Estrategias Didácticas Inclusivas en Tdah PDF
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RESUM EN
El aula exige muchas demandas a los alumnos para que sigan normas, interactúen
adecuadamente con sus compañeros y profesores, participen en actividades
instruccionales, aprendan lo que se les está enseñando y respeten el aprendizaje y las
actividades de los otros alumnos. El cumplimento de estas exigencias es especialmente
complejo para los niños con TDAH que encuentran este contexto especialmente adverso.
El resultado para la mayoría de estos estudiantes es una variedad de problemas que afectan
de forma cualitativa y cuantitativa al logro académico, al desempeño escolar, al
comportamiento, a las relaciones con los iguales y al autoconcepto.
La formación de profesores para mejorar la instrucción de alumnos con TDAH es esencial
ya que el microsistema escolar es un contexto idóneo para llevar a cabo programas de
intervención que desarrollen el autocontrol y la conducta dirigida a metas. Diferentes
trabajos han mostrado que la utilización de estrategias didácticas inclusivas por parte de
los profesores ha mostrado su eficacia para que se produzca el progreso académico, social
y emocional del niño con TDAH. Este trabajo recoge las principales estrategias para
potenciar la atención, para desarrollar la autorregulación y el aprendizaje y para regular la
motivación y las emociones de los niños con TDAH en sus aulas.
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Necesidades educativas de los niños con TDAH en las diferentes etapas educativas
Los niños con TDAH se caracterizan básicamente por sufrir problemas de control
inhibitorio que se manifiestan en múltiples dominios a lo largo de toda la etapa escolar
(Barkley, 1997). La mayoría de los escolares con TDAH presentan ya en la etapa de
Educación Infantil un comportamiento significativamente diferente al de sus compañeros
en muchos aspectos. A medida que los niños se hacen mayores, se incrementan las
repercusiones negativas en áreas del funcionamiento académico y conductual. Sus
problemas más destacados son:
9 Problemas atencionales. Son cada vez más evidentes sobre todo cuando se trata de
mantener la atención en tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido. Se distraen
fácilmente por estímulos irrelevantes. No siguen instrucciones. No finalizan las tareas
escolares. Tienen dificultades para seleccionar la información relevante, organizar tareas y
actividades, y son descuidados en las actividades diarias, extraviando ejercicios, lápices,
libros y herramientas.
9 Problemas de autorregulación cognitiva. A la hora de aprender, estos problemas se
manifiestan en una reducida capacidad para planificar estrategias ante las tareas, para
analizar, sintetizar y realizar inferencias. Tienen dificultades para seguir normas, reglas o
instrucciones. Así como escasa capacidad organizativa para conseguir objetivos.
9 Problemas emocionales y motivacionales. En el plano emocional y motivacional
los alumnos con TDAH pueden manifestar un escaso interés hacia las tareas escolares y
falta de control de las emociones. Los problemas de control emocional suelen
desencadenar conductas agresivas, arrebatos emocionales, desmoralización, labilidad
emocional, baja tolerancia a la frustración, autoritarismo, baja autoestima y sentimientos
de indefensión. La mayoría de estos niños puede tener un estatus social de rechazado, por
sus comportamientos disruptivos, antisociales o agresivos.
Con esta panorámica parece claro que son necesarias intervenciones intensivas a lo
largo de toda la escolaridad que proporcionen al niño medios de regular su conducta y su
aprendizaje, minimizando las frecuentes problemáticas asociadas. Aunque el tratamiento
farmacológico sigue siendo el mayoritariamente empleado, aunque su eficacia sobre el
rendimiento académico o las relaciones sociales con los compañeros es limitada. Como
alternativa o complemento a los tratamientos farmacológicos, las intervenciones
psicosociales constituyen opciones útiles para el manejo de los síntomas centrales del
trastorno, así como para el abordaje de los múltiples problemas asociados que presentan
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los niños con TDAH. La práctica totalidad de los trabajos realizados en esta línea destacan
la eficacia de la aplicación de estrategias didácticas inclusivas en el contexsto del aula.
Capacidad de Escasos recursos Destacar lo esencial del mensaje: cambiar el tono de voz, gesticular más, etc.
codificación para seleccionar y Antes de las explicaciones hacer un listado de conceptos o aspectos importantes a
selectiva procesar la exponer
información Utilizar un lenguaje claro
relevante Usar recursos didácticos para destacar lo importante: p. e. con tizas de colores
Proporcionar tutoría de un compañero que ayude a revisar las tareas y las lecciones
En los controles utilizar un formato sencillo: con una o dos preguntas por página,
separadas por amplio espacio, y destacar los epígrafes
Elegir actividades que destaquen los conceptos fundamentales, que no incluyan
dibujos sin relación con las tareas. Deben presentarse una o dos actividades por
página
Cuadro 1. Demandas escolares, problemas de los niños y estrategias didácticas inclusivas para potenciar la
atención de los niños con TDAH en el aula
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Para mantener la atención de los niños con TDAH deben realizarse modificaciones
en las tareas y en los requisitos de las respuestas. Los cambios en las tareas supone
añadirles novedad, especialmente después de los primeros contactos. Los cambios en las
respuestas incluyen la programación alternativa de respuestas de rutina y de respuestas
creativas y activas (no escritas) durante las clases. Otra forma que el profesor tiene de
potenciar la atención sostenida del niño con TDAH y el resto de sus compañeros, con
relación a la realización de actividades y exámenes, es partir de las posibilidades reales de
los alumnos. Para ello, hay que establecer el periodo de tiempo durante el cual cada niño
puede actualmente mantener su atención centrada en la tarea, reforzarle e ir aumentando
progresivamente su esfuerzo atencional, en lugar de reñirle o forzarle por medios
impositivos para que trabaje durante más tiempo. También se debe procurar que las tareas
no sean excesivamente largas. Es mejor segmentar las tareas complejas en fases y marcar
un tiempo prudente para concluir cada fase.
En las explicaciones de los temas o lecciones, el profesor debe ayudar al niño con
TDAH a mantener la atención sobre los aspectos fundamentales de las mismas, para lo
cual puede utilizar distintos procedimientos. Durante la presentación de los temas o
lecciones, que deben ser claros y sencillos, hay que mantener un contacto ocular frecuente
y promover la participación activa del alumno haciendo que desempeñe un papel de
ayudante de la instrucción (escribiendo palabras o ideas claves en la pizarra, planteándole
preguntas o realizando actividades de juego de roles sobre acontecimientos históricos o
sociales).
Los profesores de niños con TDAH suelen utilizar también técnicas de
modificación de conducta que comparten el hecho de tener consecuencias positivas para el
niño y pueden ayudarles a incrementar conductas que consideren adecuadas (atención
positiva, contacto físico, alabanzas, refuerzos y privilegios).
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ejemplo, colocando un cartel indicador en la pared más visible del aula. En caso de que
vayan a producirse cambios en la rutina diaria de la clase, éstos deben ser explicados con
antelación, para evitar que se produzcan reacciones agresivas o disruptivas.
Cuadro 2. Demandas escolares, problemas de los niños y estrategias didácticas inclusivas para potenciar la
autorregulación y el aprendizaje de los niños con TDAH en el aula
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Para algunas actividades complejas, se debería utilizar una disposición que
favoreciera el trabajo independiente del alumno o alumnos con TDAH. También es
importante cuidar las condiciones de su integración en grupos, sobre todo si son grandes,
ya que esta situación maximiza las distracciones interpersonales y la desorganización en el
trabajo. Puede ser especialmente positivo el colocar al lado del estudiante con déficit de
atención compañeros que sean modelos apropiados que les ayuden en su trabajo y también
posibilitar que los alumnos con TDAH se sienten con un compañero más lento que ellos
con el que desarrollen funciones de tutoría. Explicar los temas y actividades a otro
compañero les ayudará a su vez a ellos a consolidar sus propios aprendizajes.
En general, las instrucciones para la realización de las actividades deben ser breves
y directas y se deben dar con un lenguaje sencillo y claro. Es importante también utilizar
recursos y materiales atractivos que apoyen las imágenes mentales sobre los conceptos.
Asimismo, después de haber expuesto a la clase las instrucciones sobre las mismas, resulta
útil pedirle al alumno con un TDAH que las repita, aunque ya haya comenzado la tarea,
dialogando con él para asegurarse de que entiende correctamente lo que tiene que hacer,
cómo lo tiene que hacer, cuándo el trabajo está bien y cómo será evaluado. Es muy
importante que el profesor sea positivo y explique con claridad al alumno lo que desea que
haga, no lo que no quiere que haga.
Cuadro 3. Demandas escolares, problemas de los niños y estrategias didácticas inclusivas para regular la
motivación y las emociones de los niños con TDAH en el aula
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DEM ANDAS PROBLEM AS DE
ESCOLARES LOS NI ÑOS CON ESTRATEGI AS DI DÁCTI CAS I NCLUSI VAS
TDAH
I nterés por el Poca o nula Promover su participación en el aula (ayudante de la instrucción, escribir palabras
aprendizaje motivación clave en la pizarra, recoger cuadernos, borrar, realizar juego de roles, etc.)
intrínseca Explicitar los objetivos de aprendizaje de cada actividad
Relacionar los contenidos con los intereses del alumno
Proponer metas a corto plazo
Modificar frecuentemente las características de la tarea
Proponer actividades que garanticen el éxito, evitando la frustración y el abandono
Utilizar programas de economía de fichas y/o contratos de contingencias
Locus de control Sesgo atribucional Dar claves para que pueda controlar su entorno
interno Brindar información constructiva sobre sus errores
Procurar interacciones satisfactorias
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permitir ajustar la dosis más adecuada en cada caso. En segundo lugar, dado el impacto
negativo que este trastorno suele causar en todos los ámbitos del contexto familiar, como
la vida social de la familia, los sentimientos de los padres, las relaciones entre los
hermanos e incluso entre los dos padres, es importante que los profesores estén
informados de la situación concreta de los niños con TDAH en casa y puedan así orientar
sus actuaciones al respecto. Por último, los padres deben conocer con exactitud las
realizaciones de los niños en el contexto escolar para potenciar sus actuaciones y su
aprendizaje. En la mayoría de los programas de intervención se incluye la tarjeta casa-
escuela, que consiste en premiar a los estudiantes en casa por conductas que realizan en el
contexto escolar y viceversa.
En la última década se ha subrayado la necesidad de adoptar aproximaciones
comprensivas que coordinen los contextos de desarrollo más significativos, como son el
colegio y la familia y que, además, combinen los diferentes procedimientos que han
mostrados aisladamente su eficacia en la intervención con niños con TDAH. En esta línea
podemos destacar los siguientes programas:
9 El programa de Miranda y cols. (1999) dirigido a los profesores tutores que tienen
niños con TDAH en sus clases. Pretende dotarles de habilidades suficientes para dar
respuesta a las necesidades educativas especiales que plantean sus alumnos. Diseñado
como un curso teórico/práctico de formación para maestros, el programa comprende una
primera sesión de toma de contacto con los participantes y 7 sesiones formativas, de 3/4
horas de duración a lo largo de 5 meses. Incluye los siguientes bloques temáticos: 1)
conocimientos generales sobre el TDAH; 2) entrenamiento en técnicas de modificación de
conducta (alabanza, refuerzo, contrato de contingencia y programa de economía de fichas,
extinción, costo de respuestas y aislamiento); 3) autoinstrucciones (adaptación de la
secuencia autoisntruccional de Camp y Bash, 1998); 4) adaptaciones instruccionales,
espaciales y organizacionales en el aula (disposición física del aula, presentación de
explicaciones, planteamiento de actividades, realización de trabajos y exámenes, y
organización); y 5) técnica de auto-evaluación con refuerzo.
Los resultados de su aplicación en diferentes cursos señalan que los niños con TDAH
mostraron, tras la intervención y en la evaluación de seguimiento realizada tres meses
después, mejoras significativas tanto en los síntomas primarios como en las dificultades
conductuales asociadas habitualmente al trastorno. Los padres detectaron mejoras en la
sintomatología básica del trastorno y en los problemas de conducta y la ansiedad
(Miranda, Presentación y Soriano, 2002).
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9 Un ejemplo de intervención que ha implicado a la totalidad del colegio es ³7KH
Academic DQG %HKDYLRUDO &RPSHWHQFHV 3URJUDP´ $%& GH 3HOKDP \ FROV Su
objetivo ha sido mejorar diferentes dominios de funcionamiento de los niños como las
habilidades sociales, la conducta disruptiva, el trabajo escolar y la realización de deberes
para casa. Los profesores realizan la intervención en relación directa y diaria con los
padres. Comprende: interacciones positivas profesor-alumno con un elevado grado de
feedback; establecimiento de normas; time-out; tareas para casa; tarjeta casa-escuela;
premios semanales; privilegios de honor; contingencias de grupo; habilidades sociales; y
programas individualizados para niños con problemas de conducta asociados.
Los resultados indican que los profesores y los padres consideraron el programa efectivo.
Por ejemplo, las visitas de los niños más problemáticos al director (por conducta
inadecuada) se redujeron sustancialmente de 1.200 en el año anterior al comienzo de la
intervención a 178, 373, 525 y 290 en los cuatro años siguientes.
9 Más recientemente, Miranda y cols. (2009) han implementado un programa de
intervención multicomponente en el que los profesores y los padres han recibido
entrenamiento paralelo y en el que se incluye también una intervención directamente con
los niños. La base fundamental del programa era la comunicación entre todos los
participantes, de manera que tanto padres como profesores conocían en cada momento las
técnicas que se estaban trabajando con los niños, a fin de facilitar la generalización de los
aprendizajes. Padres y profesores se mantenían en contacto diario a través de la tarjeta
casa-escuela. El programa de intervención para los niños estuvo integrado por un conjunto
de técnicas cognitivo-conductuales (técnica autoinstrucional, solución de problemas,
control de la ira y enseñanza de habilidades sociales) que se introdujeron de forma
sucesiva en pequeño grupo por un especialista. Se complementó con un sistema de
economía de fichas. En el programa de intervención para los padres se les orientó sobre
cómo apoyar el aprendizaje escolar de sus hijos. También se dedicaron otras sesiones a
mejorar su salud emocional y a cómo afrontar las situaciones complejas que les plantea la
crianza de sus hijos con TDAH. Por último, el programa con profesores incluyó
información actualizada y formativa sobre el manejo del niño con TDAH en el aula, así
como de su funcionamiento académico y socioemocional. Los dos componentes
fundamentales de este programa fueron: 1) la autoevaluación reforzada; y 2) las
adaptaciones físicas, organizativas e instruccionales para niños con TDAH, generales y
específicas según áreas curriculares concretas.
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Los resultados obtenidos tras la aplicación de este programa en un grupo de 27 niños con
TDAH-C confirman su eficacia sobre la adaptación académica y socio-emocional de los
niños tanto a corto como a largo plazo (Presentación y cols., 2010). Además, el programa
consigue generalización de los efectos positivos en dominios tan diversos como
funcionamiento ejecutivo (Miranda y cols. en prensa) o funcionamiento familiar
(Siegenthaler y cols., 2010).
Podemos concluir que se ha realizado un gran esfuerzo en los últimos años para
desarrollar e implementar distintos procedimientos inclusivos para niños con TDAH.
También hay acuerdo entre los profesionales del campo psicoeducativo en la necesidad de
adoptar una aproximación comprensiva que combine diferentes procedimientos y que
coordine los diferentes contextos de desarrollo. El objetivo prioritario ha sido aumentar el
conocimiento sobre la naturaleza del TDAH y sobre las estrategias y recursos efectivos
para manejar este problema en el aula. Los resultados obtenidos son muy alentadores,
como lo son también los pocos trabajos que incluyen intervenciones coordinadas con
padres y profesores.
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