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Equipamiento 12

Este documento proporciona una historia del desarrollo de los sistemas de tratamiento de agua a lo largo de la historia humana, desde los primeros pozos y canales excavados hace 7,000 años en Jericó hasta los primeros sistemas de filtración y suministro de agua potable a gran escala en ciudades europeas a principios del siglo XIX. Destaca el papel de las civilizaciones griega y romana en la construcción de los primeros acueductos y redes de distribución de agua, así como los avances en el tratamiento

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Este documento proporciona una historia del desarrollo de los sistemas de tratamiento de agua a lo largo de la historia humana, desde los primeros pozos y canales excavados hace 7,000 años en Jericó hasta los primeros sistemas de filtración y suministro de agua potable a gran escala en ciudades europeas a principios del siglo XIX. Destaca el papel de las civilizaciones griega y romana en la construcción de los primeros acueductos y redes de distribución de agua, así como los avances en el tratamiento

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Universidad Interamericana de Panamá

Equipamiento 1

“Investigación 1”

Presentado por:
Nelson Barrios

CED. 8-978-353

Facilitador:
José Vega Castro

I Cuatrimestre 2023

Objetivos
Introducción

El agua es un elemento esencial para la existencia de vida en nuestro planeta. Todos


los seres vivos somos, en mayor o menor medida, agua y necesitamos consumirla de
forma continuada para vivir.

Es por ello por lo que la humanidad ha almacenado y distribuido agua prácticamente


desde sus orígenes. Desde las primeras técnicas de almacenaje, limpieza y distribución
hasta las infraestructuras y tecnologías actuales para el tratamiento de aguas, reciclado
de aguas y depuración de aguas ha transcurrido una larga historia.

Los primeros asentamientos continuados de nuestros antepasados siempre tenían


lugar en ubicaciones donde hubiese agua dulce disponible, como lagos y ríos. Y fue
entorno al agua donde se originaron las primeras formas de sociedad, tal y como la
concebimos hoy en día.

Cuando estas formas primitivas de sociedades empezaron a evolucionar y crecer de


manera extensiva surgió la necesidad de buscar otras fuentes diferentes de agua. El
constante incremento de la población humana no siempre hizo posible que estas
sociedades crecieran entorno a fuentes de fácil acceso como lagos y ríos, por lo que
las personas se vieron obligadas a desarrollar sistemas que les permitieran aprovechan
los recursos de agua subterráneos, dando origen a las primeras construcciones de
pozos.
Los Sistemas de Tratamiento de Agua

Los primeros antecedentes los encontramos en Jericó (Israel) hace aproximadamente


7.000 años, donde el agua era almacenada en los pozos para su posterior utilización.
Como el agua había de ser trasladada de los pozos a otros puntos donde era necesario
su uso, se empezaron a desarrollar los sistemas de transporte y distribución del agua.
Este transporte se realizaba mediante canales sencillos, excavados en la arena o las
rocas.

Años más tarde se comenzaron a utilizar tubos huecos, más parecidos a lo que son
nuestras tuberías de hoy en día. Por ejemplo, en Egipto se utilizan árboles huecos de
palmera mientras en China y Japón utilizan troncos de bambú. Fueron precisamente
los egipcios, los primeros en utilizar métodos para el tratamiento del agua. Estos
registros datan de hace más de 1,500 años hasta el 400 A.C. Los mismos indican que
las formas más comunes de purificación del agua eran hirviéndola sobre el fuego,
calentándola al sol o sumergiendo una pieza de hierro caliente dentro de la misma.
Otro de los métodos más comunes era el filtrado del agua hervida a través de arena o
grava para luego dejarla enfriar.

A pesar de que encontramos ejemplos anteriores, como es el caso de la ciudad de


Mohenjo-Daro (Pakistán), que alrededor del año 3.000 a.C ya contaba con servicios de
baño publico e incluso instalaciones de agua caliente, no es hasta la antigua Grecia
cuando nos encontramos con sistemas de recogida, purificación y distribución del agua
que puedan tener ciertas similitudes con nuestros días.

En la antigua Grecia, el agua de escorrentía, agua de pozos y agua de lluvia eran


utilizadas desde épocas muy tempranas por sus ciudadanos. Debido al crecimiento de
la población se vieron obligados a desarrollar sistemas más eficaces para al
almacenamiento y distribución del agua, lo que les llevó a la construcción de las
primeras redes de distribución a gran escala que requerían de unos materiales más
sofisticados, como la cerámica, la madera o el metal.

La verdadera novedad introducida por los griegos estuvo en que ellos fueron la primera
sociedad en tener un interés claro por la calidad del agua que consumían. Por ello, el
agua utilizada se retiraba mediante sistemas de aguas residuales, a la vez que el agua
de lluvia, y se utilizaban embalses de aireación para la purificación del agua.
Así llegamos a la época del imperio Romano. Los romanos fueron los mayores
arquitectos en construcciones de redes de distribución de agua que ha existido a lo
largo de la historia.

Ellos utilizaban recursos de agua subterránea, ríos y agua de escorrentía para su uso y
aprovisionamiento. El agua recogida se transportaba a presas que permitían el
almacenamiento y retención artificial de grandes cantidades de agua. Desde aquí se
distribuía por toda la ciudad gracias a los sistemas de tuberías, fabricadas con
materiales tan diversos como cemento, roca, bronce, plata, madera y plomo.

La verdadera revolución llegó con os acueductos, ya que por primera vez se podía
transportar agua entre puntos separados por una gran distancia. Gracias a ellos, los
romanos podían distribuir agua entre distintos puntos de su amplio imperio.

Por lo que se refiere al tratamiento de aguas, los romanos aplicaban el tratamiento por
aireación para mejorar la calidad del agua. Asimismo, se utilizaban técnicas de
protección contra agentes externos en aquellos lugares en que se almacenaba el agua.

Después de la caída del imperio Romano, los acueductos se dejaron de utilizar. Desde
el año 500 al 1500 d.C. hubo poco desarrollo en relación con los sistemas de
tratamiento del agua. Esta escasa evolución, unida a un espectacular crecimiento de la
población de las ciudades, acabó desembocando la aparición de enfermedades, que
en algunos casos fueron auténticas epidemias.

Así, durante la edad media se manifestaron gran cantidad de problemas de higiene en


el agua y los sistemas de distribución de plomo. Lo mas frecuente era abocar los
residuos y excrementos directamente a las mismas aguas que se utilizaban para el
consumo humano, por lo que era frecuente que la gente que bebía estas aguas
acabase enfermando y muriendo. Todo lo que se hacia para evitarlo era utilizar el agua
existente fuera de las ciudades no afectada por la contaminación. Un dato que refleja el
retroceso experimentado durante estos años es que esta agua se llevaba a la ciudad
utilizando la fuerza humana, mediante los llamados portadores.

Pasada esta larga etapa de estancamiento, las ciudades empiezan a desarrollarse y


recuperar su esplendor en los siglos XVI y XVII. En la segunda mitad del siglo XVIII
tiene lugar la revolución industrial, en la que se experimentan el mayor conjunto de
transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la Historia de la
humanidad, desde el Neolítico.

Así llegamos hasta los inicios del S XIX en el que encontramos el primer sistema de
suministro de agua potable para toda una ciudad completa. Fue construido en Paisley,
Escocia, alrededor del año 1804 por John Gibb. Tres años más tarde se comenzó a
transportar agua filtrada a la ciudad de Glasgow.

En 1806 empieza a funcionar en París la mayor planta de tratamiento de agua conocida


hasta el momento. Allí, el agua sedimentaba durante 12 horas antes de su filtración.
Los filtros consistían en arena, carbón y tenían una capacidad de seis horas.

En 1827 el inglés James Simplón construye un filtro de arena para la purificación del
agua potable. Hoy en día todavía se considera el primer sistema efectivo utilizado con
fines de salud pública.

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