenina.
Es la postura aconsejada para los eyaculadores precoces.
• Posición lateral, cara a cara. De esta posición básica existen muchas
variantes que la pareja puede ir descubriendo por la práctica. Es ideal en caso de
obesidad, embarazo o cuando uno de los cónyuges es demasiado alto. Facilita el
goce de ambos, por el roce que existe entre el clítoris de la mujer con el cuerpo
del marido. Además, cada cónyuge tiene por lo menos una mano libre para
mimar y acariciar; cada uno queda libre para impulsar o rotar las caderas y
ninguno queda inmovilizado por el peso del cuerpo del otro.

• Penetración desde atrás. No debe confundirse con el sexo anal. Esta posición
también tiene muchas variantes. La más conocida es la “cucharita”: ambos de
costado con la espalda de la esposa sobre el pecho del marido. Esta posición
permite una penetración más profunda. Para la mujer suele no ser tan excitante
como para su esposo, ya que impide el contacto visual, no hay contacto con el
clítoris y la pareja no puede besarse durante la relación.

EL PUNTO G
El punto G está situado a muy pocos centímetros de la entrada vaginal; en la
mayoría de las mujeres. Cuando se lo estimula adecuadamente, se dilata
originando desde sensaciones placenteras hasta intensos orgasmos. El clítoris es
la zona más sensible de la mujer y fácilmente accesible a las caricias manuales u
orales; mientras que el punto G sólo puede ser estimulado con los dedos, ya que
para ser tocado directamente por el pene, se requeriría que éste tuviera forma de
gancho.
El Dr. Gindín ofrece una serie de consejos a quienes deseen encontrar su punto
G: “Introduzca el dedo en su vagina unos dos centímetros. Cúrvelo hacia arriba y
adelante. Apóyelo suavemente y de una forma rítmica estimule la zona
modificando el ritmo y el lugar ligeramente según el resultado obtenido. Se
recomienda que para efectuar este tipo de caricias las manos estén limpias, las
uñas cortas y no estaría de más utilizar un poco de lubricante, con el fin de hacer
las caricias más suaves. Las sensaciones serán de mayor o menor intensidad que
las del orgasmo obtenido por estimulación directa del clítoris. Hay quienes dicen
que este tipo de experiencia facilita la multiorgasmia femenina”.
La estimulación del punto G mediante la introducción del pene resulta difícil si
no se ayuda con la estimulación manual, especialmente en aquellas mujeres que
tengan la vagina distendida por los partos. Por su posición y por la forma normal
del pene, las posturas más adecuadas para el coito, cuando se pretende estimular
esta zona, son aquellas en las que la mujer está encima del hombre o es
penetrada de atrás. En cualquier caso, de no hallarse el punto en cuestión, no se
habrá perdido el tiempo y habrá otras sensaciones que experimentar, como
también recomienda Whipple, “cualquier cosa menos pensar que hay sólo una
manera de gozar”. 21
Para algunos, los hombres también poseen su punto G, el que estaría situado
muy cerca de la próstata y, si se ejerce presión con uno o dos dedos, detrás de los
testículos, en el rafe medio (sitio que corresponde a la proyección de la próstata),
muchos hombres manifiestan erecciones más rápidas y con mayor rigidez;
sensaciones placenteras e, incluso, intensos orgasmos al ser estimulados
directamente en esa zona.

SEXO ORAL
En todas las facetas de la vida cristiana, Dios nos llamó a vivir en libertad,
dándonos como máximo mandamiento – no como opción – el amor; un amor tal,
que los demás nos reconocerían por esta característica como cristianos en todas
nues-tras relaciones interpersonales.
Cuando hablamos de sexualidad, no podemos regirnos por “bien o mal”, “bueno
o malo” simplemente, sino por la ley del amor (que es superior). “Nunca haré
algo que ponga mal a la persona más importante de mi vida”. Como
mencionamos anteriormente, si el cónyuge está en desacuerdo con ésta u otra
práctica, es suficiente para no hacerlo, porque el pecado consiste en faltar al
mandamiento del amor y dañar el regalo que Dios nos ha dado en la persona de
nuestro cónyuge.
William Cutrer, M.D. y Sandra Glahn, en su libro Intimidad sexual en el
matrimonio, sugieren que Cantares 2:3 hace una referencia explícita al sexo oral.
El texto dice así:
“Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los
jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi
paladar”.
En Oriente el manzano suele ser un símbolo del amor sexual y en la literatura
extrabíblica, la fruta se asocia en ocasiones con los genitales o el semen
masculino, de modo que es posible que aquí tengamos una delicada referencia a
una caricia genitaloral, que ella ha iniciado. Otra cita con lenguaje sugestivo al
respecto es Cantares 7:13 que dice:
“Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de
dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado”.
Muchos matrimonios practican caricias y besos, incluyendo la zona genital como
una variante más en su repertorio amoroso; otras, en cambio, lo desaprueban
totalmente. Por ello queremos insistir en que deben respetarse mutuamente y no
hacer nada que al otro le ofenda.
Muchas personas están confundidas al respecto y creen que el sexo oral es una
manera de tener sexo más seguro, aliviar a un novio, mantener la virginidad, ser
más o menos fiel y conseguir una emoción rápida sin tener que quitarse la ropa.
Sin embargo, sexo oral y relación sexual son sinónimos, por lo que
desestimamos absolutamente ésta y cualquier otra práctica sexual en parejas que
no estén casadas. Por otra parte, todas las infecciones transmisibles sexualmente
pueden contraerse por sexo oral. Creen que el sexo oral es una ‘práctica segura’.
Si bien es cierto en relación al embarazo, no a las infecciones.

El sexo oral y el cáncer bucal


Estudios recientes demostraron que practicar sexo oral con una persona infectada
por HPV es la principal causa de cáncer bucal, enfermedad que afecta a
pacientes cada vez más jóvenes. Una investigación realizada por la Universidad
de Seattle detectó la presencia del virus del papiloma humano (HPV) en 7 de
cada 10 enfermos de cáncer de lengua y faringe. En casi todos los casos
estudiados, los pacientes reconocieron que practicaban sexo oral.22
“En EEUU las infecciones por el HPV relacionadas con la práctica de sexo oral
es la primera causa de cáncer oral (boca y garganta). De esta manera, la
transmisión sexual supera al tabaco como primera causa de estas enfermedades”,
dijo Maura Gillison, investigadora de la Universidad de Ohio. Además, el Centro
de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) pronostica que la mitad de la
población estadounidense sexualmente activa contraerá el virus a lo largo de su
vida.
Estas conclusiones coinciden con estudios anteriores, en los que se afirma que
las personas que han practicado sexo oral con más de seis individuos, tienen
ocho veces más posibilidades de desarrollar esta enfermedad que los menos
promiscuos.
Este tipo de cáncer, hasta hace poco, era más común entre personas mayores de
60 años y, generalmente, se lo relacionaba con el tabaco y el alcohol. Pero ahora
se lo ha empezado a detectar en personas jóvenes debido a la práctica del sexo
oral entre personas infectadas de HPV. ¡Cuidado! Evitar la penetración vaginal
no significa que se evitarán las ETS.

SECRETOS DEL DORMITORIO


Besos: un afrodisíaco olvidado

Pocas son las parejas que se besan en público y menos las que practican el beso
como elemento siempre presente de sus relaciones amorosas. “¡Dame un beso
de tus labios! Son más dulces que el vino tus caricias, deliciosos al olfato tus
perfumes, tu nombre es perfume derramado”, Cantar de los Cantares 1:2-3 (VP).
Entre los esposos disminuye la cantidad de besos a medida que transcurren los
años de casados; sin embargo, el beso es un poderoso estímulo sexual. Las
variantes del beso erótico son infinitas: suave y ligero, corto e intenso, largo,
lento... Besar constituye todo un arte y es, además, una forma más de
comunicación sexual en la pareja. Hay quienes disfrutan besando y siendo
besados no solamente en la boca, sino en otras partes del cuerpo. Todo depende
de la preferencia personal. La forma en que se besa, el lugar escogido y la
intensidad con la que se lo hace podrían ser muy excitantes, si son espontáneos y
oportunos y no generan incomodidad propia o de la pareja.
A fin de perfeccionar el arte de amar, les proponemos un encuentro sólo de
besos: comenzar suavemente con besos lentos y prolongados. Besos dulces y
tiernos en cualquier parte del cuerpo pueden desatar un fuerte deseo sexual y
despertar el magnetismo dormido entre dos personas. Podrían besar suavemente
el labio superior de su pareja y, luego de cierto grado de excitación, incluir besos
intensos y húmedos. No se limiten únicamente a los labios. Exploren otras zonas
como el cuello, los pechos, los pezones, el abdomen y las piernas. Usen sus
labios, presionen fuerte y suavemente, succionen, recorran y muerdan. Hay
quienes dicen que el labio superior de la mujer es una de las zonas más erógenas
del cuerpo, incluso hasta llegan a compararlo con las sensaciones que origina
una prolongada estimulación clitoridea. Tómense tiempo y respondan
sensitivamente a la acrobacia de sus bocas. Procuren darse un beso inolvidable.
¡Sellen su amor con un dulce beso de pasión!
BIBLIOGRAFÍA
1. MASTERS, W. JHONSON, V, KOLODNY, R. Eros: Los mundos de la
sexualidad. Barcelona. Grijalbo, 1996.

2. CALDIZ, L. y RESNICOFF, D. Mujer, sexo y fin de siglo. Bs. As. Editorial


Paidós.

3. GINDIN, L. R. El Rugido. “Potencia masculina: mitos, problemas y


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4. GINDIN, L. R. La Nueva Sexualidad de la mujer. Bs.As. Grupo Editorial


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5. KAPLAN, H. Manual Ilustrado de Terapia Sexual. Barcelona. Alianza, 1997.

6. CALDIZ, L. y RESNICOFF, D. Mujer, sexo y fin de siglo. Bs. As. Editorial


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7. KAPLAN, H. Manual Ilustrado de Terapia Sexual. Barcelona. Alianza, 1997.

8. KAPLAN, H. Manual Ilustrado de Terapia Sexual. Barcelona. Alianza, 1997.

9. KAPLAN, H. La Nueva Terapia Sexual. Madrid. Alianza, 1978.

10. BARBACH, L. Los secretos del orgasmo femenino.

11. GINDIN, L. R. La Nueva Sexualidad de la mujer. Buenos Aires. Grupo


Editorial Norma, 2003.

12. BARBACH, L. Los secretos del orgasmo femenino.

13. HUGUET, M. GINDIN, L. Eyaculación precoz. Un problema con solución.


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16,17 GINDIN, L. R. El Rugido. “Potencia masculina: mitos, problemas y


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18. WHEAT Y WHEAT, E. G. El Placer Sexual Ordenado por Dios. Puerto


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19. C. LEGMAN. “An encyclopaedic outline of oral techquine in genital


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20. GINDIN, L. R. La Nueva Sexualidad del Varón. Bs. As. Paidós. 1º


reimpresión de la 2º edición, 1995.

21. GINDIN, L. R. La Nueva Sexualidad de la mujer. Buenos Aires. Grupo


Editorial Norma, 2003.

22. FRIDMAN, C. Enfermedades transmisibles sexualmente y el embarazo.


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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GINDIN, L. R. La Nueva Sexualidad del Varón. Bs. As. Paidós. 1º reimpresión
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VÁZQUEZ, J. Instituto de Terapia Sexual Integral. Roma.

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SAPETTI, A; KAPLAN, M. “La sexualidad masculina”. 4ª Edición. Editorial


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KAPLAN, H. “La nueva terapia sexual”. Alianza. Madrid, 1982.

MCCARY, J; MCCRAY, S. “Sexualidad humana”. México. El Manual


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