Universidad de San Carlos de Guatemala Facultad de Ciencias Jurídicas Y Sociales

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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

LAS ACCIONES PARA DEFENDER LA PROPIEDAD DENTRO DEL


DERECHO ROMANO

ESTEFANY VELASQUEZ RIVERA

GUATEMALA, DICIEMBRE DEL 2,007.


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

LAS ACCIONES PARA DEFENDER LA PROPIEDAD DENTRO DEL


DERECHO ROMANO

TESIS

Presentada a la Honorable Junta Directiva

de la

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

de la

Universidad de San Carlos de Guatemala

Por

ESTEFANY VELÁSQUEZ RIVERA

Previo a conferirse el grado académico de

LICENCIADA EN CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

Y los títulos profesionales de

ABOGADA Y NOTARIA

Guatemala, diciembre de 2007.


HONORABLE JUNTA DIRECTIVA
DE LA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
DE LA
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

DECANO: Lic. Bonerge Amílcar Mejía Orellana


VOCAL I: Lic. César Landelino Franco López
VOCALII: Lic. Gustavo Bonilla
VOCALIII: Lic. Erick Rolando Huitz Enríquez
VOCAL IV: Br. Hector Mauricio Ortega Pantoja
VOCAL V: Br. Marco Vinicio Villatoro López
SECRETARIO: Lic. Avidán Ortíz Orellana

TRIBUNAL QUE PRACTICÓ


EL EXAMEN TÉCNICO PROFESIONAL

Primera Fase:
Presidenta: Lic. Carlos Humberto de León Velasco
Vocal: Lic. Jaime Ernesto Hernández Zamora
Secretario: Lic. Otto Marroquín Guerra

Segunda Fase:
Presidente: Lic. Carlos Humberto Manzio Bethancourt
Vocal: Lic. Erick Gustavo Santiago de León
Secretaria: Licda. María Lesbia Leal Chavez

NOTA: “Únicamente el autor es responsable de las doctrinas sustentadas


en la tesis. (Artículo 43 del Normativo para la elaboración de la
tesis de la licenciatura en la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
DEDICATORIA

A DIOS: Fuente de sabiduría y entendimiento quien ha sido mi


fortaleza, mi escudo y mi fuerza en todas las etapas de mi
vida

A MI HIJA: Thania Rebeca, eres regalo de Dios que llegó a mi vida y


el motivo para continuar luchando y superándome.

A MIS PADRES: Erasmo Velásquez Roca y Rebeca Rivera de Velásquez,


por los consejos y sabias enseñanzas que me inculcaron.
Gracias a ellos he culminado esta carrera y este triunfo se
lo debo a ellos

A MI HERMANA: Rebeca Eunice Velásquez Rivera, por su ejemplo de


rectitud, firmeza y sabiduría.

A MI HERMANO: Erasmo Velásquez Rivera, por sus virtudes, cariño, y


apoyo moral.

A MIS SOBRINAS Y Sofía, Melodi, Linda e Isaac, con mucho amor


SOBRINOS

A MIS ABUELITOS
PATERNOS Rosario Roca Alvarado vda. de Velásquez y Thomas
Velásquez Soberanis QEPD, por su cariño y sus sabias
enseñanzas.

A MIS ABUELITOS
MATERNOS. Herlinda Gómez Mota vda. de Rivera y Thomas Salomón
Rivera López QEPD, por su apoyo moral y su espíritu de
trabajo y nobleza.

A MIS TÍOS, TÍAS,


PRIMOS Y PRIMAS: En especial a Huberto Zaragoza Velásquez Roca, Alberto
Enrique Rivera Gómez, Carlos Quiroa y Dominga Gil,
Augusto Morales y Josefa de Morales, Macario Velásquez
y Leticia de Velásquez, con mucho cariño y respeto.

A MI PASTOR Steve Absher por su ayuda espiritual y moral.


A LA FAMILIA: Leming, por su cariño, apoyo incondicional y sobre todo
por la confianza que me han brindado.

A MIS AMIGOS
Y AMIGAS: En especial, Odaly Barrios, Abner Estrada, Hugo Ávila,
Suilma Cano, Marvin Zapeta, William y Victor Reinoso, por
su amistad y compartir conmigo este triunfo.

A MIS ASESORES: Lic. Marco Aurelio Alveño Hernández, Lic. Erick Gustavo
Santiago de León y Lic. Marco Vinicio Hernández Fabian.

AL INSTITUTO: Normal para Señoritas “Olimpia Leal” y a la Escuela


Nacional de Formación Secretarial Numero Tres.

A LA: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales

A LA: Tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala


ÍNDICE
Pág.

Introducción.................................................................................................... i

CAPÍTULO I

1. Las acciones dentro del Derecho Romano……………………………...... 1

2. Antecedentes históricos del Derecho Romano y del


ejercicio……………………………………………...................................... 1

3. Definición de acción………….…………………………………………........ 3
4. Características de las acciones...…………………………………………... 4
5. Clasificación de las acciones……………………………………………….. 6

CAPÍTULO II

SISTEMA DE PROCEDIMIENTOS DENTRO DEL.

DERECHO ROMANO…………………………………………………………… 13

1. Procedimiento de las acciones de la ley…………………………………… 13


1.1 Características de las acciones de le ley…………………................ 13
1.2 Procedimiento de las acciones de la
ley..................................................................................................... 17
1.3 Enumeración de las acciones de la ley………………………………. 17
2. Procedimiento Per Formulam o Formulario………………………………... 24
2.1 Características del Procedimiento formulario……………………….. 25
2.2. Contenido del procedimiento formulario…………………………….. . 25
3. Procedimiento extraordinario………………………………………………… 35
3.1 Características del procedimiento extraordinario…………………… 36
3.2 Desarrollo de proceso extra ordinem………………………………… 37
4. Procedimientos especiales……………………………………………………. 38
Pág.

CAPÍTULO III

LAS COSAS Y EL DERECHO DE PROPIEDAD…………………………….. 41

1. Las Cosas y su división……................................................................ 41


1.1. Clasificación de las cosas ofrecidas a los dioses………………… 41
1.2. Clasificación de las cosas según el derecho humano
humani iuris. ............................................................................... 41
1.3 Clasificación de las cosas atendiendo a la res in commercium… 44
2 El derecho de propiedad..……………………………………………... 44
2.1. Concepto y terminología de la propiedad………………………. 44
2.2 Clases de Propiedad usadas por los romanos………………… 45
2.3 Limitaciones de la propiedad..……………………………………. 50
2.4. Modos de adquirir la propiedad…………………………………. 52
2.4.1Modos originarios de adquirir la propiedad……………… 52
2.4.2 Modos derivativos de adquirir la propiedad……………. 57
2.4.3 Pérdida de la propiedad………………………………….. 64
2.4.4 Defensa de la propiedad…………………………………. 64

CAPÍTULO IV

LA ADMINISTRACIÓN DE LA JUSTICIA EN EL DERECHO


ROMANO................................................................................................. 71
1. La administración de la justicia en la época de la monarquía............ 71
2. La administración de la Justicia en la época de la república……….. 72
CAPÍTIULO V

ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS ACCIONES REALES DE DEFENSA DE LA


PROPIEDAD EN ROMA Y EN EL DERECHO CIVIL GUATEMALTECO ….. 81
1. Acción reinvidicadora…………………………………………………………… 81
2. Acciones reipersecutorias , penales y mixtas………………………………… 91
Pág.

CONCLUSIONES.......................................................................................... 95
RECOMENDACIONES.................................................................................. 97
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................. 99
INTRODUCCION

Surgió la idea de investigar acerca de la problemática de las acciones que se


desarrollan al momento de iniciar una relación jurídica en defensa de la propiedad
que los particulares dirigían al Estado para el amparo de sus derechos, tema que
se desarrollara dentro del Derecho romano, en virtud de que este Derecho dio
origen a diversas instituciones del derecho civil moderno.

Es mi deseo adentrarme a la investigación jurídico-romana ya que de este derecho


emanan muchas de las instituciones que tienen vigencia en nuestro derecho civil
actual y de esta manera se pretende hacer un análisis comparativo de las
acciones reales para defender la propiedad dentro del Derecho romano y en el
Derecho Civil guatemalteco.

Asimismo en el presente trabajo de investigación se desarrolla el origen y


progreso que tuvo el procedimiento civil romano el cual se desenvuelve en tres
periodos: el periodo del procedimiento de las legis actiones, hasta la ley Ebucia;
el periodo del procedimiento formulario, a partir de la ley Ebucia y el procedimiento
extraordinario a partir del reinado de Diocleciano

Se hace una investigación de los antecedentes históricos del Derecho romano y


del ejercicio de las acciones. De manera que en los siglos de barbarie se podía
hacer justicia por mano propia. No existía plenamente la vía jurídica, esa facultad
o derecho de defenderse frente a cualquier ataque ante el órgano jurídico
competente. Pero luego en la época de Augusto se crean leyes que condenaban
la justicia para la propia defensa de los derechos.

El Derecho procesal se denominó en Roma Derecho de las Acciones debido a que


los romanos consideraban que mientras hubiera acción había derecho. Para los
romanos la palabra acción hacia referencia al derecho procesal como al derecho
de perseguir judicialmente lo que le deben a uno.

En el derecho romano se ejercen diversas clases de acciones tales como las


acciones reales y las acciones personales; acciones civiles y acciones honorarias
o pretorianas; acciones in jus y acciones in factum; acciones directas, acciones
útiles y acciones ficticias; acciones arbitrarias y no arbitrarias; acciones de
derecho estricto y acciones de buena fe. Pero en el presente trabajo se hace un
estudio especial de ciertas acciones como la acción reivindicatoria la cual pretende
proteger legalmente la propiedad reconociendo judicialmente el derecho que le
corresponde al propietario quiritario de una cosa determinada, en contra de quien
la tuviera en posesión. Otra de las acciones que merece especial atención en la
presente investigación y que va ligada a la acción reivindicatoria es la acción
reipersecutoria la cual recae sobre una prestación, sea real o personal cuya causa
es civil tiene por objeto perseguir la restitución de la cosa.
i
Otro de los puntos importantes que se desarrollan en el presente trabajo es la
propiedad. En Roma, como hoy, la propiedad presentaba tres caracteres jurídicos
esenciales: era un derecho absoluto, exclusivo y perpetuo. Así también se señala
las clases de propiedad que existieron tales como la propiedad quiritaria o de los
romanos y la propiedad bonitaria que era la propiedad reconocida y sancionada
por el Derecho pretoriano.

Se hace una breve diferenciación entre lo que es la propiedad y la posesión. La


propiedad es el derecho que se tiene sobre una cosa; la posesión es el poder
físico que se ejerce sobre una cosa. Así también nuestro ordenamiento jurídico
señala en el artículo cuatrocientos sesenta y cuatro del Código Civil la propiedad
es el derecho de gozar y disponer de los bienes dentro de los límites y con la
observancia de las obligaciones que establecen las leyes. Por otra parte la
posesión es el derecho presumible y limitado en el cual una persona ejerce sobre
un bien algunas facultades inherentes al dominio.

ii
CAPÍTULO I

LAS ACCIONES DENTRO DEL DERECHO ROMANO

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL DERECHO ROMANO Y DEL


EJERCICIO DE LAS ACCIONES.

Del Derecho Romano emanan muchas instituciones que tienen vigencia


en nuestro Derecho Civil actual y una de ellas fue el ejercicio de la acción, de
la cual nace el estatuto procesal y propiamente el juicio de carácter civil.

En el Derecho Romano la propiedad significó el dominio pleno de la


cosa, y durante largo tiempo fue un derecho solamente para el ciudadano
romano que se regia mediante el Ius Civile; excluyendo a los extranjeros y
peregrinos quienes carecían de ciudadanía y en cuya virtud se regían
mediante el Ius Gentium o derecho de gentes.

Para los romanos esa facultad que tienen los particulares para defender
lo que les pertenece que es lo que nosotros llamamos “derecho subjetivo”, es
decir, aquel poder o facultad que tiene el individuo de pedir o hacer lo que la
ley le otorga.

El derecho subjetivo es el privilegio de que gozamos los seres humanos


por ser personas, los adquirimos por naturaleza, por ejemplo el derecho de
propiedad. El derecho de propiedad es el derecho más perfecto que se
puede tener sobre una cosa. La personas que disfrutaban del derecho de
propiedad sobre una cosa, tenia el poder del jus utendi o usus, es decir, gozar
del servicio de la cosa; el jus fructus, que significo disfrutar de los frutos de la
cosa; y el jus abutendi o abusus, que es la facultad de disponer de la cosa.

“Se entiende por derecho subjetivo o derecho en sentido subjetivo, la


facultad jurídica que a una determinada persona atribuye el derecho objetivo:
facultas agendi.

Se entiende por derecho objetivo o derecho en sentido objetivo el


conjunto de normas jurídicas que regulan la convivencia en sociedad y se
impone a la conducta humana de una forma coactiva.”1

1
Gutiérrez Alviz y Armario, Faustino. Diccionario de Derecho Romano. Madrid, España. Cuarta
Edición. 1995. Pág. 8

1
Por otro lado Santiago López Aguilar lo define como: “la facultad de la
cual inviste el derecho objetivo a un sujeto para actuar en determinada forma
o abstenerse de hacerlo, exigir el cumplimiento del deber de otro sujeto del
derecho.” 2

Las acciones que se desarrollan en el curso del Derecho Romano son


consideradas esenciales en la relación jurídica sobre todo en el momento de
la reclamación.

Es decir, que las acciones tomaban lugar al momento de iniciar una


relación jurídica en defensa de la propiedad que los particulares dirigían al
Estado para el amparo de sus derechos.

Todos los derechos que pertenecían al individuo, principalmente los


derechos reales, podían ser transgredidos y toda persona que se sintiera
ofendida por esa violación debía utilizar los medios de defensa y hacer uso de
esa facultad que la ley le otorga de acudir a los Tribunales y hacer accionar el
mismo y luego lograr la sanción de los derechos, es decir, la acción.

De manera que en los siglos de barbarie se podía hacer justicia por


mano propia. No existía plenamente la vía jurídica, esa facultad o derecho de
defenderse frente a cualquier ataque ante el órgano jurídico competente.

En la época de Augusto se crean leyes que condenaban la justicia para


la propia defensa de los derechos. Luego en la época imperial, un decreto de
Marco Aurelio, estatuye una sanción civil, por virtud de la cual pierde su
derecho aquel que acude a practicar medios de propia defensa.

El Derecho procesal se denominó en Roma “Derecho de las Acciones”


ya que ellos consideraban que mientras hubiera acción había derecho. Los
romanos utilizaron la palabra acción para hacer referencia al derecho
procesal como al derecho de perseguir judicialmente lo que le deben a uno.

Para los romanos la palabra “poder”, significa para nosotros “derecho


subjetivo” y nos da la idea de defensa frente a cualquier ataque. El poder se
adquiere para ejercerlo frente a cualquier ataque procesal y no para
mantenerlo estático si no para defenderlo a través de la vía jurídica.

La acción principal para proteger legalmente la propiedad fue la acción


reivindicatoria. Sin embargo, el derecho romano regula otras acciones
diversas a la reivindicatio, como lo fueron por ejemplo, aquellas que tutelaban
las propiedades bonitarias, provincial y de los peregrinos.

2
López Aguilar, Santiago. Introducción al Estudio del Derecho I, Editorial Estudiantil Fénix,
Guatemala, Guatemala, Primera Edición, 2000, Pág. 3

2
Otro medio de defensa contra la propiedad fue la actio negatoria,
atacaba a aquel que se atribuía el derecho de servidumbre o de usufructo.

2. DEFINICION DE ACCIÓN.

La palabra actio, de agere se aplicaba a los medios de defensa de


cualquier forma otorgados a los sujetos para la sanción de los derechos.

El término romano de acción no tiene que confundirse, con los conceptos


modernos de pretensión y proceso

Asimismo el término de acción es utilizada por los romanos en una doble


perspectiva:

a) En sentido formal:

Es el medio por el cual el titular de un derecho reclamaba la tutela del


mismo ante un órgano jurisdiccional.

b) En sentido material:

Lo que se espera conseguir sobre el derecho que se reclama.

Se puede definir la acción como aquel medio de defensa que se


interpone ante el órgano jurisdiccional para hacer valer un derecho.

La acción es la actuación dirigida a obtener una decisión definitiva


fundada en la sentencia, del juez competente.

Justiniano define la palabra acción de manera siguiente: “Mas la acción


no es otra cosa que el derecho de perseguir en juicio lo que a uno se le
debe”.

El termino acción se puede designar como “el conjunto de las reglas


según las cuales el recurso a la autoridad judicial debe ser ejercitado y,
juzgado, el procedimiento a seguir para llegar a la consagración de un
derecho violado.”3

3
Petit, Eugene. Tratado Elemental de Derecho Romano. Editorial Porrua S.A., Mexico, D.F., año
1989. Pág. 611

3
La palabra acción o actio, según el diccionario de Derecho Romano es
un “acto jurídico en cuya virtud una persona afirma solemnemente su derecho
a fin de que le sea reconocido o realizado en juicio. En el derecho procesal
romano de la época clásica aparece el concepto de acción como facultad de
derecho privado, que se tiene frente a la parte contraria; en la época bizantina
tiene más patente el sentido de facultad de Derecho publico como medio o
poder del particular frente al Estado del cual demanda amparo o protección
judicial.

Puede también tomarse la palabra actio en un sentido formal,


equivalente al acto procesal de demandar ante el magistrado y en un sentido
material, sinónimo de pretensión o facultad para conseguir de otra persona
una prestación activa o una abstención.

Según la época y el procedimiento en vigor cabe distinguir otros tres sentidos:

En el procedimiento originario de las acciones de la ley, las


declaraciones formales y rituales que las partes recitaban ante el magistrado;

En el procedimiento formulario, el derecho a obtener del magistrado una


formula dirigida al juez y en la que se concreta la petición y también a la
formula misma;

En el Bajo Imperio, la facultad de demandar en juicio con sentido de


facultad de derecho publico…” 4

Los romanos estudiosos del derecho comprendieron a la acción con un


sentido unitario –como el derecho de perseguir en justicia lo que se nos debe,
según la definición de Celso- , también la reconocieron como parte del
derecho subjetivo que la acción viene a defender, y así hablan de diversas
acciones y derechos subjetivos puedan existir.

Así mismo, el derecho clásico nos heredó una variación de


clasificaciones con respecto de las acciones, desde Gayo hasta el derecho
posclásico, así como las realizadas con posterioridad por las diferentes
escuelas jurídicas europeas.

3. CARACTERÍSTICAS DE LAS ACCIONES.

Entre lo que caracterizaba a las acciones dentro del Derecho Romano


está lo siguiente:

4
Gutiérrez, Alviz y Armario, Faustino. Op. Cit. Pág. 8

4
a) La perpetuidad de las acciones. Para el Ius Civile, al ejercicio de
las acciones no se les establece plazo, debido a que se
consideraban como acciones perpétuas. Existían algunas
excepciones que ponían plazo, pero por lo general eran
permanentes. En el caso del Derecho Honorario sucedía todo lo
contrario ya que en este ámbito las acciones eran temporales, es
decir, que para la ejecución de las acciones se entablaba en el
plazo de un año y algunas otras veces en un término más corto.

b) La prescripción de las acciones. El surgimiento de la prescripción


extintiva de las acciones tiene lugar en la época imperial, a través
de la longi temporis praescriptio, conferida al poseedor de buena
fe y justo titulo de terreno provincial, frente a la falta de acción del
propietario durante diez años entre presentes y veinte entre
ausentes.

En la época del derecho teodosiano se estableció un plazo de


treinta años para la prescripción de todas las acciones que no
tuviesen determinado ya un plazo mas conciso. Era propio de
éste derecho de extinguir la acción, pero no el derecho

c) La acumulabilidad de acciones. Consistía en que de un mismo


hecho jurídico podían emanar varias acciones enfocadas a un
mismo fin. El concurso cumulativo de las acciones se refiere
al ejercicio de todas ellas y el concurso eléctivo a la ejecución
de una acción de todas ellas. Justiniano estableció que para la
aplicación de una acción excluye el de las demás hasta el límite
de la concurrencia efectiva. Practicada una acción es posible
ejercer las otras para conseguir la plena satisfacción.

d) Consistió en un mecanismo para proteger los derechos de las


personas.

e) El particular estaba investido de la facultad para reclamar su


derecho frente a otros sujetos.

f) El ejercicio de la acción da lugar a iniciar una determinada forma


de proceso para defender los derechos que le pertenecían.

g) La acción era el derecho, debido a que en la norma jurídica le


otorga a la persona determinados poderes para actuar contra
cualquier ataque a su derecho.

5
h) En la primera etapa de la vida del Derecho Romano se
diferenciaba la acción dentro del derecho civil que constituyó el
único sistema jurídico y la acción dentro del derecho pretorio el
cual se ejercía dentro de un termino que carecía de legitimidad,
pero que estaba basado en el poder jurisdiccional del pretor quien
a falta de protección legal tutelaba los derechos de las personas
no ciudadanas.

I) La única vía para resolver los conflictos era la jurídica, a través de


las atribuciones que el Estado le otorgaba a los tribunales
jurisdiccionales.

j) El momento más importante de una relación jurídica era el


derecho de denuncia o de la reclamación por eso se considera al
Derecho Romano como un derecho de acciones.

4. CLASIFICACIÓN DE LAS ACCIONES.

Existe entonces, una diversidad de criterios, que agrupa o clasifica a la


acciones de la manera siguiente:

1) Justiniano, divide las acciones en:

a) reales, personales y mixtas;

b) acciones civiles y pretorianas;

c) acciones para perseguir la cosa, para perseguir la pena, y


acciones mixtas;

d) acciones de buena fe y acciones de estricto derecho;

e) acciones arbitrarias.

2) Existe otro criterio de los juristas clásicos que clasifica a las


acciones de la manera siguiente:

Acciones civiles y acciones honorarias:

Las acciones civiles son aquellas que emanan del derecho civil. Las acciones
reales y las personales son acciones que pertenecen al derecho civil. Las
acciones civiles, son concedidas por el derecho civil: el magistrado que da la
formula no la hace más que aplicar este derecho.

Las acciones honorarias (o pretorias) devienen del derecho honorario. Estas


acciones se subdividen así:

6
a) acciones ficticias:

Estas acciones provienen de una acción civil, cuando el magistrado,


mandaba al juez sustituir un hecho verdadero por una ficción.
b) acciones in factum o de hecho:

Estas acciones no provienen de ninguna acción de derecho civil, sino de


una cuestión de hecho no establecida por el derecho civil o Ius Civile.

Las acciones pretorias, son aquellas que el magistrado establece en


virtud de su jurisdicción ya sea para sancionar una disposición especial del
edicto, o para extender a nuevas aplicaciones las acciones civiles creadas
para algún objeto. Estos magistrados son los pretores y los ediles.

3) El siguiente criterio clasifica a las acciones de la siguiente forma:

Acciones reales, acciones personales y acciones mixtas.

La acción in personam y la acción in rem, son consideradas principales


porque toda acción se enmarca dentro de las mismas.

Acciones reales o actio in rem, también se denominaron “vindicaciones”:

Las actio in rem, son aquellas que defendían los derechos reales. En el
derecho romano, los derechos reales son aquellos que recaen sobre las cosas.

Los iura in re, tenían la tutela de una acción real o in rem, por la cual podían
hacer valer erga omnes, sus derechos sobre una cosa.

Algunos autores exponen que los romanos defendían con acciones reales, los
siguientes derechos reales:

a) la propiedad;

b) la servidumbre;

c) la prenda y la hipoteca;

d) la superficie; y

e) la enfiteusis

Según Justiniano son las destinadas a reclamar el dominio, el usufructo, el uso


y la servidumbre sobre alguna cosa.

7
Según el jurista romano Ulpiano, las acciones son reales (acciones in rem),
aquellas que se ejercitan contra toda persona que pone obstáculos al ejercicio del
derecho.

Acciones personales o actio in personam, denominadas antiguamente como


condictiones:
Esta clase de acciones se da contra un contendiente jurídicamente
determinado, el deudor, que es el único que puede transgredir el derecho del
acreedor.

Las acciones personales protegían a los derechos personales, que son los
que nos autorizan la conducta ajena; la acción personal utilizada para exigir algo
que otra persona debe realizar, en relación con nosotros, como en el caso de la
acción redhibitoria, por medio de la cual exigimos la responsabilidad del vendedor
que nos entrego una cosa defectuosa.

Acciones mixtas:

Dentro de esta clasificación encontramos un grupo de acciones que


Justiniano califico de acciones mixtas, al explicar que tienen características tanto
de acciones reales como de acciones personales. Nos referimos a las acciones
divisorias, que son tres: la actio familiae erciscundae, para pedir la división de la
herencia indivisa; la actio común dividendo, para pedir la división de la cosa
común en la copropiedad, y la actio finium regundorum, para pedir el deslinde de
terrenos.

En cada caso el juez atribuía a cada uno de los litigantes la propiedad de la


parte que le correspondía, lo que les daba el carácter de acciones reales. Pero
como también el juez podía imponer un deber a una de las partes en relación con
la otra, como en el caso de que la división no pudiera hacerse de forma igualitaria
y un litigante obtuviera una porción mayor, para compensar, el juez le imponía la
obligación de pagar una cantidad al otro. En este sentido, las acciones tenían
carácter personal, ya que un litigante podía exigir al otro determinada conducta, o
sea el pago de la cantidad indicada; así, se originaba entre ellos una relación de
acreedor y deudor. 5

4. Otra clasificación de las acciones en atención a la cosa que se


persigue con la acción:

Acciones para perseguir la cosa o reipersecutorias, para perseguir la pena,


y acciones mixtas:

Las acciones reales han sido establecidas para perseguir una cosa. Las acciones
personales nacidas de un contrato tenían el mismo carácter. Las emanadas de un

5
Morineau Iduarte, Marta. Derecho Romano. Editorial Oxford, México D.F., México, 2002.
Pág.102

8
delito han sido creadas, unas para perseguir una pena, y otras para obtener la
pena y la cosa, siendo por lo tanto acciones mixtas.

Como ejemplo de acción reipersecutoria tenemos la reivindicatoria que tienen


el propietario para perseguir la cosa, intentándola, por ejemplo, en contra del
ladrón para pedir la restitución.

Las acciones penales son las que derivan de un delito, por ejemplo, la actio
furti, que se da en contra del ladrón y a favor de la victima, no para pedir la cosa
sino la pena, que era una multa privada que se entregaba a la propia victima…

A través del ejercicio de las acciones mixtas se logra tanto una indemnización
por el valor del objeto como una cantidad adicional por la pena; tal es el caso de la
acción de la Ley Aquilia, que tenia la victima del delito de daño en propiedad
ajena. La acción se daba por el máximo valor que el objeto hubiera alcanzado en
el último año, una parte como indemnización por el valor real del objeto y la
diferencia par cubrir la multa privada, que era la pena impuesta al infractor. 6

Acciones de buena fe y acciones de estricto derecho:

Las acciones de buena fe nacen de un contrato o de un cuasi-contrato


sinalagmático que crea obligaciones reciprocas entre las partes; de donde resulta
la necesidad de dar al juez una gran latitud de apreciación para regular de una
manera equitativa estas relaciones. Los textos hablan de las acciones de buena
fe, de las cuales nos han sido tres enumeraciones: una de ellas por Cicerón, otra
por Gayo, y la tercera por las Instituciones de Justiniano. Esta última es la más
completa. Añadiendo la acción fiduciae, citada por Gayo, aunque caída en desuso
bajo Justiniano, comprende las acciones siguientes: commodati, depositi,
pigneratitia, fiduciae, empli, venditi, locati, conducti, pro socio, mandati,
negotiorum, tutelae, familiae erciscundae, común difundo, rei uxoriae, proescriptis
verbis.

En la fórmula de las acciones de buena fe, laintentio resulta siempre incierta,


y contiene las palabras ex fide bona, que permiten al juez estatuir equitativamente.

Acciones de derecho estricto. Las acciones de derecho estricto son más


difíciles a determinar, porque los textos no dan ninguna lista de ellas.
Generalmente se limita esta categoría a las acciones que nacen de un contrato o
cuasi-contrato unilateral: son las condictiones en todas sus aplicaciones; también
la acción ex stipulato y la acción ex testamento.

La acción furti y la acción legis Aquilae nos parece también que están
ordenadas entre las acciones de derecho estricto, aunque desde luego algunos
autores las excluyen de la división. Sin embargo, los poderes del juez eran

6
(6) Ibidem. Pág. 103

9
exactamente iguales que en la acción de derecho estricto, y esto quita toda
importancia al asunto. 7

Acciones arbitrarias:

Ya que la condena del procedimiento formulario era pecuniaria, cuando se


perseguía la restitución de una cosa se debía ejercer una acción arbitraria, esto,
es, que contuviera una cláusula arbitraria en la que el magistrado instruía al juez
para que antes de condenar, le ordenara al demandado restituir la cosa; si este
obedecía seria absuelto, si no seria condenado.

La cláusula arbitraria servia para lograr la cosa que el accionante quería


recuperar, y no una suma de dinero equivalente.

La cláusula arbitraria se insertaba en todas las acciones reales.

Ciertas acciones se llamaban arbitrarias, porque dependían totalmente del


arbitrio del juez. 8
Las acciones arbitrarias guardaban estrecha relación con la voluntad del
juez.

5. Otro criterio que clasifica a las acciones así:

Acciones privadas y acciones populares:

En atención a la persona que puede ejercer la acción, estas se clasifican en


privadas y populares.

Las acciones privadas las ejerce el particular en defensa de su persona, su


patrimonio o su familia; cualquiera de las que hemos citado puede servir como
ejemplo de acción privada.

Las acciones populares podían ser ejercidas por cualquier individuo en


defensa del interés público, como la que se ejerce en contra del violador de
sepulturas. 9

6. Existe otra clasificación de las acciones:

Acciones del simple, del doble, del triple y del cuadruplo:

Esta división esta fundada sobre la relación que existe entre el interés del
demandante, arrimado en la intentio de la fórmula y la cantidad fijada por la
condemnatio. Si deja al juez entera libertad de apreciación, Quanta ea rea erit…

7
Petit, Eugene, Op. Cit. Pág. 676 y 677
8
Antokoletz, Daniel. Tratado de Derecho Romano. Buenos Aires, El Ateneo 1930. Pág. 220
9
Morineau Iduarte, Marta, Op. Cit. Pág. 110

10
judex condemna, la acción será siempre del simple, cualquiera que sea, sin
embargo, la importancia de la condena.

Pero si la intentio ha precisado un valor determinado, ordena al juez la


condemnatio condenar al doble, al triple o al cuadruplo de este valor; se dice que
la acción es del doble, del triple o del cuadruplo y ya no hay más.

Son del simple todas las acciones rei persequendae causa y algunas
acciones penales, como la acción injuriarum.

Son del doble algunas acciones penales, tales como la acción furti nec
manifesti, y un gran numero de acciones mixtas que aumentan al doble adversus
infitiantem, como la acción judicati, la acción depensi y la acción legis Aquiliae.
En el Derecho antiguo las acciones furti concepti y oblati eran al triple.

En lugar de estas acciones, caídas en desuso, las Instituciones de Justiniano


citan una acción del triple, dada contra el demandante al demandado que había
pagado a los viatores mas de lo debido por consecuencia de exageración en la
demanda. Por ultimo, las principales acciones del cuadruplo eran, la acción furti
manifesti, la acción vi bonorum y la acción metus causa. 10

7. Una séptima clasificación seria la siguiente:

Acciones perpetuas y acciones temporales:

En atención al plazo que se tenía para ejercer la acción, estas se clasificaban


en perpetuas y temporales.

En el derecho preclásico y en el clásico las acciones perpetuas se


identificaban con las civiles, que no prescribían nunca. Las temporales se
identificaban con las honorarias, que prescribían en un año, o sea el tiempo que el
magistrado duraba en su cargo.

Al perderse la distinción entre derecho civil y derecho honorario, las acciones


perpetuas fueron las que prescribían en un plazo más largo, fijado por Teodosio II
en treinta o cuarenta años; las temporales lo hacían en un plazo menor.

Como ejemplo de acción perpetua figura la acción hipotecaria, que prescribía


en cuarenta años, si el bien hipotecado no había salido de manos del deudor. En
cuanto a la acción temporal, podemos mencionar a la acción redhibitoria, que
debía ejercerse en un plazo de seis meses.

8. Otro criterio las agrupa de la siguiente manera:

10
Petit, Eugene, Op. Cit. Pág. 675

11
Acciones prejudiciales:

Si la finalidad de la acción era la de resolver una cuestión previa que daría pie
a un ulterior litigio, estamos frente a las acciones prejudiciales; así, por ejemplo, si
se quería averiguar si un individuo era libre o esclavo, ciudadano o extranjero, la
acción no buscaba una condena sino solamente un pronunciamiento del juez
respecto a la cuestión que se había planteado. 11

11
Morineau Iduarte, Marta, Op. Cit., Pág. 102, 103 y104

12
CAPÍTULO II

SISTEMAS DE PROCEDIMIENTOS DENTRO DEL DERECHO ROMANO

Existieron tres etapas históricas por las que pasó el procedimiento civil romano,
cada período tuvo su propio sistema, los cuales son los siguientes:

a) El sistema de las acciones de la ley también denominado “legis


actiones”, no se puede afirmar que inicio durante la Monarquía,
pero quedó establecido hasta la República, por la Ley de la XII
Tablas y se mantuvo en vigencia hasta el siglo VII de Roma.

b) El sistema formulario, estuvo en vigor durante la época clásica y


los tres primeros siglos de la era cristiana. En el inicio lo
ejercieron solo los extranjeros, luego lo usaron también los
ciudadanos y al final reemplazó al sistema de la legis actiones.

c) El sistema extraordinario o llamado “extraordinaria cognitio”, que


se aplicó en el Bajo Imperio. Se denomino extraordinario porque
en un inicio se ejerció de manera excepcional, cuando el sistema
formulario era el que predominaba.

1. PROCEDIMIENTO DE LAS ACCIONES DE LA LEY.

Este sistema es el más antiguo para la defensa privada y la intervención


del magistrado y fue el primero en establecerse. Procedimiento que se
denominó de las legis actiones porque toda acción que se ejerciera debía
apegarse a la ley. Este sistema se desarrolla mediante ritos de acuerdo a
ciertas formulas establecidas por la costumbre. La Ley de las XII Tablas
regula el desarrollo del proceso de las legis actiones y posiblemente se uso
en la Monarquía. El autor italiano Arangio Ruiz define a las acciones de la ley
como declaraciones solemnes que, acompañadas de gestos rituales, por
regla general los particulares tenían que pronunciar frente al magistrado, para
pedir se les reconociera un derecho que se les discute, o bien para solicitar
que se les ejecutara uno previamente reconocido.

1.1. Características.

Para Gayo, las acciones de la ley tenían las características siguientes:

a) eran formalistas, solemnes y rituales, sujetas a “verba certa”,


esto significa, expresiones y ademanes previamente
establecidos y si los mismos no se observan se adquiría la
nulidad del procedimiento;

13
b) su origen está en la ley;

c) de carácter judicial;

d) se desarrollaba en presencia de las partes;

e) era verbal;

f) era prohibido acumular varias acciones en una, tampoco se


ejercía dos veces una misma acción;

g) las acciones eran del derecho civil, es decir que no las podían
aplicar los extranjeros.

Se dice también que el procedimiento de las acciones de la ley se


caracterizaba por lo siguiente:

1. El procedimiento se desarrollaba en dos fases: una ante el


magistrado, y otra ante el juez. Ante el magistrado, las partes
exponían sus pretensiones y preparaban el negocio. Enseguida era
el juez el que zanjaba las diferencias, pronunciando la sentencia.

2. El papel del magistrado era nulo. Presidía la realización de la legis


actio, sin poder variar nada.

3. El procedimiento ante el magistrado era de lo más formalista. Las


partes debían pronunciar palabras, hacer gestos, tal y como la ley lo
había establecido, sin variar nada, so pena de perder el juicio.

Los ritos de cada acción se realizaban in jure delante del magistrado.


Las partes cuya presencia era necesaria procedían a sus riesgos y
peligros. De manera que las palabras que pronunciaban las
determinaban con gran precisión y según los términos de la ley; y el
error mas pequeño traía consigo la perdida del proceso.12

Estos ritos solemnes, obra de los pontífices y de los patricios, se unían


a los cinco tipos ya citados, aunque varían en detalle según la
naturaleza del litigio. La ignorancia de las formalidades del
procedimiento fue, desde luego, una de las grandes causas que
mantuvieron a la plebe bajo la dominación del patriciado, aunque llego
cierto tiempo en que fue divulgado el secreto por la publicación de las
obras: el Jus Flavianum y el Jus Aelianum.

12
Foignet, Rene. Manual Elemental de Derecho Romano. Traducción del Lic. Arturo Fernández
Aguirre. Editorial José M. Cajica, Jr., S.A. Puebla, Pue., Méx. Pág. 248

14
4. Solo se podía proceder a los ritos de las acciones de la ley durante los
días fastos. Sin embargo, la pignoris capio podía realizarse aun en un
día nefasto, y fuera de la presencia del magistrado; por eso se dudó
fuese una verdadera acción de la ley.

5. Este procedimiento, al parecer, se reservó a los ciudadanos romanos,


siendo cierto también que en su origen no podían usarlo los
peregrinos.

6. Bajo las acciones de la ley, nadie puede en asuntos de justicia figurar


por otro; pero, en la práctica, el empleo del adstipulator atenúa los
inconvenientes de esta regla, aunque, sin embargo, se hacia
excepción en los casos siguientes: Pro libertate, cuando un ciudadano
tratado como esclavo reclama la libertad, no puede el mismo sostener
su pretensión, porque un esclavo no puede sostener una acción en
justicia. Pero puede hacerse reemplazar por una persona libre, que
hace el papel de adsertor libertatis. Pro populo, cuando los intereses
del pueblo, considerado como persona moral, deben defenderse en
algún proceso; o cuando se trata del ejercicio de una acción popular.
Pro tutela, si el tutor sostiene en justicia los derechos del pupilo infans;
o, según otra conjetura, si alguno intenta el crimen suspecti tutoris. Ex
lege Hostilia; cuando un ciudadano cautivo o ausente en interés del
Estado ha sido victima de un robo: esta ley permite a un tercero
ejercitar para el la acción furti.

7. Por último, el objeto de la condena es pecuniario. Aún en las acciones


reales, como la reivindicación, cuando el demandado que ha perdido el
proceso rehúsa devolver la cosa litigiosa, el demandante solo obtiene
una indemnización en dinero.

Esta solución, aunque bien cierta bajo el procedimiento formulario, está


en realidad fuertemente debatida por las acciones de la ley. Por regla
general se admite que bajo este procedimiento la condena era sobre la
misma cosa, cuando ningún obstáculo material se oponía. Pero, a
nuestro juicio, el sistema formulario no ha hecho más que continuar la
práctica en uso bajo las acciones de la ley.

a) El principal fin al cual debe tender toda legislación es el de


procurar a la persona cuyo derecho haya sido violado, una
satisfacción completa, y, por consiguiente, hacer que
obtenga la cosa que reclama todas las veces por lo menos
que este resultado sea posible. Pero los pueblos
primitivos llegaron con muchísima pausa a esta
concepción, porque, en vista del derecho violado, el primer
sentimiento al cual obedecía la parte lesionada era el de la
venganza. La ley, entonces, se contenta con organizarla,

15
siendo después un progreso verdaderamente notable el de
sustituir a las violencias y vías de hecho la reparación
pecuniaria.

En fin, por un último perfeccionamiento, el demandante


obtiene en su beneficio una condena natural y el objeto
mismo de su reclamación. Esta marcha histórica es la que
ha debido seguir el Derecho Romano. La violación de un
derecho fue considerada como una lesión personal, una
especie de delito, llegando a una reparación pecuniaria; el
resultado de esta concepción ha substituido bajo el
procedimiento formulario, y fue por el procedimiento
extraordinario, más que por un progreso natural, como
desapareció. Esta solución esta conforme con el
desarrollo ordinario de las legislaciones; mientras que me
parece natural admitir que después de haber concebido
desde el principio el sistema de condena mas
perfeccionado, la hubiesen abandonado los romanos en la
época clásica a favor de las reparaciones pecuniarias y se
haya vuelto mas tarde a las antiguas costumbres.

b) El principio de las condenas pecuniarias bajo las acciones


de la ley esta confirmado por otras consideraciones. La
primera es que si se deja a un lado la pignoris capio, que
solo tiene aplicaciones especiales, la única vía de
ejecución contra un demandado es la manus injectio. De
manera que las palabras componen el rito de esta acción
implican una condena pecuniaria. La segunda es la
autoridad de un texto de Gayo, cuyo sentido esta
conforme con nuestra teoría, si se lee según esta escrito
en el manuscrito y sin añadir absolutamente nada. 13

En el sistema de las acciones de la ley se distinguen dos instancias:

a) “ius” y

b) “iudicium”

La primera instancia consiste en presentar por voluntad de ambas partes el


caso ante un magistrado, luego se traslada al juez seleccionado por las partes, es
decir ante un árbitro. Esta situación se mantuvo en vigencia en el sistema
formulario y cuando se aplico el sistema extraordinario, la segunda instancia se
convirtió en apelación.

13
Petit, Eugene, Op. Cit. Pág. 617 y 618

16
Es por eso que este primer procedimiento tuvo un carácter arbitral porque los
litigantes tenían que someter sus conflictos ante un juez de su elección a través de
la celebración de un contrato de arbitraje. El árbitro al final de la última etapa
emitía dictamen no así sentencia obligatoria.

1.2. Procedimiento.

La primera etapa daba inicio a través del “vocatio in ius”, esto significa
que mediante una citación verbal el demandante dirigía al demandado
ordenándole acudir a dicha cita o bien el demandado tiene que
garantizar que se presentara el día estipulado, si esto no sucede el
demandante presenta sus testigos y lo toma por la fuerza hasta llevarlo y
comparecer ante el magistrado. Habían ocasiones en las que el
adversario se rehusaba e intentaba escapar esto se podía impedir
tomándolo por el coleto, excepto que se presentara un fiador. Ya estando
presentes, los litigantes ejercían las formalidades, solemnidades y ritos
de la acción de la ley que se aplica al proceso. Por voluntad de los
litigantes se establecía el objeto del asunto y sus modalidades.

Luego de haber expresado el motivo de la controversia y llenar


solemnidades requeridas se sigue con el proceso designando al juez.
En el procedimiento de las acciones de la ley desde que se comparece
ante el magistrado se ejercía oralmente. Después de la reunión y antes
de retirarse del auditorio ambas partes debían de garantizar el
cumplimiento de lo establecido en dicha audiencia a través de tomar
como testigos a las personas que se presentaron en esa reunión, esto se
denomino en latín: testes estote, su fin primordial era de que esos
individuos cuando fueran requeridos por el juez prestaran testimonio de
lo que habían presenciado en la audiencia. A la determinación de
testigos fue lo que se llamo la “Litis Contestatio”.

Se terminaba el proceso el cual era un acto solemne que


presenciaba el magistrado y del cual daba fe. La sentencia se
pronunciaba bajo el procedimiento formulario.

1.3. Enumeración de las acciones de la ley.

Según Gayo las acciones de la ley se clasificaban en cinco las cuales


eran las siguientes:

a) Actio sacramenti o Acción de la Ley por Apuesta Sacramental;

b) Acción de la Ley por petición de un juez o un arbitro, denominada


Judicis postulatio;

c) Acción de la Ley por emplazamiento o notificación, llamada


también Condictio;

17
d) Manus injectio; y

e) Acción de la Ley por toma de prenda o Pignoris capionem.

Actio sacramenti o Acción de la Ley por Apuesta Sacramental.

Esta acción es una de las más antiguas de las acciones de la ley, así también
constituyó un procedimiento de derecho común o de cognición y se aplicaba a
falta de todo procedimiento especial.

En un principio fué esta única forma de intentar una acción y se aplicaba a


toda clase de derechos; derechos reales y derechos de crédito; sacramentum in
rem et in personam, del mismo modo que la mancipatio fue el único modo de
enajenación y el nexum el único modo de contratar. 14

Esta acción se origina de la apuesta a la que llegaban de común acuerdo las


partes, y esa suma apostada que podía ser de cincuenta a quinientas ases se
denomino “sacramentum” la cual era depositada por las partes. Luego la cantidad
de dinero depositada de la persona que pierde el caso se destinaba a las
necesidades del culto. La parte del litigante que había triunfado recuperaba su
sacramento.

Una vez formalizada la “litis contestatio” ante el magistrado, este pronunciaba


una de estas tres palabras solemnes: “do”, “dico”, “addico”. Con la palabra do,
daba a los litigantes un juez o arbitro. Mediante el vocablo dico atribuía la
posesión provisoria de la cosa litigiosa. Con la palabra addico, declaraba cual de
las partes tenia razón, lo cual ocurría únicamente en caso de confesión.

Con el envío de los litigantes ante el “judex” o “arbiter”, el procedimiento


entraba en la segunda instancia (“judicium”). Una ley Juliana fijo el plazo de 30
días para comparecer ante el juez. El “judex” o “arbiter” señalaba audiencia para
oír a las partes. Cuando la audiencia señalada resultaba insuficiente, los litigantes
se comprometían a comparecer nuevamente. Este pacto se llamaba
“vadimonium”, porque se garantizaba con una fianza (“vades”). La promesa de
concurrir a la nueva audiencia se decía también “comperendinatio”. La exposición
de los hechos y los alegatos legales constituían la “causa coniectio” o “cause
peroratio”.

En las acciones personales, los litigantes debían probar la existencia del


contrato o del delito, generadores de la obligación.

En las acciones reales, había una especie de combate simulado. Consistía


este en que cada litigante tocaba la cosa con un anillo en forma de lanza, que

14
Foignet, Rene. Op. Cit. Pág. 249

18
simbolizaba la propiedad quiritaria. Esta ceremonia se decía “manum conserere” y
tenía ciertas analogías con la acción reivindicatoria.”15

En este caso la facultad del juez era demasiado limitada ya que solo podía
declarar el sacramento, es decir, indicar quien ganaba o perdía la suma apostada.

La acción de la ley por apuesta sacramental se clasificaba de la siguiente


forma:

La actio sacramenti en caso de acción in rem, esta se daba al momento de


proteger el derecho de propiedad; y

La actio sacramenti en caso de acción in personam, esta se ejercía cuando


se tutelaba los derechos de crédito.

Litis Contestatio:

Se llama así al último momento del procedimiento ante el magistrado.


Recibía este nombre porque las partes se dirigían, en ese momento, a las
personas presentes en el tribunal del pretor, diciéndoles: Testes estote litis, sed
testigos del juicio, para ir a atestiguar ante el juez.

Procedimiento ante el Juez:

Era ante el juez adonde las partes suministraban las pruebas de sus
respectivas pretensiones, y los abogados alegaban sobre el fondo del negocio.
Pero, cosa curiosa, el juez no trasaba directamente el juicio. Se limitaba a
declarar cuál de las dos partes había ganado la apuesta. “Utriusque justum sit
sacramentum”. Por esto es por lo que, frecuentemente, se designa este
procedimiento con el nombre de procedimiento por apuesta.

Arbitrium litis aestimandae:

Era un procedimiento de liquidación que tenía por objeto valorizar en dinero el


objeto que la parte que perdía estaba obligada a restituir a la otra parte.
Procedimiento indispensable para hacer posible la manus injectio. 16

Acción de la Ley por petición de un juez o un árbitro, denominada Judicis


Postulatio.

Esta acción también fue muy antigua ya que se originó antes de que se
estableciera la Ley de las XII Tablas. Según lo estipulado por dicha ley, la Legis
Actio per iudicis postulationem se utilizaba para demandar lo que se le debía a
15
Antokoletz, Daniel, OPc Cit. Pág. 224
16
Foignet, Rene, Op. Cit. Pág. 249

19
alguien en particular y en algunas ocasiones también se ejercía para resolver los
asuntos de partición de herencia y para la división de la cosa común. Asimismo se
aplicó en aquellos casos en los que se celebraba un contrato y si el mismo no se
cumplía se determinaba la cantidad de la indemnización la cual debía ser prestada
por la parte que incumplía en la relación.

Se señalan algunas de las características primordiales con las que contaba la


Legis Actio per judicis postulationem:

En este procedimiento el demandante debía entablar su demanda diciendo lo


siguiente: “A ti, pretor, te pido, me des un juez o un arbitro” y que en latín se decía
así: “Te praetor iudicem arbitrumve postulo uti des”.

No se aplicaban las solemnidades de la Actio Sacramenti.

El juez tenía la facultad de valorar el proceso y declarar una sanción


pecuniaria.

Acción de la Ley por emplazamiento o notificación, llamada también


Condictio.

Esta acción fue elaborada mediante dos leyes:

a) La Ley Silia, y

b) La Ley Calpurnia.

La primera de las anteriores fue implantada para reclamar deudas de dinero,


esto se denomino: “certae pecuniae”.

La segunda ley, se creo para toda clase de obligaciones de cualquier cosa


cierta y se llamo: “omni certa res”.

La acción de la ley por emplazamiento se basaba en una notificación que el


demandante enviaba a su adversario para que compareciera a juicio y en
consecuencia hacer el nombramiento de un juez. Dicha citación se llevaba a cabo
en presencia de testigos.

El actor en su demanda expresaba lo siguiente: Aio te mihi sestertium X milia


dare oportere: id postulo aias an nenes: Afirmo que debes darme diez mil
sestercios: te pido digas si es verdad o no. Si se contesta afirmativamente
obviamente habría sido, una confessio in iure, con todos sus efectos; si hubiese
sido lo contrario y la respuesta del demandado fuera negativa, el demandante
añadía: Quando tu negas, in diem tricensimum tibi iudicis capiendi causa condico,
esto significa: Puesto que niegas, te emplazo para elegir juez dentro de treinta
días. Y los litigantes regresaban ante el pretor para seleccionar un juez, cuya
tarea estaba en disponer acerca de la existencia de la deuda.

20
Características que se pueden señalar de la Acción de la Ley por
emplazamiento:

* Fue un procedimiento sencillo;

* Se desconocen los ritos de la condictio;

* En esta acción no había apuesta de pagar una suma de dinero.

Legis actio per manus iniectionem.

La actio manus iniectio se aplicaba para ejecutar la condena impuesta al


deudor. Cuando el demandado había sido condenado y este no cumplía con su
obligación en un determinado plazo el cual era de treinta días que se le otorgaban
para poder pagar su deuda, era obligado a cumplir con su deber aplicándosele
toda la fuerza de la actio manus iniectio.

La forma en que se desarrollaba esta acción fue de la siguiente manera:

El acreedor llevaba al deudor in jus según las formas ordinarias, y después se


procedía a los ritos de la acción. El acreedor decía: Quod tu mihi judicatus (sive
damnatus) est sestertium x millia, quandoc non solvisti ob eam rem ego tibi
seatertium x millium judicati manum injicio. Después de pronunciadas estas
palabras, que indican la causa de la persecución y el importe de la deuda, ponía la
mano sobre el deudor. Este no podía negar el derecho del acreedor y rechazar
esta captura, manum depellere, nada mas que pagando o suministrando un
vindex. El vindex es un tercero que toma por suyo el asunto, y, gracias a la
intervención del cual, el deudor queda en libertad y colocado fuera de causa. El
procedimiento podía terminarse de dos maneras distintas:

a) Si el deudor no ha encontrado vindex, el magistrado le declara


addictus. El acreedor puede llevarle a su morada, encadenarle y
tratarle como un esclavo de hecho, aunque no de derecho. La ley
fijaba el peso de las cadenas y los alimentos que debían dársele,
aunque además tenían derecho a alimentarse a su cargo.

Esta situación duraba sesenta días, durante los cuales el deudor


podía aun obtener su libertad transigiendo o encontrando un vindex.
El acreedor debía, además, facilitarle su libertad publicando durante
tres días de mercado consecutivo el nombre del deudor y el importe
de la deuda. Una vez expirado el término, si no había pagado nadie
por el, era muerto el deudor, o vendido como esclavo más allá del
Tiber. Cuando había varios acreedores podían repartirse su cuerpo;
pero, según testimonio de antiguos autores, esta disposición de la
ley de las XII Tablas no llego a aplicarse nunca. Así, la manus
injectio atacaba a la persona del deudor y solo alcanzaba a los

21
bienes indirectamente. Llevaba consigo su muerte o su capitis
deminutio maxima; los bienes y el precio que se sacaba de su venta
como esclavo servían para pagar a los acreedores.

b) Si el deudor encuentra un vindex, se verifica un nuevo proceso


entre el acreedor y el vindex. La perdida de este proceso hacia
condenar al vindex al doble, para castigarle por haber puesto
obstáculos al derecho del acreedor.”17

La legis actio per manus iniectionem se subdivide en varios procedimientos:

• “manus iniectio iudicati”;

• “manus iniectio pro iudicato”;

• “manus iniectio pura”.

La manus iniectio iudicati consistía en que el demandante tenia el derecho de


detener al deudor, y si no prestaba un vindex (fiador) tenia que responder con su
persona. Cuando el deudor no cumpliera con lo debido se ejecutaba la sentencia
dictada en el procedimiento de la legis actiones y luego se originaba un nuevo
proceso, el que se denominaba manus iniectio iudicati.

En el procedimiento de la manus iniectio pro iudicato, el acreedor aprehendia


al deudor, ese apoderamiento se tenía que basar en la sentencia o en una
confesión judicial. Este procedimiento se crea para los fiadores para reclamar del
deudor lo que el estaba obligado a pagar al acreedor. En este caso el deudor no
era considerado judicatus ni confessus, teniendo el acreedor la facultad de aplicar
esta acción para exigirle el cumplimiento de su deber.
.
Existió también una acción menos dura, esta era la manus injectio pura, fue
sencilla porque el deudor no necesitaba de un “vindex”, así mismo, no había
necesidad de que el acreedor tratara al deudor como un judicatus. Esta acción fue
regulada en la Ley Furia testamentaria y en una Ley Marcia contra los usureros.

Acción de la Ley por toma de prenda o Pignoris capionem.

La legis actio per pignoris captionem, surgió en el derecho público, ya que en


ese entonces el Fisco se apoderaba de los bienes de las personas que tenían la
obligación de tributar, e incumplían con su responsabilidad de hacerlo.

Cuando el deudor no cumplía con su obligación, el acreedor para poder


recuperar lo que se le debía tenía el derecho de apoderarse de alguna cosa o
prenda perteneciente al deudor, en eso consistía el ejercicio de la Pignoris

17
Petit, Eugene, Op. Cit. Pág. 623

22
Capionem; lo que no se sabe es si el acreedor se adueñaba de la prenda, o talvez
debía restituirla o venderla. El adversario podía oponerse, formando un nuevo
procedimiento, esto se denominaba la “actio per pignoris captionem” y en el caso
de que perdiera el acreedor, debía pagar el cuadruplo de lo que estaba en
discusión y si el que perdía era el deudor este debía pagar el doble.

Se señalan algunas características importantes de este procedimiento:

• Era aplicable en pocos casos;

• Se ejercía a falta del magistrado y regularmente a falta del


deudor; y

• Se practicaba en ausencia de la instancia “in ure”.

El procedimiento de acciones de la ley basado en las exigencias de un pueblo


primitivo no podía subsistir cuando la conciencia jurídica de los romanos se
desarrollo, ya que adolecía de graves defectos:

• No era fácil aprender de memoria el texto de las


declaraciones solemnes.

• Si se cometía un error en la declaración, el actor perdía el


caso y no podía litigar otra vez sobre el mismo asunto.

• La memoria de los testigos, tanto como su buena fe, podía


fallar al repetir frente al juez lo ocurrido en la fase in iure.

• En algún momento los ciudadanos desconfiaron de las


palabras solemnes a las que un mundo primitivo atribuyo
un significado religioso y casi mágico. Tales palabras
solemnes eran además monopolio de los pontífices,
miembros de la clase detentadora del poder. Cuando estas
palabras fueron puestas al alcance del publico por Cneo
Flavio, perdieron su carácter sagrado y se llego a la
conclusión de que no tenia objeto obligar a los litigantes a
aprenderlas de memoria, y a los testigos a retenerlas para
rendir su testimonio, y que seria mas eficaz construir el
proceso sobre la base de un documento escrito.
• Por ultimo, hay que agregar que el procedimiento de
acciones de la ley solo podía ser utilizado por los
ciudadanos romanos. Fue por esta razón que el pretor
peregrino, al iniciar sus funciones en el año de 242 a. C., se

23
vio en la necesidad de crear un nuevo sistema de
procedimiento, que fue el procedimiento formulario. 18

2. EL PROCEDIMIENTO PER FORMULAM O FORUMLARIO.

Una de la característica más evidente del procedimiento de las acciones de la


ley fue la solemnidad en el desarrollo del proceso. Conforme iba
evolucionando el sistema jurídico romano se empezaron a notar ciertas
deficiencias en su aplicación tales fueron:

• El ejercicio de la legis actiones solamente entre


ciudadanos;

• El apego estricto de la ley, ya que si se cometía un error en


la demanda, esta no podía corregirse;

• Presentaba el inconveniente de memorizarse las


declaraciones solemnes;

• Al juez se le dificultaba averiguar el origen de la


controversia, pues no podía adentrarse a ser un estudio
minucioso del caso que investigaba por la formalidad a la
que se tenia que apegar;

• El procedimiento también dependía en gran medida a las


declaraciones que prestaban los testigos en el litigio.

La Ley Aebutia y la Iulia Iudiciorum Privatorum, de la época de Augusto,


dieron lugar al Procedimiento Formulario, esto permitió que el anterior
sistema se transformara en un proceso de derecho y no como se venia
practicando.

La primera ley de las antes mencionadas dio lugar a que los individuos
que entablaban el proceso, tuvieran el derecho de escoger entre el
Procedimiento Formulario y el anterior procedimiento de las acciones de la
ley; conforme se iba mejorando el sistema jurídico de ese entonces, hubo un
momento en que ya no se permitió a los litigantes elegir entre los dos
anteriores procedimientos, ya que la Ley Iulia Judiciaria no lo permitió ya que
estableció como único procedimiento civil el Formulario.

El origen de este segundo sistema de procedimiento deviene de la


aparición del Ius Honorarium y del Ius Gentium, es decir, aquellos procesos
que se daban entre ciudadanos romanos y extranjeros o entre extranjeros.

18
Morineau Iduarte, Marta, Op. Cit., Pág. 93

24
Lo que se daba anteriormente era que el pretor al intervenir en los
procesos entre peregrinos redactaba un documento o formula escrita de
manera sintetizada en donde hacia constar los hechos del caso que se
discutía. Como era necesario que el derecho fuera evolucionando el pretor
considero crear apropiados escritos para los diferentes procesos, con el fin de
proteger tanto a los ciudadanos romanos, como a los extranjeros. Ambos
derechos terminaron por unificarse y transformar el derecho procesal
honorario en proceso civil.

El nuevo sistema de enjuiciar adopta a la vez la formula verbal y la


escrita, en cambio el sistema que anteriormente predomino se tramitaba
verbalmente, designándose así: “per concepta verba”.

El Procedimiento Formulario, consistió en la elaboración de breves


escritos redactados o controlados por un magistrado los cuales establecían
los puntos del proceso a que acordaban las partes. Ese documento servia
para que el juez tuviera una guía acerca del problema que se ponía a su
disposición.

2.1. Características del Procedimiento Formulario.

El Procedimiento Formulario se caracterizo principalmente por lo que a


continuación se detalla:

• Carecía de solemnidades;

• Prevaleció la equidad, ya que se protegió tanto a los


ciudadanos romanos como a los peregrinos;

• La doble instancia: “in iure”, ante el magistrado; y la


instancia “in iudiciun”, que se desarrollo ante el juez o
arbitro, subsistió en el Procedimiento Formulario.

• Este nuevo sistema se tramito al mismo tiempo, de manera


verbal y escrita;

• En su intervención el magistrado es permanente.

• Se originaba en el consentimiento de los litigantes y en la


facultad del pretor.

2.2. Contenido del Procedimiento Formulario.


Como se señala anteriormente el Procedimiento Formulario, se
caracterizo por su doble instancia:

• La fase in iure y

25
• La fase apud iudicem

La primera fase, se desarrollaba ante el magistrado, se consignaba y se


consentía la formula.

La fase in iure se dividió en:

¾ La formula

¾ La litis contestatio

La Formula contaba con las siguientes partes:

* La formula ordinaria y

* La formula extraordinaria

La Formula Ordinaria contenía cuatro elementos importantes:

a) La demonstratio:

En esta parte se establece una breve explicación de los hechos que


motivaron el conflicto, y el fundamento del derecho.

b) La intentio:

En este apartado el demandante pide que se le declare su


pretensión. Aquí se indica la cuestión de la demanda, la que luego
tendrá que ventilar el juez.

La intentio puede ser de dos formas:

* Puede ser “certa”, cuando el motivo de la demanda esta bien


determinado.

* Puede ser “incerta”, cuando el motivo de la demanda es


indeterminado.

c) La condemnatio:

En esta parte de la formula, el magistrado autorizaba al juez y le


concedía la facultad de condenar o absolver al adversario.

En el apartado de la intentio si los hechos se consideraban ciertos,


también en la condemnatio son ciertos, siempre y cuando el objeto
fuera determinado o la cantidad fuese cierta.

26
Así también, cuando la intentio era incierta, esto es cuando el objeto
recae sobre una cosa indeterminada o una cantidad incierta, también
la condemantio era incierta.

El juez, en este caso tenía que establecer su investigación en la


intentio, ya que este apartado estaba profundamente relacionado con
la condemnatio.

Cuando la demanda del actor estaba bien fundamentada, el juez


sancionaba al demandado y si no lo estaba entonces procedía a
absolverlo.

d) La adjudicatio:

Esta consiste en que el Pretor facultaba al juez o arbitro a adjudicar el


bien o bienes objeto de la demanda; entregándole a cada parte lo que
le correspondía. Esto se daba únicamente en los casos en los que se
ejecuta una acción divisoria, como por ejemplo en las acciones de
deslinde, de división de cosa común y de división de herencia.

Se da la posibilidad de que el actor y el demandado puedan impugnar


algunas de las partes de la formula y así el magistrado tenia que
adecuar esos términos a las pretensiones de los litigantes. Esas
objeciones se conocían como: las exceptiones y las praescriptiones.

e) Las exceptiones:

Era un medio de defensa que permitió beneficiar a la parte


demandada, contra lo que pretendía el actor. Esta parte de la
formula se planteaba seguida de la intentio, en este punto, si la
intentio estaba fundamentada y si no se planteaba la excepción, el
juez sancionaba al demandado; pero si al contrario, sucedía que el
demandado negaba las pretensiones del demandante y la existencia
de los hechos en que se fundo la demanda, es decir, demostraba su
excepción, la sentencia era absolutoria, o al menos se llegaba a
obtener una rebaja en la condena.

Las exceptiones se clasificaron en dos:

¾ Las perpetuas o perentorias y


¾ Las temporales o dilatorias

Las excepciones perentorias, consistieron en: el dolo malo, el pacto


de remisión, el miedo, cosa juzgada. Estas podían ser opuestas en
cualquier momento y anulan totalmente la acción.

27
Las excepciones temporales o dilatorias, consistieron en: la espera,
la incapacidad procuratoria. Estas podían ser opuestas en ciertas
circunstancias y destruyen temporalmente la acción.

f) Las prescriptiones:

Medio de defensa que podía darse a favor del demandante o del


demandado. Este apartado antecedía a la demostratio y había
veces que la sustituía, ya sea en beneficio del actor o del
adversario.

“El concepto de las acciones perpetuas y temporales vario en los siglos


subsiguientes, cuando apareció la “longitemporis praescriptio” de 10, 20, 30 y 40
años. Estas prescripciones largas se aplicaban a las acciones perpetuas, y las
más cortas a las acciones temporales. Cuando una acción duraba más de 40
años se decía “praescriptio in memorial”.

En el procedimiento formulario, la prescripción de una acción temporal


extinguía la acción y el derecho por ella garantizado. Pero, a partir de Teodosio II,
se estableció una diferencia entre la acción y el derecho. Cuando se extinguía la
acción, la obligación se convertía en natural, y los pagos hechos en su virtud eran
validos.

Las acciones pretorianas caducaban al año de trabada la”litis contestatio”; las


acciones civiles debían terminar al año y seis meses, cuando el proceso se
ventilaba ante un juez unipersonal “unus iudex” y dentro del distrito de Roma.

La prescripción se suspendía, cuando afectaba a un menor de edad o a un


impúbero. Se podía interrumpir la prescripción mediante una citación en juicio o
cuando el obligado reconocía por un acto expreso el derecho del titular. “19

La formula extraordinaria, es aquella que es complementada en el asunto que


se litiga. Esta formula tenia como fin tutelar derechos no establecidos en las
leyes.

La Litis Contestatio, era un acuerdo arbitral o el acuerdo al que llegaban las


partes con respecto al asunto del litigio. Ese acuerdo al que arribaban los
litigantes se consignaba en la formula escrita y era entregada al demandante.

El Pretor ante el magistrado da a conocer al demandado ese acuerdo el cual


debe aceptarlo. Puede pasar que el demandado no acepte el contrato, en este
caso, se le imponen medidas drásticas; en cambio si acepta de manera amable el
convenio, el iudex controla y da por terminado el procedimiento. Aquí es donde se

19
Antokoletz, Daniel. Op. Cit., Pág. 231 y 232

28
pone en práctica la “litis contestatio”. Con ese acuerdo, se daba por finalizada la
última etapa del procedimiento formulario ante el magistrado.

Habiendo dado este paso se finaliza la fase in iure. Y es entonces el momento


en que el juez debía juzgar.

Uno de los efectos más importantes de la litis contestatio es la transformación


que toma el derecho original del demandante, ya que el acuerdo al que llegan las
partes es diferente, porque el adversario depende de lo que se lleve a cabo en el
procedimiento y del ejercicio del mismo por parte del actor. El derecho que el
actor hizo valer en su momento no se podía volver a considerar en un nuevo
proceso.

Los efectos que surgen de la litis contestatio se clasifican de la siguiente


forma:

• Efecto regulador:

Una vez fijadas y aceptadas las pretensiones de ambas partes,


ninguna de ellas podrá efectuar cambio alguno; es decir, no se
admite ninguna modificación ante el juez.

• Efecto consuntivo:

La litis contestatio consume o extingue la acción de tal modo


que no puede intentarse por segunda vez; al decir de los
romanos:

“Uno no puede litigar dos veces por el mismo asunto.”

Este efecto consuntivo puede operar de las dos formas


siguientes:

Si se trata de una acción personal, el magistrado tiene la


facultad de rechazársela al demandante que vuelva a intentarla;
es decir, el efecto consuntivo se da ipso iure.

Si la acción es real, solo se podrá rechazar si existe una


excepción interpuesta por el demandado; esto es, la excepción
de cosa juzgada.

• Efecto creador:

Por ser la litis contestatio una especie de contrato entre las


partes, contrato que queda establecido en la formula, ambos
deben sujetarse a las consecuencias que nazcan de esta nueva
relación; es decir, se da –según Gayo- una especie de

29
novaciòn, ya que la obligación anterior a la formula se ve
reemplazada por el acuerdo que las partes establecen en ella. 20

Con la “litis contestatio”, se establece una nueva obligación entre demandante


y demandado. Se tiene que cumplir con toda la fase hasta llegar al final y
sentenciar favorable o desfavorablemente al demandado. En este acuerdo la
voluntad del demandado no es independiente. Con su consentimiento, acepta el
contenido de la formula, pero también puede aceptarla para evitar consecuencias,
verbigracia el embargo de sus bienes.

Existen tres reglas que perfeccionan los efectos de la “litis contestatio” y que
se adhieren a la nueva relación:

a) Esta nueva obligación es civil y transmisible.

b) Los mecanismos del proceso se establecían por la “litis contestatio”.

c) El juez que decida sobre la absolución o condena del demandado,


deberá situarse en el momento en que surgió la “litis contestatio”, y
apartir de allí determinar si la demanda esta debidamente
fundamentada, para luego establecer, la cantidad de la condena.

Fase apud iudicem:

Esta fue la segunda fase del procedimiento formulario, la cual se desarrollaba


ante el juez. Si el demandante no comparecía a juicio, el iudex dictaba sentencia
absolutoria; en un principio, si se daba el caso en que el demandado no asistía a
la reunión el litigio terminaba en sentencia y de acuerdo con lo que el demandante
solicitaba. Luego conforme iba evolucionando el Derecho Romano, el juez tenía
que basarse en primer lugar en la formula, en los medios de investigación y
declaraciones de los litigantes, para obtener una convicción justa de lo que se
solicitaba.

La fase apud iudicem se caracterizó por lo siguiente:

a) Los alegatos y las defensas se desarrollaban verbalmente;

b) Regia el principio de inmediación; y

c) Los actos eran públicos.

Habían hechos que la ley los tenía por ciertos y por lo tanto no era preciso
probar; también hechos que eran admitidos por el iudex por su libre y racional
entender.

20
Morineau Iduarte, Marta. Op. Cit., Pág. 95 y 96.

30
Se emplearon varios medios de prueba entre ellos: testimonial, documental,
dictamen de expertos, etc.

Puede que cuando la sentencia sea monetaria su contenido sea la absolución


o la condena del adversario, el iudex no tiene la facultad de subsanar los errores
de los litigantes consignados en la formula, pero si debe dictar sentencia en base
a ella. Si se comete un error por parte del actor, como plantear una acción que no
era, fracasaba en el juicio, lo que si era valedero era intentar plantear un nuevo
proceso para que el juez resolviera conforme a derecho.

No era valido el caso de reclamar más de lo debido, a esto se le llamó: “plus


petitio”, el actor no fundamentaba su demanda, entonces el juez procedía a
perdonar al demandado de lo que se le imputaba.

La “plus petitio”, se subdivide de la siguiente forma:

• La plus petitio re:

Esta se refiere al objeto, cuando se pide una cantidad mayor de lo que se le


debe.
• La plus petitio tempore:

Esta consiste en el tiempo, cuando se solicita antes de que el plazo se venza.

• La plus petitio loco:

Alude al lugar, como por ejemplo, se pacto entregar algo en determinado


lugar y el actor solicita que se lo entreguen en otro lugar distinto.

• La plus petitio causa:

Se refería al requerimiento de más por la causa. Cuando lo que se tenía que


reclamar consistía en el género de la causa y el demandante solicitaba la especie
o cuando el adversario podía seleccionar alguna de las obligaciones que tenía
para con el actor y este pretendía elegir alguna de ellas.

Si el demandante reclamaba menos de lo debido, a esto se le denominó:


minus petitio, es decir, el juez solo se limitaba a condenar por la parte que se
pedía.

La sentencia daba por finalizada la fase apud iudicem y el juez resolvía


públicamente.
La sentencia podía ser:

a) Absolutoria;

31
b) Condenatoria;

c) Declarativa; y

d) Constitutiva.

La sentencia producía el efecto de cosa juzgada, es decir, que no daba lugar a


entablar un nuevo proceso entre los mismos litigantes y mismo objeto. Si alguno
de los litigantes intentaba promover nuevamente el mismo asunto ante el juez, se
interponía la excepción “rei iudicatae vel in iudicium deductae”

“Pero la autoridad de la cosa juzgada no puede invocarse para rechazar una


nueva persecución, nada mas que si la misma relación jurídica esta puesta en
acción, siendo el mismo asunto eadem res. Según el jurisconsulto Paulo, es
necesario, para que exista esta identidad, que haya: idem corpus, eadem causa
petendi, eadem conditio personarum.

Idem corpus. Existe idem corpus cuando las dos demandas son sobre el
mismo objeto; poco importa que sea un cuerpo cierto o una cantidad, eadem
quantitas, o bien un derecho real, idem jus.

Eadem causa petendi. Es necesario que se trate de la misma pretensión


jurídica. Si la demanda esta fundada sobre la misma causa, la excepción se
concede, aunque el demandante ejercite una acción diferente. Por ejemplo: si el
comprador, después de haber intentado la acción quanti minoris, ejercita la acción
redhibitoria contra el vendedor, por los mismos vicios de la cosa vendida, será
rechazado por la acción rei judicatae. Pero ocurre de otra manera si el
demandante, después de haber sucumbido en la rei vindicatio de un fundo,
ejercita la condictio. Su pretensión ya no es la misma, pues después de haber
obrado como propietario, obra ahora como acreedor, y no existe eadem causa
petendi.

Paulo, sobre este punto, indica una importante diferencia entre las acciones in
personam y las acciones in rem. Se puede ser acreedor de una misma cosa en
virtud de causas diferentes; pero ejercitando una acción in personam, el
demandante solo hace valer una de estas causas, que generalmente esta
precisada en la demonstratio. Por ejemplo, si le es debido un esclavo en virtud de
una venta o de un legado, después de haber ejercitado la acción empli, puede
intentar la acción ex testamento sin temor a la excepción, porque cada vez invoca
una causa especial de su crédito. Ocurre lo contrario en las acciones in rem, por
ejemplo, en la reivindicatio. Cuando se reclama una cosa, hay obligación de hacer
valer todas las causas que se tienen para ser propietario, y la formula no tiene
demonstratio expresando una causa determinada.
De manera que si el demandante pierde su proceso, no puede reclamar otra
vez la misma cosa, alegando otra causa que hubiera omitido; porque esta causa
esta reputada como comprendida en la primera demanda. Acaso al ejercitar la rei

32
vindicatio tuviese derecho a indicar en una praescriptio la causa sobre la cual
fundaba su pretensión, lo que le permitía obrar una segunda vez invocando alguna
otra causa. Pero también es cierto que la excepción rei judicatae no le era
opuesta cuando hacia valer una nueva causa de adquisición sobrevenida después
de la sentencia.

Eadem conditio personarum. La cosa juzgada no es una verdad absoluta, y el


efecto debe ser limitado a las personas que fueron parte en el proceso. La
excepción rei judicatae no puede ser opuesta, a no ser que el asunto este
expuesto entre las mismas personas.

Esta identidad existe no solamente cuando se trata de las mismas personas


físicas, sino también de las mismas personas, en el punto de vista jurídico; por
tanto, un heredero continua la persona del difunto; el hijo en potestad y el jefe de
familia no son mas que una y misma persona en Derecho civil”.21

Cuando el condenado no cumplía con lo establecido en la sentencia, se


procedía a ejecutar al deudor. Se establecía un plazo de sesenta días para que el
demandado cumpliera con la sentencia, si no lo hacia se aplicaba la “actio
iudicati”, la cual recae no solo sobre la persona del deudor, si no que también
sobre el patrimonio del deudor.

Se dieron tres medidas mediante las cuales se ejecutaban los bienes del deudor:

a) La bonorum venditio:

Se refiere a la venta de los bienes del deudor, esa venta la realizaba


un magíster, se hacia mediante subasta y en bloque del patrimonio
del deudor.

b) La bonorum distractio:

Se estableció una medida de ejecución menos drástica, ya que lo


que se ejecutaba eran determinados bienes del deudor y no el todo
como sucedía en la ejecución bonorum venditio. A fin de alcanzar
con tales bienes la cantidad que se le debía al actor.

c) La pignus in causa iudicati captum:

Esta medida se empleaba ante el magistrado y consistió en que el acreedor


para garantizar su derecho se apoderaba por cierto tiempo de determinados
muebles del deudor a titulo de prenda, si esos no alcanzaban a cubrir la obligación
podía hacerlo con los inmuebles. Si no se cumplía con la obligación el acreedor
tenia el derecho de vender los bienes.

21
Petit, Eugene, Op. Cit. Pág. 623

33
La protección jurídica extrajudicial, se dió en aquellos casos en los que
pretendía proteger casos no previstos en el procedimiento formulario, estas
medidas se podían dar en juicio o fuera de el. Entre estos medios de protección
se citan los siguientes:

a) Restituciones in integrum;

b) Stipulationes praetoriae

c) Interdicta

d) Missiones in possesionem

a) Restituciones in integrum:

Estas se refieren a una resolución a la que llegaba el magistrado


en virtud de la cual anulaba algún punto que no había sido
resuelto conforme a la ley y de esta manera restituir esa
situación a su estado anterior.

b) Stipulationes praetoriae:

Son estipulaciones a las que se apegaban las partes las cuales


eran creadas por el Pretor con el fin de tutelar determinadas
situaciones, entre estas estaban:

¾ Garantizar la comparecencia en juicio;

¾ Garantizar el resultado del juicio; y

¾ Comparecer con una acción a relaciones que


carecen de ella.

c) Interdicta:

Son órdenes que el magistrado establecía a requerimiento de


alguna de las partes, y que tenía como finalidad la pronta
solución del conflicto, como por ejemplo, los interdictos
exhibitorios, restitutorios y prohibitorios. En el caso del interdicto
exhibitorio por ejemplo cuando se solicitaba la exhibición de
algo. Si se trataba de un interdicto restitutorio, se ordenaba la
entrega o restitución de algo. El interdicto prohibitorio se ejercía
cuando se prohibía algo.

d) Missiones in possesionem:

34
Consistía en las órdenes que daba el magistrado, para que los
bienes del deudor fueran encargados a varias personas con
ciertas facultades.

Durante el Imperio Romano, el recurso que cabía contra la sentencia era la


apelación este medio de impugnación permitió revisar de nuevo la decisión del
iudex. La Apelación nace de la reclamación que los litigantes hacían acerca del
fallo que daba el magistrado intercessio esto es un magistrado igual o inferior; ante
el magistrado superior, lo que se denomino: apellare magistratum. Era objeto de
cosa juzgada cuando no encajaba la apelación. Pero existieron algunos otros
medios de impugnación especiales que se aplicaban contra la sentencia entre
ellos estaban los siguientes:

• Revocatio in duplum:

Toda sentencia que contrariara la ley era nula.

• In integrum restitutio:

Se acudía a este recurso cuando alguno de los litigantes se


sintiera ofendido por una decisión judicial.

3. PROCEDIMIENTO EXTRAORDINARIO.

Este sistema propio del derecho posclásico ya había surgido con


anterioridad, ya que se aplicó de manera excepcional y en determinado
momento en el procedimiento de acciones de ley, así también como en el
procedimiento formulario. Luego se mantuvo durante todo el Imperio como
procedimiento normal a todos los juicios.

La “cognitio extra ordinem” como se le denominó, consistía en que el


juicio se entablaba en un mismo momento procesal y ante el magistrado “in
iure”, funcionarios públicos que dependían del emperador, sin remitirlo al juez
o arbitro “in iudicium”. El magistrado con el imperio que le otorgaba la ley
resolvía las cuestiones que se le presentaban dictando un decreto. Todo
inicio al aplicarse a casos especiales que no estaban regulados por el
derecho civil en cuya virtud se ejercía la justicia imperial. Es así como se
impartía la justicia y conforme iba evolucionando el derecho romano, fue
apareciendo la justicia imperial convirtiendo este sistema en un procedimiento
normal. Con este procedimiento desaparecieron las fases in iure y apud
iudicem características del procedimiento formulario. Como se menciona
anteriormente este procedimiento consistió en una excepción, pero ya en el
Bajo Imperio se constituyó en un tramite normal. La administración de la
justicia se administro bajo el imperio del Príncipe y ya no de manera arbitral
como antiguamente hacían los órganos jurisdiccionales. El contrato de
arbitraje se siguió ejerciendo pero por mutuo acuerdo de las partes.

35
La administración de justicia estuvo organizada así: la primera instancia
la integraban Prefectos de ciudad, Prefectos de la anona, Procuradores
financieros. En los pueblos, los asuntos de mayor cuantía se ventilaban ante
los gobernadores y los de menor cuantía por los defensores civitatis, los
magistrados municipales y los jueces pedaneos. El Prefecto de Pretorio, el
Vicario y el Emperador, se encargaban de ventilar los asuntos de Apelación.

En un principio el presente procedimiento se implantó en las provincias


imperiales, y en las provincias senatoriales se siguió ejerciendo el
procedimiento formulario.

Con Diocleciano desapareció toda división entre las provincias imperiales


y las provincias senatoriales que existía con respecto a la administración de
justicia. El Emperador era la máxima autoridad jurídica y a su vez este
facultaba a los demás magistrados a ejercer justicia.

Y fue así como fue desapareciendo la práctica que ejercía el magistrado


superior al remitirle la formula al inferior. Para luego convertirse en un único
procedimiento y al que se le denominó Procedimiento Extra Ordinem.

3.1. Características del procedimiento extraordinario.

a) Desaparición de las fases in iure y apud iudicem;

b) El procedimiento se aplicaba in iure, es decir, ante el


magistrado quien conoce de la sentencia sin remitir las
actuaciones ante un juez o arbitro;

c) Se convirtió en la única forma de proceso civil;

d) La autoridad judicial es una función ejercida por el Estado y


los litigantes están sujetos a la decisión de dicha autoridad;

e) Su forma de aplicación era escrita;

f) El juez se limitaba a usar el derecho vigente y del Edicto


Perpetuo;

g) Cesan los efectos de la litis contestatio que se originaban de


la aceptación de la formula;

h) En el procedimiento extra ordinem, la litis contestatio solo


establecía un momento procesal el cual tenía un plazo
máximo de duración de tres años;

i) La sentencia no era necesariamente monetaria podía recaer


sobre determinados bienes;

36
j) Ya no se ejecutaba todo el patrimonio del sentenciado sino
solamente los bienes suficientes para cubrir el monto de la
condena;

k) La sentencia era susceptible de apelación ante el magistrado


superior y en algunas ocasiones podía llegar a conocimiento
del propio emperador.

3.2. Desarrollo del proceso extra ordinem.

• La citación:

En el presente procedimiento la citación en juicio la hacía


una persona llamada tabularius quien era un empleado del
juzgado y quien a través de una notificación oficial la cual
en ese entonces se denominó denuntiatio, ponía en
conocimiento la demanda al emplazado, este llamamiento
era verbal para los presentes y escrita para los que no se
presentaban a juicio.

• Libellus contradicciones:

De la demanda o libellus conventionis que se notificaba al


demandado, se presentaba la contestación de la demanda,
esto era: libellus contradictionis. En este momento el
adversario debía prestar garantía de presentarse a juicio en
el plazo de tres días, esto fue en un inicio, luego fue de
veinte días. Si el demandado no asistía a la cita el litigio
seguía su trámite. Si se daba el caso en que el actor no
comparecía a juicio, la sentencia se dictaba en su contra.
En esta fase el demandado podía ser asistido por su
defensa.

• Litis contestatio:

Con la contestación de la demanda se originaba la litis


contestatio. En esta etapa el demandado podía dilatar el
proceso por medio de alguna excepción dilatoria. Este era
el momento en el que los litigantes exponían sus
pretensiones, sin necesidad de formalidades. Algunos de
los efectos jurídicos que se originaban a consecuencia de
la litis contestatio fueron: se determinaba el objeto del
proceso; se interrumpía la prescripción; la prescripción se
aplicaba a los tres años; la prescripción extinguía el
procedimiento no así el derecho de las partes.

37
• Procedimiento probatorio:

En esta etapa se presentaban y valoraban los medios de


prueba que se proponían. Entre los medios de prueba mas
importantes estaban: documental, testimonial, juramentos,
confesión, pericial y presunciones. Como por ejemplo el
pago de una deuda se probaba con cinco testigos que
presenciaban el compromiso. Existieron documentos
públicos y privados, los primeros estaban supeditados de
plena fe; los documentos privados se comprobaban con el
mismo documento y testigos. También se empleaban las
presunciones humanas y las presunciones legales.

• Impugnación de la sentencia:

El medio de impugnación que podría llamarse como


ordinario fue la Apelación. Se apelaba ante el magistrado
que dictó la sentencia, en un término de diez días.
Seguidamente se elevaba al superior jerárquico. La
persona que vencía aplicaba la actio iudicati para poder
ejecutar algunos bienes del que fracasaba, estos bienes
podían ejecutarse sobre determinada cosa o sobre los
bienes que cubrieran la deuda.

4. PROCEDIMIENTOS ESPECIALES.

Entre los procedimientos especiales más destacados estaban los siguientes:

• Per rescriptum;

• Summatim cognoscere; y

• Episcopales audiencia.

• Per rescriptum:

En la época clásica, los litigantes o el iudex, podía pedir la


decisión del emperador ya sea mediante una supplicatio o
una epistula. El emperador se limitaba a tomar decisiones
a cuestiones de derecho, mientras que el juez tenía que
determinar los hechos que se reclamaban. En la época
posclásica se suprimió la practica anterior ya que
Constantino reguló normas precisas que no permitieron que
se acudiera al emperador después que las partes
obtuvieran un rescripto.

38
• Summatim cognoscere:

En este procedimiento especial no era necesaria la parte


de las estipulaciones sancionadas en garantía de las partes
en el proceso común, ya que se simplificaban los términos
de las denuntiationes, también la prueba y la apelación, etc.
Este procedimiento sustituye al procedimiento interdictal, el
cual se caracterizaba por su rapidez, por tal motivo se
consideraron como acciones.

• Episcopales audiencia:

En este procedimiento intervenían los obispos quienes


conocían los litigios que se daban entre laicos.

39
40
CAPÍTULO III

LAS COSAS Y EL DERECHO DE PROPIEDAD

1. LAS COSAS Y SU DIVISIÓN.

Se entiende por cosa o bien, todo objeto que sea susceptible de una las que
están fuera de comercio res quórum commercium non est o extra
commercium; se distinguen aquellas cosas que aun no tienen propietario res
nullius.

En el derecho justinianeo las cosas se clasifican en aquellas que están


en nuestro patrimonio y cosas que están fuera de nuestro patrimonio. Algunos
comentaristas reemplazan la anterior división por una basada en el derecho:
res in commercio y las res extra commercium, lo que significa cosas que
estaban dentro del comercio y las cosas que estaban fuera del comercio.

1.1. Clasificación de las cosas ofrecidas a los dioses.

Las res quórum commercium non est o extra commercium o fuera del
comercio. En cuanto al derecho divino, divini iuris, las cosas ofrecidas a
los dioses se clasificaban:

a) Las cosas sagradas:

Eran ofrecidas al culto de los dioses superiores, como por


ejemplo los templos, terrenos, altares, a través de una
celebridad religiosa.

b) Las cosas religiosas:

Cosas dedicadas al culto de los dioses inferiores, como la


inhumación de un hombre libre o de un esclavo.

c) Las cosas santas:

Eran las cosas encargadas a los dioses para ponerlas bajo su


protección, como los muros y puertas de la ciudad.

1.2. Clasificación de las cosas según el derecho humano “humani


iuris”.

Las cosas en cuanto al derecho humano humani iuris se clasificaban en:

a) Las cosas privadas:

41
Bienes que podían ser propiedad de cualquier sujeto, de
aquellas cosas que son susceptibles de tráfico comercial dentro
de las relaciones privadas o cosas que están en el patrimonio de
una persona.

b) Las cosas públicas. Estas se subdividían en:

• Las res comunes:

Todas aquellas cosas que por su propia naturaleza son


comunes a todos los hombres, y que no pertenecen a
nadie, como el aire, el agua corriente, el sol, la lluvia.

• Las res publicae:

Cosas de uso común, pertenecientes al pueblo


romano, como las vías, puertos, corrientes de agua, los
ríos, los edificios públicos.

1.3. Clasificación de las cosas atendiendo a la res in commercium, es


decir las que están dentro del comercio.

Clasificación de las cosas atendiendo al patrimonio y que están dentro


del comercio:

• Res mancipi:

Es una de las clasificaciones de la res más antiguas e


importantes dentro del derecho romano, en primer
lugar el término mancipi, proviene de la división de las
cosas más importantes en el derecho romano clásico,
establecidas en las creencias de los romanos. Se
transmiten mediante determinadas formalidades.

La res mancipi consistió en determinar las cosas como


las fincas y las viviendas de los ciudadanos romanos,
ubicados precisamente en tierras itálicas. Así también
se ubicaban dentro de este término, las servidumbres
más importantes, como las servidumbres de paso y de
acueducto, asimismo, los siervos y animales de campo.

• Res nec mancipi:


Las cosas se transmiten por la mera tradición. Era
suficiente la simple entrega de la cosa para la
adquisición. Se refería a las cosas nec mancipi. Ni

42
aun los terrenos provinciales que solamente estaban
en posesión de la persona. Con el derecho justinianeo
termino toda diferencia que existía entre el ius civile y
el ius gentium, de igual manera dejo de existir esta
clasificación y por supuesto la mancipatio.

Clasificación de las cosas atendiendo a su naturaleza y que están dentro


del comercio de los hombres:

• Cosas divisibles:

Son aquellas cosas que permiten dividir cada una de


sus partes en otras de igual naturaleza y en forma
independiente, como por ejemplo un barril de vino en
botellas, una cantidad de dinero, etc.

• Cosas indivisibles:

Todas las cosas que no permiten dividirse sin que


sufran deterioro, como una escultura, un edificio, etc.

• Cosas consumibles:

Consisten en aquellas cosas que se destruyen desde


el primer uso, como los comestibles, medicinas,
gasolina, el dinero, etc. En el derecho justinianeo se
trastorna la distinción clásica al equiparar a las cosas
consumibles las cosas que no se gastan de una vez al
primer uso, pero que se desgastan sensiblemente por
el uso reiterado.

• Cosas no consumibles:

Contrarias a las anteriores, se refiere aquellas cosas


que no se acaban ni se extinguen con el uso, pueden
emplearse repetidamente, es decir, permite un uso
prolongado sin que los mismos desvanezcan. Estas
pueden ser por ejemplo, una estatua, una casa, un
vestido.

• Cosas fungibles:

Son cosas fungibles aquellas que no teniendo una


individualidad propia, pertenecen a un determinado
genero, pueden ser sustituidas por del mismo genero.
Por ejemplo, el dinero, granos básicos, vino, etc.

43
• Cosas no fungibles:

Diferentes a las antepuestas, ya que estas no se


pueden sustituir por otras del mismo genero. Por
ejemplo, una obra de arte.

• Cosas corporales:

Se entiende por corporal todo lo que pueda ser


percibido por los sentidos. Todo lo que se pueda ver y
tocar.

• Cosas incorporales:

Es todo aquello que no es concreto pero produce


efectos juridicos, es decir, lo que no pueda verse ni
tocarse, como un derecho.

• Cosas muebles:

Aquellas cosas que permiten moverse y trasladarse de


un lugar a otro sin menoscabo de su naturaleza.

• Cosas inmuebles:

Son aquellas cosas que no pueden trasladarse de un


lugar a otro, sin detrimento de ellos mismos. Estos se
conocieron como bienes raíces porque efectuaban sus
fines enraizados radicándose en un lugar determinado.
Por ejemplo, las tierras, casas, árboles.

La palabra usus, se refiere al uso que se adquiere por la utilidad de


una res sin alterar su integridad ni la de los productos de la cosa, solo
era factible, en determinados bienes como los consumibles.

2. EL DERECHO DE PROPIEDAD.

2.1. Concepto y terminología de la propiedad.

El derecho real por excelencia que todo individuo puede tener sobre
determinadas cosas es el de la propiedad. En un principio este derecho se
gozaba sobre cosas muebles o semovientes, antes de que recayera sobre
los inmuebles. Los romanos no intentaron formar un concepto de la
propiedad. Pero las definiciones que se aportan a la misma son trabajo de
los juristas modernos. El término más acertado de lo que era la propiedad:
“Derecho real por excelencia, que confiere el señorío pleno sobre la cosa.”

44
DEFINICION. La propiedad es la facultad que corresponde a una
persona, el propietario, de obtener directamente de una cosa determinada
toda la utilidad jurídica que es susceptible de proporcionar. 22

Antiguamente la propiedad era familiar, se llamó heredium, domus, o


fundus. No era susceptible de venta hasta que falleciera el padre de familia.

Terminología de la palabra propiedad:

Se usaron tres términos para designar la propiedad:

a) Manu capere:

Significó el apoderamiento material y fue una manera antigua de


defender la propiedad. Se utilizó para designar la transmisión de
la cosa.

b) Dominium:

Con el presente término se denominó al titular de facultades, no


así al propietario.

c) Propietas:

Forma nueva de designar la propiedad. Se practicaba llamar al


usufructuario dominus usufructus y al dueño que no podía gozar
de los frutos dominus propietas, luego de denomino al
propietario titular propietarius.

Ese poder que le asistía al propietario, no significaba que se


tenía la cosa materialmente bajo su dominio, ya que en
ocasiones el bien se encontraba en manos de un poseedor. Lo
importante en este caso era que el propietario seguía
manteniendo el poder sobre la cosa.

2.2. Clases de propiedad usadas por los romanos.

En la época clásica se dieron los siguientes tipos de propiedad:

a) Dominium,

b) Propiedad bonitaria o pretoria,

22
Foignet, Rene. Op. Cit. Pág. 93

45
c) Propiedad provincial, y

d) Propiedad de los peregrinos.

• Dominium o dominium ex iure Quiritium:

Con esta forma los romanos distinguieron un autentico


derecho de propiedad. El poder inmediato que se gozaba
sobre la cosa, constaba de tres componentes importantes,
ya que en ausencia de alguno de ellos no se podía adquirir
la plena propiedad, a continuación se describen:

a) Usus:

El propietario hacia uso de la cosa.

b) Fructus:

Puede gozar y disfrutar de los frutos que produzca


la cosa.

c) Abusus:

El dueño tenía la facultad de disponer sobre la


cosa.

A la par de los anteriores elementos, también se tenía que tomar en


cuenta los siguientes detalles:

a) El propietario tenía que ser un ciudadano romano;

b) La cosa ya sea mueble o inmueble debía tener


naturaleza romana;

c) El modo de adquirir la propiedad sea conforme a


la situación mancipi de la cosa;

d) En los cuestiones de transmisión de la cosa, el


transmitente debía tener la propiedad civil o
quiritaria sobre la cosa.

El dominio contaba con las siguientes características:

a) Era característico del propietario;

46
b) Se mantenía seguro en beneficio de sus
herederos.
El derecho de propiedad, era una característica única de los
ciudadanos romanos quienes debían adquirir la misma mediante un
procedimiento romano. En cambio la propiedad de los extranjeros
llamada ex iure gentium, no gozaban de las mismas facultades de
que disponían los ciudadanos romanos.

Progresos realizados. Más tarde, en una época imposible de


precisar, se hizo a un lado ese rigor primitivo y dejó de ser tan
restringido el campo de aplicación de la propiedad.

1. Desde un principio se admitió que el latino en


posesión del commercium tuviera propiedad
quiritaria. Se terminó hasta por reconocer la
propiedad a los peregrinos, pero sin llamarla
nunca quiritaria y sin aplicarle ni su sanción
propia, la reivindicación, ni sus modos
especiales de adquirir.

2. También desde un principio, por


consideraciones económicas, se debió
reconocer que las res nec mancipi eran
susceptibles de propiedad quiritaria, por el
mismo título y con las mismas condiciones que
las res nec mancipi.

3. En fin, se admitió igualmente que los modos


de adquisición del Derecho de Gentes,
especialmente la tradición, engendraran la
propiedad quiritaria, por lo menos para las res
nec mancipi.

• Propiedad bonitaria o pretoria:

Definición. Propiedad bonitaria, o in bonis habere, era la


propiedad reconocida y sancionada por el Derecho
pretoriano, por oposición a la propiedad quiritaria que
reconocía y sancionaba el Derecho civil romano. 23

Esta clase de propiedad surgió en la época clásica, a la


cual se le denominó rem in bonis habere. El pretor
consideró necesario proteger al adquirente, ya sea contra
el propietario o contra terceros. En este caso el Pretor

23
Ibidem. Pág. 94

47
concedió el dominio sobre una cosa aquellas personas que
habían adquirido el dominio por personas que no eran
ciudadanos romanos o por medio de alguna forma diferente
a la que regulaba el ius civile.

Cuando la cosa que se vendía era una res mancipi (las


tierras de los ciudadanos romanos, obligadamente
ubicados en Italia, así como los siervos, semovientes y las
servidumbres de paso y la de acueducto), y se transmitía
al comprador mediante la simple entrega, sin apegarse a
las formalidades establecidas por el ius civile, resultaba
que el vendedor seguía siendo el propietario de la cosa
hasta que no se cumpliere con lo requerido por ese
derecho.

El Derecho Honorario concede al comprador frente esta


acción reivindicatoria ejecutada en contra suya una
exceptio rei venditae et traditae, la cual interrumpe la rei
vindicatio y concede al adquirente la posesión de la cosa y
es liberado, convirtiéndose en un verdadero dominus.

En el caso en el que el tiempo no se efectuaba, el


comprador no se hacia dominus de la cosa, el pretor le
concede una formula ficticia, denominada actio publiciana,
de que ya había transcurrido el tiempo necesario para la
usucapio, la cual consistió en establecer que el iudex
investigara si hubo transmisión de la cosa y bajo el imperio
de la ley, y si así fuese, como si haya transcurrido el
tiempo de la usucapión. El que disponía de la Actio
Publiciana, no era propietario conforme al ius civile, pero si
lo era en relación con el Ius Honorarium.

El comprador que por razón de la Actio Publiciana y de la


exceptio rei venditae et traditae hacia valer, contra
cualquier persona, su derecho de subsistir en posesión,
tenia la cosa in bonis, esto quería decir, en propia,
exclusiva y perpetua disposición. Mientras que el
propietario formal, le pertenecía un nudum ius Quiritium,
esto era, un derecho de propiedad desposeído de todo
beneficio.

Otro medio de defensa que garantizaba los derechos del


comprador, fue la exceptio doli, la cual se aplicaba contra
el que transmitía la cosa, reclamando que el vendedor
había actuado con malicia al inducir en error al adquirente.

48
En la época clásica, se diferenciaron dos diferentes tipos
de dominium: el ex iure Quiritium y el in bonis. Ya en el
derecho justinianeo, se alcanza la unificación del término
de propiedad. Se suprimió toda distinción entre la res
mancipi y las nec mancipi, así también entre los extranjeros
y ciudadanos romanos.

• Propiedad provincial:

El derecho de propiedad sobre la tierra conquistada por


Roma, no podía pertenecer a los particulares, era
propiedad exclusiva del Estado, en particular al monarca
dominante o a los cives de una ciudad. Lo que si era
permitido era que el Estado otorgaba a los particulares el
uso y el disfrute de las tierras, mediante el pago de un
impuesto en mercancía o monetaria, se llamaba stipendium
en las provincias senatoriales y tributum en las imperiales.

Esa práctica fue evolucionando primeramente en la


península, en cuya virtud todo el suelo se convirtió en
romano y en propiedad civil o quiritaria sus poseedores. En
las tierras provinciales se siguió aplicando como propiedad
perteneciente al Estado, aunque también se dieron para el
disfrute de las mismas como una especie de uso o de
usufructo. Realmente se estableció como una institución
con iguales derechos que se le atribuían al propietario de
un fundo itálico, con la única diferencia que en este último
caso se tenían que pagar determinados impuestos al
Estado, así también la única forma para poderse
defenderse frente a cualquier ataque era la reivindicatio
utilis. Luego se reconoció sobre todas las tierras el
dominium, el cual ya no era solo de los ciudadanos
romanos.

En el Bajo Imperio se suprime la distinción entre el suelo


provincial y suelo itálico, esto se dio desde que Aureliano
impuso tributos a las tierras itálicas y desde ese momento
desaparece toda diferencia. La imposición de los tributos
sin hacer diferencia alguna, se considera como contribución
del propietario a los gastos públicos.

• Propiedad de los peregrinos:

Todos aquellos que no gozaban de la calidad de


ciudadanos romanos, no tenían el dominium ex iure
Quiritum. Todo lo que le pertenecía a los peregrinos, era
realmente una verdadera propiedad, aunque para el

49
derecho romano no era de interés reconocerlo así. Pero
más adelante y con el iure gentium, se consideró necesario
por parte de los órganos jurisdiccionales, a cargo del pretor
peregrino y los gobernadores de las provincias amparar
ese dominio que los peregrinos tenían sobre sus cosas,
mediante el ejercicio de formulas.

Así como se unificó el iure gentium y el ius civile se


concedió la ciudadanía a los extranjeros, y de igual forma
se unificó el derecho de propiedad.

2.3. Limitaciones de la propiedad.

A pesar de que el propietario gozaba del señorío absoluto sobre la cosa,


se estableció una serie de limitantes a las que se debía ajustar. Esas
limitaciones recaían solamente sobre esclavos e inmuebles. Entre las
más importantes figuraban:

a) Servidumbre de paso:

En esta restricción era importante abrir accesos entre las fincas,


facilitando con ello las vías públicas. Los propietarios de fincas
urbanas o rurales tenían que dejar un paso libre de una extensión de
dos pies y medio.

b) Ramas que caen sobre heredad ajena:

En este caso si las ramas avanzan hacia la finca vecina, el propietario


de la misma lo podía permitir hasta cierta altura. También tenia que
acceder al derecho que le asistía al dueño de los frutos del árbol.

c) La prohibición de sepultura y la incineración de cadáveres en las


fincas ubicadas dentro de la ciudad:

Esto se consideró necesario sobre todo por la higiene y salud de los


pobladores, posiblemente por motivos místicos.

d) Prohibición de hacer excavaciones mineras:

Al propietario de una finca se le consideró también dueño de toda la


profundidad, a este se le permitió que otra persona hiciera
excavaciones, con la garantía de pagar al propietario de la finca y al
fisco la décima parte a cada uno de los minerales que lograra
alcanzar.

e) Expropiación forzosa:

50
En este caso se limitaba el derecho de propiedad por razones de
utilidad pública. Al parecer el Derecho Romano no la señala
claramente, pero se tienen indicios de ello, muy parecido a lo que
soluciona el derecho actual.

f) El condominio:

El condominio se refiere al señorío que tenía cada copropietario


sobre la cosa común. Lo que se conoce como copropietario los
romanos lo llamaron: domini o socii y condominio o copropiedad lo
denominaron communio.

El goce de la cosa a través de la copropiedad se daba para las cosas


comprendidas en una herencia para, las cosas legadas, para las
cosas adquiridas en una sociedad, para la confusión o mezcla de
materias pertenecientes a distintos propietarios.

Los comentaristas modernos establecen la existencia de copropiedad


voluntaria y copropiedad no voluntaria, esta última por ejemplo se da
en los casos de herencia o legados, es decir, cuando se adquiere la
cosa colectivamente pero ajenos a dicha voluntad.

Forma de regulación del condominio:

¾ La disponibilidad que cada participe tenía sobre la


cosa:

Los condóminos tenían el pleno dominio o


disponibilidad jurídica en proporción a su cuota, de
la misma manera sobre los frutos que produzca la
cosa.

¾ La admisión de hacer innovaciones sobre la cosa


común:

Se permitió a los participes ejecutar obras que


modificaran de alguna manera la cosa común,
siempre que a ello no se opusiera una prohibición
expresa de otro condómino. Esta actuación se
regulaba bajo el principio denominado: ius
prohibbendi. No se necesitaba el consentimiento
de los demás, sino que para impedir la ejecución
de la innovación bastaba solamente que un
condómino prohibiera expresamente el acto.

¾ En la época del derecho justinianeo se permitió


realizar actos conservatorios y con derecho a

51
reclamar el gasto a los demás mediante la acción
communi dividondo.

¾ Actos que el condómino no podía realizar por su


propia voluntad, ya que era necesario el
consentimiento unánime de los demás:

En los casos de disposición jurídica y gravamen


que afectara la totalidad de la cosa común, como
por ejemplo enajenarla, gravarla con usufructo o
constituir servidumbre, etc. No solo era la falta de
prohibición por parte de los participes en este
asunto; se necesitaba el consentimiento de todos
los condóminos.

2.4. Modos de adquirir la propiedad.

Se llaman modos de adquisición de la propiedad aquellos hechos


jurídicos que el ordenamiento declara idóneos para crear en los
particulares un derecho de propiedad, o para transmitirlo de uno a otro
sujeto. 24

Existieron dos distintas clasificaciones de los modos de adquirir la


propiedad:

La primera clasificación que a continuación se detalla, fue


elaborada por algunos comentaristas modernos:

a) Originarios; y

b) Derivados

2.4.1. Modos originarios de adquirir la propiedad:

Aquellos modos de adquisición no dependían de un titulo


traslativo de dominio. Modo de adquirir originario es el que
hacia adquirir una cosa que no pertenecía a nadie.25 Los modos
originarios se dividieron en:

¾ Ocupación,

¾ Accesión,

24
Arangio Ruiz Vicenzo., Instituciones de Derecho Romano, Editorial Desalma, Buenos Aires
Argentina, año 1952. Pág. 209
25
Foignet, René. Op. Cit. Pág. 100

52
¾ Especificación,

¾ Confusión,

¾ Adquisición del tesoro, y

¾ Adquisición de frutos.

a) La ocupación:

Modo de adquirir la propiedad que consistió en


adquirir una cosa que no tiene dueño res nullius. Un
ejemplo primitivo fue el de la caza de animales
salvajes y la pesca. La persona que se apoderaba de
la cosa tenia el propósito de adueñarse de la cosa,
esto se denominó animus domini.

Se consideró res nullius, al apoderamiento de


aquellas cosas que nunca tuvieron dueño. Como
ejemplo se señalan, las piedras, las conchas, los
fósiles, las perlas y los más típicos la caza de
animales salvajes y de algunos domésticos, así como
la pesca.

La res derelictae, significa el apoderamiento de las


cosas que fueron abandonadas por el dueño anterior.
El propietario perdía su derecho en el momento que
otra persona se apoderaba de la cosa. Como
ejemplo en este caso fue el abandono de una finca
por no poder pagar los impuestos, se le advertía al
dueño que si no volvía dentro del plazo de seis
meses, cualquier persona se podía apoderar del
fundo. Cuando se tiraban monedas u otras cosas en
fiestas publicas.

Las res hostiles, fueron aquellas cosas que


pertenecían a los enemigos, las cuales eran
ocupadas por los romanos contra sus adversarios. El
botín resultado de una batalla pertenecía al Estado,
y las cosas de los enemigos podían ser ocupadas por
los particulares.

b) La accesión:

53
Este se refiere a la incorporación natural o artificial de
dos cosas, una accesoria y la otra principal, formando
una sola cosa. El propietario de la cosa principal,
continua teniendo a su favor la cosa accesoria.

El término accesio designa el acrecentamiento que se


añade a la cosa principal. En la época justineana, se
calificaba como cosa principal, la que subsistía por si
sola la cual era la más importante para llevar acabo
los fines económicos a los que se destinaba.

Se distinguieron tres tipos de accesión:

a. La accesión de cosas muebles;

b. La accesión de dos cosas inmuebles; y

c. La accesión de una cosa mueble a otra


inmueble.

La accesión de cosas muebles distingue los siguientes casos en los que se


daba:

¾ Ferruminatio:

Era la incorporación de dos piezas del mismo metal utilizando


el propio material para su unión.

¾ Scriptura:

Era la inscripción que se hacia sobre el papiro o pergamino. El


dueño del papiro o pergamino lo era también de la
incorporación que se hacia en tinta.

¾ Textura:

Cuando a un tejido se le añadía hilos de la misma o diferente


tela, esas hebras pasaban a ser propiedad del dueño del tejido.

¾ Pictura:

La solución para Paulo en este caso fue que el propietario de la


obra es el dueño de la tabla sobre la cual se adhiere la pintura.
Para Gayo la solución al problema fue a favor del pintor.

La accesión de dos cosas inmuebles distingue cuatro tipos:

54
¾ Alluvio:

El aumento de terreno por sedimentación de las aguas que los


ríos, lagos, arroyos va incorporando lentamente en las fincas
es adquirida por el propietario del fundo.

¾ Avulsio:

En este caso la accesión no es lenta, es inesperada,


consistente en la fuerza de la corriente de un rió que segrega
una porción de una finca aguas arriba a otro fundo ubicado
más abajo. El propietario de esa finca la adquiere hasta que
las plantas crezcan en su terreno.

¾ Alveus derelictus:

Cuando el cause de un río variaba su curso natural, quedando


su lecho abandonado, pertenecía a los dueños de los predios
ribereños.

¾ Insula in flumine nata:

La isla que surgía en los ríos públicos, pertenecía a los


propietarios de las fincas ribereñas que se encontraban frente a
la isla.

En la accesión de cosa mueble a otra inmueble, se señalan dos clases:

¾ Inaedificatio:

Cuando una persona hubiese construido una obra sobre el


suelo, la edificación pertenece por incorporación al dueño del
suelo.

¾ Plantatio y satio:

Cuando alguno colocaba en su suelo una planta, por accesión


pertenecía al dueño del suelo. Si la planta era ajena y ya había
echado raíces, le correspondía al propietario de la planta.

c) Especificación:

Modo originario de adquirir la propiedad, consistente


en la transformación de una cosa convirtiéndola en un
objeto de distinto uso. Por ejemplo de un trozo de
plata se hace un anillo, de las uvas se elabora el vino,
etc. Existieron dos soluciones en cuanto a la

55
determinación del propietario de la nueva cosa, los
clásicos Proculeyanos le atribuyeron la propiedad al
trabajo del especificador, todo lo contrario sucede con
la solución que daban los Sabinianos ya que estos
consideraron que el objeto nuevo pertenecía al
propietario de la materia. El derecho justiniano acoge
las dos soluciones.

d) Confusión:

Cuando se mezclan cosas del mismo genero,


pertenecientes a diferentes dueños, se moldean en
una sola masa. Por ejemplo, la mezcla de granos de
café, la fusión de plata con oro, la composición de
líquidos, etc. Se consideró a los dueños de los
objetos mezclados como copropietarios de la masa,
en proporción a la fracción de materia que cada uno
mezclo.

Si los objetos mezclados eran cómodamente


divisibles, cada dueño de las cosas, seguía siendo
propietario de su porción.

Realmente la confusio presentaba su verdadero


carácter, en el caso de la mezcla de monedas.
Verbigracia, el que recibía monedas y las mezclaba
con las suyas, se constituía en dueño de las mismas.

e) Adquisición del tesoro:

El tesoro aquí no consistía solo en dinero,


comprendía toda clase de objetos preciosos. Era
imposible determinar quién fue su dueño, porqué
escondió el tesoro y lo más importante de este caso
es establecer los herederos del mismo. Y no
habiendo como demostrar ser el sucesor, se presento
la solución al problema considerando como dueño del
tesoro al propietario del fundo donde fue hallado; los
bienes vacantes, se le adjudicaban al fisco. El
emperador Adriano, resuelve atribuyendo por mitad al
descubridor y por mitad al dueño del fundo, la
propiedad del tesoro. Si se descubría en un terreno
público el dueño era el príncipe. Otro caso podría
darse si se encontraba en tierras religiosas,
pertenecía al descubridor. El que buscaba sin
autorización del propietario, no tenía derecho a nada.

56
f) Adquisición de frutos:

Los frutos dependen de la cosa que las produce, por


lo tanto, pertenecía al propietario de la misma.
Sucedía que había personas no dueñas de la cosa
fructífera que tenían derecho a los frutos, no
precisamente por usufructo, por ser arrendatarios o
poseedores del bien.

La propiedad de los frutos se daba por:

* La separación del fruto y la cosa fructífera:

Modo de adquisición originario que consistió en


que los frutos se le atribuían al poseedor de
buena fe.

* La aprehensión consciente:

Este modo de adquisición originario de los frutos


se le adjudicaba al usufructuario.

* La Consumptio:

Modo de adquisición originario que se refería a la


consumación, transformación o enajenación de
los frutos. Los frutos los adquiría el poseedor de
buena fe.

* Quasi traditio:

Modo de adquisición derivativa, que consiste en


la aprehensión voluntaria de los frutos. Se le
atribuía la propiedad al arrendatario.

2.4.2. Modos derivativos de adquirir la propiedad.

Modos de adquisición que provenían de algún antecesor. Entre los


modos derivados estuvieron los siguientes:

• Mancipatio,

• In iure cessio,

• Traditio,

57
• Adiudicatio,

• Usucapio, y

• La lex

a) La Mancipatio:

Modo de adquirir la propiedad, que consistía en la compraventa


ceremonial, en la que el vendedor entregaba una barra de
cobre como especie de moneda la que debía pesarse en una
balanza controlada por la autoridad, se hacía en presencia de
cinco testigos, ciudadanos romano púberes y de un
portabalanza, libripens. El comprador expresaba las palabras
sacramentales: aio hanc rem meam esse ex iure Quiritium,
eaque mihi empta esto hoc aere aeneaque libra y tocaba con la
mano la cosa mueble, o el símbolo de la cosa si se trataba de
un inmueble, como la llave de una casa, una rama de un árbol;
también lanzaba sobre el plato de la balanza el lingote de
cobre, como precio efectivo.

Efectos de la emancipación. El efecto normal de la mancipatio


era el de transferir la propiedad quiritaria del enajenante al
adquirente. Eventualmente podía dar nacimiento a dos
acciones en provecho del comprador y contra el vendedor; la
actio auctoritatis, cuando el comprador sufría evicción por un
tercero que se hacia reconocer como verdadero propietario; la
actio de modo agri cuando el vendedor había entregado una
continencia inferior a la que se había declarado. Estas dos
acciones, que eran a lo doble, tenían carácter penal.
Sancionaban el delito cometido por el mancipando una cosa
que no le pertenecía, o que hacía una declaración de
continencia superior a la realidad. 26

b) In iure cessio:

Es uno de los más antiguos modos civiles de adquirir la


propiedad. Consistía en el traspaso de la propiedad ante el
pretor, desarrollado en un proceso simulado. El que confesaba
en juicio que la cosa le pertenecía al demandante se
consideraba como condenado y no era necesario prestar
medios de prueba. Ambos se ponían de acuerdo y actuaban
como actor y demandado.

26
Foignet, René.Op. Cit. Pag. 102

58
Enajenante y adquirente iban ante el pretor con la cosa. El
adquirente designaba la cosa y decía: “declaro que esa cosa
me pertenece”. El enajenante no contradecía esta pretensión y
el pretor hacia constar que el adquirente era el propietario.

Comparación con la mancipatio.

Diferencias:

Desde el punto de vista de la forma, la mancipatio exigía cinco testigos que


fueran ciudadanos romanos y un libripens, pero no requería la presencia del
magistrado. Por lo contrario, la cessio in jure se desarrolla ante el pretor,
pero no exigía ni testigos ni libripens.

Desde el punto de vista de su aplicación, la mancipatio no se aplicaba mas


que a las res mancipi, mientras la in jure cession procedía respecto a las res
mancipi y a las res nec mancipi.

Semejanzas:

Eran dos modos de adquirir del Derecho civil, implicando el jus commercii en
la persona de ambas partes.

Eran dos actus legitimi, dos actos solemnes, que no admitían la adjunción ni
de un plazo ni de una condición.

Eran dos actos que exigían la presencia efectiva de los dos interesados, sin
admitirse representación por mandatario. Así, lo hemos visto antes, el tutor
no podía ejecutar uno de estos actos por su pupilo, ni aun infans. La
afirmación del adquirente de que él era propietario, no podía aprovecharle
más que a él y la adhesión tácita del enajenante no operaba sino cuando
dimanaba del propietario en persona.

Los dos actos exigían la aportación de la cosa para que se procediera a llenar
su forma. 27

c) Traditio:

Fue un modo de adquisición del derecho de gentes, se refiere


al traspaso de la propiedad de una cosa de manera sencilla y

27
Ibidem. Pág. 103

59
natural. La tradición contaba con tres elementos: 1) un
elemento formal: la entrega material de la cosa; 2) el elemento
subjetivo: la intención de transferir y adquirir el dominio; y 3) la
justa causa o el motivo de las partes de su actuación.

Con respecto al elemento formal, existieron diversos actos de


entrega, que se llamaron traditno ficta, ellos fueron:

o Traditio simbólica:

En este caso no se transmite la cosa en si, sino un objeto


que la simbolice, por ejemplo, las llaves, titulo de
propiedad, etc.

o Traditio longa manu:

Figura de entrega, en la que se indica de lejos la finca que


se va a transmitir.

o La traditio brevi manu:

Se daba cuando la persona que adquiría la propiedad,


tenía la cosa desde hace tiempo en su poder aunque no
como mero propietario de la misma. Por ejemplo, el caso
del arrendamiento, por lo tanto, la entrega de la cosa no
era necesaria.

o Constitutum possessionis:

El dueño de la cosa que trasladaba su derecho de


propiedad, seguía teniendo la cosa, pero ya no como
propietario, sino por contrato de arrendamiento, por
ejemplo.

Con respecto del elemento subjetivo, los tratadistas


sostienen que esa intención de transferir es en el tradens y
adquirir el dominio en el accipiens; otros opinan, que esa
voluntad de ambas partes es la de obtener beneficios
económicos, una propiedad de hecho y no de derecho.

Los romanos consideraron la justa causa como un


elemento, que motiva la transmisión de la propiedad, las
causas injustas impedían el traspaso de la propiedad.

d) Adjudicatio:

60
Según el ius civile, la adjudicatio fue un medio de adquisición
de la propiedad, en los conflictos de división de una cosa
común. El juez atribuía a cada uno de los copropietarios el
dominio de la parte que le correspondía. En los casos cuando
la división de la cosa no es posible, la adquisición se hacia a
favor de uno de los copropietarios, el cual debía indemnizar al
otro u otros copropietarios.

e) Usucapio:

Los antecedentes de esta institución, se originan del vinculo


que unía entre si a todos los posteriores adquirentes de una
cosa, ese proceso largo y que nadie podía demostrar ser
dueño, en este aspecto los juristas medievales indicaban que el
medio probatorio del señorío sobre un objeto es una probatio
diabólica.

Luego surgió la necesidad de determinar un límite de tiempo y


mantenerse en posesión de la cosa, al acontecer el término, se
adquiría la propiedad.

A La usucapio también se le denominó usus; el término que se


estableció en las XII Tablas era de dos años para las fincas y
derechos sobre inmuebles así como de un año para las demás
cosas. En los pueblos romanos, se estableció la posesión de
diez años entre presentes, esto quería decir: que el dueño y la
cosa que era poseída por otra persona estaban en la misma
ciudad; y veinte años entre ausentes, esto para los fundos.
Luego se incremento a tres años para los bienes muebles.

Cabe señalar que el derecho justinianeo, denomina a la


usucapio, como la adquisición de los muebles. En cambio, el
nombre de praescriptio longi temporis, aludía a la adquisición
de los bienes inmuebles.

Modestino define la usucapio diciendo: “La usucapión es la


agregación al dominio mediante la continuación de la posesión
por el tiempo determinado en la ley”. 28

No se consideraban como medios de usucapión las cosas


religiosas o sagradas, los esclavos fugados, los objetos
hurtados o arrebatados por la fuerza; las cosas robadas, las
arrebatadas. Se lograba obtener por usucapión inmuebles
hurtados, porque no existía hurto de bienes raíces. No había

28
Antokoletz, Daniel, Op. Cit., Pág. 189

61
usucapión para cosas no susceptibles de enajenación ni contra
los bienes del fisco, exceptuando las cosas vacantes no
denunciadas.

En el caso de las personas que padecían de trastorno mental,


podían usucapir si promovieron el presente modo de
adquisición antes de perder la razón. También los esclavos lo
podían hacer sobre bienes de su patrimonio.

El arrendatario y así como el depositario no tenían la


disponibilidad de usucapir. De allí, los padres, los hijos, los
militares, los pupilos, si tenían el derecho de adquirir la
propiedad mediante la usucapión.

Los juristas clásicos, establecieron los siguientes requisitos de la usucapión:

• Justo título.

• Buena fe.

• Cosa susceptible.

• Posesión y

• Tiempo.

Justo título:

Requisito jurídico que importa solo para iniciar la usucapión ya que


carece de algún elemento, como la falta del acto de transmisión o del derecho
del transmitente, que impide adquirir inmediatamente la propiedad.

Se mencionan algunos tipos de títulos:

- Pro donato: cuando se hace una donación sin adquirir


anteriormente una concreta obligación.

- Pro legato: Se refiere a la adquisición por medio de legado,


siendo el testador solamente poseedor de buena fe.

- Pro dote: Consiste en la adquisición de bienes entregadas al


marido por la esposa u otros.

- Pro derelicto: Se transmitía la posesión de una cosa


abandonada y que había sido encontrada por un sujeto que se
comportaba como su dueño.

62
- Pro soluto: Se adquiría la cosa cuando se haya entregado en
cumplimiento de una obligación anteriormente contraída.

Buena fe:

Se refiere a la convicción del usucapiente acerca de la legitimidad de la


posesión al obtenerla y por todo el tiempo necesario. El título debía ser
demostrado por parte del usucapiente, pero la buena fe se presume.

Cosa susceptible:

También se denominaba res habilis. Se determinaron aquellas cosas


que no eran objeto de usucapión. En toda la época del derecho romano, no
eran susceptibles de usus las cosas fuera de comercio; en la época de
Justiniano, las cosas del príncipe, del fisco, de los menores de edad; para la
ley Atilia y ley Plautia, las cosas ocultas, los muebles objeto de hurto o robo y
los inmuebles usurpados.

Posesión:

Consistió en el dominio de hecho que el adquirente realiza sobre la cosa.


Es un modo de posesión que se diferencia de las demás con las
denominaciones de possessio ad usucapionem, o civiles, o bonae fidei. La
usucapión quedaba interrumpida, en cuanto el tiempo, cuando el propietario
legítimo de la cosa, interrumpía la posesión contra el usucapiente. Se
interrumpía la usucapión entablando la acción reivindicatoria, pero si el
término de la posesión se cumplía entre el establecimiento de la litis y el
pronunciamiento judicial, el juez le correspondía de igual manera ordenar al
usucapiente demandado la restitución. En la época de Justiniano al iniciarse
el conflicto se interrumpía la usucapión.

Tiempo:

Consiste en el término necesario para la adquisición de la plena


propiedad. Como se señala anteriormente, el período de tiempo que se
estableció en las XII Tablas era de dos años para las fincas y derechos sobre
inmuebles; de un año para las demás cosas. En los pueblos romanos, se
estableció la posesión de diez años entre presentes, esto quería decir que el
dueño y la cosa que era poseída por otra persona estaban en la misma
ciudad; y veinte años entre ausentes, esto para los fundos. Luego se
incrementó a tres años para los bienes muebles.

El derecho justinianeo no permite que el usucapiente a título particular,


entre vivos o legatario, pueda añadir con el tiempo de la posesión la del
transmitente.

63
La corriente, hecha por Justinianeo dividió los modos de adquirir la propiedad
en:

Modos de adquirir la propiedad según el derecho civil, estos a su vez se


clasificaron en:

Mancipatio,

Cessio in iure,

Usucapio,

Praescriptio,

Adiudicatio y

Lex.

Modos de adquirir la propiedad según el derecho de gentes:

Ocupatio y

Traditio.

Todos estos modos de adquisición expuestos anteriormente.

2.5. Pérdida de la propiedad.

La pérdida de la propiedad se debe principalmente, en los casos en que


otra persona los obtenga, ya sea que la adquisición provenga de un
antecesor, como los modos derivados de adquirir la propiedad; o como la
accesión o la usucapión, como una simple consecuencia. También se
pierde por la destrucción como algunos casos de especificación y de
mezcla; así también se pierde cuando la cosa se coloca fuera de
comercio; cuando la cosa se convierte en sujeto de derecho, esto era el
caso de los esclavos liberados.

2.6. Defensa de la propiedad.

Se distingue una diversidad de medios de defensa de la propiedad:

Entre las acciones petitorias están:

La reivindicatio como principal medio de defensa contra todo ataque a la


propiedad, así como todos aquellos medios que protegían la propiedad
provincial y pretoria.

64
También se menciona la actio finium regundorum.

Así mismo se señalan otros medios que tenían como fin proteger la
propiedad que era agredida por un sujeto que invadía ese derecho de
señorío sobre la cosa, aun permaneciendo el propietario en posesión de
la misma:

La actio negatoria,

La actio aquae pluvial arcendae,

Cautio damni infecti,

Operis novi nunciatio,

Interdictum quod vi aut clam.

Otros modos de defensa y ataque que tenían como fin el necesario


acrecentamiento de la propiedad fundiaria in alieno:

Interdicta de arboribus caedendis y de glande legenda.

a) Acciones petitorias:

- La reivindicatio:

Esta acción fue la más importante para la defensa del dominio


civil o quiritario. A través de esta acción toda persona que le
correspondía el domino, hacia valer su derecho demandando la
restitución de la cosa que le pertenecía.

La reivindicatio, paso por tres etapas:

¾ sacramentum in rem:

En el derecho antiguo donde se aplicaba el


proceso de las acciones de la ley, esta acción se
podía ejercer en contra del dueño que al mismo
tiempo era poseedor de la cosa, así como contra el
que la poseía a nombre de otro; contra el que
hubiere dejado de poseer con mala intención.

En el proceso de propiedad primitivo se ejerce la


legis actio sacramenti in rem, no se diferencia un
demandante y un demandado, uno de ellos no
posee la cosa pero alega tener derecho sobre la
misma y acusaba al poseedor de haberlo

65
despojado violentamente de la cosa requerida el
otro sujeto defiende la posesión alegando que el
era dueño de la cosa. Por lo tanto los dos afirman
tener la señoría de los bienes. Luego el iudex
decide implícitamente el problema de la propiedad.
Sucede que el que pierde el caso, debía restituir,
además de la cosa, los frutos adquiridos durante
todo el proceso, más el monto del sacramentum.
Se garantizaba la cosa a través de una fianza
llamada praedes litis et vindiciarum.

¾ Proceso per sponsionem:

Entre la época de las acciones de la ley y el


procedimiento formulario, este proceso se ejerció a
la acción de propiedad. Consistía en que el actor y
el demandado se prometían mutuamente una
cantidad de dinero para el caso de que alguna de
las partes demostrara ser dueña de la cosa
reivindicada.

¾ El proceso per formulam petitoriam vel arbitrariam:

En el proceso formulario la reivindicatio está


establecida en una formula condenatoria, toda la
tramitación se desenvuelve ante un solo juez. El
demandado es el poseedor, reclama ser
propietario aunque no ejerza la posesión sobre el
bien, y los medios de prueba corresponden al
actor. El demandado debía prestar garantía a
través de una caución económica denominada
cautio iudicatum solvi. El demandado debía
restituir, además de la cosa, los frutos adquiridos
después de la litis contestatio.

En la época clásica la per formulam petitoriam vel


arbitrariam, aparece para accionar en casos de
propiedad, desapareciendo la promesa pecuniaria
y de indemnización, estableciéndose el litigio del
dominio mediante todo medio de prueba. Como se
indica anteriormente el adversario debía restituir la
cosa objeto del litigio con todos sus frutos
percibidos después de la litis contestatio, pero
podía quedarse con los frutos adquiridos antes de
iniciar la litis contestatio, si había actuado de
buena fe.

66
La acción reivindicatoria consistió en una acción
real que protegía el derecho de propiedad,
asimismo, se podía accionar en los asuntos de la
patria potestad. No se hacia uso de esta acción
para reclamar cosas sagradas o religiosas, ya que
estas no correspondían a los particulares.

- Acciones afines a la reivindicatio que protegen la propiedad


provincial y la propiedad pretoria:

En el caso de la propiedad provincial, en los edictos de los


gobernadores se aplicaba rápidamente después de la
reivindicatio.

La acción para proteger la propiedad pretoria, era ficticia, el


iudex tenía que proceder como si se hubiera cumplido el
término de la usucapión, reconociendo al demandante como
mero propietario dominus ex iure Quiritum, siempre y cuando
cumpliera con los requisitos de la usucapión.

- Actio finium regundorum:

Acción de propiedad que tiene como finalidad confirmar la


extensión del derecho. El desarrollo de este juicio se
desconoce; lo que se conoce de este proceso es que se
planteaba en conexión con aquel límite de cinco pies dejado
entre finca y finca. En el derecho clásico, se practicaba esta
acción con el fin de determinar si cierta área de terreno le
correspondía a alguno de las dos fincas colindantes. El juicio
finaliza en una adjudicación declarativa de derechos
reconocidos como ya existentes.

b) Medios que tenían como fin proteger la propiedad que era agredida
por un sujeto que invadía ese derecho de señorío sobre la cosa, aun
permaneciendo el propietario en posesión de la misma:

- La actio negatoria:

Medio de defensa empleado en contra de aquellas personas


que actuaban como titulares de servidumbre o de usufructo
respecto de los derechos pertenecientes a otro sujeto.

- Actio aquae pluviae arcendae:

Esta acción tiene como objeto, retirar las aguas provenientes


de lluvia, cuando a consecuencia de que las aguas pluviales
pasan en los canales de una finca superior, estas se deslizan

67
con fuerza o en grandes correntadas sobre la finca inferior o al
contrario cuando las aguas de la finca inferior rebotan hacia la
finca superior y entablándose la acción en contra del
propietario del fundo en cuya virtud se hicieron las obras.

- La cautio damni infecti:

Mediante una promesa solemne dirigida al pretor, el propietario


de un edificio o que ejecuta alguna obra que amenaza peligro
para el vecino, queda obligado a resarcirle el daño que
proceda, por la demolición o ejecución de la nueva obra para
evitarlo.

Luego de la promesa que el propietario dirige al pretor, tiene


que prestar garantía mediante una caución económica, y si el
daño temido se ocasiona, el afectado podrá aplicar la actio ex
stipulatu con el objeto de hacer cumplir la promesa de
resarcimiento. Y si no se cumple con tal promesa, el lesionado
puede accionar mediante una missio in possessionem, con ello
retiene al dueño y al inmueble que amenaza peligro.

- Operis novi nunciatio:

Consiste en llevar acabo una acción extrajudicial, que tiene


como propósito impedir que alguien continúe una obra ilícita
iniciada sobre su propio fundo. Se le llamaba nunciatus, al
demandado, este a su vez podía solicitar, la resolución del juez
que reconoce la inexistencia de un derecho prohibido y autoriza
la continuación de la obra. Si el nunciatus no obedecía a la
prohibición de proseguir la obra, el demandante denominado
nuncias puede solicitar al juez un interdictum demolitorium. El
nuncias debía probar el derecho que reclamaba para haber
interpuesto la acción si no lo hacia tenia que indemnizar por los
daños ocasionados al nunciatus.

- Interdictum quod vi aut clam:

Esta acción se refiere también a la interrupción o demolición de


obras elaboradas ilegalmente sobre el fundo ajeno. Esas obras
prohibidas se realizaban de manera oculta, a esto se le llamaba
clam.

c) Otros modos de defensa y ataque que tenían como fin el necesario


acrecentamiento de la propiedad fundiaria in alieno:

- Interdicta de arboribus caedenis:

68
Medio de defensa de la propiedad que consiste en reclamar al
propietario del árbol que corte las ramas que caen sobre
alguna heredad, primeramente el vecino tenía el derecho de
hacer justicia por mano propia, entrando a la finca colindante
pero si el dueño del árbol se oponía, se procedía a interponer
el interdicto.

Otro caso que cabía dentro del presente interdicto, se refería a


que los árboles que eran plantados en un edificio superior y
crecían sobre el edificio inferior, el dueño del fundo donde
había sido sembrado el árbol tenia que cortarlo y si no lo hacia,
el vecino damnificado entraba a la finca colindante; si el
propietario del árbol se oponía ante esta situación, se
interponía el interdicto.

- Interdicto de glande legenda:

Decreto del juez que establecía, que si un árbol crecía sobre la


finca vecina a una altura menor de quince pies y sobre la
misma caían frutos, el dueño del árbol tenía la facultad de
acudir cada tres días a recogerlos.

69
70
CAPÍTULO IV

LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA EN EL DERECHO ROMANO.

1. LA ADMINISTRACIÓN DE LA JUSTICIA EN LA ÉPOCA DE LA


MONARQUÍA.

En la época de la Monarquía, el Rey ejercía la función de juez


supremo, ya que el Estado en ese entonces estaba iniciando. El rey o
rex puede ser elegido por el antecesor o por el Senado. Pero su
delegación debe ser reconocida por una lex regia de imperio y aprobada
por los dioses. Su cargo era vitalicio.

Los símbolos del rey, en los cuales se nota el dominio etrusco, eran
la toga púrpura, la corona de oro, el cetro y la silla curul, ornada de
marfil. Contaba en los actos con una protección de doce lictores, que
llevaban los haces o fasces, esto era una insignia del rey que se
componía de un haz de varas sosteniendo una hacha.

En la historia del derecho romano se establece la existencia de siete


reyes: Tarquino el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio, estos
tres de origen etrusco; y Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco
Marcio, de origen latino.

El rey contaba con los siguientes colaboradores:

• Praefectus urbi:

Esta tenia a su cargo vigilar y atender los asuntos de la


ciudad cuando el rey se ausentaba.

• Douviri perduellionis:

Funcionarios a quienes se les designaba los procesos de


altatraición.

• Quaestores parricidii:

Delegados en los casos de homicidios y en las tareas


militares como el magíster populi, es decir, el jefe del
ejército.

• Tribuni militum:

71
Su significado es Tribunos de los soldados. Era un
guerrero romano, que tenía a su cargo el mando de un
ejército.

• Tribuni celerum:

Encargados de ejercer el mando de las caballerías.

2. LA ADMINISTRACION DE LA JUSTICIA EN LA ÉPOCA DE LA


REPÚBLICA.

La administración de justicia con tribunales y jueces que conocen de


conflictos que se daban entre particulares aún no se había establecido sino
hasta la República. La constitución política de la Republica se apoya
principalmente en el equilibrio de tres órganos, los cuales eran: a) Los
magistrados, quienes ejercían el poder; b) el Senado, encargados de mantener
la auctoritas; y c) los Comicios tenían a su cargo las asambleas del populus
(pueblo romano).

Con la caída de la monarquía, el rey fue sustituido por dos magistrados


nombrados por los Comicios y ratificados por el Senado. Al comienzo se les
denomino praetores, su terminología viene de prae: ante, ire: caminar, es
decir, el que marcha al frente. Luego la autoridad judicial perteneció a los
cónsules.

Para poder acceder a las magistraturas, se tenían que preparar antes de


ejercer, lo que se denominó cursus honorum, lo que significa “la carrera de los
honores”.

Por la cantidad elevada de los problemas, se fueron creando otros


magistrados, como: los censores; el pretor urbano; el pretor peregrino, los
cuestores, los ediles, las magistraturas extraordinarias, y las magistraturas
plebeyas.

• Magistrados ordinarios:

Funcionarios públicos encargados de ejercer una


magistratura ordinaria, es decir, aquellas que normalmente
forman parte de la constitución republicana para el
gobierno de la republica. La magistratura ordinaria era
propia de los cuestores, praetores, los ediles, los cónsules.

• Los cuestores:

72
Eran encargados de llevar a cabo las finanzas, eran
tesoreros de las provincias, cuidaban el tesoro público, y el
pago a los soldados.

• Los pretores:

Los magistrados jurisdiccionales más importantes de ese


entonces fueron los pretores, quienes eran considerados
como magistrados por excelencia, quienes se ocupaban de
la administración de justicia y sustituían al cónsul en su
ausencia.

Los pretores se clasificaron a su vez en:

a) Pretores urbanos o praetor urbanus:

Les correspondía ejercer jurisdicción entre


ciudadanos.

b) Pretores peregrinos o praetor peregrinus:

Ha estos se les asignaba la jurisdicción entre


extranjeros o entre extranjeros o ciudadanos.

Conforme iba pasando el tiempo y al mismo


tiempo evolucionando el derecho romano,
aumentaba el número de pretores y ya para el
siglo II había dieciocho pretores, a quienes se les
designaba determinada competencia.

• Los ediles:

Se establecieron los ediles, estos se caracterizan por sus


funciones administrativas, entre ellos están:

Ediles curules:

Tenían el privilegio de usar la silla jurisdiccional o curul.


Fueron creados en el año 367 a.C. durante la Republica y
jerárquicamente se ubican entre los Cuestores y los
Pretores. Eran los policías de la ciudad, cuidando el orden
y seguridad de Roma, los edificios públicos y el transito en
las calles. Debían supervisar el abasto de comida y agua,
vigilar pesos y medidas y organizar los juegos públicos. Se
encargaban de los mercados y resolvían las controversias
que se suscitaban por la celebración de compraventa de
animales y esclavos.

73
Ediles plebeyos:

Asistían al Tribuno de la Plebe y eran elegidos por los


plebeyos, desempeñaron muchas de las atribuciones que
tuvieron los Ediles Curules antes que estos fueran creados.
Al igual que los Tribunos de la Plebe se consideraba que su
integridad física era inviolable. 29

Ediles cereales:

Funcionarios administrativos a quienes se les delegaba la


función de la vigilancia del trigo y de las distribuciones que
se hacían al pueblo.

• Los censores:

Ejecutaban una magistratura de carácter ejecutiva y se


encargaban de llevar acabo el censo, iban contando a cada
ciudadano, este trabajo lo debían realizar en dieciocho
meses. Mientras durara su ejercicio de cinco años
cuidaban de las costumbres, pudiendo sancionar a los
transgresores.

• Los cónsules:

Encargados de la magistratura ejecutiva, ya que


convocaban y presidían el Senado y los comicios curiados
y centuriados, proceden al reclutamiento de soldados y
conducen los ejércitos.

• Magistrados urbanos:

Eran aquellos que tenían el deber de mantenerse y asistir


aquellos asuntos de la ciudad, tal es el caso de los ediles
curules y ediles plebeyos.

• Magistraturas extraordinarias:

Designados para necesidades excepcionales en la


Republica. Entre estos figuraban: el dictador y el magíster
equitum. El primero de los anteriores, era electo por uno
de los cónsules cuando el Senado disponía que se estaba
ante un grave peligro. Duraba seis meses y tenía plenos
poderes.

29
Morineau Iduarte, Marta, Op. Cit., Pág. 38

74
• Magistraturas plebeyas:

El requisito para poder acceder a tal magistratura era


ser plebeyo, eran elegidos cada año. Se encargaban
de defender los intereses populares y estaban
auxiliados por dos ediles.

• Magíster equitum:

Funcionario al que se le designaba el cargo de jefe de


la caballería y ejercía como adjunto del dictador.

Los magistrados gozaban de las siguientes características:

a) La función de magistrado era gratuita:

El ejercicio de la magistratura era un honor.

b) Las magistraturas eran colegiadas:

Significa que estaban a cargo de dos o más


magistrados, por lo tanto cada uno de los cuales
tenía un poder igual al de su o sus colegas.

c) Respondían por sus actos:

Los magistrados respondían por sus actos y


podían ser llevados ante los comicios que los
eligieron. Estaban favorecidos por su
inviolabilidad, los censores, los tribunos y los
ediles plebeyos. Los que no estaban protegidos
por la inviolabilidad eran, los ediles curules y los
cuestores.

d) Lo electivo era propio de los magistrados:

Estos cargos debían ser admitidos por los


comicios. Los magistrados mayores como,
censores, cónsules y pretores, eran seleccionados
en los comicios centuriados y los magistrados
menores como, los ediles curules y cuestores eran
elegidos en los comicios tribados.

e) El poder de mando:

75
Una de las características más importantes,
comprende el poder de que gozaban los
magistrados. Por regla general todos los
magistrados tenían la facultad de ordenar desde el
punto de vista administrativo. La excepción era el
poder de mando político que solo lo tenían los
cónsules y pretores.

Facultades de los magistrados:

Entre las atribuciones de los magistrados, están las siguientes clases:

a) La jurisdictio:

El termino jurisdictio proviene de las palabras jus


dicere, que significa decir el derecho, alude a la
aplicación o al aporte del derecho. Los
magistrados judiciales publican edictos que
contenían normas aplicables a todos los
ciudadanos.

De manera especial, la jurisdictio consiste en la


facultad que tenía el magistrado de coordinar la
instancia y de remitir las partes delante de un juez,
o de resolver el mismo el asunto; derecho que no
ejerce bajo el procedimiento de las acciones de la
ley, ni bajo el procedimiento formulario, solamente
en casos excepcionales. También se le atribuía la
autoridad de dar solemnidad a los actos jurídicos
cuyas formas derivan de las acciones de la ley.

Se estableció la jurisdicción contenciosa y la


jurisdicción voluntaria. El magistrado tenía la
facultad de hacer un único acto de jurisdicción
contenciosa en el límite territorial de su
competencia y en su Tribunal; tenía la autorización
de conocer de todos los asuntos de jurisdicción
voluntaria en todos los lugares. El magistrado no
podía conocer de los asuntos de jurisdicción
contenciosa, ni para el ni para sus familiares como
su esposa e hijos y esclavos. En los actos de
jurisdicción voluntaria podía liberar el mismo a su
hijo y también a su esclavo.

b) Atribuciones que se derivan de una ley, de un


senadoconsulto o de una constitución:

76
Como atribuciones especiales de los magistrados
que se originaban de una ley estaban por ejemplo,
nombrar a los tutores, autorizar la compraventa de
un bien inmueble rustico perteneciente a un menor
de edad.

c) El imperium merum:

Era la facultad encargada al magistrado de


administrar y de proporcionar seguridad que
comprendía el derecho de sancionar con castigos
corporales.

• El imperium mixtum:

Se denominó así porque va ligado a la


jurisdicción. En sentido general esta atribución
se refiere al poder que el magistrado tiene y que
va ligado a la jurisdictio. Esa facultad solo
correspondía a los magistrados superiores, como
los pretores. En sentido particular es una
atribución indispensable a la jurisdicción.

Durante la República y el Principado, es decir, en


la época del procedimiento de las acciones de la
ley y el procedimiento formulario el proceso
estuvo dividido en dos fases: a) in ure, se
entablaba ante el magistrado quien era
encargado de conferir o rechazar la acción, fijar
las estipulaciones del proceso. Regula la
marcha general de la instancia y simplifica el
objeto de los debates, mas tarde, traslada el
caso al juez; y b) la fase llamada apud iudicem,
en esta etapa el magistrado atribuía al juez la
facultad de examinar los hechos y dictar la
sentencia, ya que el magistrado juzgaba
únicamente en casos especiales.

En este período los jueces no eran funcionarios públicos sino ciudadanos


particulares. Podía haber un juez único, que usualmente era escogido por las
partes o bien sorteado de una lista o designado por el magistrado.

En el Derecho Romano el juez se denominó iudex. Bajo el


procedimiento del ordo iudiciorum privatorum (procedimiento de las legis
actiones y per formulam) se designa como juez a un simple particular elegido
por las partes en la fase in iure del proceso, bien de común acuerdo, bien
eligiendo su nombre entre los que integran una lista confeccionada al efecto –

77
album iudicium- de senadores, de senadores y caballeros, de patricios,
senadores y caballeros y tribuna aerari, o solamente de algunos de ellos,
según las fluctuaciones políticas, o dejando su designación a la suerte,
insaculándolo ante el magistrado, y que era el encargado de conocer y decidir
de un proceso determinado en la fase apud iudicem del litigio. Bajo el
procedimiento extraordinario, es juez el funcionario imperial con jurisdicción y
competencia adecuada ante quien las partes plantean su litigio, y conoce
desde su iniciación hasta la sentencia en primera instancia o en apelación,
actuando en virtud de su competencia o por delegación de un funcionario
superior. 30

Durante el sistema del procedimiento de las acciones de la ley y el


procedimiento per formulam, se distinguieron dos clases de jueces:

a) Los jueces designados para cada asunto. Entre estos estaban:

• El judex:

Generalmente se empleaba el término judex para


denominar al juez o al arbitro. Lo que diferencia
al juez propiamente dicho del árbitro, era el
hecho de que nunca había más de un juez para
un asunto.

• El arbitrer:

A diferencia del juez, se nombraban uno o más


árbitros. Se encargaban de llevar acabo los
asuntos que era necesario apreciar según la
buena fe, y donde era indispensable tener
poderes más amplios.

En un principio los jueces y árbitros eran electos


por las partes para conocer del asunto que a
ellas les interesa y el magistrado autorizaba esa
elección, dándole al juez la facultad de juzgar.
Luego los jueces y los árbitros eran electos para
cada proceso por el pretor. Terminando la época
de la Republica fueron seleccionados
únicamente por los senadores. Uno de los
requisitos importantes para calificar a juez era
tener veinte años, ya que era una función publica

30
Alviz Gutiérrez y Faustino Armario, Diccionario de Derecho Romano, Madrid, España, cuarta
edición, 1995. Pág. 319

78
la que se debía ejercer, y no podía excusarse sin
causa legitima.

• Los recuperatores:

Fueron encargados para juzgar los casos que se


originaban entre ciudadanos romanos y
extranjeros. En los primeros tiempos, el acuerdo
de los problemas que se manifestaban entre
ciudadanos romanos y extranjeros que eran
ciudadanos de naciones, con las cuales Roma
había pactado, regularmente era objeto de
convenios especiales. La organización judicial en
este sentido se ejecutaba, mitad de los
recuperatores entre los ciudadanos romanos y
mitad entre los peregrinos.

b) Jueces permanentes, estos se clasifican en:

• Decenviros:

No se tiene claro si los decenviros eran jueces o


magistrados. Algunos juristas establecen que se
encargaban de juzgar los asuntos relativos a la
libertad y al derecho de ciudadanía. Otros dicen
que presidían el Tribunal de los centunviros.

• Centunviros:

Se tiene conocimiento que se organizaban de


miembros electos por las treinta y cinco tribus,
cada una de ellas nombraba tres. Durante el
Imperio estaban divididos en cuatro secciones
denominadas hastae, porque tenían por insignia
la lanza, símbolo de la propiedad quiritaria. Se
les encomendó la dirección, y luego fueron
dirigidos por un pretor.

La organización judicial en el periodo del


procedimiento extraordinario, los magistrados
tomaban decisiones ellos mismos, por lo tanto,
dejaban de existir los jueces privados, aunque
los magistrados podían encargarse de algunos
asuntos de menor impacto y delegar el
juzgamiento a los judices pedanei. Luego esos

79
jueces figuraron como magistrados de orden
menor.

80
CAPÍTULO V

ANÁLISIS COMPARATIVO DE LAS ACCIONES REALES DE DEFENSA DE LA


PROPIEDAD EN ROMA Y EN EL DERECHO CIVIL GUATEMALTECO

1. LA ACCIÓN REIVINDICATORIA:

El ejercicio de las acciones de defensa de la propiedad en Roma varia


debido a que el procedimiento civil romano, atraviesa por tres épocas, la
época de las actiones o acciones de la ley, la época del procedimiento per
formulas o procedimiento formulario y la época del procedimiento extra
ordinem, cognitio extra ordinem o extraordinaria cognitio. El procedimiento de
las legis actiones se componía de dos instancias: in iure e in iudicium, la
primera instancia era cuando se presentaba el asunto de común acuerdo ante
un magistrado y luego el asunto pasaba al juez o árbitro. La doble instancia
subsistió bajo el sistema formulario y, cuando llego la época del
procedimiento extra ordinem, la segunda instancia se transformo en
apelación. La legis actio sacramentum, fue la única forma de intentar una
acción y se aplica a toda clase de derechos; derechos reales y derechos de
crédito.

SACRAMENTUM IN REM. Supongamos una acción reivindicatoria; es


decir, una acción por la cual el demandante quiere hacer que se le reconozca
su derecho de propiedad sobre una cosa determinada. He aquí cómo se
desarrollaba el procedimiento ante el pretor:

1. El actor, teniendo en la mano una vagueta, festuca, asía el objeto


reivindicado y decía “declaro que esta cosa me pertenece y que por eso
es por lo que le aplico la vagueta.”

El demandado hacia otro tanto por su parte. Asía el objeto como para
apoderarse de el y pronunciaba las mismas palabras. Esto era lo que se
llamaba la reivindicatio, seguida de la contra vindicatio del demandado y
de un combate simulado, consertio manuum.

2. El pretor ponía fin a ese simulacro de combate, diciendo: mittie ambo


hanc rem; dejadme ese objeto.

3. El actor provocaba al demandado al sacramentum; es decir, a la


apuesta: “Te provoco una apuesta de 500 piezas de bronce a que no
reivindicas a fuerza el objeto del litigio”. El demandado respondía: “Otro
tanto hago contigo”.

4. El magistrado atribuía a uno de los litigantes la posesión del objeto


reivindicado durante la instancia. Al que se le atribuía debía dar una

81
responsiva para garantizar la restitución de la cosa y de los frutos que
hubiera podido producir durante el juicio: paredes litis et vindicarum.

5. Por último, el magistrado designaba al juez. Este nombramiento se


hacia inmediatamente en el Derecho primitivo. Pero la ley Pinaria obligó
a las partes a suspender el procedimiento y a volver a comparecer ante
el magistrado dentro de treinta días, para hacer esa designación.

6. Nombrado el juez, se citaban recíprocamente las partes para


comparecer ante él dentro de los tres días siguientes; comperendinatio.

Litis Contestatio. Se llama así al último momento del procedimiento ante el


magistrado. Recibía este nombre porque las partes se dirigían, en ese momento,
a las personas presentes en el tribunal del pretor, diciéndoles: Testes estote litis,
sed testigos del juicio, para ir atestiguar ante el juez.

Procedimiento ante el juez. Era ante el juez adonde las partes suministraban
las pruebas de sus respectivas pretensiones y los abogados alegaban sobre el
fondo del negocio. Pero, cosa curiosa, el juez no transaba directamente el juicio.
Se limitaba a declarar cuál de las dos partes había ganado la apuesta. Utriusque
justum sit sacramentum. Por esto es por lo que, frecuentemente, se designa este
procedimiento con el nombre de procedimiento por apuesta. 31

En el Derecho Romano el medio de defensa judicial de la propiedad más


importante era la acción reivindicatoria, ya que es la confirmación del derecho de
dominio sobre una cosa. Su ejercicio beneficia al propietario que ha sido privado
de la posesión de la cosa, por lo tanto puede accionar contra todo aquel que le
prive de su derecho de propiedad obteniendo con ello la restitución de la cosa que
le ha sido quitada.

Es característico del sistema de las legis actiones el formalismo del


procedimiento, el solo mal empleo de una palabra exponía a los litigantes a perder
el juicio. Con el desaparecimiento de las legis actiones se dio paso al periodo del
procedimiento formulario, el cual se caracterizaba por el empleo de una fòrmula
escrita, la cual era redactada por el pretor y que servia de base a los debates ante
el juez. Aquí el procedimiento se desarrollaba de la misma manera que el de las
legis actiones en dos fases: in jure e in judicio. Pero lo que caracterizò al sistema
formulario fue que los litigantes no se sometían a ningún tipo de formalismo ya sea
en cuanto a las palabras o gestos.

En la época del procedimiento extraordinario, en este sistema desapareció el


juez; el procedimiento se desarrolló, ante el magistrado.

31
Foignet, Rene. Op. Cit. Pág. 249 y 250

82
Marcha general del procedimiento extraordinario:

1. Ya no hubo juez privado. Dentro del procedimiento extraordinario no hubo ya


remisión del negocio a un juez privado. El juicio comenzaba y terminaba ante
el magistrado. Sin embargo, podía confiar el magistrado sus facultades a un
delegado, que los textos llaman judex datus o judex pedaneus. Pero no era
un jurado como el judex privatus de antes; era un funcionario que estatuía,
como el magistrado mismo, extra ordinem.

2. Ya no hubo formula. No hubo ya fórmula. Se comprende esto. Ya no se hizo


sentir su necesidad, puesto que las partes exponían sus pretensiones ante el
magistrado y él mismo estatuía acerca del negocio.

3. Litis contestatio. La litis contestatio seguía existiendo, aunque en forma


menos aparente que antes. Se producía en el momento en que las partes
proponían sus conclusiones ante el magistrado. Actualmente se dice que el
negocio guarda estado.

La litis contestatio producía los mismos efectos que precedentemente. Sin


embargo, Justiniano suprimió su efecto extintivo.

4. Condena. La condena afectaba la cosa misma reclamada. Ya no era


necesariamente pecuniaria. 32

En el derecho guatemalteco, el procedimiento que se desarrolla para ejercer


la acción reivindicatoria establecida en el articulo cuatrocientos sesenta y nueve
del Código Civil es la vía ordinaria establecida en el articulo noventa y seis del
Código Procesal Civil y Mercantil el cual señala que las contiendas que no tengan
señalada tramitación especial en este Código, se ventilarán en juicio ordinario.

En nuestro derecho actual la vía para ejercer la acción reivindicatoria es mas


sencilla comparada con el procedimiento civil romano ya que nosotros iniciamos el
juicio con la demanda y finalizamos, normalmente con la sentencia. El sistema
romano primitivo como se señala anteriormente era demasiado formalista y por
ende riguroso, se enfocaba sobre todo en el rito y la solemnidad. Asimismo el
procedimiento de las legis actiones se desarrollaba en dos fases: una ante el
magistrado y otra ante el juez. Otra de las complicaciones que se presentaban era
que el actuar del magistrado, no le permitía adaptar el Derecho a las necesidades
de la práctica. Las formulas estaban rigurosamente establecidas por la
costumbre o por la ley lo cual no podía variar en nada y el mas leve error
acarreaba la pérdida del juicio.

32
Ibidem. Pág. 253

83
En el procedimiento formulario se emplea una fórmula escrita y se desarrolla
siempre en dos fases, como bajo las legis actiones: in jure e in judicio. La
evolución que se tuvo en esta época fue importante ya que el ejercicio del pretor
progresó en cuanto a las ideas de equidad y de humanidad. Además el
procedimiento formulario se aplicó a los peregrinos lo cual era inaplicable en el
anterior sistema. La fórmula era un escrito previamente establecido el cual
designaba el magistrado a un juez, la pretensión del actor, los medios de defensa
del demandado y le otorgaba la facultad de condenar o de absolver al demandado,
según la decisión que se formara con el juicio. En la primera fase in jure se
desarrollaba ante el magistrado libre de todo formalismo, el demandante exponía
sus pretensiones, el demandado podía solicitar al magistrado que se rehusara a
entregar al demandado cualquier fórmula, también podía solicitar que se insertara
una determinada excepción en su favor.

Luego el pretor entregaba la fórmula al demandante y éste se la entregaba al


demandado quien la aceptaba. La aceptación de la fórmula por parte del
demandado era indispensable sin ella no se podía seguir el juicio. El demandado
era indefesus cuando faltaba o cuando rehusaba aceptar la fórmula. El
demandado tenía un medio para escapar a toda demanda. Para evitar esto el
magistrado acordó al demandante ponerlo en posesión de los bienes del
demandado. De esta manera se evito que el demandado se pusiera en el caso del
indefensus.

La litis contestatio, de la misma manera que en el procedimiento de las


acciones de la ley, era el último momento de la fase in jure. En ese instante el
demandado aceptaba la fórmula, redactada por el pretor, que le ofrecía el actor.
En la fase in judicio se desarrollaban los debates aquí el demandante presentaba
las pruebas de su pretensión y el demandado las de su defensa. Los abogados
de las dos partes alegaban. Terminaba el juicio pronunciándose la sentencia, que
condenaba o absolvía al demandado. Al igual que el Derecho guatemalteco, la
sentencia tenía los mismos efectos que hoy, autoridad de cosa juzgada. Luego el
desarrollo del procedimiento civil fue evolucionando ya que en el periodo del
procedimiento extraordinario desapareció el juez y el procedimiento se desarrolló
ante el magistrado.

El Derecho ha ido evolucionando constantemente gracias a los aportes de los


grandes doctos jurídicos y debido a eso nuestro Derecho guatemalteco establece
un procedimiento civil como el juicio ordinario para entablar la acción
reivindicatoria conforme al principio de celeridad, lo cual permite que el proceso se
desarrolle de una manera rápida evitando el alargamiento de los plazos y los
tramites innecesarios, así como lo establece el artículo sesenta y cuatro del
Código Procesal Civil y Mercantil el cual señala que los plazos y términos
señalados en este Código a las partes para realizar los actos procesales, son
perentorios e improrrogables, salvo disposición legal en contrario. Vencido un
plazo o término procesal, se dictará la resolución que corresponda al estado del
juicio, sin necesidad de gestión alguna.

84
Nuestro procedimiento civil ordinario se desarrolla ante un solo juez y cuando
se ejercitan acciones reales sobre bienes inmuebles, le compete el conocimiento
del asunto al juez del lugar donde estén situados los bienes.

Algunas de acciones que se ejercían en el Derecho romano, siguen teniendo


presencia en el Derecho guatemalteco. Dentro de las acciones reales que son
aquellas que sancionan un derecho real ubicamos la más importante que es la
acción reivindicatoria regulada en el artículo cuatrocientos sesenta y nueve de
nuestro Código Civil.

En el Derecho romano la acción reivindicatoria, rei vindicatio, es una acción


por la cual una persona, que pretendía ser propietario quiritario de una cosa
determinada, hacia que se reconociera judicialmente su derecho, en contra de
quien la tuviera en posesión.33

En el Derecho guatemalteco la propiedad privada es una garantía


constitucional inherente al ser humano y que el Estado esta obligado a proteger,
tal como lo establece el artículo treinta y nueve (39) de la Constitución Política de
la Republica de Guatemala: “Se garantiza la propiedad privada como un derecho
inherente a la persona humana. Toda persona puede disponer libremente de sus
bienes de acuerdo con la ley. El Estado garantiza el ejercicio de este derecho y
deberá crear las condiciones que faciliten al propietario el uso y disfrute de sus
bienes, de manera que se alcance el progreso individual y el desarrollo nacional
en beneficio de todos los guatemaltecos.”

En el sentido constitucional el derecho de propiedad recae sobre todos los


bienes materiales e inmateriales que corresponden al patrimonio de una persona.
El ejercicio de la acción reivindicatoria para el derecho romano recaía sobre
aquellas cosas susceptibles de propiedad privada, muebles o inmuebles, teniendo
en cuenta que la propiedad es un derecho real por excelencia, ese poder o esa
facultad plena que todo ser humano puede llegar a tener sobre una cosa.

Para los romanos la propiedad era el señorío pleno sobre el bien, la


denominación señorío deviene de la persona como señor. Significa que al
propietario se le confieren los poderes más amplios sobre los bienes. No significa
que esa plenitud, como la de poseer la cosa, disfrutar de los frutos, enajenarla,
gravarla, etc. pueda estar limitada legalmente, ya que al propietario por ejemplo se
le puede prohibir conforme a la ley enajenar el bien o disfrutar de los frutos de la
cosa, pero en este caso sigue siendo propietario, solamente que con algunas
limitantes.

El Código Civil, regula en el articulo cuatrocientos sesenta y cuatro la


propiedad es el derecho de gozar y disponer de los bienes dentro de los limites y
con la observancia de las obligaciones que establecen las leyes.

33
Ibidem. Pág. 271

85
En el Derecho romano, el medio de defensa legal del dominio civil o quiritario
era la acción reivindicatoria. Esta acción tenía como propósito reclamar la
restitución de la cosa de su propiedad, cuando era poseída ilícitamente por otro
sujeto que no tenía el poder sobre la res.

Según el artículo cuatrocientos sesenta y ocho del Código Civil el propietario


tiene derecho de defender su propiedad por los medios legales y de no ser
perturbado en ella, si antes no ha sido citado, oído y vencido en juicio.

Como se menciona anteriormente el medio legal del que disponían los


romanos para proteger judicialmente su propiedad era mediante la acción
reivindicatoria. En los tres sistemas de procedimientos judiciales que existieron la
interposición de este medio de defensa fue variando.

Así en el derecho antiguo, donde se aplicaba el proceso de las acciones de la


ley, esta acción se podía ejercer en contra del dueño que al mismo tiempo era
poseedor de la cosa, así como contra el que la poseía a nombre de otro; contra el
que hubiere dejado de poseer con mala intención.

En el proceso de propiedad primitivo se ejerce la legis actio sacramenti in rem, en


la cual no se diferencia un demandante y un demandado, uno de ellos no posee la
cosa pero alega tener derecho sobre la misma y acusaba al poseedor de haberlo
despojado violentamente de la cosa requerida el otro sujeto defiende la posesión
alegando que el era dueño de la cosa. Por lo tanto los dos afirman tener la señoría
de los bienes. Luego el iudex decide implícitamente el problema de la propiedad.
Sucede que el que pierde el caso, debía restituir, además de la cosa, los frutos
adquiridos durante todo el proceso, más el monto del sacramentum. Se
garantizaba la cosa a través de una fianza llamada praedes litis et vindiciarum.

En el proceso formulario la reivindicatio está establecida en una fórmula


condenatoria, toda la tramitación se desenvuelve ante un solo juez. El
demandado es el poseedor, reclama ser propietario aunque no ejerza la posesión
sobre el bien, y los medios de prueba corresponden al actor. El demandado debía
prestar garantía a través de una caución económica denominada cautio iudicatum
solvi. El demandado debía restituir, además de la cosa, los frutos adquiridos
después de la litis contestatio.

En la época clásica la per formulam petitoriam vel arbitrariam, aparece para


accionar en casos de propiedad, desapareciendo la promesa pecuniaria y de
indemnización, estableciéndose el litigio del dominio mediante todo medio de
prueba. Como se indica anteriormente el adversario debía restituir la cosa objeto
del litigio con todos sus frutos percibidos después de la litis contestatio, pero podía
quedarse con los frutos adquiridos antes de iniciar la litis contestatio, si había
actuado de buena fe.

86
La acción reivindicatoria consistió en una acción real que protegía el derecho de
propiedad, asimismo, se podía accionar en los asuntos de la patria potestad. No
se hacia uso de esta acción para reclamar cosas sagradas o religiosas, ya que
estas no correspondían a los particulares. En el derecho guatemalteco el medio de
defensa legal de que dispone todo propietario sobre sus bienes es la acción
reivindicatoria.

Según lo regulado por el artículo cuatrocientos sesenta y nueve (469) del


Código Civil el propietario de una cosa tiene el derecho de reivindicarla de
cualquier poseedor o detentador.

En el derecho clásico romano el demandante de esta acción es quien cree


tener la propiedad civil o quiritaria, la que se denominaba dominus ex iure quiritum.
En el derecho justinianeo se considero simplemente propietario, ya que se borro
toda diferencia entre la propiedad civil y la propiedad bonitario o pretoriana y que
se ve privado de la posesión de la cosa.

La acción reivindicatoria se ejercía contra aquel que posee. En el derecho


justinianeo no importa tanto que sea un verdadero poseedor o simplemente un
detentador. También contra aquel que hubiese dejado de poseer por dolo,
haciendo pasar la cosa a manos de un tercero. Contra el poseedor ficticio, este
era aquel que no poseyendo, se hacia pasar falsamente como poseedor,
asumiendo el papel de demandado. En el derecho guatemalteco el actor es el
propietario del bien quien tiene derecho de defender su propiedad. El demandante
ejerce la acción reivindicatoria contra cualquier poseedor o detentador.

La prueba era presentada por los romanos en el antiguo procedimiento de las


acciones de la ley, por el demandante y el demandado quienes debían ofrecer las
pruebas del derecho que se discutía. Mas tarde, solo le correspondía al actor
demostrar su dominio sobre la cosa. Así también debía probar que había obtenido
la cosa de una persona que era legítimo propietario, lo cual implica que esta
persona la había adquirido ella misma del propietario. La prueba complicada la
denominaron probatio diabólica. Era cuando el demandante no había obtenido su
derecho de un modo originario, ya que tenía que demostrar, que era el dueño,
también demostrar que la persona que le transmitió el bien era propietario y así
sucesivamente hasta llegar a la persona que la hubiera adquirido de un modo
originario. La usucapión favoreció al demandante en ese sentido ya que le era
suficiente demostrar que había poseído la cosa, mediante el justo titulo, durante el
tiempo necesario para usucapirla.

En el derecho romano la acción reivindicatoria se desarrollaba en el


procedimiento de las acciones de la ley adaptándose a las formas de la legis actio
sacramento in rem. En el procedimiento per formula o formulario, la acción
reivindicatoria se desarrollaba mediante la fórmula petitoria con cláusula arbitraria.

87
Entre los efectos que el derecho romano determina en relación de la acción
reivindicatoria están en primer lugar el declarar de que parte esta el derecho de
propiedad; y en segundo lugar la restitución de la cosa.

Estas restituciones implicaban lo siguiente:

a) La devolución de la cosa reclamada con todos sus frutos y accesiones, lo


que se denomina cum sua causa.

b) De los detrimentos sufridos por la cosa antes de la litis contestatio. Durante


el derecho clásico, el poseedor de buena fe conserva todos los frutos que
haya hecho suyos. En el derecho justinianeo se beneficiaba de los frutos
que había consumido, restituyendo los que guardara. El poseedor de mala
fe, responde por todos los frutos que haya adquirido, consumidos o no
consumidos.

c) Los gastos que el poseedor hubiese hecho por la cosa reivindicada. Por
ejemplo los gastos para la conservación de la cosa, gastos que
incrementan su valor, o gastos que se hacían por mera innovación. El valor
de las restituciones puede reducirse en razón de los gastos que el poseedor
hubiese hecho por la cosa reivindicada. El poseedor tenía derecho a la
reducción de los gastos. En el derecho clásico, esto solo favorecía a los
poseedores de buena fe y la vía procesal para obtener las indemnizaciones
era únicamente la excepción de dolo, que justificaba la conservación de la
cosa mientras la indemnización no se efectuara. El poseedor contaba con
la vía procesal para reclamar teniendo en su poder la cosa y si la perdía, no
podía reclamar. En el período del derecho justinianeo se elaboran las
siguientes reformas: Se favorece a los poseedores de mala fe con el
derecho a indemnización; aunque se hubiera perdido la posesión se podía
reclamar; se les otorga a los poseedores de buena o mala fe el derecho de
reclamar los gastos y mejoras que hubiera hecho sobre la cosa, a la que
también se llama impensas o impensae.

En nuestro derecho la buena fe del poseedor consiste según el articulo


seiscientos veintidós del Código Civil en la creencia de que la persona de quien
recibió la cosa era dueña de ella y podía transmitir su dominio.

Según el artículo seiscientos veinticuatro (624) del Código Civil el poseedor de


buena fe que haya adquirido la posesión por titulo traslativo de dominio goza de
los derechos siguientes:

1. Hacer suyos los frutos percibidos, mientras


su buena fe no sea interrumpida.

2. De que se le abonen todos los gastos


necesarios y útiles, teniendo derecho de

88
retener la cosa poseída hasta que se haga
el pago.

3. Retirar las mejoras voluntarias, si no se


causa daño en el bien mejorado, o
reparando el que se cause al retirarlas.

4. Que se le abonen los gastos hechos por el


para la producción de frutos naturales y
civiles que no haga suyos por estar
pendientes al tiempo de interrumpirse la
posesión, teniendo derecho al interés legal
sobre el importe de esos gastos desde el
día en que los haya hecho.

5. No ser desposeído de la cosa, si antes no


ha sido citado, oído y vencido en juicio.

6. Ser preferido a cualquier otro que la pida


con igual derecho, excepto el caso en que
deba darse posesión indivisa.

7. Servirse de la posesión como medio para


adquirir el dominio por prescripción.

8. Ser considerado dueño de los muebles que


posee.

Con respecto al poseedor de mala fe el Código Civil señala en su artículo


seiscientos veintiocho que el poseedor de mala fe es el que entra a la posesión sin
titulo alguno para poseer y también el que conoce los vicios de su título que le
impiden poseer con derecho.

El articulo seiscientos veintinueve (629) de nuestro Código Civil indica:

“El poseedor de mala fe esta obligado a la devolución del bien que ha


poseído y de sus frutos, o el valor de estos estimado al tiempo que los percibió o
los debió percibir; y a responder de la perdida o deterioro de la cosa, sobrevenidos
por su culpa o por caso fortuito o fuerza mayor, salvo que pruebe que tal perdida o
deterioro se habría causado aunque la posesión la hubiere tenido el propietario.”

En relación a los gastos que el poseedor de buena fe hizo sobre el bien,


según el derecho guatemalteco el artículo seiscientos veintiséis del Código Civil,
estatuye que el poseedor debe justificar el importe de los gastos a que tenga
derecho; y cuando hubiere percibido frutos que legalmente no le correspondieren,
hará lugar a la compensación de valores.

89
Se consideran gastos necesarios según el artículo seiscientos veintisiete
(627) del Código Civil aquellos que están prescritos por la ley y aquellos sin los
cuales la cosa se pierde o desmejora. Gastos útiles, los que sin ser necesarios
aumentan el precio o producto de la cosa; y voluntarios, los que sirven solo al
ornato de la cosa, o al placer o comodidad del poseedor.

En el derecho romano, aquellos gastos que sin los cuales la cosa se pierde o
desmejora se denominaron: impensae necesarie; los gastos útiles, los que sin ser
necesarios aumentan el precio o producto de la cosa, se llamaron impensae utiles
y los gastos voluntarios, que sirven solo al ornato de la cosa, o al placer o
comodidad del poseedor, se denominaron impensae voluptuariae.

En el caso del derecho guatemalteco todo daño o perjuicio que se ocasione a


otra persona debe indemnizarse, así como lo regula el artículo mil seiscientos
cuarenta y cinco (1,645) del Código Civil toda persona que cause daño o perjuicio
a otra, sea intencionalmente, sea por descuido o imprudencia, esta obligada a
repararlo, salvo que demuestre que el daño o perjuicio se produjo por culpa o
negligencia inexcusable de la victima.

El artículo mil seiscientos setenta y tres (673) del Código Civil, establece:

“La acción para pedir la reparación de los daños o perjuicios a que se refiere
este titulo, prescribe en un año, contado desde el día en que el daño se causo, o
en que el ofendido tuvo conocimiento del daño o perjuicio, así como de quien lo
produjo.”

A continuación se señalan algunas acciones que se ejercían en Roma y que


actualmente nuestro Derecho las aplica:

El ejercicio de la acción de dolo en Roma se concedía contra el autor del dolo


y durante un año útil. El artículo mil doscientos cincuenta y siete establece que es
anulable el negocio jurídico cuando la declaración de voluntad emane de error, de
dolo, de simulación o de violencia. La nulidad no puede pedirla o demandarla la
parte que hubiere causado el vicio. También se aplicó la acción metus causa, que
podía ejercitarse no solamente contra el autor de la violencia, sino también contra
toda persona que se había aprovechado de dicha circunstancia aún de buena fe.

La acción de eo quod certo loco, esta acción la ejercía el acreedor cuando el


deudor no le pagaba en el lugar convenido. Así también el Derecho guatemalteco
lo regula en el artículo mil trescientos noventa y ocho el cual establece que el pago
se hará en el lugar designado en el contrato.

La acción cuasi-serviana e hipotecaria, es la sanción del derecho real de


hipoteca, y es dada al acreedor hipotecario que no haya sido pagado al
vencimiento para reclamar la cosa hipotecada, en cualquier mano que se
encuentre, y forzar al poseedor a entregarla, sino prefiere pagar la deuda. De
acuerdo a lo establecido por el artículo ochocientos veinticuatro del Codigo Civil la

90
constitución de la hipoteca da derecho al acreedor para promover la venta judicial
del bien gravado cuando la obligación sea exigible y no se cumpla.

Otra de las acciones que figura tanto en el Derecho romano como en el


guatemalteco, es la acción pauliana. Esta acción se daba a los acreedores para
hacer rescindir los actos que hubiese realizado fraudulentamente el deudor en su
perjuicio. En el Derecho guatemalteco la acción pauliana también denominada
como revocatoria está regulada en el articulo mil doscientos noventa el cual
establece que todo acreedor puede pedir la revocación de los negocios celebrados
por el deudor en perjuicio o fraude de sus derechos.

Solo los acreedores cuyos créditos sean anteriores al negocio impugnado,


pueden ejercitar la acción revocatoria.

En cuanto a las acciones personales las cuales consisten en sancionar un


derecho personal eran reguladas por el Derecho romano así mismo las regula el
Derecho guatemalteco, por ejemplo la acción redhibitoria, por medio de la cual se
exigía la responsabilidad del vendedor que entregó una cosa defectuosa también
la establece nuestro Código Civil en el artículo mil quinientos sesenta y uno el cual
señala que por los vicios ocultos de la cosa tiene el adquirente derecho de
ejercitar, a su elección, la acción redhibitoria para que se rescinda el contrato, o la
acción estimatoria para que se le devuelva del precio lo que la cosa vale menos.

2. ACCIONES REIPERSECUTORIAS, PENALES Y MIXTAS.

Esta clasificación consiste en el objeto de las acciones, según el propósito


que quiera lograr el demandante al ejecutarlas. Al respecto, Gayo nos dice:
Accionamos a veces para conseguir solamente una cosa, a veces para conseguir
solamente una pena, y en otros casos para conseguir tanto una cosa como una
pena. Las primeras son las acciones reipersecutorias, las segundas las penales, y
las ultimas las mixtas.

Como ejemplo de acción reipersecutoria tenemos la reivindicatoria que tiene


el propietario para perseguir la cosa, intentándola, por ejemplo, en contra del
poseedor ilegítimo para pedir la restitución.

Las acciones penales son las que derivan de un delito, por ejemplo, la actio
furti, que se da en contra del ladrón y a favor de la victima, no para pedir la cosa
sino la pena, que era una multa privada que se entregaba a la propia victima.

Las acciones penales mostraban unas características específicas muy bien


definidas. Eran acumulativas; esto tiene dos significados por un lado quiere decir
que la acción penal se acumula a la acción reipersecutoria: la victima del robo
podía ejercer a la vez la acción reivindicatoria y la actio furti; por el otro significa,
que si el delito era cometido por varias personas, cada uno de los delincuentes
debía pagar la multa completa.

91
Las acciones penales eran infamantes; esto es, traían aparejada la tacha de
infamia y finalmente eran intransmisibles pasivamente; solo se podía perseguir
con una acción penal al delincuente y no a sus herederos.
A través del ejercicio de las accione mixtas se logra tanto una indemnización
por el valor del objeto como una cantidad adicional por la pena; tal es el caso de la
acción de la Ley Aquilia, que tenía la victima del delito de daño en propiedad
ajena. La acción se daba por el máximo valor que el objeto hubiera alcanzado en
el ultimo año, una parte como indemnización por el valor real del objeto, y la
diferencia para cubrir la multa privada, que era la pena impuesta al infractor.34

La acción reipersecutoria es aquella que recae sobre una prestación, sea real
o personal cuya causa es civil. La acción penal es la que procede de un delito
privado, fuente de obligaciones en el derecho romano y tiende a obtener la pena
pecuniaria establecida en beneficio de la victima.

Las acciones mixtas son aquellas que tienen en si mismas caracteres de la


reipersecutorias y de penales reunido.

Diferencias entre acciones reipersecutorias y penales:

Las acciones reipersecutorias son transmisibles contra los herederos, las


penales jamás. Contra un esclavo o un hijo de familia, en general, no cabe
entablar acciones reipersecutorias, pero si penales.

Las acciones reipersecutorias tiene un sujeto pasivo plural, es decir, en las


que son varios los que deben la prestación, se extinguen por el cumplimiento
completo que haga cualquiera de los obligados, las acciones penales no se
extinguen del mismo modo y se puede cobrar toda la pena a cada uno de los
responsables.

Cuando un individuo dispone de varias acciones reipersecutorias debe


escoger una, en cambio si dispone de varias penales puede entablarlas todas.

Estas acciones son las derivadas de actos ilícitos. El objetivo de las acciones
penales es conseguir una pena consistente en una suma de dinero en concepto
de restitución de la injuria, pero a diferencia de las acciones civiles, se da por valor
doble, triple o cuádruple del daño causado. Dependiendo del caso, pueden ser
civiles o pretorias y se caracterizan por:

• La cumulatividad:

Si son varios los autores, deben pagar la pena entera.

• La intransmisibilidad pasiva:

34
Morineau Iduarte, Marta, Op. Cit., Pág.10

92
Porque solamente el responsable debe ser el autor y
no sus herederos.

• Noxalidad:

Las acciones penales son noxales cuando el delito ha


sido cometido por un individuo sometido a potestad.
Posteriormente los compiladores eliminaron por
completo este rasgo pues el derecho cristiano lo había
excluido.

Las acciones reipersecutorias con las que persiguen la reintegración de la


cosa mientras que las mixtas buscan conjuntamente la cosa y la pena.

Terminología de la palabra cosa, el termino que se utilizó para denominarla


fue “res” característico del ius civile, se entiende por “bona” de cualquiera lo que
queda después de deducidas, las deudas, termino utilizado en el derecho pretorio.

En la etapa clásica del Derecho Romano el ejercicio de las acciones para


defender la propiedad tuvieron una aplicación más ágil y eficaz que en la
actualidad, dentro del Derecho Procesal tanto Civil como Penal en Guatemala,
debido a la concepción de la propiedad formal heredada del Código de Napoleón
de 1804 y a lo tardado y engorroso del proceso tanto Ordinario en lo Civil como el
Penal en General, que se encuentran sujetos a extremas formalidades en sus
instancias procesales.

93
94
CONCLUSIONES

1. Del Derecho romano emanan muchas instituciones que tienen vigencia en


nuestro Derecho Civil actual y una de ellas fue el ejercicio de la acción, de la
cual nace el estatuto procesal y propiamente el juicio de carácter civil.

3. Las acciones que se desarrollan en el curso del Derecho romano son


consideradas esenciales en la relación jurídica sobre todo en el momento de la
reclamación.

4. El Derecho procesal se denominó en Roma Derecho de las Acciones ya que


ellos consideraban que mientras hubiera acción había derecho. Los romanos
utilizaron la palabra acción para hacer referencia al derecho procesal como al
derecho de perseguir judicialmente lo que le deben a uno.

5. La acción típica para la defensa de la propiedad era la acción reivindicatoria,


ejercida por el propietario que hubiese sido privado ilegítimamente de la
posesión de algún bien suyo.

6. Nuestro Derecho Civil guatemalteco adopta algunas de las acciones que se


ejercieron en Roma y una de las más importantes en cuanto a la defensa de la
propiedad fue la acción reivindicatoria, que consistía en proteger legalmente la
propiedad reconociendo judicialmente el derecho que le corresponde al
propietario quiritario de una cosa determinada, en contra de quien la tuviera en
posesión. El fundamento legal que nuestro Derecho se basa para aplicar la
acción es el artículo cuatrocientos sesenta y nueve del Código Civil el cual
establece que el propietario de una cosa tiene el derecho de reivindicarla de
cualquier poseedor o detentador.

7. Así como nuestro ordenamiento jurídico establece una clara diferenciación


entre la propiedad y la posesión así también lo regulaban los romanos ya que
para ellos la propiedad es el derecho que se tiene sobre una cosa y la
posesión es el poder físico que se ejerce sobre una cosa. Así también nuestro
ordenamiento jurídico señala en el artículo cuatrocientos sesenta y cuatro del
Código Civil la propiedad es el derecho de gozar y disponer de los bienes
dentro de los límites y con la observancia de las obligaciones que establecen
las leyes. Por otra parte la posesión es el derecho presumible y limitado en el
cual una persona ejerce sobre un bien algunas facultades inherentes al
dominio.

95
8. La vía judicial que los romanos utilizaron para hacer valer la acción
reivindicatoria fue variando ya que existieron tres periodos fundamentales en
donde se desarrollaron tres diferentes sistemas de procedimientos, el primitivo
de ellos fue el procedimiento de las legis actiones o acciones de la ley, el
segundo fue procedimiento per forumlam o formulario y el tercero fue el
procedimiento denominado cognitio extra ordinem o sistema extraordinario.

9. En nuestro derecho actual la vía para ejercer la acción reivindicatoria es mas


sencilla comparada con el procedimiento civil romano ya que nosotros
iniciamos el juicio con la demanda y finalizamos, normalmente con la
sentencia. El sistema romano primitivo como se señala anteriormente era
demasiado formalista y por ende riguroso, se enfocaba sobre todo en el rito y
la solemnidad. Asimismo el procedimiento de las legis actiones se
desarrollaba en dos fases una ante el magistrado y otra ante el juez. Otra de
las complicaciones que se presentaban era que el actuar del magistrado, no le
permitía adaptar el Derecho a las necesidades de la práctica. Las formulas
estaban rigurosamente establecidas por la costumbre o por la ley lo cual no
podía variar en nada y el mas leve error acarreaba la pérdida del juicio. En el
procedimiento formulario se emplea una fórmula escrita y se desarrolla
siempre en dos fases, como bajo las legis actiones: in jure e in judicio. La
evolución que se tuvo en esta época fue importante ya que el ejercicio del
pretor progresó en cuanto a las ideas de equidad y de humanidad. Además el
procedimiento formulario se aplicó a los peregrinos lo cual era inaplicable en el
anterior sistema.

10. Nuestro sistema judicial adopta la vía ordinaria para hacer valer la acción
reivindicatoria, conforme al principio de celeridad se permite que el proceso se
desarrolle de una manera rápida evitando el alargamiento de los plazos y los
tramites innecesarios, así como lo establece el artículo sesenta y cuatro del
Código Procesal Civil y Mercantil el cual señala que los plazos y términos
señalados en este Código a las partes para realizar los actos procesales, son
perentorios e improrrogables, salvo disposición legal en contrario. Vencido un
plazo o término procesal, se dictará la resolución que corresponda al estado
del juicio, sin necesidad de gestión alguna.

96
RECOMENDACIONES

1. Gracias a las reformas que se establecieron al actual pensum de


estudios de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad de San Carlos de Guatemala, ya se cuenta con el curso de
Derecho Romano, el cual es de suma importancia en virtud del cual todo
estudiante de derecho tiene la obligación y responsabilidad de manejar
con eficiencia las instituciones del Derecho Civil, pero sin un estudio
adecuado al origen de las mismas no es posible su comprensión, por lo
anterior mi tesis se enfoca al estudio de esas raíces latinas a las cuales
se les debería dar mas importancia en el ámbito jurisprudencial de la
carrera de ciencias jurídicas y sociales. Es por ello que es necesario que
los que hemos quedado fuera del ámbito del actual pensum de estudios,
tengamos el compromiso y la responsabilidad de adentrarnos en lo
básico al estudio jurídico romano ya que de ese Derecho emanan
muchas de las instituciones que tienen hoy en día vigencia en nuestro
Derecho Civil actual.

2. Por la complejidad que en ocasiones se presenta en cuanto a la


aplicación de determinadas instituciones del Derecho civil, para una
mejor comprensión es necesario acudir a su origen y buscar ayuda en
los antecedentes del Derecho romano ya que como se mencionó
anteriormente del Derecho romano nacen muchas de nuestras
instituciones jurídicas actuales.

3. Es necesario que en nuestra legislación se regule la unificación de los


procedimientos de conocimiento que están establecidos en el Código
Procesal Civil y Mercantil y que solo un juicio se aplique en el ámbito civil
y mercantil. Así se podría lograr un proceso más sencillo y con ello
acelerar las fases del mismo.

4. Es importante también que nuestra legislación pueda establecer la


oralidad en el juicio ordinario de esa manera lograr un desenvolvimiento
eficaz y eficiente del mismo dando con ello una mejor comprensión del
proceso entre las partes.

5. Es indispensable que se implementen cursos de Derecho romano a


profesionales del derecho, ya que a través de los años su estudio ha sido
muy poco usado pero que su naturaleza es importante puesto que
muchas de las instituciones del Derecho Civil guatemalteco nacen del

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Derecho romano, es por ello la importancia que tiene el Derecho romano
ya que en materia civil debe de surgir el origen de toda figura ya
plasmada en nuestro Código Civil usado en la actualidad y que sus
fuentes se derivan del mismo.

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