Trabajo de Sismica
Trabajo de Sismica
Trabajo de Sismica
Sismología
PROFESOR ALUMNO
Luis Cumana Angel Figuera C.I:23.501.223
Se considera que la sismología forma parte de la geofísica (la disciplina que analiza las cuestiones
físicas de nuestro planeta). El objeto de estudio de la sismología, por lo tanto, son las ondas
sísmicas que provocan los sismos.
La sismología intenta determinar los orígenes de los terremotos y el modo de propagación de las
ondas. Entre sus objetivos se encuentra la prevención para atenuar los efectos destructivos de los
sismos.
Es habitual que un sismo se produzca en los límites de las placas litosféricas (también llamadas
placas tectónicas). Cuando al menos dos de estas placas interactúan, se acumula tensión en sus
límites y luego se producen los desplazamientos. Para estudiar estas cuestiones, los expertos
apelan a los sismómetros o sismógrafos.
Estos dispositivos permiten evaluar los temblores que provocan los desplazamientos de las placas
tectónicas. Los sismógrafos, gracias a sus sensores, logran registrar las ondas sísmicas y pueden
estudiar la propagación. El registro realizado por estas máquinas recibe el nombre de sismograma.
Los sismógrafos son instrumentos diseñados para captar y registrar el movimiento producido por
un sismo, a objeto de transformarlo en un registro gráfico. Fueron ideados a finales del siglo XIX y
con el paso del tiempo se han ido perfeccionando, al punto de contarse hoy en día con equipos
altamente sofisticados.
El sismógrafo más viejo del que se tiene conocimiento en Venezuela es el Sismógrafo Wiecher el
cual conjugaba los sistemas de detección y de registro en un mismo bloque. Dicho sismógrafo
tenía un péndulo que pesaba 20 toneladas. Con el avance de la tecnología se fueron diseñando
equipos más livianos y modernos, que solamente detectaban el sismo dejando el registro del
mismo a otro aparato, que amplificaba la señal para poder observarla y analizarla. Fue así como
nació el sismómetro, el cual, como ya hemos dicho, cumple una única función: la detección. Una
ventaja adicional de los nuevos aparatos es que se podían movilizar, lo que era francamente
impensable con el tonelaje del Wiechert, además su radio de acción es mayor, pudiendo detectar
la microsismicidad y señales de otros eventos que se pudieran dar más allá de nuestra plataforma
continental y en los países vecinos.
Luego aparecieron otros sismómetros más modernos como el S-13 y el Ranger, así como otros
modelos, cada uno mejorado en relación al anterior o al de la competencia. Hoy en día, se cuenta
con instrumentos de banda ancha (como el CMG-T40), que permiten mejorar la medición
sismológica al estar integrados por componentes electrónicos que aseguran la captación del
evento en tiempo real, son portátiles, soportan con mayor adaptabilidad los cambios climáticos y
tienen un mayor rango de detección. Equipos de esta naturaleza son actualmente utilizados en
Funvisis, lo que contribuye a respaldar sus labores de investigación
Se le llama así al conjunto de estaciones que reportan los datos detectados por los sismómetros a
una estación central para su registro y análisis. En función del área de cobertura, las redes
sismológicas pueden ser:
- Redes mundiales: Tienen estaciones ubicadas en casi todos los países del mundo. Este
tipo de red tiene la capacidad de localizar sismos en cualquier lugar de la superficie
terrestre. Actualmente Estados Unidos, Alemania, Francia, China y Austria poseen redes
de cobertura mundial.
- Redes nacionales: Son estaciones distribuidas en puntos estratégicos de cada país, con el
fin de detectar cualquier tipo de actividad sísmica que se produzca.
- Redes locales: Se instalan con el fin de conocer con gran precisión la ubicación de los
sismos locales y las fallas que los originan. Los mapas productos de estas redes sirven para
orientar la construcción de obras de infraestructura.
La Red Sismológica de Venezuela está soportada actualmente por dos subredes: la telemétrica y la
satelital. Ambas subredes, así como la Red Acelerográfica Nacional, están en proceso de
modernización. La Red Sismológica cuenta en los actuales momentos con 26 estaciones satelitales,
localizadas en: El Llanito (Caracas), Birongo y Cúpira (Miranda), El Baúl (Cojedes), Carúpano, Güiria
y Guanoco (Sucre), Villa del Rosario (Zulia), Las Mercedes del Llano (Guárico), Dabajuro, Jacuray
Montecano (Falcón), Quebrada Arriba, Siquisique, Curarigua, Sanarito y Terepaima (Lara),
Pariaguán (Anzoátegui), Oritupán (Monagas), Socopó (Barinas), Capacho (Táchira), Caicara
(Bolívar), Turiamo (Carabobo), Río Grande (Amazonas), isla La Blanquilla, isla Los Testigos, estando
previsto instalar las 9 estaciones restantes en La Orchila, Amazonas, Bolívar, Apure, Mérida, Delta
Amacuro y Carabobo.
Aparte de las estaciones satelitales, se tienen 8 estaciones asociadas a la subred Telemétrica, las
cuales envían la señal sísmica modulada en VHF a la estación central de El Llanito, donde se
obtienen y analizan sus respectivos sismogramas y esquema del proceso de recepción de datos.
Esta red tiene estaciones en: Caracas (Observatorio Cagigal y El LLanito), San Juan de Los Morros
(Platillón), Falcón (Morrocoy y Cerro Antonio), Aragua (Las Ollas y Guacamaya) y Cojedes (Cerro El
Oso).
Funvisis también cuenta con 3 estaciones que cubren las regiones de Laguneta y El Tocuyo (estado
Lara), y Santo Domingo (estado Mérida). En ellas el análisis de los sismogramas se realiza en el
sitio. Esta información se envía a la estación central por vía telefónica o fax. Además, en Santo
Domingo hay una estación sismológica de banda ancha, asociada a la Red Mundial IRIS
(Incorporated Research Institutions for Seismology).
La Red Sismológica de Venezuela tiene otras redes locales asociadas que manejan otras
instituciones, tales como: la Universidad de Los Andes, la Universidad de Oriente, Desurca, Edelca
y PDVSA.
La Red inició sus actividades en el año 1980 con la finalidad de registrar los movimientos fuertes
del terreno, siendo la aceleración máxima registrada de 178,90 cm/seg2. La mayoría de las
estaciones acelerográficas que conforman la red se encuentran a lo largo del sistema principal de
fallas de Venezuela: Boconó - San Sebastian - El Pilar.
· Las Leyes de Atenuación y su ajuste con las características sismotectónicas del país
Hasta hoy no existe una técnica eficaz que permita predecir los sismos ni en los países como
Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada. Pero los adelantos logrados y el
conocimiento adquirido nos permiten aseverar que llegará pronto el día que la posibilidad de
anticipar la ocurrencia de un terremoto sea una realidad cotidiana.
Los Sistemas de Alerta Sísmica (SAS) implantados en algunos países dan la oportunidad de conocer
el inicio de un sismo fuerte cerca de su epicentro, la diferente velocidad de propagación de las
ondas sísmicas y eléctricas, y la distancia entre el sitio del epicentro sísmico y el lugar donde se
desea prevenir sus efectos. La eficacia de esta tecnología depende del resultado de las acciones
como captar el sismo, pronosticar su magnitud e informar oportunamente a la población en riesgo
para que responda adecuadamente, todas estas acciones tienen posibilidad de falla. El SAS es
capaz de brindar, por medio de la radio y la televisión, un aviso de entre 50 y 70 segundos, previo
a la llegada de un microsismo de 6 grados o más en la escala de Richter.
Localizar un sismo significa saber su ubicación geográfica y la profundidad a la cual se produjo. Los
sismos se localizan a partir del tiempo que tardan las ondas en viajar desde el foco o hipocentro
hasta el sismógrafo.
El lugar donde se produce un sismo se llama foco, su proyección sobre la superficie terrestre
recibe el nombre de epicentro y la distancia entre el epicentro y la estación sismológica es la
distancia epicentral.
El sismógrafo amplifica e inscribe los movimientos del suelo en una banda de papel o los envía
como señal digital a un computador donde se analiza, dando como resultado la localización del
sismo, su magnitud y tiempo de origen, entre otros factores.
Una estación sismológica proporciona la distancia del epicentro pero no su dirección, de allí la
importancia de determinar con exactitud el foco. En el pasado, la localización epicentral se
realizaba de la siguiente manera: ocurría un sismo en la falla de Boconó, por ejemplo, y era
registrado por las estaciones de El Tocuyo (TOV), Santo Domingo (SDV), Cerro El Oso (CEOS) y
Cerro Antonio (CANV), con esta información se determinaba la distancia epicentral de cada
estación, tomando como referencia la diferencia entre el tiempo de llegada de las ondas P y S
luego, utilizando un mapa del área y un compás, se dibujaban cuatro arcos de circunferencia,
tomando como centro las estaciones mencionadas y la zona donde los arcos se interceptaban
determinaba el lugar, aproximado, de localización del epicentro.
En la actualidad, Funvisis utiliza varios programas de Diferentes registros del arribo de un sismo
para ubicar el epicentro de un sismo, requiriendo como datos fundamentales el tiempo de llegada
de las ondas P y S de, por lo menos, cuatro estaciones sismológicas y el modelo de corteza
terrestre de la región (profundidades y velocidades de las capas que la conforman). Como
resultado se obtiene la ubicación geográfica, la profundidad y la hora en la cual ocurrió el evento.
9- CALCULO DE LA MAGNITUD
Siete años más tarde formó parte del laboratorio sísmico del Caltech de Pasadena en California.
Fue en ese sitio donde comenzó a obsesionarse con descubrir lo que hasta en ese tiempo era un
misterio, cómo medir un sismo desde su epicentro, algo que era necesario principalmente para
informar con exactitud a la prensa.
Hacia ese tiempo ya existía la escala de Mercalli, pero esta solo podía medir en el punto donde se
encontraban los sismógrafos. Fue así como Charles creó una escala que iba del 0 al 9 y que
permitía medir de forma precisa la magnitud del sismo desde su epicentro.
En 1935 Richter y Gutenberg desarrollaron una escala para medir la magnitud de los terremotos,
llamada escala de Richter. En 1937 volvió al Caltech, donde desarrolló toda su carrera posterior.
- Giuseppe Mercalli:
Se ordenó sacerdote en 1872, hecho que no le impidió continuar con sus grandes estudios. Fue
discípulo de Antonio Stoppani. En 1874 completó sus estudios de Ciencias Naturales, para
dedicarse a la enseñanza de dicha disciplina en el seminario de Monza.
Su actividad investigadora se puede enmarcar entre los años 1880-1913. Investigó los depósitos
glaciares alpinos de la Lombardía. En 1885 continuó con su actividad docente en Reggio Calabria.
Posteriormente impartió clases de geología y de mineralogía en la Universidad de Catania.
Sin embargo, existe una escala dividida en doce grados que se basa en los efectos y daños
causados a distintas estructuras producto de la intensidad de un movimiento telúrico: la escala
sismológica de Mercalli Modificada (MM).
Esta escala debe su nombre al físico y sacerdote católico italiano Giuseppe Mercalli, quien dedicó
su vida al estudio de los volcanes y movimientos sísmicos.
Esta escala divide la magnitud de un sismo en doce grados, desde el 'Muy débil' hasta el
'Catastrófico' en función de los daños que se hayan registrado:
- Grado II: Débil. Perceptible solo por algunas personas en reposo, particularmente aquellas que se
encuentran ubicadas en los pisos superiores de los edificios. Los objetos colgantes suelen oscilar.
Aceleración entre 0,5 y 2,5 Gal.
- Grado III: Leve. Perceptible por algunas personas dentro de los edificios, especialmente en pisos
altos. Muchos no lo perciben como un terremoto. Los automóviles detenidos se mueven
ligeramente. Sensación semejante al paso de un camión pequeño. Aceleración entre 2,5 y 6,0 Gal.
- Grado IV: Moderado. Perceptible por la mayoría de personas dentro de los edificios, por pocas
personas en el exterior durante el día. Durante la noche algunas personas pueden despertarse.
Perturbación en cerámica, puertas y ventanas. Las paredes suelen hacer ruido. Los automóviles
detenidos se mueven con más energía. Sensación semejante al paso de un camión grande.
Aceleración entre 6,0 y 10 Gal.
- Grado V: Poco fuerte. Sacudida sentida casi por todo el país o zona y algunas piezas de vajilla o
cristales de ventanas se rompen; pocos casos de agrietamiento de aplanados; caen objetos
inestables. Se observan perturbaciones en los árboles, postes y otros objetos altos. Se detienen los
relojes de péndulo. Aceleración entre 10 y 20 Gal.
- Grado VI: Fuerte. Sacudida sentida por todo el país o zona. Algunos muebles pesados cambian de
sitio y provoca daños leves, en especial en viviendas de material ligero. Aceleración entre 20 y 35
Gal.
- Grado VII: Muy fuerte. Ponerse de pie es difícil. Muebles dañados. Daños insignificantes en
estructuras de buen diseño y construcción. Daños leves a moderados en estructuras ordinarias
bien construidas. Daños considerables en estructuras pobremente construidas. Mampostería
dañada. Perceptible por personas en vehículos en movimiento. Aceleración entre 35 y 60 Gal.
- Grado XI: Muy desastroso. Pocas estructuras de mampostería, si las hubiera, permanecen en pie.
Puentes destruidos. Vías ferroviarias curvadas en gran medida. Aceleración mayor a 500 Gal.
- Grado XII: Catastrófico. Destrucción total con pocos supervivientes. Los objetos saltan al aire. Los
niveles y perspectivas quedan distorsionados. Imposibilidad de mantenerse en pie.