Resumen Del Libro Breve Historia Constitucional de Guatemala
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Resumen Del Libro Breve Historia Constitucional de Guatemala
1. Constitucionalismo:
II. INTRODUCCIÓN
Uno de los antecedentes mas importantes de la corte de Cadiz, fue la elección y posterior
nombramiento del Diputado Larrazabal, el cual fue nombrado gracias a su amplia
trayectoria tal y como lo detalla el siguiente enunciado;
Es nombrado el ilustre, intelectual doctor Antonio Larrazábal, cuyo nombre completo fue
Antonio Justo José de las Mercedes Larrazábal y Arrivillaga, nació el 8 de agosto de 1769,
en la tercera capital del Reino de Guatemala, hoy Antigua Guatemala; hijo de Simón
Larrazábal Gálvez y María Arrivillaga y Montúfar, convivio con ocho hermanos, sus estudios
siempre fueron bajo la influencia religiosa estudio Bachiller en Artes y Filosofía, sacerdote,
licenciado en Teología, licenciado en Cánones y Leyes, doctorado en Teología y Derecho
Pontificio, rector del Sagrario de la Catedral, canónigo del Cabildo Eclesiástico de
Guatemala, secretario de Cámara del Arzobispado de Guatemala, rector de la Real
Universidad de San Carlos de Borromeo en dos ocasiones.
Desarrollo del Proyecto de Constitución Incorporación del Diputado Larrazábal en las Cortez
de Cádiz: A su llegada a España se instala Antonio Larrazábal, se presenta cuando ya se había
elaborado la primera parte del proyecto, pero esto no impide que él se incorpore en la
segunda y tercera parte de la elaboración del proyecto constitucional y hace intervenciones
con aportes muy importantes como: Presentar siete proposiciones, basadas en las
Instrucciones, que el ayuntamiento de Guatemala le había enviado. El Diputado Antonio
Larrazábal participó activamente en los debates sobre el proyecto de Constitución,
defendiendo la tesis realista en cuanto al principio de soberanía, protestó por lo que
consideraba una evidente desigualdad representativa entre la Península y América, fue uno
de los Impulsadores en esas cortes de pedir por la defensa indígena, la Suspensión de
tortura y de la supresión de horca para los indígenas, partidario de la educación pública, la
libertad y el derecho a la propiedad. Don Antonio Larrazábal en su calidad de diputado
permanente demostró capacidad y sabiduría en los debates de las cortes de Cádiz, lo que
le dio los asientos en primera fila de las asambleas y el mérito para ser electo presidente y
diputado permanente en la sesión del seis de septiembre de mil ochocientos trece de la
asamblea de dichas cortes, siendo de nuevo diputado, suplente, en las Cortes Ordinarias de
ese mismo año. El Diputado Antonio Larrazábal, jugo un papel muy importante ya que su
oratoria serenidad y el conocimiento político hace que se gane los espacios más preciados
en las asambleas, los primero asientos en una reunión sea social, religiosa. etc. Era
reservada para personajes importantes. Por esa y muchas cosas más se afirma que
Guatemala fue muy bien representado por un ilustre diputado quien siempre respeto los
manuscritos que le fueron conferidos para el desarrollo de su función legislativa. El fruto
más conocido de estas Cortes fue la Constitución de 1812, la cual fue proclamada
solemnemente el día diecinueve de marzo, por ser el aniversario de la subida al trono del
rey Fernando VII y tendrá el popular nombre de La Pepa. Se estructuró en 384 artículos
divididos en diez títulos. Sancionaba el tránsito de una monarquía absolutista a una de corte
constitucional. A pesar de ser una de las mejores Constituciones tuvo breve vigencia, pues
en 1814 fue suprimida. Últimos años de pena y gloria de Antonio Larrazábal: En mayo 1820,
enfermo física y moralmente. Ese año fue nombrado de nuevo rector de la Universidad San
Carlos, siendo protagonista de la independencia patria y países de la región; gesta histórica
declarada el 15 de septiembre de 1821, en el Palacio de los Capitanes Generales, hoy
nuestra Ciudad Colonial. Fue representante de Guatemala en el congreso de Panamá. 1830
regresó a Guatemala donde murió el 2 de diciembre de 1853 y sus restos descansan en las
bóvedas de la Catedral Metropolitana.
Su imagen e historia: Son mantenidas vivas con orgullo por los antigüeños: Claustro y
alumnado del centenario Instituto Normal para Varones Antonio Larrazábal, Inval;
Asociación de exalumnos Distinguidos con la Orden Antonio Larrazábal, Coordinadora de
exalumnos del Inval y miles de invalistas profesionales radicados en la República y diversos
países. En agosto y septiembre resaltan con cariño su nacimiento y el aniversario del
llamado instituto de los “Eternos Valores”, fundado el 9 de septiembre de 1874 y bautizado
con su nombre el 26 de noviembre de 1943. En Madrid, España, una calle principal lleva su
nombre y en esta capital funciona La Casa Larrazábal en el Congreso de la República,
monumento histórico nacional, donde vivió muchos años.
El periodo de los conservadores en el poder abarca incluso hasta el año 1971, que es cuando
los liberales a través de una revolución toman nuevamente el control de la ciudad. Debemos
recordar que entonces antes de que apareciera Carrera en la historia nacional, se
encontraba en el poder Mariano Gálvez, liberal. Este personaje dio al país muchos aportes
de corte por supuesto liberal dando algunos de ellos como los siguientes: Aportes en
materia de Derechos surgidas de la Revolución Francesa, pues era el corte de ideología del
partido conservador; Impulso del código de Livingston en las cortes penales; Confiscación
de fondos clericales, suspensión de los tributos que se pagaban a la iglesia; Autorización del
matrimonio civil y el divorcio; Sistema educativo lancasteriano a través de monitores; Becas
educativas para niños principalmente indígenas; Creación de las escuelas normales de
educación elemental; Creación de museos nacionales para depositar las “curiosidades” de
los suelos nacionales; creación de las escuelas de niñas, para enseñar “oficios propios de su
sexo”. A pesar de ser algunos aportes de los mencionados muy buenos al país, debo
reconocer que algunas modificaciones sobre todo a nivel de la ruptura familiar fueron las
que más desprestigiaron al gobierno de Mariano Gálvez.
La más criticada fue la que obligaba a los niños a asistir a las escuelas y si ellos no eran del
todo suficientes para alcanzar los objetivos educativos del sistema lancasteriano serian
remitidos con los monitores, quienes tenían a su cargo su educación; esto fue tomado como
un sistema de encomienda avanzado post colonial, pues presumía la mano de obra barata
los sirvientes poco educados al ser los monitores aquellos que tenían obviamente más
posibilidades de salir a delante que los compañeros menos aventajados. Todo el gobierno
de Mariano Gálvez fue conocido por los sistemas de salud implementados por él, pero creo
que más que voluntario, fue obligatoria debido un epidemia de cólera morbus que atacó
primero a Europa y luego a América y que entro a Guatemala a través de México. Los
cordones sanitarios fueron reforzados con el único objetivo de prevenir la enfermedad. El
saneamiento de las aguas se hizo obligatorio. Y ello comenzó la entonces ruptura del
gobierno, pues la gente empezó a pensar que las aguas eran contaminadas y se sublevaron
en contra del régimen.
Uno de los mayores impulsadores de este germen de revolución fue Rafael Carrera; quien
con una masa de campesinos a grito de “Viva la religión y muerte a los extranjeros” entra a
la ciudad capital y logra expulsar a Mariano Gálvez del gobierno. En Guatemala, durante la
fase que va de 1839 a 1871 (el llamado régimen conservador o de los treinta años) el
sistema constitucional se integró por las Leyes Constitutivas aprobadas en 1839 por una
Asamblea Constituyente: la Ley Constitutiva del Poder Ejecutivo (Decreto 65) la Ley
Constitutiva del Supremo Poder Judicial (Decreto 75) y la Declaración de los Derechos del
Estado y sus habitantes (Decreto 76). Una posterior Acta Constitutiva de 1851 confirmaba
el poder omnímodo del dictador Carrera. El nuevo régimen La Constitución de 1879 El
General Justo Rufino Barrios antes que expirara el plazo fijado por la Asamblea Nacional
Constituyente convoco el 09 de noviembre de 1878 a un nuevo cuerpo Constitucional,
promulgando un decreto en el que se jactaba de no estar de acuerdo con los principios
republicanos y que había aceptado únicamente por el contexto difícil que atravesaba el país.
Por lo que el dictador relacionado por si mismo renuncio aquellas amplias facultades que le
habían sido concedidas. Ya para esa época, se contaban con experiencias tanto en el
federalismo anglo americano como la reforma liberal en México, por lo que se decide por
la implantación de la reforma liberal en nuestro país, la cual se resume de acuerdo a los
siguientes postulados: *Fe liberal en la soberanía popular; Protección contra la dictadura;
*División de poderes;
*Judicaturas independientes;
*Ejecutivo preponderante;
*Preocupación por libertades individuales;
*Surgimiento de la defensa férrea a la propiedad privada;
*Ataque a las formas comunales y cooperativistas;
*Desarrollo de la economía mediante la inversión pública;
*Anticlericalismo.
De esta forma la nueva Constitución debería condensar estos principios; así el 15 de marzo
se instaló el nuevo ente constituyente, bajo la presidencia de José Farfán, con mayoría
liberal y minoría conservadora, quienes discutieron el proyecto de la comisión presidida por
Delfino Sánchez y como miembro insigne Lorenzo Montufar. Aunque la tendencia de un
constitucionalismo liberal prevaleció, se incluyeron temas como la reestructuración de una
federación centroamericana, lo cual era un pensamiento apuntalado por la conducta del
General Barrios; la manzana de la discordia llevo a su punto más álgido al discutir las
relaciones entre la iglesia y el Estado y el reconocimiento de la libertad de cultos y la
educación laica. El 11 de diciembre del 1879 se promulgo un texto corto de 104 artículos;
esta constitución laica suprimió al gobierno local que conocía la división de poderes como
un legislativo unicameral, un ejecutivo fortalecido asesorado por un consejo de Estado. Este
texto constitucional estuvo vigente hasta 1944, aunque fue reformado en 1885, 1887, 1897,
1903, 1921, 1927, 1935 y 1941.
Una revolución frustrada: La constitución de 1945. Nueva era La caída de Ubico marcó el
inicio constitucional democrático-nacional del movimiento revolucionario. El general Ponce
no puede controlar el ejercicio del poder, fracasado su intento de reelegirse legalmente,
derrocado a su vez por una revolución cívico-militar el 20 de octubre de 1944, integrándose
a su vez por el triunvirato Militar, de dos militares Jacobo Arbenz, Francisco Javier Arana y
un civil Jorge Toriello. Fue derogada por el decreto 18 La Constitución vigente de 1879. Se
convoca a una nueva constituyente con el propósito de elegir un nuevo presidente,
quedando después el mayor Arana al frente de las fuerzas armadas y fue propuesto Toriello
para la vicepresidencia y que se diera al ejército una ley orgánica. Existió una tensión entre
los grupos civiles y por lo tanto se realizó de manera apresurada un proceso constitucional
de manera rápida, por lo tanto se creó el Decreto 17 que ordenaba se incorporase a la nueva
constitución un decálogo de “Principios fundamentales de la Revolución” que incluía
descentralización de poderes del ejecutivo, y efectiva separación de los poderes del Estado,
supresión de designados y sustitución de éstos por un Vicepresidente, alternabilidad en el
ejercicio del poder, reorganización en el ejército, autonomía municipal, autonomía efectiva
del poder judicial, autonomía universitaria, reconocimiento constitucional de los partidos
políticos, sufragio obligatorio y voto secreto para los alfabetos, obligatorio y público para
los analfabetos limitado a las elecciones municipales, reconocimiento de la ciudadanía a “la
mujer preparada” probidad administrativa. La influencia de la Constitución española del 31
es evidente en los primeros artículos que definen al país como una “República de
trabajadores de todas clases” introduce por primera vez las garantías sociales como,
trabajo, cultura, familia, empleados públicos, fija las bases del régimen
semiparlamentarista, declara de interés público el problema indígena y mantiene la
tradición básica laica. El nuevo estilo moral creado por la Revolución, exige un nuevo
instrumento legal a fin de no adoptar aquellos textos que nunca tuvieron vigencia dentro
de la simulación legalista en la que vivíamos, por lo tanto necesitábamos una nueva
Constitución, por lo que con celeridad a dos meses de trabajo se aprobó la nueva
Constitución con un desarrollado texto de 212 artículos, que inauguraban una nueva etapa
del Constitucionalismo Guatemalteco. Dentro de sus características, se encuentra su
“aspiración moralizadora”; su tendencia hacia una “democracia social” y principios de
carácter colectivo y bienestar social, prosperidad social; en su parte dogmática se contó con
garantías individuales y sociales, trata con extensión el capítulo del Trabajo, (salario
mínimo, jornadas, descansos, vacaciones, sindicalización, etc) implementó el primer
sistema del seguro social y el primer código de trabajo del país. Reconoce la propiedad
privada pero limitada en función social, prohíbe los latifundios, instaura la expropiación
forzosa por causa de utilidad pública, lo que abrió paso a la reforma agraria en Guatemala.
En cuanto a la cultura se declara la autonomía universitaria, propicia una política
indigenista, y con normas orientadas a la defensa del patrimonio cultural. A su vez instaura
un sistema de fiscalización hacendario en manos de un tribunal privativo; se lograron las
manifestaciones religiosas afuera de los templos, cuestión prohibida por los regímenes
liberales; reconoce doble nacionalidad para los centroamericanos; facilita la naturalización
para los españoles; había un fuerte interés en fijar los límites al ejercicio presidencial y evitar
las reelecciones, se sacralizó el principio de alternabilidad. Asimismo con el decreto 17 se
fijó que el Presidente sería comandante en Jefe del Ejército, pero sus órdenes las impartiría
por medio del Ministerio de Defensa y el Jefe de las Fuerzas Armadas, una declaración
determinante que declaraba al ejército como “apolítico, esencialmente profesional,
obediente y no deliberante”; también a su vez se creó el Consejo de Ministros para conocer
de asuntos de importancia. La Constitución de 1945 rigió durante el proceso democrático
llamada “Revolución Guatemalteca” fue aplicada en proporción significativa, y sólo la más
extrema de las reacciones políticas hará que el documento sea descartado, como
efectivamente lo fue.
LOS DERECHOS HUMANOS: Más de la mitad del texto está dedicado a los Derechos
Humanos, posiblemente con razón, sus redactores han calificado a la Constitución como
una constitución humanista. En el título II se denomina Derechos Humanos, y tiene cuatro
capítulos a saber: derechos individuales, derechos sociales, deberes y derechos cívicos y
políticos y limitaciones a los derechos constitucionales. Su tratamiento es el generalmente
aceptado con una novedad que la recepción del derecho internacional. Mención especial
merecen tres disposiciones incluidas en el capítulo primero del título primero. Las dos
primeras establecen el principio de la supremacía constitucional en forma expresa, en el
artículo 44. En el artículo 45 indica la acción para enjuiciar a los infractores de los Derechos
Humanos es pública y puede ejercerse mediante simple denuncia, sin caución ni formalidad
alguna; en el artículo 46 se constituye una de las más importantes innovaciones del texto:
el principio general de que en materia de Derechos Humanos, los tratados y convenciones
aceptados y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno.
Puede afirmarse que la fuente de esta disposición está en el artículo 105 de la Constitución
peruana de 1979 pero con diferencia importante porque la peruana atribuye a los tratados
sobre Derechos Humanos “jerarquía Constitucional” mientras que la Constitución de
Guatemala les da “preeminencia sobre el derecho interno”. PLURALISMO Y EXCLUSIÓN
POLÍTICA: Una característica fundamental del texto, es la superación del régimen de
exclusión política que se inicio en 1954 y la adopción del pluralismo como principio
fundamental de la transición y del nuevo régimen. El sistema democrático adoptado en el
texto ser expresa estructuralmente a través del reconocimiento de los canales de
participación de los ciudadanos en el proceso de poder, haciendo un reconocimiento
explícito de los derechos políticos. La Constitución remite a la Ley Electoral, que como la ley
constitucional dictó el propio cuerpo constituyente, el estudio de la estructura de los
órganos encargados de planificar y llevar a cabo los procesos electorales, es de una gran
importancia, porque su integración y atribución de competencias le permite descubrir el
grado de independencia en dichos procesos y si los mismos están realmente controlados
por los ciudadanos sin intervención del Estado. Los partidos políticos y el fin de la exclusión
política merese un reconocimiento especial, se acepta el libre juego de fuerzas y opiniones
y la competencia abierta por el control de poder político, es reconocida expresamente. El
régimen de exclusión ha sido superado por el nuevo orden constitucional, se reconoce la
vida partidaria y se facilita mucho la inscripción de los nuevos partidos y se eliminan las
prohibiciones ideológicas. La Constitución establece un estatuto privilegiado y de gran
responsabilidad para los partidos.