Angina Estable e Inestable
Angina Estable e Inestable
Angina Estable e Inestable
ENFERMEDAD CORONARIA
PROYECTO ISS - ASCOFAME
COORDINACION Y ASESORIA
Dr. Héctor Raúl Echavarría
Decano Facultad de Ciencias de la Salud
Universidad del Valle
Decano Coordinador
11
INDICE
AUTORES DE LA GUIA ................................... 11
COORDINACION Y ASESORIA ............................. 11
INDICE ................................................ 12
PRIMERA PARTE ........................................ 17
CARACTERIZACION ...................................... 17
1. MARCO TEORICO DE LA ENFERMEDAD CORONARIA ........ 17
1.1. Introducción .................................... 17
1.2. Epidemiología ................................... 17
1.3. Fisiopatología de los síndromes coronarios agudos
18
1.4. Mecanismos de ulceración y ruptura de las placas
ateromatosas ......................................... 20
1.5. Oclusión vascular .............................. 22
2. ANGINA ESTABLE .................................... 22
2.1. Epidemiología ................................... 22
2.2. Fisiopatología .................................. 22
2.3. Manifestaciones clínicas ....................... 23
3. ANGINA INESTABLE .................................. 24
3.1. Epidemiología ................................... 24
3.2. Fisiopatología .................................. 24
3.3. Manifestaciones clínicas ....................... 25
3.4. Pronóstico ...................................... 26
3.5. Angina variante o de Prinzmetal ............... 26
3.5.1. Fisiopatología ................................ 26
3.5.2. Manifestaciones clínicas ..................... 26
4. INFARTO AGUDO DEL MIOCARDIO ...................... 27
4.1. Epidemiología ................................... 27
4.2. Fisiopatología .................................. 27
4.3. Manifestaciones clínicas ....................... 27
4.4. Complicaciones .................................. 28
4.4.1. Falla cardíaca izquierda ..................... 28
4.4.2. Regurgitación mitral aguda .................. 28
4.4.3. Ruptura de pared libre ....................... 28
12
4.4.4. Ruptura septal ................................ 28
4.4.5. Expansión del infarto ........................ 29
4.4.6. Remodelación ventricular ..................... 29
4.4.7. Trombos intracavitarios ...................... 29
4.4.8. Pericarditis y síndrome de Dressler ......... 29
4.4.9. Bradicardia sinusal y bloqueo
aurículoventricular .................................. 29
4.4.10 Bloqueo de rama del haz ...................... 29
4.4.11. Arritmias .................................... 29
4.5. Pronóstico ...................................... 30
SEGUNDA PARTE ........................................ 31
GUIAS DE PRACTICA CLINICA ........................... 31
1. ANGINA CARDIACA ESTABLE .......................... 31
1.1. Definición ...................................... 31
1.2. Diagnóstico clínico ............................ 31
1.2.1. Historia clínica ............................. 31
1.3. Diagnóstico paraclínico ........................ 32
1.3.1. Exámenes de rutina. .......................... 32
1.3.1.1. Pruebas bioquímicas ........................ 32
1.3.1.1.1. Perfil lipídico, glicemia en ayunas. ... 32
1.3.1.2. Electrocardiograma ......................... 32
1.3.1.3. Radiografía de tórax ....................... 33
1.3.2. Exámenes especializados ...................... 33
1.3.2.1. Electrocardiograma de esfuerzo (prueba de
esfuerzo) ............................................. 33
1.3.2.2. Imágenes de medicina nuclear .............. 34
1.3.2.3. Ecocardiograma ............................. 35
1.3.2.4. Monitoreo Holter ........................... 36
1.3.2.5. Angiografía coronaria ...................... 36
1.4. Tratamiento ..................................... 37
1.4.1. Identificación y tratamiento de las enfermedades
básicas asociadas que pueden precipitar la angina . 37
1.4.2. Reducción de los factores de riesgo coronario37
1.4.2.1. Hipertensión arterial ...................... 37
1.4.2.2. Tabaquismo .................................. 37
13
1.4.2.3. Dislipidemia ................................ 38
1.4.2.4. Menopausia .................................. 38
1.4.3. Medidas no farmacológicas que conducen a cambios
en el estilo de vida ...................... 38
1.4.3.1. Ejercicio ................................... 38
1.4.3.2. Dieta ....................................... 38
1.4.4. Manejo farmacológico ......................... 38
1.4.4.1. Nitratos .................................... 38
1.4.4.2. Betabloqueadores ........................... 39
1.4.4.3. Calcioantagonistas ......................... 39
1.4.4.4. Acido acetilsalicílico ..................... 39
1.4.4.5. Warfarina sódica ........................... 39
1.4.5. Revascularización percutánea o quirúrgica .. 40
1.4.5.1. Revascularización percutánea (Angioplastia
coronaria y/o dispositivos de segunda generación) . 40
1.4.5.2. Revascularización quirúrgica (25) ......... 42
2. ANGINA CARDIACA INESTABLE ........................ 42
2.1. Introducción .................................... 42
2.2. Objetivos del cuidado clínico ................. 44
2.3. Evaluación inicial y tratamiento .............. 44
2.3.1. Evaluación inicial ........................... 44
2.3.1.1. Recomendaciones ............................ 47
2.3.2. Tratamiento inicial .......................... 47
2.3.2.1. Recomendaciones ............................ 48
2.3.2.1.1. Acido acetilsalicílico .................. 48
2.3.2.1.2. Nitroglicerina intravenosa .............. 48
2.3.2.1.3. Betabloqueantes .......................... 49
2.3.2.1.4. Heparina .................................. 49
2.3.2.1.5. Bloqueadores de canales de calcio....... 49
2.3.2.1.6. Morfina ................................... 49
2.3.2.1.7. Oxígeno ................................... 49
2.4. Manejo del paciente ambulatorio ............... 50
2.4.1. Recomendaciones .............................. 50
2.4.1.1. Medidas generales .......................... 50
2.4.1.2. Tratamiento médico ambulatorio ............ 50
14
2.4.1.2.1. Aspirina .................................. 50
2.4.1.2.2. Nitratos .................................. 51
2.4.1.2.3. Betabloqueantes .......................... 51
2.4.1.2.4. Bloqueantes de canales de calcio ........ 51
2.5. Manejo médico intensivo ........................ 51
2.5.1. Recomendaciones .............................. 52
2.5.1.1. Medidas generales iniciales ............... 52
2.5.1.2. Nitroglicerina intravenosa ................ 52
2.5.1.3. Betabloqueantes ............................ 53
2.5.1.4. Bloqueantes de canales de calcio .......... 53
2.5.1.5. Heparina .................................... 53
2.5.1.6. Acido acetilsalicílico ..................... 53
2.5.2. Monitoreo de la terapia médica .............. 53
2.5.2.1. Suspensión de la terapia intravenosa ..... 54
2.5.3. Reevaluación de los síntomas persistentes .. 54
2.5.4. Tratamiento de la isquemia severa, refractaria a
tratamiento médico agresivo inicial ..... 55
2.5.4.1. Recomendaciones ............................ 55
2.5.4.1.1. Cateterismo cardíaco ..................... 55
2.5.4.1.2. Balón de contrapulsación intraaórtico .. 55
2.6. Selección de terapia por seguir en pacientes
estabilizados ........................................ 56
2.6.1. Continuación de la terapia médica no intensiva56
2.7. Manejo médico no intensivo ..................... 57
2.7.1. Recomendaciones .............................. 58
2.7.1.1. Medidas generales .......................... 58
2.7.2. Pruebas no invasivas ......................... 58
2.7.2.1. Recomendaciones ............................ 59
2.7.2.1.1. Prueba de esfuerzo convencional ......... 59
2.7.2.1.2. Pruebas de perfusión miocárdica con
radioisótopos y ecocardiografía ..................... 59
2.7.3. Cateterismo cardíaco y revascularización
miocárdica ............................................ 60
2.7.3.1. Indicaciones para cateterismo cardíaco ... 60
2.7.3.2. Recomendaciones para cateterismo cardíaco 60
15
PRIMERA PARTE
CARACTERIZACION
1. MARCO TEORICO DE LA
ENFERMEDAD CORONARIA
1.1. Introducción
Es indudable que las enfermedades cardiovasculares constituyen una
de las primeras causas de morbimortalidad en el hemisferio occidental, a
pesar de los continuos avances en su diagnóstico y tratamiento.
Asímismo, no obstante la implementación de agresivas campañas
educativas tendientes a modificar el estilo de vida, con el fin de controlar
algunos de los factores de riesgo asociados al desarrollo de los trastornos
isquémicos coronarios, éstos suelen afectar en buena parte de los hombres
mayores de treinta años y un alto porcentaje a mujeres después de la
menopausia.
1.2. Epidemiología
En Estados Unidos de Norteamérica 25% de la población sufre de
hipertensión arterial sistémica; de ellos, cerca de 10% posee alguna
enfermedad cardíaca y 40% de todas las muertes, cada año, está relacionado
con enfermedad cardiovascular. Es más, los estimativos actuales indican
que cerca de 11 millones de estadounidenses padecen algún tipo de
enfermedad isquémica del miocardio.
Estos datos hablan de la necesidad imperiosa de identificar, en forma
temprana, los factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad y así
instaurar las medidas preventivas correspondientes, con el fin de disminuir
los altos costos que esta condición presupone en términos de incapacidad
laboral, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. El costo estimado para
el tratamiento de la enfermedad coronaria es de alrededor de 117 billones
de dólares al año.
Sin embargo, en las pasadas tres décadas se ha observado una franca e
importante reducción en las consecuencias de la enfermedad isquémica
cardíaca; se presume que los factores involucrados en dicha reducción sean,
por una parte, el control de ciertas condiciones de riesgo como el sobrepeso,
el tabaquismo, la hipertensión y la hiperlipidemia, y por otra, el refinamiento
de los métodos de diagnóstico, tratamiento y de rehabilitación física y
ocupacional.
La isquemia del miocardio suele ser secundaria a la obstrucción de las
arterias coronarias por placas ateromatosas, las cuales son consecuencia
del depósito anormal de lípidos en la íntima vascular favorecida por los
factores de riesgo que ya analizaremos. El fenómeno conduce a disfunción
endotelial y en general de toda la pared arterial, cuyo corolario es un estado
clínico de bajo flujo coronario, agudo o crónico.
17
La enfermedad coronaria puede expresarse de diversas maneras, desde
una condición crónica de cardiomiopatía isquémica hasta llegar a cuadros
dramáticos como la muerte súbita (en enfermedad coronaria, entre 50% a
80% de las muertes son súbitas).
Lipoproteínas
LDL
Transporte
de lipoproteínas
Monocitos
Oxidación de
Endotelio lipoproteínas
Migración de
monocitos
Músculo liso
18
lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de densidad
intermedia (IDL).
De otra parte, en el proceso de retención de lipoproteínas, las LDL
(lipoproteínas de baja densidad) son rápidamente transportadas a través
del endotelio intacto y atrapadas en una red tridimensional secretada por
muchas de las células que componen la pared arterial, dentro de las cuales
se cuentan los fibroblastos, los miocitos y la propia célula intimal.
La modificación de lipoproteínas se refiere a su oxidación por parte de
sustancias secretadas por la pared vascular. Además, dichas células crean
un microambiente que excluye a sus componentes de los diferentes
antioxidantes naturales enzimáticos y vitamínicos, produciéndose un exceso
de LDL rica en ApoB oxidada. La adherencia de monocitos y la formación
de la célula espumosa ocurren como resultado, en primer lugar de la acción
de moléculas de adhesión tipo V-CAM1, expresadas en la pared arterial.
Una vez en el subendotelio, los monocitos son activados y forman
macrófagos cuyo inmenso poder oxidativo contribuye a la modificación
de las lipoproteínas de baja densidad. En virtud al cambio estructural de la
fracción proteínica de tales moléculas, éstas no son identificadas por parte
del receptor hepático normal de LDL y se favorece su captación por parte
del receptor barredor de lipoproteínas oxidadas, presente sólo en el
macrófago.
Este fenómeno no es regulado mediante el mecanismo de “down
regulation”, como ocurre en condiciones normales por la concentración
intracelular de colesterol, sino que conlleva la acumulación reiterada y sin
freno de lipoproteínas de baja densidad oxidadas en el citosol celular. De
este modo se originan las células espumosas (figura 2).
Fracción Macrófago
Colesterol proteínica
Esteres de
colesterol
Lipoproteína Cambio
Oxidación Acumulación
estructural
Célula espumosa
Figura 2.
Formación de las células espumosas. La oxidación de las lipoproteínas de baja densidad es
un evento esencial, ya que introduce cambios en la estructura de estas moléculas, de
manera que se acumulan en el interior de los macrófagos.
19
M-CSF (factor estimulante de colonias monocito-macrófago), quimocinas
como GRO-r-C y P-selectina, la cual puede liberarse por acción de las LDL
altamente oxidadas.
El papel de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) es también crucial,
ya que estas contribuyen de una manera especial en la función del efecto
antioxidante de las LDL, cuando tienen alto contenido de Apo A-1. En
situaciones como el estrés quirúrgico o la enfermedad coronaria aguda,
esta porción proteínica es remplazada por amiloide A, disminuyendo la
capacidad protectora de tales moléculas.
Los fenómenos que se suceden posteriormente son menos entendidos;
sin embargo, se ha podido demostrar cómo las células endoteliales
interactúan con los macrófagos subintimales mediante una proteína con
función Gap, llamada conexina 43. Como fruto de esta interacción se
presenta una migración fibroblástica significativa, con el subsecuente
incremento en la síntesis de matriz colágena. Además, se produce la
transformación fenotípica de las células musculares lisas y aparecen
alteraciones de la fibrinolisis, como resultado de la acción de factores de
crecimiento de músculo liso y del factor de crecimiento quimioatrayente
derivado de plaquetas (PDGF), producidos por los macrófagos.
Las LDL altamente oxidadas pueden empeorar, a su vez, los fenómenos
de reparación de las placas que se ulceran y fomentan la destrucción de
los centros de dichas lesiones ateromatosas, conduciendo a la apoptosis
de los macrófagos y a la fagocitosis de las células musculares lisas.
En los estudios histológicos y endoscópicos se ha visto cómo la placa se
desarrolla primero hacia la adventicia, hasta un punto crítico en el cual
comienza a crecer hacia la luz obstruyendo el lumen arterial. La placa
aumenta de tamaño gracias a la continua migración de monocitos y células
musculares lisas, la producción de matriz intercelular por éstas y la
acumulación de lípidos en el centro de la lesión (figura 3).
Adventicia
Endotelio
Figura 3.
La placa aterosclerótica se desarrolla hacia la adventicia, en las etapas iniciales, pero luego,
a medida que aumenta de tamaño, comienza a extenderse hacia el lumen arterial.
20
mecánicos como los de la propia placa intervienen en este proceso. Las
características mecánicas de la placa son debidas a la calcificación de dicha
lesión y es precisamente en la interfase tejido inflamatorio-tejido calcificado
donde ocurren la fisuración y el rompimiento.
Las células involucradas en la calcificación poseen características que
recuerdan los pericitos y son llamadas «células vasculares calcificantes»,
que aparecen en escena gracias a la inducción de un grupo de genes (los
mismos involucrados en la formación de hueso) por parte de moléculas
como el factor de crecimiento tisular ß y oxisterol (abundante en el
microambiente de la placa ateromatosa).
La célula muscular lisa es la encargada de organizar la matriz extracelular
que protege el centro lipoideo de la placa. El FCTß (factor de crecimiento
transformante ß) y el FPDG aumentan la síntesis de colágeno I y III. Por el
contrario, interferón g (producido en los linfocitos T) disminuye la
proliferación de los miocitos y activa la apoptosis de los macrófagos.
En el proceso de ruptura de la placa participan, también, metalopro-
teinasas de la matriz celular como colagenasa, elastasa y estromelinasa.
Otros elementos contribuyentes a la ruptura son: la disminución de la
respuesta de vasodilatación; la presencia de enzimas de la cascada de la
Agregación
plaquetaria
Músculo liso
Centro Ruptura
lipoideo
FCTβ
INFγ
Macrófago
Linfocitos T
colagenasas
Metaloproteasas elastasa
estromelinasa
Figura 4.
Mecanismos que intervienen en el proceso de ruptura de la placa aterosclerótica. Otros
fenómenos involucrados incluyen la disminución de la respuesta vasodilatadora, la
presencia de enzimas de la cascada de la coagulación y los fenómenos relacionados con la
neovascularización de la placa.
21
coagulación como plasmina y la neovascularización de la placa, fenómeno
que la hace proclive a las hemorragias internas del subendotelio (figura
4).
2. ANGINA ESTABLE
Se define como la molestia torácica de características anginosas causada
por isquemia miocárdica inducida por el ejercicio y asociado con un
disturbio de la función miocárdica, sin llegar a presentar necrosis.
2.1. Epidemiología
La incidencia varía con la edad, el sexo, las comorbilidades y el grupo
étnico. En pacientes entre los 31 y los 70 años es del orden de 0,83 por mil
habitantes (1,13 en hombres y 0,53 en mujeres). La mortalidad anual llega
a ser de 1,6% a 3,3%.
2.2. Fisiopatología
El principal hallazgo observable en estudio de necropsias es la
aterosclerosis epicárdica severa. Cerca de 84% de los pacientes tienen una
obstrucción de una arteria principal que compromete 75% o más del
diámetro interno del vaso. El flujo coronario en una zona de estenosis
depende fundamentalmente de la presión aórtica y de las resistencias de la
propia estenosis y del vaso distal a la obstrucción.
Se ha documentado que ocurre una limitación de la reserva de flujo
coronario cuando la estenosis supera 60%, explicando la sintomatología
anginosa de ciertos pacientes con estrecheces hasta hace poco consideradas
no significativas.
Por otro lado, es importante comprender el comportamiento de la
vasculatura en presencia de estenosis excéntricas, donde una porción de
la pared mantiene capacidad vasomotora, sugiriendo que la oclusión y el
evento isquémico pueden corresponder más a un efecto de tono mural
que a un proceso de ruptura de la placa y trombosis in situ.
22
Criterios diagnósticos de angina estable
según Patterson y Morowitz
1. Aparición con el ejercicio.
4. Se localiza subesternalmente.
23
3. ANGINA INESTABLE
La enfermedad coronaria representa una gama de manifestaciones
clínicas que van desde la isquemia silente y la angina estable, hasta el infarto
agudo del miocardio (IAM), pasando por la angina inestable y el infarto no
transmural. La angina inestable es el centro de este cortejo de síndromes
coronarios y su definición apropiada depende de la presencia de ciertas
características, consideradas patognomónicas (tabla 2).
3.1. Epidemiología
En Estados Unidos de Norteamérica se ha informado un número de
651.000 egresos hospitalarios al año con esta entidad, consumiendo
alrededor de 3,1 millones de días hospital/año. De ese grupo de pacientes,
12% presentará cada año un IAM, con una mortalidad acumulada anual de
9% a 12%.
3.2. Fisiopatología
Hay diferencias en las lesiones que se observan en la angina inestable y
el IAM. El tamaño del trombo parece ser más pequeño en la angina
inestable, al igual que se observa un revestimiento fibroso en la primera.
Sin embargo, los fenómenos de formación de la placa, ulceración y
trombosis son los mismos que los revisados en la fisiopatología de los
síndromes coronarios agudos.
Los estudios de autopsias en angina inestable muestran una más severa
y extensa obstrucción que en otros pacientes con enfermedad coronaria.
Tales estudios también han demostrado que cerca de 70% de los
especímenes de segmentos arteriales disecados con un significativo
estrechamiento, tienen un lumen arterial residual excéntrico, dado por una
placa de ateroma fisurada y trombosada.
Por otro lado, en este caso habrá o una lisis espontánea del trombo o el
desarrollo de múltiples y eficientes colaterales, previniéndose de esta
manera la necrosis. En tales pacientes hay un incremento en la
concentración sérica del antígeno relacionado con fibrina y dímero D,
activador del plasminógeno e inhibidor del activador del plasminógeno
tisular y fibrinopéptido A.
24
Estos cambios no ocurren en pacientes con angina crónica y sugieren la
existencia de un síndrome de hipercoagulabilidad sistémico. Es decir, en la
angina inestable la formación del trombo se asocia a un estado
hipercoagulable en combinación con una disminución de la actividad
fibrinolítica.
25
El término «angina de reciente aparición» se refiere a una instauración
menor de dos meses y la llamada «angina acelerada» es aquella que
aumenta en intensidad, duración o aparece ante menores esfuerzos cada
vez, pero sin dolor de reposo por lo menos en el mismo lapso. Las anginas
secundarias pueden desarrollarse en el contexto de las siguientes
situaciones: anemia, fiebre, infecciones, hipotensión, hipertensión no
controlada, taquiarritmias, estrés emocional, tirotoxicosis e hipoxemia
secundaria a falla respiratoria.
3.4. Pronóstico
Mientras alrededor de la mitad de pacientes con infarto agudo del
miocardio (IAM) reportan prodromos de angina inestable, tan solo una
minoría de pacientes con angina inestable desarrollan IAM, por lo menos
tempranamente. La mortalidad hospitalaria por esta entidad es del orden
de 1,5% al ingreso, mientras la mortalidad acumulada a un año es de
9,2%. El riesgo de muerte súbita es de 2% en el momento de presentación
y un inadecuado manejo conduce a la angina refractaria que puede darse
hasta en un 23% de los casos.
3.5.1. Fisiopatología
Este síndrome se debe a espasmo coronario, lo cual causa una
transitoria, abrupta y marcada reducción en el diámetro de un vaso
epicárdico, motivo de la isquemia. El área de reducción en los radios
arteriales es usualmente pequeña o focal e involucra toda la circunferencia
de la pared vascular.
Los sitios de espasmo coronario pueden localizarse preferencialmente
en zonas adyacentes a las placas de ateroma, lo que ha suscitado múltiples
hipótesis sobre la participación de moléculas como los mitógenos
vasoconstrictores, leucotrienos y serotonina.
Técnicas de medicina nuclear han demostrado denervación simpática
regional miocárdica que parece ser la base fundamental de este síndrome
coronario. Por otra parte, el consumo de cigarrillo ha sido demostrado
como uno de los factores de riesgo y agravación de esta entidad.
26
4. INFARTO AGUDO DEL MIOCARDIO
4.1. Epidemiología
El infarto agudo del miocardio (IAM) sigue siendo la primera causa de
muerte en el grupo de edad comprendido entre los 40 y 65 años, en las
sociedades occidentales. Sólo en Estados Unidos de Norteamérica se
observan más de 1’500.000 casos por año (algo así como un paciente con
IAM cada 20 segundos) con una mortalidad anual de 300.000 casos.
Aunque la mortalidad total ha declinado en alrededor de 30% durante
la última década, el desenlace es fatal en un tercio de los pacientes. La
mortalidad hospitalaria antes de 1960 oscilaba entre 20% y 30%; en los
años 70 y comienzos de la década de los ochenta (la llamada “era
pretrombolítica”), la mortalidad ya era de 18% y en la actualidad (en plena
“era trombolítica”) oscila entre 10% a 15%.
4.2. Fisiopatología
El infarto del ventrículo derecho refleja, por lo común, la oclusión de la
coronaria derecha proximal a las ramas marginales, o la oclusión de la
circunfleja izquierda en pacientes con una coronaria izquierda dominante.
El compromiso exclusivo de esta cavidad en un IAM es raro y ocurre sólo
en 3% de los casos. En el evento coronario agudo no sólo interviene la
extensión de la isquemia sino también los efectos sobre el pericardio y la
interacción entre los dos ventrículos.
Para diagnosticar tales infartos es preciso mantener un alto grado de
sospecha, especialmente en todos aquellos casos de IAM de cara inferior.
Su confirmación se basa en los hallazgos característicos en el electrocar-
diograma (ECG) en las derivaciones precordiales derechas y las imágenes
diagnósticas que serán discutidas más adelante.
27
suele acompañar de síntomas vasovagales como palidez, temblor, angor
animi (o temor intenso a morir), disnea y diaforesis, con o sin vómito y
diarrea; este último cortejo de síntomas es más aparente cuando está
afectada la cara inferior del corazón.
El infarto del ventrículo derecho se caracteriza porque suele cursar con
una importante ingurgitación yugular, hipotensión, signo venoso de
Kussmaul positivo y un tercer ruido cardíaco o un soplo de reciente aparición
sugestivo de regurgitación tricuspídea.
La clasificación de Killip está diseñada para los infartos de ventrículo
izquierdo y tiene importancia pronóstica y terapéutica; un IAM Killip I se
caracteriza por no presentar signos de falla y su mortalidad es de 6%,
aproximadamente. Un Killip II cursa con la aparición de síntomas leves de
falla cardíaca y su mortalidad asciende a 17%; un Killip III significa que
hay edema pulmonar asociado y su mortalidad es de 38% y un Killip IV se
caracteriza por choque cardiogénico y tiene una letalidad de 81%, en
promedio. Al examen físico pueden encontrarse otras manifestaciones
importantes relacionadas con las complicaciones del IAM, como soplos
cardíacos y falla ventricular aguda.
4.4. Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes, observadas en el infarto agudo del
miocardio se pueden clasificar en mecánicas y eléctricas. El ecocardiograma
y el electrocardiograma son las herramientas paraclínicas más socorridas
para su diagnóstico.
28
de deterioro clínico y la aparición de un soplo nuevo sistodiastólico y
pancardíaco más o menos intenso. Alrededor de 95% de los supervivientes
persisten con disfunción ventricular izquierda de leve a moderada.
4.4.11. Arritmias
La taquicardia sinusal es la arritmia más frecuentemente vista (25% de
los casos) y puede ser un marcador de mal pronóstico. Las taquiarritmias
ventriculares son la mayoría de las veces la traducción de isquemia residual,
disbalance en el sistema nervioso autónomo o trastornos hidroelectrolíticos.
Si aparecen tardíamente (luego de las primeras 48 a 72 horas) son
marcadoras de mal pronóstico, ya que indican disfunción ventricular
izquierda.
De estas arritmias la más frecuente es el ritmo idioventricular, que
cuando es acelerado se constituye en una señal de reperfusión. Menos
frecuente es la taquicardia ventricular que se manifiesta hasta en 10% de
29
los pacientes con IAM y la fibrilación ventricular que lo hace en 8% de los
casos.
4.5. Pronóstico
Los pacientes con infarto miocárdico agudo no Q tienen dos a cuatro
veces más incidencia de estenosis residual severa o una colateralización
prominente. Luego de 6 a 12 meses, la mortalidad acumulada excede la
de los pacientes con IAM Q. Los factores pronósticos en el contexto de
este tipo de infarto son la localización extensa anterior, la persistencia de
la depresión en el ST, el desarrollo de depresión del ST con angina y la
incapacidad para realizar una prueba de esfuerzo de bajo nivel.
Los pacientes con IAM de cara posterior generalmente tienen una
evolución mejor con una tasa de mortalidad de 6%, pero si a ello se agrega
el compromiso del ventrículo derecho, la letalidad sube a 31%.
La mortalidad total en el primer mes llega a 50%; casi la mitad de ésta
se produce durante las primeras dos horas. Los factores de riesgo que
predicen la supervivencia durante una hospitalización son: la edad, la
historia médica previa, el tamaño del IAM, el sitio del IAM, las constantes
vitales al ingreso, el desarrollo de falla cardíaca durante la hospitalización
y la extensión de la isquemia residual.
Cuando el paciente egresa es muy importante determinar el riesgo, el
cual queda enmarcado en las siguientes características:
30
SEGUNDA PARTE
GUIAS DE PRACTICA CLINICA
31
puedan ejercer un impacto mayor en el pronóstico y en los riesgos y
expectativas de los procedimientos de revascularización.
El xantelasma sugiere un incremento en los niveles de triglicéridos, los
cambios arteriolares de la retina son comunes en pacientes diabéticos o
hipertensos. El incremento de la presión arterial puede precipitar o causar
la angina; la alteración de los pulsos periféricos puede sugerir enfermedad
vascular periférica que se asocia con mucha frecuencia a la enfermedad
coronaria (1).
1.3.1.2. Electrocardiograma
A pesar de las limitaciones básicas el electrocardiograma ha evolucionado
hasta convertirse en un arma diagnóstica muy útil para expresar el
comportamiento eléctrico del corazón. En el caso de la enfermedad
coronaria funciona como un marcador independiente y en ocasiones es el
único indicador del proceso patológico y una guía frecuente para la terapia
(Recomendación grado A) (4).
Los cambios iniciales de la onda T indican normalmente el proceso de
repolarización, y en el paciente isquémico la duración y la recuperación
del área afectada se prolongan ocasionando alteraciones en el segmento
ST y en la orientación de la onda T.
Aunque el electrocardiograma es normal en aproximadamente 50% de
los pacientes con angina estable crónica, la mayor contribución de este
examen redunda en el diagnóstico del infarto del miocardio, tanto agudo
como antiguo; la sensibilidad del E.C.G. en presencia de infarto agudo del
miocardio es del orden de 95% a 96% (5).
La presencia de bloqueo de rama izquierda o hemibloqueos pueden
sugerir enfermedad cardíaca, inclusive angina estable con un compromiso
significativo de la función ventricular, al igual que la hipertrofia ventricular
izquierda puede denotar la presencia de hipertensión arterial, estenosis
aórtica o cardiomiopatía hipertrófica en pacientes con enfermedad
coronaria.
Sin embargo, estos cambios son inespecíficos y en estudios tales como
el de Framingham (5), pueden existir un 7% a 8 % de pacientes con
anormalidades del ST y de la Onda T, sin que exista E. C.; por lo tanto este
único examen no proporciona información suficiente en más de la mitad
de los pacientes para corroborar el diagnóstico.
32
1.3.1.3. Radiografía de tórax
El estudio radiográfico del tórax es usualmente normal en pacientes
con angina crónica estable, en especial si no hay antecedentes de infarto
cardíaco previo, o anormalidades del electrocardiograma (Recomendación
grado B) (3).
La presencia de cardiomegalia sugiere una enfemedad coronaria severa
o alteraciones adicionales tales como hipertensión arterial o enfermedad
valvular concomitante.
Pueden detectarse calcificaciones del árbol coronario o de la aorta
ascendente como datos indicativos de coronariopatía no sospechada. Su
papel como examen diagnóstico se limita a detectar otras condiciones que
pueden alterar o complicar el curso y el tratamiento de la enfermedad
coronaria tales como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones
pulmonares o tumores neoplásicos.
34
diagnóstico mismo de enfermedad coronaria (Recomendación grado B)
(11).
La sensibilidad y la especificidad de estos exámenes en caso de
enfermedad de los vasos coronarios son del 83 y del 88% respectivamente,
y aunque su papel en determinar pronóstico y capacidad funcional es
importante, vale la pena recalcar que este es un examen costoso y por lo
tanto si similar información puede obtenerse por otro medio diagnóstico
menos oneroso, no es recomendable efectuarlo como método diagnóstico
de elección.
Este estudio no debe ser utilizado para detectar enfermedad coronaria
en pacientes de bajo riesgo (Recomendación grado C).
1.3.2.3. Ecocardiograma
El ecocardiograma bidimensional es útil en la valoración de pacientes
con enfermedad coronaria mediante la evaluación global y regional de la
función ventricular izquierda tanto en ausencia como en presencia de
isquemia.
Es un examen sencillo, seguro y poco costoso. La adición de
medicamentos que desencadenan estrés farmacológico durante la
evaluación ecocardiográfica (ecocardiograma de estrés) permite en 85%
de los pacientes detectar anormalidades de la pared ventricular
desencadenadas por el ejercicio, con una exactitud similar a la demostrada
con la medicina nuclear (10).
Existen dos alternativas para inducir estrés miocárdico: la estimulación
con marcapasos transesofágico y la infusión de drogas vasoactivas
(dipiridamol, adenosina o dobutamina ).
En pacientes con pobre ventana transtorácica puede emplearse el
ecocardiograma transesofágico para obviar las dificultades de imagen.
En la actualidad, todos los estudios comparativos entre medicina
nuclear y ecocardiograma de estrés no han demostrado ninguna ventaja
especial atribuible a uno u otro examen. Sin embargo, esta última técnica
es menos costosa y no requiere de la infraestructura necesaria en medicina
nuclear, circunstancia que permite efectuar los exámenes al lado del
paciente sin necesidad de transportarlo. Es un examen de corta duración
y permite obtener los resultados en forma inmediata.
Está indicado en pacientes con historia de broncoespasmo o asma
bronquial, estenosis carotídea o pacientes que no toleran que se les retire
preparaciones con teofilina o con evidencia de hipersensibilidad a
dipiridamol, como método diagnóstico para detectar enfermedad
coronaria y para la evaluación del riesgo coronario preoperatorio en
pacientes que van a ser sometidos a cirugía no cardíaca (Recomendación
grado A) (8).
En presencia de enfermedad coronaria y sospecha de enfermedad
valvular, el ecocardiograma de estrés es preferible a cualquier otro método
no invasivo, pues puede proporcionar información invaluable acerca de
la disfunción valvular que no puede observarse con los otros estudios.
El eco de estrés con dobutamina no debe ser utilizado en pacientes
con historia de arritmias serias, hipertensión o hipotensión severas
(Recomendación grado E).
35
1.3.2.4. Monitoreo Holter
Su papel preponderante radica en la detección de arritmias malignas
(Recomendación grado A).
El uso de la prueba de Holter para detectar enfermedad coronaria y la
presencia de riesgo preoperatorio en pacientes que requieren cirugía mayor
no cardíaca, tiene un bajo valor predictivo en detectar cambios del
segmento ST (25%). Por lo tanto no parece ser una buena arma diagnóstica
como único examen en la detección de enfermedad coronaria (Recomen-
dación grado D).
1.3.2.5. Angiografía coronaria
El examen clínico y las técnicas no invasivas descritas anteriormente,
son de gran valor para establecer el diagnóstico de enfermedad coronaria
y son indispensables para obtener una visión global de la situación del
paciente; sin embargo, el diagnóstico definitivo de la enfermedad coronaria
y la evaluación precisa de la severidad del compromiso anatómico, así como
los efectos sobre la función cardíaca, sólo se logra mediante el cateterismo
cardíaco con arteriografía coronaria y ventriculograma izquierdo (13).
La angiografía coronaria no sólo se practica para identificar la oclusión
de las arterias, sino que define si éstas pueden ser susceptibles de
revascularización, bien sea mediante angioplastia o mediante cirugía.
La primera indicación para angiografía coronaria es establecer la
presencia o no de enfermedad coronaria, definir las opciones terapéuticas
y determinar el pronóstico. Se recomienda también en pacientes con historia
de angina estable refractaria a tratamiento médico, así como en sujetos
con historia de angina y prueba de esfuerzo positiva de alto riesgo (desnivel
mayor de 2 mm del segmento ST, hipotensión, arritmia maligna), o con
perfusión miocárdica por medicina nuclear con múltiples defectos de
perfusión (14).
Otras indicaciones primarias comprenden pacientes con angina de pecho
estable, con intolerancia al tratamiento médico por efectos colaterales;.
pacientes después de resucitación de paro cardíaco o taquicardia ventricular
sostenida en ausencia de infarto agudo del miocardio; antes de cirugía
mayor no cardíaca en presencia de síntomas anginosos, o historia de
enfermedad coronaria previa, o infarto de miocardio (Recomendación grado
A).
Otras indicaciones menos significativas incluyen la presencia de angina
postinfarto del miocardio con función ventricular normal y evidencia de
isquemia por algún método no invasivo; también a aquellos pacientes con
sospecha de angina, cuyo riesgo no se puede estratificar por otros
mecanismos por ser incapaces de efectuar esfuerzos físicos (amputación,
artritis, deformidad de las extremidades y enfermedad vascular periférica)
y en presencia de exámenes no invasivos negativos con síntomas severos
que sugieren enfermedad coronaria, como método diagnóstico de exclusión
(Recomendación grado B).
La presencia de fiebre inexplicable e infección de origen desconocido,
anemia severa (hemoglobina menor de 8 gramos %), trastornos
hidroelectrolíticos severos, sangrado activo, crisis hipertensiva, toxicidad
digitálica, alergia a medios de contraste y accidente cerebrovascular en
36
curso, son contraindicaciones relativas, pues son factores de alto riesgo
para complicaciones postcateterismo (Recomendación grado D) (15).
1.4. Tratamiento
Existen cinco aspectos básicos en el manejo global del paciente con
enfermedad coronaria y angina crónica estable:
1.4.2.2. Tabaquismo
Es uno de los factores de riesgo más poderosos para el desarrollo de
enfermedad coronaria, en todos los grupos de edades. El cigarrillo puede
ser el responsable de que los síntomas anginosos se agraven, no sólo por
incrementar las demandas de oxígeno cardíaco y reducir el flujo coronario
por aumento del tono de las arterias, sino que adicionalmente el tabaco
parece interferir con la eficacia de las drogas antianginosas.
Parar de fumar es uno de los tratamientos más efectivos y la opción
más barata en la prevención de la progresión de la enfermedad coronaria,
tanto en vasos nativos como en injertos coronarios (17).
37
1.4.2.3. Dislipidemia
La disminución de los niveles de colesterol mediante las dietas y las
drogas ha mostrado reducir la incidencia de coronariopatía en estudios de
prevención primaria.
En pacientes con enfermedad coronaria establecida, la terapia
farmacológica de reducción de lípidos ha demostrado una disminución
significativa de la progresión de la enfermedad y de los eventos
cardiovasculares.
El programa nacional americano para la reducción del colesterol,
recomienda terapia farmacológica en todos los pacientes con enfermedad
coronaria establecida, cirugía cardíaca, antecedentes de infarto agudo del
miocardio o enfermedad arteriosclerótica extracardíaca, pretendiendo
disminuir los niveles de LDL por debajo de 100 mg % (18).
1.4.2.4. Menopausia
Estudios epidemiológicos han demostrado una situación favorable que
protege a las pacientes premenopáusicas de desarrollar enfermedad
coronaria. Después de la menopausia se produce un incremento significativo
del colesterol total, de la fracción LDL y de los triglicéridos con una
reducción significativa de la fracción HDL, circunstancia que se asocia
claramente al desarrollo de coronariopatía.
Numerosos estudios randomizados sugieren que la terapia hormonal
estrogénica en pacientes postmenopáusicas posee un efecto favorable,
disminuyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares (19).
1.4.3.2. Dieta
Dietas vegetarianas con altos contenidos en frutas, cereales y fibras han
demostrado ser eficaces en la prevención de enfermedad coronaria y en la
reducción de placas arterioescleróticas obstructivas a mediano y largo plazo
(Recomendación grado A) (21).
38
Disminuyen la precarga por aumento de la capacidad venosa,
circunstancia que conlleva a una disminución significativa del consumo
con incremento del aporte de oxígeno.
Nitroglicerina sublingual es la droga de elección para el manejo de la
angina aguda y para la prevención de la misma.
Dinitrato de isosorbide es también una droga efectiva y es empleada
eficazmente en el control de la angina de pecho (22).
1.4.4.2. Betabloqueadores
Estos agentes constituyen una de las piedras angulares del tratamiento
de la enfermedad coronaria. Son adicionalmente efectivos en el tratamiento
de la hipertensión arterial y de las arritmias cardíacas.
Su mecanismo de acción básicamente consiste en la disminución del
consumo de oxígeno mediante la disminución de la frecuencia cardíaca,
aumentando el componente diastólico del ciclo cardíaco, incrementando
así el flujo coronario.
Tienen efecto vasodilatador durante el ejercicio y por lo tanto son
beneficiosos en reducir el consumo miocárdico de oxígeno en cualquier
actividad que curse con incremento de la actividad simpática. Esta
combinación de acciones los hace extremadamente útiles en el manejo de
la angina crónica estable, tanto cuando se administran solos o acompañados
con otras drogas antianginosas (Recomendación grado A) (22).
Han demostrado reducir la mortalidad cuando se emplean solos o en
combinación con otros agentes, en los pacientes que han sufrido infarto
agudo del miocardio.
1.4.4.3. Calcioantagonistas
Son un grupo heterogéneo de medicamentos que inhiben el movimiento
del calcio iónico a través de los canales lentos, en el músculo cardíaco y en
el músculo liso. Reducen la demanda de oxígeno con incremento del aporte
mediante un efecto depresor en los marcapasos y en el sistema de
conducción cardíaco y mediante vasodilatación del músculo liso de las
arterias coronarias, ejerciendo un efecto inotrópico negativo.
Actúan en forma rápida y se eliminan en general en forma lenta, por lo
cual son drogas ideales para el manejo de la angina crónica estable
(Recomendación grado A) (22).
39
con angina estable sea benéfico comparado con el riesgo de accidentes
hemorrágicos. Por lo tanto no se recomienda (Recomendación grado C).
Enfermedad de un vaso
Paciente asintomático o levemente sintomático
Recomendación grado B
Clase D
- Pacientes con una pequeña área de miocardio en riesgo.
- Pacientes sin isquemia demostrada durante el ejercicio.
40
- Pacientes con lesiones menores del 60%, asintomáticos y sin isquemia
inducible.
Clase A
- Pacientes con isquemia demostrada por un test de esfuerzo, con una
lesión en una arteria epicárdica, con un área moderada de miocardio
en riesgo.
- Pacientes que no toleran el tratamiento médico por sus efectos
colaterales.
Clase B
- Pacientes con lesiones angiográficas tipo B o C, en los que se calcula
que la probabilidad de éxito primario con la intervención es baja. En
este subgrupo de pacientes, los dispositivos de segunda generación
pueden tener un papel importante, al mejorar la probabilidad de éxito
primario.
- Pacientes moderadamente sintomáticos, que prefieren el tratamiento
intervencionista al tratamiento médico convencional.
Clase D
- Pacientes con muy baja probabilidad de éxito primario, a pesar de la
existencia de dispositivos de segunda generación.
- Pacientes sin evidencia objetiva de isquemia, durante una prueba de
esfuerzo con un costo energético >= a 12 Mets.
Grado A
- Pacientes con isquemia severa demostrada por un test de esfuerzo.
- Pacientes resucitados de un paro cardíaco o de una arritmia ventricular
sostenida, en ausencia de infarto agudo.
- Pacientes que requieren cirugía no cardíaca, si hay angina o evidencia
objetiva de isquemia.
- En todos los casos, el paciente posee una lesión significativa en una
arteria epicárdica mayor, cuyo tratamiento resultaría en revascularización
casi completa, pues las lesiones adicionales corresponden a vasos
pequeños o a un área de miocardio ya no viable.
Grado B
Pacientes con lesiones significativas en dos o más arterias epicárdicas
mayores que subtienden áreas moderadas de miocardio en riesgo.
41
Grado C
- Pacientes con un área pequeña de miocardio en riesgo.
- Pacientes con riesgo inaceptablemente alto de movilidad o mortalidad.
Pacientes sintomáticos
Grado A
Pacientes con lesiones significativas en dos o más arterias epicárdicas
mayores, que subtienden áreas moderadas de miocardio en riesgo, con
angina demostrada durante una prueba de esfuerzo o con dolor precordial
que no cede al manejo médico, o cuando existe intolerancia a los
medicamentos.
Grado B.
- Pacientes con lesiones significativas en dos o más arterias epicárdicas
mayores, que subtienden áreas moderadas de miocardio en riesgo, en
quienes no se demuestra isquemia miocárdica durante la prueba de
esfuerzo.
- Pacientes con angina incapacitante, pobres candidatos quirúrgicos y
que no responden a manejo médico.
Grado D
Pacientes cuyas lesiones angiográficas tienen una probabilidad baja de
éxito primario utilizando las técnicas de cardiología intervencionista
disponibles y con áreas grandes de miocardio en riesgo.
Recomendación
Tabla 4.
43
eventos fisiopatológicos que llevan a la formación de trombo intracoronario
y a la oclusión parcial o total del vaso, comprometiendo la irrigación de la
zona miocárdica relacionada (26-27).
El propósito de estas guías es proporcionar recomendaciones basadas
en la evidencia, para el diagnóstico y tratamiento de la angina inestable,
en sus diversas formas de presentación clínica.
Angina típica, hombre < 60 o Angina probable: hombre < 60 o Un factor de riesgo, no
mujer < 70 años mujer < 70 años diabetes
Cambios del EKG o Angina no probable en diabético Onda T plana o con inversión
hemodinámicos con el dolor o en no diabético con 2 o más < 1 mm. En derivación con R
factores de riesgo dominante
Inversión marcada y
simétrica
de la onda T en varias
derivaciones precordiales
Tabla 5.
44
RIESGO A CORTO PLAZO DE MUERTE O INFARTO NO FATAL
EN PACIENTES CON SINTOMAS SUGESTIVOS DE
ANGINA INESTABLE (31)
ALTO RIESGO RIESGO INTERMEDIO RIESGO BAJO
Al menos una de estas Ninguna de alto riesgo, pero sí Ninguna de riesgo alto o intermedio,
características presente: alguna de las siguientes pero alguna de:
características:
Angor con soplo mitral Angor con soplo mitral nuevo o Angor de reciente comienzo
nuevo o aumentado aumentadode la onda T (2 semanas a 2 meses)
Angor de reposo con cambios Angina nocturna ECG normal o sin nuevos
dinámicos de ST> 1 mm. cambios
Tabla 6.
45
2. Valoración del riesgo de evolución desfavorable. La tabla 6 permite
evaluar el riesgo a corto plazo de muerte o infarto no fatal en pacientes
que se presentan con síntomas sugestivos de angina inestable.
DIAGNOSTICO Y ESTRATIFICACION
DE RIESGO
Historia inicial y EKG
Alta Alto
Media Medio
Manejo ambulatorio
No
Elegible para perfusión
Si
Salida de la guía
Figura 5.
Algoritmo de manejo, según la estratificación del riesgo de muerte o infarto no fatal.
46
de la clasificación propuesta por el Dr. E. Braunwald (32).
A continuación se debe realizar una estratificación del riesgo de muerte
o infarto no fatal del paciente, para definir la forma de manejo por seguir,
según se ilustra en la figura 5.
2.3.1.1. Recomendaciones
Grado A.
- Historia clínica completa, enfatizando en los antecedentes cardiológicos.
- Examen físico completo, enfatizando en el examen cardiovascular.
- ECG en los 10 minutos siguientes al ingreso al servicio de urgencias.
- Toma de nuevos ECG si el paciente presenta nuevos episodios de dolor
una vez controlados sus síntomas de ingreso.
- Toma de muestra para enzimas cardíacas (CPK total, CPK-MB,
troponina).
- Definir la probabilidad de que el paciente tenga enfermedad coronaria.
- Clasificar la forma de presentación del cuadro de angina inestable, según
la clasificación propuesta por E. Braunwald (tabla 3 de caracterización
de la enfermedad).
- Debe hacerse una estratificación del riesgo de muerte e infarto no fatal.
Grado B.
-Tomar Rayos X de tórax, PA y lateral.
-Monitoría electrocardiográfica continua.
47
DROGAS COMUNMENTE USADAS EN EL MANEJO
MEDICO INTENSIVO DE PACIENTE CON ANGINA
Medicación Condición clínica Evitar en Dosis
Heparina Angina inestable en categoría • Sangrado activo 80 UI/kg bolo inicial continuar
alto riesgo • Riesgo de sangrado severo infusión a 18 UI/kg/h; control con
• ACV reciente PTT
• Trombocitopenia por heparina
Nitratos Síntomas que no alivian con 3 • Hipotensión 5-10 mcg/min, titulado entre 75-
tabl. sublinguales + 100 mgg/m
betabloqueadores
Antagonistas de calcio Pacientes con síntomas no • Edema pulmonar Depende del agente específico
controlados o angina variante • ICC
• No usar nifedipina de acción
corta
Tabla 7.
2.3.2.1. Recomendaciones
2.3.2.1.1. Acido acetilsalicílico
Grado A
- Iniciar dosis de 160 a 324 mg/día, a todos los pacientes que no tengan
contraindicación, y continuar indefinidamente.
Grado B
- Dar otro agente antiplaquetario, si aspirina está contraindicada, como
ticlopidina a dosis de 250 mg dos veces por día.
Grado E
- Alergia a la aspirina, sangrado activo y riesgo de sangrado severo.
Grado A
- Durante las primeras 24 horas, en pacientes que no mejoran con nitritos
sublinguales, en hipertensos o con angina persistente.
Grado B.
- Continuar por 24-48 horas en pacientes con angina persistente.
48
Grado C
- Uso por mas de 48 horas en pacientes con angina persistente.
Grado E
- Paciente con hipotensión (T.A sistólica < 90 mmHg).
2.3.2.1.3. Betabloqueantes
Grado A
- Todo paciente con diagnóstico de angina inestable y sin contrain-
dicaciones.
Grado D
- Pacientes con historia de asma, enfermedad arterial periférica y/o
diabetes insulino dependiente.
Grado E
- Pacientes con tensión arterial sistólica < 90 mmHg, Choque, bloqueo
AV de 2º y 3º grado, bradicardia severa (F.C < 6o por minuto),
insuficiencia cardíaca congestiva.
2.3.2.1.4. Heparina
Grado A
- Pacientes con diagnóstico de angina inestable y categoría de alto
riesgo.
Grado B
- Pacientes con riesgo moderado
Grado E
- Sangrado activo o pacientes con riesgo de sangrado activo, accidente
vascular cerebral reciente.
2.3.2.1.5. Bloqueadores de canales de calcio
Grado A
- Pacientes que no mejoran con nitratos ni betabloqueantes.
- Pacientes con angina variante.
Grado B
- Pacientes con contraindicación a los betabloqueantes.
Grado E
- Pacientes con choque, insuficiencia cardíaca.
- No utilizar nifedipina de acción corta.
2.3.2.1.6. Morfina
Grado A
- A todo paciente con angina, que no se alivia con la aplicación de
nitritos sublinguales (> 3 tabletas).
Grado E
- Hipotensión.
- Depresión respiratoria.
- Confusión.
2.3.2.1.7. Oxígeno
Grado A
- Pacientes con signos de congestión pulmonar.
- Pacientes con saturación de oxígeno < de 90%.
49
Grado C
- Administración rutinaria, a pacientes sin complicaciones, durante las
primeras tres horas del ingreso.
2.4.1. Recomendaciones
2.4.1.1. Medidas generales
Grado A
-Nueva evaluación del paciente (historia clínica y examen
físico) al menos 72 horas después de su egreso.
-Nuevo ECG
Los pacientes diagnosticados con cuadro de angina inestable deben
iniciar terapia con aspirina a dosis entre 80 a 324 mg/día a menos que
haya contraindicaciones para su uso. En caso contrario, se puede medicar
con ticlopidina 250 mg dos veces al día.
En paciente recién diagnosticados se debe iniciar tratamiento con
nitratos sublinguales, según necesidad, seguidos por betabloqueadores
orales o nitratos de larga acción.
En pacientes en terapia previa, se deben revisar las dosis de medicación
y ajustarlas de acuerdo a las necesidades y tolerancia.
2.4.1.2. Tratamiento médico ambulatorio
2.4.1.2.1. Aspirina
Grado A
Dar a todos los pacientes que no tengan contraindicación, a
dosis de 80 a 324 mg/día.
Grado B
A pacientes con contraindicación a ASA, administrar
ticlopidina a dosis de 250 mg dos veces al día.
50
Grado E
- Pacientes con alergia a la aspirina, sangrado activo o riesgo de sangrado
severo.
2.4.1.2.2. Nitratos
Grado A
- Se recomienda nitratos orales o tópicos, de acción larga a todos los
pacientes, si no existe intolerancia.
- Los nitratos tópicos de acción prolongada se deben suspender por
períodos de seis a ocho horas diariamente.
- Instruir al paciente sobre el uso adecuado de nitratos sublinguales
Grado E
- Intolerancia por efectos colaterales.
2.4.1.2.3. Betabloqueantes
Grado A
- A todos los pacientes diagnosticados, que no tengan contraindicación
para su uso.
Grado D
- Pacientes con historia previa de asma bronquial o EPOC, enfermedad
arterial periférica severa, diabetes mellitus insulinodependiente.
Grado E.
- Pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva.
- Pacientes con bradicardia (F.C. < 60).
2.4.1.2.4. Bloqueantes de canales de calcio
Grado A
- Pacientes con contraindicación para uso de
betabloqueantes.
- Persistencia de angina a pesar de tratamiento previo con nitratos y
betabloqueantes.
- Angina variante
Grado E
- Pacientes con insuficiencia cardíaca.
- Pacientes con bradicardia (F.C.< 60x), principalmente, para uso de
verapamilo y diltiazem.
- No usar nifedipina de acción corta
51
(presión sistolica > 150 mm Hg). y/o pacientes con angina refractaria a
betabloqueadores o en aquellos con angina variante o vasoespástica (40).
Aquellos pacientes en los cuales se lograron los objetivos hemodi-
námicos propuestos y persistan con angina, se deben considerar como
refractarios a la terapia médica y deben ir a cateterización cardíaca urgente
(41).
Aunque en teoría es deseable administrar terapia médica por 24 horas
antes de declarar falla a dicho tratamiento médico, tal conducta puede
ser inapropiada o peligrosa si se aplica indistintamente en todos los casos.
Se debe asignar a pacientes de alto riesgo, aquellos que tengan uno o
más episodios isquémicos recurrentes, severos, prolongados (>20minutos),
particularmente cuando se acompañen de edema agudo de pulmón,
aparición o empeoramiento de soplo de regurgitación mitral, hipotensión
o nuevos cambios de la onda T o del segmento ST y llevarlos rápidamente
a cateterismo cardíaco.
Pacientes con episodios isquémicos menos severos, más cortos sin
cambios hemodinámicos ni del ECG, pueden ser asignados a una categoría
de bajo riesgo y continuar en terapia médica
2.5.1. Recomendaciones
2.5.1.1. Medidas generales iniciales
Grado A
- Monitoría electrocardiográfica continua, en derivaciones que permitan
evaluar los cambios de isquemia y el ritmo cardíaco.
- Reposo en cama con facilidades necesarias para adecuada comodidad,
en pacientes estables hemodinámicamente y con síntomas anginosos
controlados.
- Canalización de vena periférica.
- Atención cuidadosa a la presencia y control del dolor precordial.
- Toma de ECG de 12 derivaciones en el momento que el paciente
presente dolor precordial.
Grado B
- Oxígeno suplementario.
Grado C
- Uso rutinario de ansiolíticos.
- Uso rutinario de laxantes
Grado E
Reposo prolongado en cama (más de 24 horas) en pacientes
estables, sin complicaciones.
2.5.1.2. Nitroglicerina intravenosa
Grado A
- Administración rutinaria durante las primeras 24 a 48 horas.
Grado B
- Continuar por más de 24 horas, en pacientes que tienen angina
persistente.
Grado C
- Continuar por mas de 48 horas, en pacientes con angina persistente.
52
Grado E
- En pacientes con hipotensión, con presión sistólica <90 mmHg.
2.5.1.3. Betabloqueantes
Grado A
- A todos los pacientes que no tengan contraindicación para su uso.
Grado D
- Pacientes con asma, enfermedad arterial periférica y/o diabetes mellitus
insulino dependiente.
Grado E
- Pacientes con choque, bloqueo aurículoventricular de 2º o 3º grado,
falla cardíaca severa o bradicardia (F.C.<60 por minuto).
2.5.1.5. Heparina
Grado A
- A todos los pacientes con angina inestable de alto riesgo, al menos por
48 a 72 horas.
Grado B
- Pacientes clasificados de moderado riesgo, por 48 a 72 horas.
Grado E
- Pacientes con sangrado activo, alto riesgo de sangrado, o accidente
vascular cerebral reciente.
2.5.1.6. Acido acetilsalicílico
Grado A
- A todos los pacientes que no tengan contraindicación para su uso, a
dosis de 80 a 324 mg/ día.
Grado B
Dar otro agente antiplaquetario, si la aspirina está
contraindicada. Se sugiere ticlopidina a dosis de 250 mg
dos veces al día.
Grado E
- Pacientes con alergia, sangrado activo y alto riesgo de sangrado.
53
1. Heparina: Se debe tomar una muestra para tiempo de tromboplastina
parcial (aPTT), seis horas después de iniciada la terapia con heparina IV.
o después de cualquier cambio de dosis, hasta que se alcance un nivel
terapéutico de 1.5 a 2.0 veces el tiempo control, durante al menos dos
mediciones consecutivas. Posteriormente, se debe controlar con aPTT
cada 24 horas, una vez el rango terapéutico se alcance.
Igualmente, se debe tomar una nueva muestra para aPTT si las condiciones
clínicas del paciente cambian significativamente (por ejemplo, si
presenta isquemia recurrente, sangrado o hipotensión).
En caso de presentarse sangrado clínicamente significativo, síntomas
anginosos recurrentes o inestabilidad hemodinámicase debe realizar una
determinación de hemoglobina/hematocrito y plaquetas . Controles de
hemoglobina/hematocrito se deben realizar al menos durante los
primeros tres días después de iniciar terapia con heparina. Igual control
se debe realizar con las plaquetas, ante el riesgo de trombocitopenia
inducida por heparina.
2. Betabloqueadores: Durante su uso, se debe vigilar la frecuencia cardíaca
y la presión arterial. El objetivo para betabloquear a un paciente es
llevarlo a frecuencias cardíacas entre 50-60 latidos por minuto. Debe
mantenerse bajo monitoría electrocardiográfica continua. Debe vigilarse
la aparición de falla cardíaca y broncoespasmo.
54
2.5.4. Tratamiento de la isquemia severa,
refractaria a tratamiento médico agresivo inicial
Los pacientes con diagnóstico de angina inestable, en una segunda
evaluación, que no responden a tratamiento médico inicial en los primeros
30 minutos están en riesgo aumentado para tener un infarto agudo de
miocardio o muerte cardíaca.
Las principales complicaciones isquémicas observadas en pacientes con
angina inestable recurrente son el edema pulmonar de origen isquémico,
aparición o empeoramiento de insuficiencia valvular mitral, choque
cardiogénico, arritmia ventricular maligna y bloqueo atrioventricular
avanzado.
En estos casos se debe instituir terapia adjunta necesaria, como monitoría
de presión de la arteria pulmonar, terapia inotrópica para el choque, terapia
antiarrítmica para arritmias ventriculares malignas o taquiarritmia
supraventricular o inserción de marcapaso transitorio para bloqueo
atrioventricular de alto grado o sintomático.
En las condiciones anteriores, el clínico debe considerar llevar de
emergencia el paciente al laboratorio de cateterización cardíaca, para
diagnóstico angiográfico y valorar necesidad y posibilidades de tratamiento
invasivo.
La colocación de un balón de contrapulsación aórtico se debe realizar
en pacientes que no consiguen estabilizar su cuadro anginoso o tienen
inestabilidad hemodinámica, para mejorar sus condiciones, antes de ser
llevados a cateterización cardíaca o la sala de operaciones (42). Las
excepciones a esta recomendación incluyen pacientes con insuficiencia
valvular aórtica significativa, enfermedad vascular periférica severa o
enfermedad aorto-ilíaca severa conocida, incluyendo aneurisma aórtico
(43).
2.5.4.1. Recomendaciones
2.5.4.1.1. Cateterismo cardíaco
Grado A
- Todo paciente que sea potencial candidato para revascularización
coronaria.
Grado E
- Pacientes que no sean candidatos potenciales para revascularización
coronaria.
2.5.4.1.2. Balón de contrapulsación intraaórtico
Grado A
- Pacientes con choque o inestabilidad hemodinámica, como una medida
previa a cateterismo cardíaco y revascularización coronaria.
- Insuficiencia mitral aguda severa como terapia de estabilización para
ser llevado a cateterismo cardíaco y cirugía.
- Arritmia ventricular intratable, recurrente con inestabilidad hemodi-
námica.
Grado E
- Insuficiencia valvular aórtica significativa.
55
- Enfermedad vascular periférica severa.
- Enfermedad aortoilíaca severa conocida, incluyendo aneurisma aórtico.
- Revascularización previa
- Insuficiencia cardíaca asociada
- Función ventricular izquierda deprimida por estudios no invasivos
(fracción de eyección <50%).
- Arritmia ventricular maligna
- Persistencia o recurrencia de dolor anginoso
- Estudios funcionales que indiquen alto riesgo (perfusión miocárdica con
radioisótopos).
Todos los otros pacientes reciben manejo médico y solamente son
llevados a cateterismo cardíaco, cuando falla el tratamiento médico inicial.
Los pacientes que prefieren continuar manejo médico intensivo o que
no son candidatos para revascularización deben recibir cuidados al nivel
determinado por el grado de actividad de su enfermedad.
56
- Sin evidencia de angina o isquemia por más de 24 horas.
Una vez se han cumplido las anteriores condiciones se debe:
- Pasar la terapia parenteral a terapia no parenteral.
- Revalorar el uso continuado de heparina; descontinuar en pacientes
seleccionados (con angina o isquemia secundarias) y continuar por dos
a cinco días en los otros pacientes.
- Continuar ASA a dosis entre 80 a 324 mg/día
- Tomar muestras para enzimas cardíacas (CK total y CK-MB) cada seis a
ocho horas, durante las primeras 24 horas después del ingreso.
- Niveles séricos de dehidrogenasa láctica (LDH) pueden ser usados en
detectar daños cardíacos en pacientes que ingresan 24 a 72 horas
después de iniciar los síntomas.
- Niveles séricos de Troponina T se pueden seguir desde las primeras horas,
hasta varios días, después de la iniciación de los síntomas pues son
marcadores de alto riesgo, para muerte cardíaca intrahospitalaria.
- ECG de 12 derivaciones 24 horas después del ingreso o antes, si el
paciente tiene síntomas recurrentes o cambios en el estado clínico.
- Obtener una radiografía del tórax en los pacientes estables, en las
primeras 48 horas después del ingreso. En pacientes inestables
hemodinámicamente, se debe tomar una radiografía del tórax
inicialmente y repetir según sea necesario.
- Valorar la función ventricular izquierda de reposo, en pacientes que no
van a cateterismo cardíaco temprano, pero que han tenido infarto de
miocardio previo o tienen cardiomegalia por examen físico o radiografía
del tórax.
(Esta valoración se puede realizar por ecocardiografía bidimensional o
por ventriculografía con radioisótopos).
57
recibida y reajustar las dosis de medicación, según tolerancia. Si el paciente
presenta dolor anginoso de duración mayor de 20 minutos con evidencia
en el ECG de isquemia, que no responde a nitroglicerina sublingual, debe
retornar a la fase de protocolo de manejo médico intensivo. Si hay
respuesta a la terapia sublingual no necesita retornarse al manejo médico
intensivo.
Se reiniciará la actividad física en forma progresiva, bajo control del
equipo de salud de la institución hasta volver a su actividad diaria habitual.
Se debe advertir al paciente y a su familia sobre la modificación de sus
factores de riesgo, y en lo posible, continuar en un programa bajo control
del equipo de salud. La mayoría de los pacientes alcanzaran esta fase y
serán referidos en uno o dos días, ya sea para pruebas funcionales no
invasivas o para cateterismo cardíaco.
2.7.1. Recomendaciones
2.7.1.1. Medidas generales
Grado A
- Retirar vía endovenosa.
- Descontinuar monitoría electrocardiográfica continua.
- Reajustar dosis de medicación, según necesidad y tolerancia.
- Hacer estratificación de riesgo, mediante pruebas de detección de
isquemia miocárdica, para pacientes de bajo riesgo.
Grado B
- Iniciar actividad física progresiva, vigilada por el equipo de salud.
- Iniciar modificación de factores de riesgo.
Grado C
Uso de ansiolíticos de rutina.
Grado E
Reposo prolongado en cama (más de 24 horas).
58
Las pruebas con modalidad de imágenes (medicina nuclear, ecocar-
diografía, etcétera) están indicadas en pacientes con depresiones del
segmento ST (> 1mm), cambios del ST secundarios a digoxina, hipertrofia
ventricular izquierda, bloqueo de rama izquierda, preexcitación, déficit en
la conducción intraventricular, pacientes con limitaciones físicas. Los
resultados de las pruebas de esfuerzo convencionales, tienen implicaciones
pronósticas que se pueden detallar en la tabla 8 .
2.7.2.1. Recomendaciones
2.7.2.1.1. Prueba de esfuerzo convencional
Grado A
- Paciente de bajo riesgo, sin síntomas de angina, por más de 72 horas.
Grado D
- Pacientes con alteraciones de base, en el ECG, como bloqueo completo
de rama izquierda, hipertrofia ventricular izquierda o que estén tomando
digital.
Grado E
- Pacientes de alto riesgo.
- Imposibilidad física para realizar ejercicio.
- Insuficiencia cardíaca descompensada
2.7.2.1.2. Pruebas de perfusión miocárdica con radioisótopos
y ecocardiografía con estrés farmacológico
Grado A.
- Pacientes de bajo riesgo, sin síntomas de angina por más de 72 horas.
- Pacientes que no pueden realizar actividad física, por enfermedades
concomitantes o incapacidades físicas.
59
Grado B
- Pacientes con alteraciones de base en el ECG.
Grado D
- Pobre ventana ecocardiográfica (sólo para ecocardiografía de estrés).
Grado E
- Paciente de alto riesgo.
60
Se debe considerar pronta revascularización, en pacientes con
enfermedad significativa que tienen falla para estabilizarse con la terapia
médica, angina y/o isquemia recurrente en reposo o con bajo nivel de
actividad; isquemia y/o angina acompañados de síntomas de insuficiencia
cardíaca congestiva, un galope por S3, aparición o empeoramiento de
insuficiencia valvular mitral o cambios definidos en el ECG.
62
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PRIMERA PARTE
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