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30 años de investigación

económica regional en México

El pensamiento y la obra del geógrafo


Angel Bassols Batalla
Javier Delcadillo Macías
Felipe Torres Torres
-- -
-

30 años de
investigación
económica
regional en México

El pensamiento
y la obra del geógrafo
Angel Bassols Batalla

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MFXICO

Rector: Dr. José Sarukhán Kérmez


Secretario General: Dr. José Narro Robles
Abogado General: Lic. Manuel Barquín Álvarez
Coordinador de Humanidades: Mtro. Roberto Moreno de los Arcos
Director General de Fomento Editorial: Mtro. Arturo Velázquez Jiménez

INSTI'Tül'O DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS

Director: Fausto Burgueño Lomelí


Secretaria Académica: Mtra. Verónica Villarespe Reyes
Departamento de Ediciones: Enrique Quintero Márquez

Diseño de portada: Jorge De Anda M.


Fotografía: Rafael Herrera
D.R. O Coordinación de Humanidades
I1.R. O Instituto de Investigaciones Económicas

ISBN 968-36-1359-4
Primera Edición: 1990
Impreso y hecho en México
Índice

I'rálogo

Introdiicción

I'erfil hihliohemerográfico de la obra de Ángel Uassols

PRIMERA PARTE. LA fundameiitacióii teórica


La teoría. El conocimiento de las regiones

Importancia del conocimiento de los factores


geográficos en la planificación regional

Constantes, variables e influencias en los procesos rcgionalca

Gzografía y Ecodesarrollo

Una nueva política ambiental

SECiIJNDA P A R T E la línea nietodol6gica

Los métodos. Necesidad de conocer los


problemas regionales de México

Presente y futuro de nuestra Geografía


El medio natural y la acción del hombre

Hacia una fiueva política espacial


'1 EIICFKA PAIUE. E1 estudio de In regionalizaci6n socit>ecoii6iiiic.a 225
Crecimiento e importancia regional de nuesirvs ciudades 227
Interrelación de factores, base de las regiones agrícolas 7-46

Desconcentración y regiones

Sohre el desequilibrio regional en México

Criterio geográfico para el establecimiento de una


red de estaciones meteorológicas en MCxico 267

regiones gececonómicas del estado de Oaxaca en


relación con la población indígena y las condiciones
naturales y sociales. División regional del estado
para programar su desarrollo 276

Ciudad de MCxico y su región económica 286

El fenómeno del Iiambre en el mundo 316


Prólogo

La Antología que presenta el Instituto de Investigaciones Económicas de


la UNAM, de la vasta obra del Doctor Angel Bassols Batalla, constituye una
excepcional crestomatía del geógrafo más destacado de nuestros días.
Su lectura será obligada para todos los intelectuales que se preocupan
por analizar los problemas nacionales, con planteamientos originales. Esta
Antología permitirá conocer, a través de su trabajo, a un intelectual que
hace del argumento geográfico un arma de razón crítica, ya que "toda
actividad de interés social significa contacto con el medio, lo cual conduce
a la necesidad de conocer mejor el mundo o la región en que se actúa, para
producir mejor y cooperar más eficientemente al desarrollo de la so-
ciedad".
Hoy el científico, a pesar del rigor de sus análisis y de sus experiencias,
de la minuciosidad de sus investigaciones y de la seriedad muchas veces
envarada de su trabajo, ha dejado de ser alguien que vive al margen del
"estupr" anaxagórico, puesto que el análisis no puede basarse sólo en la
síntesis, porque sabe que los árboles no deben impedirle ver el bosque, ya
que analizar sin un objetivo previamente trazado sólo equivale a entro-
pizar y confirmar que el todo no es siempre la suma de las partes.
El conocimiento científico es producto de las mentes de algunos
hombres selectos; por eso el mito helénico hizo nacer a Atenea del
encCfalo de Zeus, como consecuencia de la craneotomía ejecutada por el
hacha de Prometeo. La obra científica del Dr. Angel Bassols ha sido
plasmada en un alto número de artículos de diverso orden como se muestra
en esta Antología; sin embargo, lo esencial al ponderar su labor es saber
que las palabras escritas no son sino símbolos imperfectos del aspecto de
las cosas. Es necesario saber que el esfuerzo que subyace en cada lrabajo
es indescriptible y sujeto a una pléyade de contingencias no descritas. Es
preciso tener presente que el éxito o el reconocimiento es un tosco indr-
prete de nuestros sentidos, limitados en el tiempo y en el espacio, un valor
subjetivo que no tiene sino una lejana relacióii con la realidad.
El trabajo geográfico, en especial el relativo a la Geografía Regional,
implica revisión y búsqueda de las más variadas fuentes, de hacer cuadros,
análisis estadísticos, polígonos de frecuencia, mapeos temáticos para
inferir los tipos de distribución de las variables involucradas, pero sobre
todo de viajar sin descanso para conocer la naturaleza, la gente, la
cconomía y los problemas d e las vastas regiones que conforman a
la República Mexicana, "donde la naturaleza a veces es violenta y aris-
ca y otras, apacible y feroz, donde la historia ha tomado derroteros
marcados y donde, por lo tanto, la economía en el espacio presenta condi-
ciones peculiares de concentración y dispersión".
Entre más se adentraba el Doctor Bassols en la realidad regional del
país, por haberse especializado cada vez más en los estudios socioeconómi-
cos regionales, más se fermentaba en su ánimo un creciente rechazo de la
"injusticia espacial", fruto aparente de desigualdades en la base física,
pero en el fondo inevitable producto de circunstancias sociohistóricas, de
las reglas que rigen la evolución inter e intrarregional bajo condiciones del
modo de producción capitalista dependiente "tipo mexicano", según
palabras del propio Angel Bassols.
El permanente contacto que ha mantenido con la tierra mexicana, ha
caracterizado y, en cierta forma, marcado la orientación de la discipiina
que practica. No falta quien, en nuestros días, se asombre de su fervor
nacional y hasta mire con extrañeza su amor por el país, resultante del
conocimiento de sus incontables parajes y de la diversidad de la gente con
la que ha convivido a travks de su fructífero trabajo.
Angel Bassols tiene la voluntad de ser hombre de su tiempo, de expresar
10 que su sensibilidad capta en derredor, de acompasar su idiasincracia a
un mundo que vive un ritmo dado por nuestras peculiares condiciones
socioeconómicas. Como señaló recientemente Edmund Pellegrino, direc-
tor del Instituto de Ética y Humanidades del Centro Geográfico de
Georgetown: "La Geografía es la más humana de las artes, la más artística
de las ciencias y la más científica de las humanidades". Este es el sentido
que deberemos darle a un nuevo paradigma geográfico como deja entrever
en su multifacética obra el Doctor Bassols, que se alimenta en las raíces de
su linaje y le consagra como un profundo conocedor del territorio nacional,
que busca un verbo donde el símbolo es imagen, transmitiendo sus propias
vivencias y emociones.
De esta forma, nos describe como percibió la vasta región del Noroeste
a las 18 años de edad, cómo sintió que "uno es como los demás" cuando se
trabaja como asalariado, de aquí su permanente lucha a favor de los
trabajadores del campo, de las minas, de las fábricas. Sus relatos yaquis
son considerados como parte de la literatura costumbrista mexicana, y su
nombre aparece junto a hombres de letras de la magnitud de Juan JosC
Arreola, Mariano Azuela, Fernando Benítez, Mauricio Magdalena, Jo-
sé Revueltas, Francisco Rojas y Agustín Yáñez entre otros más.
Esta Antología permite acercamos a la obra de Angel Bassols y percibir
su vocación de investigador y de docente en un sentido amplio. Cualquier
información es estéril si, después de haberla recibido, no se refleja saber
el medio circundante para modificarlo, a la manera de como el Dr. Angel
Bassols ha impactado el entorno academico donde ha ejercido su profesión
científica. Es expresar, en otros términos, la noción de eficiencia tal como
la define la cibernética. Transformar nuestro mundo, que nos transformará
a su vez, tal e s el intercambio entre él y nosotros, esencial paro cl
desarrollo de la Geografía de nuestro tiempo. Y a partir de los hechos
aprehendidos del entorno, descubrir nuevos esquemas de regulación,
nuevas estructuras, que permitan comprender mejor la unidad del mundo
material y vivo, enriquecer por el análisis y simplificar por la síntesis,
extender sin cesar nuestra comprensión del mundo buscando en 61 lo cjue
une y valorando lo que divide, hacer entrar hechos esparcidos en un
sistema de regulaciones en un grado de organización más elevado, preferir
el poema al diccionario, tener las rígidas definiciones, acientíficas, y
utilizarlas, sin embargo, para conducirnos en el trabajo cotidiano sin
esperar comprensión al esfuerzo brindado en la forma en que Angcl
Bassols realiza su obra, ejecutando y ponderando transeptos por el terrilo-
rio nacional.
Si no se comprende a los demás y los demás no nos comprenden, es sin
duda porque nuestras fuentes de información son diferentes. Pero eslo no
quiere decir forzosamente que el uso que hacen o que hacemos de esas
informaciones sea "bueno o malo". Es diferente. El único criterio es quizds
la eficacia; es eficaz una acción que permite al hombre no mantenerse
inconmovible en un medio que cambia, sino evolucionar en armonía con
las transformaciones del medio. Todo sectarismo, todo fjjismo, toda
posesión intelectual limitada y no evolutiva, son ineficaces, están conde-
nadas al olvido. En este sentido el Dr. Bassols da ejemplo de armonía cn
la dinámica con que ha matizado su obra, en las metas que se ha traziido
y la labor creativa que es su cotidianidad y razón de ser.
En el desarrollo de su trabajo geográfico en el campo, por los dislinlos
rumbos del país, ha vencido los obstáculos que todo investigador enfrenta,
y que tiene su base en el diferente desarrollo general del país. El geógrafo
Angel Bassols Batalla ha enfatizado que: "Es innegable la importancia de
tener ideas claras sobre las características del fondo nacional de recursos
naturales de que dispone nuestr9 país, así como de las condiciones y
problemas determinados por la geografía para la explotación de los
mismos, en la eterna lucha del hombre por el dominio de la naturaleza. No
e s menos importante comprender la influencia d e la organización
económica y social, con base en una adecuada teoría de los recursos, sobre
las modalidades que adquiere esa explotación en cada etapa del desen-
volvimiento histórico de los pueblos, de conformidad con los niveles
generales de desarrollo alcanzados, tanto a la escala de todo el país como
a la de las distintas regiones geoeconómicas resultantes de la interacción
de la geografía y las relaciones económicas".
Bassols es una mente lógica, educada con conocimientos variados y
conducida mediante imperativos eticos precisos, que forjaron su enCrgica
personalidad en el cumplimiento de propósitos sostenidos a lo largo de
más de 30 años de trabajo sin tregua. Consigo lleva las señas de identidad
del liberalismo combatiente, enfatizando que han sido nuestros liberales,
precisamente, quienes han reunido la fuerza del pensamiento a su ca-
pacidad de acción para crear las libertades fundamentales que gozamos los
mexicanos. Por eso sus escritos casi siempre van dedicados al pueblo
trabajador de las diferentes partes del país: "A los indios huicholes del
Norte de Jalisco, ganaderos de la Sierra, mineros de Bolaños. A los indios
yaquis, por su gloriosa lucha eterna en pos de la justicia. Al pueblo
trabajador del Noroeste, verdadero creador de la riqueza social. A los
trabajadores indígenas y mestizos de las Huastecas. A los campesinos y
obreros de Mexico, actores principales en la dramática lucha del hombre
con la naturaleza y cuyo brazo poderoso la transforma. A los trabajadores
de la región carbonífera, protagonistas de la Gran Huelga y la Caravana
Minera de 1950-1951. A la nueva generación de mexicanos, que sin temor
a las dificultades recorrerán todas las rutas de la montaña, la selva, el mar
y el desierto, para conocer científicamente la inmensa variedad regional de
nuestra patria y llevarla a una etapa superior de desarrollo económico y
social".
En su obra se encuentra el firme convencimiento de que el mejor uso de
los recursos debe ser consecuencia lógica de la planeación económica y
social, la cual tiene por meta alcanzar una producción que cubra todas las
crecientes necesidades de los habitantes, tanto en cantidad como en
calidad, pero evitando el derroche de recursos y liquidando las crisis de
sobreproducción y las escaseces agudas.
Deseo terminar la presentación de esta Antología que, a manera dc
homenaje a la obra y calidad humana del Dr. Angel Bassols Bat:ill:i,
publica el Instituto de Investigaciones Económicas de la LINAM, con las
palabras del maestro Jaime Torres Bodet que se ajustan a su entorno
espiritual: "Porque un hombre no es sólo una reacción frente al lugar dondc
nace y ama, sufre, piensa y trabaja; ni es, tampoco, una pasiva enlidcid,
subordinada al rigor de la biología. Es contestación vulnerable, y cn
ocasiones imprevisible a las exigencias del medio que lo circunda y :i1
llamado de su linaje. Un hombre es tambikn hipótesis sin descanso,
invención sin tregua, creación perenne y descubrimiento incesante dc los
enigmas que propone su propia esfinge en la ondulación -luminosii
sombría- de su universo.

Luis Fuentes A~gi~iltri


Introducción

Cualquier intento que se encamine a recoger la trayectoria acadkmica de


un investigador y maestro cuya obra escrita y oral es de dimensiones tan
amplias y diversificadas, difícilmente puede concretizarse en concordan-
cia estricta a su dimensión real dentro de un texto breve como la presente
Antología.
De cualquier manera, la intención que tuvimos al llevar adelante
esta idea no corresponde a otra que la de presentar el pensamiento de un
destacado autor de las ciencias sociales, a través de una selección repre-
sentativa de su obra y contribuir así a su difusión. Esta idea adquiere una
dimensión particular en momentos como el presente, que parecen caracte-
rizarse por una crisis en la definición de las ideas, al tiempo que las
posiciones críticas sobre el entorno social resultan alevosamente ignora-
das bajo una estrategia abierta de descalificación, justamente por estar a
favor de los intereses populares mayoritarios.
Sobra decir que las dificultades financieras que enfrentan actualmentc
las instituciones académicas se convierten en una limitante real para
difundir todo aquello que sea conocimiento científico comprometido
socialmente. Dicha situación nos impide en sí misma, alcanzar a plenitud
el objetivo que en un principio nos planteamos; es decir, rescatar la mayor
parte de los escritos de la obra de Bassols que se han convertido en una
verdadera aportación a la ciencia en general.
A pesar de las dificultades reconocemos, no en un afán de justificar las
limitantes de la antología, que la historia sigue un criterio invariablemente
rigorista para medir los resultados concretos alcanzados y tiende a j u ~ g a r
más bien en función de las insuficiencias de quienes se atrevieron a
sintetizar sus personajes, que de acuerdo a las carencias en que sc
emprendió tal intento. Por ello, la tarea se restringió a lograr un objelivo
sencillo que sólo busca difundir ideas que de acuerdo con su trascendencia
deben estar menos ocultas.
El Dr. Angel Bassols Batalla ha logrado convertirse indiscutiblemente
en un personaje sobresaliente de la historia científica mexicana contem-
poránea apoyado tan sólo con su obra escrita c o m o carta d e recomen-
dación. Dicha obra se caracteriza por s u gran solidez teórico meto-
doligica, sujeta a la confrontación crítica, donde analiza sistemáticamente
cada uno de los element»s del entorno físico geográfico (mundial y
nricional), su uso, racionalidad y las repercusiones sociales d e su ex-
plotación y distribución. El desarrollo y resultado de su trabajo s e somete
~i una comprobaci6n abierta con la realidad mcdiante un exhaustivo tra-
bajo de campo, situación que le obliga recorrer prácticamente todos los
rincones del territorio nacional, y la mayor parte de las países del mun-
do, e m p l e a n d o una depurada metodología d e investigación s o b r e el
terreno.
El resultado de las reflexiones alcanzadas por este científico social s e
encuentran plasmadas en numerosas documentos de dominio público, los
cunles constituyen ya un auténtico patrimoriio nacional; un grupo cada vez
mayor de científicos e instituciones (académicas y públicas) s e apoyan en
la obra dcsde diversos ángulos, sea por su trascendencia metodológica o el
insupcrablc rigor analítico d e la realidad.
Correspondiendo a la situación arriba señalada, el presente intento de
ordcnnmiento d e la obra de Bassols, refleja los resultados d e una vida
intelectual entregada por más de treinta años al injustamente desvalori-
zado trabajo d e investigación y docencia. Sin embargo el esfuerzo del
maestro no es de ninguna manera inútil, por el contrario, sus aportes han
servido y sirven a la reflexión y construcción teórica, amén d e que forman
toda una escuela d e pensamiento económico-geográfico en América Latina
y MCxico, que enriquecen cotidianamente la vida acadtmica, al tiempo
que sirven dc guía a las distintas instancias de planeación oficial de este
país, sin que todavía exista un reconocimiento suficientemente justo de
ello.
i í t piedra angular de la obra de Bassols está representada sin duda, por
la valorización de la Geografía como ciencia, así como de la utilidad que
esta tiene en cl marco de una sociedad cambiante que requiere obligada-
mente de la reflexión y de la investigación para mejorar cuantitativa y
cualiLativamente s u devenir histórico; ello representa al mismo tiempo el
centro dc sus preocupaciones c o m o investigador.
"La historia del pensamiento geográfico siempre m e atrajo: ver como ha
evolucionado el pensamiento humano, los descubrimientos, los libros a
iravés de la historia. c h o el hombre s e hizo gigante. Es decir, desde la
falta incluso del lenguaje escrito para dejar testimonio de lo que veía y
conocía sobre la naturaleza y el uso de los recursos" ... "No interesa una
Geografía como pasatiempo, para llenar el cerebro de conocimientos más
o menos vastos, sino para aplicarlos al problema central de nuestra época:
el de la desigualdad, la miseria, el hambre y la explotación humana."
La entrega al conocimiento de la Geografía sirve entonces "para
percatarse de cómo se han enfrentado las realidades, así como de tratar de
superarse y obtener de la naturaleza el fruto para satisfacer necesi-
dades" ... "El hombre no reacciona ante la naturaleza por intuición, sino
que lo que hace por una necesidad básica material y porque el número de
habitantes crece; por las necesidades prácticas tecnológicas, así como
de producción, distribución y consumo".
Así pues, Bassols establece que la Geografía es una ciencia práctica que
debe ser utilizada como una herramienta de interpretación del desarrollo
social; es en tal ejercicio donde esta disciplina entrelaza los hechos de
caracter natural con los de índole demográfica, económica y social, única
forma de entender a las actividades productivas que no son ni pueden ser
resultado mágico de la voluntad humana.
Otra característica importante de la obra de Bassols, es la frescura con
que trata problemas escabrosos y de alta complejidad, siempre de manera
directa pero amena donde se encuentra presente incluso una clara sensi-
bilidad literaria.
La posición científica que asume el maestro, nos permite constatar que
difícilmente podríamos encontrar en México, y aun en el extranjero, algún
estudioso especializado en los problemas territoriales, que no se remita
como consulta obligada a las aportaciones sobre regionalización
económica y social planteadas en los diversos trabajos de Bassols. Por que
además los estudios de este singular autor de ninguna manera se circuns-
criben s61o al territorio mexicano; son variados los estudios que ha
elaborado también sobre sitios lejanos y extraños, tal es el caso de Etiopía,
India, Vietnam; o los escritos de sus experiencias en la Unión Soviética al
final de la gran guerra.
Para el caso de México, la Regionalización Económico Social repre-
senta una contribución pionera, la cual no ha podido invalidarse o supe-
rarse ni a través de gigantescos equipos de investigación creados para tal
fin y apoyados de los más modernos instrumentales técnicos acompañados
de amplios recursos económicos. Lejos de ello, las nuevas regionali-
zaciones de carácter operativo se enriquecen a través de una actualización
constante y paciente que realiza el maestro y su equipo desde su trinchera
en el Área de Economía del Desarrollo Regional y Urbano del Instituto de
Investigaciones Económicas de la UNAM.
Un científico y viajero incansable que ha requerido, de acuerdo a las
exigencias de su objeto de estudio, de estudiar los problemas Vi situ para
sustentar mejor sus aseveraciones, indudablemente confronta un gran
número de realidades distintas y distantes. Esto le ha sido de gran utilidad
para reforzar una posición intelectual objetivamente nacionalista basada
en la justicia social, pero sin perder de vista la heterogeneidad natural y
cultural que existe entre las diversas regiones geográficas de México.
Algunos de los aspectos de la obra de Baswls que aquí presentamos,
obedecen a una clasificación de mera formalidad editorial, ya que las
aportaciones hechas por el maestro no son necesariamente asf de rígidas;
sus distintas reflexiones mantienen una estructura mucho más flexible,
abarcan todo el entorno de la relación hombre-naturaleza y no se reduce a
iratar los problemas de manera aislada o descontextuada de su momentos
y devenir histórico.
De cualquier manera, la clasificación se justifica en el hecho de que la
obra tampoco se caracteriza por seguir una línea anárquica o ecléctica. En
algunas de ellas predomina el rasgo teórico sobre el empírico o enfatiza en
un estudio de caso más que en un problema macroestructural; esta es una
de las razones de que hallamos seguido el presente agrupamiento, inde-
pendientemente de que por razones de espacio la selección sea muy
limitada y no se encuentren presentes algunos trabajos que igualmente
considerama de gran trascendencia. Dejamos a entender de los lectores,
el papel que el maestro ha tenido dentro de las tareas hurnanísticas, de
c'ocencia, su posición política y la descripción rica en contenido de sus
incontables viajes nacionales e internacionales, mismos que incluimos en
un apartado bibliohemerográfico.
La Antología se encuentra desagregada en cuatro grandes apartados,
independiente del prólogo y el perfil bibliohemerográfico: 1) La funda-
mentación teórica; 11) La línea metodológica; 111) El estudio de la regio-
rialización socioeconómica; y, IV) Estudios de caso.
En cada uno de los rubros expuestos se rescatan trabajos que han
perfilado las principales aportaciones del autor desde una perspectiva
económico social y dentro de una unidad dialéctica.
La agrupación señalada tiene indudablemerite un sentido arbitrario, lo
cual no es concordante con el conjunto de su obra en tanto que la principal
característica es su precisión, al margen del aspecto particular que aborde.
No obstante, encontramos w m o hilo conductor un hecho irreductible: el
que prácticamente toda la obra se circunscribe a la interpretación del
espacio y a la interrelación hombre-naturaleza.
A no dudar, la Antología es sólo el punto de partida desde dondc
consideramos, se debe empezar a estudiar los aportes de este geógrafo
ejemplar y continuar así alimentando un filón primordial de la ciencia,
como lo es la Geografía Económica.
Finalmente, los temas que sometemos a consideración del lector inscri-
tas dentro de la obra de Bassols, fueron seleccionados y sistematizados por
los investigadores Felipe Torres Torres y Javier Delgadillo Macías del
Instituto de Investigaciones Económicas de nuestra máxima casa de
estudios. Con ello nuestro Instituto rinde un sencillo pero significativo
homenaje a su investigador decano que por más de 30 años de labor
ininterrumpida ha contribuido al engrandecimiento institucional y plas-
mado sus más importantes páginas sobre estudios del entorno nacional e
internacional.

Instituto de Investigaciones Económicas


Perfil bibliohemerográfico
de la obra de Ángel Bassols

Libros escritos

1. "Naturaleza y población en el África Occidental Francesa". (Tesis de


licenciatura, en ruso). Universidad "Lomonosov" de Moscú, 1949,
162 pp.
2. "Cinco años en la URSS~'. Mtxico, 1950, 234 pp.
3. "Mtxico. El País. (Análisis geográfico)". México 1951, 186+v111 pp.
(inédito).
4 . "Relatas mexicana". Ed. Los presentes, México, 1954, 90 pp.
5 . "Bibliografía geográfica de Mtxico". Secretaría de Agricultura y Ga-
nadería, México, 1955, 662 pp.
6 . "El Estado de Mtxico, Panorama geoeconómico". Ed. Stylo, Mtxico,
1956, 142 pp.
7 . "Cuestiones de geografía mexicana". SMGE, México, D.F., 1956, 153
PP.
8. "Dibdoro Batalla". (Coordinador, coautor con Clementina B. de
Bassols). México, 1957.
9 . "Las aspectos geoeconómicos y humanas de la exploración en el Te-
rritorio de Baja California". SMGE,Mtxico, 1959, 195 pp.
10. "Mi Teniente Ambrosio y otros relatos". Ed. Los Presentes, México,
1960, 77 pp.
11. "Segunda exploración geográfico-biológica en la Península de Baja
California". SMGE,México, 1961, 187 pp.
12. "Curso de Geografía Econbmica General y de México (Apuntes)".
ENE-UNAM, 1962, 234 pp y % pp. anexos (mimebgrafo).
13. "México y la división económica regional". ENE-UNAM, 1%4; 125 pp.
(mimeógrafo).
PERFIL BIBLIOHEMEROGRAFICO

14. "Viajes geográficos en Europa". SMGE,México, 1965, 266 pp.


15. "Zonificación de México para fines de planeación económica y so-
cial". México, Secretaría de la Presidencia, 1965, 96 pp.
(mimeógrafo).
16. "La división económica regional de México". UNAM,México, 1967,
264 PP.
17. "Recursos naturales". Ed. Nuestro Tiempo, Mexico, l g O edición,
1986, 366 pp.
18. "Geografía económica de México". Ed. Trillas, México, 436 pp. 1970,
edición, 1984, 448 pp. (edición en ruso, Moscú, 1981, 184 pp.)
19. "Geografía para el México de hoy y de mañana". ENT, México, D.F.,
227 pp.
20. "El Noroeste de México. Un estudio geográfico-económico". México,
UNAM, 1972, 622 pp. y mapas.
21. "Diversidad regional, regiones económicas y regiones agrícolas de
México". Tokio, Institute of Developing Economies, 1972, 143 pp.
(publicado en japonés).
22. "La Costa de Chiapas. (un estudio económico regional)". UNAM,
México, 1974, 168 pp. y mapas (coordinación y coautor).
23. "Geografía, subdesarrollo y regionalización". ENT, México, D.F., 8a.
edición, 1982, 250 pp.
24. "Estudio geográfico y socio-económico del Estado de Quintana Roo".
SMGE, México, D.F., 1976, 292 pp. (coordinación y coautor).
25. "Las Huastecas en el Desarrollo regional de Mexico". Ed. Trillas,
México, D.F., 1977, 436 pp. (coordinación y coautor).
26. "Régions économiques et régions industrielles de transformation au
Mexique". Université de Haute Bretagne, Rennes, 1977, 404 pp. (en
francés), (tesis de doctorado).
27. "México. Formación de regiones económicas". México, D.F., UNAM,
2'. edición, 1983, 626 pp. mapas.
28. "La República Socialista de Vietnam". UNAM,México, D.F., 1981,
100 pp., mapas.
29. "Realidades y problemas de la Geografía en México". 2'. edición, ENT,
Mexico, D.F., 1985, 220 pp. (coordinación y coautor).
30. "Lucha por el espacio social. Regiones del Norte y Noreste de
México". UNAM,Mexico, D.F., 1985, %O pp., mapas, gráficos, etc.
(coordinación y coautor).
3 1. "Veinticinco años en la Geografía mexicana". Mexico, UNAM,1985,
360 pp.
PERFIL BIBLIOHEMEROGRAFICO

32. "Geografía, subdesarrollo y marxismo". México, D.F., ENT, 4°. edi-


ción, 1987, 262 pp.
33. "Voces mexicanas sobre Narciso Bassols". México, IIEC,175 pp., a
renglón sencillo (selección y arreglo), 1984.
34. "Cartas. Narciso Bassols". (Selección y revisión). México, IPN-UNAM,
1986, 450 pp.
35. "Etiopía. Una revolución triunfante7'. IIEC-ENT,
México, 1987, 108 pp.
36. "El Norte de Jalisco. Una región 'remota' de Occidente". IIEC-Armella,
México, 1988, 188 pp. (coordinador y coautor).
37. "Transformación del mundo contemporáneo". México, Universidad
Obrera, 1988, 110 pp.

Colaboraciones en otros libros

1 . La Ciudad de México y su región económica. En " S i m p i o sobre el


Valle y la Ciudad de México", Conferencia Regional Latinoameri-
cana, SMGE, Tomo IV, 1%6, PP. 113-136.
2. Geografía y desarrollo histórico de M h i c o . En "Simposio sobre
regiones y desarrollo", IIS-UNAM,1973, pp. 11-44.
3. Comentario a la ponencia Estado, federalismo y concentración en
México. En "El federalismo y la coordinación fiscal", IIJ-UNAM, 1981,
pp. 39-57.
4. El atraso corno fenómeno histórico, en "Lecturas universitarias. Núm.
16. Antología de Geografía histórica moderna y contemporánea",
México, UNAM, 1974, PP. 616-1641.
5 . Zonas y regiones geoeconómicas de Mérico, en "Geografía de AmCrica
Latina", UNESCO,1975, pp. 76-80.
6 . Asesoría del trabajo titulado "Estudio socieconómico y demográfico
del subsistema de ciudades Chihuahua-Cuahtémoc-Deli-cias-Parral,
622+22 pp. (en máquina) y anexos. (Parte del Estudio socieconó~nico
y demográfico del subsistema de ciudades de la República Mexicana,
CONAPO, México, 1988.

Folletos

1. "Los yaquis". (En ruso). Moscú, 1948.


2. "Mineros de Coahuila". Edición del autor. México, D.F., 1951, 16 pp.
PERFIL BIBLIOHEMEROGRAFICO

3. "Caravana de hombres libres". Edición del autor. MCxico, D.F., 1952,


24 PP.
4. "Una flor del trópico", en Anuario del cuento mexicano, INBA,1955,
PP. 35-51.
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8. "Introducción a la Metodología para Estudias Geoeconómicos sobre el
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2". edición, UNAM, 1973, 142 pp.(coautor).
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11. África 1978, sobre tiro de Cuadernos Americanos, año XXXVIII, Núm.
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12. "Relación entre subdesarrollo, desequilibrio regional y contaminación
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13. "Unión de Geógrafos Progresistas de Mexico. Fundamentos y Estatu-
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3. "La habitación rural típica de cinco regioncs de México". Para el X V ~ I I
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Estocolmo, 1960.
7 . "Observaciones geográficas en el desierto de Vizcaíno, B.C." Para el
XIX Congreso Internacional de Geografía, Estocolmo, 1960.
8 . "Sobre la salinidad en el Valle de Mexicali", Foro de discusión.
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29. "Los recursos naturales de México y el desarrollo". México, D.F.,
1970, 13 pp.
30. "Geografía, historia y desarrollo". México, D.F., 1970, 13 pp.
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65. "Investigaciones sobre la Franja Fronteriza Septentrional", 1987, 1 4
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14. "Teoría y práctica del desarrollo regional". Universidad de BCS, 1988,
8 PP.
15. "Dos ejemplos de lucha y la desertización". FFL-UNAM, 8 pp.
16. "La catástrofe ecológica mundial". SEDUE, 1989, 8 pp.
17. "África Occidental: Economía y ecologían. II&-UNAM, 1989, 9 pp.
18. "La perestroika. Un punto de vista". IIEc-UNAM, 1989, 15 pp.
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Artículos

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Artículos: 2 (Viajes), 1969 y 1970.
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39. Política. México, D.F. Artículos: 2 (Problemas de México)
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40. Posición. Mtxico, D.F. Artículos: 15 (Editoriales y temas varios)
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Geografía e Historia. Artículos: 3 (Geografía económica de México)
Núms. 42, 46 y 47, 1952 y 1956.
47. Revista del Instituto Geográfico Italiano. Roma, Italia. Artículos: 2
(Fases de desarrollo de la Geografía mexicana) Núms. 4-6, 1965, pp.
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48. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales. México D.F., FCPS-
UNAM.Artículos: 2 (Ciudades de México y sismos de 1985). Núms.
111-112, 1983, pp. 21-39, Núm. 123, 1986, pp. 11-20.
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50. Ten-a. Universidad Central de Venezuela, Caracas. Artículos: 2,
Núms. 3-4, 1978.
51. Tiras de Colores. México, D.F. Artículo: 1 (Recuerdos S soldado del
Ejercito mexicano). 1944.
52. Universidad. UNAM. Artículo: 1. Febrero, 1970.
53. Veprosi Geografii. Universidad de Moscú, mss. Artículo: 1 (Etapas
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54. Mernorias de la Comisión de los Salarios Mínimos. Artículos:
7 (División de México en Regiones Económicas) 1964, 1966 y
1968.
55. Transformación. México, D.F. Artículos: 3. 1973-1975.
56. América Latina. Moscú, u ~ s s .Artículo: 1, 1982, Núm. 8, pp. 75-
83.

RESUMEN DE ART~CULOS. Total 313, especializados: 127, de divulga-


ción 196.

Transmisión por radio y televisión: 17.

Entrevistas para UNAM y o t r a organismos: 31.


PERFIL BIBLIOHEMEROGRÁFICO

Traducciones importantes

1 . "Los enemigos naturales de China, derrotados". (De "China's New


Creative Age"), México, D.F., 1953, 43 pp. (Del Inglés).
2 . "El Transporte en la LW". (De "Tridtsat let Sovietskovo Trans-
porta"). México, D.F., 1954, 35 pp. (Del ruso).
3 . "Economía del Transporte" (De "Economics of Transportation").
México, D.F., 1954-1955, 320 pp. (Del inglés).
4. "Los Transportes en la Nueva China". (De "People's China). MCxico,
D.F., 1955, 20 pp. (Del ingles).
5. "Apuntes del Doctor Riajin". (De Máximo Gorki). MCxico, D.F.,
1954. En "Novedades", 2 de enero de 1955. (Del ruso).
6 . "La Desgracia de ser inteligente". (De A. Griboiedov). México, D.F.,
1954. Comedia no publicada en castellano, versión preliminar.
7 . "Las regiones económicas de México". (De Y. Mashbitz). Mkxico,
D.F., 1963 (folleto).
8. "Orozco". (De A. Kostenevich). México, 1969.
9. "Cuestiones teóricas y metodológicas de la Geografía Económica y
Social de las paises extranjeros", de Y.G. Mashbitz". (Del ruso). 1983-
1984.

Conferencias y Cursillos

Instituciones donde ha leido conferencias

1. Universidad Nacional Autónoma de México: Escuela Nacional de


Economía (hoy Facultad), Instituto de Investigaciones Económicas;
Facultad de Filosofía y Letras; Facultad de Derecho; Instituto de
Investigaciones Sociales; Instituto de Geografía; Preparatoria 2;
Preparatoria 6; Preparatora 7; ENEP Aragón; División de Estudios
Superiores, Facultad de Economía; Colegio de Geografía, FFL; Centro
de Ciencias del Mar y Limnología; Instituto de Geografía; Facultad de
Estudios Superiores Cuautitlán; Facultad de Arquitectura; Extensión
Universitaria; Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
2. Instituto Politécnico Nacional; Escuela Superior de Economía; Es-
cuela de Ciencias Físico-Matemáticas, Subdirección TCcnica; ESIQUIE,
ENEP Acatlán; ENCB.
3 . Escuela Normal de México.
PERFIL BIBLIOHEMEROGR~ICO

4. Escuelas Normales Superiores: México; Tepic, Nay.; Monterrey, N.L.;


La Laguna (Gómez Palacio).
5 . Universidad Agrícola, Chapingo; Escuela de Agricultura "Antonio
Narro", Saltillo, Coah.
6. Unii>ersidadesdel interior de la República: Puebla, Guadalajara, Cu-
liacán, Mexicali, Monterrey, Hermosillo, Chihuahua, Zacatecas, San
Luis Potosí, Jalapa, Oaxaca, Chilpancingo, Toluca, Cuernavaca,
Mérida, Nayarit, Saltillo, Morelia, La Paz.
7. Otras escuelas o instituciones del interior: Secundaria Melchor
Ocampo del Balsas, Mich., Preparatoria de Ensenada, B.C., Biblioteca
Pública de Tijuana, B.C., Sociedad Campesina de La Laguna 1962,
Sindicato de Mineros, Nueva Rosita, Coah.; Ejido Colectivo
Quechehueca, Son.; Sociedades Campesinas del Valle de Mexicali,
B.C.; Grupo Ixtepec, Oax., Escuela Secundaria "Benito Juárez",
Toluca, Méx., Cabildo de la ciudad de Tampico, Tam., Cabildo de
Tecpan de Galeana, Gro., Unión de Sociedades Colectivas de Crédito
Ejidal; Torreón, Coah., Instituto Tecnológico de Oaxaca, Secretaría
de Obras Públicas, Guanajuato, Gto., Municipio de Valle Hermoso,
Tam., Chetumal, Q. Roo, Museo Michoacano, Morelia.
8. Otros organismos de la capital: Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística, Sociedad Mexicana de Planificación, Asociación Mexi-
cana de Geógrafos Profesionales, Sociedad Mexicana de Arquitectos,
Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Dirección de Geografía
y Meteorología, Secretaría de Obras Públicas, Secretaría de Recursos
Hidráulicos, Secretaría de la Presidencia, Sociedad de Estudios Mexi-
canos, Círculo de Estudios Mexicanos, Movimiento de Liberación
Nacional, Instituto de Amistad México-u~ss,Radio Universidad,
Asociación Mexicana de Periodistas, Instituto Mexicano de Recursos
Naturales Renovables, Instituto Mexicano del Petróleo, El Colegio de
México, FIOSCER,Colegio Nacional de Economistas, Sociedad Mexi-
cana de Historia Natural, Comité de Amistad con Vietnam, Unión de
Geógrafos Progresistas de México, Museo de Culturas Populares,
Instituto México-Etiopía, Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
9. Universidades del extranjero: Santiago de Chile; Mendoza, Argen-
tina; Tunja, Colombia; Barranquilla, Colombia; Recife, Brasil;
Madrás, India; Alihabad, Orisea y Calcuta, India; Nueva Delhi, India;
Benares, India; Colegio Merati, India; La Habana, Cuba; Bucarest,
Rumania; Varsovia, Polonia; Svichtov, Bulgaria; Moscú, m;Acera,
Ghana; Jakarta, Indonesia; Irkutsk, Siberia (mss); Tokio, Japón;
PERFIL BIBLIOIIEMEROGRÁFICO

Meigi, Tokio; Vancouver, Canadá; Rennes, Francia; Museo de Ren-


nes, Francia; Central de Venezuela, Caracas; De Los Andes, Mérida,
Venezuela; "Simón Bolivar", Barranquilla, Colombia; Panamá, Pana-
má; Nacional, Heredia, Costa Rica; Cuenca, Ecuador; Palma de
Mallorca, España; Nacional de Nicaragua, Managua; Santo Domingo,
República Dominicana.
10. Otras instituciones del extranjero: Academia de Ciencias de Cuba;
Academia de Ciencias de la URSS; Sociedad Argentina de Estudios
Geográficos, Buenos Aires; Instituto de Altos Estudios de América
Latina, París; Centro de Estudios Sociales, Calcuta; Centro de Estu-
dios de la Economía Mundial, La Habana; Instituto de América Latina,
Moscú, unss.

Docencia

1. Profesor de Geografía económica general y de México. ENE, UNAM,


1957-1974; General, CG, FFL, UNAM, 1979-1981.
2. Seminarios de Geografía regional, mundial y de MCxico. CG, FFL,
UNAM, 1978-1982.
3 . Cursillos de Geografía económica regional y mundial. ENS; Escuela de
Graduados, Monterrey, N.L., 1979; Torreón, Coah., 1981; Monterrey,
N.L., 1986 y 1988.
4. Cursillo de análisis de la ocupación del espacio mexicano. ONU-SPP,
1979.
5 . Curso sobre Desarrollo regional de la Frontera Norte de México.
Universidad de BC, Mexicali, 1984.
6. Curso sobre regionalización socioeconómica de México. Universidad
de Guadalajara, Guadalajara, Jal., 1984.
7 . Profesor de Geografía Regional (Económica) de México y prácticas.
CG, FFL, UNAM, 1982-1989.
8 . Curso sobre Transformación del mundo (1917-1987). En Universidad
Obrera de México, 1987.
9. Tesis dirigidas: 12 en ENE, 6 en CG-FFL y 1 en UASLP.

Viajes y otros eventos realizados sobre el terreno

1 . Viajes especiales de investigación por la República Mexicana (dura-


ción varios días cada uno): 66 hasta 1977 y 25 (para redactar la tesis
de 90ctorado).
PERFIL BIBLIOHEMEROGRAFICO

2. Exploración geográfica y económica en el Istmo de Tehuantepec, a


pie. Enero de 1968 (Participación y coordinación).
3. Investigación geográfica y económica en el Noroeste de México.
1968-1972 (14 viajes).
4 . Investigación de zonas de colonización en La Chontalpa, Tab., y
Península de Yucatán, 1963 y 1973 (2).
5 . Investigación geográfica y económica en el Centro de Chiapas y La-
candonia. Enero de 1970 (participación y coordinación).
6 . Exploración geográfica y económica en la Costa de Chiapas, a pie.
Enero-febrero 1971 (participación y coordinación).
7 . Viajes de investigación geoeconómica en las Huastecas. Diciembre
1972-abril 1973, noviembre 1974, febrero 1975 (9).
8 . Viajes por la cuenca del Papaloapan. 1975-1976 (3) y del Balsas 1967-
1969.
9 . Viajes para la investigación de las regiones del Norte y Noreste de
México. 1976-1984 (27).
10. Viajes para la investigación geográfica y económica del estado de
Quintana Roo. 1975-1976 (3).
11. Investigación de las regiones del Centro-Occidente y en especial del
Norte de Jalisco. 1983-1987 (37).
12. Hasta la fecha, unas 115 excursiones (prácticas) con estudiantes a
diversos lugares de la ciudad y la Cuenca de México y en por lo menos
19 estados de la República.
13. Viajes personales de investigación, por Europa, Asia, Estadas Unidos-
Canadá, América Latina, África y Australia-Nueva Zelanda e islas del
Pacífico (52).
14. Viajes por la Cuenca de México pdra delimitar expansión física de la
aglomeración de la Ciudad de México. 1987-1988 (26).

Ilistinciones académicas recibidas

1 . Medalla del Ateneo Nacional de Investigaciones Geográfica, México,


D.F., 1972.
2. Medalla de la Universidad de Cracovia, Polonia, 1973.
3 . Medalla al Mérito Universitario (25 años de servicios), UNAM, 1982.
4 . Profesor Emérito de la Universidad "Simón Bolivar", Barranquilla,
Colombia.
5 . Medalla de oro, otorgada por la Liga de Amistad con los Pueblos,
Berlín, RDA, 1985.
PERFIL BIBI.IOHEMEROGRAFICO

6 . Placa del Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, 1986.


7. Investigador Nacional, 1984-1988, 1988-1992, SEP-SNT.
8. Diploma de la Unión de Geógrafas Progresistas de Mkxico, 1989.

Abreviaturas utilizadas

APN Agencia de Prensa Novosti.


CM Colegio de Mkxico.
CETENAL Comisión de Estudios del Territorio Nacional.
CG Colegio de Geografía, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
C1 Congreso Internacional de Geografía.
CNIT Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
CNSM Comisión Nacional de las Salarios Mínimos.
CMP Consejo Mundial de la Paz.
CRA Conferencia Regional Africana.
ENE Escuela Nacional de Economía, UNAM.
ENEP Escuela Nacional de Estudios Profesionales, UNAM.
ENCB Escuela Nacional de Ciencia Biológicas, IPN.
ENP Escuela Nacional Preparatoria, UNAM.
ENS Escuela Normal Superior.
ENT Editorial Nuestro Tiempo.
ESE Escuela Superior de Economía, IPN.
FCPS Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.
FFL Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.
FIOSCER Fideicomiso de Obras y Servicios a Campesinos.
IG Instituto de Geografía, UNAM.
IHM Instituto de Historia de Mexico.
IIEc Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM.
IIJ Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM.
11s Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM.
IMRNR Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables.
IPN Instituto Politecnico Nacional.
ONU Organización de Naciones Unidas.
RDA República Democrática Alemana.
SAG Secretaría de Agricultura y Ganadería
SEDUE Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.
SEP Secretaría de Educación Pública.
SMACHP Sociedad Mexicana de Amistad con China Popular.
PERFIL BIBUOHEMEROGRÁFICO

SMCI Sociedad Mexicana de Comercio Internacional.


SMGE Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
SNI Sistema Nacional de Investigadores.
SPP Secretaría de Pogramación y Presupuesto.
UAEM Universidad Autónoma del Estado de Mexico.
u ~ s 1 . P Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
rJnG Universidad de Guadalajara.
U G P M Unión de Geógrafos Progresistas de Mkxico.
U N A M Universidad Autónoma de Mkxico.
rJGl Unión Geográfica Internacional.
PRIMERA PARTE

La fundamentación teórica
La teoría. El conocimiento
de las regiones*

Desde los tiempos más antiguos de la historia humana, en particular desde


la época de la vieja Grecia, los hombres comenzaron a conocer el medio
que les rodeaba y a penetrar - e n un principio con gran lentitud- en los
secretos de la naturaleza. Uno de los aspectos que primero interesaron al
hombre fue la estructura de la superficie terrestre, encontrando que las
diversas formas de combinación de los factores del medio natural resulta-
ban en una variedad extraordinaria de paisajes; ello se complicaba más
todavía con la intervención creciente del hombre, quien al transformar a la
naturaleza creaba nuevos paisajes ecuménicos o culturales. Se anotó desde
aquellos tiempos que la Geografía debía tener como misión describir la
realidad del mundo conocido y también dirigir sus miradas a cada país en
particular, supuesto que eran muy distintas las condiciones naturales y
sociales imperantes en esta o aquella parte del globo terrestre. Ya el
filósofo Demócrito de Andera (460-370 a.c.) señalaba l o anterior y
muchos otros pensadores de Grecia insistieron en la necesidad de mostrar
las zonas diversas de la Tierra, destacando entre ellos los discípulos de
Pitágoras; Aristóteles, Dicearco de Mesina y Eratóstenes de Cirene,
pueden contarse entre los más importantes pensadores, cuyas ideas signi-
ficaron una revolución en las concepciones de su epoca.
El adelanto de los conocimientos generales sobre la naturaleza y las
diversas zonas que componen el mundo -sobre todo merced a los viajes,
las conquistas militares y el adelanto de las ciencias- condujeron a
renovar las ideas antiguas, pero no fue sino después de la Edad Media,
cuando llega la epoca de los Grandes Descubrimientos geográficos, que la
transformación de las relaciones de producción y la conquista de las

* Tomado de La división económica regional de México, UNAM, 1967, pp. 49-77.


colonias para bien de Europa, llevó a un nuevo adelanto en las con-
cepciones de la Geografía y su misión científica. El barón Alejandro de
Humboldt, Carlos Ritter y otros fundadores de la Moderna Geografía,
establecieron muchas de las bases hoy todavía vigentes en dicha ciencia y
pusieron enfasis en la descripción de las zonas vegetales, de los países
aislados, de las regiones de tipo climático, de los "cuadros de la natu-
raleza" basados en la relación de los distintos factores que los integran.
Hacia mediados del siglo x ~ xdiversos hechos, entre ellos el desarrollo
impetuoso del capitalismo, la necesidad de contar con mayores recursos
naturales y la conquista de lejanos territorios en América, África y
Australia condujeron al planteamiento de diversas cuestiones teóricas que
ayudaran al conocimiento de la naturaleza y al mejor aprovechamiento de
10s recursos. Entre este tipo de doctrinas se cuentan los primeros trabajos
sobre división en regiones naturales, desde un ángulo moderno, y tambikn
las obras iniciales para dividir un país en regiones económicas desde el
punto de vista prevaleciente en cada epoca.
Se ha señalado el año de 1850 entre los primeros en que se encuentran
diversos trabajos sobre división en regiones naturales de Europa Central;
por la misma epoca aparecen estudios de este carácter en Francia, Holanda
e Inglaterra y a partir de entonces se suceden dichas obras tanto en Europa
Occidental como en la Rusia zarista. Está clara, pues, la relación que existe
entre el desarrollo del capitalismo y el desenvolvimiento de las ideas sobre
división regional. Incluso resulta más patente dicha relación cuando ob-
servamos que a partir de la primera Guerra Mundial y sobre todo de los
años de la Gran Crisis de 1929-1933, se multiplican los trabajos de este ti-
po, que tienen como determinantes básicas la necesidad de explotar en for-
ma exhaustiva los recursos que ofrece la naturaleza, tratar de combatir me-
diante las prácticas de planeación económica los graves males sociales y
económicos de la sociedad capitalista y, además, desarrollar las ideas del
pasado y mejorar los sistemas de tipo científico para dividir un país en regiones.
La división de un territorio en regiones o zonas, puede llevarse a la
práctica en forma diversa, de acuerdo con los fines específicos que se
persigan y por ello puede haber divisiones de carácter administrativo, de
funciones judiciales y religiosas, militares o históricas, lo mismo que es
fácil recordar que la división en regiones naturales (climáticas, de vege-
tación, hidrológicas, etcetera) se presenta como una de las extendidas y
necesarias. Se puede entonces, variar el objetivo primordial de la división
regional, pero en todos los casos las regiones son partes de un territorio
estructurado en forma objetiva y que no dependen del arbitrio humano para
LA TEoR~A. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

existir y la misión científica de la Geografía, la Economía y otras discipli-


nas que se proponen llevar a la práctica una división regional cualquiera,
consiste en descubrir los fenómenos que han originado dichas regiones,
señalar y analizar los aspectos reales que caracterizan a las regiones. Esto
es interesante repetirlo porque todavía en la actualidad diversos investiga-
dores de los países occidentales insisten en el carácter idealista del
concepto región y pretenden convencer a los estudiosos de que las regiones
son un "concepto abstracto", "artificios para estudiar" los diversos
fenómenos de la naturaleza y de la vida social. Es decir, niegan la
existencia real de las regiones mismas y entonces la división en regiones
puede considerarse como un juego más o menos interesante en lucubra-
ciones o ideas que pueden cambiarse unas por otras, gracias al arbitrio
incontrolado del pensamiento humano.
En suma, las ideas sobre división tienen un origen de aparente desvin-
culación de los problemas prácticos, cercana a la concepción de la llamada
"ciencia pura", pero en realidad, desde un principio surgieron dichos
estudios como necesidades obligadas por el estado de desarrollo de la
sociedad. Durante la segunda mitad del siglo x ~ x e incluso buena parte del
presente, los investigadores dividieron el territorio de varios países euro-
peos en regiones llamadas naturales; de ahí surgieron los intentos posterio-
res de identificar el concepto de región natural con el de región económica.
Sin embargo, en tanto que las regiones naturales se desarrollan y se
integran merced a la combinación de los factores de tipo físico antes
mencionados, que tienen sus propias leyes de desarrollo y en las cuales cl
hombre tiene escasa posibilidad de cambiarlas en tanto no sea su acci6n
suficientemente importante, las regiones económicas se estructuran si-
guiendo las leyes de desarrollo económico y social de un país, o seii quc
son realidades muy distintas a las regiones naturales, a pesar de recono-
cerse la fuerte influencia que algunos factores naturales pueden tener, por
ejemplo el clima en la agricultura y la distribución de los pastos, la
evolución geológica en la conformación de los recursos minerales, el mar
y el agua de los ríos y lagunas, como base para los recursos marinos o
acuáticos continentales, etcétera.

Algiinos aspectos de Iris regiones en general y de Iris regiones natiirales

El diccionario Sopena nos dice que "región" es: "Una porción de territorio
que tiene carácter propio." Es decir, nos habla de que ese tCrmino indi-
ca, en primer lugar, la existencia de partes en que un todo se divide y
en segundo que dicha porción debe tener caracteres especiales, distintos en
uno u otro caso. Por lo tanto, evidencia ya la separación de las áreas y su
individualización. Pero, jes que de inmediato se desprende de esa defini-
ción que las regiones en general deben por necesidad tener un solo
elemento constitutivo, para llamarse con ese nombre? Evidentemente no.
Es más, nos hace reflexionar sobre una aparente contradicción, que habrá
de observarse someramente desde un punto de vista filosófico, en tres
etapas sucesivas.

1. Los fenómenos naturales y los de carácter demográfico y económico


existen en la Tierra en forma objetiva, independiente de nuestra voluntad,
de nuestro deseo, porque son producto de la acción de leyes naturales o
socioeconómicas que dependen - e n el caso de aquéllas- de factores
físicos, no humanos y su realidad es incontrovertible y las últimas se
estructuran a base de la actividad y la vida de millones de seres, de sus
relaciones de producción, de su modo de explotar las riquezas y distribuir
los frutos del trabajo. En el primer caso, la sociedad lo que puede hacer es
investigar las leyes naturales, ejercer influencias sobre ellas y even-
tualmente conseguir modificaciones más o menos importantes que puedan
reportarle algún beneficio material. En el segundo, las colectividades
humanas pueden también conocer las causas que mueven su historia y
-conscientes cada vez en mayor medida de su papel mientras existen-
organizarse para aprovechar mejor los recursos, distribuir más acertada-
mente el producto de su trabajo y, en última instancia, dirigir en uno u otro
sentido la marcha de los sucesos históricos. Ambos aspectos se alcanzan
debido al desarrollo económico de la sociedad, que impulsa el progreso
técnico para conocei las leyes naturales y además obliga al hombre a
superarse en sentido productivo e histórico, hasta que algún día pueda ser
verdadero amo de su destino y por ende luchar mejor y vencer mejor a la
naturaleza.
2. Los factores naturales y los factores socioeconómicos actúan sobre
la Tierra formando un todo, es decir que en el fondo, las leyes naturales
actúan todas simultáneamente y por ende el hecho de que una región
natural pueda descomponerse en las partes que la integran, es s61o para
facilitar su manejo, pero dicha región siempre será el fruto de la acción
incesante de causas diversas. Por ejemplo, se puede estudiar en especial a
la vegetación y dividir el mundo o un país en regiones geobotánicas, sin
profundizar en los factores formativos, pero lo que no puede hacerse es
LA TEORÍA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

olvidar que la vegetación fue resultado de tipos especiales de clima y


suelos, de condiciones hidrológicas y geológicas, de la situación en el
mapa y la altura sobre el nivel del mar, etcétera. Todos los fenómenos
naturales se interrelacionan y son interdependientes, de tal manera que
-aunque quisiéramos- no podrían separarse totalmente en ningún caso.
Claro está que algunos de ellos influyen en mayor medida que otros, según
sea el caso concreto, y uno de los problemas más agudos en la investiga-
ción científica es precisamente determinar el grado de participación de
cada factor y la forma real en que se complementan. Esos fenómenos de la
naturaleza se encuentran en constante transformación, proceso que a veces
parece corresponder a una lenta evolución y de pronto, al acumularse
internamente los elementos, se vuelven agentes rápidos, violentos, de un
profundo cambio de estructura.
Lo mismo -pero en escala mayor y llevando consigo increíbles
complicaciones- sucede con las leyes sociales, formadoras entre otras
cosas de las regiones económicas. La sociedad surgió y se desenvuelve en
el medio geográfico: por lo tanto, la acción de los factores naturales es
ineludible y variable. Actúan sobre el hombre en lo individual los elemen-
tos climáticos, la atmósfera y también indirectamente el tipo de vege-
tación local y los suelos a través de la agricultura o ganadería, los recursos
minerales explotados, etcétera, de tal manera que en los avances de la
sociedad y por lo tanto en las regiones económicas deben tomarse en
cuenta siempre los factores naturales, obrando en estrecha vinculación con
los de otra índole. Somos enemigos del determinismo geográfico, pero no
por ello cerramos los ojos a la verdad de que en la vida humana, en la
producción económica y en la formación de regiones, los aspectos natu-
rales deben tomarse siempre en cuenta. El grado de intervención puede ser
menor o mayor, dependiendo del adelanto que dicha colectividad haya
alcanzado, pero nunca será inexistente.
Debe agregarse sin embargo, que en el paisaje cultural los factores
económicos y sociales son los más importantes, ya que de ellos depende el
grado de organización de los hombres para enfrentarse a la naturaleza y
modificar el medio. También la realidad social es un todo, estructurado a
base de partes que se interrelacionan y dependen unas de otras, por lo que
desde ahora podemos deducir que las regiones económicas deben ser
necesariamente el producto de una serie de elementos tomados en su
conjunto. Como veremos más tarde, de ese complejo habrá que seleccionar
los puntos de mayor interés y desechar los secundarios, pues de otro modo
sería imposible ordenar algo en ese aparente caos.
3. En consecuencia las regiones del mundo y de un país en particular
existen objetivamente como un TODO, ya sea que se trate de regiones
naturales o económicas (estas últimas pueden encontrarse en diversas
etapas de su formación, ya que son un producto de carácter social, o bien
pueden no poseer todavía los caracteres que las identifiquen como tales,
cuando el proceso de transformación es incipiente; entonces son partes del
TODO.

El conocimiento del mundo es también un TODO pero a diferencia de l a


Cpoca griega antigua en que los filósofos trataban de entenderlo en su
conjunto y poseían un amplio panorama de la realidad conocida, hoy es
necesario dividir los campos de acción, las metas concretas y ello ha in-
troducido la especialización en ramas y finalidades. Debido a esto resulta
Ski1 entender la necesidad de actuar en unión de otros especialistas; en el
problema de las regiones económicas este hecho se plantea de inmediato.
Sin embargo, en cada caso un tipo de especialistas tiene mayor importan-
cia y en nuestro caso es imprescindible la participación de los geógrafos.
Ahora bien, consideremos el caso de las regiones naturales como
antecedentes al de las económicas. Todos sahemos que existen divisiones
del mundo y de muchos países en regiones fisiográficas, de suelos y
climas, de recursos minerales y fauna, de vegetación y áreas hidrológicas,
que cuando se combinan en su conjunto estructuran lo que propiamente
debe llamarse región natural. Pero incluso, veamos cuál es la realidad en
cl caso de esas divisiones parciales, sujetas s61o a un fin determinado. Por
un lado, no es difícil constatar lo que antes fue señalado: las regiones de
suelos son producto de la influencia de los climas, la topografía y los
animales, y también de la acción -mayor o menor- del hombre al
iransformar los suelos, mejorándolos o destruyéndolos. Es cierto que en
esas regiones puede haber cierta homogeneidad, pero s61o en el sentido de
que el tipo de suelo predominante se toma como base de la región, sin
excluir la casi completa certidumbre de que existan otros tipos de suelo en
la propia región: de ahí su relativa heterogeneidad. Las variaciones pueden
ser de grado o sustanciales, pues los suelos de interés secundario quizás
ocupen pequeños espacias. Un solo factor puede predominar en un Arca
reducida, pero ese mismo factor único se puede mantener intacto en
grandes porciones del territorio: de ahí la aparición de subregiones y
microrregiones en una región supuestamente homogénea, pero más bien
con elementos moderadas o no sustanciales de heterogeneidad. Al tratar el
caso de las regiones naturales, nuestra afirmación en el sentido de que son
LA TEORÍA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

un TODO, no puede ser más verdadera, pues los factores dependen unos de
otros y el propósito principal debería consistir en determinar cuál es el
elemento decisivo en ese complejo. Entonces, queda sentado que Iris
regiones naturales no son propiamente del mismo género en toda su
extensión; que son un complejo de fenómenos y que para analizarlo,
debemos fijarnos en los principales factores y no en los secundarios.
Finalmente, un juicio más: las regiones naturales son producto de 1:i
historia física del planeta, de la acción de factores geológicos, climóticos,
de agua y suelos, actuando durante milenias y de los seres vivos, incluso
en cierta medida del propio hombre. Por lo tanto, las regiones naturales no
pueden servir sino indirectamente -a travts de la influencia sobre I n
agricultura, ganadería, industria, población y desarrollo económico-
como base para la división en regiones geoeconómicas, ya que éstas son un
resultado social, que tiene relación principal con el grado de adelanto, el
modo de producción y los factores de organización y distribución dc las
mercancías. No obstante, las consideraciones hechas sobre regiones cn
general y sobre las naturales en particular, nos serán muy útiles piirii
entender el concepto de región económica y los factores que la integriin.
Conviene repetir lo que tanto se ha dicho: el medio natural puede ayucliir
o entorpecer el desarrollo de un país o región, pero el motor de pro,u r c s ~
es siempre la acción del hombre sobre la naturaleza. En el estudio dc las
regiones naturales encontramos ciertas semejanzas y tambiCn grantlcs
diferencias en comparación con el análisis de las regiones económicas.*

Génesis d e las regiones geoeconómicas

En las civilizaciones precapitalistas o de gestación del sistema capitalisiii


moderno se pueden ya observar los elementos de una mayor influencia dcl
hombre sobre la naturaleza: por un lado, en las etapas medievales o
pstmedievales europeas y las correspondientes de Asia, se descnvuel\xn
(en forma que quizá fuera imperceptible para los habitantes de cntonccs)
las relaciones de producción en el campo y la división del trabajo nparccc
como resultado de la creciente población, y de la formación de burgos o

* En la presente obra se usan indistintamente los tCrminos "región econ6mica" y "rcgi6ii


geoeconóniica", que representan en lo sustancial el n~ismofenómeno, Los ge6grnfos ngreg:iii I:i
prtícula "geo" pnra insistir en la imporiancia de Im factores geogdfico-físicos y gcogr5lico-
ccoii6m icos.
ciudades, que requieren en mucho mayor grado la satisfacción de nece-
sidades diversas. Se van integrando, entonces, los diversos grupos de
artesanos y el campesinado comienza a definirse como elemento cuya
misión e s en parte la de atender los pedidos en alimentos y materias
primas, de pobladores urbanos. Nacen entonces, antes del siglo xrx y en
especial como aspectos generadores (así fuera en forma lenta y en escala
limitada) de las futuras regiones, entre otros los siguientes: a) Las
ciudades, burgos o villas, que en la Europa Occidental, China o la India
amalgaman a la población, concentran el artesanado y la pequeña indus-
tria; atraen la producción del campo, los bosques y el mar; son focos de
comunicaciones fluviales, marítimas y terrestres (estas últimas utilizando
animales en carros o carretas); crean instituciones culturales y sociales,
separando cada vez más a los empleados intelectuales, con respecto a la
masa de artesanos 9 campesinos. b) El agro, por su parte, comienza a
utilizar más intensivamente las recursos del suelo, el bosque y el clima,
hacia una especialización agrícola, ganadera o forestal, que ya afianzado
el capitalismo habrá de definirse firmemente. Ese último aspecto se
desarrolló principalmente en Europa, merced a la conquista de las colonias
americanas, asiáticas y africanas, que sirven de proveedores de numerosas
mercancías, complementando la producción e n la metrópoli y ensan-
chando el mercado interno. Ya en la epoca de finales del ~ I I cuando
, se
lleva a cabo la etapa primera de la Revolución Industrial en Inglaterra y
parte del Continente Europeo, las regiones textiles, agrícolas y ganaderas
se van formando. c ) Se desenvuelve el comercio internacional en gran
escala, tanto de Inglaterra con sus colonias como de Francia, España,
Portugal y Holanda con sus posesiones, más tarde surge el intercambio
intenso entre las mismas naciones europeas. Crecen las "factorías", el
comercio de esclavos, la importación de metales preciosos, etcetera. La
Compañía de las Indias Orientales, por ejemplo, logra que "un grupo de
comerciantes dirijan todo un imperio": es la etapa mercantilista, peldaño
del capitalismo. En Inglaterra se ayuda por medio de leyes al desarrollo de
la industria textil de lana (desde el siglo NI), prohibiendo la emigración
de artesanos calificados en 1718, decae por otro lado el poder de los
feudales y gracias a las guerras campesinas comienza a repartirse la tierra.
Interviene el gobierno central en la organización de la industria, prepa-
rando el advenimiento de la gran revolución en la tkcnica, que el propio
desarrollo de los países europeos hacía ya inevitable.
Gestado ya el sistema capitalista, la Revolución Industrial aporta una
serie de elementos de incalculable importancia en la creación de regiones
LA TEoRÍA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

económicas. Entre ellos mencionamos los siguientes: la utilización de


maquinaria en gran escala; la especialización acelerada de áreas en la
producción de uno u otro tipo de mercancias; el crecimiento de las
ciudades hasta convertirse en grandes urbes, cuya población se diversifica
a su vez internamente, propiciando el establecimiento de grandes indus-
trias, servicios, sistemas d e comunicación y transporte, instituciones
culturales y en especial para calificar la mano de obra, etdtera. En 1781
aparece la máquina de vapor, más tarde la fundición del hierro por el
método de Cort y el horno de Bessemer (1854) y el uso masivo del carbón,
para no citar sino ejemplos trascendentales. Resultado del uso de la gran
industria fue, entre otras cosas, la producción en masa y la creación de las
grandes empresas combinadas vertical y horizontalmente; surgen tambiCn
los bancos gigantes y algo muy importante: la tendencia a una concentra-
ción geográfica de la industria, debido a los factores del mercado, materias
primas, combustible y clima favorable. Los metodos agropecuarios se
revolucionan, introduciendo fertilizantes, sembrando forrajes y rnejo-
rando la calidad del ganado. Algo muy importante sucede: la revolución en
el transporte, primero en los medios fluviales, luego en los caminos y el
movimiento marítimo. Aparece el ferrocarril en 1825 y cambia totalmente
el panorama, significando un paso decisivo para lograr la mejor integra-
ción de regiones económicas. Se establece una interrelación estrecha entre
industria o agricultura modernas y comercio, entre la urbanización y la
movilización de mercancías, entre uso de recursos y especialización de
regiones y países enteros. Ese último factor resultaba indispensable para
poder abastecer de productos cada vez más variados a los países industria-
les y dentro de cada uno de ellos, para poder lograr la diversificación
económica en escala nacional, la intensa explotación de recursos y una
mayor productividad por hectárea en el campo y por máquina o factoría en
las ciudades. La población crece y con ello las necesidades, haciendo
imprescindible una producción en mayor escala, impulsada p r una serie
interminable de inventos tecnicos.
En los países coloniales y subdesarrolladas en general, por su parte, el
proceso e s lento, pero en muchos d e ellos penetra profundamente
el capitalismo mercantilista y se desarrollan las industrias locales, las
grandes ciudades y los ferrocarriles. En Mexico y Brasil o Argentina, en la
India y Sudáfrica, las compañias extranjeras llevan adelante una intensa
explotación de recursos y empobrecen la economía local, pero al mismo
tiempo sientan las bases para la futura creación de regiones económicas
mineras, de plantaciones y ganaderas; obligan a la acumulación urbana en
10s puertos o centros de distribución, donde se conectan las lineas maríti-
mas o ferroviarias y al mismo tiempo que especializan algunas áreas, dejan
en el mayor abandono el resto del p i s , que permanece en su mismo estado
de explotación agricola o ganadera primitiva.
Incluso hoy la debilidad d e las fuerzas económicas en los país&
subdesarrollados no permite completar los requisitos necesarios para
integrar regiones del tipo similar a aquellas que se forjan en los países
industriales. En muchos a s a falta un progreso industrial complejo y que
abarque numerosas áreas, concentrAndose por lo contrario las empresas
existentes en limitados espacios urbanos; las obras de infraestructura no
alcanzan tampoco la profundidad y variedad de las naciones avanzadas,
quedando grandes superficies sin comunicación moderna; las ciudades
crecen desproporcionadamente en unas casos y en la mayoría se reducen
a constituir "grandes aldeas", etcetera. Pero en el caso d e los países
llamados "en desarrollo", donde la industrialización tiene mayor vigor;
donde como en el caso de M6xico se ha llevado a cabo una revolución
social que transformó en parte el ambiente rural, creó un mercado interno
(así sea raquítico) y una red de carreteras y ferrocarriles (que ya exis-
tían en lo sustancial desde antes); donde el capitalismo adquiere cada día
mayor vigor y se siente incluso la consolidación de los grandes monopo-
lios u oligopolios financieros e industriales y donde - e n fin- la nación
se va integrando como un todo, aparecen ya elementos necesarios para
definir las regiones, sobre todo con fines de planeación económica y
social.
En la formación de las regiones geoeconómicas modernas, en conse-
cuencia, tienen gran importancia tres factores, que han servido de base
para incluso distinguir tres tipos distintos de regiones. En primer lugar, la
existencia de ciudades que son causa y efecto del desarrollo. Los núcleos
urbanos son verdaderos "formadores de regiones" y su influencia es de
carácter múltiple, tanto económica como social, cultural, administrativa y
política.
En segundo lugar, la especialización de las regiones es consecuencia de
la división del trabajo, pero no debe pensarse nunca en la existencia de una
sola ocupación regional, sino que la ocupación principal siempre se ve
acompañada por otras de tipo secundario, que tambien forma parte del
conjunto productivo de la región.
En tercer lugar, en la región se desenvuelve un sistema de vías de
comunicación que permite ir desarrollando los lazos internos entre las
actividades productivas, ligando las ciudades y el campo, los centros de
EL CONOCIMIENTO DE LAS W J M \ I E S
LA TEOR~A.

producción con su hinterland. Una región es parte de un país en general y


no se encuentra aislada de las otras que integran dicha naci-64; debe
desarrollar por lo tanto lazos económicos con sus vecinos o incluso con
regiones distantes.

¿Qué es una región económica?

En 10s países occidentales predomina el concepto de región homogénea, o


sea un área donde existe determinada especialización y condiciom gene-
rales de tipo natural y económico que la diferencian de otras. También está
en boga el concepto del otro tipo de región funcional o de "núcleo" (nodal),
que se crea alrededor de una ciudad, polo de atracción de todas las ac-
tividades económicas. Una definición típica de aquella Escuela es la si-
guiente: "Región Económica es una área geográfica identificable, carac-
terizada por una estructura particular de sus actividades económicas c m re-
ferencia a un conjunto de condiciones asociadas físicas y/o biológicas y/o
sociales que presentan un alto grado de homogene?dad y que mantienen un
cierto tipo de relaciones internas y con el exterior." (A. Corona Rentería.)'
En Francia, por ejemplo, se está procediendo a dividir el país en re-
giones, tomando como base la existencia de una gran ciudad (cuyos habi-
tantes exceden de la cifra de 400-500 000) que sirva de centro a un área con
mínimo de 9-10 000 km2 y 2 millones de habitantes; es decir, se inclinan
por el tipo de región funcional. Por su parte, en Mlgica se ha propuesto una
división en regiones cuyos lazos económicos ameriten tal condición, po-
seyendo suficiente desarrollo industrial en las llamadas "aglomera-
ciones". Sin embargo, se estima que la agricultura regional debe tomarse
como complemento de la industria y constituir con ésta un todo ho-
mogéneo.
Otro es el proceder en un país subdesarrollado como la India, donde se
combinan en forma apropiada las regiones naturales para integrar una
región económica, que a su vez se basa en consideraciones de unidad
étnica y de la mayor cercanía con la división administrativa, para poder
servir de base al Plan de desarrollo económico: esto se refiere, claro está,
a las grandes regiones o zonas económicas y no a las regiones de segunda
o tercera categoría. En 1956 se reorganizaron los límites políticos de los
estados, para reforzar las unidades regionales formadas principalmente

' La Planeación Económica.


como regiones homogkneas, sobre datos de producción y lazos económi-
cos internos. En la actualidad se considera que los principales estados de
la India pueden ser grandes regiones econfimicas, al mismo tiempo que
unidades administrativas, aunque se advierte que están en proceso de
formación varias otras regiones de primera categoría y que es necesario
subdividir esas regiones: en 1%3 el doctor S. Chatterjee informó haber
obtenido 20 regiones de tipo medio y 1 500 pequeñas.
Muy distintos son los conceptos que sobre región econhmica se tienen
en los países de economía socialista, donde la división regional tiene 40-
rno es obvio señalarle+ una función vital, supuesto que sirve de base a la
planeación correcta de la economía y todos los aspectos sociales y
culturales. No puede decirse que todos los investigadores de los países
socialistas coincidan plenamente en la definición, pero de cualquier
manera parece haber concordancia en declarar que la región económica es
ante todo un conjunto (complejo) de producción, en el cual se enlazan los
factores naturales y económicos para integrar un área de importancia
significativa dentro de la economía nacional, que posea suficientes recur-
sos para su propio desarrollo presente y futuro, sobre todo para poder
integrar una industria poderosa y una agricultura que satisfaga las nece-
sidades locales. El geógrafo polaco K. Dziewonski define así a la región
económica: "Un complejo socio-económico, principalmente de produc-
ción, que se desarrolla a traves del tiempo y encuentra su expresión final
en el carácter del desenvolvimiento y la utilización de la tierra en un área
determinada." Lo principal de una región, agrega el autor, es la natura-
leza de su economía (producción, servicios y consumo) en cada etapa de
su desarrollo: esto referente a las grandes regiones o zonas económicas.
Admite, sin embargo, que puede haber regiones especializadas y regiones
funcionales o de lazos internos profundos (nodal): el problema consiste en
unir los puntos básicos de ambas, para combinar los distintos factores.
Los geógrafos sovikticos desde hace 40 años estudian las regiones de su
vasto país y han llegado a presentar toda una doctrina sobre la división en
regiones, cuyos puntos principales resumidos (por P. Alampiev) son los
siguientes:

1) La división económica regional debe basarse en el estudio


de la formación objetiva de los conjuntos (complejos) económicos
territoriales.

En Problems of Economic Region.


LA TEoR~A.EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

2) La región debe contar con suficientes recursos potenciales y un


desarrollo actual que permita en el futuro una existencia relativamente
autónoma, sin llegar al aislamiento.
3) La especialización es el núcleo, alrededor del cual se desarrolla el
complejo econ6mico.
4) Los núcleos regionales son como los huesos de las regiones, jugando
un papel principal en la integradh.
5) La división internacional del trabajo y la parte correspondiente de la
región es un factor importante.
6) La división administrativa se debe rehacer para que en lo posible las
regiones económicas se confundan con las áreas administrativas, en vista
de que el Plan de desarrollo económico se basa en las regiones económicas,
únicas que pueden servir eficazmente para el progreso armónico de la
ec~nomia.~

La más simple definición de la Escuela objetiva es la de J. Marinov:


"Una región es un complejo de territorio y ecmcmía que ha desarrollado
lazos internos de produccidn y que se especializa en escala nacionaL4

Importancia d e los estudios sobre división

En la actualidad los estudios sobre división regional tienen gran im-


portancia, por diversos motivos que en forma sucinta se presentan a
continuación:

1. Simple conocimiento de la realidad física y económica, con fines


pedagógicos, metodológicos y de ciencia no aplicada.
2. Importancia de carácter te6rico para contar con un inventario lo más
completo posible de condiciones geográficas, recursas naturales y demo-
gráficos, explicación de causas de numerosos fenómenos económicos y
sociales, para que en el futuro se pueda proceder a resolver los problemas
básicos.
3. Importancia práctica en materia de planeación económica o
cualesquiera otra serie de medidas tendientes a la resolución programada
de los problemas econ6micos. Las prácticas de planeación o programación

' Ibi&m.
' En M . c o y lo división económ'ca regionai.
económicas pueden ser aplicables en el territorio de todo el país o bien
en determinadas regiones y ademfis, pueden tratar de atacar cuestiones
aisladas de tipo económico o social (agricultura, industria, comunica-
ciones, salubridad, educación, etcétera) o dirigirse al conjunto de los
factores y entonces estructurar la llamada planeación integral de un país o
región.
4. En los países capitalistas avanzados, los estudios de división regional
ayudan a perfeccionar los mecanismos tendientes a localizar correc-
tamente las industrias, mejorar los cultivos, incrementar las comunica-
ciones, etcétera, en un medio cultural ya desarrollado y que además exige
la coordinación de las economías en distintas naciones, sobre todo a través
de las asociaciones de libre comercio de Europa. En los Estados Unidos
dichos estudios sirven principalmente para atacar problemas específicos
de carácter social o económico en determinadas regiones.
5. En los países de economía socialista la división regional tiene
importancia basica porque constituye parte indispensable de la planeación
económica, que a su vez rige toda la estructura económica, social y
cultural de dichas naciones.
6. Por lo que toca a los países llamados "subdesarrollados", se puede
afirmar que la división en regiones económicas puede servir de base para
el tipo de planeación posible dentro de sus condiciones específicas, aun-
que como se expondrá a continuación, es necesario previamente debatir y
aclarar muchas cuestiones respecto a dicha división, debido a confusiones
ampliamente divulgadas y sostenidas por diversos investigadores.

División económica regional en el mundo y en México

Todos los investigadores parecen estar de acuerdo en que un primer paso


para la delimitación de regiones económicas es poseer el mapa y el análisis
de las regiones naturales, para después proceder a considerar cuáles
aspectos del medio físico son básicos en la integración de las regiones
económicas. Se tiene, pues, la realidad natural y el conjunto de recursos
naturales. DespuCs, se procede a un estudio de das tipos: a) Objetivo del
país y las regiones naturales, para "descubrir" en ellas la realidad
económica que determina la existencia de regiones económicas. Ello se
hace a base de recorridas, encuestas, recopilación de datos en el terreno,
observación directa. b) Acumulación de datas estadísticos y de todo tipo,
entre los cuales destacan los de carácter económico básico. Entonces, a
LA TEOR~A. EL CONOCIMIENTODE LAS REGIONES

través del estudio de ambos aspectos, se procede a delimitar regiones


básicas y despues a trazar el mapa de regiones de segunda y tercera
categoría.
Los principales investigadores señalan que ni siquiera para el caso de
las regiones agrícolas (que a su vez no son regiones económicas sino una
parte de ellas) pueden considerarse determinantes absolutas las condi-
ciones naturales. Las regiones económicas son otra cosa distinta: una base
natural, en la cual el hombre ha impreso su huella; áreas donde lo que
interesa es la economía, pero no s61o en un análisis de mercados clásico,
sino en una nueva concepción de conjunto.
En Francia se ha hecho ya la separación en 21 regiones básicas, que
sirven parcialmente para algunos aspectos del Plan de desarrollo nacional.
En 4lemania Occidental se procedió al revés, mediante el estudio exhaus-
tivo de las "unidades", que ha llevado a presentar un mapa de 382 de dichas
unidades pequeñas, que a su vez integran 115 distritos económicos y se
piensa reunirlas en 35-40 zonas o provincias económicas, en realidad re-
giones de segunda categoría: todavía vendrán después las verdaderas
regiones básicas o zonas económicas de la República Federal de Aie-
mania, que no se han delimitado porque no existen planes de desarrollo que
las utilicen de inmediato. En los Estados Unidos no hay trabajos de
finalidad práctica general, porque no existe ningún plan nacional de desa-
rrollo: pero sí se atacan numerosos problemas locales o de ciertas áreas
como algunas cuencas hidrográficas (Valles del Tennessee, del Columbia
y del Snake), que no son regiones económicas sino pedazos de varias
regiones unificadas bajo una base natural. En los Estados Unidos se ha
desechado ya la concepción de Cuenca como sinónimo de región natural
o económica.
En los distintos países socialistas, las regiones administrativas han
sufrido diversas modificaciones territoriales para hacerlas coincidir con el
trazo de las regiones económicas básicas y de esta manera se creó una
nueva división territorial en regiones llamadas económico-administrati-
vas, que sirvieron de base para las realizaciones del Plan de desarrollo. Por
ejemplo, en Checoslovaquia existieron 10 regiones económico-adminis-
trativas, en Rumania son 16, en Bulgaria 6, y además, se han reorganizado
las pequeñas unidades administrativas que corresponden a subregiones o
regiones de tercera categoría. Se ha alcanzado mayor perfección en los
métodos de división económica regional de la m, donde -a pesar de
existir controversias entre los especialistas- se llegó a una nueva estruc-
turación administrativo-territorial a partir de 1953, para constituir toda la
escala de diversos tipos de regiones económico-administrativas. Existían
alrededor de 4 000 regiones de la más pequeña categoría, que correspon-
den al nivel de municipios en nuestro pafs; por otro lado había 103 regio-
nes económicc~administrativasde carácter medio y por último 47 regiones
básicas que dividlan al territorio total de la Unión Sovietica: este sistema
se liquidó p~steriormente.~
En nuestro concepto, las regiones económicas de los países latinoameri-
canos son de muy diverso tipo con respecto a las europeas o norteamerica-
nas, por lo que el concepto de región en Mexico debe centrarse muchas
veces en la mayor importancia de la agricultura y la ganaderia (tomando
en cuenta desde luego el desarrollo industrial), que son actividades
principales. Por otro lado, nuestras regiones constituyen una combinación
de los tipm de región hornog6neas y funcionales (de centros de atracción),
pero debe hacerse hincapie en el estudio de todo el conjunto de actividades
productivas, así se trate de áreas con escaso desarrollo interno, porque
cualquier superficie de Mexico donde existan conglomerados humanos
que transformen a la naturaleza constituye parte de una región económica,
siempre y cuando esta reúna los requisitos necesarios para poder consi-
derarse unidad económica. El concepto de región como territorio de
complejo (conjunto) de producción "puede conducir a interpretaciones in-
correctas, al estimar que una región debe inevitablemente poseer todas las
riquezas naturales que le basten para su autosuficiencia" más o menos
completa; en Mexico resulta absurdo pensar que aquellas áreas donde no
hay industria siderúrgica o grandes fábricas de cualquier tipo, no son
regiones por el hecho de que predomina la agricultura, la ganadería o la
explotación forestal y pesquera.
En resumen los puntas principales que quizá puedan aplicarse al caso de
Mexico para dividir en regiones son los siguientes:

1. Especialización dentro de un conjunto de muy diversas actividades


económicas, que tambien deben estudiarse. Igualmente, es importante la
especialización con respecto al comercio exterior de Mexico.
2. Influencia de la población, por su densidad y trabajo productivo,
sobre todo la concentración en ciudades que muchas veces son núcleos
industriales y centros de atracción.
3. Estudio de las redes de comunicaciones y transportes que penpiten
estructurar los lazos económicas internos y con otras regiones.

En Economic Regionaü#ion, y Soviet Geogrqhy, marzo de 1%3.


LA TEQRfA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

4. Las condiciones naturales tienen importancia mayor entre más pe-


q u e es~ la categoría de una región pero en ningún caso son determinantes
absolutos del tipo de región y además debe entenderse que una región de
primera o segunda categoría inevitablemente encierra condiciones natu-
rales diversas, complementarias, que pueden parecer contradictorias.
5. Se debe estudiar el grado de desarrollo general y de cada una de las
ramas de la producción, para separar las regiones básicas del país.
6. Debería contarse con el mayor número de datos posibles so-
bre recursos naturales, población y economía, cuando menos los
de carficter general. Sin embargo, desde ahora -antes del análisis me-
todológico- recordaremos que multitud de estadísticas sólo se pue-
den obtener en nuestro país en lo referente a estados de la República,
siendo difícil manejar datos correspondientes a regiones y municipios.
Por ello la importancia de la investigación directa de campo es mayor
entre nosotros, pues además es la mejor forma de entender las in-
terrelaciones de fenómenos zonales y regionales, profundizar en el conoci-
miento de la naturaleza y de los fenómenos socioeconómicos que integran
el complejo regional y al mismo tiempo permite recabar datos particulares
para cada ciudad, distrito agrícola, conglomerado industrial, etcetera.
7. Los metodos matemáticos deben conocerse a fondo, para determinar
cuáles de sus fórmulas pueden aplicarse en el caso de MCxico. Sin
embargo, nunca deberá olvidarse que en la delimitación de zonas y
regiones geoeconómicas mexicanas juegan papel decisivo los criterios e
indicadores que muchas veces no se prestan a su aplicación matemática
dentro de índices exactos. La división en regiones no es un juego
matemático (aunque las matemáticas presten inestimable ayuda en deter-
minados casos) sino una combinación de elementos cuantificables y
criterios objetivos no sujetos a cuantificación sino en forma figurada.

Es innegable que las grandes regiones económicas (zonas) tambien se


estructuran en Mexico merced a varias condiciones básicas:

1. La existencia de importantes recursos naturales, que permiten el


crecimiento económico de una o varias actividades productivas.
2. La necesidad de que las diversas partes de la región se complementen
entre sí, estableciendo relaciones internas, sobre la base de uno o más
núcleos aglutinadores (ciudades, villas, grandes pueblos).
3. Una cierta homogeneidad en el grado de desarrollo de las fuerzas de
producción, que puede diferir de la correspondiente en regiones vecinas,
con las cuales establece ligas de carácter económico inevitables, pues sería
imposible considerar a una región aislada, sin relación ninguna con el resto
del pis,
4. Las diversas actividades productivas se desarrollan tambiCn en forma
desigual, de acuerdo con los recursos, el carácter de la población y el
deverlir histórico, lo cual condiciona una especialización predominante en
una rama de la producción.

En los países altamente desarrollados la división en regiones económi-


cas se Heva a cabo en la mayor parte de los casos sobre la base del papel
que juegan las grandes ciudades o aglomeraciones industriales, la dis-
poriibilidad de vastos recursos minerales o agrfcolas explotados con
m6tóidos modernos y que en su conjunto tienden a dotar a las regiones bá-
sicas de todo lo necesario para poder desarrollarse en diversos aspectos
sin depender fundamentalmente de otras zonas del pis. En esas naciones
la base es industrial y por lo tanto incluso la agricultura y la ganadería se
vinculan estrechamente a su transformación industrial y al crecimiento de
las comunidades urbanas, sin las cuales no puede crecer la economía.
En -los países que todavía son fundamentalmente agrícolas, ganaderos
o mineros, que no poseen una gran industria y dependen en buena medida
de la exportación de sus materias primas, la división en regiones económi-
cas básicas ha de llevarse a cabo en forma distinta. Ante todo, debe
considerarse que las actividades primarias son las decisivas y que por lo
tanto no puede fincarse dicha división en las actividades secundarias,
sobre todo la industria. Por lo tanto, la división en regiones económicas de
M6xico debe realizarse colocando a las actividades primarias en sitio
destacado y agregando a ellas el posible desarrollo industrial; claro está
que las regiones industriales claramente definidas resultan excepción a
esta regla. TambiCn en nuestro país son validas las otras premisas seiiala-
das para integrar una región y sobre la base de considerarlas en su conjunto
es como puede lograrse una división correcta del territorio nacional.
De todos es sabido que ya existen diversos intentos de división en
regiones agrícolas, industriales, demográficas y naturales, aplicadas a la
realidad de MCxico. Hay incluso varios trabajos que pretenden fundamen-
tar con análisis cientffico el trazo de mapas de zonas o regiones económi-
cas básicas de la República. En otros estudios hemos realizado la critica de
esos trabajos y ello nos excusa de repetir conceptos.6 S610 se desea insistir

Ver La PIaneoci6n Regional & Mkrico.


LA TEORÍA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

en el hecho de que en estos momentos contamos ya con muchos requisitos


de carácter indicativo económico y social y con las posibilidades prácticas
para llevar a cabo una división económica regional de Mtxico tanto en
zonas o regiones básicas como de regiones económicas de segundo grado,
que serían las bases para una futura planeación regional. En la Escuela
Nacional de Economía hemos procedido al estudio de la metodología, a la
recopilación de materiales y al reconocimiento directo sobre el terreno,
para trazar un mapa de regiones económicas del país.

Jerarquía de las regiones

Las regiones geoeconómicas deben tambien poseer diverso rango, de


acuerdo con el área que abarquen, con los caracteres que las distingan y la
complejidad interna de sus componentes: ello expresa, en el fondo, que
la aparentemente caótica variedad de los fenómenos puede y debe orde-
narse, integrando un cuadro lógico de grandes y pequeñas regiones. Parece
haber concordancia por lo que respecta a la existencia de cuatro tipos de
entidades: 1) Grandes regiones básicas o tambien llamadas zonas geo-
económicas. Éstas sirven en muchos casos como elementos principales
para la planeación económica; 2) Regiones geoeconómicas de rango
intermedio (o simplemente regiones); 3) Subregiones o pequeñas regiones
que resultan de la partición de regiones; y, 4) Microrregiones, que abarcan
espacios muy limitados de terreno.
En los Estados Unidos, por ejemplo, se han determinado por Bogue y
Beale 5 zonas, 13 regiones, 121 subregiones y 506 "áreas" económicas. En
Francia se espera reagrupar dentro de 9 zonas económicas (llamadas
simplemente "regiones") a las 2 1 que hoy se consideran "regiones de
programa" y cuyo uso en el Plan es cada día mayor. En los países
socialistas, a partir de 1950, la división económica regional se encuentra
ligada en buena medida a las necesidades del plan económico y so-
cial, llegándose incluso en varias naciones a cambiar las bases de la divi-
sión político-administrativa, para acercarla lo más posible a la división
económica. Para 1%4 Checoslovaquia estaba comprendida en el seno de
10 grandes y 108 pequeñas regiones, en tarito que Polonia respetaba la
división en 17 voivuuí7s (al nivel de regiones), 317 poviats (o subregiones)

Desde 1% todas las estadísticas económicas de Polonia se proporcionan sobre la base de 7


grandes regiones: Centro, Norte, Centro-Oeste, Sur, Suroeste, Sureste y Noreste.
y 5 245 gromaúus, microrregiones.' Finalmente, en la Unión Soviética se
contaba con las 18 zonas o grandes regiones del Gosplan, 50 internas de un
tipo especial introducido en 1957 y hoy liquidadas (las económico-admi-
nistrativas), además de 384 subregiones urbanas y 1 945 de carácter rural.
Se considera que las grandes regiones o zonas económicas deben ocupar
espacios importantes del territorio nacional, poseer variados recursos
naturales y humanos, desarrollo significativo de las actividades producti-
vas que permitan una especialización en escala nacional y regional (esta
especialización puede incluir varias ramas). Las zonas deben incluir varias
ciudades importantes que sirvan de núcleo por su madurez urbana, sir-
viendo como puntos de atracción atendidos por una vasta red de vías de
comunicación.
Las regiones son porciones de más estrecha especialización, con eco-
nomía lógicamente menos variada; una ciudad (a veces varias) que es el
centro regional; ocupan espacios territoriales más o menos pequeños y
recursos que en ocasiones pueden ser de uno o dos tipos, pero donde los
sistemas de transporte son básicos también, para llevar las mercancías
dentro de la región y hacia otras vecinas. Las subregiones pueden abarcar
s61o un distrito de riego o una ciudad industrial, siendo por lo tanto mucho
más fuertemente especializadas y definidas en el sentido económico, que
en el caso de regiones y zonas.
En México hemos aceptado en buena medida las denominaciones pio-
neras de Alanis Patino: zonas y regiones geoeconhicas, por pensar que la
palabra "zona7' da idea de mayor dimensión. Estimamos, además, que
existen subregiones y microrregiones. Hay regiones mexicanas decidida-
mente "homogéneas" o de "organización" y hay también ejemplos de
áreas con "complejos productivos" más o menos estructurados: todo
depende del grado de desarrollo y de diversas condiciones naturales o
económicas locales.
Es necesario señalar algunas modalidades específicas de la división
económica regional, aplicables al México actual y a los fines de la
planeación socioeconómica:

a) Es necesario proceder de tal modo que las regiones de planeación se


restrinjan al mínimo indispensable, con objeto de facilitar las labores. Pa-
ra ello, deberán amalgamarse varias regiones geoeconómicas simples
para integrar, en su caso, una de planeación.
b) Las regiones deben basarse en lo posible, en las límites municipales,
pero es la realidad la que en ocasiones hace indispensable alguna modifi-
LA TEOMA. EL CONOCIMIENTODE LA!3 REGIONES

cación y desde luego cabe insistir en que la división administrativa por es-
tados resulta anacrónica y no refleja la división económica realmente exis-
tente. Son numerosos los casos de zonas que abarquen partes de diversas
entidades y ello tambien se observa en el caso de las regiones internas.
e) Dicha división deberá basarse en el número minimo de índices y
criterios por considerar, debido a la escasez de estudios regionales, de
estadfsticas y datos de diverso tipo (con mayor razón al tratarse de regiones
dentro de las zonas).
d) Debe ser realista y ante todo reflejar condiciones realmente existen-
tes, porque de otra manera, la simple "anexión" de regiones disimbolas,
con objeto de tener menor número, en vez de facilitar el problema lo
complicaría a la larga.
e) Finalmente, la división económica actualmente posible en Mexico
debe limitarse a la separación de las zonas y las regiones. S610 cuando se
lleven a cabo los estudios en cada región, podrán delimitarse las
subregiones y microrregiones?

Síntesis de las regiones geoeconómicas

Recapitulemos entonces. Las regiones geoeconómicas (económicas) son


un producto del desarrollo social y se comienzan a estructurar desde
periodos anteriores al capitalismo avanzado, consolidándose poste-
riormente, merced al progreso de las fuerzas productivas, la industriali-
zación y especialización agrícola-ganadera, minera o forestal en escala
interna e internacional (división del trabajo), la concentración industrial
en determinadas áreas y el proceso de urbanización, con todas sus conse-
cuencias económicas y sociales, asi como el progreso de los transportes y
redes de comunicación, entre otros muchos factores.
Cuando es mayor el grado de desarrollo más compleja se vuelve la
organización interna regional, que siempre resume diversos elementos
tanto geográficos, de recursos y ramas de producción como de dis-
tribución, más o menos desenvueltos. Las ciudades juegan papel decisivo,
constituyendo núcleos industriales y de servicios, políticos y culturales;
centros de comunicaciones y "corazón" de un hinterland de atracción eco-

' En 1%6 se dio a la piblicidad el m a p y resúmenes de las regiones geoecon6miocs pira


planeación en la todavta atrasada y en guena RepQMia Democrática & Vietnam (del Norte): su
similitud con los criterios adoptados por nOs0tros es verdaderamente sorprendente.
nómica: entre mayor es una ciudad más grande su influencia, pero ésta se
acrecienta si la urbe es industrial y comercial de primer orden. El propio
desarrollo del capitalismo impulsa la centralización industrial, la espe-
cialización económica en áreas rurales y la formación de regiones indys-
triales cada vez más complejas: se crean entonces las regiones "ho-
mogéneas" (especializadas), las de "núcleo" u organización, alrededor de
ciudades y las propiamente "complejas de producción", cuando el nivel
de adelanto llega a etapas superiores.
Debe tomarse en cuenta que existen otras factores físicos, demográficos
y sociales que es necesario recordar como elementos coadyuvantes en la
formación de regiones geoeconómicas. Entre ellos mencionemos:

1. La topografía, que tiene importancia en los países montañosos, donde


las actividades económicas se desarrollan principalmente eii los valles y
planicies costeras (caso de México), derivándose de ello que las líneas de
parteaguas en cordilleras forman los límites generales económicos de la
región, al conducirse las mercancías montaña abajo, hacia los centros
de venta y consumo situados en dichas planicies y valles. Las vías de
comunicación se estructuran en las zonas menos escarpadas y en los
piedemontes de las sierras.
2. El clima y el suelo son decisivos en países de escaso adelanto
industrial, porque condicionan la especialización agrícola-ganadera,
explican en parte el carácter extensivo en áreas de escasa lluvia y espacios
de uso ganadero o bien mueven al hombre a su mejoramiento en zonas de
riego, utilizando fertilizantes, etcétera.
3. De los recursos naturales, los más destacados en esta materia son
indudablemente el agua, las bosques y los minerales. El agua es indispen-
sable para la vida humana y para la industria, la ganaderia y el riego, de tal
manera que su abundancia en un territorio determinado permiten en cierto
modo el crecimiento de regiones industriales y agrícolas modernas. El
bosque da nacimiento a las regiones forestales, que en ciertos paises como
el Canadá, Finlandia y Rusia Norte son rectoras en áreas diversas de su
superficie. Los minerales, al igual que otros recursos - d i c e Zimmer-
man- sólo sirven cuando se. usan, pero al hacerse esto último en gran
escala, estructuran las regiones mineras, de importancia en México, el
Perú, Brasil, Australia y otras naciones.
4. En la población es básica la densidad, que si bien no debe ser
uniforme en las grandes regiones o zonas, sí es elemento imprescindible en
la delimitación de áreas urbanas, industriales, etcétera.
LA l'EQRfA. EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONEC

Otro aspecto muy notable es la especialización productiva de la mano


de obra, que indica ya por si sola la dirección econhica rectora en una
región. Desde luego, en las regiones "de núcleo" es factor de primera
importancia la concentración urbana y la densidad rural dentro del hinter-
land de las ciudades, así como el tipo histórico de poblamiento. Es muy
interesante también conocer la migración interna y hacia otras regiones, lo
mismo que la dinámica demográfica y las necesidades en materia de
empleo, educación y salubridad.
5. En la industria es necesario estudiar, ante todo, lo siguiente: tipo y
número de empresas, personal ocupado, interrelación de las ramas en
escala regional, necesidades en materias primas, energía y agua; posibili-
dades de su crecimiento. También destacan las particularidades de loca-
lización de viejas y nuevas industrias, en relación con el relieve, recursos
naturales, población y mercados.
6. La economía rural tiene varios aspectos relevantes: mano de obra y
especialización, uso del suelo, distribución de la propiedad y usufructuo
de la riqueza, tipo de mercancías producidas e importancia de la expor-
tación; necesidades futuras.
7. Por lo que respecta al transporte y comunicaciones ("no está com-
pleto un proceso económico sino cuando el producto se lleva al consumi-
dor"): a) tipos de vías y medios de transporte; b) densidad de las redes;
c) movimiento de carga y pasaje en la región y hacia fuera de ella.
8. Capítulo aparte, pero de gran interés resulta el relativo al comercio,
por ramas, empresas y valor, así como el estudio de la fuerza de atracción
de villas o ciudades.
9. Todo lo anterior nos lleva a considerar el monto actual de las
inversiones y las necesidades futuras en cada rama y parte de la región.
Ello desde luego está en relación con el grado de desarrollo regional del
capitalismo (incluyendo aspectos de educación y salubridad) y con el
ritmo de adelanto que mostró en el pasado y hasta el momento presente.

Algunas ideas y hechos recientes sobre el problema de


la división económica regional

A partir de 1964, cuando se celebró la Cuarta Reunión de la Comisión


sobre Metodos de División Económica Regional de la UGI, se han conti-
nuado desarrollando nuevas tesis o insistiendo en el planteamiento de
antiguos principios y -al mismo tiempo- se llevan adelante reali-
zaciones prácticas en diversos países, tanto para fines de planeación como
con propósitos diversos.

1) En la Reunión de Brno (septiembre de 1%5) se insistió, por un lado,


en la necesidad de aplicar - c a d a vez en mayor escala- los metodos
matemáticos en la división económica, pero al mismo tiempo A. Wrobel
hizo ver que dichos metodos juegan un limitado papel en el conjunto de
instrumentos para estudiar regiones. En los Estados Unidos la inil~ren-
cia de la escuela de análisis matemático (ciencia regional o Regional
Science) de W. Isard es muy grande, pero más que aplicarse a la división
económica tiene su campo de acción en el análisis espacial de fenómenos
concretos y en el problema de mercados, todo ello útil en el campo de los
negocios; otros impulsadores del análisis matemático (B. Berry. M.
Megee) han avanzado en la teoría de estas técnicas. En la Unión Soviética.
el profesor Y. Saushkin es un ardiente partidario de la aplicación de
metodos matemáticos, pero tambien hace ver que en tanto no se cuente con
un sistema "acabado" de modelos y regiones. las matrices y otros instru-
mentos matemáticos deben usarse con mucha prudencia. V. Pokshishevski
reconoce que los intentos de aplicar las matemáticas en la división
económica no han tenido resultados importantes o estos han quedado
limitados a problemas específicos. Nosotros insistiríamos en el hecho de
que la carencia de estadisticas, máquinas, ttcnicos y estudios sobre
análisis regional, hacen muy dificil la aplicación amplia en nuestros
países, de los metodos matemáticos modernos.
2) Tambien en Brno se insistió en la importancia de las ciudades como
núcleos formadores de regiones (H. Bobek, R. Klopper, M. Macka, O.
Tulippe) y en la falta de correlación entre las divisiones administrativas y
las regiones económicas del mundo occidental (E. Juillard). Además, en la
Reunión de Estrasburgo (junio de 1%7) 0. Dollfus presenta varios casos
de ciudades en áreas subdesarrolladas y su influencia concreta. En docu-
mentado trabajo, J. Trican muestra la necesidad de analizar profunda-
mente la relación entre las condiciones del medio ñsico y la división re-
gional. En general, puede decirse que, al mismo tiempo que se rechaza el
"determinismo geográfico", en todo el mundo se reafirma la tesis de que
la realidad natural es un elemento indispensable para determinar las re-
giones, ya que sin tomar en cuenta los criterios del relieve, el clima, los
suelos, etdtera, se está bordando en el vacio. Tanto Tricart como A. Mints
(Academia de Ciencias de la m)insisten en la enorme importancia de
los recursos naturales como factores en la integración de regiones.
LA TEOR~A.EL CONOCIMIENTO DE LAS REGIONES

3) Los investigadores europeos están sumamente interesados en los


problemas de la división económica de los países subdesarrollados, tema
al cual se dedicó un coloquio especial dentro de la Reunión de Estrasburgo.
Curioso resulta señalar que las 7 ponencias a discusión fueron elaboradas
por geógrafos de las naciones desarrolladas y ninguna por especialistas del
Tercer Mundo. Esto indica, además de una "centralización de labores" en
pocos sitios, la escasez de especialistas y de estudios de este tipo
en Amtrica Latina, Asia y África, y tambitn evidencia los grandes re-
cursas con que cuentan las universidades europeas y norteamericanas para
tratar de interpretar los fenómenos económicos de nuestros continentes.
De ahí la evidente necesidad de preparar especialistas en los países subde-
sarrollados y de estructurar teorías propias sobre la formación, estructura
y mCtodos de conocimiento de las regiones geoeconómicas del mundo
pobre, ya que lógicamente somos nosotros quienes debemos conocer
mejor la realidad nacional. En tanto eso no suceda, muchas de las teorías
nos llegarán de fuera.
4) Finalmente, crecen en todo el mundo las discusiones (incluso en
algunos de nuestros paises) y las realizaciones prácticas en materia de
división económica. El profesor O. Inchauspe presentó en la Conferencia
Regional Latinoamericana de Mtxico (agosto de 1%6) su trabajo sobre
Fisonomía de las regiones geográficas-económicas de la Argentina, su
desequilibrio, apoyándose en ideas similares a las del autor de este libro.
Los artículos y libros sobre la materia son ya innumerables y aparecen
sobre todo en Francia, la URSS, Polonia, Wlgica, los Estados Unidos y las
dos Repúblicas alemanas.

Por ejemplo, 1. Parjomenko enumerag algunos principios generales


aceptados en la teoría y la práctica de la división económica regional
soviCtica, aplicadas a niveles medios e inferiores de la jerarquía espacial:
a) Las regiones internas tienen una más pronunciada especialización y en
ellas se observa tambitn mayor influencia de las condiciones naturales,
históricas, etcttera. b) Se debe determinar el grado de integración re-
gional. c) El tipo de economía es más homogtneo que en el caso de las
grandes zonas. d) Las ciudades, al igual que las redes de transporte, la
composición demográfica y los recursos naturales, son decisivos. e ) Es
necesario determinar las zonas de gravitación económica. 0 Las regiones
internas en muchos casos son poco desarrolladas económicamente (in-

Ver: Sovier GeogrqAy, vol. Vi1 núm. 5, mayo 1%6.


cluso en algunas zonas de las naciones industriales). g) Los límites siguen
a menudo las fronteras naturales. h) Los estudios sobre el terreno son
básicos. Por su parte N. Agafonov y S. Lavrov concluyenlo con las
siguientes ideas, al tratar el tema de las regiones económicas de mayor
desarrollo: a) Los complejos productivos regionales tambien se forman
bajo el capitalismo, aunque ello conduce a una mayor desigualdad entre
las regiones. b) Dichos complejos crecen en forma espontánea en el seno
de las regiones capitalistas más avanzadas. c ) Los centros industriales y su
área de atracción representan la fase inicial de los complejos productivos
regionales. La abundante literatura reconoce definitivamente que en la
URSS hay complejos productivos regionales ya formados o en proceso de
estructuración y al mismo tiempo existen regiones, subregiones y micro-
rregiones sobre las cuales se debaten aún los problemas de nomenclatura
y estructura interna.
El desarrollo económico ha conducido a la reorganización de los
sistemas de regiones en diversos paises socialistas y recientemente se
publicó un primer intento de división económica de la República de Cuba,
llevado a cabo por Juan Torrente, B. Semevsky y otros investigadores, en
el cual se plantea el hecho de que "la actual división administrativa de
Cuba no puede servir como base apropiada para la reorganización
económica".
El avance en la teoría y de la práctica conduce al doctor S. Leszczycki
a plantear la posibilidad de trazar un "Mapa de las Regiones Económicas
del Mundo". No se olvida la diferencia entre regiones que se forman en
buena medida espontáneamente y las regiones planificadas, pero se trata
de encontrar tambien aquello que permite una sistematización del estudio
y una clasificaci6n de orden general.

'O Ibidem, vol. WI, n6m. 7,septiembre 1%.

64
Importancia del conocimiento
de los factores geográficos
en la planificación regional*

No es tema de esta breve ponencia, presentada al Congreso Internacional


de Planificación México, discutir qué cosa es la planificación, planeación
o planeamiento en el mundo moderno, ni tampoco opinar sobre la escala
en que puede llevarse a la práctica, ni menos aún acerca de los aparatos
administrativos o las técnicas que se utilizan o deban utilizarse en el
proceso de aplicación de los planes en este o aquel país. Durante las
sesiones del Congreso se debatirán indudablemente esos temas con espe-
cial cuidado y profundidad, por lo que caeríamos en una repetición por
demás molesta e innecesaria. Nos sujetaremos, por lo tanto, al tema,
haciendo hincapit sobre la necesidad de conocer el medio geográfico para
poder llevar a la práctica eficazmente los enunciados de la planificación
económica nacional y -sobre todo- regional.
La planificación puede tener diversas modalidades y es obvio que una
es la planificación en un país socialista, de economía dirigida, donde los
planes juegan papel decisivo en el progreso económico y donde los or-
ganismos públicos o cooperativos dominan ampliamente en el conjunto de
la economía: ahí se puede llevar a cabo en forma integral, aunque no por
ello ausente de problemas, muchos de ellos graves y de difícil solución. No
somos de los que creen que la planificación socialista es tan fácil como
puede parecer a primera vista por el dominio que el Estado tiene sobre los
medios de producción, pues una cosa es formular planes y otra muy dis-
tinta es poderlos realizar con txito. Aquí intervienen multitud de factores
tkcnicos, científicos, históricos y humanas, que en no pocas ocasiones han
llevado -junto a grandes éxitos- también al fracaso de hermosos planes

* Ponencia pesentada en el V Congreso Internlcional de Planificaci6a de la %edad Intera-


iiiencana de Planificaciún. Mbico, 1x4.
o al lento desarrollo de diversas ramas de la economía. Pero la planifica-
cidn socialista es de cualquier manera muy distinta a la planificación en un
país capitalista o semicapitalista, de libre empresa, donde habría igual-
mente que analizar en concreto la etapa de desenvolvimiento económico
en quc se halla, el grado de progreso cultural y, ante todo, las posibilidades
rcales de que una planificación por modesta que sea pueda convertirse en
hechos, traducitndose en verdadera elevación del nivel de vida de las
masas trabajadoras, en cierto freno a la anarquía productiva, a la despro-
porcionalidad regional de la economía, etcétera.
Para los fines de este trabajo, nos referiremos en general a cualquier tipo
de país, ya que la importancia de los factores geográfico-físicos (que son
en este caso nuestra materia de estudio) no admite fronteras y es universal:
de ahí también su evidente interés, pues en tanto que las ttcnicas y los
requisitos sociales para la planificación pueden variar según sea el tipo de
nación, la influencia de los factores geográficos (naturales) tiene sus
propias leyes, independientes del régimen social y de la estructura eco-
nhmica o el nivel cultural. Por ello es que, al presentar más tarde algunos
ejemplos, habremos de citar trabajos de muy diversa procedencia.
Por otro lado, dejemos claramente establecido que en la presente poncn-
cia nos referimos a Id planificación econón~icay no a otros tipos de pla-
neación (de actividades administrativas, educativas, sanitarias, etcétcrci)
donde el peso de los aspectos naturales es muy diverso (planeamiento
urbano o rural) o incluso puede no existir como factor importante. Ahora
bien, la planificación es posible aplicarla en escala nacional o regional y
dc hecho los verdaderos planes de carácter general deben basarse en planes
regionales, consolidarlos y hacer de ellos un TON, bajo normas de dis-
tribución y desarrollo que abarquen al país en su conjunto. En ambos casos
tienen vigencia las leyes naturales y en ambos también deben tomarse en
cucnta los factores geográfico-físicos como elementos imprescindiblts.
Pero nosotros nos referiremos sobre todo a la influencia de los aspcctos
naturales en la planificación económica regional, porque es mejor prescn-
lar ejemplos concretos que hacer consideraciones generales. Sin embargo,
en el caso de México, que es el tema principal de este trabajo, nos
conceniraremos -por falta de espacio- en cifras y fenómenos de ínclolc
nacional. Al hacer hincapié en la necesidad de estudiarlos mejor, deri\r;i-
ríirmos inevitablemente hacia un análisis regional de esos mismos fac-
tores.
Una de las metas primordiales de la planeación económica es la utili-
zación racional de los recursos naturales y es en este campo don& la Ceo-
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS .

grafía Física y la Geografía Económica sirven s~stancialmentea la eco-


nomía. Entonces se advierte que es imposible llevar a cabo la planificación
económica con meras fórmulas matemáticas, aplicando programaciones
lineales o dependiendo de decisiones políticas "en las altas esferas". La
planeación no puede realizarse únicamente mediante el empleo de un
brillante grupo de economistas, auxiliados por un eficaz aparato adminis-
trativo y dirigidos por políticos más o menos competentes. Requiere, entre
otras cosas, de la participación de numerosos especialistas que conozcan
o que esten en posibilidad de estudiar el medio físico, para recomendar el
mejor uso que deba darse a los recursos; personas que entiendan sus leyes
de desarrollo y comprendan la necesidad de conservarlos para el futuro.
Esa es una labor que deben realizar -y de hecho ya realizan en muchas
zonas del mundo- los geógrafos, los biólogos y otros profesionistas cuya
acción los relaciona con el medio natural.
Explicado lo anterior, s61o resta señalar que al presentar ejemplos nos
basaremos en investigaciones recientes y en ponencias presentadas al xx
Congreso Internacional de Geografía, celebrado en 1964 en la ciudad de
Londres. Ello nos lleva, por un lado, a considerar la enorme importan-
cia que se otorga hoy en el mundo a los factores geográficos, en su relación
con el desarrollo económico y la planificación regional. Además, nos
permite comparar algunos adelantos extranjeros y meditar sobre los
alcanzados en nuestro país, como mínima contribución al mejoramiento
futuro de la vida mexicana a travCs de la planificación económica.

La Geografía es aplicada

El profesor L. Dudley Stamp, brillante organizador en jefe del último Con-


greso Geográfico, señala con certeza en "The Bntish Isles. A Systematic
Geography" (1%4) que "En todo el mundo las gentes se dan cada día
mayor cuenta de que los recursos naturales están muy lejos de ser
ilimitados, que su uso apropiado exige un estudio objetivo y su desarrollo
planificado o su conservación. Existe inevitablemente una tendencia más
poderosa hacia la aplicación de los mCtodos geográficos de investiga-
ción en el caso de esos problemas comunes: la Geografía Aplicada se
convierte en un agregado natural de la preparación básica y desemboca sin
ruptura en la planificación física".
Largo tiempo pasó ya desde los brillantes inicios que la Geografía
moderna tuvo en la grandiosa obra del Barón Alejandro de Humboldt y hoy
la tendencia es definitivamente hacia la utilización de sus conocimien-
tos en bien del hombre: de ahí el nacimiento de la Geografía Aplicada, que
no es sino el uso de los estudios antes considerados corno "puros", en la
consecución de las metas del desarrollo económico. La Geografía "ha en-
trado -dice M Phlipponneau en su magnífica "Geographie et Action"
(1960)- en el ámbito de las aplicaciones prácticas". En los países de
Europa Occidental la Geografía, desde los años de la gran crisis 1929-
1933, juegan un papel importante como auxiliar en distintos aspectos
del desarrollo económico (en Inglaterra se señala a 1915 como el año
en que los geógrafos comienzan a colaborar con otras especialistas en la
resolución de problemas concretos, aunque todavía fuera d e una
planeación rigurosa). Tambien en los Estados Unidos, el Canadá y el
Japón, aumenta sensiblemente la participación de los geógrafos en
esqbernas de mayor o menor amplitud. Francia y Alemania son países
donde la Geografía ha alcanzado alto progreso y las aplicaciones prácticas
se multiplican, sobre todo en Francia al llevarse a cabo los planes
cuatrienales y donde aún subsisten graves desigualdades regionales
(como lo demuestra F. Coront-Ducluzeau en su muy reciente libro
"La formation de 1'Espace Economique National" (1964). En los países
socialistas la Geografía ha alcanzado sustancial aplicación práctica, por
medio del estudio sistemático de grandes y pequeñas regiones, con fines
de planificación. Las exploraciones geográficas son cosa corriente en
esas naciones y tiene por fin "revelar nuevos recursos naturales y de-
sarrollar las fuerzas productivas en todas las regiones del país para
aprovecharlas y llevar a cabo nuevas grandes obras de construc-
ción y mejoramiento" (1. Guerasimov en "Essais de Geographie"
(1956).
La planificación regional parcial es tema común hoy en los países
f:urcipeos, principalmente la planificación urbana y de la industria y la
agriccillura, pudiéndose tener como modelo el Land Utilization Survey de
Inglaterra, la autoridad del Valle del Tennessee en los Estados Unidos y
otros organismos, aunque se reconoce que todavía falta mucho por hacer
con objeto de ampliar el radio de acción en otras esferas y zonas. Phlippon-
neau analiza en su libro antes mencionado las enormes posibilidades que
tiene la Geografía Aplicada en el terreno de la localización industrial, los
transportes, la transformación del medio rural y urbano, terminando su
obra con unas palabras muy alentadoras: "La Geografía, puesta al servicio
de la accibn, tiene un papel muy noble por jugar en esta gran obra de
organi7ación del mundo de mañana".
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS . ..

Geografía Física e Historia en México

Al observar de cerca el caso de México y analizar algunos de sus


problemas, empezaremos por decir que estamos muy lejos de aceptar en
cualquier forma las teorías deterministas, sobre todo las que postulan el
fatalismo geográfico. Creemos que los recursos en sí mismos son impor-
tantes, pero que lo decisivo son los medios de producción a merced del
hombre y con los cuales puede utilizar los recursos naturales. Entre mayor
es el atraso de un país, mayor es también la influencia negativa de los
factores geográficos físicos en la vida del hombre, en la economía y la
planeación. En México los recursos utilizados por el hombre han variado
a través de las épocas y de las estructuras sociales predominantes.
Los indígenas prehispánicos vivían primordialmente de la explotación
del suelo, especializándose en el cultivo del maíz, frijol, legumbres y pro-
ductos tropicales; en pequeña escala usaban articulas forestales o recursos
pesqueros y s61o trabajaban la roca, el oro, la plata, piedras preciosas, jade,
obsidiana, ignorando la fundición de metales ferrasos y la domesticación
de muchos animales salvajes, que alcanzan con habilidad suprema. En la
colonia se introduce en escala considerable el cultivo de cereales como el - --
trigo y la cebada, la caña de azúcar y el ganado comienza a utilizar los ricos
pastos; se funden los metales ferrosos, separando unos de otros: ccn el
auge de las minas se cortan los árboles del bosque templado y ia erosión
se extiende por el territorio de la Nueva España. Después de 1810, sobre
todo bajo el porfirismo, aparece la nueva época de los metales industriales,
del petróleo, el hierro y el carbón, al mismo tiempo que la tala de bosques
continúa ininterrumpida para ampliar las superficies de cultivo, princi-
palmente en tierras de temporal; los recursos pesqueros se usan poco, en
tanto que las especies animales salvajes se combaten y extinguen.
Ahora vivimos en otro momento histórico, señalado en forma principal
por la utilización de nuevos minerales como el azufre, el manganeso, los
polimetales en gran escala, el hierro y el gas. La tala de bosques continúa,
igual que la erosión. Un nuevo elemento revoluciona la agricultura: el
riego, merced a la construcción de grandes presas y el agua sirve a otros
fines como la producción de energía elkctrica. La fauna de caza desaparece
en buena medida y los bosques disminuyen hasta abarcar apenas el 20-25
por ciento del territorio nacional. Entramos ya al terreno de la petro-
química, de la sucroquímica, de la carboquímica. México se industrializa.
Entonces, han cambiado las estructuras sociales y con ellas los medios
de producción y los recursos que el hombre utiliza. Como ahora es más po-
derosa la acción humana, es hoy cuando debemos enfrentarnos al problema
de los efectos causados por la acción negativa del propio hombre, con
objeto de detener la ola de destrucción irracional y mediante una planifi-
cación siempre perfeccionada, aspirar a poner un poco de orden en un
mundo tradicional de desorden.
Si para cualquier país el estudio de sus aspectos naturales tiene impor-
tancia, en el caso de M6xico es doblemente urgente su conocimiento, pues
nuestra nación une a su difícil geografía las condiciones de un país en
desarrollo, con grandes contrastes en el progreso económico de sus
diversas regiones.
Aunque son de sobra conocidos por ustedes los principales caracteres
geográficas mexicanos, desearíamos de cualquier manera recordar algunas
cifras y hechos de singular importancia, que deberán tomarse en cuenta en
la futura planificación de la economía.
Mtxico es un país cuyo conocimiento científico es todavía escaso, pero
que llama poderosamente la atención de investigadores nacionales y ex-
tranjeros. Apenas estamos entrando al momento en que las ttcnicos mexi-
canos, de alta calificación y de voluntad inquebrantable, se lancen a reco-
rrer todos los ámbitos y regiones de un vasto solar, formen la nueva escuela
de geógrafos jóvenes y redacten las obras que la extraordinaria personali-
dad de su patria reclama cada día con mayor urgencia. En este camino
estorba y detiene el progreso, en gran medida, la falta de datos estadísti-
cos recientes y detallados, la ausencia de una cartografía que sirva a los
intereses de la investigación, el escaso apoyo financiero y -para no
mencionar sino otro aspecto- la gran desunión que en el medio cultural
se observa entre los especialistas de diversas ramas científicas, impidien-
do la colaboración y con ello la realización de mejores trabajos.
Si hubi6ramos de escoger algunos puntos vitales de la geografía mexi-
cana, diríamos:

1) M6xico es un país montañoso, desigual en su topografía, con 70.89 por


ciento de su territorio localizado a más de 300 metros sobre el nivel del
mar; a pesar de que las montañas altas no abarcan extensiones importan-
tes (apenas 0.82 por ciento del área, arriba de 2 700 m), la influencia del
relieve es muy grande y en toda la historia nacional ha jugado papel
significativo (exceptuando desde luego a la península de Yucatán). Entre
los efectos negativos del relieve se cuentan las fuertes pendientes que
predominan en diversas zonas (28 por ciento del país con más de 25 por
ciento de pendiente, según J. L. Tamayo "Geografía General de M6xico"
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE 1.0s

1962); la lmlización de las Sierras Madres como cadenas paralelas a las


costas, aislando el interior de las masas aéreas que chocan con las serranías
en su vertiente exterior, obstaculizando las comunicaciones, etcétera.
2) Multitud de climas, suelos y tipos de vegetación, desde el carácter
netamente tropical de la planicie tabasqueña, el norte de Chiapas y el sur
de la península yucateca, hasta los climas llamados subtropicales de altura
o intermedios, en las mesetas centrales y los francamente áridos del Norte,
llegando al desierto típico de Baja California y norte de Sonora.
El territorio árido, que requiere de riego para utilizarlo desde el punto
de vista agrícola, asciende en México al 60.7 por ciento, en tanto los climas
templados lluviosos cubren 26.2 por ciento (con un total de precipi-
taciones entre 300 y 600 mm) y el tropical lluvioso únicamente 13.1 por
ciento de la superficie nacional. El promedio de lluvia anual en la
República es de 717 mm, pero en más de la mitad las lluvias son escasas
todo el año.
Problemas de diversidad de suelos, muchos de ellos arenosos, escasos
de humus o bien pantanosos en el trópico, pedregosos en los desiertos o
semidesiertos. Praderas interminables donde sólo crecen arbustos; zonas
montañosas cubiertas de bosque pero difíciles de explotar; regiones tropi-
cales con selvas casi impenetrables.
3) Nuestros ríos son de régimen inestable, broncos e irregulares. De
excesivo caudal en la época de lluvias y pobres en escurrimiento
-hasta llegar a extinguirse en ocasiones- cuando llega la larga época de
sequía. Dependencia de los ciclones tropicales como elementos salva-
dores, en una situación climatológica e hidrológica que de otro modo sería
catastrófica; los mejores ríos, de abundante caudal y regulares, situados
ahí donde llueve mucho y no se les necesita para las la'oores agrícolas: agua
que se pierde.
4) Y agua que no se gana: los casi exactamente 10 000 kilómetros de
costas mexicanas, cuya presencia hasta ahora significa más bien aisla-
miento que invitación al comercio y la aventura. Los mares mexicanos, de
variadas riquezas, son uno de los elementos más importantes y dignos
de tomarse en cuenta en cualesquiera futura planificación.

Hay, para concluir, una gran ventaja geográfica de México, ésta es su


notable diversidad en un gran territorio de casi dos millones de kilómetros
cuadrados. En sí misma esa ventaja no ha significado aliciente bastante
para impulsar el desarrollo económico, pero ello debe atribuirse a otras
causas de carácter político, histórico y social. Es deber nuestro que la
planificación no quede como una quimera o como una mera mancha en el
papel, sino que -paso a paso- cada región mexicana pueda rendir sus
frutos de acuerdo con las peculiaridades que le son propias y merced a
medidas correctas resultado del conocimiento cada vez más exacto de las
leyes naturales.

La Geografia Aplicada avanza en el Mundo y en MCxico

El uso de los mapas de suelos es ya corriente para la mejor utilización de


la tierra con fines agrícolas y la determinación de los cultivos más
apropiados. Además, se le requiere para combatir la erosión; calibrar el
mayor o menor volumen de fertilizantes en los suelos; la conveniencia de
construir obras de riego y así aumentar la productividad (dependiendo, por
supuesto, de las condiciones de clima, topografía, hidrología o situación
!ocales), etcétera.
En el reciente xx Congreso Internacional de Geografía, el profesor L.
Hamill, de la Universidad de Alberta, Canadá, presentó un importante
trabajo sobre los problemas de aplicación de los estudios biogeográficas
en la conservación de recursos, asentando que "los análisis sociales y eco-
nómicos deben tomar explícitamente en cuenta los recursos físicos y
biológicos". Todos conocemos, por otro lado, el interes del estudio geo-
botánico de las distintas zonas vegetales. que nos permite tener una clara
visibn de los recursos de este tipo, en relación con los otros factores del
medio.
Los climas son indudablemente aspectos de suma importancia, en oca-
\iones decisivos para el éxito o fracaso de una política agrícola y por ello
su conocimiento es obligado para que rinda en plenitud cualquier plan de
desarrollo en el medio rural. El clima monzónico del Sureste Asiático
se está estudiando a fondo en la India, en China y Japón, al igual que los
huracanes de la región del Caribe. Otro ejemplo de investigación especial
es el que resumió J. Havens (Laboratorio Natick, Massachusetts, EUA)
sobre las expediciones para conocer la condición de los glaciares de la isla
Axel Herberg, en su relación con el clima. Los balances caloríficos son
tambiCn objeto de análisis, a travCs del uso de parámetros que muestran Ici
influencia de diversos factores del ambiente geográfico. Todos conocemos
!a forma en que los satélites artificiales y los cohetes de tipo científico
están cooperando al conocimiento previo de los ciclones tropicales y a
remediar en parte los daños causadas cuando se abaten sobre el continente.
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS .

En hidrología son básicos ya los estudios sobre el balance hidrológico


de ríos, lagos y lagunas. que explican los márgenes de utilización del agua
para riego, para uso industrial o urbano. Además, en nuestra epoca, los
recursos marinos -incluyendo el agua misma de los depósitos oceáni-
c o s - ocupan un lugar rada vez más destacado dentro del cuadro general,
pues habrán de aliviar los problemas de alimentación en un mundo cada
vez más poblado y donde el hambre continúa haciendo estragos en Asia,
África y America Latina sin que se vea salida próxima a esta situación, en
tanto no se modifique la base social. Los depósitos de petróleo y otros
minerales del subsuelo en las plataformas continentales son reservas quc
ya están en explotación: urge por ello establecer desde ahora los límites
dentro de los cuales s61o puedan operar los países ribereños.
La geomorfología aplicada es cada día más necesaria y la urgencia de
contar con especialistas en la materia se hace evidente, ya que el relieve
es elemento decisivo en muchos países, entre ellos México y todos los que
tienen en Amtrica vuelta la cara hacia el Pacífico. La influencia del relieve
-no es menester insistir- es hasta cierto punto determinante en la agri-
cultura y la ganaderia (a travts de la distribución de los pastos naturales o
de la creación de praderas artificiales o cultivos de forrajes); también en
la existencia de recursos forestales (todo ello con notable ingerencia del
clima y los suelos) y, como es evidente, en la localización de yacimientos
minerales, a su vez producto de la historia geológica. No se detiene ahí su
relevancia, sino que puede señalarse incluso en la escala y ubcaci6n de las
industrias, ciudades y vías de comunicación, hasia llegar a ser premisa
básica en la división de un país como el nuestro, en regiones geográfico-
económicas.
De enorme interts práctico es asimismo el estudio de los fenómenos de
carso, al igual que los de morfología costera, tan importantes en la navega-
ción costera y por su peculiar flora y fauna. Toda una rama de los trabajos
geomorfológicos, o sea la formación de las montañas y su erosión simul-
tánea. encuentra eco cada vez mayor en las publicaciones y congresos de
la especialidad. En Rumania, escribe T. Morariu "Los problemas de geo-
morfología aplicada se refieren principalmente a la agricultura, las vías de
comunicación, localización de nuevas empresas industriales, planifica-
ción de centros urbanos y descubrimiento de depósitos minerales. En con-
secuencia, los mapas de energía potencial máxima y división del relieve
rumano son logros que se usan como bases para un mejor uso de la tierra".
Para la investigación regional, gran importancia tienen los mapas de
división físico-geográfica, es decir la síntesis de todos los aspectos an-
teriores, desde la geomorfología hasta el clima, los suelos, la hidrología y
la biogeografía: ellos se utilizan tanto en la Europa Occidental como en la
Unión Soviética y las naciones de Europa Oriental. Las regiones geográfi-
cas son, como dice E. Neef, " c o m p i t a geographica" y "los aspectos eco-
nómicos transforman a los de carácter natural, convertidos en categorías
económicas". Un ejemplo más es el trahajo de Leoncio A. Pérez sobre los
prohlcmas que el viento y la sequía presentan en las islas Canarias, así
como de las obras que se llevan a cabo para contrarrestar sus efectos
negativos.
En la actualidad existen toda una gama de organismos e instituciones
dedicados exclusivamente al conocimiento de las regiones áridas y de los
trópicos, que incluyen entre sus temas a tratar los del riego, poblamiento,
pastos, efectos de la urbanización, etcétera A. Young, de la Universidad de
Sussex, enfatiza que "las investigaciones sobre recursos han llegado a acep-
tarse como base esencial para el desarrollo agrícola en los trópicos. Los
factores del medio que se incluyen en dichos estudios son la geología,
geomorfología, clima, hidrología, suelos y vegetación". La geomorfología es
en esta materia el aspecto más importante, junto con el clima.
En la Geografía Aplicada se investigan, en suma, multitud de fenómenos
por mktodos diversos, que van desde el cartográfico hasta el geoquímico
(en análisis de rocas, suelos, aguas y demás componentes). Aquí d e s e m b -
c a m a de lleno a la relación existente entre la Geografía y la planificación
económica. Mostraremos algunos ejemplos concretos de la importancia
que se atribuye en numerosos países al conocimiento de los factores na-
turales.
R. Garry, de la Universidad de Montreal, ha estudiado los planes de
desarrollo en Cambodia (Camboya) y su aplicación, resumiendo que "esta
planificación toma en cuenta ampliamente las condiciones geográficas del
medio cambodiano (camboyano), tanto las condiciones naturales: relieve,
clima, hidrografía, suelos, como los factores humanos y económicos". Ha-
ciéndose eco de la preocupación mundial, los acadkmicos 1. Guerasimov
e 1. V. Komar, de la URSS, presentaron al Congreso de 1964 una ponencia,
en la cual afirman: "Existe una indudable posibilidad de satisfacer la
creciente demanda en el uso de recursos naturales, debido al rápido de-
sarrollo de la ciencia y al progreso social y económi m... (sin embargo) el
conocimiento del medio natural en que vive el hombre y de sus recursos
naturales es todavía muy insuficiente ... (y) los geógrafos deben levantar su
voz en un esfuerzo por evitar que otras gentes derrochen los recursos
naturales; deben tomar la iniciativa en la creación de un código general
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS ...

sobre el uso racional, la reproducción natural y la conservación de las


riquezas naturales de la Tierra". Por otro lado, Allen K. Philbrick (Uni-
versidad de Michigan), hizo ver la necesidad de crear en Norteamtrica
"una unidad de planificación y operación" de las disponibilidades de agua,
pues los requerimientos en algunas regiones son superiores ya a los
recursos disponibles de fuentes naturales. El profesor holandts W.
Steigenga, con amplia experiencia en la materia, afirma categóricamente
que "La ciencia de la planificación - c o m o ciencia intermedia que es,
entre varias disciplinas- arranca el primer lugar de la Geograffi Humana,
como la principal ciencia social que trata de la organización de la
sociedad, en otras palabras con el medio en que vive la humanidad ...
Especialmente la formulación del plan -la reorganización o el orden
espacial organizado en forma distinta- deberá basarse en el conoci-
miento geogrhf~o"(subrayado m10 ABB). En numerosos paises europeos,
en Japón y los Estados Unidos, se llevan a cabo estudios detallados sobre
los factores geográficos que ayudan a explicar la localización industrial,
la densidad demográfica, las concentraciones urbanas, etdtera. Y en Che-
coslovaquia, pongamos por caso, se calcula incluso el "grado total de
industrialización y distribución de la población", de acuerdo con la in-
fluencia de los factores geográficos (M. Strida).
Un muy interesante aspecto, debatido en numerosos trabajos, es el de la
influencia que ejercen los factores naturales sobre las vías de comunicación y
el transporte en general,,lo mismo en la localización de ferrocarriles y carre-
teras que en el establecimiento de puertos y pistas de aterrizaje.
En la Geografía Polltica es de enorme interts la consideración de
los aspectos físicos, pues las fronteras entre países se han trazado a me-
nudo utilizando objetivos geográficos, vgr. ríos, cadenas montañosas,
lagos, etdtera. La existencia de amplios desiertos dificulta el estableci-
miento de las fronteras @or ejemplo entre Argelia y Marruecos) y las altas
cadenas montaiiosas ofrecen siempre obstáculos para la delimitación co-
rrecta de los límites nacionales (China y la India en el Himalaya).
Además, las fases del poblamiento de los diversos países del mundo
muestran que los factores naturales tienen peso muy podercso y explican
el desarrollo de la agricultura en los valles, aglomeraciones industriales
cerca de la materia prima o bien resulta imposible estudiar la genesis y
consolidación de las ciudades sin considerar las bases geográficas de su
fundación y las causas económicas de su crecimiento.
Los gebgrafos polacos han presentado trabajos que muestran el notable
adelanto alcanzado en su pals, por lo que toca al conocimiento de los
factores geográficos y su relación íntima con la localización racional de
las empresas industriales, el progreso de la agricultura y en general con la
planificación económica de Polonia. L. Gorecka y J. Grzesznak estudian
a fondo las relaciones de industrias tales como del cemento y ladrillera con
el medio geográfico, a saber: 1) La influencia de los depósitos minerales
en la distribución y escala de las plantas y sobre el carácter de la pro-
ducción. 2) La influencia de los factores naturales sobre los costos de
producci6n. 3 ) La influencia de la explotación y uso de las materias primas
en la transformación del medio geográfico regional.
Finalmente, un trabajo más: la ponencia de M. Wieckowski titulada "El
medio geográfico y la planificación", en la cual el autor señala: "La plani-
ficación regional exige una estimación de los recursos regionales, su uso
apropiado, para que el balance actual del medio geográfico no sufra cam-
bios que sean indeseables desde el punto de vista del bienestar material y
humano... Los recursos pueden estimarse a través de un análisis de los
componentes propios de la región, tales como la geología, hidrología,
etcetera. Sin embargo, al determinar la utilización apropiada de esos re-
cursos, es de gran importancia examinar las relaciones entre todos los
componentes. Cuando se estima la utilidad de un territorio dentro de
perspectivas de desarrollo local, es necesario definir sintéticamente las
propiedades de varios tipos de tierra. Esas propiedades y no sus caracteres
estáticos, deben expresar la dinámica de los procesos que tienen lugar en
el medio, y al mismo tiempo hacer posible una estimación de tipos particu-
lares de territorio. Esta estimación - d i c e el autor- debe realizarse desde
el ángulo de propósitos definidos de planificación y siempre será relativa.
Por ejemplo, al clasificar las áreas para su poblamiento, deberán usarse
criterios distintos en las varias regiones geográficas".
Los investigadores de los países socialistas señalan que "La planifica-
ción regional ... exige un estudio geográfico general. Exige no sólo la
justificación de y un desarrollo determinado de la economía, sino también
de los trabajos que se llevan a cabo para utilizar y transformar a la natu-
raleza" (1. Saushkin).
En Mexico no faltan las diversas aplicaciones de algunos conocimien-
tos geográficos al crecimiento económico del país, sobre todo en los
últimos treinta años. Es importante señalar como contribuciones desta-
cadas las que llevan a cabo los técnicos de la Secretaría de Recursos
Hidráulicos en los estudios oficiales o en las páginas de revistas como
"Ingeniería Hidráulica"; especialistas en meteorología, suelos y recursos
forestales de la Secretaría de Agricultura y Ganadería; ingenieros agróno-
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS

mos o civiles en sus respectivas esferas de acción, cooperan sin cesar en las
realizaciones oficiales o privadas. Son de sumo interts los estudios de al-
gunos economistas al servicio del gobierno nacional, de la Universidad
Autónoma y de organismos privados, utilizando muchas veces las paginas
de revistas como "Investigación Económica", "El Trimestre Económico"
y otras. Merecen señalarse obras especiales como "El aprovechamiento
del agua y del suelo en Mtxico" (1958) y de carácter nacional "Geografía
General de México" (1%2) en cuatro tomos y atlas, del Ing. J. L. Tamayo.
La cartografía mexicana avanza y se perfecciona; en los mapas de po-
blación se logran éxitos, reconocidos altamente en el extranjero. Fi-
nalmente, para no mencionar sino algunos ejemplos, la Sociedad Mexi-
cana de Geografía y Estadística organizó en 1958-1959 dos expediciones
geográfico-biológicas a la Baja California y la Universidad Nacional otra,
en colaboración con la Secretaría de Marina, a las distantes islas Revilla-
gigedo.
Nos parece que las creciente necesidades del país obligan ahora a una
vinculación estrecha de los geógrafos y otros especialistas, para que sus
trabajos puedan servir a la futura planificación del dearrollo económico.

Conclusiones

El estudio de las experiencias y estudios mencionados aquí y de


otros muchos que no pudimos citar, nos conducen a afirmar que no puede
haber planificación económica general de un país y -menos aún- plani-
ficación regional, sin el conocinziento lo más completo posible de los
fenómenos geográficos naturales de ese país o región.
Los elementos básicos de la planificación económica son desde luego la
decisión política de llevarla a la práctica, las posibilidades reales de
ponerla en ejecución y los medios financieros para que se logren objetivos
importantes. Pero uno de los requisitos básicos es el perfeccionamiento al
máximo de las bases científicas para esa planificación; el mejoramiento no
5610 de los instrumentos que utilizan las ciencias económicas sino también
de aquellos que usan las ramas geográficas, porque sin cb.,Ucer el relieve
y sus especiales fenómenos, el clima y sus repercusiones prácticas, los
suelos y la vegetación, la hidrología, el mar y la fauna, así como los demBx
recursos naturales de índole geológica o biológica, incluyendo desde
luego a la mano de obra, no es posible - r e p e t i m o s llevar a ejecución
planes, por muy perfectos que sean y muy variables que parexan.
Las factores geográficos influyen sobre la ecommta y se condicionan
unos a otros, en forma global, pues se encuentran interrelacionados y son
interdependientes. No se pueden separar arbitrariamente, sino que su es-
tudio debe ser lo más completo p i b l e , para tener sobre la mesa la mayor
cantidad de elenlentos y poder poner en obra los planes. Esa síntesis sólo
la pueden lograr las ciencias geográficas, cuando se encuentran a un niver
superior de desarrollo. La Geografía Aplicada es ya una realidad y su
vinculación m la política económica es tan obvia que en la WIReunión
Panamericana de Consulta sobre Geografía (Instituto Panamericano de
Geografía e Historia) a celebrarse en Guatemala durante el año de 1965,
se tiene previsto llevar a cabo un simposio tecnico científico sobre el tema:
"Papel de la Geografía en los programas de desarrollo".
Para lograr que la Geografía mexicana alcance la madurez necesaria y
con ello pueda seMr eficazmente a la futura planificación, es necesario
dar un impulso decisivo a las actividades geográficas.
Las medidas que podrían y deberían tomarse, incluyen entre otras, las
siguientes:

1 ) Mejorar decisivamente la educación geografica desde la escuela pri-


maria de México, perfeccionando de raíz la preparación de los profesores,
su especialización y las facilidades de caracter pedagógico (métodos
nuevos, prácticas sobre el terreno, etcktera).
2) Prestar todo el apoyo para que pueda superarse el nivel de enseñanza
en la escuela superior, sobre todo las cátedras en la Facultad de Filosofía
y Letras, donde se preparan hoy especialistas en Geografía.
3) Reorganizar el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional y
otros organismos dedicados a trabajos cartogrAficos o de estudio geo-
gráfico, para lograr coordinar sus labores, encauzarlas debidamente en el
terreno científico y hacer de esta manera que dichos centros se conviertan
en instrumentos efectivos para el conocimiento acelerado de la realidad
geográfica mexicana.
4) Ampliar las posibilidades prácticas de trabajo y editoriales en
materia de obras geográficas; aquellas en todo lugar donde se lleven a cabo
investigaciones relacionadas con la realidad nacional y tstas en las
empresas como el Fondo de Cultura Económica y otras casas editoras
nacionales.
5 ) Formular un plan general de exploraciones geograficas sisterndticas
del territorio mexicano, con vistas a poseer en un espacio histórico breve,
el inventario de recursos y la relación aproximada de los fenómenos natu-
IMPORTANCIA DEL CONOCIMIENTO DE LOS . . .

rales más importantes que ocurren en nuestro país. Esto es imprescindible


si se trata de redactar monografías regionales, estudios de estados de la
República y zonas aisladas.
6) Fomentar en todas formas la investigación de los recursos naturales
y su relación con el uso actual y futuro. Los especialistas al servicio del
gobierno nacional, de la Universidad Nacional Autónoma, del Politécnico
y de otras entidades de enseñanza e investigación pueden jugar el papel
decisivo en este aspecto.

Si la planificación de la economía mexicana comienza a caminar sobre


bases firmes - c o m o se asegura- a partir de 1966, hay todavía ticmpo
para preparar el terreno y - d e esta manera- conseguir que un suelo
abonado produzca en escala mayor y que la cosecha sea de superior
calidad.
Constantes, variables e influencias
en los procesos regionales*

Desde el título mismo del trabajo ha quedado claro que al hablar en el tex-
io de las regiones nos estamos refiriendo a dos tipos de ellas: a) las
regioncs económicas y b) las regiones por ramas dentro de aquéllas, de tal
manera que cuando no hagamos la alusión especifica a estas últimas
(industriales, agrícolas, demográficas, etcetera), se sobreentiende que son
las primeras.
En otro capítulo trataremos de los caracteres específicos de cada una de
las grandes regiones económicas de Mkxico y de las regiones industriales.
Por ahora, sólo deseamos señalar aquellos aspectos teóricos y prácticos
decisivos en la formación de las regiones económicas del país, haciendo a
un lado numerosos puntos secundarios, que no tocaremos, así como evi-
[aremos entrar en detalles de orden teórico conceptual (pues esto últi-
mo sale de los marcos del presente trabajo). Desde hace años explicamos
nuestra posición frente al tema de la región económica y la hemos am-
pliado y precisado en nuevos libros.' No se trata de reproducir aquí todos
esas argumentos, sino de condensar en el menor espacio p i b l e las ideas
básicas, pues de otro modo do se entendería la razón por la cual hemos di-
vidido el territorio nacional en las regiones más tarde analizadas. Ahora
bien, se ha hecho hincapie en la existencia de dos tipos de grandes regiones
económicas en México: 1) regiones económicas reales, sobre base muni-
cipal, que en ocasiones abarcan partes de un estado de la Federación y
2) regiones económicas para fines de planificación, que siempre respetan
10s límites de estados (formalmente soberanos). El hecho de que la divi-
sión administrativa estatal no coincida con la económica real es lamen-
* .T<)iii,iilo dc.1 Iil,io M6.ri:nc.o:l'U>ntnció~ide Regio1te.y Eco~rómica~
(itijlirericirrs factores ).
~isto>io>). I'hAM. 2a tui.. 1983, pp 23-51.
' Ver "la piaiinición regional de Mtxico", en Contercio Exterior, núm. 5; 1%3; Mé-tiro y In
ecotihitr;cu regio~tul,ENU,, 1964; Zotrificacidtr de México para fines de plrulencióti
<i;i.isi/í~i
y s<xiul,S P , 196.5 y Lu división econdntica regional de México, UNAM, 1967.
'~~.<nt<íitricu
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN ...

table, pero es algo que no podemos ignorar y por tanto, de esa realidad
resultan dos mapas de grandes y medianas regiones, en los cuales fácil-
mente se descubren las regiones medias que por necesidad administrativa
se incluyen en otra gran región; por fortuna no son muy numerosas ni
vastas estas porciones. En consecuencia, siempre que hablemos de grandes
regiones económicas nos referiremos a las ocho que unen varias estados y
a su vez se subdividen en regiones medias, subregiones, comarcas, distri-
tos, etcetera.
Las ideas básicas de la regionalización son las siguientes: 1) Las
regiones económicas de cualquier país existen objetivamente en la reali-
dad y son producto de la interacción naturaleza-sociedad, del impacto del
hombre sobre el medio físico y de este sobre el medio social, a traves
de relaciones determinadas de producción y usando medios concretos; lo
cual se expresa en un modo socioeconómico predominante. 2) Siendo un
resultado del trabajo humano y de su acción sobre la naturaleza, las regio-
nes reflejan en diversa forma las distintas etapas del desarrollo de ese
modo de producción en un territorio concreto y en una Cpcca determinada.
3) Como las condiciones físicas (situación, relieve, climas, suelos, vege-
tación, hidrografia superficial y subterránea, oceanografía, acción de las
fuerzas extraterrestres, historia geológica y su resultante en materia de
recursos minerales, etdtera) son variables de una zona a otra, se estruc-
turan sistemas (TODOS naturales) diversos. Los límites naturales son casi
siempre franjas de transición. 4) En ocasiones la región natural puede en
general coincidir con la región económica, principalmente en los países de
menor desarrollo económico relativo, donde la influencia de la naturaleza
llega a ser decisiva (no total o absoluta) en la conformación regional, sobre
todo de regiones medias o subregiones. 5 ) El hombre es el arquitecto de la
región económica, pero no aislado sino en su expresión social: formas del
poblamiento a travks de la historia; tipos de residencia (rural y10 urbana),
densidades (desigualdad territorial); pirámides de edades y fuerza de
trabajo correspondiente; migración y movilidad de la mano de obra; papel
aglutinad~ry área de influencia de las ciudades; crecimiento, estanca-
miento o retroceso en la población regional; su composición por clases
sociales, su lugar en el trabajo y en el reparto de la riqueza. 6) Ahora bien,
si las regiones s e denominan en algún momento "económicas para
planeación" es porque su aspecto esencial, el que las define, es su actual
especialización productiva, dentro de una gama de actividades que inte-
gran el TOW económico de la región. Es decir, existen sienipre distintas
formas del trabajo humano, pero hay una o más que destacan en el
conjunto, como fruto de la división del trabajo en el territorio regional y
la preponderancia de un tipo de economia. 7) La especialización actual es
resultado de la historia económica, es decir, de los procesos ocurridos en
los ciclos productivos, mismas que en su eslabonamiento a través del tiem-
po conforman hoy un determinado perfil regional (del espacio).
Tienen influencia determinante, tanto la estructura toda del sistema
capitalista y la importancia de la inversión extranjera, como las leyes
internacionales e internas del desarrollo desigual de las fuerzas producti-
vas, como la falta de una verdadera planeación integral en los paises
dependientes y subdesarrollados. Las regiones económicas son distintas
en el mundo capitalista desarrollado, en el socialista y en los paises del
subde~arrollo.~ En éstos Últimos es necesario estudiar no s61o los factores
constantes y las variables naturales y sociales que son utilizadas nor-
malmente, sino también otras que derivan de su calidad de naciones
dependientes, entre ellas el grado y la esencia del dominio extraño en las
regiones; la inversión extranjera; la especialización ligada al mercado
internacional, etcétera, así como los agudos desequilibrios internos, el
"dualismo" siempre actuante en la vida social y económi~a.~ Por tanto, en
el caso de México debemos estudiar, además: a) Los efectos de la
dependencia en la formación regional (por ejemplo de las explotaciones
mineras; las plantaciones comerciales; la pesca y la ganadería de expor-
tación; el dominio extranjero en las ramas de industrias manufactureras, en
el turismo y la comercialización de productos). b) El papel del Estado
como creador de la infraestructura regional, que controla empresas indus-
triales (y ramas como el petróleo y la energía eltctrica); lleva a cabo
esquemas de "desarrollo regional" y "descentralización"; otorga créditos
a industria y agricultura, etdtera; en suma, su política económica. c ) Las
reformas sociales de la Revolución de 1910-1920 y su interés regio-
nal: reforma agraria, nacionalización del petróleo y otras. d) Los grupos
de habitantes indígenas en su distribución espacial. El proceso de ur-
banización y el "gigantismo" urbano. e) El papel de la burguesía a
nivel nacional y regional, en el campo económico y en la vida social.
Las clases obrera, campesina y los estratos "medios". fi El desigual
desarrollo del capitalismo mexicano como producto histórico y por tanto,
el grado de complejidad en la estructura de los sistemas nacionales y
regionales.

Angel Ehssoia BatPlla, Schemes for the sbrdy ofRegiom. The case of M&co, 1975, p. 1-2.
Angel Bassols Batalla, Geogr& subc&armUo y regidzación, Mkxico, NT, 1975.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCiAS EN ...

Si estamos de acuerdo en que la creación de las regiones económicas es


un fenómeno histórico, debemos convenir en que la base de su estudio
consiste en conocer las raíces de su formación. Por eso para entender la
delimitación regional de México debemos -después de haber mostrado
10s grandes trazos de la geografía física y los recursos (sin los cuales nada
podría haberse forjado y que influyen notablemente en los paises subdesa-
rrollados en la localización espacial de la población y de las ramas
productivas)- proceder a un rápido análisis del proceso histórico-social
que ha hecho posible la clara división en regiones económicas del Mexico
actual. Pero las huellas de la historia social son sólo las raíces regionales
y de ellas debemos pasar a los factores, variables y constantes, que en la
etapa contemporánea modelan las distintas regiones, las diferencian y
las definen dentro del marco de un país que forma parte del Tercer Mundo.
Todos los especialistas en cuestiones regionales hacen hincapie en "la
evolución histórica de la región", incluso los menos ortodoxos, como
Claval en Francia. Este último autor habla de que "en el mundo preindus-
triai... las fuerzas económicas no juegan en el análisis inicial sino un papel
poco significativo (ntgligeable)"4 pero que "progresivamente se crean
edificios (constructions) más estables". Claval procede, entonces, a mos-
trar cómo el intercambio de mercancías, las ciudades que sirven de
mercados, las fuerzas políticas y los elementos administrativos ayudaron
a forjar en el siglo m 1 1 éuropeo las "regiones históricas" de las cuales
derivaron, con la Revolución Industrial, las regiones económicas. En
forma similar a nuestra concepción, el autor insiste en el papel de los
transportes, que permiten movilizar más rápidamente las mercancías, en la
especialización creciente de las regiones agricolas, ya no sólo homogeneas
sino eminentemente funcionales; en la decisiva participación de la indus-
tria de transformación desde el siglo xrx, que se refuerza en el presente por
la especialización y la división del trabajo. Hasta aquí seguimos a Claval
en su análisis principalmente de las regiones europeas, donde tambien
hace ver la diversificación de las actividades agrícolas en el seno de
la región, & los servicios, etcétera. En los países subdesarrollados, agre-
ga Claval más tarde, existe heterogeneidad regional, con rasgos de eco-
nomía colonial (plantaciones, industria minera de exportación) y con-
cluye: "la construcción & regiones económicas está ligada a la economía
m~derna".~

Régiorrs, Nah'w, G r d f i p c s , París, 1% p. 312


Ibidem, p. 520.
En esto nosotros estamos de acuerdo con Claval, pero jpodrfa afirmarse
en consecuencia que no existen regiones económicas en Mexico? No lo
creemos asi. Por lo contrario, pensamas que los caracteres y la estructura
de las regiones en países de Amtrica Latina donde el capitalismo ha
alcanzado un grado relativo de desarrollo, donde se presentan situaciones
ue mayor madurez, son distintos de aquellos que poseen las naciones del
miindo industrial, pero que no puede negarse su existencia. Podrá con-
cluirse que nuestras regiones siguen otras pautas, otros mecanismos,
puesto que su índole corresponde a las de paises de economía dependiente,
donde las actividades primarias absorben todavía una mayoria de la
pblaci6n activa y la gran industria de transformación apenas va tomando
cuerpo, pero no puede negarse que la historia social ha creado ya regiones
económicas de Mexico identificables y por tanto verdaderas.
Y. Mashbits, conocido investigador sovietico, dice respecto a las
regiones económicas de los países en proceso de desarrollo: Sus "regiones
económicas se forman bajo condiciones de dependencia en la división
capitalista de trabajo, fuerte influencia de una especialización económica
inonoprductiva y de hipertrofia de sus principales zonas y centros donde
se concentra la economía y la p~blación".~ Agrega que en muchos casos la
intervención del Estado es creciente; la necesidad conduce a un mayor
desarrolio de las fuerzas productivas y todo ello a una especialización
regional más acentuada, sobre todo bajo la acción de fuenas externas. La
industria se centraliza en forma desmesurada, al mismo tiempo que las
plantaciones han creado un tipo capitalista de agricultura @or ejemplo en
el Noroeste y el Norte de Mexico y en algunas regiones tropicales). Pero
---insiste- no es correcto considerar grandes regiones a las áreas de in-
fluencia inmediata de las ciudades, sino tomar en cuenta los contrastes
campo-ciudad del hinterland a escala mayor. Las latinoamericanas son
regiones donde se acentúan las contradicciones internas y entre cada una
de ellas, de tal forma que con el tiempo crecen los desequilibrios en lu-
gar de di~minuir.~ El proceso de formacih regional -termina Mashbits-
se lleva a cabo cada día más intensivamente, a medida que crece la división
del trabajo y las relaciones internas y externas de cada región. Muy
acertadas aparecen tambiCn las palabras de E. Alaev sobre el carácter de
nuestras regiones:

"Problemi fonnirovania ekonomicheskij raionov i ekonomicheskoie raionirovaine Srrnn


Latinskoi Ameriki", e n Voprosi Geogrqíi. Moscú,núm. 76, 1968,p. 174.
' Ibihm. p. 178.
CONSTANTES. VARIABLES E INFLUENCIAS EN

Cuanto más complicada es la estructura de la economía y más profunda su


diversificación, tanto mayor fundamento para considerar a un país eco-
nómicamente más desarrollado en comparación con otro en el que estos
procesos están mencs desarrdladcs. Haciendo extensiva esta tesis a la divisiór
territorial del trabajo, lo que a nuestro parecer es muy justo, se puede afirmar
que el nivel de desarrollo económico del país se refleja también en su estrucb~ra
territorial, y en el marco d e una determinada clase d e exactitud puede
ampararse con el grado de complejidad de esta estructura, con el grado de
diversificación (policentrismo) del espacio económico. (Continúa Alaev). Ei
análisis de la distribución de las fuerzas productivas en los países en desarrolli
muestra que casi en cada país su espacio económico se caracteriza por un ladc.
por el monocentrismo (salvo raras exce+ones, existe sólo un ceritro nacic)nai
de atracción económica), y, por otm lado, por los vínculos extraordinariamsnt?
débiles entre el núcleo y los territoncs periféricos. El desarrollo espontáneo dc
semejante estructura territorial c a ~ d u c ea una mayor concentración d e la
producción en las zonas relativan:ec!~ desarmlladas, a una dw.psoporción más
profunda en el desarrollo regional; surgen corrientes migrdxiar; aniwtróp.
cascentrípetas en la principal ciudad del país: no se utilizan grandes recursc'.
potenciales de trabajo y n a t u r a h R

Según P. Alampiev, los factores decisivos formadores de regiones -e?


cualquier modo social de producción- serían los siguientes: o) la división
territorial del trabajo, b) especialización productiva, c) atracción eco-
nómica de las ciudades y poblados, d) papel del transpone, e) condiciones
y recursos naturales, 0 situación geográfica y geoeconómi~a.~
Otro ejemplo soviCtico de validez universal es el tratamiento que V. 1.
Lenin diera al estudio de los factores de formación del mercado interno cn
un p i s que -como la vieja Rusia- se encontraba a principios del siglo
xx en medio del proceso de desarrollo capitalista y por ende en una etapa
trascendente de su integración regional.1° Lenin mostró cómo las regiones
se consolidan conforme avanza aquel modo de producción y no tituhe6 eri
adoptar la regionalización más adecuada para el momento, sobre la base de
estudios anteriores de los geógrafos rusos, pero introduciendo nuevos
puntos de vista. Para Cl los principales índices y factores de la formación
del mercado interno eran: 1) Desarrollo de la red ferroviaria y cargd
movida por ese medio. 2) Crecimiento de las ciudades. 3) Volumen de!

' "La planificación regional en los países en desarrdlo",en Ciencim socides, Moscú. núm. 4,
1974.
Ecor*>michesk& rmoirovannie SSSR,Moscb, 1%3.
'O El desarrollo del cap'tdkmo en Ruria, (1899) Edición 1974.
ahorro interno. 4) La colonización de nuevas zonas "periféricas".
5) Incremento demográfico de villas y poblados artesanales e industria-
les. 6) El empleo asalariado. 7) La migración agrícola y no agrícola. 8) El
nivel ttcnico alcanzado en cada región. 9) Números absolutos y relativos
del aumento en la producción regional. 10) División social del trabajo.
Estos principios se aplicaban a un país enorme, pero donde se daba un
proceso de desarrollo capitalista y donde los productores sufrían "tanto a
causa del capitalismo como a causa del insuficiente desarrollo del capita-
lismo", según frase del propio V. 1. Lenin. Esta h s e se podría aplicar en
1978 a los países de la Amtrica Latina m mayor avance productivo.

1. Nuevos enfoques, teorías y aplicaciones

Para llegar a su delimitación de "las regiones británicas", Claude Moindrot


toma los siguientes pasos: a) define las regiones estructurales (historia
geológica y grandes conjuntos geomorfológiccs), b) presenta los elemen-
tos básicos del clima en Gran Bretaña e Irlanda, c ) muestra las variaciones
en la historia económica, 4 la especialización de la economía actual, e) las
zonas de infiuencia regional de las ciudades y f ) los aspectos de la pla-
nificación regional," para establecer sus seis grandes tipos de regiones:
1) la franja céltica, 2) viejas regiones industriales en vía de rehabilitación,
3) las regiones "grises", 4) regiones predominantemente agrícolas, con in-
dustrias aisladas, 5) la región metropolitana de predominio "terciario" y
9 las regiones subindustrializadas.
Por su parte P. George divide a Estada Unidos de acuerdo al esquema
clásico: a) grandes factores y conjuntos naturales, b) los recursos
potenciales, c ) formación de la población norteamericana, 4 actividades
y niveles de vida; ciudades y medio rural; el medio natural y social. El gran
geógrafo francts presenta -como nosotros lo hacemos en este trabajo
para el caso de Mtxico- cuadros del desarrollo histórico de las nueve
grandes regiones a partir de 1790 y hasta la fecha.12
Una importante obra sobre China, analiza paso a paso lo que su autor
llama las "influencias formadoras" del actual espacio en ese inmenso país,
para alcanzar su meta de división regional ("producto -dice- no s610 del
estudio de gabinete sino tambitn de los viajes sobre el terreno").

" A. Colln, Les régionr britmniques, París, 1971.


lZ Gtographie des Etots-Unis, PUF, Pads, 1971.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN

1) Ocupación del suelo chino a traves de la historia. 2) Población en la


actualidad. 3) Estructura social. 4) Diversidad natural de las regiones.
5 ) Niveles del desarrollo económico. 6) Lucha por vencer a los elem.entos
naturales. 7) Regiones agrícolas e industriales, transportes y comu-
nicaciones. 8) Tipos de poblamiento. 9) Las ciudades. Buchanan primero
establece la división en regiones naturales, luego en grandes regiones,
zonas y regiones agrícolas; las industriales y otras, hasta llegar a las
"grandes regiones ec0n6micas"'~ establecidas por los propios planifica-
dores chinos: Noreste, Norte, Este, Centro, Sur, Sureste, Noreste, Tíbet,
Mongolia interior y Jingan (extremo oeste).
Samir Amin ha mostrado el peculiar tipo de "desarrollo" que tuvo efecto
en la epoca colonial de Africa y que por consiguiente dio como resultado
especiales tipos de regiones económicas: lo importante es que Amin no
niega la existencia de esas regiones incluso en el continente de mayor
atraso relativo del mundo. "Por consiguiente -afirma- a nivel regional,
el comercio colonial dio origen necesariamente a una polarización del
desarrollo periferico dependiente. El corolario necesario de la "riqueza"
de la costa fue el empobrecimiento del interior. Africa, predispuesta por su
geografía y su historia a un desarrollo continental organizado alrededor de
las arterias fluviales mayores del -0ntinente (las que le proporcionaron
transporte, irrigación y energía eléctrica) se vio condenada a ser "desarro-
llada" solamente en su angosta zona costera. La distribución exclusiva de
recursos en la zona antedicha, una política planificada de comercio
colonial, acentuó el desequilibrio regional. La emigración masiva del
interior hacia la a s t a forma parte de la lógica del sistema. Esa migración
proporcionó mano de obra barata al capital donde Cste la requería. (...) La
culminación del sistema de comercio colonial fue la balcanización, en cu-
yo marco las microrregiones "receptoras" no tenían "interés" en "compar-
tir" las migajas de la torta colonial con sus reservas de mano de obra".14
L S. Chivuno indica claramente la terrible desigualdad existente entre las
regiones africanas y "la extrema concentración de las industrias ma-
nufactureras" en algunas de ellas. Plantea que debe estudiarse la base
física, demográfica y económica de las regiones, para la necesaria plani-
ficación regional en Zambia,ls que según el Dr. A. L. Mabogunje debe
"reducir las disparidades entre las regiones más ricas y las más pobres de

Paris, 1973, p. 234.


u k Colln, L'hpoce cl~inoi.~,
Planijícoci6n rcgiond y d r s m l l o nacional en África, Siap, Buenos Aires, 1973,p. 4 2
U Ibidem, pp. 223-243.
sus países y obtener un grado mas alto de unidad e integración na~ional".'~
Para África es más apropiado aplicar las palabras de Mashbits:

Las regiones se han formado sobre una especiali7ación en materias primas


minerales y agrícolas y una orientación exportadora de su organización social
y territorial, y tamhién de su correspondiente infraestructura. Aquí la posición
del capital extranjero es fuerte e incluso en ocasiones se vuelve más poderoso.
El desarrollo de esas regiones se basa en la explotación de recursos locales
naturales y de mano de obra, pero están casi desconectadas de las otras regiones
de sus países y a menudo son bastiones del n e o ~ o l o n i a l i s m o .La
~ ~ nueva
regionalización de la República Popular y Democrática de Argelia muestra un
enfoque de acuerdo a la necesidad de regionalizar para el desarrollo.

2. Regiones eri América Latina

En un plano de algún modo distinto, en h e r i c a Latina se habla de


"regiones para el desarrollo", "regiones-plan" o "regiones para planifica-
ción" y en general para definirlas podrían tomarse:

los diferentes indicadores, simpies o compuestos, que se han considerado en


c.tudios de desarrollo económica y social, siempre que existan datos numéri-
c a para las unidades que han de componer las regiones. Especial interés tienen
las características que se refieren a costos y a la oportunidad de uso de los
factores productivos y su relación con los complejos agropccuanos e industria-
les; rentabilidad marginal, remuneración o retorno y accesibilidad al mercado
general del país; especialización e interdependencia económica, y redes de
transporte y wmunicaciones. Es también importante tom:ir w m o indicadores,
para cada unidad o región, su participación o porcentaje en ciertos totales
nacionales como superficie, población, producto interno bruto, valor agregado
sectorial, gasto en salud y educación y otros.la

Por su parte W. Sr6hr muestra los criterios económicos utilizados para


delimitar regiones en Chile (antes de 1973): a) Complementación so-
cioeconómica interna, entre áreas avanzadas y atrasadas, de recursos,
etcetera. b) Contar con mercados internos de tamaño lo bastante grande
para ofrecer economías de escala a las industrias regionales. c) Las

l6 Ibi&m, p. 287.
" Soviet Ceogrqhicui Studies, Moscú, 1976, pp 220-221.
E>+rqpossobre planificacidri regional del &arrollo, Mkxico, S. XXI E., 1976, pp. 100-101.
CONSTANES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN . . .

regiolies deberían respetar las fronteras provinciales existentes. d) De-


be~íansepararse regiones cuyo tamaño permitiera adecuada comunicación
interna.'9
Los geógrafos franceses señalan en recientes investigaciones la directa
relación entre urbanización e industrialización, por un lado, y formación
regional, por otro: entre función comercial de una ciudad y acon-
dicionamiento nice en valeur del espacio; entre especialv~ciónagrícola y
región. El caso de Monterrey donde "la industria es creadora de una
organización regional" resulta según estos estudios "excepcional" y tam-
bién se considera la importancia de las industrias maquiladoras de la
franja fronteriza mexicana en su influencia regional.20 El sociólogo chi-
leno Osvaldo Sunkel, señala con agudeza como a la polarización inter-
nacional dentro del capitalismo corresponde también una polarización
interna:

De hecho, los focos geográficos, econ6micos, sociales, políticos y cultura-


les d e polarización de lo moderno y desarrollado se encuentran estrechamen-
te asociados al auge o decadencia de las actividades económicas vinculad;is
directa o indirectamente con los países desarrollados. E s el c:iso d e las
regiones, ciudades y puertos que reciben la influencia directa de las invcrsioncs
y expamibn d e las tradicionales actividades exportadoras, así como dc ;ic;ucII:i~
otras ciudades -generalmente los centros admi~istrativosdel país (c~i;ind»n o
coii~cidencon el puerto principal de export..ición)-, que captan parte de los
ingresa generados en el sector exportador y los redistribuyen en f;ivor de otr:ts
regiones y grupos sociales.21

Agrega que la polarización poblacional agutliza los descquilibrioi


regionales y las metrópolis dan lugar a fuertes deshaianccs interurh:intñ e
intraurbana. La polarización interna es consecuericia, entonces, dc 1::
externa y de la dependencia económica; las compañías trasn:icioniilcs
aceleran la "desnacionalizaci6n".
El geógrafo japonés Iwao Kamozawa pone enfasis en Irr forrniiciriii his-
tórica regional y establece que las regiones cconómiais de Icxs pliíscs des;:-
rrolladcx son distintas de aquCllas en las cualcs "no ha alconzndo 1o~l:iví~i
madurez la economía de intercambio" (de mercancías) y en lo iiiiport~in-
cia de los criterios físicos "pues, en último tCrmino las condiciones niiiu-

l9 Ibidem, pp. 165-169.


" Cahiers Amdriques Latines 197.1. Parfs, 11 11:Al., 1973.
&S

" Capitalismo transnacionul y desir~cgraciótrtraciorrril en Ain<<ricaI.ir/iirri, Iliicrl~nAiicx.


1972. p. 266.
rales forman parte de las condiciones socio-económicas en una región
J. Korvák sostiene que las regiones económicas deben basarse en
los limites administrativos "incluso si son por lo general tan ficticios como
cualquier otra frontera" y que en los palses pobres las diferencias entre
áreas regionales es mayor que en los desarrolladas, pero no obstante que
"sdo se halla alcanzado la etapa de la ganadería extensiva o la caza" existe
ahí un tipo de economía: por ello deben incluirse en la regionalizaci6nZ3
aunque no tengun grandes ruícleos econdmicm (subrayado mío, ABB). B.
Berry recuerda la necesidad de utilizar las variables en forma matemá-
tica," al igual que el bien conocido economista W. Isard. Sin embargo k
Wrobel conviene en que los mttodas matemáticos son más útiles en etapas
posteriores del estudio regional. J. Wilmet define a la regionalización co-
mo "la delimitación y estudio de unidades espaciales sobre la base de las
actividades económicas que le son propias".2s
Ahora bien, en el mismo libro R. T. Gajda advierte que en los países en
vías de desarrollo no existe una tipologia de regiones económicas, pero
propone como criterios para "definir los tipos de regiones (en el Tercer
Mundo)" los siguientes: 1) Poblamiento. 2) Distribución de los habitantes
y estructura poblacional. 3) Ingreso por persona. 4) Distribución de los
recursos naturales. 5) Perfil de las actividades económicas. 6) Grado de
estabilidad de la economía nativa. 7) Acceso y desarrollo del transporte.
8) Aspectos sociales. Lleva la atención al problema de los "espacios
vacíos" todavía existentes, pero que cuentan con "oasis" y determinada
actividad humana y concluye pidiendo que se elabore la teoría para las
regiones en general atrasadas.26S. Lesznycki ha dado un paso inicial en
este sentido cuando imprimió su "mapa de regiones económicas del
mundo" (en 1964 y posteriormente el Atlas Swiata).
M. M. Palamarchuk definió la región económica como sigue:
Es un sistema de complejos productivos'territoriales que se presentan en la
forma de centros y núcleos industriales, regiones de espeCjalizaci6n en ramas
económicas, zonas agrícolas y otras fonnas de concentraciones territoriales y
organizaciones territoriales de producción, que se suplementan unas a las otras
y están ligadas entre si por su papel definido en el procm de repducxión y
en el sistema de la división territorial del trabajo."
" Ecommic Regionaluation, Praga, 1%7, p.6667.
" Ibidem, p. 72.
Ibia'em, p. 8 2
Ibidem, p. 126 y 129.
16 Ibia'em, p. 159.
Ibidem, p. 259.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN ...

Reconoce sin embargo, que no existen principios universalmente re-


conocidos, para tipificar y definir los límites de regiones económicas.
Algo importante señala M. Blazek en la obra: "la regionalización por
ramas (económicas) no representa la verdadera división" en las regiones
de síntesis ("compage") el profesor Tulippe mostró que en Bélgica se
identificaba a la "región económica" con "el espacio delimitado por la
atracción de un centro",28 pero esta definición de Isard es parcial y
corresponde 5610 a las regiones "polarizadas" de viejos países industriales.
Al respecto, Minshull tiende a reafirmar - c o n Whittlesey- la necesidad
de utilizar el metodo unitario de estudio que se engloba en la palabra
inglesa compage, cuyo propósito en el fondo coincide - p o r lo menos en
muchas de sus líneas generales y en sus propósitos- con la metodología
de investigación de la verdadera región geoeconómica, pues en el com-
page se incluyen "todos los aspectos del medio físico, biótico y social, que
están asociados funcionalmente con la ocupación de la Tierra por el
hombre". Propone escoger veinte distintos grupos de fenómenos para
llevar a cabo los trabajos en las regiones, tanto "de organización" como las
que él mismo llama "complejas" (complex). Aqui vuelve a coincidir con
las ideas de los geógrafos "orientales", pero su formación intelectual no le
permite reconocer dichas coincidencias con puntos de vista y mCtodos
materialistas, que aceptan la noción de región como un todo interre-
lacionad~.~~
Para volver concretamente a la America Latina, Velloso Galvao y S.
Faissol han indicado cómo se procedió a dividir a su país en regiones,
partiendo de las "naturales" y pasando más tarde a las económicas por vía
de las dos concepciones en boga: "regiones homogéneas" ("organización
basada en la producción") y "funcionales" ("vida de relación") yendo de
las microrregiones a las de nivel macro. Se utilizaron factores de:
a) ecología, b) población, c) agricultura, d) industria, e) transportes, f )
actividades terciarias (en total 74 variables). En forma especial se estudia-
ron las ciudades y su efecto de polarización; por fin se declaraba que la
meta era llegar a la regionalización del Brasil en regiones complejas "de
planifi~ación".~~ En el seminario de Santiago de Chile (1%9) se expuso
que existía confusión en América Latina respecto a la regionalizacióri,
pues mientras en México "el énfasis ha sido puesto en el desarrollo

Proóiem of E c o ~ m i cRegion, Varsovia, 1%1, p. 185.


" Regional Geogruphy, Hutchinson Univ. Library. Londres. 1%8.Ver la reseña de ABB, e11
ProbIernm &l desarrollo, núm. 5,pp. 87-89.
"Divisao regional do Brasil", en Regionalizaciórt, Rfo de Janeiro, IPGH,1972, pp. 244-255.
regional por cuencas hidrológicas que cruzan libremente los límites de los
estados", en Perú, Argentina y Panamá se definen limites en todo el
territorio y las regiones sirven para "fines de desarrollo nacional planifi-
cado" y en Chile "las regiones cooperan con ODEPLAN en la preparación de
iin presupuesto nacional regionalizado de inversiones y en la coordinacan
cie estas". Para 1%9 se utilizaban criterios de variada Indole, como los
geográficos, de polarización, político-administrativos, econ6micos, socia-
les, de población, etcétera, para que cada región presentara "una unidad
desde el punto de vista económico, social, administrativo y territ~rial".~~
Bajo el gobierno progresista de Salvador Allende se llevaron a cabo
estudios e intentos serios tendientes a disminuir el desequilibrio re-
gional." En general, en Sudamerica se habfa seguido hasta 1970 el metodo
de identificar regiones "de síntesis para la planificación", hornogeneas
y de atracción de ciudades o "polos",33 pero como no existe verdadera
planificación nacional o regional, se concluyó en el Seminario que debie-
ran reconocerse oficialmente las regiones de planificación y los centros
regionales de desarrollo.
Ai considerar los distintos factores en la formación regional a traves del
riernpo, estamos de acuerdo con A. Rofman cuando afirma:

El sistema económico-social en una o en un conjunto de naciones y las oondi-


ciones específicas del desarrollo de las fuerzas productivas determinan el
modo de organización espacial en cada una de las aireas estudiadas. Es decir,
suponemos que es imposible estudiar los fenómenos relativos a la formación
de las regiones en un espacio dado sin contar con un adecuado conocimiento
del modo de producción y del juego de fuerzas sociales en el respectivo entorno
geográfico. Dado que el proceso económico-social y las correspondientes
relaciones sociales de producción engloban aspectcs económicos, políticos,
cu!tura!es, etcétera, el análisis deberá incorporar variables de distinto origen
disc~plinario.~~
Ia estructura del proceso histórico de formación urbeno-regional en el área
en estudio -agrega Rofman- no puede esiudiarse sin contar con un modelo
de interpretación global de la sociedad analizada. (...)" El propio autor

" MoisCs Mrack [.a estrategia de desarrollo espacid en Chile (1970-1973),Buenos Aires,
, m

1074.
" Hegiondizacilin, op. cit., pp 457.
U Llependencia, estructura de poder y formación regiond en Amkrica L ~ M Buenos
, Aires,
Siglo XXI, 1974, pp. 13-14.
" Ibidem, p. 14.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN .

argentino cita una definición, muy apropiada:36 La formación social de un país


cualquiera estaría condicionada, para cada momento histórico, por su le-
gado histórico, por factores externos y por su espacio físico. La formación
social en sí estaría constituida por la interrelación entre una estructura
económica, un estructura cultural-ideológica y una estructura política-jurídica
específica, con un aparente predominio de las primeras. Todo esto tiene como
efecto, entre otras cosas, un sistema regional (...).

TambiCn M. Santos, ha mostrado con vigor la acci6n regional de los


monopolios transnacionales y el Estado en muchos países en proceso de
desarrollo, que profundiza las disparidades espaciales, las migraciones
internas y la "concentración a c ~ m u l a t i v a " . ~ ~
Y para concluir este apartado, volvamos a Rofman: "para interpretar el
comportamiento del espacio geoecondmico es preciso comprender previa-
mente el comportamiento de la sociedad global de la cual se nutre",'' es
decir hay que tomar en cuenta aspectos decisivos como: a) el subdesarrollo
capitalista dependiente, b) la estructura del poder y de la inversión que se
realiza en el espacio (el Estado, la empresa privada, la ifiversión e x -
tranjera), c) los centras urbanos, flujos de mercancías y redes de transporte
creadas en el territorio, d) la fuerza de trabajo y la concentración de todo
tipo, que "refuerza y privilegia las areas donde la mayor aglomeración y
el más elevado ingreso global (...) se corresponde con el tipo de estructura
productiva d ~ m i n a n t e " .La
~ ~ historia de America Latina, desde la epoca
colonial hasta la actual etapa de dependencia económica y tecnológica-
financiera permite afirmar que:

los procesos de concentración y centralización económicos intensifiwrán el


proceso de desarrollo desigual interno en los países que sigan adscritos a diclio
modelo de comportamiento de la sociedad global. Esta tendencia, muy proba-
blemente se reforzará aun cuando se desplieguen renovados esfuerzos para des-
concentrar geográficamente la actividad productiva o se inicien grandes
inversiones a zonas con recursos naturales inexplotados. Idas mismas carac-
terísticas del modelo de producción capitalista dependiente, en sus distintos
niveles, permite vaticinar una aceleración de la brecha entre sectores dominan-
tes ubicados en áreas metropolitanas y el resto del sistema espacial.

D e s a r d o urbano y desarrollo regional, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 197 1,


tomo 1.
L'espace parta& París, 1975, pp. 259-299.
Y Dependencia.., op. cit., p. 14.
Ibidem, p. 4 2
Sin embargo - d i c e Sdasiuk- el factor más dinámim de la transformación
en los países en desarrollo es la indust~ialización, la mejor vía modernizadora
entre todos las sectores. Las relaciones espaciales de producción, que son
inherentes a la energetica, el transporte y la industria pesada, determinan su
potencial como formadores de regiones. En las áreas más desarrolladas y re-
lacionadas íntimamente con los grandes puertos marítimas, donde tradicio-
nalmente la industrialización de las ramas ligeras y alimenticias se ha concen-
trado, Ilévase a cabo un crecimiento acelerado de las ramas de industria pesada,
con lo que permite fundar industrias tradicionales. Como resultado de ello,
avanzan los complejos territoriales industriales y la formación de "viejas"
regiones económicas. Este proceso profundiza la división geográfica del
trabajo, formando un sistema más ramificado y maduro de regiones econó-
micas. Pero al mismo tiempo este proceso conduce a una mayor concentración
productiva en las áreas más desarrolladas, lo cual incrementa las desigualda-
des regionales. Otro resultado de la industrialización consiste en la creación
de nuevas regiones económicas, como corolario del desarrollo de los recur-
sos de las áreas interiores atrasadas. Los proyectos más importantes se
convierten en núcleos de nuevas regiones, pero simultáneamente y en no pocas
ocasiones, aparece el dualismo (...) La especialización productiva de las
regiones econ6micas debido a sus más favorables combinaciones de recursos,
conduce a acelerar el progreso económico debido a la división territorial del
trabajo. Al mismo tiempo la especialización regional fortalece la integración
productiva territorial a escala nacional, que es decisiva para países en desarro-
llo. La aguda cuestión, no s61o económica sino también socio-política del
progreso rápido de las áreas atrasadas puede y debe ser resuelto no separada-
mente (aunque a menudo se han hecho intentos de este tipo) sino como parte
integral de la estrategia general del desarrollo regional, termina Sdasiuk."

Es conveniente señalar que en el llamado Tercer Mundo se observan


grandes diferencias en el grado de desarrollo de los países que lo integran:
en Arntrica Latina en general es mayor que en Asia y África. Dentro de
Latinoamerica han alcanzado mayor diversificación industrial, agrícola,
de servicios, etcttera, naciones como Argentina, Brasil, México, Vene-
zuela y Colombia, mientras han quedado muy rezagados Haití, Paraguay,
Bolivia y otros. Las ideas de Sdasiuk se aplican sobre todo al continente
africano y a ciertas partes de Asia, pero tambien tienen validez para
numerosas areas de Amtrica Latina.41

"Regional development and regional policy in the Third World couotries", en International
Geography, XXlll h t . Geo. Cwgress, M d , 1976, vol. 11, pp 77-81.
" Ver Rkgiondisation ct &eloppement, CNRS, París, 1968
CONSTANTES,VARIABLES E INFLUENCIAS EN

En verdad, numerosas gedgrafos y economistas europeos - e n t r e ellos


los maestros franceses & la escuela progresista y avanzada- han escrito
importantes libros cuyas ideas coinciden con las expresadas por los autores
latinoamericanos sobre el proceso de formación regional en nuestro
subcontinente. Desde luego, nosotros hemos aprendido mucho de los
pensadores franceses y europeos en general, porque la Geografía europea
se desarrolló antes que la nuestra y los antecedentes se remontan - e n el
caso de Mexico- a la obra de Alejandro de Humboldt Ensayo Político
sobre el Reino & la Nueva Espafía (1811), en el cual se presentó por vez
primera un cuadro nacional y regional de la colonia al final de dominio
peninsular. Después, sobre todo a partir de 1945, los libros extranjeras nos
han sido particularmente útiles para entender la estructura regional en el
Tercer Mundo y especfficamente en America Latina.42
Los geógrafos franceses han hecho numerosas aportaciones en el orden
de las ideas, de la metodología y de la aplicación concreta en regiones del
Perú, Brasil, Argentina, Ecuador, Mexico, las islas del Caribe. TambiCn
son dignas de mención las investigaciones regionales de autores alemanes
como H. G. Gierloff-Emden, polacas como S. Lesznyski y sovitticos. De
todos ellos y de muchos otros que han estudiado las regiones de Asia,
África, el mundo desarrollado capitalista y el socialista, hemos
a p r e n d i d ~ .Pero
~ la tarea de crear una teoría de la formación y estructura
de las regiones en America Latina recien ha comenzado y se llevará aún
largo tiempo su realización cabal; en ella los geógrafos y economistas de
nuestros paises tendrán que cumplir la parte sustancial. Así como la natu-
raleza, la población, la historia y la economfa de las regiones latinoameri-
canas son bien distintas a las del mundo industrial, de la misma manera
otra debe ser la teoría producto de esa realidad. No puede hablarse
en forma simplista de uniformidad en todo el subcontinente, sin señalar
las especificidades concretas de cada pafs y de cada región. La formu-
lación de una teorfa general propia de America Latina es labor urgente y
necesaria.

a Ver obras de Osvaldo Sunkel, Fernando Cardoso,Marcos Kaplan, Celso Furia&, Caio Prado
Jr., Milton Santcs, etdtera; Les espaces économiquesde Jacques-R. Boudeville L'espace geogra-
phiqrre de Olivier Dollfus;trabajos de Claude y Aime Collin-Delavaud,Frédéric Maum, Jean Mayer,
Jean Revel-Moura, Clau& Bataillon, Michel y iaurence Foucher, H a n Enjalbert, etdtera, en
Cahiers &S Amdriques U i n e s y en obras especiales. Son particularmente importantes Geografla
del subaksarroIIo de Yves iacoste y El Tercer Mimdo en la economía n d d de Pierre Jalt5e.
a Para diversos estudice geoemnómicos regionales en México tomamoe a m o modelo el libro
&l Pmfr. Michel Phlipponneau Debout Bretagne! PUB, 1970.
3. Cuestiones fundamentales de la teoría regional

En España se han escrito numerasos libros sobre las regiones y en uno de


los más importantes se menciona la "división geográfica de síntesis" hecha
por Terán A. y Sol6 S a b a r í ~basadas
~ ~ en la fisiografla y elementos étnicos,
revisando el autor las "regiones funcionales" y las 11 macrorregiones (a su
vez divididas en 25 regiones) del Instituto de Geografla Aplicada, sobre
bases físicas, sociales y económicas. Concluye que las regiones deben
incluir:

red urbana existente y planeamiento posible de su expansión; infraestructura


de comunicaciones en servicio y posibilidades de mejorarla o de comple-
tarla, en relación con los medios disponibles al efecto; grado de desarro!lo
alcanzado por cada uno de los sectores económicos y medidas a adoptar para
estimular, encauzar y, eventualmente, frenar su expansión respectiva, teniendo
en cuenta una serie de factores (costos de transporte de materias primas;
cantidad, cualificación y costo de la mano de obra disponible sobre el terreno;
posibilidad de hacer venir trabajadores foráneos y, con este fin, montar los
servicios d e vivienda, sanidad, educación y otros igualmente indispensables;
características ecológicas que favorezcan, dificulten, impongan o excluyan
determinados tipos de economía agraria, determinadas clases de industria o de
servicias; grado de concentración industrial o demográfica ya alcanzado y que
se prevea alcanzar en un futuro razonable).*

El profesor M. Phlipponneau ha expresado que la región (económico-


administrativa para planeaci6n) es una "unidad geográfica que correspon-
de a 1 s caracteres de nuestra Cpoca"," y la investigadora norteamericana
M. Megee4' ha utilizado 56 variables sociales y económicas como basicas
para los estudios de carácter regional a nivel internacional (Estados en
calidad de regiones). De esas variables, seis abarcan aspectos demo-
gráficos; once son de consumo por familia o por persona; uno de transporte
de carga por ferrocarril; dos de actividades primarias (agrlcola-ganade-
ras); uno de nivel de empleo general; dos sobre los precios internos; 22 de
valor y empleo industrial general y por ramas (extractivas, energía y manu-
factureras); cuatro del valor de importaciones y exportaciones; cinco más

U Geogrcípa regional de Espcviq Barcelona, 19ó8.


u ia rcgioMLTaci6n de EspPñc) Madrid, 1972, p. 395.
La Gauche et kr Rhgions, París, 1%7, p 18.
" "Problems in Regionalizing and Measurement". En P- Rcrcarch Soaety Pupers, IV.
1965, pp 7-35.
CONSTANTES. VARIABLES E INFLUENCIAS EN ...

se refieren a Producto Nacional Bruto y los últimos dos a disponibilidades


en oro y reservas monetarias. Desde luego, parecen correctas en general
las variables estimadas, pero para pafses del Tercer Mundo es impres-
cindible que se tome en cuenta un mayor número de variables referentes a
la agricultura, ganadería y minería, pues viven precisamente de la produc-
ción y exportación de materias primas. Además, no puede aceptarse la idea
de que la delimitación de regiones se base únicamente en variables mate-
máticas, pues con ello se estaría dando un tratamiento "jacobino" al estu-
dio de regiones-naciones o países. Por lo contrario, las variables deben
siempre ir complementadas con el uso de criterios de índole histórica, so-
cial y económica, que muchas veces no pueden cuantificarse pero sí usarse
en forma de índices. Ahora bien, las variables y criterios no pueden ser
exactamente las mismas cuando se trata de regiones-naciones (países en su
totalidad) y cuando la investigación se refiere a regiones dentro de países.
Algunas de las variables no pueden aceptarse (oro y reservas monetarias,
por ejemplo), pero la gran mayoría servirían perfectamente en ambos
casos. Sin embargo, la estadística en los países subdesarrollados es muy
deficiente y no permite que se hagan estudios completos de regiones,
usando todas las variables de Megee.
Mashbits, para el caso de M 6 x i c 0 ~tomó
~ en cuenta los siguientes
criterios y variables en su estudio del país como gran región: A. Criterios,
1) Formación histórica del territorio nacional. 2) División administrativa
y fronteras. 3) Situación geoeconómica en el mapa del mundo. 4) Recur-
sos y condiciones naturales. B. Variables, 5) Población (composición
étnica, densidades, movimiento, ciudades y medio rural, estructura de
clases, niveles de vida y cultura, migración interna y externa). 6) Eco-
nomía (desarrollo histórico, estructura, capitales nacionales y extranjeros,
intervención del Estado, tipos de economía). 7) Actividades rurales
(carácter de la agricultura, ganadería, etdtera; riego y "temporal"; tipos
de economía agrícola; propiedad y uso de la tierra; principales cultivos
y especies ganaderas, de pesca, etcetera). 8) Industria (desarrollo gene-
ral; energeticos; estructura industrial; minería; metalurgia, etcétera.
9) Transporte (importancia económica e historia) y ferrocarriles, caminos,
etcetera; carga y pasaje. 10) Relaciones económicas externas (impor-
taciones y exportaciones; problemas, soluciones). 11) Diferencias re-
gionales internas. En el estudio de las regiones de Mexico, el autor citado
comienza por debatir el problema de la formación histórica de las gran-

* Meksika, Moscú, 1961.


des regiones de MCxico y despuCs pone enfasis en las bases de su divi-
sión económica: "partiendo de las particularidades geográficas (físicas)
e histórico-económicas y sobre todo tomando en cuenta el nivel y las
tendencias del desarrollo del capitalismo, la especialización y las re-
laciones económica^".^^ Como índices fundamentales señala los
siguientes: a) área, b) población, c ) participación regional en población
urbana, ú) i&m. en actividades primarias, e ) en industrias, j) en Producto
Nacional Bruto, g) en extensión de vías de ferrocarril. Además, insiste en
la importancia de las ciudades, los programas de "desarrollo regional y
10s cambim espaciales en el tiempo".50 Cuando trata cada región, se re-
fiere a los mismos índices, criterios y variables, sobre todo a los facto-
res históricos; recursos naturales, suelo y climas; población activa y
urbana, hinterland de los centros urbanos; energeticos; lugar de la
industria de transformación y regiones manufactureras; plantaciones co-
merciales o su ausencia; lazos interregionales; estructura agraria y refor-
mas sociales; especialización regional y comercio; puertos; política
económica gubernamental en las regiones. Finalmente, H. B ~ b e k , ~po- '
ne Cnfasis en la necesidad de estudiar los niveles de desarrollo de los
servicios (además de la población, ingreso nacional e inversiones, ya
incluidos por K Dziewon~ki)~~ en el análisis de las regiones económicas
"complejas".
Resulta de gran utilidad señalar cómo el examen de diversos trabajos
sobre la formación de las regiones econbmicas en la India muestra gran
similitud con los conceptos que nosotros utilizamos al hablar de las
grandes regiones mexicanas. G. Sdasiuk pone de relieve el papel prepon-
derante de: a) el grado general de desarrollo socioeconómico del país,
b) la división interna del trabajo, c ) los núcleos industriales, d) el sector
público, e ) los complejos productivos en estructuración, j) la colonización
agrícola.53 Además, la autora indica que las regiones económicas están en
un proceso de maduración; el problema de una división administrativa que
no coincide con la realidad económica es serio y que las franjas de transi-
ción entre regiones debe estudiarse. Los geógrafos y economistas de la
India, desde 1%2 y con base en ideas similares a las de Sdasiuk, prescn-

49 Ibidem, p. 23ó.
" Regiones económicas búsicas & México, 1%3. Tr. de Angel Bassols Batalla.
"A Method of measunng level of socio-economic Development within Complex Regions of
different order", en Regionnlrration et développernent, Estrasburgo, 1%7.
Ibidem.
"The Role of the State in formation of b n o m i c Regions in India". en Ibidem, pp. 126-130.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN ...

taron mapas y estudios de regiones económicas, que más tarde se han


mejorado.S4
J. C. Perrin recuerda tres principios que rigen con mayor o menor vigor
en las economías de los países subdesarrollados: a) el tejido productivo
(espacial) es dCbil y mal articulado, en comparación con el de economías
desarrolladas, b) existe una fuerte desigualdad entre regiones más urbani-
zadas y mejor integradas, por un lado (regiones alrededor de las metrópolis
o zonas de producción más intensiva) y regiones de sociedades "tradicio-
nales", por otro; c) una desigualdad parecida en las estructuras de con-
sumo.SS Por tanto, se pueden distinguir dos tipos de grandes "regiones":
1) aquéllas que cuentan con un relativo desarrollo urbano y 2) las que sólo
cuentan con ciudades de tipo medio (50-100 mil habitantes); a su vez estas
grandes "regiones" se subdividen en "regiones medias" diversificadas
h~mogCneas.'~La más simple y al mismo tiempo sintética definición de la
escuela objetiva es la del búlgaro J. Marinov: "Una región es un complejo
de territorio y economía que ha desarrollado lazos internos de producción
y que se especializa en escala na~ional".~'
Un caso más de ideas al respecto es el de J. Komar, quien resume su
concepción de las regiones del Tercer Mundo, diciendo que: 1) la ex-
periencia de los estudios realizados en los países industriales es útil, pe-
ro no puede aplicarse mecánicamente en los atrasados. 2) No hay unidad
de opiniones entre los geógrafos sobre muy esenciales aspectos de la teo-
ría regional y la regionalización económica. 3) La "región integral" es
una categoría histórica, que cuenta con caracteres modernos, dinámicos y
conservadores, retardatarios. 4) El desarrollo regional debe vencer los
estrechos intereses privados y abrir los caminos del progreso social.58

4. Los sistemas y el caso de las regiones de México

Ha quedado claro que no existe uniformidad de criterios respecto a un


esquema exacto de lo que es la región económica, sus factores formativos

Ver P. S e n y p a , "Regions for planning in India" y "Planning Regions for Resource Devel-
opment in India", Nat. geo. Jour India. 1962, Parte 1 y 1%6 niimero 1.
"Schéma d'analyse du' développement régional", en Regimdkation et &.eloppen~erli ",o p
cit., 192-193.
" Ibidem, pp. 207-208.
" Angel Bassols B., México y la división económica r e g i m d , México, ENE, UNAM, 19654, p.
9.
Regiondkatim et développemenf, op. cit., pp. 171-178.
y sus caracteres básicos. Sin embargo, la teoría para nosotros más acep-
table es la que formula estos principios aplicables a Mtxico: a) la gran
región económica (macrorregión) existe objetivamente, b) es un sistema
que incluye factores y variables naturales (recursos minerales, climas,
suelos, aguas, etdtera), y sociales, c) tstas últimas integran un todo d) las
regiones son un producto histórico y por tanto dinámicas, e) el desarrollo
del capitalismo es factor básico de su formacibn, j) las ciudades y núcleos
urbaneindustriales son decisivos, g) las regiones se especializan en ramas
y varios productos, de acuerdo a la división del trabajo, h) existe una red
más o menos desarrollada de vías de comunicación, por donde se mueven
mercancías y personas, i) los lazos externos son más o menos poderosos,
pero en general se depende de la influencia de las metrópolis, 13 la división
político-administrativa muchas veces no corresponde a la realidad
económica, k) las regiones de Amtrica Latina -y de Mexico en particu-
lar- poseen diversos gradas de madurez y avance, pero son distintas a las
propias de los países industriales, 1) es necesario tomar muy en cuenta
la acción del Estado, las compañías transnacionales y la iniciativa privada
en el proceso de formación regional, m) las plantaciones comerciales y los
centros industriales, el comercio fronterizo, etcttera, son factores de
importancia regional, lo mismo que las grandes centrales eltctricas, la
gran explotación petrolera y minera, n) la política educativa y sobre todo
la económica son puntos clave a traves de la planificación en los cambios
de la estructura regional y o) los conflictos entre las clases sociales son
claramente visibles en la vida regionaLs9
Existen numerosas definiciones de lo que es un sistema, entre ellas la de
Anatol Rapoport, afirmando que es:

1) algo que se compone en un conjunto (finito o infinito) de entidades2) entre


las que se especifica una serie de relaciones, por lo que 3) es posible hacer
deducciones de algunas relaciones entre las entidades y la conducta o la historia
del sistema. (Concluye dicho autor norteamericano:) En mi opinión. el rasgo
más característico que distingue un sistema de otros conjuntos o de una porción
del mundo arbitrariamente circunscrita, es la posibilidad de describirlo en
términos puramente estructurales. Aquí la palabra estructura no se refiere
necesariamente a los componentes específicos o los rasgos físicos, sino más
bien a las relaciones (que pueden ser relaciones entre parámetios o relaciones
entre partes). Un sistema es, aproximadamente, un haz de relaciones. pura-
mente estructurales.

Ibidem, p. 262
CONSTANTES, VARIABLES E iNFLUENCIAS EN

Una definición clásica y un tanto limitada, es de Hall y Fajen: "una serie


(set) de objetos o elementos ligados por relaciones entre los objetos y entre
sus atributos (pr~piedades)".~~ P. Toyne cita a Harvey para explicar que
dicha definición se puede aplicar a muchos sistemas y organismos cuya
descripción ha sido tema básico de estudios geográficos desde los días de
Ritter, Herbertson y Roxby, pero agrega: "sin embargo, s610 en forma
relativamente reciente se ha hecho mayor hincapie en el concepto de
paisajes como sistemas y un análisis más riguroso y sistematico de los
mecanismos que forman su estructura y a~tuaci6n".~lLo decisivo
a g r e g a Kuhn- no son los elementos en sí, sino las propiedades de Cstos,
integrantes de los sistemas. Así se establecieron relaciones directas,*
indirecta^,^ paralelas,c retroactiva^,^ sencillas E y compleja^.^ "El meca-
nismo del sistema es la base de la organización espacial de los paisajes
humanos" concluye Toyne.
Ahora bien, las leyes naturales y sociales se manifiestan merced a la ac-
ción de muy numerosos y variados aspectos (factores, elementos, variables
o constantes), que no existen aislados unos de otros sino que se interrela-
cionan y algunos de ellos se convierten en decisivos, más poderosos que
otros, los sec~ndarios.~~ Todos ellos ejercen influencias mutuas y son por
lo tanto interdependientes. El principio de la interrelacibn de los fenóme-
nos es universal, pero su manifestación concreta es compleja, dependiendo
de la índole de las hechos, del área específica y del tipo de desarrollo.
Hasta cierto punto, estamos de acuerdo con Milton Santos cuando
afirma:

Se puede decir que la Geografía se ha interesado más en la forma de las cosas


que en su forrnacidn. Su dominio no era el de las dinámicas sociales que crean
y que cambian las formas, sino el de las cosas ya cristalizadas, imagen
tergiversada que impide aprehender la realidad si no se hace intervenir la
historia. Si la Geografía desea interpretar el espacio armo el hecho histórico
que es, sólo la historia de la sociedad mundial unida a la de la sociedad local
pueden servir como fundamento para la comprensión de la realidad espacial y
permitir transformarla al servicio del hombre. Porque la historia no se escribe
fuera del espacio y no hay sociedad a-espacial. E3 espacio mismo es
"Definition of System". Yb.Gen. System., 1, 18-28, 1956.
" 0rganisation lo&n and behavior, Londres, 1974, p 3.
U Angel Baspols Batalla, Geogrqñq subdesorrollo y regionnlizución, Méxim, Ed Nuestro
Tiempo, 1975, pp 220-224. Ver "Una aproximaci6n al enfoque & la región económica", de Rafael
Arias HemándQ, INI, 1978.
U "Sociedadee espaoo: A formarcao social como teoría e como mktodo", Bolefín Pcurlista de
Geografía, Sao Paulo, ndm. 54,1977.
Despues Santas cita a V. Kuzmín:

La sociedad evoluaona sistemáticamente como un organismo social coherente


cuyas leyes sistemáticas son las leyes supremas, la medida standard para todas
las otras regularidades más específica^.^^ (Agrega Santos algo importante:)
Tomada individualmente, cada forma geográfica es representativa de un modo
de producción o de uno de sus momentos. La historia de los modos de
producción es, también, y bajo este aspecto preaso, la historia de la sucesión
de las formas que ha creado para su servicio.

"La historia de la formación social es la de la superpsición de la for-


mación social de las formas creadas por la sucesión de los modos de
producción, de su manifestación heterogénea en su "territorio espacial",
para emplear aunque dándole un sentido nuevo, la expresión de Jean
Bruhnes (1913). Según A. C o r d o ~ ael~ ~modo de producción es ... una
forma particular de organización del proceso de producción para actuar
sobre la naturaleza y obtener de ella los elementos necesarios para la
satisfacción de las necesidades de la sociedad". Esta sociedad y su natu-
raleza, es decir, la porción de la "naturaleza" de la cual extrae su produc-
ción, son indivisibles y juntas constituyen lo que se denomina "formación
social", termina la cita de Santos.
Por lo anterior, al analizar los sistemas de índole socioeconómica es
necesario estudiar numerosos subsistemas y grupos de influencias, por
ejemplo: a) Los efectos concretos de la dependencia del país y las regiones
en relación con el exterior y con los centros de poder interior (áreas,
plantaciones tropicales, zonas de pesca y ganaderas orientadas hacia el
exterior o hacia la exportación a las zonas "ricas" o de mayor desarrollo).
b) El efecto de la dependencia también se observa en varias ramas
industriales dominadas por el capital extranjero, en el turismo y el
comercio que enriquece a las compañías trasnacionales, en las zonas
fronterizas con Estados IJnidos, etcétera. c ) El Estado tiene sin duda una
importante misión como creador de infraestructura y promotor de deter-
minados "polos" o esquemas de descentralización industrial, además de
dirigir el desarrollo de varias cuencas hidrológicas. En México, también,
el Estado posee las industrias petrolera, el6ctnca y otras ramas, al igual
que numerosos bancos e instituciones productivas y distributivas. d) Son

M "Systemicquality", en Social Sciences, n6m. 4, 1974.


"Fundamentaci6nhistórica de los concepos & heterogeneidad estructural",en Econo~t~íci
cietrciar sociales,Caracas, vol. XIII, núms 1-4, 1974.

102
CONSTANTES. VARIABLES E INFI-UENCIAS EN ...

de gran interCs nacional y regional los cambios sociales que trajo consi-
go la Revolución de 1910-1920, entre los cuales destacan: la reforma
agraria, la nacionalización del petróleo (1938) y la compra de las com-
pañías elCctricas (1%2), la institución de cooperativas en la pesca y en
otras actividades, la intervención estatal en la minería y la industria
henequenera. e) El crecimiento acelerado de la población (todavía hoy de
3.2 por ciento anual); su irregular distribución y su concentración en varias
mesorregiones del Centro; la fuerte migración interna a las ciudades y el
notable aumento de la población urbana, principalmente en la aglomera-
ción de Mtxico, Distrito Federal, pero también en las de Guadalajara,
Monterrey, Puebla, León, Acapulco, las urbes fronterizas con Estados
Unidos, etcétera. En el Sur, Yucatán y ciertas regiones del Centro es abun-
dante la población indígena (más de 5 millones en la actualidad, de acuer-
d o al uso de lenguas distintas al español), mientras en otras zonas
prácticamente no existe. fi Por lo tanto, las grandes ciudades integran sus
regiones de atracción, pues disponen de mejores redes de comunicación y
transporte, jugando el papel de "pulpos" que succionan materias primas,
alimentos, mano de obra y recursos de todo tipo de las áreas rurales vecinas
y10 lejanas. g) Se establece en consecuencia una situación de desigualdad
interna muy acentuada, lo que origina la "dualidad" ampliamente señalada
entre la vida del campo y la urbana, entre las zonas más desarrolladas y las
atrasadas. Además, por supuesto, la existencia de clases sociales distintas
trae por resultado una lucha entre ellas: el 10 por ciento de la población
absorbe más del 50 por ciento del ingreso y los grupos más pobres viven
muchas veces a niveles de subsistencia. h) Estando la economía nacional
sujeta a las inversiones del Estado, de la iniciativa privada y del extranje-
ro, las regiones dependen en mayor o menor medida de una o de otra. Los
grupos de poder financiero-económico regional son muy fuertes en Mon-
terrey (Noreste y Norte), MCxico, Distrito Federal, (Centro-Este y Occi-
dente), Guadalajara (Occidente), ciudades del Noroeste, MCrida en
Yucatán, etcétera. Hay desde luego una lucha tambiCn entre dichos grupos
por el control de los mercados a nivel nacional y regional. i) El subsis-
tema que integran cada una de las ramas económicas de producción y
distribución es diverso de una zona a otra, mostrando peculiaridades
propias.
En forma especial deben estudiarse los subsistemas de carácter cultural
y político, entre otros los referentes al desigual desarrollo tecnológico por
regiones y sus resultados en la producción; los datos respecto al avance
educativo (alfabetismo, preparación de la mano de obra, concentración en
las grandes ciudades de los mejores centros universitarios y técnicos,
actividad editorial, etcétera).
Por ello, nosotros hablamos de grupos de factores o criterios y de va-
riables o aspectos cuantificables en la delimitación de las regiones
de MCxico. Unos y otros comprenden: a) la naturaleza (haciendo hin-
capit? dentro del todo natural en los factores y recursos), b) la historia (de
carácter socioeconómico, dividida en etapas e insistiendo en que el
todo del sistema social tiene influencia en tanto que tal y también
por medio de cada una de sus partes), c) la población en sus diversos
caracteres de importancia espacial, d) los factores y variables de la
época actual. Ahora bien, en 1967 ulilizábamos 43 criterios y va-
riables,& de los cuales 11 eran de índole física; cuatro se referían a las
ciudades y diferencias interregionales en campo y medio urbano, re-
giones por ramas económicas (agricultura, industria, etcétera); cinco a
población total, urbana y rural, económicamente activa; de los indica-
dores económicos cuatro tocaban aspectos agrfcolas, uno forestales,
tres de industrias (valor y volumen de la producción minera, producción
de energía; establecimientos, valor y volumen de producción manufac-
turera) dos más a comunicaciones y transportes. Finalmente, se utilizaron
11 indicadores de desarrollo y especialización regionales y dos sobre co-
mercio interior y exterior. Advertiamos entonces que inclusive no
era posible siempre obtener los datos estadísticos anteriores para todos
los municipios y que varios de ellos s61o estaban disponibles por esta-
dos.
Actualmente, a esos criterios y variables agregamos siempre: a) ri-
guroso estudio histórico de la génesis regional y problemas de división
político-administrativa, b) migración interna y externa, colonización,
etcétera, c) análisis del hinterlund urbano, d) papel de las compañías
trasnacionales, e) el sistema natural-social de la región como un todo y de
la producción en particular, fi problemas de tenencia de la tierra y
en general uso del suelo, g) políticas regionales del desarrollo y h) impacto
de la lucha de clases en la Por esto coincidimos en general con C.
Bataillon cuando afirma que su trabajo de nuestras regiones se enfrentó a
la existencia de dos clases de problemas:

Ver La dirisión económica regional de México, Mkxico, UNAM, 1%7, Geografa eco-
nómica & Mhricq 1976 y Geogr* sr~desmrolloy regiondizou'ón, 1974 & Angel Bassols
Batalla.
m Caso concreto: L m H m r e c m en el desarrdlo regional de México, ET,1977.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN . . .

Los estudios económicos de un lado, fundados sobre cifras precisas pero


difíciles de hacer entrar en los marcos de los paisajes naturales tal como
aparecen a la vista. Los estudias de los medias m9turales del otro, en los que se
estudia el partido que saca el hombre directamente del suelo y del subsuelo,
pero que dejan escapar una parte importante de las actividades humanas que,
no obstante, merecen ser estudiadas en un m a r a regional. La explotación de
los medios naturales implica, pues, la existencia de una población consumi-
dora: producción y consumo necesitan que se establezcan relaciones de
comercio, de información, de inversión, que se loali7an en lugares precisos.
La ciudad es, en general, el lugar en que se anuda el conjunto de las fuerzas
próximas o lejanas que componen esa vida de relación; ésta tiene tambiSn, sin
embargo, estrechos vínculos con el campo, que dependen sin duda marcada-
mente del medio natural, pero menos directamente de lo que muchas veces se
cree cuando se contempla el paisaje. Así, al lado del paisaje visible, cuyo
estudio es esencial para la comprensión de la vida regional, deben tenerse en
cuenta para el estudio regional otras aspectos de la actividad de los hombres.@

Estamos de acuerdo con ese autor cuando muestra que la base física es
imprescindible (y nosotros lo hacemos en el presente libro), que el estudio
de la población es vital y que la historia explica la formación regional. No
estamos de acuerdo cuando trata de identificar "sus" regiones geográficas
con las regiones económicas realmente existentes en México. Las regiones
naturales, demográficas, de poblamiento, de salarios mínimos, etcétera, a
que 61 hace alusión69 son una cosa y otra son las regiones económicas.
Nosotros nos referimos a estas últimas tanto en libros anteriores como en
este trabajo, y la polarización, igual que la especialización y los intercam-
bios internos son parte del todo. Por tanto, sólo tomar en cuenta las
ciudades, los factores naturales o las desigualdades internas es quedarse a
la mitad en el estudio de nuestras grandes (medianas y pequeñas) regiones.
Sin embargo, en general, existe coincidencia entre Bataillon y nosotros:
los "nortes" mexicanos son tres (Noroeste, Norte y Noreste); los "trópicos
húmedos" comprenden el Oriente (Este), la península de Yucatán y
Chiapas (incluyendo el istmo de Tehuantepec); el México central abarca
desde el sur de Nayarit hasta el oriente de Puebla y del Bajío a Morelos.
Nuestra divergencia aflora en cuanto a la idea de considerar a Guerrero y
Oaxaca como parte del "Centro"; por fortuna el propio Bataillon señala sus
dudas al respecto.'' El libro de que tratamos es una útil contribución al
" Lai regiones geogrcíficm en M J i c o , S. XXI E,!
1%9, pp. 1-2
Ibidem, pp. 202203.
m Ibidem, p. 171. Todas las variables y criterios conocidos muestran a Guerrero y Oaxaca
(además de Chiapas) con similares condiciones en su sistema natural-social.
estudio de las regiones geográficas (y de las económicas) de México.
Recordemos para terminar: la necesidad de respetar una división político-
administrativa que poco tiene que ver con la realidad económica nos
obliga a hacer una división en grandes regiones abarcando estados comple-
tos, pues no hay otra posibilidad si se quiere llevar a cabo alguna vez una
verdadera planificación regional en Mtxico. En el segundo escalón; las
regiones intraestatales - c o m o ya lo dijimos anteriormente- unen mu-
nicipios dentro de los estados y juntas varias & ellas integran las regiones
medias reales que algún día serán base de la planificación regional.
En 1977, durante un nuevo viaje por SudamCrica, adquirimos en
Caracas el libro de José Manuel Guevara Díaz intitulado La Geografía
Regional, la Región y la Regionaliza~ión.~~ Es un manual muy útil, que
presenta las principales teorías regionales de las escuelas en boga en
nuestro mundo "occidental". La metodología del autor nos parece acertada
y concuerda con la utilizada por nosotros desde hace más de diez años72y
tambien estamos de acuerdo en la necesidad de llevar a cabo estudios
interdisciplinarios, sobre todo de geógrafos y economistas (agregaríamos
aquí a sociólogos, historiadores económicos, biólogos, etcetera) para
analizar la realidad y regionalizar un país. Más tarde, Guevara enumera los
"conceptos de región" y "clases de regiones", sin llegar a una verdadera
definición de "región económica" compleja, pues los conceptos de re-
giones homogéneas; nodales, polarizadas o funcionales (alrededor de una
metrópoli); de programa, son nociones parciales y además inadecuadas
para los países subdesarrollados. Sin embargo, resultan útiles las matrices
geográficas ahí presentes (que nosotros hemos utilizado antes en distin-
tos estudios sobre las regiones de México, por ejemplo en las Huastecas y
en Quintana Roo, 1977); las triangulaciones entre focos; gráficos; flujos
de mercancías y llamadas telefónicas, etcetera. Por desgracia, no se
explica claramente la diferencia entre regiones naturales y económicas y
por lo tanto, el autor venezolano se deja llever por las ideas prevalecientes
de los países europeos y Estados Unidas, que no definen claramente a la
región económica o socioeconómica como el producto real e histórico del
trabajo y las relaciones humanas que es un sistema de múltiples variables
naturales, de población, economía y política, el cual se plasma en un de-
terminado tipo de organización del espacio. Las concepciones de muchos
geógrafos en países desarrollados no pueden aplicarse a nuestras naciones

71 Facultad de Humanidades y Educación, Universidad Ckritral & Venezuela, 1977.


Ver "La divisi6n econ6mica regional & México", op. d.
CONSTANTES, VARIABLES E INFLUENCIAS EN . . .

de América Latina, Asia y África, como explicamos antes. Otra falla del
mismo libro consiste en no haber estudiado numerosos ejemplos de teoría
y práctica de la regionalización en los tres continentes "en proceso de
desarrollo", tanto en India como en Nigeria, en Argentina como en México
(sólo el caso de Venezuela se discute ampliamente). Muy pocas son las
citas de las ideas y aplicaciones en los países socialistas. Si bien -lo
señalamos con anterioridad- las regiones económicas bajo el modo
socialista de producción tambitn son distintas a las nuestras del subdesa-
rrollo, lo interesante son la metodología y las regionalizaciones hechas por
10s investigadores de esa vasta área del mundo actual. En el fondo, lo que
cuenta es una metodología acertada, que estudie la realidad como es.
Guevara duda sobre si las regiones son objetos reales o "sólo están en la
mente del geógrafo": claro que una concepción idealista o parcial conduce
a una falsa regionalización.
Ahora bien, algunos geógrafos europeos occidentales, como Kayser,
Dollfus, Phlipponneau y George, señalan algunos rasgos de las regiones
del subdesarrollo (en ocasiones tambitn las hay en el "desarrollo", por
ejemplo en Canadá, Australia, Escandinavia, etcttera): existencia de
espacios poco estructurados por redes o del todo indiferenciados, su-
perconcentración de población y economía, y otros. Pero lo que nadie
puede negar es un hecho: las regiones económicas de Amtrica Latina, en
proceso constante de evolución, se comienzan a conocer en su calidad de
sistemas.
Es tarea de los especialistas de nuestro continente el acabar de desen-
trañar sus bases naturales, sus raíces históricas, su actual organización del
espacio. Es urgente penetrar en su esencia y consolidar nuestras propias
teorías regionales y las regionalizaciones que de ellas derivan. Podemos
aprender de los geógrafos extranjeros, pero serán los especialistas de
Arntrica Latina quienes -por vivir estas realidades- podrán aquí hacer
avanzar ideas y aplicarlas, pues las regionalizaciones y los estudios
regionales no deben ser "juegos intelectuales" sino "armas para la acción".
Regionalizar y comprender los sistemas espaciales para resolver proble-
mas, acabar con la desigualdad, la miseria y la explotación en el Tercer
Mundo, deben ser nuestras metas, para construir mejores sistemas, más
racionales y justicieros. Terminar con el subdesarrollo es la tarea del
presente. S610 el empleo del método materialista dialéctico puede con-
ducirnos a teorías acertadas sobre las regiones y la regionalización en
nuestros países. Teorías que conjuguen los mttodos matemáticos, cuanti-
tativos, con las explicaciones básicas de la realidad natural, de la historia
y de 10s sistemas regionales en su profunda complejidad. No copiar lo
ajeno, sino crear lo propio.
Nosotros intentamos, en este trabajo, presentar los factores más impor-
tantes de la formación regional en Mexico, sin creer que con ello agotamos
el tema. Nuevos trabajos interdisciplinarios vendrán a llenar los huecos,
sabiendo que en el fondo serán las decisiones políticas de las grandes
masas trabajadoras las que 4 m p r e n d i e n d o los sistemas de hoy- for-
jarán mañana otros nuevos.
Geografia y Ecodesarrollo*

Es importante la oportunidad que el Seminario ofrece para hablar sobre


temas como el Ecodesarrollo, tan evidentemente ligado con nuestra espe-
cialidad geográfica.
Hablaremos, pues, de la importancia de la Geografia, disciplina que
surgiera precisamente por la necesidad de ordenar y profundizar los co-
nocimientos sobre el medio fisico y biológico y los recursos naturales,
sobre el hombre y su obra en la Geosfera. De la mera descripción y loca-
lización de los hechos, se pasó con Humboldt, Ritter y otros sabios del
siglo m al análisis de causas, incluso al enlace de fenómenos naturales
con las caracteres del "orden social" existente. "El Ensayo Político sobre
el Reyno de la Nueva España" puso las bases del estudio regional de
la naturaleza, la economía y la política. Los clásicos franceses de prin-
cipios del siglo xx hadan ver la creciente influencia social sobre la
naturaleza, y tanto P. Vidal de la Blache como M. Sorre ponían enfasis
en la interacción naturaleza-sociedad, en la vinculación de los factores
naturales con la distribución y actividades económicas del hombre. En
la actualidad la Geografia es una ciencia nueva, vital, aplicada, construi-
da, que destierra la simple enumeración de datos y situaciones para con-
vertirse en una disciplina dedicada al estudio de los distintos aspectos
que muestran el proceso de transformación de la naturaleza por la socie-
dad y tambitn la interdependencia de todos los factores y variables
(físicos, biológicos y socioeconómicos) que integran el TODO natural-
social expresado en sistemas ("un sistema es ante todo un haz de
relaciones").
Antes de avanzar en el terreno de la Geografia y el Ecodesarrollo, de-
bemos insistir en la importancia de una serie de postuladas:

Ponencia presentada al Primer Seminario sobre Ecodesarrollo, organizadopor la Asociación


Mexicana de Epistemologla. Mkxico, 18 y 19 diciembre 1976.
1) El medio natural es condición indispensable de la vida en el planeta.
2) Ese medio natural es una gran sistema compuesto de "recursos" y
variables físicas y biológicas.
3) Los recursos utilizados por el hombre han variado a través de la
historia -a la par que su conocimiento se ha ampliad- a ritmo y medida
del incremento de las necesidades humanas.
4) La sociedad explota los recursos mediante tccnicas, que varían tam-
bien y se perfeccionan, permitiendo nuevos usos de la energía, materias
primas, etcetera. Estas técnicas se aplican como expresión de las re-
laciones productivas entre los hombres, la división en clases y el tipo de
distribución de la riqueza generada.
5) Una mayor población y un mayor avance social traen consigo un
consumo más amplio de recursos y productos y de energía.
9 La naturaleza es un sistema que influye en muy diversas formas sobre
el hombre y la economía. En ciertas ocasiones es determinante (la situa-
ción insular y los mares, la historia geológica y la estructura orográfica, las
grandes zonas clirnáticas y biológicas), pero siempre actúa como buse que
las colectividades humanas pueden cambiar en cierto grado (uso del agua
mediante riego, reforestación, construcción de presas, lluvia artificial,
etcetera). Modificarlo sustancialmente (zonas agrícolas, explotaciones
forestales y mineras) o crear un paisaje nuevo, en las aglomeraciones
urbanas e industriales.

Las teorías del "determinisrno geográfico" son aplicables hasta cierto


punto para las sociedades primitivas, donde los hombres eran "hijos de la
naturaleza", pero resultan del todo anacrónicas si se les trata de utilizar en
la explicación del desarrollo histórico de la sociedad humana. Ahora
vemos, con los problemas de contaminación del medio, que el poder del
hombre se ha desbordado negativamente. La importancia de la sociedad ha
crecido hasta hacer teóricamente posible su autodestrucción, pero lo que
todos deseamos es precisamente lo contrario, o sea la armonía del hombre
y la naturaleza.
Para lograrlo, será necesario recordar ciertos principios básicos, al es-
tudiar los sistemas:

a ) Objetividad de los fenómenos en la Geosfera.


b) Existencia de procesos y leyes naturales.
c) Existencia de causas y procesos sociales de interinfluencia de leyes y
procesos naturales y sociales en la realidad de paisajes y regiones.
GEOGIMF~A Y ECODESARROLLO

6)Cambio a travts del tiempo y cambio a través del espacio.


e ) Los factores y variables naturales y sociales ejercen diversos grados de
influencia.
fi La acumulación cuantitativa conduce a cambios cualitativos.
g) Hay ritmos distintos de crecimiento.
h ) Y por tanto desigualdad en los procesos.
i ) Existe una contradicción interna en todos las fenómenos.
j ) Actúa siempre el principio de relatividad.
k) La transformación de las cosas es eterna.
1) La vida social se integra con la naturaleza en un TODO general.

Ahora bien, la Geografía tiene caracteres específicos en su método y


finalidades de estudio, entre ellos el sentido espacial de los fenómenos; la
regionalización; la localización gráfica de lo continuo y lo discontinuo;
constatación de la diversidad y la homogeneidad en la Geasfera, etcétera.
La Geografía tiende a la síntesis, es decir a la comprensión de los sistemas
en su complejidad. Por eso tiene "como punto de partida" a la región.
La regiones son de muy diverso tipo, pero la categoría más alta es la
Región Económica, creada (sobre una base natural) por la acción de la sociedad
gracias a determinadas relaciones de producción entre las gentes y a medios
utilizados para aprovechar recursos. En la Región Económica se resume la
interacción naturaleza-sociedad y por lo tanto es ahí donde mejor se puede
estudiar el medio físico y los ecosistemas, su impacto sobre el hombre social
y el resultado de la acción de la sociedad en la naturaleza. Entonces, los
problemas del desarrollo social y la contaminación; de la planificación
económica; de la urbanización y en general de la transformación de la
naturaleza por el hombre, deben verse concretamente en la realidad regional
(continental, nacional, de grandes y medianas regiones, ciudades, etcttera).
En las regiones los recursos y factores naturales son utilizadas por la sociedad
de acuerdo a su grado de desarrollo histórico, dependiendo el tipo de uso,
su destino y apropiación, en última instancia, de quién controla los medios
de producción, por tanto de la división en clases sociales, de la política: en
resumen, del modo de producción general y de su expresión regional. En
el uso de recursos los factores decisivas son de índole social. Por ello el
estudio regional infegral es la mejor forma de conocer y poder influir sobre
el deterioro de la calidad de la vida. El estudio de los sistemas en la Geos-
fera es polifacetico y debe atacarse en forma interdisciplinaria, pero la
base de la investigación sintCtica de la naturaleza y los fenómenos econó-
micos espaciales la ofrece la Geografia. De ahí que la Academia de Cien-
cias de la URSS diga: "la Geografía debe dirigir las investigaciones
sobre contaminación, explotación racional de recursos y transformación
Sin embargo, en el Tercer Mundo y concretamente en Mtxico debemos
enfrentarnos a graves obstáculos derivados del subdesarrollo capitalista,
para integrar equipos de especialistas y llevar adelante estudios interais-
ciplinarios. Entre dichos problemas deben mencionarse:

A ) Falta de estudios suficientes sobre el sistema natural.


B) Desconocimiento parcial de los recursos naturales.
C ) Ausencia de investigaciones sobre el TODO social.
D) No existen estudios profundos sobre las interacciones de la naturaleza
y la sociedad.
E) Tampoco hay ttcnicos adiestrados en el conocimiento de los sistemas.
F) Los estudios inter y multidisciplinarios apenas comienzan a em-
prenderse, a falta de una Academia de Ciencias Nacional.
G) Ha habido un desarrollo desigual de las disciplinas científicas en el
país.
H ) La discriminación a representantes de cienas disciplinas (entre ellas la
Geografía) continúa llevándose a cabo y tambitn la hay por razones
personales e ideológicas.
I ) Crece la centralización de investigaciones en Mtxico, D.F., y en otras
grandes ciudades.

A pesar de las condiciones adversas, nosotros, no dejamos para mañana


lo que se puede hacer hoy y hemos emprendido modestamente investiga-
ciones regionales multidisciplinarias desde 1955. Hemos trabajado con
biólogos, sociólogos, economistas, ingenieros, meteorblogos, antropólo-
gos, administradores y planificadores, tratando de formar equipos que
estudien las partes del TODO y lleguen eventualmente a redactar estudios
interdisciplinarios. De los esquemas hemos pasado a la elaboración de
redes de influencias de factores, para crear sobre la marcha una teoría
aplicable a las condiciones de Mtxico, pero fruto de la experiencia
mundial. Partimos de &ro y hemos avanzado un buen trecho; mucho falta
aún por hacer.
Nuestros estudios concretos -todos ellos redactados y/o publicados-
abarcan: 1 ) La península de Baja California. 2) Las áreas de colonización
en Campeche, Yucatán y la Chontalpa de Tabasco. 3) Todo el Noroeste de
la República. 4) La Cuenca de Mtxico. 5) El Bajo Balsas. 6) El Oriente y
la costa de Chiapas. 7) El Istmo de Tehuantepec y el resto del estado de
Oaxaca. 8) El Bajio Central. 9) El Valle del Mezquital. 10) Valle de Juárez
y Centro de Chihuahua. 11) Las Huastecas. 12) El estado de Quintana Roo.
13) La Cuenca del Papaloapan, además de otros estudios en todas las
regiones económicas de Mtxico. En esos trabajos hemos tratado precisa-
mente de dilucidar la interrelación naturaleza-sociedad en las regiones, a
base del análisis de ambos sistemas en su unidad general y su diversidad
interna. Las investigaciones del Papoalapan, Las Huastecas y Quintana
Roo (en prensa actualmente) muestran los adelantos logrados.
Si de acuerdo con las palabras de H. Sejenovich se puede concebir el
Ecodesarrollo como la consecución del desarrollo económico (es decir
el mejoramiento real de los niveles de vida de las mayorías, la lucha con-
tra el desequilibrio regional, etdtera) tomando muy en cuenta los ecasis-
temas y evitando por lo tanto el uso irracional de 10s recursos, la Geografía
es iiidudablemente básica en los estudios que al respecto se realicen. Claro
que mientras subsista en Mtxico el modo de producción capitalista de-
pendiente, habrá muy fuertes limitaciones en la aplicación de las medidas
recomendadas como corolario de dichas investigaciones, pues chocarán
con los intereses creados del medio social. Pero en último caso los
intelectuales comprometidos con las causas sociales deben siempre refle-
jar la realidad en sus estudios y proponer soluciones a corto y largo plazo,
que esttn enlazados con las aspiraciones y luchas de los trabajadores.
Aprender del pueblo y al mismo tiempo mostrar caminos hacia un autentico
Ecodesarrollo, deben ser nuestras metas.
Una nueva política ambiental*

Los enemigos de una política ecológica ambiental nueva y transforma-


dora, son quienes han sostenido el "modelo" que rigió hasta septiembre de
1985 y que tambitn ha hecho crisis, sólo que ahora es múltiple y total.
¿Cuál fue el resultado, dicho con palabras mías de 1970 y 1985, de ese
"modelo" económico en el terreno espacial? a) Coexisten varias regiones
industriales importantes inmersas en el vasto octano de la vida rural
atrasada y pobre. Dentro de esas regiones industriales los contrastes so-
cioeconómicos son brutales, tanto territoriales como por grupos. La de-
sigualdad es intra e interregional, llegando hasta el nivel del área. b) Las
concentraciones de toda clase sobrepasaron lo permisible, a pesar de cier-
tos esfuerzos del Estado mexicano, incluyendo incipientes intentos de
descentralizar industrias, etcttera. La falta de una programación más efcc-
tiva y democrática ha estorbado en el camino del cambio. c ) Esa desigual-
dad espacial y por clases y grupos siguió lineamientos políticos precisos y
en ello no se puede culpar aclusivaniente al Estado, porque entre otras
casas en la gran industria, el comercio y las servicios no maneja la mayoría
decisiva de esos sectores. d) El "problema regional" crece por horas
(acentuado a causa de los sismos) y existe un creciente clamor por una
nueva política regional. e ) La contaminación y el derroche de recursos
alcanza límites intolerables.
Ahora, en octubre de 1985, el problema general de atacar el desequili-
brio de regiones, ramas, clases y grupos sociales, así como el de adoptar
nuevas políticas (todo ello planteado desde hace decenios), que se vino
agudizando a partir del acentuamiento de la crisis económica y financiera
(en 1981-1982, con receso inmediatamente posterior y recaída en 1984-
1985, con deuda externa creciente, bajas del petróleo y materias primas dcl
Tercer Mundo, etdtera), se volvió no sólo más actual sino absolutamente
decisivo. A la luz de los sismos y con el interts de aportar algunas ideas cn

Intervencinn en la Mesa Redonda del IMRNR, 30 de octubre de 1985.

114
UNA NUEVA POL~TICAAMBIENTAL

el debate que se generalizó desde el 20 de septiembre, deseo resumir aquí


las siguientes reflexiones, tratando de no repetir tantos planteamientos
aparecidos en los medios de difusión aunque coincidiendo necesariamente
con varios de ellos.

1. A lo que debe conducirnos la reciente catástrofe de orden telúrico es


a reflexionar nuevamente sobre las enormes fuerzas de la Naturaleza, que
algunas veces se desatan en formas de sismm otras de ciclones y otras de
sequías o excesos de lluvias. Los procesos naturales continuarán en ade-
lante y nuestra meta como sociedad humana es conocer cada vez más a
fondo sus expresiones, ritmos, reglas o leyes, dentro de periodizaciones
acertadas, que nos lleven a descubrir causa y atacar cada vez más los
resultados en la Tierra, prever acontecimientos y evitar en lo posible las
pérdidas en seres humanos y en bienes materiales.
2. Por desgracia, en esta etapa del desarrollo social, cuando el gran
avance industrial y postindustrial del llamado Primer Mundo sigue ade-
lante en forzosa coexistencia con el subdesarrollo capitalista (tste in-
cluso con resabios semifeudales y esclavistas en algunos pises), el atraso
del Tercer Mundo es tambitn patente en materia cientlfica, abarcando
los campos del conocimiento, prevención, diagdstico y control sobre los
grandes desastres naturales y el simple uso menos irracional de los re-
cursos. Tambitn el subdesarrollo es obstáculo serio -aunque no insal-
v a b l e para organizar a los seres humanos en la lucha con los fenómenos
negativos de la Naturaleza.
3. Algunos fenómenos físicos pueden combatirse e incluso atenuarse
con obras y acciones específicas (construcción de canales para riego;
presas que evitan inundaciones; "seguimiento" de ciclones y por lo tanto
prevención de posibles dañas mayores, etdtera) en tanto que otros, entre
ellos los sismos y las erupciones volcánicas, son por ahora ciertamente im-
posibles de detener y de prever con exactitud matemática. Sin embargo,
tambitn aquí se avanza con más rapidez que en los países desarrollados
económicamente. La cooperación internacional es ya imprescindible:
pero no como arma de dominio sino de verdadera ayuda desinteresada. El
papel de la educación en nuestro medio es múltiple: reforzar la enseñanza
de los conocimientos populares, escolares y de niveles superiores, sobre
las ciencias de la Tierra (no sólo las Geofisicas o Astrofísicas sino tam-
bitn las Geográficas, Biológicas y otras). Acelerar de Uunediato la forrna-
ci6n de nuestros especialistas de este tipo, en nuestros centros y en el ex-
tranjero, pero hacerlo a marchas forzados. En Mtxico se parte ya de una
Sase más sólida que en otras naciones del Tercer Mundo, pero mucho falla
por hacer. No es un problema de prepararse científicamente para obtener
prevendas en la vida sino para actuar a tiempo y sin escalimar nada.
4. Pero la realidad del planeta es una sola, que incluye al mismo tiempo
a la Naturaleza y a la vida social, ligadas entre sí cada vez más. Por tanto
los fenómenos naturales repercuten en forma de hechos sociales, como
decía antes, y su conocimiento y posible control tienen gran importancia
mundial, nacional, regional y local. Lo vemos en África y demás zonas
similares, con las sequías; en otros lados con los embates ciclónicos, y en
otras más, cuando ocurren los sismos. El estudio de los desastres naturales
forma parte del estudio general sobre recursos y factores naturales, su uso,
prevención, control, etcétera. Además, está vinculado a la problemática
social y espacial toda de un país o región, por su impacto socioeconómico
territorial y las posibles soluciones que se deban encontrar.
5. Como vemos, el Mexico actual recogió la herencia de tantos años dc
una política espacial que en parte favoreció a ciertas regiones y a ramas,
sectores y ciudades, pero que en el fondo favoreció aún más a ciertos
grupos sociales minoritarios que habitaban esas regiones y ciudades
"privilegiadas". En los países capitalistas desarrollados el proceso de
superconcentración espacial en general se ha ido deteniendo con el
tiempo, mediante el fortalecimiento económico de diversas regiones (no
quiere esto decir que los desequilibrios o la contaminación desaparezcan
del todo) gracias a la "huida a los suburbios" y la disminución del
incremento demográfico, etcetera. En algunos casos la planeación urbana
y rural ha sido importante y en muchos los órganos regionales son opera-
tivos. En la mayoría de los países socialistas el problema del desequilibrio
regional y social se trata de corregir mediante innúmeras medidas, dando
resultados espectaculares.
En el Tercer Mundo los problemas se acentúan en general y en Mexico
vemos ya adonde llegan con los recientes sismos, que pueden repetirse con
mayor o menor intensidad en el futuro, igual que los ciclones, cambios
climáticos, etcétera.
6. Ya nos hemos dado cuenta de lo que los sismos indican: hay que obrar
de inmediato para romper el esquema del desequilibrio regional en México,
por decenas de razones no s61o - c o m o antes se insistía- por la contami-
nación del aire o el uso irracional del agua y el suelo. Ahora el problema
es a corto y mediano plazo, de supervivencia de millones de personas y de
buena parte del aparto industrial de transformación y la conducción del
Estado. No necesitamos un bombazo atómico para ver desarticulada toda
la gran capacidad productiva y de gobierno de la Zona Metropolitana de la
Ciudad de México: basta con varios sismos muy fuertes que toquen las sec-
ciones norte-noroeste de la aglomeración, para destruir mucho de la indus-
tria. Hay que insjstir en que los estudios sobre el terreno determinan dóndc
- c o m o lo demostraron los sismos de septiembre- hay mejores bases parü
esperar danos inferiores (nivel meso y micro). No se trata de trasladar toa'o
a las zonas de escasa sismisidad pero sí de redistribuir industrias 4
habitantes de acuerdo a las condiciones del suelo y el subsuelo. De toaoc
modos habrá problemas pero serán menores, tanto en la Zona Metropli-
tana como en el interior (sismos, ciclones, sequias, etcetera). Al aligerarse
la situación en la capital se podrá vivir con menor temor, afectando menos
gente, industrias, burocracia y servicios (incluso el ya saturado y peligrase
Metro). El crear una super megalópolis México-Toluca-Pachuca-Cuerna-
vaca-Puebla-Tlaxcala y hasta Querétaro no resolvería los problemas
señalados: tal vez los agravaría por la insuficiencia de scnricios púoliccs
indispensables para esos millones de personas que se "descentralizan"
cerca y por la destrucción de la Naturaleza. afortunadamente ya hay
creciente conciencia al respecto. Pero los planes de desarrollo regional
deben ahora trazarse abaratando todo el pais y todas la regiones, a distintos
niveles. Para los que deban quedar en la Zona Metropolitana una medida
urgente: primero construir vivienda adecuada a las necesidades sismológi-
cas, de esos miles y miles de proletariados de ciudades ruinosas, barrios
betustos y talleres o industrias desprotegidos y de construcción endeble. El
que no se conforme a los nuevos reglamentos no dehe construir o en su caso
debe reconstruir las propiedades y aquí la labor del Estado es decisiva para
romper esa imposibilidad que los habitantes de vecindades multifami-
liares tienen para hacer ellos su necesaria vivienda.
7. Somos realistas y vemos que la crisis económico-financiera del país
complica la situación para que un pais de subdesarrollo medio como el
nuestro, pueda dar un "salto" inmediato en el terreno de la estructura
socioeconómica, para poder transformarla de inmediato como por arte de
magia.

Nadie en su juicio está proponiendo la abolición inmediata de la


propiedad privada ni la proscripción del subdesarrollo por decreto, pero si
es hora -recordando a Morelas- de evitar que los grandes propietarios
de todo hagan y deshagan a su antojo, en lo que es materia de interés
p~íblico y de que los problemas internacionales -incluso el de la deuda
externa- se manejen con el fin de disminuir la dependencia económica y
por ende la polífica. El meollo de la cuestión en las regiones recide en dar
apoyo a lo pequeño y mediano, en vez de lo grande y aparatoso. El campo
de temporal debe ser rehabilitado, pues así no s61o se combate la emigra-
ción masiva sino tambiCn se frena el deterioro del ambiente y se evita la
aparición del hambre en años próximos. Atención primordial a las regiones
y ciudades medias de potencial desarrollo, dentro y fuera de las zonas de
más intensa sismisidad, pero bajo estrictas normas de protección a los
habitantes y a la Naturaleza, evitando incontables excesos de la "urbani-
zación salvaje". En realidad las bases para un cierto equilibrio urbano-
regional se darían con la descentralización econdmica y sus secuelas
sociopolíticas bajo la intervención del Estado pero con la participación
primordial de las fuerzas nacionales mayoritarias. La Cpoca del derroche
y de la utilización irracional de Im recursos naturales, de alentar las
superconcentraciones y abandonar lo "pequeño", debe cesar.
8. En conclusión, para nasocros los problemas de la contaminación y en
general de la protección del medio, están ligados indisolublemente a la es-
tructura socieconbmica nacional, regional y local. Para atenuarlos y a la
larga atacarlos a fondo, lo que resulta más necesario en estos momentos es
controlar la sed de enriquecimiento ilícito de quienes forjaron los antiguos
"modelos" de desarrollo y pretenden seguir aplicándolos, "aunque con
pequeñas correcciones y adecuaciones" (!) Precisamente porque el mo-
mento internacional es delicado, lo aconsejable no es llorar por un pasado
irreversible, sino embarcarse en una nueva política, que un pueblo tan sen-
sato como el mexicano apoyará sin duda con todas sus fuerzas.
SEGUNDA PARTE

La línea metodológica
Los métodos. Necesidad de conocer los
problemas regionales de México*

Recientes obligaciones profesionales nos han llevado a recorrer en los


últimos años diversas regiones de la República, desde las zonas de colo-
nización en Quintana Roo y Campeche a los tradicionales rumbos del
centro en Guanajuato y los nuevos valles de riego en El Fuerte y El Yaqui.
La gran mayoría de esas regiones nos eran ya conocidas con anterioridad,
~ r 10o extraordinario del caso es que estas visitas nos revelaron aspcctos
insospechados de la realidad natural, problemas socioeconómicos cri los
cuales no habíamos antes reparado y las conversaciones con campe-
sinos en Delicias, con mineros de Angangueo y pescadores de Topo-
l o b a m p ncs arrojaron inusitadas luces para tratar de encontrar solucicincs
valederas. Nos demostraron una vez más que todo conocimiento tebrico no
confirmado por los hechos mismos no pasa de ser un interesante jucgo
mental, sin paibilidad ninguna para servir en la práctica.
México es un país muy extenso, donde cabe holgadamente toda Europ:i
Occidental, y sus regiones -disímbolas y contradictorias- exigcn su
estudio una y otra vez, para establecer diferencias, evaluar recursos ),
catalogar avances y necesidades. En el aspecto meramente natural, mucho
queda aún por hacer para tener siquiera el detallado panorama de los suc-
10s y climas, flora y fauna del Norte y el Sureste, el Noroeste y Ins
comarcas del Sur. Y en las cuestiones económicas y sociales, resultli
todavía más complicado seguir el ritmo de una naciór. que a pesar dc
innúmeros problemas sin resolver o resueltos a medias, se desnrrolia
haciéndose cada vez más compleja. Las Icyes de la incesante transformn-
ción de todas las cosas se aplican también a México, dando por resultado
cuadros cada día más difíciles y extensos de la vida humana y sus
interrelaciones creadoras en las diversas zonas que lo integran.

' Tomado de La división econóniica regiotral de México, U N A M , 1967, pp. 79-138.


Es falso que por el mero hecho de residir en el Distrito Federal o en
cualquier otro punto del país, "conozcamos" por arte de magia quizás, el
resto del territorio. Más bien podría pensarse al revés: si nos descuidamos,
el árbol de enfrente nos impedirá ver el baque inmediato.
Si ello se aplica en el caso de quienes por obligación profesional
viajamos, no debe recordarlo con menor énfasis todo intelectual revolu-
cionario, que cuando pierde el contacto con la realidad de su país y de su
pueblo, se convierte en un ser sin autoridad para juzgar y proponer
soluciones, en una persona sin apego al suelo que lo vio nacer. Ello no
significa alentar un chovinismo irracional, que nos alejara de los proble-
mas del mundo contemporáneo sino antes bien, nos permite fundir en un
solo haz el conocimiento creciente de la realidad latinoamericana, europea
o asiática, con una profundización vigorosa en el análisis de las cuestiones
mexicanas. Para nosotros lo primero debe ser el estudio acertado e
inagotable de la naturaleza, de la historia y de la economía de México, que
no puede hacerse s61o en conjunto sino que debe desenvolverse en
capítulos, en regiones.
Echemos, pues, raíces en el suelo de México y del mundo, conociendo
sus problemas y viviendo sus vicisitudes, que s610 así estaremos en
condiciones de mezclarnos con los pueblos de toda la tierra y ante todo,
con el pueblo mexicano, para revelar sus inquietudes, para ayudar a
resolver sus problemas y ser intérpretes de sus ansias de total liberación.
Nuestro método debe ser ajeno totalmente al burocratismo y al engaño:
acercarnos a los problemas con propósitos revolucionarios, no estáticos
sino dinámicos, no de contemplación sino de acción.
Quitémonos de la vista los vendajes que en ocasiones limitan nuestras
posibilidades prácticas y nuestro radio de operaciones, saliendo del círculo
pequeño de nuestro gabinete, oficina, consultorio o empresa, y creemos
instrumentos nuevos de trabajo que nos permitan fundimos con el pueblo
y saturarnos de sus aspiraciones, no con ánimos románticos sino con el
conocimiento real de las regiones de México. S610 así podremos ser útiles
en la etapa actual de desarrollo histórico de nuestro país y además, sólo así
podremos prepararnos para ser doblemente útiles mañana.

Conocimiento y utilización correcta de los recursos naturales

Uno de los aforismos más útiles -y que frecuentemente se olvida en su


esencia- es aquel creado por la sabiduría milenaria del desarrollo de la
sociedad humana: iCon&ete a ti mismo! Es decir, conoce primero lo tuyo,
lo cercano, lo inmediato; penetra en la sustancia de las cosas que te rodean,
inclusive por el conocimiento de tu propio "yo", por tus reacciones, tus
errores y tus virtudes personales. Desputs, y 5610 desputs de ello podrás
entender, conocer a fondo, lo que está distante y lejano, aquello que
pertenece al mundo "ancho y ajeno" de que habla Ciro Alegría. Trasladado
a la realidad natural y social, este principio tiene enorme importancia,
porque indica que no es posible "saltar barreras", que no es factible Ile-
gar al ambiente mundial si no se adentra uno primero en el ambiente local,
en el ambiente nacional.
De ahí la gran utilidad que pueda tener en Mtxico una educación
tendiente al desarrollo de las facultades todas del alumno, cuyo fin
primordial sea el de inculcarle en forma que perdure y se arraigue en su
espíritu, no 5610 el amor a la tierra sino el deseo y la decisión de conocer
el medio en que se vive, principiando por el muy limitado campo de su
barrio, de su aldea, de su municipio o de la región natural o económica
donde ha nacido. Conocer las plantas que crecen en el ambiente natural, las
piedras que forman la estructura de sus serranías, el tipo de suelo que
resulta de la combinación de todos los demás factores naturales, la
innúmeras riquezas que encierran los mares vecinos.
Cuando el mttodo anterior tuviera resultados de carácter general y las
niñas o jóvenes aprendieran a conocer su terruño, su pequeña "patria chi-
ca", estarían capacitados para salir sin mayores dificultades al encuentro
de la "patria grande", al vasto escenario de la República, al teatro donde
se desarrolla en su complejidad inaudita el drama todo de la humanidad.
Se evitaría con ello el desconocimiento desgraciadamente muy frecuen-
te y particularmente negativ- de la realidad en el lugar mismo donde se
nace, en el valle donde se reside o se trabaja temporalmente, en la entidad
donde se formó la primera etapa de nuestra existencia, en fin, en las mons-
truosas aglomeraciones urbanas que literalmente agobian y tragan a sus
habitantes. Además, evitaríamos en cierta medida ese fenómeno paradó-
jico y en cierta medida absurdo (cuya existencia en el Mkxico actual ad-
quiere caracteres cada día más graves), que representa el caudal de
viajeras -muchas de ellos j ó v e n e s las cuales se ausentan del país sin
tener un conocimiento cabal de la nación mexicana; que durante largo
tiempo se van al Canadá, a los Estados Unidos o a Europa sin haber
penetrado en la esencia de los hechos humanos, históricos y geográficos de
las diversas zonas de su propio país, sin captar -así fuera en forma
inicial- esa unidad de lo complejo que se expresa en el concepto: MCxico.
Necesidad de conocer los recursos natiirnles

La intrcduccinn anterior, útil para cuando se trata de analizar problemas


generales del conocimiento, se hace indispenqble al hablar de los recursos
naturales de México. Ello es necesario porque al observar la cuestión sc
descubren dos verdades que tienen relación entre sí y que procuraremos
dcstticar. Por un lado, en nuestro país se han llevado a cabo numerosos
estudios sobre diversos aspectos de la realidad natural y social. Con
¿inteccdentes desde la epoca prehispánica, los vemos surgir en la colonia,
ccintinuarse a través del siglo xrx y principios del siglo xx, hasta el
estallido del movimiento revolucionario de 1910. Hubo ejemplos de seres
indudablemente sabios y emprendedores que apreciaron las cosas de
AmCrica e hicieron contribuciones importantes; en anteriores escritos
hemos señalado su importancia; transcribimos a continuación algunos
phrrafos insertos en otras publicaciones:

Nacidms aquí o venidos a radicar y estudiar su medio natural y social, durante


los trescientos años del dominio español brillaron algunos investigadores
notables, descollando sobre todo en la botánica, la hidrología y vanas ramas dc
la Geografía Física; a la cabeza de los talentcsos científicos de esa época, tales
como Enrico Martínez, Francisco IIernández, Hernardino de Sahagún, AndrCs
del Río, debemos colocar al gran sabio mexicano José Antonio de Alzate y
Itamírez, paladín enciclopédico de la ciencia en el siglo wiii.
Tocó en suerte a México que pisara su cálido suelo un coloso formidable
dc la investigación, que revolucionó con su obra de casi un siglo toda la
estructura y la noción de la Geografía: Alejandro de Humboldt con su Ertsoyo
político presentó al mundo, por vez primera, un cuadro moderno del virreinato
a principios del xix. Estuvo FIurnboldt en los puertos, en el Altiplano, en la
profundidad de las minas de Pachuca y Guanajuato; escaló apagados volcanes
y llevó consigo la reciente lava del Jorullo; ayudado por el brillante Bonpland,
coleccionó miles y miles de plantas y de animales. Claro que le faltó al barón
conocer extensas regiones del país y que cometió también errores, uno de los
cuales 4 e b i d o quizá a su gran amor hacia México- fue ponderar demasiado
su riqueza y sus posibilidades futuras; pero aún así, en muchos aspectos las
investigaciones de Humboldt no han sido todavía superadas en extensión y
madure7 de pensamiento.'

Dcspues de la independencia hubo diversas etapas en que el nivel de


las investigaciones científicas fue superior, por ejemplo, durante el pe-
riodo del llamado imperio mexicano, o bien durante la primera decada dcl
presente siglo, cuando el avance de la economía nacional condujo a un per-
feccionamiento en los metodos de exploración y, por ende, a un cono-
cimiento de ciertos aspectos de los recursos naturales, sobre todo los
minerales (entre ellos el petróleo), que fueron entregados en gran parte a
intereses extranjeros. Sin embargo, se careció de estudios sistemáticos;
por otro lado, las empresas mineras y petroleras ocultaron los resultados dt:
sus investigaciones.
Con la Revolución cambió la índole de los estudios, como consecuen-
cia de las reformas sociales y económicas aparecidas en la vida nacional,
las cuales rehicieron la faz de la nación. Reflejo de los cambios sociales
fue la vuelta a lo nacional, al conocimiento de lo propio y a un proceso de
formación de una cultura y una conciencia nacionales que, por desgracia,
en los últimos tiempos ha debido luchar desventajosamente contra la
penetración de poderosas influencias extranjeras que en lo cultural no son
sino apendices de fuerzas políticas y económicas contrarias al desarrollo
autónomo de Mexico. Después de 1925 han aparecido libros, folletos y
artículos que en cantidad y calidad aventajan notablemente las obras
aparecidas durante buena parte del siglo XIX. La construcción económica
ha sido considerable en esta o aquella rama; el progreso general del país no
puede negarse e incluso existen ya ejemplos magníficos de regio-
nes surgidas durante los últimos decenios, entre las cuales se ocurre citar
por su importancia las valles agrícolas del Bajo Colorado, del Bajo Bra-
vo, del Yaqui o La Laguna, o bien las zonas petroleras de Tabasco y Poza
Rica, los grandes cenuas urbanos de Ciudad Juárez o Tijuana. Este primcr
punto se refleja cabalmente en las estadísticas de diversa índole, sobre
todo a partir de las fechas en que se lleva a cabo con más intensidad la
reforma agraria, se realiza la expropiación del petróleo y se crean las redes
de carreteras en el interior de la República.
Sin embargo, resulta igualmente una verdad establecida el hecho de que
todavía hoy no conocemos, ni siquiera en forma aproximada, la verdadera
magnitud de nuestros recursos naturales. Debido a la variedad de dichos
recursos y al desigual e incluso caótico desarrollo de las diversas ramas
económicas, en algunos casos se ha profundizado lo suficiente para
disponer de inventarias considerables aunque incompletos, en tanto quc
respecto a muchos recursos no hemos hecho simplemente sino empezar.
Entre los ejemplos del primer grupo podrían citarse algunos minerales
metálicos no ferrosos (zinc, plomo, cobre, primordialmente en manos dc
compañías extranjeras poseedoras de los estudios correspondientes); as-
pectos de la hidrología en los principales rIas nacionales (caudales y es-
currimientos medios, agua disponible para almacenamiento en presas, et-
cétera). Por lo que toca al segundo grupo pueden citarse multitud de
ejemplos concretos: son ya clásicas las palabras del biólogo Bibiano
Osorio Tafall sobre el profundo desconocimiento que los mexicanos
tenemos de lo que representan nuestros mares y las riquezas que encierrm.
El caso de un recurso importantísirno, como es el de los basques de la
República Mexicana, puede ilustrar gráficamente hasta dónde llega la ig-
norancia -compañera inseparable de la anarquía y la contradicción- en
el conocimiento de aspectos esenciales de la realidad natural. Los recursos
forestales han sido evaluados desde hace mucho tiempo por numerosos in-
vestigadores, lo cual supone la publicación de muchas obras y por con-
siguiente no indica el abandono total de este problema. Sin embargo, hasta
hoy no se ha podido llegar a obtener siquiera el área aproximada de las aso-
ciaciones boscosas en México.
No es miaso insistir en lo anterior, ya que en 1953 el biólogo Beltrán
escribió lo siguiente: "Nuestra ignorancia (respecto a los bosques de
México) es tan grande, que ni siquiera conocemos botánicamente las es-
pecies que los integran."
No se desea generalizar afirmando que se desconozca la magnitud de
todos nuestros recursos, a pesar de que recientemente el ingeniero Alfonso
Barnetche afirmó en forma categórica2 que en México, "no se tiene aún
idea exacta del monto de los recursos naturales".

1. Algunos recursos minerales han sido estudiados en forma vasta


aunque desorganizada, lo cual facilitó que durante 300 años sirvieran para
engrosar el tesoro de España y más tarde (hasta hoy) fuesen fuentes de
riqueza para los grandes monopolios internacionales de la minería. Estos
recursos -científicamente mal conocidos, al igual que los bosques nacio-
nales- se han venido agotando en forma incesante y tremenda. Se ago-
taron, por ejemplo, las riquezas de los placeres de oro de Batopilas, de
diversas regiones en Baja Califomia (entre ellas del desierto de Vizcaíno),
igualmente y en gran escala las minas de Guanajuato, Zacatecas, Taxco,
Angangueo, Temascaltepec y El Boleo, B. C. Se encuentran en escala muy
avanzada de agotamiento los famosos minerales de Real del Monte,
Fresnillo, San Luis Potosi o Sombrerete, en tanto que algunas regiones
mineras han sido explotadas en forma caótica, abandonándose en oca-

Diciembre & 1%1.


siones y reanudando los trabajos en diversos períodos: por ejemplo la zona
manganesífera en la Baja California, el 6nix de El Mármol, B. C.,
Matehuala, S.L.P., puntos aislados de Guerrero, Jalisco, etcétera.
2. La fauna, tan variada y peculiar en un territorio extenso y singu-
larmente bien situado a este respecto como el de la República, muestra
numerosos casos de especies casi extinguidas a causa de la caza no re-
glamentada o violatoria de las leyes. Notorias han sido los ejemplos del
lagarto (antes abundante en ríos de Tabasco, Veracruz o Chiapas), el
famoso berrendo de la Baja California, el oso de la Sierra Madre Occiden-
tal y otras especies que en buena medida han desaparecido del escenario
natural. Por lo que toca al berrendo (Antilocapra A~ncricana),es curioso
señalar que precisamente cuando estaba en vigencia la prohibición para su
caza, mediante decreto de 1921, fue cuando con mayor vigor se le buscó,
organizándose verdaderas batidas en la región central de la península. Los
borregos o cimarrones (Oilis Montana, Ovis Cerilina) que todavía se
describen habitando "las abruptas e inaccesibles montañas de las Sierras
de Chihuahua, Sonora y Baja California", han disminuido tanto en núme-
ro de ejemplares que el año de 1960 la Dirección General de Caza pensó
en suprimir la veda existente en Baja California, porque "no ha servido
para nada, en virtud de que nadie la respeta, ni la hace respetar". Se con-
fiesa que los borregos salvajes han sido exterminados en todo Coahuila,
Chihuahua y norte de Durango, quedando quizás algunos ejemplares en
Sonora; lo inaccesible de las regiones desérticas y montañosas de la Baja
California es lo único que explica el hecho de que todavía se conserven
borregos cimarrones en aquellas entidades.
La cacería del venado, la garza, el pato silvestre y los mamíferos - q u e
por cierto deberían protegerse en México por no existir en grandes
cantidades o especies tan vigorosas como en las sabanas de África o las
selvas de Asia y Suramérica- continúan cazándose en gran escala y casi
siempre sin un controI riguroso.
3. Respecto a los animales marinos también se conocen numerosas
especies de mamíferos o peces que estuvieron sometidas a una explotación
desmedida, lo cual condujo a la reducción considerable del número, siendo
notables las correrías que marinos extranjeros llevaron a cabo durante el
siglo pasado y parte del actual en pos de millones de vacas y elefantes ma-
rinos pobladores de las islas y castas de la Baja California; los elefantes
marinos pudieron refugiarse y sobrevivir s61o en la Isla Guadalupe, situada
al occidente de la península. Igualmente, los lobos marinos, cuya captura
está hoy prohibida, fueron perseguidos en forma implacable por los
agentes de compañías peleteras y comerciantes de los Estados Unidos,
Canadá e incluso el Japón. El ejemplo de la madre perla, cuya extinción
casi total continúa siendo un misterio, atribuible, según algunas fuentes, al
envenenamiento (?) de las aguas y según otras a la explotación total que se
realizó, resulta ilustrativo en el caso de la propia Baja California. Recien-
temente, se han dado voces de alarma por la disminución de las cantidades
observadas en las costas y mares del Noroeste y Sureste de la República,
tanto de algunas especies de moluscos y crustáceos, como peces: abulón,
atún, ostión gigante, camarón o langcxsta. Nada tiene de extraño lo anterior
si se estudian detenidamente los mCtodos utilizados para capturarlos, así
como las violaciones constantes a las leyes vigentes.
4. Múltiples productos forestales, entre los que pueden señalarse el
caucho de guayule, el chicle, la cera de candelilla y el ixtle de lechuguilla
de gran interCs industrial, tienen en la actualidad creciente demanda y ello
explica en parte la explotación desmedida de sus fuentes. En el Sureste del
país hay múltiples casos de zonas donde los árboles, productores de
maderas preciosas, fueron talados en forma tan exhaustiva que los bosques
hoy se ven substituidos por vegetación de arbustos o pastizales. En las
regiones Norte y Centro del país, el avance de la flora desertica está
vinculado, indudablemente, a la desforestación, a los procesos de erosión
del suelo y a otras medidas que el hombre continúa llevando a cabo en su
propio perjuicio, y cuyos resultados funestos habrán de ser más notorios
todavía para las generaciones venideras. Por ejemplo, la desecación de
lagos que antiguamente existieron en las grandes mesetas (es más cono-
cido el caso del lago de Texcoco, pero no resultan menos graves los
problemas surgidos al descender y volver a subir periódicamente el nivel
del lago de Chapala, al disminuir el líquido en Xochimilco, Cuitzeo,
Zumpango y otros depósitos de agua) ha conducido a cambiar el paisaje e
influido para hacer más seco el clima localmente, como es el caso de la Re-
gión Lagunera donde desaparecieron las extensiones acuiferas que le
dieron nombre. A pesar de que los procesos climáticos están determinados
por causas más profundas que la mera evaporación, no deja de ser
importante la circunstancia de que el hombre puede favorecer el proceso
de desertización en un país como el nuestro, mediante la tala de bosques,
desecación de lagos, uso excesivo de recursos hidrológicos subterráneos,
continuación de los fenómenos erasivos en escala excesiva, etcktera.
5. En MCxico, al igual que en todos los paises subdesarrollados
económicamente, se observa una paradoja consistente en la explotación
desmedida de algunos recursos y la falta de utilización de otros, cuyo uso
resulta menos fácil o requiere inversiones mayores que reditúan len-
tamente.

Finalmente, aunque no por ello es de menor interh, debería procederse


de inmediato a preservar los sitios o territorios donde se pueden encontrar
exponentes mejor conservados de la flora y fauna originales, tanto en los
desiertos y zonas tropicales, como en cadenas montañosas, costas y las re-
giones naturales más diversas. Este punto, que en un país subdesarrollado
parece no tener importancia inmediata por considerarse que las riquezas
han sido poco explotadas, merece atención porque es mejor prevenir que
lamentar, sobre todo teniendo a la vista el ejemplo de numerosas zonas del
mundo donde es ya dificil encontrai exponentes de ese pasado natural. Ello
se refiere tambiCn a los recursos llamados culturales, o sea los monumen-
tos, sitios o ciudades de valor histórico, que deben conservarse igual que
las riquezas de carácter natural. Y decimos recursos culturaies porque en
la actualidad, el término recurso no se aplica sólo a los minerales o los
vientos, sino tambien a las bellezas panorámicas y a todos aquellos
objetivos cuyo uso, por parte del hombre -incluyendo los propios recur-
sos humanos-, les confiere categoría semejante a los simples bienes de
explotación directa que sirven a la agricultura o la i n d u ~ t r i a .Los
~ prin-
cipios sobre la conservación de recursos tienen, al ampliarse los concep-
tos, una aplicación más directa y decisiva que con anterioridad.

Premisas para una política de aprovechamiento correcto de los


recursos

Antes de proceder a señalar algunas soluciones, o posibles caminos,


para llevar adelante una política de conservación adecuada de los recur-
sos naturales en México, estimarnos útil hacer hincapié en varios aspectos
que nos parece indispensable tener en cuenta para formular correctamente
los principios.

1. La naturaleza es un conjunto de fenómenos objetivos, que existen in-


dependientemente de nuestra voluntad y que para subsistir no requieren dz
nuestro conocimiento previo. Lo que el hombre hace, organizado en

' Véanse diversos cap(tu1os & Comen>ación& los recursos, S. V . Cinacy-Wantrup, México,
1957, y otros libros mAs recientes.

129
sociedad, e s tratar de entender -paso a paso y a través de siglos- las
Ieycs que rigcn al mundo natural y social, comprcndcr la escncia de los fe-
nómenos mismos. De la etapa "infantil", la humanidad se ha ido encum-
brando a las alturas de la ciencia: desde las sociedades más primitivas has-
ta los adelantos de hoy, el hombre ha ascendido por un camino difícil,
pleno de peligras y dificultades, pero de cualquier manera s u conocimicn-
to del universo e s infinitamente superior al de cualquier época pasada.
"Cuando logramos alguna d e nuestras metas más espectaculares en la uti-
lización del medio - d i c e E. Beltrán-, lo único que hemos hecho es estu-
diar cuidadosamente las leyes naturales, comprenderlas correctamente y
desarrollar -basándonos en e l l a s una serie de principios que permitan
alcanzar el fin propuesto ... El hombre logra 'impnnerse' a la naturaleza
s61o en la medida que es capaz de comprender y 'acatar' las leyes que la
rigen."'
De lo anterior se deduce que lo primero, lo más importante, e s conocer
a fondo los distintos ángulos que ofrece el medio natural y la realidad
social, para tratar de utilizar racionalmente los recursas, pues de otro modo
se anda a ciegas y ninguna medida tendría los resultados benéficos que se
tratan d e alcanzar.
2. Los diversos estadios sociales que ha ido dejando atrás la humanidad
cn s u marcha ascendente, desde el comunismo primitivo hasta el capita-
lismo moderno, han representado una suma de instrumentos económicos y
tl'cnicos cada vez más poderosos. El capitalismo e s sin duda un sistema so-
cial superior al feudalismo, incluyendo por supuesto en esta afirmación al
conjunto de armas con las cuales se logra desentrañar las leyes de la na-
tura1eí.a; en consecuencia, se pueden explotar los recursos en escala nunca
vista con anterioridad. Al propio sistema capitalista se le ha llamado fre-
cuentemente "una economía de derroche", que por su constitución intrín-
sccd -supuesto que se basa en la propiedad privada de los medios dc
producción- obstaculiza el aprovechamiento d e los recursos e n una
forma racional y, además, impide la planeación completa de la economía
nacional.
3. No obstante lo anterior, aquellos países que han alcanzado un mayor
desarrollo económico -dentro del mismo sistema capitalista- se en-
cuentran e n una situación teóricamente mejor para frenar en cierta escala
el uso desmedido de los recursos: ello en primer lugar, porque e n s u propio
territorio el agotamiento de estas riquezas ha sido más acentuado por la

' El Itonthre y su ambiente. Mkxico, 1958.


LOS METODOS

escala superior de explotación y porque, en segundo, cuentan con las


posibilidades económicas y prficticas para implantar una política de pro-
tección de los recursos, así sea en forma limitada.
Los países subdesarrollados económicamente, están en posición más
desventajosa -México entre ellos- porque arrastran vicios del pasado,
huellas tremendas del dominio colonial y la explotación moderna de tipo
económico por parte de las naciones industrializadas; además, n o han lo-
grado estructurar una economía sólida ni los instrumentos necesarios para
llevar a la práctica la política de planeación económica en forma correctaVs
4. Sin embargo, es necesario proceder a regular el uso de los recursos de
inmediato, antes de que la escala del proceso destructivo alcance una etapa
en que sea punto menos que inútil proceder a la conservación de dichos
recursos. Hay que evitar que nuestras riquezas desaparezcan hasta el
extremo alcanzado en pasadas civilizaciones, que como las del Cercano y
Medio Oriente o China, convirtieron bellos jardines de la naturaleza en
cmeles desiertos. En los Estados Unidos, p r ejemplo, es sabido que sólo
la crisis provocada por la propia escala de explotación obligó a tratar de
conservar l o que aún quedaba a fines del siglo xrx y principios del xx,
sobre todo en materia de flora y fauna o suelos.
Como n o existe incompatibilidad entre consen)ación y uso de recursos,
puede desde ahora procederse a mejorar los sistemas de tenencia y
utilización de dichas riquezas, reglamentar en forma acertada los proce-
dimientos, etcetera.
Únicamente cuando la planeación sea una realidad, podrá comenzarse
a explotar debidamente los recursos. Una conservación apropiada quiere
decir: "ver al futuro, no mirar sólo al presente". Así como el hombre crea
10s instrumentos para destruir -y n o sólo los recursos naturales-, así
debe crear o introducir en forma acertada los medios para conservar y
rltilizar cabalmente las riquezas nacionales. T o d o ello partiendo del
supuesto de que conservar sin utilizar no tiene sentido, pues el término
mismo de la conservación supone un cierto grado de uso por parte de la
sociedad humana. Claro está que la existencia de la pobreza y de la ig-
norancia en cualquier país, son graves obstáculos para llevar a la práctica
las brillantes ideas conservacionistas.
5. Como la naturaleza e s un todo, sólo se puede plantear correctamente
su conservación cuando se toman en cuenta todos los factores del medio,

Alguna ideas al respecto pieden verse en El estodo delfuturo, de Gunnar Myrdal, MCsico,
1961.
que dependen unos de otros. Supuesto que no hay "pedacitos" aisladas en
la naturaleza y en la vida social, para integrar una política correcta es vi-
tal considerar todos los elementos y salvarlos a todos en su conjunto
y compleja unidad. Esto incluye la solución de graves males económi-
cos y sociales, raíz de diversos ejemplos de salvaje utilización de los
recursos.
6. En las condiciones actuales resulta de mayor urgencia dedicar aten-
ción preferente a algunos tipos de recursos cuyo peligro de agotamiento es
más inmediato, de acuerdo con la realidad en determinado país, zona natu-
ral o económica. En Mexico, quizá debería cuidarse con mayor esmero el
recurso agua, despues la vegetación natural (ante todo los bosques), más
tarde -mejor dicho, al mismo tiempo- el suelo; de inmediato deben
someterse a conservación rígidamente reglamentada los recursos naturales
no renovables y la fauna, tanto la terrestre como la acuática.

Los pasas más serios para llevar a la práctica una política moderna de
conservación de recursos naturales consisten en salir del subdesarrollo, al-
canzar la independencia económica y elevar el nivel de vida de las ma-
yorías populares, reduciendo al mismo tiempo la fuerza decisiva de los
poderosos.

Problemas tatados en el estudio geoeconómico de un estado o zona

1. Introducción

Importancia del trabajo geoeconómico, como resultado del estudio con-


junto del medio geográfico, de la población y de la economía de la región.
Dificultades del estudio geoeconómico de Mexico. Diferencias del trabajo
geoeconómico con relación a trabajos de índole económica, estadística, a
trabajos geofísicos etnográficos, sociológicos. Nuevos procedimientos
para conocer la misma realidad. Finalidades del trabajo geoeconómico, su
utilidad cultural y práctica (con ejemplos tomados de la región). Los
metodos empleados en el estudio geoeconómico de la región. Necesidad
de ver los problemas históricamente, en su desarrollo en el tiempo y en el
espacio. Un estado no es una región geoeconómica sino una gama
de regiones o de panes de regiones. Posibilidades de estudio con que se
cuenta en el estado, apoyo obtenido, etdtera. Materiales utilizados y su
crítica.
LOS moms

11. Aspectos naturales

Situación geográfica y geoeconómica

Situación del estado o región en el país en general. Influencia ejercida por


la situación en la conformación del medio geográfico actual y en los
recursos. Situación respecto al mar, grandes ríos, etcetera. La situación de
la región y su historia. La situación y el desarrollo de la actividad humana
y de la economía.

Datos sobre fronteras, relacionándolas con el relieve, hidrologla, circuns-


tancias históricas, etdtera. Regiones vecinas y estudio detallado de las
fronteras. Datos históricos sobre delimitación de fronteras.

Trabajos topograficos realizados con anterioridad en el estado. Otros es-


tudios de la región llevados a cabo en epocas anteriores; mapas, libros,
etcetera. Datos sobre superficie y coordenadas. Distancias en diversas
direcciones a las fronteras; de unos centros importantes a otros, de unas
regiones geoeconómicas a otras. Comparación del medio geográfico, de la
población y de la economía.

La influencia del relieve sobre los demás integrantes del medio geográfico
en ese país, y de Cstos sobre el relieve. Descripción y explicación someras
del relieve del territorio, senalando montañas, valles, costas, etcetera.
Cómo influye directamente el relieve del terreno en la vida de la po-
blación, en la economía del país; citando casos concretos en la economía
rural, la industria y transporte, etdtera.

*Geología y recursos minerales

La historia geológica del territorio y su relación con el relieve actual del


terreno y con los recursos minerales. El medio geográfico de la región y la
historia geológica. Distribución y calidad de los yacimientos, depósitos,
etcétera, en el estado. Volcanismo y sismología en la región y su influcn-
cia sobre el medio geográfico, la vida de la población y la economía.

Los climas del estado, en relación con los diferentes integrantes del medio
geográfico. Influencia general del clima en la vida y actividad de la p-
blación, y en la economía. Influencia de las lluvias; influencia de los vien-
tos, de la temperatura (presentar ejemplos concretos tomados de las
diversas regiones; cuadros de precipitación pluvial, de temperaturas anua-
les y mensuales y medias). Sucesión de las estaciones en el año y su
influencia sobre la agricultura, ganadería, industria y vida humana. El cli-
ma y la distribución de la población; el clima y los lugares habitados, los
tipos de habitación, la alimentación, el vestido, las costumbres, etcetera,
(por regiones y zonas en estudio). Aspectos del microclima.

*Hidrografía, potamología y oceanografía

Relación de los recursos hidrológicos del estado con el clima, el relieve,


etcétera. Ríos, lagos y mares y su influencia en la vida y la actividad hu-
mana y en la economía de la región. Las corrientes de los ríos, su variación
en el curso del año, velocidad, etcétera. Ríos de importancia para la
agricultura (riego, etcétera), para la industria (energía eléctrica, etcétera),
en el transporte. El mar y los lagos y su importancia gececonómica (pesca,
transporte, economía rural). Aguas subterráneas y su importancia.

*Los suelos

Relación de los suelos del estado con el relieve, el clima, etcétera. Los
suelos y los cultivos agrícolas, los bosques, pastos, etcétera. Suelos en
posibilidad de utilizarse; la fertilidad del suelo, importancia de los fertili-
zantes, rotación de cultivos, etcetera. Erosión del suelo, destrucción de la
productividad y otros hechos negativos. El estudio de los suelos del estado.
Mejoras por introducirse en la utilización de los suelos.

*El reino vegetal

Zonas de los distintos tipos de vegetación, relacionándolas con el relieve,


el clima, los suelos y la actividad humana. Distribución de los bosques,
pastos y otros vegetales útiles en la economía. Elementos de ecología, con
ejemplos tomados de las distintas regiones. Diversos vegetales de impor-
tancia económica, medicinal, social, etcetera, (con nombres científicos y
descripción de cada uno). Los bosques según su utilidad. Cultivos, parte
del reino vegetal existente. La utilización de los vegetales y tipos de
vegetación y posibilidades de explotación. La obra del hombre como
factor que cambia la distribución geográfica de los vegetales.

*El reino animal

El medio geográfico y las zonas o regiones zoogeográficas. Animales útiles en


la economía (caza, industria) y en la vida de la población. Descripción general
y nombre científico de los representantes de la fauna terrestre y acuática de
interks económico. Importancia de la caza y de la pesca en el estado.

*Regiones naturales

Condiciones geográficas que permiten formar las regiones naturales.


Relación existente entre todos los componentes del medio geográfico (y
también con la población, los recursos naturales y la actividad humana),
dentro del territorio de cada región. Evolución de las regiones naturales.
Subdivisión de las regiones.

*Conclusión sobre el medio geográfico y recursos

Cómo influye el medio geográfico en general en la vida de los habitantes


y en el desarrollo económico. Superación de las dificultades que presenta
el medio en cada región (con ejemplos). Utilidad concreta de los recursos
naturales de la región y su explotación al presente. La importancia que
tiene el conocimiento directo de las condiciones del medio geográfico y la
valorización de los recursos del estado. Posibilidades de un mejor empleo
de 10s recursas del país.

111. Aspectos histórico-denlográficos

Esbozo histórico-geográfico

La historia del país en relación con el medio geográfico y el proceso de


desarrollo económico social. Principales periodos de la historia local (es-
tablecidos por causas sociales que implicaron cambios económicos). Des-
cripción de cada periodo remarcando los distintos sucesos de importancia
geoeconómica. El periodo moderno descrito con más detalle (señalando
sobre todo las reformas efectuadas despuCs de la Revolución Mexicana).

*División política

Causas geográficas, económicas y políticas de la división actual. Ante-


cedentes históricos de la presente división política del estado. Compara-
ción de diversas partes del país, por sus caracteres geoeconómicos y
estimación relativa de esas regiones.

El proceso de formación de la actual población del estado. Influencia del medio


geográfico, de los recursos y de hechos sociales en la integración y distribu-
ción de la población en el país. Importancia geoeconómica de la pobla-
ción. Población total del estado, comparándola con la de otros estados.
Población por municipios y regiones diferentes, y causas de la desigual-
dad. Distribución geográfica de la población por el territorio del estado; la
densidad de población (inclusive por municipios) y sus causas geoeconómicas.
Crecimiento de la población y causas. Distribución de la población según su
sexo y edad. La población y su situación social y profesional, relacionándola
con las condiciones del medio geográfico y de la economía en cada región. La
cuestión nacional y la cultura. Movimiento de la población. Migración dentro
del estado y hacia otras regiones o países.
Población urbana y rural y las causas geoecontmicas que determinan su
distribución. Tipos de agrupamiento de la población rural. Lugares habitados
(clasificación). Aldeas y ciudades. Estudio de varios lugares habitados en dife-
rentes regiones del estado. El nivel de vida; alimentación, vestido, etdtera, en
relación con el medio geográfico, los recursos y la realidad económica social.
Resolución de problemas relacionados con los habitantes del país; perspectivas.

IV. Aspectos econótnicos

Actividades agropecuarias

Interrelación del medio geográfico, la población y la economía rural. Im-


portancia actual de la agricultura y la ganadería en la economía regional
y su desarrollo histórico. Situación general de la agricultura y la ganadería
(valor de la producción, porciento en la economía, tecnica, trabajo,
etcetera). Situación material de los campesinos. Relaciones agrarias,
problemas sociales, etcetera.

Carficter general de la agricultura de la región (extensión de cultivos,


tkcnica, riego, etcetera). Influencia del medio geogrfifico y de las con-
diciones sociales en la agricultura, y a la inversa. Calendario de traba-
jos agrícolas en diferentes partes del estado. Superficies totales de
cada cultivo, pastos, etcetera, y valor de la producción. Metodos
de trabajos y cultivos. Problemas de la distribución por el territorio del
estado de los cultivos agrícolas, su transporte, etdtera. Distribución de la
tierra.
De cada cultivo se estudia: su exigencia al clima, los suelos, etcetera;
superficie de cultivo; su importancia en la vida de la población, en la
economía rural; historia de su desarrollo en el país; su anterior superficie
de cultivo y la actual; la utilización de sus productos en la industria;
regiones ricas y pobres en ese producto; importancia para el comercio; me-
didas tendientes a impulsar el cultivo.
Regiones agrícolas. Condiciones geoeconómicas; cultivos; población,
etcktera.

Influencia del medio geográfico y de las condiciones económicas y


sociales en la ganaderia y de la ganaderia en aqutllas. Carácter general de
la ganadería (razas, ttcnica, trabajo, etcetera). Calidad de los pastos,
superficie que ocupan, su venta en el estado; otros alimentos del ganado.
Distribución de las cabezas de ganado por el territorio y causas de esa
distribución. Producción de la ganadería (cantidad y calidad de los produc-
tos, su valor, venta); relación con la industria, el comercio y los medios de
transporte. De cada clase de ganado se estudia: su relación con el me-
dio geográfico, su importancia en la economía rural y ganadera, historia de
su desarrollo en el estado que se estudia, distribución geográfica
en nuestros días y anteriormente, utilización de su producción en la
industria; intercambio de los productos. Medidas tendientes a impulsar
la ganadería.
Regiones ganaderas. Causas geoeconc5micas de la división en regiones
ganaderas, ganado, producción, etcétera.

*Regiones agrícola-ganaderas

Diversos tipos de economía rural en el estado. Bases para la diferenciación


de las regiones. De cada una de las regiones se estudia: el medio geo-
gráfico, evolución histórico-geográfica, especialización de la región,
relación con la población, la industria y el transporte, el comercio con los
productos rurales de la región, medidas tendientes al impulso de la
economía de las regiones agrícola-ganaderas.

Condiciones naturales y razones geoeconómicas de la actual distribución


de las industrias. Clima, recursos en materias primas, recursos energeti-
cos, papel e importancia del medio geográfico; población, comunica-
ciones, etcttera. Historia del desarrollo de la industria en las diferentes
regiones o centros, señalando la influencia local del medio natural
y social. Lugar de la industria en la economía (progreso industrial
alcanzado, capital invertido en la industria, producción, etcttera). Es-
tructura de la industria (pesada, energetica, ligera). Especialización de
la industria según la materia prima empleada, según el carácter tecno-
lógico del proceso, según la clase de productos manufacturados. De ca-
da industria se estudiará: importancia, reservas y materias primas, pro-
ducción, problemas de los transportes de los productos, regiones donde se
encuentra.
Centros y regiones industriales: importancia, historia de su desarrollo,
industrias que la integran (valor de la producción, personal, etcetera),
transporte, centros de consumo, perspectivas de los centros y regio-
nes industriales (en cuanto se refiere al medio geográfico, a los recursos,
a la población, al consumo de productos, etcétera). Se incluye explotación
forestal de todo tipo.

Historia del desarrollo de los medios de transporte. Influencia de las con-


diciones naturales, de los medios de transporte y de la economía sobre el
transporte, en la carga transportada y en la dirección e intensidad del
movimiento. Influencia de ciudades, de regiones agrícolas y ganade-
ras, de regiones industriales y la ejercida por otros estados y países.
Influencia del transporte sobre la economía y la vida en general. La carga;
su carácter, valor, dirección de los movimientos, etcétera. Importantes
vías de comunicación; técnica empleada, distancias, utilidad geo-
económica, etcétera. Distribución por el territorio, de las vías generales de
comunicación.
Separación en regiones de transporte. Las regiones de transporte en su
relación con las regiones industriales, agrícolas y ganaderas, con la locali-
zación de las materias primas, con la pblacidn rural y urbana, con el mo-
vimiento de pasajeros, etcétera.

*Comercio interior y exterior

Carácter general del comercio. Volumen de carga, rutas de intercambio


comercial, métodos empleados en el comercio, etcétera. Particularidades
del comercio interior, en relación con el medio geográfico y las condi-
ciones económicas y sociales del estado. El comercio exterior, incluyendo
el estudio de la importancia relativa de cada región agrícola, ganadera e
industrial, en el total de la República y estado.

V . Regiones geoeconóniicas

Causas geográficas, económicas y sociales de la división en regiones


geoeconómicas. Comparaciones, diferencias y similitudes entre las diver-
sas regiones. Dificultades que presenta la división del estado o zona en
regiones geoeconómicas.
Estudio de cada región en particular; situación y medio geogrfifico, po-
blación, lugares habitados y ciudades; esbozo histórico-geográfico; la
agricultura y la ganadería, la industria y el transporte, comercio. Perspec-
tivas de desarrollo, sugestiones, proyectos. División de cada región en
subregiones; causas geoeconómicas de esa división y estudio somero de
las subregiones.

Mapas, diagramas cuadros estadísticos, fotografías, etcétera, necesa-


rios en este tipo de estudios geoeconómicos.

Índice y consideración de toda la literatura consultada en el curso de los


trabajos.
Metodología de investigaciones geoeconómica~regionales de campo en
México

Progranla General

1. Aspectos generales

1. Introducción
2. Problemas del estudio regional
3. Requisitos para el estudio geoeconómico regional
4. Algunas exigencias del estudio de campo para fines regionales
5. Medios utilizados en investigación regional

11. El medio natural y las recursos

1. Situación y relieve
2. Los climas
3. Hidrología y oceanografía
4. Los suelos
5. La flora y la vegetación
6. La fauna
7. Otros recursos naturales
8. División en regiones o subregiones

111. La población

l. Medio geográfico y distribución de la población regional


2. Los poblados locales
3. Ciudades y su área de atracción
4. Datos sobre niveles de vida

IV. Los aspectos económicos

A) Actividades agropecuarias

1. Relación directa e indirecta entre medio geográfico y agricul-


tura
2. Especialización regional y productividad
3. Niveles de desarrollo
4. Mercados internos y externos
5. Regiones agrícolas y ganaderas

B) Industrias

l. Relación con recursos regionales y extrarregionales


2. Localización, núcleos y regiones industriales
3. División en regiones industriales
4. Problemas de mercado
5. Perspectivas de desarrollo

C) Comunicaciones y transportes, comercio

l. Naturaleza, economía y transportes


2. Las redes de vias de comunicación
3. Movimiento de pasaje y carga
4. Situación actual del comercio interior
5. Aspectos de comercio exterior

Regiones, subregiones y microrregiones geoconómicas


- A manera de conclusión
- Nota bibliográfica

Métodología de investigaciones geoeconómicas regionales de México

1. Aspectos generales

1. Introducción

La presente guía metodológica pretende servir de base sólo en el caso dc:


que se trate de estudios sobre el terreno, de carácter geográfico-econi>mic»
y con fines regionales. Como no existen en México guías de este tipo y
como en general en el mundo no se ha desarrollado en forma apropiada ln
metodología de investigaciones geoeconómicas para prop5sitos de índolc
regional, bien puede considerarse la presente como una guía pioncra. Lis
obras que se publican principalmente en los países europeos occidentolcs,
en los Estados Unidos y en la Unión Soviktica, insisten en 1:i falta dc:
trabajos al resprcto.
La Geografía Económica es una disciplina joven y los estudios regiona-
les en general tambitn son relativamente recientes. La Geografía, que
durante mucho tiempo sirvió para intentar la descripción del mundo y sus
diversas partes, ha entrado ahora a una nueva etapa, aplicando sus metodos
para fines prácticos y no meramente pedagógicos o descriptivos. Algunos
de 10s aspectos que requieren de la aplicación de los conocimientos
geocconómicos son los siguientes:

- la planeación económica y social y el desarrollo regional,


- la división económica regional (zonificación) para diversos propósi-
tos,
- el uso racional del suelo y otros recursos naturales,

- estudios de mercados, descentralización industrial, etcttera.

Rcsulta muy importante comenzar a introducir los mttodos modernos


dc estudio regional sobre el terreno, pues ello impulsará a las divrrsas ra-
mas gcográficas y las vinculará a las necesidades prácticas del país. Es
vital la formación de especialistas en esta dirección, que en mucho difiere
dc la investigación de gabinete.
Es necesario insistir en el hecho de que los estudios geoeconómim de
una región son en realidad los más importantes e interesantes - e n t r e las
investigaciones geográficas y económicas- porque la atención se concen-
!ra en un 5rea determinada, se centra en objetivos concretos y no se
dispersa el conocimiento en territorios demasiado extensos, muy alejados
y totalmente distintos entre sí. En el estudio de una región concreta, lo
sustancial es la unidad de las partes y al mismo tiempo la diversidad de las
subregiones internas y de los aislados fenómenos, que en su conjunto
reprcsentan el todo.
En los países subdesarrollados es en donde se hace más indispensable y
sería más útil la investigación sobre el terreno, ya que su atraso y pobreza,
los escasos recursos financieros de que se dispone y la urgencia de
progreso acelerado, indican la necesidad de conocer recursos, explicar la
realidad y vincular la teoría con la práctica del desarrollo.

2. Problemas del estudio regional

Sin embargo, es precisamente en los países pobres económicamente donde


hay mayores problemas por vencer para llevar a cabo estudios regionales
de este tipo. Veamos algunos de ellos:
- falta de recursos financieros,
- falta de especialistas en la materia y, entre ellos, de investigadores
de campo,
- ausencia de preparación adecuada para el estudio de campo, en el

seno de las instituciones de enseñanza superior,


- falta de un "ambiente" propicio en los círculos intelectuales y en
general en la vida del país, que aliente la investigación sobre el terreno.
Mucho hay todavía de desbordada ambición, de "dolce vita" de los
intelectuales, como consecuencia de una civilización motorizada qge
deforma y anquilosa a los intelectuales y a la juventud,
- falta de estímulos en las labores de los jóvenes; dificultad para pro-

gresar y ocupar puestos que usufructúan personas o grupos ("mafias")


eternizados en esas posiciones. Remuneración no adecuada en empresas
públicas o privadas; escasez de empleos fuera de la docencia, etcktera,
- falta - e n ocasiones- de espíritu emprendedor en los jóvenes, indis-
pensable para llevar adelante ideas o proyectos,
- falta de divulgación y comprensión de una metodología apropiada en

investigaciones de campo, tanto por falta de antecedentes como de es-


tudios complejos que mejoren los metodos. No quiere decir que no h ~ i y a
habido en MCxico numerosas investigaciones aisladas,
- falta, por tanto, de estudios de conjunto donde intervengan econo-

mistas, geógrafos, ingenieros, sociólogos, etcktera, en gran escala y


para fines prácticos,
- las universidades, institutos y sociedades científicos deben estimular

este tipo de trabajos,


- falta en ocasiones de estadísticas y otros materiales sobre las

regiones. Estudios locales muy incipientes todavía,


- falta de cooperación por parte de las empresas privadas en investiga-
ciones regionales; existe todavía mucha desconfianza de los intereses
creados,
- falta, a su vez, de coordinación de los trabajos entre diversas oficinas

de gobierno y organismos educativos nacionales y regionales,


- estado general de atraso cultural en los ciudadanos, que dificulto cl

propósito de entender los problemas locales,


- propósito o creencia de que la investigación regional ticnc por Sin

"descubrir Mediterrfineos", con lo cual se pierde tiempo y recursos, sc


duplican los estudios,
- invasión de campos de estudio que corresponden a oiros espccialis-
tas, con lo cual se repiten inútilmente los temas,
- se procede mecánicamente, sin iniciativa y entusiasmo en muchos
estudios regionales. Por ello los trabajos se convierten en rutina abu-
rrida y cansada.

3. Requisitos para el estudio geoeconómico regional

Hay dos tipos de estudios: a) de gabiente; y b) de campo. Para las inves-


tigaciones de gabinete, se necesita poseer -ante todo- conocimientos
suficientes, preparación adecuada para interpretar las estadísticas, mapas,
libros, etcétera. Cuando ello no ocurre, se advierten muchos problemas y
fracasos al respecto:

- Es necesario tener práctica en la redacción, saber expresar las ideas


claramente y en forma correcta,
- saber trazar mapas y dirigir la labor de los dibujantes y cartógrafos,
- poder analizar las diversas fuentes consultadas, para "sacarles el
jugo",
- algo muy importante: poseer un conocimiento amplio de la realidad
que se trata de investigar en el gabinete y para ello es indispensable el
contacto previo con ella, sobre el terreno,
- tener formulada una metodología correcta para el trabajo y seguirla

inflexiblemente. Si se empieza mal una investigación, se acaba mal


y por 10 contrario, cuando se sabe de antemano lo que se desea obtener,
por lo general se puede cumplir el propósito, de acuerdo con las
capacidades de cada persona,
- e l estudio regional presupone una división regional correcta, lo cual
se logra en el gabinete pero con indispensables recorridos por el país en
su conjunto y por la región en particular,
- tener interes en el trabajo y deseos de realizarlo, ya que de otro modo
nada pasitivo habrá de lograrse.

Para las investigaciones de campo, con fines de carácter regional, es


preciso:

- tener ante todo una disposición de ánimo para llevar a cabo los viajes
necesarios y salud suficiente para realizarlos. Este aspecto es muy im-
portante, tanto porque la investigación eri el terreno requiere obvia-
mente el desplazamiento por el país, vivir en condiciones muchas veces
molestas por falta de comodidades, de buena comida o alojamiento y
por la lejanía de la familia, que provoca preocupaciones, etcétera, como
porque nada útil puede hacerse cuando no se pone en juego la buena
voluntad, el gusto y podria decirse incluso la entrega a determinada
vocación, ideal, o al deseo de servir al país,
- el estudio regional sobre el terreno no se puede cumplir "en volan-
das", o sea sin penetrar al fondo, sin inquirir las causas de los fenómenos,
sin "hundirse hasta el cuello" en la realidad que se visita. Puede haber
especialistas muy preparados para hacer trabajos de gabinete o para
"hablar" de esto o aquello y que, sin embargo, no sean capaces de rea-
lizar trabajos de campo completos y eficaces: "La alegria de amar es
inseparable de la alegría de comprender" - dicen J. Cressnt y A.
Troux-,
- es por lo tanto necesario entender que "el conocimiento de las leyes
del amplio mundo no puede resultar más que del contacto prolonga-
do, del estudio directo de la parte del mundo donde la suerte nos
sembró".

4. Algunas exigencias del estudio de campo para fines regionales

Para que la investigación sobre el terreno sea fructífera, se requiere


cumplir varias exigencias:

a ) Un plan apropiado de trabajo, que incluya recorridos por las regio-


nes más importantes de una zona. Es decir, las más típicas o destaca-
das; las más avanzadas en el sentido económico y tambiCn las más
atrasadas d e esa zona. Como no s e puede ver todo en un estu-
dio regional es necesario escoger y ese proceso de selección de ru-
tas y objetivos forma parte destacada de la metodología de los estudios
regionales;
b) En el estudio de regiones no se tiende a formar "enciclopedias" de los
territorios de que se trata; no se tiende a describir y analizar una enti-
dad "desde todos puntos de vista". Cada especialista tratará sólo los
capítulos que le corresponden dentro del plan y por ello, además del
itinerario, es básico contar con un plan de investigaciones preciso y
adecuado a las circunstancias y a los fines que se persiguen. Ni dejar fuera
lo sustancial ni tratar de abarcar todo, porque "el que mucho abarca poco
aprieta".
c) En el estudio geoeconómico regional es necesario contar con algunas
directrices invariables:
- Hay que buscar siempre, en primer lugar, los hechos que nos
interesan, desentendiendose del análisis a fondo de aquellos fenómenos
que no son tema central del especialista. Es cierto que en un sentido
general "todo l o humano nos debe interesar", pero en los trabajos
regionales se puede perder mucho tiempo en cosas superfluas o inútiles
si no se centra el objetivo,
- es indispensable registrar todos los fenómenos de interts, tanto en un
diario, como en libretas especiales y block de dibujo, donde se tengan
a la mano los detalles de tipo general o particular, para su estudio
posterior,
- y no sólo registrarlos, sino tratar de entender sobre la marcha la
interrelación de los propios fenómenos, la causa de las cosas, la ex-
plicación de los hechos. Esto último no siempre se puede hacer, pe-
ro hay que intentarlo, porque la obra científica se realiza cuando se
llega al fondo de las leyes que rigen la vida natural y social: de
otro modo nos detendremos, en el mejor de los casos, en la eta-
pa descriptiva, superficial. Esta etapa, que en su tiempo desarro-
llaron con tanto vigor los geógrafos franceses Vidal de la Bla-
che, Demangeon, Brunhes, está transformándose en una nueva;
por supuesto que el ejemplo frances de excelente redacción debería
imitarse,
- 10s estudios regionales tienen finalidades casi siempre prácticas, por
lo que la descripción es sólo el primer paso: la explicación e s vital para
llegar a la recomendación de soluciones,
- el conocimiento de una región no significa constatar hechos o ver
fenómenos, sino diagnosticar problemas y proponer vías de solución,
sobre todo en materia de planeación económica y social,
- la mejor forma de estudiar una región es a travts de exploraciones de
conjunto, pero desgraciadamente la realidad indica que lo mejor es in-
tegrar un grupo no mayor de 5 personas, para evitar posibles discordias
que surgen en el seno de un conjunto numeroso de personas en circuns-
tancias poco usuales. El mejor sería de 3-4 especialistas (y en su caso un
chofer de vehículo), pero se logran buenos resultados con grupos de 2-
3 especialistas,
- muy importante es el espacio de tiempo que deben abarcar los viajes
de investigación regional. En nuestra realidad mexicana, la experiencia
dicta que los recorridos no deben exceder de un mes y en la mayoría de
los casas no debe ser menor de 20 días, pues si se prolongan demasiado
sobrevienen problemas personales y si es muy breve el recorrido en una
zona o región bastante amplia, entonces no es posible penetrar en la
esencia de los problemas,
- claro que lo anterior varía de acuerdo con la extensión de la zona o
región; algunas de ellas son pequeñas y pueden terminarse prelimi-
narmente en 10-15 días (digamos, el norte de Nayarit, Tiaxcala), otras
pueden exigir meses de visitas (la zona Norte de la República, el
Noroeste, el Pacífico Sur). Para Sonora podrían calcularse 40 días, igual
que para Baja California Norte, quizás 20 días para el centro de
Veracruz,
- el estudio de una gran metrópoli requiere tiempo debido a lo
intrincado de los problemas; a su vez una región homogtnea, agrícola
o ganadera, es en general más sencilla. No debe olvidarse que en el
campo se hace s61o parte del estudio, comenzado y continuado despues
en el gabinete,
- la duración del viaje depende tambien de la finalidad del recorrido
y de la edad de los participantes. Si se trata de grandes exploraciones
geográfico-biológicas o geográfico-económicas de conjunto, pueden
durar 2-3 meses @ajo condiciones severas y totalmente distintas a las
correspondientes a un estudio regional corriente), pero tambien hay
viajes cortos con fines específicas que se prolongan s61o varias días,
- paradójicamente, en la actualidad es mejor viajar con hombres de
edad media que con especialistas muy jóvenes, pues los problemas
pueden tal vez solucionarse mejor, y por ello debe ser gente con
experiencia en viajes, con buena salud y ánimo decidido,
- el equipo necesario para estos viajes puede tambitn variar, desde
luego. En el caso de exploraciones, el equipo resulta muy vasto y
merecería descripción separada. Para el caso de viajes geoeconómicas
regionales, resulta tambitn indispensable llevar material de campo, que
incluye entre otras cosas lo siguiente:

a) altímetro
b) brújula
c) ropa apropiada al clima local
d) lámpara de mano
e) cámaras fotográficas o de cine
f ) plumones para marcar muestras
g) frascos para especies animales
h) bolsas de polietileno para muestras vegetales y animales
i) botiquín completo
j) cubiertos de plástico o metal
k) mapas de la región
1) itinerarios, libros de consulta
m) cajas para muestras vegetales y animales
n) binóculos de campaña
ñ) termómetro

5. Medios utilizados en investigación regional

La investigación regional no puede consistir, desde luego, en la mera


obsa-vación de los fenómenas sino en la obtención adicional de datos para
entender dichos fenómenos. Incluso en el caso de la topografía del
territorio es necesario inquirir sobre las formas de las serranías, su di-
rección, alturas, etcktera. En la vegetación, acerca de los norribres de plan-
tas locales, la localización de los bosques o la extensión de las pasta.
Entonces, se debe por un lado observar lo más posible y por otro,
averiguar, preguntar lo pertinente en materia de geografía física. Tambikn
por lo que toca a los aspectos económicos y sociales, el método usado es
semejante:

- Al mismo tiempo que se observan los campos o el funcionamiento de


las fábricas, debe preguntarse todo lo que sea más importante al res-
pecto, tanto de tipo técnico como sobre la relación entre el rned~o
geográfico y la actividad humana, problemas sociales, ctcétera,
- al mismo tiempo, deben obtenerse datos estadísticos indispensables,
sobre todo lo que no se tenga en el gabinete,
- más tarde, es necesario solicitar las publicaciones regionales o
comprar los libros que hubiere en el mercado, sobre los mismos
aspectos regionales o de la zona más amplia a la cual pertenece dicha
región. Por desgracia todavía tiene escaso desarrollo la investigación
regional por parte de las especialistas locales, pero en algunas ciudades
hay núcleos importantes: Monterrey, Jalapa, Hermosillo, Puebla,
Guadalajara, etcétera, además, en las perimicos y revistas regionales se
pueden obtener muchas informaciones de interks para la investigación.

Un aspecto muy importante es la forma de "sacar" información de las


diversas personas o fuentes consultadas. Es necesario entrevistar a los más
importantes representantes de aquellos organismos o instituciones re-
lacionadas con el asunto que se investiga. Debe contarse con un plan
previo de investigaciones, antes de celebrar las entrevistas, con el fin de
agotar en lo posible los temas de mayor interes. La información deseada
puede lograrse casi siempre por medio de preguntas concisas y ordenadas:

- Es indispensable escoger acertadamente las personas que propor-


cionen la información, pues es necesario no perder el tiempo, sino apro-
vecharlo íntegramente con el mayor provecho,
- deben combinarse los recorridos en automóvil, ferrocarril o a caballo
o en avión, con el trabajo de investigación directa, para evitar la mono-
tonía de las entrevistas (que deben limitarse en tiempo lo más posible),
- siempre resulta útil dedicar cierto tiempo al estudio en bibliotecas
locales, para consultar muchos libras, datos o referencias de obras que
sólo es posible localizar en ciudades de provincia.

11. El rnedio natural y los recursos

El conocimiento de la naturalela es, en el orden de un metodo moderno,


lo primero a que debe dedicarse el estudio regional. Ello incluso en el caso
de que - m m o sucede en los trabajos de carácter geoeconómico- no sea
por sí mismo el ambiente natural la finalidad concreta de la investigación,
sino un medio para alcanzar fines posteriores.
A pesar de no apoyar las ideas de la doctrina determinista (que sostiene
!a importancia decisiva de los factores naturales en la vida y las ac-
tividades del hombre) nadie puede negar la importante influencia que di-
chos factores tienen en muchos aspectos de la existencia diaria y de las
ramas productivas, sobre todo en la agricultura, la explotación forestal,
la pesca, la ganadería, la vida rural y las comunicaciones. Por ello, el
conocimiento de los fenómenos naturales de una región es básico para
entender los problemas de la población y de la economía regionales.
Sin embargo, el estudio geoeconómico sobre el terreno no puede
abarcar todos los aspectos naturales de la región, ya que los recorridos y la
estancia en el territorio de dicha área sblo permiten observar los hechos
parcialmente, tanto en el espacio como en el tiempo. Claro está que hay
viajes cuya finalidaa es precisamente el análisis de los hechas físicas, pero
a esa categoría no pertenecen las investigaciones geoeconómicas. Por ello
es necesario precisar cuáles son algunos de los aspectos que si se pueden
captar y cuáles se deben realizar en el gabinete.
Como los especialistas en estudio regional geoeconómico deben poseer
conccimientos generales de la naturaleza -sin lo cual no podrían entender
el medio físico- y como lo más importante es subrayar la interrelación del
territorio con la economía regional, en sus observaciones regionales
necesitan destacar lo sustancial, lo decisivo, dentro de la amplia gama de
factores naturales. Lo más destacado en este caso no es otra cosa que todo
aquello que tiene relación directa o indirecta con el uso o distribución que
el hombre lleva a cabo de los recursos, e s decir con las actividades
productivas en la región, o con la tierra como morada del hombre: sus
poblados y su movimiento por el espacio terrestre.
Claro está que en el caso de numerosos recursos, éstos no han sido
utilizados aún por el hombre y deben tomarse muy en cuenta para su futuro
uso racional.

1. Situación y relieve

El primer punto por tratar en esta parte es el correspondiente a la situación


que guarda la región en el mapa del país y dentro de la zona gececonbmica
a la que pertenezca. Es necesario tener previamente una idea clara de la
región por estudiar, ya que de otro modo se puede ir a una región de la cual
se desconozca hasta su localización. Por lo contrario, cuando s e han
precisado los límites, la extensión y la integración geográfica general que
dan los mapas (relieve, hidrografía, bosques, costas, etcétera) se avanza de
inmediato hacia la obtención de una imagen certera de la región que habrfi
de estudiarse en detalle.
En general, deben estudiarse regiones que antes hayan sido visitadas por
10s especialistas, así sea en viajes meramente turisticos, porque de esta ma-
nera no se enfrentarán a paisajes y realidades económicas totalmente
desconocidas. Hay que volver una y otra vez a todas y cada una de las zonas
y regiones de la República, ya que es la única manera de irlas conocien-
do y de emprender en alguna de ellas un estudio profundo.
No sólo nos referimos a la situación matemática o en el mapa, cuando
hablamos de situación, sino que en este concepto general debe incluirse
también la situación geoeconómica, es decir, su localización con respecto
al corazón del país, a sus áreas vitales en sentido histórico, a las vías del
comercio exterior, a las zonas de concentración demográfica o descentrali-
zación económica. Un análisis de este tipo, por breve que sea, nos
permitirá sobre el terreno precisar el carácter de la región, su interes e
importancia nacional y ello nos facilitará grandemente la labor posterior.
Al mismo tiempo, en el campo puede hacerse una observación muy útil de
las relaciones entre los límites de la región y las unidades administrativas
LOS umws

que la integran: esto es muy importante porque se pueden derivar conclu-


siones tendientes a cambiar en el futuro las divisiones administrativas y
adaptarlas a la realidad geoeconómica o cuando menos para incluir otras
en el territorio regional o separarlas y concretando la jurisdicción de
autoridades regionales determinadas, en materia de planeación, salarios
mínimos, etcCtera.
Por l o que respecta al relieve de la región, en primer lugar deben
observarse las distintas formas que lo caracterizan, distinguiendo:

- la importancia general que tiene sobre los demás factores de la


naturaleza, incluyendo sobre todo el clima, la vegetación, la hidro-
grafía. Ello se obtiene mediante los recorridos a diferentes subregiones,
donde se puedan captar los cambios que el relieve trae consigo,
- los tipos de subregiones geomorfológicas o fisiográficas, distin-
guiendo, por ejemplo, las planicies costeras o internas, los valles, el
piedemonte, la zona de montes y planicies (hasin and ranges, en inglés),
la entrada a la sierra y las grandes serranías, propiamente dichas,
- interesante resulta observar los tipos de valles: si son anchos
(antiguos), en U o en V (jóvenes), porque al mismo tiempo se determi-
nan posibilidades agrícolas en las zonas montañosas,
- dónde se localizan las áreas agrícolas: en planicies amplias, en valles
estrechos, en terrazas o en laderas de las montañas,
- dónde los pastizales y las recursos minerales, situándolos en el mapa.
Dónde se han trazado las vias de comunicación y el grado de obstáculo
que representan los sistemas montañosos, asi como la ubicación de
pueblos y ciudades. ¿Por quC nacieron ahí, en los valles o montañas?,
- ¿favorece el relieve a la red hidrográfica, cuál es la pendiente y el
curso que siguen los ríos por la montaña y en las planicies?,
- ¿hay posibilidades de desarrollo de las zonas más aisladas, difíciles
de comunicar? Sobre qué. bases podrían mejorarse, a pesar del relieve y
merced a sus recursos,
- conclusión sobre los aspectos favorables y desfavorables del relieve
regional.

2. Los climas

Su importancia decisiva para la agricultura y la existencia de pastos


naturales, para el nacimiento y caudal de los ríos o lagunas, la vegetación
arbórea, la vida diaria del hombre.
Desgraciadamente, los climas no se pueden ver y sólo .se captan algunos
fenómenos del tiempo durante los reunidos, en tanto que el clima es una
conthinacidn de estados del tientpo a largo plazo. Sin embargo, se pueden:

- hacer observaciones diarias en el curso de los recorridos y en las


distintas ciudades o pueblos donde se permanezca (únicamente repre-
sentan fenómenos aislados y aproximados, que sin embargo son útiles
para el diario de viaje),
- se deben formular preguntas en estaciones meteorológicas locales y
a diversas personas que conozcan de la materia, para afinar juicios,
- las estaciones del año y su influencia sobre el ciclo vegetativo de las
plantas, el crecimiento de los pastizales, estableciendo a quC tipo de
clima corresponden los cultivos principales, los pastos y los bosques,
- en ocasiones es posible recopilar estadísticas y datos climfiticos
sobre el terreno, en institutos de investigación, universidades, con
tCcnicos de campo,
- en muchas lugares de la República el clima tiene una gran influencia
cobre el tipo de vida diaria de los habitantes, tanto por ser extremosc
-Norte, Noroeste, Noreste y partes montañosas del Centro y Sur-
como por su carácter tropical, en las planicies y lomeríos del Sur,
Suresre y Yucatán: es por lo tanto importante calibrar los caracteres de
dicha influencia,
- Les favorable o desfavorable el clima local para el establecimiento de
industrias, para la c~nsewaciónde las vías de comunicación, para la sa-
lud de los habitantes?

3. Hidrología y oceanografía

Numerosos especialistas han dicho que el principal problema de Mexico es


PI agu?: de ahí su importancia en los estudios regionales. En las zonas
áridas los ríos han dado nacimiento a las regiones agrícolas más destaca-
das de nuestro país y en las tropicales la urgencia consiste en controlar las
aguas broncas de numerosas corrientes, desecar pantanos en zonas bajas,
etcelera. Algunas de los aspectos hidrológicos pueden verse y estimarse en
el curso de los viajes otros quedan ocultos a la mirada o sólo se ven
paicialmentc:

-- Es necesario señalar en el mapa las cuencas regionales, así como los


:apos, lagunas, zonas de nieve, glaciares, depósitos de aguas sub-
terráneas conocidos (estos a base de estudios realizados por especialis-
tas, consulta de libros, revistas, etcttera). Señalar las razones por las
cuales djchos objetivos hidrológicos se encuentran ahí,
- carácter del caudal de los ríos, relación con el relieve y el clima. Posi-
bilidades de riego en planicies y, en general, uso del agua local,
- tambien pueden obtenerse datos sobre el terreno, respecto a los cau-
dales, oscilaciones anuales, relación con el carácter de las lluvias;
análisis de la red fluvial,
- pantanos o zonas inundadas: en qut medida afectan a la economía
local. Su localización en el mapa,
- tipos de costas en relación con la pesca, la localización de puertos,
profundidad de bahías, etdtera. Los recursos en cada tipo de costa y en
el mar abierto (a base de investigación indirecta),
-- las aguas subterráneas, según datos de ttcnicos especializados,
- la ubicación de los poblados y ciudades, cerca de los ríos, lagos,
costas. Influencia de estos factores naturales.

4. Los suelos
En tanto que otros factores naturales como el relieve, los climas y la si-
tuación tienen una importancia general muy destacada sobre el resto de los
aspectos físicos, el suelo sólo influye sobre el tipo de vegetación menor y
de fauna en forma decisiva, pero al mismo tiempo es directo su impacto
sobre las clases de cultivos agrícolas, sobre los pastos artificiales y los
bosques. Por desgracia el suelo sufre las consecuencias de la intemperi-
zación, de las acciones humanas negativas y de otros factores físicos que
actúan a largo plazo, sobreviniendo la erosión.
En los estudios regionales de campo, conviene al menos llevar a cabo lo
siguiente:

- Constatar las áreas de determinados t i p s de suelos en el mapa.


Relación entre fertilidad del suelo y tipos de agricultura,
- gtnesis de los suelos en la región: son recientes, aluviales. volcáni-
cos, lateríticos, podz6licos, etcétera,
- zonas importantes de erosión y su combate efectivo,
- uso de fertilizantes, utilización racional del agua, protección de los
suelos, salinización y otros fenómenos,
- en institutos locales de investigación, es posible obtener análisis de
suelas o bien consultar obras de especialistas,
- existen o no en la región algunas reservas de suelos útiles pero no
utilizados en materia agricola-ganadera. ¿Dónde y de que clase?

5. La flora y la vegetación

El indicador más completo y preciso de la interrelación de los fenómenos


naturales es la vegetación regional, sobre todo en aquellas zonas donde el
hombre ha tenido menor influencia. Junto con el relieve, éste es el único
factor que puede estudiarse cabalmente en las investigaciones regionales
(si son de carácter geográfico-biológico). Sin embargo, los estudios de
índole económica no pueden dedicarse al estudio profundo de la vege-
tación, pero sí a señalar algunos puntos que es fácil comprobar en las
investigaciones de campo:

- la relación entre relieve, suelos, clima e hidrologia, con la dis-


tribución de la vegetación regional,
- analizando lo anterior, se puede entender mucho mejor el "cuadro
de la naturaleza" que se está observando, se trazan mapas y se tratan de
confirmar leyes de carácter natural,
- en el caso de la vegetación no se puede uno conformar con datos es-
tadísticos sobre la distribución de tipos en las áreas, sino que hay que
i~erlos,de ser p i b l e dentro del plan de viaje,
- muchas veces los tipos de vegetación están relacionados con las tipos
de cultivos o agricultura, porque reflejan las variaciones del clima, la
topografía, la situación, etdtera. Por ello es necesario establecer esa
relación en los ámbitos regionales,
- muchos vegetales espontáneos tienen una utilidad económica de-

finida, tanto en los bosques templados o tropicales como en las zonas


deserticas. Es preciso, entonces, conocer por nombre e identificar
cuando menos las 30-40 especies principales (io cual es indispensable
tarnbien para entender los cambios de tipos en el espacio) y saber el uso
actual o posible de otras. Lo importante en la distribuci6n de los ve-
getales espontáneos no es -excepto en casos aislados- la existencia
de una o dos especies, sino el conjunto, la asociación vegetal predomi-
nante y esta es la que más debe interesar,
- es necesario tambien distinguir las especies principales de las se-
cundarias, pues el conocimiento completo de la flora es imposi-
ble y resulta obvio que la atención se dirija a las asociaciones prin-
cipales,
- en especial, el estudio regional debe orientarse al conocimiento de
las plantas de esquilmos, pastos naturales y bosques. Debe detallarse
el tipo de los recursos forestales y la calidad de las pastos (con ayuda de
datos locales),
- en otras países se estudian las plantas incluso como indicadoras de
la existencia de cienos minerales en el subsuelo,
- es muy conveniente hacer uso de guías botánicas, mapas y libros que
estudien las divisiones en tipos de vegetación.

6. La fauna

En la mayor parte de las regiones de nuestro país, este aspecto de la na-


turaleza no juega papel decisivo (como es el caso de otras naciones en Áfri-
ca, Asia o Amtrica del Sur) en la economía regional, pero en algunos casos
la fauna es objeto de caza y complementa los ingresos de campesinos
regionales.
Cuando menos, deben hacerse las siguientes observaciones:

- en las recorridos hay ocasión de tener una idea de las principales y


más notorias especies, ya que por desgracia muchas otras se ocultan o
es imposible verlas,
- son sobre todo interesantes las aves, los grandes mamíferos y los
roedores. En Mtxico existe una gran variedad de animales y algunos son
útiles, por l o que en el viaje es necesario recoger información al
respecto,
- obtener tambitn información sobre la fauna marina, la de ríos
y lagunas. Posibilidades de incrementarla, existencia o no de
restricciones a la caza. Bosques nacionales y protección de la fauna.
l

7. Otros recursos naturales


l
En Mtxico son muy importantes los recursos minerales, pero en las inves-
tigaciones de campo geoeconómicas sólo puede constatarse su existencia,
no se pueden hacer investigaciones personales al respecto. Sin embargo, es
muy conveniente tener la impresión visual y escuchar las explicaciones en
l
cada zona minera, pues con ello se obtiene una mejor comprensión de la
realidad económica.
Es necesario en este capítulo:
- tener una idea de la historia geológica de la región y de las capas
superficiales actuales (a base del mapa correspondiente),
- identificar las mas importantes rocas, usando si es necesario giiías y
libros,
- en las zonas mineras, se puede inquirir sobre reservas, estudios que
se lleven a cabo, nuevas exploraciones y planes futuros,
- visitar las zonas mineras de mayor importancia, obteniendo datos
complementarios sobre materias primas, mercado, etcCtera,
- fuentes de energía de las localidades: carbón, petróleo, gas, leña,
agua, etcétera. Otras que podrían utilizarse: el sol, el viento, las marcas.

8. División en regiones o subregiones

Como resumen del estudio regional geoeconómico, se debe llegar a


intentar una división de carácter natural en todos los aspectos princi-
pales del medio natural: regiones fisiográficas, de climas, suelos, cilen-
cas, geobotánicas. Regiones naturales en su conjunto, que sirven
en muchas casas para la división geoeconómica. Se hacen mapas en ca-
da caso, llegando - d e ser posible- a las subregiones pequeñas o mi-
crorregiones.

111. La población

No siendo los trabajos geoeconómicos un tipo de investigaciones que


tengan por fin principal el conocimiento de la naturaleza, sus propósitos se
orientan principalmente a evaluar la influencia del medio y los recursos
regionales que el hombre utiliza o puede utilizar, centrandose en el estudio
del hombre mismo, en tanto que colectividad, la cual habita un lugar y
realiza diversas actividades productivas. Por lo tanto, un papel importante
en dichos trabajos lo juegan estos puntos relacionados con la población,
pero sólo aquellos que -repetimos- guardan relación con el medio
geográfico y las ocupaciones productivus y que, ademfis, muestran la
distribución y Im diversos fenómenos de concentración -explicables por
hechas naturales e históricos- en el territorio. Durante las viajes pueden
llevarse a ccibo interesantes análisis de la condición geoeconómica de
pequeños poblados v de ciudades, lo cual explica en mucho el estado
de desarrollo general de la región, su grado de madurez y complejidad y su
diferenciación en subregiones. Ia función económica y social de las
grande.; ciudades es vilal. ya que éstas representan fenómenos rnoderncs.
constituyen centros industriales y de comunicaciones, ejercen influencia
definida en su hinterland o zona de atracción inmediata, permitiendo una
amalgama de subregiones agrícolas, ganaderas, industriales o de otro tipo,
en el seno de la región unificada.
Finalmente, se pueden realizar importantes observaciones sobre los
niveles alcanzadca en n:%teria de vivienda, alimentación, vestido, ingresos
y ocupaciones, educación y salubridad, entre otros muchos.

1. Medio geográfico y distribución de la población regional

No todos los aspectos de este tipo pueden estudiarse en las investigaciones


de campo, pero si es factible tomar nota de: Areas geográficas donde es más
alta la densidad de población: planicies costeras, valles montañosos,
piedemonte, llanuras del Altiplano, montañas, etcttera.

- Influencia directa e indirecta del clima, los suelos y la hidrografía


sobre los fenómenos de densidad y distribución demográfica,
- importancia de los recursos forestales, pastos y otras riquezas
naturales, en la localización de la población actual,
- tipos de agrupamiento de los habitantes en el medio rural, toman-
do en cuenta las condiciones del medio, la historia y la realidad
económica,
- datos que se puedan obtener sobre el terreno, tanto en materia de den-
sidades, como de la población total, urbana y rural, económicamente
activa y mano de obra por ramas, migración de los trabajadores.

2. Los poblados locales

Es necesario escoger en la región vanos poblados importantes y represen-


tativos que podrían llamarse "comunidades típicas". De ellas se puede
estudiar:

- el nombre e historia del desarrollo, número de habitantes y estructura


de la población; vinculación del poblado con el medio natural, la
actividad económica regional y el futuro progreso. Movilidad de
la mano de obra local,
- estructura interna del poblado, sus funciones económicas, sociales y
culturales,
- tipos de vivienda del poblado, en su contexto histórico-social.
3. Ciudades y su área de atracción

Los estudios deben hacerse, desde luego, en la ciudad cabecera de la


región y de ser necesario y posible, en otras ciudades que posean madurez
y jueguen un papel regional de importancia.
Lo más destacado resulta ser:

- situación geográfica y geo-económica de la ciudad; su relación coñ


los principales aspectos del medio natural,
- historia del desarrollo urbano en el tiempo y en el espacio. Número
actual de habitantes y datos sobre estructura de la población. La ciudad
y las actividades económicas regionales; especialización productiva
(industrial, comercial, etdtera). Movilidad de la mano de obra, dentro
y fuera de la ciudad,
- estructura interna de la ciudad, funciones económicas de cada una de
las partes: centro comercial, barrios residenciales, zona industrial,
etcetera.
- relación con los poblados vecinos y satelites, con las áreas rurales
inmediatas y con otras ciudades. La ciudad como centro de co-
municaciones: muestreos de pasaje y carga. Influencia comer-
cial, social y cultural en la región: su hinterland o área de atrac-
ción,
- tipos de vivienda de la ciudad, en su contexto histórico-social.

4. Datos sobre niveles de vida

Sobre el terreno, solamente es posible conocer algunos aspectos de los ni-


veles de vida, que de cualquier manera son vitales, debido a ser fruto de la
observación directa y a que las estadísticas locales no pueden obtenerse en
otro lado.

- Salarios regionales y modalidades para cubrirlos. Otros ingresos de


los trabajadores. Distribución de los gastos (muestreos). Relación entre
ingresos y gastos familiares y per cápifa. Salarios mínimos y costo de
la vida,
- materiales empleados en la vivienda. Servicios domesticos y muni-
cipales existentes, incluyendo información sobre salubridad y edu-
cación,
- indicadores en materia de vestido y alimentacibn.
IV. Los aspectos econ6micos

Como la Geografía Económica estudia la relación de la Economía con las


condiciones del medio geográfico, la historia de su desarrollo y la interre-
lación de los propios fenómenos productivos en el espacio, señalando las
diferencias de lugar a lugar, es obvio que la realidad geoeconómica necesi-
ta investigarse sobre el terreno, con una metodología especial. Desde un
punto de vista del metodo, primero s e conoce - c o m o l o expusimos
anteriormente- el medio natural (geográfico), desputs la evolución
regional a travts del tiempo (incluyendo el poblamiento, las densidades de
población, la vida rural y urbana, etcttera) y más tarde los aspectos
económicos propiamente dichos. Si se cuenta con la ayuda de diversos
especialistas, entonces el estudio se lleva a cabo en forma simultánea.
Por supuesto, ese análisis de las ramas de la economía debe em-
prenderse siguiendo las mismas etapas que hemos señalado con anteriori-
dad: a) trabajo de gabinete, recopilando datos estadísticos, citas de libros
y materiales diversos sobre el ambiente regional; todo ello debe crear en
los investigadores una idea lo más aproximada posible de la realidad que
habrá de visitarse, cumpliendo la etapa b) o sea el trabajo de campo, donde
se empleen las ttcnicas de Observación, constatación y análisis de los
fenómenos objetivos, conversación con las personas más representativas y
de las cuales pueda obtenerse mejor información; recopilación de datos
estadísticos, obras impresas y todo tipo de materiales que nos ayuden en la
parte final, c) el posterior .aabajo de gabinete, que prepara el informe del
viaje y más tarde un estudio completo de la región. El informe debe ha-
cerse inmediatamente desputs de regresar del viaje, en tanto que el estudio
completo 4 e acuerdo con el plan trazado de anteman* se llevará el
tiempo que requieran las condiciones intrínsecas de la investigación, lo
cual depende de numerosos factores. En esta última fase deberán agregarse
mapas, diagramas, fotos, etcétera, producto del viaje mismo.
Antes de analizar cada una de las ramas económicas, es necesario tener
un panorama general del estado de desarrollo de la economia regional, pa-
ra lo cual ayuda en gran medida el estudio previo de los datos reunidos an-
tes y durante el viaje. Precisamente por lo anterior los recorridos deben
realizarse cuidadosamente, siguiendo un plan bien concebido, que abarque
las regiones de una zona - e n su ca- o las subregiones de una región,
que sean las más representativas, tanto las de mayor adelanto como las
atrasadas, ya que si se limitan las visitas a las capitales de estado o a
las áreas de más moderno adelanto, no se puede evaluar el conjunto en for-
ma correcta. En el viaje mismo, además de las observaciones directas, se
recogen -repetimos- numerosos datos que ayudan a esa evaluación
general.
De esta manera, se puede contestar con bases firmes a las preguntas:
¿de qué tipo de región se trata?; j e s una área de mediano adelanto
económico-social o presenta caracteres de mayor desarrollo hasta conver-
tirse en una de carácter moderno, primordialmente de agricultura o
ganadería comerciales, de industria diversificada y poderosa, cuyas ramas
sean básicas y de interés nacional?; ¿incluye la región algunas porciones
atrasadas, con economía primitiva, numerosa población y graves proble-
mas por resolver?
Teniendo una noción correcta de la situación económica general
se puede entonces pasar al análisis de los aspectos parciales, de las ramas
de producción, de las zonas agrícolas o industriales, de las empresas,
etcétera.
Debe insistirse en el hecho de que los puntos señalados a continuación,
incluyen sólo aspectos por estudiarse en el curso de las investigaciones
geoeconómicas de campo y no los correspondientes al trabajo de gabinete,
los cuales son mucho más amplios y se presentan por separado en otra parte
de esta obra.

A. Actividades agropecuarias

Los recorridos tienen finalidades de dos tipos: por un lado, visitar las prin-
cipales zonas agrícolas o ganaderas, las empresas más destacadas que
exploten recursos o se dediquen a la transformación de productos de esta
clase y, por otro, llevar a cabo una serie de entrevistas con líderes campe-
sinos, directivos de sociedades locales de crtdito, bancos oficiales y pri-
vados, altos empleados de dependencias oficiales, etcttera.

l. Relación directa e indirecta entre medio geográfico y agricultura:

- en qué ambiente natural se realiza el trabajo agrícola: en las grandes


planicies, en las valles montañosos anchos o estrechos, en laderas. En
qué tipos de clima y suelos: señalarlos en el mapa, jafectan los cambios
de clima a los cultivos? Calendario de trabajos agrícolas y estaciones
del año, para cada cultivo importante,
- en distritos de riego, Les suficiente el agua para los planes de trabajo?

¿Los afectan las variaciones a travts del año?


- tipos de vegetación espontánea en los distritos agrícolas y sus cercanías,
- Les, en suma, favorable o desfavorable el medio físico para la agri-
cultura regional?
- erosión de los suelos por factores naturales o por influencia del
hombre. Señalar en el mapa las áreas de erosión y su comhate (terrazas,
nivelaciones, plantación de agaves, etcétera),
- plagas de los cultivos en relación con el clima y la vegetación
espontánea.

2. Especialización regional y productividad

Tiene una gran importancia investigar los tipos de agricultura y los


cultivos predominantes en la región, porque con ello se descubre la
especialización, el peso relativo en el comercio interior y exterior, los
niveles de desarrollo técnico, etcétera.
En este renglón es indispensable analizar:

- datos históricos sobre la conquista del suelo regional por el hombre


y sus etapas principales,
- clases de tierras en la región; json de cultivo, de pastos, bosques?

- de la tierra agrícola, qué porcentaje se trabaja y bajo cuáles cultivos,


- es de riego o temporal y a qué clase de cultivos se dedica,

- cuándo comenzó la especialización regional en determinados culti-


vos y con qué fines ecoriómicos,
- distribución de la tierra agrícola en el territorio, densidad de cultivos
y formas de propiedad de la tierra.

3. Niveles de desarrollo

Datos sobre:

- mecanización de la agricultura, uso de fertilizantes y semillas mejoradas,


rotación de cultivos, control de plagas en cada tipo de propiedad (ejidal,
minifundio, auténtica pequeña propiedad, comunal, gran propiedad),
- modalidades del riego: por bombeo, por gravedad; jagüeyes, depósi-

tos artificiales de agua, lagunas y su uso,


- productividad por hectárea de la tierra, en los principales cultivos y

en épocas diversas del año,


- relación de la agricultura local con las industrias regionales,
- salario rural, ingresos de los agricultores locales, actividades com-
plementarias,
- migración de la mano de obra agrícola, a travts del año,
- carácter de la agricultura: para el consumo local o de índole comercial.

4. Mercados internos y externos

Estos aspectos tienen interts decisivo en el estudio geoeconómico:

- producción que se consume localmente y la que se vende fuera de la


región,
- dónde se vende y hacia dónde se dirigen los productos: a los poblados
regionales, a las ciudades cercanas, a la cabecera o al exterior. Si es esto
último, jse envían al interior del país o se exportan?
-que medios de transporte se usan para conducir los artículos al mercado,
- organismos o grupcs que controlan el mercado local o la salida al
exterior,
- parte de la producción agrícola que se transforma localmente y en
que tipo de industrias.

Específicamente deben tratarse los problemas ganaderos siguientes:

- cuantificación de los tipos de ganado regional (incluyendo las


especies avícolas y la apicultura) en cada clase de propiedad,
- productividad por cabeza de ganado (carne, leche, etcétera), en
relación con la existencia de pastos naturales de las distintas épocas del
año. Movimientos del ganado,
- cuáles subproductos se obtienen y en que forma,
- maquinización de los trabajos, mejoramiento de razas, combate de
plagas, etcttera,
- adónde va la producción ganadera (autoconsumo, mercado local, al
interior del país, mercados extranjeros). En que forma s e exporta
el ganado (incluyendo subproductos),
- ingresos reales provenientes de la ganadería.

5. Regiones agrícolas y ganaderas

La división en regiones o subregiones constituye una conclusión lógica del


estudio, pues resume los amplios conocimientos de la zona o región,
permite al mismo tiempo contar con las bases para planificar el futuro
desarrollo.

Deben prepararse:

- mapas de regiones o subregiones agricolas,


- mapas de regiones o subregiones ganaderas,
- mapas de regiones o subregiones agricola-ganaderas.

B. Las industrias

Las investigaciones en materia industrial revisten gran importancia, ya


que por un lado las empresas industriales pueden ser el complemento
lógico de la actividad agrícola-ganadera, forestal o pesquera y, por otro,
representan la etapa moderna del desarrollo económico y en muchas
regiones se desenvuelven independientemente de aquéllas, utilizando
materias primas de origen mineral (procedentes de la propia región o de
sitios situados fuera de ella) o bien transforman productos semielaborados.
Existen en nuestro país municipios y regiones netamente artesanales o in-
dustriales modernas, por lo que a nadie escapa el gran interés que tiene el
estudio especial de las industrias (incluyendo en este caso los estableci-
mientos que producen mercancías de origen pesquero o forestal).

1. Relación con los recursos regionales y extrarregionales

- De dónde vienen las materias primas utilizadas en las industrias


locales (de alguna parte de la propia regihn o de fuera de ella); tipos y
calidad,
- es local la mano de obra o se desplaza de otras regiones,
- capacitación de la mano de obra en las ciudades.

2. Localización, núcleos y regiones industriales

- Situar en el mapa las centras industriales o las establecimientos prin-


cipales, señalando su ubicación en relación con los factores naturales,
las vías de comunicación, las ciudades, etcétera,
- historia reciente de la industria regional: por qué se ha localizado
donde está (razones económicas, sociales, políticas) y cómo se han
integrado las regiones,
- datos complementarios sobre la estructura actual de la industria:
relación con la agricultura, ganadería, minería, pesca, explotación
forestal,
- fuentes de energía y combustibles utilizados en la región,
- estudio de los principales centros industriales, indicando la locali-
zación en ellos de la zona o zonas industriales, datos sobre materias
primas, energía, mano de obra, producción. Los proyectos de nuevas
plantas, planos reguladores, etcCtera,
- posibilidades de crecimiento y sus problemas.

Es necesario en este caso visitar las principales industrias de cada


región (las más grandes y típicas), así como tambiCn algunas que siendo
aisladas tengan importancia regional o nacional y representen promesas o
soluciones para el futuro.
Al mismo tiempo, deben sostenerse pláticas con funcionarios, directi-
vos y tkcnicos, sobre las posibilidades y necesidades en materia de nuevas
industrias. Es muy conveniente conocer las leyes o proyectos de planeación
industrial y, en su caso, las realizaciones llevadas a cabo hasta la fecha.
Planes de expansión industrial, incentivos gubernamentales para el desa-
rrollo de la industria.
En el estudio se deben tomar en cuenta los datos sobre avance tCcnico
de la industria, la situación financiera de las grandes empresas, tratando de
comprender las causas del Cxito o del fracaso relativo.
En el caso de estudios completos, resulta indispensable llevar a ca-
bo análisis separados de la industria electrica, señalando la localización
de materias primas, plantas y sistemas, así como las necesidades al
respecto. En lo concerniente a las industrias mineras, hay tambien aspec-
tos peculiares de interes, tanto en lo tocante a materias primas como
producción y mercados. Finalmente, debería analizarse la industria de la
constmcción, indicando los tipos en que se presenta y el grado de desa-
rrollo tecnico.

3. División en regiones industriales

Deben prepararse:

Mapas de regiones o subregiones industriales en general y en cada rama,


si ello es necesario.
4. Problemas de mercado

Éste es un punto básico para evaluar las pihilidades del futuro desarrollo
industrial.

- Mercados locales, regionales, nacionales e internacionales, proble-


mas locales: ¿está mal comunicada la región?, ¿hay problemas de al-
macenamiento o de intermediarios?, ¿la calidad de los productos es
deficiente, los mercados inseguros?, ¿se envía el producto semielabo-
rado o elaborado? ¿Hay integración de las industrias en un complejo
local? ¿Cuáles fases de dichos complejos existen y cuáles hacen falta?

5. Perspectivas de desarrollo

- Recursos que podrían explotarse para incrementar las artesanías, las


pequeñas, medianas y grandes industrias,
- problemas de inversiones, crédito, mano de obra, mercados,
- posibilidades reales de la planeación industrial en la región. Puntos
principales de esa planeación.

C. Comunicaciones y transportes. Comercio

Una condición she qua non para que una región se haya estructurado o se
encuentre en proceso de formación, es la existencia de redes de vías de co-
municación, funcionamiento de diversos medios de transportes e intensi-
ficación del comercio.

1. Naturaleza, economía y transportes

- Explicar la íntima relación existente entre los accidentes oro-


gráficos, el desarrollo económico y el trazo de las vías de comunica-
ción,
- obstáculos naturales al crecimiento de las redes de carreteras y
ferrocarriles,
- condiciones de los puertos y el movimiento marítimo,
- influencia de las regiones agrícolas, ganaderas, forestales, mineras,
industriales de otro tipo, en el desarrollo de las redes de comunica-
ciones,
- influencia de las ciudades o poblados en el transporte.
2. Las redes de vías de comunicación

- Estructura de la red de carreteras, su explicación geoeconómica.


Areas mal comunicadas. Datos sobre el estado de la red: caminos
nacionales, estatales, vecinales, planes de crecimiento de la red,
- la red de ferrocarriles, su base económica y su función. Datos sobre
el estado actual de las vías férreas,
- el transporte marltimo o fluvial y el transporte atreo; situación
actual.

3. Movimientos de pasaje y carga

Se debe llevar a cabo un muestre0 regional para evaluar:

- los movimientos de pasaje y carga en carreteras, ferrocarriles, barcos


y aviones: s u intensidad y frecuencia, volúmenes de carga
en toneladas-kilómetro, direcciones principales y destinos, principa-
les productos movidos en el año y tpocas de mayor intensidad de
tráfico,
- competencia entre los diversos medios de transporte,
- zonas de atracción de las ciudades y pueblos importantes, sobre la
base del movimiento de pasaje y carga,
- problemas del transporte regional.

4. Situación actual del comercio interior

El estudio del comercio representa el summum est de la investigación


geoeconómica, ya que la producción no tendría razón de ser sin la
consiguiente distribución y venta de las mercancías. El grado de desarrollo
del comercio es uno de los indicadores decisivos del avance so-
cioeconómico y del grado de integración regionales. Sin embargo, se
observan grandes disparidades entre el comercio moderno de las ciudades
importantes y el de tipo arcaico en el medio rural:
Por ello es necesario conocer la realidad en el trabajo de campo.
Puede destacarse:

- carácter y grado de desarrollo del comercio en la región, tipos de es-


tablecimientos, intensidad del intercambio tanto en el medio urbano
como en el rural,
- cuáles materias primas o productos regionales se expenden en el
área,
- cuáles materias primas o productos extrarregionales se venden en
el territorio estudiado,
- volúmenes de las principales importaciones y exportaciones regio-
nales (relación con el muestre0 del transporte),
- necesidades de expansión del comercio en las zonas atrasadas de la
región,
- influencia del comercio fronterizo, contrabando, etcetera (en el caso
de las regiones vecinas a Estados Unidos, Guatemala y Belice).

5. Aspectos de comercio exterior

En la especialización y grado de madurez de las regiones tiene gran impor-


tancia medir su participación en el comercio exterior del país en su
conjunto y los productos que se mueven al extranjero, sobre todo aquellos
que se cotizan a altos precios en el mercado.

- ¿Es importante dicha exportación, en el plano nacional y dentro de


la propia producción regional?
- datos sobre las materias primas o productos elaborados que se envían
fuera de la región,
- problemas de precios, transporte, calidad de productos y finan-
ciamiento del comercio,
- datos sobre el intercambio fronterizo, el contrabando, etcétera.

V . Regiones, subregiones y microrregiones geoecond~nicas

Todos los aspectos anteriores, tanto los referentes al medio natural, como
a la población y los factores económicos regionales, no son s61o importan-
tes por sí mismos - c o m o partes que se pueden estudiar individualmente-
sino también como bases indispensables para lograr una síntesis y pro-
ceder al análisis del complejo regional.
Si con anterioridad a la investigación sobre el terreno se ha llevado a
cabo la división geoeconómica del territorio (que puede servir para muy
diversos fines, entre ellos los de planeación, fijación de salarios mínimos
o desarrollo de las comunicaciones), aquella debe servir para corroborar la
bondad de dicha división o bien para sugerir los necesarios cambios. Si,
por otro lado, la división con un determinado fin no se ha realizado,
entonces los investigadores deben en forma preliminar hacer su pro-
pia división en regiones, subregiones y microrregiones. Esto se logra co-
mo se ha repetido a l o largo de esta guía metodológica mediante la
combinación de los trabajos de gabinete y las labores de campo, ya
que es necesario tomar en cuenta no sólo aquello que se constató en
el terreno, sino muchos datos estadísticos o tomados de obras diversas,
que merecen un estudio serio en el gabinete. sin embargo, lo decisivo
son las investigaciones de campo, ya que son las únicas que permi-
ten valorar la justeza de los datos considerados como índices funda-
mentales.
Para dividir una gran zona en regiones geoeconómicas, es necesario,
pues, tomar en cuenta los aspectos naturales, demográficos, económicos y
sociales de mayor importancia, sin olvidar que algunos no están sujetos a
cuantificación, quedando por l o tanto como elementos (índices) no
matemáticos y cuya evaluación corresponde primordialmente al análisis
sobre el terreno.
Los caracteres de distinto tipo, que deben considerarse para estudiar y
definir las regiones geoeconómicas, son en forma compendiada los
siguientes:

1) Naturales (sobre todo situación y área, topografía, climas, suelos,


hidrografía, vegetación espontánea).
2) Recursos naturales de otro tipo.
.3) Población (absoluta, densidad, urbana y rural, económicamente
activa). Las ciudades y su área de influencia.
4) Carácter general y especialización económica en escala nacional e
importancia en el comercio internacional del país.
5) Principales datos de las diversas ramas económicas (agropecuarias,
industriales, comunicaciones y transportes, comercio).
6) Nivel de desarrollo socioeconómico, incluyendo datos sobre educa-
ción, alimentación, vivienda, salarios, ingresos e inversiones, energía
utilizada, grado de mecanización y uso de vehículos.
7) Relaciones económicas internas y con otras regiones.

Es obvio que para proceder a la separación en subregiones y micro-


rregiones es necesario un menor número de índices y criterios, reducidos
al mínimo por la ausencia de datos precisos sustituidos en buena medida
por el análisis sobre el terreno.
A manera de conclusión

Finalmente, pues, el metodo es "el procedimiento planteado que se sigue


en la investigación para descubrir las formas de existencia dc los proccsos
del universo, para desentrañar las conexiones internas y externas, para
generalizar y profundizar los conocimientos adquiridos de este modo, pa-
ra llegar a demostrarlos con rigor racional y para conseguir su comproba-
ción en el experimento y con la ttcnica de su investigación" (Eli de
Gortan). Una investigación -agrega Ricardo Pozas- realizada mediante
una serie de tanteos sin ningún plan, registrando los datos que se observan
al azar, no es adecuada para conocer los hechos que serán útiles para los
fines de desarrollo; la investigación ha de ser metodológica, es decir debe
ajustarse a un metodo. Las observaciones han de ser controladas mediante
un riguroso sistema de prueba y demostración de la realidad observada.
El estudio geoeconómico de campo con fines regionales, debe siempre
responder a estas exigencias del metodo. Si está bien concebido alcanzará
sus fines; sí está mal planeado o no está planeado del todo, fracasará en su
empeño de "descubrir las formas de existencia de los procesos del uni-
verso", de desentrañar relaciones, generalizar y profundizar los conoci-
mientos y conseguir su comprobación en los hechos.

Nota. Para estructurar la presente guía, se tomaron en cuenta las expe-


riencias del autor en el curso de investigaciones de campo llevadas a cabo
desde sus años de estudiante hasta la fecha y las cuales incluyen viajes de
este tipo en las regiones del Amazonas (Brasil), Norte de Suecia, Noruega
y Finlandia, en Escocia; además de 14 años de viajes por la República
Mexicana, con diversos fines. Entre estos últimos se cuentan trabajos
económicos de líneas y ramales ferroviarios (1955-1958), recorridos y
permanencias prolongadas con finalidades de división geoeconómica del
territorio nacional (1%1-1%5), dos exploraciones geográfico-biológicas
en la península de Baja California (1957-1959) y la investigación para
planeación económica y social de las regiones de Sonora (1966).
Se utilizaron como principales fuentes bibliográficas los siguientes
libros:

1. Applied Geography. L. Dudley Stamp, Londres, 1964.


2. La Géographie et I'Histoire Locales. J . Cressot y A. Troux, París,
1946.
3 . Géographie et Action. M . Phlipponneau, París, 1960.
4 . Metodi Geograficheskij Issledovaniy, Moscú, 1960.
5. "Exploraciones en Baja California": Boletín SMGE, 1959-1961.
6. Cuestiones de Geografía Mexicana. A. Bassols Batalla, Mexico,
1955.
7 . Desarrollo de la Comunidad. R. Pozas Arciniega, MCxico, 1964.
8. Obras diversas de R. Benítez Centeno, Uribe,
9. Wildlife of Meuico, A. Starker Leopold, 1959.
10. Memorias de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos,
MCxico, 1963-1%6.
11. Diversas publicaciones de las Naciones Unidas.

Temario particular, sobre las principales cuestiones que es necesario


conocer al realizarse una investigación geoeconómica en la zona
-
Bolaños Los Altos*

Nota: La palabra "Bolaños" se refiere aquí en conjunto a la región del


mismo nombre, situada en el norte del estado de Jalisco. Todos los demás
nombres propios se refieren a los municipios de la zona.

1. Observación directa del sentido y estructura de las cadenas mon-


tañosas en la región de Huejuquilla el Alto-Huejúcar-San Martín de
Bolaños. Formas específicas del relieve (montañas, valles y depresiones)
en Los Altos y en la Cuenca de Bolaños.
2. El aislamiento orográfico de Bolaños y sus consecuencias geo-
económicas, separación de la zona en dos porciones bien distintas, dificul-
tades de comunicación, escaso desarrollo económico, etdtera.
3. Nombres locales de todas las serranías o cordilleras (Bolaños y
regiones orientales de L a Altos).
4. Explicación y localización de las riquezas mineras de ambas por-
ciones (por municipios).
5. Tomar todos los datos de que se disponga sobre los climas de la zona,
pues juegan un papel decisivo para determinar las posibilidades de desa-
rrollo agrícola y ganadero. Copiar las cifras que al respecto existan en los
municipios de Bolaños, Colotlán, Mezquitíc, Huejúcar, además de
los correspondientes a las ciudades principales de Los Altos: Lagos

* Primer ejemplo de temario referente a problemas en estudios sobre el terreno de una "zona"
de salarios mlnimos.
de Moreno, Encarnación, San Juan de los Lagos, Tepatitlán, Teocaltíche,
Ixtlahuacán del Río y en Tequila y Hostotipaquillo.
6. Conviene hacer un análisis de los datos de clima de la zona en
conjunto, con los de municipios vecinos de Zacatecas (Jalpa, Nochistlán,
Juchipila y Moyahua) y Aguascalientes (capital) para establecer simili-
tudes y diferencias.
7. Estudio de la cuenca del Lerma-Santiago y de los afluentes Bola-
ños, Juchipila y Verde, pues sus caudales son de gran interes regio-
nal. Necesidad de copiar datos hidrométricos en todas las estaciones de la
zona.
8. Las pequeñas obras de riego en las cuencas del Juchipila y el Bolaños
y en Los Altos (anotar volúmenes de agua, superficies beneficiadas reales,
carácter de las obras)
9. Suelos de la zona; sus caracteres e importancia agrícola, en Los Altos
y en Bolaños. Utilización de dichos factores geográficos y problemas
que se presentan en la parte montañosa de Bolaños, en Ojuelos y
Hostotipaquillo.
10. Constatación sobre el mapa del área de bosques existentes y
especies que los integran (Mezquitic, municipio de Bolaños, San Martín de
Bolaños; parte sur y oriental de Los Altos).
11. Carácter de la erosión en Los Altos, centro y norte de Bolaños.
Desforestación y problemas en toda la zona.
12. Importancia económica de la caza (por municipios y especies).
13. Motivos históricos y papel económico actual que juegan las ciuda-
des (Lagos de Moreno, San Juan de los Lagos, Arandas, Tepatitlán, Ja-
lostotitlán, Teocaltiche, Tequila, Colotlán). Sus aglomeraciones subur-
banas.
14. Indices de nivel de vida "urbano" y mral (precios, salarios reales,
desempleo parcial y total, vivienda y alimentación, calzado).
15. Problemas y obstáculos para la integración económica y el creci-
miento de ciudades en Bolaños.
16. La agricultura en cada municipio (superficies reales y cultivos, espe-
cialización local, agua de riego y mecanización). Tenencia real de la
tierra, asalariados agrícolas.
17. Contribución de la agricultura al mercado local; abastecimiento de
las ciudades en Los Altos, suministro de alimentos a Guadalajara y a otras
regiones.
18. Explotación de los agaves en Tequila y Hostotipaquillo. Particulari-
dades de la región. Otras explotaciones de vegetales (Bolaños).
19. Posibilidades de desarrollo de la industria forestal en Bolaños Occi-
dental y Los Altos Sur y Oriente. Carácter de la explotación actual, por
municipios (productos y destino de ellos).
20. Causas y desarrollo reciente de la ganadería en Los Altos. Factores
naturales y sociales que explican el auge en esa región (situación, medios
de transporte, suelos, planta Nestlt, cercanía de la ciudad de Guadalajara,
población local; otras causas). Tenencia de la tierra e inversiones e n
ganadería.
21. Grado de adelanto de la fabricación de productos derivados de la le-
che. Empresas, personal, salarios, artículos y su destino (por municipios).
22. Problemas para el incremento de la ganadería (incluso avicultura)
en Bolaños. Soluciones que señalan los habitantes locales.
23. Visita y copia de datos directamente en la planta Nestlt, en fábricas
de Tequila y otras industrias, sobre personal, producción, salarios, pres-
taciones, precios de compra de materias primas y destino de artículos
elaborados.
24. Electrificación. Plantas existentes en la zona y tipos de ellas.
Recursos hidroeltctricos utilizados y potenciales. Necesidades satisfechas
en el ramo industrial y para uso de la población local.
25. Situación y funcionamiento de las empresas mineras (por mu-
nicipios): señalar producción real, salarios, personal, procedencia de
materias primas y destino de artículos elaborados.
26. Vías de comunicación existentes en Bolaños, su estado de conser-
vación y dificultades para romper el aislamiento.
27. Observaciones sobre el terreno de la red de caminos en Los Altos;
su función económica
28. El ferrocarril en Los Altos. Estadísticas de las estaciones, sobre
movimiento de carga y pasaje.
29. InterCs local del 'turismo. Migración interna. Ingresos provenientes
del turismo; hoteles.
30. Las ciudades de Los Altos como centros de comercio. Población
dedicada a esta actividad, ventas, salarios (por municipios). Lazos inter-
nos dentro de la región de Los Altos y en Bolaños. Falta de integración de
la zona. Importancia del transporte.
31. Participación de la zona en el mercado nacional e internacional
(productos de la planta Nestlt, artículos minerales, derivados, de la leche,
bebidas).
32. Agregar otros datos locales, para completar la investigación de
gabinete en materia geográfico-económica.
LOS METODOS

Temario particular sobre las principales cuestiones que es necesario


conocer al realizarse una investigación geoeconómica directa en la
zona Mulegé Comondú*-
1. Comprobar la dirección y tipo de los sistemas montañosos de la zona
(tanto la cordillera o serranía bajacaliforniana, como las sierras aisladas en
el desierto de Vizcaíno). Observación de los valles, oasis y cañadas más
importantes (Comondú, La Purísima, Guerrero Negro, San Ignacio,
Mulegé, Loreto, Puerto San Bartolome-Tortugas, Santa Agueda), de la
planicie, llano o desierto de Magdalena (Santo Domingo).
2. Ratificar nombres locales de sistemas montañosos y señalarlos en el mapa.
3. Recopilar datos de clima para comparar con los obtenidos en gabinete
(estaciones principales: Santa Rosalía, Mulegé, Loreto, Tortugas, San
Ignacio, Villa Constitución, Comondú).
4. Sacar a luz diferencias climáticas regionales (costa del Golfo,
cordillera y planicies del Pacífico).
5. Inventario de recursos mineros: cobre, manganeso, yeso, rnagnesita
y otros; por empresas explotadoras.
6. Importancia básica del agua de riego (pozos, manantiales) en Santo
Domingo, Comondú, La Purísima, Loreto, Mulegé, San Sebastián y San
Ignacio. Número de hectáreas regadas, volúmenes de agua, cultivos,
tenencias de la tierra en esas regiones (datos de estaciones hidrológicas).
Escasez de embalses.
7. Examen de los suelos de oasis y del distrito de riego; particularidades
que los hacen fértiles.
8. Investigar existencia de bosques en regiones montañosas de Co-
mondú. La flora útil, de cualquier tipo que sea.
9. Interés económico de la caza en terrenos montañosos y planicies
deserticas.
10. Situación y nivel de vida de la población (salarios reales, gastos,
vivienda y alimentación).
11. Los núcleos urbanos o semiurbanos. Importancia regional de Santa
Rosalía, MulegC, Loreto, San Ignacio, Tortugas y Comondú.
12. Agricultura en oasis, valles y en el distrito de riego: tenencia de la
tierra, cultivos, superficies, especialización, abastecimiento a poblados y
exportación.

* Segundo ejemplo de temerio referente a problemas en estudio sobre el terreno de una "zona"
de salarios mfnirnns. (Los nombres propios usados aqul, corresponden a las delegaciones dc In riii1.i.)

173
13. Utilización de los pastos; esquilmos, troncos en minería.
14. Problemas de la ganadería: escasez de pastos, agua y población
local, mala condición de las comunicaciones y baja calidad del ganado.
Productos derivados de la leche. Posibilidad de incremento ganadero
(ganado caprino, vacuno y aves).
15. Situación actual de la pesca en Baja California Central. Particulari-
dades en ambos litorales. Especies principales, mttodos utilizados, em-
pacadoras de la costa del Pacífico y campamentos en Vizcaíno. La pesca
ilegal de extranjeros. Posibilidades de desarrollo de las pesquerias.
16. Causas de la crisis minera en Santa Rosalía. Historia de la Compañía
de El Boleo. Cifras reales de producción, reservas, personal, salarios.
17. Otras explotaciones mineras, yeso de San Marcos sal de Guerrero
Negro. Personal, valor de producción, exportación, influencia económica
regional.
18. Otras industrias existentes. Obstáculos para su desarrollo.
19. La red de caminos y su situación actual. Papel que juega en el
transporte de materias primas y productos comerciales y de exportación,
junto con el transporte marítimo (de Santo Domingo, Santa Rosalía,
Guerrero Negro, San Ignacio, Loreto, Villa Constitución, Comondú).
20. Datos concretos del movimiento de barcos con producción
de Guerrero Negro, San Marcos, Santa Rosalía, Tortugas. La base naval de
Puerto Cortés.
21. Interes turístico y problerrias para su desarrollo. Los hoteles de la
zona.
22. Falta de estructuración de los centros de comercio interno. Produc-
tos principales, lazos de unión económica internos, con el exterior y con
La Paz. Importancia del comercio exterior.
23. Agregar otros datos, para complementar la investigación geo-
económica de la zona.
Presente y futuro
de nuestra Geografía*
Historia contradictoria de la Geografía

Larga marcha ha tenido nuestra especialidad, desde los tiempos -ya re-
motos- en que los primeros gnipos humanos se movieron en la superfi-
cie de la Tierra en busca de medios para subsistir, de recursos naturales
que les permitieran vivir y desarrollarse. Si bien durante muchos siglos
no hubo una "ciencia geográfica" según el concepto moderno, se fueron
acumulando conocimientos, que en Oriente y Occidente permitieron
más tarde las contribuciones de los egipcios y chinos, de fenicios y grie-
gos. Los actores de la historia geogrsfica fueron inicialmente -y lo
siguieron siendo- miles y millones de trabajadores, la mayor par-
te anónimos, que con su esfuerzo hicieron posibles los viajes, las explo-
raciones, la sistematización de conocimientos, la redacción de docu-
mentos y libras. La necesidad y la división en clases y grupos condujo a
individualizar las acciones de tal o cual cientifico, viajero o narrador.
Así, la historia de la Geografía se asocia desde la vieja Grecia a los
nombres de Aristóteles, Claudio Ptolomeo o Estrabón. Podemos concluir
diciendo que ambos elementos forman parte del todo: las masas popula-
res y las individualidades brillantes. Su expresión tiene siempre un mar-
co social, de acuerdo a las peculiaridades del modo de producción
prevaleciente, de la tecnica utilizada y de las crecientes necesidades de
la propia sociedad. Partiendo del conocimiento del pequeño bosque,
de la selva, del valle y la montaña, se llega a otros valles, a otros ríos, a
otras serranías y se navega cerca de las costas y más tarde lejos de ellas,
a los mediterráneos, a los grandes mares ignotos. Cada ves más se am-

Trabajo presentado en la Escuela de Geografía, UniversidadCentral de Venezuela, novieiiibre


de 1977.
plía el proceso, inagotable en sí mismo, para tener una noción cada
vez más aproximada, fiel y exacta del planeta, de las leyes naturales, de
los fenómenos físicos y sociales en la "capa geográfica". La historia
de la Geografía se enlaza desde siempre con el devenir de las hombres,
con las guerras de conquista o de defensa, con la exploración y explo-
tación de los recursos, cada vez m& sofisticada y compleja. Así se expli-
ca por qué la marcha d e la Geografía está al mismo tiempo ligada
a los móviles sociales, aun en el caso de la Geografía Física. Los des-
cubrimientos geográficos s e ven determinados por la necesidad de
integrar el TODO terrestre. Esto se alcanza bajo el capitalismo imperia-
lista, cuando después de la Revolución Industrial se apodera de Áfri-
ca, Asia y America Latina, estableciendo la división internacional
del trabajo para beneficio de los poderosos. Así se entiende la estruc-
turación de la Geografía Moderna bajo la inspiración inicial de Hum-
boldt, producto d e las exigencias de s u epoca. Esta verdad n o ha-
ce desmerecer la calidad humana y la nobleza del gran científico ale-
mán, pero explica su surgimiento y su acción. Todos los pueblos, desde
las edades primitivas, son los actores de esa larga historia, disfrazada
en luchas de reyes, de señores, de líderes políticos, d e ambiciones
y dominios, que en el fondo no son sino peldaños de una larga e in-
terminable marcha, dialkcticamente plena d e tragedias y d e tropie-
zos, hasta que el verdadero actor, el pueblo trabajador, conquista su lugar
de primera figura sobre la Tierra, en lugar de ser instrumento de oscuros
y perversos intereses, egoístas y extraños. Centrar la historia de la Geo-
grafía en los adelantos registrados exclusivanzente en Europa es -por
t a n t e un error: hay que "descentrali7ar" dicha historia y enfatizar las
contribuciones de las culturas de Asia, África y America Latina. Al mis-
mo tiempo, las individualidades famosas, conllevan la ambición perso-
nal y se contraponen - c u a n d o son expresión de una clase reaccionaria-
al beneficio de las mayorías. La marcha de la Geografia ha sido como la
marcha toda de la humanidad: del dominio de la naturaleza sobre
el hombre al dominio del hombre sobre esta última; de la ignorancia a la
sabiduría; de la opresión a la liberación; de la desigualdad a la igualdad y
la justicia.
Por tanto se deduce que la Geografía puede jugar un papel irnpor-
tante como motor de progreso o factor de estancamiento; como arma
para la guerra o para la paz; como instrumento a favor de clases y
grupos explotadores o de los que en un momento dado sufren la injus-
ticia.
PRESENTE Y FUTURO DE NUESTRA GEOGRAF~A

En conclusión: desde sus albores, la Geografía* ha estado ligada entre


otros muchos a tres grandes móviles sociales: a) conocer cada vez mejor
el medio natural y las leyes fisicas para lograr que la sociedad explote en
escala y con utilidad mayores los recursos y satisfaga así sus necesidades;
h) permitir con ello la expansión de los grupos humanos y el poblamiento
de nuevos territorios y c) lanzar guerras de agresión, conquista a expolia-
ción con fines económicos y políticos, lo que consecuentemente suscita
acciones de defensa y/o de liberación de los agredidos y explotados. En la
Cpoca moderna podríamos tal vez agregar otros: a ) intentar la racionali-
zación de las transformaciones del medio, aplicando medidas de conser-
vación de recursos, programación (bajo el socialismo, de planificación),
etcétera; b) obtener informaciones y "organizar" el espacio con el fin de
afianzar el dominio de los grupos, clases o empresas capitalistas dominan-
tes, a escala planetaria, nacional y regional; c) en general, comercializar
el paisaje y el medio natural convirtiendo en mercancías sus elementos
y el T O W del sistema general.

El marco de nuestra acción

Veamos varios casos que reflejan la situación actual.

1. El armamentismo es un problema a escala planetaria. La industria


militar absorbe en Estados Unidos 112 mil millones de dólares y da empleo
a 10.6 millones de personas; en total "los gastos militares mundiales son
equivalentes - d i c e Barnaby, 16 de octubre de 1977- a las dos quintas
partes del PNB de los países del Tercer Mundo. Son mayores que todo el
producto de America Latina y el doble de todas las naciones africanas.
Representa una cifra igual a veinte veces la ayuda oficial de los países
industrializados al Tercer Mundo. La humanidad se enfrenta a una real
amenaza de guerra nuclear y el armamentismo crece, "a pesar de que 1 500
millones de personas carecen en el mundo de atención media, cerca de
250 millones de niños no concurren a la escuela y 800 millones
de individuos de la población mundial son completamente analfabetos".
Entonces la amenaza principal que se cierne a diario es la de guerras
nucleares y de desastres sin cuento para la humanidad en su conjunto.

* Cuando no se hace alusión expresa a otra rama geográfica nos referimos siempre a la Geografía
Económica y Social. N o pensamos en una acción aislada de la Geografía sino en estudios
pimordialmente interdisciplinarios.
2. Actualmente la humanidad sigue dividida en dos grandes grupos de
países: capitalistas (210) y socialistas (14 y 1 300 millones de seres).
Dentro del primer campo, además, es clara la división en otros dos
conglomerados de naciones: desarrolladas e industriales (sólo 20 por
ciento de la población total mundial) y subdesarrollados o en proceso de
desarrollo (aproximadamente 1 950 millones de personas o sea casi 50 por
ciento de los habitantes del planeta en 1977), que en verdad son "superex-
plotados" y dependientes de los intereses económicos del exterior. Alre-
dedor de 1 600 millones de personas del Tercer Mundo padecen de mala
alimentación, o hambre franca, vivienda y vestido deficientes, inestabili-
dad en el empleo, y 300 millones están desempleados del todo, etcetera (a
lo cual se debe agregar 18 millones de "parados" crónicos en los países
"ricos", las minorías discriminadas, los migrantes sin empleo y demás).
Incluso se ha catalogado a 32 estados del Tercer Mundo como "países más
necesitados", con 850 millones de habitantes y en los cuales "millones de
personas están al borde de la muerte por falta de alimentos". El Tercer
Mundo sólo aportó en 1973 el 7 por ciento de la producción industrial del
planeta.
3. Todavía no termina el proceso de descolonización política a nivel
mundial: existen aún colonias importantes como Namibia y otras partes de
Sudáfrica, Belice y Guayana Francesa, Puerto Rico, Hong Kong, etcétera.
Al mismo tiempo que han nacido alrededor de 80 países independientes
desde 1945, las guerras de agresión se sucedieron en Grecia, Chipre,
Vietnam, Laos y Camboya, en el Cercano Oriente, en Sudáfrica y Angola,
al ex Sahara Español y Timor; las contiendas ensangrientan el suelo de
Etiopía, Zaire, Líbano y otras naciones, mientras las luchas de liberación
se multiplican en diversas zonas. Centenares de bases militares se locali-
zan en todo el planeta, principalmente dentro de las alianzas como la OTAN
y la OTSEA. Conclusión: el espacio terrestre cobra una importancia
estratégica sin precedentes y con ello crece el interés por los estudios geo-
gráficos.
4. Son bien conocidas las zonas "críticas" de hambre y pobreza, entre
ellas: buena parte de la India, Pakistán y Bangladesh; el Sahel Africano,
Namibia y el interior de Sudáfrica negra; diversas islas de Indonesia y
Filipinas; algunas áreas rurales del Caribe, Centroamtrica, Bolivia
y Paraguay, etcétera. Y no sólo eso; según la Conferencia de Nairobi
(1977), alrededor de 650 mil km2 de tierras agrícolas y de pastos han sido
"tragados" por el desierto en los últimos 50 años en el Sahel; la arena del
Rajasthán (india) cubre ahora un territorio 8 por ciento mayor que hace 18
años, etdtera. La revista Time agrega que el desierto crece en todos los
continentes (incluso en Estados Unidos) debido a cambios climáticos pero
"con los daños ocasionados por la naturaleza rivalizan las devastaciones
causadas por el hombre". En el Tercer Mundo, principalmente, faltan
estudios y sobre todo la ttcnica y las condiciones sociales para evitar el
pastoreo, la desforestación, la erosión de los suelos y otros males que
empobrecen los recursos. La Geografía tiene amplísimas posibilidades
para llevar adelante -siempre en unión con otras ciencias- investiga-
ciones y acciones que contrarresten el deterioro de la naturaleza. Si a eso
agregamos la falta de obras para control de inundaciones en el trópico, las
enfermedades del ganado, la acción de los ciclones, el exceso de riego y la
salinidad de los terrenos áridos; etdtera, tendremos un cuadro todavía más
patético.
5. Bajo el capitalismo actual y en las condiciones de la crisis, se
acentúan los desequilibrios regionales y la distribución del ingreso por
clases sociales. Sólo unos ejemplos: un 40 por ciento de la población en
países en desarrollo "percibe en promedio s61o el 12.5 por ciento de in-
gresos nacionales7'y el 10 por ciento de las familias ricas percibe el 40 por
ciento de la riqueza. (OIT); en el Perú el 20 por ciento del estrato sccial
superior recibe 60 por ciento de la renta, el 40 por ciento inferior recibe el
6.5 por ciento y el grupo "intermedio" (40 por ciento de total de población)
recibe un 33.5 por ciento (agencia ANF de Bolivia). ¡Vivimos todavía en el
mundo de injusticia, por donde quiera que se le vea! La hipertrofia urbana
es ya insoportable en muchos países, donde en pocos aiios ciudades me-
dianas se convierten en monstruos donde -desafortunadamente- una
buena parte de los habitantes vive en inmundas pocilgas y reciben ingresos
de hambre; por otro lado, el campo continúa enviando millones de mi-
serables a las congestionadas ciudades, pues en muchos países sigue
existiendo el latifundio, el arrendamiento de tierras y el minifundismo de
subsistencia. Nuestra ciencia debe mostrar esta "Geografía de la riqueza y
la miseria".
6. Es cierto que existe un desigual reparto de los recursos naturales en
el mundo: muchos países pobres no cuentan con petróleo o carbón de pie-
dra, grandes ríos navegables o acceso al mar, pero la principal causa de los
contrastes a escala mundial es la división internacional del trabajo que el
capitalismo impuso desde la era colonial y la cual continúa existiendo: los
países pobres deben aportar sus materias primas y recibir productos ela-
borados en las áreas ricas del planeta per secula seculorunt y... todos
contentos. Además, en el seno del Tercer Mundo anquilosadas estructuras
impiden el desarrollo. Mostrar cuáles son a escala nacional y regional estas
estructuras, estas constantes y variables de los sistema es otra función de
una Geografía social y de indudable importancia politica, humana y moral.
7. Finalmente, la acción no controlada de la sociedad conduce a los
graves problemas de la polución del ambiente, tanto en el campo como en
las ciudades. La ONU asegura que la capa de ozono en la estratósfera ha
disminuido 1 por ciento en su espesor debido al uso indiscriminado de
productos químicos y "una guerra nuclear en gran escala puede llevar
suficientes óxidos de nitrógeno a la atmósfera como para reducir la capa
de ozono hasta un 70 por ciento para un periodo de cinco a diez años". En
las sociedades industriales "los factores ambientales han demostrado
ser responsables de hasta un 40 por ciento de los cánceres humanos" y
el Dr. J. Higginson asegura que "un 70-80 por ciento de todos los cánce-
res son ambientales por origen". El problema de la contaminación
del medio atañe a todos y su estudio debe ser interdisciplinario, escribe el
Dr. S . Leszczycki, de Polonia, pero 'la Geografía es la ciencia que debe
dirigir (subrayado mío ABB) las investigaciones y el trabajo práctico so-
bre contaminación, explotación racional de recursos y transformación .del
medio" según la Academia de Ciencias de la u=. "Los Gebgrafos,
dice Clayton (RU.), debemos ser más activos y penetrar en los problemas
de la defensa del medio". Pero -afirma L. Lyenko- "las necesida-
des de la producción hacen inevitable el uso de la ciencia" y la tCcnica;
esta utilización debe estar regulada por la sociedad, con miras al in-
teres colectivo. Ahora, concluye Lyenko, "las leyes naturales y sociales
funcionen muy a menudo cono leyes naturales-sociales y sociales-na-
turales".

Afortunadamente, también hay numerosos aspectos positivos que nos


hacen alentar optimismo respecto al futuro de la humanidad y de la Geo-
grafía como ciencia en particular, entre ellos: a) El movimiento por la paz
se fortalece día a día y derrota a las fuerzas de la guerra. Sin embargo, no
podrá haber paz total y duradera - d i j o el General Lázaro Cárdenas-
mientras exista el imperialismo y la división en países ricos y pobres. b)
La lucha por la liberación económica y política de los pueblos ayer coloni-
zados abre perspectivas de colaboración estrecha para cooperar en su labor
de defensa de sus derechos, de sus recursos naturales y en contra de los
actos de dominio externo. Hay que crear los cuadros de geógrafos en
África y Asia, reconstruir Vietnam, impulsar el avance económico de me-
dia humanidad. c) Los países socialistas están empeñados en una vasta
obra de transformación de la naturaleza, basada en la planificación y en el
uso -entre otras ciencias- de la Geografía para remodelar consciente-
mente el paisaje. Mucho puede y debe aprenderse de ellos. 4 En algunas
naciones industrializadas los intentos de programación, de desarrollo
regional, etcttera, son de suma utilidad para entender los obstáculos que
deben enfrentarse en el seno de la sociedad capitalista para hacer útil
nuestra especialidad. e) Las masas laboriosas de todas las latitudes luchan
por lograr una mayor producción agrícola e industrial que safistaga las cre-
cientes necesidades. Conocer, desentrañar las leyes naturales y sociales a
nivel nacional y regional es misión de numerosas ciencias, entre ellas la
Geografía. fi En todo el Tercer Mundo se desenvuelve una apasionante
labor cultural, creando en cada país los profesores e investigadores
nacionales que lleven adelante la labor de divulgar la realidad y acendrar
el amor a la Patria. Las patrias no están desapareciendo sino for-
taleciéndose, dentro del marco contradictorio de una mayor relación
internacional. La Geografía es una de las disciplinas que más puede ayudar
a la estructuración de una cultura propia, de una personalidad nacional
definida, contra el cosmopolitismo de las tlites y el dominio de los
intereses extranjeros. Pero eso sólo se logra cuando se defiende el derecho
de las masas populares a ser las dueñas a su propio destino. g) La ttcnica
moderna es ya capaz de producir alimentos para varios miles de millones
de habitantes (12-14 mil parece ser el nivel máximo) en el planeta. Los
principales problemas son de carácter social y de su resolución depende
que la nueva etapa de la historia humana se realice sin guerras mundiales
ni pavorosa destrucción, sin derroche de los recursos y contaminación del
ambiente, con justicia para todos. Una etapa que combata la ignorancia y
la miseria, la desigualdad y la opresión.
La actual división internacional del trabajo trae consigo la penetración
de 10s intereses extranjeros, la acción de las transnacionales, que "organi-
zan" el espacio de acuerdo a sus intereses. La liberación económica y
política de los pueblos del Tercer Mundo traerá consigo la organización
del espacio en función de sus propios fines nacionales y en una nueva
sociedad, un espacio construido por y para beneficio de las masas tra-
bajadoras. En esas dos direcciones debemos ser activos participantes y
entonces la Geografia revindicaría su posición de ciencia doblemente útil.
Si la sociedad capitalista está dividida en clases, habrá una Geografía que
prive los intereses de cada gran sector de la población: una Geografía de
10s explotadores y una de los explotados, una que dcfienda la desigualdad
y otra que la combata.
Podría parecer excesiva y hasta absurda la afirmación de que en los
trabajos geográficos debemos hacer hincapie en los contrastes y sin em-
bargo, no es así, pues bien sabemos que uno de los principios de la
Geografía es precisamente el que debe buscar "las diferencias de lugar a
lugar", mostrar los distintos t i p de relieve, suelo, climas e hidrología,
vegetación, fauna y recursos físicos. Por lo tanto, desde ese momento
estamos haciendo resaltar la desigualdad que existe en todos los aspectos
que tratemos, incluso si el paisaje parece en general uniforme. Esto se
reafirma aún más cuando consideramos la acción del hombre sobre la na-
turaleza, que es al mismo tiempo positiva y negativa, pero siempre es
transformadora de los aspectos naturales, dejando su impacto en la faz de
la Tierra. Entonces, otra de nuestras principales tareas consiste en señalar
de que tipo ha sido la influencia de la sociedad sobre la naturaleza y
combatir toda clase de derroche, desperdicio, mal uso de recursos o falta
de aprovechamiento de Cstos. La acción del hombre se limita a modificar
uno u otro aspecto de las leyes naturales y cuando su acción se "extrali-
mita", rompiendo dichas leyes, sobrevienen efectos muy negativos o fran-
camente adversos para la vida humana a corto o largo plazo: desfores-
tación y erosión de suelos, contaminación de las aguas o su uso irracional,
polución del medio por la industrias o las aglomeraciones humanas,
etcétera. Pero las leyes naturales continúan actuando y la naturaleza
reacciona en forma incluso más violenta que antes. Descubrir y explicar
pues, las dicotomías, las diferencias en el espacio, es una de las metas más
relevantes de la investigación geográfica. De aquí deriva, precisamente, la
regionalización o división del espacio en regiones, que reflejen la realidad
de esos contrastes y desigualdades: a escalas macro, meso, micro,
subregional y de áreas, donde se expresa la acción de los sistenzas de
fenómenos. Claro que la división en regiones naturales obedece a linea-
mientos distintos que la división de índole socioeconómica: en aquella son
primordiales las leyes de tipo natural a las cuales se agrega la acción
humana y la última se rige por leyes sociales a las cuales se agrega la
acción de la naturaleza sobre los grupas humanos y su trabajo.
El afirmar que puede haber un cierto tipo de estudios geográficos hasta
cierto punto "alejados" de una aplicación actual, no invalida el acerto de
que incluso ia gran mayoría de los trabajos de Geografía Física pueden y
deben tener un sentido práctico en bien de la humanidad, de un país en
concreto y de las áreas y grupos discriminados de la sociedad. Esto nos
acerca al problema de la "unidad" de la Geografía, tan debatida en
múltiples libros: yo no tengo duda de ello, tal como se plasma en las
PRESENTE Y FUTiJRO DE NUESTRA GEOGRAF~A

investigaciones de Geografía Regional, que deben abarcar lo esencial


de la naturaleza y de las aspectos sociales expresados en el espacio, dentro
del TODO que integra el sistema de grandes o pequeñas regiones. Por nece-
sidad, es cierto, debe existir una especialización en determinadas ramas:
Física, Económica y Social, Histórica, Política, etcétera y dentro de ellas
en subramas, pero con ello no se pretende sustiluir la noción de la ciencia
co~npleja,porque para explicar un fenómeno se le debe enlazar con los
demás. El principio básico de la Geografla, que consiste en la relación de
los hechos entre sí para explicar los sistemas o los subsistemas en el
espacio, es omnipresente tanto en los estudios de índole general natural o
física, como en los de carácter social, netamente económico y regional de
todas clases.
La enseñanza de la Geografía debe restmcturarse, para hacerla tarribién
una materia que no sólo ilustre al educando y le inforine de cuanto hay en la
Tierra, continuando con la tendencia de acumular conccimientm, en el mejor
de 10s casos, sino que analice las causas reales de la situación actual por la
que atraviesa la humanidad, el país y sus regiones. Al hacer hincapi6 en
lo anterior siempre me guía la situación de la Geografía en México y no
trato de juzgar a nuestra especialidad tal como se halla en otras naciones,
aunque sucede que a veces los fenómenos son comunes y los he observado
en diversos países donde tuve ocasión de estudiar o de dictar conferencias
(India, Indonesia, Argentina, Etiopía, Líbano, etcétera). La Geografía en
cierta medida se ha desprestigiado por deficiente preparación academica,
por no decidirse a jugar el papel que le corresponde en la vida social o de-
bido a su incapacidad de plantear soluciones (a corto plazo) a los proble-
mas concretos que aquejan a la nación, las regiones y10 los grupos huma-
nos. Es cierto que los geógrafos en América Latina (Cuba excluida) no tenemos
poder de decisión para que nuestras recomendaciones se lleven a cabo, pero
sí podemos influir en la orientación de la juventud (especialmente de los
estudiantes) y en general de la sociedad, en la medida en que nuestra labor
sirva decididamente a la verdad y tenga un definido carácter ideológico.

Distintas Geografias

Tal vez en otras épocas, cuando las naciones no se habían estructurado y


no existían los medios actuales de comunicación, no podía exigirse del
hombre activo y consciente una responsabilidad mayor respecto a sus
semejantes: su círculo era muy estrecho. Hoy todo i ~ acambiado y vivimos
dentro de un sistema ya de carácter universal, porque además la humanidad
se ha lanzado a la conquista del cosmos, más allá del ámbito terrestre.
Parecería que las ciencias de la Tierra hubiesen perdido mucha de su
vigencia, superada ya con el uso de los satélites, los rayos infrarrojos y
todos los inventos ttcnicos que hacen posible detectar con rapidez la
existencia de recursos naturales, facilitando el avance rápido e incon-
tenible de la Cartografía y convierten en "inútiles" las investigaciones
sobre el terreno. Y sin embargo, no hay tal. Lo que existe e s una
concentración de los medios técnicos y financieros de la preparación de
científicos en las países desarrollados de Europa Occidental, América del
Norte y Japón. Casi un monopolio, como puede constatarse por la integra-
ción del Comitt Ejecutivo de la Unión Geográfica Internacional y de los
directivos de secciones, donde muy raramente se puede ver a un represen-
tante del Tercer Mundo en puestos de Presidente (lo fue en forma ex-
cepcional el Profr. Chateryi, de la India, hace varios años) o Vicepresidente
(hoy lo es el Profr. Mabogunye, de Nigeria, y ayer el Dr. Zamorano, de
Argentina). Los tres vastos subcontinentes en proceso de desarrollo no
ocupan el lugar que les corresponde er? el seno de la Unión Geográfica
Internacional, pero nosotros mismos tenemos buena parte de la culpa.
No estoy en contra de que los geógrafos u otros científicos estudien en
el extranjero o que profesores europeos o norteamericanos enseñen en las
universidades latinoamericanas. Es más, creo que el provincialismo y el
atraso que todavía se puede observar en los trabajos de multitud de pro-
fesores, autores de libros de texto e investigadores en algunos de nuestros
países sólo se puede desterrar mediante el conocimiento profundo de los
adelantos mundiales, el contacto estrecho con lo mejor de la ciencia
actual. En Mexico, por ejemplo, hasta ahora hemos estado orgullosos de
que por circunstancias históricas concretas hayamos logrado estructurar
una "Geografía nacional" propia, con poca influencia directa de científicos
de los países occidentales poderosos, aunque por otra parte las investiga-
ciones de estos últimos en el territorio mexicano han sido numerosas y en
muchos casos extremadamente útiles. Sin embargo, ahora que los
geógrafos mexicanos concurrimos a los grandes Congresos mundiales
sentimos que resulta urgente aprender de los más avanzados, pero que no
lo es menos la necesidad de ser creadores en nuestras investigáciones,
dejando a un lado la copia, el prurito de adaptar teorías y enseñanzas de los
países desarrollados a situaciones completamente distintas, como son
aquellas en que vivimos. Es necesario combinar los adelantos propios y
ajencs, como lo están haciendo ustedes en Caracas, con la promoción de
PRESENTE Y FUTUñO DE NUESTRA GEOGRAF~A

la Escuela de Pensamiento Geográfico de la Universidad Central de


Venezuela, donde se reciben enseñanzas de valiosos científicos europeos,
entre ellos P. George, Guiseppe Demateis, J. Vila Valenti y A. Bonace-
wicz, con las aportaciones de prominentes geógrafos venezolanos, como la
señora Segnini, Marco Aurelio Vila, etcetera. Tambien en Merida está
creándose una escuela propia y todo ello es digno de felicitación.
A este respecto, considero de suma utilidad conocer a fondo el pensa-
miento geográfico en la Unión SoviCtica, país que lleva 6 0 años de
creación constante, aplicada a sus necesidades pero que con la guía de una
teoría concreta ha logrado enormes avances y puede ser muy útil para com-
prender nuestros propios problemas. Es sorprendente que un geógrafo tan
eminente como Ives Lacoste llame en "La geógraphie, ca sert, d'abord. 2
faire la guerre" (1976) a la creación de una "Geografía marxista" cuando
desde 1917 los geógrafos sovitticos han escrito decenas de libros y miles
de artículos precisamente basados en los principios del marxismo. Tal
parece que hay un desconocimiento de lo realizado en la Unión Sovietica,
tal vez por ignorancia del idioma ruso (hay sin embargo numerosas
traducciones al ingles, recopiladas en "Soviet Geography" y últimamente
en las publicaciones del XXIII Congreso Internacional de Moscú) o por
a r a s razones. Lo mismo podría decirse de los avances de la Geografía en
10s países socialistas de Europa Oriental y Central (principalmente Polo-
nia, República Democrática Alemana, Checoslováquia y Hungría, a últi-
mas fechas tambitn en Bulgaria), en China y Cuba. La Geografía en las
áreas socialistas tiene una gran ventaja: sus investigadores se basan
principalmente en la cotidiana acción de aplicar los conociinientos en la
planifisación de la economía, en la construcción urbana, etdtera, o sea en
suma, en una combinación indisoluble de la teoría con la práctica. Frutos
de la colaboración entre sovitticos y geógrafos de otros países han sido las
notables obras sobre "Regionalización Económica de la India", "Urbani-
zation in developing countries" (Hyderabad, 1976), el "Atlas nacional de
Cuba" y otros. Es cierto que no puede pensarse tampoco en copiar las
enseñanzas de los países socialistas en los nuestros, pues el modo de
producción y la realidad toda son distintas, pero mucho es posible aprender
en materia de metodología, ideas y razonamientos para entender los
problemas que nos aquejan y hacer avanzar la Geografía en el Tercer
Mundo.
En verdad, la Geografía ha avanzado mucho tambien en los países
capitalistas industrializados de Europa, en Japón, Estados Unidos, Canadá
y Australia. Cualquier ignorancia -deliberada o casual- al respecto,
puede ser fatal y es necesario comprender cabalmente que incluso si no
estamos de acuerdo con muchas de las "escuelas" de pensamiento geo-
gráfico existentes en aquellas naciones avanzadas, nuestro deber está en
conocerlas y extraer de ellas lo que nos sea útil. Hay que partir de un hecho
indiscutible: el nivel y la proyección de la Geografía son un producto de
las condiciones sociales y económicas irnperantes, del "medio" en que se
crean y desarrollan. Si en las naciones r i c a de Occidente el modo de pro-
ducción se basa en el predominio de las grandes empresas monopólicas,
cuyas prolongaciones son las compañías transnacionales, resulta lógico
que la Geografía este al servicio de esos intereses, del business y de las
necesidades de abastecerse de materias primas, asegurar mercados para
sus productos, etcétera. De ahí que prospere una "Geografía cuantitativa"
alejada de la explicación social de los hechos y reducida en muchos casos
a la obtención de fórmulas indispensables para la localización correcta de
las empresas o la expansión urbana. Pero al mismo tiempo, en Estados
Unidos, Alemania Federal o Gran Bretaña existen geógrafas de otro corte,
que en las universidades y empresas públicas trabajan intensamente, que
hacen contribuciones importantes en distintas materias, muchas veces
trascendentales para la planificación de ciudades e industrias, la teoría
geográfica, etcétera. Baste sólo recordar a Sir Dudley Stamp, pionero de
la "Geografía Aplicada" en su país.
En Francia, Italia y otras naciones, hay, además, una variedad de
geógrafos, que corresponde a la diversidad de ideologías de partidos
políticos. Así como existen geógrafos "de derecha" o "del centro", son
numerosos los "de izquierda", afiliados a los partidos respectivos y por
ello se hace necesario discriminar entre ellos para poder catalogar sus
enseñanzas. Es cierto que -como dice Lacoste- numerosos son los
"profesores" que sólo se encargan de enseñar una Geografía tradicional
que "no sirve para nada" e "investigadores" al servicio de "los estados
mayores" o de "la Sociedad" en abstracto, pero al mismo tiempo se lleva
a cabo una intensa labor editorial y de estudio de la realidad mundial,
desde posiciones progresistas. Así que nosotros en el Tercer Mundo
tenemos "amigos" y "enemigos" en los países industrializados, incluyendo
los Estados Unidos (ver revista "Antipode" de R. Peet, por ejemplo).
Entonces, en lugar de despreciar la obra de los geógrafos por el mero hecho
de originarse en el "mundo rico e imperialista" debemos buscar las
afinidades con aquellos que nos comprenden, sienten nuestra realidad y
colaboran en la labor de desentrañar las causas y los efectos de los
fenómenos del subdesarrollo. Recordemos aquí, entre otros, a D. Bernard,
PRESENTE Y FUTURO DE NUESTRA GEOGRAFLA

J. Dresch, B. Kayser y J. Tricart. Por otro lado, los geógrafos en Francia e


Italia toman parte en los esfuerzos de la "planeación" regional y su
experiencia (por ejemplo la del Profr. M. Phlipponneau en la Bretaña)
puede ser de sumo interés para nosotros. En Italia hay numerosos geógrafos
vinculados a la vida de las regiones, cuando al frente de ellas están los
partidos de izquierda. Si de acuerdo con Lacoste el panorama en esas paí-
ses es todavía modesto por lo que respecta a la participación de los
geógrafos en la solución de problemas nacionales o regionales, culpa es de
las condiciones en que deben laborar y la falta de una verdadera planeación
económica y social. Y sin embargo, insisto, sus trabajos y sus logros deben
ser estudiados por nosotros, que vivimos en un medio todavía más difícil.

Geografia y responsabilidad

Una lucha tenaz se lleva a cabo para supeditar la ciencia a los fines de los
intereses extranjeros y las clases nativas dominantes, para perpetuar así la
división en países ricos y pobres, en grupos que acumulan la riqueza y
bastas mayorías desposeídas.
Por eso los ciudadanos en general y los científicos en particular están
frente a un dilema: o se sitúan de un lado o de otro. La Geografía ecléctica,
aparentemente "neutral" no existe. O prestamos nuestra ayuda a la lucha
por la paz o cooperamos para la guerra, propiciando la desaparición de
buena parte de la humanidad. O estamos a favor de un estatrrs qlro don-
de los intereses financieros de los países ricos continúen dominando o nos
colocamos al lado del Tercer Mundo, al cual pertenecemos y hacemos una
labor de divulgación y de análisis que sirva a nuestros países para afianzar
su independencia y su deseo de liquidar la injusticia a escala mundial. O
escogemos el camino de servir a las clases poderosas dentro de la sociedad
actual o nos declaramos servidores de las mayorías trabajadoras, de
quienes sufren por causa de la desigualdad y la injusticia. Tiene razón
Yves Lacoste cuando señala que la Geografía en los países occidentales se
encuentra como todo lo demás en crisis.
Para superar con mayor rapidez el atraso relativo que -con excep-
ciones- se observan en los estudios geográficos realizados en Asia,
África y América Latina, los investigadores del Tercer Mundo deberíamos
unirnos. La desunión ha sido propiciada y alentada por nuestros enemigos,
por quienes desean perpetuar precisamente la situación actual y sacar
provecho de ella. Vista en forma simplista nuestra división podría liqui-
darse mediante actos sencillos como la creación de la "Asociación de Geó-
grafos de África, Asia y AmCrica Latina", de la Asociaciones de especia-
listas en el nuestro y en los otros submtinentes, y en las distintas macro-
regiones (según el ejemplo de los países bolivarianos). Sin embargo he
asistido a todos los congresos mundiales y varios regionales a partir de
1956: en ninguno se ha hablado seriamente de este vital asunto, a pesar
de haberse lanzado y sostenido la idea (por ejemplo por nosotros en la
Conferencia Regional Latinoamericana de la UGI, M6xico 1966). Como
hay todavía muchos problemas por resolver al respecto, tal vez lo mejor
sería integrar una agrupación con aquellas personas de buena voluntad y
con afinidad ideológica entre sí, en lugar de esperar indefinidamente a que
todos, o la mayoría, se pongan de acuerdo. La oportunidad se presenta con
la Conferencia Regional Africana de la propia UniCn Geográfica, a ce-
lebrarse en julio-agosto de 1978 en Nigeria. Ojalá se pueda crear ese orga-
nismo a nivel mundial, que cuente con una revista y recursos propios. En
América Latina a estas alturas ya debiera existir dicha agrupación. Apro-
vecho la oportunidad que mi viaje a Venezuela y otras tierras de nuestra
ArnCrica ofrece para insistir en la idea: los geógrafos latinoamericanos,
africanos y asiáticos debemos unirnos no para enfrentamos a los de otras
zonas del planeta sino para hacer oir nuestra voz, crear teorías propias
sobre la realidad del subdesarrollo y hacer avanzar con rapidez nuestra
Geografia. Acabemos con la desconfianza y los prejuicios: somos ciuda-
danos del gran mundo de la pobreza, la explotación y la discriminación.
Somos parte de la gran familia de los pueblos de LatinoamCrica: no nos
separemos, que al final del camino podremos hacer realidad el sueño de
unión de Bolivar. Trabajemos en común los que tenemos metas comunes:
defender el destino sagrado de la humanidad; hacer libres y poderosas a
nuestras patrias hoy para preparar la gran PATRIA común de mafíana;
ayudar a 1m pueblos de América Latina y de todo el Tercer Mundo a salir
de la desigualdad y la opresión; dedicar todo nuestro empeño y nuestra
devoción a crear una Geografía moderna, poderosa, eficaz, puesta al
servicio del pueblo de Asia, África y América Latina. Una Geografía de los
oprimidos, que muestre d6nde y por que viven así las masas de deshere-
dados del planeta: la "Geografía del Hambre" que nos dejó Josué de
Castro, la Geografía de los "ghettos" negros, de las villas-miseria, de las
barricadas obreras, de los alejados sitios rurales, de las áreas deprimidas.
Una Geografía creadora y noble porque debe ayudar a los de abajo.
Estoy profundamente convencido de que el futuro de la Geografía en
todo el planeta y en especial en el Tercer Mundo depende del rumbo que
tome en sus investigaciones. Si es una mera repetición de nombres, de
números, localizaciones y hechos, si en relación con la lucha de nuestros
países por su liberación económica y apartada de las ansias de mejora-
miento de las masas trabajadoras, perecerá por no cumplir su misión
histórica. Si por lo contrario se une a todas las causas de la justicia y la
dignidad del hombre, si lucha contra la guerra internacional, la agresión y
la desigualdad, su futuro está asegurado, pues parodiando al gran pensador
"tiene enfrente un mundo entero por ganar".
El medio natural y la acción
del hombre*

Deseo agradecer antes de empezar esta Conferencia, la invitación que se


sirvió hacerme el señor Lic. Bravo Jiménez hace pocos días para venir en
esta ocasión a tratar este importante tema, verdaderamente seductor, lleno
de facetas, lleno de problemas.
Acepté su invitación con gusto explicándole que no tendría posibilidad
de tener el texto escrito en forma completa por falta de tiempo, pero que
deseaba aprovechar la oportunidad para hablar de nuevo en el seno de la
Sociedad Mexicana de Planificación, en la cual di en ocasiones anteriores
diversas charlas y que veo ahora renacer bajo la Cgida de nuestro amigo el
Lic. Bravo.
Acepte también, porque creo que esta es otra más de las oportunida-
des que se nos ofrecen para evitar caer en eso que es casi un maras-
mo intelectual de algunos círculos de nuestro país, una especie de temor
a expresar ideas que pueden ser como deben ser las verdaderas ide-
as: controvertibles, quizá polemicas y que puedan enfrentarse en mu-
chas ocasiones a ideas preconcebidas, a pensamientos arraigados y a
acciones de tipo netamente oportunista que en nuestro ambiente tanto
florecen.
Entonces, acepte precisamente la ocasión para tratar este tema de gran
interes, sobre todo por integrar una serie de problemas que correspon-
de tratar, yo no diría totalmente ni mucho menos, pero sí en primer lugar,
a la especialidad a la que me he dedicado desde 1949 en que me titule en
Europa y regrese a México: la Geografía Económica. Y además, porque
evidentemente hablar del medio natural y la acción del hombre, es hablar
de problemas muy cercanos a la planeación económica y social, a todos los

* Tomado de Rri.ista Plaiiificació>tNo. 6, Socied?d Mexicana de Planificación, enero-abril de


1970, PP. 15-23.
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

esfuerzos que hoy se pueden hacer y a los que sobre todo deberán hacerse
mañana para encaminar nuestra economía, nuestra vida toda por otros
caminos. Y como el tema de la Planeación Económica y Social es aquél al
que debiera dedicarse mayor número de horas en el seno de nuestra
sociedad, creo que no es inútil hablar de este tema. Pero desde luego,
si bien expresaré a ustedes con sinceridad muchos de los pensamientos
que alrededor de este tema puedo manifestar, no creo que mi conferencia
vaya a contener muchas ideas nuevas o quizá ninguna, no creo que pue-
da haber nada de llamativo en ella ni de sensacional. Lo que sí estimo
es en que insistiré en hechos, en problemas conocidos, muchos de ellos
vistos por ustedes en postulados, en pensamientos que sustentamos todos
los que tenemos una forma objetiva de ver la historia y el mundo actual, es
decir, quienes sostenemos una ideología sociopolítica y filosófica mate-
rialista.
Ahora bien, este tema tiene muy diversos aspectos que podrían
tratarse y desde luego que no tengo pretensión de toca:los en esta
noche. Habría muchos temas importantes de tipo histórico, de carác-
ter sociológico, muchos d e índole geográfico-físico, otros geo-
gráfico-económicos, sobre todo referentes al uso de los recursos a
través de la historia o en un momento dado. Muchos aspectos tam-
bién de Economía Política, e incluso, creo que ustedes están de acuer-
d o conmigo, hay aspectos filosóficos, hay aspectos antropológicos,
demográficos y de otras ciencias que tienen mucho que ver con la
interpretación de cómo el honibre vive en la naturaleza, lucha con
ella, la transforma. Sólo tocaré entonces algunos de carácter emi-
nentemente geográfico-económico y entre ellos concretamente los
siguientes:

lQ ¿Qué cosa es el medio natural?


2Q ¿,En qué forma se lleva a cabo esa interinfluencia de la naturaleza y
la sociedad?
3* Una muy breve relación histórica de los modos que en diversas etapas
de la historia se han manifestado con respecto a esta interinfluencia
naturaleza-sociedad.
4Q iCuáles son algunos de los factores que mueven la acción del hombre
sobre el medio geográfico'?
5Q Me permitiré expresar algunas reflexiones sobre el momento actual
y el futuro del mundo en cuanto al uso de los recursos y a la acción del
hombre sobre el medio.
El medio natural

Así como la historia de la sociedad humana desde el punto de vista de las


leyes del desarrollo político-econcjmico ha sido una historia (según lo dijo
el viejo, pero no desacreditado sino cada vez más actual Carlos Marx) de
lucha incesante entre las clases sociales entre los grupos dominantes y los
dominados, entre los grupos que se disputan por imperativo de la historia
el poder, así la hktoria del desarrollo de la producción y de la actividad
social del hombre desde los primeros grupos primitivos aparecidos en
este planeta hace cerca de 2 millones de años (según la afirmación
de George Wallace) se ha llevado a cabo en el medio natural. Medio que
al dejarse sentir la acción humana se convierte en medio geográfico
o medio cultural, aunque hay diferencias en la definición de lo que
es el medio: unas veces geográfico se le llama el puramente nntural, otras
al que nuestra ya la acción del hombre. Por lo tanto, desde un principio,
desde los primeros grupos, se estableció la lucha entre el hombre y la
naturaleza, una lucha que no tendrá fin en tanto, como dijo Engels, el
hombre existía sobre la Tierra, porque el proceso del trabajo es un proceso
precisamente entre el hombre y la naturaleza, un proceso cambiante en
cada etapa histórica.
Ahora bien, para entender mejor cómo se lleva a cabo esa lucha del
hombre y la naturaleza, veamos antes, por que es necesario hacerlo, quC
cosa es el medio natural, cuáles son sus integrantes y sus formas de
manifestación.
En primer lugar, debemos decir que los factores del medio natural son
fenómenos objetivos, independientes de nuestra voluntad para existir,
que están sujetos a leyes físicas independientes también del hombre, ley
es que el hombre incluso con su gran poder de hoy no puede todavía
cambiar, sino en una muy pequeña medida. Estos fenómenos naturales
constituyen un todo, constituyen una unidad donde todos los factores están
interrelacionados, donde todos los factores son interdependientes y su
influencia mutua es relativa o sea parcial dentro del TODO que forman las
influencias múltiples, y es al mismo tiempo una influencia absolilta, es
decir, una influencia total, por lo que respecta a la acción de ese elemento
concreto.
El estudio de los integrantes del medio natural se puede, es cierto, llevar
a cabo en forma individual, se puede estudiar el clima, se puede estudiar
el relieve, se puede estudiar el suelo, se puede estudiar la vegetación, pero
un estudio completo de cualquiera de ellos nunca podrá realizarse en
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

forma aislada sino en relación con el resto o con muchos (no necesaria-
mente con todos) los demás factores del medio natural.
Estos enunciados n o son nuevos, no son inherentes a la doctrina
marxista propiamente dicha, sino que viene desde los pensadores grie-
gos de la antigüedad, se perdieron después en la Edad Media y renacie-
ron con el padre de la Geografía moderna cuyo 200 aniversario de
nacimiento acabamos de celebrar: el Barón Alejandro de Humboldt
dialéctico por naturaleza, que vio siempre las cosas como integrantes
del "Cssmos". En ejemplos gráficos esta interrelación se puede compro-
bar sin mayor problema. El clima de cualquier parte de nuestra República,
los climas y microclimas de la zona de Jalapa, están, determinados
en primer lugar por su situación en el mapa; no sólo por su situación
con respecto al Ecuador o a los polos sino por su situación con respecto
al Océano Pacífico y al Atlántico, sobre todo por su altura sobre el
nivel del mar y por el relieve local, e s decir por las deformacio-
I nes orográficas del lugar en que está situada la ciudad de Jalapa. Por
estas condiciones recibe la influencia de los vientos, la mayor parte
I
de ellos húmedos, que llegan del este, del sureste o del noreste y que
van a explotar en forma de violentas tormentas o de lluvias en buena
j parte del año sobre estas montañas del Eje Volcánico y de la Sierra Ma-
dre Oriental. Así se condiciona una humedad relativa determinada y
las temperaturas medias, las temperaturas extremas, las temperaturas
más frías y más calurosas se determinan también por la variedad de
l
los estados del tiempo regidos por el relieve, la situación, etcétera. Pero
no sólo esto, e s también importante en el clima la vegetación de la
región de Jalapa, es importante la existencia de los bosques que rodean
, la ciudad. Son importantes estos bosques por la humedad que gene-
l ran, por la transpiración, por la necesidad de mayores precipitaciones
para subsistir, porque protegen contra la erosión, porque al mismo tiempo
son fuente de riqueza. Y luego viene la acción del hombre en la misma
región de Jalapa, que hay que tomar siempre en cuenta y que se pue-
de expresar en numerosos aspectos: la tala de bosques, la urbaniza-
ción misma de la ciudad que trae consigo diferencias de temperaturas
dentro del ambiente urbano o en las cercanías rurales, el problema de
los gases que despiden los talleres, los automóviles y todas las demás
influencias urbanas.
En otro tipo de ambientes o de ciudades o de lugares del mundo, por
ejemplo en una gran Ciudad como México, los factores naturales siguen
siendo determinantes en cuanto a la conformación del clima local, pero la
acción humana es ya mucho más importante que en el caso de Jalapa o de
regiones menos humanizadas.
Es importante la situación de nuestra ciudad en el mapa del planeta o de
nuestro propio país, lo es también el relieve desde luego, pero es muy
importante (por lo que ha tenido de deformadora de la realidad naturalj la
acción del hombre al desecar los lagos, al romper el equilibrio de la na-
turaleza como lo dijo desde principios del siglo xrx el mismo Barón de
Humboldt. Ese equilibrio creado por la naturaleza se destruyó para evitar
las inundaciones de la Ciudad de México, pero trajo como consecuencia
(creo que se ha hablado sobre eso en la anterior sesión de esta Sociedad)
los graves problemas que hoy sufrimos, las tolvaneras, la disminución de
la humedad relativa, el crecimiento y el avance más rápido de la deserti-
zación en nuestro país y concretamente en la Cuenca de México. Y si a eso
le agregamos las fábricas, la acción de los talleres y de 600 mil au-
tomóviles que existen en este Distrito Federal y sus cercanías, que
despiden gases e intoxican el ambiente y hacen de nuestra ciudad una de
las más envenenadas de todo el planeta, tendremos entonces el sinog que
tantas veces hemos visto desde lo alto de ese guardián que es el Monte
Ajusco.
Enionces el nredio natural es el conjunto de todos esos factores: la
situación matemática y relativa; el relieve; el clima (y la atmósfera en
la cual se condensan los rayos solares, y muchos otros aspectos que incluso
tienen influencia extraterrestre) el suelo o sea la capa donde crecen los
vegetales; los propios vegetales, todos las tipos de vegetales no creados
por el hombre; todos los aspecta hidrológicos, no sólo los ríos sino las
aguas del subsuelo y los lagos; las aspectos oceanográficos, los mares
pequeños y los mares grandes y los grandes ocCanos y todo el océano
mundial; la fauna y los recursos minerales, creados por la historia geo-
lógica de este pequeño planeta. Todo ello en su conjunto, como lo dijo
siempre Humboldt, es el nredio. Pero es un medio que solamente abarca a
lo que hemos llamado er? Geografía la capa o envoltura geogrSfica del
planeta. No inclriye lo que ocurre en el centro de la Tierra ni lo que ocurre
en la Luna o lo que ocurre en otro planeta, sino que es una capa que com-
prende la atmósfera (que hace posible la vida) y tambikn la cortezz
propiamente dicha y el subsuelo donde están los recursos naturales, sobre
todo minerales, que el hombre explota. Ese es el itredio de nuestro planeta,
que recibe influencia de todo este costnos, del cual nuestro sistema solar
no es más que una parte. El 1)ledio geográfico se constriñe, pues, a esta
capa de nuestro planeta.
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ N
DEL HOMBRE

La naturaleza y su influencia

La influencia de la naturaleza se manifiesta en dos formas primordiales:

1. La influencia directa por medio del clima, del relieve, de la vege-


tación, del mar, de las rías, etcétera. Aquí se puede hablar de un cierto
determinismo en el vestido, en mucho de la alimentación humana, en la
vivienda y sus tipos; en las materiales de construcción que se usan, y, por
ejemplo, es evidente su influencia en la vida diaria y hace posible la vida
misma ya que sin oxígeno no podríamos existir. El medio crea obstácu-
los también para las comunicaciones, por, ejemplo las grandes cade-
nas montañosas, los grandes ríos que obligan al hombre a actuar para
vencerlos.
El segundo tipo de influencia se manifiesta en las actividades económi-
cas. Directamente en la agricultura se manifiesta la influencia del suelo,
del clima, del relieve, todos en conjunto; en la ganadería no solamente
existe la influencia del pasto, es la influencia tambien del suelo que
condiciona la existencia de ese pasto, del clima que permite que exista y
viva ese pasto, del relieve que a su vez ha condicionado en cierto modo el
tipo de clima y otros a5pectas más. En la explotación minera es evidente
que la geología y las recursas del subsuelo tienen una interacción definida.
En la explotación forestal es decisiva la existencia de los bosques, los
suelos, las climas, etcétera y en la producción de energía hidroelectrica es
evidente la influencia del agua, sin la cual no se podría producir. En la
explotación pesquera, como dijo tambikn el viejo Marx, todavía no se da
el caso de que pueda haber pesca en un lugar donde no hay peces. A su vez,
en las comunicaciones y las transportes es muy importante el relieve, la
hidrología, muchas veces la vegetación, las grandes selvas del Amazonas,
los grandes desiertos. Tambien en el comercio se manifiestan muchos
aspectas de la naturaleza, pero vemas cómo la influencia directa y decisiva
de la naturaleza se manifiesta muy claramente sólo en las actividades pro-
ductivas más sencillas, menas complicadas o sea en las primeras etapas del
desarrollo de la humanidad, etapas que desgraciadamente subsisten to-
davía (porque creo que nadie de ustedes está de acuerdo con la teoría
folklorista que se complace de que todavía haya gente en la edad de piedra
en la Nueva Guinea o en Australia). Entonces, en estas actividades
primitivas que subsisten hasta hoy, son en las cuales la naturaleza tiene una
influencia preponderante: en la recolección de frutos, en la caza, en la
pesca primitiva, en el pastoreo nómada, e incluso todavía la influencia de
la naturaleza es muy grande en la agricultura de subsistencia e incluso en
10 que nosotros llamamos en México agricultura de temporal, tomada
en general.
La explotación forestal simple también está influenciada muy direc-
tamente por la naturaleza y de igual manera las comunicaciones y el
comercio primitivo. Ustedes recuerdan el comercio que efectuaban
nuestros hombres prehispánicos a base de los tamemes y por faltarles
animales y la rueda: entonces había muchos problemas naturales que
vencer. Aun cuando aparecen y se desarrollan las actividades económicas
complejas, superiores, más evolucionadas, la acción de la naturaleza sigue
manifestándose y nunca dejará de hacerlo, pero ya no es siempre el aspecto
decisivo. Es ahora muchas veces una influencia indirecta, ya no directa, y
la acción del hombre es entonces muy importante. Un mismo factor natural
puede jugar y, de hecho hay numerosos ejemplos al respecto, un papel
distinto en diversas tpocas históricas, unas veces el mar puede ser posi-
tivo, otras veces el mar puede ser negativo y desputs en el curso de la
historia volver a ser positivo. Depende pues del tipo de relaciones produc-
tivas y del tipo de desarrollo general de la humanidad.
Por ejemplo, en la agricultura de temporal es cierto que la lluvia es muy
importante, es cieno que el tipo de suelo es muy digno de tomarse en
consideración, pero el hombre está interviniendo cada vez más a través del
uso de fertilizantes, a travts de las semillas propias para el tipo de clima.
Ustedes saben el éxito que han tenido las semillas seleccionadas, hibridas,
de nuestro país y adaptadas ahora a las climas de la India, de Pakistán y de
otros lugares. Se introduce la mecanización o se hace una agricultura
intensiva en la cual la mano del hombre, la mano fina del hombre del
Oriente, del Japón, de China, de la India, del Sureste de Asia, la mano
del hombre tambitn competente de Holanda y de los Estados Unidos, con
sus conocimientos, con sus posibilidades de acción, unos en un medio
pobre, otros en un medio más rico pueden introducir aquello que la
naturaleza no ofrece, rotación de cultivos, terrazas, retención del agua,
combate de plagas, etcétera. Qué mejor ejemplo que la agricultura de
riego, en la cual es decisiva la acción del hombre mediante presas para
retener el agua, canales para distribuir esa misma agua, llueva o no llueva
en esa región. En nuestro caso las grandes adelantos agrícolas, desde el
punto de vista puramente productivo (me refiero a Sonora, a la Baja
Califomia, a La Laguna, a Matamoros), nos lo demuestran los drenes que
el hombre hace para evitar la inundación de las planicies en Tabasco,
la selección de semillas adaptadas a ese clima. La ganadería intensiva no
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

es ya un producto de la naturaleza, es un producto de las granjas, es un pro-


ducto del hombre, es un producto de la necesidad de artículos ganaderos,
huevos, carne y kcbe todos las días para las p d e s ciudades. El hombre
crea pastos nuevos, siembra desde aviones, combate las plagas, selecciona
las razas del ganado y vence las dificultades que ofrece la naturaleza.
En el caso de las industrias modernas, todas lo sabemos, el hombre hizo
los ferrocarriles para mover las materias primas, como antes lo había
hecho con las carretas primitivas, para llevar ahora en pocas horas el
carbón de piedra del Rhur a Francia y de Francia al Rhur el mineral de hie-
rro, o de Nueva Rosita, en nuestro país, a Monterrey, y del Cerro del
Mercado de Durango y de La Perla a Monterrey, sustituyendo aquellos
materiales que la naturaleza no ofrece (como en Inglaterra) muy cerca
unos de otros. El hombre fabrica barcos para llevar el petróleo de un lado
a otro, por ejemplo en Japón se construyen tanques de 240 mil y más
toneladas.
En resumen, el hombre aplica los avances de la técnica y de la ciencia
en todas las ramas.
Finalmente, otro ejemplo: el comercio moderno. El comercio moderno
urbano es una obra que se debe a la iniciativa del hombre, una obra en la
cual desde luego, se &pende en muchas casos de la naturaleza por lo que
se refiere a la producción de determinadas mercancfas. Estas pueden venir
de otros lados, de climas tropicales, de climas fríos, de climas templados,
pero no sería posible llevar a cabo ese comercio sin los medios de
transporte que el hombre ha creado y con los cuales ya en estos instantes,
fuera de algunas zonas donde se encuentran las más altas cadenas mon-
tañosas, los desiertos y selvas, ha vencido prácticamente a la naturaleza
mediante formidables carreteras y ferrocarriles, moviendo además por
avión pasajeros y t i p distintos de cargas. Es gracias tambiCn a cuantiosas
inversiones que se puede realizar el comercio: inversiones en locales,
inversiones en sistemas de venta, inversiones modernas como cadenas de
tiendas de grandes monopolios, que a veces cubren todo el país. Además
es producto de la necesidad de servir a los centros de consumo, que crecen
y son obras del hombre, no de la naturaleza.

La sociedad y su influencia

Ahora veamos el mecanismo mediante el cual se lleva a cabo la influencia


del hombre sobre la naturaleza tal como lo veo y en pocas palabras. La
influencia del hombre no la estimamos como la influencia de un hombre
aislado. El ermitaño (todavía hay dos o tres allá en las alturas del Hima-
laya) de todos modos depende de otros hombres de la India o del Nepal
para su subsistencia y no tiene casi que ver con la transformación en gran
escala de la naturaleza. La influencia a que nos refeirnos es siempre una
influencia social, es siempre una influencia de grupo, de clases sociales, de
pueblos enteros en su conjunto, a nivel continental o de grandes gru-
pos raciales, de grandes grupos humanos que muchas veces trascienden
las fronteras políticas. Es realizada sobre todo a través de la acción de
los trabajadores, de los hombres que laboran con sus manos, de quienes en
las épocas primitivas cazaban los mamuts y los bisontes; de las que reco-
lectaban frutos y capturaban peces materialmente con las manos; de los
hombres que crearon las grandes civilizaciones.
La acción del hombre se expresa sobre todo a través del trabajo de
los esclavos de las viejas civilizaciones, de los de Egipto, de la Mesopo-
tamia y la India, de Indonesia y Persia, de Roma y del México antiguo y
10 decimos no por un romanticismo estCril, sino porque esos esclavos, esos
siervos son los que cortaron los árboles, son los que araron la tierra, son los
que construyeron las pirámides e hicieron los canales de riego y erigieron
grandes ciudades, muchas de las cuales todavía existen. En la Edad Media
fueron los siervos, no los reyes; los siervos de la Edad Media europea, los
siervos del feudalismo asiático, quienes con su esfuerzo material hicieron
posible las grandes civilizaciones de esas Cpocas, incluso durante esa
oscuridad de la Edad Media, con sus grandes avances y retrocesos en
Europa. Más recientemente y hasta hoy quienes llevan a cabo la mayor
parte de la influencia sobre la naturaleza son también los obreros y los
campesinos, los artesanos, los hombres del transporte, los marinos,
los mineros, los que sacan del suelo y del subsuelo la riqueza social,
riqueza que no retienen y se va a acumular después en otras manos. Claro
que tambien participan en esta lucha con la naturaleza los hombres de
ciencia, nadie lo niega y no estamos con los trabajadores por su diario
sufrimiento sino porque en realidad son los productores. Tambien los
hombres de ciencia cooperan en la lucha con la naturaleza, porque son
los que investigan las leyes físicas y descubren nuevos aspectos de la
química, de las matemáticas. También lo hacen los técnicos y los intelec-
tuales más diversos, cuya sabiduría se aplica a la producción y al mejora-
miento de la vida humana.
Por eso se ha dicho que las masas trabajadoras son las creadoras de la
historia y, no en un sentido indirecto, ni desde el seno de un palacio o de
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ N
DEL HOMBRE

un ministerio, sino con sus manos y con su sar,gre, hacen la historia. Aun-
que sobre ellas siempre hayan estado montadas las Clites, las oligarquías,
los vivales de siempre, los que se aprovechan del trabajo de los otros, los
sinvergüenzas de siempre, los que siguen robando a sus semejantes.
Si en el mundo desarrollado la máquina está sustituyendo cada vez más
a la acción productiva directa del hombre, en nuestro mundo (y cuando yo
hablo de nuestro siempre es el mundo al cual pertenece MCxico, es decir
el mundo subdesarrollado, el mundo pobre y atrasado donde viven dos
tercios de la humanidad bajo régimen capitalista), en este mundo, por lo
contrario e s más cierto todavía lo que afirmamos antes y por mucho
tiempo, quizá siglos, el problema principal en nuestros países será el de dar
trabajo productivo a millones y millones de hombres.
La acción del hombre sobre la naturaleza se manifiesta a través de la
organización social y, por ende, gracias a los avances técnicos, a los
medios de producción que se han alcanzado hasta esa Cpoca determinada.
El motor original que sigue siendo el motor más importante de la lucha del
hombre con la naturaleza es la satisfaccibn de necesidades, ya sea de las
necesidades mhs simples (el vestido, la alimentación, la vivienda, el
combustible para preparar los alimentos) o bien las necesidades cada vez
más complejas hasta llegar hoy a muchas necesidades de carácter cultural,
necesidades de descanso y recreo, necesidades de salud y de meditación,
necesidades deportivas, etcétera.
En un principio los pueblos primitivos, los grupos de recolectores, de
cazadores o de pastores nómadas vivieron en buena medida dominados por
la naturaleza; la desconocían, la temían, le rendían culto. Ustedes saben
muy bien que aquí en algunas partes de MCxico subsiste ese culto todavía
como existe en África, en Asia y en las selvas americanas del Sur; el culto
a los ríos, culto que en la India es vivo hoy al Padre Ganges y en China lo
era al Yantze y el Amarillo; el culto a los mares en el Japón; el culto al Sol
en la América del Sur y en MCxico; el culto al viento que todavía hoy es
poderoso en África; el culto a la lluvia con náloc; el culto a la estepa en
la vieja Rusia. DespuCs, la propia necesidad lleva a descubrir nuevas tie-
rras y a sembrar las praderas y a sembrar campos antes cubiertos de bos-
ques y avanzar a las regiones templadas y a las regiones frías; lleva al
dominio de los ríos y de los mares interiores y de los d a n o s ; lleva a crear
10s automóviles, los aviones y los submarinos; a construir los puentes
sobre los ríos y a destruir los bosques; a romper las montañas para sacar el
mineral, y a tratar de evitar las inundaciones de ciudades y planicies, o sea
10 que Herkovitz señala en su gran libro sobre "El Hombre y sus Obras".
A cada gran epoca socio-económica corresponden rnievos instrumentos
de producción, nuevos inventos y se agregan desde luego a los que ya
existen hasta ese momento y van aumentando al bagaje cultural de la hu-
inanidad. Ya se ha repetido mucho este enunciado: la marcha de la
humanidad en su lucha con la naturaleza es como un proceso de fortale-
cimiento de un cuerpo, de mejoramiento constante, de mayor conoci-
miento de las leyes naturales que es en lo que consiste el dominio de la
ilaturalez. para su explotación en bien del hombre. Ese fortalecimiento es
un eterno combate con las fuerzas naturales, y a traves de ese combate
el hombre mismo se transforma y de esta manera construye a su vez nuevos
instrumentos para seguir adelante, ascendiendo siempre por una montaña
que no tiene fin. ¿Y por qué va adelante la humanidad? Por qué cada vez,
debe repetirse siempre, hay mayores necesidades que satisfacer, más
personas que alimentar, más mercancías por vender, más complejidad en
la vida de una especie que hoy cuenta con 3 600 millones y hacia el año
2000 se calcula tendrá quizá 7 000 millones sobre la Tierra.
Estas necesidades impulsan el adelanto técnico y científico en general
y este adelanto científico y técnico a su vez empuja a la sociedad a la
conquista de nuevas metas, es una acción dialtctica. A cada etapa histórica
corresponde el uso de nuevos recursos naturales y nuevos usos de los
mismas recursos que antes ya se explotaban en cierta escala, porque se
dispone de nuevas armas en esa lucha y de nuevas necesidades que se de-
ben satisfacer. Pero como en todas las cosas del universo, el ascenso
constante y eterno de la humanidad hacia cumbres ignoradas, trae consigo
tambikn consecuencias negativas, opuestas al progreso. Es decir, se
manifiesta el poder destructor del hombre que incluso retrasa la marcha y
a veces lo obliga a ir momentáneamente hacia atrás. Recordemos la
desertización del Cercano Oriente y su influencia en remotas Cpocas
históricas, la desertización de la China antigua y otros muchos ejemplos,
F r o esta marcha o este receso no es más que el preludio para otro futuro
paso adelante.
Esta acción negativa del hombre se manifiesta de la siguierite manera:
Por un lado el hombre ha destruido en forma brutal muchas de las
riquezas que ofrece la naturaleza; ha abierto, abandonado y erosionado
tierras; ha talado inmensos bosques y ha favorecido el proceso de deserti-
zación -proceso que está avanzando ahora sobre las zonas tropicales y
templadas del mundo-; ha desecado muchas lagos; ha deshecho mon-
tañas y ha dejado huecos en el subsuelo mediante la explotación minera;
ha estropeado la pureza del aire en muchas regiones; ha exterminado
EL MEDIO NAWRAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

especies de fauna y ha envenenado peces con los desperdicios químicos y


con el petróleo vertido en las aguas de los ríos y los mares; incluso bom-
bardea las bosques de Vietnam con substancias desfoliadoras para que no
crezcan ya las ramas ni las hojas de los árboles, aniquilando el vegetal
detrás del cual está un guerrillero. Acaba incluso con islas enteras median-
te explosiones atómicas y hace experimentos y pone en peligro la existen-
cia del hombre en una posible guerra nuclear, ya no sólo nuclear sino
bacteriológica y química total.
Por eso las Naciones Unidas señalan en un reciente estudio que la fuerza
destructora del hombre comenzó desde el primer día que pudo organizarse
para trabajar. Dice este informe:

"Más de 500 millones de hectáreas aptas para el cultivo se han perdido a causa
de la erosión y la salación. Unas 150 especies de aves y otros animales se han
extinguido debido a la acción humana, 1 000 más están en peligro. Ha
aumentado en 10 por ciento el bióxido de carbono atmosférico con respecto al
siglo pasado, esta cifra se elevará al 20 por ciento para el año 2000. La creación
de centros urbanos-industriales consumen en forma acelerada los espacios
abiertos de la Tierra, etcétera ..."

Otra víctima de la civilización, son los pobres animales de África,


combatidos cruelmente, debido al hambre de los negros (a quienes los
ingleses y franceses, portugueses, españoles, alemanes y tantos ilustres
conquistadores dejaron sin nada que ponerse) que se están comiendo hasta
el último león y la última jirafa y también por los safaris de los hombres
prósperos de nuestros países.
Pero no es menos cierto que al destruir el hombre ha creado y que el pro-
blema reside en evitar que la destrucción rebase ciertos limites, eso es lo
importante, porque no puede haber solamente construcción: si hay destruc-
ción hay constnicci6n al mismo tiempo. Y la muerte como dicen en la India
es un producto de la vida.
El segundo problema a que se enfrenta la acción del hombre sobre la na-
turaleza es que lo irracional de su influencia proviene precisamente de los
obsthculos creados por el atraso y las relaciones sociales de los hombres en
la inmadura, yo diría antidiluviana organización de los propios hom-
bres para producir bienes materiales y sobre todo para repartir la riqueza
obtenida con esa producción.
Problemas de este tipo han existido siempre, desde los albores de la civi-
lización. Antes hace 3 mil años, hace 2 mil, hace 100 era explicable que se
talaran los bosques y que se erosionaran las tierras, cuando la humanidad
era poco numerosa, había muchos campos sin ocupar y demasiada agua
que se perdía en los mares, minerales que nadie sabía usar ni podía usar y
bosques vírgenes inmensos en la propia Europa, China y América del
Norte. Hoy con 3 600 millones de personas es algo verdaderamente
criminal que se derrochen los recursos naturales y que al mismo tiempo las
arcaicas relaciones humanas, los anquilosados y degenerados regíme-
nes de producción imperantes en esta parte del mundo hagan imposible el
uso siquiera menos irracional de los recursos. No estoy hablando del uso
racioi?al sino menos irracional de muchos de los recursos. Es decir, lo
ahsurdo es que todavía hoy perdure el hambre, el atraso, la desnutrición,
la ignorancia, la superchería, esto es el subdesarrollo más patente y cruel.
Ya se anuncia el hambre general en el mundo. Según René Dumont en
1975 habrá hambre general en el mundo subdesarrollado. Aunque puede
parecer exagerado, el peligro es real y sin embargo, señores, con la técnica
actual no con la que se va a desarrollar dentro de 10, 20, 30 o 50 años, que
esa va a ser increíble sino con la técnica actual bien utilizada, las Naciones
Unidas afirman que se pueden abrir fácilmente al cultivo mil millones de
acres en el mundo tropical y 300 millones de acres en el mundo templado.
Un autor afirma que podría vivir aplicando bien esta tecnica a la agncul-
tura, a la ganadería, a la explotacibn forestal, a la utilización del mar, a la
utilización del aire, a la fuerza del viento, a la fuerza de las mareas, al calor
y al U S ~correcto de todos los recursos naturales, cuando menos 65 000
millones de personas. Lo que estorba es una situación en la cual una
minoría de naciones o más bien los que mangonean esas naciones y los que
les sirven, han logrado ciertos niveles de cultura, alcanzan relativo desa-
rrollo, es decir han pasado de lo que yo llamo la preprehistoria hasta el
capitalismo.
El capitalismo es apenas la prehistoria. Es decir, esta relación de
naciones poderosas protegen incluso algunos de sus recursos, se dan el lujo
de tener parques nacionales formidables. Y allá se habla -y en cier-
to modo existe para mucha gente- de una sociedad de abundancia. En
tanto que todavía dos tercios de la humanidad bajo régimen capitalista
vive la preprehistoria, en la miseria y en un atraso increíble.
Esa contradicci5n es la principal de nuestra epoca y esta llevando a
explosiones cada vez más graves. Los pueblos de los países subdesarrolla-
dos no creen ya (y eso es más importante para quien estudie el mundo
actual) en el fatalismo geográfico en que vivieron sus mayores cuando eran
colonias. Ya no creen en ese fatalismo que les inculcaron los ingleses en
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

la India, los franceses en África los españoles en América, los portugueses


en Brasil para hacerlos sentirse predestinados para la miseria, la explo-
tación y el hambre. Estos pueblos saben que sus problemas se podrían
resolver muy aprisa, con máquinas poderosas, con uso de la energía
atómica, con uso de fertilizantes disponiendo de crédito oportuno y barato
y de todos los demás aspectos que están usando y derrochando en el mundo
rico. Pero chocan con un tipo de sociedad que no quiere ni puede evitar el
hambre de millones de seres, ni el desempleo, ni el subempleo, ni
la prostitución en todas las ciudades del mundo capitalista, ni el derroche
y el uso irracional de los recursos naturales y de otros males del mundo
actual. No lo puede hacer. No porque las gentes sean malas, no porque no
tengan buen corazón, sino porque se rigen por el principio básico del
bussiness is bussiness.
Esta sociedad no puede resolver los problemas porque precisamente
vive gracias a que unos países dominen a otros y porque las leyes
económicas son más poderosas que los estados morales y religiosos. Nadie
dice que el sistema capitalista sea un régimen peor que el feudal, es cierto
que el sistema capitalista revivió a la esclavitud, que el sistema capitalista
conquistó a sangre y fuego a Asia, África y América, destruyendo viejas
culturas, aniquilando pueblos enteras, nadie olvida que al mismo tiempo
integró el mercado mundial y que realizó la división internacional del
trabajo, su división internacional del trabajo.
Es cierto que ese sistema hizo volar en pedazos a Nagasaki e Hiroshima,
pero tambiCn el sistema capitalista ofreció la energía atómica al mundo.
Lo único malo es que el capitalismo parece ser impotente ya ante los
graves males que aquejan a la humanidad en su conjunto. Quizá, no es im-
potente para resolver muchos problemas de Holanda, ni lo es para resolver
algunos de los problemas de los blancos en Estados Unidos o de los 20
rnillones de canadienses, pero estamos hablando de la humanidad. En
Estados Unidos se desperdician recursos y en la India se mueren de
hambre. Este mismo sistema gasta miles de millones de dólares arma-
mentos, cuando el problema en Pakistán, en el Congo y en Bolivia es no
tener empleo, ni una casa decorosa, ni una escuela, ni una esperanza. El
capitalismo monopolista cree todavía que podrá sobrevivir mucho tiempo
mediante el uso del napalm, el control d e la natalidad y los agudos
problemas que tienen los países subdesarrollados. Ahora ha inventado algo
para que este régimen social pueda perdurar: la "ayuda" de los países ricos
a los países pobres, que no llegan en total al 0.8 por ciento del producto
nacional bruto. Vastos son los recursos del mundo que ni siquiera se han
tocado mediante una explotación moderna. Buena parte de los trópicos
húmedos y se-, de las regiones frías, de las regiones montañosas del Asia
interior, y los d a n o s abandonados todavía casi igual que hace 5 mil años
y los desiertos, los verdaderos desiertos del interior de los grandes
continentes. Medio planeta espera generoso la llegada del hombre, pero
como las empresas de conquistar el trópico, el mar, el desierto, las
montañas y las zonas frías, de conquistar bien incluso las regiones
templadas, son empresas de gigantes; sólo las resolverán millones y mi-
llones de trabajadores del mundo pobre, del mundo hoy atrasado. La
salvación de la India la alcanzarán los hombres de la India, la salvación de
la América del Sur la harán los hombres que alli viven y la salvación
de México la lograrán los brazos de los que aquí nacimos. Esta empresa de
gigantes llevará mucho tiempo, pero será una tarea noble y valerosa.
Lo que más necesitan esos pueblos pobres y atrasados no son ni siquiera
las máquinas, no son las grandes excavadoras, no son los grandes tractores,
no son los grandes reactores atómicos, sino la unión y la fraternidad entre
ellas para que el mundo subdesarrollado pueda liberarse. El futuro del
mundo en su conjunto, no pertenece a Europa ni a los Estados Unidos, a las
grandes potencias de hoy, el futuro del mundo pertenece a la India,
a Vietnam, a Kenia, Nigeria, a Ghana, a Marruecos, a Argelia, a la RAU, a
los hombres que viven en el Congo, a los de Madagascar, a los de Brasil,
a 10s de Colombia, a los de Bolivia, a los de las islas del Pacífico, porque
esos son los que construirán las altas sociedades del mañana.
México, no es solamente (como han dicho muchos geógrafos ex-
tranjeros) el país más variado y más interesante del mundo desde el punto
de vista geográfico, sino que además, resume en sí, los problemas del
mundo actual. Pero tiene también enormes reservas para su futuro desa-
rrollo; debemos en primer lugar alcanzar la conquista real del centro de
México que está poblado pero no está conquistado bien. En segundo lugar,
realizar la verdadera conquista de las regiones pobladas desde hace siglos
pero que tampoco están bien conquistadas (como las zonas del sur de
México y Yucatán, las zonas más pobres de nuestro pafs, las zonas que ayer
vieron las grandes culturas, las zonas que ayer florecieron).
Tenemos entonces grandes reservas en el Norte y el Noroeste, no
sólo pzra mejorar lo que hasta hoy ha conquistado nuestra sociedad
sino también grandes reservas tropicales, mal o nada utilizadas, ríos que
se pierden, montañas que nadie conoce, desiertos abandonados y el mar
que ojalá pronto puedan conquistar los mexicanos. Para todo eso será de
inevitable y necesarísima cooperación la planeación efectiva real, tanto
EL MEDIO NATURAL Y LA A C C I ~ NDEL HOMBRE

de t i p nacional como de tipo regional. Ese es tema, del cual no podemos


hablar hoy.
Deseo terminar con una cita. En un libro reciente se señala lo siguiente:
Si la historia de la naturaleza hubiera durado hasta hoy un espacio de 24
horas, el correspndiente al tiempo transcurrido desde las primeras civili-
zaciones humanas hasta ahora apenas abarcaría 8.6 segundos. La era del
capitalismo (digamos del siglo XVI para acá) únicamente ocupa el 0.01 por
ciento de todo lo que es la historia de la naturaleza y el régimen socialista
calcula este autor, ocupa s61o el 0.005 por ciento de esas 24 horas.
Contra el derrotismo impotente de los que creen que hemos llegado en
el mundo actual al momento en que el Sol se oculta y comienzan las som-
bras que todo habrán de invadir, opongamos nuestra seguridad en que el
Sol apenas sale y se levanta y en que pronto su luz habrá de iluminarlo
todo.
Hacia una nueva política espacial*

Gestación

Desde siempre, la distribución de la población y las actividades productivo-


distributivas (así como la apropiación de la riqueza generada) han mostrado un
acentuado grado de desigualdad, marcados contrastes en el espacio y en las
clases y grupos sociales.
Ese desequilibrio, aunque tuvo antecedentes prehispánicns, se afianza en la
epoca colonial por causas de todos conocidas: una sociedad que se bsaba en
privilegios para la Corona española y para sus servidores en América, condi-
cionó todo a la obtención de las máximas ganancias procedentes de las
explotaciones mineras, agrícola-ganaderas, etcétera, y del uso intensivo de una
mano de obra ridículamente barata.
Obviamente el mayor desarrollo relativo se concentró ahí donde hubiese
más grandes recursos de metales preciosos y buenas tierras susceptibles de uso
inmediato. La ubicación de los reales de minas elevó la importancia de ciertos
puntos en los actuales Norte, Noroeste y Centro,' dejando de lado a casi todo
el Sur, Oriente, Noreste y Yucatan. Los centros mineros del Norte -Zacatecas,
San Luis, Parral, Chihuahua, Durango y otros como Álamos en Sonora-, se
vieron unidos al Centro por una red de caminos relativamente eficiente, que
tenía dos metas territoriales dentro de la Nueva España: Ciudad de Mtxico y
puerto de Veracruz, de donde las mercancías se irían a la Península. Además,
la minería se cnmplementaba con un desarrollo agrícola-ganadero en las zonas
susceptibles de uso para satisfacer necesidades de los moradores y ello explica
por que, además de los cer,tros mineros, crecieron varias ciudades como
núcleos comerciales y de interts mayormente agrícola (Puebla, Jalapa, Orizaba,

Trabajo presentado al Coloquio Cwt&.-México: Le CwLadn et le Mexique: mtonomie et in-


rcrrL5pcnrlanre dan<les nnnécv 80, celebrado en la Univenidad de Qu&x y Montreal, 30 d e ahril,
1, 2 de mayo de 1986.
' ii~Kepiíblica Mexicana dentro de sus limites actilales.
HACIA UNA NUEVA POL~TICA ESPACIAL

Toluca, Valladolid, Guadalajara y muchas más). Dichas ciudades se encontra-


ban situadas principalmente en el Altiplano Meridional y las feroces parajes en
la ruta al gran puerto. Excepciones hubo en Yucatán y el Sur, pero fueron
escasas; en las zonas áridas la ausencia de técnica apropiada limitó la creación
de otras áreas de interés agrícola. Sin embargo, cerca y lejos de las minas
proliferó el ganado mayor (y también el menor), por lo que en conjunto se
crearon bases para un cierto crecimiento del artesanado y las pequeñas
industrias permitidas por el poder colonial: éstas también se concentraron (con
rarísimas excepciones) en el Qntro, donde además la mano de obra indígeno-
mestiza se multiplicó a partir de mediados del siglo XVII.
Aunque en ocasiones se ha exagerado su verdadero papel, es indudable que
el centralismo del sistema colonial, impuesto en todo el territorio americano
(Lima, Bogotá, Caracas, Santiago, Buenas Aires, Quito, Gua:emala, etcétera)
fue factor determinante para afianzar el dominio de unas pocas y pequeñas
regiones sobre las otras en las distintos Virreinatos, Audiencias, Provincias o
cualesquiera que fuese el nombre de las unidades administrativas. A una or-
ganización centralizada y además dominada totalmente desde el exterior,
debía corresponder una articulación espacial determinada. Pero d e k insistirse
en que más que una centralización política o de poder, la realidad resultaba de
una concentración económica y sociai, pues era por virtud de necesidades
de control estatal, de repartición de lo producido entre las grupos locales y la
exportación del grueso a España lo que determinó la creciente importancia de
la Ciudad de México y del puerto de Veracruz en el esquema económico
es[>acial de la Colonia. Por su lado, crecieron por ley de inevitabilidad la
participación de ciudades como Guanajuato, Valladolid, Zacatecas, Puebla,
así como regiones famasas del tipo de Los Bajíos (simplemente El Bajío); los
valles de Puebla y Toluca, el centro de Veracruz y la propia Huasteca
veracruzana; las valles centrales de Oaxaca, la Meseta Tarasca, el Sur de San
Luis y Aguascalientes, las Altos de Lhiapas, entre otros, gracias a la expansión
1

1
del mercado interno. O sea que, a pesar del centralismo político-económico,
comenzaron a bosquejarse regiones de especialización concreta pero donde
I estas direcciones específicas de la división del trabajo se hallaban dentro
de sistemas espaciales más complejas y cuando ya el modo de producción de
corte mercantilista se consolidaba poco a poco en todas las estructuras. Estas
1
"regiones" fueron identificadas claramente por Alejandro de Hurnboldt en su
l
famoso "Ensayo Político": para entonces la minería era todavía la actividad
principal que generaba el grueso del producto.
Al consumarse la independencia política respecto a España sus frutos in-
I
mediatos se plasman ea la ruptura de la exportación de la plata a la antigua me-
trópoli y viene una progresiva decadencia de las ciudades mineras como
Guanajuato, Zacatecas, Taxco y otras, que se prolonga hasta el momento en
que se intensifican las inversiones inglesas y francesas y -desde el comienzo
de la epoca porfirista- las norteamericanas, que en el nacimiento y consoli-
dación del imperialismo económico no s61o absorben la minería sino también
trazan los ferrocarriles, designados para exportar los nuevos producm a
Estados Unidos, se apoderan de tierras, etcétera. Desde el punto de vista
espacial interno, el gobierno dictatorial necesitaba consolidar su dominio
sociopolítico en la Ciudad de Mexico, pues el famoso sistema federal creado
desde 1824 y reafirmado (después de duras luchas con las tendencias centra-
listas entre 1824 y 1857) en la Constitución liberal no se plasma en hechos
reales. "Toda la riqueza para la capital" precia ser el llamado de entonces,
pero como el proceso de industrialización en un país atrasado y dependiente no
s61o se retrasa sino que comienza deformado y endeble, no produce tampoco
un fenómeno similar al que en Europa y Estados Unidos resultó en el creci-
miento acelerado y definitivo de la incipiente metrópoli. Es más, desde 1890
a resulias de la acumulación producida por la minería destinada de nuevo a la
exportación, ahora con otro rumbo, en Monterrrey se va formando el primer
núcleo industrial, donde surgen a partir de 1900 ramas pesadas con ligas
decisivas por la necesidad de procesar los metales y satisfacer también un
incipiente mercado interno en el Norte y hacia el sur. Las regiones socio-
económicas se forman ya, pero en materia de población en 1910 predominan
zonas de gran densidad rural (Jalisco, Guanajuato, Estado de México,Michoacán,
Puebla, Veracruz, Oaxaca) y no es decisivo el peso de las aglomeraciones
urbanas. El rápido crecimiento de la Ciudad de México aún no se ha producido,
a pesar de las fuerzas centrípetas que ya operaban, aunque con escaso vigor por
la influencia aplastante del sector externo.
Por Grandes Regiones Socioeconómicas (GRSE) la población en 1910 estaba
bastante equilibrada entre el Centro-Occidente y el Centro-Este (=y 27 del
total, respectivamente) y el Norte minera y agrícola ganadero de exportación
tamtien tenía peso importante (15 por ciento), al igual que el Sur. Por su lado,
en 1900 el PIB total también registraba un balance de menor desproporción
que en las siguientes etapas: 30 del C-E, 20 del Norte y 17 del GO. En relación
a su población total, en 1910 se advertía ya un enorme rezago del Sur, que se
ha vuelto después tradicional. En ese momento, Yucatán pasaba por "buena"
época debido al auge henequenero y el Noroeste p a b a de algunos ingresos
debido a la exportación de mercancías agropecuarias y mineras (Cananea,
Santa Rosalfa, etdtera). Claro está que el famoso PIBper cápifa es totalmente
engañoso y en aquel moinento, por ejemplo en Yucatán, mastraba una concen-
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

tración brutal en manos de la "casta divina" dueña de los henequenales y


usufructuaria directa de su exportación a altos precios (junto con los interme-
diarios extranjeros).

Si se sigue el proceso registrado a partir de 1940, cuando acaba el periodo


transformador progresista de la Revolución Mexicana, se puede a grandes
rasgos contemplar - e n las cifras- el resultado del cambio producido por la
segunda Guerra Mundial y el enriquecimiento de la gran burguesía en el país,
que desde ese año se vio acompañado de medidas que aceleramn enormemente
la acumulación interna de capital y la dependencia respecto al capitalismo
norteamericano además de una industrialización "sustitutiva de importaciones",
donde en gran escala penetró la inversión extranjera en ramas clm)es(y no sólo
de las manufacturas sino tambiCn del comercio de venta interno y de interme-
diación para el exterior). Sale de los marcos de este trabajo detallar cuáles
fuemn las medidas político-económicas y sociales que condujeron al cambio
total del modelo diseñado en la etapa de apogeo de la Revolución Mexicana,
hasta 1940. Otro modelo de acumulación, de desarrollo, de política espacial
- e n fin- se instauró a partir de entonces y las resultados están claramente a
la vista, para quien los desee mirar. Aquí s61o hacemos un resumen a base
de información estadística y es por tanto imprescindible leer y analizar
multitud de libros que exponen el meollo de ese proceso, hasta las crisis de
1976, 1982 y 1984-1986. Entre parentesis, prevenimos al lector sobre
los peligros de aceptar tesis perversas por lo malintencionadas, absurdas por
lo sensacionalistas (muchas notas periodísticas) o destinadas a difundir
una ideología francamente ultrarreaccionana, a crear mayor confusión y
"pescar en río revuelto" @Case Luis Pazos y su "obra"), o simplemente
idealistas o desviadas de la realidad con fines políticos concretos (tanto de parte
de economistas oficiales como de las grandes fuerzas del sector privado y los
partidos políticas que se rigen por esos propósitos aviesos en forma per-
manente). No hay que olvidar un hecho: la interpretación de cualquier
fenómeno socioeconómico está sujeta a influencias y propósitos determina-
dos y no puede ser "neutral", pero el desiderufu~11 es acercarse al descubri-
miento de la verdad, "cueste lo que cueste", como decía Paul Baran. Y el
momento actual, con la crisis económica y el efecto de los recientes sismos nos
obliga con mayor razón a escudriñar todo con la más gruesa lupa y a decir lo
que gracias a ello veamos.
Nadie que este en su juicio puede negar el crecimiento de todas las
actividades económicas (productivas y distributivas, financieras y de inver-
sión) y la consecuente acumulación de capital en el país. Esto se vio acom-
pañado por un fenomenal aumento de población y por una urbanización
acelerada, pero tambiCn creció la población rural absoluta, aunque relati-
vamente su peso descendió en el total. Todo subió: la densidad media y la
regional en su conjunto, igual que por estados, pero su concentración fue
evidente en las grandes aglomeraciones y - e n menor medida- en las GRSE.
Vistas las cifras hasta la "gran caída" económica de 1982, parecían dar la im-
presión de un país en cierto "auge", que llevó a algunos analistas a escribir
libros sobre el "MCxico de 1980" producto de un incremento casi lineal,
olvidando lo más importante: la estructura de capitalismo subdesarrollado
dependiente, cuya suerte en todo se ligaba a la de un sistema capitalista avan-
zado en una veintena de países, frente a la pobreza relativamente creciente de
más de 100 naciones en America Latina, África y Asia. Y tambitn parecía
ignorarse que las rectificaciones y francas medidas contrarrevolucionanas (en
el sentido de lo realizado por una 2evolución como la Mexicana, hasta 1940)
habían traído serias consecuencias negativas en todos sentidos, tanto en la
distribución meramente espacial como en la estructura de las ramas económi-
cas y -sobre todo- en la apropiacibn de la riqueza producida, por clases y
grupos sociales. Así, en 1%6 escribíamos de esta manera: "Hablando en
ttrminm generales, se pueden distinguir varias metas de la planeación económica
que, para las fines de la presente nota, nos interesan sobremanera. Por un lado,
la planeación se propone conocer y utilizar más racionalmente los recursos
naturales y humanos de un país, programando al mismo tiempo las inversiones
por realizarse en la agricultura, la industria y los transportes, la educación y la
salubridad, etcttera. Se trata con ello, entre otras fines, de lograr que disminuya
la desproporción en el desarrollo de las diversas areas que integran el temtorio
nacional; hacer que las atrasadas (aunque potencialmente ricas) regiones
se eleven a niveles superiores; combatir en forma práctica la concentra-
ción industrial en pocos sitios; impulsar la red de comunicaciones dentro
de las zonas de mayor aislamiento; descongestionar las modernas superme-
trópolis; localizar acertadamente las empresas en el ambiente natural y social,
etdtera. Dichos propósitos sólo pueden lograrse si la planeación económica
y social se concibe como un proceso simultAneo, es decir, si se le estima co-
mo integrado por dos aspectas que deben obrar al mismo tiempo: la planea-
ci6n nacional, donde se deciden inversiones por ramas y sectores generales
de la economía y la vida social, y la planeación regional, en la cual se tra-
ta de dirigir e impulsar el desarrollo de las partes que componen ese todo
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

na~ional".~ Retomando aspectos pasados, en 1970 apuntábamos: "Coexisten,


pues, varias regiones industriales importantes y modernas, inmersas en el vasto
océano de la vida rural atrasada y pobre: mientras Mkxico no rompa el marco
del subdesarrollo, el problema de la desigualdad regional e intrarregional no
sólo se mantendrá en vigor sino que tendera a agravarse, a falta de una correcta
planeación económica. Mantenitndose en el subdesarrollo, el país tampoco
podrá crear la necesaria industria pesada nacional, para convertirse en expor-
tador de productos elaborados y evitar asi la importación de numerasas
instalaciones y aparatos complejos". Y concluíamos: "En resumen", podemos
afirmar que a partir de 1925 siguió adelante en forma acelerada el proceso de
consolidación y desarrollo de las regiones del Centro-Sur y del Centro-
Occidente. En ese periodo se abrieron vastas regiones de agricultura de riego
en el Norte, Noreste y Noroeste, lo que constituyó quizás el mas importante
fenómeno de la historia mexicana en la lucha con la naturaleza. TambiCn en
esta etapa se impulsaron decisivamente en el Oriente y Este-Sureste lo mismo
que en la Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero y el Bajo Balsas.
Por 10 contrario, se han rezagado en forma notable en su desarrollo muchas
regiones del Sur, de Yucatan, las planicies áridas situadas fuera de las distritos
de riego del Norte y Noroeste, vastas extensiones de las Sierras Madres, del
Istmo boscoso de Tehuantepec y de la Baja California. En suma, una de las mas
urgentes tareas actuales consiste en estructurar y llevar adelante en la práctica
un plan realista y audaz de desarrollo de las regiones atrasadas de Mé~ico".~
A continuación, en 1972, concluíamos que: "Nuestras estimaciones del
'índice' de pobreza basado en el metodo de J. Wilkie, confirma el lento me-
joramiento de la sobre-poblada Región Centro-Occidente (y) un empobre-
cimiento relativo y rezago de la Península & Yucatán y el sur de MCxico, (que
al presente se comienzan a superar mediante las importantes obras hidroel6ctri-
cas y de riego en la Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero, en el Istmo y en
Chiapas y con el crecimiento de ciudades como Acapulco, Tapachula, Apat-
zingán y Tuxtla Gutierrez). Pero dentro de todas lm wnas (subrayado mío, ABB
en 1986), los contrastes de región a región son todavía en~rrnes".~
Luego, en 1978, insistíamos en la necesidad de fortalecer el federalismo
mexicano, revisábamos la historia de los esfuerzos de desarrollo regional
llevados hasta entonces a cabo (los más importantes sucedieron en la epoca

"Elementos para una planeación económica regional", en Comercio Exterior, junio de 1%6,
p. 391--794.
'"Algunas ideas sobre relación de fenómenos en la etapa mas reciente del desarrollo económico
de M&xico", 1970.
'"Clianges in Developnsent trendc of Econmic Rcgiarv in Maico". (191íL1970). 1972
cardenista gracius a los cambios sociales implantados entonces) y al final for-
mulábamos conclusiones:

1. "Que se fortalezca, ahora que se abren las posibilidades mediante el


"auge" petrolero, la economía de los estados productores del crudo, gas y pe-
troquímicos, tales como Tabasco, Veracruz, Chiapas, Tamaulipas, San Luis
Potosí y otros como Oaxaca, Nuevo León, Coahuila y Campeche. Pero en
primer lugar, que ello sea en el marco de una programación estatal y regional
del Noreste, Este, Centro, Sur y Península de Yucatán. Que se les dote de la
parte correspondiente por la explotación de sus riquezas, pero que no se les deje
solos en la labor de integrar economías espaciales que requieren coordinación
macrorregional e interregional, dentro de un Plan Nacional de Desarrollo.
2. Que se fortalezcan los municipios, pero no los que ya son fuertes sino los
débiles, promoviendo las actividades económicas dirigidas por los gobiernos
estatal y nacional, pues de otro modo es mejor liquidar la mayoría de los 1300
municipios pobres y dejar s61o en todo el país alrededor de 1000, de acuerdo
a estudios concretos. O bien jse quiere sostener a todo trance la existencia de
los municipim actuales? A largo plazo estamos seguros de que, en otras
condiciones históricas, se procederá a reestructurar la división político-admi-
nistrativa del país.
3. Mediante el petróleo-gas-petroquímicos se puede crear una red de
ciudades en el Sur, Noreste, Península de Yucatán, etcétera, que realmente
impulsen la industrialización,fuera de las regiones de concentración industrial
actual: se fortalecería a estados o municipios "pobres" en petróleo y en otros
recursos. Pero hacerlo también dentro de una programación nacional y regional
adecuada, de un Estado progresista y democrático.
4. No es una aberración pensar en la planeación por macrorregiones, pues los
estados no pueden ser "regiones autárquicas"; es necesario estudiar las expe-
riencias de la India, Brasil, Perú y otros países del llamado Tercer Mundo.
5. La coordinación entre estados es producto de la desigualdad real del
desarrollo económico espacial; no creo que se oponga al federalismo y además
conlleva la coordinación entre municipios de diversos estados, en el marco de
regiones medias (en México hay por lo menos 13 casos de este tipo, de coor-
dinación irremediable e imprescindible). No se trata con el fortalecimiento re-
gional, de luchar contra el federalismo, sino de fortalecer la unión del país,
dando a cada parte lo que le corresponde.
6. De no atenderse la necesidad de fortalecer a las entidades, regiones y mu-
nicipios, y de coordinar estados y municipios, crecerá el clamor "antifede-
ralista", tendiente a instaurar regiones político-administrativasde base económica,
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

como ya existen en Italia y H. Yameogo pide se creen en Alto Volta "con un


poder regional", dentro de un Estado unitario.
7. Finalmente, si a pesar de su origen y sus tropiezas, el país no puede ni debe
cambiar hoy el actual sistema federal, fortalezcárnmlo en los hechos y
adoptemos los instrumentos necesarias, para que mañana no se nas tache de
imprevisores, de gente que por ser obcecada no vio el peligr~".~

Finalmente, en 1978 y hasta 1981 acometimos la tarea de analizar los


efectos regionales del "auge" petrolero en las regiones, propusimos ese ya
antes mencionado plan de desarrollo a base del peh-óleo-gas y de todos los
recursos regionales en su conjunto. Después de 1982 l a situación cambió y el
esfuerzo se centró en lo contrario (por dialéctico), o sea revisar los efectos
regionales de la crisis económica que todavía en 1986 sufrimos, pero hoy
acentuada por los sismos de septiembre de 1985, que en mucho obligan a
replantear la situación en su conjunto.

Auge petrolero

El carácter coyuntural de la política espacial mexicana, su falta de consistencia


en cuanto a significar una serie de medidas de fondo tendiente a cambiar la
situación regional, quedó demostrada en el breve periodo del llamado "auge
petrolero" que abarcó aproximadamente de 1978 a 1981. Por un lado, no
existieron grandes directrices bien estructuradas para "aprovechar" la situa-
ción que se abría (pensando tal vez que esta "bonanza" seria eterna, por lo
menas muy prolongada, debido al aumento de las precios del petróleo y a que
se suponía -según el Plan Global de Desarrollo 1980-1982- que los hidro-
carburas serían "la palanca de nuestro desarrollo económico y social"). De
acuerdo a ello, en tres años se generaría una "suma de recursos igual a 931 600
millones de pesos, destinados al financiamiento de inversiones para el desa-
rrollo". Escribimca en su momento: "Entre los mayores proyectos se contaban
10s complejos petrquímicos de Cangrejera y Pajaritos (en las regiones
petroleras tradicionales de Veracruz) y nuevos puertos para exportación, como
el de Das Bocas en Tabasco. Una parte sustancial de la inversión se dirigió a
la construcción de plataformas de petróleo-gas en las aguas territoriales del
Golfo de Mexico (frente a las costas de Campeche). Ademhs, el Plan Global
insistía en la urgencia de alcanzar la descentralización económica y en la

* "Federalismo y desarrollo regional", 1978.


"desconcentracir5n de la actividad económica de las zonas altamente industria-
Iizadas, como la Ciudad de México". Se llevaron a la práctica varios programas
de ayuda en las áreas marginadas (COPLAMAR) y fronterizas (CODEF), así como
obras diversas en puertos (Coatzacoalcos, Tampico, Salina Cruz y Lázaro
cárdena^)".^
En 1979 publicamos un estudio sobre "Impacto regional del petróleo en
Mtxico", en el cual reconodamos que se habían registrado cambios importan-
tes en las zonas petroleras, tanto en materia de reservas, de grandes obras
realizadas, aumento de población activa, crecimiento de las ciudades, etdtera,
"beneficiando" principalmente a las nuevas zonas petroleras de Tabasco,
pequeña porción del norte de Chiapas, sur de Veracmz, Cadereyta y Salina
Cruz y las plataformas de la Sonda de Campeche, donde comenzó a producirse
la mayor parte del combustible (con ciertos efectos en Cd.del Carmen y áreas
a l e d a ~ en
s la costa de Campeche). La petroquímica avanzó en Pajaritos, La
Cangrejera, Altamira, Cactus, etdtera pero no fue sustancial su desarrollo
fuera de las zonas de producción exportación (excepto algunas grandes plantas
en Salamanca, Azcapotzalco y Tula). Se tendieron oleoductos, pliductos y
gasoductas, pero esto también tuvo el efecto contrario, de acelerar hasta cierto
grado la concentración de la industria manufacturera en las regiones del Centro
y en Monterrey (en menor escala en Coahuila y Chihuahua). Al revés de lo que
propusimos en el "plan descentralizador y desconcentrador" de 1978, (donde
en varias decenas de ciudades se hubiese usado no s61o el petróleo y el gas sino
todo el complejo de materias primas y producción agropecuaria, minera,
etdtera para el desarrollo regional), en el periodo del "auge" se volcaron las
grandes inversiones a las zonas petroleras y en empresas gigantescas derivadas
de la producción, sin que incluso al mismo tiempo se hubiese planeado la so-
lución de las graves problemas urbanos, de servicias, etdtera, en ciudades que
crecieron en forma desmesurada (tampoco se previeron las efectos ecológicos
y de contaminación, así como las repercusiones de índole social en materia de
indemnizaciones adecuadas, conflictos de tierras, participación a los estados y
demás). Concluíamos en 1979: "Si todos conocernos el desequilibrio regional
de México, que en materia de energéticos se expresa en el "90 por ciento de los
combustibles" a base de hidrocarburos, que absorben el área metropolitana
(~610el Distrito Federal y Estado de México consumen 35.2 por ciento),
Monterrey, el Oriente y en menor medida el Centro-Occidente, lo lógico es
llevar el petróleo y gas a los centros potenciales de desarrollo en las demás

"Regionesecon6mic.?s e inversi6n: auge y uisis", en Momento econtimico nEc, IINAM, NO.9.


p. 4.

214
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

regiones del país. Pero entiendase bien que no proponemos un modelo de


desarrollo del país basado a-chsivamente en el petróleo, que como dice J.
Hodara "tiene repercusiones contradictorias en el mejor de los casos", aunque
"sabiamente orientada, (la actividad petrolera) abrirá nuevas cauces al desa-
rrollo industrial y regional, atenuará desequilibrios externos, y ofrecerá al país
una firme presencia internacional". De no llevar a cabo firmemente un plan de
industrialización del interior de la República, evitando que el volumen
de petróleo-gas y subproductos a las regiones donde se concentra la industria
aumente en el futuro, los hidrocarburos pueden propiciar un desequilibrio
regional aún mayor. Nosotras desde principias de 1978expusimos la necesidad
de dar "comienzo a una nueva estrategia de desarrollo regional, para romper el
proceso de concentración industrial y demográfico" del país, pero expresando
que esta política debiera apoyarse en una industria petrolera nacionalizada que
además invirtiera decisivamente en la petroquímica básica y secundaria, para
consumo interno y para exportación".' Pero, argüíamos, "es necesaria una
planeación democrática, antimperialista y de gran visión del uso de energeti-
cns,pues de otra manera ni siquiera las metas del Plan Nacional de Desarrollo
Urbano se alcanzarían y ni hablar ya del nuevo 'milagro económico' que
entonces se anunciaba."

Crisis nacional y regional

Este trabajo no tiene por objeto -ni siquiera en forma general- analizar las
causas ni el carácter de la profunda crisis económica, y por ende social, que
azota a México a partir de 1981-1982. S610 señalaremos que a nuestro juicio
tiene raíces internas y externas, aquellas derivadas de políticas erróneas
basadas - e n t r e otras m a s - en una sobreestimación de la capacidad que el
país tenía para salir avante gracias a una creciente exportación de petróleo
crudo, cuyos precios aparentemente podrían sostenerse por parte de la OPEPen
conjunto y de Mexico en particular (fuera de ese organismo), debido a un mayor
consumo en las naciones industrializadas. No se previó el derrumbe de los
precios y todas las fuerzas económicas de poder (sector público y pnvado) se
embarcaron en una desenfrenada carrera para obtener la mayor cantidad
posible de préstamas extranjeros, con lo cual se cayó en el enorme aumento de
la deuda externa, que a principios de 1986 alcanza ya prácticamente los 100 mil
millones de dólares. Que todos los productores del Tercer Mundo (incluso en
la OPEP)tambien se equivocaron, no es una buena justificación del error: ahora
todos estamos en el mismo barco en riesgo de naufragar y debemos ya
reconocer la imposibilidad del pago normal de la deuda e incluso & los puros
intereses. Los hecha dirán cómo se afrontará a partir de hoy el fenomenal
problema. Pero al menos señalamos que: 1) No se aprovechó el "auge
petrolero" para siquiera impulsar una nueva fase de la industrialización
-como nosotros habíamos propuesto en 197& con objeto de fortalecer a
aquellas regiones internas del país que potencialmente fueran las indicadas,
por sus propios recursos mal y/o poco utilizados (incluyendo la mano de obra
que esperaba ocupación como resultado del "auge"). Tampco se obligó a los
industriales a poner su. empresas en posibilidad de competir en el mercado
internacional y hoy la "otra salida" de la crisis está casi cerrada. El despilfarro
de los recursos financieros producto del "auge" fue impresionante y la gran
burguesía mexicana "exportó" como nunca antes buena parte de las divisas que
llegaron vía petróleo crudo, provocando así la caída vertical del peso. Después
de un breve respiro en 1983-1984, la crisis se acentuó en 19% y continúa a
principios de 1986 en forma desenfrenada: ya los precios del petróleo maya
nacional bajaron hasta menos de 15 dólares (5 de febrero), cuando "el 70 por
ciento de los ingresas por exportaciones provienen del propio hidrocarburo".
El New York Times señal6 el 4 de febrero que "la situación de Mexico es mucho
más grave" que la de Brasil, pues éste último "utilizó los préstamm del
extranjero para construir una base industrial y agrícola eficiente" ¡Eso es lo que
nosotros precisamente pedíamos, ya que la eficiencia incluye una mejor
política espacial! 2 ) La crisis de M6xico es parte de la crisis internacional del
sistema capitalista en su conjunto, pero en la cual corresponde la peor parte a
los países dkbiles, dependientes y subdesarrollados. Los problemas de la deuda
y la debacle económica se usan ya incluso por parte de las m,los bancos y
algunos gobiernos como armas polllicas para lograr el dominio total de las
pobres naciones, a quienes pretenden enfrentar a un dilema: o te entregas to-
talmente o te jalaremos aún más la soga, pues estás ya en el patíbulo y nosotros
somos los fuertes. Está en peligro incluso la supervivencia del Tercer Mundo
y sobre todo de América Latina como conjunto de naciones soberanas, si no se
afrontan las soluciones dignas, patrióticas y democráticas, que son la única
forma de sobrevivir ahora y de reanudar a mediano plazo un cierto ritmo de
desarrollo interno.
Para los fines de este escrito lo importante es recordar que el Plan Global de
Desarrollo 1980-1982 se basó en la idea del "auge petrolero casi permanente"
y la inversión en las zonas e instalaciones petroleras superó "los 25 mil
millones de dólares". Se invirtió tanto en el Este propiamente dicho como en
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

las plataformas de la Sonda de Campeche, con lo cual el peso relativo de las IPF
bajó en el Centr~Este,pero al final de todo los "planes utópicos" fallaron en
1982 y la crisis trajo consigo un verdadero desastre económi~o".~ El autor de
estas líneas señaló entonces que a partir de 1982 se advierte cómo la crisis
"detuvo casi completamente en un primer momento las 12 nuevas inversiones
petroleras y de gas, tanto en el Este como en el Noreste, en las plataformas de
Campeche, etdtera, aunque en 1983 se reanudaron varios de los proyectos. En
1983 las inversiones federales ejercidas, que apenas crecieron en un 4.9 res-
pecto al año anterior en su volumen nacional, se habían derrumbado en el Este,
pasando de 245 mil millones a s61o 129 mil (24.7 y 12.5 por ciento, respecti-
vamente) sin incluir las IPF "No distribuibles geográficamente"; si éstas se
incluyen, entonces la proporción del Este petrolero baja todavía más, hasta
alcanzar s610 9.5 por ciento) Por su parte, el Centro-Este se incrementa en su
conjunto de nuevo (alcanza 30.2 en 1982 y 37.5 el año de 1983) y el Distrito
Federal pasa de 20.9 a 27.5 por ciento en IP~distribuiblesgeográficamente. El
único cambio de cierta importancia en otras regiones se registra para el Centro-
Occidente, debido principalmente a las obras de la Siderúrgica y el Puerto
Lázaro Cárdenas, en la costa de Michoacán; las demás permanecen estables.
El aumento neto de la inversión en el Centro-Este (1%2-1983) fue de 30 y la
disminución en el Este, de 47 por ciento".
El Plan Nacional de Desarrollo, publicado en mayo de 1983, contenía ( en
su capítulo noveno, titulado "La política regional", una serie de acciones que
merecen ahora recordarse. Se aceptaban 6 Grandes Regiones (Norte, Centro-
Norte, Sureste, Pacífico Central, Costa del Golfo y Centro), con acciones
específicas para las zonas metropolitana., de la frontera norte, Mar de Cortés
(sic) y Sureste "para atender la problemhtica derivada de la crisis económica"
(p. 392). El Plan 1983-1988 insistía en una política de descentralización
económica, desarrollo estatal integral, fortalecimiento municipal y reorde-
nación de la actividad económica en el territorio nacional. O sea las ideas
expresadas desde hace muchas años por nosotros coincidían en buena medida
con las del Plan Nacional de Desarrollo (aunque nuestra delimitación de
Grandes Regiones se basaba en otros postulados y era distinta a la gubernamen-
tal). Por otro lado, el Plan se centraba en el Sistema Estatal de Planeación
Democrática (dentro de cada entidad federativa), en planes estatales y conve-
nias Únicos de desarrollo y en una programación presupuesta1 del gasto
regional. Entre las metas especiíficas se incluían las "líneas de acción para
revertir la tendencia concentradora de la ZM de la Ciudad de México",

"Regiones económicas e inversión: auge y crisis", en Moiirento econóitrico. No. 9, 1981.


integrando "sistemas regionales relativamente independientes" de la capital,
entre ellos uno en el Occidente (de Aguascalientes al Bajío, Guadalajara y
Manzanilla) y otro en el Golfo, desde Puebla-Tiaxcala (Altiplano) a la costa
veracruzana. Se hablaba tarnbien de robustecer "ciudades medias y comunidades
con adecuada capacidad" y de sentar las bases para "la mejor integración en el
desarrollo nacional, de regiones que por sus recursos y ubicación son estratégi-
cas para el futuro del país" @. 400). Despues, el Plan sostenía la tesis de que
debía ayudarse más a Guadalajara, Puebla y Monterrey para "reforzar el papel
de contrapeso de estas ciudades frente a la capital" y "restringir en forma más
estricta la localización de actividades manufactureras y terciarias en la Ciudad
de M é ~ i c o " . ~
Sería cuestión de discutir si el lider de la m,Fidel Velázquez, tuvo ra-
zón al declarar en febrero de 1986 "que el Plan Nacional de Desarrollo
era ya inoperante y había sido rebasado por la crisis", por lo cual sus postulados
eran inalcanzables. Lo que resulta indudable es que la IPF ejercida en 1984
refleja ya un nuevo crecimiento de la inversión en el Centro-Este de la
República, enfatizándose en esta materia el tradicional sitio privilegiado del
Distrito Federal y contrayendose aún más la inversión petrolera en el Este y
otras zonas.

Estnicturn regional, desastres naturnles y económicos: su relación con una


política espacial

Hacia principios de la presente decada, cuando terminaba el "auge petrolero"


y estaba por comenzar la crisis, indica que las cifras - e x c e p t o las de pobla-
ción- no han variado sustancialmente. Pero ja cuál tipo de Región nos refe-
rirnos en este trabajo? No podríamos insertar aquí toda la teoría regional en la
cual nos hemos basado desde 1%0 para la regionalización socioeconómica del
territorio mexicano, con fines de desarrollo. He aquí sólo sus puntos princi-
pales:

1. Las 8 Grandes Regiones Socioeconómicas (GRSE) de Mexico son un


producto histórico, fruto del trabajo y la lucha de las diversas clases sociales
que han integrado la sociedad mexicana desde la epoca colonial (con ciertos
antecedentes básicos de las etapas prehispánicas). Los periodos decisivos en

' Esto se plasmó el 23 d e enero de 1986 en el decreto que roncede mayores apoyos a las
empresas por locali7arse fuera & la ZMCM.
la formación regional corresponden al Mexico revolucionario (1910-1940)
y al posterior, hasta 1980.
2. Las CRsErepresentan un TODO, nada homogéneo sino de partes complemen-
tarias e integrando siste~trmen proceso constante de perfeccionamiento. A
su vez, estos son eslabones de un sistema nacional, obviamente no maduro
y que refleja las profundas contradicciones del subdesarollo capitalista
dependiente mexicano.
3. Hay en las GRsE niveles diversos de avance productivodistributivo, de
consumo y riqueza, pero en todas existe especialización, y peculiares
patrones demográficos, de impacto urbano, red de comunicaciones, etdtera.
4. Las principales fuerzas modeladoras del espacio social han sido en las
etapas contemporáneas: a) el Estado mexicano (creador de la infraestructura
y de ciertas grandes empresas industriales; controla el sistema bancario, las
fuentes de energía y los ferrocarriles; domina el movimiento obrero organi-
zado, el sistema ejidal, etctrtera, e irnplementa una determinada política
económica). b) El sector privado nacional, tanto en la industria como en las
actividades primarias y terciarias. e) La inversión extranjera, asociada al
capital nativo en manufacturas, comercialización, etctrtera. d) En escasa
medida y raramente de acción independiente, algunas grandes organi-
zaciones de trabajadores, a nivel regional y local.

Las Grandes Regiones, los estados, Regiones Medias, subregiones y mu-


nicipios se llaman Socio-económicas para fines de desarrollo, porque son
precisamente las que dehieran usarse en planes concretos por parte de las
fuerzas modeladoras del espacio social para impulsar el avance productivo y
una mejor distribución y ramas económicas (y de la apropiación relativa de la
riqueza productiva, no s61o a nivel espacial sino por clases y grupas de la so-
ciedad mexicana). Si ast no se hace es debido a la falta de madurez de los me-
canismos planificadores y en general de la nación como un TODO.
Se puede, entonces, concluir que las G R S E ~México
~ muestran hoy algunos
caracteres (comunes por cierto, en mayor o menor medida, a otras regiones de
países en similar estado de desarrollo de la America Latina): 1)Escasa madurez
relativa de los sistemas productjvo-distrihutivos regionales. 2) Proceso de rá-
pida urbanización, distinto al de los paises industrialimdos. 3 ) Ritmos de
avance muy disparejos a nivel nacional e intrarregional; crecimiento relativo
de las desigualdades espaciales. 4) Tendencias concentradoras de población y
actividades, en el territorio, y de la propiedad y la riqueza producida, en deter-
minadas clases y grupos sociales. 5) Creciente importancia del mercado
interno, aunque al mismo tiempo se reafirma la influencia del sector externo de
la economía. 6) Cambios positivos en las regiones que se pueden convertir
pronto en negativos, debido al carácter coyuntural de la política espacial y al
impacto de la crisis.
En consecuencia, el problema principal de la interrogante regional se centra
en encontrar la mejor fórmula que pudiese impulsar un esquema de desarrollo
de las Regiones, tendiente a disminuir el desequilibrio y enfilar hacia una
mayor justicia espacial. Insistimos en que para nasotros dicha justicia no es
solamente a nivel territorial sino en lo tocante a la más equitativa distribución
de la riqueza, acumulada gracias al trabajo humano. Esto último requiere de
una plítica realmente progresista por parte del Estado mexicano, que se base
en favorecer la disminución de la desigualdad en todos los órdenes. De otra
suerte, las perspectivas serían poco halagadoras, e incluso las medidas tomadas
-si no parten de esa politica, radicalmente orientada a ayudar a las regiones
discriminadas y a las clases ylo grupos explotad- pueden resultar contra-
producentes e inducir a una mayor desproporción en el reparto de las ramas
económicas y de los ingresos per ccípita y por clases sociales (como de hecho
ha sucedido ya, concretamente entre 1981 y 1986 debido a la crisis).
Ahora bien, la propia crisis económica y social de estos años se ha visto
acentuada como consecuencia de los sismos ocurridos en el país en septiembre
de 1985. Sin poder presentar aquí un panorama más o menas completo de los
sismos y sus efectos, aportaremos no obstante algunas cifras, que muestran la
magnitud de los desastres sufridos y la disparidad de los datos conocidos hasta
febrero de 1986. El día 4 de octubre ~ ~ ~ ~ w s ~ c a l cunu ltotal
a b ade 2 233 421
millones de pesos como costo aproximado de daños, incluyendo entre ellos 187
mil millones en 2 560 edificios destruidos y 33 mil dañadm; 25 mil millo-
nes en el Centro Médico Nacional; 100 mil millones en edificios privados y 30
mil en otros inmuebles; habiendose perdido 685 mil millones en equipo
destruido y 100 mil en los establecimientos industriales. A esto habría que
agregar 480 mil millones perdidos por paralización en las labores de todo tipo
de empresas u organismos. Por su parte, la CEPAL dio a conocer sus estima-
ciones al 15 de octubre, que se elevaban a 1 313 miles de millones de pesos,
pero obviamente fueron datos incompletos, como se reconoció en seguida. La
Secretaría de Hacienda y el Instituto de Ingeniería de la UN~Mestimaron,a su
vez, que los daños sólo oscilaron entre 330 y 660 miles de millones de pesas.
El analista Adip Sabag divulgó el 17 de octubre sus propias estimaciones de
''costo del terremoto", que sumaban en total 10 345 miles de millones de pesas,
incluyendo 2 050 en daños a las construcciones y 1 430 en daños a damnifi-
cados; 5 740 correspondientes a pérdidas para la economía y 161 125 a la
infraestructura y "al tesoro artístico". Agregaba Sabag que en ese total no se in-
HACIA UNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

cluían los "daños sicológicos" y "a la moral", que quizá sumarían más de 150
mil millones. Su conclusión era de que el costo de los sismos equivalía a 6 veces
las reservas del Banco de Mkxico; a 2.5 veces la exportación petrolera anual y
a todo el presupuesto federal de ese año.
Tampoco se conoce el número exacto de víctimas; que van desde poco más
de 4 000 (cuatro mil) s g ú n el gobierno del Distrito Federal, hasta 10 mil de
acuerdo a fuentes norteamericanas y 135 mil según algunos cálculos sin
verificación posible. Se habló de 100 mil viviendas dañadas sólo en el D.F. y de
la necesidad & reubicar a 350 mil personas en otras viviendas (D. Rodríguez);
en el interior del país, según la Secretaría de la Defensa Nacional, hubo sólo 48
muertos y 438 heridos, en 414 constnicciones destruidas, 325 semidestruidas
y 1 7% dañadas (octubre 31).1°
Si bien, como decimos, se desconoce la magnitud exacta de los daños
causados por los sismos, aquellos fueron muy importantes y a partir de
septiembre se pasó a una nueva etapa, en la cual el Estado y toda la sociedad
mexicana se han puesto a la tarea de sugerir soluciones a la problemática de la
organización espacial. Numerasas han sido las propuestas para acelerar una
descentralización & la vida económica y social nacional, tanto por la destruc-
ción en la capital de numerosos edificios don& laboraban miles de empleados
públicos, como porque el incesante crecimiento de la ZMCM trae consigo
mayores dificultades cada día y es necesario superarlas. No pretendemos
referirnos a esas múltiples ideas, lanzadas en los últimos meses, porque el
espacio se acaba y nuestro propósito es finalizar comparando sólo dos planes:
el que aprobb el Comitt de Descentralización de la Comisión Nacional de
Reconstrucción y el sostenido por el autor.
En el mismo reciente trabajo" avanzábamos los principales puntos del plan
del C de D, en la siguiente forma: 1)Los terremotos "grabaron en la concien-
cia del país los peligros de la concentración urbana en la ciudad de México. Los
riesgos visibles de la capital de la República, sus costos crecientes y sus
problemas de funcionamiento, han renovado la urgencia de modificar la
tendencia centralizadora de nuestro desarrollo". 2) Por las corrientes migrato-
rias "hacia las ciudades, particularmente a las de Mt?xico, Monterrey y
Guadalajara" se insiste en la necesidad de "frenar esta tendencia y crear polos
de atracción mediante un desarrollo regional más equilibrado". 3) Se continúa
con algo que siempre hemos sostenido: la urgencia de "desalentar el creci-

ABB. "Los sismos de septiembre, jclave para el futuro de Mkxico?. para Problemas del
desarrollo, 1986.
l1 Ibidem, p 1213.
miento de la Ciudad de Mkxico" e incluso reconoce que la propuesta de
"cambiar la sede de los poderes federales" merece "un estudio sistemático y
profundo". 4) Agrega una premisa básica reconocida por todos los analistas:
"el instrumento fundamental de cambio es la descentralización del proceso
económico, que implica sobre todo la creación de fuentes de trabajo, elemento
fundamental de atracción para los grupos migrantes. La creación de empleos
requiere, más que en otras circunstancias, la presencia de promotores y
organizadores de la producción, y la participación de todos los sectores de la
sociedad". 5) Despues, el Comité deriva a sus conclusiones, asentando que "el
esfuerzo descentralizador, para ser efectivo, debe evitar la dispersión y definir
claramente sus propósitos territoriales. Los sistemas urbanos no se pueden
inventar, deben partir de las redes urbanas existentes que se complementan y
de las ciudades dominantes en esas sistemas.
"Además de las regiones que tienen ya su propio ritmo de desarrollo, los
conjuntos regionales de ciudades que pueden crecer mejor son: 1) el conjunto
del CentreOccidente, que abarca las ciudades de San Luis Potosi, Aguasca-
lientes y el corredor industrial del Bajío hacia Guadalajara y Manzanilla; 2) el
conjunto de la costa del Golfo de México, que integra las ciudades que hay
entre Altamira, Tams. y Villahermosa, Tab.; 3) el conjunto del Noreste, que
comprende las ciudades fronterizas de Tamaulipas y en su integración al
corredor Monterrey-Saltillo, con ampliación a Linares".
Por nuestra parte, desde noviembre de 1985, en la F C P ~de la UNAM,
habíamos hablado de la necesidad de reesbucturar el espacio socioeconómico
nacional, con motivo de la emergencia creada, no s61o por los sismos sino
primordialmente por la crisis toda.12 Dicha reorganización se basaría en los
siguientes puntos: 1 ) Oponerse a la concentración creciente en la ~ C M tanto
,
por las razones económicas y sociales que recomiendan evitarla a todo trance,
como por causas micas, pues los sismos demostraron la vulnerabilidad de la
aglomeración, en caso de desastres qaturales. 2 ) Existe en todo el país un
proceso de rrtahración regional, por lo que si continúa agravándose la
situación de desequilibrio espacial, se afrontarán mayores riesgos de protestas
y luchas a nivel nacional. 3) Debe evitarse el rapido crecimiento de las w de
Guadalajara y Monterrey, e incluso de todas las ciudades que se aproximan al
millón de habitantes o ya lo han superado, como Cd.Juárez, Acapulco, Puebla,
León, etdtera, lo mismo que otras (entre 250 mil y 500 mil personas) ya
maduras y con cierta base industrial, por ejemplo Tampicc~Madero,Mexicali,
San Luis Potosí, Aguascalientes, y otras.

l2 "Sobre la reconstmrrión a ralz de los sismos".


fiACIA lJNA NUEVA POL~TICAESPACIAL

En oposición a esas tendencias, sostenemos que lo único racional es llevar


adelante planes de desarrollo regional a nivel del país, basados en la utilización
de la mano de obra, recursos naturales, económicos y financieros, para
propiciar el crecimiento de las regiones que potencialmente puedan lograrlo,
sobre la base de que una región no es sólo la ciiiáud sino la unión del ~ o mes,
decir del campo y la urbe. Así es como proponemos que la reordenación
espacial sea llevada a cabo -no en forma uthpica sino realista- desarrollando
la viabilidad económica y social de cada región media que ya cuente con
ciudades de cierto nivel, población suficiente, recursas potenciales, vías de
comunicación al exterior, etcétera. S610 en calidad de ejemplas, diremos que
hay varias categorías de regiones (con sus ciudades-cabecera, que se men-
cionan a continuación) que deben servir de pivote para el desarrollo: 1)
Algunas mayores pero poco dinámicas, como Oaxaca, Durango, Cd. Victoria
y Morelia. 2) Otras, menores pero con reales posibilidades de expansión:
Iguala, Chilpancingo, Tepic, Juchitán, San Cristóbal de las Casas, Colima, La
Paz, etdtera. 3) Otras más, con cierto dinamismo y que exigen mayor inver-
sión: Mazatlán, Guanajuato, Matamoros, Cancún, entre muchas más. 4)
Finalmente, hay cabeceras menores de región que han sido "dejadas a un lado"
en el desarrollo reciente, a pesar de sus condiciones regionales: Huejutla, San
Luis de la Paz, Ometepec, Valladolid, etdtera. Es hora ya de romper la discn-
minación de que han sido objeto, pero no por un "sentimentalismo" an-
tieconómico respecto a ellas, sino porque pueden y merecen avanzar co??lo
parte & la región que dirigen.
¿Sobre que principios actuar en la reordenación espacial? 1 ) Democrati-
zación real del proceso descentralizador. 2) Federalismo en los hechos, más
que en las palabras. 3) Políticas espaciales en favor de las grandes mayorías de
trabajadores y de las regiones hasta hoy en mayor o menor medida discrimina-
das. Esto permitirá levantar tambien el staus de Grandes Regiones y de
entidades en su conjunto. Sin pensar en ningún momento que en epoca de crisis
las soluciones propuestas puedan alcanzar resultados rápidas y completos,
de cualquier manera hay que recomenzar la ruta de la justicia social y de la
equidad espacial.
TERCERA PARTE

El estudio de
la regionalización
socioeconómica
Crecimiento e importancia regional
de nuestras ciudades*

Siibdesarrollo y iirbanización

Vivimos una era de "urbanización masiva", lo que ha permitido a Henri


Lefebvre plantear en reciente libro la hipótesis de la urbanización com-
pleta de la sociedad.' Este fenómeno, sin embargo, es particularmente
agudo en los países bajo modo de producción capitalista -sean industria-
lizados o subdesarrollados- donde las leyes del propio capitalis-
mo impulsaron -a partir de la Revolución Industrial y, sobre todo, de
la actual revolución tCcnico-científica- el proceso de concentración de la
riqueza, de los mercados, de las actividades económicas, de las comunica-
ciones e incluso de 13 educación y la cultura, en espacios determinados de
la superficie terrestre. Las leyes del capitalismo operan también en el
llamado Tercer Mundo, pero esto acarrea -precisamente por la existencia
del subdesarrollo y la dependencia- diferencias sustanciales respecto al
comportamiento de dichas normas, que deben ser estudiadas desde diver-
sos ángulos y con metodología propia. Hace años quedó manifiesta
a propósito del libro de Milton Santos L'Espace Partagé, nuestra coin-
cidencia con el autor en: a) la necesidad de estudiar la realidad so-
cioeconómica de los paises y regiones del Tercer Mundo con base en
10s sistemas factoriales (y no sólo variables numéricas); b) en que no se
puede entender la ciudad como un ente aislado de su región, siendo és-
ta esencialmente distinta de la prevaleciente en las naciones desarrolladas
y C) que la estruc:ura de nuestras ciudades y regiones es producto del
subdesarrollo.

* Trabajo publicado en Roista Mericmio de Cietrcim Políticas y Sociales, FCPyS-UNAM,


I I ~ I I I . 111-112,
1984.
' L.n rei.ohrción irrbana, Alianza Editorial, MadriJ 1972
Creemos, sin embargo, que si bien pueden existir elementos de los "dos
circuitos" de Milton (más claramente visibles en África y Asia que en
América Latina) aquéllos no son sino parte de un mismo sistema general.
El subdesarrollo en el injusto esquema de "división internacional del
trabajo" y el capitalismo como tal, crean distintos tipos de regiones, que
presentan profundos contrastes internos y a escala nacional. Propician,
además, la concentración y la macrocefalia: la integración de nuestros
países es un proceso histórico doloroso y brutal. Entenderlo y analizarlo,
penetrando en la realidad para estructurar teorías propias sobre el pre-
sente y el futuro debe ser misión de los investigadores sociales del mundo
explotado.? Las aportaciones de Lefebvre, Harvey, P. George y otros
autores europeos y norteamericanos son útiles para nosotros, pero se
refieren sustancialmente a la realidad de sus países desarrollados. Por eso
los libros de Santos, Castells y otros nos parecen pioneros en la larga ruta
-aún por recorrer- hacia el conocimiento de la esencia de nuestras
ciudades, de su evolución en el tiempo y el espacio, sus peculiaridades
específicas, proyección y problemas actuales: es decir, en el contexto del
sistema regional del que forman parte.
En los países subdesarrollados -indica Santas-, las redes urbanas son
de reciente aparición y conllevan el crecimiento acelerado de grandes
ciudades y, al mismo tiempo, el nacimiento d e numerosas ciudades
pequeñas: por eso no se debiera sólo analizar el fenómeno de macrocefalia,
si bien en MCxico -agregamos- ha sido determinante. Por lo anterior,
presentamos primero una visión panorámica del crecimiento urbano
nacional en general y en cada una de las grandes Regiones Socioeconómi-
cas (por estados completos) delimitadas por el autor desde 1960.

Incremento urbano 1910-1940

En 1910 -si se toma como población "urbana" a la de localidades con más


de 2 500 habitantes- la suma ascendía a 28.7 por ciento del total. Y para
entonces en el Distrito Federal alcanzaba el 87.3 por ciento del total; en
Aguascalientes 48.3 por ciento, Coahuila 43 por ciento y Nuevo León 34
por ciento, pero, en Hidalgo era de sólo 11 por ciento, en Guerrero y
Sinaloa 15 por ciento y en Tabasco 13 por ~ i e n t o Hasta
.~ hoy la estadística
Problenras del desarrollo, ano vil, núm. 26, 1976, pp. 127-129. Ver Geografia y ecorroniía
crt los paíces srth~lcsarrollados,Oikos-Tau, Barcelona, 1973, hni bitn de Mil ton Santos.
rtrh<iritr~
' E.stodí.sricassocialtx del Porfírido I6T-1910,Mémim, DGE, 1950.
CRECIMIENTO E IMPORTANCiA REGIONAL DE NUESTRAS ClUDADES

censal habla de "población urbana" cuando la localidad supera los 2 500


residentes. Ahora bien, nosotros basaremos algunas de nuestras compara-
ciones aceptando que la población urbana "es sólo aquélla que vive en
localidades de más de 15 000 personas" puesto que resulta infantil consi-
derar (urbanizados) a los pequeños poblados y villas que aún hoy no
cuentan con los mínimos servicios públicos y sus habitantes siguen
dedicados a labores agrícolas-ganaderas o forestales. Sobre esta base, la
proporción "urbana" desciende de 28.7 por ciento a sólo 12.6 por ciento en
1910 y los datos que se incluyen en el cuadro siguiente muestran clara..
mente el proceso regional entre 1910 y 1940, cuando la población había
subido ya a 19.6 millones; luego de llegar a 14.3 por ciento en 1921 y
aumentar a 16.5 por ciento diez años después.

Porcentajes de población urbana por grandes regiones, del total regional


1910-1940

Regioties 1910 1940

Noroeste
Norte
Noreste
Centro-Occidente
Centro-Este
Este
Sur
Península de Yucatán

FUENTE:La dinjmica de la población en México, CM, 1970.

Ahora bien, en 1940 la distribución total de la población en las regiones


era, respecto al nacional, de este tipo: Noroeste 6.1 por ciento, Norte 14.8
por ciento, Noreste 5.1 por ciento, Centro-Occidente 19.8 por ciento,
Centro-Este 28.6 por ciento, Este 9.7 por ciento, Sur 13.3 por ciento y
Península de Yucatdn con 2.7 por ciento. Es decir, se notaba ya el
incremento sustancial del porcentaje en el Noreste (industrias de Monte-
rrey), el Centro-Occidente y el Centro-Este (comienzo de formación de la
aglomeración de Mexico, D.F. y gran densidad rural de los valles altos), en
tanto que se estancaban o disminuían relativamente el Sur, el Norte y
Yucatán. Ya en 1940 el Centro-Este concentraba 47.4 por ciento de la
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACI~N
SOCIOECON~MICA

población urbana nacional (contra 42.5 por ciento en 1910); el Noreste 9.3
por ciento en lugar de 5.3 por ciento, mientras las ciudades del Norte y el
Centro-Occidente bajaban su proporción de 22.4 a 15.7 por ciento y de
15.0 a 13.4 por ciento, respectivamente. La agricultura tradicional de tem-
poral y la minería extractiva y de beneficio para exportación, dejaban de
ser ya los factores determinantes del crecimiento demográfico y con
mayor razón del urbano, que se vinculaban cada vez más con la naciente
industria de transformación y con los servicios. La reforma agraria llevada
a cabo durante el gobierno de Uzaro Cárdenas liberó mano de obra rural
y la convirtió en la fuente de creación del proletariado urbano, que en
verdadero alúd -sobre todo despues de la Segunda Guerra- llegaría a
poblar las ciudades del Centro y la Frontera Norte, a Monterrey y
Guadalajara, a todos los nacientes centros de la industria petrolera nacio-
nalizada en 1938: el mercado interno mexicano creció en adelante a pasos
agigantados, pero con una estructura deformada por la concentración
espacial y la desigualdad en los ingresos acelerada y brutal.

El fenómeno entre 1950 y 1970

En 1950 la población total había crecido hasta 25 779 254 personas, de las
cuales 7 198 3360 vivían en poblaciones de más de 15 mil habitantes (o sea
27.7 por ciento de "urbana"), donde destacaban ya la capital Federal,
Guadalajara, Monterrey, Puebla y otras. Diez años desputs el panorama
estaba básicamente conformado y los habitantes pasaban de 34.9 millones
en el país, con 12.7 en ciudades propiamente dichas (36.5 por ciento) y un
crecimiento acelerado de la población del Distrito Federal (4.7 millones)
y de las otras capitales regionales y estatales (excepto Tlaxcala, La Paz,
Canpeche y Tepic). En 1970 el censo registró 48.3 millones de personas
y de ellas 21.5 millones eran "urbanas" (44.5 por ciento en localidades de
mtis de 15 mil habitantes) o bien 28.3 millones (58.7 por ciento) en ma-
yores de 2 500 habitantes. Según el primer criterio, más acertado, la
distribución regional era como se muestra en el cuadro de la siguiente
página.
Los índices de urbanización calculados por el Colegio de Mexico
utilizando metodos electrónicos, muestran un formidable crecimiento
tanto en el total nacional como por entidades. En 1910 dicho índice era
igual a 8.24 para el país y subió a 16.15 en 1940 y 40.23 en 1970. El Distrito
Federal. que tenía 69.90 al finalizar el porfirismo, llega a 97.12 al
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

Población "urbana" en porcientos respecto a la total nacional y regional 1970

por cietzto de población por ciento de poblacióti


urbana tiaciotial urbana regiotial

Total nacional
Noroeste
Norte
Noreste
Centro-Occidente
Centro-Este
Este
Sur
Península d e Yucatán

F u m : Censas de Poblacióo 1970, México, 1973.

comenzar la década anterior. Arriba del índice nacional en 1910, estaban


Aguascalientes, Colima, D.F., Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí,
Coahuila y Yucatán. Hoy lo están diez estados, de ellos Baja California
(Norte) y Sonora en el Noroeste; Coahuila y Chihuahua en el Norte; Jalisco
en el Centro-Occidente; los dos del Noreste y Distrito Federal-Mkxico en
el Centro-Este. Han quedado rezagados en este aspecto importantes
entidades como Veracruz (23.42), Puebla (23.41) y San Luis Potosí con
(22.05) y, desde luego las del Sur (Oaxaca s61o 7.33, Guerrero 14.32 y
Chiapas 8.34) así como de la Península de Yucatán y algunos centrales o
del Norte (Tlaxcala, Michoacán, Zacatecas e Hidalgo). Todas las ciudades
han crecido, algunas de ellas en escala muy acentuada.
El desarrollo demográfico de las ciudades es muy ilustrativo, pues hay
ejemplos de explosivo crecimiento, tal vez no superados en el mundo
entero: entre 1910 y 1970 Tijuana pasó de 242 habitantes a 277 mil y en
1979 el cálculo era de 566 mil; Acapulco creció de 5 900 a 462 mil; Ciudad
Juárez de 10 621 a 625 mil; León, de 57 mil a 625 mil y Torreón, de 34 mil
a 275 mil.

Los factores principales del crecimiento

Desde luego, en dicho proceso de concentración urbana han influi-


do numerosos factores, entre los cuales cabe señalar los principa-
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACI~NSOCIOECON~MICA

les; algunos de ellos coinciden con sus similares de carácter mun-


dial y otros son d e índole nacional y regional. Como bien se ha afir-
mado:

El proceso de desarrollo de México se canalizó inicialmente a través de un sólo


núcleo urbano de crecimiento, la ciudad de México y fue a partir de 1940
cuando comenzó la diversificación del proceso d e urbanización (...) En los
últimos decenios la población urbana se ha triplicado y su elevado ritmo de
crecimiento se debió no sólo al aumento de la migración campo-ciudad sino
también a su incremento natural. Se estima que durante 1960-1970 el incre-
mento d e la población urbana se explica en 6 7 por ciento por el incremento
natural y en 33 por ciento por la migración. De esta combinación resulta que
la tasa d e urbanización, que fue de 5.4 por ciento anual, es de las más elevadas
del mundo.
En sí, el problema de la migración interna no sólo radica en el constante
incremento de su volumen, sino en que las corriente migatorias se dirigen a
unas cuantas ciudades. Se estima que, durante el último decenio, más de 50 por
ciento de toda la migración de México se dirigió al área metropolitana de la
Ciudad de México y otra proporción importante a las ciudades de Monterrey y
G~adalajara.~
(...) Las migraciones internas deben ser vistas como un fenómeno resultante
del proceso de cambio de la sociedad dentro del cual la dinámica poblacional
es una parte. Son estos movimientos de población una respuesta a la existencia
de desigualdades regionales dentro del sistema económico, político y social del
país. También e s necesario recordar que el crecin~ientourbano no impide la
existencia de una fuerte dispersión de la población rural: según el censo de
1970, de las 97 000 localidades del país, S1 000 tenían una población de menos
de mil habitantes y concentraban cerca de 30 por ciento del total de la población
de México. Es pooihle considerar que la gran mayoría de la población de estas
localidades esté al margen del desarrollo de México, y se caracterice por
analfabetismo, insuficiencia en salud y alimentación, valores culturales tradi-
cionales, etcétera. &ta población, que es de 14 millones, está creciendo a tasas
muy reducidas (menos de 0.6 por ciento anual), lo que indica que una par-
te importante de la migración rural se origina en este tipo de localidades.
El deterioro de las condiciones del campo, unido a la presión que ejerce el
creciiniento demográfico, se manifiesta entre otras situaciones en un creciente
desempleo y subempleo que está provocando no sólo la migración hacia
centros urbanas del país, sino también el éxodo de trabajadores hacia Estados
unido^.^

' Programa nacio~raliridcarivo de inrpestigación dentogrhfica, CONACIT, 1976, pp. 9-10,


Il?i&ni, p. 10.
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

Diversos factores internos merecen señalarse: 1)La reforma agraria,


que sobre todo en las regiones centrales liberó mano de obra en gran
escala. 2) El deterioro de la propid agricultura de temporal, en amplia
zonas de gran densidad del Centro, en las tropicales del Oriente y del
Norte. 3 ) La industrialización basada en la concentración espacial en
pocas ciudades, principalmente en las áreas metropolitanas de México y
Monterrey, en algunas poblaciones del Centro-Este, el Norte, Este
y Centro-Occidente (Guadalajara en los últimos años). A su vez la concen-
tración del capital trae consigo un descenso en la importancia del artesano,
antes predominante en el Centro y Sur. 4) El desarrollo de la agricultura de
riego en los valles del Noroeste, Norte y Noreste, que atrae a inmigrantes
proletarios del campo. 5) Intensificación de la dependencia respecto a
Estados Unidos, que. consolida a su vez la faja fronteriza con este país y
permite un crecimiento rápido de las ciudades (donde también hay ciertos
esfuerzos de industrialización) y su comercio, etcétera. 6) Los servicios
han proliferado en todas las grandes ciudades, donde además se dispone de
las mejores instituciones educativas y de preparación de mano de obra.
Hacia allá van las mejores vías de comunicación y se concentra el
transporte. 7) La inversión extranjera se ha localizado principalmente en
las aglomeraciones, controlando no sólo parte de la gran industria sino
también del comercio. 8) La política de inversiones, privadas y guber-
namentales (y tambitn los generosos "subsidios" gubernamentales en
materia de alimentos, energéticos baratos, exenciones y rebajas, mejor
infraestructura, etcétera) al orientarse hacia las grandes ciudades (sobre
todo Mexico, D.F.) las ha convertido en polos de atracción, mientras
grandes zonas rurales permanecen casi abandonadas y sin fuentes de
trabajo. 9 ) El fenómeno de la centralización se observa igualmente en el
terreno del control político, de la banca y los "negocios" en general.
En suma, el proceso de urbanización (que trae consigo el hacinamiento
de millones de personas en las áreas metropolitanas y en ciudades media-
nas y pequeñas, donde campea la miseria y el desempleo) es reflejo del
desequilibrio regional y en materia de ingresos; a su vez, fenómeno
propiciado por la acción histórica de un modo de producción basado en la
desigualdad entre los hombres y entre las regiones.
La migración interna ha sido factor importante en el crecimiento urbano
y demográfico en general de estados y regiones. Aunque no hay estudios
completos al respecto, entre 1950 y 1960, las entidades que tuvieron fuer-
te inmigración fueron el Distrito Federal y las del Noroeste, Chihuahua en
el Norte, ambas del Noreste, Veracruz, Colima, Campeche y Quintana
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACI~NSOCIOECON~MICA

Roa6 Además, recibieron una fuerte corriente de inmigrantes los mu-


nicipios de todas las regiones industriales del Centro (área metropolitana
de Guadalajara, Salamanca, Celaya, Puebla, Sahagún); Culiacán, en Si-
naloa; Monclova, en Coahuila; Tapachula, en Chiapas. Algunos de estos
municipios (y otros como El Fuerte, San Luis Río Colorado, Cajeme, en el
Noroeste y Matamoros, se encuentran localizados en los grandes valles de
riego y otros más deben su enorme crecimiento a la atracción de la frontera
(Juárez, Tijuana, etcétera). Por lo contrario, zonas enteras de Oaxaca,
Guanajuato y Guerrero, Zacatecas y Durango, sur de Nuevo León, pierden
población por ese proceso migratorio a las ciudades y valles de agricultura
comercial. Existe, además, fuerte migración temporal de otros estados
pobres o densamente poblados (Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco) a los
vecinos, al Distrito Federal, Veracruz y a las zonas "de migración prefe-
rente": el Noroeste, el Noreste y Chihuahua,' en la década de los 70.
Se ha intentado hacer una clasificación de las 37 ciudades más impor-
tantes del país, de acuerdo a su primera función predominante8 y resultó
que en 18 de ellas la función "servicios" fue la más importante, en 7 la
industria y en 6 el comercio. En resumen, 25 ciudades eran diversificadas
por el número de funciones, 8 "semidiversificadas", dos "bifuncionales" y
dos "unifuncionales". Hay aquí evidentes errores, pues a Mexicali se le
considera sólo "ciudad de servicios" (a pesar de su importante industria y
la agricultura en el valle de riego del Colorado) y a León sólo "industrial"
cuando es al mismo tiempo gran centro comercial (!). Como advierte
Claudio Stern, entre 1940 y 1955 el crecimiento dinámico de la industria
favoreció la migración "de ciudades menos dinámicas a otras que lo son
másv9 No obstante, esas deficiencias, es de reconocerse que, como escribe
J. A. Sporck: "Los países en desarrollo realizan desde ahora y en forma
simullánea y no sucesiva, las dos revoluciones, la industrial y la del sector

R. Stevens, "Algunm aspectos de la migración interna y la urbanización en México, 1950,


1 W , en Comercio Exterior, núm. 16, 1966. Mapa en Latin America; Geograpliical Perspectives,
México, Londres, 1970.
Ver Nodal Migration Regions of M e ~ i c oPaul , B. Slater, West Virginia University, s.f. Hacia
1970 un total & 40 mil peones agrícolas se movían cada año &l Centro al Norte en época de
cosechas.
1" índice utilizado se expresa en la fórmula Ite = e -E, en don& e y Ei son la PEA total, local
y nacional en la rama & actividad; i, y e y Eson la PEA total, lowl y nacional, respectivamente. "Una
clasificación funcional & las principales ciudades de Mkxico". Luis Unikel y Gustavo Garza, en
D e ~ ~ t o g v oyf aeconoittia, núm. 15, 1971, pp 329-359. Similar clasificación puede encontrarse para
las ciudades & Rumania en Renlarkr ori rIie complexity of rown ciussification criteria, por C . Herbst
y otros. Revue & Géologie et Géographie, núm. 1, Bucarest, 1%2, pp. 189-1%.
"Un analisis regional & México", en Demografi y eeonomfa, núm. 1, 1%7.
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

terciario." Aunque muchas naciones de África y Asia no están llevando a


cabo su Revolución Industrial, en el caso de MCxico estamos de acuerdo
con Sporck cuando dice; "Si el terciario es esencialmente urbano, debe
concluirse que la ciudad se convierte en el fenómeno económico esencial
a tratar sobre el plan del empleo, y en consecuencia de la distribución de
los hombres y actividades."I0
Por último, debe señalarse que tambitn en MCxico sucede lo descrito
por J. Beaujeu-Garnier: "el corazón de las grandes aglomeraciones tiene
tendencia a permanecer estacionario o incluso a despoblarse, mientras la
población total de la aglomeración continúa creciendo"." Para 1975 se
calculaba que la capital del país, propiamente dicha, había ya descendido,
de 2.9 millones en 1970 a 2.5, aunque los habitantes del gran Mexico
subieron de 8.5 a cerca de 10.5 millones.12

Problemas de la urbanización mexicana

Ya habíamos señalado que los tipos de urbanización son distintos en


diversos modos de desarrollo y de acuerdo a su grado de avance, por lo que
conviene - e n forma muy breve- indicar algunos aspectos que distinguen
a las ciudades de Mtxico (y, en general, de Amtnca Latina), y que deben
tomarse en cuenta en análisis más completos del tema.

1) Como dice Milton Santos, la polarización urbana es en "beneficio


primordialmente de una ciudad", en nuestro caso la aglomeración de la
capital.
2) Se dan varios casos -como se apunto líneas arriba- de ciudades
concretas con funciones industriales, como Monterrey, Orizaba, Mon-
clova, Minatitlán, pero en general predominan los papeles como centros
comerciales y de comunicaciones, estando tambiCn polarizadas la cultura
y la "recreación".
3) Hay ciudades portuarias de gran interts para el comercio inter-
nacional, como Tampico, Veracruz y Coatzacoalcos, pero muchos puertos
viven parcialmente de una pesca nacional importante (Ensenada, Guay-

'O "Le r h u urbanie hikrarchisk, base de I'amknagement du temtoire et du développement


áonomique", en Btrlletin de la Societé Géographiqe de Liege, núm. 4, 1968, pp. 41-47.
l1 Demografa, Barcelona, 1972, p. 238.
* Agenda estadística, 1975.
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACI~NSOCIOECON~MICA

mas, Mazatlán) o de raquítico volumen, por ejemplo, La Paz, Puerto


Angel, Acapulco (este último con una significativa afluencia turística).
4) Otras han sido netamente mineras, como Parral, Rosita, Charcas,
Cananea, pero también en ellas el comercio es factor decisivo. Algunas
surgieron a causa de la explotación petrolera (Poza Rica, Las Choapas,
Veracruz, Reforma), aunque más tarde - e n la mayoría de los casos- se
han diversificado sus funciones que, siempre integran un sistema: extrac-
ción de petróleo y gas -transformacibn, en su caso-, comercio interno
-transportes y comunicaciones-, administración -comercio inter-
nacional- y otras. El crecimiento debido a la afluencia del petróleo y gas
ha sido enorme en Coatzacoalcos-Minatitlán,Salina Cruz, Tampico-
Madero, Villahermosa, Cárdenas, Tabasco, Ciudad del Carmen, Cam-
peche y otras.
5 ) En todas nuestras ciudades las diferencias en el paisaje urbano se
corresponden con la desigualdad social: "colonias" de inmenso lujo y
"barrios" populares decadentes o de miseria total, sin servicios públicos
adecuados y sin perspectivas para los habitantes, dada la dificultad de
encontrar empleo bien remunerado. En nuestros estudios hemos hecho
"catálogos de la injusticia urbana7', que muestran cifras y dramas ate-
rradores. Se confirma así que, como dice Lefebvre, "todo espacio es
producto";13 por lo tanto, la especulacibn con terrenos es una de las fuen-
tes principales de acumulación de capital. Toda una vasta serie de
instituciones y personas se dedican a la especulación con terrenos (des-
de el gran propietario hasta el modesto rentista) y es bien sabido que "la
renta de la tierra depende, en parte, de lo que el público hace gratis en
favor del propietario", incluyendo aquí las obras urbanas, por l o que
hay una interrelación precisa de ambas aspectos.14 Por eso es tan impor-
tante estudiar la "circulación espacial del plusvalor", como agrega
Harvey.
6 ) El turismo es una actividad económica que ha contribuido en los
últimos decenios al crecimiento urbano de varias ciudades de México, en
distinto grado. En algunos casos, como el de Acapulco, Cancún y Taxco ha
sido decisivo y en otros es sólo complementario (Guanajuato, Oaxaca,
Zihuatanejo, Mérida, Mazatlán, etcétera), pero importante. En todas las
ciudades fonterizas el turismo es fenómeno peculiar asociado al comercio
de las "zonas libres" con importación exenta de impuestos y la facili-

l3 LI revoluci6n urbaiia, op. cit., p. 159.


" Cita de David Harvey en Urbatu.s~noy dmigiralhi social,Mkxico, Ed. S. XXI.
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

dad del cruce de los límites internacionales hacia México: al bracerismo,


las maquiladoras, etc6tera.15 En todos los casos el turismo se mezcla con
el vicio y la prostitución, el contrabando hacia Estados Unidos, el tráfico
de estupefacientes y otras maneras de explotar los productos de una país
pobre. También hay "ciudades o poblados balneario o de curación", como
Ixtapan de la Sal, Cuautla, Tequisquiapan, etcétera.16

Aunque nuestras grandes ciudades muestran los caracteres propios del


subdesarrollo, al mismo tiempo registran en su seno ciertos fenómenos
parecidos a los observados en las urbes de Estados Unidos, lo que es
consecuencia de la polarización de la riqueza. Por ejemplo, se advierte la
tendencia de la burguesía a "aislarse de los suburbios", donde se crean
ciudades "satClites" con supermercados, centros de diversión, etcétera,
lejos de la "vieja ciudad" llena de tugurios y congestionada;" proliferan
10s automóviles para poder desplazarse en los "mares procelosos" del
tránsito a grandes distancias y, de forma paralela, las clases proletarias
deben utilizar "servicios colectivos" cada vez más insuficientes: la inver-
sión en nuevos "ejes" de tránsito y en el "metro" de la ciudad de México
es creciente. Sin embargo, jamás se logra solucionar el problema, pues la
población crece correlativamente. El problema concreto de la conta-
minación ambiental en ciudades y zonas industriales es tratado separada-
mente.'' En suma, "el desarrollo de los sistemas de ciudades es frenado,
entre otras causas, por Ia hipertrofia de los más grandes centros (...). Esto
crea muchas dificultades para la descentralización territorial de la po-
blación y la economía."19

LIis ciudades como parte de sistemas

En Geografía, las ciudades se estudian como "seres vivos" que son, en un


determinado medio natural, una genesis a través del tiempo, una estructura
interna, funciones y áreas de influencia regionales. Como dice Pierre
George:

l5 Ver pp. 413-425.


l6 Ver George Chabor, Lar cirrda<ks, Barcelona, Ed. Labor, 197'2.
l7 E. Mijailov, "la urbanización en EEUU.", en Ciencia Sociales, Moscú, núni. 2,1976, p. 208.
Ver Bassols B., A. Recursar nuturules de Mixico, Ed Nuestro Tienipo, 1981,8'. edició~i.
l9 Mashbits, Yakob, "Peculiaridades geogr~ficoecon6rnicasde los paí.ses en desarrollo", eri
Cienciar Socides, Moscú, 197'6, núm. 2, pp. 162-163.
EL ESTUDIO DE LA RU;IONALIZACI~N SOCIOECON~MICA

Una ciudad no constituye jamás una realidad geográfica total. Ha sido nece-
sario, a propósito de cada tema de estudio, hacer diferenciaciones (que son)
resultado del desarrollo económico y social desigual o de la diversidad d e
formas de organización. S e ha dicho a prior¿ que la ciudad e s inseparable
de un medio y d e un estado de desarrollo. Por otro lado, la ciudad forma par-
te de un sistema urbano elaborado en el curso de un periodo histórico más o
menos largo. No se puede hacer un estudio geográfico (de las ciudades) sino
colocándolas en un doble contexto: contexto regional (y puede ser necesario
dar a la palabra región una acepción bien amplia) y contexto citadino. En de-
finitiva, las dos nociones convergen para esclarecer (el armazón) de una ar-
quitectura de la economía y de la sociedad."

En los países desarrollados -agrega el gran autor francés- la me-


trópoli regional es la que se individualiza por arriba del conjunto de
ciudades pequeñas y medianas; ya que distribuye capitales, organiza el
trabajo en la región, es centro comercial e industrial, atrayendo la migra-
ción rural. En la ciudad viven los grandes propietarias; están los bancos y
las establecimientos culturales y educativos: de ahí que en Alemania o en
Italia sean "capitales" de los Lander o de las regiones económico-admi-
nistrativas. La red regional de transportes debe ser estudiada como "un
instrumento esencial para entender la concepción de la región económica
actual".
Ahora bien, las regiones de los países subdesarrollados en América
Latina no son - c o m o ya se advirtió- similares a las de Europa o Estados
Unidos. El espacio está mediana o mal "organizado", son "débiles", con
"distorsiones acusadas" y con grado de integración más o menos bajo,
respecto al resto de la región, por lo que se puede concluir (M. Santos) que
las zonas donde la ciudad tiene una madura función polarizadora son las de
las capitales nacionales. Serían metrópolis "menos incompletas", en
MCxico, las grandes ciudades del tipo de Monterrey, Guadalajara, Puebla,
León, Mexico, Ciudad Juárez, Tampico-Madero, Veracruz, etcétera.
Otras, más pequeñas y de escasa fuerza industrial-financiera, se verían
clasificadas entre las de regiones "débilmente polarizadas". Sin embargo,
insistiremos en la afirmación de que para nosotros la ciudad es sólo un
componente básico del sistema regional, pos lo que ni debe exagerarse su
interts ni menospreciarse su importancia. Más que hablar de "ciudades-
regiones", debemos decir que no hay región media sin centro (o centros)
urbanos regionales, aunque las "redes" sean medianamente desarrolladas.

m Géograpliie Urbai~le,París, PUF, 1961, p. 247.


CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

Lo que sí parece claro es la imposibilidad de "trasponer" la teoría de los


"polos de crecimiento" a los países del subdesarrollo y se niega - c o n base
en las razones expuestas por B. Kayser desde 1 s 2 'que en las regiones
de ArnCrica Latina las ciudades jueguen el mismo papel desempeñado en
10s países industriales: s e concluye que entre ciudad y región en el
subdesarrollo existe -paradógicamente- "una solidaridad mucho más
fuerte que la habida entre las capitales regionales y sus traspaís en el
mundo i n d u ~ t r i a l " . ~ ~

Las iíreas de influencia urbana

De 10 anterior, se desprende que en MCxico puede y debe utilizarse la


noción de "zona de atracción" de las ciudades como parte del sistema, a
nivel regional y nacional, en su caso. Cada ciudad, dice G. Chabot, tiene
su región y su influencia en Csta "muy notable en el centro, va diluyendose
en la periferia". Las regiones de atracción son variables "tanto más amplia
cuanto más importante sea la ciudad en torno a la que se agrupan (las
regiones) o cuanto más lejos extiende (la ciudad) su irradiación. Los
límites serán, con frecuencia, difíciles de precisar, ya que el contorno está
formado por una zona indefinida más que por una línea matemática".?' Se
utilizan numerosos indicadores: movimientos de carga y pasaje, influencia
bancaria y financiera; migraciones anuales o temporales a la ciudad;
difusión de los periódicos, así como atracción de los grandes centros
educativa. A continuación, en forma breve, dos ejemplos.

1) Monterrey y su región

En la dCcada transcurrida entre 1950-1960 la posición económica de


Monterrey se fortalece considerablemente, gracias al mejor abasteci-
miento de gas (gasoducto de Reynosa), petróleo combustible, gasolina y
derivados (oleoducto de Tampico), así como de energía electrica (215 042
Kw, es decir, cuatro veces mayor en relación con 1951). Se multiplican los
bancos e instituciones financieras, cada vez más ligados entre sí y, para la
siguiente dtcada, Moterrey alcanza "el segundo lugar en producción

" "Divisiones del espacio geográfico en lu., países subdesarrollados", Conferencia Regional
Latinoamericana, UGI, Mksico, tomo 11, p. 459.
Santos, M., Geografloy eco~ronríae11los países subdesarrollador, op. cit., p. 195.
1.a~ op. cit., p. 163.
cil~~fades,
EL FSTUDIO DE LA REX;IONALIZACI~NSOCIOECON~MICA

industrial, con 10 por ciento de crecimiento anual -30 nuevas empresas


se establecen mensualmente y 50 por ciento son industriales-."24 La
inmigración ha sido constante, estimándose que en 1970 un total de 359
mil migrantes habían llegado, principalmente, de los vecinos estados de
San Luis Potosí, Coahuila, Tamaulipas y Zacatecas, representando casi 28
por ciento de los habitantes del área metropolitana. En ese mismo año,
Nuevo León era ya una entidad predominantemente urbanizada (80 por
ciento de la población vivía en localidades de más de 2 500 habitantes) y
se registraron en el censo casi el doble de trabajadores en las industrias de
transformación, en relación con los ocupados en actividades primarias. La
población del municipio de Monterrey llegaba a 858 107 personas y en el
área metropolitana urbano-industrial rebasaba 1.2 millones, lo cual signi-
ficaba más de 87 por ciento de la población en el estado.
El censo industrial de 1971 registró en Nuevo León 4 525 estableci-
mientos, con 125 771 personas ocupadas, 18 471 millones de capital
invertido neto y un valor de producción igual a 24 000 millones de pesos.
Es importante señalar que la industria neoleonense absorbía 62.4 por
ciento de los establecimientos, 77.9 por ciento de los trabajadores y 84.2
por ciento del valor de producción regional del Noreste (a pesar de tener
sólo 53.8 por ciento de la población), lo cual muestra claramente el
desequilibrio interno vigente en la región, muy desfavorable para Tamau-
lipas (incluyendo Tampico-Ciudad Madero, capital económica de las
Huastecas, de fuertes relaciones con el centro del país). Nuevo León ocupa
el tercer sitio nacional en todos los exponentes industriales del censo y
Tamaulipas el dtcimo por número de establecimientos y valor de produc-
ción y el undtcimo por el personal ocupado.2s Resulta indispensable
subrayar el tremendo desequilibrio intrarregional en el propio Noreste y en
el estado de Nuevo León, pues las tres regiones industriales tamaulipeco-
neoleoneses (Monterrey, Tampico-Ciudad Madero y Reynosa) aportaban,
en 1970, el 94.3 por ciento del valor de producción macrorregional total.
Dentro de Nuevo León, Monterrey absorbía, en aquel año, hasta cerca del
98 por ciento del valor estatal de la industria. Revel-Mouraz señala que "la
diversificación (industrial) en Monterrey (proviene) en parte de la integra-
ción de empresas, tanto vertical como horizontal" y, con E. Mauro, insiste
en que los "banqueros aparecen aquí como mandatarios de las grandes
familias del capitalismo patrimonial7': "estos 'ejecutivos' (entrepreneurs)

24 Montemayor, H., t?istoria de Monterrey, 1971, p. 408.


25 Ver Censa Eoonóniica. 1971-1976.
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

con decisión tienen una estrategia industrial al servicio de Monterrey y


responden inmediatamente a los desafíos de la coyuntura" abierta en la
segunda Guerra Mundial y después de ella.26

Crecimiento urbano y áreas de influencia de Monterrey:

Después de 1970 continúa el proceso de concentración urbana e industrial


de Monterrey por lo que, según estimaciones, para 1975 la población (en
sólo cinco municipios "básicos") abarcaría 1.6 millone~.~'Sin embargo, a
principios de 1980 la zona urbana sigue extendiéndose ya dentro de los
municipios de General Escobedo, Apodaca y Villa Juárez (se unirá a
Cadereyta ahora que la refinería está terminada), por lo que el cálculo de
habitantes más conservador es superior a los dos millones. La migración
se incrementa, sobre todo de antiguos campesinos que vivían princi-
palmente en el norte de Zacatecas y San Luis Potosí, en Tamaulipas,
Coahuila y el resto del propio Nuevo León. L. Unikel señala que entre 1940
y 1970 la población de Monterrey se encontraba en la "primera etapa de
metropolización", mostrando "un decrecimiento sistemático" de la po-
blación del municipio central con respecto a la total de la zona metropo-
litana: de 95.1 por ciento en 1950 a 72 por ciento veinte años más tarde. Esa
etapa tal vez concluya -termina- entre 1980 y 1990.28
La capital regiomontana "mantiene su situación de metrópoli autónoma
frente a México y dominante sobre una parte del país. Organiza la
canalización del ahorro del Norte, del Noreste, incluso de Jalisco, por
medio de sus sociedades financieras; vende su producción industrial en el
conjunto del país y busca exportar cada vez más".29
Si bien el espacio funcional del que es centro Monterrey abarca todas las
regiones de las cuales obtiene sus materias primas y energía (básicamen-
te el Noreste mismo y el Norte, pero con importancia minoritaria también
de Colima, Nayarit y Veracruz), en materia comercial domina todo Nue-
vo León y parte considerable de Tamaulipas, así como el este de Coahuila
(no así La Laguna y Las Huastecas, señala el autor) y sus brazos finan-
cieros llegan hasta Mt'xico y Guadalajara, pero se concentra en el nor-
este propiamente dicho y el sureste de Coahuila. Finalmente, Unikel

" "Aspects de I'industrialisation a Medellín, Guadalajara et Monterrey", en L'Espace MesicaUt.


Parfs, IHEAL, 1976, p. 23.
Agencia estudísticq 1976, DGE-SIC, i976, p 17.
" El desarrollo icrbano de Mé.nco, C M , 1976, pp. 138-139.
" Revel Mo:iroz, op. cit., p. 30.
EL ESTUDIO DE LA REG~ONAL~ZACI~N
SOCIOECON~MICA

escribe así sobre el área de atracción directa del subsistema urbano de


Monterrey :

Si bien Monterrey se encuentra aislado en el Norte del país, su desarrollo


industrial - e l segundo en importancia del país, como se verá más adelante-
ejerce un influjo económico regional de tal magnitud que Saltillo, situada a
corta distancia, se puede incluir dentro de su área de influencia inmediata, lo
mismo que otras ciudades de menor importancia tales a m o : Sabinas Hidalgo,
Linares y Montemorelos. La base del crecimiento y atracción de Monterrey lo
constituye el notable desarrollo de industrias de alto dinamismo. Sobre
Monterrey gravitan las ciudades fronterizas más cercanas debido a que es la
única urbe que cuenta con diversos servicios especializados en toda la región
Noreste del país, aunque no pertenecen al subsistema. Es así como sus princi-
pales carreteras hacia el norte la conectan con Nuevo Laredo, Reynosa y, a
través de ésta última, con mata moro^.^'

2) Guadalajara, capital del Centro-Occidente

De ese comienzo relativamente modesto en la epoca colonial que cono-


cemos, la capital de Jalisco pasó en el siglo xxx a jugar un papel importante
como centro de comunicaciones y comercio en la zona occidental del
Centro: para 1900 contaba con 100 mil habitantes. Pero fue despues de la
Revolución, sobre todo a partir de 1940, cuando su población aumentó en
forma acelerada, llegando a 738 mil en 1%0 y acerca de 1.3 millones
en 1970; hoy se calcula que pasa de 2.5 millones de aglomeración tapatia.
Dentro de Jalisco absorbía más de la mitad de la población estatal y
también más de la mitad de los habitantes "urbanos". Incluye los mu-
nicipios de Guadalajara, Tiaquepaque, Zapopan y Tonalá, avanzando a
ritmo acelerado sobre los vecinos. Sin tratar de agotar el tema veamos
algunas razones de ese rápido crecimiento. 1) Su situación es estratégica
en el mapa del país: representa un lugar ideal para las comunicaciones con
el Noroeste, a través de Nayarit; con el Norte por el cañón de Juchipila y
desde luego con el resto de Occidente (Meseta Tarasca, la Costa, Colima,
el Bajío). Por eso la regibn central de Jalisco agrupa al "corredor indus-
trial" del estado (Ocotlán-El Salto), Arneca, etcétera. 2) Cuenca el valle de
Atemajac con relativa abundancia de agua (río Santiago y lago de Cha-
pala), y es excelente productora de maíz y otros cultivos de cereales,
legumbres y frutales. 3) No lejos existían minerales importantes y hay

" Véase encuesta de la Universidad de Nuevo Le6n en Lm pobres de Monterrey.


CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

bosques en la Sierra Madre del Sur. 4) Fue "la única ciudad muy impor-
tante del Centro-Oeste", como dice H. Riviere D'Arc, aunque a últimas
fechas León ha crecido notablemente. De todas formas, en un radio de 150
kilómetros "no hay ciudad de más de 60 mil habitantes" y la migración ha
sido fenomenal, tanto del interior de Jalisco como de Michoacán, Gua-
najuato, sur de Nayarit, Zacatecas y Colima." 5) Es, por tanto un gran
centro comercial y de servicios bancario y educacional, además de movi-
lizar carga y pasaje en múltiples direcciones sobre todo al Noroeste, al
propio Occidente y la Ciudad de Mtxico.
Respecto al abastecimiento de alimentos en Guadalajara, juegan papel
decisivo las zonas Costera, de Los Altos y El Bajío, así como el Sur de
Jalisco, aunque parte de las legumbres llegan desde Nayarit y Sinaloa, e
incluso de más lejos, en algunos productos concretos. Tambitn envía
mucha carga al resto del país, incluyendo la de carácter industrial como
zapatos, tequila, textiles, maíz, e t ~ t t e r a .Recibe
~~ gas natural desde Sala-
manca y, de allá mismo, petróleo-subproductos, que se almacenan, aunque
se advierte la necesidad de disponer de mayores volúmenes para la
creciente industria:

Guadalajara posee una estructura industrial dinámica y muestra una ba-


lanceada estructura de servicios que sirve a un área de influencia agrícola
bastante extensa y que ha constituido tradicionalmente la base de su desarrollo.
El rápido crecimiento económico de Guadalajara, de carácter cada vez más
industrial, y que cuenta con servicios especializados la ha convertido en el
centro de gravitación de una extensa zona del Occidente del país cuya influen-
cia tiende a prolongarse, por un lado hacia las ciudades de la costa del Pacífico,
y por otro, hacia el subsistema del Bajío, con el cual se conecta en la ciudad de
Lagos de Moreno."

Unikel concluye que el proceso de metropolización tambitn se expresa


en Guadalajara, pero es menos visible respecto a Monterrey. Por tanto, la
segunda área de atracción de Guadalajara comprende todo el centro de Ja-
lisco, la Casta, el norte de Michoacán, oeste del Bajío, Colima y sur de
Nayarit-Za~atecas.~~ La tercera es su región media en el centro del estado,
con varios municipios de población urbana y rural. El crecimiento de la

" Gitacialajaray sir región, SS, 1973, pp. 85-107.


32 Jalisco y Guaddajara, Guadalajara, gobierno del estado, 1973, p. 68.
" Luis Unikel, El desmrollo urbano <ie México, op. cit., p. 98.
Y Cuarto nivel de dependencia o sea 8.7 por ciento de la superficie y 5.2 por ciento de la
población nacional, en SCstenm de ciirdades, 1977.
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZAEI~NSOCIOECON~MICA

gran urbe tapatía continuará por mucho tiempo, pues no tiene en Jalis-
co concurrente serio al frente y con ello la interrelación de las regiones
del Centro-Occidente se afianzará, integrando sistemas urbanos diver-
sos pero bajo la supremacía de Guadalajara. Sin embargo, en El Bajío
crece la influencia de León y se fortalece el subsistema regional de
ciudades.3s

Subsistemas de ciudades

Recientes estudios muestran la necesidad de profundizar en su conoci-


miento. Por ahora sólo mencionaremos modificados aquellos que el ar-
quitecto Sordo Cedeño incluye en sus y Luis Unikel en su libro-
resumen.

1. Noroeste. 1. Tijuana-Ensenada-Tecate. 2. Mexicali-San Luis Río


Colorado. 3. Hermosillo-Guaymas-Empalme. 4. Ciudad Obregón-Na-
vojoa-Huatabampo. S. Mochis-Topolobampo-Guasave-Guamúchil (falta
Culiacán, ABB). 6. Mazatlán-Escuinapa. 7. Tuxpan-Tepic-Compostela-
Puerto Vallarta.
11. Norte. 8. Cuauhttmcc-Chihuahua-Aldama. 9. Santa Bárbara-Parral-
Allende-JimCnez (faltan Camargo-Delicias, ABB). 10. Zacatecas-Ojo
Caliente (enlace con Aguascalientes, ABB) 11. Acuña-Piedras Negras-
Allende (Coahuila). 12. Nueva Rosita-Múzquiz- Sabinas-Monclova.
111. Noreste. 13. Reynosa-Matamoros-Valle Hermoso. 14. Mante-
Ciudad Valles-Ebano (aparte, ABB). 14: Tampico-Madero-Pánuco.
IV. Centro-Occidente. 15. Manzanillo-Ciudad Guzmán. 16. Aguasca-
lientes-Lagos-León-Silao-Guanajuato. 17. Morelia-Zamora-Los Reyes-
Apa tzingán.
V. Sur. 18. Chilpancingo-Acapulco. 19. Lázaro Cárdenas-Zihuatanejo-
Petatlán. 20. Salina Cruz-Tonalá. 21. Acapetagua-Tapachula. 22. Cin-
talapa-Tuxtla Gutierrez-San Cristobal Las Casas.
VI. Este. 23. Tuxpan-Poza Rica-Papantla-Martínez de la Torre-
Teziutlán. 24. Veracruz-Jalapa y de ahí a Córdoba-Orizaba-Tehuacán.
25. Acayucan-Coatzacoalcos-Las Choapas. 26. ardenas-Villa Hermosa-
Macuspana.

35 Sirremas de ciudades, op. cit.


% Sistemas de ciudades, op. cit.
CRECIMIENTO E IMPORTANCIA REGIONAL DE NUESTRAS CIUDADES

VII. Península de Yucatán. 27. Chetumal-Cancún. Además faltó incluir


los sistemas de ciudades del Bajío (entre Silao y Querétaro);" del centro
de Jalisco; de la Cuenca de México; centro-sur de Nuevo León; Nogales-
Cananea-Agua Prieta; centro de Morelos; Valle de Toluca; norte de
Guanajuato; Mtrida-Progreso; La Laguna; por lo menos. Algunos de estos
sistemas muestran grado bastante alto de integración. Sobre todo el gran
sistema Mtxico-Puebla-Tlaxcala-Cuautla-Cuernavaca-Toluca-Pachuca-
Querttaro, en el Centro-E~te.'~

37 Luis Unikel, El desarrollo urbwlo de México, op. cit., pp. %-99.


38 Ver mapa en México, Forniación de regioncs econónaicus, LINAM, 1972, de Ángel
Bassols Batalla.
Interrelación de factores,
base de las regiones agrícolas*

1. Los antecedentes nacionales

En 1B6, recitn comenzado el periodo de gobierno del Presidente iázaro


Cárdenas y al influjo de las innovadoras y trascendentales ideas contenidas
en el Plan Sexenal 1934-1940, se editó un libro que revolucionaba el
concepto de región económico-agrloola, introducla ideas originales poco
divulgadas en nuestro país y planteaba la necesidad de conocer a fondo la
realidad -proceso que por entonces apenas daba inicio- e insistía en
algo básico: las regiones agrícolas son un m.Es pasible que desde 1930
(e incluso en la dtcada anterior) varios ingenieros agrónomos de avanzada
ideología (entre ellos el más destacado en su momento, el Ing. Manuel
Mesa Andraca) haya planteado conceptos iniciales parecidos, pero estos
no recibieron difusión apropiada, tal vez debido al atraso mismo del medio
científico y cultural que reinaba en Mkxico. El cardenismo fue el factor que
hizo posible sacar a luz esta obra,' coordinada por el Ing. Ricardo
Villarreal, Jefe del Departamento de Control de la Producción (parte
integrante de la Dirección de Economía Rural y que tenla a su vez una
Oficina de Geografía Económica Rural), con la colaboración de varios
especialistas, entre ellos el economista Gonzalo Mora. Las ideas rectoras
contenidas en la Introducción se refieren: a) a la necesidad de "gobernar
bajo un sistema de previsiones y no según lo exijan las circunstancias";
b) "las disposiciones gubernamentales pierden mucho en eficacia porque
en la mayoría de las veces una medida no es igualmente aplicable a todas
las regiones"; c ) todavía no se daba entonces "una definición lo bastante
connotativa para poder precisar una unidad económico-agrícola" y 6) era
Artlculo in6dito elaborado en el año de 1984.
' "Regiones económico-agrícdas & la República Mexicana. Memorias Descriptivas". SAF,
México, 1936.
INTERRELACI~NDE FACTORES, BASE DE LAS REGIONES AGR~COLAS

el "primer ensayo" para dividir el país en regiones de similitud física, pero


"en las cuales sus habitantes se ocupen de las mismas actividades y se
encuentren ligados por estrechas relaciones económicas". Se escogieron
como factores básicos las referentes a vías de comunicación, climatología,
producción agropecuaria y otros de población, ecología, etcétera.
En suma, las 37 regiones económico-agrícolas se ubicaban dentro de las
5 Zonas estadístico-agrícolas (una especie de Grandes Regiones So-
cioeconómicas, según la metodología actual, aunque basadas primordial-
mente en aspectas rurales). No es propasito de este breve articulo exami-
nar en detalle las descripciones regionales de ese libro, pero lo importante
es destacar su carácter pionero. A partir de entonces hubo ya varios
intentos de dividir el país en "unidades de categoría superior (zonas o
regiones)" o "unidades de categoría inferior (distritos o municipios)", segen
se dice en otra obra precursora, de gran interé~.~ Este trabajo fue elaborado
también entre 1934 y 1937, aunque publicado varios años mlis tarde e
igualmente bajo el influjo del primer Plan Sexenal y "para los fines de
planeación", aunque por desgracia no tuvo aplicación inmediata. Se criti-
caba en él los "contornos caprichosos" de las divisiones políticas existen-
tes, que "comprenden áreas geográficas muy diversas y poblaciones muy
heterogéneas", mostrándose un camino de nuevas regionalizaciones que
sólo decenas de años después se han ido comprendiendo como indispen-
sables para poder enfrentar el problema del desarrollo regional en un país
tan variado y disímbolo como lo es México. Lo importante aquí no es
referirnos pormenorizadamente a la forma en que el autor concibe las
zonas (grandes regiones) y regiones intermedias de carácter económico
(socioeconómico) general,3 sino hacer resaltar que en aquellas años el país
era primordialmente agrario y agrícola, de tal manera que de un total de 15
caracteres "geográficos, económicos y sociales" escogidos para delimitar
las "unidades territoriales de diversas categorías 7 eran referentes a
producción y explotación agrícolas, además de otros 2 directamente
vinculados a éstas (clima y topografía). De cualquier manera, quedaba
clara la relación entre los diversos componentes del medio natural-social
(aunque se advierte que son pocos los factores económicos no agrícolas y
de plano se ignoraron las variables industriales. El equipo de Alanís Patiño

Eiiiilio Alanls Patino. Zonuv y rcgion<-vcconómicuv de Mhico, en "Problenias econ61iiico-


agrícolas de Mbxico", 1946, N-. 1 y 2
Vease "La división econ6mica regional de Mesico", del autor de estas Ilneas, LIXAM. 1%7,
pp. 3-38.
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACI~NSOCIOECON~MICA

obtuvo 8 grandes "zonas", 44 "regiones" y 344 distritos, comprendiendo


10s 2 293 municipios entonces existentes. Algo muy importante se hace
observar en la Introducción: "cada una de las 8 grandes zonas del país,
tendrá características más disímiles que las que se encuentran en cada una
de las 44 regiones; a su vez, cada región tiene características menos
homogéneas que las que corresponden a un distrito". Desde entonces quedó
sentado el principio de que las "regiones agrícolas" debían tomar en cuenta
otras variables económicas y no podían basarse sólo en caracteres agrope-
cuarios y físicos.
A principios de los años 60 aparecieron varios trabajos, en los cuales se
resumían experiencias anteriores y se insistía en la necesidad de "la
planeación del desarrollo armónico de las regiones de un país que se
transforma", incluyendo -claro está- las regiones agrícola^.^ Después
se ha venido laborando al respecto con mayor asiduidad, tanto en las
antiguas SAG y SRH como en la actual SARH, en las Universidades de Cha-
pingo, UNAM y otras, en los Bancos agrícolas y rurales, pero no es nuestro
propósito hacer un balance de estos esfuerzos.

11. Regiones agrícolas como parte de las Regiones Socioeconómicas

La concepción de la Región Económica (hoy es más común y apropiado


llamarla Región Socioeconómica) como un TODO creado sobre una base
natural a través de una historia concreta de carácter social, donde A o m o
es obvi- lo mas importante es el carácter y formas espaciales de las
actividades productivas y distributivas, fue manejada para México por el
autor de estas líneas desde el año de 1960.5 En 1972 y a resultas de la
estancia como becario en el Instituto de Economías en Desarrollo, de
Tokio, Japón, redacté un trabajo titulado "Diversidad regional, regiones
económicas y regiones agrícolas en México", donde condensaba mis ideas
respecto a la interrelación de esos conceptos y a la necesidad de estudiarlos
en esa forma. Aunque dicho estudio no fue publicado completo en español,
poco despuCs redacté un artículo con lo sustancial; conviene recordar aquí

' Francisco Qiiintanar. "Geograíía agrícola de México", 1963, y "Las rcgiona econ(5mico-
agrícolas de blésico", SAG, 1'961.
Vense, eiitre otros trabajos, Geogrofi ecorrónrica de México, 5a. edici6n 1984, Editorial
Trillas; Gcosrrrfín, st~bdesarrolloy ninrxismo, Ediiorial Nuestro Tiempo, 1983 y México. Fornin-
rió11 rlc rcsiotrc.~cconániicas, h.diciún, UNAM, 1983.
INTERRELACIÓN DE FACTORES, BASE DE LAS REGIONES AGR~COLZS

algunas ideas esencia le^.^ a ) L o s siste~?lasnaturales guardan relación


mutua directa entre s í y directa o indirecta con los sisteinus de tipo social. h ) Hay
leyes naturales y leyes o normas sociales, siendo éstas más complicadas
que aquellas, pues las de tipo social resumen la interinfluencia naturaleza-
sociedad, el uso de los recursos por el hombre y e n general, el tipo y grado
de desarrollo de la formación sociopolítica existente. c) Como sistema de
carácter medio, e n las Regiones Socioeconómicas aparecen ocupando
papel casi siempre destacado las actividades primarias, sobre todo las de
índole agropecuaria. 9 Entre los aspectos más importantes - q u e tienen
fuerte relación con la agricultura- s e cuentan los factores y recursos
naturales principales, la división del trabajo y el nivel de desarrollo; la
población activa; lazos entre regiones; crecimiento urbano; transporte y
vías de comunicación; avance técnico; las industrias alimenticias, textiles,
etcétera y las políticas económicas nacionales y regionales. Por ello,
afirmfibamos que resultaba imposible estudiar las regiones agrícolas
"solas", aisladas del resto de las actividades productivas de la gran región
económica a la que pertenecen (...) Puede decirse incluso que el estudio de
la agricultura debe ser correlativo al balance de las influencias de todo tipo
en el conjunto de las regiones donde aquella s e esta considerando. La
agricultura sola (e independiente) no existe en la realidad".7
A continuación, presentaba un resumen de las 8 Grandes regiones del
México actual y de la agricultura como tal, para concluir con algunas ideas
sobre esa íntima relación entre regiones agrícolas y regiones económicas
(socioeconórnicas) en nuestro país. Deseaba insistir en que las rcgioncs
agrícolas, como tales, n o se pueden pensar como sinónimos de regiones
socioeconómicas, ni siquiera s i la región e s de neta especialización
agropecuaria e incluso si los límites de ambas son similares, porque la
región económica e s siempre mas compleja. Esto no excluye la necesidad
de vincular las actividades agrícolas y pecuarias o forestales, con el resto
de la problemfitica natural y social, en aquello que las afecte. Finalmente,
llamaba la atención sobre la tipología y la subdivisión de regiones agríco-
las, para n o confundir regiones con subiegiones, distritos, microrregiones,
etcétera. La relación entre regiones agrícolas y regiones económicas de
distinta categoría es clara y por lo tanto los problemas del TODO son en
mucho similares dentro de las partes.

"M6sico: Regiones econóniicas y regiones agrícolas", en Probleniai iicl <icstrrrollo,IlEc.


UNAM, 1972, N ú m . 11, pp. 23-52.
En el fnhajo de 1972 no ronsideraha regiones agropecuarias sino sólo agríco1a.r.
EL ESTUDIO DE LA R~GIONALIZACI~N
SOCIOECON~MICA

111. Enseñanzas de la tipología agrícola

En los años 60 la Comisión sobre Tipología Agrícola, de la Unión


Geográfica Internacional (UGI) desarrolló la metodología de regiones y
tipos de a g r i c u l t ~ r a ,presentada
~ (junto con los principios, criterios
y técnicas) en las congresos de Hungría, 1971, Canadá, 1972 y URSS, en
1976. Actualmente se han escrito numerosos trabajos al respecto, tanto por
parte de los geógrafos y especialistas polacos (iniciadores de esa rama del
conocimiento) como autores de otros muchos países, que aplican esas
enseñanzas a las situaciones concretas que ~onfrontan.~
No se trata de analizar ahora las 27 variables que en materia de tipología
agrícola (agropecuaria) adoptó la Comisión de la VGI ni su posible adap-
tación a las condiciones mexicanas. El tema es vasto e incluye numerosas
fórmulas, sin lo cual no es fácil que se integre el cuadro completo de tipos
de regiones. Solamente se desea insistir en varios puntos de posible
utilidad para quienes se dediquen a valorar lo hecho a nivel internacional,
para sacar las conclusiones adecuadas en el caso mexicano.

u) En la tipología los aspectos naturules están hasta cierto punto resumidos


en los porcentajes de tierra agrícola y de labor (o uso pecuario). b) Lo más
importante es la interrelación de fenómenos llamados "sociales", "opera-
tivos", "productivos" y "estructurales", con lo cual se demuestra lo que he-
mos afirmado antes, o sea la necesidad de integrar lo más destacado del
TODO, que son en este caso las regiones agropecuarias. Si el número de
variables se aumenta indefinidamente, la cuestión se embrolla más y acaba
por hacerse casi imposible llevar a cabo la regionalización de un país
grande y variado como Mexico. Al mismo tiempo deben seleccionarse las
variables que en todo caso puedan cuantificarse y utilizarse con fórmulas
aplicables en las distintas regiones del país. c ) No todas las variables de la
UGI son manejables en las naciones de America Latina.
Es en vista de todo lo anterior que nos parece sumamente interesante el
esfuerzo del Banco Rural para aplicar algunos principios y cierta metodo-
logía de la regionalización y la tipología agropecuaria para sus fines
específicos. Esto quiere decir que el nivel de avance de nuestros especia-

En el idioma in J6s el termino "agriculture" incluye tambien la ganaderla, por lo que se trata
de V E ~ ~ O I I E agropecrrariar.
S
Vénnse especialniente los números 40, 43, 46 y 50 de "Geographia Polonica", editada por la
Acadeiiiia Polaca de Ciencias, Varsovia.
INTERRFLACI~NDE FACTORES,BASE DE LAS REGIONES A G R ~ C ~ L A S

listas en esa institución, despues de haber entendido lo fundamental de la


teoría y de conocer a fondo la realidad nacional, pueden no s610 estar al
nivel de los adelantos mundiales sino innovar grandemente y con ello
cooperar al desarrollo de técnicas y mttodos, con lo cual ganarán en último
termino -y es lo que más importa- nuestra agricultura y nuestros
campesinos.
Desconcentración y regiones*

Dentro de la vastedad de temas que esta Mesa bajo su puro nombre abarca
debe clarificarse de inmediato a que nos vamos a referir cada quien y así
deslindar campos, todos ellos sin duda muy ligados entre sí. De esta
manera, al haber aceptado tratar puntos bajo el rubro de "Desconcen-
tración y regiones" estaría excluyendo deliberadamente varios aspectos
que los demás participantes tratarán, pero en los cuales tendríamos mu-
cho qué decir. La descentralización y la desconcentración, como partes de
una política o estrategia espacial nacional y regional estgn muy relaciona-
das entre sí y sólo por la necesaria "división del trabajo" pueden analizarse
cada uno por separado. Me alivia, sin embargo, un hecho: no ha existido
en México hasta In fecha una verdadera polílica socioeconómica espacial
y por ende regional que tuviese ya bien delineados sus propósitcs, que se
hubiese llevado inflexiblemente a la práctica por arriba de los periodos
sexenales y en consecuencia que pudiesemos criticar ahora en un alto de
su larga marcha.
En otros sitios, desde hace más de 20 años he venido insistiendo -y no
Iie sido desde luego el único en hacerlo- en que: 1) La política de
desarrollo regional es un proceso histórico y está ligada a la organización
social de un país. En el México moderno comenzó probablemente en 1930-
1931, con la expedición de la Ley de Planeación General de la República
(que por cieno no o ~ r ó y) siguió con el Plan Sexenal de 1934, plan
político, pragmático, de transformaciones sociales, que sí operó. A la par
de él, entre 1934 y 1940 se llevan a cabo medidas prácticas de evidente for-
tulecitniento regional fuera de la Ciudad de México y de otras urbes ya
entonces destacadas, como h4onterrey. Después vino la etapa de las CQ-
misionss de Cuencas Hidrológicas formales, de 1946 a mediados de los 70
los resultados y las fallas han sido ya en parte estudiados. Un propósito

' Progrnitin Uiriversitorio Justo Sicrrn, UNAM, 4 de noviembre de 1985.


DESCONCENTUCIÓN Y REGIONES

digno ahora de mención es la famosa "marcha al mar" lanzada en 1952-


1958. M5s tarde se va estructurando el aparato gubernamental de pro-
gramación (con antecedentes serios desde los años 50) y en 1975 incluso
se aprobó la regionalización del país en 10 "zonas económicas uniendo
estados de la República", similar a grandes rasgos a la que nosotros
habíamos presentado en 1964. Ya para entonces eran evidentes los graves
males que acarreaba el profundo desequilibrio de MCxico (presente por
cierto en todo el Tercer Mundo) y se ayudaba a crear nuevas zonas indus-
triales en el país. Se constituyen los COPRODE, los CEPROFIS, programas de
subsidios en zonas fronterizas; se redacta el Plan Global de Desarrollo y
otros muchos, donde incluso se señalan objetivos concretos para "descon-
centrar territorialmente la actividad económica", se otorgan prioridades
por zonas, etcétera.
Pero, a pesar de esos plancs, lo que se advirtió siempre fue el carácter
coyintrrral de la política espacial, que cambia mucho de su concepción dc
acuerdo a objetivos del momento, responde a planes indicafii9os y como
decía R. Albores en 1974 "el carácter negativo de la política de 'crecer a
cualquier precio' trajo un doble desequilibrio: el ocasionado entre las
clases sociales y entre las regiones". Yo mejor diría que se ahondó
notablemente ese desequilibrio. El carácter coyuntural de la política
socioeconómica territorial se volvió más evidente en el llamado "auge
petrolero", cuando se hizo uso de la Inversión Pública Federal en algunas
zonas productoras de esos energéticos, pero ni se completaron todos los
proyectos ni se hicieron correctamente; se derrocharon recursos y ademis
se lesionó el medio natural. Por otro lado, la utilización del petróleo y gas
no se expandió hasta lo que era posible, en otras regiones. Al "auge" siguió
la crisis, ahora agudizada - c o m o sabemos- por la deuda externa y mis
recientemente por las sismos y su secuela.
Sin dejar de reconocer los avances del Plan Nacional de Desarrollo
y de la Ley de Planeación de 1983, en el camino a crear una mejor política
espacial en el periodo 1982-1988, toda buena intención ha chocado con el
tipo de lineamientm político-económicos que se oponen a una programa-
ción del desarrollo en beneficio de las grandes mayorías trabajadoras y de
las regiones discriminadas, sobre todo aquellas con reconocida po-
tencialidad para el avance, dentro de una política regional que traiga
consigo cierto tipo de desconcentración y descentralización, pero basadas
no en sastener a las fuerzas del privilegio sino en apoyar primordialmente
a las del trabajo. 2) Otro principio es el de las Regiones Sccioeconómic:is
sobre base político-administrativa de estados y municipios, cuya esencia
EL ESTUDIO DE LA RW~IONALIZACI~NS ~ ( ~ I O E ( ~ ~ N ~ M I C A

he definido en múltiples ocasiones. Aquí s61o deseo insistir en que las


regiones socioeconómicas abarcan diversos niveles territoriales y son de
utilización inevitabie cuando se trata de aplicar políticas generales, secto-
riales y regionales que abarquen a todo el país, utilicen las armas del
Estado y las demás fuerzas de poder económico y político para lograr
los cambios que antes mencioné y tomen como raíz la historia económica,
la creación material tanto nacional como regional, para influir en una
transformación de carácter progresista y democrática. Claro que están
involucradas numerosas cuestiones colaterales de gran importancia, que
en otros sitios se han tratado: por ejemplo, la vigencia del federalismo y el
fortalecimiento real del municipio; la creación, en su caso, de autoridades
regionales coordinadoras fidera del aparato estatal y municipal; en fin, la
democratización de las tomas de decisión y de las actividades en general
en el seno de sindicatos, cooperativas, ejidos, comunidades indígenas,
centros de educación y otros organismos, pues en el tipo de estructura
prevaleciente en México son los que pueden imponer un carácter avanzado
en la política espacial.
Algunos principios de reordenamiento territorial se venían aplicando
hasta septiembre y dieron los resultados que conocemos, más bien
modestos en cuanto al cambio de la situación general de las Grandes
Regiones, reflejada hacia 1980 en el Cuadro 1, muy compendiado. Pero los
sismos y la agudización de la crisis están acelerando procesas que parecía
iban a tener un lento ritmo. De ahí la urgencia de discutir diversos
problemas, sin pretender agotar temas sino como parte en nuestro caso de
las aportaciones que la UNAM está realizando en el marco de la llamada
"Reconstrucci6n", que no puede constreñirse a la sola Ciudad de México
sino tratar de abarcar al país en su conjunto. En el IIEr-UNAM hemos
recorrido prácticamente todas las áreas dañadas en la ~ C Mdesde , la
Colonia Morelos a Tláhuac, participando incluso en labores de rescate en
las ruinas y convivencia con las g m p afectadas. Pero llevamos a cabo
también extensos viajes por casi todas las zonas de desastre, entre el sur de
Jalisco, el estado de Colima, las costas de Michoacán y Guerrero, con
especial énfasis en Ciudad Guzmán, Lázaro Cárdenas, Ixtapa-Zihuatanejo
y Chilpancingo, de tal manera que tenemos ya evaluaciones generales de
daños e implicaciones concretas de las sismos en las regiones y locali-
dades. Por eso venimos a pedir que -sin excusa ni pretexto- se discutan
aquí y fuera de aquí las problemas a nivel más amplio, nacional y regional.
Creo que obviamente nadie se opone a ello, pues la ZMCM no se puede
desligar del resto del país, aunque es sin duda la zona más resentida por el
DESCONCENTRACIÓN Y REGIONES

número de habitantes y de inmuebles lesionados y además posee peculiari-


dades propias. Pero no olvidemos que la población total de Jalisco,
Colima, Michoacán y Guerrero llega a casi 10 millones de habitantes
y las zonas directamente afectadas por los sismos en esos 4 estados suman
unos 450 mil (sin incluir desde luego 3.0 millones de Guadalajara), a lo
cual habría que sumar muchos miles en Morelos, Hidalgo y Estado de
Mkxico, sobrepasando en mucho el medio millón de personas.
Por tanto, si desde un punto de vista estricto por l o riguroso y científico,
se trata de proceder a una verdadera reconstrucción espacial de la ZMCM
(no ignoro que hay medidas de reordenamiento urbano interno en la
aglomeración, que incluyen la nueva planificación del uso del suelo;
construcción urgente de viviendas para los damnificados -principalmente
para sustituir de cuajo las inmundas vecindades ahora más dañadas que
nunca y los departamentos de las clases medias-; creación de nuevas
áreas verdes, etcétera), dicha reconstrucción debería basarse en una
reestructuración más amplia: la de toda la República y sus regiones.
Esta reestructuración espacial no exige contar con el inventario deta-
llado de condiciones, recursos y factores naturales y socioeconómicos de
cada microárea del país (el inventario total no existe en ninguna nación
más o menos grande del planeta), pero sí es indispensable una evaluación
apro.uiniada de las Grandes y Medianas Regiones, incluyendo distritos
forestales y agropecuarios; fuentes de energía potencial; disponibilidades
de a y a , y recursos pesqueros en la Zona Económica Exclusiva y más allá;
interks turístico, etcktera, asi como mano de obra y nivel de desarrollo
socioeconómico. Afortunadamente se ha avanzado mucho últimamente en
el conocimiento de variados aspectos de la realidad natural por parte de las
Secretarías de Estado correspondientes y de las Universidades; en algunos
casos falta buena información, por ejemplo, precisamente en la
problematica de las amplias fajas de alta sismicidad, incluyendo la predic-
ción o pronóstico de los terremotos. En esto los científicos japoneses,
norteamericanos, sovitticos y chinos nos pueden ayudar enormemente, al
darnos a conocer sus avances. Entonces, ya hay bases para hacer las
necesarias evaluaciones regionales: lo que ha faltado e s precisamente
pasar a la fase de los análisis de la Naturaleza y de la Vida Social de cada
Región. De ahí se puede concluir con lo más importante en este caso, o sea,
señalar las zonas de expansión y seleccionar las ciudades claves para el
futuro.
En el reciente Congreso de Economistas (antes de los sismos) señalaba
que si proceditramos guiándonos sdlo por la forma, podríamos concluir
' EL ESTUDIO DE LA REGIONAUZACI~NSOCIOECON~MICA

que la inversión y p r ende el crecimiento nacional se ha concentrado en


espacios muy reducidos del territorio: a) no más de un 1 por ciento del to-
tal, donde se asientan las ciudades y zonas industriales importantes del
país; b ) un 2 por ciento que comprende suelos en distritos de riego y no más
de 4-5 por ciento localizados en terrenos de buen temporal, con buen suelo
y escasa pendiente; c) entre 10 y 23 por ciento de la superficie nacional
donde los pastizales y bosques son explotados con cierta intensidad (más
riial que bien); d) menos del 1 por ciento cerca de vías de comunicación y
otras obras de infraestructura no urbanas. Si comparamos este 22-25 por
ciento del territorio "impulsado" hasta hoy, al cual habría que agregar la
parte de nuestra Zona Económica Exclusiva realnzente utilizada en pesca
y otros renglones, de acuerdo a tCcnicas modernas; veremos que aún existe
por lo menos otro 20 por ciento del país que se puede usar más intensa-
mente en materia agrícola, ganadera, forestal, minera e industrial,
turística, etcétera, para llegar la "hipótesis baja del llamado México útil"
(la "hipótesis alta", para el futuro lejano abarca casi 90 por ciento de
nuestros 2 millones de km2). Este planteamiento forñial es sólo el principio
de la evaluación, porque el forrdo del problema viene a ser quiénes y
cuántos son los más beneficiados con el "modelo de desarrollo", impul-
sado principalmente entre 1940 y 1985. A pesar de que en las "regiones
fuertes" vive alrededor de la mitad de la población, a nivel nacional bien
sabemos que no más de un 5 por ciento de los habitantes pertenece a la
burguesía grande y mediana y no más de 30 por ciento a la pequeña
burguesía y proletariado de mejor remuneración: el resto de la población
no ha sido beneficiaria arstancial del "modelo de desarrollo" en el Mexico
moderno; entre ella se cuenta la casi totalidad de los indígenas y jornaleros
rurales o campesinos sin tierra, minifundistas y ejidatarios pobres; tam-
bién los familiares de proletarios cuyo trabajo no es remunerado y los
con~erciantespequeños, así como desempleados totales o parciales. Todos
sabemos de dónde sale el millón o más de mexicanos que como indocu-
mentados se van anualmente a Estados Unidos; muchos no regresarán
jamás.
Entonces, se registra la doble injusticia a que me he referido: la
territorial que reviste múltiples formas por la centralización y la concen-
tración socioecon6micas, que en abstracto "favorece" a pequeñas por-
ciones del país, principalmente las mayores aglomeraciones y ciudades,
las zonas de gran agricultura moderna, algunos centros turísticas, etcetera,
pero dentro de ellas reina también la injusticia y la mayoría de su
población resulta discriminada. Estos dos aspectos son los que habría que
DESCONCENTRACIÓN Y REGIONES

cambiar: el espacial de la localización productivo-distributiva y el social


de la apropiación y riqueza, por lo menos en sus más groseras expresiones.
Ahora bien iquC se venía haciendo antes de septiembre de 1985
y qué se puede lograr hoy en las condiciones de una economía presiona-
da por una profunda crisis económica y financiera y heridas nuestra capital
y otras áreas por l m inauditos "sismos"'? Muchas serían las opiniones a dar,
pero de acuerdo a nuestro propósito central e n el Seminario sólo me
concretar6 a avanzar algunas ideas sobre mi tema "Desconcentración y
regiones", sin olvidar sus nexos con la descentralización. 1) Los esfuerzos
de desconcentración productiva, financiera, educativa, etcétera, habían
comenzado a realizarse desde hace varios años, pero sus resultados no
cambiaron el panorama de desequilibrio territorial a nivel nacional o de
Grandes Regiones (excepto la petrolera y de gas del oriente, del sur de Ve-
racruz a la Sonda de Campeche). 3j Se crearon los instrumentos de
coordinación Gobierno Federal-estados, a que hice referencia antes, trans-
firiendo algunas atribuciones a los órganos estatales. AdeniAs, s e ha
fortalecido a determinado número de municipios, favoreciendo con ello
una cierta tendencia descentralizadora. 3) Una Rcgionalización nueva se
incluye en el Plan Nacional de Desarrollo 1982-1988 y al parecer se obliga
a los gobiernos de entidades a regionalizar también su territorio. 4) Se
hacían esfuerzos por evitar el agravamiento de la crisis, que dieron cierto
resultado hasta principios de 1985. Ahora, deuda y sismos nos están
poniendo en jaque.
Lo c l ~ ~see puede hacer es relativamente limitado si no se obra con visión.
pero puede tener resultados más importantes si se actúa a nivel nacional y
regional, no exclusivamente para aliviar e n la coyuntura situaciones
conflictivas de la ZMCM. 1) Desconcentrar algunas dependencias no re-
suclve definitivamente el problema, sobre todo si se van a localizar dentro
de la misma Gran Región y tienden a formar una Megalópolis. 3) La
medida más acertada al respecto sería una prohibición total para crear
nuevas empresas productivas en el área metropolitana, tanto públicas
como de los sectores privados y sacar las que sea posible trnsladar, pues la
planta productiva está en riesgo de destrucción. Acabar con t a l o subsidio
que no sea indispensable para soslener el ya dislocado nivel de vida de los
trabajadores; no permitir la creación de nuevos fraccionamientos pues
obviamente significa mayor uso de recursos. 3) Pero, lo más importante
sería llevar a cabo dos vastas acciones: la descentralización creciente de
las facultades e inversiones públicas hacia estados y municipios, pero
sobre la base de una política regional resultado de esa evaluación del
potencial de diverso nivel. Tal vez no haya llegado el momento de crear
nuevas autoridades regionales, como existen en Francia y otros países,
pero si podrían reforzarse los órganos centrales, estatales y municipales de
enlace para determinar acciones que abarquen territorio de varios estados
y municipios. La aplicación de planes regionales en la India y otras
naciones similares debe estudiarse.
Esperar que el desequilibrio regional -y con mayor razón el que refleja
la apropiación de la riqueza producida- vaya a terminar rápidamente si se
adoptan estas medidas, sería caer en la utopía. A pesar de todo, es
necesario acelerar la reconstrucción de todas las ciudades dañadas, donde
el objetivo ir?r~iedintodebe ser dotar de vivienda decorosa a los tra-
bajadores damnificados. El grave momento exige soluciones que sólo una
reestructuración nacional y regional puede acelerar. Claro, la base de todo
es llevar a cabo una política auténticamente democrática, y a todos los
niveles, una política que refuerce la soberanía nacional y la autonomía de
decisión frente a l extranjero. Si no se logran estas metas, no sólo se habrá
dejado de cumplir con una necesidad de la Spoca, sino que los prohlemns
se agravarán al paso del tiempo, como sucedió durante décadas, cuando
algunos tuvieron conciencia de los fenómenos negativos, pero las medidas
adoptadas resultaron tardías, inconexas, parciales y - c n suslaiicia- fue-
ron coyunturales, trayendo consigo efectos distintos (en muchos casos
incluso contrarios) a lo que se buscaba alcanzar. Todos esperamos que la
nucxi erapn sea de avance real y no de retroceso.
(y 1)istrito Federal) en porcentaje del total nacional. 1980
Cuadro l . Indicadores básicos de las grandes regiones socioeconómi~~s

Poblaciórt PIB Sector PIB PIB Minería PIB PIB Per Cdpita3
Superficie I'oblacióti Urbrrna Agropecuario Itidustrial y Petróleo Total (por ciento promedio
Grat~ciesRegioties por ciertro por cietito por ciet~to por cietiro por cietito por ciento por ciento Nacional)

1 Noroeste
11 Norte
111 Noreste
IV Centro-Occidente
V Centro-Este
Distrito Federal
México
VI Este
VI1 Sur
VI11 Península de Yucatán

Total 100.00

' El 15.55 por ciento faltante corresponde a las aguas territoriales


' El 0.99 p r ciento faltante corresponde a aguas territoriales
' Entidad más favorecida.
FUENTES: ,tIé.xico. Forman'ót~ de Regiotres Eco~tótiticm.Angel Bassols Batalla. Mgxico, UNAM, 2a. edic. 1983
AnumW rstdísrico cie los Estodos Unidos hfr.iiccwtos 1984, INEGI. México, 1985.
Sistenra d e Cuenfav Nacionales de il12xico. Producto Interno Bruto por Entidad Federativa, 19SO, SPP.
Sobre el desequilibrio regional
en México*

En 1975 expresamos, en apretado resumen, diversas ideas acerca de este


grave problema que no ha perdido actualidad, aunque - c o m o es natural-
las cifras del censo industrial de 1975 y las nuevas que aportará el de
población 1980, alteran los datos pero no cambian la sustancia de los
fenómenos, por lo que conviene reproducirlas a continuación' en versión
compendiada.
El año de 1970, momento de culminación del proceso "desarrollista" en
el país, decíamos entonces que el 57.8 por ciento del valor de la producción
industrial bruta se concentraba en la región del Centro-Este (32.1 por
ciento en el Distrito Federal), 12.4 en el Noreste (Monterrey a la cabeza)
y 9.5 cn el Norte, contra sólo uno por ciento en el Sur, 4.3 en el Oriente
(Golfo Cenlro) y menos del lrno en la Península de Yucatán. LAS tierras de
agricultura moderna de riego, se encuentran en un cincuenta por ciento en
el Noroeste y si sumamos el Norte y el Noreste dicha cifra se eleva hasta
ochenta por iic -'J del total. Por el valor de la pesca, más del (50 por ciento
sc genera en el Noroeste y en lo que respecta al capital neto invertido en
servicios, Cste en casi sescrltn por ciento se halla en el Cintro-Este y casi
veinte en el Noreste. Así podríamos seguir indefinidamente, para concluir
con el valor del producto bruto estatal, concentrado en casi ci17clienru por
ciento dcntro de la propia región del Distrito Federal y estados veci-
nos. Esta excesiva y absurda centralización y concentración es patentc
en todas las actividades, incluyendo desde luego las educativas, cien-
tíficas y artísticas.

* Ideas escritas en 1976.


' "Escélsior", Y de abril ue 1975
SOBRE EL DEEQUILIBRIO REGIONAL EN MÉSICO

Acerca del deseqlrilibrio intrarregional. Claro está que las grandes


regiones, ni en México ni en ninguna otra nación del mundo son ho-
mogéneas. Presentan, por lo contrario, una gran heterogeneidad, pero sus
partes Iiitn tenido en general una historia económica común; recursos
y condiciones naturales contrastadas pero que se complementan; rumbos
de desarrollo que se entrelazan por la acción de las ciudades y mercados,
las vías de comunicación y las especializaciones surgidas dentro de la
división interna y nacional del trabajo. Partir, por tanto, sólo de una cieria
"uniformidad" de condiciones socioeconómicas actlrales entre dos o más
estados 110 puede conducir a una correcta regionalización en grandes
regiones. Se debe estudiar más bien, el TODO, el sister~raque a travt's del
tiempo se ha plasmado en una región dada. O sea, cuando menos, factores
como estos: a ) Interrelaciones productivas de las distintas partes, p a ~ de
l
la región a nivel nacional e interdependencia con las demás del país (flujo
de materias primas y productos elaborados, migración, combustibles y
energía eléctrica, etcétera). b) Función aglutinadora y al mismo ticnlpo
disiributiva de las ciudades regionales. c) Existencia de factores "forma-
dores" de regiones tales como los núcleos industriales, las zonas de agri-
cultura capitalista "avanzada", la producción petrolera y petroquíri~ica,las
ciudades fronterizas o las principales puertos y otros muchos. d) Un cierto
tipo predominante de población, unida por la historia económica (densi-
drtdcs, mano de obra especializada, vida rural y urbana, proceso de
poblamiento similar, para mencionar sólo algunos aspectos). e ) Influen-
cias del tipo de propiedad y uso de la tierra regionales, así como la
intervención del Estado y el capital extranjero, en especial las cornpafiías
transnacionales, en el perfil básico de cada región. Si no se parte dcl
estudio de los sisteriias regionales, toda división de esta clase reflejará
inevitablemente deficiencias de uno u otro carácter.

Regiories reales y de prograniación. En 1961 publiquC el primer mapa


de grandcs regiones econón~icasy de regiones medias, dentro de aquellas.
En 10s libros "Zonificación para fines de planeación económica y social"
(Secretaría de la Presidencia, 1965) y "La división económica regional de
México" (UNAM,1967) procuré demostrar la existencia de dos tipos
de grandes regiones: 1) Las reales, a base del agrupamiento de estados
o de partes de ellos (municipios), independientemente de las divisiones
estatales, porque así son, de hecho y 2) las que en la situación actual de
México son propias para una posible programación regional, o sea a hice
de estados completos y dentro de ellos las regiones medias, sobre ba-
se municipal. En verdad no existe contradicción entre aquel y este tipo de
regiones, pues las regiones medias se complementan entre sí, aunque estén
separadas por las límites estatales. Tal es el caso en las Huastecas, el Bajío,
la "Comarca Lagunera" etcétera. Por eso, en la 3a. edición de mi "Geo-
grafía económica de México" (Trillas, enero de 1975) presento el resumen
de mi trabajo de 15 años en el capítulo final titulado "Regionalización de
h4éxico por estados completos y municipios dentro de las entidades
federativas" (un total de 8 grandes regiones y 107 regiones medias). Ahí,
por ejemplo, puede verse a las Huastecas divididas en cuatro regiones.
Esto viene a llenar el aparente hueco que señala el Lic. Dau al decir: "la
verdadera regionalización debe buscarse dentro de las entidades federati-
vas".

Acción regional y regionalización de la Secretaría de la Presidencia.


Para no referirnos sino al periodo histórico más reciente, debemos señalar
que fue la etapa de las reformas cardenistas la que con mayor fuerza
contribuyó al desarrollo regional en México, porque con heclios concretos
apoyó la creación de centros regionales y locales, el fortalecimiento de las
regiones a través de la refort~iaagraria y el asentamiento de la población
campesina en las zonas más importantes, repartiendo las mejores tierras
-incluso de riego- a los auténticos productores mestizos e indígenas.
Mucho significó la supresión de grandes latifundios extranjeros y la co-
lonización de las valles de Mexicali, Bajo Bravo, etcétera, con lo cual se
consolidó su pertenencia a la patria mexicana. También lo fue la apropia-
ción petrolera que marcó el inicio de la consolidación de esa industria
como básica en la economía nacional. En fin, para sólo mencionar otra
faceta, el gobierno de Cárdenas hizo avanzar a las regiones gracias a la
existencia de una política nacionalista y progresista, plasmada par-
cialmente en el Plan Sexenal. Además, se emprendieron los primeros tra-
bajos serios de regionalización del país, entre ellos el "pionero" del Ing.
Alanís Patiño.

Después el rumbo se torció y no se continuó con las grandes transforma-


ciones que enarbolaba la Revolución de 1910-1917. La necesidad sin
embargo, condujo en 1947 a los esquemas de "desarrollo" de las cuencas
de Papaloapan y el Tepalcatepec y mas tarde a otros en distintas zonas. El
gobierno actual se ha significado por sus esfuerzos en materia regional,
hasta llegar a la constitución de la Comisión Nacional de Desarrollo
Regional y de las comisiones estatales. La publicación del mapa de diez
SOBRE EL DESEQUILIBRIO REGIONAL EN M ~ I C O

grandes regiones (pronto deberá aparecer otro con las regiones medias
internas y las subregiones) por parte de la Secretaría de la Presidencia debe
-como dice el economista Padilla Aragón- despertar un optimismo
general. Esto nos obliga a hacer brevemente algunas observaciones acerca
de dicho mapa:

1. La división que he publicado coincide totalmente con la de la


Secretaría de la Presidencia (SP) en lo que se refiere a las siguientes
regiones: Noreste, Sur (Pacífico Sur, SP), Oriente (Centro Golfo),
Península de Yucatán (impropiamente llamada Penínsular, pues con ello
se olvida a la otra península, de Baja California).
2. El mapa mío difiere del recien elaborado en la composición de las
regiones Noroeste (éste último incluye aquí a Coahuila); Centro-Occiden-
te (Centro Pacífico, de donde se segrega a Guanajuato y Aguascalientes);
Centro-Este (Centro, SP) a la cual se agrega Guanajuato; Centro-Norte que
no existe en el mío; Norte (se le han desgajado Coahuila, Zacatecas
y San Luis Potosí) y finalmente en el mapi SP se integró una gran región
a base del Distrito Federal y el "área metropolitana" (aquí es curioso que
se haya incluido una entidad conipleta y varias municipios del Estado de
México, rompiendo el principio de sólo tomar en cuenta estados en su
totalidad).

El trabajo hecho por el grupo de estudio de la propia Secretaría de la


Presidencia y la ONU,titulado "Estrategia de Desarrollo Regional para Mé-
xico" me da la razón en la casi totalidad de las regiones. Esperemos, pues
que al avanzar las investigaciones de la Secretaría de la Presidencia se
corrijan las deficiencias naturales en tan complicada cuestión, pues todos
cometemos errores.

El rlieollo del 111-oblerlia regional. La concentración industrial y urbana


y en general la centralización de actividades de todo tipo es producto de la
acción de leyes sociales, que mientras no sean modificadas por el hombre
no podrán sino continuar generando los mismos fenómenos. Es preciso,
por tanto, oponerse mediante la acción del Estado a que continúe exis-
tiendo una situación que a más de injusta trae consecuencias sociales,
económicas y políticas de creciente gravedad, pues es indudable que la
"conciencia regional" producto de esa desigualdad entre zonas "ricas" y
"pobres" se consolida conforme el tiempo pasa. Una regionalización
correcta en lo fundamental (nunca lo será totalmente) no es sino un primer
EL ESTUDIO DE LA REGIONALIZACIÓN SOCIOECON~MICA

paso. Lo decisivo consiste en llevar a la práctica una verdadera política de


programación regional que: a) abarque todas las regiones; h) esté íntima-
mente relacionada con e incluida en la programación nacional y sectorial;
c ) se desprenda de planes sexenales y a más largo plazo; d)por medio de
estos planes st: trate realmente de cambiar la situación actual y remodelar
a la larga el mapa nacional, combatiendo la desigualdad, la pobreza y el
atraso; e) integre en los planes regionales a la "iniciativa privada",
impidiendo la anarquía en la localización industrial y luchando efecti-
vamente contra la monstruosa macrocefalia de la metrópoli; j) se enfrente
a los males del subdesarrollo y a la dependencia, rechazando la presión del
capital extranjero y sometiCndolo a una supeditación obligatoria; g ) sea
parte de una acción vasta de transformaciones sociales en lo interno y de
amistad y comercio con todos los pueblos, en lo exterior; h ) en fin, una
política que se apoye en las masas populares y tenga por finalidad su
mejoramiento económico y social.
Para lograr los altos fines de la programación regional deberá desde
luego contarse con eficaces instrumentos nacionales y regionales, evi-
tando el burocratismo estéril y el papeleo inútil. A estas alturas dcl siglo
xx no se pcede dejar todo a merced de las "conclaves políticas" de que
habla Luis Medina, ni permitir que se lleve a la práctica el tipo de "plani-
ficación a la mexicana" tan criticado por Arturo Guillén. Sin la partici-
p ~ c i ó npopular democrática no podrh triunfar ningún plan de desarrollo.
CUARTA PARTE

Estudios de caso
Criterio geográfico para el
establecimiento de una red de
estaciones meteorológicas en México*

En estas páginas s610 s e podrá dar una rápida descripción de los


orígenes de los climas de México, su distinta dinámica atmosféri-
ca respecto a los países extratropicales y la conveniencia de dotar y dis-
tribuir la Red Meteorológica de acuerdo con los hechos hasta ahora
conocidos.
Se definen tres zonas: una que corresponde al Golfo de México, con los
vientos alisios del E; otra a las costas del Pacífico con los vientos del W y
la tercera en la región norte del país con los vientos de ese rumbo de pro-
cedencia continental; además, hay otra pequeña región en los límites con
Guatemala y sobre la costa del Pacífico, en el Soconusco, Chis., con vien-
tos del sur y que a nuestro juicio no es sino la corriente del E que ha sido
desviada a su paso sobre América Central.
Las inflexiones que tienen los límites de las zonas, se realizan a uno
u otro lado de las grandes barreras montañosas; así, vemos que la zona
de la corriente continental del norte está circunscrita en invierno a
las vertientes interiores de las sierras Madre Oriental y Occidental y
en verano se alarga y prolonga por la misma corriente del norte, pe-
ro desviada hacia el este por el eje montañoso transversal, hasta los lími-
tes entre los estados de Durango, Nayarit y Sinaloa, en el S W de di-
cha Mesa. Se notará también que en verano la preponderancia de los
alisios del E e s mucho mayor en la región central del país sobre
10s estadas de Aguascalientes y Jalisco, en tanto que los vientos del W

* Este artículo fue elaborado por el Mtro. Bassols en coautoría con el Ing. Manuel Lebrija,
en 1956. Lo incluiiiios aquí por constituir un trabajo pionero del autor, dido que periiiatiecía
aún inedito.
L5TIIIITOS DE CASO

10 son sobre los estados de Sonora, Sinaloa y Chihuahua; en el resto


dcl territorio más cercano al ecuador, las variaciones son apenas per-
ceptibles.
El origen de las dos corrientes fundamentales para los climas de
México, se encuentran en dos de los grandes centros de acción de la
circulación general de la atmósfera; por lo que se refiere a las corrientis
del E, ésta corresponde al sistema de altas presiones Bermuda-Azores, las
cuales cn el mes de enero se encuentran sobre el Océano Atlántico, centra-
das aproximadamente a la latitud de 2S0N, es decir, en su posición más
a~istral;y por lo que se refiere a la corriente del W, su origen está en el
ccntro dc acción quc se encuentra alrededor de los 54" de latitud N, sobre
el Océano Pacífico, por lo que la corriente que envía tiene una dirección
paralela a las costas, sobre todo en la península de la Baja California, en
Sonora y Sinaloa; en estas coi~dicionesel gradiente barométrico en Méxi-
co presenta una pendiente de NW a SE, relativamente dkbil con el mínimo
en Tapachula, Chis.; desde luego, resalta que las direcciones y las
velocidades de los vientos dominantes, excepción hecha de los puntos
costcros al nivel del mar sobre el Golfo, no corresponden al campo
isobjrico; es interesante remarcar, por ejemplo, el viento de Zacatecas,
Zric., a 2 612 metros sobre el nivel del mar, en las regiones central del país
y también los de Chihuahua, Chih., a 1 400 metros y Durango, Dgo., a
1 898 metros; León, Gto., etcetera, etcetera. En las costas del Pacífico, del
Crilx, Corrientes hacia el sur, los vientos se orientan en dirección al este,
es decir, normales a dichas costas, excepción hecha del Istmo de Tehuan-
tepec, en donde el bajo relieve permite el paso a la corriente del Golfo
dc México.
También aquí podemos remarcar la dirección de los vientos en
Guadala.jara, Jal., hlorelia, Mich., Toluca, Méx. y Oaxaca, Oax. a 1 587,
1 933, 2 675 y 1 563 metros respectivamente, porque tampoco corres-
p n d c n al campo isobárico y porque el paso de las altas en el territorio de
ELIA produce un fenómeno similar al del "Norte" llamado "Collada" en el
Golfo de California.
Los vientos del norte sobre la vertiente del Golfo son los ocasio-
nados por los centros de alta presión que recorren el territorio de EUA y
cuyas trayectorias en ocasiones se acercan o aun llegan a invadir parte de
los estados fronterizos de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, pro-
duciendo intensas borrascas conocidas como "El Norte" y que llevan el
aire continental, pero modificado por su recorrido sobre el Golfo de
México, hasta las costas centroamericanas.
En el mes d e julio el centro de acción del Atlántico ha emigrado hacia
el noreste, centrado sobre las islas Azores y como en la misma época el alta
del Pacífico, también s e ha replegado hacia el NW y aun cuando su centro
ha incrementado su valor (de 1 020 a 1 026 mb); sin embargo su aleja-
miento ha provocado una ligera disminución del valor de las isobaras sobre
nuestro país y sobre el Golfo de California aparece una zona de baja que
acelera, por decirlo así, el flujo de los vientos marítimos de ambos ocCanns
hacia el interior; así l o indican el radical cambio d e dirección d e los
vientos dominantes e n las costas d e Veracruz y Tamaulipas y también el
hecho principal de que en esta época los huracanes ya pueden llegar a las
costas mexicanas.
Por lo hasta aquí dicho y por su situación geogrfifica, México p r t c n e c c
a la faja mundial de los grandes desiertos, la corriente del W, fría y su
resultíido, la zona semidesértica de Baja California y Sonora, así l o confir-
man; pero e s al gran poder modificador d e su desarrollado sistema oro-
grifico como esas corrientes producen una gama d e pluviosidad que va
desde los 150 mm anuales, y aún menos, en la región arriha dicha, hasta los
4 000 mm en Tatmsco, al sur del Golfo de México o en el Pacífico en la
región de Soconusco, Chis.
En nuestras latitudes son desconocidos los cambios diarios de presión y
temperatura mayores d e 4 o 5 unidades; los frentes y su consecuente
sucesión nubosa, que se soslayan al nivel del mar, son desquiciados y
transformados, susiituidos, mejor dicho, por desarrollos de tipo convcc-
tivo y adiabitico.
En cambio, los sistemas depresionarios nióviles que sí nos afectan pro-
fiindn e indistintamente por ambos litorales, son los huracanes; para juzgrir
dc SLI importancia quizás sólo sean suficientes las cartas de isoyctas dc 1 ~ s
días 23 y 2 9 d e septiembre de 1955, que arrojó el huracán "Janet" sobre las
costas veracruzanas.
Finalmente, agregaremos que las intensas sequías que sufre el país,
coinciden con la siiuación y extensión del centro d e acción Bermuda-
Azores y, a su vez, con el menor número d e huracanes y su trayectoriri,
rilejados de nuestras costas.
Lo que hasta aquí hemos expuesto a grandes rasgos, ha hecho que en los
últimos a ñ o s s e abra un capitulo d e la ciencia meteorológica Ilamri-
d o "Mcteorología Tropical". Somos d e parecer que por este concepto
también e s necesario ajustar nuestra red meteorológica para completar el
estudio y conocimiento de la evolución d e los fenómenos d e nucsir;is
latitudes.
ESTUDIOS DE CASO

Si en las redes extratropicales, por ejemplo, son básicos el barómetro,


el anemógrafo y el termómetro, en nuestro caso el equipo sería el
higrómetro anemógrafo y el termómetro, porque a nosotros precisa cono-
cer las modificaciones cualitativas que imprime a las corrientes superfi-
ciales, la cañada, el valle, la colina, etcktera y los puntos de observación,
las estaciones de aforo, valga la frase, de estas corrientes tendrán que ser
colocadas en los lugares clave de su lecho y ligar a s í el accidente
geográfico con la resultante climática.
Como quiera que sea, en el territorio mexicano se han determinado 26
regiones hidrológicas, d e acuerdo con los datos de la Secretaría d e
Recursos Hidrhulicos de las cuales las marcadas con los números 22, 23,
24, 25 y 26 tienen desagüe interior; el resto de ellas corresponden, teniendo
en cuenta el parteaguas marcado con línea gruesa, a la vertiente del Golfo
o a la del Pacífico. Es interesante hacer notar la estrecha relación entre las
zonas de influencia determinadas con las corrientes aCreas superficiales
y las regiones hidrológicas mencionadas; teniendo en cuenta esta co-
rrelación, es por lo que opinamos debe ser la base para la distribución de
la red meteorológica en consecuencia con los aspectos geográficos
del país.
Tomemos, por ejemplo, en la región hidrológica núm. 19 de los ríos
Blanco, Papaloapan, Coatzacoalcos, etcétera, las siguientes estaciones:

Alruta
Latitud Loitgitud S.N .M

l'lacotalpan, Ver. 18"39' 9S040' 48


Tierra Blanca' Ver. 18"27' 96'20' 61
El Palinar, Ver. 18"31' 96"47' 180
El Riego, Pue. 18"28' 97'22' 1676

Sus datos de temperatura media muestran el conocido gradiente de


temperatura causado por la variación de la altitud.
El cuadro de la lluvia, en cambio, nos muestra que a partir de la altu-
ra de 180 metros principia la zona de precipitación máxima; la canti-
dad anual ha aumentado en más de 100 por ciento en El Palmar, con re-
lación a la de Tlacntalpan y que durante la estacidn lluviosa. (mayo-
octubre) las diferencias llegan casi hasta el 500 por ciento en el mes de
agosto.
CKITEIUO GT-OGRAI~ICO

'l'ernperatiira media 'C

Altura
S.N.M. E F nr A ni J J A S o N LIAI~O

13 1':1lriiar 1 8 0 6 2 S6 72 6 8 116 403 436 484 475 322 101 5 1 2771


IJI llicgo 1648 0 2 5 1 2 4 8 90 3 0 105 95 1 3 9 S 421

Desgr;iciaclamentc, n o s e tienen punios de obscn.ación cnirc El Pal-


mar y El Riego, pcro según I t s datos de esta est:ición, enc1:ivada en el V:illc
de Tcl-i~i:ic:in,Pue., hcmos pisado cn una distancia de 180 kilómetros dcsdc
cl climti tropical lluvioso, hasta el cstcptirio y el único factor de c s t ~ i
tr:insforrnaci6n ha sido el relieve y la consiguientc dcsccacióri del aire
marítimo del E, hecho que en gran parte queda comprobado cori el cuiidro
clc número d e días nubl:idcx~ que enseguida se inserta:
I:S1'1 IDIOS DE CASO

Si a los datos anteriores se agregan los del viento dominante, no es de


extrañar por qué afirmamos que tambikn desde el punto de vista de la
meteorología sinóptica, para la previsión del tiempo, las regiones indi-
cadas son las que permitirán al metereologista preparar en mejor grado la
prc~isicín dcl tiempo, aun cuando los fenómenos abarquen grandes áreas,
corno en el caso de los ciclones, porque cada cuenca tiene su acción
modii'icador:i de acuerdo con la orientación y accidentes orográficos
característicos.

Aliirra
.T.N..hf. E F 111 A M J J A S O N B Ario
N

h N SE SE SE S S S - E N NE SE
TI :lee)-
1 1 48 1 1 1 1 1 1 i 1 - 1 1 1 2
S W N W N W SE S W N W N W NW N W N W N W K W NW
.I i c i i . ~
"Ill.ilil~.! hl 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
PIE S E C NE NE NE NE NE C NE C C NE
1:1 1~:11lil:li 180 2 2 2 2 2 2 2 2 2
E SE
SE Si; SE SE SE SE SE SE SE SE SE PIW SE
1:l R i e g o 1648 2 2 2 1 2 2 2 2 2 1 2 2 2

Por las condiciones dichas, en México no es posible hacer previsiones


del tiempo para grandes áreas y de hacerlas se cae en ambigüedades, que
distan dc la evoluci6n real del elemento previsto.
Las primeras obscrvacioncs metereol6gicas d e carácter oficial en
MCsico sc realizriron en 1877 por el Observatorio Metereológico Central,
dcpcndicntc del cnlonces Ministerio de Fomento y durante años pmterio-
rcs sc cstructuró 1:i Red Nacional, del Servicio Metercológico Mexicano.
En 1917, cuando el p í s comenzó a recobrarse de la5 efectos de la luchri
social conocida como Revolución Mexicana, se gest6 el actual servicio
cuyo trahajo tuvo que prosperar en una nación arruinada por la guerra civil
y c:isi sin tCcnicos propios. S610 en tres estaciones funcionaban (en
MCxico, Puebla y Vcracruz), no se tenían aparatos modernos ni se cono-
cían los adelantos de la época, ignorándase las finalidades de un Servicio
CRITERIO G WGRÁFICO

~eme~iante. La renovación fue parcial, pues se adoptaban criterios clima-


tológicos falsos, como los enunciados de Hahn ac-ra del "estado medio
de la atmósfera", y se conservó la noción del clima como cosa esthtica; por
ello se crearon 5610: a) una red de estaciones metereológicas para obser-
vación y 6 ) una red sinóptica para previsión del tiempo hasta 24 horas.
Pmn a pncn s e fuernn estableciendo e s t a c i m s en capitales de estadn y
s61o en los puertos importantes sin plan ni programa alguno, basándose en
posibilidades políticas regionales y necesidades del comercio marítimo.
El renacimiento de la actividad econhmica fue el mntnr para que la
recién creada Dirección de Estudios Geográficas y Climatológicos desen-
volviera sus actividades. Así, en 1926 inicióse el programa de impulso a
obras hidráulicas y carreteras, obligando a fundar estaciones de obser-
vación hidráulica y climatológica, principalmente en cuencas hidrográfi-
cas. Sin embargo, muchas veces, -terminados los trabajos- las es-
taciones se abandonaban o trasladaban a otras sitios. El desarrollo de la
aviación - d e s d e 1929- exigía también el conocimiento de los fenómenos
regionales (nubosidad, lluvia, etcétera), sobre todo en las vastas Sierras:
de esta manera instalaron las compañías concesionarias en algunos sitios,
estaciones con carácter permanente. Los programas de mejoramiento
agrícola de los ailos 30 llevaron a tentativas para introducir conocimientos
metereológicos en labores rurales, tratando de abrir las puertas a la
climatología aplicada regional, sin sistematizar los conocimientos en
escala nacional. De hecho no hubo una planeación de la red: las necesi-
dades del progreso fueron causa de su mejoramiento, caótico y desigual.
Las empresas agrícolas del Noroeste crean allá 152 estaciones con fines
exclusivistas; el Ferrocarril Sudpacífico funda otras mlis, para su servicio
de carros refrigeradores en Sinaloa y Sonora; el cultivo en gran escala del
algodón, el café, etcétera impulsó a los campesinos a pedir mejor servicio;
riumerosas empresas particulares necesitaban datos y fundaron también
sus propias estaciones.
Sin embargo, el joven Servicio Metereológico Mexicano está aún en la
etapa de recopilación estadística (incompleta, pues s61o un 5 por ciento
tiene datos abarcando 50 años; en los puestos no pasan de 30 años) y sólo
aisladamente s e hace generalizaciones y estudios regionales para
plarieación económica; algunas personas realizan previsiones a largo
plazo. Un grave inconveniente es la multiplicación de las redes metereo-
lógicas en htéxico, pues no sólo el Servicio Nacional pasee la suya sino
también otras dependencias gubernamentales, además de muchas empre-
sas privadas y regionales. &tas no intercambian sus observaciones, salvo
BTIIDIOS DE CASO

la Secretaría de Recursos Hidráulicos e incluso las ocultan. El número


total de estaciones aumenta constantemente, pero no mejora el servi-
cio público por ausencia de recursos y aparatos. Hasta 1942 el Servicio
Metereológico Mexicano elevó la cantidad de sus estaciones, bajando
después (hasta 554); mientras tanto mejora el número de la Secretaría de
Recursos Hidráulicos (607 estaciones) y otras dependencias. Ahora bien,
la distribución geográfica de estaciones es muy desigual en el territorio.
Las del Servicio Mexicano se concentran: a ) mfis del 40 por ciento en
estados centrales (de Jalisco y Guanajuato, el Distrito Federal, Morelos y
centro de Veracruz) b) Cuencas hidrográficas sur de Sonora y norte de
Sinaloa, c) región algodonera Bajo Bravo, ú,) región de cítricos en Nuevo
León, e ) cafetalera, sureste de Chiapas, j) Valles centrales, densamente
poblados, en Oaxaca, g) Zona Agrícola de Laguna -límites de Coahuila
y Durarigo- h) Zonas irrigadas del centro de Chihuahua, i) Valles
Mexicali, y costa noreste Baja Californja Norte, j) región azucarera El
hbnte, Tamaulipas. No cuentan con redes eficientes: 1) casi totalmente
los estados norteños, de Zacatecas, San Luis Potosí hacia el Norte. 2) sur
de Sinaloa, norte de Sonora, todo Nayarit y casi toda la Baja Caljfornia, en
el Noreste. 3) Las costas de Michoacán y Jalisco en occidente. 3) Casi todo
el sureste, desde Quintana Roo a Tabasco; costa occidental de Chiapas y
sur de Oaxaca y Guerrero. 5 ) Islas Mexicanas del Pacífico, el Golfo y el
Caribe, excepto Guadalupe, Cozumel y algunos cayos del norte de
YucatBi~.El avance del país ha hecho imprescindible pensar en la reorgani-
7aciib del Servicio Meterenl(jgirn, de acuerdo cnn criteiiins gengráficns.
Para el funcionamiento correcto de la red de estaciones en México, se
necesita que cuenten con: a ) Aparatos ya mencionados y medidores de
rocío en la Baja California y quizás en zonas semidedrticas del norte.
b) Personal apropiado, preparado en escuelas de meteorología. c) Locales
adecuados. ú,) Recursos suficientes.
Sj recordamos las caracterjsticas metereológicas de nuestro país, ex-
puestas en la primera parte, llegaremos a la conclusión de que las es-
taciones en capitales de estados y centros agrícolas de importancia actual
deben conservarse, pues no se trata de inutiljzar lo existente, sino de
mejorar la red, pero se hace necesaria una reestructuración, pues las
estaciones deben encontrarse priinordiatinerrte en zonas de transición, ahí
donde hace crísis el proceso, donde las masas de aire chocan con grandes
serranías descargando su humedad; en puntas "clave" donde puede estu-
diarse el clima y la transformación de fenómenos metereológicos. Por lo
tanto las estaciones deben estar situadas en las 26 regiones hidrológicas
nacionales, haciendo hincapié en aquellas donde la lluvia es suficiente o
existen corrientes utilizables para irrigación, porque sólo ellas destacan en
agricultura, ya que allí se han emprendido grandes obras de irrigación para
cultivos exportables e industrializables, además de generar energía
electrica y ser base para la industrialización, además de que allá crece la
concentración demográfica, aunque por ahora se efectúa sin plan definido.
En esas cuencas, como índice aproximativo a las zonas de transición del
proceso aparecen diferentes tipos de vegetación, que reflejan variedad y
temperatura. Por ello, en las diversas zonas rurales es donde deben crearse
estaciones para cuantificar la evolución de los procesos metereológicos y,
además de seguir el proceso meteórico, es necesario hacer la sinopsis del
clima, seguir el proceso del clima bajo influencia de caracteres geo-
gráfica. Además, se requiere la observación de fenómenos desde su etapa
extranacional hasta su entrada al territorio mexicano, siguiendo su paso
por todo el país.
Por ello, estimamos de gran utilidad la creación de estaciones insulares,
principalmente en: 1) Arcl-iipiélago Revillagigedo, Clipperton, Marías,
Tiburón y otras islas del Golfo de Califomia. 2 ) CQumel, Mujeres y otras
del Golfo de México y Caribe. En territorio continental sería deseable es-
tablecer, de acuerdo a un plan, suficientes estaciones en: a) Regiones
Gecwconómjcas principales del país y h) Sitios geográficos típicos desde
el nivel marino a las grandes Sierras, en desiertos y semidesiertos, en ex-
tensiones selváticas y boscosas, en cañadas y en lagos mexicanos, para de-
terminar los climas de dichas zonas. Ello nos permitirá hacer previsiones
del tiempo para pequeñas regiones: así la labor meteorológica quedará en-
lazada al progreso económico y social del país.
Las regiones geoeconómicas del
estado de Oaxaca en relación
con la población indígena y las
condiciones naturales y sociales
División regional del estado
para programar su desarrollo*

1. Importancia de la división en regiones geoeconómicns

En el curso de este 111 Seminario sobre Desarrollo Regional, que tiene lugar
en esta bella Ciudad y en el siempre interesante estado de Oaxaca, se ha
debatido ya sobre la importancia que tiene la planificación nacional y
regional e incluso se ha hablado de algunos temas relacionados con la
división que debe hacerse de un territorio dado para localizar convenien-
tcmente los aspectos educativos, sanitario-asistenciales y otros.
Sin embargo, es necesario hacer hincapié en un aspecto concreto de la
división regional que es indispensable para llevar a cabo cualquier pro-
grama de desarrollo económico y cualquier plan a nivel general: nos
referimos a la división en regiones geográfico-económicas, sin las cuales
la programación puede llevarse a cabo apoyándose en algunas ideas
erróneas a nuestro parecer. Puede efectivamente, llevarse a la práctica de
cualquier manera, porque todavía se aceptan en diversos círculos las ideas
que identifican a las regiones naturales con las de carácter económico o
bien se limitan algunos investigadores a dividir el territorio en regiones
agrícolas, industriales o comerciales, e incluso regiones de atracción de
ciudades, para hacerlas coincidentes con las regiones económicas o puede
también hacerse simplemente sobre base municipal. Por ello, a riesgo de
insistir en algo que ya hemos expuesto con anterioridad en diversas

* Poneiicia preseiitada en el 111 Seminario sobre Desarrollo Rregional. Oasaa. Oax.. 1%4.

276
LAS REGIONES GEOECON~MICAS DEL ESTADO DE OAXACA

ocasiones, creemos conveniente insistir en las peculiaridades que deben


poseer las regiones geográfico-económicas de México en general o de un
estado en particular, en forma muy sintética y simplemente como introduc-
ción a la división que más tarde haremos de la propia entidad.
Antes de ello debe explicarse que consideramos más propio utilizar el
termino de región geográfico-económica porque dentro de dicho término
pueden incluírse más fácilmente las aspectos básicas de la realidad natirral
que incuestionablemente tienen importancia en una zona como la del sur
de México. En forma resumida, pueden considerarse como indispensables
para trazar un mapa de regiones geoeconómicas, los siguientes caracteres
(que podrían ser muchos más si se contara con estadísticas completas,
estudios regionales, muestre0 y toda clase de datos que se utilizan en
países avanzados económicamente): a) Naturales (orografía, climas, sue-
los, hidrología, vegetación). 6) Demográficos (densidad, integración,
población urbana y rural, económicamente activa, papel de las ciudades).
c ) Grado de desarrollo económico general y de las ramas de actividad.
ú) Especialización productiva, lazos económicos internos y con otras
regiones, importancia en el comercio exterior. e) Datos de las diversas
ramas económicas: producción, mano de obra, superficies sembradas o
empresas productivas, etcétera). j) Comunicaciones y transportes, grado
de desarrollo del comercio.
Para considerar que una superficie dada satisface los requisitos de una
región geoeconómica debe tomarse en cuenta los siguientes puntos:

1. Especialización dentro de un conjtrnto de rntcy diversas actividades


económicas, que también deben estudiarse. Igualmente, es importante la
especialización con respecto al comercio exterior de México.
3. Influencia de la población, por su densidad y trabajo productivo,
sobre todo la concentración en ciudades que muchas veces son núcleos
industriales y centros de atracción.
3. Estudio de las redes de comunicaciones y transportes que permiten
estruclurar los lazos económicas internos y con otras regiones.
4. Las condiciones naturales tienen importancia mayor entre más
pequeña es la categoría de una región pero en ningún caso son determinan-
tes absolutos del tipo de región y además debe entenderse que una zona o
una región inevitablemente encierran condiciones naturales diversas,
complementarias, que pueden parecer contradictorias.
5. Se debe estudiar el grado de desarrollo general y de cada una de las
ramas de la producción, para separar las regiones básicas del país.
ESTUDIOS DE C.ASO

6. Debería contarse con el mayor número de datos posibles sobre


recursos naturales, población y economía, cuando menos los de carácter
general. Debe recordarse siempre que el estudio y trazo dc las regiones
económicas no puede hacerse en nuestro medio con los métodos tradicio-
nales de la ciencia económica, sino procediendo a unir conceptos muy
diversos de la realidad natural y social.

Debe darse importancia decisiva a la existencia de recursos naturales


que permitan el crecimiento económico de una o varias actividades
productivas, las cuales deben poseer cierta homogeneidad en el grado de
desarrollo, para ser distintas del correspondiente en regiones vecinas y con
las cuales se establecen ligas de carácter económico. Los núcleos agluti-
nadores (ciudades, villas o grandes pueblos) se convierten en centros
rectores de las relaciones internas de las diversas partes regionales, que se
complementan. Por otro lado, las actividades productivas deben tener
suficiente desarrollo para otorgar individualidad a las regiones.
En los países altamente desarrollados la división en regiones económi-
cas se lleva a cabo en la mayor parte de los casos sobre la base del papel
que juegan las grandes ciudades o aglomeraciones industriales, la dis-
ponibilidad de vastos recursos minerales o agrícolas explotados con
mCtodos modernos y que en su conjunto tienden a dotar las regiones
Msicas de todo lo necesario para poder desarrollarse en diversas aspectos
sin depender fundamentalmente de otras zonas del país. En esas naciones
la base es industrial y por lo tanto incluso la agricultura y la ganadería se
vinculan estrechamente a su transformación industrial y al crecimiento de
las comunidades urbanas, sin las cuales no puede crecer la economía.
En los países que todavía son fundamentalmente agrícolas, ganaderos o
mineras, que no poseen una gran industria y dependen en buena medida de
la exportación de sus materias primas, la división en regiones económicas
básicas ha de llevarse a cabo en forma distinta. Ante iodo, debe conside-
rarse que las actividades primarias son las decisivas y que por lo tanto no
puede fincarse dicha división en las actividades secundarias, sobre todo la
industria. Por lo tanto, la división en regiones económicas de México dehe
realizarse colocando a las actividades primarias en sitio destacado y
agregando a ellas el posible desarrollo industrial; claro está que las
regiones industriales claramente definidas resultan excepción a esta regla.
TambiCn en nuestro país son válidas las otras premisas señaladas para
integrar una región y sobre la base de considerarlas en su conjunto es como
puede lograse una división correcta del territorio nacional.
Dentro de una investigación que hemos estado llevando a cabo en los ú1-
timos cuatro años en la Escuela Nacional de Economía de la Universidad
de México dividimos al país de la siguiente manera: 1) Zonas geoeconártli-
cas o grandes regiones básicas, que abarcan por lo general a varias entida-
des de la República, consideradas a base de sus peculiaridades físicas y
económicas. 2) Regiones geoeconór~ticas,dentro de las zonas, que pueden
incluir o no a municipios coinpletos de una o varias entidades y que se en-
cuentran en situación de catalogarse como entidades económicas separa-
das pero complementarias dentro de las zonas. 3) Conlarcm o distritos
ecor7ómicos dentro de las regiones económicas. Debe llegarse además a la
consideración de arbreyiones e incluso nticrorregiones, labor de detalle
que deberá realizarse posteriormente. Dicha investigación se lleva a cabo
mediante tres procedimientos principales: a) Estudio de la literatura na-
cional y extranjera sobre delimitación de regiones económicas. h ) Recorri-
dos detallados por todas y cada una de las regiones del país, para constatar
sobre la realidad los hechas de carácter físico y social. c ) Recopilación de
datos necesarios para establecer sobre el papel los principales fenómenos
observados en la realidad y llegar al análisis de las regiones.
Es en virtud de lo anterior que ncs consideramos cuando menos con la
base indispensable para tratar de presentar una división del estado de
Oaxaca en regiones económicas, sin llegar a las comarcas o subregiones,
que requieren de mayores investigaciones pero que, por otro lado, no son
decisivas en los primeros pasos de una posible programación econónica,
que debe hacerse a base de las regiones. En el estado de Oaxaca las
regiones parecen encontrase delimitadas en forma bastante precisa, en
tanto que las comarcas y subregiones presentan problemas mayores de
interpretación y su inclusión en un mapa ameritaría dedicarse a ello dentro
del marco del estudio de toda la República durante mucho tiempo.

11. 1s realidad geográfico-ecoiióinica de Oaxacn y la dificiiltnd para


dividir el estado en regiones

El pri111cr aspecto que debe tratarse antes de exponer la división del estado
de Oaxaca en regiones geoeconómicas, es referirse a sus condiciones
internas tanto de carácter físico como económico-social, para mostrar
algui~asde las dificultades que existen para llevar a cabo dicha división.
En primer lugar, debe mencionarse que Oaxaca se encuentra enclavada
en la zona Pacífico Sur de la República y que con ello se determinan
ESTUDIOS DE CASO

algunos de sus aspectos principales de carácter económico, social y


demográfico e incluso van supuestos algunos de sus rasgos geogrlifico-
fisicos. En general, la zona Pacífico Sur, que en reciente división dcl
territorio nacional llevada a cabo por nosotros, abarca los estados de
Chiapas, casi todo Oaxaca, Guerrero, Occidente de Michoacán y Jalisco,
Colima y zona costera de Nayarit, se caracteriza por ser un país eminen-
temente montañoso o de planicies costeras y valles internas; por un gran
aislamiento geográfico y problemas graves de comunicaciones, por un
atraso económico muy marcado y, para no señalar sino otro aspecto, por la
fuerte proporción de población indígena en Chiapas, Oaxaca y Guerrero,
cuyo nivel de vida alcanza los más bajos exponentes dentro del conjunto
nacional.
Por lo que respecta específicamente al estado de Oaxaca, debemos
insistir sólo en su compleja estructura orográfica, surcada como está su
suelo por la Sierra Madre del Sur, la Sierra Madre de Oaxaca y numerosos
contrafuertes que se desprenden de ellas, haciendo que el estado consti-
tuya un verdadero "mar de montañas". Sin embargo, a pesar de que las
serranías de Oaxaca son muy extensas y complicadas, forman entre ellas
regiones o partes de regiones que no es imposible delimitar. Por otro lado,
hay tambien espacias planos u ondulados dentro de las regiones del Istmo
y hacia la vertiente del Golfo, que ayudan a esa delimitación. Tambien
podrían tomarse como negativos algunos otros aspectos de la realidad
física del estado como por ejemplo la gran diversidad de sus climas y
suelos, en consecuencia de su vegetación. Sin embargo, tambikn aquí debe
señalarse que no son insolubles los problemas que plantea esa variedad de
caracteres físicos, ya que según l o hemos señalado antes, las regiones
geoeconómicas no constituyen regiones naturales sino que abarcan hasta
los parteaguas de las sierras y lo principal en ellas lo representa la realidad
ccoriómica. No obstante, en un estado pobre y de escaso desarrollo eco-
nómico como Oaxaca, las peculiaridades físicas tienen forzosamente que
jugar importante papel.
Otro factor que complica la situación a este respecto es la fuerte
proporción de población indígena (47 por ciento aproximadamente en
1960, de personas que hablan alguna lengua distinta al castellano y la falta
de homogeneidad de los diversos integrantes de la población mestiza) a la
cual debe agregarse los habitantes con sangre negra tan comunes en ciertas
regiones de la costa del Pacífico. Pero tambiCn aquí hay factores positivos
que podrían facilitar en cierto modo la división, debido a la concentración
de los diversos tipos humanos en diferentes regiones.
IAS REGIONES GEOECON~MICAS DEI- ESTADO DE OAXACA

III. Rases naturales y sociales para la división en regiones del estado de


Oaxaca

1. Es de todos sabido la importancia que tiene la conformación oro-


gráfica del territorio cmxaqueño y dada la situación de atraso económico en
que vive la entidad, todavía hoy los sistemas montañosos juegan un
decisivo en la división regional. La Sierra Madre del Sur claramente aisla
las regiones internas del estado y las separa de la región costera, de tal mo-
do que las cimas de la Sierra Madre son también líneas divisorias aproxi-
madas de dicha región de la Costa con respecto a otras dos regiones que no
admiten vacilación al señalarse: Los Valles Centrales y las Mixtecas. Esta
última región se prolonga indudablemente dentro del estado de Guerrsro,
pues no existe una separación cortante en los límites estatales. La Sierra
Madre de Oaxaca, por el noreste, incluyendo la Sierra de Huautla, Villa
Alta o Juárez y la Mixe, también representan barreras naturales que por
ello forman divisorias entre las zonas internas de los Valles Centrales y la
Cañada. Incluso la Sierra Atravesada divide a la región del istmo, sepa-
rando una pequeña comarca que incluye los terrenos de muy escaso
desarrollo económico en los Iímites con Veracruz y Chiapas. Además, es
sabido que las sierras de Zimatlán, Cuajimoloyas y otras, aislan a los valles
centrales y ayudan también a delimitar la región de las Mixtecas, que a su
vez se divide de la Cañada por la Sierra de Tamazulapan. Consideraciones
topográficas y económicas permiten agregar varios municipios del no-
roeste a la región de escaso desarrollo del sur de Puebla. Por otro lado, la
especial conformación de la Sierra Mixe y las consideraciones so-
ciceconórnicas conducen a separar una región especial que abarca el área
principal de dicha sierra, en tanto que la zona de declive hacia el Golfo de
México es parte integrante en el noreste de la región del Papaloapan.
2. Indudablemente que el Río Papaloapan y su especial configuración
hidrográfica, igual que las obras llevadas a cabo por la Comisión dentro de
Oaxaca, permiten delimitar esa región en forma clara, pero ningún otro
de los ríos que cruzan el territorio del estado tiene en la actualidad la
importancia económica suficiente para que su cuenca pueda considerarse
como una región geoeconómica especial. Ello no quiere decir que los ríos
oaxaqueños no sean importantes y que no deban considerarse como ele-
mento muy importante en el estudio y el proceso de desarrollo económico
regional.
3. La gran variedad de climas dentro del estado de Oaxaca no son un
obstáculo decisivo en la delimitación como se adujo anteriormente pues
FSTUDIOS DE CASO

las regiones geoeconómicas no son regiones naturales que abarquen un


solo tipo de clima sino varios de ellos, ya que los climas se complementan
entre sí a traves de la actividad económica y por medio de la relación
interna de los diversos sectores productivos y las diversas porciones de una
región. De otro modo, el sólo observar la variedad de climas nos llevaría
a considerar imposible todo deseo de dividir un estado en regiones.
4. Lo mismo puede decirse de la vegetación y de los suelos, que juegan
un papel muy importante tanto en la delimitacihn de las regiones por lo que
toca a los grandes tipos, como además en algunas secciones (la del oriente
ístmico), la vegetacihn juega un papel importante, sobre todo las selvas
tropicales al norte de la Sierra Atravesada. es obvio que los bosques de
Oaxaca deben estudiarse en forma completa, como importante elemento
natural de las regiones económicas en las cuales se encuentran localizados.
S. La existencia de una población heterogenea y de muy variados
caracteres, tanto población indígena como mestiza y mulata, es un factor
de indudable peso y debe ser tomado en cuenta como una de las bases
primordiales en la delimitación regional. Decimos esto porque para no-
sotros la planeación debe tener un carácter de vinculaciones estrechas a las
realidades sociales e históricas y debe servir principalmente al mejora-
miento de las grandes masas populares, que en el caso de los grupos
indígenas se refiere a conglomerados que viven en la pobreza y que por
muchos años se han visto alejados de los progresos económicos en el resto
de la República. Entonces, los grupos mixtecos y triquis de la región
occidental; los zapotecos del centro y el Istmo; los mixes en su propia
región; los zoques del noreste ístmico; los cuicatecos y mazatecos de la
Cañoda; los chinantecos y mixtecos del Papaloapan y otros grupos
indígenas deben considerarse dentro de regiones lo más homogéneas
posible, para no romper su unidad, aunque en el caso de los zapotecos
desde luego que la realidad económica obliga a separar las ramas centrales
de los grupos ístmicos. En la región de la Costa resulta inevitable incluir
los pequeños grupos indígenas que se encuentran sobre el cuerpo de la
Sierra o en la vertiente del Pacífico, agregando a ellos los numerosos
elementos mulatos y negros del suroeste. De esta manera, se alcanzaría
que los grupos indígenas estuvieran en determinadas regiones cuyo desa-
rrollo se desea impulsar, sin perder de vista que los mestizos juegan papel
primordial en la vida oaxaqueña y que de ninguna manera debiera hacerse
una división del territorio atendiendo línicanzenle a la localización de los
grupos indígenas, pues las regiones económicas no son regiones etnográfi-
cas, que en último extremo tampoco pueden servir como base para el
LAS REGIONES GEOECON~MICAS DEL ESTADO DE O m C A

desarrollo económico si no cuentan con una base firme de recursos y de


especialización económica, además de lazos internos entre sus secciories.
6. Dcsde luego, las regiones del estado de Oaxaca que se incluyen a
continuación, poseen los principales caracteres en cuanto a su especiali-
zación económica, su historia de desarrollo peculiar, sus redes de coinui-ii-
caciones y transportes, su población tambikn especial y con el tiempo
llegarán a estructurarse definitivamente dentro del marco de la realidad
compleja de Oaxaca y las estados vecinos. No desconocernos que el estado
de desarrollo de las regiones oaxaqueñas es todavía en buena parte de los
casos precaria, pero ello no impide que se cuente ya con elementos básicos
en el futuro, que al incrementarse las ramas ecoriói~iicas,mejorarse las
comunicaciones y crearse ciudades modernas, permitirán la formación
completa de las regiones que señalamos y de otras que irán surgiendo en
el futuro. Algunos recodos del estado de Oaxaca viven todavía una
existencia prácticamente primitiva, entre ellos la zona oriental del Istmo,
parte del país hllixe y los territorios montañosas, pero estas subregiones o
comarcas se ven ya dominadas por los demás integrantes de las propias re-
giones. Los ejes de carreteras, los ferrocarriles en el centro, el norte y el
este; el desarrollo agrícola de los valles, de la Costa, el Papaloapan y las
Mixtecas, así como el ya próxiino desarrollo del Isti-iio a este respecto
las explotaciones forestales del norte y la Sierra Madre del Sur; la exis-
tencia de algunas empresas industriales importantes como las de Tuxte-
pec, el Istmo y otras nienores en los valles y las Mixtecas; el creciei~te
desarrollo comercial en determinadas regiones; todo ello permite ya
estructurar el mapa preliminar de las regiones económicas de Oaxaca.
7. Hemos de concluir la presente ponencia con el sefialamieiito de las
regiones que a nuestro modo de ver integran hoy el estado de Oaxaca, no
a base de señalar cada uno de los municipios que las integran, sino
basiindose en la antigua división por distritos.

En resumen, pensamos que puede considerarse la existencia de ocho


regiones geoeconómicas en Oaxaca:

1) Los valles centrales, que incluyen los antiguos distritos de Centro,


Tlacolula, Ocotldn, Ixtlán, Etla, Zimatlán, ZaacIiila, Ejutla, Sola de Vega
y albwnos municipios del ex-distrito de Nochistlán y de Miahuatlán, igual
q u e d e Yautepec y Villa Alta.
3) La Costa, a base de los ailtiguos distritts de Pochutla, Juquila y Jaiiiil-
tepec.
ESTUDIOS DE CASO

3) Las Mixtecas, que abarcarían Tlaxiaco, Putla, Teposcolula,


Juxtlahuaca, parte de Nochixtlán y parte de Sola de Vega. Como ya se
advirtió, esta regi6n se extiende dentro de los municipios orientales de
Guerrero, que tienen caracteres similares.
4) La Gríada, con los ex-distritos de Teotitlán, Cuicatlán, parte de
Coixtlahuaca y norte de Nochixtlán. Nos parece que la Cañada es una
región todavía en estructuración y que sólo en el futuro podrá apreciarse
si permanecerá autónoma o será agregada a las valles centrales o a la zona
sureste de Puebla, desde el punto de vista económico.
5 ) Los ex-distritos de Huajuapan y Silacayoapan, occidente d e
Coixtlahuaca, parece q u e deben pertenecer a una misma región
geoeconómica con los municipios vecinos del estado de Puebla, para
integrar una región distinta.
6) El Istmo abarca todos los antiguos distritos de Tehuantepec y
Juchitán, además de municipios de Yautepec, pero incluye la zona noreste
del Istmo, que quizás deba considerarse en forma aislada junto con
territorios vecinos de Veracruz y Chiapas, para integrar una "región
especial" de desarrollo económico casi nulo.
7) Li región del Papaloapan incluye el ex-distrito de Tuxtepec y parte
del de Choapan, en la vertiente del Golfo de México. Debe señalarse que
a nuestro juicio esta región del Papaloapan no se puede separar del resto
de la cuenca del Papaloapan dentro de Veracruz, pues en una región
económica las delimitaciones administrativas no tienen importancia deci-
siva y deben borrarse en lo p i b l e cuando se trata de llevar adelante un
proceso de desarrollo económico regional.
8) Finalmente, la región Mixe está estructurándose, pero ya tiene
caracteres propios y con el tiempo indudablemente deberá consolidarse, a
base de los municipios del ex-distrito Mixe, parte sur de Choapan y oriente
de Villa Alta, hasta limitar con la región del Papaloapan y la de los valles
centrales.

IV. Palalxas finales

Sólo haremos hincapié en dos aspectos finales. Uno d e ellos, e s la


necesidad imprescindible de llevar a cabo estudios serios de la realidad del
estado de Oaxaca: estudios de todo tipo, lo mismo del clima que de los
suelos y la vegetación, de carácter etnográfico y antropológico; desde el
punto de vista administrativo para unir municipios y liquidar la absurda
LAS REGIONES GEOECONoMICAS DEL ESTADO DE OAXACA

división actual; de índole económica y respecto al nivel de vida y las


posibilidades de desarrollo de las comunidades indígenas y de la población
mesti7a o negra en el estado. Ya se ha dado comienzo a este tipo de
estudios con las investigaciones recientes sobre la cuenca del Río Verde,
sobre los recursos forestales de Oaxaca y los que lleva a caho el Instituto
Indigenista, pero mucho más debe hacerse y en forma urgente, para podcr
disponer de daros para los estudios de carácter geoeconómico y de
programación. Se necesita contar con estadísticas fidedignas, datos con-
cretos sobre todas las regiones y mapas que muestren todas las realidades
de Oaxaca, pues de otro modo se hace muy difícil el estudio de subregiones
en el estado.
La segunda cuestión es un llamado para que aquellos que tienen en sus
manos la posibilidad práctica de decidir la programación del desarrollo en
Oaxaca, desde un principio estimen en lo que corresponde la necesidad de
basar esos programas en la división geoeconómica del temtorio.
La Ciudad de México
y su región económica*

1. Definlcion d e conceptos y ámbitos territoriales

La demarcación del territorio que ocupa una ciudad o región es el primer


problema significativo y debe afrontarse antes de discutir los aspectos con-
cretos de carácter natural o social. Ello, además, es necesario para si-
tuar claramente los diversos objetivos del estudio, mismos que han de
manejarse a través de todo el texto. Entonces, antes de entrar en ma-
teria resulta indispensable aclarar cuatro conceptos principales d e
orden jerárquico y enmarcar cada uno de ellos dentro del panorama
general.

En el caso de las grandes metróplis mundiales -y éste es también el


de la nuestra- la delimitación puramente administrativa de una ciudad
no presenta mayores obstáculos. La Ciudad de Mexico,** capital de las
Estados Unidos Mexicanos, ocupa administrativamente una superficie
;iproximada de 140.47 km2 que se localiza en forma total en la zona
centro-norte del Distrito Federal, entidad política con estatuto distin-
to al resto de los estados nacionales. En realidad considerada la ciu-
dad en s u carácter administrativo, ocupa solamente el 9.6 por ciento del
Area del Distrito Federal y se encuentra rodeada por las delegaciones
clc Azcapotzalco, Gustavo A. Madero (al norte y noreste), Ixtacalco al

Participación en el Sinipsio sobre el Valle y la Ciudadde México organizado por la Socieciad


Mesic:~nade Geopaffa y Estndisti~?.México, D.F., 1%.
* * En el texto siempre que se hable de "Mbico"dehera entenderse Ir "Ciudad de MCxiw", en
taiito que el Estado de México siempre llevara el nombre completo y a la nación en general habremos
dc referirnos como e l p i r o la República.
1A CIUDAD DE MÉXICO Y SU RFGIÓN JXONÓMICA

este, Ixtapalapa al sureste; Coyoacán al sur y Obregón hacia el sur-


oeste.
Dicho territorio de la Ciudad de MCxico ha sido ya sobrepasado por
la concentración demográfica urbana dentro del Distrito Federal en
las Delegaciones mencionadas, de tal manera que en 1958 el área real
de la ciudad s e calculaba en 273 km" y 293 en 1963, sólo dentro
del Distrito Federal y sin incluir las zonas aledañas del Estado de Mé-
xico (que s e han unido por el crecimiento urbano) donde conserva-
doramente puede estimarse e n otros 5 0 - 8 0 km" q u e a g r e g a d o s a
aquéllos, darían un total de 340-370 kmL, de superficie urbana continua en
algunas secciones: lo que podría llamarse el "Gran México" o Cirea
metropolitana de hoy. Este "Gran México" abarca buena parte de los
n~unicipiosde Tlalnepantla, Naucalpan, Texcoco, Ecatepec, Morelos,
Zaragoza, La Paz, Tultitlán y otros, toda el área de la ciudad propiamente
dicha, la municipalidad de Azcapotzalco y sur de Gustavo A. Madero,
norte de Coyoacán y noreste de Villa Obregón, zonas aledañas de Ixtacalco
e Istapalapa.
En línea recta, la concentración urbana continua d e n t r o del D. F. so-
lamente- cubre e n la actualidad una distancia aproximada d e 25
kilómetros, de los llamadm Indios Verdes a la Ciudad Universitaria y
alrededor de 20 kilómetros de oriente a occidente, entre Lomas de Chapul-
tepec e Ixtacalco.

b ) El Distrito Federal

Como ya se advirtió, la Ciudad de Mexico esta enclavada dentro de esta


entidad, cuyos 1 4W km%nstituyen apenas el 0.08 por ciento de toda la
República Mexicana. El Distrito Federal fue creado el 18 de noviembre dc
1824 (con 211 km'), como consecuencia de las luchas políticas postcriorcs
a la Independencia y segregando su superficie al área del Estado d c
México. El Distrito Federal sufrió las diversas vicisitudes de las luchas
intestinas y en distintas ocasiones fue suprimido, como sucedió en 1837 y
1854; s e le cambió de nombre y s e le incluyó alguna vez dentro del
"Estado" o "Departamento" del Valle de Mexico.
La creación del Distrito correspondió al deseo de que la capital del
país n o s e encontrara dentro d e alguna entidad federativa y de que
su territorio tuviera un staflls distinto. Es decir, fue una entidad totalmcilte
artificial, separada por causas político-administrativas. En la actualidad
consta de 12 delegaciones y el área administrativa de la Ciudad de México.
ESTUDIOS DE CASO

Ya señalamos que la ciudad ocupa con su espacio urbano no sólo te-


rrenos incluidos en la zona de su nombre, sino también grandes espacios
vecinos del Distrito Federal y la zona urbana invade el Estado de Me-
xico. Sin embargo, la mayor parte del Distrito Federal constituye todavía
regiones rurales que abarcan la casi totalidad de las delegaciones de Milpa
Alta, Tlalpan, Xochimilco, Tiáhuac, Magdalena Contreras, Cuajimalpa y
espacios muy importantes de Villa Obregón, Ixtapalapa, Ixtacalco, asi
como menores en Gustavo A. Madero, Coyoacán y Azcapotzalco.
El Distrito Federal es la entidad más pequeña del país y su integra-
ción, según se dijo antes, sólo por el sur y el occidente está limitada
en forma natural (serranías del Ajusco y Las Cruces), en tanto que se
ve rodeada por terrenos bajos del Estado de México en todos los otros
rumbos geográficos y adopta la forma aproximada de un triángulo irregu-
lar, que se apoya en la mole volcánica del Ajusco y cuyo vértice superior
se encuentra al norte de las serranías de Guadalupe, Delegación de
Guslavo A. Madero.

c ) La C~rcncade México

Esta formación ha sido estudiada desde hace tiempo y su papel en la


historia natural y social del país fue y es muy grande, no s61o porque en
la actualidad incluye en su seno a la capital de la República, sino porque
en realidad constituyó una de las cunas - s i no la única- de los hombres
y civilizaciones primitivas en nuestra nación.
Su excepcional situación en el mapa, entre otros valles -Toluca, Pue-
bla, Cuemavaca, Tula- junto al subtrópico feraz, a equidistante longitud
de los dos océanos, con relativa facilidad de comunicación hacia El Bajío
y el norte; su altura sobre el nivel del mar que le proporciona un clima libre
de plagas tropicales y de extremos propios del clima continental de la
planicie septentrional e incluyendo riquezas naturales importantes -entre
ellas los propios lagos y finalmente, su amplitud que facilita el movi-
miento interno, atrajeron siempre a los habitantes de la zona central.
La Cuenca es un fenómeno hidrológico, formado al cerrarse los caminos
naturales para que pudieran salir las aguas fluviales; de esta manera es un
concepto de carscter geográfico-físico, no económico ni demográfico y
comprende las tierras donde se recogen caudales de la cuenca endorreica.
Incluye casi totalmente al Distrito Federal, la parte oriental del Estado
de México, el sur de Hidalgo, occidente de Tlaxcala y pequeña porción de
Puebla oeste, como lo muestra el cuadro siguiente:
LA CIUDAD DE M ~ X I C OY S U R E G I ~ NE C O N ~ M I C A

Entidlrci Supeflcie en h' Por ciento

México 4 8 0 50
IIidalgo 2 500 26
Distrito Federal 1 320 14
Tlaxcala 840 9
Puebla 100 1
-.
Total 9 5% 1O0
--
Datos: Seaeraría de R e c u ~ o sHidráulicos. 1960.

Sin embargo, algunos investigarfcires consideran que las subcuencas de


Apan, Tecocomulco y Tochac (sur de Hiiíalgc, la porción dc Puebla y casi
todo el espacio de Tlaxcala) no pertenecen a la cuenca y pcjr e110 la
superficie real es de sólo 8 153 km2, teniendo una amplitud de 80 de este
a oeste y 125 de norte a sur, en tanto que "en el fondo de esta depresión se
encuentra una amplia planicie de 4 300 km2, donde tenían su asiento los
lagos de Texcoco, Chalco, Zumpango, Xaltocan, San Cristóbal y Xochi-
milco, hoy varios de ellos casi totalmente desaparecidos". Nos parece
correcto que al hablar de la Cucrzca se cntienda por dicho concepto,
hhsicamente a los terrenos linnitados por la serranía del Ajusco, al sur,
Sierra de Las Cruces y otros montes al poniente, la Sierrd Nevada (oriente)
y la Sierra de Pachuca al norte. h decir, excluyendo la prción extrema sur
dc Hidalgo. El nccidente de Tlaxcala y el reducido espacio de Puebla. Esta
superficie se identifica más que la anterior, con la idea popular acerca del
Valle de 'dk.rico, donde se asienta la capital del país y se encuentran los
restos de antiguos lagos: Texca-o, Zirmpngo, Xochimilco. La Comisión
Ilidrológica de la Cuenca del Valle de México estima en 9 a 0 kilómetros
cu;idradas el área dentro de lo que identifica como región mctropolifana
de la Ciudad de Mkxico, sin incluir municipios de Puebla.

d ) La región eco~iómica

Ahora bien, la deiimitación de una región económica, en este caso la


regi6n de atracción y especialización económica de México, cuyos carac-
tercs naturales y sociales se complementan unos a los otros, plantea
mayores problemas, porque no siendo una región natural, en su considera-
ESTUDIOS DE CASO

ción entran aspectos geoeconómicos muy diversos, que se analizarán


posteriormente.
Despds de estudiarlos, pensamos que lo más acertado es considerar que
la región econóntica de México consiste en las siguientes áreas: 1) El
Distrito Federal completo y 2) Los 54 municipios del Estado de México,
que se enmarcan entre la Sierra Nevada al este, la serranía de Las Cruces,
Monte Alto y Bajo (occidente) y los límites naturales de la cuenca al norte
y con los estados de Hidalgo (noreste), Tlaxcala al este y Morelos (sur y
sureste). La región se entiende hasta el parteaguas de las grandes moles
pertenecientes al sistema del Eje Volcánico o Cordillera Volcánica Trans-
versal y no incluye a zona alguna de los estados de Hidalgo, Puebla o
Tlaxcala, pues estas pertenecen a otras regiones económicas. Entonces, la
regibn de México tendría una superficie aproximada de 6 280 km2, de los
cuales el 24 por ciento corresponde al Distito Federal y el resto al Estado
de México.
El eje de esta región lo constituye obviamente la Ciudad de México, con
su gran concentración demográfica, financiera, de comunicaciones, indus-
trial y comercial, pero como su columna vertebral económica debe en-
tenderse toda la zona industrial, tanto del Distrito Federal como de
inunicipios vecinos situados en el Estado de México. El análisis completo
-imposible de realizar en estas breves líneas- nos conduciría a explicar-
nos la preponderancia de la actividad industrial, las razones de una gran
importancia del comercio, los servicios y los transportes, igual que la
menor influencia de las ocupaciones agrícolas, que son complementarias
de aquellas principales.

11. I a región como entidad económica

1. Caracterización general de la región

El presente capítulo trata de mostrar los diversos aspectos económicos cn


dichos ámbitos, tal como se presentan en la actualidad.
Pero antes de ello conviene mostrar ideas generales de interts porque
las cifras coinciden en señalar que la Ciudad de México cumple funciones
vitales para el país, siendo el principal centro industrial, comercial, de
comunicaciones y transportes, demográfico y cultural. Como ya se señaló
anteriormente, la región económica de la capital abarca a todo el Distrito
Fcderal y varios municipios del Estado de México, donde se concentran
LA CIUDAD DE MÉXICO Y S U R E G I ~ NECON~MICA

numerosas industrias en zonas aledañas a la ciudad, lo cual viene a


incrementar el poderío manufacturero de la región metropolitana e intro-
duce también elementos de carácter rural -diversos tipos de producción
agrícola y ganadera- que de otro modo estarían ausentes del análisis. Por
ejemplo, la producción de leche y sus derivados e s importante en el
Distrito Federal y en la región; también existen cultivos diversos y
explotación forestal, pero todas esas ramas no juegan papel decisivo en
comparación con la industria, el comercio, los transportes y servicios.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos,
en 1960 la población económicamente activa del úrea metropolitana de la
Ciudad de México ascendía a 1 836 685 personas (casi 1 980 000 en toda
la región económica) y de ellas 31.0 por ciento se dedicaba a labores indus-
triales de transformación, 34 por ciento a los servicios, 21.5 por ciento al
comercio y 5610 3.5 por ciento a ocupaciones de carácter rural.
Por todo lo anterior, se puede caiacterizar a la región económica como
una de tipo netamente industrial (donde se han desarrollado numerosas
ramas tanto de la industria ligera como de la pesada) con aspecto urbano
predominante en la capital y varias ciudades importantes, pero que cuenta
tambitn con creciente desarrollo ganadero en algunos puntos y tambitn
agricultura de cereales, forrajes, legumbres, frutales de consumo interno
(los cultivos de temporal señalan todavía un fuerte atraso técnico y en los
niveles de vida). El comercio es en esta región de desarrollo netamente
capitalista, de enorme poderío en el marco nacional y el transporte ocupa
un sitio destacado como actividad indispensable y base material del gran
desarrollo industrial. Todo ello. claro está, explicado por el hecho de tener
en su seno a la máxima concentración demográfica y por ende al principal
mercado de consumo de la República Mexicana.
La separación arbitraria de las partes integrantes de esta región (Distrito
Federal, zona industrial del Estado de México y secciones noreste y este
del propio Estado, e incluso varios municipios del centro-norte como
Nicolás Romero, Iturbide, Jilotzingo y Huixquilucan) es un error pues, la
realidad económica conduce a unir esas seccio~esy no es posible dividir
por voluntad propia a una región. Ese todo lo forman el área urbana
industrial y los territorios rurales que forman s u hinterland directo,
circunscrito todo ello dentro de determinadas condiciones naturales y
['olíticas. En el caso de Mkxico se reúnen con creces las condiciones físicas
y sociales necesarias para que pueda considerarse al conjunto como una
región econóitrica, aunque en el futuro se continuará el proceso de
estructuración regional.
ESTUDIOS DE CASO

2. La industria actual

En la colonia, a pesar de la política del gobierno virreinal que impidió


siempre el desarrollo interno del país, se fueron creando en la Ciudad de
Mexico talleres artesanales que trabajaban el fierro en escala reducida,
establecimientos de la industria del nixtamal, panaderías, telares, etcétera,
sobre la base de las materias primas producidas en la Cuenca o traídas de
otras regiones (algodón, maíz, trigo y otras).
Posteriormente, ya en la época independiente, conviene mencionar
algunos antecedentes del posterior desarrollo industrial en México y la
región aledaña. En 1840, por ejemplo, en la ciudad se crea la Junta
Directiva del Fomento de la Industria y dos años después la Dirección
General de la Industria, a cuyo frente se encontraba Lucas Alamán, que por
cierto habría de lograr poco en el terreno práctico. Entre los problemas que
obstaculizaban el desarrollo industrial de la ciudad en ese periodo, pueden
mencionarse las condiciones políticas imperantes, la falta de garantías al
inversionista y la inexistencia de capitales nacionales, la ausencia de mano
de obra técnicamente capacitada, el aislamiento de la región pir falta de
vías apropiadas de comunicación y medias eficaces de transporte (princi-
palmente el ferrocarril) y, en principal lugar, el nivel sumamente bajo de
vida de la población en todo el país, incluso en las ciudades más importan-
tes, cuyos habitantes tenían una existencia con fuertes caracteres rurales y
vestigios del feudalismo. El porfirismo señala una larga etapa de paz y pre-
dominio del capital extranjero, que se refleja en cierto desarrollo industrial
en el país y en la capital. Cxecib la industria textil, la de cemento (La Tol-
teca) de cigarros y cerillas (El Buen Tono), alimenticia, cervecera, j a b -
nera, química (comenzó con la fábrica de ácidos Lz Viga), etcitera. La
construcción de ferrocarriles facilitó el movimiento de mercancías dcs3e
zonas distantes hacia el mercado de consumo que se abría y consolidatiri.
Después de 1925 comienza la época posrevolucicpnaria, cuyas reformas
sociales lentamente propician el fortalecimiento de la iridustria nacional,
gracias entre otras cosas a la creación de la Nacional Financiera y del
Banco de México, la aprobación de la Ley del Trabajo, la nacionalización
de los ferrocarriles; la reforma agraria que trajo consigo una fuerte
expansión del mercado interno; la expropiación petrolera que permitió
ofrecer el combustible necesario a la industria. Al comienzo titurnante de
la industrialización en los años 20, siguió la gran crisis econórtiica de los
años 30, cuyas consecuencias se palparon hasta el estallido de la segunda
Guerra Mundial. Durante esta última, la legislación interna y las condi-
LA CIIJDAD DE MÉXICO Y S U R E G I ~ NECON~MICA

ciones propicias de todo gtnero favorecieron el mayor desarrollo indus-


trial, que se continuó después de terminada la contienda.
Por 10 que respecta a la distribución sobre el terreno, las primeras
grandes industrias de la t p moderna se establecieron en zonas situadas
al norte y noroeste de la ciudad propiamente dicha, pues debido a la
superficie relativamente pequeña que entonces tenía, y a su dkbil expan-
sión en las últimas décadas del xx y primeras del siglo xx, no se previó
que muy pronto quedarían incluidas dentro de la ciudad misma. Este
fenómeno de engirllintiento ocurrió incluso con industrias como la refi-
nería de Azcapotzalco, que se consideraban muy alejadas del centro
urbano y que en la dCcada de los 40 fueron envueltas por la marea de cons-
trucciones. Igual cosa aconteció con las zonas industriaIes de Vallejo, Pe-
ralvillo, Gustavo A. Madero, Tacuba y otras, que en la actualidad forman
parte integrante del conjunto citadino. Incluso muchas de las nuevas
plantas, localizadas en territorio del Estado de Mkxico, se ven ahora
materialmente rodeadas por colonias -la mayor parte consiste en habi-
taciones populares en Tlalnepantla, Ecatepec o Naucalpan-. Este
fenómeno, como es natural, ha traído consigo la aparición de graves
problemas de salubridad, abastecimiento de agua, transporte, vivienda,
etcétera, pues los rumbos más densamente poblados en la ciudad (fuera del
primer cuadro y calles vecinas) son hoy precisamente los que abarcan las
microrregiones industriales del conjunto urbano. Ello se agrava por el
hecho de que numerosos trabajadores y empleados en fábricas situadas
dentro del Estado de Mkxico, residen en el Distrito Federal y se movilizan
diariamente a sus lugares de empleo, creando complicados problemas de
transporte. Por ejemplo, se calcula que cuando menos el 75 por ciento
de los obreros y empresarios de Tlalnepantla radica en el Distrito, y por lo
tanto es mayor la población "flotante" que la radicada en dicha ciudad.
Aunque no con la intensidad que se registra en otras grandes ciudades
industriales del mundo, el perjuicio que causan a la salud de sus habitantes
el humo y gases despedidos por chimeneas, vehiculos y de distintos
artefactos, es importante y poco se ha hecho hasta hoy para remediar el
problema. Es sabido, además, que las condiciones de vivienda, alimen-
tación, etcétera, imperantes en esas zonas industriales, se encuentran entre
las más deplorables en Mexico.
En el periodo de acelerada industrialización que acompañó a la segunda
Guerra Mundial y a los años posteriores a ella, continuaron instalándose
nuevas fábricas en el Distrito Federal, tanto en Azcapotzalco, como en
Villa Gustavo A. Madero, Vallejo, Industrial y otras zonas del norte y
ESTUDIOS DE CASO

noroeste, pero la falla de espacio oblig6 a construir otras secciones indus-


triales ya fuera de los límites del Distrito; tanto en Tlalnepantla, como en
Naucalpan, Ecatepec, Barrientos, Cuautitlán, Lechería, Texcoco, Xalos-
toc y otras municipios del Estado de México, pero también continúa hasta
la fecha la instalación de empresas en sitios nuevos del propio Distrito
Federal, sobre todo en las Delegaciones de lxtapalapa, Coyoacán, Villa
Obregón e Ixtacalco; además de consolidarse, y expandirse algunas zonas
industriales (textiles, alimenticias, maderera y de otro tipo) en Tlalpan,
Mlpa Alta, Villa Obregón, La Magdalena Contreras, que por la facilidad
de contar con agua abundante, energía eléctrica y mano de obra local
habían crecido anteriormente. El proceso no ha terminado, sino que la falta
de una regulación y una planeación verdaderas del desarrollo industrial,
permite que continúen instalándose factorías que cuando menos deberían
localizarse en otras partes de la misma región económica.
En la Cuenca .se formaron antes de 1940 algunos núcleos industriales
(fuera de las zonas antes mencionadas) que dependían de la materia prima
local, tanto de carácter agrícola-ganadero o minera (Chalco, Texcoco,
Zumpango) o bien forestal (San Rafael). Destaca entre ellas la gran región
minera de Pachuca Real del Monte, que si bien pertenece orográficamente
a la Cuenca. se encuentra fuera de la región económica directa de la
Ciudad de MCxico.

3 . Carácter & la industria en Méuico y la región

Para 1930. cuando el proceso moderno de industrialización apenas comen-


zaba, en el Distrito Federal se registraron 3 476 establecimientos industria-
les y artesanales, talleres, etcétera; de ellos 2 059 tenían producción
superior a 5 mil pesos y representaban el 21.0 por ciento del total nacional,
ocupando 48 486 obreros (24.6 por ciento) y el Estado de México sólo 359
factorías de este tipo, o sea el 3.7 por ciento del conjunto, con 11 396
trabajadores. El año de 1950, ya avanzado ese proceso, la cantidad de
empresas de la entidad federal había subido a 16 420, lo que significaba
21.0 por ciento de la cifra nacional (244 W4 obreros, abarcando 30.3 por
ciento) y el Estado reflejaba un aumento muy considerable, llegando en
esa fecha a 3 806 establecimientos y 39 614 obrera. El mismo año de 1950
el valor de la producción fue de 6 475 millones de pesos en el Distrito
Federal y 1 078 millones en el Estado. Cabe explicar que la cifra de
industrias corres-pondientes al Distrito incluía en ella las de estableci-
mientos de la capital y delegaciones y la referente al Estado de México, a
LA CIUDAD DE M~~XICO
Y S U R E G I ~ NECON~MICA

las de Toluca y otros municipios fuera de la región. Es decir, ambas


entidades habían tenido un crecimiento superior al 700 por ciento (Distrito
Federal) con respecto a 20 años atrás por lo que respecta a número de
establecimientos y más de 2 100 y 600 por ciento en el Estado tocante a
obreros ocupados, porcentajes que se hallaban entre los más altos registra-
dos en el país en ese lapso.
Cinco años más tarde, en 1955, el Censo Industrial señalaba para el Distrito
Federal la existencia de 24 946 establecimientos (21 600 en la Ciudad de
México), con 1 317 730 obreros o empleados (cifra evidentemente no compa-
rable con los datos anteriores, pues incluye todo tipo de talleres, etcétera) y
2 601 fábricas y talleres (68 199 trabajadores) situados en el Estado de México.
Por lo que respecta a las ramas de mayor importancia -y este análisis debe
realizarse precisamente con los datos de 1955 pues no hay posteriores publica-
dos-, por el número de obreros ocupados en ellas destacaban en el Distrito
Federal las siguientes, en orden decreciente:

1) Productos farmaduticos. 2) Jabones y detergentes. 3) Hilados y tejidos


de algodón. 4) Cigarros. 5) Ensamble de automóviles. 6) Manufactura de
llantas y cámaras. 7 ) Hilados y tejidos de lana. 8) Vidrio. 9) Galletas y
pastas. En el Estado de Mexico deben mencionarse como principales:
1)Hilados y tejidos de algodón. 2) Papel y celulosa. 3) Aparatos y maqui-
naria eléctrica. 4) Llantas y cámaras. 5 ) Fundición de hierro y acero.
6) Cigarros. 7) Productos químicos básicos.

Del análisis de las cifras resulta que la industria del Estado, sobre todo la
situada en la Cuenca, utilizaba mayor número de personas en diversas ramas
de carácter moderno (maquinaria, fundición y quimica) con proporción impor-
tante de la industria textil, cigarrera y otras de la industria ligera. El Distrito,
por 10 contrario, ocupaba mayores proporciones en las industrias alimenticias
y textiles, jabonera y de automóviles y sus partes, indicando una mayor
diversificación que en la entidad vecina. Según el valor de la producción, en el
mismo 1955, predominaban en el Distrito Federal:

1 ) Productos farmacéuticos. 2) Ensamblaje de autos. 3) Jabones y deter-


gentes. 4) Molinos de trigo. 5) Cerveza. 6) Cigarros y puros. 7 ) Llantas
y cámaras. 8) Papel y celulosa. 9) Hilados y tejidos de algodón.
10) Aparatos eléctricos. Por su parte, en el Estado de México: 1) Papel
y celulosa. 2) Llantas y cámaras. 3) Fundición de fierro y acero.
ESTüDIOS DE CASO

4) Hilados y tejidos de algodón. 5) Cigarros y puros. 6) Cemento.


7) Molinos de trigo.

En conclusión, al momento de efectuarse el último Censo Industrial


publicado en forma completa, el Distrito absorvía el 23.0 por ciento del
número de obreros industriales y el 33.7 del valor de la producción
nacional, mientras el Estado de Mkxico llegaba al 6.5 en el primer caso y
al 8.3 por ciento en el segundo. En algunas ramas, el Distrito Federal
ocupaba un porcentaje decisivo en el total de la República, por ejemplo:

1 ) Conservas alimenticias 27.8 por ciento. 2) Molinos de trigo 40.7 por


ciento. 3) Galletas y pastas 62.9 por ciento. 4) Cigarros y puros 50.0 por cien-
to. 5) Cerveza 23.9 por ciento. 6)Papel y pastas de celulosa 36.5 por ciento.
7) Productos farmacéuticos 98.7 por ciento. 8) Jabones y detergentes 79.3
por ciento. 9) Llantas y cámaras 62.5 por ciento. 10) Ensamble de au-
tomóviles 90.9 por ciento y 11)Productos químicos básicos 56.3 par ciento.
El papel del Estado de México era más restringido a determinadas ramas y
más modesto: 1)Papel y celulosa 37.1 por ciento. 2) Llantas y cámaras 37.5
por cienco. 3) Aparatos y maquinaria eléctrica 53.3 por ciento. 4) Productos
químicos básicos 25.8 por ciento y 5) Cemento 12.3 por ciento.
El año de 1961 se llevó a cabo el nuevo Censo Industrial y se cuenta ya
con datos referentes a toda la República, a las entidades en su conjunto
y a los principales municipios, por lo que es posible reunir las cifras y
establecer algunas deducciones comparativas. Entonces, en el cuadro
siguiente se presentan los datos principales:

Valor
Número ak producción
Entidad establecimie~rtos perso~lal (millotres de pesos)

Distrito Federal 31 137 344 205 19 976


Fstado de México 4 0.16 95 441 6 294
Total regióli económica 35 283 439 646 26 270

De ser correctos los numeros anteriores, podría deducirse de ellos la


enorme importancia que tiene el Distrito Federal y la menor escala de
LA CIUDAD DE MÉXICO Y SU R E G I ~ NE C O N ~ M ~ C A

valores correspondiente al Estado de Mexico, dentro de los totales nacio-


nales, pues el Distrito Federal abarca el 32.6 por ciento por lo que toca a
establecimientos, 28.2 por ciento respecto a personal ocupado y remu-
nerado y 26.7 por ciento en valor de la producción, en tanto que la región
económica llegaba a un gran total de 34.4 por ciento, 43.1 por ciento y 39.3
por ciento de las cifras nacionales.
El investigador P. Lamartine Yates* formó un interesante cuadro que
muestra la importancia que tenían en 1%0 diversas ramas industriales en
el Distrito Federal:

Por cieiito rle Por cie~itode


fuerza de trabajo valor agregarlo

Metales y productos metálicos 22.8 27.1


Productos químicos 16.9 21.0
Aimenticia 14.1 14.3
Textil 14.4 11.6
Pctróleo y electricidad 0.8 4.1
Otras 31.0 21.9

Total 1M.0 100.0

"El drsarrollo regional de M&xicoW,1961.

Las cifras exactas de la zona industrial aledaña a México no se conocen


en forma definitiva, pero algunos cálculos hacen ascender a más de 40 mil
obreros y empleados sblo en el municipio d e Tlalnepantla, llamado el
rliilagro indistrial, de los cuales más de 15 mil residen en el Distrito
Federal.
Simplemente como muestra, se presentan a continuación algunas cifras
que se poseen sobre la cantidad de grandes empresas industriales existen-
tes en los municipios del Estado de Mtxico que forman parte de la región
económica de la capital:

* El misnio P. hmartine Yates afimia que en 1960 la industria & la Cuenca & Mkxico abarca
el 55 por ciento y quizás mas del total nacional, por su valor de producciún. en compraciún con 46
por ciento en 1910.Sin embargo, no se dispone de datos suficientes para poder comparar estas cifras
con los datm censales y cuniprobar cuál & ellas es correcta.
ESTiJDIOS DE CASO

Número de Número de
Poblaciói~ Itldustrias Población Itrriustrias

Naucalpan Lechería
Tlalnepantla Ayotia
Cuautitlán Pantitlán
Xalostoc Apaxco
Santa Clara Tlaltizapán
Ecatepec Amecameca
Los Reyes San Rafael
Texcoco Tul ti tlán
Chalco
Gran total

Tomado de la Revista Tiempo. 1'964.

Entre dichas empresas se cuentan algunas muy poderosas, como "Ace-


ros Ecatepec", "Aceros Nacionales", "Monsanto", "Bronces Finos", "In-
dustria Eléctrica de México", "Química Sol", etcktera, donde la participa-
ción del capital extranjero -sobre todo norteamericano- es muy fuerte.
En el Distrito Federal, desde luego, se cuenta igualmente con un gran
número de industrias de importancia nacional, destacando entre ellas: "D.
M. Nacional", Refinería de Peteróleos Mexicanos en Azcapotzalco, arma-
doras de automóviles "Ford" y "General Motors"; enormes fábricas tex-
tiles, fundidoras de fierro y acero, empacadoras de conservas y otras
muchas.
Según los datos del censo de 1960, el Distrito Federal ocupa el primer
lugar en casi todas las ramas de la industria de transformación (ia excep-
ción mayor es la siderúrgica, concentrada sobre todo en Monterrey y Mon-
clova); viniendo a continuación el Estado de México dentro de la Cuenca.

Conviene señalar brevemente algunos aspectos acerca de la locali-


zación industrial en el Distrito Federal y Estado de México, sin pretender
agotar el vasto tema.
En primer lugar, el hecho mismo de que entre las dos entidades, en el
seno de la región industrial de México, se cuente según Yates con más del
SS por ciento del valor de la producción de toda la República, indica la
excesiva y perjudicial concentración industrial en pocas zonas del país,
que debe atribuirse tanto a la proximidad del más grande y poderoso
mercado de consumo -la Ciudad de Mexico (donde se vende mBs del 70
por ciento de toda la producción regional)- como a las mejores comu-
nicaciones que este núcleo urbano posee, la disponibilidad de energía;
las tarifas que impulsan la industria hacía la zona metropolitana; las fa-
cilidades de orden fiscal; etcetera. Pero quizás la determinante haya sido
la política de centralización llevada a cabo por los gobiernos nacionales,
permitiendo y alentando la concentración en la ciudad de todas las de-
pendencias oficiales, de los bancos centrales y privados, las instituciones
financieras, de los organismos de dirección económica, empresas d e
proyección y construcción de obras.
En segundo, claro está que la política seguida hasta hoy ha dado sus
resultados sobre el carácter socioeconómico de la región. Por ejemplo, se
creó abundante mano de obra especializada que reside en el Distrito
Federal principalmente y por lo tanto, las demás regiones del país s e
encuentran en situacibn desfavorable, exceptuando quizás a Monterrey,
Puebla, Orizaba y algunas otras en determinadas ramas. La misma concen-
tración de 3.5 millones en la ciudad y de más de 5.5 en la región, crea el
gran mercado de trabajadores; si a ello se agrega que la metrópoli atrae a
la población rural y a muchos habitantes del interior del país, habrB de
medirse la abundancia de la mano de obra.
El Distrito Federal, no asi el Estado de México, alcanza los más altos
índices de bienestar general (obtenidos mediante unas ecuaciones que
incluyen los principales aspectos del nivel de salarios y educación,
consumo, salubridad), casi el doble del promedio nacional (185), así como
la mas crecida inversión industrial acumulativa per cápita (4 260 pesos en
19461955), estando después varios estados del Norte del país y en quinto
sitio el Estado de Mkxico. Igual sucede con las inversiones en relación a
la superficie; en inversión total acumulada y comercial, el Distrito Federal
apenas cede al estado de Baja California.
Esta concentración industrial en la Cuenca de México ha traído también
como consecuencia que estas dos entidades consuman el 40 por ciento de
la producción nacional de electricidad y asimismo el hecho de que en los
estados vecinos a la región metropolitana se hayan desarrollado en gran
medida la construcción de instalaciones elkctricas, IlegAndose a poseer en
5 entidades más del 60 por ciento de la capacidad instalada en toda la Re-
pública. Merecen citarse como sistemas que abastecen de energía al Distn-
to Federal (tambien a la región en general) en forma muy importante:
1) Necaxa (210 000 kw) en el estado de Puebla. 2) Valle de Bravo "Miguel
ESTUDIOS DE CASO

Alemán", Estado de México (370 000 kw) 3) Z~chería,Méx., con 230 000
kw 4) Mazatepec, Pue. (208 000) y Amacuzac, Mor. Además se cuenta con
122 500 kw, de las plantas de Tacubaya y Alameda, en el Distrito Federal
y las recientes obras de El Infiernillo, primera etapa, con más de 670 000
kw, que en buena parte servirán al Distrito Federal y a la zona central.
Ha habido una falta de política acertada de planeación del desa-rrollo
industrial, lo cual permite augurar una mayor concentración en la región,
que para 1980 puede llegar se@n algunos cálculos hasta el 60 por ciento
del total nacional. Sin embargo, en los años por venir quizás se tomen
medidas drásticas que cuando menos impidan que el proceso continúe a
ritmo acelerado. El problema de la descentralización de la industria en un
país como el nuestro es muy complejo, pero tiene solución y deberían
aplicarse de inmediato medidas como éstas:

a) Conceder mayores prerrogativas a industrias que se localicen fuera


de la región.
b) Intensificar las obras públicas en otras ciudades, para atraer las indus-
trias nuevas.
c) Planear correctamente la localización de nuevas fábricas.
d) Llegar a la prohibición de crear nuevas empresas en la región.
e) Aumentar los salarios de los obreros en las entidades del interior.
j) Descentralizar las instituciones gubernamentales, bancos, univer-
sidades e institutos técnicos, etcétera.
g) Proyectar nuevas ciudades industriales dentro de la región misma,
situadas lo más lejos posible de la Ciudad de Mexico.
Ir) Planear el desarrollo de la construcción de centrales de energía
eléctrica, comunicaciones, etcétera, que sirven primordialmente a las en-
tidades en general y no sólo al Distrito Federal y a la región.

5. Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca en la región

Aunque la región económica de Mexico es predominantemente indus-


trial, tanto pcr el valor de la producci6n como por el porcentaje de po-
blación económicamente activa dedicada a esa actividad, es necesario
referirse brevemente a los aspectos económicos de importancia secun-
daria. Entre ellos ocupan lugar prominente la agricultura y la ganadería
(no así la minería, pues la región de Pachuca queda fuera de nuestro
estudio) sin que las explotaciones forestales, la caza o la pesca tengan
relevancia comparativa.
LA CIUDAD DE MÉXICO Y S U R F S I ~ N FCON~MICA

El carácter de las explotaciones ganaderas y agrícolas es claramente


disímbolo y se distinguen algunas zonas dentro del Distrito Federal y el
Estado de México donde la necesidad de proveer de alimentos al mercado
de la ciudad y la abundancia de capital, privado, ha permitido mejorar los
sistemas de explotación y establecer condiciones modernas de producción.
Hay numerosas granjas con ganado fino, con cultivo de forrajes, transporte
rápido y eficaz de artículos, etcktera, en diversos sitios de las Delega-
ciones del Distrito Federal (sobre todo en Coyoachn, Ixtapalapa, Xo-
chimilco y Tláhuac) y en el Estado (Chalco, Texcoco, Cuautitlfin,
Tlalnepantla, Ecatepec). Junto a esas empresas modernas existe un
verdadero mar de pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas, cuyo
carácter sigue siendo atrasado y sujeto a los caprichos de la naturaleza,
de baja productividad y que sufren todavía de graves problemas. Los
terrenos con riego en las zonas de Zumpango y Xochimilco resultan
excepcionales.
La topografía de la Cuenca limita bastante el desarrollo de la agricul-
tura. pues más de 3 000 km2, son ae terrenos montañosos aonde aquella
actividad es casi imposible de practicarse o se lleva a cabo en lomeríos
erosionados. La erosión resulta ya un fuerte problema en las planicies del
norte y rioroeste, a causa de los acentuadas contrastes climáticos, de la des-
foreshción, el pastoreo y la continuada agricultura de maíz o a base de
cu!tivm magusyerm. Por otro lado, fuera de las restos de antiguos lagos o
escasos manantiales, no existen ríos ni agua abundantes para riego;
adernfis, la urbaniizacidn resta cada vez mayores superficies al Brea riiral.
Las mismos necesidades de abastecimiento de la Ciudad de MCxico y
ios factores naturales han condicionado el tipo de cultivos que prevalecen
en la regihn. Por un lado se produce maíz de tempral, clararncnte decisi-
\,o en numerosos nunicipios del Estado -tanto por ser tradicional e n
siembra como por cbliivarse dependiendo drl temporal y en los suelos
especiales de la Lueccd- el cual se ve acompafiado en determinadas
;lonas por csltivos de trigo y cebada (par;] alimentación del ganado éste
ú:lirng) y eei c~iltivode remolacha, chícharo, haba y Fapa. además de 12
avena y frijol. Los frutales de clima templado (durazno, lejocote, mem-
brillo, higo) y en algunos puntos el aguacate compleLan el cuadro agrícoia.
Son importantes en muchos municipios Icis forrajes, que integran bucna
p;irte del alimento para el ganado vacuno y también deben mencionarse las
!egumbres que con tanto esmero se cultivan en Xochimilco, TlBtiuac y
olras comarcas donde se dispone de agua suficiente; 10s cultivos de flores
en las estribaciones del Ajusco, son ya tradicionales.
ESTUDIOS DE CASO

Los municipios de mayor importancia en cultivos de maíz y otros


cereales son los de la porción oriental del Estado de México, así como
Iturbide y dentro del Distrito Federal destacan las Delegaciones de Milpa
Alta y Tlalpan; la producción de forrajes se concentran en los municipios
de Texcoco, Chalco, Cuautitlán y otros vecinos al Distrito Federal. Se
especializan en el cultivo de frutales varios municipios de la zona sureste
y el sur de la región, incluyendo las Delegaciones de Magdalena Contre-
ras y parte de Obregón y Tlalpan. Hacia el noreste se encuentra la zona
magueyera de Otumba-Teotihuacán, que abastece de pulque a buena parte
de la población urbana y a la rural de la región (aunque es necesario intro-
ducir grandes cantidades de esa bebida, procedente de Apan y otras re-
giones de los estados de Hidalgo y de Tlaxcala).
Tanto por lo que toca a superficies cosechadas como a producción y
valor de la cosecha, la Región Económica abarca muy modestas cifras con
respecto al total nacional y en lo referente al maíz, que es el principal
cultivo, apenas llega al 1.5 por ciento en la superficie (83 700 has), 1.3 en
volumen de la cosecha (69 900 t) y la misma cantidad en valor de la
cosecha maicera (52.0 millones). Es útil especificar que el Distrito Federal
tuvo una importancia limitada en materia agrícola, habiendose cosechado
11 878 hectáreas en total; como es sabido, sólo alrededor de 46 000
personas, casi 3 por ciento de la población económicamente activa, trabaja
en actividades agropecuarias.
Tampoco en materia ganadera es autosuficiente la región, pero de
cualqiiier manera se abastece en escala importante de carne, leche y sus
derivados, huevo y otros productos de su propia zona aledaña, que en los
últimos aiios mejora notablemente al respecto. De acuerdo con los datos
preliminares del censo de 1%0, las cantidades aproximadas de cabezas de
ganado existentes en la Región Económica son:

Garlado Entidad Número de cabezas

Bovino Distrito Federal 82 659


Región 235 000
Ovino Distrito Federal 36 818
Región 169 O00
Parci no Distrito Federal 25 976
Región 82 000
LA CIUDAD DE MÉXICO Y SU RFX;I~NECON~MICA

Gaizado Eiitidad Número de cabezas

Caprino Distrito Federal


Región
Mular Distrito Federal
Región
Caballar Distrito Federal
Región
Asnal Distrito Federal
Región

Únicamente por lo que respecta al ganado ovino, la región ocupa un lu-


gar de interes en el marco nacional (3.5 por ciento del total), pues en
materia de las otras clases de ganado no alcanza siquiera el 1.0 por ciento,
a excepción del mular en que llega al 1.2 por ciento de la cifra nacional.
Las mismas necesidades que experimenta la gran concentración demo-
gráfica de la Ciudad de Mkxico, han obligado a un desarrollo bastante no-
table de la avicultura, lo cual permitió elevar el total de ejemplares de aves
en la región a poco más de 2 180 000, de los ciiales 623 383 se encontraban
en el Distrito Federal. La producción de huevo anualmente se hacía as-
cender según dichas cifras preliminares a 139 millones: de ellos poco mAs
de 35.5 millones provenían del Distrito Federal. Es de notarse que buena
cantidad de aves y huevos para la capital llegan desde zonas diversas clc
Puebla, el Estado de Mkxico fuera de la región, Morelos y el Bajío.
La silvicultura se practica en muy reducida escala dentro del Distrito
Federal (serranías del Ajusco, Las Cruces y estribaciones de la Sierra
Nevada) por estar vedada la tala de bosques en los parques nacionales
siguientes: Cumbres del Ajusco, Desierto de los Leones, El Tepeyac,
Lomas de Padierna y Las Cruces. Sin embargo, en 1961 se produjeron CA
toneladas de carbón (utilizando principalmente el oyamel), 12 mil m' dc
leña para fabricar papel (oyamel y pino) y pequeñas cantidades de tro7as
en rollo, etcktera.
En el Estado de México la actividad silvícola es mayor, sobre todo para ali-
mentar la fábrica de papel de San Rafael, la de Ayotla y las de Loreto y PeAa
Pobre en el Distrito Federal. Destacan algunos municipios como Amecamcca
(más de 7 400 m' de madera para papel en 1959), Chalco, Tlalmanalco, Huixqui-
lucan y otros. En 1961 se anotaron para todo el Estado de México impor-
tantes cantidades de leña para papel (105 mil m3) y de carbón (11 400
toneladas) que se explotaba principalmente en el valle de Toluca.
ESTUDIOS DE CASO

L3 falta de ríos importante y el escaso volumen de agua existente en los


lagos que se conservan, condicionan el hecho de que la pesca se encuentre
poco desarrollada dentro de la región. En 1961 se registró un total de 295
lonel¿idas, todas ellas de especies industriales, con un valor de 144 mil
pesos. Dicha actividad económica se lleva a cabo en los lagos de Xochi-
milco, Texcoco y en pequeños embalses.
La caza se practica en pequeña escala en los cerros y montañas de la Sierra
Nevada, del Ajusco, Las Cruces y en algunos sitios de las planicies al norte y
noreste: en 1960 se expidieron más de 4 mil permisos de cacería, pero la
inmensa mayoría fueron para ejercerlos fuera del territorio de la región.

6. Los trarisportes y vías de comunicación

Una ciudad que concentra más de 3.5 millones de personas y 5.5 en las
zonas aledañas del Distrito Federal; una región económica que absorbe
mds de 6 millones de habitantes (alrededor del 16 por ciento de la
pblacidn dcl país) y que -circunstancia decisiva- es el primer centro
industrial de la República, a la vez que comercial y cultural, debe poseer
también una vasta red de vías de comunicación de todo tipo. Ello es
iniiispensable para satisfacer cuando menos:

u) E! movimiento interno de los habitantes dentro de la ciudad


misma.
iij El creciente desplazamiento de tralajadores, cortierciantes y otras
personas, Ii'icili y desde la ciudad.
c) La gran corriente de mercancías que se consumen en la ciudad y el
Distrito 'I'ederal, tanlo de productos alimenticios como de ropa y otros
actí¿ulos de u50 personal c, familiar.
dj El volumen de materias primas necesarias para la marcha de la
industria en el Distrito Federal y la zona aledaña.
e) El traslado de artículos elaborados en las fábricas a las poblaciones
dtl interior del pais.
Jj El movimiento iurístico hacia la ciudad, tanto por carretera y fer-
rocarril, como por vía aérea.
y) La atención del servicio de correos, teléfonos, telkgrafos, etcétera
de varios millones de personas.

En genu':il, puede afirmarse que el Distrito Federal es en todos sentidos


la entidad mejor comunicada del país y que su área urbana posee avenidas,
LA CIUDAD DE MÉXICO Y S U R E G I ~ NECON~MICA

calzadas y otras obras que en cierta medida corresponden a su desarrollo


reciente. No quiere decirse con ello que estén resueltos los problemas de
comunicación y tranqporte en toda su magnitud, pero de cualquier manera
las grandes inversiones públicas en la Ciudad de Mexico la han convertido
en un "escaparate" para el resto de la región y de la República, con sus
viaductos, pasos a desnivel, etcttera.
Por desgracia no se han desarrollado en igual magnitud los diversos
medios de transporte en la ciudad, pues no existe ferrocarril subterráneo
(que poseen otras urbes más pequeñas como Barcelona, Leningrado o
Estocolmo) ni ferrocarriles o tranvías elevados, ni tampoco hay un servi-
cio eficiente de autobuses o taxis, resultado esto último de problemas
económicos y administrativos muy complejos. La ciudad, con calles y
avenidas cuya extensión alcanza 6 300 km (50 millones de metros cua-
drados, de los cuales 36 están pavimentados) permite la expansión del
tránsito en todas sentidos y lo mismo puede decirse de las zonas urbanas
dentro de las delegaciones de Azcapotzalco, Villa Gustavo A. Madero,
Obregón, Coyoacán y Tlalpn. Pero en el Distrito Federal todavía existen
algunas zonas cuyo caracter rural, topografía difícil y lejanía con respecto
a la ciudad, han impedido el trazo de buenas carreteras o ferrocarriles:
sobre todo Milpa Alta, sur de las delegaciones de Tlalpan, Magdalena
Contreras y Obregón, partes amplias de Tláhuac, Cuajimalpa y Xochi-
milco.
Por 10 que respecta a los caminos, en la ciudad convergen los principales
de la República, tanto al sur y norte como al este y oeste. Entre las
carreteras cabe citar las siguientes:

1) Dos que van a Veracruz, por Jalapa y por Puebla-Orizaba.


2) A Cuernavaca y Acapulco.
3) Tres al norte, a Nuevo Laredo y Piedras Negras por San Luis Potosí,
Monterrey o Saltillo, a Matamoros por las Huastecas; a Ciudad Juárez por
el Bajío y Durango.
4) Dos a Guadalajara, por Morelia y cruzando El Bajío.
5 ) Al puerto de Tampico por Pachuca y Tuxpan y a Poza Rica, costa del
Golfo de México en el norte de Veracruz.
9 Al sur, por Cuautla-Izúcar de Matamoros y a Oaxaca por Puebla.
Además, existen muchos otros caminos locales o que ligan entre sí las
subregiones económicas. E s necesario señalar la construcción de
las llamadas supercarreteras a Cuernavaca, Teotihuacán, Queretaro y
ESTUDIOS DE CASO

Puebla (próximamente se terminará la de Pachuca), amen de la restructu-


ración del viejo camino a Toluca con lo cual Mexico se halla ligado
eficientemente con los tres valles vecinos.
Las líneas ferroviarias principales (excepto las del oceano Pacífico y del
sureste) unen también a la capital con los centros urbanos y regioues más
destacados: Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Monterrey, San Luis Potosí,
Piedras Negras, Ciudades de El Bajío, Guadalajara, Morelia, Uruapan,
además de Puebla, Orizaba, Veracruz y el Papaloapan en el oriente;
Cuernavaca, Cuautla, Oaxaca hacia el sur. En materia de ferrocarriles,
la región de MCxico cuenta incluso con ventajas sobre el autotransprte;
entre ellas la existencia de s61o dos estaciones de pasaje, construcción de
la estación d e carga del Valle de Mexico y los grandes talleres
de Nonoalco. Las estaciones del servicio de autobuses están concentradas
y contribuyen a crear graves problemas de tránsito en distintos puntos
de la ciudad.
La capital dispone además del Aeropuerto Central, situado al noreste,
que resulta ya inadecuado para los más modernos tipos de aviones, pe-
ro que de cualquier manera recibe y envía centenares de vuelos diarios en
servicio interior e internacional. Cuando menos diez compañías entre ellas
(las más importantes: Aeronaves de México, Compañía Mexicana de
Aviación) comunican a la capital con todas las grandes ciudades de pro-
vincia e incluso con numerosas zonas de varios estados (Guerrero, Oaxaca,
Baja California) que viven en fuerte aislamiento. El transporte aéreo juega
un papel muy importante para la ciudad pues mueve rápidamente a miles
de personas procedentes del exterior o del interior del país. El tráfico
internacional es intenso, ya que tocan el aeropaerto central varias com-
pañías que se cuentan entre las más famasas del mundo: Air France, Pan
Arnerican Airways, KLM, Canadian Pacific y otras (en total diecinueve)
que cubren las rutas directas a Europa, los Estados Unidos y Canadá,
Sudamerica, Japón, Cuba y el Caribe.
En el Distrito Federal hay, según decíamos antes, una red bastante
profusa de carreteras (más de cien kilómetros) a todas las cabeceras de
Delegaciones, a las zonas agrícola-ganaderas de Tláhuac, Xochimilco,
Milpa Alta, Cuajimalpa e incluso los caminos se internan por las montañas
del sur y oeste, hasta Los Dinamos, Ajusco, Desierto de los Leones,
Chimalpa. La vía a Cuemavaca sirve también para enlazar por medio del
ferrocarril a las poblaciones del occidente y e! sur.
En la región hay también una red bastante completa de caminos que
unen las principales poblaciones: Texcoco, Zumpango, Teotihuacán,
Amecameca, Otumba, sin contar a las ciudades industriales, pero existen
zonas importantes en las que el relieve ha impedido un fácil acceso (tanto
en el Ajusco, como en la Sierra Nevada) e incluso diversas comunidades
rurales del Estado de México se encuentran casi aisladas. En la parte norte
y noreste de la región las líneas férreas son sustituto importante de los
caminos, pues aquellas se entrelazan hacia la capital.
Circulan en el Distrito Federal más de 300 mil vehiculos de motor, en-
tre ellos 190 mil autos particulares, 1 7 mil de alquiler, 4 mil oficiales y
7 mil camiones de pasajeros; además, 43 mil vehículos de carga y más de
11 mil motocicletas y 70 mil bicicletas. El enorme incremento del número
de autos y camiones en los últimos diez años crea problemas muy graves
de tránsito, estacionamiento, etcétera, que las obras recientes no han
logrado resolver.
Por otro lado, la red telefónica simple en el Distrito e s de 43 mil
kilómetros y la desarrollada (con el servicio a larga distancia para todo el
mundo) alcanza 3 436 000 km. El número de aparatos ascendía en 1960 a
262 000, lo cual equivale a más del 50 por ciento del total en la República.
Hay además 205 oficinas postales y 41 telegráficas (1960) solamente en el
Distrito Federal.
El peso relativo que tiene la región en el conjunto de los transportes
nacionales, resulta menor por lo que respecta al personal dedicado a estas
labores segun el censo de 1961, pues esa cifra llega sólo al 20.3 por ciento
de la cifra general (38 603 obreros o empleados) y por lo que toca a
los ingresos registrados en esta rama económica, (1 148 millones de pe-
sos) el porcentaje llegaba al 21.2 del total. En lo referente a estableci-
mientos especializados, se registraron en esa fecha 14 344 (37.7
por ciento), número bastante elevado debido a que numerosas em-
presas del interior tienen su sede en la capital. La fuerza económica
del Distrito Federal puede medirse por la observación de los siguientes
datos:

Estnblecimieritos Personal Iligresos

Por cielito
Número respecto Número Por ciertto err millo~res Por cie~ito
a la nación úe pesa
ESTüDIOS DE CASO

7. El coniercio y los servicios

Todas las consideraciones históricas y sociales que hasta el presente se


han hecho no dejarán lugar a dudas sobre la excepcional importancia
que la Ciudad de Mexico en particular y su región económica en gene-
ral tienen en el comercio del país. Ello se deriva de todas las explicacio-
nes anteriores y no resulta inútil insistir en algunos aspectos, que nos
permitirán comprender las cifras del movimiento comercial presentadas
más tarde.
De acuerdo con las factores naturales, la Ciudad de México se encuentra
situada no en el centro del país sino al sureste de la región central y 16-
gicamente los mayores centros comerciales deberían estar situados dentro
del triángulo Guadalajara-San Luis Potosí-Qurétaro. Por sus recursos na-
turales explotables, la región de México no tiene relevancia en el marco
de la República y en cierta medida la propia altura sobre el nivel del mar,
su relativo aislamiento de las regiones bajas tropicales y su lejanía del
norte, el sur y el sureste, indicarían que su relevancia económica fuera
pequeña.
Sin embargo, todos esas factores negativos fueron superados por el de-
sarrollo histórico de la nación, sobre todo desde el momento en que los
aztecas fundaron la Gran Tenochtitlán y después, cuando los españoles
fundaron sobre sus ruinas la Ciudad de México, capital del Virreinato. El
progreso económico del país prosiguió teniendo como centro vital la
Ciudad de Mexico y venciendo los obstáculos que ofrecía la naturaleza.
Las vías de comunicacíon se perfeccionaron para unir a la capital con las
regiones más productivas, abastecedoras de materias primas y también
consumidoras de productos elaborados procedentes de la capital; el ferro-
carril jugó a este respecto un papel extraordinario. La enorme masa urbana
creció a ritmo acelerado, exigiendo cada día mayores volúmenes de
abastecimientos de todo tipo, entre ellos alimentas y productos elaborados
fuera de la ciudad, igual que materias primas, energía, etcétera, para la
marcha de la industria. Todo ello, repetimos, favorecido por la centrali-
zación política, financiera, cultural y de otra indole en la capital.
En consecuencia, la Ciudad de México, el Distrito Federal y la Región
Económica reúnen las mayores concentraciones urbanas, industriales y de
recursos financieros del país. No es sino lógico que también se encuentre
aquí la mayor potencia del comercio interno nacional, su desarrollo
moderno más destacado y que el volumen de mercancías movidas hacia y
desde cualquier zona en la República. Por otro lado, el progreso del
LA CIUDAD DE ~&XICQY SU R E G I ~ NECON~MICA

comercio ha sido espectacular en los últimos 30 años, aunque los ante-


cedentes históricos vienen desde la tpoca prehispánica, cuando las so-
ciedades indígenas ampliaron la actividad comercial.
En un año reciente (1957) llegaron al Distrito Federal un total de 1)8 517
carros de ferrocarril, cuya carga ascendió a 3.7 millones y de la entidad se
despacharon 35 085 carros con 1.1 millones de toneladas en conjunto. Los
p r i n c i ~ l e srenglones de ingreso de carga fueron los de artículos agrícolas
o relacionados con esa actividad (808 6% toneladas en 28 052 vagones de
ferrocarril), en tanto que llegaron 80 891 toneladas en un total de 13 621
carros. Las principales mercancías movidas fueron los productos alimen-
ticios como maíz, trigo, azúcar, pulque, frijol, forrajes, algodón y cebda.
Tambien fueron muy destacadas las remesas de artículos industriales;
cemento, cerveza, petróleo y derivados, fertilizantes, vidrio y productos
transformados distintos: el volumen de mercancías que arribaron fue casi
igual al de aquellas que salieron (668 940 y 617 359 toneladas). Tambien
fue considerable el movimiento de productos minerales: entraron 103 777
toneladas y fueron enviadas 29 450 (minerales y concentrados, fierro en
diversas formas, sal, coke, carbón mineral y otros). Además, se intro-
dujeron 131 384 toneladas con productos vegetales como madera, celulosa
y leña; de artículos ganaderos llegaron a la capital 56 064 toneladas en
3 543 carros. En estos últimos productos la salida de mercancías fue
insignificante.
Según los datos del censo de 1 x 1 , existían casi 90 000 establecimien-
tos comerciales en la región y de ellos 81 305 correspondían al Distrito
Federal.
El porcentaje que ocupan tanto el Distrito Federal como la Región
Económica con respecto a los totales preliminares de la República, pueden
verse a continuación:

Establecimientos

Por ciento
Entidad respecto al Por ciento de Por ciento de
total nacional personal ingresos

Distrito Federal 31.4 33.1 31.3


Región 33.4 34.9 32.6
ESTüDIOS DE CASO

Como puede verse, en todos los renglones se abarcan alrededor de una


tercera parte del total nacional y corresponde al Distrito Federal la mayor
parte del conjunto.
Para insistir en la importancia que tiene el Distrito Federal dentro de la
actividad financiera de la República, presentaremos algunos datos gene-
rales que muestran objetivamente dicha participación y explican tambien
la concentración industrial y demográfica, siendo a su vez creados por
aquellas concentraciones de trabajo industrial y de población.
En 1954 se recaudó en el Distrito Federal el 64.7 por ciento de todo el
impuesto sobre la renta; por otro lado, en 1%0 los depósitos a la vista en
bancos eran en el Distrito Federal de 5 261 millones de pesos o sea casi
exactamente el 50 por ciento del conjunto nacional y por último, los capi-
tales exhibidos por empresas con residencia en la capital eran el mismo
año de 1 560 millones contra sólo 327 millones de Monterrey, segundo
centro industrial del país. No es de extrañar que también las mayores inver-
siones públicas y privadas se registren en el Distrito Federal y la región.
Finalmente, en el renglón de servicios la participación del Distrito
Federal es tambien muy importante, tanto en número de establecimientos
dedicados a esta actividad económica como en el de personas que prestan
sus servicios en la mismna rama; en materia de ingresos anuales resulta
menor la parte que corresponde tanto al Distrito como a la región. Todo
ello puede deducirse del cuadro preliminar siguiente:

Estnblecimieiltos Personal
Iitgresos
Por cielito
(mill. de
Eiitiílnd Número Por cieitto Número Por ciento Número pesos)

Distrito Federal 30 717 29.0 105 369 32.7 4 260 28.0


Región 32 095 30 .O3 108 052 33.5 4 301 28.9

Nota: Lco porcentajes s m respecto al toial nacional.

111. Siibregiones de la Ciudad y la Región Económica

1) Dentro de la región de la Ciudad de México se observa hoy (19ó6) una


división geoeconómica del siguiente tipo:
LA CIUDAD DE MÉXICO Y SU R E G I ~ NW O N ~ M I C A

a) Zona Central (el primer czradro) que es netamente de carácter admin-


istrativo, comercial y bancario. Aquí están concentradas muchas de las
instituciones oficiales, los edificios sede de los bancos; viejos y nuevos es-
tablecimientos comerciales (entre ellos los grandes mercados de La
Lagunilla, La Merced, San Juan, Dos de Abril), los grandes almacenes de
capital extranjero, El Puerto de L i v e r p l , El Palacio de Hierro, El Centro
Mercantil, etcétera). Es el corazón político y financiero del país: Palacio
Nacional, Camáras de Senadores y Diputados, Suprema Corte, Bolsa de
Valores, Nacional Financiera y otras muchas empresas de singular cate-
goría. Igualmente se hallan los edificios de la prensa metropolitana, las
grandes librerías y bibliotecas.
Por otro lado, la concentración demográfica es la más alta, sobre todo
al norte y oriente del 26cal0, igual que en Guerrero. En este primer cuadro
se conservan la casi totalidad de las viejas construcciones y las iglesias
más interesantes. Hacia el Zócalo convergen anchas calles nuevas -20 de
Noviembre, Pino Suárez- o relativamente angostas pero de enorme im-
portancia comercial como Madero, 16 de Septiembre, 5 de Mayo, Tacuba,
Corregidora, con lo cual dicha plaza confirma que sigue siendo el centro
de la ciudad. Tambien aquí se localiza el único parque importante del
Centro (La Alameda), pero el carácter de núcleo educativo que dicho
primer cuadro tuvo en el pasado, prácticamente se derrumbó al construirse
las Ciudades Universitaria y Politecnica, el edificio de la Escuela Normal,
lejos de él. Aunque es un espacio de intenso tránsito urbano @eatones y
automóviles) no tiene importancia como zona de transporte ferroviario,
pues las estaciones se encuentran en San Lazar0 y Buenavista. Al norte y
este del Zócalo se concentran numerosas terminales de líneas de autobuses
foráneos, cuyo tránsito estorba notablemente el movimiento de vehículos.
b) La Zona Norte de la ciudad y el Distrito Federal incluyen numerosas
colonias de fuerte densidad de población -Peralvillo, Estrella. Tacuba-
y que es la región industrial por excelencia, lo mismo dentro de los propios
límites urbanos como en las Delegaciones de Azcapotzalco y Gustavo A.
Madero: Refinería "18 de Marzo", Vallejo, Nonoalco, límites con el
Estado de México. Es además el principal sector de comunicaciones
ferroviarias y de autobuses de primera categoría (nueva estación de
Buenavista y alrededores). Se ve cruzada por la avenida Insurgentes Norte,
que con las nuevas obras terminadas ya, constituye -la salida perfecta
~ m b 0a Pachuca y el noreste del país.
c) La Zona Oeste de la ciudad abarca hoy tanto el pul~ndn & Mérico,
que es el Bosque de Chapultepec - e n proceso de ampliación-, como
ESTUDIOS DE CASO

algunas de las colonias ricas más famosas, situadas en las Lomas de


Chapultepec, Polanco, Anzures, Cuauhtémoc. Además, se hallan en esta
sección varias de las antiguas poblaciones donde -entre huertas y coli-
nas- se localizaban las casas de campo de las familias ricas en Tacubaya
y Mixcoac. Existen algunas fábricas (debido a la abundancia de agua y la
buena situación) y algunas nuevas colonias de clase media, entre
Hipódromo, Chapultepec y Nochebuena, no faltando zonas de gran
pobreza, como las colonias y barrios Garza, Hogar y Redención, Bella-
vista. Hoy cuenta con arterias muy importantes para el tránsito al oeste de
Insurgentes: Av. Tacubaya, Revolucibn, Parque Lira, Anillo Periférico.
d) La Zona Sur de la ciudad es una región netamente residencial
integrada por numerosas colonias de clases medias y populares, creadas en
los últimos decenios, desde la Obrera y Roma Sur hasta Vértiz Narvarte,
Tiacoquemécatl y Américas Unidas. Aquí tambien se distinguen algunas
nuevas fábflcas y laboratorios, sobre todo cerca o a lo largo de las avenidas
como División del Norte, Universidad y Calzada San Antonio Abad-
Tialpan. En tanto por la avenida Insurgentes se integra una nueva zona
comercial, a base de grandes almacenes e innúmeras tiendas.
e) La Zona Este se encuentra una región mixta industrial-residencial y
de comunicaciones, que incluye los viejos barrios de fábricas en Ferroca-
rril de Cintura y colonias de tipo medio (Jardín de Balbuena, Federal, Villa
Cortés) junto a decenas de colonias proletarias, entre las cuales destacan
las de Gertrudis Sánchez, Peñ6n de los Baños, Caracol.

2) Ya fuera de la ciudad, pero integradas al cuerpo urbano, hay otras


subregiones del Distrito Federal que tienen peculiaridades geográfico-
econ6micas:

u) Las Delegaciones de Ixtacalco, Ixtapalapa, al norte de Tlalpan,


aunque invadidas por colonias urbanas cada vez más poderosas, son
todavía en gran medida regiones semi rurales con granjas ganaderas,
huertas, parcelas cultivadas con cereales, etcétera; algunas fábricas se han
instalado recientemente, para complementar -ya mucho después de
iniciado el proceso de industrialización- a las grandes factorías de otros
tiempos: Papel de Loreto y Peña Pobre, entre otras. En Coyoacán desa-
parece rápidamente el carácter semi rural, para convertirse en parte inte-
grante del conjunto urbano.
b) También en Magdalena Contreras se establecieron desde hace dece-
nios, varias empresas textiles importantes, que actualmente se encuentran
LA CIUDAD DE MÉXICO Y SU R E G I ~ NECON~MICA

rodeadas por colonias proletarias y han perdido mucho de su antigua


pujanza. Como en el caso de Tacubaya, la abundancia de agua y la cercanía
a la ciudad fueron factores decisivos, al igual que en la zona de La Venta-
Acopilco-Desierto de los Leones e incluso al sur franco de la ciudad
(Ajusco, Nativitas y Xochimilco), donde sin embargo dificultades de
transporte o de situación, impidieron hasta hoy la industrialización en
mayor escala, incluso en la periferia de Villa Alvaro Obregón ya unida
íntegramente a la ciudad. Xochimilco, como es sabido, continúa viviendo
primordialmente del trabajo agrícola en las chinampas y zonas que antes
formaban del lecho lacustre. En Tláhuac subsisten algunas chinampas y
canales muy poco profundos, que antes tenían gran extensión entre el
Cerro de la Estrella y el Teutli.
Milpa Alta es una Delegación agrícola-ganadera por excelencia, pues
incluso la cabecera no pasa de ser un poblado con aspecto y carácter rural.
c) Finalmente, existen dentro del Distrito Federal terrenos de netas car-
acterísticas montañosas, tanto al sur (donde en la Serranía del Ajusco se
alcanzan hasta 3 500 metros en el cerro de la Palma y más de 4 000
en el extinto volcán Ajusco, alturas menores en el Tiáloc, el cual es un
monte distinto al que se encuentra al norte del Iztaccíhuatl) como en la
sierra occidental de Las Cruces y en el norte: Sierra de Guadalupe. Sobre
todo en la Serranía del Ajusco, en el Tiáloc y Las Cruces se lleva a cabo
una serie de labores agrícolas de altura - c e r e a l e s y frutales, flores-
combinadas con ganadería extensiva sobre la base de pastizales, que en esa
zona se ven favorecidos por la mayor precipitación y humedad del
ambiente.

Ahora bien, conviene extender nuestro análisis a la división en


subregiones geoeconómicas dentro de la Cuenca y la Región Metropoli-
tana de atracción directa, fuera del Distrito Federal.

a) En primer lugar, se encuentra la región industrial, ya antes men-


cionada, que abarca buena parte de los municipios de Tlalnepantla,
Cuautitlán, Naucalpan de Juárez, Santa Clara, Tultitlán, Lechería, San
Cristóbal Ecatepec, Barrientos, como más importantes. Es innecesario
insistir en los factores que han provocado la reciente industrialización de
esa subregión, que hace 30 años tenía muy poca importancia al respecto.
Muchas fábricas poderosas se encuentran en esta zona, que integra en
realidad la región industrial, junto con empresas situadas dentro del
Distrito Federal.
ESTUDIOS DE CASO

El trabajo industrial se complementa con actividades ganaderas inten-


sivas y agricultura cerealista; todo ello con el fin de abastecer con
productos de ese tipo al Distrito y a grandes ciudades como Tlalnepantla.
La transformación de los poblados, antes notorios por su atraso, ha sido
notable, favorecidos como están por la buena red de comunicaciones por
ferrocarril y carretera, igual que por su cercanía al enorme mercado
distritense. Aquí han surgido muchas colonias y ciudades satélite de la
capital, que se desbordan hasta ocupar espacios en los municipios del
Estado de México.
b) En municipios también vecinos, entre ellos Zumpango, Texcoco,
Ayotla, se encuentran también importantes empresas industriales, pero el
grueso de la poblacidn (en el espacio comprendido al norte de CuautitlAn,
Nicolás Romero hasta Zumpango y al este hasta Texcoco) vive de ocu-
paciones agrícolas o derivadas de ellas. Entre estas últimas se cuentan las
que se llevan a cabo en la región de Zumpango, a base riego y temporal y
en los campos de Texcoco-Chapingo, donde además hay magníficas
granjas ganaderas. La calidad del ganado vacuno en esos ranchos es
bastante alta, complementándose con animales de alto registro en ganado
porcino y aves de corral, cuyos productos se envían principalmente a la
Ciudad de México. También hay pesca en pequeña escala en las aguas del
ahora modesto lago de Texcoco, las cuales sufren incluso inundaciones en
epoca de lluvias.
c ) El recodo sureste del Estado de México es también una zona princi-
palmente agrícola (maíz y otros cereales, frutales de clima templado,
etcetera) pero que posee caracteres distintos debido a sus riquezas fores-
tales en Tlalmanalco y Amecameca, que hace años dieron nacimiento a la
fábrica de papel de San Rafael, aunque en la actualidad dicha fábrica
trabaja principalmente con materia prima importada de otras regiones. En
Chalco y Amecameca hay también algunas fábricas, pero ese hecho no le
imprime un sello industrial definido y continúa siendo una subregión que
envía artículos agrícolas y ganaderos (sobre todo el municipio de Chalco)
a la capital y que no ha creado ciudades importantes. De cualquier manera,
sus reservas forestales y el clima de Amecameca, fresco parte del año por
la altura y la cercanía de los grandes volcanes, hacen de esta zona una muy
peculiar y distintiva, misma que se extiende hasta la parte oriental de
Texcoco, junto a los cerros Tláloc y Telapón.
d) El noreste del Estado de México, incluyendo los municipios de Teo-
tihuacán, Otumba, Acolman, Temacac, Nopaltepec y otros, es tambiCn de
economía predominantemente rural, basada tanto en el maíz de tempo-
LA CIUDAD DE MÉXICO Y S U R E G I ~ NW O N ~ M I C A

ral como en plantaciones de maguey, que se continúan dentro del estado


de Hidalgo sur y Tlaxcala oeste. Existen aisladas empresas industriales en
Apaxco y algunos otros sitios de la subregiún, pero estos resultan "engu-
llidos" por la marcada especialización agrícola-ganadera. Esta actividad
ganadera se encuentra generalizada en la zona, practicándose tanto la de
vacuno en ranchos y ejidos, como la de lanar y porcino, aunque la calidad
es inferior a la d e subregiones vecinas.
Muchas de las poblaciones regionales conservan todavía s u aspecto
semi rural y lentamente se van transformando, al influjo de la gran capital
que las domina económicamente.

En resumen, puede afirmarse que dentro de la Cuenca hay cuando


menos ocho subregiones económicas (contando a la ciudad misma como
unidad), todas ellas vinculadas estrechamente a la ciudad o formando parte
ya 4 n menor o mayor proporciún- del conjunto urbano metropolitano.
De ese total d e subregiones dos son netamente industriales, dos industrial-
agrarias de transición, tres predominantemente agrícola-ganaderas y una
agrícola-ganadera-forestal.
El fenómeno del hambre en el mundo*

Durante el año de 1974 afloraron a la luz pública con violencia las terribles
consecuencias de la desnutrición y el hambre, que sufren en forma crónica
centenares de millones de seres que pueblan el planeta. Los despachos de
prensa son a cual más reveladores de una situación trágica y terrible: "Un
millbn de personas morirá de hambre en la India y Bangladesh antes de
marzo de 1975", "Persiste la seria escasez de alimentos en Bangladesh,
India y tres pakes occidentales africanos, mientras que situaciones simi-
lares se anticipan en otros 12 países de América Central, Asia y África",
"Cien millones de latinoamericanos sufren desnutrición aguda". ¿Cuáles
son las causas principales del hambre en el mundo actual? ¿Qué porcentaje
de la población del planeta sufre de desnutrición y hambre crónica y en qué
regiones es más apremiante la situación? ¿Puede haber soluciones inme-
diatas y a largo plazo para este gravísimo problema? A estas preguntas
trataremos de responder en el presente comentario, aun a sabiendas de que
los temas son muy complejos y requerirán análisis amplios, que en otra
ocasión intentaremos.
El fenómeno del hambre no es nuevo ni mucho menos de reciente
aparición, pues toda sociedad dividida en clases antagónicas ha contado
para perpetuarse con la explotación de unos grupos por otros. Esta
desigualdad en la obtención de los beneficias permitió la concentración de
grandes ganancias en manos de las clases poderosas, de tal manera que en
las diversas formaciones históricas hubo siempre una ostensible opresión
de las desposeídos, fueran estos esclavos, siervos o vasallas. Por lo tanto,
desde las más antiguas civilizaciones se presentó una situación de

* Tomado de Geosr& subúesmrollo y rnmxismu. México,Ed Nuestro Tiempo, Y edición,


1989, pp. 195-20.1.
Artículo reprexntativo de la vasta prcxlucción del Dr. Bassols sobre diversas problemáticas de
piíses y regiones del mundo como Angola, India, Vietnam, Unión SoviCtica, Alemania, Cuba,
Rrnsil, entie otros. estudados a lo largo & su vida.
EL F E N ~ M E N ODEL HAMBRE EN EL MUNDO

evidentes contrastes entre las condiciones de vida de las dueños de tierras,


haciendas y personas, respecto a las de aquellos dedicados exclusivamente
a laborar con sus manos en campos y talleres, a transportar las mercancías,
recibiendo por ello míseras retribuciones, muchas veces consistentes sólo
en una exigua alimentqción y una vivienda precaria. Aunque la evolución
histórica condujo a la humanidad a nuevos regímenes de producción y
distribución de la riqueza, ni el feudalismo ni el capitalismo en su etapa
inicial cambiaron radicalmente la situación, pues si bien los esclavos se
convirtieron en siervos y &tos en proletarios, sus niveles de vida fueron
mejorando muy lentamente y a una forma de explotación se sucedió otra,
no menos cruel e injusta. En resumen, dentro de cada país que vivió 4 n
el Viejo Mundo- a través de esas etapas, se observó una clara distinción
social, de clases opuestas, unas que vivieron siempre en la miseria más
absoluta y otras en la abundancia de bienes materiales. Habría que
recordar las hambrunas de la Edad Media y las terribles consecuencias del
hambre en la vieja China, que segaron millones de vidas humanas. Esta
situaci6n se continuó dentro del sistema capitalista contemporáneo, que
cargó todo su "progreso" sobre las espaldas del proletario del campo y la
ciudad, cuyo esfuerzo engrandeció a las naciones de Europa Occiden-
tal, más tarde a los Estados Unidos y al Japón hasta convertirlos en
los grandes países industriales de la actualidad. Se creó una divi-
sión interior del trabajo, tanto por clases sociales como por regiones,
pues se fueron estructurando zonas urbanas privilegiadas, en tanto las
mrales se convertían en apt?ndices de aquéllas, dentro de espacios geo-
gráficos en mayor o menor medida "humanizados", transformados por el
hombre.
La conquista y explotación colonial de Asia, África y Amkrica,
significaron para estos continentes la introducción de una nueva etapa,
caracterizada por su sometimiento total a la metrópoli, que convirtió al
actual Tercer Mundo en fuente segura de materias primas baratas para
la gran industria y para el abastecimiento de las ciudades con aquellos
alimentos que no se producían en las países avanzadas económicamente y
al mismo tiempo las colonias se transformaron en vastos mercados para los
productos elaboradas en los centros de poder. En las continentes africano
y asiático los colonialistas conservaron en buena medida la estructura
precapitalista de la economía y la vida social, introduciendo por la fuerza
sólo los elementos capitalistas indispensables para poder desarrollar ex-
clusiijamente las ramas productoras de materias primas o de aisladas
industrias que por la mano de obra barata y abundante era más provechoso
ECTUDIOS DE CASO

fundar en aislados puntos de esas territorios expoliados. En vez de elevar


la capacidad productiva de las naciones afroasiáticas -que ya de por sí
sufrían las consecuencias de una división en clases sociales, causa hasta
entonces principal de una clara desigualdad en los niveles de vida- el lar-
go dominio colonial empobreció aún más a esos países y desorganizó la
economía existente, impidiendo toda posibilidad de desarrollo moderno,
tanto en la agricultura como desde luego en la industria manufacturera
básica. El caso de la India (que en la época británica abarcaba también
Pakistán, Ceilán, Bangladesh y Birmania) es el más claro y convincente,
pues el saqueo fue escandaloso y las consecuencias de la dominación
inglesa fueron tales que sumieron a las grandes masas indias en la más
espantosa miseria y además desarticularon toda la economía nacional
y regional, fortalecieron el poder de los feudales, conservaron y
consolidaron la estratificación en castas, atizaron -en fin- el odio
religioso, racial y lingüístico, propiciando al final la absurda partición del
"Imperio indio" en varios estados, independientes y enemigos entre si. No
fue menos perjudicial la política de "divide y reinarás" que llevaron a cabo
las clases dominantes inglesas, francesas, belgas y holandesas en África,
Indonesia y el Medio Oriente, donde para afianzar su sistema de explo-
tación trazaron límites políticos absurdos entre sus posesiones, preser-
varon la estructura en tribus y clanes, impidieron el progreso social y
perpetuaron la ignonncia, la insalubridad y la miseria. En America Latina
-como bien lo saben los lectores- se padecieron trescienios años de
dominación colonial y despues la preservacibn de viejas estructuras
liquidó las posibilidades de un desarrollo capitalista en gran escala, a se-
mejanza de aquel que se produjo en las metrópolis. Primero Europa y más
tarde los monopolios de Estados Unidos, instauraron mecanismos que
aseguraron la dependencia y de esta forma America Latina, al igual
que &ia y África, sufre ya por siglos de los tres factores primordiales que
causan el hambre en la epoca actual: la división tajante en clases sociales,
el atraso interno y la situación de dominio extranjero y monopolítico sobre
los puntos claves de su economía.

La esclavitud y el bbdescubrimiento" del hambre

Los horrores que la conquista y explotación de los recursos humanos


naturales del mundo colonial por el naciente -y después "floreciente"-
capitalismo europeo, trajo consigo en los continentes americano, africano
EL F E N ~ M E N ODEL HAMBRE EN EL MUNDO

y asiático a partir de los viajes de Vasco da Gama (1487) y Cristóbal Colón,


se ocultaron durante mucho tiempo para engañar a sus propios pueblos
haciéndoles creer que cumplían una misión "civilizadora" por antono-
masia. En America se dictaron las famosas Leyes de Indias, con lo cual el
poder español "camufló" sus acciones dando a los naturales, constructores
de las grandes y antiguas civilizaciones ciertos derechas a poseer algu-
na de sus tierras, de las cuales eran depojadas por capitanes y colonos. En
África ni siquiera eso hubo y se procedió casi de inmediato a la "caza al
negro", instaurando la trata de esclavos, que subsistió durante siglos.
Durante nuestra estancia en la isla de GorC, frente a la costa central del
Senegal (1%8) se nos mostraron documentos fehacientes sobre ese infame
proceder y se nos aseguró la veracidad (hay muchos libros que lo corrobo-
ran) de las cifras respecto al número de esclavm sacadas de África rumbo
a la muerte inmediata, el cadalso para los rebeldes y el eterno trabajo
agobiador en las trópicos -y aun en tierrds templadas- donde a su vez
rnuchos de esos infelices perecieron despues, por las condiciones infra-
humanas en que hubieron de vivir. Por lo menos fueron 20 (veinte)
millones de negros los que se apresaron y enviaron a América, en barcos
lo mismo ingleses que españoles, portugueses que holandeses: y algunos
autores elevan el número hasta i40 (cuarenta) y más millones! Buena parte
de los actuales Congos (Zaire y R. P. del Congo), Camerún, Gabón,
Nigeria, Ghana, Senegal y toda la África Occidental sufrieron de esa cruel
sangría además de Angola, Zambia, Zimbabwe y Mozambique. Los viajes
de ilustres "descubridores" iniciales e incluso "tardíos" como De Brazza,
Livingstone y Stanley, tuvieron mucho que ver con la explotación
de riquezas naturales e indirectamente con el comienzo o el fin de la tra-
ta de negros.
Mucho desputs (aunque hubo sinceros y nobles defensores del negro-
mercancía, lo mismo que en la América Mexicana se destacaron los
altruistas frailes como Bartolomé de Las Casas, Pedro de Gante y Vasco de
Quiroga, amigos del indio) se comenzaron a escribir denuncias de ese
bestial proceder, en buena medida por un hecho: el desarrollo del nlaqui-
nismo hacía ya innecesaria la abundante mano de obra negra e india en las
plantaciones, que comenzaron a hacerse más rentables por el uso de equipo
tkcnico. Entonces, en el siglo x ~ xy no antes se levantaron los clamores
contra el "inhumano" trato al negro en África (América ya se había
independizado políticamente) y fue languideciendo ese supernegocio,
hasta extinguirse en el comercio internacional europeo. Sin embargo, la
trata continuó y continúa aún hoy (utilizando formas "nuevas") en aque-
ESTLJDIOS DE CASO

llas zonas del mundo donde permanecen vivas las reminiscencias semies-
clavistas-semifeudales (en algunos países del Medio y Cercano Oriente, en
el interior del África Negra más atrasada, en ciertas áreas de India y
Sureste Asiático, e incluso en no tan remotos parajes de Brasil, Perú,
Bolivia, etcétera).
En la isla de Gore observamos en 1W los lugares donde se encontraba
a los negros para "seleccionarlos", examinando sus dientes, ojas y cuerpo,
desechando de inmediato a los más débiles y embarcando allí mismo a los
mejores, muchos de los cuales ---se dice que hasta una mitad del total- de
todos modos morían en el curso de la travesía del Atlántico, pues
prácticamente no recibían alimentos y estaban hacinados en los sótanos
del barco. Al morir los esclavos simplemente se echaba el cadáver al mar,
para que fuera pasto de las tiburones. ¡Así se asesinó a millones de seres
y de paso se clavó un puñal en el costado del África Negra, para impedirle
su reciiperación y a la postre su rápido desarrollo económico y social:
todavía hoy se observan los resultados de esa perversa política, que no
puede llamarse producto de la maldad de uno u otro hombre blanco sino
resultado inevitable del funcionamiento de un sistema social que se basaba
O, sigue hoy basándose) en una directriz: business is business, es decir,
todo lo que deje ganancia es lícito... dentro de las normas vigentes en cada
momento histórico.
No podemos penetrar más en este siniestro fenómeno de muerte y explo-
tación que fue y es la trata de esclavos. Sólo lo mencionamos por ser
antecedente inevitable de la actual situación de hambre y miseria que reina
en buena parte del Tercer Mundo, pues desarticuló la economía africana
(en menor medida la de Asia y América Latina), al mismo tiempo que
fortaleció las relaciones capitalistas de producción en los Estados Unidos
(apenas bajo Lincoln y como consecuencia de la Guerra Civil de 1%2-
l a 7 se liberó allá a los esclavos) y enriqueció a dueños de plantaciones,
de fábricas y a constructores de vías férreas. En México, como es sabido,
los esclavos fueron puestas en libertad a raíz de la guerra de independen-
cia, luego de los decretos del padre Miguel Hidalgo dictados en Valladolid
(19 de octubre) y Guadalajara (20 de noviembre) de 1810 y de José María
Morelos, más tarde.
Lo importante aquí es mostrar la relación entre la esclavitud, la miseria
y la explotación -por un lado- y el fenómeno del hambre en África
actual. Por supuesto, otro factor decisivo, fue el empobrecimiento Secular
de las m a s a campesinas en general en África, víctimas al mismo tiem-
po de sus propias sistemm internos de dominación esclavista y feudal, con
EL F E N ~ M E N ODEL HAMBRE EN EL MUNDO

prácticas que en muchos países continúan siendo vigorosas. Tan impor-


tante como la trata de esclavos para acelerar el proceso de acumulaci6n de
capital en Europa y Estados Unidos (que ya Carlos Marx destacó en su
tlempo) fue el efecto de las estructuras inflexibles dentro de los pro-
pios países africanos, reacias al progreso y por lo tanto a la libertad de los
esclavos: esas prácticas sólo las pueden destrmar -y eso a mediano pla-
7- las grandes revoluciones sociales. No es un problema que dependa de
la buena voluntad o de la pasión de cora7ones nobles, sino de la decisión
de romper violentamente cadenas que el tiempo forjó y que resultaron ser
más duras que el acero.

Enseñanzas de Josiié de Castro

Quizá deba llamarse a Josué de Castro, el gran geógrafo brasileño "el


descubridor moderno" del hambre como fenómeno social, sobre todo por
haber divulgado ampliamente un hecho tan extendido y crucial. En 1949
publicó en Francia "Geografía del hambre" y luego "Geopolítica del
hambre" (1951), "El libro negro del hambre" (1958) y muchos otros libros
y artículos al respecto. Fue De Castro el pionero a escala universal, aunque
en el primer libro se refirió básicamente al caso de su patria, Brasil,
que conocía mejor. Así comienza el ensayo: "El tema de este libro es
bastante delicado y peligroso. Tan delicado y peligroso que se ha conver-
tido en uno de los temas tabú de nuestra civilización". Menciona a
Gregorio Marañón y a otros que antes de la segunda Guerra Mundial
habíar, intentado penetrar en los aspectos biológicos del hambre y alude
a que el propio Marañón se sorprendió de la escasez de fichas sobre esa
escandalosa tara de la humanidad. Pero el autor español "no se detuvo
a buscar las rezones ocultas que han llevado a nuestra civilización a eludir
casi por completo este problema capital". Hablar del hambre, decía De
Castro, e s "chocante", "indigno de ser abordado", y sólo después
de examinar las harnbrunas de 1918-1921 en Rusia y de haberse sucedido
dos guerras mundiales devastadoras fue que se advirtió "que el hambre es
una realidad demasiado clamorosa y en demasía extendida como para que
se le siga disfrazando a los ojos del mundo". Ya E. Reclus había men-
cionado los 20 millones de muertos por i ~ ~ n i c i óenn India (fines del siglo
srx), mientras "el puerto de Calcuta seguía exportando al extranjero con-
siderables cantidades de cereales" (R. Temple). Trata De Castro de las
diversas concepciones del hambre y termina diciendo: "mientras que,
ESTUDIOS DE CASO

hasta la última (gran) guerra, nuestra civilización occidental, en su


exacerbado mercantilismo, casi había olvidado al hombre y sus problemas
para dedicarse a la preocupación morbosa de conquistar por la técnica
todas las fueizas naturales, y situar todo su interes en las cuestiones de
explotación económica y de valoración de las riquezas, hoy se asiste al
establecimiento de formas políticas prontas a sacrificar los intereses de la
explotación lucrativa a los intereses reales de las colectividades. Es la ten-
tativa, cada día más promisora, de poner el dinero al servicio del hombre;
de dirigir la producción de manera tal que satisfaga las necesidades de los
grupos humanos, y de impedir el absurdo suicidio del hombre al servicio
de los intereses insaciables de la producción".
Dejemos al gran maestro dormir su sueño y avancemos al momento
actual, cuando en el hambre se debaten centenares de millones de seres en
todo el planeta, sobre todo en las enormes vastedades del Tercer Mundo,
en África, Asia y América Latina, y no s610 ahí sino también en el seno del
"mundo rico", desarrollado, industrial, "próspero", donde según se alega
han sido "resueltas" algunas de las más graves necesidades del hombre
moderno.
En lugar de revivir las añejas seudoteorías de Thomas Malthus, los
países del Tercer Mundo deben recordar que para resolver definitivamente
el problema del hambre es necesario romper la situación de dependencia
y alcanzar su verdadera liberación económica respecto al mundo desarro-
llado. Sólo mediante la realización de profundos cambios sociales en el
seno de cada nación, abarcando desde la propiedad de la tierra hasta
la distribución y venta de los productos, podrá aspirarse a liquidar las
actuales condiciones de miseria y atraso. Sin duda habrá que dedicar a
la agricultura y la ganadería una parte preponderante de las inversiones, al
mismo tiempo que se implante un nuevo patrón del empleo y la dis-
tribución de ingresos, aumentando así el poder adquisitivo de las grandes
masas proletarias. Al unísono cuando ocurra lo anterior, podrán llevarse a
13 práctica grandes programas de desarrollo regional en las áreas rurales,
industrializando el campo, dominando cada vez mejor a una naturaleza
hostil y difícil. En la actual situación de interdependencia, el mundo libre
de la desnutrición y el hambre sólo podrá alcanzarse cuando todos los
pueblos sean dueños de sus propias destinm.
Este libro se terminó de imprimir el día 1 de
marzo de 1990 en los talleres de Estudios
Técnicos de Inipresión, A.C., Dalias 22-8,
Santo Domingo Cbyoac5n, MCxico, D.F. La
captura de los textos, tipografía y formación
se realizó en Definiciones Inteligentes, S.C.,
Campanario Núm. 24, San Pedro MArtir,
Tialpan, México, D.F. La edici6n a t u v o al
cuidado de JaGer Delgadillo Madas. En su
formación s e usaron tipos Times Roman y
Helvetica. Se imprimieron 2 000 ejemplares.

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