Resumen de Accion Penal

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Concepto de acción

Según la opinión más extendida, acción es una conducta humana


significativa en el mundo exterior, que es dominada o al menos
dominable por la voluntad. Por tanto, no son acciones en sentido
jurídico los efectos producidos por fuerzas naturales o por animales,
pero tampoco los actos de una persona jurídica. No son acciones
los meros pensamientos o actitudes internas, pero tampoco
sucesos del mundo exterior que —como p.ej. los movimientos
reflejos o los ataques convulsivos— son sencillamente indominables
para la voluntad humana.
Acción Evolución historica
El concepto de acción en la evolución de la dogmática jurídico
penal. Exposición y crítica
1. El concepto preclásico de acción
Como "padre del concepto jurídico penal de acción se suele
considerar a Hegel *: "El derecho de la voluntad... es reconocer en
su hecho tánicamente como acción suya, y tener sólo en la
culpabilidad, aquello que sabe de sus presupuestos en su finalidad,
lo que de ello había en su dolo. - El hecho sólo puede ser imputado
como culpabilidad de la voluntad". En este pasaje, así pues, sin
distinguir aún entre las diversas categorías sistemáticas, se
equipará la acción a la imputación del hecho completo e incluso
sólo se considera acción la acción dolosa
Posteriormente, entre los discípulos penalistas de Hegel se incluye
prácticamente siempre la imprudencia en el concepto de acción,
pero la separación entre acción e imputación al hecho total (o sea,
entre acción y acción punible) se va efectuando muy lentamente y
sólo en sus primeros pasos.
2. El concepto natural (naturalista, causal) de acción
del sistema clásico

Liszt y Beling, los fundadores del "sistema clásico del delito", son
también los creadores del concepto natural de acción. "Acción es la
producción, reconducible a una voluntad humana, de una
modificación en el mundo exterior"
Liszt llegó posteriormente a formular otra descripción algo distinta:
"acción es conducta voluntaria hacia el mundo exterior; más
exactamente: modificación, es decir, causación o no evitación de
una modificación (de un resultado) del mundo exterior mediante una
conducta voluntaria
Correlativamente
sostiene Beling ** que existe acción si objetivamente alguien "ha
emprendido cualquier movimiento o no movimiento", a lo que
subjetivamente ha de añadirse la comprobación de "que en ese
movimiento corporal o en esa falta de movimiento animaba una
voluntad".
En cuanto a la En la omisión veía esa voluntad en la contención de
los nervios motores.
Este concepto natural de acción cumple muy bien la función de
delimitación, excluyendo de antemano actividades de animales y de
personas jurídicas. Más pesontiene la objeción de que el concepto
natural de acción, si atiende demasiado al impulso consciente de
voluntad, tropieza con dificultades en las reacciones espontáneas,
acciones automatizadas o hechos pasionales o bajo embriaguez.
el concepto natural de acción no es completamente idóneo como
elemento básico, ya que, aunque en atención a los delitos de
omisión se renuncie a la "modificación causal del mundo exterior" y
se conserve sólo la "voluntariedad" como criterio de la acción, por
regla general en las omisiones no se puede probar la tensión
muscular o nerviosa necesaria para ello; pues, como los nervios
motores no se ponen en movimiento por sí mismos, normalmente
no es precisa su contención.
3. El concepto final de acción
Acción humana es el ejercicio de la actividad final", dice Welzel, el
creador de la teoría final de la acción. Según Welzel la "finalidad" o
"carácter final" de la acción se basa en "que el hombre, gracias a su
saber causal, puede prever en cierta medida las posibles
consecuencias de su actuación, fijarse por ello diversos objetivos y
dirigir planificadamente su actuación a la consecución de esos
objetivos". "Actividad final es una producción consciente de efectos
partiendo de un objetivo", la cual "supra determina finalmente" el
curso causal externo.
El aporte de Welzel: finalismo asume esa estructura, pero la
antijuridicidad y la culpabilidad, que en Hegel aún estaban
integrados en el concepto de acción, los separa de dicho concepto,
haciéndolo así útil para un sistema moderno.
Lo que se debe sobre todo a que esta concepción de la acción
obliga a transformar todo el sistema jurídico penal: Para ella el dolo
ya no pertenece a la culpabilidad, sino, componente de la acción, al
tipo

Critica
ya que no se acomoda a los delitos de omisión; pues, como el
omitente no es causal respecto del resultado y por tanto no dirige
ningún curso causal, tampoco puede actuar de modo final
le debemos agradecer progresos esenciales en la teoría del injusto.:
sobre todo el haber comprendido que el injusto no se basa sólo
—como se había sostenido en el sistema "clásico" del delito— en el
resultado típico, sino que es esencialmente co-determinado por el
desvalor de acción de la conducta del autor. Y ello vale no sólo para
los delitos dolosos, en los que lo dicho resulta especialmente
evidente por la ordenación del dolo dentro del injusto, sino también
para los hechos imprudentes, en los que es co-constitutiva del
injusto, no la finalidad ciertamente, pero sí la falta de control de la
acción y por tanto un elemento personal.
4. Concepto social de la acción

^. De modo totalmente similar. Engisch define el actuar como "la


producción voluntaria de 'consecuencias' calculables socialmente
relevantes" , en cuya definición dicho concepto debía abarcar, junto
con las acciones dolosas-finales, precisamente también las
acciones imprudentes.
ven en el concepto de lo social un elemento esencial para la acción.
Las ventajas de un concepto así saltan a la vista: se nos ofrece
como elemento base, ya que todas las manifestaciones de conducta
delictiva se pueden caracterizar sin violencia alguna como
fenómeno social,
De acuerdo con éste "acción es conducta humana socialmente
relevante" es decir que la acción puede consistir tanto en el ejercicio
de una actividad final, según postulaban los finalistas, como en la
causación de determinadas consecuencias (de acuerdo con los
causalistas), en la medida en la que el suceso hubiera podido ser
conducido de acuerdo con la finalidad del autor. Pero este concepto
ha sido también fuertemente criticado por su carencia de contenido:
una conducta —se dice en este sentido— es socialmente relevante
o no, si se subsume o no bajo un tipo penal.

Critica al concepto de acción


Pero también el concepto social de acción tiene sus puntos débiles.
Así, en primer lugar, no puede cumplir la función delimitadora,
importante a efectos prácticos, pues ciertamente los meros
pensamientos no son socialmente relevantes, pero todo lo demás
que se quiere excluir por medio del concepto de acción: actos de
personas jurídicas, efectos de la vts absoluta, movimientos
puramente reflejos u otros no controlables, sí que es socialmente
relevante. Y en efecto, los defensores del concepto social de acción
se ven forzados, a tomar prestadas características del concepto
natural de acción recurriendo a los criterios de la voluntariedad,
dominabilidad o semejantes.
Además, el concepto social de acción presenta una dificultad como
elemento de enlace, consistente en que apenas se lo puede
delimitar del elemento valorativo del tipo, ya que la valoración social
y la jurídica están en relación de tal dependencia recíproca que
apenas son separables. Es cierto que el Derecho regula
frecuentemente hechos sometidos a una valoración social previa,
pero también es frecuente que, a la inversa, sea la valoración
jurídica la que determine la valoración social.
5. El concepto negativo de acción
"concepto negativo de acción". El punto de vista decisivo de todas
estas teorías se denomina "principio de evitabilidad", cuya primera
formulación válida se encuentra en Kahrs: "Al autor se le imputa un
resultado si no lo ha evitado, aunque podía evitarlo y el Derecho se
lo exigía".
Herzberg utiliza por primera vez el principio como base del concepto
de acción que denomina "negativo" y que abarca por igual la
comisión y la omisión **: "La acción del Derecho penal es el no
evitar evitable en posición de garante". Con ello se refiere a que
tanto el autor de una comisión como el de una omisión,
exactamente igual ambos, no evitan "algo", p.ej. el resultado típico
en el caso paradigmático del delito consumado de resultado, pero
ambos lo hubieran podido evitar; el autor comisivo, en cuanto se
hubiera retraído él mismo, y el autor omisivo, en cuanto se hubiera
interferido en el curso causal impidiendo el resultado.
El fenómeno de la acción se debe expresar, por lo tanto, en forma
negativa, de tal forma que en todo comportamiento activo se verá
"un no-evitar evitable en posición de garante". En este sentido se
señala que "el hombre se encuentra en el centro de un círculo de
dominio, que, al mismo tiempo, es una esfera de responsabilidad.
Cuanto más se extiende al exterior, menor es la intensidad de
dominio y más dudosa es la responsabilidad del garante (...). Por el
contrario, cuanto más se acerca al centro, más obvia resulta la
posición de garante.

6. La acción como manifestación de la personalidad


manifestación de la personalidad", lo que significa lo siguiente: En
primer lugar es acción todo lo que se puede atribuir a un ser
humano como centro anímico-espiritual de acción *, y eso falta en
caso de efectos que parten únicamente de la esfera corporal
("somática" " ) del hombre, o "del ámbito material, vital y animal del
ser" ' sin estar sometidos al control del "yo", de la instancia
conductora anímico-espiritual del ser humano
Si un sujeto es empujado con fuerza irresistible contra la luna de
una ventana, o si durante el sueño, o en un delirio o en un ataque
convulsivo, el mismo golpea en tomo suyo, o si reacciona de modo
puramente reflejo, todas éstas son manifestaciones que no son
dominadas o dominables por la voluntad y la conciencia y por tanto
no pueden ser calificadas como manifestaciones de la personalidad,
ni imputadas a la capa anímico-espiritual de la "persona".
Por otra parte, es evidente que los pensamientos y los impulsos de
la voluntad pertenecen a la esfera espiritual-anímica de la persona,
pero en tanto permanecen encerrados en lo interno y no se ponen
en relación con los sucesos del mundo exterior, no son
manifestaciones de la personalidad y por tanto no son acciones.
CONCEPTO DE ACCION COMO ELEMENTO BASICO
En primer lugar, el concepto de acción como manifestación de la
personalidad es idóneo como elemento básico, al abarcar todas las
formas de manifestación de la conducta delictiva y, aparte de ello,
todo lo que en el campo prejurídico tiene sentido calificar como
"acciones". Las acciones dolosas e imprudentes son
manifestaciones de personalidad tanto como las omisiones. E
incluso la omisión por imprudencia inconsciente es una
manifestación de la personíilidad que se le puede imputar al sujeto
como infracción de la norma y contraria a la prohibición, como
"obra" suya; si no se pudiera, no sería posible tampoco fundamentar
la antijuridicidad o incluso la punibilidad de aquélla.
7. REPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS
JURIDICAS
La tesis que niega capacidad de delinquir a las personas jurídicas
(societas delinquere non potest), según la cual los hechos punibles
sólo pueden ser imputados a las personas físicas, corresponde al
ámbito de influencia del derecho continental europeo 29, y
consiguientemente es doctrina dominante en el derecho argentino
30.
La doctrina que la admite tuvo origenen el common law, por lo que
prevalece en Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y Australia. Es
minoritaria en América latina, especialmenteenel derecho penal
codificado. Sin embargo, su influencia crece en Europa continental,
siendo Holanda uno de los primeros países que la adoptó, y los más
recientes Francia en 1992 y Dinamarca en 1996.
La tesis afirmativa debe hacerse cargo de la objeción, según la cual
no es necesario incriminar a las personas jurídicas, porque los
efectos preventivos que se procuran con la pena se obtienen
satisfactoriamente castigando a las personas físicas que forman la
corporación.
En la actualidad no se discute si además de la pena prevista a la
persona física, la empresa debe ser destinataria de alguna
consecuencia Jurídica, con lo que la discusión gira en tomo a cuál
es esa consecuencia, esto es, una pena, una sanción administrativa
o una medida de seguridad
SANCION ADMINISTRATIVA
Quienes sostienen que ésta es la consecuencia jurídica preferible,
predican que -como sucede en el derecho alemán-la sanción
administrativa cumple la misma función disuasiva que la pena, con
lo que sugieren se impongan sanciones a las personas jurídicas en
un Código de Contravenciones, que entre otras, prevea multas,
clausuras e inhabilitaciones.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
A favor de su utilización se predica que ofrece las ventajas de
preservar el principio societas delinquere non potest, y de asegurar
que la reacción sea aplicada en sede judicial.
Pero para saber si es un sistema preferible, hay que comparar la
pena con la medida de seguridad, recordando que ambas son
restricciones de derechos impuestas coactivamente por el Estado.
PENA
Cuando lo que se considera es si resultan de aplicación las teorías
que fundamentan el derecho del Estado a imponer una pena, si su
destinataria es una personajurídica, la respuesta no es dudosa con
relación a la prevención general negativa, ya que la amenaza de
pena dirigida a una corporación, cumple una función disuasiva,
aunque como es obvio el efecto de coacción psicológico se produce
en quien la dirige.
EN ARGENTINA
Tenemos la ley 27401 de responsabilidad penal empresarial en la
cual si existe responsabilidad penal en los delitos aduaneros

8. Faz negativa
Condiciones negativas
Son aquellos casos que excluyen la acción
CAUSAS DE EXCLUSIÓN DE LA ACCIÓN
De conformidad con el derecho vigente, son causas que excluyen la
acción (i) la fuerza física irresistible (art. 34, inc. 2°, CPen.); (ii) los
actos reflejos; y (iii) la inconsciencia absoluta (art. 34, inc. 1°, CPen
Factores Externos
Fuerza física irresistible (vis absoluta)
A) Este supuesto corresponde a la norma en cuya virtud no
resulta punible el que obrare violentado por fuerza física
irresistible (art. 34, inc. 2°, 1" hipótesis, CPen.). El fundamento
es que se trata de movimientos corporales del autor que no
están orientados por la voluntad, ya que son la consecuencia
de fuerzas externas inevitables, que determinan al agente a
obrar en forma mecánica, sea por la acción de otros
individuos (por ejemplo, una avalancha), o por una fuerza
natural (como una corriente de agua).
B) En los casos de fuerza física irresistible, como hay una total
ausencia de voluntad, al autor le es imposible evitar el
comportamiento. No se puede afirmar en cambio que quien
obra coaccionado lo haga sin voluntad, pues en realidad
quiere producir el resultado. Así, por ejemplo, carece de
voluntad quien causa un aborto al ser empujado sobre el
cuerpo de la embarazada, por lo que se debe predicar una
exclusión de una acción que fue inevitable. Es diferente el
caso de quien causa un aborto como consecuencia de una
amenaza, ya que su impunidad no deriva de inexistencia de
acción. Se trata de un sujeto que obró voluntariamente,
C) De conformidad con el derecho vigente queda comprendido
en el concepto de violencia, el uso de medios hipnóticos o
narcóticos (art. 78, CPen.)

Actos reflejos
Los actos reflejos son movimientos puramente biológicos cumplidos
por el cuerpo humano, sin participación alguna de los centros
superiores del cerebro. El resultado producido no es consecuencia
del psiquismo del autor, pues no fue intelectiva y volitivamente
realizado. Así, por ejemplo, se trata de supuestos de exclusión de la
acción por inevitabilidad, cuando se causan daños que son
consecuencia del movimiento corporal generado por un estornudo o
por las convulsiones de un epiléptico
Movimientos automatizados
En cuanto a los automatizados, sabiendo que se producen por la
repetición de actos voluntarios que perdieron su atributo de
conscientes y pueden volver a serlos a poco que se les preste
atención; no pueden ser considerados supuestos de falta de acción.
Habrá entonces conducta, y si ésta además es típica y no presenta
causales de antijuridicidad, deberá realizársele luego el juicio de
culpabilidad, a fin de determinar el grado de responsabilidad del
autor del acto automatizado.
Factores Internos
Estados de inconciencia
se debe considerar la norma que establece la impunidad de quien
por su estado de inconsciencia no haya podido en el momento del
hecho comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones
(art. 34, inc. 10, CPen.).
Los estados de inconsciencia excluyen la acción cuando suponen
total ausencia de participación psíquica del autor. Hay acción, por el
contrario, cuando se puede asegurar que pese a la inconsciencia
hubo intervención de los altos centros cerebrales, situación que
debe ser investigada en el plano de la imputabilidad. Así, sólo un
estado de inconsciencia absoluta es un supuesto de falta de acción,
como sucede, por ejemplo, en los estados febriles, el sueño, el
sonambulismo o un desmayo.
padece un estado de inconsciencia absoluta la madre dormida que
ahoga con su cuerpo al niño que duerme a su lado. Ello no implica
que comportamientos anteriores de la madre resulten
necesariamente irrelevantes para el derecho penal, pues se le
puede imputar que antes de dormirse colocara al niño a su lado.
Consiguientemente, cuando concurre un supuesto de falta de
acción, es necesario considerar si el comportamiento previo fue
también inevitable 28

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