La Madurez Cristiana
La Madurez Cristiana
La Madurez Cristiana
La Madurez Cristiana
Texto Base.
“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante
a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de
obras muertas, de la fe en Dios.” Heb 6.1.
INTRODUCCIÓN.
La madurez cristiana es la meta de todo creyente. Dios no quiere que nos
quedemos detenidos en el mismo lugar, sino que avancemos en la vida
cristiana. ¿En qué consiste la madurez cristiana? Hay ciertos elementos
fundamentales que el hijo de Dios necesita para ser victorioso. Examinemos
un pasaje bíblico que nos muestra la gran diferencia entre la madurez y la
inmadurez. Luego veamos algunas de las características de un cristiano
maduro.
Proposición.
Comprender a través de la infalible palabra de DIOS, que uno de los deseos de
nuestro creador es que sus hijos alcancen la madurez.
Frase interrogativa.
¿Qué es madurez cristiana? ¿Podemos conseguirla por medio de la educación
o los méritos? ¿Son determinantes nuestros años en la Iglesia para nuestra
madurez cristiana?
Frase de Transición.
veamos algunas de las características de un cristiano maduro é inmaduro.
(4) Madurez es llegar a ser como Cristo: La meta de cada cristiano es ser
como Jesús. El apóstol Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, como yo lo
soy de Cristo”. Sin embargo, no podemos ser como Cristo en cuanto
a Su perfección. Esto es porque existen dos tipos de perfección:
absoluta y relativa. Cuando se habla de Cristo, claro está, la perfección
es absoluta. Pero cuando perfección se aplica a nosotros, se usa en
sentido relativo.
CONCLUSIÓN
Colosenses 3.14: “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el
vínculo perfecto.” Como cristianos, nosotros debemos buscar esta perfección
o madurez espiritual y, obviamente, esto implicará un esfuerzo activo de
nuestra parte.
Hay muchos cristianos que han dejado de crecer espiritualmente, porque
se han quedado con la misma experiencia que tuvieron cuando se bautizaron.
No se han esforzado por obtener más conocimiento de las cosas de Dios. No
han mejorado en su conducta tampoco. ¡Todavía siguen actuando como
niños!